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Clínica
EL LIBRO MUERE CUANDO LO FOTOCOPIA
AMIGO LECTOR:
Alfredo Ardila
Florida International University
Mónica Rosselli
Florida Atlantic University
Editores responsables
Neuropsicología clínica
D. R. © 2007 por Editorial El Manual Moderno S. A. de C. V.
ISBN-10:970-729-279-2
ISBN-13:978-970-729-279-6
9HUVLyQ(OHFWURQLFD
Miembro de la Cámara de la
Industria Editorial Mexicana. Reg. Num. 39
Director Editorial
Dr. Alfredo R. Boyd Filós
Coordinador de diseño
Esteban Gutiérrez Hernández
Diseño de portada
Sr. Sergio Alejandro Pérez Colín
C O N T E N I D O
Asimetrías somestésicas 32
Asimetrías motoras 34
ASIMETRÍA EN PACIENTES CON DAÑO CEREBRAL 34
Lesiones hemisféricas unilaterales 35
Comisurotomía y asimetría cerebral 38
Funciones visoespaciales 39
Funciones auditivas 41
Funciones táctiles 41
Funciones olfativas 41
Funciones motoras 42
Funciones lingüísticas 42
ESPECIALIZACIÓN HEMISFÉRICA 43
MÉTODOS PARA DETERMINAR LA ASIMETRÍA CEREBRAL 46
Método de Wada 46
Evaluación de la preferencia manual 46
VARIABLES EN LA ASIMETRÍA CEREBRAL 47
Asimetría cerebral y género 47
Hipótesis sobre la preferencia manual 48
Teorías ambientales 48
Teorías genéticas 48
Teorías hormonales 49
ORGANIZACIÓN CEREBRAL EN SUJETOS ZURDOS 49
CAPÍTULO 4 AFASIA 51
CLASIFICACIÓN DE LAS AFASIAS 51
SÍNDROMES AFÁSICOS PERISILVIANOS 56
Afasia de Broca 56
Afasia de conducción 58
Afasia de Wernicke 62
SÍNDROMES AFÁSICOS EXTRASILVIANOS 66
Afasia extrasilviana motora 66
Afasia extrasilviana sensorial 69
Afasia extrasilviana mixta 72
TRASTORNOS DEL LENGUAJE Y DEL HABLA DE ORIGEN SUBCORTICAL 73
La afasia del cuadrilátero de Marie 74
Afasia estriato-capsular 75
Enfermedad de Huntington y enfermedad de Parkinson 77
Afasia talámica 77
PARTICIPACIÓN DE LA ÍNSULA EN EL LENGUAJE 79
TRASTORNOS DEL LENGUAJE DE ORIGEN CEREBELOSO 80
Contenido vii
CAPÍTULO 5 ALEXIA 81
DESARROLLO HISTÓRICO 81
SÍNDROMES ALÉXICOS CLÁSICOS 83
Alexia parieto-temporal 83
Alexia occipital 84
Alexia frontal 85
Alexia espacial 86
OTRAS VARIEDADES DE ALEXIA 89
Alexias afásicas 89
Hemialexia 90
Algunas formas especiales de alexia 91
MODELOS PSICOLINGÜÍSTICOS Y COGNOSCITIVOS DE LAS ALEXIAS 91
Lectura normal 92
Alexias (dislexias) centrales 93
Alexia fonológica 94
Alexia superficial 95
Alexia profunda 95
Alexias (dislexias) periféricas 96
LECTURA LETRA POR LETRA 97
Alexia por negligencia 98
Alexia atencional 99
REFERENCIAS 295
ÍNDICE ANALÍTICO 345
I N T R O D U C C I Ó N
Dichos problemas son abordados de una u otra manera por una serie de especialis-
tas: pedagogos, psicólogos escolares, pediatras, neurólogos, fonoaudiólogos y neu-
ropsicólogos. Por otro lado, los defectos cognoscitivos unidos al envejecimiento
normal, y en particular al envejecimiento patológico en caso de demencias, reciben
cada vez más atención especializada. De acuerdo con la Organización Mundial de la
Salud, se calcula que 6% de las personas mayores de 65 años, 12-15% de las perso-
nas mayores de 75 años y cerca de 40% de las personas mayores de 85 años pre-
sentan una demencia causada por una y otra etiología. El geriatra y el neurólogo
participan en el diagnóstico y manejo de los pacientes seniles y con demencia, pero
se requiere también la intervención del neuropsicólogo para llevar a cabo el diag-
nóstico diferencial, la evaluación cognoscitiva y manejo del paciente.
Desde el punto de vista asistencial la acción del neuropsicólogo clínico se diri-
ge a estos dos grupos poblacionales (pacientes con daño cerebral de diferente etio-
logía, y pacientes con defectos cognoscitivos unidos al desarrollo) que en conjunto
representarían de 3% al 5% de la población general. A pesar de la convergencia de
diferentes grupos de profesionales sobre este porcentaje de la población, sus nece-
sidades asistenciales son evidentes.
Es importante mencionar el papel potencial del neuropsicólogo en campañas
preventivas de salud a nivel nacional. El interés en los efectos cognoscitivos del con-
sumo de diferentes drogas psicoactivas —alcohol, marihuana, cocaína, etc.— permite
acumular un caudal de conocimientos e información en neuropsicología, potencial-
mente útil en cuestión de medicina preventiva. Igualmente, la información al públi-
co en general sobre problemas de aprendizaje, cambios cognoscitivos asociados al
envejecimiento normal y la demencia, y manejo de pacientes con daño cerebral,
representa un valioso aporte para aplicar un mejor tratamiento y ubicar mejor algunas
poblaciones patológicas. La acción del neuropsicólogo puede ayudar significativa-
mente a disminuir los costos sociales de algunas patologías.
En algunos países la actividad del neuropsicólogo ha influido considerablemen-
te en diversos casos de carácter legal. Quienes llevan a cabo actos delictivos son
sometidos cada vez más a una rigurosa evaluación neuropsicológica, a la que se con-
sidera un elemento esencial en cualquier decisión de tipo legal. De manera similar,
las decisiones sobre responsabilidad civil y capacidad laboral pueden requerir el con-
curso de profesionales de la neuropsicología, que en estos ámbitos tienen grandes
perspectivas.
Este libro se ha diseñado específicamente para servir como libro de texto básico
en neuropsicología. Se abordan los principales problemas que trata la neuropsicolo-
gía: la asimetría cerebral, los principales síndromes hallados en caso de daño cere-
bral —afasias, alexias, agrafias, acalculias, apraxias, agnosias, amnesias, y función
ejecutiva—, los trastornos neuropsicológicos unidos al desarrollo —neuropsicología
infantil y neuropsicología del envejecimiento, demencia—, el diagnóstico y la reha-
bilitación en neuropsicología. Se dedica, además, un capítulo a la revisión de las prin-
cipales etiologías de daño cerebral. En el capítulo primero se hace una revisión
xviii Neuropsicología clínica
Desarrollo histórico
de la neuropsicología
El estudio acerca de la organización cerebral de la actividad cognoscitiva-comporta-
mental y el análisis de sus alteraciones en caso de patología cerebral tiene apenas un
poco más de un siglo, pero el material producido ha sido tan vasto como polémico por
su contenido. Este tipo de análisis ha permitido avances notables en la comprensión
de cómo se organiza el sistema nervioso.
Para simplificar, se distinguirán cuatro periodos en el desarrollo de los conceptos
sobre las relaciones cerebro-actividad cognoscitiva: 1) Periodo preclásico (hasta 1861),
2) periodo clásico (1861-1945, aproximadamente hasta la Segunda Guerra Mundial); 3)
periodo moderno o posterior a la Segunda Guerra Mundial (1945-1975), y 4) periodo
contemporáneo (de 1975 a la fecha; aproximadamente, desde la introducción de las
técnicas imagenológicas contemporáneas).
Durante el siglo XIX surgen múltiples descripciones vinculadas a las secuelas posi-
bles de daño cerebral sobre la actividad comportamental. Bouillaud distinguió en 1825
dos tipos de patologías del lenguaje, uno articulatorio y otro amnésico, correspondien-
tes en general a las formas motora y sensorial de afasia. En 1843 Lordat propuso una
dicotomía similar al distinguir la pérdida de la capacidad para producir palabras (asiner-
gia verbal) de la pérdida de la capacidad para recordarlas (amnesia verbal). Ogle utilizó
en 1867el término agrafia para referirse a la incapacidad para escribir.
A finales del siglo XVIII y comienzos del XIX Franz Gall formula una nueva doc-
trina particularmente influyente durante el siglo XIX: que los hemisferios cerebra-
les del hombre incluyen varios órganos independientes que sustentan las cualidades
intelectuales y morales. Así, el lenguaje, por ejemplo, depende de la región orbital
de los lóbulos frontales. Esta región crece de manera anormal y conduce a la pro-
trusión de los ojos (“ojos de buey”) en personas con excelente memoria verbal, pero
también con talento para el lenguaje y la literatura. Por lo ingenuo que parece hoy
en día a la luz de los conocimientos científicos actuales, el punto de vista de Gall (fre-
nología) ha sido frecuentemente ridiculizado, sin embargo, no se ha hecho suficien-
te hincapié en el papel decisivo que desempeñó al plantear en forma explícita que
toda la actividad cognoscitiva (por compleja que sea) es resultante de la actividad
cerebral. Gall es el antecesor directo de la neuropsicología.
Hubo un intenso debate por la manera en que se debía denominar esta alteración
en el lenguaje, inicialmente designada por Broca como afemia. Lordat empleó pre-
viamente el término alalia, y Trousseau (1865) desaprobó el término de afemia porque,
en su opinión, era sinónimo de infamia, y propuso entonces la palabra afasia. Esta
última terminó por imponerse.
El segundo gran avance en el enfoque localizacionista del lenguaje —y por ende,
de toda la actividad cognoscitiva— ocurrió con la publicación de la tesis doctoral de
un estudiante alemán, Karl Wernicke, en 1874. Wernicke propuso la existencia de dos
tipos de afasia: motora y sensorial, separables clínicamente y apoyó su punto de vis-
ta en correlaciones clínico/anatómicas. Posteriormente postuló un tercer tipo de afa-
sia, la afasia de conducción, basándose en la descripción diagramática de las áreas del
cerebro que participan en el lenguaje. Más tarde, junto con Lichtheim, dio a conocer
un modelo de clasificación de las afasias al que se conocería como el esquema de
Lichtheim-Wernicke.
Luego de la presentación inicial de Wernicke, se hicieron populares tanto la bús-
queda de correlaciones clínico-anatómicas de las diferentes variedades de afasia
como el empleo de diagramas para “explicar” las alteraciones en el lenguaje. En esa
época surgió una serie de esquemas y clasificaciones de diferentes síndromes neu-
ropsicológicos. Los localizacionistas suponían que áreas específicas del cerebro
(“centros”) se relacionaban con aspectos particulares de la actividad psicológica, y
“demostraban” este supuesto al correlacionar defectos específicos y exámenes
postmortem, señalando que la patología se localizaba en sitios específicos del cere-
bro. Tales hallazgos clínicos solían expresarse con el lenguaje psicológico de la épo-
ca (imágenes auditivas, impercepción, esquemas verbales, ceguera psíquica, etc.), y
las asociaciones clínico-anatómicas hacían referencia a los efectos de la patología
cerebral sobre estas supuestas funciones. Así, se propuso un centro glosoquinético, un
centro de la escritura, un centro de las imágenes auditivoverbales, un centro de la lectu-
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autor del concepto de apraxia. Además (1900), distinguió tres tipos diferentes de
apraxia: melocinética, ideomotora e ideacional
Se cree que Rieger (1909) fue el primer investigador que llamó la atención sobre el
hecho de que algunos pacientes con daño cerebral tienen dificultades para ensamblar
objetos. Más tarde, Kleist (1912), y, posteriormente Poppelreuter (1917), hablaron de
apraxia óptica para describir las dificultades que tienen algunos pacientes para realizar
actividades que requieren un adecuado control visual de los movimientos, como dibujar, y
que es evidentemente diferenciable de la apraxia idemotora. Diez años más tarde, el
propio Kleist aportó el término apraxia construccional para designar las alteraciones en
las actividades formativas —como ensamblar objetos, construir figuras o hacer dibu-
jos—, en las cuales la forma espacial del producto es inadecuada, sin que exista apraxia
para los movimientos simples (apraxia ideomotora); y haya, en cambio, una buena per-
cepción visual de formas y suficiente capacidad para localizar los objetos en el espacio.
No se trata propiamente de una apraxia ni de una agnosia, por lo que algunos autores
consideraron más adecuado calificarla como una apractoagnosia (Lange, 1936).
En la década de 1920 se distinguen nuevos tipos de alteraciones en la organiza-
ción de los movimientos. Marie et al., (1922) utilizaron el término planotopoquinesia
para referirse a un síndrome que incluye no sólo las dificultades para orientar los
movimientos espaciales necesarios para vestirse, sino también trastornos en el cál-
culo y en la orientación en mapas. Posteriormente, esta dificultad para orientar los
movimientos necesarios para vestirse fue analizada por Brain (1941), quien se refie-
re a una forma específica de apraxia del vestirse, es decir, la incapacidad para ubicar
sin error la vestimenta en el propio cuerpo.
Henry Head (1926) presenta una aproximación clínico-psicológica en el estudio
de las afasias. Sin embargo, muchos afasiólogos, cuyos puntos de vista pueden con-
siderarse como clínico-psicológicos, reconocen que el daño en ciertas áreas neuro-
©Editorial El Manual Moderno Fotocopiar sin autorización es un delito.
interfiere con la función básica (gestalten), con una sintomatología variable derivada
de las variaciones en la alteración de toda la organización cerebral. El enfoque ges-
táltico substituyó los conceptos psicológicos de las teorías neuroanatómicamente
basadas y tuvo una gran influencia en todas las esferas de la psicología, incluyendo
las referentes a las alteraciones del lenguaje. El apoyo científico para el enfoque
holístico provino también de la experimentación animal de Lashley (1929), cuyos
trabajos iniciales sugirieron que la función cerebral no era el producto de una estruc-
tura neuroanatómica específica, sino que resulta de la participación integrada de una
masa extensa de tejido cerebral. Lashley y sus seguidores incorporaron mediciones
estrictas y técnicas observacionales en psicología, pero finalmente, estos estudios
terminaron por afirmar la importancia de estructuras cerebrales específicas en dife-
rentes funciones psicológicas. Aun cuando la mayoría de los estudios contemporá-
neos sobre las afasias se niegan a aceptar el punto de vista gestáltico propuesto
inicialmente, algunos autores mantienen todavía cierta posición holística, o bien
aceptan aspectos del enfoque dinámico, holístico. Su influencia continúa siendo, en
alguna medida, importante.
