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Índice
1 Origen del nombre
2 Prehistoria y Antigüedad
3 Edad Media
3.1 Después de las migraciones
3.2 Nordalbingia y Wagria en los siglos VIII y IX
3.3 Conquista de Nordalbingia por los abroditas y los francos
3.4 Lucha por Schleswig y Holstein
3.5 Siglo XII
3.6 Siglo XIII
3.7 Siglo XIV
3.8 Siglo XV
4 Edad Moderna
4.1 Siglos XVI y XVII
4.2 Siglo XVIII
5 Siglo XIX
5.1 El asunto de Schleswig-Holstein
5.2 La sucesión danesa
5.3 Primera Guerra de Schleswig
5.4 Después de la primera guerra de Schleswig
5.5 La constitución de noviembre
5.6 Segunda guerra de Schleswig
5.7 Tras la segunda guerra de Schleswig
6 Siglo XX
6.1 Después de la Primera Guerra Mundial
6.2 Segunda Guerra Mundial
7 Estado de Alemania Federal
8 Véase también
9 Referencias
10 Para saber más
11 Enlaces externos
Origen del nombre
El término "Holstein" deriva del antiguo sajón Holseta Land, (Holz y Holt
significan bosque en moderno alemán estandarizado y en inglés literario,
respectivamente). Originariamente, se refirió a la parte central de las tres tribus
sajonas al norte del río Elba: Tedmarsgoi (Dithmarschen), Holstein y Sturmarii
(Stormarn). La zona de la tribu de los Holsts estaba entre el río Stör1 y Hamburgo,
y después de la cristianización, su principal iglesia estaba en Schenefeld.
Prehistoria y Antigüedad
Las antiguas sagas escandinavas, que quizá se remonten al tiempo de los anglos y
los jutos, dieron la impresión de que Jutlandia se había dividido en una parte
norte y otra sur con la frontera a lo largo del río Kongeå. Tomando en
consideración tanto los hallazgos arqueológicos como las fuentes romanas, sin
embargo, puede concluirse que los jutos habitaban tanto la región del Kongeå como
la parte más septentrional de la península, mientras que los anglos vivieron
aproximadamente donde más tarde surgirían las ciudades de Haithabu y Schleswig, los
sajones (conocidos con anterioridad, aparentemente, como los reudigni) en principio
se centraron el Holstein occidental (conocido históricamente como "Nortalbingia") y
wagri eslavos, parte de los abroditas en Holstein oriental. Los danos se asentaron
en la primera época vikinga en el norte y el centro de Schleswig y los frisoes
septentrionales en Schleswig occidental, después del año 900.
Edad Media
Después de las migraciones
La frontera Limes Saxoniae entre los sajones y los abroditas, establecida alrededor
del año 810 en lo que es hoy Schleswig-Holstein
Después de que muchos anglos emigraran a las islas Británicas en el siglo V, la
tierra que habían ocupado se relacionó con las islas danesas, posiblemente por una
inmigración/ocupación parcial por los danos. Los contactos se incrementarían con el
tiempo.
Después de las migraciones eslavas, la zona oriental del moderno Holstein fue
poblada por wagri (Vagri), un subgrupo de los abroditas (Obotritae).
Nordalbingia y Wagria en los siglos VIII y IX
El Holstein septentrional y Schleswig estaban habitados por danos. Por su parte,
Nordalbingia (Nordalbingien en alemán, esto es, "tierra al norte del Elba"), en la
parte occidental de Holstein, era una de las cuatro regiones administrativas del
ducado medieval de Sajonia, siendo las otras Angria, Ostfalia y Westfalia.
Nordalbingia estaba dividido en cuatro distritos: Dithmarschen, Holstein, Stormarn
(norte del Elba) y Hadeln (sur del Elba). La parte oriental de Holstein, por su
parte, era Wagria, y estuvo habitada por los wagrios (wagri) desde el siglo IX al
XII.
El ejército danés unido defendió con éxito, frente a Carlomagno Danevirke, una
barrera defensiva fortificada que cruzaba el sur del territorio al oeste del
Schlei. En 811 se estableció en el Eider la frontera entre el Imperio franco y
Dinamarca. La fortaleza se debió a tres factores: la pesca, el buen suelo que
permitía pastos y cosechas y, en particular, los ingresos fiscales procedentes del
mercado en Haithabu, por donde pasaba todo el comercio entre el mar Báltico y
Europa occidental.
Siglo XII
El conde (jarl) Canuto Lavard, hijo de un rey danés y m. en 1131, se convirtió en
duque de Jutlandia o Jutlandia meridional. Su hijo ascendió al trono danés, de ahí
que la rama principal quedara con el reino, mientras que una rama cadete,
descendiente de Abel I de Dinamarca, recibió el sur de Jutlandia (Slesvig) como su
infantazgo. Durante el gobierno de la dinastía sobre Jutlandia meridional,
proporcionó ingresos a los príncipes reales. La rivalidad en la sucesión al trono y
en particular la tendencia a la autonomía llevó a enfrentamientos duraderos entre
los duques de Schleswig y los reyes de Dinamarca en el período 1253-1325.
En aquella época, el Sacro Imperio se expandió hacia el norte. Había nombrado a los
Schauenburg como condes de Holstein, bajo soberanía alemana, primero ubicados en
Nordalbingien, la parte sajona de la región, en lo que hoy es Holstein occidental.
