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Historia de Schleswig-Holstein

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Mapa de la península de Jutlandia


Jutlandia septentrional (Nørrejylland, esto es, Jutlandia al norte del río
Kongeå. En danés, la región puede subdividirse en Nord-, Midt-, y Sydjylland. No
debe confundirse con "Nordjylland", esta última denominación se corresponde
básicamente con la región del norte de Dinamarca)
Islas de Jutlandia septentrionales; habitualmente consideradas parte de
Jutlandia, aunque técnicamente una isla, puesto que fue separado de la península de
Jutlandia en 1825 por una inundación.
Jutlandia meridional (Sønderjylland en danés) o Schleswig septentrional
(Nordschleswig en alemán): Dinamarca (Edad Media), parte del ducado de Schleswig
(un feudo de la corona danesa) siglo XIII hasta 1864; alemán entre 1864 y 1920;
danés desde 1920
Schleswig meridional (alemán desde 1864; parte del ducado de Schleswig (un
feudo de la corona danesa) hasta 1864; históricamente una parte integrante de
Jutlandia meridional)
Región histórica de Holstein, a veces considerada parte de la península de
Jutlandia – hacia el sur hasta el Canal Elba-Lübeck
La historia de Schleswig-Holstein está formada por el conjunto de hechos desde la
Prehistoria hasta el moderno establecimiento del estado de Schleswig-Holstein. Esta
historia está marcada por su situación geográfica entre dos mares y la lucha de
influencia entre Dinamarca y Alemania. El río Eider se convirtió a partir del siglo
IX en la frontera entre daneses y alemanes, si bien a lo largo de los siglos este
territorio ha pertenecido, en todo o en parte, bien a Dinamarca, bien a Alemania, o
han sido virtualmente independientes de ambas naciones. La excepción es que
Schleswig nunca fue parte de Alemania hasta la Guerra de los Ducados en 1864.
Durante muchos siglos, el rey de Dinamarca era a la vez duque danés de Schleswig y
duque alemán de Holstein.

Índice
1 Origen del nombre
2 Prehistoria y Antigüedad
3 Edad Media
3.1 Después de las migraciones
3.2 Nordalbingia y Wagria en los siglos VIII y IX
3.3 Conquista de Nordalbingia por los abroditas y los francos
3.4 Lucha por Schleswig y Holstein
3.5 Siglo XII
3.6 Siglo XIII
3.7 Siglo XIV
3.8 Siglo XV
4 Edad Moderna
4.1 Siglos XVI y XVII
4.2 Siglo XVIII
5 Siglo XIX
5.1 El asunto de Schleswig-Holstein
5.2 La sucesión danesa
5.3 Primera Guerra de Schleswig
5.4 Después de la primera guerra de Schleswig
5.5 La constitución de noviembre
5.6 Segunda guerra de Schleswig
5.7 Tras la segunda guerra de Schleswig
6 Siglo XX
6.1 Después de la Primera Guerra Mundial
6.2 Segunda Guerra Mundial
7 Estado de Alemania Federal
8 Véase también
9 Referencias
10 Para saber más
11 Enlaces externos
Origen del nombre
El término "Holstein" deriva del antiguo sajón Holseta Land, (Holz y Holt
significan bosque en moderno alemán estandarizado y en inglés literario,
respectivamente). Originariamente, se refirió a la parte central de las tres tribus
sajonas al norte del río Elba: Tedmarsgoi (Dithmarschen), Holstein y Sturmarii
(Stormarn). La zona de la tribu de los Holsts estaba entre el río Stör1 y Hamburgo,
y después de la cristianización, su principal iglesia estaba en Schenefeld.

El término Schleswig viene de la ciudad de Schleswig. Deriva de la ensenada de


Schlei en el este. Vik significa ensenada en noruego antiguo o asentamiento en
antiguo sajón. Es una palabra lingüísticamente idéntica (cognada) con el elemento
"-wick" o "-wich" en topónimos en Gran Bretaña.

Prehistoria y Antigüedad

Las zonas de asentamiento históricas en lo que hoy es Schleswig-Holstein. En rojo,


daneses; amarillo: frisios; morado: sajones; marrón: eslavos; resto: poco o nada
poblados
Jutlandia es una larga península en el norte de Europa, de la cual el actual
Schleswig-Holstein ocupa la parte meridional. A Schleswig también se le llama
Jutlandia meridional (Sønderjylland). La pauta de zonas pobladas y despobladas fue
relativamente constante a lo largo de la Edad del Bronce y la Edad del Hierro.

Las antiguas sagas escandinavas, que quizá se remonten al tiempo de los anglos y
los jutos, dieron la impresión de que Jutlandia se había dividido en una parte
norte y otra sur con la frontera a lo largo del río Kongeå. Tomando en
consideración tanto los hallazgos arqueológicos como las fuentes romanas, sin
embargo, puede concluirse que los jutos habitaban tanto la región del Kongeå como
la parte más septentrional de la península, mientras que los anglos vivieron
aproximadamente donde más tarde surgirían las ciudades de Haithabu y Schleswig, los
sajones (conocidos con anterioridad, aparentemente, como los reudigni) en principio
se centraron el Holstein occidental (conocido históricamente como "Nortalbingia") y
wagri eslavos, parte de los abroditas en Holstein oriental. Los danos se asentaron
en la primera época vikinga en el norte y el centro de Schleswig y los frisoes
septentrionales en Schleswig occidental, después del año 900.

Edad Media
Después de las migraciones

La frontera Limes Saxoniae entre los sajones y los abroditas, establecida alrededor
del año 810 en lo que es hoy Schleswig-Holstein
Después de que muchos anglos emigraran a las islas Británicas en el siglo V, la
tierra que habían ocupado se relacionó con las islas danesas, posiblemente por una
inmigración/ocupación parcial por los danos. Los contactos se incrementarían con el
tiempo.

A partir de los topónimos actuales, la frontera lingüística meridional del idioma


danés parece haber estado (empezando desde el oeste) hasta el río Treene, a lo
largo del Danevirke (también conocido como Danewerk), cruzando luego el estuario
del Schlei hasta Eckernförde, y dejando la península de Schwansen, mientras que la
costa oeste de Schleswig había sido zona de idioma fridio.

Después de las migraciones eslavas, la zona oriental del moderno Holstein fue
poblada por wagri (Vagri), un subgrupo de los abroditas (Obotritae).
Nordalbingia y Wagria en los siglos VIII y IX
El Holstein septentrional y Schleswig estaban habitados por danos. Por su parte,
Nordalbingia (Nordalbingien en alemán, esto es, "tierra al norte del Elba"), en la
parte occidental de Holstein, era una de las cuatro regiones administrativas del
ducado medieval de Sajonia, siendo las otras Angria, Ostfalia y Westfalia.
Nordalbingia estaba dividido en cuatro distritos: Dithmarschen, Holstein, Stormarn
(norte del Elba) y Hadeln (sur del Elba). La parte oriental de Holstein, por su
parte, era Wagria, y estuvo habitada por los wagrios (wagri) desde el siglo IX al
XII.

Conquista de Nordalbingia por los abroditas y los francos


En la batalla de Bornhöved (798) (alemán: Schlacht bei Bornhöved) en el campo de
Sventanafeld (Sventanapolje, eslavo: "campo sagrado") los abroditas, liderados por
Drożko, se aliaron con los francos, y derrotaron derrotando a los sajones de
Nordalbingia. Los sajones perdieron cuatro mil personas. Diez mil familias sajonas
fueron trasladadas a otros lugares del imperio. Las zonas al norte del Elba
(Wagria) fueron entregadas a los abroditas, mientras que Hadeln se incorporó
directamente. Sin embargo, los abroditas pronto fueron invadidos por los danos y
solo la intervención de Carlomagno los pudo rechazar al otro lado del Eider.

Lucha por Schleswig y Holstein


La región de Schleswig (Jutlandia meridional) estuvo al principio habitada por una
mezcla de tribus germanas del oeste (cimbros, anglos y jutos), más tarde también
por daneses germánicos septentrionales y frisones germánicos occidentales. Holstein
estaba poblado principalmente por sajones germánicos occidentales, aparte de los
wendos (coo los abroditas) y otros pueblos eslavos en el este. Los sajones se
sometieron a Carlomagno en 804, quien nombró un conde franco. Los límites del
Imperio llegaron en 810 hasta el Schlei en Schleswig.

El ejército danés unido defendió con éxito, frente a Carlomagno Danevirke, una
barrera defensiva fortificada que cruzaba el sur del territorio al oeste del
Schlei. En 811 se estableció en el Eider la frontera entre el Imperio franco y
Dinamarca. La fortaleza se debió a tres factores: la pesca, el buen suelo que
permitía pastos y cosechas y, en particular, los ingresos fiscales procedentes del
mercado en Haithabu, por donde pasaba todo el comercio entre el mar Báltico y
Europa occidental.

El Danevirke se construyó justo al sur de la carretera donde los barcos o las


mercancías tenían que ser cargadas durante aproximadamente 5 kilómetros entre el
Báltico y un pequeño río, el Rheider Au (en danés, Rejde Å) que conectaba con el
mar del Norte. Ahí, en el punto más estrecho de Jutlandia meridional, se estableció
Haithabu o Hedeby, protegida por la edificación Danevirke. Estaba en la ensenada
Schlei enfrente de lo que hoy es la ciudad de Schleswig. Alrededor del año 900 un
jefe tribal vikingo, Olav de Svealand, estableció un reino independiente. Sin
embargo, su hijo y sucesor, Gnupa, murió en batalla contra el rey danés y este
reino se desvaneció.

La frontera meridional cambió varias veces. En el siglo X, los emperadores alemanes


establecieron una marca de Schleswig (Limes Danarum) entre el Eider y el Schlei
como un puesto fronterizo del imperio contra los danos, estimulando la colonización
alemana. Una inscripción sobre una piedra en los muros de la ciudad de Rendsburg
(en danés: Rendsborg) ubicada en la frontera entre Schleswig y Holstein: Eidora
Terminus Imperii Romani ("El río Eider es la frontera del [Sacro] Imperio Romano").
Más tarde, los suecos incendiaron Haithabu. La situación se estabilizó durante el
reinado de Svend I de Dinamarca (986-1014), aunque se repetirían ataques a
Haithabu, que al final acabó destruida por el fuego en 1066.

Al sur de Schleswig, el Imperio se enfrentaba a los eslavos. Estos últimos,


conquistados y cristianizados, se rebelaron en 983, después de la muerte del
emperador Otón III, y durante un tiempo volvieron al paganismo y la independencia.
Los duques sajones, sin embargo, siguieron gobernando el centro de Holstein, y
cuando Lotario de Suplimburgo se convirtió en duque de Sajonia (1106), enfeudó a
Adolfo de Schauenburg con el condado de Holstein, como un subfeudo sajón,
convirtiéndose en Adolfo I, conde de Holstein con los duques sajones, más adelante
los de Baja Sajonia como señores feudales.

