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El Padre Slavko

Fr. Slavko Barbaric nació el 11 de
marzo de 1946, en la familia de Marko y Lucija Stojic en
Dragicina (parroquia Cerin). Cursó los estudios de primaria
durante ocho años en Cerin, y los de secundaria en
Dubrovnik. Ingresó en la orden franciscana en Humac el 14
de julio de 1965. Hizo sus votos perpetuos el 17 de
septiembre de 1971. Fue ordenado sacerdote el 19 de
diciembre de 1971. Estudió en Sarajevo, Graz y Friburgo.
Terminó sus estudios en Graz (Austria) logrando una
maestría. Después de 5 años de actividad pastoral en la
provincia de Herzegovina, en la parroquia de Capljina, el
año 1978 continuó sus estudios en Friburgo, donde obtuvo
el doctorado en Pedagogía Religiosa y el título de
Psicoterapeuta.

Como sacerdote franciscano trabajó


en Capljina desde 1973 hasta 1978. De la primavera del
1982 a septiembre de 1984 trabajó en Mostar como
catequista de estudiantes, dirigió seminarios de oración
para religiosas en Bijelo Polje, cerca de Mostar. Debido al
trabajo fecundo con los jóvenes y los cursos de oración que
los estudiantes aceptaban extraordinariamente, el régimen
comunista de aquel momento comenzó a perseguir a Fr.
Slavko. En esos momentos difíciles, el Excelentísimo
Cardenal Franjo Kuharic, protegió en su actividad a Fr.
Slavko Barbaric.
Por su conocimiento de los principales idiomas europeos,
además de las obligaciones en las parroquias en las cuales
trabajó, Fr. Slavko Barbaric trabajó incansablemente con
los peregrinos de Medjugorje desde su regreso de los
estudios en el año 1982. Fue trasladado oficialmente a
Medjugorje el año 1983, a petición del Obispo Zanic. El año
1985 fue trasladado a la parroquia Blagaj, y en el año 1988
lo fue a la parroquia de Humac, lugar en el que ejerció
como Capellán y profesor auxiliar de seminaristas.
Al inicio de la guerra de los Balcanes, en Bosnia-
Herzegovina, cuando todos los sacerdotes antiguos se
fueron a Tucepe como refugiados con la autorización verbal
de Fr. Drago Tolj, provincial en aquel momento, Fr. Slavko
permaneció en Medjugorje.
Desde el inicio de su actividad en
Medjugorje comenzó a dedicarse a
su trabajo literario, escribiendo libros
de contenido espiritual: Oren con el
corazón, Dame tu corazón herido,
Celebren la Misa con el corazón, En
la escuela del amor, Adoren a Mi
Hijo con el corazón, Con Jesús y María en el Gólgota hacia
la Resurrección, Oren juntos con el corazón gozoso,
Madre, guíanos a la paz, Sígueme con el corazón,
Conversaciones y Ayunen con el corazón. Los libros de Fr.
Slavko Barbaric han sido traducidos a veinte idiomas y
publicados más de 20 millones de ejemplares en todo el
mundo. También escribió artículos en diversas revistas.
Fue redactor jefe del Boletín de San Francisco en Capljina,
colaboró en las revistas Tradición Católica, Vocero de la
Paz y en la radioemisora “Mir” de Medjugorje. Junto con su
trabajo de escritor, habló incansablemente a los peregrinos,
dirigió las Adoraciones Eucarísticas, las oraciones ante la
Cruz, el rezo del Rosario en el Podbrdo y la devoción del
Vía Crucis en el Krizevac, lugar en el que terminó su vida
terrenal. Dirigió encuentros anuales para sacerdotes y
jóvenes, en la casa provincial “Domus Pacis” dirigió
seminarios de ayuno y oración. Debido a los grandes daños
provocados por la guerra fundó y dirigió una institución para
la educación y el cuidado llamada la “Aldea de la Madre” en
la cual actualmente viven más de 60 personas (huérfanos
de guerra, niños de padres separados, madres solteras,