Canuto Lavard también tuvo parte de Holstein, y así entró en conflicto con el conde
Adolfo I (Schauenburg) en la parte de Holstein que estaba dentro del Imperio, pues
ambos pretendían extender su influencia y pacificar a la tribu de los wagrios
(véase: wendos). El conde Adolfo II (1128-1164), hijo de Adolfo I, estableció
(1143) las fronteras que Holstein mantiene desde entonces. Fue cristianizado,
mataron a muchos de los wagrios y la tierra fue poblada por colonos procedentes de
Westfalia, Frisia y Holanda. Fundó la sede de Lübeck para mantener controlados a
los wagrios. En 1188, Federico I Barbarroja da a la ciudad de Lübeck el privilegio,
lo que la transforma en capital de la Liga Hanseática. Pronto las ciudades de
Hostein, como Lübeck y Hamburgo, se convertirían en serias competidoras comerciales
en el mar Báltico.
Siglo XIII
Adolfo III (m. 1225), sucesor de Adolfo II, recibió Dithmarschen como feudo de
Federico I, pero en 1203 la suerte de la guerra le obligó a rendir Holstein a
Valdemar II de Dinamarca. La cesión fue confirmada en una Bula de Oro de Federico
II en 1214 y el papa en 1217, provocando así a los nobles de Holstein.
En 1223, el rey Valdemar y su hijo mayor fueron secuestrados por el conde Enrique I
de Schwerin, y lo tuvo cautivo en el castillo de Dannenberg durante varios años. El
conde Enrique exigió que Valdemar lo conquistado en Holstein veinte años atrás y se
convirtiera en vasallo del emperador. Enviados daneses rechazaron estas condiciones
y Dinamarca declaró la guerra. Acabó con la derrota de las tropas bajo el mando de
Alberto de Orlamünde en Mölln (1225), y Valdemar se vio obligado a devolver sus
conquistas como precio de su propia liberación y prestar juramento de no buscar
venganza. Cuando fue liberado de su cautiverio (1226, apeló al papa Honorio III
para que revocase su juramento, petición que el papa le concedió. En 1226, Valdemar
atacó a los nobles de Holstein, y al principio tuvo éxito.
El rey Valdemar II, que había conservado la marca imperial al norte del Eider, hizo
de Schleswig un condado en 1232 para su hijo segundo, Abel. Holstein por su parte,
después de la muerte de Adolfo IV en 1261, fue dividido en condados, por sus hijos
primero y por sus nietos después (1290): así nacieron Holstein-Kiel (1261-1390),
Holstein-Pinneberg y Schaumburg (1290-1640) al sur del Elba, Holstein-Plön (1290-
1350), Holstein-Rendsburg (1290-1459), y a veces también Holstein-Itzehoe (1261-
1290) y Holstein-Segeberg (1273-1315), y de nuevo 1397-1403), recibiendo todos
ellos el nombre de las ciudades en las que residía el conde.
Siglo XIV
Las relaciones entre Schleswig y Holstein se estrecharon en el siglo XIV, a medida
en que fue poblándose el ducado de Schleswig. Los señores locales de Schleswig ya
se habían esforzado antes en mantener a Schleswig independiente del reino de
Dinamarca y fortalecer los lazos con Holstein, dentro del Sacro Imperio. La
rivalidad entre los duques abelianos de Schleswig y los reyes de Dinamarca a veces
llevaba a la guerra, y esto era caro. Dinamarca tenía que financiarse a través de
préstamos. Los duques de Schleswig se aliaron con los condes de Holstein, quienes
se convirtieron en los principales acreedores de la corona danesa, también, en el
reinado del muy incompetente Cristóbal II de Dinamarca.
Siglo XV
Gerardo VI murió en 1404, y poco después estalló la guerra entre sus hijos y Erico
de Pomerania, el sucesor de Margarita en el trono de Dinamarca. Erico reclamó el
sur de Jutlandia como una parte integral de la monarquía danesa. En 1409, el rey
Erico VII de Dinamarca (Erico de Pomerania) obligó a los nobles alemanes a
entregarle Flensburg. Estalló la guerra en 1410, y Erico conquistó Als y Ærø. En
1411, los nobles volvieron a tomar Flensburg, pero en 1412 ambos lados estuvieron
de acuerdo en que un conde de Mecklemburgo resolviera la disputa. Otorgó la ciudad
a Dinamarca, y Margarita I de Dinamarca tomó posesión de la ciudad. En Flensburg
enfermó de peste y murió poco después. La Liga Hanseática intentó una nueva
mediación en 1416. Ambos lados aceptaron y Dinamarca entregó la ciudad de Schleswig
como prenda, y los de Holstein la fortaleza de Tönning. La mediación no tuvo éxito.
En 1421, los de Holstein tuvieron éxito a la hora de recuperar Haderslev, Schleswig
y Tønder.
Fue así fácil para el rey danés Cristián I asegurarse la elección como duque de
Schleswig y conde de Holstein-Rendsburg. En 1460 reunió a la nobleza en Ribe, y el
2 de marzo se mostraron conformes en elegirlo como sucesor de Adolfo VIII, para
evitar la separación de las dos provincias. El 5 de marzo otorgó una carta de
coronación (o Freiheitsbrief), emitida primero en Ribe (Tratado de Ribe, en danés,
Ribe-brevet, en alemán, Vertrag von Ripen) y después en Kiel, que también repitió
que Schleswig y Holstein-Rendsburg debían permanecer unidos "dat se bliven ewich
tosamende ungedelt" (Bajo alemán medio o bajo sajón, esto es, que debían estar
juntos e indivisos para siempre. El ascenso de Cristián al condado de Holstein-
Rendsburg fue la primera sucesión en Holstein por vía femenina (Eduvigis, su madre
y hermana de Adolfo).