Siglo XII
El conde (jarl) Canuto Lavard, hijo de un rey danés y m. en 1131, se convirtió en
duque de Jutlandia o Jutlandia meridional. Su hijo ascendió al trono danés, de ahí
que la rama principal quedara con el reino, mientras que una rama cadete,
descendiente de Abel I de Dinamarca, recibió el sur de Jutlandia (Slesvig) como su
infantazgo. Durante el gobierno de la dinastía sobre Jutlandia meridional,
proporcionó ingresos a los príncipes reales. La rivalidad en la sucesión al trono y
en particular la tendencia a la autonomía llevó a enfrentamientos duraderos entre
los duques de Schleswig y los reyes de Dinamarca en el período 1253-1325.

En aquella época, el Sacro Imperio se expandió hacia el norte. Había nombrado a los
Schauenburg como condes de Holstein, bajo soberanía alemana, primero ubicados en
Nordalbingien, la parte sajona de la región, en lo que hoy es Holstein occidental.
Canuto Lavard también tuvo parte de Holstein, y así entró en conflicto con el conde
Adolfo I (Schauenburg) en la parte de Holstein que estaba dentro del Imperio, pues
ambos pretendían extender su influencia y pacificar a la tribu de los wagrios
(véase: wendos). El conde Adolfo II (1128-1164), hijo de Adolfo I, estableció
(1143) las fronteras que Holstein mantiene desde entonces. Fue cristianizado,
mataron a muchos de los wagrios y la tierra fue poblada por colonos procedentes de
Westfalia, Frisia y Holanda. Fundó la sede de Lübeck para mantener controlados a
los wagrios. En 1188, Federico I Barbarroja da a la ciudad de Lübeck el privilegio,
lo que la transforma en capital de la Liga Hanseática. Pronto las ciudades de
Hostein, como Lübeck y Hamburgo, se convertirían en serias competidoras comerciales
en el mar Báltico.

Siglo XIII
Adolfo III (m. 1225), sucesor de Adolfo II, recibió Dithmarschen como feudo de
Federico I, pero en 1203 la suerte de la guerra le obligó a rendir Holstein a
Valdemar II de Dinamarca. La cesión fue confirmada en una Bula de Oro de Federico
II en 1214 y el papa en 1217, provocando así a los nobles de Holstein.

En 1223, el rey Valdemar y su hijo mayor fueron secuestrados por el conde Enrique I
de Schwerin, y lo tuvo cautivo en el castillo de Dannenberg durante varios años. El
conde Enrique exigió que Valdemar lo conquistado en Holstein veinte años atrás y se
convirtiera en vasallo del emperador. Enviados daneses rechazaron estas condiciones
y Dinamarca declaró la guerra. Acabó con la derrota de las tropas bajo el mando de
Alberto de Orlamünde en Mölln (1225), y Valdemar se vio obligado a devolver sus
conquistas como precio de su propia liberación y prestar juramento de no buscar
venganza. Cuando fue liberado de su cautiverio (1226, apeló al papa Honorio III
para que revocase su juramento, petición que el papa le concedió. En 1226, Valdemar
atacó a los nobles de Holstein, y al principio tuvo éxito.

El 22 de julio de 1227 los dos ejércitos se enfrentaron en Bornhöved en Holstein en


la segunda Batalla de Bornhöved. Fue una victoria decisiva de Adolfo IV de
Holstein. Durante la batalla, las tropas de Dithmarschen abandonaron el ejército
danés y se unieron al de Adolfo. En la posterior paz, Valdemar II abandonó sus
conquistas en Holstein, que quedó así asegurada de forma permanente para la casa de
Schauenburg.

El rey Valdemar II, que había conservado la marca imperial al norte del Eider, hizo
de Schleswig un condado en 1232 para su hijo segundo, Abel. Holstein por su parte,
después de la muerte de Adolfo IV en 1261, fue dividido en condados, por sus hijos
primero y por sus nietos después (1290): así nacieron Holstein-Kiel (1261-1390),
Holstein-Pinneberg y Schaumburg (1290-1640) al sur del Elba, Holstein-Plön (1290-
1350), Holstein-Rendsburg (1290-1459), y a veces también Holstein-Itzehoe (1261-
1290) y Holstein-Segeberg (1273-1315), y de nuevo 1397-1403), recibiendo todos
ellos el nombre de las ciudades en las que residía el conde.

Siglo XIV
Las relaciones entre Schleswig y Holstein se estrecharon en el siglo XIV, a medida
en que fue poblándose el ducado de Schleswig. Los señores locales de Schleswig ya
se habían esforzado antes en mantener a Schleswig independiente del reino de
Dinamarca y fortalecer los lazos con Holstein, dentro del Sacro Imperio. La
rivalidad entre los duques abelianos de Schleswig y los reyes de Dinamarca a veces
llevaba a la guerra, y esto era caro. Dinamarca tenía que financiarse a través de
préstamos. Los duques de Schleswig se aliaron con los condes de Holstein, quienes
se convirtieron en los principales acreedores de la corona danesa, también, en el
reinado del muy incompetente Cristóbal II de Dinamarca.

Cuando murió Erico VI de Dinamarca en 1319, Cristóbal II intentó tomar el ducado de


Schleswig cuyo heredero, el duque Valdemar V (en 1325) era menor de edad; pero el
tutor de Valdemar, su tío Gerardo III, conde de Holstein-Rendsburg (1304-1340),
apodado el Grandem y un destacado guerrero, rechazó a los daneses. Habiendo
expulsado a Cristóbal, consiguió la elección del duque Valdemar como rey danés
(como III en 1326), mientras que el propio Gerardo consiguió para sí mismo el
ducado de Schleswig. La mayor parte de los nobles daneses consideraron a Valdemar
III como un usurpador, obligado por la nobleza de Schleswig-Holstein a firmar la
Constitutio Valdemaria (7 de junio de 1326) prometiendo que El ducado de Schleswig
y el reino de Dinamarca nunca deben unirse bajo el mismo gobernante. Por eso fue
entregado Schleswig al conde Gerardo, líder de una de las tres líneas de la
dinastía de Schauenburg. La constitución puede verse como precursora del tratado de
Ribe por establecer el principio similar de separación entre el ducado de Schleswig
y el reino de Dinamarca. De hecho, unía Schleswig y Holstein por vez primera,
aunque en unión personal.

En 1330, Cristóbal II fue restaurado en el trono, y Valdemar III de Dinamarca


abdicó, volviendo a su anterior posición como duque de Schleswig que tenía como
Valdemar V de Schleswig. Como compensación, a Gerardo se le entregó la isla de
Funen como un feudo. En 1331 estalló la guerra entre Gerardo y Cristóbal II, que
acabó en derrota danesa. Los términos de la paz fueron muy duros. El rey Cristóbal
quedaba solo con el control efectivo de la pequeña isla de Langeland y se
enfrentaba a la tarea imposible de reunir 100.000 marcos de plata para redimir su
país. Dinamarca había sido disuelta con efectividad y quedó sin rey entre 1332 y
1340. Gerardo, sin embargo, fue asesinado en 1340 por un danés.

En 1340, el rey Valdemar IV de Dinamarca emprendió su proyecto de más de veinte


años, de reclamar su reino. Tuvo éxito recuperando el control sobre Zelandia,
Funen, Jutlandia, y Escania, pero fracasó a la hora de controlar Schleswig, y su
línea ducal consiguió continuar con una independencia virtual. Se casó con la hija
de su rival, Eduvigis de Schleswig, la única hija de Erico II de Schleswig. En
1356, una subida en la marea inundó buena parte del territorio de Schleswig-
Holstein. En 1372, Valdemar Atterdag prestó atención a Schleswig y conquistó Gram
en 1372 y Flensburg en 1373.

El hijo de Valdemar V de Slesvig, Enrique, recibió el ducado en 1364, nominalmente,


aunque nunca logró recuperar más que las partes más al norte, pues no pudo reunir
los fondos necesarios para abonar los préstamos. Había hipotecado partes del sur de
Scleswig a varios nobles alemanes. Enrique, ya de cierta edad y sin hijos,
transfirió sus derechos a su compatriota y cuñado el rey Valdemar IV en 1373. Los
nobles étnicamente germanos, sin embargo, rechazaron permitir al rey devolver el
préstamo y redimieron la zona en cuestión. En 1374, Valdemar adquirió tierras en la
provincia y estaba a punto de empezar una campaña para conquistar el resto cuando
murió el 24 de octubre de 1374 y poco después falleció el duque Enrique I, en 1375.
Fue entonces cuando las líneas masculinas, tanto en el reino como en el ducado, se
extinguieron.

El verdadero tenedor de las tierras de Schleswig era el conde de Holstein-


Rendsburg, quien rápidamente se apropió de Schleswig, asumiendo al mismo tiempo el
título de "señores de Jutlandia". Los nobles rápidamente emprendieron la acción y
lograron recuperar más control del ducado, que ellas insistían en que era
independiente de la corona danesa.

Los herederos feudales de Enrique eran su prima carnal Margarita de Dinamarca,


reina de varios reinos escandinavos, y Alberto IV de Mecklemburgo, hijo de la
hermana mayor de Margarita, Ingeborg de Dinamarca. En 1386, la reina Margarita,
hija menor de Valdemar IV de Dinamarca y Eduvigis de Schleswig, otorgó Schleswig
como un feudo hereditario bajo la corona danesa al conde Gerardo VI de Holstein-
Rendsburg, nieto de Gerardo III, siempre que jurase lealtad a su hijo el rey Olaf,
aunque Schleswig de hecho aún lo tenía de forma independiente el conde de Holstein-
Rendsburg. Gerardo - después de la extinción de las líneas de Holstein-Plön (1350)
y Holstein-Kiel (1390) – finalmente obtuvo también Holstein-Segeberg en 1403,
gobernando de esta manera todo Holstein excepto Holstein-Pinneberg con los pequeños
territorios Schauenburg en Baja Sajonia. Con esta fusión de poder empieza la
historia de la unión entre Schleswig y Holstein.

Siglo XV
Gerardo VI murió en 1404, y poco después estalló la guerra entre sus hijos y Erico
de Pomerania, el sucesor de Margarita en el trono de Dinamarca. Erico reclamó el
sur de Jutlandia como una parte integral de la monarquía danesa. En 1409, el rey
Erico VII de Dinamarca (Erico de Pomerania) obligó a los nobles alemanes a
entregarle Flensburg. Estalló la guerra en 1410, y Erico conquistó Als y Ærø. En
1411, los nobles volvieron a tomar Flensburg, pero en 1412 ambos lados estuvieron
de acuerdo en que un conde de Mecklemburgo resolviera la disputa. Otorgó la ciudad
a Dinamarca, y Margarita I de Dinamarca tomó posesión de la ciudad. En Flensburg
enfermó de peste y murió poco después. La Liga Hanseática intentó una nueva
mediación en 1416. Ambos lados aceptaron y Dinamarca entregó la ciudad de Schleswig
como prenda, y los de Holstein la fortaleza de Tönning. La mediación no tuvo éxito.
En 1421, los de Holstein tuvieron éxito a la hora de recuperar Haderslev, Schleswig
y Tønder.

En 1422, el duque Enrique X de Silesia-Sagan, enviado del emperador, fue reconocido


como árbitro por ambas partes. Sin embargo, murió el 18 de enero de 1423 sin haber
llegado a ningún acuerdo. El emperador Segismundo deseaba resolver la cuestión, una
decisión a la que se oponían los nobles de Holstein. En 1424, el emperador
Segismundo decidió, basándose en el hecho de que las personas de Schleswig hablaban
danés, seguían costumbres danesas y se consideraban a sí mismos daneses, que el
territorio en justicia pertenecía al rey de Dinamarca. Enrique IV de Holstein-
Rendsburg protestó y se negó a acatar el veredicto.