ancianos abandonados y niños enfermos). Si alguien
quería a los niños era justamente Fr. Slavko. Y los
pequeños también lo amaban: siempre estaba alrededor de
ellos y él siempre supo reunirlos en torno a él – tal como
Jesús! Su formación y educación psicoterapéutica le
permitieron el trabajo con los adictos de la comunidad
“Cenáculo” que fundó Sor Elvira y especialmente en la casa
de Medjugorje, el “Campo de la Vida”. La ayuda de los
benefactores de todo el mundo procuró encauzarla en dos
fondos: el “Fondo para los hijos de los caídos en la guerra
de liberación de la patria” y el “Fondo de amigos de jóvenes
con talento” – para ayudar a jóvenes estudiantes.
Es dícil destacar de manera especial algo de la vida de
este gran hombre poco común sin olvidar injustamente lo
demás. Sin embargo, si lo intentáramos, eso sería
seguramente el período de su vida en Medjugorje. Fr.
Slavko Barbaric viajó por todo el mundo difundiendo el
mensaje de paz y de reconciliación. Fue el alma y el
corazón del movimiento de paz que nació en Medjugorje.
Estaba dotado de grandes cualidades: conocimiento de
idiomas, facilidad en la comunicación con la gente,
formación, simplicidad, preocupación y cuidado por el
necesitado, energía inagotable, diligencia, y sobre todo
devoción, humildad y amor. Esa fue justamente la esencia
de su vida: con la oración y el ayuno llevar las almas a Dios
a través de María – la Reina de la Paz.
Fr. Slavko Barbaric falleció el 24 de noviembre de 2000 a
las 15,30 horas. Después de haber terminado la oración del
Vía Crucis, que habitualmente dirigía cada viernes en el
Krizevac con los fieles de la parroquia y los peregrinos,
repentinamente sintió dolor, se sentó en una piedra, cayó al
suelo, perdió el conocimiento y entregó su alma al Señor.
Vivir junto a él a veces parecía irreal, es decir, él estaba en
este mundo, pero al mismo tiempo estaba fuera de él. En
su cercanía, las palabras del Sumo Sacerdote Jesús se
convertían en realidad: “… Ellos no son del mundo, como
yo no soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu Palabra
es verdad. Como Tú me has enviado al mundo, yo también
los he enviado al mundo. Y por ellos me santifico a mí
mismo, para que ellos también sean santificados en la
verdad.” (Jn 17, 16-19).Los funerales se llevaron a cabo en
el cementerio local de “Kovacica” en Medjugorje, el
domingo 26 de noviembre 2000, después de la Misa de
funerales en la Iglesia de Santiago Apóstol a las 14 horas.
Mensaje del 25 de noviembre de 2000 “Queridos hijos!
Hoy, cuando el cielo está de manera especial cerca de
vosotros, os invito a la oración, para que a través de la
oración pongáis a Dios en el primer lugar. Hijos, hoy estoy
cerca de vosotros y os bendigo a cada uno con mi
bendición materna, para que tengáis fuerza y amor para
todas las personas que encontréis en vuestra vida terrena y
que podáis dar el amor de Dios. Me regocijo con vosotros y
deseo deciros que vuestro hermano Slavko ha nacido en el
Cielo y que intercede por vosotros. Gracias por haber
respondido a mi llamada!”
El 24 de noviembre de 2001, con ocasión del primer
aniversario de la muerte del Padre Slavko Barbaric, se
erigió un monumento en el lugar donde entregó su alma al
Señor : un relieve del Padre Slavko en bronce, incrustado
en la piedra. Entre dos estaciones del Via Crucis, quedará
como signo y recuerdo del hombre que decía lo que
pensaba y que hacía lo que decía, siguiendo el Evangelio y
los mensajes de la Reina de la Paz.
 Los videntes
 El Padre Slavko
 Avisos y Revelaciones
 Mapa

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