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DICIEMBRE 2019
Año XXXVIII. Nº 266
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Y Él, la Palabra, se hizo carne
se hizo carne, se metió en nuestra historia,
para que seamos capaces de escribir fina-
les felices. Dios, por la Encarnación en el
vientre de María, se hizo uno de nosotros,
anduvo nuestros caminos, y con su Espíritu
mantiene abierta nuestra esperanza.
Encarnarse en La República Democrá-
tica del Congo, en Centroáfrica, en Togo, en
Benín, Níger, Nigeria, Liberia, Sierra Leona,
Malí, Costa de Marfil, Marruecos, Ghana,
Tanzania, Egipto, Zambia, Sudáfrica, Kenia,
Angola, es lo que venimos haciendo ya des-
de hace casi 163 años, cuando Marion de
Brésillac consagró a María Inmaculada la
naciente Sociedad de Misiones Africanas
en la Basílica de Fourvière el 8 de diciem-
bre de 1856.
Formamos parte, nosotros —también
los que leéis esta revista— eslabón a es-
labón, de todos los misioneros que nos han
precedido y que han visto nacer iglesias,
comunidades, y compañeros jóvenes mi-
sioneros que ahora están con nosotros en
Madrid.
Podemos estar orgullosos y si mantene-
mos de referencia el prólogo de San Juan,
mantendremos vivo nuestro carisma, y po-
dremos seguir escribiendo finales felices,
todos los que Dios nos permita, y las fuer-
zas nos den.
En el principio existía la Palabra y la
Palabra era Dios, magnífica noticia. La his-
toria del prólogo no puede comenzar mejor.
Lugo añade: Por medio de ella se hizo todo
y sin ella no se hizo nada de lo que se ha
hecho. Es una Palabra creadora y recrea-
dora. Hasta ahí todo bien, pero avancemos
unas líneas: La Palabra era la luz verdade-
ra que alumbra a todo hombre. Al mundo
vino y en el mundo estaba; el mundo se Con el cariño de una madre.
la SMA y su labor en África. Se les confía la mes de Noviembre. Miguel Ángel Muñoz Cuesta
SATURNINO SE DESPIDE
DE LA PARROQUIA DE KALALÉ
Celebración de la
fundación de la SMA
Hola a todos,
Como todos los años queremos in-
vitaros a celebrar el 163 aniversario de
la fundación de nuestro instituto, los
días 6 y 7 de diciembre en la Residen-
cia Amor de Dios.
En el cartel está el programa de la
celebración y os invitamos a participar
en todas las actividades organizadas.
Os invitamos a confirmar vuestra
presencia para una buena organiza-
ción.
Muchas gracias.
El origen de la discordia
Érase una vez dos hombres que vivían — He ido de caza y solo he podido en- — Ninguna, es verdad. Pero mi gallina
en la misma casa; uno era agricultor y el contrar este huevo de avestruz ¿pue- tenía ocho huevos y tu pusiste uno
otro cazador. Se entendían perfectamente, do ponerlo a tu gallina para que lo solo. Coge el pollo que te correspon-
siempre estaban de acuerdo en las decisio- incube con los suyos? Ya veremos lo de y no discutamos más, que siga la
nes que tomaban y no existía entre ellos el que pasa. paz entre nosotros. ¿Cómo se te ocu-
menor resquicio para la envidia y los celos. rre llevarte ocho pollos de avestruz si
No se recordaba ni la más leve disputa que El amigo aceptó y pusieron el huevo de solamente pusiste un huevo?
hubiese podido surgir entre ellos porque en avestruz con los de la gallina y esta se puso
a incubar los nueve huevos. Pero he aquí —
Pero bueno, le contestaba invaria-
aquellos tiempos la discordia no existía en
que cuando llegó el momento de la eclo- blemente el otro, antes de poner el
el mundo hasta que Dios pensó que sería
sión de los huevos salieron ocho pollitos de huevo de avestruz a tu gallina, solo
necesario sembrarla entre los hombres que te dio pollitos de gallina. ¿No es así?
habían alcanzado demasiado poder en su avestruz y uno de gallina. Aquello fue una
creación y sus criaturas. gran sorpresa para los dos amigos, pero los — Sí, pero…
pollitos de avestruz y el de la gallina cre-
Un día el cazador se fue a cazar y se cieron y vivieron juntos hasta que llegó el Es así cómo la discordia hizo su apa-
pasó todo el día recorriendo montes y va- momento de repartirse los animalitos entre rición entre los dos amigos y en el mundo
lles sin encontrar ninguna pieza que meter los dos amigos. Entonces el agricultor dijo porque fue el mismo Dios el que la introdujo
en su zurrón. Había sido un día nefasto. Ya al cazador: en él.
se disponía regresar a casa con las manos El que quiera suprimirla que trate de ha-
vacías cuando se encontró con un huevo de — Esta es la avestruz que te correspon-
de. Y le entregó un pollo de avestruz. cer un reparto justo que satisfaga a las dos
avestruz que recogió y se lo llevo consigo. partes. Es la condición para que la discordia
El cazador protestó diciendo:
El agricultor tenía una gallina que en desaparezca del universo
cuanto ponía nueve huevos los incubaba y — No, amigo mío. Traje un huevo de
a las pocas semanas salían nueve pollitos. avestruz y me pertenecen todas las
El día que regresó el cazador del monte con avestruces que ha dado tu gallina. Cuento bariba recogido por
su huevo de avestruz la gallina había puesto ¿Cuántas avestruces te ha dado tu Rafael Marco, sma
ocho huevos, entonces se le ocurrió decir a gallina antes de que dejase mi huevo
su amigo: para incubar?
Edita: SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS S.M.A. Director: Rafael Marco. Redacción: Pepe Ferrer y Almudena Marí. Administración: Ángel Espuela. Suscripción: 4 e.
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