Edad Moderna
Siglos XVI y XVII
La gradual introducción de administradores alemanes en el ducado de Schleswig llevó
consigo la progresiva germanificación de Schleswig meridional, aunque no fue plena
hasta el siglo XVIII. Esta germanificación del sur de Schleswig se intensificó
después de la reforma protestante, promovida por el duque Cristián III después de
su ascenso en 1523 como duque co-gobernante con su padre el rey Federico I. Después
de que Cristián sucediera a su padre como rey de Dinamarca y Noruega en 1534 y
1537, respectivamente, impuso el luteranismo en todo su reino en 1537 (véase
Reforma en Dinamarca-Noruega y Holstein). El ducado de Holstein adoptó su primera
orden de iglesia luterana en 1542 (escrita por Johannes Bugenhagen). Los condados
de Holstein-Pinneberg y Schaumburg siguieron siendo católicos hasta 1559.
Después de que Cristián III consolidara su poder en Dinamarca y Noruega, acordó con
sus medio hermanos compartir el gobierno de los ducados en 1544. Cristián III, Juan
II el Viejo y Adolfo partieron los ducados de Holstein (un feudo del Sacro Imperio)
y de Schleswig (un feudo danés) de manera inusual, después de negociaciones entre
los hermanos y los estados del reino de los ducados, que se oponían a una partición
real, sobre la base de su indivisibilidad según el tratado de Ribe. Decidieron que
su hermano menor Federico siguiera una carrera como administrador luterano de un
estado eclesiástico dentro del Sacro Imperio.2
Mapa de los ducados y estados vecinos alrededor de 1650: en color diferente, los
estados de cada línea.
De manera que los ingresos de los ducados, que derivaban de los derechos de señorío
en las diversas ciudades y territorios de Schleswig y Holstein, se dividieron en
tres partes iguales asignando los rendimientos de áreas en particular y
determinadas tierras, quedando éstas en sí indivisas, a cada uno de los hermanos
mayores, mientras que otros ingresos de carácter general, como impuestos de
ciudades y aduanas, se recaudaban juntos pero luego se compartían entre los
hermanos mayores. La norma secular de ducados divididos fiscalmente se convirtió
así en un condominio de las partes. Como duques de Holstein y Schleswig los tres
gobernantes llevaban el título formal de "Duque de Schleswig, Holstein,
Dithmarschen y Stormarn", aunque lo de la república campesina independiente de
Dithmarschen era solo una mera pretensión. La Casa de Schauenburg (Schaumburg)
continuó su gobierno en los condados de Holstein-Pinneberg y Schaumburg.
Adolfo, el tercer hijo de Federico I el segundo más joven medio hermano del rey
Cristián III, fundó la rama dinástica llamada Casa de Holstein-Gottorp, que es una
rama cadete de la entonces casa real danesa de Oldemburgo. El nombre dinástico
Holstein-Gottorp surge así como una denominación conveniente de lo que,
técnicamente, sería más correcto: Duque de Schleswig y Holstein en Gottorp, el
palacio residencial. Juan II el Viejo, Duque de Schleswig y Holstein en Haderslev,
no tuvo descendencia, de manera que por su lado no surgió ninguna rama. Los
monarcas daneses y los duques de Schleswig y Holstein en Gottorp y Haderslev
gobernaron ambos ducados juntos como un gobierno general, sin embargo, recogían sus
ingresos en estados separados. En 1559 a través del Feudo Final conquistaron y
sometieron a la república campesina de Dithmarschen, dividiéndola en tres partes.
Con un acuerdo similar al anterior, el hijo menor de Cristián III, Juan el Joven
obtuvo para él y sus herederos una parte en los ingresos de Holstein y Schleswig en
1564, con sede en Sønderborg, comprendiendo un tercio del ingreso real, es decir,
una novena parte de Holstein y Schleswig en lo que al aspecto fiscal se refiere.
Juan el Joven y sus herederos, la Casa de Schleswig-Holstein-Sonderburg (en danés:
Slesvig-Holsten-Sønderborg), sin embargo, no compartieron el gobierno mancomunado,
no eran co-gobernantes sino solo Abgeteilte Herren. Los nietos de Juan el Joven de
nuevo partieron su infantazgo, Ernesto Gunter (1609-1689), fundó la línea de
Schleswig-Holstein-Sonderburg-Augustenburg (en danés: Slesvig-Holsten-
Augustenborg), y Augusto Felipe (1612-1675) la de Schleswig-Holstein-Sonderburg-
Beck (conocida desde 1825 como Holstein-Sonderburg-Glücksburg). Sin embargo, no
tenían parte en el gobierno y siempre estaban mediatizados bajo el rey como duque
de Schleswig y Holstein, y no eran príncipes inmediatos al emperador como señor de
Holstein, donde tenían propiedades alrededor de Plön.
La parte de Juan II el Viejo, que murió en 1580, fue dividido por la mitad entre
Adolfo y Federico II, incrementando así la parte real por un sexto fiscal de
Holstein y Schleswig.3 Como efecto de la complicada división fiscal de ambos
ducados separados, Holstein y Schleswig, con participaciones de cada parte
dispersas en ambos ducados, se produjo que ambos tuvieron un mismo gobierno
mancomunado, lo que superaba en parte su diferente afiliación legal como feudos
imperial y danés. En 1640 los príncipes de Schauenburg se extinguieron en la línea
masculina y el condado de Holstein-Pinneberg se fusionó con la parte real del
ducado de Holstein. Ninguno de los herederos agnáticos de Schauenburg ni el señor
de Holstein-Pinneberg, el duque Augusto de Baja Sajonia pudieron evitarlo.
En 1634, una nueva marea sumergió cerca de la cuarta parte del territorio y dio
origen a varias islas en la costa occidental. Durante la Guerra de los Treinta
Años, las relaciones entre el duque y el rey empeoraron. Finalmente, en 1658,
después de que los daneses hubieran invadido el Bremen-Verden sueco, el duque
cooperó con los suecos en su contraataque, que casi erradicó el reino danés. Los
tratados de paz (Tratado de Taastrup y Tratado de Roskilde) estipularon que el
duque de Holstein-Gottorp ya no era vasallo de la corona danesa en Schleswig.
