Está en la página 1de 9

Los 

Países Bajos6 (PP. BB.; en neerlandés: Nederland, pronunciado /ˈneːdərˌlɑnt/ (  escuchar)) son


un país soberano ubicado al noroeste de la Europa continental y el país constituyente más grande
de los cuatro que, junto con las islas de Aruba, Curazao y San Martín, forman el Reino de los
Países Bajos. Países Bajos es miembro de la Unión Europea. Su capital es Ámsterdam;7 sin
embargo, la organización y la administración del Reino radican en La Haya, sede oficial de la
monarquía, así como de sus autoridades ejecutivas, legislativas y judiciales. Aruba, Curazao y San
Martín son territorios de ultramar que no forman parte de la Unión Europea.
El país es más conocido como Holanda, por el nombre de su región histórica más influyente o
relevante, situada en la parte occidental del país. El Diccionario panhispánico de dudas, publicado
por la Real Academia Española, admite su uso como sinónimo.89nota 1 Su idioma también es conocido
tradicionalmente y por la misma razón como holandés, aun cuando su nombre oficial es neerlandés;
en realidad, el holandés en sentido estricto es un dialecto del neerlandés; admisible por la RAE en
el habla corriente, pero nunca en textos oficiales en donde debe ser referido como neerlandés. Lo
mismo sucede con el gentilicio holandés. La RAE lo admite en el habla corriente, pero no para los
textos oficiales. En ese caso, el adjetivo a usar es «neerlandés».
Las provincias que conforman los Países Bajos están situadas en el noroeste de Europa y limitan al
norte y oeste con el mar del Norte, al sur con Bélgica y al este con Alemania. Completan el territorio
neerlandés las municipalidades especiales de Bonaire, San Eustaquio y Saba, situadas en
el Caribe. El país constituye una de las zonas más densamente pobladas del mundo.
Como su nombre indica, el territorio del país está formado por tierras (land) bajas (neder) de las
que, aproximadamente, una cuarta parte están situadas al nivel del mar o por debajo de este.10
A menudo, se confunden también los Países Bajos con la unión aduanera conocida
como Benelux formada por Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo; la denominación tiene su base
en el acuerdo de cooperación intergubernamental que se hizo efectivo en 1944.11
El país está clasificado como «de ingresos altos» según el Banco Mundial12 y es uno de los estados
más desarrollados: en 2018 está situado en el décimo lugar en cuanto a desarrollo humano según
el Índice de Desarrollo Humano publicado por Naciones Unidas.13 Es además uno de los países con
uno de los niveles más bajos de percepción de corrupción,14 y es una de las democracias más
consolidadas del mundo.15

Historia
Artículo principal: Historia de los Países Bajos

Prehistoria
Los Países Bajos en el 5500 a. C.

