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Historia
Artículo principal: Historia de los Países Bajos
Prehistoria
Los Países Bajos en el 5500 a. C.
Los Países Bajos han sido habitados desde la última glaciación; los vestigios más antiguos hallados
tienen una antigüedad de 100 000 años, cuando el país poseía un clima de tundra con muy
escasa vegetación. Sus primeros pobladores fueron cazadores-recolectores.16 Al finalizar la Edad
de hielo, el área fue habitada por varios grupos paleolíticos. Uno de ellos fabricaba
incluso canoas (Pesse, hacia 6500 a. C.)17 y antes de eso, alrededor de 8000 a. C., una tribu
mesolítica residió cerca de Bergumermeer (Frisia).
La agricultura llegó hacia el año 5000 a. C., a través de la cultura de alfarería lineal (probablemente
proveniente de la Europa central), pero solo fue practicada en las llanuras del extremo sur del país
(Limburgo del Sur). Los recolectores-cazadores de la cultura Swifterbant están atestiguados a partir
del 5600 a. C.18 y desarrollaron una sociedad agrícola hacia el 4300 a. C.-4000 a. C.1819 en la que
destacó la introducción de pequeñas proporciones de granos en una economía tradicional.20
Los primeros restos notables de la prehistoria fueron los dólmenes, que han sido encontrados en la
provincia de Drente, y fueron probablemente construidos por gente de la cultura granjera de
Funnelbeaker entre 4100 y 3200 a. C.21 La primera evidencia del uso de ruedas está datada en
torno al 2400 a. C., y probablemente está relacionada con la cultura Bellbeaker (Klokbeker
cultuur).22 Esta cultura también experimentó con cobre, de lo que se ha encontrado alguna evidencia
(yunques de piedra, cuchillos de cobre, diademas de cobre) en el parque de Veluwe. Los hallazgos
de cobre demuestran el comercio con otras regiones, porque el mineral de cobre no se encuentra
en el país.
La Edad del Bronce probablemente comenzó alrededor del 2000 a. C., como en la tumba de "El
herrero de Wageningen".23 Después de este descubrimiento, más objetos de la Edad del Bronce
aparecieron, como en Epe, en Drouwen y sobre todo en Drente, que, debido a la cantidad de
objetos encontrados como cuentas de estaño en un collar, nos indican que era centro de comercio
de la época. La riqueza de los Países Bajos en la Edad del Hierro puede ser vista en la "Tumba del
rey en Oss" (sobre el 500 a. C.), allí un verdadero rey fue enterrado con algunos objetos como una
espada de hierro con un grabado de oro y coral en el mayor túmulo funerario de la Europa
Occidental, que tenía 52 m de ancho.24
En la época de la llegada de los romanos, los Países Bajos se hallaban habitados por
varias tribus germánicas, quienes se habían asentado aquí alrededor del 600 a. C., como
los tubanti, los canninefates o los frisios.16 Tribus celtas se instalaron en el sur, entre ellas
los eburones, menapios y texuandri. Diversos germanos se asentaron en el delta del Rin al
comienzo de la ocupación romana, y formaron la tribu de los bátavos.25
Roma
Después de Roma
Carlomagno según una ilustración de Alberto Durero (1511)
Los recién llegados se unieron a los habitantes originales para crear tres pueblos: los frisios a lo
largo de la costa, los sajones en el este y los francos en el sur.16 Los francos se convirtieron
al cristianismo después de que su rey Clodoveo I lo hiciera en el año 496, y así el cristianismo fue
introducido en el norte gracias a la conquista de Frisia por los francos. Los Países Bajos
pertenecían al imperio franco de Carlomagno, cuyo núcleo se encontraba en lo que hoy es Bélgica y
el norte de Francia, y que se extendía además por el resto de Francia, Alemania, norte de Italia y
otros territorios de la Europa occidental. En 843, con el Tratado de Verdún, el Imperio quedó
dividido en tres partes: Francia Occidental, Francia Oriental y Lotaringia. Posteriormente, este
imperio central se dividió; la mayor parte de los territorios de habla neerlandesa se integraron en
Alemania, y Francia intentó incorporar a Flandes sin éxito.16
Entre los años 800 y 1000, los Países Bajos padecieron los saqueos de los vikingos, cuyos ataques
eran muy violentos, como en la destrucción de la ciudad de Dorestad. Pero la supremacía vikinga
terminó en 920, cuando el rey Enrique I de Alemania liberó Utrecht. Los reyes y emperadores
alemanes dominaron los Países Bajos durante los siglos X y XI. Alemania recibió la denominación
de Sacro Imperio Romano Germánico tras la coronación de Otón I el Grande como
emperador.30 Nimega fue un lugar significativo para los emperadores germanos, varios de ellos
nacieron y murieron allí.