Federico III, duque desde 1616 hasta 1659, estableció el principio de primogenitura
para su línea, y la plena soberanía de sus dominios de Schleswig le fueron
asegurador por su yerno Carlos X de Suecia por la convención de Copenhague (12 de
mayo de 1658) y para su hijo Cristián Alberto (m. 1695) por el tratado de Oliva,
aunque no fue hasta varios años de guerra después que Dinamarca admitió la
pretensión por la convención de Altona (30 de junio de 1689).
El hijo de Cristián Alberto, Federico IV (m. 1702) fue atacado de nuevo por
Dinamarca, pero tenía un poderoso defensor en el rey Carlos XII de Suecia, quien
aseguró sus derechos por el tratado de Travendal en 1700. Federico IV fue muerto en
la batalla de Kliszów en 1702, y su hermano Cristián Augusto actuó como regente
para su hijo Carlos Federico hasta 1718. En 1713 el regente rompió la estipulada
neutralidad del ducado en favor de Suecia y Federico IV de Dinamarca aprovechó la
excusa para expulsar al duque por la fuerza de las armas. Holstein le fue devuelto
por la paz de Frederiksborg en 1720, pero al año siguiente el rey Federico IV fue
reconocido como único soberano de Schleswig por los estados y por los duques de las
líneas de Augustenburg y Glücksburg.
Siglo XVIII
Como Suecia en el Sitio de Tönning de 1713 había perdido su influencia en Holstein-
Gottorp, Dinamarca pudo de nuevo someter todo Schleswig al reino danés; los
Holstein-Gottorp perdieron sus tierras en Schleswig, pero siguieron como duques
independientes en su porción de Holstein. Este estatus fue consolidado en el
tratado de Frederiksborg en 1720, por el que las anteriores regiones reales y
ducales de Schleswig se unieron bajo el rey, mientras que el duque siguió siéndolo
de Holstein-Gottorp bajo el emperador alemán. El frustrado duque buscó el apoyo
para recuperar Schleswig en Rusia y se casó en la familia imperial rusa en 1725. La
emperatriz Isabel murió sin hijos en 1762, y nombró sucesor a su sobrino, el duque
Carlos Pedro Ulrico de Holstein-Gottorp. Cuando ascendió al trono como zar Pedro
III de Rusia, Holstein-Gottorp pasó a ser gobernado en unión personal por el
emperador de Rusia, creando un conflicto de pretensiones territoriales entre Rusia
y Dinamarca.4
Pedro III amenazó con la guerra a Dinamarca por la recuperación de sus tierras
ancestrales, pero antes de que pudiera empezar ninguna guerra, fue derrocado por su
esposa, que asumió el control de Rusia como zarina Catalina II.5 La emperatriz
Catalina cambió la posición rusa, retirando el ultimátum de su esposo e incluso
aliándose con Dinamarca en 1765. En 1767 Catalina abandonó las pretensiones de
Rusia sobre Schleswig-Holstein, en nombre de su hijo (luego Pablo I de Rusia),
quien confirmó esta acción al llegar a la mayoría de edad en 1773 con el tratado de
Tsarskoye Seló. Oldemburgo y Delmenhorst, rendidas por el rey danés en
compensación, fueron entregadas a Federico Augusto, obispo de Lübeck, el segundo
hijo de Cristián Augusto, quien así fundó la línea más joven de la casa de Gottorp.
Schleswig y Holstein quedaron así, otra vez, unidos bajo el rey danés (Cristián
VII), quien ahora recibía todo Holstein, pero formalmente bajo el Imperio.
Siglo XIX
Con la abolición del Sacro Imperio Romano Germánico en 1806, Holstein fue
incorporado a Dinamarca en la práctica, ya que no de manera formal. Bajo la
administración del primer ministro danés el conde Bernstorff, él mismo procedente
de Schleswig, se acometieron muchas reformas en los ducados, por ejemplo, la
abolición de la tortura y la servidumbre; en la misma época se introdujeron la
legislación y la moneda danesas, y el danés fue convertido en ifioma oficial para
la comunicación con Copenhague. Esto sin embargo no produjo excesivo resentimiento
dado que la propia corte danesa era en aquella época, en gran medida, alemana,
tanto en idioma como en sentimiento.
El acuerdo de 1806 fue revocado, y mientras Schleswig siguió como antes, los
ducados de Holstein y Lauemburgo, el último adquirido en unión personal por
intercambio territorial después del Congreso de Viena, fueron incluidos en la nueva
Confederación Germánica. El ducado de Schleswig era legalmente un feudo danés y no
parte del Sacro Imperio o, después de 1815, de la Confederación Germánica (en
alemán: Deutscher Bund, en danés: Tysk Forbund), pero el ducado de Holstein era un
feudo del Sacro Imperio, y un estado tanto del Imperio como más tarde de la
Confederación Germánica de 1815-1866. Era una de las rarezas tanto del Sacro
Imperio como de la Confederación Germánica que jefes de estado extranjeros pudieran
ser -y de hecho lo eran a menudo- también miembros de los órganos constitucionales
del Imperio y de la Confederación si tenían un territorio que era parte del Imperio
o de la Confederación. Así, el rey de Dinamarca tenía un asiento en los órganos de
la Confederación Germánica porque era también duque de Holstein y duque de
Lauemburgo.
El asunto de Schleswig-Holstein
Artículo principal: Asunto de Schleswig-Holstein
La cuestión o asunto de Schleswig-Holstein es el nombre dado para el complejo
asunto diplomático y de otro tipo suscitado en el siglo xix por la relación entre
los dos ducados, Schleswig y Holstein, con la corona danesa por un lado y la
Confederación Germánica por el otro. La cuestión era inevitable.