Hacia mediados del siglo XIX ya se había descrito la mayoría de los síndromes
neuropsicológicos, y se conocía suficientemente la participación de cada hemisferio
cerebral en diferentes procesos neuropsicológicos
Durante la Segunda Guerra Mundial y en los años posteriores, no sólo en los países euro-
peos sino en el resto del mundo, el número creciente de pacientes heridos de guerra con
alteraciones cognoscitivas resultantes de lesiones cerebrales incrementó la demanda de
procedimientos diagnósticos y rehabilitativos. El primer resultado importante de la pos-
guerra fue la aparición del libro de A.R. Luria, La afasia traumática, publicado en
ruso en 1947 y en inglés en 1970, que presenta una serie de propuestas originales
acerca de la organización cerebral del lenguaje y de su patología, con base en la
observación sistemática de centenares de heridos durante el conflicto bélico. La
influencia de Luria en las interpretaciones teóricas y clínicas de las afasias ha sido inmen-
sa. Sus puntos de vista se sistematizaron posteriormente en otras obras suyas, como El
cerebro humano y los procesos psicológicos (1966), Las funciones corticales superiores en
el hombre (1976), El cerebro en acción (1974) y Fundamentos de neurolingüística (1976).
Luria adoptó un punto de vista intermedio entre el localizacionismo y el antiloca-
lizacionismo. Para él, los procesos psicológicos representan sistemas funcionales
complejos que requieren de muchos eslabones diferentes para su realización normal.
En condiciones normales, existe la participación simultánea de múltiples áreas cor-
ticales, y cada una de éstas se especializa en una forma particular de procesar la
información; sin embargo, dicho procesamiento específico puede participar en dife-
rentes sistemas funcionales. Así, por ejemplo, la primera circunvolución temporal
del hemisferio izquierdo participa en la discriminación fonológica, y su daño implica
Desarrollo histórico de la neuropsicología 7
remediales en pacientes con daño cerebral no sólo en relación con las alteraciones
del lenguaje, sino también con respecto a los trastornos cognoscitivos asociados
(memoria, percepción, atención, etc.) (vg., Meier y Diller, 1987; Ostrosky et al.,
1996; Sohlberg y Mateer, 1989). Por su parte, la terapia del lenguaje o fonoaudiolo-
gía se ha reforzado con el trabajo de muchos neuropsicólogos dedicados a la rehabi-
litación cognoscitiva. El empleo de computadores en el área de la rehabilitación
representa un avance potencialmente muy valioso en esta dirección.
Durante los últimos años, la cantidad de publicaciones internacionales —tráte-
se de libros o de revistas especializadas— ha crecido en forma sorprendente, dando
testimonio de la importancia cada vez mayor de la neuropsicología dentro del mun-
do científico contemporáneo (véase cuadro 1-1).
Capítulo 1
La neuropsicología, articulación
del cerebro y la mente
J. Lorenzo
introducción
Antecedentes históricos
Desde principios del siglo XIX se incrementa progresivamente el interés por el estudio de
la estructura y función de la corteza cerebral y sus vinculaciones con el comportamiento.
17
Neuropsicología
La neuropsicología, articulación del cerebro y la mente
Gall, la frenología
Esta disciplina sostiene que la corteza cerebral es la base de todas las activida-
des y emociones humanas. Sin fundamento científico, caprichoso, diseña un
mapa de regiones corticales y adjudica funciones a zonas perfectamente deli-
mitadas. Así, tiene una región del odio, otra de la envidia, otra de la gratitud,
etc. Mirados hoy, los mapas de la frenología se nos antojan creaciones humo-
rísticas, no obstante, debemos reconocer que en su momento su actitud mate-
rialista constituyó un avance importante del punto de vista conceptual. Para la
ciencia de la época la simple afirmación de que la base del comportamiento
humano reside en el cerebro era revolucionaria.
El modelo asociacionista
El modelo holístico
18
Neuropsicología
La neuropsicología, articulación del cerebro y la mente
De acuerdo a Mesulam habría cinco sistemas de redes neurales (ver capítulo 2):
20
Neuropsicología
La neuropsicología, articulación del cerebro y la mente
inar capas
algunas, como la sustancia innominata, es imposible discrim
estructura a medio camino
neuronales. Todas estas regiones comparten una
entre los núcleos subcorticales y la corteza propiamente dicha.
El allocórtex
componen dos
Constituye la segunda instancia de organización neuronal. Lo
tes. Sus com-
capas neuronales con patrones de orientación dendrítica constan
órtex» y
ponentes son el complejo hipocámpico, también conocido como «arquic
la corteza olfatoria primaria, también llamada «paleoc órtex».
límbica de la
Las formaciones corticoides y el allocórtex constituyen la zona
corteza cerebral.
de tran-
Se intercalan entre el allocórtex y el isocórtex, constituyendo estructuras
ia de neurona s granula res en
sición entre ambos. Se caracterizan por la presenc
ciación de
las capas IV y Il, la sublaminación de la capa lll y una mayor diferen
ontal,
las capas corticales. Las formaciones paralímbicas son: la corteza órbitofr
el complejo cingular.
la ínsula, el polo temporal, la corteza parahipocámpica y
cere-
Constituyen el «cinturón paralímbico» que rodea las zonas mediales y basales
ntrico y el hipocam pocéntr ico,
brales y está dividido en dos grupos mayores: el oltatocé
El primero vincula la corteza piriforme del allocórtex con las cortezas órbitofrontal,
para
insular temporopolar paralímbica. El hipocampo provee el «nido» de allocórtex
el cíngulo y los componentes paralímbicos del cerebro.
Se
Constituye la mayor parte de la corteza y se llama también «neocórtex».
ión o heteromodal. El
clasifica en modal específico o unimodal y de alta integrac
los
término modal en este caso alude a la relación de estas áreas con alguno de
modos de recepción o generación de datos, sensitiv os, sensoria les o motores.
El isocórtex sensitivo unimodal tiene las siguientes características:
1) Sus neuronas responden a la estimulación en una única modalidad sensorial.
2) La información sensorial llega de la corteza sensorial primaria o de otras
regiones unimodales de la misma modalidad.
mo-
3) Sus lesiones producen déficits solamente en funciones guiadas por esa
dalidad ya sea auditiva, visual, sensitiva, etc. Las agnosias visuales , auditiva s,
etc. son ejemplos de la lesión de estas zonas.
En el hombre las áreas unimodales incluyen el lóbulo parietal superior y la
parte anterior del lóbulo parietal inferior. Las áreas unimodales relacionadas con
la información gustativa, olfatoria y vestibular aún no han sido dilucidadas.
El componente heteromodal del isocórtex asociativo se identifica por las siguientes
características:
1) Las respuestas neuronales no están contfinadas a una única modalidad sensorial.
2) La información sensorial predominante llega de áreas unimodales de varias
modalidades o de otras áreas heteromodales.
3) Los déficits resultantes de la lesión son siempre mutimodales, nunca están
21
Neuropsicología
La neuropsicología, articulación del cerebro y la mente
confinados a tareas guiadas por una modalidad específica (trastornos del len-
guaje, apraxias).
La corteza heteromodal en el hombre incluye la corteza prefrontal, la parietal
posterior, la lateral temporal y algunas zonas del girus parahipocámpico.
22
Neuropsicología
La neuropsicología, articulación del cerebro y la mente
heteromodales. La corteza
y éstas lo hacen con las áreas de asociación
áreas unimodales y éstas
heteromodal se conecta más intensamente con las
tado es recíproco, de modo
con las áreas corticales primarias. Este interconec
e con las corticales primarias
que las áreas unimodales se conectan básicament
con las áreas límbicas, etc. Ob-
y con las heteromodales, éstas con aquellas y
amplia pero guarda las priorida-
viamente que la conectividad general es más
des que señalamos arriba.
iones entre sí, de modo
Las áreas de la misma región tienen además conex
y las regiones heteromodales
tal que la amígdala se conecta con el hipocampo
y motoras primarias tienen
tienen conexiones propias. Las áreas sensitivas
|
Espacio
extrapersonal
|
| |
Áreas primarias sensoriales y motoras
Córtex idiotípico |
odales) |
Áreas de asociación modal-específicas (unim
Córtex homotípico
Áreas de asoci ación de alto nivel (hetermodales)
anterior - |
Polo temporal - Córtex órbito-frontal - Ínsula
Gyrus cingular - Gyrus parahipocá mpico
a
a
|
Hipotálamo
Medio interno
_
Figura 1.2 Organización y funcionamiento cortical (Tomada de M. Mesulam).
23
Neuropsicología
La neuropsicología, articulación del cerebro y la mente
24
Neuropsicología
La neuropsicología, articulación del cerebro y la mente
Referencias
Oxford:
4. Mesulam MM. Principles of behavioral and cognitive neurology. 2nd ed.
University Press; 2000.
25
Neuropsicología
Las redes neurocognitivas de gran escala
Capítulo 2
La neurología del siglo XIX y parte del XX, utilizando el método anatomoclínico,
dedicó gran parte de su esfuerzo a localizar distintos «centros» en el cerebro,
que se encargaran de funciones específicas. Así, se identificaron el centro pontino
de la mirada lateral, los distintos núcleos de los pares craneanos, las áreas
corticales motoras, sensitivas y sensoriales, etc.
Sin embargo algunas funciones, como el lenguaje, no eran completamente explica-
das por un modelo como éste. Se observó que lesiones en diferentes puntos del
encéfalo provocaban la alteración de una misma función (el lenguaje), aunque con
algunas características diferentes: lesiones hemisféricas izquierdas prerrolándicas
daban lugar a la típica Afasia de Broca, mientras que lesiones izquierdas posterio-
res, retrorrolándicas, daban lugar al cuadro de la Atasia de Wernicke. Por otro lado,
se observó que lesiones de la sustancia blanca profunda perisilviana daba lugar,
fundamentalmente, a un trastorno de la repetición.
A partir de esta situación clínica común, se pueden extraer varias conclusiones, que
son extensibles a otros dominios además del lenguaje: 1) Para muchas funciones,
en general las llamadas de «alta integración» o funciones cognitivas, no existe un
«centro» único. En nuestro ejemplo, se pueden identificar por los menos dos, el área
de Broca y el área de Wernicke. 2) Esto lleva a postular que estas funciones están
distribuidas en todo el encéfalo. El decir que están distribuidas no significa, como
postulaba Lashley, que existe una equipotencialidad de las estructuras encefálicas.
Muy por el contrario, son diferentes áreas en distintos sectores del cerebro con una
especificidad muy alta para determinada tarea. 3) Necesariamente al estar
topográficamente distantes, estas zonas distribuidas en el encéfalo que sirven a una
misma función deben estar interconectadas por haces blancos; se forma así una
«red a gran escala» que se encarga globalmente de una función. A esta postura
teórica se le ha llamado neolocalizacionismo, en el sentido que localiza la función
en estructuras específicas, pero que no son únicas, si no que abarcan sectores muy
distantes en el encéfalo.
Geschwind en 1965, luego de describir y analizar los síndromes de desconexión,
fue uno de los primeros en postular que el sustrato neural de las conductas
complejas del hombre es la conectividad córticocortical, jerárquicamente orde-
nada. En el cerebro, la información se puede manejar de manera convergente o
distribuida. Analizaremos brevemente cada modelo.
27
Neuropsicología
Las redes neurocognitivas de gran escala
Modelo convergente
En el modelo convergente cada área cortical pasa a la siguiente un extracto de
información, que finalmente se almacenaría en el área terciaria transmodal. En
dicha área se guarda una síntesis o resumen de los rasgos claves del resultado
del procesamiento cortical, constituyendo la asociación entre dos modalidades
sensoriales diferentes (ver figura 2.1).
Área
primaria 1
Área secundaria
unimodal 1
Modelo distribuido
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Neuropsicología
Las redes neurocognitivas de gran escala
-
T
Tálamo
30
Neuropsicología
Las redes neurocognitivas de gran escala
Sus nodos interconectados son los campos oculomotores frontales, la corteza adya-
cente al surco interparietal y la corteza cingular. El componente parietal brinda una
especialización relativa en relación con las representaciones perceptuales de loca-
lizaciones espaciales conductualmente relevantes y su transtormación en blancos
de la atención. El componente frontal se especializa en elegir y ejecutar movimien-
tos oculares secuenciales exploratorios y en orientar el movimiento. El módulo
cingular establece los componentes de motivación, y distribución del esfuerzo.
Elementos críticos adicionales están en el tálamo, el estriado y cortezas visuales.
El daño a esta red se traduce por trastornos en la atención espacial. Frente a
lesiones derechas aparece el típico síndrome de heminegligencia, mientras que
con lesiones bilaterales aparece el síndrome de Balint.
31
Neuropsicología
Las redes neurocognitivas de gran escala
L
Red perisilviana izquierda para el lenguaje
Los dos nodos de esta red son conocidos como áreas de Broca y Wernicke,
una
en el pie de la tercera circunvolución frontal ascendente y la otra en
la parte
más posterior y alta de la primera circunvolución temporal, prácticamente
al
final de la cisura de Silvio y sobre su labio inferior. El área de Broca
muestra
una especialización en los aspectos articulatorios, sintácticos y gramati
cales
del lenguaje, mientras que el área de Wenicke se dedica a aspectos lexicale
s y
semánticos del mismo. Componentes adicionales se encuentran en el tálamo,
el
estriado, y en áreas asociativas frontales, temporales y parietales. El daño
a
esta red provoca afasias, alexias y agrafias. Estos déficits se ven exclusiva-
mente luego de lesiones izquierdas en la mayoría de la población.