En 1425 estalló de nuevo la guerra. En 1431, un grupo de burgueses proalemanes


abrieron las puertas de Flensburg y un ejército de nobles alemanes entraron. En
1432 se acordó la paz, y Erico reconoció las conquistas realizadas por los nobles
germanos. En 1439, el nuevo rey danés, Cristóbal III, compró la lealtad de Adolfo
VIII de Holstein-Rendsburg, hijo de Gerardo VI, otorgándole todo el ducado de
Slesvig como un feudo hereditario, pero bajo la corona danesa. A la muerte de
Cristóbal ocho años más tarde, la influencia de Adolfo, él mismo uno de los
herederos más próximos de las monarquías escandinavas, aseguró la elección de su
sobrino el conde Cristián VII de Oldemburgo como rey de Dinamarca, sobrino suyo
hijo de Eduvigis, su hermana.
Cuando Adolfo murió en 1459 sin descendencia, la dinastía Schauenburg en Holstein-
Rendsburg se extinguió. Los condes Schauenburg de Holstein-Pinneberg no
pretendieron suceder en Schleswig; su elección en Holstein-Rendsburg habría
separado Schleswig y Holstein-Rendsburg, una ruina económica para muchos nobles de
Holstein. Los nobles, sin embargo, no se ponían de acuerdo sobre qué curso seguir.

Fue así fácil para el rey danés Cristián I asegurarse la elección como duque de
Schleswig y conde de Holstein-Rendsburg. En 1460 reunió a la nobleza en Ribe, y el
2 de marzo se mostraron conformes en elegirlo como sucesor de Adolfo VIII, para
evitar la separación de las dos provincias. El 5 de marzo otorgó una carta de
coronación (o Freiheitsbrief), emitida primero en Ribe (Tratado de Ribe, en danés,
Ribe-brevet, en alemán, Vertrag von Ripen) y después en Kiel, que también repitió
que Schleswig y Holstein-Rendsburg debían permanecer unidos "dat se bliven ewich
tosamende ungedelt" (Bajo alemán medio o bajo sajón, esto es, que debían estar
juntos e indivisos para siempre. El ascenso de Cristián al condado de Holstein-
Rendsburg fue la primera sucesión en Holstein por vía femenina (Eduvigis, su madre
y hermana de Adolfo).

Otra cláusula del tratado otorgaba a la nobleza el derecho a revelarse en caso de


que el rey rompiera el acuerdo (un rasgo habitual en las cartas de coronación
medievales). En relación a Holstein-Rendsburg, como formaba parte del Sacro
Imperio, se unió de manera personal, pero no podía anexionar el condado a Dinamarca
en una unión real.

En relación a Schleswig el arreglo sonaba extraño, ya que Schleswig era feudo de la


corona danesa, de manera que el rey danés era vasallo de sí mismo. Sin embargo, los
nobles vieron el acuerdo como una garantía contra una dominación danesa excesiva y
como una garantía contra una partición de Holstein entre nobles daneses. La
consecuencia más importante de este acuerdo fue la exclusión de Schleswig en
posteriores leyes danesas, aunque el código de Jutlandia danés medieval (Jyske Lov
en danés) se mantuvo como el código legal del ducado de Schleswig.

Finalmente, en 1472 el emperador Federico III confirmó el señorío de Cristián I


sobre Dithmarschen (mera pretensión, solo se conquistó en 1559). Federico III elevó
a Cristián como conde de Dithmarschen, Holstein-Rendsburg, y Stormarn a duque de
Holstein, así alzando Holstein-Rendsburg, que era un subfeudo de Baja Sajonia a
inmediación imperial. En Holstein-Pinneberg, sin embargo, el emperador permaneció
solo como señor indirecto con el duque Juan V de Baja Sajonia siendo su señor
feudal inmediato. En el siglo siguiente, Schleswig y Holstein fueron numerosas
veces divididos entre herederos. En lugar de incorporr el sur de Jutlandia a
Dinamarca, prefirió aprovecharse del sentimiento de los estados en Schleswig y
Holstein en favor de una unión para asegurar ambas provincias.

Edad Moderna
Siglos XVI y XVII
La gradual introducción de administradores alemanes en el ducado de Schleswig llevó
consigo la progresiva germanificación de Schleswig meridional, aunque no fue plena
hasta el siglo XVIII. Esta germanificación del sur de Schleswig se intensificó
después de la reforma protestante, promovida por el duque Cristián III después de
su ascenso en 1523 como duque co-gobernante con su padre el rey Federico I. Después
de que Cristián sucediera a su padre como rey de Dinamarca y Noruega en 1534 y
1537, respectivamente, impuso el luteranismo en todo su reino en 1537 (véase
Reforma en Dinamarca-Noruega y Holstein). El ducado de Holstein adoptó su primera
orden de iglesia luterana en 1542 (escrita por Johannes Bugenhagen). Los condados
de Holstein-Pinneberg y Schaumburg siguieron siendo católicos hasta 1559.

Con el luteranismo se introdujo la liturgia en alto alemán en las iglesias de


Holstein y la mitad sur de Schleswig (aunque la lengua vernácula de más de la mitad
de esta región era el danés). Mientras en la costa occidental prevaleció el frisio
del norte, alrededor de la otra mitad del sur de Schleswig usaba bajo sajón, que se
había desarrollado a partir del bajo alemán medio, como su lengua materna,
prevaleciendo también en Holstein. El alto alemán empezaba a sustituit al danés,
bajo sajón y frisio en la zona.

Después de que Cristián III consolidara su poder en Dinamarca y Noruega, acordó con
sus medio hermanos compartir el gobierno de los ducados en 1544. Cristián III, Juan
II el Viejo y Adolfo partieron los ducados de Holstein (un feudo del Sacro Imperio)
y de Schleswig (un feudo danés) de manera inusual, después de negociaciones entre
los hermanos y los estados del reino de los ducados, que se oponían a una partición
real, sobre la base de su indivisibilidad según el tratado de Ribe. Decidieron que
su hermano menor Federico siguiera una carrera como administrador luterano de un
estado eclesiástico dentro del Sacro Imperio.2

Mapa de los ducados y estados vecinos alrededor de 1650: en color diferente, los
estados de cada línea.
De manera que los ingresos de los ducados, que derivaban de los derechos de señorío
en las diversas ciudades y territorios de Schleswig y Holstein, se dividieron en
tres partes iguales asignando los rendimientos de áreas en particular y
determinadas tierras, quedando éstas en sí indivisas, a cada uno de los hermanos
mayores, mientras que otros ingresos de carácter general, como impuestos de
ciudades y aduanas, se recaudaban juntos pero luego se compartían entre los
hermanos mayores. La norma secular de ducados divididos fiscalmente se convirtió
así en un condominio de las partes. Como duques de Holstein y Schleswig los tres
gobernantes llevaban el título formal de "Duque de Schleswig, Holstein,
Dithmarschen y Stormarn", aunque lo de la república campesina independiente de
Dithmarschen era solo una mera pretensión. La Casa de Schauenburg (Schaumburg)
continuó su gobierno en los condados de Holstein-Pinneberg y Schaumburg.

Adolfo, el tercer hijo de Federico I el segundo más joven medio hermano del rey
Cristián III, fundó la rama dinástica llamada Casa de Holstein-Gottorp, que es una
rama cadete de la entonces casa real danesa de Oldemburgo. El nombre dinástico
Holstein-Gottorp surge así como una denominación conveniente de lo que,
técnicamente, sería más correcto: Duque de Schleswig y Holstein en Gottorp, el
palacio residencial. Juan II el Viejo, Duque de Schleswig y Holstein en Haderslev,
no tuvo descendencia, de manera que por su lado no surgió ninguna rama. Los
monarcas daneses y los duques de Schleswig y Holstein en Gottorp y Haderslev
gobernaron ambos ducados juntos como un gobierno general, sin embargo, recogían sus
ingresos en estados separados. En 1559 a través del Feudo Final conquistaron y
sometieron a la república campesina de Dithmarschen, dividiéndola en tres partes.

Con un acuerdo similar al anterior, el hijo menor de Cristián III, Juan el Joven
obtuvo para él y sus herederos una parte en los ingresos de Holstein y Schleswig en
1564, con sede en Sønderborg, comprendiendo un tercio del ingreso real, es decir,
una novena parte de Holstein y Schleswig en lo que al aspecto fiscal se refiere.
Juan el Joven y sus herederos, la Casa de Schleswig-Holstein-Sonderburg (en danés:
Slesvig-Holsten-Sønderborg), sin embargo, no compartieron el gobierno mancomunado,
no eran co-gobernantes sino solo Abgeteilte Herren. Los nietos de Juan el Joven de
nuevo partieron su infantazgo, Ernesto Gunter (1609-1689), fundó la línea de
Schleswig-Holstein-Sonderburg-Augustenburg (en danés: Slesvig-Holsten-
Augustenborg), y Augusto Felipe (1612-1675) la de Schleswig-Holstein-Sonderburg-
Beck (conocida desde 1825 como Holstein-Sonderburg-Glücksburg). Sin embargo, no
tenían parte en el gobierno y siempre estaban mediatizados bajo el rey como duque
de Schleswig y Holstein, y no eran príncipes inmediatos al emperador como señor de
Holstein, donde tenían propiedades alrededor de Plön.

La parte de Juan II el Viejo, que murió en 1580, fue dividido por la mitad entre
Adolfo y Federico II, incrementando así la parte real por un sexto fiscal de
Holstein y Schleswig.3 Como efecto de la complicada división fiscal de ambos
ducados separados, Holstein y Schleswig, con participaciones de cada parte
dispersas en ambos ducados, se produjo que ambos tuvieron un mismo gobierno
mancomunado, lo que superaba en parte su diferente afiliación legal como feudos
imperial y danés. En 1640 los príncipes de Schauenburg se extinguieron en la línea
masculina y el condado de Holstein-Pinneberg se fusionó con la parte real del
ducado de Holstein. Ninguno de los herederos agnáticos de Schauenburg ni el señor
de Holstein-Pinneberg, el duque Augusto de Baja Sajonia pudieron evitarlo.

En 1634, una nueva marea sumergió cerca de la cuarta parte del territorio y dio
origen a varias islas en la costa occidental. Durante la Guerra de los Treinta
Años, las relaciones entre el duque y el rey empeoraron. Finalmente, en 1658,
después de que los daneses hubieran invadido el Bremen-Verden sueco, el duque
cooperó con los suecos en su contraataque, que casi erradicó el reino danés. Los
tratados de paz (Tratado de Taastrup y Tratado de Roskilde) estipularon que el
duque de Holstein-Gottorp ya no era vasallo de la corona danesa en Schleswig.
Federico III, duque desde 1616 hasta 1659, estableció el principio de primogenitura
para su línea, y la plena soberanía de sus dominios de Schleswig le fueron
asegurador por su yerno Carlos X de Suecia por la convención de Copenhague (12 de
mayo de 1658) y para su hijo Cristián Alberto (m. 1695) por el tratado de Oliva,
aunque no fue hasta varios años de guerra después que Dinamarca admitió la
pretensión por la convención de Altona (30 de junio de 1689).

