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su invasión a Ucrania
PABLO PARDO Corresponsal @PabloPardo1 Washington
LUCAS DE LA CAL Corresponsal @Lucasdelacal Pekín
Actualizado Lunes, 14 marzo 2022 - 09:58
La noticia de que Rusia había pedido ayuda a China llega pocas horas antes de que se
reúnan hoy en Roma el consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake
Sullivan, y el miembro del Politburó del Partido Comunista Chino Yang Jiechi, que es
quien lleva, en la práctica, las relaciones de Pekín con Washington (en China los títulos
oficiales significan mucho menos en términos de poder que en Occidente). La decisión
de la Casa Blanca de transmitir esa noticia a ciertos medios de comunicación - el
primero de los cuales fue 'Financial Times' - del equipo de Biden parece seguir la
política, recomendada por militares y espías, de divulgar a la opinión pública parte de
la información de sus agencias de inteligencia. Esa estrategia ha dado excelentes
resultados en el caso de Ucrania, al predecir, contra la opinión de países como Alemania
y Francia y los desmentidos de Rusia, que Vladimir Putin iba a atacar a su vecino del
sur.
El ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, dijo este fin de semana que las sanciones
habían privado a Moscú del acceso a 300.000 millones de dólares de sus 640.000
millones de dólares en oro y reservas de divisas. "Tenemos parte de nuestras reservas
de oro y divisas en la moneda china, en yuanes. Y vemos qué presión ejercen los
países occidentales sobre China para limitar el comercio mutuo con China. Por
supuesto, hay presión para limitar el acceso a esas reservas", señaló Siluanov.
"Pero creo que nuestra asociación con China aún nos permitirá mantener la cooperación
que hemos logrado, y no solo mantenerla, sino también aumentarla en un entorno en el
que los mercados occidentales se están cerrando", sentenció el ministro ruso. Los
comentarios de Siluanov marcaron la declaración más clara hasta ahora de Moscú de
que buscará la ayuda de China, su principal mercado de exportación después de la
Unión Europea, para amortiguar el efecto. Desde Pekín, muy críticos con las sanciones
de Occidente, han mantenido estos últimos días que las relaciones económicas y
comerciales con Rusia continuarán con normalidad.
Un acercamiento entre Rusia y China sería para el primer de esos países, literalmente, el
abrazo del oso. La economía china es diez veces mayor que la rusa, y, además,
mucho más desarrollada, ya que tiene un importante componente tecnológico mientras
que la del país que dirige Vladimir Putin es propia de una nación en vías de desarrollo,
al depender de la exportación de materias primas. Mientras China creció un 6,2% de
media entre 2014 y 2020, Rusia apenas alcanzó un minúsculo 0,4%.