Las Cruzadas fueron populares en los Países Bajos y muchos se unieron para ir a luchar en Tierra
Santa. El Sacro Imperio Romano Germánico se mostró incapaz de mantener la unidad política
debido a la creciente independencia de las ciudades. Los gobernantes locales transformaron sus
ducados y condados en reinos privados y se sentían poco obligados a obedecer al emperador. Una
gran parte de lo que actualmente son los Países Bajos estaba gobernada por el conde de la región
de Holanda, el duque de Güeldres, el duque de Brabante Flamenco y el obispo de Utrecht. En el
norte, Frisia y Groninga mantuvieron su independencia y eran gobernadas por la pequeña nobleza.
Güeldres y la región de Holanda luchaban por el control de Utrecht. Por su parte, Utrecht se vio
marginada a causa de las continuas dificultades que experimentaba para elegir nuevos obispos,
mientras que las dinastías de los Estados vecinos eran más estables. Groninga, Drente y la mayor
parte de Güeldres, que había formado parte de Utrecht, se independizaron. Brabante trató de
someter a sus vecinos, aunque sus intentos fracasaron. Los Países Bajos también intentaron
asegurar su supremacía en Zelanda y Frisia, pero tampoco lo lograron. En el norte, Frisia conservó
su independencia durante este período. Poseía sus propias instituciones y se oponía a la imposición
del sistema feudal que se podía encontrar en otras localidades europeas. A pesar de ello, los frisios
perdieron su independencia cuando fueron derrotados en 1498 por los
mercenarios lansquenetes alemanes del duque Alberto III de Sajonia-Meissen.
Borgoña
Los Países Bajos Borgoñones es un término que describe a la entidad geopolítica que abarcaba a
los territorios de la región de los Países Bajos (Nederlanden; Lage Landen), que fueron
incorporándose al dominio de los duques de Borgoña durante el período comprendido entre 1384 y
1477.
Los territorios borgoñones se vieron expandidos con el Condado de Namur en 1421, los ducados
de Brabante y Limburgo en 1439, los condados de Henao, Holanda y Zelanda en 1432, el Ducado
de Luxemburgo en 1441 y el ducado de Güeldres en 1437.
En 1433 buena parte del territorio de los Países Bajos y Bélgica fue unificado por el duque Felipe III
de Borgoña.31 Antes de la unión borgoñona, los neerlandeses se identificaban con su ciudad, su
condado o ducado local o como súbditos del Sacro Imperio Romano Germánico. Fue durante esta
etapa borgoñona cuando comenzó a surgir entre los neerlandeses una conciencia de nación. Los
principales nobles de los Países Bajos invitaron al duque a conquistar este país, a pesar de que él
no tenía ninguna pretensión histórica sobre los Países Bajos. Ámsterdam creció y en el siglo XV se
convirtió en el principal puerto comercial europeo para el grano procedente de la región báltica.
Güeldres se oponía al dominio borgoñón y trató de crear su propio Estado en el noreste de los
Países Bajos y noroeste de Alemania. Debido a la falta de dinero, Güeldres hizo que sus soldados
se proveyeran de lo que necesitaran mediante el saqueo de los territorios enemigos. Estos soldados
supusieron una gran amenaza para los Países Bajos borgoñones. Güeldres estaba aliada con
Francia, Inglaterra y Dinamarca, los cuales querían poner fin a la prosperidad de Flandes y al
dominio borgoñón sobre los Países Bajos.