El que el rey Federico VII de Dinamarca careciera de hijos obraba en favor del
movimiento de unificación alemana, lo mismo que el antiguo tratado de Ribe, que
estipulaba que los dos ducados no debían separarse nunca. Un contramovimiento
desarrollado entre la población danesa de Schleswig septentrional y (desde 1838) en
Dinamarca, donde los liberales insistían en que Schleswig era un feudo y había
pertenecido a Dinamarca durante siglos y que el río Eider, la histórica frontera
entre Schleswig y Holstein, debía marcar la frontera entre Dinamarca y la
Confederación Germánica o -eventualmente- una nueva Alemania unida. Los
nacionalistas danesas aspiraban así a incorporar Schleswig a Dinamarca, separándola
en el proceso de Holstein. El movimiento para la unidad alemana de la misma manera
buscaba confirmar la asociación de Schleswig con Holstein, en el proceso separando
Schleswig de Dinamarca y llevándola a la Confederación Germánica.
La sucesión danesa
Cuando Cristián VIII sucedió a su primo carnal Federico VI en 1839 la línea
masculina mayor de la casa de Oldemburgo estaba obviamente a punto de extinguirse.
El único hijo y heredero del rey no tenía hijos. Desde 1834 se había debatido el
tema de la sucesión en asamblea. Para la opinión pública alemana la cuestión estaba
suficientemente clara. La corona de Dinamarca podía ser heredada por vía femenina
(véase Luisa de Hesse-Kassel); en el ducado de Holstein nunca se había derogado la
ley sálica y, en caso de que no hubiera herederos masculinos de Cristián VII, la
sucesión pasaría a los Augustemburgo — aunque esto es discutible pues la propia
dinastía había recibido Holstein por ser Cristián I hijo de la hermana del último
Schauenburg, Adolfo VIII.
En 1848, el rey Federico VII de Dinamarca declaró que él daría a Dinamarca una
constitución liberal y el inmediato objetivo del movimiento nacional danés era
asegurar que esta constitución no solo diera derechos a todos los daneses, esto es,
no solo en el reino de Dinamarca, pero también a los daneses (y alemanes) que
vivían en Schleswig. Más aún, exigían protección para el idioma danés en Schleswig
(el idioma dominante en casi un cuarto de Schleswig había cambiado del danés al
alemán desde el comienzo del siglo XIX).
La guerra entre Dinamarca por un lado y los dos ducados y Prusia por otro duró tres
años (1848-1850) y solo terminó cuando las grandes potencias presionaron a Prusia,
que en abril de 1850, aceptó una paz manteniendo el statu quo ante bellum y que se
pospusieran todas las cuestiones relativas a los derechos mutuos. Para Lord
Palmerston la base carecía de significado, el acuerdo propuesto no arreglaba nada.
El emperador Nicolás, abiertamente disgustado con Federico Guillermo, intervino de
nuevo. Para él, el duque de Augustemburgo era un rebelde; Rusia había garantizado
Schleswig a la corona danesa por los tratados de 1767 y 1773; y en lo que se
refería a Holstein, si el rey de Dinamarca no era capaz de tratar con los rebeldes
allí, él mismo intervendría como lo había hecho en Hungría. La amenaza fue
reforzada por la situación europea. Austria y Prusia estaban al borde de la guerra,
y la sola esperanza de impedir que Rusia se lanzara contra Austria, les obligaba a
que se arreglara la cuestión en el sentido deseado por Rusia. La única alternativa,
una alianza con el sobrino del demonio, Luis Napoleón, que ya soñaba con adquirir
la frontera del Rin para Francia a cambio de su ayuda para que Alemania
estableciera un poder marítimo de Alemania mediante la cesión de los ducados, era
algo que horrorizaba a Federico Guillermo.
Las tropas danesas marcharon para reprimir a los ducados recalcitrantes; mientras
la lucha continuaba, el 2 de agosto de 1850 Gran Bretaña, Francia, Rusia y Noruega-
Suecia firmaron un protocolo, al que se adhirió posteriormente Austria, aprobando
el principio de restaurar la integridad de la monarquía danesa. El gobierno
provisional de Schleswig fue depuesto, así como los superintendentes generales
luteranos, que incluso se vieron exiliados de las monarquías regidas por los
Oldemburgo en 1850. Su puesto permaneció vacante con el superintendente Christoph
Carl Julius Asschenfeldt oficiando per pro.
Otro factor que amenazaba los intereses daneses era no solo el creciente poder de
la cultura alemana, sino los propios conflictos entre estados alemanes en el sur,
esto es, entre Prusia y Austria, que acabarían afectando a Schleswig y Holstein,
que pasarían a ser sujeto de una disputa territorial implicando encuentros
militares entre tres estados, Dinamarca, Prusia y Austria.
El gobierno danés estaba cada vez más preocupado puesto que Federico VII no dejaría
ningún hijo a su muerte. Tras la renuncia del zar de Rusia y otros a sus eventuales
derechos, Carlota, landgravina de Hesse, hermana de Cristián VIII, y su hijo el
príncipe Federico transfirieron sus derechos a la hermana del último, Luisa, que a
su vez se los transfirió a su esposo el príncipe Cristián de Glücksburg. Este
acuerdo fue sancionado internacionalmente el 8 de mayo de 1852 por el protocolo
firmado en Londres por las cinco grandes potencias y Noruega y Suecia. El 31 de
julio de 1853, Federico VII dio su consentimiento a una ley que establecía que la
corona pasaría al príncipe Cristián, y sus herederos varones.