Los Países Bajos han sido habitados desde la última glaciación; los vestigios más antiguos hallados
tienen una antigüedad de 100 000 años, cuando el país poseía un clima de tundra con muy
escasa vegetación. Sus primeros pobladores fueron cazadores-recolectores.16 Al finalizar la Edad
de hielo, el área fue habitada por varios grupos paleolíticos. Uno de ellos fabricaba
incluso canoas (Pesse, hacia 6500 a. C.)17 y antes de eso, alrededor de 8000 a. C., una tribu
mesolítica residió cerca de Bergumermeer (Frisia).
La agricultura llegó hacia el año 5000 a. C., a través de la cultura de alfarería lineal (probablemente
proveniente de la Europa central), pero solo fue practicada en las llanuras del extremo sur del país
(Limburgo del Sur). Los recolectores-cazadores de la cultura Swifterbant están atestiguados a partir
del 5600 a. C.18 y desarrollaron una sociedad agrícola hacia el 4300 a. C.-4000 a. C.1819 en la que
destacó la introducción de pequeñas proporciones de granos en una economía tradicional.20
Los primeros restos notables de la prehistoria fueron los dólmenes, que han sido encontrados en la
provincia de Drente, y fueron probablemente construidos por gente de la cultura granjera de
Funnelbeaker entre 4100 y 3200 a. C.21 La primera evidencia del uso de ruedas está datada en
torno al 2400 a. C., y probablemente está relacionada con la cultura Bellbeaker (Klokbeker
cultuur).22 Esta cultura también experimentó con cobre, de lo que se ha encontrado alguna evidencia
(yunques de piedra, cuchillos de cobre, diademas de cobre) en el parque de Veluwe. Los hallazgos
de cobre demuestran el comercio con otras regiones, porque el mineral de cobre no se encuentra
en el país.
La Edad del Bronce probablemente comenzó alrededor del 2000 a. C., como en la tumba de "El
herrero de Wageningen".23 Después de este descubrimiento, más objetos de la Edad del Bronce
aparecieron, como en Epe, en Drouwen y sobre todo en Drente, que, debido a la cantidad de
objetos encontrados como cuentas de estaño en un collar, nos indican que era centro de comercio
de la época. La riqueza de los Países Bajos en la Edad del Hierro puede ser vista en la "Tumba del
rey en Oss" (sobre el 500 a. C.), allí un verdadero rey fue enterrado con algunos objetos como una
espada de hierro con un grabado de oro y coral en el mayor túmulo funerario de la Europa
Occidental, que tenía 52 m de ancho.24
En la época de la llegada de los romanos, los Países Bajos se hallaban habitados por
varias tribus germánicas, quienes se habían asentado aquí alrededor del 600 a. C., como
los tubanti, los canninefates o los frisios.16 Tribus celtas se instalaron en el sur, entre ellas
los eburones, menapios y texuandri. Diversos germanos se asentaron en el delta del Rin al
comienzo de la ocupación romana, y formaron la tribu de los bátavos.25
Roma

La provincia romana de Germania Inferior, 120 d. C.

En el siglo I a. C., los romanos conquistaron la parte sur del país, donde crearon la provincia


romana de Germania Inferior.16 Los romanos fueron los primeros en construir ciudades en el país,
como Utrecht, Nimega y Maastricht.26 La parte norte, que estaba fuera del Imperio romano y que era
el lugar donde vivían los frisios, fue fuertemente influenciada por su poderoso vecino del sur.16
La relación con los habitantes del país fue buena en general; muchos bátavos sirvieron en
la caballería romana.27 La cultura bátava fue influenciada por la romana, resultando, entre otras
cosas, en templos de tipo romano como el de Elst, dedicado a los dioses locales. Sin embargo, esto
no impidió la rebelión de los bátavos en el 69 d. C., acaudillados por el bátavo Julio Civilis, un oficial
de las tropas auxiliares. Durante la revuelta, que aprovechó la inestabilidad que se produjo en el
imperio durante el año de los cuatro emperadores, los bátavos consiguieron aniquilar dos legiones
romanas e infligir humillantes derrotas al ejército romano.28 Otros soldados romanos se sumaron a
la revuelta, que incluso dividió la parte norte del ejército romano y
en abril del 70 d. C., Vespasiano envió unas cuantas legiones para frenar la revuelta. Su
comandante, Quinto Petilio Cerial, fue derrotado por los bátavos y entabló negociaciones con Julio
Civilis, en algún lugar entre el Waal y el Mosa cerca de Noviomagus (Nimega) o, como los bátavos
probablemente lo llamaban, Batavodurum.29

Después de Roma
Carlomagno según una ilustración de Alberto Durero (1511)

