Está en la página 1de 8

La Religió n Hindú

Trabajo Final de Fenomenología de la Religió n.

15/05/2018
Seminario San Basilio Magno
Fernando FVM. Vega Machado
Introducción

El hinduismo es una tradición religiosa de la India. En sánscrito se conoce


como sanātana dharma (‘religión eterna’) o vaidika dharma (‘deber védico’). Es
la tercera religión más extendida, con más de novecientos millones de fieles,
tras el Cristianismo y el Islam.

Originariamente la palabra proviene del idioma persa hindú, que era la manera
en que los persas pronunciaban el nombre del río Sindhu (en español, el río
Indo, que antiguamente era la frontera de Indostán). Según la Real Academia
Española, la palabra en castellano proviene del francés hindou. Se denomina
«hinduista» a la persona que practica alguna de las religiones del hinduismo,
pero también designa a quien forma parte de esa misma cultura.

El hecho de que la mayoría de la población de la India profesa el hinduismo,


junto con el deseo de evitar la ambigüedad del gentilicio indio (usado también
para designar a los aborígenes del continente americano) explica que
prácticamente desde su introducción al idioma español en el último tercio del
siglo XIX se haya usado también la palabra hindú para designar a los naturales
de la India. Este uso extensivo de hindú es admisible en contextos en que no
exista riesgo de confusión con su sentido estrictamente religioso.
Generalmente se tiende a utilizar el término «hindú» e «hinduista» en su
sentido de creyente en la religión hinduista, e «indio» como ciudadano de la
República de la India.

Localización y cronología

El hinduismo es mayoritario actualmente solo en tres estados del mundo: India


(cuna del hinduismo y su tierra santa), donde son el 80,5% de la población,
Nepal con el 80%, y la isla africana de Mauricio. Nepal era hasta hace poco el
único Estado del mundo que reconocía al hinduismo como religión oficial.
También son mayoría en la isla indonesia de Bali. Tras la independencia de
India y la división del subcontinente indostaní en territorios de mayoría hindú y
musulmana, se formó el Estado de Pakistán para la población islámica, pero
importantes minorías hinduistas quedaron remanentes. Tras la secesión de
Pakistán Oriental (actual Bangladés), la antigua colonia británica quedó dividida
en tres Estados. En Bangladés la minoría hindú es mucho mayor que en
Pakistán y se han suscitado violentos actos contra ella ―así como contra
budistas, cristianos y animistas― prácticamente desde la independencia del
país, hasta el extremo de haber desaparecido virtualmente de las estadísticas 3
millones de bengalíes, en su inmensa mayoría hinduistas desde 1971, en lo
que debe ser considerado el mayor genocidio llevado a cabo en décadas.

También hay importantes adeptos hinduistas en Afganistán (donde durante el


régimen talibán fueron forzados a usar un distintivo, como los judíos en la
Alemania Nazi), Bután, Birmania, Camboya, Indonesia, Malasia, Sri Lanka y
Tailandia. En Occidente, hay hinduistas en casi toda Europa Occidental, siendo
Gran Bretaña la que tiene la mayoría, y también son notables en Estados
Unidos. Existen minorías hinduistas en muchos países latinoamericanos, muy
notablemente en Panamá, Trinidad y Tobago.

¿Qué me llama la atención de esta religión?

Una de las cosas que me llama la atención de la religión Hindú es toda su


complicada cosmogonía. Muy difícil de desentrañar todas las variantes de sus
dioses, las distintas sucesiones y reencarnaciones de las deidades.

Esta religión con sus propios libros sagrados, que cuentan desde leyendas,
poemas e historias de formación del universo. Con una teología propia para
sus deidades que, en verdad nadie hasta ahora ha sabido cuantos dioses
componen su panteón divino, ni cuantas reencarnaciones ha tenido un dios a lo
largo de la historia del hinduismo.

Otra cosa que atrae siempre la atención son los ritos familiares y comunitarios
que los hindúes realizan, donde lo divino y lo humano se juntan en una única
celebración que puede durar varios días, haciendo siempre una distinción de lo
sagrado y lo no sagrado, ya que poseen un profundo respeto y temor por sus
dioses. Dioses que pueden ser bondadosos o terribles, según se les venga en
gana, que se les atribuye todos los males y los bienes del hombre, que a lo
largo de los siglos sus características antropomórficas han variado según las
nuevas experiencias de los diferentes fieles y el acontecimiento temporal
sucedido.

En fin como no llamar la atención una religión que en sus templos y libros
sagrados no solo vemos lo común a otras religiones, sino que ha sido capaz de
ir más allá, a los problemas que otras religiones, como la cristiana han
considerado tabú, ellos a su forma han tratado de educar a sus fieles en lo
moral, en el bien, en lo cotidiano de la vida pero también en esos misterios
caseros, como es la cama, que todas las demás religiones parecen ignorar. No
es que esto se lo fundamental en esta religión pero llama la atención y es un
ponto no común en ninguna otra relogion que conozcamos.