Se aprobó una nueva constitución danesa, que fue rechazada por Prusia y Austria a
la vista de que los ducados no habían sido consultados, y la Asamblea Federal de la
Confederación Germánica la rechazó en lo que atañía a Holstein y Lauemburgo. A
principios de los años 1860, el "asunto de Schleswig-Holstein fue de nuevo el
centro de un debate internacional, pero con la diferencia de que el apoyo a los
daneses estaba declinando. La guerra de Crimea había disminuido el poder de Rusia y
Francia estaba preparada para renunciar a su apoyo a los intereses daneses en los
ducados a cambio de compensaciones en otros sitios. La reina Victoria y su consorte
el príncipe Alberto simpatizaban con la posición alemana, pero estaba templada por
los ministros británicos que veían el crecimiento del poderío naval de Prusia en el
mar Báltico como un peligro para la supremacía naval británica y en consecuencia la
Gran Bretaña estaba del lado de los daneses.
A ello hay que añadir los gravosos impuestos que cobraban los daneses para cruzar
sus destrechos para pasar del Báltico al mar del Norte. Para evitar ese gasto,
Prusia planeó el canal de Kiel, pero no podía construirlo en tanto Dinamarca
controlara Holstein.
Intervino entonces Lord John Russell, en nombre de Gran Bretaña, con una propuesta
de arreglar toda la cuestión sobre la base de la independencia de los ducados bajo
la corona danesa, con un presupuesto decenal para gastos comunes acordada por las
cuatro asambleas, y un consejo de estado supremo formado por proporción relativa de
daneses y alemanes. Rusia y las grandes potencias alemanas lo aceptaron, y
Dinamarca se encontró aislada. La situación internacional, sin embargo, favorecía
una actitud decidida, y es lo que hizo Dinamarca. Para Dinamarca, retener Schleswig
como parte integral de la monarquía era asunto de vida o muerte; la Confederación
Germánica había hecho de los términos del protocolo de 1852, definiendo las
relaciones íntimas entre los ducados, la excusa para una inaceptable interferencia
en los asuntos internos de Dinamarca.
El 30 de marzo de 1863, como resultado de todo esto, se publicó una proclama real
en Copenhague rechazando los acuerdos de 1852, y, definiendo la distinta posición
de Holstein en la monarquía danesa, negando de una vez por todas, las pretensiones
alemanas sobre Schleswig.
Un cuarto escenario, que Schleswig y Holstein se incorporaran las dos a Prusia como
meras provincias, no se consideraba antes o durante la guerra de 1864. Pero es lo
que acabó resultando después de la guerra austro-prusiana dos años más tarde.
En 1863 el rey Federico VII de Dinamarca murió sin dejar heredero. Según la línea
de sucesión de Dinamarca y Schleswig, las coronas tanto de Dinamarca como de
Schleswig pasarían ahora al duque Cristián de Glücksburg (el futuro rey Cristián
IX), la corona de Holstein se consideraba algo más problemático. Esta decisión no
fue acatada por una rama rival de la familia real danesa, que eran proalemanes, la
Casa de Augustemburgo (en danés: Augustenborg) quienes exigieron, como en 1848, las
coronas tanto de Schleswig como de Holstein. Esto ocurría en un momento
particularmente crítico, mientras se trabajaba en una nueva constitución para los
asuntos conjuntos de Dinamarca y Schleswig se acababa de completar con un borrador
que solo esperaba su firma. En el ducado de Lauemburgo la unión personal con
Dinamarca terminó y los estamentos de este territorio eligieron una nueva dinastía
en 1865.
La constitución de noviembre
La nueva constitución, llamada "de noviembre" no preveía la anexión de Schleswig a
Dinamarca directamente, pero en lugar de ello creaba un parlamento conjunto (con el
título medieval de Rigsraadet) para regir los asuntos comunes a Dinamarca y
Schleswig. Ambas entidades mantendrían sus propios parlamentos individuales. El
artículo I clarificaba la cuestión sucesoria: La forma de gobierno será la de una
monarquía constitucional. La autoridad real será hereditaria. La ley de sucesión se
especifica en la ley de sucesión de 31 de julio de 1853 aplicable a toda la
monarquía danesa.8
El nuevo rey de Dinamarca, Cristián IX, estaba en una posición difícil. El primer
acto como soberano era firmar la nueva constitución. La firma violaba los términos
del Protocolo de Londres lo que podría llevar a la guerra. Rechazar la firma sería
ganarse el antagonismo del sentimiento de sus súbditos daneses, que era la base de
su reinado. Eligió lo que parecía el mal menor, y el 18 de noviembre, firmó la
constitución.
La noticia se vio como una violación del Protocolo de Londres, que prohibía
semejante cambio en el statu quo. Fue recibido en los estados alemanes con
manifestaciones de ira. Federico, duque de Augustemburgo, hijo del príncipe que en
1852 había renunciado a la sucesión en los ducados, ahora reclamaba sus derechos
sobre la base de que él no había compartido la renuncia. En Holstein hubo agitación
en favor suyo desde el principio, y esto se amplió a Schleswig cuando se conocieron
los términos de la nueva constitución danesa. Su pretensión fue apoyada con
entusiasmo por los príncipes y el pueblo de Alemania, y a pesar de la actitud
negativa de Austria y Prusia la asamblea federal a iniciativa de Otto von Bismarck
decidió ocupar Holstein mientras pendía la resolución del decreto de sucesión.
Segunda guerra de Schleswig
Artículo principal: Guerra de los Ducados
El 24 de diciembre de 1863, tropas sajonas y hannoverianas entraron en el ducado de
Holstein en nombre de la Confederación Germánica, y apoyado por su presencia y la
lealtad del pueblo de Holstein, el duque de Augustemburgo asumió el gobierno bajo
el título de duque Federico VIII.