Cuando Carlos el Temerario, duque de Borgoña, murió en enero de 1477 en la batalla de Nancy sin
descendencia masculina, el rey Luis XI de Francia se apoderó del ducado de Borgoña y lo anexionó
al dominio real, sobre la base de que los infantazgos se habían reglamentado de forma que, al
extinguirse la descendencia masculina, debían incorporarse a la Corona. Pero María de Borgoña, la
hija del duque de Borgoña, se casó con el futuro emperador Maximiliano I de Habsburgo para
defender su herencia y no aceptó la pérdida del ducado, manteniendo así la titulación de duque de
Borgoña por el prestigio que otorgaba a su titular el ser Gran Maestre y Jefe Soberano de la Orden
del Toisón de Oro.
En febrero de 1477, María de Borgoña concede el llamado Gran Privilegio a sus súbditos
de Flandes (Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y norte de Francia), que fue firmado en Gante,
devolviéndoles los privilegios arrebatados por los duques anteriores, Felipe el Bueno y Carlos el
Temerario. Era un Estatuto que garantizaba el autogobierno de los Países Bajos, según el cual se
creaba un Gran Consejo para asesorar a María de Borgoña, que se comprometía a no declarar la
guerra o subir los impuestos sin el consentimiento de los Estados Generales de los Países Bajos.
Al firmarse el tratado de Senlis en 1493, los franceses conservaron el territorio del Ducado de
Borgoña, pero devolvieron el Franco Condado y el Artois a los borgoñones. En 1493, Felipe el
Hermoso ya era mayor de edad y su intitulación en 1495 muestra sus posesiones territoriales en los
Países Bajos:
Phelipe par la grace de Dieu Archiduc d'Ausriche, Duc de Bourgoingne, de Lothor, de Brabant, de Stiere, de
Carinte, de Carniole, de Lemberg, de Lucembourg & de Gheldres; Conte de Habsbourgh, de Flandres, de
Tyrol, d'Artois, de Bourgoingne Palatin & de Hoynnau, Lantgrave d'Elsace, Marquis de Bourgaubb & du
Saint Empire; de Hollande, de Zeelande, de Ferette, de Kiburg, de Namur, & de Zutphen Conte, Seignure
de Frese, sur la Marche de Sclanonie, de Portenaub, de Salins, & de Malines.32
Mediante la Tregua con las provincias del Norte, los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia
emprendieron una política de reparación y reorganización interna, protegiendo las artes, las
ciencias, así como el comercio y la agricultura. Además su Edicto Perpetuo de 12 de julio de 161137
conforma el primer código legal belga. No obstante, aunque independientes los Países Bajos
permanecieron dentro de la esfera de influencia española.
En 1714, con el Tratado de Rastatt el emperador Carlos VI obtuvo el control de los Países Bajos
españoles, pasando a ser conocidos como los Países Bajos austríacos.
La política centralizadora del emperador José II de Habsburgo en contra de los antiguos privilegios
provocó la rebelión general en 1788, la Revolución brabanzona, que se declararon independientes y
formaron los Estados Unidos de Bélgica (11 de enero de 1790), en una declaración firmada
por Brabante Flamenco, Güeldres, Flandes, Flandes
Occidental, Henao, Namur, Tournai, Tournaisis y Malinas, pero no Luxemburgo.38
A fines de 1790, el poder imperial lo restauró el emperador Leopoldo II de Austria.
Durante las guerras revolucionarias francesas, el ejército revolucionario francés venció en 1792 al
austriaco en la batalla de Jemappes y conquistó los territorios de los Países Bajos meridionales,
pero la victoria austriaca en Neerwinden en 1793 puso en retirada al ejército francés.
Finalmente, los franceses obtuvieron en 1794 la victoria en la batalla de Fleurus y los austriacos se
retiraron de nuevo de los Países Bajos.
El 1 de octubre de 1795, la Convención Nacional anexionó los Países Bajos y el Obispado de
Lieja.39 La pérdida de territorios fue reconocida por Austria en el Tratado de Campo Formio, el 17 de
octubre de 1797.