El hijo de Cristián Alberto, Federico IV (m. 1702) fue atacado de nuevo por
Dinamarca, pero tenía un poderoso defensor en el rey Carlos XII de Suecia, quien
aseguró sus derechos por el tratado de Travendal en 1700. Federico IV fue muerto en
la batalla de Kliszów en 1702, y su hermano Cristián Augusto actuó como regente
para su hijo Carlos Federico hasta 1718. En 1713 el regente rompió la estipulada
neutralidad del ducado en favor de Suecia y Federico IV de Dinamarca aprovechó la
excusa para expulsar al duque por la fuerza de las armas. Holstein le fue devuelto
por la paz de Frederiksborg en 1720, pero al año siguiente el rey Federico IV fue
reconocido como único soberano de Schleswig por los estados y por los duques de las
líneas de Augustenburg y Glücksburg.

Siglo XVIII
Como Suecia en el Sitio de Tönning de 1713 había perdido su influencia en Holstein-
Gottorp, Dinamarca pudo de nuevo someter todo Schleswig al reino danés; los
Holstein-Gottorp perdieron sus tierras en Schleswig, pero siguieron como duques
independientes en su porción de Holstein. Este estatus fue consolidado en el
tratado de Frederiksborg en 1720, por el que las anteriores regiones reales y
ducales de Schleswig se unieron bajo el rey, mientras que el duque siguió siéndolo
de Holstein-Gottorp bajo el emperador alemán. El frustrado duque buscó el apoyo
para recuperar Schleswig en Rusia y se casó en la familia imperial rusa en 1725. La
emperatriz Isabel murió sin hijos en 1762, y nombró sucesor a su sobrino, el duque
Carlos Pedro Ulrico de Holstein-Gottorp. Cuando ascendió al trono como zar Pedro
III de Rusia, Holstein-Gottorp pasó a ser gobernado en unión personal por el
emperador de Rusia, creando un conflicto de pretensiones territoriales entre Rusia
y Dinamarca.4

Pedro III amenazó con la guerra a Dinamarca por la recuperación de sus tierras
ancestrales, pero antes de que pudiera empezar ninguna guerra, fue derrocado por su
esposa, que asumió el control de Rusia como zarina Catalina II.5 La emperatriz
Catalina cambió la posición rusa, retirando el ultimátum de su esposo e incluso
aliándose con Dinamarca en 1765. En 1767 Catalina abandonó las pretensiones de
Rusia sobre Schleswig-Holstein, en nombre de su hijo (luego Pablo I de Rusia),
quien confirmó esta acción al llegar a la mayoría de edad en 1773 con el tratado de
Tsarskoye Seló. Oldemburgo y Delmenhorst, rendidas por el rey danés en
compensación, fueron entregadas a Federico Augusto, obispo de Lübeck, el segundo
hijo de Cristián Augusto, quien así fundó la línea más joven de la casa de Gottorp.
Schleswig y Holstein quedaron así, otra vez, unidos bajo el rey danés (Cristián
VII), quien ahora recibía todo Holstein, pero formalmente bajo el Imperio.

Siglo XIX
Con la abolición del Sacro Imperio Romano Germánico en 1806, Holstein fue
incorporado a Dinamarca en la práctica, ya que no de manera formal. Bajo la
administración del primer ministro danés el conde Bernstorff, él mismo procedente
de Schleswig, se acometieron muchas reformas en los ducados, por ejemplo, la
abolición de la tortura y la servidumbre; en la misma época se introdujeron la
legislación y la moneda danesas, y el danés fue convertido en ifioma oficial para
la comunicación con Copenhague. Esto sin embargo no produjo excesivo resentimiento
dado que la propia corte danesa era en aquella época, en gran medida, alemana,
tanto en idioma como en sentimiento.

El acuerdo de 1806 fue revocado, y mientras Schleswig siguió como antes, los
ducados de Holstein y Lauemburgo, el último adquirido en unión personal por
intercambio territorial después del Congreso de Viena, fueron incluidos en la nueva
Confederación Germánica. El ducado de Schleswig era legalmente un feudo danés y no
parte del Sacro Imperio o, después de 1815, de la Confederación Germánica (en
alemán: Deutscher Bund, en danés: Tysk Forbund), pero el ducado de Holstein era un
feudo del Sacro Imperio, y un estado tanto del Imperio como más tarde de la
Confederación Germánica de 1815-1866. Era una de las rarezas tanto del Sacro
Imperio como de la Confederación Germánica que jefes de estado extranjeros pudieran
ser -y de hecho lo eran a menudo- también miembros de los órganos constitucionales
del Imperio y de la Confederación si tenían un territorio que era parte del Imperio
o de la Confederación. Así, el rey de Dinamarca tenía un asiento en los órganos de
la Confederación Germánica porque era también duque de Holstein y duque de
Lauemburgo.

El asunto de Schleswig-Holstein
Artículo principal: Asunto de Schleswig-Holstein
La cuestión o asunto de Schleswig-Holstein es el nombre dado para el complejo
asunto diplomático y de otro tipo suscitado en el siglo xix por la relación entre
los dos ducados, Schleswig y Holstein, con la corona danesa por un lado y la
Confederación Germánica por el otro. La cuestión era inevitable.

En 1806-1815 el gobierno de Dinamarca había reclamado Schleswig y Holstein como


partes de la monarquía de Dinamarca, lo que no era popular entre la población
alemana de Schleswig-Holstein, quienes habían sido tradicionalmente la mayoría en
Holstein y habían aumentado poco a poco también su dominio en Schleswig. Los
alemanes de Holstein, influidos por el nuevo entusiasmo nacional provocado por la
guerra de liberación, se resentían más que nunca de los intentos del gobierno de
Copenhague de tratarlos como parte de la monarquía danesa y, animados por la
simpatía de los alemanes en Schleswig, pronto intentaron reafirmarse, en interés
del germanismo, en el antiguo principio de la unidad de los ducados, para unirse
ambos con una nueva Alemania (véase Unificación alemana), que resultaba estar
liderada por Prusia. La atmósfera política, sin embargo, había cambiado en
Copenhague también; y sus demandas se encontraron a los daneses con un temperamento
nacionalista tan intratable como el suyo propio. Los asuntos estaban a punto para
una crisis, que el fracaso de tener herederos masculinos en común para el reino y
los ducados no hizo más que precipitar. Este movimiento nacionalista reclamaba la
completa reintegración de Schleswig en el reino de Dinamarca y exigió un fin a la
discriminación contra los daneses en Schleswig.

La controversia giraba en torno a la antigua norma de que no se separaran los dos


ducados, y las consecuencias a deducir de ese principio. Los Liberales nacionales
daneses reclamaban Schleswig como una parte integral del reino danés; los alemanes
pretendían, además de Holstein, que era estado miembro de la Confederación
Germánica, también Schleswig. La historia de las relaciones de Schleswig y Holstein
tuvo así gran importancia política práctica.

El que el rey Federico VII de Dinamarca careciera de hijos obraba en favor del
movimiento de unificación alemana, lo mismo que el antiguo tratado de Ribe, que
estipulaba que los dos ducados no debían separarse nunca. Un contramovimiento
desarrollado entre la población danesa de Schleswig septentrional y (desde 1838) en
Dinamarca, donde los liberales insistían en que Schleswig era un feudo y había
pertenecido a Dinamarca durante siglos y que el río Eider, la histórica frontera
entre Schleswig y Holstein, debía marcar la frontera entre Dinamarca y la
Confederación Germánica o -eventualmente- una nueva Alemania unida. Los
nacionalistas danesas aspiraban así a incorporar Schleswig a Dinamarca, separándola
en el proceso de Holstein. El movimiento para la unidad alemana de la misma manera
buscaba confirmar la asociación de Schleswig con Holstein, en el proceso separando
Schleswig de Dinamarca y llevándola a la Confederación Germánica.

La sucesión danesa
Cuando Cristián VIII sucedió a su primo carnal Federico VI en 1839 la línea
masculina mayor de la casa de Oldemburgo estaba obviamente a punto de extinguirse.
El único hijo y heredero del rey no tenía hijos. Desde 1834 se había debatido el
tema de la sucesión en asamblea. Para la opinión pública alemana la cuestión estaba
suficientemente clara. La corona de Dinamarca podía ser heredada por vía femenina
(véase Luisa de Hesse-Kassel); en el ducado de Holstein nunca se había derogado la
ley sálica y, en caso de que no hubiera herederos masculinos de Cristián VII, la
sucesión pasaría a los Augustemburgo — aunque esto es discutible pues la propia
dinastía había recibido Holstein por ser Cristián I hijo de la hermana del último
Schauenburg, Adolfo VIII.

La opinión danesa, por su parte, reclamaba que el rey se pronunciara respecto a la


indivisibilidad de la monarquía y su transmisión intacta a un solo heredero.
Cristián VIII llegó a emitir en 1846 letras patentes declarando que la ley real en
el asunto de la sucesión estaba en pleno vigor en lo que a Schleswig se refería, de
acuerdo con las cartas patentes de 22 de agosto de 1721, el juramento de fidelidad
de 3 de septiembre de 1721, las garantías dadas por Francia y Gran Bretaña en el
mismo año y los tratados de 1767 y 1773 con Rusia. En lo que se refería a Holstein,
afirmaba que ciertas circunstancias le impedían dar, en relación a algunas partes
del ducado, una decisión tan clara como en el caso de Schleswig. El principio de
independencia de Schleswig y de su unión con Holstein se confirmaron expresamente.
Los estados de Holstein apelaron contra esto ante la Asamblea Federal pero no
recibieron atención.

En 1848, el rey Federico VII de Dinamarca declaró que él daría a Dinamarca una
constitución liberal y el inmediato objetivo del movimiento nacional danés era
asegurar que esta constitución no solo diera derechos a todos los daneses, esto es,
no solo en el reino de Dinamarca, pero también a los daneses (y alemanes) que
vivían en Schleswig. Más aún, exigían protección para el idioma danés en Schleswig
(el idioma dominante en casi un cuarto de Schleswig había cambiado del danés al
alemán desde el comienzo del siglo XIX).

Una constitución liberal para Holstein no se consideraba seriamente en Copenhague,


puesto que era bien conocido que la élite política de Holstein era más conservadora
que la de Copenhague. Los estados de los ducados replicaron exigiendo la
incorporación de Schleswig-Holstein, como un único estado constitucional, a la
Confederación Germánica. Estas demandas fueron rechazadas por el gobierno danés en
1848, y los alemanes de Holstein y del sur de Schleswig se rebelaron.

Primera Guerra de Schleswig


Artículo principal: Primera Guerra de Schleswig
En marzo de 1848, en el marco de las revoluciones de ese año, se produce una
insurrección de las asambleas estamentales germanófilas en los ducados en apoyo a
la independencia de Dinamarca y de una relación estrecha con la Confederación
Germánica. Los rebeldes establecieron un gobierno provisional en Kiel; y el duque
de Augustemburgo se había apresurado a acudir a Berlín para asegurar la ayuda de
Prusia para afirmar sus derechos. El nuevo gobierno provisional exigía el respeto
de los dos idiomas principales, despreocupándose del frisio, en Schleswig y nombró
dos superintendentes generales luteranos uno para cada una de las parroquias de
danés y de alemán (Johannes Andreas Rehhoff y Nicolaus Johann Ernst Nielsen,
respectivamente).