A Bismarck le quedaba claro que Austria y Prusia, como partes del Protocolo de
Londres de 1852, debían sostener la sucesión tal como estaba fijada en él, y que
cualquier acción que tomaran como consecuencia de la violación de ese pacto por
Dinamarca debía ser tan correcta que privase a Europa de toda excusa para
interferir. La publicación de la nueva constitución por parte de Cristián IX bastó
para justificarlos. En cuanto a lo que pretendían exactamente, eso ya se decidiría
en el futuro. Austria no tenía las ideas claras. El rey Guillermo oscilaba entre su
sentimiento prusiano y una simpatía sentimental por el duque de Augustemburgo. Solo
Bismarck sabía exactamente lo que quería, y cómo lograrlo. "Desde el principio",
dijo más tarde (Reflexiones, ii. 10), "Mantuve la anexión firmemente ante mis
ojos."
Invadir la propia Dinamarca no era parte del programa original de los aliados; pero
el 8 de febrero algunos húsares prusianos, en el calor de una escaramuza de
caballería, cruzaron la frontera y ocuparon la localidad de Kolding. Bismarck
decidió usar esta circunstancia para revisar toda la situación. Urgió a los
austriacos la necesidad de adoptar una política fuerte, de manera que se resolviera
de una vez para siempre no solo la cuestión de los ducados sino la más amplia de la
Confederación Germánica; y Austria a regañadientes consintió en seguir con la
guerra.
Mientras tanto, Lord John Russell en nombre de Gran Bretaña, apoyado por Rusia,
Francia y Suecia, había intervenido con una propuesta de que toda la cuestión fuera
de nuevo sometida a una conferencia europea. Las potencias alemanas estuvieron de
acuerdo, con la condición de que los acuerdos de 1852 (Protocolo de Londres) no
debía ser considerado como una base, y que los ducados debían estar unidos a
Dinamarca solo en unión personal. Pero la conferencia, inaugurada el 25 de abril en
Londres, solo reveló el inextricable lío de las cuestiones implicadas.
La exasperación que se sentía sobre cómo encontrar una solución sobre el asunto de
Schleswig-Holstein fue resumida por el Primer Ministro del Reino Unido, Lord
Palmerston, en 1864, cuando dijo que:
"El asunto de Schleswig-Holstein es tan complicado que sólo tres hombres en Europa
lo han entendido nunca. Uno fue el príncipe Alberto, que está muerto. El segundo
fue un profesor alemán que enloqueció. Yo soy el tercero y he olvidado todo sobre
ello.”9
Beust, en nombre de la Confederación, exigió el reconocimiento del pretendiente
Augustemburgo. Austria se inclinaba por un acuerdo en línea con lo de 1852, ya que
no quería implicarse en una "guerra de liberación" teniendo como tenía sus propios
problemas con varias nacionalidades. Prusia, estaba muy claro, pretendía adquirir
los ducados. El primer paso hacia la realización de esta última ambición era
asegurar el reconocimiento de la absoluta independencia de los ducados, y a esto
Austria solo podía oponerse a riesgo de perder toda su influencia entre los estados
alemanes. Las dos potencias, entonces, estuvieron conformes en exigir la completa
independencia política de los ducados, unidos juntos por instituciones comunes. El
siguiente paso era inseguro. En lo referente a la anexión, Prusia lo dejaría
abierto, pero dejó claro que cualquier arreglo debía implicar la completa
subordinación militar de Schleswig-Holstein a ella misma. Esto alarmó a Austria,
que no tenía ningún deseo de ver una mayor extensión del ya crecido poder de
Prusia, y empezó a defender las pretensiones del duque de Augustemburgo. Esta
contingencia, sin embargo, ya la había previsto Bismarck y se ofreció él mismo a
apoyar las pretensiones del duque en la conferencia si admitía subordinarse a
Prusia en todos los asuntos navales y militares, entregar Kiel con el propósito de
que se convirtiera una bahía militar de Prusia, entregar a éste el control del
proyectado canal de Kiel, y entrar en la Unión Aduanera Prusiana. Sobre esta base,
con el apoyo de Austria, todo el asunto podría arreglarse—como señaló Beust (Mem.
1. 272)
Durante las décadas de gobierno prusiano dentro del Imperio alemán, las autoridades
intentaron la política de germanización en la parte septentrional de Schleswig, que
siguió siendo predominantemente danés. El período también significó un incremento
de industrialización de Schleswig-Holstein y el uso de Kiel y Flensburg como
importantes ubicaciones de Marina Imperial alemana. La parte más al norte y la
costa oeste de la provincia vio una ola de emigración a América, mientras que
algunos daneses del Norte de Schleswig emigraron a Dinamarca.
"Le droit d'indigénat, tant dans le royaume de Danemark que dans les Duchés, est
conservé à tous les individus qui le possèdent a l'époque de l'échange des
ratifications du présent Traité".
("El derecho de una persona indígena, así en el reino de Dinamarca como en los
ducados, está conservado para todos los individuos que lo tienen en la época del
intercambio de las ratificaciones de este tratado.")
Por el artículo V de la Paz de Praga, Schleswig era cedido por Austria a Prusia con
la condición de que las poblaciones del norte de Schleswig volverían a unirse a
Dinamarca en caso de que expresaran un deseo de votar libremente ejercitado.
Aprovechando los términos de estos tratados, alrededor de 50.000 daneses del norte
de Schleswig (de una población total de 150.000) optaron por Dinamarca y fueron
expulsados más allá de la frontera, mientras el plebiscito que les restauraría a su
país aún estaba pendiente. El plebiscito nunca se celebró. Su inclusión en el
tratado no había sido más que un recurso diplomático para salvar la cara al
emperador Napoleón III: Prusia desde el principio no tuvo la menor intención de
entregar nada del territorio que había conquistado; el resultado de la guerra
franco-prusiana hizo innecesario pretender que el plebiscito se celebraría alguna
vez; y por el tratado de Viena del 11 de octubre de 1878, la cláusula relativa al
plebiscito fue formalmente eliminada con el consentimiento de Austria.