32
Neuropsicología
Las redes neurocognitivas de gran escala
Fascículo
Referencias
3. Mesulam MM. Principles of behavioral and cognitive neurology. 2nd ed. Oxford:
University Press; 2000.
33
con CamScanner
CaríTULO 3 LA ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO 47
Escaneado
tómicas del cercbro.
La organización del sistema nervioso
Neurona y neuroglía |
El cerebro de un embrión riene su origen en una célula única e indife-
Declr que la corteza cerebral humana es el órgano de la civilización es colocar una pesada carga sobre una
renciada denominada célula madre (también llamada célula germinal).
porción muy pequeña de materia Nos vienea la memoria el asombro de Darvin ante el hecho de que al com- Estas células y su progenie originan los diferentes ripos de células espe-
portamiento extraordinariamente eficiente y diversificado de las hormigas, sea dirigido pos un cerebro tan cializadas que forman el cerebro adulto y, además, producen células
diminuto que “puede caber en la cuarta parte de la cabeza de un alliler” El cerebro humano supera en com- madre adicionales que subsisten en la edad adulta en una región del cere-
plejidad al de las hormigas, asi como su conducta es superior (C. Juston Herrick, 1926) bro denominada zona ventricular, una zona adyacente a los ventrículos
cerebrales, así como en la retina y en Ja médula espinal Una célula cron-
do calímadre tiene la capacidad adiciona] de renovarse a sí misma.
complejidad del cerebro y del comportamiento del hombre supone un
Inicialmente, para formar el cerebro, se divide y produce dos células
gran desafío para todo aquel que trate de explicar cómo origina este
madre que a su vez vuelven a dividirse (fig. 3-1). En el adulto, una célula
órgano determinadas conductas. El cerebro humano está compuesto por
madre muere después de cada división, por lo canto existe un número
más de 180 mil millones de células, de las cuales más de 80 mil millones
constante de células en proceso de división que origina nuevas células.
participan de forma directa en el procesamiento de la información. Cada
Estas células madre constituyen una fuente de nuevas células para ciertas
una de las células recibe alrededor de 15.000 conexiones desde otras célu-
partes del cerebro adulto y también pueden desempeñar un papel impor-
las. Si no existiera un orden en csta compleja interrelación, habría que rante en la reparación del cerebro cuando existen lesiones.
abandonar la esperanza de comprender el modo de funcionamiento del En el embrión en desarrollo, las células madre dan origen a las células Fig. 3 1 Las células del cerebro comian-
cerebro. Afortunadamente, podemos obtener algunas respuestas sobre la recursoras que, a su vez, forman los tipos primirivos de células del sistema zan slendo células madre multipotencia-
manera en que funciona esta maquinaria, ya que es posible observar una losas blastos. Algunos blastos se diferencian en neuronas les, que se translormen en células precur-
gran organización en la forma en que están dispuestos sus componentes. del sistema nervioso, mientras que otros se transforman en neuroglía. Estos soras, luego en blastos y, finalmente, se
] Por ejemplo, las células que se encuentran cerca unas de las otras realizan dos tipos básicos de células -neuronas y células de la neuroglía— adoptan desarrollan como células especializadas y
entre ellas la mayor parte de las conexiones. Por lo tanto, podemos decir de la neuroglía
.d ,
diferentes formas y dan origen a todo
que se asemejan a las comunidades humanas, cuyos habitantes comparten ; el cerebro adulto. Los neurocientificos Tipo
la mayor parte de su crabajo y entablan interacciones sociales con los que alguna vez pensaron que el recién
5 solular Procoso
viven en sus cercanías. Cada comunidad de células también realiza cone- nacido ya poseía todas las neuronas
| xiones con otras más distantes a través de vias largas formadas por los axo- que tendría el resto de su vida. Uno de Madre Autorrenovación
ines. Estas conexiones son análogas a las'carrereras que unen a las pobla- los descubrimientos más sorprenden-
ciones humanas. Ñ tes de los últimos años es el que
Entre las personas, el cerebro varía en cuanto a tamaño y forma, del demuestra que después del nacimiento a
mismo modo que pueden diferir sus rasgos faciales; sin embargo, las estruc- se originan nuevas neuronas y que, en
turas que lo componen (las “poblaciones” y las “carrereras”) son comunes algunas regiones del cerebro, continú-
| a todos los individuos. De hecho, la mayor parte de estas estructuras pare- an produciéndose durante la edad
cén ser corovdlós a todos los mamiferos. Hace aproximadamente 100 años, adulta.
el anatomista Lorente de Nó examinó el cerebro de un ratón al microsco- Las neuronas difieren principalmen- amas”, (Misticay
pio y, para su sorpresa, descubrió que esta delicada estructura era similar a te en su tamaño y en la complejidad
—_—_
os
«la del hombre. Como las células del cerebro son similares en-codos los ani- de sus procesos dendríricos. La figura
males que poseen sistema nervioso, es posible demostrar a as 3-2 muestra algunos ejemplos de las : Neurales
rimentos que ellas son las responsables de la conducta. Los cerebros e dis- diferencias en tamaño y forma- que
tintas "clases de animales muestran tanto diferencias como similitudes, lo caracterizan a estas células, según las PA A
cual permite dilucidar la función de una estructura específica, comparando diferentes partes del sistema nervioso.
la conducta de aquellas criaruras que la poseen con las que no la poseen. Nótese que la neurona más simple, Espacta- — Neuronasy
Este capítulo comienza con una visión global de la anatomía del cerebro y denominada neurona bipolar, se com- Bzodas células de la
luego describe más detalladamente algunas de sus estrucruras más impor- pone de un cuerpo celular con una Pi
rantes y sus funciones. dendrita en un lado y un axón en el
otro Las neuronas sensitivas que se Intarnou- Nouranes do Oligo-
Proyectan desde los receptores sensiti- ronos Proyacclón dandrooltos Astrocitos
con CamScanner
CaprfTULO 3 LA ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO 49
48 PARTE | GENERALIDADES
(A)
1a) Bm) > a . e ] te) como sustancia gris, sustancia blanca Fig 3-3 Este corte frontal del cerebro
y sustancia reticular (fig. 3-3). Si uti- muestra algunas caracteristicas inter-
Dendritas lizamos nuevamente la analogía ante- nas En el esquema (A) se observa el
Dencrila PR
rior, las poblaciones son grises y los corte y en el esquema (B) se visualiza
5 desde un ángulo Las regiones que se
sy Dandritas caminos son blancos.
La sustancia gris adquiere su carac- observan da colar blanco están com-
a mn | Es > A rerísrico color marrón grisáceo de los
puestas, en su mayor parte, por fibras,
mientras que las de color gris contlenen
capilares sanguíneos y del predominio
cuerpos celulares El gran haz de fibras
Escaneado
Axón —
de los cuerpos celulares. La sustancia que una los dos hemistarlos cerebrales
3 blanca está formada principalmente es el cuerpo calloso Cada ventrículo es
Nouronas moloras J -púr axones que se extienden desde los una tavidad ocupada por líquido
e
y Células osocia-
tivas (tólamo) — dalos (corteza)
Células plrami- Células de Purkinje
(corobolo) imádula asplaal) i cuerpos celulares para formar conc-
(retina) slliva (piol. músculos) Las lon la actividad " Las neuronas moloras anvian la
! xiones con las neuronas que se encucn- Sustancia
blanca
y molora en el sistema nervioso cantral. Ir dosdo ol corebro y la tran en áreos diferentes. Escos axones
médula ospinal hacia los músculos Sustancia
Las neuronas senshivas llovan la están recubiertos por una capa aislan- gra
te de células de la neuroglía, compues-
inlormación hacia el slslema norvloso
caniral uan
ta por la misma sustancia grasa (lípi- calloso
Ventriculos
dos) que le da a la leche su apariencia taleralos
Fig. 3-2 El sistema nervioso está com- vos del cuerpo hacia la médula espinal están modificadas de modo tal que blanca. Como resultado, un área del
puesto por neuronas, o células nervio: la dendrica y el axón están conectados, lo que acelera la conducción de la sistema nervioso rica en axones
sas. cada una de las cuales se especiali- información, porque los mensajes no tienen que pasar a través del cuerpo cubiertos por células de la neuroglía se
za según la lunción que reallza Los
esquemas muestran ol tamaño relativo
celular. Las células del cerebro y de la médula espinal tienen muchas dendri- visualiza de color blanco. La sustancia
y la configuración de (A) neuronas sen- tas cón varias ramificaciones pero, como todas las neuronas, sola un axón. reticular (del latín rete, red) contiene
reticutal
sitivas, [B) neuronas del cerebro y (C) La arquitectura celular difiere de una región a otra dentro del cerebro. Estas una mezcla de cuerpos celulares y axo-
neuronas motoras de la médula espinal diferencias constituyen las bases de la división en distintas regiones anató: nes de los que adquiere su apariencia
micas. También existen varios tipos de células gliales, cada una con una fun- similara una red, con manchas grises
ción diferente. Algunas de ellas se describen en el cuadro 3-1. y blancas. y 4
Escaneado
muertas y hasta células que recientemente hayan participado en el
apren-
dizaje de nuevas conductas. Enfoques sobre el estudio de la anatomía
El paraiso de la nomenclatura Los neuroanaromistas estudian la estructura del cerebro urilizando
alguno de los cuatro principales enfoques conceptuales: 1) comparativo,
Para el estudiante que acaba de comenzar, la nomenclatura de los núcle- 2) evolutivo, 3) citoarquitectónico y 4) funcional.
Os y tractos del sistema nervioso puede parecer caótica. Y muchas veces
lo
es. Algunas estructuras tienen nombres diferentes, a menudo utilizados de
manera indistinta. Por ejemplo, la circunvolución precentral, que presenta- El enfoque comparativo
remos más adelante en este capitulo como corteza motora primaria, es El enfoque comparativo estudia la evolución del cerebro desde la médu-
denominada de diferentes modos, como “corteza motora primaria”, “área la primitiva de los helmintos hasta la compleja “maraña de nudos” en el
4”, “área motora”, “homúnculo motor”, “área de Jackson”, “zona pira- ser humano. Además, busca correlaciones entre la complejidad cada vez
midal”, “área somatomotora”, “giro precentral” y “M1” (en la figura 3-13 más evidente del sistema nervioso y la aparición de conductas nuevas y
figura bajo el nombre “precentral”). Esta proliferación en la nomenclatura más complejas en los animales en estudio. Por ejemplo, la comparación del
tiene una larga y compleja historia dentro de las neurociencias. La termi- sistema nervioso de los animales que no se mueven con el de los que pue-
nología griega, latina y francesa alterna con la española: mesencéfalo es una den nadar, arrastrarse, caminar, trepar o volar, permite a los científicos
palabra que deriva del griego y significa “cerebro medio”, “borón sinápri- reconstruir cómo los músculos y las neuronas evolucionaron al mismo
co” equivale a la expresión francesa bonton terminean, "tracto Óptico” tiempo para producir determinada variedad de movimientos y conductas.
deriva del larin fascienlus opticas. Esce análisis no es simple. El sistema límbico, una capa media en el cere-
La imaginación de los neuroanatomistas ha permirido comparar las bro de los mamiferos, se hace prominente por vez primera en el cerebro de
estructuras del cerebro con la anatomía del cuerpo (cuerpos mamilares), los anfibios y los reptiles. ¿Es su función controlar los nuevos modos
con la flora (amigdala o “almendra”), con la fauna (hipocampo o “caballi- de locomoción que esos animales emplean, orientar sus travesías en el
to de mar”) y con la mitología (asta de Ammon). Ciertos términos repre- mundo terrestre en vez de en el acuático, interactuar en los grupos socia-
sentan un tributo a los pioneros: el campo de Forel, la cisura de Rolando, les más complejos dentro de los que viven, o conferir una capacidad de
el núcleo de Deiters. Otros términos emplean el color: sustancia negra, aprendizaje más avanzada que la de los peces? La respuesta es incierta.
locus cerúleo y núcleo rojo. El nombre latino más largo asignado a una El estudio comparativo ha arrojado una pieza clave de información den-
estructura del cerebro es nuclens reticularis tegmnenti pontis Bechterewi, tro de la neuropsicología: podemos distinguir a un mamífero de otros ani-
conocido habitualmente como núcleo reticulotegmental. Algunos nombres males por su gran corteza cerebral y esca estructura está particularmente
describen la consistencia como “sustancia gelacinosa”; otros, la falta de desarrollada en el ser humano. Esta observación sugiere en un primer
conocimiento “sustancia innominada”, “zona incierta”, “núcleo ambiguo. momento a los neurocientificos que la corteza debe cumplir una función
Algunos se basan completamente en la conveniencia: grupos celulares A-1 importante, al otorgarle habilidades únicas a los mamiferos y, especial-
a Á-15 o Bl a B9 (los que casualmente fueron nombrados hace muy poco mente, a los seres humanos. Como consecuencia, la corteza recibe propor-
tiempo). : cionalmente más atención que otras estructuras dentro de la neuropsicolo-
En este libro intentamos utilizar términos coherentes y simples pero, en gía humana.
