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Curso: Americana II 23/08/2016

Fabián Bava

El Ciclo de oro

El fin del ciclo de la caña de azúcar y la crisis económica ocurrida


en 1680 fueron factores que impulsaron a la búsqueda de oro en el
interior de Brasil, siendo el oro una materia prima que transformó la
economía luso brasileña e inició una nueva era. Si bien ubicamos la era
de oro entre 1700 hasta 1760, debemos mencionar que los primeros
descubrimientos importantes de oro ocurren en 1695, donde algunas
bandeiras paulistas que se encontraban en el sertao, en Minas Gerais
realizaron el hallazgo. También se encontraría oro en otras regiones
como Bahía, Goiás y Mato Groso.

Este descubrimiento y fiebre de oro que ocurrió en Brasil tuvo


repercusiones también en Europa, ya que dio lugar a la primera gran
corriente migratoria, muchos portugueses cruzaron el Océano Atlántico
para poder llegar a tierra americana, se estima que arribaron a América
670.000 personas entre 1700 y 1760. Durante el reinado de Juan V (Rey
de Portugal que gobernó desde 1706 a 1750) la producción de oro y su
exportación hacia Portugal creció considerablemente, ya que se calcula
una producción de 740.334 de kilos de oro para todo el siglo XVIII,
teniendo en cuenta que el ciclo del oro no abarcó todo el siglo.

No solamente oro se encontró en Brasil, sino también se


encontraron diamantes en el norte de Minas Gerais, si bien el mismo no
llegó a tener la misma importancia que la explotación y producción de
oro, la producción de diamante se incrementó rápidamente, a tal punto
que su precio en el mercado mundial disminuyó un 75%, esto se debió a
la importante explotación de diamante que se realizó en Brasil. La
explotación de oro y de diamante le permitió a Portugal poder equilibrar
su balanza comercial a corto plazo, teniendo en cuenta que Portugal
venia de una importante crisis económica. El ciclo de oro no solamente
trajo consigo factores positivos como permitir que Portugal pueda
recuperarse de la crisis, sino que también produjo consecuencias
negativas como el abandono de los intentos iníciales de
industrialización, de modernización y diversificación de la agricultura
que lo perjudicaría en un futuro.

Esta reorganización económica lusobrasileña en torno al oro, en


los primeros años del siglo XVIII, permitió reforzar los lazos económicos
entre Portugal e Inglaterra, con el tratado de Methuen firmado el 27 de
diciembre de 1703 entre ambas potencias europeas, este tratado posee
solamente tres artículos, siendo el tratado más breve de toda la historia
diplomática. El mismo también se lo conoce como el tratado de los
paños y vinos, ya que habían acordado que los portugueses le
comercializaban vino y aceite de oliva a los ingleses, mientras que los
ingleses le exportaban tejidos, productos manufacturados y trigo a los
portugueses. Pero en la relación comercial entre ambas potencias había
una balanza comercial favorable a favor de los ingleses, debido a la
salida de oro y de diamantes de Brasil de forma legal o ilegal. El propio
Bethell hace mención de dicho acontecimiento: “Es un hecho irrefutable
también que una gran proporción del oro brasileño queentraba en Europa
era importado clandestinamente por los ingleses. Por otraparte, el
comercio entre Lisboa y las Trece Colonias de Norteamérica tampocoera
despreciable. Brea, arroz, tabaco y madera eran productos americanos
quelos portugueses necesitaban.” 1

La explotación de las minas de oro requería una importante mano


de obra, por ello el comercio de esclavos traídos de África tenía una
suma importancia, ya que eran los esclavos quienes trabajaban en las
minas de oro. Angola era el principal proveedor de esclavos que llegaban
a América, muchos de esos esclavos morían en el viaje debido a las
precarias condiciones en que eran trasladados, la falta de higiene, de
alimentos, etc.

“La corona no quería desanimar las actividades mineras, pero al


mismo tiempo trataba de proteger a aquellos sectores de la sociedad y
la economía colonial que podían verse afectados. Como pensó que el oro
podía provocar una invasión en Brasil, prohibió la explotación de
determinados yacimientos, por temor al despoblamiento de las ciudades
costeras que podían quedar así a merced de posibles ataques
extranjeros.” 2 En la cita recién mencionada se puede apreciar que a
pesar del furor que generó la actividad minera, la Corona trata de
proteger las demás actividades que se realizaban en el territorio
americano. Ya que el descuido de las mismas podría afectar no solo la
economía, sino también la sociedad de la región, llegando al punto de
que la población se fuera hacia el interior de Brasil y que las ciudades
portuarias quedaran despobladas, facilitando así el ataque de potencias
europeas extranjeras.

Una de las dificultades que atravesó la corona portuguesa fue el


poder percibir el cobro de impuestos de la actividad minera, debido a
que la producción minera era muy cambiante en su desarrollo, la forma
de recaudación de impuestos se modificó en doce oportunidades. Los
cambios rápidos y constantes en la minería y los distintos tipos de
explotación como por ejemplo la mina a cielo abierto, galerías, entre
otras, impidieron a la corona desarrollar un sistema tributario único.