Los recién llegados se unieron a los habitantes originales para crear tres pueblos: los frisios a lo
largo de la costa, los sajones en el este y los francos en el sur.16 Los francos se convirtieron
al cristianismo después de que su rey Clodoveo I lo hiciera en el año 496, y así el cristianismo fue
introducido en el norte gracias a la conquista de Frisia por los francos. Los Países Bajos
pertenecían al imperio franco de Carlomagno, cuyo núcleo se encontraba en lo que hoy es Bélgica y
el norte de Francia, y que se extendía además por el resto de Francia, Alemania, norte de Italia y
otros territorios de la Europa occidental. En 843, con el Tratado de Verdún, el Imperio quedó
dividido en tres partes: Francia Occidental, Francia Oriental y Lotaringia. Posteriormente, este
imperio central se dividió; la mayor parte de los territorios de habla neerlandesa se integraron en
Alemania, y Francia intentó incorporar a Flandes sin éxito.16
Entre los años 800 y 1000, los Países Bajos padecieron los saqueos de los vikingos, cuyos ataques
eran muy violentos, como en la destrucción de la ciudad de Dorestad. Pero la supremacía vikinga
terminó en 920, cuando el rey Enrique I de Alemania liberó Utrecht. Los reyes y emperadores
alemanes dominaron los Países Bajos durante los siglos X y XI. Alemania recibió la denominación
de Sacro Imperio Romano Germánico tras la coronación de Otón I el Grande como
emperador.30 Nimega fue un lugar significativo para los emperadores germanos, varios de ellos
nacieron y murieron allí.
Las Cruzadas fueron populares en los Países Bajos y muchos se unieron para ir a luchar en Tierra
Santa. El Sacro Imperio Romano Germánico se mostró incapaz de mantener la unidad política
debido a la creciente independencia de las ciudades. Los gobernantes locales transformaron sus
ducados y condados en reinos privados y se sentían poco obligados a obedecer al emperador. Una
gran parte de lo que actualmente son los Países Bajos estaba gobernada por el conde de la región
de Holanda, el duque de Güeldres, el duque de Brabante Flamenco y el obispo de Utrecht. En el
norte, Frisia y Groninga mantuvieron su independencia y eran gobernadas por la pequeña nobleza.
Güeldres y la región de Holanda luchaban por el control de Utrecht. Por su parte, Utrecht se vio
marginada a causa de las continuas dificultades que experimentaba para elegir nuevos obispos,
mientras que las dinastías de los Estados vecinos eran más estables. Groninga, Drente y la mayor
parte de Güeldres, que había formado parte de Utrecht, se independizaron. Brabante trató de
someter a sus vecinos, aunque sus intentos fracasaron. Los Países Bajos también intentaron
asegurar su supremacía en Zelanda y Frisia, pero tampoco lo lograron. En el norte, Frisia conservó
su independencia durante este período. Poseía sus propias instituciones y se oponía a la imposición
del sistema feudal que se podía encontrar en otras localidades europeas. A pesar de ello, los frisios
perdieron su independencia cuando fueron derrotados en 1498 por los
mercenarios lansquenetes alemanes del duque Alberto III de Sajonia-Meissen.

