Está en la página 1de 1

P O E T I S A

P U E R T O R R I Q U E Ñ A .

Julia de Burgos
Julia Constanza Burgos García nació el 17 de febrero de 1914, hija de

Francisco Burgos Hans, un campesino, y Paula García de Burgos, en

Carolina, Puerto Rico. Fue la mayor de trece hijos. La muerte y la adversidad

fueron constantes en su vida: vio a seis de sus hermanos pequeños morir, a

pesar de que llevo una infancia un tanto complicada se graduó de maestra

normalista en la Universidad de Puerto Rico en 1933.

su poesía
La obra de Julia de Burgos se caracteriza por

su singular fuerza expresiva; su apasionado

romanticismo la llevó a desarrollar de una

manera mística y metafísica temas como la

naturaleza y el amor.

sus logros
En julio de 1940, recibió un premio literario

puertorriqueño por su segunda colección de poemas,

Canción de la verdad sencilla, ahora es considerada

una de las predecesoras literarias del movimiento

puertorriqueño en la isla y en Nueva York.

Aportaciones a su
nacion
De
Durante gran parte de su corta vida,

Burgos defendió el nacionalismo y la


identidad de Puerto Rico a través de sus
escritos. En su poema titulado Río Grande de

Loíza, trata sobre el dolor y la violencia

padecidos por los nativos de la isla y los

esclavos africanos en el río de Puerto Rico.

¿Cómo terminó?
Los últimos años de su vida fueron difíciles.

Padecía de depresión y alcoholismo. Aun así,

siguió participando en eventos culturales,

literarios y políticos, de acuerdo con Sáez

Burgos. “Nunca dejó de ser ella misma”, dijo.

Finalmente, unos policías la encontraron en la

calle, inconsciente y sin identificación, en las

primeras horas del 5 de julio de 1953. Ingresó al

Hospital Harlem, donde murió horas después. La

causa oficial de la muerte fue neumonía,

Yo misma fui mi ruta


empeorada por la cirrosis derivada de su

alcoholismo.

Julia de Burgos

Yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese:

un intento de vida;

un juego al escondite con mi ser.

Pero yo estaba hecha de presentes,

y mis pies planos sobre la tierra promisoria

no resistían caminar hacia atrás,

y seguían adelante, adelante,

burlando las cenizas para alcanzar el beso

de los senderos nuevos. (fragmento)

También podría gustarte