El 12 de abril la asamblea federal reconoció al gobierno provisional de Schleswig y


encargó a Prusia que ejecutara sus decretos, el general Wrangel recibió la orden de
ocupar Schleswig también. El gobierno prusiano vio un momento adecuado para asumir
una causa popular y así restaurar su dañado prestigio. Tropas prusianas marcharon a
Holstein y expulsaron a las tropas danesas de Schleswig y Holstein.

Las potencias europeas estaban en contra de que se desmembrase Dinamarca, incluso


Austria, como Holstein un estado miembro de la Confederación Germánica, rechazaba
ayudar a reforzar el punto de vista alemán. Tropas suecas acudieron a ayudar a los
daneses; Nicolás I de Rusia, como jefe de la línea Gottorp mayor, advirtió a
Federico Guillermo IV de los riesgos de un enfrentamiento; Gran Bretaña, aunque los
daneses rechazaron su mediación, amenazó con enviar su tropa para preservar el
statu quo. Federico Guillermo entonces ordenó a Wrangel que retirara sus tropas de
los ducados; pero el general rechazó la orden, diciendo que no estaba a las órdenes
del rey de Prusia sino del regente de la Confederación Germánica, el archiduque
Juan de Habsburgo-Lorena, y propuso que, al menos, cualquier tratado que se
concluyese se presentara para su ratificación ante el Parlamento de Fráncfort. Los
daneses se opusieron a esto; y se rompieron las negociaciones. Prusia se enfrentaba
ahora por un lado con el movimiento de unificación alemana urgiéndole a que entrara
en acción, y por el otro lado con las potencias europeas que amenazaban para el
caso de que Prusia continuara en la misma línea de acción.

El 26 de agosto de 1848 Federico Guillermo escogió lo menos malo, y Prusia firmó en


Malmö una convención que prácticamente cedía en todo ante Dinamarca. Los estados de
Holstein apelaron al parlamento de Fráncfort, que asumió su caso con ardor; pero
pronto quedó claro que el gobierno provisional en Fráncfort de la Alemania aún sin
unificar no tenía medios para ejecutar su acuerdo, así que al final se ratificó la
convención. Solo era una tregua temporal. Los asuntos principales se dejaron si
resolver y siguieron debatiéndose. En una conferencia celebrada en Londres en
octubre, Dinamarca propuso un arreglo sobre la base de una separación de Schleswig
de Holstein, que iba a ser miembro de una Alemania unificada, Schleswig tendría una
constitución separada dentro de la corona danesa. Gran Bretaña y Rusia apoyaron
esta propuesta.

El 27 de enero de 1849 aceptaron la propuesta Prusia y la Confederación Germánica.


Pero las negociaciones se rompieron porque Dinamarca rechazó abandonar el principio
de la unión indisoluble con la corona danesa. La tregua acabó el 23 de febrero y el
4 de abril se reanudó la guerra. La Confederación Germánica encargó a Prusia como
principios innegociables que eran estados independientes, que su unión era
indisoluble y que se heredaban solo por la línea masculina. En este punto el zar
intervino en favor de la paz; y Prusia, consciente de su fuerza restaurada y
temiendo el carácter intratable del gobierno provisional de Fráncfurt, decidió
asumir por sí misma el curso de acción a seguir.

El 10 de julio de 1849 se firmó otra tregua. Schleswig, hasta la paz, sería


administrada por separado, bajo una comisión mixta, Holstein sería gobernada por un
viceregente de la Confederación Germánica – un arreglo que ofendía tanto a los
alemanes como a los daneses, que insistieron en sucesión solo por vía masculina
(Alemania) o también femenina (Dinamarca).
En 1849 se adoptó una constitución democrática en Dinamarca, que complicó las cosas
pues se aplicaba a todos los daneses, incluidos los de Schleswig. Las
constituciones de Holstein y Schleswig estaban dominadas por el sistema estamental,
dando más poder a los más ricos, de manera que tanto Schleswig como Holstein
estaban dominados políticamente por una clase terrateniente predominantemente
alemana. Coexistían así dos tipos de gobierno en el mismo estado: democracia en
Dinamarca, y un sistema estamental pre-moderno en Schleswig y Holstein. Las tres
unidades eran gobernadas por un solo gabinete, formado por ministros liberales de
Dinamarca que urgían reformas económicas y sociales, y ministros conservadores de
la nobleza de Holstein que se oponían a las reformas políticas. Los daneses que se
oponían a este estado llamado "unitario" (Helstaten) temían que la presencia de
Holstein en el gobierno mientras era miembro de la Confederación Germánica,
incrementara la interferencia alemana en Schleswig, incluso en asuntos puramente
daneses.

En Copenhague el Palacio y la administración preferían que se mantuviera el statu


quo, lo que apoyaban las potencias extranjeras como Gran Bretaña, Francia o Rusia,
que no aceptarían una Dinamarca debilitada en favor de los estados alemanes, ni que
Prusia adquiriera Holstein con la importante bahía naval de Kiel o que controlara
la entrada al Báltico.

La guerra entre Dinamarca por un lado y los dos ducados y Prusia por otro duró tres
años (1848-1850) y solo terminó cuando las grandes potencias presionaron a Prusia,
que en abril de 1850, aceptó una paz manteniendo el statu quo ante bellum y que se
pospusieran todas las cuestiones relativas a los derechos mutuos. Para Lord
Palmerston la base carecía de significado, el acuerdo propuesto no arreglaba nada.
El emperador Nicolás, abiertamente disgustado con Federico Guillermo, intervino de
nuevo. Para él, el duque de Augustemburgo era un rebelde; Rusia había garantizado
Schleswig a la corona danesa por los tratados de 1767 y 1773; y en lo que se
refería a Holstein, si el rey de Dinamarca no era capaz de tratar con los rebeldes
allí, él mismo intervendría como lo había hecho en Hungría. La amenaza fue
reforzada por la situación europea. Austria y Prusia estaban al borde de la guerra,
y la sola esperanza de impedir que Rusia se lanzara contra Austria, les obligaba a
que se arreglara la cuestión en el sentido deseado por Rusia. La única alternativa,
una alianza con el sobrino del demonio, Luis Napoleón, que ya soñaba con adquirir
la frontera del Rin para Francia a cambio de su ayuda para que Alemania
estableciera un poder marítimo de Alemania mediante la cesión de los ducados, era
algo que horrorizaba a Federico Guillermo.

Después de la primera guerra de Schleswig


Se firmó un tratado de paz entre Prusia y Dinamarca el 2 de julio de 1850. Ambas
partes se reservaban todos los derechos antecedentes. Dinamarca se vio satisfecha,
puesto que el trataba apoderaba al rey para restaurar su autoridad en Holstein como
duque con o sin el consentimiento de la Confederación Germánica.6

Las tropas danesas marcharon para reprimir a los ducados recalcitrantes; mientras
la lucha continuaba, el 2 de agosto de 1850 Gran Bretaña, Francia, Rusia y Noruega-
Suecia firmaron un protocolo, al que se adhirió posteriormente Austria, aprobando
el principio de restaurar la integridad de la monarquía danesa. El gobierno
provisional de Schleswig fue depuesto, así como los superintendentes generales
luteranos, que incluso se vieron exiliados de las monarquías regidas por los
Oldemburgo en 1850. Su puesto permaneció vacante con el superintendente Christoph
Carl Julius Asschenfeldt oficiando per pro.

El gobierno de Copenhague presentó un proyecto el 6 de diciembre de 1851 para la


futura organización de la monarquía sobre la base de la igualdad de los estados
constituyentes, con un ministerio común; el 28 de enero de 1852 una carta real
anunció la institución de un estado unitario que, al tiempo que mantenía la
constitución fundamental de Dinamarca, incrementase los poderes parlamentarios de
los estados de los dos ducados. Esto lo aprobaron Prusia y Austria, y la Asamblea
Federal Alemana en tanto afectaba a Holstein y Lauemburgo. Lo siguiente a tratar
era la cuestión de la sucesión y el mayor obstáculo era la sucesión de
Augustemburgo. El 31 de marzo de 1852 el duque de Augustemburgo abandonó su
pretensión a cambio de dinero.

Otro factor que amenazaba los intereses daneses era no solo el creciente poder de
la cultura alemana, sino los propios conflictos entre estados alemanes en el sur,
esto es, entre Prusia y Austria, que acabarían afectando a Schleswig y Holstein,
que pasarían a ser sujeto de una disputa territorial implicando encuentros
militares entre tres estados, Dinamarca, Prusia y Austria.

El gobierno danés estaba cada vez más preocupado puesto que Federico VII no dejaría
ningún hijo a su muerte. Tras la renuncia del zar de Rusia y otros a sus eventuales
derechos, Carlota, landgravina de Hesse, hermana de Cristián VIII, y su hijo el
príncipe Federico transfirieron sus derechos a la hermana del último, Luisa, que a
su vez se los transfirió a su esposo el príncipe Cristián de Glücksburg. Este
acuerdo fue sancionado internacionalmente el 8 de mayo de 1852 por el protocolo
firmado en Londres por las cinco grandes potencias y Noruega y Suecia. El 31 de
julio de 1853, Federico VII dio su consentimiento a una ley que establecía que la
corona pasaría al príncipe Cristián, y sus herederos varones.

Bajo los términos del Protocolo de Londres (1852), la Confederación Germánica


devolvía los ducados de Schleswig y Holstein a Dinamarca. Consagraba el principio
de integridad de Dinamarca. Estipulaba que los derechos de la Confederación
Germánica en Holstein y Lauemburgo debían permanecer intocados. El gobierno danés a
su vez asumía no unir a Schleswig más estrechamente a Dinamarca que al ducado de
Holstein. Era, de hecho, un compromiso, y dejaba sin decidir las cuestiones
fundamentales. La Asamblea Federal Alemana no estuvo representada en Londres, y los
términos del protocolo se consideraron en los estados alemanes como una
humillación. En cuanto a los daneses, estaban lejos de sentirse satisfechos con el
acuerdo, que aprobaron solo en la medida en que les daba una base para una
persecución más vigorosa de sus objetivos unionistas.

El 15 de febrero y el 11 de junio de 1854 Federico VII, después de consultar a los


estados, promulgó constituciones especiales para Schleswig y Holstein
respectivamente, bajo las cuales las asambleas provinciales recibirían ciertos
poderes muy limitados.7

En 1854 las iglesias luteranas de Schleswig y Holstein, se convirtieron en diócesis


llamadas Stift Schleswig (danés: Slesvig Stift) y Stift Holstein (danés: Holsten
Stift), cada una presidida por un obispo luterano. Ulrich Sechmann Boesen se
convirtió en Obispo de Schleswig (en 1854), y Wilhelm Heinrich Koopmann de Holstein
(offic. 1855-1871).