Esta religión al igual que todas las demás han encontrado una forma de adorar
al Creador de todo, de una forma propia y única, según ellos han conocido y se
les ha manifestado desde los primeros encuentros del hombre indio con su
deidad. Deidad que no se ha manifestado en un monoteísmo, sino en un
politeísmo, donde cada dios interpreta un poder.
¿En qué se parece al Cristianismo?

La religión hinduista que trabajamos aquí, a simple vista parecería que no tiene
nada en común con la religión cristiana, pero cuando uno se introduce en
búsqueda de aspectos en común, enseguida empiezan aflora una serie de
elementos que se pueden comparar y ver de forma parecida.

Los testimonios de los historiadores y fenomenólogos de la religión sobre la


existencia de la figura del ser supremo entre las poblaciones primitivas son
prácticamente unánimes. Si bien nunca tienen el mismo nombre en las distintas
religiones, si hay un parecido en la manera de crear de esos dioses. Si bien en
la religión hinduista el dios creador se sacrifica a sí mismo para dar vida a sus
creatura y el Dios cristiano por amor es capaz de crear de la nada.

Un ejemplo claro de lo parecido de la descripción de la creación: Varuna dios


supremo que reina sobre el mundo, los dioses y los hombres. Él estiro la tierra
como hace un matarife con una piel para que sirva de alfombra al sol… Él puso
la leche en las vacas, la inteligencia los corazones, el fuego en las aguas, el sol
en el cielo y soma en las montaña (RV V, 85, 1-2)

Como podemos apreciar es casi parecido a la descripción que el Génesis nos


da de los 7 días de la creación. Describe perfectamente la creación
cosmogónica, que como bien se ha citado anteriormente, suele ser bastante
parecido en todas las religiones. Si bien el creador del hombre y de los dioses
en la religión hindú no es Varuna, sino Purusa que es capaz de desmembrase
a sí mismo para dar paso a las tres castas, Varuna es como el demiurgo que es
capaz de poner orden en el caos y dar a cada cosa un función.

La descripción antropomórfica que se nos presenta del dios Varuna, no difire


mucho de la que a lo largo de los siglos le han asignado al Dios cristiano.
Varuna en condición de cosmócrata posee ciertos atributos de los dioses, es
(visvadarsata) visible por todos los lados, el Dios cristiano se le asigna lo
omnipresencia; los dos son omniscientes e inefables, si bien Varuna es el que
todo lo ve y ningún pecado se le escapa a sus ojos, por muy oculto que este.
(RV I, 25, I) El Dios cristiano es también una especie de policía cósmico al que
nada, ni nadie se le escapa.

Presento cuatro cosmogonías que apasionaron a los poetas y teólogos védicos


y podremos ver el parecido con las tradiciones judeocristianas Yahvista,
Elohísta, Deuteronomica y Sacerdotal.

1 A Creación mediante fecundación de las aguas primordiales.


2 Creación mediante el desmembramiento de un gigante primordial, Purussa.

3 Creaciones a partir de una unidad-totalidad a la vez ser y no ser.

4 Creación mediante la separación del cielo y la tierra.

Otras de las características comunes que Tienen estas religiones son los
sacrificios a sus respectivos dioses, mientras que los hinduistas rendían culto a
sus dioses al comienzo de sus existencias, en sus propios patios o en sus
casa, donde ofrendaban: leche, manteca, cereales, pastelillos, vacas, toros,
carneros, cabras y caballos. Las tribus que se convertirían en el pueblo de
Israel, que a su vez se convierte en los orígenes del cristianismo, le ofrecían
similares ofrendas en los altares que construían a su paso por los distintos
lugares, ya que eran nómadas y después de establecerse en lugares fijos y
constituirse en un pueblo, con templos y sinagogas, estas ofrendas siguen
siendo lo principal del rito de purificación y acción de gracias al Dios altísimo.

También los funerales se celebran, como en todas partes, con numerosos ritos
que no son siempre exclusivos del hinduismo. Así, el difunto, vestido y
adornado de nuevo, es llevado en cortejo al lugar de la cremación. El convoy
va acompañado de melopeas y a veces de lamentaciones con plañideras
(mujeres que contratan para que llore) profesionales. En la hoguera se dejan,
junto al cadáver, sus instrumentos y objetos familiares. Los niños, los ascetas y
los miembros de ciertas sectas se libran de la incineración. Varios días más
tarde, los restos son tirados al río o enterrados. Luego, se le ofrecen bolas de
arroz, depositadas bajo tierra y destinadas a obtener la benevolencia del
difunto, convertido en «mane». Este rito, el sraddha, tiene lugar de diez a
treinta días después del fallecimiento, y es un deber del «dueño de la casa».
Guardan estos ritos funerarios cierto parentesco con los del animismo, y hasta
con los funerales y oficios del cristianismo.

¿En qué se diferencia?

Cuando nos disponemos a comparar a dos religiones si bien los parecidos son
muy difíciles de hallar, las diferencias casi que saltan a la vista, pero casi nunca
de una manera que no sea desdeñosa. En este trabajo señalaremos algunas
diferencias, que hagan especial y no denigrante a la religión hindú.