Borgoña

Felipe III de Borgoña el Bueno, retratado por Roger van der Weyden

Los Países Bajos Borgoñones es un término que describe a la entidad geopolítica que abarcaba a
los territorios de la región de los Países Bajos (Nederlanden; Lage Landen), que fueron
incorporándose al dominio de los duques de Borgoña durante el período comprendido entre 1384 y
1477.
Los territorios borgoñones se vieron expandidos con el Condado de Namur en 1421, los ducados
de Brabante y Limburgo en 1439, los condados de Henao, Holanda y Zelanda en 1432, el Ducado
de Luxemburgo en 1441 y el ducado de Güeldres en 1437.
En 1433 buena parte del territorio de los Países Bajos y Bélgica fue unificado por el duque Felipe III
de Borgoña.31 Antes de la unión borgoñona, los neerlandeses se identificaban con su ciudad, su
condado o ducado local o como súbditos del Sacro Imperio Romano Germánico. Fue durante esta
etapa borgoñona cuando comenzó a surgir entre los neerlandeses una conciencia de nación. Los
principales nobles de los Países Bajos invitaron al duque a conquistar este país, a pesar de que él
no tenía ninguna pretensión histórica sobre los Países Bajos. Ámsterdam creció y en el siglo XV se
convirtió en el principal puerto comercial europeo para el grano procedente de la región báltica.
Güeldres se oponía al dominio borgoñón y trató de crear su propio Estado en el noreste de los
Países Bajos y noroeste de Alemania. Debido a la falta de dinero, Güeldres hizo que sus soldados
se proveyeran de lo que necesitaran mediante el saqueo de los territorios enemigos. Estos soldados
supusieron una gran amenaza para los Países Bajos borgoñones. Güeldres estaba aliada con
Francia, Inglaterra y Dinamarca, los cuales querían poner fin a la prosperidad de Flandes y al
dominio borgoñón sobre los Países Bajos.
Cuando Carlos el Temerario, duque de Borgoña, murió en enero de 1477 en la batalla de Nancy sin
descendencia masculina, el rey Luis XI de Francia se apoderó del ducado de Borgoña y lo anexionó
al dominio real, sobre la base de que los infantazgos se habían reglamentado de forma que, al
extinguirse la descendencia masculina, debían incorporarse a la Corona. Pero María de Borgoña, la
hija del duque de Borgoña, se casó con el futuro emperador Maximiliano I de Habsburgo para
defender su herencia y no aceptó la pérdida del ducado, manteniendo así la titulación de duque de
Borgoña por el prestigio que otorgaba a su titular el ser Gran Maestre y Jefe Soberano de la Orden
del Toisón de Oro.
En febrero de 1477, María de Borgoña concede el llamado Gran Privilegio a sus súbditos
de Flandes (Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y norte de Francia), que fue firmado en Gante,
devolviéndoles los privilegios arrebatados por los duques anteriores, Felipe el Bueno y Carlos el
Temerario. Era un Estatuto que garantizaba el autogobierno de los Países Bajos, según el cual se
creaba un Gran Consejo para asesorar a María de Borgoña, que se comprometía a no declarar la
guerra o subir los impuestos sin el consentimiento de los Estados Generales de los Países Bajos.
Al firmarse el tratado de Senlis en 1493, los franceses conservaron el territorio del Ducado de
Borgoña, pero devolvieron el Franco Condado y el Artois a los borgoñones. En 1493, Felipe el
Hermoso ya era mayor de edad y su intitulación en 1495 muestra sus posesiones territoriales en los
Países Bajos:
Phelipe par la grace de Dieu Archiduc d'Ausriche, Duc de Bourgoingne, de Lothor, de Brabant, de Stiere, de
Carinte, de Carniole, de Lemberg, de Lucembourg & de Gheldres; Conte de Habsbourgh, de Flandres, de
Tyrol, d'Artois, de Bourgoingne Palatin & de Hoynnau, Lantgrave d'Elsace, Marquis de Bourgaubb & du
Saint Empire; de Hollande, de Zeelande, de Ferette, de Kiburg, de Namur, & de Zutphen Conte, Seignure
de Frese, sur la Marche de Sclanonie, de Portenaub, de Salins, & de Malines.32

El matrimonio de Felipe el Hermoso con la hija de los Reyes Católicos y futura reina Juana


I posibilitó la vinculación de los territorios de Borgoña y los Países Bajos con los futuros monarcas
españoles.
En el tratado de Nimega (1678), se cedió definitivamente el territorio de Borgoña a Francia, con lo
que una vez adquiridos todos los territorios de Borgoña (Franco Condado y Ducado de
Borgoña), Luis XIV de Francia invistió a su nieto Luis de Francia (1682-1712), como duque de
Borgoña. Por otra parte, Carlos II de España y sus sucesores conservaron los títulos borgoñones de
forma nominal en su intitulación.

Países Bajos de los Habsburgo


Artículo principal: Países Bajos de los Habsburgo
El emperador Carlos V, soberano de los Países Bajos, donde había nacido