Se aprobó una nueva constitución danesa, que fue rechazada por Prusia y Austria a
la vista de que los ducados no habían sido consultados, y la Asamblea Federal de la
Confederación Germánica la rechazó en lo que atañía a Holstein y Lauemburgo. A
principios de los años 1860, el "asunto de Schleswig-Holstein fue de nuevo el
centro de un debate internacional, pero con la diferencia de que el apoyo a los
daneses estaba declinando. La guerra de Crimea había disminuido el poder de Rusia y
Francia estaba preparada para renunciar a su apoyo a los intereses daneses en los
ducados a cambio de compensaciones en otros sitios. La reina Victoria y su consorte
el príncipe Alberto simpatizaban con la posición alemana, pero estaba templada por
los ministros británicos que veían el crecimiento del poderío naval de Prusia en el
mar Báltico como un peligro para la supremacía naval británica y en consecuencia la
Gran Bretaña estaba del lado de los daneses.
A ello hay que añadir los gravosos impuestos que cobraban los daneses para cruzar
sus destrechos para pasar del Báltico al mar del Norte. Para evitar ese gasto,
Prusia planeó el canal de Kiel, pero no podía construirlo en tanto Dinamarca
controlara Holstein.

El movimiento secesionista continuó durante las décadas de 1850 y 1860. Quienes


proponían la unificación alemana expresaban su deseo de incluir Holstein y
Schleswig en una eventual 'Gran Alemania'. Holstein era completamente alemana,
mientras que la situación en Schleswig era compleja: lingüísticamente era una
mezcla de alemán, danés y frisio del norte. La población era étnicamente danesa en
su mayoría, pero habían pasado al idioma alemán desde el siglo XVII. La cultura
alemana dominaba en lo eclesiástico y en la nobleza, mientras que el danés tenía un
estatus social inferior.

En el año 1853 los daneses renovaron su reclamación de Schleswig como parte


integral de su territorio. Fue contestado por la Asamblea Federal (instruida por
Bismarck) que amenazó con una intervención federal alemana. Federico VII proclamó
que abolía la constitución danesa en lo que afectaba a Holstein y Lauemburgo. Esto
violaba el principio de la indisoluble unión de los ducados, pero la Asamblea
Federal, totalmente ocupada con asuntos internos, decidió no emprender más acciones
hasta que el parlamento danés hiciera otro esfuerzo de aprobar una ley o
presupuesto que afectara a todo sel reino sin consultar a los estados de los
ducados.

Esto ocurrió en julio de 1860. En la primavera de 1861, los estados se enfrentaron


otra vez con el gobierno danés. Por consejo británico, el gobierno danés decidió
ignorarlos y tratar directamente con Prusia y Austria. Estas exigieron que se
restaurase la unión de los dos ducados, una cuestión que estaba más allá de la
competencia de la Confederación. Dinamarca rechazó el derecho de cualquier potencia
extranjera a interferir en sus relaciones con Schleswig; a lo que Austria, deseosa
de conciliarse con los príncipes alemanes menores, respondió con una vigorosa
protesta contra la infracción danesa de lo acordado en 1852.

Intervino entonces Lord John Russell, en nombre de Gran Bretaña, con una propuesta
de arreglar toda la cuestión sobre la base de la independencia de los ducados bajo
la corona danesa, con un presupuesto decenal para gastos comunes acordada por las
cuatro asambleas, y un consejo de estado supremo formado por proporción relativa de
daneses y alemanes. Rusia y las grandes potencias alemanas lo aceptaron, y
Dinamarca se encontró aislada. La situación internacional, sin embargo, favorecía
una actitud decidida, y es lo que hizo Dinamarca. Para Dinamarca, retener Schleswig
como parte integral de la monarquía era asunto de vida o muerte; la Confederación
Germánica había hecho de los términos del protocolo de 1852, definiendo las
relaciones íntimas entre los ducados, la excusa para una inaceptable interferencia
en los asuntos internos de Dinamarca.

El 30 de marzo de 1863, como resultado de todo esto, se publicó una proclama real
en Copenhague rechazando los acuerdos de 1852, y, definiendo la distinta posición
de Holstein en la monarquía danesa, negando de una vez por todas, las pretensiones
alemanas sobre Schleswig.

En este punto, había cuatro orientaciones posibles. La primera, un movimiento


alemán en los dos ducados soñaban con un Schleswig-Holstein independiente bajo una
constitución liberal. Uwe Jens Lorsen propuso en 1830 una unión personal con
Dinamarca. Luego, cuando apareció el problema sucesorio, el movimiento Schleswig-
Holstein propuso un estado independiente gobernado por la casa de Augustemburgo.

Uwe Jens Lornsen (1793-1838)


En Dinamarca, los nacionalistas deseaban una "Dinamarca hasta el río Eider",
reincorporando Schleswig a Dinamarca y poniendo fin al dominio alemán sobre la
política de la región. Esto significaría la total exclusión de Holstein de la
monarquía danesa.

Un grupo más influyente, aunque menos ruidoso, era el mantenimiento de la unidad


del estado danés como era un reino y dos ducados. Se evitaría la partición, aunque
no se resolvería la controversia étnica y los temas constitucionales. La mayor
parte de los funcionarios daneses y las potencias europeas (Rusia, Inglaterra y
Francia) apoyaban este statu quo.

Un cuarto escenario, que Schleswig y Holstein se incorporaran las dos a Prusia como
meras provincias, no se consideraba antes o durante la guerra de 1864. Pero es lo
que acabó resultando después de la guerra austro-prusiana dos años más tarde.

Conforme envejecía el rey Federico VII, los sucesivos gabinetes nacional-liberales


de Dinamarca se fueron centrando en mantener el control de Schleswig cuando el rey
muriera.

En 1863 el rey Federico VII de Dinamarca murió sin dejar heredero. Según la línea
de sucesión de Dinamarca y Schleswig, las coronas tanto de Dinamarca como de
Schleswig pasarían ahora al duque Cristián de Glücksburg (el futuro rey Cristián
IX), la corona de Holstein se consideraba algo más problemático. Esta decisión no
fue acatada por una rama rival de la familia real danesa, que eran proalemanes, la
Casa de Augustemburgo (en danés: Augustenborg) quienes exigieron, como en 1848, las
coronas tanto de Schleswig como de Holstein. Esto ocurría en un momento
particularmente crítico, mientras se trabajaba en una nueva constitución para los
asuntos conjuntos de Dinamarca y Schleswig se acababa de completar con un borrador
que solo esperaba su firma. En el ducado de Lauemburgo la unión personal con
Dinamarca terminó y los estamentos de este territorio eligieron una nueva dinastía
en 1865.

La constitución de noviembre
La nueva constitución, llamada "de noviembre" no preveía la anexión de Schleswig a
Dinamarca directamente, pero en lugar de ello creaba un parlamento conjunto (con el
título medieval de Rigsraadet) para regir los asuntos comunes a Dinamarca y
Schleswig. Ambas entidades mantendrían sus propios parlamentos individuales. El
artículo I clarificaba la cuestión sucesoria: La forma de gobierno será la de una
monarquía constitucional. La autoridad real será hereditaria. La ley de sucesión se
especifica en la ley de sucesión de 31 de julio de 1853 aplicable a toda la
monarquía danesa.8

El nuevo rey de Dinamarca, Cristián IX, estaba en una posición difícil. El primer
acto como soberano era firmar la nueva constitución. La firma violaba los términos
del Protocolo de Londres lo que podría llevar a la guerra. Rechazar la firma sería
ganarse el antagonismo del sentimiento de sus súbditos daneses, que era la base de
su reinado. Eligió lo que parecía el mal menor, y el 18 de noviembre, firmó la
constitución.

La noticia se vio como una violación del Protocolo de Londres, que prohibía
semejante cambio en el statu quo. Fue recibido en los estados alemanes con
manifestaciones de ira. Federico, duque de Augustemburgo, hijo del príncipe que en
1852 había renunciado a la sucesión en los ducados, ahora reclamaba sus derechos
sobre la base de que él no había compartido la renuncia. En Holstein hubo agitación
en favor suyo desde el principio, y esto se amplió a Schleswig cuando se conocieron
los términos de la nueva constitución danesa. Su pretensión fue apoyada con
entusiasmo por los príncipes y el pueblo de Alemania, y a pesar de la actitud
negativa de Austria y Prusia la asamblea federal a iniciativa de Otto von Bismarck
decidió ocupar Holstein mientras pendía la resolución del decreto de sucesión.
Segunda guerra de Schleswig
Artículo principal: Guerra de los Ducados
El 24 de diciembre de 1863, tropas sajonas y hannoverianas entraron en el ducado de
Holstein en nombre de la Confederación Germánica, y apoyado por su presencia y la
lealtad del pueblo de Holstein, el duque de Augustemburgo asumió el gobierno bajo
el título de duque Federico VIII.

A Bismarck le quedaba claro que Austria y Prusia, como partes del Protocolo de
Londres de 1852, debían sostener la sucesión tal como estaba fijada en él, y que
cualquier acción que tomaran como consecuencia de la violación de ese pacto por
Dinamarca debía ser tan correcta que privase a Europa de toda excusa para
interferir. La publicación de la nueva constitución por parte de Cristián IX bastó
para justificarlos. En cuanto a lo que pretendían exactamente, eso ya se decidiría
en el futuro. Austria no tenía las ideas claras. El rey Guillermo oscilaba entre su
sentimiento prusiano y una simpatía sentimental por el duque de Augustemburgo. Solo
Bismarck sabía exactamente lo que quería, y cómo lograrlo. "Desde el principio",
dijo más tarde (Reflexiones, ii. 10), "Mantuve la anexión firmemente ante mis
ojos."

Después de que Cristián IX de Dinamarca fusionara Schleswig (no Holstein) con


Dinamarca en 1863 tras su ascenso al trono danés ese año, las habilidades
diplomáticas de Bismarck finalmente convencieron a Austria de que participara en la
guerra, con el asentimiento de las otras grandes potencias europeas y bajo los
auspicios de la Confederación Germánica. Las protestas de Gran Bretaña y Rusia
contra la acción de la Asamblea Federal alemana, junto con la propuesta del conde
Beust, en nombre de Sajonia, de que Baviera debía proponer en esa asamblea una
moción formal de reconocimiento de las pretensiones del duque Federico, ayudaron a
Bismarck a convencer a Austria de que debía emprenderse la acción de forma
inmediata.

El 28 de diciembre fue presentada una propuesta en la asamblea federal por Austria


y Prusia, pidiendo a la Confederación que ocupara Schleswig como compromiso para
que Dinamarca respetara lo acordado en 1852. Esto implicaba el reconocimiento de
los derechos de Cristián IX, y fue rechazado; entonces se informó a la asamblea que
los gobiernos austriaco y prusiano actuarían en el asunto como potencias europeas
independientes.

El 16 de enero de 1864 se firmó un acuerdo entre ellas. Un artículo escrito por


Austria, pretendía salvaguardar lo establecido en 1852, y fue reemplazado a
instancias de Bismarck por otro que afirmaba que las dos potencias decidirían solo
conjuntamente las relaciones de los ducados, y que en ningún caso determinarían la
cuestión de la sucesión salvo de mutuo acuerdo; y Bismarck lanzó un ultimátum a
Dinamarca exigiendo que la constitución de noviembre se aboliera en 48 horas. Esto
fue rechazado por el gobierno danés.

Las fuerzas austriacas y prusianas cruzaron el Eider y entraron en Schleswig el 1


de febrero de 1864, con lo que la guerra se hizo inevitable.

