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1.

Isaac Newton, Principia (1687): Aunque tiempo, espacio, lugar, y movimiento son muy
familiares a todos, debe ser notado que estas cantidades son concebidas popularmente solamente
con referencia a los objetos de la percepción sensible. Y esta es la fuente de ciertas
preconcepciones; eliminarlas es útil para distinguir estas cantidades entre absolutas y relativas,
verdaderas y aparentes, matemáticas y comunes.

2. Isaac Newton, Principia. Prólogo (1687): Y por esto nuestro presente trabajo establece
principios matemáticos de la filosofía natural. Pues toda la dificultad de la filosofía parece ser
encontrar las fuerzas de la naturaleza a partir de los fenómenos de los movimientos y entonces
demostrar los otros fenómenos a partir de estas fuerza. Es a estos fines que las proposiciones
generales en los libros 1 y 2 están dirigidas, mientras que en el libro 3 nuestra explicación del
sistema del universo ilustra estas proposiciones… ¡Si sólo pudiéramos derivar los otros fenómenos
de la naturaleza de los principios mecánicos por el mismo tipo de razonamiento! Pues muchas cosas
me conducen a tener la sospecha que todos los fenómenos puedan depender de ciertas fuerzas por
las cuales las partículas de los cuerpos, por causas aún desconocidas, o son impelidas unas sobre
otras y conforman figuras regulares, o son repelidas unas de otras y retroceden. Puesto que estas
fuerzas son desconocidas, los filósofos han hecho experimentos [trial]con la naturaleza hasta aquí
en vano. Pero espero que los principios establecidos aquí arrojarán algo de luz en este modo de
filosofar o en alguno más verdadero.

3. Isaac Newton, Principia. Escolio General (1713): Aún no he sido capaz de deducir de los
fenómenos la razón de estas propiedades de gravedad, y yo no invento hipótesis [hypothesis non
fingo]. Pues algo que no es deducido de los fenómenos debe ser llamados una hipótesis; e hipótesis,
sean metafísicas o físicas, o basadas en cualidades ocultas, o mecánicas, no tienen sitio en la
filosofía experimental. En esta filosofía experimental, las proposiciones son deducidas de los
fenómenos y son generalizadas por inducción.

4. Christian Huygens, Tratado de la luz. Prefacio (1690): Se encuentra en este sujeto un tipo de
demostración que no conlleva con ella un grado tan alto de certeza como el empleado en geometría;
y que difiere distintamente del método empleado por los geómetras en que ellos prueban sus
proposiciones por principios bien establecidos e incontrovertibles, mientras que aquí los principios
son probados por inferencias que pueden ser derivadas de ellos. La naturaleza del sujeto no permite
otro tratamiento. Es posible, sin embargo, de esta manera establecer una probabilidad que es casi
una certeza. Este es el caso cuando las consecuencias de los principios asumidos están en acuerdo
perfecto con los fenómenos observados, y especialmente cunado estas verificaciones son
numerosas; pero sobre todo cuando se emplea una hipótesis para predecir nuevos fenómenos y
encuentra sus expectaciones realizadas.

5. Isaac Newton, Principia. Escolio, sección 11 del libro I (1687): Por estas proposiciones
somos dirigidos a la analogía entre las fuerza centrípetas y los cuerpos centrales hacia los que estas
fuerza tienden. Pues es razonable que fuerzas dirigidas hacia cuerpos dependa de la naturaleza y de
la cantidad de materia de tales cuerpos, como ocurre con los cuerpos magnéticos. Y cuando ocurren
este tipo de casos, las atracciones de los cuerpos debe ser calculada asignando fuerzas propias a sus
partículas individuales y entonces sumando estas fuerzas.

1
Uso la palabra “atracción” aquí en un sentido general para cualquier acción de cuerpos que se
aproximan entre sí, sea que esta acción ocurre como de resultado de los cuerpos arrastrados unos
sobre otros o actuando unos sobre otros por medio de espíritus emitidos, sea que surge por el éter o
del aire o de cualquier otro medio – sea corpóreo o incorpóreo – en cualquier manera impeliendo
unos obre otros los cuerpos que en él flotan. Uso la palabra “impulso” en el mismo sentido general,
considerando en este tratado no las especies de fuerzas y sus cualidades físicas sino sus cantidades y
proporciones matemáticas, como he explicado en las definiciones.
Las matemáticas requieren una investigación de esas cantidades de fuerzas y su proporción que
sigue de cualesquiera condiciones que puedan ser supuestas. Entonces, descendiendo a la física,
estas proporciones deben ser comparadas con los fenómenos, de manera que puedan ser encontradas
cuáles condiciones de fuerzas aplican a cada tipo de cuerpos atrayentes. Y entonces, finalmente,
será posible argüir más seguramente concerniendo las especies físicas, las causa físicas, y las
proporciones físicas de estas fuerzas. Veamos, entonces, cuáles fuerzas están en cuáles cuerpos
esféricos, consistentes en partículas que atraen en la manera ya establecida, deben actuar unos en
otros, y qué tipos de movimientos resultan de tales fuerzas.

6. Isaac Newton, Óptica (1706): Este análisis consiste en hacer experimentos y observaciones,
y en sacar conclusiones generales a partir de ellos por inducción, y admitiendo objeciones contra las
conclusiones, pero tales que son tomadas de los experimentos, u otras verdades ciertas. Pues las
hipótesis no hay que considerarlas en filosofía experimental. Y aunque el argumento a partir de
experimentos y observaciones por inducción no sea demostración de conclusiones generales; sin
embargo es la mejor manera de argumentar cuál naturaleza admite la cosa, y puede ser mirada como
la más fuerte por mucho, por cuánto la inducción es más general. Y si ninguna excepción ocurre en
los fenómenos, la conclusión puede ser pronunciada generalmente. Pero si en algún tiempo
posterior alguna excepción ocurriera a partir de los experimentos, entonces puede comenzar a ser
pronunciada con esas excepciones ocurriendo. Por esta manera de análisis podemos proceder de los
compuestos a los ingredientes y de los movimientos a las fuerzas que los producen; y en general de
los efectos a sus causas, y de causas particulares a más generales, hasta que el argumento termine en
la más general.

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