Por herencia y conquista el país llegó a estar en posesión de la dinastía de


los Habsburgo bajo Carlos V en el siglo XVI, quien los unificó en un solo Estado.33 El este de los
Países Bajos solo fue ocupado unas décadas antes de la lucha de los neerlandeses por su
independencia. Sin embargo, en 1548, ocho años antes de que abdicara del trono, el Emperador
Carlos V garantizó el estatus de las Diecisiete Provincias de los Países Bajos como una entidad
separada tanto del Imperio como de Francia.34 Esta Pragmática Sanción de 1549 no fue de
independencia plena, pero permitió una autonomía significativa.
Al emperador Carlos le sucedió su hijo Felipe II de España.35 A diferencia de su padre, que había
crecido en Gante (Bélgica), Felipe tuvo poco apego personal con los Países Bajos, y así la nobleza
local le consideró indiferente hacia su Estado. Como católico devoto, Felipe estaba consternado por
el éxito de la Reforma protestante, que llevó a un aumento del número de calvinistas. Sus intentos
por reforzar la persecución religiosa de los protestantes y sus esfuerzos por centralizar el gobierno,
la justicia y los impuestos le hicieron impopular y condujeron a una revuelta. Los neerlandeses
lucharon por su independencia de España, lo que originó la guerra de los Ochenta Años (1568-
1648). Siete provincias rebeldes se unieron en la Unión de Utrecht en 1579 y formaron la República
de los Siete Países Bajos Unidos.36
Los tratados de paz con Francia (1598) y con Inglaterra (1604) y el agotamiento por la guerra
llevaron al establecimiento de la tregua de los doce años.
En la práctica los territorios del norte formaban las Provincias Unidas: Holanda, Zelanda, Utrecht,
Güeldres (con Zutphen), Overijssel (con Drente), Frisia y Groniga, además de los territorios de la
Generalidad (partes de Brabante, Flandes y Limburgo). Los territorios del sur, bajo la soberanía de
los Habsburgo, formaron los Países Bajos españoles: Flandes, Artois, Henao, Namur, Luxemburgo,
Brabante, Amberes, Malinas, Limburgo. Esto se reflejó en los Estados Generales de los Países
Bajos, ya que en la parte septentrional se establecieron en La Haya y en la parte meridional
en Bruselas.
De esta manera, por el Acta de Abjuración de 1581 y la Tregua de los doce años de 1609 se
formaron dos entidades políticas: al norte, las Provincias Unidas, y al sur los Países Bajos
españoles.
El saqueo de Naarden por las tropas de Fadrique Álvarez de Toledo

Mediante la Tregua con las provincias del Norte, los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia
emprendieron una política de reparación y reorganización interna, protegiendo las artes, las
ciencias, así como el comercio y la agricultura. Además su Edicto Perpetuo de 12 de julio de 161137
conforma el primer código legal belga. No obstante, aunque independientes los Países Bajos
permanecieron dentro de la esfera de influencia española.
En 1714, con el Tratado de Rastatt el emperador Carlos VI obtuvo el control de los Países Bajos
españoles, pasando a ser conocidos como los Países Bajos austríacos.
La política centralizadora del emperador José II de Habsburgo en contra de los antiguos privilegios
provocó la rebelión general en 1788, la Revolución brabanzona, que se declararon independientes y
formaron los Estados Unidos de Bélgica (11 de enero de 1790), en una declaración firmada
por Brabante Flamenco, Güeldres, Flandes, Flandes
Occidental, Henao, Namur, Tournai, Tournaisis y Malinas, pero no Luxemburgo.38
A fines de 1790, el poder imperial lo restauró el emperador Leopoldo II de Austria.
Durante las guerras revolucionarias francesas, el ejército revolucionario francés venció en 1792 al
austriaco en la batalla de Jemappes y conquistó los territorios de los Países Bajos meridionales,
pero la victoria austriaca en Neerwinden en 1793 puso en retirada al ejército francés.
Finalmente, los franceses obtuvieron en 1794 la victoria en la batalla de Fleurus y los austriacos se
retiraron de nuevo de los Países Bajos.
El 1 de octubre de 1795, la Convención Nacional anexionó los Países Bajos y el Obispado de
Lieja.39 La pérdida de territorios fue reconocida por Austria en el Tratado de Campo Formio, el 17 de
octubre de 1797.

República Neerlandesa (1581-1795)


Artículo principal: Provincias Unidas de los Países Bajos

Mapa de las Provincias Unidas de los Países Bajos


Guillermo I de Orange, el fundador de la familia real neerlandesa, lideró a los neerlandeses durante
la primera parte de la guerra. Los primeros años fueron un éxito para las tropas españolas. Sin
embargo, los asedios 

También podría gustarte