7
muchos casos, los términos alternativos son de utilización extendida y, por
.lo tanto, los hernos incluido cuando ha sido necesario. El enfoque evolutivo Paja
Descripción de las localizaciones cerebrales El enfoque evolutivo (también llamado enfoque ontogenético) examina los
cambios en la estructura y el tamaño del cerebro que tienen lugar a medida gue
Muchas estructuras del cerebro reciben su nombre de acuerdo con su un mamifero individual evoluciona desde un huevo hasta un ejemplar adulto,
localización en relación a otras estructuras o a sus límites. Por conven- A medida que cada organismo madura, generalmente, atraviesa las mismas
ción, se emplean siece términos que indican la dirección anatómica: sipe- etapas filogenéticas que sus ancestros en el curso de la evolución. Este principio
rior o dorsal (arriba), lateral (externo), »edial (interno), ventral (debajo), se ha denominado “la ontogenia repite la filogenia” (ontogenia se refiere al
anterior (adelante) y posterior (detrás). Por Ja tanto, puede decirse que desarrollo de un organismo individual y filogería es la historia evolutiva de una
Una estructura es superior, lateral, medial, ventral, anterior o posterior a especie). Por lo tanto, los bebés humanos en un comienzo sólo pueden realizar
otra. El sistema nervioso está dispuesto de manera simérrica, con un lado movimientos gruesos. Más tarde se arrastran, caminan y, finalmente, realizan
GENERALIDADES
con CamScanner
movimientos más fino CarlTULO 3 LA ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO
s con las manos y la 53
el
5 sisteel cios ! boca. ¿Qué cambios Ocurrier
para hacer Posibl i e cada nueva conducta? on en
mparativo, el estudio evol De igua
utivo Permite correlaciona l modo que (A) Pocos, anfibios, reptilos, (B) Memiforos (ratos). ombrión humono
UCturas con las conduc r el desarrollo embrión humana a los 25 días a loo 50 días
(C) Corabro humano complotamonto
tas que surgen. dovarrollado
' ne iere inf orm ación general del cerebro [fatancátalo Talencátalo
a Maduros como si fuer Oloncélalo
as Seria del adulra. En general, an modelo s Prosencélalo
los neuropsicólogos Mesencélalo
la
cort
creen que, al correlaci
Men te inm
3 adura en el recién naci-
N Mesoncilalo
==) Mialancótalo
e onar el desarrollo de la
on: DS compleja y neocorte-
pi
Consciente, pueden
q
Escaneado
XIsten entre las estruc descubrir las relacion
turas neocorticales y sus es Médula espinal Dioncélalo
1
funciones Rombencélalo
Mesencélalo
Análisis citoarquitectónico Mádula espinal Metoncálalo Motancáfalo
Mislencdlalo
Médula aspinal
e a ca ear la arquitectura celular: sus se I Naccorleza, gangios basales, sisioma
difcren- Telencátalo (cerebro torminal) límbico. bulbo ollatoria. ventrículos
su distribución en las distintas zoñas Prosencélalo (cerebro anterior)
de: A bro. Esta yd E qu it !etorales a
nado
? grandes
] ventajas a los neu ro1naroma Dioncáétalo (cerebro intermadio o central) a
Tdlama, epitálamo, hipotálamo, glándula a pia
diferentes tipos de mapa para istas, quienestécni
pudie ha proporcio-
ca ron construir ntelculo....-
el estudio del cercbro.
La técnica citoarquitectónica más Masencéófalo (carabro medio) Mesencélalo ?
moderna analiza la organización
cerebro por medio de la observac del
ión de las diferencias en la actividad bio- Malencólalo Tronco
química de las células. La actividad celul dlalo (cerebro p ,
ar y el crecimiento están goberna- ( 2 Mielancélalo (bulbo raquideo) ;
dos por el núcleo de la célula, que libera “men Medula oblongata, cuarlo ventrículo
sajes bioquímicos” en su inte- ¡Médula espinal
rior, lo que inicia la producción de todas las proteínas que Médula espinal Mádula aspinal
Estas moléculas mensajeras pueden teñirse de
la célula necesita. Móduta espinal
esta forma, las células que
están experimentando cambios pueden localizars para luego
e construir un
mapa y proceder así a la observación. Ésta es una forma útil de
identificar la posterior, se expanden en los mamíferos considerablemente y se subdivi-
aquellas células que están activas en procesos específicos como el apren Fla 34 Los pasos en el desarrollo
diza- den, llegando a transformase en cinco regiones en toral. Los embriólogos uti-
je o aquellas que intervienen en la recuperación de las lesiones cerebrales. onlogenático del cerebro A. Un cere-
lizan nombres bastante engorrosos para las divisiones en tres y cinco zonas; bro compuesto por tres cámaras B. Un
puesto que algunos de estos nombres también se utilizan para describir par- cerebra compuesto por cinco cámaras
El estudio de las funciones tes del cerebro adulto, se muestran en la figura 3-4. C. Vista lateral que pasa por el centro
del cerebro humano
Las tres regiones del cerebro primirivo en desarrollo son una serie de tres
El análisis funcional busca descubrir la función que desarrolla cada una de dilaraciones que se encuentran al final de la médula espinal del embrión. El
las áreas del cerebro por medio de la observación de Jos cambios en la conduc- cerebro adulto de peces, anfibios
ta que ocurren después de una lesión o de las modificaciones en la actividad y repriles equivale aproximadamente a
estas tres secciones del cerebro: el prosencéfalo (“cerebro anterior”) es el res-
metabólica que suceden durante determinadas conductas. Por ejemplo, un área ponsable del olfato, el mesencéfalo (“cerebro
cerebral en actividad incrementa el consumo de oxígeno. Por lo tanto, si puede medio”) es el asiento de la
visión y la audición y el rombencéfa-
detectarse el consumo de oxígeno, las áreas acrivas del cercbro pueden diferen- lo, (*ccrebro posterior”) Controla los
ciarse de aquellas áreas menos activas. Varias técnicas por imágenes Nal movimientos y el equilibrio (fig. 3-
en métodos que detectan la actividad celular, la captación de oxígeno, sie 4A). Se considera que la médula
nocimiento de los cambios bioquímicos, erc.— hacen posible la comparación de espinal es parte del cerebro posterior.
la actividad de diferentes regiones del cerebro bajo diferentes nica En los mamíferos (fig. 3-4B) el pro-
Estos métodos se utilizaron para estudiar los cambios en las funciones cerel de sencéfalo presenta un desarrallo adi- le
Y
:
les en el curso del desarrollo, durante el movimiento, en apnea 4 ti e cional y forma los hemisferios cere-
rulos e incluso durante los de dea e eS Eb brales (corteza cerebral y estructuras
j regiones del cerebro produce dificultades nguaje, $ c relacionadas), que en su conjunto se
i
veda que, e los sujeros normales, esas mismas en a más Oxígeno conoce como telencéfalo (“cerebro
*duránte los procesos de pensamiento y producción del lenguaje. terminal”). Lo que queda del antiguo
prosencéfalo se denomina diencéfalo, E
(“cerebro intermedio o central”) e
incluye también el hipotálamo. La
Origen y desarrollo del cerebro parte posterior del cerebro también
se desarrolla adicionalmente. Se sub-
complejo que el
El cerebro que no ha completado su desarrollo es menos divide en el metencéfalo (o “puente”, Flg 35 Existen dos ventrículos lsta-
estructura de este Órga- que incluye también al cerebelo) y el ralos, uno en cada hemisferio, y un tar-
del adulto y nos da una idea clara de la división de la cer y cuarto ventriculos, cada lino de los
las tres regiones, la frontal y miclencéfalo.
no en tres partes (fig. 3-4). Más tarde, dos de cuales se encuentra on la lines madia
con CamScanner
54 Pante 1 GENERALIDADES
La ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO 55
vá
Carftruio 3
AE
Fig 36 A. Los cinco grupos de seg-
mentos de la médula espinal que lorman (a)
(8) Fig. 3-7 Cone dela médula espinal que
la columna vertabral Icervical, C; torácica Médula espinal Dormatomas Ramificaciones colaterales de muestra una neurona sensitiva de la raiz dorsal
T; lumbar, L; sacra, S; y vértebras cocciga los neuronas sensitivas y una neurona molora de la raíz ventral. Las
- pueden cruzar al otro lado e
as) se observan en esta vista lateral. B. Whllulr all! en las neuronas tamificaciones colaterales de las fibras sensltl-
Cada segmento medular Corresponde motoras. vas cruzan hacia el lado contrario de la módula
a
una región de la superficia corporal (un Norvios espinal para influir en las neuronas motoras de
dermatoma) que está identificado por el cervicales ese lado y extenderse hacia segmentos adya-
número dal segmento 5 fibrao ingresen en la raíz dorsal centes para actuar luego sobre las zonas adya-
Escaneado
Rosando Tnformación sensorial desde
los recoploras sensilivos. centes del cuerpo La reglón inlema de la
médula espinal está formada por cuerpos calu-
lares (sustancia gris) y la región externa tonsis-
Ralz dorsal te en vlas que llevan información que entra o
(sensitiva)
sale del cerebro (sustancia blanca)
Nervios Alo . : y hi Nourona
torácicos 7 — 2. sonchiva
Nourona
Rala ventrol_7
(molora)
molora,
formado por células nerviosas que combién se divide en segmentos. Cada seg-
Narvios mento recibe fibras que llegan desde los receptores sensitivos cercanos a él y
Sacros
envía fibras a los músculos de esa zona del organismo. Cada segmento fun-
Segmento
coccigeo ciona de manera relativamente independiente, aunque las fibras los interco-
necrtan y coordinan su actividad. Este esquema básico también puede aplicar-
se al cuerpo humano. Demos un vistazo a nuestro “cubo neural”.
posterior. Las fibras que para esas lesiones, la comprensión eS las tensiones
ab, no existía tratamiento
levando información desd andonan la parte anterior de la médula espinal, Sa e RA] e
e la médula a los músculos, forman un manojo de la médula espinal ha conducido a enormes mejoras
con CamScanner
similar que se conoce com
O asta anterior. los pacientes que sufren este tipo de lesiones y que actualmente pueden lle-
Pr els lo en su parte exterior, está compuesta por sus“ var una vida larga y activa. desempeña- un papel fundamental en el 1 reconoci-,
La información sensitiva
Nes, podemosol decir que: OS tracrossE ubicados
e áreapocas
que,el con
el mado; en ps a ia a mee
posterior son miento de los diferentes tipos de PR o de a ula ma
o 5 cados en el área anterior son sensitivos. Estos tractos lle- espinal. Los movimie ntos específi cos que depen
y traen información al cerebro. La parte interna de la médula está y están provocados por determina das formas de
nal se denominan reflejos
compuesta por sustancia gris; es decir, que está formada en su mayor Cesrimulación sensitiva. Existen varios tipos de receptores sensitivos en E
parte por cuerpos celulares que, en este caso, organizan los movimientos cuerpo qué incluyen receptores de dolor, temperatura, tacto y pe y de
y dan origen a las raíces anteriores. Si observamos un corte, esta región de los músculos y las articulaciones. El tama-
las sensaciones de movimiento
grisácea tiene forma de mariposa. de receptor es distinto; general-
: ño de la fibra que proviene de cada tipo ura son pnás
mente, las fibras correspondientes al dolor y a la temperat
Escaneado
las sensaciones pr ares
Funciones de la médula espinal pequeñas y aquellas correspondientes al tacto y a
son más grandes. La estimulación de los receptores del dolor y a tempera-
1 En 1822, Francois Magendie, un fisiólogo experimental francés, descri- ntos de flexión (movi-
tura en un miembro, generalmente, produce movimie
ió en un documento de tres páginas, que había realizado experimentos mientos que traen el miembro hacia adentro, hacia el cuerpo). Si el estímulo
miembro pero, con
en dos grupos de cachorros seccionando con éxito las astas posteriores en. es suave, en respuesta se flexiona solo la parte distal del nto se incrementa
un grupo y las asras anteriores en el otro (la corta edad de los perros per- estímulos sucesivos más fuertes, el tamaño del movimie
de los receptores mus-
mitió realizar las diferentes cirugías; en los perros adultos, las astas están hasta que se retira todo el miembro. La escimulación
produce movi-
fusionadas). Descubrió que, al seccionar las astas posteriores, se producía culares y de la sensibilidad fina en un miembro, en general,
la pérdida de las sensaciones; y al seccionar las astas anteriores, la de los de extensión, responsables de que el miembro se extienda hacia
mientos
movimientos. Once años antes, en 1811, Charles Bell, escocés, había afuera, lejos del cuerpo. El reflejo extensor es la causa de que la parte en con-
si el
sugerido funciones opuestas para cada una de las asras, basando sus hipo- tacto del miembro mantenga el contacto con el estímulo. Por ejemplo,
tesis en la información anatómica y en los resultados obtenidos a partir pie o la mano tocan una superficie, mantendrán el contacto por medio de
de algunos experimentos no concluyentes realizados con conejos. Cuando este refleja. Por lo tanto, ambos reflejos se acrivan por estimulación sensiti-
Magendie presentó su hallazgo, Bell dispuró con vehemencia la autoría va. Debido a que cada tipo de sensación tiene sus propios receptores, fibras,
del descubrimiento y obtuvo cierto éxito. Actualmente, el principio según conexiones y movimientos reflejos, puede pensarse que cada una es un siste-
el cual se reconoce que la parte posterior de la médula espinal es sensiti- ma sensitivo independiente. Además, debido a que el movimiento producido
va y la parte anterior es motora se denomina la ley de Bell-Magendie. El por cada.una de las sensaciones es distinto e independiente, se cree que cada
experimento de Magendie se ha considerado el más importante de todos una opera de manera independiente del resto.
a los Además de las conexiones locales que se realizan dentro del segmento
los que se han llevado a cabo sobre el sistema nervioso. Les permitió
y sensiti-. de la médula espinal correspondiente a su dermatoma, los receptores del
neurólogos, por primera vez, distinguir entre lesiones mororas
localización de la dolor y táctiles se comunican con fibras de orros segmentos de la médula
vas, así como llegar a conclusiones generales sobre la
en los síntomas observados en los pacien- espinal y, por lo tanto, pueden producir ajusces apropiados en muchas
lesión neurológica, basándose
espinal y del cuerpo, partes del cuerpo. Por ejemplo, cuando se rerira una pierna en respuesta
tes. Debido a la estrucrura segmentada de la médula a un estímulo doloroso, la orra pierna debe extenderse simultáncamente
extraer conclusiones muy importan tes sobre Ja ubica-
también se pueden
en función de los cambios en las sen- para soportar el peso del cuerpo. La médula espinal es capaz de producir
ción de las lesiones o enfermedades acciones que son más complejas que la simple adaptación de un miembro.
o movimie ntos en determi nadas zonas del cuerpo. Sin nba
saciones segmentos. Si un animal, que tiene la médula espinal seccionada del cerebro, se colo-
dispuestos ==
los órganos internos, aunque también están espinal, ca en un cabestrillo con las patas en contacto con una cinta transporta-
dentro de la médula
parecen no tener su propia representación exterio- dora, el animal es capaz de caminar. Por lo tanto, podemos decir que la
órganos se percibe como provenie nte de las partes
a JA
dolor en estos : referido, Por ejem médula espinal contiene todas las conexiones requeridas para que el ani-
lo tanto, se denom ina dolor
res del dermatoma y, por bi o en el brazo y el dolor' mal pueda caminar.