Así, en los distritos fronterizos, surgió un grupo de población que vivía en una
especie de limbo político. Habían perdido su ciudadanía danesa al domiciliarse en
Dinamarca, pero no pudieron adquirir la prusiana porque no la habían pedido en los
seis años estipulados en el Tratado de 1864. Ello les hacía susceptibles de visitas
domiciliarias, arbitrarias investigaciones, arresto y expulsión. Su exclusión de
los derechos como súbditos prusianos se debían, además a otras causas, como el
conservar sus idioma y costumbres.
Siglo XX
Después de la Primera Guerra Mundial
Véanse también: Schleswig-Holstein y Plebiscitos de Schleswig.
Después de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial, en la que Dinamarca
había permanecido neutral, las potencias vencedoras ofrecieron a Dinamarca volver a
dibujar la frontera entre Dinamarca y Alemania. El gobierno de Carl Theodor Zahle
prefirió que se celebrara un plebiscito en Schleswig para permitir a los habitantes
de Schleswig decidir a qué nación ellos, y la tierra en la que vivían, debía
pertenecer. El rey Cristián X de Dinamarca, apoyado por varios grupos, se opuso a
la división. Usando una cláusula en la constitución danesa que el rey nombraba y
cesaba al gabinete danés, y usando la justificación de que él creía que la
población danesa estaba en contra de la política de Zahle, el rey cesó a Zahle,
dando pie a lo que se llamó la Crisis de Semana Santa.
En 1937, los nazis aprobaron la llamada Ley del Gran Hamburgo (Groß-Hamburg-
Gesetz), en virtud de la cual, la Ciudad Libre y Hanseática de Hamburgo se extendió
para incluir ciudades que formalmente habían pertenecido a la Provincia de
Schleswig-Holstein prusiana. Para compensar Prusia por estas pérdidas (y
parcialmente porque Hitler tenía una antipatía personal por Lübeck11), llegó a su
final la independencia de la hanseática Lübeck, que había durado 711 años, y la
mayor parte de todo su territorio fue incorporado a Schleswig-Holstein.
Véase también
Asunto de Schleswig-Holstein
Anexo:Gobernantes de Schleswig-Holstein
Referencias
El Stör es un afluente del Elba en Schleswig-Holstein.
En 1551 Federico se hizo administrador del Principado obispado de Hildesheim, con
poder tanto eclesiástico como secular y, a pesar de ello, careciendo de poder
secular, obispo de Schleswig con los correspondientes ingresos del patrimonio
episcopal.
Cf. Carsten Porskrog Rasmussen, "Die dänischen Könige als Herzöge von Schleswig
und Holstein", Frauke Witte and Marion Hartwig (trls.), en: Die Fürsten des Landes:
Herzöge und Grafen von Schleswig, Holstein und Lauenburg [De slevigske hertuger;
alemán], Carsten Porskrog Rasmussen (ed.) por encargo del Gesellschaft für
Schleswig-Holsteinische Geschichte, Neumünster: Wachholtz, 2008, pp. 73–109, aquí
pp. 87seq. ISBN 978-3-529-02606-5
Ragsdale, Hugh; Ponomarev, V. N. (1993). Imperial Russian Foreign Policy.
Cambridge University Press. pp. 56-58. ISBN 9780521442299. Consultado el 3 de
noviembre de 2016.
Tytler Woodhouselee, Lord Alexander Fraser (1823). Elements of General History,
Ancient and Modern. H. Hill. pp. 428-429. Consultado el 4 de noviembre de 2016.
Véase nota 86 contenida en las Collected Works of Karl Marx and Frederick Engels:
Volume 12 (International Publishers: Nueva York, 1979) p. 650.
Karl Marx, "Advertisement Duty--Russian Movements--Denmark--The United States of
Europe" contenido en las Collected Works of Karl Marx and Frederick Engels: Volume
12, p. 242.
Roennebech Archivado el 13 de agosto de 2006 en Wayback Machine.
McLachlan, Gordon. The Rough Guide to Germany (en inglés).
Schwedler, Frank: Historischer Atlas Schleswig-Holstein 1867 bis 1945, Wachholtz
Verlag, Neumünster
"Lübeck: The town that said no to Hitler", Simon Heffer, www.telegraph.co.uk,
consultado el 28 de junio de 2010.
Ordenanza n.º 46, «Abolition of the Provinces in the British Zone of the Former
State of Prussia and Reconstitution thereof as Separate Länder». (218 KB)
Flucht und Vertreibung en Haus der Geschichte (en alemán)
Public Domain Este artículo incorpora texto de una publicación sin restricciones
conocidas de derecho de autor: Wikisource-logo.svg Varios autores (1910-1911).
«Encyclopædia Britannica». En Chisholm, Hugh, ed. Encyclopædia Britannica. A
Dictionary of Arts, Sciences, Literature, and General information (en inglés) (11.ª
edición). Encyclopædia Britannica, Inc.; actualmente en dominio público.
Para saber más
Carr, Carr. Schleswig-Holstein, 1815–1848: A Study in National Conflict (Manchester
University Press, 1963).
Price, Arnold. "Schleswig-Holstein" in Encyclopedia of 1848 Revolutions (2005)
online
Steefel, Lawrence D. The Schleswig-Holstein Question. 1863-1864 (Harvard U.P.
1923).
Enlaces externos
Atlas histórico de Schleswig-Holstein
Diccionario de las formas alemana, danesa y frisia para los topónimos de Schleswig
Esta obra contiene una traducción derivada de «History of Schleswig-Holstein» de
Wikipedia en inglés, publicada por sus editores bajo la Licencia de documentación
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