Invadir la propia Dinamarca no era parte del programa original de los aliados; pero
el 8 de febrero algunos húsares prusianos, en el calor de una escaramuza de
caballería, cruzaron la frontera y ocuparon la localidad de Kolding. Bismarck
decidió usar esta circunstancia para revisar toda la situación. Urgió a los
austriacos la necesidad de adoptar una política fuerte, de manera que se resolviera
de una vez para siempre no solo la cuestión de los ducados sino la más amplia de la
Confederación Germánica; y Austria a regañadientes consintió en seguir con la
guerra.

El 11 de marzo se firmó un nuevo acuerdo entre las potencias, bajo el cual lo


acordado en 1852 ya no se consideró válido, y la posición de los ducados dentro de
la monarquía danesa como un todo sería el tema de un entendimiento amistoso. Esta
segunda guerra de Schleswig de 1864 fue presentada por los invasores como la
ejecución de la ley de la Confederación Germánica (Bundesexekution). Después de la
derrota en la batalla de Dybbøl (18 de abril de 1864), los daneses fueron incapaces
de defender las fronteras de Schleswig, luego tuvieron que retirarse a Dinamarca
propiamente dicha, y finalmente fueron expulsados de toda Jutlandia.

Mientras tanto, Lord John Russell en nombre de Gran Bretaña, apoyado por Rusia,
Francia y Suecia, había intervenido con una propuesta de que toda la cuestión fuera
de nuevo sometida a una conferencia europea. Las potencias alemanas estuvieron de
acuerdo, con la condición de que los acuerdos de 1852 (Protocolo de Londres) no
debía ser considerado como una base, y que los ducados debían estar unidos a
Dinamarca solo en unión personal. Pero la conferencia, inaugurada el 25 de abril en
Londres, solo reveló el inextricable lío de las cuestiones implicadas.

La exasperación que se sentía sobre cómo encontrar una solución sobre el asunto de
Schleswig-Holstein fue resumida por el Primer Ministro del Reino Unido, Lord
Palmerston, en 1864, cuando dijo que:
"El asunto de Schleswig-Holstein es tan complicado que sólo tres hombres en Europa
lo han entendido nunca. Uno fue el príncipe Alberto, que está muerto. El segundo
fue un profesor alemán que enloqueció. Yo soy el tercero y he olvidado todo sobre
ello.”9
Beust, en nombre de la Confederación, exigió el reconocimiento del pretendiente
Augustemburgo. Austria se inclinaba por un acuerdo en línea con lo de 1852, ya que
no quería implicarse en una "guerra de liberación" teniendo como tenía sus propios
problemas con varias nacionalidades. Prusia, estaba muy claro, pretendía adquirir
los ducados. El primer paso hacia la realización de esta última ambición era
asegurar el reconocimiento de la absoluta independencia de los ducados, y a esto
Austria solo podía oponerse a riesgo de perder toda su influencia entre los estados
alemanes. Las dos potencias, entonces, estuvieron conformes en exigir la completa
independencia política de los ducados, unidos juntos por instituciones comunes. El
siguiente paso era inseguro. En lo referente a la anexión, Prusia lo dejaría
abierto, pero dejó claro que cualquier arreglo debía implicar la completa
subordinación militar de Schleswig-Holstein a ella misma. Esto alarmó a Austria,
que no tenía ningún deseo de ver una mayor extensión del ya crecido poder de
Prusia, y empezó a defender las pretensiones del duque de Augustemburgo. Esta
contingencia, sin embargo, ya la había previsto Bismarck y se ofreció él mismo a
apoyar las pretensiones del duque en la conferencia si admitía subordinarse a
Prusia en todos los asuntos navales y militares, entregar Kiel con el propósito de
que se convirtiera una bahía militar de Prusia, entregar a éste el control del
proyectado canal de Kiel, y entrar en la Unión Aduanera Prusiana. Sobre esta base,
con el apoyo de Austria, todo el asunto podría arreglarse—como señaló Beust (Mem.
1. 272)

El 25 de junio la Conferencia de Londres se disolvió sin haber llegado a ninguna


conclusión. El 24, en vista del final de la tregua, Austria y Prusia habían llegado
a un nuevo acuerdo, el objeto de la guerra que ahora se declaraba sería la completa
separación de los ducados de Dinamarca.

Como resultado de la corta campaña que siguió, se firmaron los preliminares de un


tratado de paz el 1 de agosto, con el rey de Dinamarca renunciando a todos sus
derechos en los ducados en favor del emperador de Austria y el rey de Prusia. El
tratado definitivo se firmó en Viena el 30 de octubre de 1864. Por el artículo XIX,
se permitía un período de seis años durante el cual los habitantes de los ducados
podían optar por la nacionalidad danesa y marcharse, ellos y sus bienes, a
Dinamarca.

Prusia y Austria asumieron la administración de Schleswig y Holstein


respectivamente bajo la Convención de Gastein de 14 de agosto de 1865.
La frontera septentrional de Schleswig-Holstein desde 1864 a 1920 difiere un poco
de la frontera norte del moderno condado danés de Sønderjylland: en el este Hejls y
la colina Skamlingsbanke no estaban en Schleswig-Holstein pero están ahora en el
condado de Sønderjylland; en el oeste Hviding y Rejsby estaban en Schleswig-
Holstein. Solían estar en el distrito de Ribe antes de la reforma municipal danesa
de 2007.

Tras la segunda guerra de Schleswig


Lord Palmerston, primer ministro británico entre 1859 y 1865, sabía que no podía
intervenir militarmente en la cuestión, ya que el Reino Unido era prácticamente
impotente en el continente y que no tenía la menor posibilidad de contrarrestar el
poder industrial o militar de Prusia. Niall Ferguson en Empire cita a Kitchener en
1914: "No tenemos un ejército, y nos hemos enfrentado al poder militar más
importante de Europa". Por ello nada pudo hacer, a pesar de que la alianza anglo-
alemana se había debilitado cuando a principios de la década de los sesenta se
había organizado el matrimonio de la princesa danesa Alejandra con el futuro
Eduardo VII del Reino Unido, entonces Príncipe de Gales.

El asunto de Schleswig-Holstein, de entonces en adelante se incluyó dentro de la


cuestión más amplia de las relaciones generales de Austria y Prusia. No tardó en
haber desacuerdos entre ambas potencias sobre la administración y el futuro de los
ducados. Bismarck los usó como pretexto para organizar la que sería guerra austro-
prusiana de 1866. La derrota de Austria en la batalla de Sadowa (3 de julio de
1866) fue seguida por la disolución de la Confederación Germánica y la retirada de
Austria de Holstein. Prusia se apoderó de los territorios alemanes aliados con
Austria, el derrotado reino de Hannover, el Electorado de Hesse, el Ducado de
Nassau y la república de la ciudad-estado de Fráncfort. Los estados anexionados se
convirtieron en provincias de Prusia, Holstein y Schleswig se fusionaron en la
Provincia de Schleswig-Holstein. Los luteranos Stifter Schleswig y Holstein se
fusionaron en el nuevo estado eclesiástico luterano evangélico de Schleswig-
Holstein en 1867. En 1868 la Santa Sede estableció la Prefectura apostólica de
Schleswig-Holstein para los católicos.

Mapa de la provincia prusiana de Schleswig-Holstein en 1905.


Mientras tanto, los optantes daneses, decepcionados en sus esperanzas, habían
regresado al otro lado de la frontera, a Schleswig. Al hacer esto perdieron, bajo
la ley danesa, sus derechos como ciudadanos daneses, sin adquirir los de súbditos
prusianos; y esta incapacidad fue transmitida a sus hijos. Por el artículo XIX del
tratado de 1864, de hecho, debía asegurárseles los derechos como "indígenas", que,
aunque no eran plena ciudadanía, implicaban, según la ley danesa, todas las
garantías esenciales de libertades civiles. Pero en la ley prusiana de entonces el
derecho como "indígena" no se diferenciaba clarament del estatus de súbdito; y la
corte suprema de Kiel decidió en varios casos que aquellos que habían optado por la
ciudadanía danesa habían perdido sus derechos bajo el parágrafo "Indigenado" del
Tratado de Viena.

Durante las décadas de gobierno prusiano dentro del Imperio alemán, las autoridades
intentaron la política de germanización en la parte septentrional de Schleswig, que
siguió siendo predominantemente danés. El período también significó un incremento
de industrialización de Schleswig-Holstein y el uso de Kiel y Flensburg como
importantes ubicaciones de Marina Imperial alemana. La parte más al norte y la
costa oeste de la provincia vio una ola de emigración a América, mientras que
algunos daneses del Norte de Schleswig emigraron a Dinamarca.

La cuestión de Schleswig-Holstein quedó entonces reducida al estatus de daneses y


alemanes, en particular, el futuro de la población danesa del norte del ducado de
Schleswig. Esta cuestión de gran interés para los estudiantes de Derecho
internacional y como ilustración de los problemas prácticos que implicaban la
afirmación del principio moderno de la nacionalidad. La posición de los daneses en
Schleswig después de la cesión fue decidida, en lo que al derecho de tratados se
refiere, por dos instrumentos: la paz de Viena (30 de octubre de 1864) y la Paz de
Praga (23 de agosto de 1866). Bajo el artículo XIX del primer tratado los súbditos
daneses residentes en los territorios cedidos tenían el derecho, en los seis años
del intercambio de las ratificaciones, de optar por la nacionalidad danesa y
marcharse, ellos, con sus familias, y su propiedad personal, a Dinamarca, mientras
mantenían su propiedad inmobiliaria en los ducados. El último párrafo del artículo
decía:

"Le droit d'indigénat, tant dans le royaume de Danemark que dans les Duchés, est
conservé à tous les individus qui le possèdent a l'époque de l'échange des
ratifications du présent Traité".
("El derecho de una persona indígena, así en el reino de Dinamarca como en los
ducados, está conservado para todos los individuos que lo tienen en la época del
intercambio de las ratificaciones de este tratado.")
Por el artículo V de la Paz de Praga, Schleswig era cedido por Austria a Prusia con
la condición de que las poblaciones del norte de Schleswig volverían a unirse a
Dinamarca en caso de que expresaran un deseo de votar libremente ejercitado.
Aprovechando los términos de estos tratados, alrededor de 50.000 daneses del norte
de Schleswig (de una población total de 150.000) optaron por Dinamarca y fueron
expulsados más allá de la frontera, mientras el plebiscito que les restauraría a su
país aún estaba pendiente. El plebiscito nunca se celebró. Su inclusión en el
tratado no había sido más que un recurso diplomático para salvar la cara al
emperador Napoleón III: Prusia desde el principio no tuvo la menor intención de
entregar nada del territorio que había conquistado; el resultado de la guerra
franco-prusiana hizo innecesario pretender que el plebiscito se celebraría alguna
vez; y por el tratado de Viena del 11 de octubre de 1878, la cláusula relativa al
plebiscito fue formalmente eliminada con el consentimiento de Austria.

Así, en los distritos fronterizos, surgió un grupo de población que vivía en una
especie de limbo político. Habían perdido su ciudadanía danesa al domiciliarse en
Dinamarca, pero no pudieron adquirir la prusiana porque no la habían pedido en los
seis años estipulados en el Tratado de 1864. Ello les hacía susceptibles de visitas
domiciliarias, arbitrarias investigaciones, arresto y expulsión. Su exclusión de
los derechos como súbditos prusianos se debían, además a otras causas, como el
conservar sus idioma y costumbres.