za en n el€ hombro
lo, el dolor cardíaco se locali conoce sobre Á pesar de que la médula espinal influye tanto en la conducta simple
Los médicos utilizan lo que se
cenaal: se siente en la espalda. nost icar algu nas enfe renedados como en la compleja, también es controlada por el cerebro, como lo
n de los dolores referidos para diag
ubicació
9la Otro de los avances importantes en la co A a demuestran los trastornos graves de la éónducta que siguen a uná lesión en
A es Sherring y la médula espinal. Debido a que el efécta principal de una lesión enla
del rabia
“la médula espinal proviene E
5 m >.
spinal retiene muchas de médula espinal es la interrupción de las conexiones entre la médula y el
cerebro, las científicos creen que simplemente restableciendo estas cone-
Pe z
usar los ,
con CamScanner
58 PARTE l GENERALIDADES CAPÍTULO 3 LA ORGANIZACION DEL SISTEMA NERVIOSO 59
Corteza carobral
El tronco encefálico
A
Fig 3-8 Vista media del cantro del care-
bro donde se observan las estructuras del
tronca cerebea] Ventriculo lateral El esquema de un corte del cerebro humano de la figura 3-8 muestra
varias de las estructuras principales del tronco encefálico. Aquí, en general,
espi-
A Eplidlarma se producen procesos más complejos que los originados en la médula
El Tercar nal. Además de responder a la mayor parre de los estímulos derivados del
ventrículo
medio e intervenir en la regulación de la alimentación y la sed, la tempera-
en las accio-
Hipolálamo tura corporal, el sueño y la vigilia, el tronco cerebral inrerviene
Escaneado
Tálamo nes que el individuo realiza al caminar, correr, al entrenarse para ciertas
Quiasma óplica actividades y en la conducra sexual (todas ellas más complejas que los movi-
Cuario
ventriculo Y TAS
e
Togmanio mientos reflejos producidos por la médula espinal). El cerebro de los peces,
E: OS Colículo superior de los anfibios y de los repriles equivale básicamente al tronco encefálico de
Esrmbilo Colícuto Intaor Techo los mamíferos; en consecuencia, la conducta de esos animales ofrece busnos
indicios para conocer sus funciones. El tronco encefálico puede subdividir-
Protuberanela
Bulbo raquidao
e Acueducio cerebral
Médula espinal | se en tres partes; el diencéfalo, el cerebro medio y el cerebro posterior. A
Formación roticular
continuación veremos las principales estructuras y funciones.
El diencétalo
El diencéfalo esrá formado por tres estructuras: el tálamo (“habiración
nuevo crecimiento es impedido por la presencia de ciertas moléculas inhi- interna o cámara”), el epitálamo ("habitación superior”) y el hipotálamo
bidoras del tracto de la médula por debajo del corte. La idea en estudio es ("habitación inferior”).
que, si estas moléculas inhibidoras pueden ser inhibidas, las fibras comen- El tálamo está compuesto por núcleos, cada uno de los cuales se proyecta
zarán a crecer a.lo largo de la zona dañada. Otra línea de investigación se a un área específica de la neocorteza, como se observa en la figura 3-9. Esros
centra en la cicatrización que acompaña a la mayor parte de las lesiones núcleos envían información a la corteza desde tres fuentes,
medulares y la posibilidad de que esca cicacrización inhiba un nuevo creci- Fig 3 t0 El cerebelo es nece
miento. Algunos cientificos están llevando a cabo experimentos en los que 1. Un grupo de núcleos transmite información desde el sistema sensitivo a para la coordinación de los movi-
intentan extraer la cicatriz, mientras que orros científicos tratan de cons- sus respectivos destinos. Por ejemplo, el cuerpo geniculado lateral (CGL) mientos Como el cerebro, el cerabe-
truir puentes a lo largo de la cicatriz con fibras que puedan desarrollarse. recibe las proyecciones visuales; el cuerpo geniculado medio (CGM) reci- lo (que se observa detalladamente
Todas estas investigaciones han sido, en parte, satisfactorias en experi- en el corte) posee una corleza que
be las proyecciones auditivas y el núcleo ventral lateral posterior (VLP)
contiene sustancia gris y blanca y
Fig 3-9 Felación antro los núcleos mentos realizados con animales, pero aún no se han intentado en seres recibe las proyecciones del tacto, la presión, el dolor y la temperatura del núcleos subconticales
talúmicos y las diferentes áreas de la humanos afectados por lesiones en la médula espinal. CUCrpo. Á su vez, estas áreas proyectan estímu-
corteza hacia las cuales se proyactan. los hacia la región visual, auditiva y somato-
Las flechas indican las elerencias y ale- sensitivas de la corteza (véase pág. 63 para más
rencias desde el tálamo: núcleo ante- detalles sobre la organización de la corteza).
sior, A; núcleo dorsal medio, DM;
núcleo ventral amerior, VA; núcleo ven-
tal lateral, VL; núcleo lateral posterior,
2. Algunos núcleos transmiten información entre
LP; núcleo ventral posterolaleral, VPL; distintas áreas corticales. Por ejemplo, una gran
pulvinar, P; cuerpo geniculado lateral, zona de la corteza posterior envía y recibe pro-
CGL y cuerpo geniculado medio, CGM yecciones del núcleo pulvinar (F). El corebolo as na.
16) Tálomo ' cesario pora la co»
(Al Cortoza corobral , ordinación Ina da los
1 3. Algunos de los núcleos talámicos transmiten movimientos
información desde otras regiones del prosencé-
Cuerpos mamilares mn
Amípdala - falo y del tronco encefálico.
Circunvolución Nucleo caudado
elngular « o Caclaza lrontal
+
¿"Resiimicidó, casi to á información que
recibe la cortezase transmite inicialmente a tra:
all
Núcloos subcorticales:
qancios Árcas 17-18 vés del tálámo. ze -
hasnias Colícuto La función del epitálamo no se conoce bien pero
rl.
suparior Sustancia blanca
Carobelo E
una de sus escructuras, laglándula pineal, parece (cortoza cerobelosa)
Ganglios basales tegular el ritmo circadiano. Recordemos que
Susióncia nagra ) LAT Aucllivo
nn
Descartes, impactado por el carácter unitario de la Suslancia gris
caL CGM (corteza cal rebolosa]
Sin conexiones glándula pineal en comparación con orras estruc-
sa
Somalosensitivo Visual
turas del cerebro, sugirió que es el lugar de
encuentro entre mente y materia y la fuente del
a
con CamScanner
60 PaArTE | GENERALIDADES CaríTuLO 3 LA ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO 61
líquido cefalorraquídeo
E . e
que, según. el. creía,
z
era lo que :impulsaba los movi-i
mientos.
El hipotálamo está compuesto por 22 pequeños núcleos, sistemas de fibras
Cuadro 3-2 Nervios craneales
a
que pasan a través de él y por la glándula hipófisis. Aunque comprende
solo Método de examen Siíntomos coracterísticos de disfunción
aproximadamente el 0,3% del peso del cerebro, el hipotálamo participa Nombre Funelonos
en Númoro
casi todos los aspecros de la conducta motivada como la alimentac
ión, la 1 Olíalivo Ollato (sy” Se aplican varlos olores a cada losa nasal Pérdida del sanildo del ollata (anosmia)
conducta sexu al, el sueño, la regulación de la temperatura, la
conducta emo- Agudaza visual. campo visual Párdida de lo visión (ancpsla)
cional, las funciones endocrinas y los movimientos. 2 Óplico Visión (8)
Oculomol h os lón a la luz, Visión dobla (diplopla), puplia agrandaga,
allaración desigual de las pupilas,
Escaneado
de los ojos- movimientos de los párpados
El cerebro medio (my párpados caldos (plosls) desviación
externa dol ojo
El cerebro medio (mesencéfalo) tiene dos subdivisiones principales Troclear Movimientos ocularas Movimientos ocularos hacia atriba y Visión doble. delecio en la mimda
: el A
(m) hacla abajo hacla ebajo
tectum o “techo”, denominado así por ser el techo del tercer ventrículo alg
Ligeros loques con de Di de la 1]
y el tegmentum o “piso”, que constituye su piso. El rectum consiste pri 5 Trigómino Movimientos
dolor a los pinchazos, sansaciones adormecimiento del rostro, brevas
masticatorlos (s. m)
mariamente en dos series de núcleos bilaterales simétricos. Los coliculos térmicas con tubos Iríos y calientes, rellajo ataques de dolor intanso (neuralgia
cormaal al locar la córnea, rellajo de la cara trigerninal); dabllidad y atrofla de los
superiores forman el par anterior Reciben proyecciones desde al golpear la barbilla. movimientos rellajos músculos faciales. masticación esimálrica
la retina e
intervienen en las conductas relacionadas con la visión. Los colículos infee de la mandibula
riores constituyen el par posterior. Reciben proyecciones desde el oído y 6 Abducior Movimientos Movimientos taloralos Visión doble. desvlación Intorna del ojo
median en muchas conductas relacionadas con la audición. El tipo de con- oculares (m)
Movimnlentos faciales. expresión Parálisis tacial, pérdida del gusto en los
| ductas en las que intervienen los colículos son las conductas de orienta- 7 Facial Movimientos laclalas
taclal. prueba pará al gusto dos lercios anteriores de la lengua
to. m)
¡ ción. Por ejemplo, cuando un búho escucha el ruido de un ratón en movi- Hipoacusla. sensaciones acúslicas an el
Audlomelría para controlar la audición:
miento 0 un gato visualiza un ratón, cada uno orienta la cabeza hacia el B Vesilbulococioar Audición [s)
estimulación haciendo rolar al paclente o oido (Iinnitus); falta de equilibrio,
estímulo. En cada caso, el movimiento es posible gracias a los respectivos por Inlgación del oldo con agua frla o sensación de desorientación espacial
caliente (prueba calórica)
colículos relacionados con la visión y la audición. El tegmentun contiene Pruebas de gusto para dulce. salado, Boca seca, pérdida del gueto (agsusla) en
a Gloscolaríngoo Lengua y laringe (s. m)
los núcleos de algunos de los nervios craneanos, incluyendo cierro núme- amargo y ácido en la tangua; estimula en el lorcio posterior da la iengua. anestesia y
las paredas de la faringe para al rellejo parálisis de la faringa suporlor
ro de núcleos morores. Par lo ranto, en el cerebro medio así como en la
faringeo o nauseoso
médula espinal, la zona posterior es sensitiva y la anterior es motora Ronquera, parálisis y anestesia do lo faringe
vo Vago Corazón, vbao5 Obsarvación del paladar duranto la
senguínaor, vísceras. fonación, estímulo del paladar para baja. trastornos viscerales indelinidos
El cerebro posterior movimientos de Ja
laringe y de la taringe
observar al roflajo palatino
Escaneado
Surco
Frontal a
Fisura lon» Lóbulo Inlarior
Qltudinal Fisura lor
occipital pltudinal ppt
lompora] 7
Temporal
superior Temporal
medio
Visto Interior
vi ata modia
di.
Lóbulo 10) Cingulada
Lóbulo lemporal 18) Callosa Paraceniral
frontal Lóbulo Parloto-
y parietal occipital
Cuerpo
eo
calloso
a aa
Fig. 3 12 En estas vistas del cerebro te. Los neurocientíficos ahora reconocen que los diferentes núcleos dentro
humano [desde arriba, dorsal; desde del tronco encefálico
abajo, ventral; lateral, media) se sirven para muchas funciones y que sólo unos pocos : a menos que se indique lo contrario. Ésta es la parte del cerebro que más se Fig 3 13 Circunvoluciones y surcos:
observa la situación de los lóbulos participan en la vigilia y el sueño. ! ha desarrollado durante el curso de la evolución; comprende el 80% del vista lateral (A) y media (B) de las
frontal, parietal, occipital y temporal de volumen del cerebro humano. circunvoluciones; vista lateral (C) y media
los hemisferios cerebrales así como el Nervios craneales La corteza (D) de los surcos
cerebelo y los tres surcos más ——— cerebralE humana tiene, un área aproximada Ñ de 2.500 E cm? pero
importantes (el surco central, la cisura un espesor de solo 1,5 a 3 mm. Está compuesta por seis capas de células (sus-
Hay 12 pares de nervios craneales que entran o salen del tronco ence- z tancia gris) y presenta abundante cantidad de pliegues. Los pliegues son la
lateral y la cisura longitudinal) de los
hemisferios carabrales. fálico. Los nervios crancales transportan información sensitiva desde los : solución natural al problema de la restricción que soporta la enorme estrue-
sistemas sensitivos especializados que se encuentran en la cabeza y ! tura Cortical dentro del cráneo. que es lo suficientemente pequeño como para
muchos tienen núcleos en el tronco encefálico y envían axones hacia los | atravesar el canal del parto. Del mismo modo que cuando arrugamos una
músculos de la cabeza. Por ejemplo, los movimientos de los ojos y de la hoja de papel y hacemos una pelota para introducirla en una caja pequeña
lengua son producidos por los nervios craneales. Además, uno de ellos, el en la que no entraría si estuviera plana, los pliegues de la neocorteza le per-
nervio vago, realiza conexiones con varios órganos del cuerpo, incluyen- miten al cerebro encajar de manera confortable dentro del espacio relariva-
do el corazón. El conocimiento de la organización y las funciones de estos : mente fijo que existe dentro del cráneo.
nervios es importante para realizar diagnósticos neurológicos, En la figu- i
ra 3-11 se ilustra la ubicación de los nervios craneales y, en el cuadro 3- Hemisferios y lóbulos
2, se describen sus funciones y algunos de los síntomas más comunes que
surgen cuando son lesionados. E: a E Como muestra/la figura 3-12 (vista superior),
la corteza está compuesta:
por dos hemisferios ca: si simétricos, el izquierdo y el'derecho, separad
os por .