Una de las diferencias entre la religión Cristiana y la Budista es la visión sobre


los dioses, mientras el cristianismo tiene a un solo Dios, (YHAVE) el hinduismo
tiene todo un panteón que comprende, desde del dios creador (Purussa), hasta
las trilogías gobernantes más famosa, como son deidad máxima Brahmá,
Vishnú y Shivá (el Trimurti, las tres deidades) hasta los semidioses y el culto a
los antepasados.
El karma,

Otra de las diferencias es la encarnación karma (en sánscrito: कर्म) sería una
energía trascendente (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de
las personas. De acuerdo con las leyes del karma, cada una de las sucesivas
reencarnaciones quedaría condicionada por los actos realizados en vidas
anteriores. Generalmente el karma se interpreta como una «ley» cósmica de
retribución, o de causa y efecto. Se refiere al concepto de "acción" o "acto"
entendido como aquello que causa el comienzo del ciclo de causa y efecto.

El karma está en contraposición con las doctrinas abrahámicas (judaísmo,


cristianismo e islamismo). El karma explica los dramas humanos como la
reacción a las acciones buenas o malas realizadas en el pasado más o menos
inmediato. Según el hinduismo, la reacción correspondiente es generada por el
dios Lama.

En las creencias indias, los efectos del karma de todos los hechos son vistos
como experiencias activamente cambiantes en el pasado, presente y futuro.
Una diferencia podríamos decir es precisamente la escatología humana, o que
pasa después de la muerte. Mientras que para los hindúes hay un ciclo de
reencarnaciones según el karma, según tus acciones, te reencarnas en un
animal inferior o superior. Los cristianos esperan que tras la muerte se les
premie con el paraíso, donde aguardaran hasta le resurrección de los muertos.

La tolerancia hindú

Lo que caracteriza al hinduismo contemporáneo es esta tolerancia. Una


tolerancia profunda con los seres y con sus diversos caminos más o menos
avanzados. Su ausencia de dogmatismo lo abre a posibles reformas, como la
supresión de las castas, sin hacerle perder sus aspiraciones multiseculares. Le
confiere también cierto atractivo para los espíritus modernos de las sociedades
occidentales, preocupados por la búsqueda de una verdad religiosa, pero
desconfiados de las iglesias.

Su sentido de un dios depurado, su concepción de un universo unificado por la


energía divina, de la que cada uno posee una partícula, encuentran eco tanto
en las aspiraciones como en las teorías del hombre de ciencia contemporáneo.
Incluso su moral, que no se basa ya en mandamientos, sino en la renuncia y en
un altruismo universal, tiene muchos motivos para seducir a un mundo
perturbado por lo que el hinduismo considera precisamente como un mal: la
búsqueda de ganancia (artha) y de placeres (kama)

Ritos.

Los ritos que envuelven a la familia hindú, aun cuando podríamos apreciar
ciertas similitudes con ritos familiares cristianos, en su sentido y significación,
son completamente diferente. El matrimonio da lugar a complejas ceremonias.
La fecha se fija de acuerdo con las observaciones astrológicas .Unos
mensajeros conducen al novio a la casa de su futura esposa .El padre se la
confía después de haberla ungido y haberle entregado un vestido nuevo y un
espejo. Oblación de granos tostados, atadura de los vestidos y de las manos,
marcha de siete pasos, son los últimos ritos en casa de la novia. Llevada
entonces la novia a su nueva morada, trae consigo el fuego doméstico, se
sienta sobre una piel de buey rojo y comparte con el esposo la comida de la
ofrenda.

El matrimonio no se consuma hasta después de tres días de castidad. Al día


siguiente, un rito de «impregnación » bendice la supuesta concepción, seguido
tres meses más tarde del sacramento de «engendramiento», destinado a
obtener un hijo varón. Antes del nacimiento, se dividen los cabellos de la madre
con una raya. Luego, mientras que el recién nacido es presentado a Sasti, la
protectora, se le introduce en la boca, una mezcla de miel y de manteca
fundida (ghi). El día décimo se le pone un nombre: es el «otorgamiento». A los
ocho o diez años, recibirá otro segundo nombre, con el que se consagra su
entrada en la comunidad brahmánica. Es la «iniciación» (upa -nayana),
significada por el don de un cordón sagrado, compuesto de tres hilos de
algodón blanco anudados entre sí .Pero antes, a los cuatro meses, tiene lugar
la primera salida con un homenaje al sol naciente; a los tres meses, el niño
toma su primera comida sólida; a los tres años, recibe la «tonsura » y, a los
cuatro, el «agujero en la oreja» .Todos estos pasos van acompañados de
solemnidades y de ritos.
Bibliografía.

Historias de las Creencias y las ideas religiosas I. De las Edad de Piedras a los
Misterios de Eleusis. Autor Mircea Eliade. Editorial Paidós Orientalia.

Introducción a la Fenomenología de la Religión. Capitulo III: Las


configuraciones de lo Divino en la Historia de la Religiones. Autor J. Martin
Velasco.

Para comprender las RELIGIONES de NUESTROTIEMPO. Autor: Albert


Samuel

También podría gustarte