El gobierno danés rechazó permitir a los optantes daneses expulsados de Prusia


asentarse en Dinamarca, hasta la Ley de Nacionalidad Danesa de 1898 en favor de los
hijos de los optantes nacidos después de la aprobación de la ley. Las condiciones
del tratado de paz no terminaron hasta la firma de un nuevo tratado, entre Prusia y
Dinamarca, el 11 de enero de 1907. Por este tratado, el gobierno de enero alemán
asumió permitir que todos los niños nacidos de optantes daneses antes de la nueva
ley danesa de nacionalidad de 1898, pudieran adquirir la nacionalidad prusiana con
las condiciones usuales y a petición propia. Estas disposiciones del tratado se
aplicarían no solo a los hijos de optantes de Schleswig, sino también a sus
descendientes directos, en todos los grados.

Siglo XX
Después de la Primera Guerra Mundial
Véanse también: Schleswig-Holstein y Plebiscitos de Schleswig.
Después de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial, en la que Dinamarca
había permanecido neutral, las potencias vencedoras ofrecieron a Dinamarca volver a
dibujar la frontera entre Dinamarca y Alemania. El gobierno de Carl Theodor Zahle
prefirió que se celebrara un plebiscito en Schleswig para permitir a los habitantes
de Schleswig decidir a qué nación ellos, y la tierra en la que vivían, debía
pertenecer. El rey Cristián X de Dinamarca, apoyado por varios grupos, se opuso a
la división. Usando una cláusula en la constitución danesa que el rey nombraba y
cesaba al gabinete danés, y usando la justificación de que él creía que la
población danesa estaba en contra de la política de Zahle, el rey cesó a Zahle,
dando pie a lo que se llamó la Crisis de Semana Santa.

Las potencias aliadas organizaron un referéndum en Schleswig central y


septentrional. El plebiscito se desarrolló bajo los auspicios de una comisión
internacional que designó dos zonas de votos para abarcar las partes norte y sur-
centro de Schleswig. Se dieron pasos también para crear una tercera zona en el sur,
pero esta zona III fue cancelada y nunca votó, pues el gobierno danés pidió a la
comisión que no expandiera el plebiscito a esta zona, porque el resultado en favor
de Alemania era predecible.

En la zona I, que abarcaba el norte de Schleswig, (10 de febrero de 1920), el 75%


votó por la reunificación con Dinamarca y el 25% votó por Alemania. En la zona II
extendida por el centro de Schleswig (14 de marzo de 1920), los resultados eran a
la inversa; 80% votó por Alemania y solo el 20% por Dinamarca, principalmente en
Flensburg. Solo áreas menores en la isla de Föhr mostraron una mayoría danesa, y el
resto del voto danés fue principalmente en la ciudad de Flensburg.10 En el norte de
Schleswig solo algunas pequeñas regiones (por ejemplo Tønder) tuvieron una clara
mayoría de votantes a favor de Alemania, mientras que en el centro de Schleswig
todas las regiones votaron por Alemania.

Resultados de los plebiscitos de 1920 en el Norte y en el Centro de Schleswig


(Slesvig)
Electorado Nombre alemán Nombre danés Por Alemania Por Dinamarca
porcentaje votos porcentaje votos
Zona I (Schleswig septentrional), 10 de febrero de 1920 25,1 % 25.329
74,9 % 75.431
Distrito de Hadersleben Haderslev 16,0% 6.585 84,0% 34.653
Ciudad de Hadersleben Haderslev 38,6% 3.275 61,4% 5.209
Distrito de Apenrade Aabenraa 32,3% 6.030 67,7% 12.653
Ciudad de Apenrade Aabenraa 55,1% 2.725 44,9% 2.224
Distrito de Sonderburg Sønderborg 22,9% 5.083 77,1% 17.100
Ciudad de Sonderburg Sønderborg 56,2% 2.601 43,8% 2.029
Ciudad de Augustenburg Augustenborg 48,0% 236 52,0% 256
Parte norte del distrito de Tondern Tønder 40,9% 7.083 59,1% 10.223
Ciudad de Tondern Tønder 76,5% 2.448 23,5% 750
Ciudad de Hoyer Højer 72,6% 581 27,4% 219
Ciudad de Lügumkloster Løgumkloster 48,8% 516 51,2% 542
Parte septentrional del distrito de Flensburg Flensborg 40,6% 548 59,4% 802
Zona II (Schleswig central), 14 de marzo de 1920 80,2 % 51.742 19,8 %
12.800
Parte meridional del distrito de Tondern Tønder 87,9% 17.283 12,1%
2.376
Parte meridional del distrito de Flensburg Flensborg 82,6% 6.688 17,4% 1.405
Ciudad de Flensburg Flensborg 75,2% 27.081 24,8% 8.944
Parte septentrional del distrito de Husum Husum 90,0% 672 10,0% 75
El 15 de junio de 1920, Schleswig Septentrional oficialmente regresó a gobierno
danés. Alemania siguió incluyendo todo Holstein y Schleswig Meridional, que
permanecieron dentro de la provincia prusiana de Schleswig-Holstein. La frontera
danesa/alemana fue la única de las impuestas a Alemania por el tratado de Versalles
después de la Primera Guerra Mundial que Hitler nunca discutió.

En 1937, los nazis aprobaron la llamada Ley del Gran Hamburgo (Groß-Hamburg-
Gesetz), en virtud de la cual, la Ciudad Libre y Hanseática de Hamburgo se extendió
para incluir ciudades que formalmente habían pertenecido a la Provincia de
Schleswig-Holstein prusiana. Para compensar Prusia por estas pérdidas (y
parcialmente porque Hitler tenía una antipatía personal por Lübeck11), llegó a su
final la independencia de la hanseática Lübeck, que había durado 711 años, y la
mayor parte de todo su territorio fue incorporado a Schleswig-Holstein.

Segunda Guerra Mundial


En la Segunda Guerra Mundial, después de que la Alemania nazi ocupara toda
Dinamarca, hubo agitación por los líderes nazis locales en Schleswig-Holstein que
pretendían restaurar la frontera anterior a la Primera Guerra Mundial y volver a
anexionar a Alemania las zonas entregadas a Dinamarca después del plebiscito — como
hicieron los nazis en Alsacia-Lorena en la misma época. Sin embargo, Hitler vetó
cualquier paso en este sentido, dentro de la política nazi general de la época de
basar la ocupación de Dinamarca en una especie de arreglo con el gobierno danés, y
evitar confrontaciones abiertas con los daneses.

Estado de Alemania Federal


En 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial la región se encontró devastada por
los bombardeos aliados. Después de la guerra, la provincia prusiana de Schleswig-
Holstein pasó a ocupación británica. El 23 de agosto de 1946, el gobierno militar
abolió la provincia y la reconstruyó como un Land separado.12

En las décadas posteriores, el Estado recibe masivamente a poblaciones provenientes


del este de Alemania. Debido a la migraciones obligadas de alemanes en 1944 a 1950,
la población de Schleswig-Holstein se incrementó en un 33% (860.000 personas).13 Un
movimiento político pro-danés creció en Schleswig, con la transferencia de la zona
a Dinamarca como pretensión última. Esto no estaba apoyado por la administración
británica ni por el gobierno danés. No hubo cambios territoriales, y el efecto que
tuvo es que el primer ministro Knud Kristensen se vio obligado a dimitir después de
una moción de censura porque el Folketing no apoyó su entusiasmo por la
incorporación del sur de Schleswig a Dinamarca. En 1955, los gobiernos alemán y
danés emitieron las declaraciones Bonn-Copenhague confirmando los derechos de las
minorías étnicas a ambos lados de la frontera. Hay una minoría danesa en Schleswig
meridional y una minoría alemana en el norte de Schleswig, las minorías recibieron
derecho a practicar su idioma y cultura. Las condiciones entre las nacionalidades
han sido desde entonces estables y en general respetuosas. La división y las
minorías, en este momento (2009), no son un tema político entre Dinamarca y
Alemania.

Véase también
Asunto de Schleswig-Holstein
Anexo:Gobernantes de Schleswig-Holstein
Referencias
El Stör es un afluente del Elba en Schleswig-Holstein.
En 1551 Federico se hizo administrador del Principado obispado de Hildesheim, con
poder tanto eclesiástico como secular y, a pesar de ello, careciendo de poder
secular, obispo de Schleswig con los correspondientes ingresos del patrimonio
episcopal.
Cf. Carsten Porskrog Rasmussen, "Die dänischen Könige als Herzöge von Schleswig
und Holstein", Frauke Witte and Marion Hartwig (trls.), en: Die Fürsten des Landes:
Herzöge und Grafen von Schleswig, Holstein und Lauenburg [De slevigske hertuger;
alemán], Carsten Porskrog Rasmussen (ed.) por encargo del Gesellschaft für
Schleswig-Holsteinische Geschichte, Neumünster: Wachholtz, 2008, pp. 73–109, aquí
pp. 87seq. ISBN 978-3-529-02606-5
Ragsdale, Hugh; Ponomarev, V. N. (1993). Imperial Russian Foreign Policy.
Cambridge University Press. pp. 56-58. ISBN 9780521442299. Consultado el 3 de
noviembre de 2016.
Tytler Woodhouselee, Lord Alexander Fraser (1823). Elements of General History,
Ancient and Modern. H. Hill. pp. 428-429. Consultado el 4 de noviembre de 2016.
Véase nota 86 contenida en las Collected Works of Karl Marx and Frederick Engels:
Volume 12 (International Publishers: Nueva York, 1979) p. 650.
Karl Marx, "Advertisement Duty--Russian Movements--Denmark--The United States of
Europe" contenido en las Collected Works of Karl Marx and Frederick Engels: Volume
12, p. 242.
Roennebech Archivado el 13 de agosto de 2006 en Wayback Machine.
McLachlan, Gordon. The Rough Guide to Germany (en inglés).
Schwedler, Frank: Historischer Atlas Schleswig-Holstein 1867 bis 1945, Wachholtz
Verlag, Neumünster
"Lübeck: The town that said no to Hitler", Simon Heffer, www.telegraph.co.uk,
consultado el 28 de junio de 2010.
Ordenanza n.º 46, «Abolition of the Provinces in the British Zone of the Former
State of Prussia and Reconstitution thereof as Separate Länder». (218 KB)
Flucht und Vertreibung en Haus der Geschichte (en alemán)
Public Domain Este artículo incorpora texto de una publicación sin restricciones
conocidas de derecho de autor: Wikisource-logo.svg Varios autores (1910-1911).
«Encyclopædia Britannica». En Chisholm, Hugh, ed. Encyclopædia Britannica. A
Dictionary of Arts, Sciences, Literature, and General information (en inglés) (11.ª
edición). Encyclopædia Britannica, Inc.; actualmente en dominio público.
Para saber más
Carr, Carr. Schleswig-Holstein, 1815–1848: A Study in National Conflict (Manchester
University Press, 1963).
Price, Arnold. "Schleswig-Holstein" in Encyclopedia of 1848 Revolutions (2005)
online
Steefel, Lawrence D. The Schleswig-Holstein Question. 1863-1864 (Harvard U.P.
1923).
Enlaces externos
Atlas histórico de Schleswig-Holstein
Diccionario de las formas alemana, danesa y frisia para los topónimos de Schleswig
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