la fisura Tongitudinal. Cada hemisferio está subdividido en cuatro
frontal, parietal, temporal y occipital. El lóbulos: -
La corteza cerebral lóbulo frontal tiene lí mites precisos:" **
£n su zona posterior está delimitado por el surco
central, en s u parte inferior
Por la cisura lateral y en su parte media por la circunvo
Los anatomistas utilizan el término corteza (del latín “cortex”, que desig- lució n del cíngulo. El
imite anterior del lóbulo parietal es el surco central,
na la cubierta del árbol) para referirse a toda capa celular externa. En las la cisura lateral. El lóbulo temporal y ell ímite inferior es
en su parte posteri
neurociencias, el término corteza y neocorteza (corteza nueva) a menudo se ral. Sobre la superficie lateral del cercbr: or está limitado
utilizan de manera indistinta para referirse a la parte externa del cerebro tes definidos ent re el lóbulo occipital, o no existen lími-
anterior y, también, por convención, “corteza” se refiere a la “neocorteza” el lóbulo paricra l y el lóbulo tem-
poral..
con CamScanner
NERVIOSO B5
La ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA
Carro 3
64 PARTE |. GENERALIDADES
sistema somatosensitivo
.cciones desde cl Ei Asoclallvas
temporal. El msi
Fisuras, surcos y circunvoluciones Maa el lóbulo lo fronta qe Ss
lóbu
envía proyecciones al a e
principal cra
Aquí haremos una revisión de los rasgos principales de la corteza a proyección Morora el lóbulo ce a
los que ya nos hemos referido en el capítulo 1. La superficie arrugada espinal se origina en
u:
Z Aforancias
reci ben pro yecciones desde estr 3B vw
que presenta está formada por hendiduras y protuberancias. Una hen- ra de la neocorteza O
áreas, QUO
ras que se encuentran afue se denominan,a áreas
3
didura se denomina fisura si es lo suficientemente profunda como para
demarcar los ventrículos, mientras que los surcos son menos profun- n proyecciones a1 ella, Boy
Escaneado
que1 la vista late- o
dos. Las protuberancias se denominan ci voluci ]
20 ón
ydepad proyecci primar ja. Nótese
da en la figura 3-14 no Elerencias
La figura 3-13 muestra la ubicación de algunas de las fisuras, surcos Fa ah zerebro presenta s via
pleta de estas área
y circunvoluciones más importantes. Hay ligeras variaciones en la ubi- representa la extensión com > se
aria, ya . que también
cación de estos rasgos en los dos lados del cerebro de un individuo y de proyección prim
las circunvoluciones y vb
fig 3-14 Mapa de los proyecciones
Las diferencias considerables en la ubicación, tamaño y forma de las cir- extienden hacia abajo en tiva, por
audi
zonas más oscuras indican áreas de cunvoluciones y surcos entre individuos diferentes. Las circunvolucio- fisuras. Gran parte de la zona surco lateral.
proyección primaria, las cuales reciben nes adyacentes difieren en la forma en que las células están organiza- ejemplo, está ubicada dentro del aria Golgi (cólulas) Nissl (cuer- Welgor (fibras)
ección prim
información desde los sistemas sensitivos o
das dentro de ellas; el cambio en la disposición entre unas y Otras, Sin embargo, las zonas de proy pos celulares)
proyectan a los sistemas motores de la el tamaño total de
médula espinal Los zonas intermedias generalmente, se produce en los surcos. Hay pruebas de que las cir- son pequeñas en relación con
e usando tres tipos
representan las áreas secundarias Las cunvoluciones pueden estar asociadas a funciones específicas. la corteza.
- Fig 3" 15 Células de la corteza que pueden observars
reglones sin sombraar son las zonas Como se muestra en la figura 3-13A, existen cuatro cireunvolucio- Las áreas sensitivas primarias envían proyec de tinción El método de tinción de Golg+ penetra solamente
en unas pocas
la técnica de
las áreas adyacentes y las áreas neuronas pero revela lodos sus procesos; la tinción según
asociativas de las órdenes superiores o áreas nes principales en el lóbulo frontal: frontal superior, frontal media, ciones hacia
n- Niss! colorea solo los cuerpos celulares y la lécnica de Welgen
para la
terclarlas Las flechas indican que la (ubicada frente al surco central). Existen motoras reciben fibras desde las Áreas adyace
Información fluye desde las áreas sonsltivas frontal inferior y precentral
res. Esta árcas, que están conectadas en forma tinción de la mielina revela la ubicación de los axones.
cinco circunvoluciones principales en el lóbulo paricral: lóbulos supe- Estas técnicas de tinción revelen los diferentes flpos de células de la
menos directa con los receptores sensirivos y las
primarlas hacia las secundarias y desde las
áreos motoras secundarias a los primarias Lo rior e inferior (pequeños lóbulos), el postcentral (ubicado derrás del corteza y demuestran que están organizadas en clerjo número de capas.
Información tambión fluye desde los áreas surco central, el supramarginal y el angular (uno a cada lado de la neuronas morores se denominan áreas secunda- cada una de las cuales contiene células caracteris ticas (Brodman n 1909)
Se cree que éstas están más comprometi-
secundarlos a las asoclailvas y entre las cisura lateral). El lóbulo temporal presenta tres circunvoluciones: rias.
ároas asociativas de los lóbulos
superior, media e inferior. Sólo el surco lateral es evidente en la zona das en la interpretación de las percepciones o
lateral. en la organización de los movimientos que las
de la corteza occipiral en esta vista
áreas primarias Las áreas que se encuentran entre las diferentes áreas secun-
1
Organización de la corteza según j darias se denominan árcas terciarias, reconocidas como áreas de asociación y
sus aferencias y eferencias sirven para conectar y ecordinar las funciones de las áreas secundarias. Las
i áreas terciarias median en actividades complejas, como el lenguaje, la planifi-
Las dreos de proyección pri marta i
reciben ateroncias soncilvas o las cación, la memoria y la atención.
Las diferentes regiones de la neocor-
Y
roy ecian hacia los sistemas motoras i En términos generales, sabemos que la neocorteza está compuesta por
. Información [5]
Es la médula espinal reza tienen distintas funciones. Algunas
senslllva regiones reciben información desde los varios campos: visual, audirivo, sensirivo y motor. Como la visión, la audi-
sistemas sensitivos, otras regiones emi-
ten órdenes para realizar movimiento y
Las ároas cecundarias otras son el lugar donde se producen
Intorprelan las alerencias
u organizan los move las conexiones dentro de las áreas sen- (A) Vista Intaral
mientos. sitivas y motoras, permitiéndoles tra-
bajar de manera conjunta. Recordemos
que las entradas son transmitidas por Visión
primaria HI 17
Fig. 3-16 A. Áreas de Brodmann
Jos núcleos talámicos. La ubicación de socundaria 18.19.20. 21. 37 . en la coneza Algunos números se
estas diferentes regiones de entrada y .
Auditiva e
han extraviado desde el origen de
osta representación, que incluya
salida pueden representarse en un Lata PA 1 desde el 12 al 16 y desda el 48 al
mapa denominado mapa de proyeccio- zo 22. 42 ¿54 Algunas ón tienen limites
nes. Este mapa fuc-construido según el _ istológicos distintivos y ¿stón
recorrido de los axones desde los.siste- 'Sofisaciones corporales :remorcados en línees más gruesas
primaria Aide 1.2.3
mas sensitivos hacia el cerebro” y -el secundaria 57 Diros, como la 6, 18 y 9, llenen
recorrido de los que van desde la: neo- limitos menos distintivos y están
corteza hasta los sistemas motores del
Sonaltiva. terciaria E 7. 22.97.39 40 remarcadas con líneas suaves; el
resto de tas áreas no tienen límites
tronco encefálico y de la médula espi- Mostora precisos, sino qua se mezclan
nal (véase fig. 3-14). Como muestra la peana a EEE 4 gradualmente y están
Las áreas asociallvas (sin colo- figura 3-14, las proyecciones desde el movimientos 6 representadas por líneas
rear) modulan la información ojo pueden trazarse hacia el lóbulo ocularos a punteadas B. Áreas funcionales y
enire las áreas secundarias
occipital, las proyecciones desde el habla áreas choorquitectónicas de
00 10. 11.45. 46 a7 a [Part e Elliott,
A, según
oído hacia el lóbulo temporal y las pro- Malora. lerciaria TT
. . : 1969)
LIA
con CamScanner
66 Farre 1 GENERALIDADES
LA ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO 67
CarfruLo 3
ción y la sensibilidad
so. nclones de la corteza poste ampliamente ditntido qe
cerebro (lóbulos pariaral. rior, esta región del En la figura 3-16 observamos un mapa
a mporal y occipital) se consi se observan as ; e-
Parte sensitiva y, como la
co rteza motora está ubicada en
dera corteza, conocido como mapa de Brodmann. Aquí
la n de neuronas neocortica es.
tal, se considera que este ló rencias en la densidad de Tos diferentes tipos al
cada lóbulo contiene una de as pero los
as áreas de proyección primari En estc mapa, las diferentes áreas están numerad dividió e
, Brodmann
BOs puede asociarse con una
función general: m7 Brandes ras: tienen ningún significado especial, Para este análisis anterior y sel y
cerebro por el surco central, examinó las mitades
celulares nuevas a medida que las encontra a,
Lóbulo frontal: motor numeró las formaciones
Escaneado
o según las capas.
Lóbulo parietal: sensibilidad pero sin seguir un método ordenado según la superficie
el sector
Así, encontró las áreas 1 y 2 en la sección posterior Al estudiar
el sector po
Lóbulo temporal: función auditiva anterior, describió las áreas 3 y 4, luego observó de nuevo gran utili-
de
Lóbulo occipital: funciones visuales terlor y, así, sucesivamente. El mapa de Brodmann resultó
onden con bastante
dad, ya que las regiones representadas allí se corresp
no
exactitud con las zonas descubiertas por medio del uso de las técnicas es
La organización celular en la corteza citoarquitectónicas. La figura 3-16B resume algunas de las relacion
clasificadas Fig. 3-18 A Esta vista media del
entre las áreas descritas en el mapa de Brodmann y las áreas
área hamisfañio derecho detalla las
_El examen de las células de la corteza muestra que podemos dividirla de acuerdo con sus funciones. Por ejemplo, el área 17 corresponde al estructuras principales del sistema
en visual de proyección primaria, mientras que las áreas 18 y 12 correspon- lmbico, entre ellas, la corteza
diferentes áreas según la organización de las células. Los mapas de la corteza
den o áreas visuales de proyección secundaria. El área 4 es la de la corte- cingulada, el hipocampo y la amigdala
basados en la estructura celular se denominan mapas citoarquitccrónicos. Las
za motora primaria. El área de Broca, que está relacionada con la articu- B. Modelo del sistema mbico en el
neuronas de la neocorteza están dispuestas en seis capas, como se observa en lación de las palabras, es el área 44. Existen relaciones similares entre hombre y sus estructuras principales
la figura 3-15, Estas capas pueden separarse en tres grupos según la función otras áreas y funciones. Nota: según Papez el sistema limbico
que cumplen: Un problema que presenta el mapa de Brodmann es que algunas técnicas forma un circuilo en el cual el
hipotálamo (cuerpos mamilares) se
más recientes y de mayor capacidad de análisis han demostrado que muchas
conecta al hipocampo a travás de la
1. Capa de células eferentes. Las capas V y VI envian axones a otras áreas de las áreas descritas por este investigador en realidad son dos o más áreas elrcunvolución singular;y el hipocampo
del cerebro. Ambas capas y las células que las componen son particular-.. arquitecrónicamente distintas. Por este motivo, el mapa se revisa continua- se conecta'al hipotálamo a lravás del” **
mente grandes y distintivas dentro de la corteza, desde donde se envían mente y, en la actualidad, consiste en una variada combinación de números, fórnix (Hamilton, 1976)
proyecciones hacia la médula espinal. (El gran tamaño es característico de letras y nombres.
aquellas células que envían información a través de grandes distancias.)
Conexiones entre áreas corticales 14) El lóbulo límbico, vista media
2, Capa de células afcrentes. La capa IV recibe axones desde los sistemas sen- Circunwolución cingular
Las estructuras dorsales
soriales y desde otras áreas corticales. Aquí se observa un gran número de Las diferentes regiones de la neocorteza están jua ¡sorieza Umbica; dal lóbulo límbico se
células pequeñas, densamente agrupadas en las áreas primarias de la visión, interconectadas por tres tipos de proyección de , 9? a encuentran en la linea
.0 medía.
