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Universidad Nacional Experimental de las Artes

UNEARTE

Paradigma del vivir bien desde su espiritualidad

Yesika Andreina Mendoza Rivas

Pac. I

PNF. Teatro
Mención Dirección

Paradigma del vivir bien desde su espiritualidad


El vivir bien está ligado a la “espiritualidad” y esto emerge de un equilibrio entre el
pensar y el sentir. Para este paradigma comunitario es esencial el sentido
espiritual de la vida, sin embargo en estas sociedades modernas se ha originado
una ruptura entre ambos, priorizando la expresión y comprensión de la vida a
partir sólo de la racionalidad.

A través del término espiritualidad podemos dar cuenta de la naturaleza y


la condición de lo espiritual que muestra a algo o alguien, tradicionalmente la
espiritualidad se le vincula con la religión, y en el ámbito filosófico se relaciona
con la interioridad del ser a su vez también se refiere a la inclinación que un
individuo presenta hacia lo espiritual, en este paradigma no es mas que estar en
permanente armonía con todo, celebrando los ritos sagrados que continuamente
renueva la conexión cósmica con los Dioses. Asimismo, exterioriza relaciones con
la Tierra y la Naturaleza, mostrando el sentido profundo del enfoque de
sustentabilidad indígena y la vigencia de una espiritualidad centrada en sentir a la
Madre Tierra como dadora de vida.

Para que mantengamos el espíritu como la esencia de la vida, el hálito, el


aliento de la vida, que está presente en todo lo que vive, es necesario que el ser
humano ame, cuide, proteja, y respete a los demás seres que en ella viven, y es
por ello que Vivir Bien está ligado a saber convivir, así que para poder visibilizar,
expresar o proyectar se tienen que restablecer las armonías y la conexión a lo
espiritual con uno mismo, con la pareja, con la familia, con la comunidad, con los
ancestros, con la Madre Tierra y con el Padre Cosmos, y estas armonías se
expresan a través del cuidado no porque una norma lo dice, sino porque somos
nosotros mismos, el deterioro de ese algo aparentemente externo.

Indudablemente caminar hacia el pueblo y su identidad espiritual. La


identidad del mapuche, que se liga a la tierra y a la naturaleza, se une "hasta
confundirse" con lo sagrado a través de sus formas de representación con los
antepasados. La machi dentro de este pueblo tiene la gran tarea de ser guía
espiritual del grupo y los individuos, mantener el equilibrio entre la comunidad Los
ritos permiten revivir el conjunto de tradiciones sagradas y hacen que el pueblo
mapuche se mantenga unido.

En medio del fenómeno de la globalización, cuya consecuencia más clara


es la homogeneización, la espiritualidad es lo que une al mapuche y permite a
esta cultura mantenerse en pie después de tantos abusos que ha tenido que
soportar, una de las luchas más fuertes que haya pasado el pueblo mapuche sea
la que en este momento, donde la necesidad de sobrevivencia lo quiere arrastrar
a ceder todos sus valores, incluso los más profundos.

La pérdida de sus tierras lo empuja a una pérdida de contacto con la


naturaleza y por lo tanto quebranta el contacto con lo sagrado y la espiritualidad,
que es lo que lo mantiene unido como entidad cultural. Conviven en reciprocidad,
en una articulación generadora de fuerzas capaces de permitir la vida en
naturaleza, vida no tan solo terrenal sino además conectada con espíritus
sobrenaturales que pueden o no ayudar al hombre, según sea el caso, en el
desempeño de sus labores diarias. Según la cosmovisión mapuche, el mundo está
conformado por tres territorios: y uno de ellos el que nos importa y que colocan
como principal es el denominado Wenu mapu o tierra de arriba, espacio sagrado
en el cual habita la familia divina, los antepasados y los espíritus del bien.

Yesika Andreina Mendoza Rivas

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