Los centros mineros requerían de cierta mercadería, se debía traer


alimentos, animales como por ejemplo mulas que servían como
transporte de carga, lo que permitió que exista un desarrollo en cuanto a

1
Leslie Bethell, “Historia de América Latina” tomo II, editorial Crítica, Barcelona

Carlos Malamud, “Historia de América”, editorial Alianza Editorial, Madrid 2005


2
la población y comercio, ya que la minería demandaba todo tipo de
mercaderías, generando así una red de comercio dentro de Brasil.

Debemos tener presente la importancia que tenía para Portugal


sus posesiones coloniales en América, dicho por el propio diplomático
portugués Luis da Cunha: “para mantener Portugal, el rey necesitaba la
riqueza de Brasil más que del mismo Portugal”. Esto nos muestra el
acertado panorama que mostraba Cunha en 1738. La creciente
importancia de la corona portuguesa,respecto de las colonias
americanas, se debía principalmente por las rebeliones locales y guerras
que surgían en sus posesiones en la costa oriental de África, sumado a
los ataques de otras potencias europeas que hacían que los portugueses
de apoco pierdan su monopolio comercial y embarques en Oriente.
Portugal se encontraba con la competencia de Holanda, Francia e
Inglaterra a la hora de importar productos de Oriente.

El ciclo del oro gozó su época de mayor esplendor entre 1733 y


1748 según los datos que maneja Malamud, para luego comenzar a
declinar, lo que no solo afectó a los centros mineros sino también a las
ciudades de la región, un claro ejemplo que se maneja es el de la región
de OuroPreto que llego a tener 40.000 habitantes en 1740, mientras que
a principios del siglo XIX solo contaba con 7000.

Un acontecimiento importante en la expansión hacia el sur por


parte de los portugueses fue la fundación de Colonia do Sacramento en
1680, en el mismo momento que atravesaba su crisis económica.
Colonia do Sacramento era un territorio muy importante para los
portugueses debido a su ubicación, era un punto estratégico para
mantener el comercio con el Rio de la Plata, mediante el contrabando,
para poder acceder así hasta Potosí. Colonia do Sacramento en varias
ocasiones paso a manos de los españoles, una de ellas fue en 1701
durante la Guerra de Sucesión española hasta la firma del tratado de
Utrecht donde los portugueses recuperan Colonia. Un error que cometió
Portugal a la hora de fundar Colonia fue el no enviar un importante
número de familias colonas para poder poblar el territorio, facilitando así
invasiones o ataques enemigos, se estima que la población de Colonia
nunca supero los 3000 habitantes. Este conflicto por las posesiones
territoriales de América continuaría entre España y Portugal en 1723,
donde tres años más tarde en 1726 los españoles fundan Montevideo,
una estrategia inteligente ya que frenarían la ambición de los
portugueses de controlar la orilla del norte del Rio de la Plata.

“Los españoles se establecieron rápidamente allí y fundaron la


ciudad portuaria de Montevideo en 1726 Su presencia hizo muy difícil la
comunicación para los portugueses entre Colonia y Laguna, Santos y
Río.”3 (El proceso fundacional de Montevideo, abarcó el lapso de 1724 a
1730)

En 1750 se firmó el Tratado de Madrid, firmado por Juan V y


Fernando VI, dicho tratado remplazó el de Tordesillas y el de Utrecht,
trazando la frontera entre las posesiones de España y Portugal, este
último renunciaba a todos sus derechos sobre Colonia y reconocía la
soberanía de España sobre el Rio de la Plata, mientras España abandona
los territorios al este del Rio Uruguay, entre ellos se encontraba las
Siete Misiones. Dicho tratado fue firmado y acordado con cierta
desconfianza ya que anteriormente los tratados firmados entre ambos no
se respetaban, si bien se establecían en lo teórico, al ponerlo en
práctica no se cumplían. En la región de las Siete Misiones vivían
jesuitas españoles e indios guaraníes, los cuales rechazaron la orden por
parte de las autoridades españolas de abandonar la región para
cedérsela a Portugal, tal como se estableció en el Tratado, teniendo en
cuenta que España se comprometió de evacuar lo antes posible dicha
región. Esta negatividad entre los jesuitas españoles e indios guaraníes
de abandonar la región provocó durante dos años las Guerras
Guaraniticas que se dieron entre 1754 y 1756. En 1761 se firmaría otro
tratado, el Tratado de El Pardo que anulaba el de Madrid, pero las
disputas por los territorios americanos continuarían hasta el Tratado de
San Ildefonso en 1777, donde Portugal pierde las Siete Misiones y
Colonia.

3
Leslie Bethell, “Historia de América Latina” tomo II, editorial Crítica, Barcelona
(Autor del capítulo Andrée Mansuy Diniz Silva)

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