área somatosensiriva, de la audición y del gusto y olfato, que reciben gran- los axones: 1) conexiones relativamente cor-2 ns Y y
des proyecciones desde sus respectivos órganos sensoriales. tas entre uma párte de un lóbulo y otra, 2)% pi
conexiones más largas entre un lóbulo y OLTO y
prin- El hipocampo forma una
3. Capa de células de asociación. Las capas 1, 11 y Ul reciben aferencias y 3) conexiones interhemisféricas o comisu- +| curva dentro dal lábulo
las
cipalmente desde la capa IV y están bastante bien desarrolladas en ras entre un hemisferio y otro. La figura 3-17 termporal
a algún otro área cortical. Este tipo de relaciones son más difíciles de esta-
YD
Escaneado
Gangllos
basales El lóbulo límbico y los ganglios basales
Lado contralateral
| Además de la corteza, hay otras dos estructuras del cuerpo
Tálamo Cuerpo caltoso principales en cl cerebro anterior: el sistema límbico
y los ganglios basales. A continuación expondremos
Vaniriculo lateral
una breve descripción de la anatomía y las funcio- Lado contralalarál
Lado contra-
nes de estas regiones, tajera! da la de la corteza
Y
coricza
Núclao * . . .
cnudado| El lóbulo timbico
A
W
la
SUbIAiómica subsiguiente crecimiento de la neocorteza, estas rado como emoción. Por ejemplo, la idea “es peligroso caminar en esquemática dal cerebro de una rata desda
estructuras quedaron encapsuladas entre el cere- oscuridad”, que proviene de la neocorteza, puede ingresar al circuito una vista dorsal muestra las aferencias
para ser elaborada como temor (“siento miedo en la oscuridad”) y, en
DD
han referido a ellas como el cerebro repril, pero el de la corteza motora hacia el lado
término lóbulo límbico (del latín limbus, que sig- corolario emocional. contraloteral del cuerpo Los ojos de la rota
F y. 3-19 Esta sección Irontal de los homislerios cerebrales muestra los nifica “borde” o “margen”), acuñado por Broca En 1957, Scoville y Milner describieron el ahora famoso paciente H. están ubicados de manera lateral de modo
E
ganglios basales relacionados con las estructuras que los rodean También en 1878, es hoy más ampliamente reconocido. M., a quien se le había extirpado de manera bilareral el lóbulo tempo- que la mayor parte de las efarencios que
se muestran dos estructuras asociativas, la sustancia negra y los núcleos ral medio, incluido el hipocampo, como tratamiento contra la epilep- llegan a cada ojo viajan hacla el hemisterio
El lóbulo límbico es también llamado sistema
sublalámicos sia. Su déficit primario no fue emocional. Demostraba poca habilidad opuesto. [Derecha) En la cabeza del ser
E
límbico (aunque quizás éste sea un nombre poco humano, los dos ojos están ubicados en la
pronto explicaremos). El lóbu- para aprender nuevos conceptos, aunque la mayoría de sus recuerdos
apropiado, como zona frantal Como resultado, la alerancia
el anteriores a la cirugía estaban intactos. Á partir de entonces, se propu-
lo límbico consiste en varias estructuras inrerrelacionadas que incluyen sa que el sistema limbico es el sisterna del cerebro que interviene en las
visual se divide en dos y, así, lo que es
hipocampo ( se caballito
i de e mar”),
mar”), el el septum
sep (“tabique”) y lo circunvolu- visto por embos ojos a la derecha va hacia
i funciones de la memoria; pero desde que el tratamiento contra la epi-
La historia de cómo el “lóbulo” el hemislerio izquierdo y lo que ambos ojos
Cc
ción cingular (“cinturón”) (fig. 3-187. lepsia realizado en H. M. fue descrito por primera vez, muchas otras ven a la izquierda va hacia el hemisferlo
límbico se transformó en “sistema” es uno de los capítulos más intere- zonas del cerebro fueron reconocidas como de gran importancia para derecho Las alerencias somatosensilivas,
santes dentro de las neurociencias. tanto en las ratas como en los seres
de la memoria, disminuyendo la importancia del papel del sistema límbi-
La primera teoría de la función límbica proviene de la observación co en esa función. Actualmente, junto con la evidencia de que el lóbu-
humanos, toman vías que están
que existen conexiones entr e el sistema olfarivo y el lóbulo límbico. completamente cruzadas y le inlormación
la hipótesis de que las lo límbico está involucrado de alguna manera en el olfaco, la emoción que proviene de la pata o de la mano
¿Basándose en esto, los anaromistas plantearon y la memoria, las líneas más importantes de investigación también derecha se dirige al hemistarlo izquierdo
lo tanto,
estructuras límbicas procesaban la información olfariva y, por demostraron que el sistema límbico cumple un rol importante en las Obsérveso que. aunque se utilizan flechas
rincocncéfalo o
“esas estructuras en conjunto comenzaron a conocerse como conductas relacionadas con la capacidad espacial. simples en los dlagramas para representar
demostraron que
“cerebro olfatorio”. Posteriormente, varios experimentos el flujo de información que va y vuelve del
Más
algunas estructuras, límbicas cumplían pocas funciones olfacórias. Los ganglios basales -
cerebro, en realidad existen conectores ú lo
varias
tarde, en 1937;:Papez, quien hasta ese momento había realizado largo de cada ruta
hazañaé cientificas; preguntó: ¿Es la emoción un producto mágico o es un Los ganglios basales (o núcleos súubcorticales)
anatómico? Él sugirió son un conjunto de
proceso“ fisiológico que depende de un mecanismo estructuras localizadas, principalmente, debajo de las regiones anteriores
anarómico, cs pro-
que la emoción, de la que no se conocía un sustrato de la neocorteza (figura 3-19). Incluyen cl putamen (“caparazón”), el
reconocida.
ducto del lóbulo límbico, cl cual no tenía una función globo pálido, el núcleo _coudado (“núcleo con cola”) y la amígdala
en el cual la
Propuso que el cerebro emocional consiste en un circuiro hasta el Walmendra”]. Estas estrucruras forman un circuito que se relaciona con
información fluye desde los cuerpos mamilares en el hipotálamo luego la corteza. El núcleo caudado recibe proyecciones desde todas las árens
la corteza cingulada,
núcleo talámico anterior, desde aquí hacia 4 pa la heocorteza y envía sus propias proyecciones a través del putamen
mamilares. El estí- y
llega hasta el hipotálamo y regresa hacia los cuerpos A el globo pálido hacia el tálamo y, desde allí, hacia las áreas motoras de
otras estructuras para ser elabo-
mulo podría entrar a este circuito desde
con CamScanner
70 Parte LA ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO 71
| GENERALIDADES CaríruLo 2
Cránoo Ml
la corteza. Los ganglios basales también ida i dl sea enel
En
del5 cuello. E La arteria carótida E
e ne
.
Escaneado
Erpacla suba-
¡Producir cambios en la postura, aumento E : enn se
o ue ircigan el cerebelo, la arteria basi racnoldeo
disminución del tono muscular y movi- Es a ulo temp (lleno de LORA]
A fiecia cercbral gi
mientos anormales, como agitación, sacu- . a a
io y el lóbulo occipital p
didas o temblores; por lo tanto, se cree
que a 3-21 se observan las zonas de Era
llas ganglios basales participan en dichas posterior Nót z
(funciones de la arteria cerebral anterior, media y
motoras, del mismo modo que, si colocamos la mano de modo que labo ¿a que e
que en la secuencia de movimientos suaves
sobre el tronco de la arteria, los dedos extendidos darán
que acompaña a una conversación normal.
En segundo lugar, también se crec que
una representación aproximada del área de la corteza que
los scicriga. Además de la corteza cerebral, estas arterias irri-
ganglios basales intervienen en el aprendi-
zaje de hábitos o de conductas que gan estructuras subcorricales. Por lo tanto, la interrupción
son en el flujo sanguineo de una de estas arterias provocará
consecuencia de asociaciones de estimulo
y “consecuencias serias tanto en las estructuras corticales
respuesta. Por ejemplo, un pájaro que
aprende después de algunas veces que las como en las subcorticales.
mariposas de brillantes colores tienen un Esta interrupción puede ocurrir cuando se produce
Busto amargo utilizaría sus ganglios basa- la situación denominada ictus o accidente cercbrovas-
les para aprender la asocinción entre gusta
cular: la formación de un coágulo sanguíneo produce
y color y abstenerse de comer estos insec- un bloqueo y priva de irrigación a una zona del cere-
bro. A los pocos minutos, las células de esta región
ros.
Visto letoral Visto madia comienzan a morir Algunas veces, un tratamiento
inmediato con un anticoagulante puede restaura
r el flujo sanguíneo en ña 32 El cerebro está protegido
pocasa horas, E rescatando un número signific
ativo de células. Los síntomas
El cerebro: entrecruzamientos del icrus varian según la zona en la que por al cráneo y por membranas
se produce la falta de irrigación
ribución de las arterias sanguinea la figura 3-21 podemos observar que el gruesas: la durama la aracnoid
drees ,y
cerebrales principales dentro de los ría cerebral anterior ocasiona la pérdid bloqueo en la arte- la plamadre El espacio subaracnoideo
Uno de los rasgos más peculiares de la organización a de las funciones de la corteza
hemisfarios: [izquierda] vista laleral; cerebral es que entre la membrans aracnoldea
(derecha) vista media Si alineamos la
cada una de sus mitades simétricas responde a la estimulaci
ón sensitiva « Si el bloqueo ocurre
y la
del lado contralateral del cuerpo o mundo sensible y controla en la arte- A
mano de modo que la muñeca la muscu- unción motora. Si ocuy-
represente la base de la artería, los larura del lado contralateral del cuerpo (fig. 3-20). El sistema visual jor, se pierden las funciones
logra Las venas del cerebro, a través visuales.
dedos extendidos se situarán este fin a través del entrecruzamiento de la mitad de las fibras de de las cuales la Sangre retor
aproximadamente en la 20na de la vía mones, se clusifican en venas na a los pul-
óptica y por reversión de la imagen a través de la lente del ojo. Casi cerebrales y cerebelosas
irrigación de la coneza todas El flujo venoso no sigue el internas y externas
las fibras de los sistemas motor y omarosensitivo
¡ se cruzan. Las proyec” curso de las arterias principales,
ciones desde cada oído van hacia ambos hemisferios, pero hay prucbas Un pacrón propio que finalmente sino que tiene
VENOSOS O cavidades venos se introduce en un siste
sustanciales de que la excitación auditiva de un oído envía una as que desembocan ma de senos
señal más membranas ] que Protegen en la duramadre, una
fuerte al hemisferio opuesto. Como resultado de esta
disposición, se el cereb ro de posib
i les lesio
de las
hallan numerosos entrecruzamientos o decusaciones de fibras Mos a continuación. i nes ibi
sensitivas y e A
motoras a lo largo del centro del sistema nervioso. Los capitulos Poste- cl
riores contienen descripciones detalladas de algunos de estos entrecruza
-
mientos cuando resultan pertinentes para comprender cómo funciona un Protección
sistema dadó. Aquí basta cori decir que, a causa de esta disposició Aia A =>
n, las
lesiones en un lado del cerebro, en general, no ocasionan daños
sensitivos : bra o y la médulUla espi
El cere
y motores en el mismo lado del cuerpo, sino en el lado opuesto. q nal reci: ben sop
nes € infecciones de
£uatro modos (fig. Orte e y y proOrE
la: ort tecció
GEió n e
E Encuentra rodead 3-22). En primer lug las lo- E E.
o por un hueso de pe
a médula espinal está encaps cons i
ulada dentr o deon 3 do cránco, y
Irrigación sanguinea articula
arti das. En segundo lugar, dentro de estas acajas serie 6% de vért cbras óseas
5
Tm tres membranas: la más €xter
.“ madre “as encontramos
El cerebro recibe irrigación sanguinea desde dos arterias carótidas inter- fuerte”) una capa doble Na de o tejido
derama dre tdel
resicrer ;
latin dura
: vertebrales; a a En. Una especie: :
O resiste Mater,
nas y dos arterias una de cada par se encuentran ubicadas a cada de bolsa laxa; la capa media n . >
e el griego arachnoides, l cere-
semejante a una tela q fracnoides
una delicada”
con CamScanner
72 PARTE 1 GENERALIDADES
3 LA ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO 73
CartruLo
Película de tejido que es sj
21 '
información
madre (del latín pl Fares,
mente
tomo del cerebro; y la más interna o
blanda”), que es un reji pia- La corteza no funciona de manera aislada, sino que recibe
gan-
resistente Que se adhi
ere n tejid A sensitiva a tra vés del tálamo, produce movimientos a través de los
[e En tercer | ugar, el cerebro eso a la superficie del esrebra E li os hasales y organiza las conduct as relacionadas con el manejo del
cos de Presión por el líquido . uta de impactos y cambios brus- espacio y de las emociones a través del sistema límbico.
interiores y circula por Saba z Orraguídeo, que ocupa los ventrículos + El cerebro está protegido por el cráneo y por tres membranas, la dura-
subaracnoideo. Este a c la membrana aracnoides, , Pp por : madre, la aracnoides y la piamadre, y recibe irrigación sanguínea de las
líquido aoseicci mbr. incolora de cloruro deel espac
sodioio¡A
y ; a
ón arterias carótidas internas y de las arterias
Escaneado
i vertebrales.
. plis Por un plexo de célul
ale en cada ventrículo. as mey- — *
El LCR fluye
bro y luego es absorbido á
como en la enferm
edad <Congénitra re un bloqueo en el flujo, >
B a llolam ada hidro cofalia,
agrandan en los vent
ne rículos se
respuesta Bibliog
ción del cráneo. Este trastorno
a Ja presión del
puede LCR
aliviar y» 1er ves Producen
trículos por medio de un caté Puede aliviarse con el drenaje de losdilata.
ven- Brodmann. K. Verglcichende Lokalisutionichr der Grosshirnrinde in Papez. J. W A proposed mechanism of emoion Archives of
una función de alim Ad Aunque se cree que el LCR no cumpl ihren Prinzápien dargestelle auf Grund des Zellenbuues. Leipzig: J. Neurology and Psychiatry 38:724-744, 1937 .
- Entación del cerebro, se sab e A Barth. 1909 Passinghom. R E Brain size and intelligence in man Brain Behavior
importante función al eliminar sus d 1 z As ¡Que desempeña una Curtis. BA. S Jacobson. und E M Marcus An Introduction to the and Evolution 16:253-270, 1979. .
A Por último, el cercbro está esechos mera bólicos. Neurosciunces Filadelfa: Saunders. 1972 Penfield. W.. and E Boldrey Somatic motor und sensory representa-
de diferentes : 35d Protegido por la barrera hematocncefálica Ello,H Ti of N y Filadelfia: Lippinemt. 1969 tion in the cerebral conex as studied hy electrical stimulation Brain
Sustancias químicas que circulan por el - , Evercit. N B Funcional Neuroanmomy Filndelfia: Lea £ Febiger. 60:389-443, 1958
Para formar esta barrera las células de 1] an por el resto del cuerpo. : 1965 Penfiel
W, d.
und H H Jasper Epilepsy and the Functional Anatomy
OS s¡
pequeños) ) f forman uniones a e los capilares (los vasos sa nguíne- ! Hamilton. LW Bnsle Limbie System Anatomy of e Ral Nueva York oñihe Human Brain Boston: Liule. Brown, 1953
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E Neurophysiology 1:455-473. 1949 Williams £ Willkins. 1969
de plo
br. Loitiao OO | y A Bases neuropsicológicas de la atención
5) Di Toven Sine ex
ies
Capítulo 5 1
o
AÑ
Bases neuropsicológicas
ue
atención
L. Fontán
introducción
contro! que selecciona un evento o estímulo, procedente de una fuente con una
variedad potencialmente enorme y selecciona una respuesta, también a partir
de un repertorio muy grande, en base a que el estímulo es conductualmente
relevante. Se ha argumentado que este proceso de control y selección es clave
59
Neuropsicología
Bases neuropsicológicas de la atención
dad limitada
para la operación efectiva y coherente de un sistema de capaci
como la atención.
iones en la
Desde el punto de vista neural, la atención se refiere a alterac
a determinados
selectividad, intensidad y duración de respuestas neuronales
eventos. Continuamente se mantiene un tono de atenció n general , al cual deno-
Esta matriz
minaremos matriz atencional, siguiendo la concepción de Mesulam.
espacio
atencional es una verdadera red que se despliega sobre todo nuestro
uizand o una u otra
extra e intrapersonal y sufre continuas variaciones, jerarq
tual
coordenada, de acuerdo a las necesidades, motivaciones, relevancia conduc
o. El estado de la matriz
y recursos disponibles de cada individuo en cada moment
ión
atencional se manifiesta por el nivel de vigilancia, la eficiencia en la detecc
ncia a
de estímulos, la tendencia a la búsqueda de nuevos estímulos, la resiste
nal y la capaci dad de
la interferencia, el poder de mantenimiento del foco atencio
jo, y será
procesamiento. El sustrato neural de la matriz atencional es comple
tienen partici pación fundamen-
analizado más adelante. Solo diremos aquí que
cerebra l y las
tal la sustancia activadora reticular ascendente (SARA) del tronco
:
cortezas prefrontal, parietal posterior y límbica.
alterac ión de la ma-
El síndrome confusional puede ser entendido como una
nentes
triz atencional, secundario a trastornos funcionales de los compo
de la matriz
neurales que la modulan. Existen otros niveles de alteración
funciones
atencional, que darán cuenta de otro tipo de semiología. Las
tamiento
atencionales contribuyen a la coherencia y la continuidad de un compor
los proces os cogniti vos.
orientado hacia un fin, estando en la base de todos
a su
1) Alerta (alertness o arousal de la terminología sajona), que comprende
vez el alerta tónico y el alerta fásico.
2) Atención sostenida que se corresponde con la vigilancia.
selectiva, en relación directa con los mecanismos de tratamiento de
3) Atención
r de la
la información. Los fenómenos de atención dividida son un caso particula
atención selectiva.
Alerta
nervioso a
La alerta permite una mayor receptividad inespecífica del sistema
arbitraria-
las informaciones externas e internas. Se distinguen, más o menos
del alerta:
mente, dos tipos de variaciones que llevan a describir dos aspectos
ra anglosa jona. Des-
A - El alerta tónico: es sinónimo de arousal en la literatu
mances en las
de el punto de vista cognitivo permite la continuidad de las perfor
menos con-
tareas prolongadas. Su performance se desarrolla de manera más o
gico se corres-
tinua, con variaciones diurnas. Desde el punto de vista neuroló
respon-
ponde con los mecanismos más primitivos, retículo-tálamo-corticales,
en alterac iones im-
sables del «encendido» cortical. Su compromiso se traduce
taria de la
portantes de conciencia (coma). Es la base más primitiva y rudimen
atención. El alerta tónico provee un nivel general de respuesta.
B - El alerta fásico: presenta cambios más bruscos y es más sensible al con-
n de
trol voluntario. Desde el punto de vista neurológico se vincula con la reacció
defensa y de estudio de la
orientación y tiene connotaciones de protección, de
fásico
novedad. Produce un re-alineamiento de los órganos sensoriales. El alerta
60
Neuropsicología
Bases neuropsicológicas de la atención
Atención sostenida
Atención selectiva
Selección - Tratamiento profundo de la información
- Atención sostenida
Resistencia a la fatiga - Motivación
Alerta fásico
. Reacción de orientación
. Alerta tónico
”. «Despertar» - Activación de la corteza
Atención selectiva
61
Neuropsicología
Bases neuropsicológicas de la atención
62
Neuropsicología
Bases neuropsicológicas de la atención
Propiedades
63
Neuropsicología
Bases neuropsicológicas de la atención
teóricamente ilimitados y su
con un consumo atencional mínimo. Son
implementación otorga varios beneficios:
tiempo y de energía. Sin embargo,
e Una mayor rapidez de ejecución, con ganancia de
lable. Debido a esta ausencia
esa característica hace que el proceso sea difícilmente contro
vez disparado, se completa.
de control, el automatismo se define como obligatorio. Una
ser dedicados a otras tareas,
e Una liberación de recursos atencionales, que pueden
fundamentalmente el tratamiento de la novedad.
requieren una cierta constancia
Los automatismos son estereotipados y para su desarrollo
as se transita por una ruta
del entorno. Siguiendo con el ejemplo de la conducción, mientr
so depende de procesos
asfaltada sin obstáculos, en un conductor hábil, este proce
apare cen pozos y obstáculos,
automáticos. Sin embargo, si el medio cambia, por ejemplo,
ad del entorno y seleccionar
el control lo toma la atención selectiva para estudiar la noved
la mejor respuesta posible (esquivar los pozos).
Stroop. Se trata de
Un efecto conocido de tratamiento automático es el efecto
nte de aquél que la palabra
denominar el color de una palabra impresa en un color difere
pesar del control atencional que
designa (por ej.: azul, escrito en tinta roja). En este caso, a
difícil resistir a un procedimiento
se ejerce para realizar la tarea de denominación del color, es
a de la palabra no requiere
automático, como la lectura de la palabra misma. La lectur
áticamente la respuesta (la
atención. En este caso, la palabra escrita parasita autom
hay competencia en el ámbito de
denominación del color). La interferencia existe por que
rtamiento son frecuentes, y se
la respuesta. Las intrusiones de hábitos en nuestro compo
situación presente y la situación
producen particularmente cuando existe similitud entre la
ido encontrarnos en el automóvil
en la cual se adquirió el automatismo. Á todos nos ha suced
compromiso en el otro extremo
rumbo a nuestro trabajo cuando en realidad teníamos un
establecida.
de la ciudad. Es bastante difícil modificar una rutina bien
e Controlado e Autónomo
e Adaptable e Estereotipado
64
a
Neuropsicología
Bases neuropsicológicas de la atención
claro
Los automatismos pueden efectuarse fuera de la conciencia. Un ejemplo
s-
puede ser la duda si se cerró o no la puerta del automóvil. Dado que el automati
realizar una mala puesta
mo obvia el tratamiento cognitivo, tiene el inconveniente de
que
en memoria, contrariamente a las operaciones atencionales selectivas. Es así
de las
se pueden realizar acciones de manera automática sin tener un registro
selectiva y
mismas. La tabla 5.1 resume las características y compara la atención
los procesos automáticos.
movilización enganche
desenganche
(disengage) (move) (engage)
65
Neuropsicología
Bases neuropsicológicas de la atención
e
SELECCIÓN DEL
ESTÍMULO DE MAYOR RELEVANCIA
PARA ESTE MOMENTO
MODULACIÓN O AJUSTE
DE LA MATRIZ ATENCIONAL
66
Neuropsicología
Bases neuropsicológicas de la atención
La corteza cerebral
el lóbulo frontal, el lóbulo parietal y la corteza límbica (ver figura 5.4). En una
tarea de cálculo mental, ejecutada en un medio con interferencias auditiva
(ruido ambiente), se observa un filtrado de los estímulos irrelevantes (ruido),
mediante la disminución de actividad en las cortezas auditivas asociativas.
Los procesos de modulación serían particularmente importantes en las cortezas
sensoriales secundarias (asociativas) y transmodales. Mediante estos
mecanismos casi se puede anular, a nivel central, determinados estímulos.
A pesar de la existencia de sistemas segregados de modulación atencional
dominio-específico, los déficits atencionales relacionados con ellos son raros
en la clínica. La probable explicación para esta discrepancia es que las lesiones
focales del encéfalo por lo general llevan a síndromes tales como afasia,
67
Neuropsicología
Bases neuropsicológicas de la atención
Figura 5.4
Componentes neurales de la matriz atencional y representación esquemática de su modulación
68
Neuropsicología
Bases neuropsicológicas de la atención
.CORTEZA CINGULAR
: Análisis del medio A p Motivación
; Busqueda de la novedad MA é + experiencia
: Resistencia a la fatiga A A y ,
A Ey + ¿ anterlor
ú A 4 Es (memoria)
parietal y la red límbica también modulan la propia SARA, quien a su vez, estimula
de manera inespecífica las estructuras superiores. La corteza cerebral recibe también
son
la activación de vías neuroquímicas neurotransmisor-específicas, que
la
extratalámicas (no pasan por el tálamo), pero que se considera forman parte de
s, y se mencion an más
sustancia reticular. Algunas tienen vías bien definida
adelante. Tienen importancia por la modulación neurofarmacológica de la que
pueden ser objeto.
SARA y tálamo
69
Neuropsicología
Bases neuropsicológicas de la atención
l (despertar) de la corteza,
Vía retículo-tálamo-cortical. Esta vía facilita el arousa
los núcleos talámicos facilita
de manera global, inespecífica. La estimulación de
hacia la corteza. Si bien la
el pasaje transtalámico de información sensitiva
su conectividad es en
SARA se proyecta sobre todos los núcleos talámicos,
reticular.
particular con los núcleos intralaminares y el núcleo
el encéfalo; la clásica
e Vía dopaminérgica: dos sectores tienen dopamina en
serie parkinsoniana,
vía nigroestriatal, cuya patología produce síntomas de la
sectores basales del
y una vía que va desde el área tegmental ventral hasta
que tendría un pa-
lóbulo frontal, constituyendo la vía mesolímbica-cortical,
la atención.
pel importante en la cognición y mantenimiento de
70
Neuropsicología
Bases neuropsicológicas de la atención
A, e
Sustancia Activadora
|
ESTIMULACIÓN
Reticular Ascendente +
(SARA) INHIBICIÓN
Figura 5.6 Papel del núcleo reticular del tálamo como «válvula atencional»
71
Neuropsicología
Bases neuropsicológicas de la atención
Conclusiones
12
Neuropsicología
Bases neuropsicológicas de la atención
Referencias
3. Lorenzo J, Dansilio S, Fontán LE. Taller sobre atención. Procedente del V Con-
greso Latinoamericano de Neuropsicología; 1997 Octubre; Guadalajara, México.
5. Mesulam MM. Principles of behavioral and cognitive neurology. 2nd ed. Oxford:
University Press; 2000.
7. Posner MI, Petersen SE. The attention system of the human brain. Annual
review of neuroscience 1990 Mes; 13 (N9): páginas.
73
Neuropsicología
Síndrome confusional
Capítulo 6
Sindrome confusional
L. Fontán
Epidemiología
Es particularmente frecuentes en niños, en pacientes de edades avanzadas y en
pacientes con daño cerebral previo (demencias). Las tasas de incidencia, varia-
bles según estudios, refieren un 10-15% de todos los ingresos hospitalarios, ya
sea al ingreso o durante el tratamiento. En mayores de 65 años se llegaría a
cifras de 30-50% de todos los hospitalizados. Es una de las causas más tre-
cuente de consulta neurológica en emergencia.
75
Neuropsicología Neuropsicología
Síndrome contusional Síndrome confusional
A
no diagnosticada, oligosintomática, o no reconocida por los familiares, la cual actuó
Clínica como condición previa que favoreció el síndrome y ahora es evidente. En estos
casos se debe realizar un cuidadoso y exhaustivo interrogatorio a familiares
Como dijimos, el síndrome confusional tiene una instalación o desarrollo rápido, buscando afectación cognitiva anterior al desarrollo del síndrome confusional.
en minutos u horas (más raramente días), y predomina el trastorno de la aten-
ción. La atención cambia de un objeto a otro continuamente, el foco atencional
vaga sin lograr fijación. El paciente prácticamente se maneja con un alerta fásico, Examen clínico
siendo atraído bruscamiente por estímulos irrelevantes. El curso del pensamien-
to está alterado por las frecuentes intrusiones de estímulos no relevantes y la Como primera medida, se debe evaluar el nivel de vigilia. Si está comprometido,
dificultad en mantener el foco de la atención en el interlocutor. La vigilancia pue- se debe ver si responde al llamado, al estimulo intenso, al estímulo doloroso y
de estar comprometida, con tendencia al sueño, y es característica la desorien- si se mantiene despierto. En ocasiones, puede estar agitado y ser inabordable.
tación témporo-espacial. Sin embargo, la desorientación témporo-espacial ais- Se debe intentar obtener de! paciente un relato de su historia y evaluar el grado
lada no es sinónimo de síndrome confusional un paciente demente puede estar de orientación temporal y espacial. Su estado y producción ya puede orientar al
desorientado sin estar confuso. diagnóstico. En un paciente confuso, la exploración neuropsicológica formal está
El Lenguaje puede ser incoherente, divagante e irrelevante. No se le puede asignar invalidada. Los resultados obtenidos no serán confiables. De todas maneras, se
valor a las anomias aparecidas en este contexto. Los trastornos perceptivos pueden debe intentar explorar la atención del paciente mediante algunas pruebas muy
dar lugar a ilusiones, alucinaciones y falsos reconocimientos, que a su vez pueden sencillas que sostendrán el diagnóstico:
disparar momentos de agitación. El paciente se encuentra perplejo, con ansiedad O
miedo. Puede haber trastornos menores en las conductas motoras (por ej. ponerse + Repetición de dígitos directa, se le solicita al paciente que repita series
la prótesis dental como el reloj). Por lo general, al paciente le resulta imposible crecientes de dígitos. El límite inferior de la normalidad es cinco.
realizar una secuencia de actos coordinados para llegar a un fin. + Repetición de dígitos invertida, se le solicita al paciente que invierta las series
Desde el punto de vista conductual, se pueden encontrar formas agitadas, con de dígitos que se le dicen. Es patológico por debajo de cuatro.
gran inquietud motora y excitación psicomotriz (síndrome confusional s Contar de 20 hacia atrás.
hiperactivo), o por el contrario, bradipsiquia, disminución de la movilidad e ini- + Decir los meses del año o los días de la semana hacia atrás.
ciativa (síndrome confusional hipoactivo). Lo común es que se alterne entre las e Contar desde 100 hacia atrás de Ben 3. +
dos formas (formas mixtas). Las fluctuaciones pueden ser muy frecuentes, in-
cluso hora a hora. En general, debido al trastorno de los ciclos circadianos con Estas pruebas nos permitirán formar una opinión sobre la capacidad del paciente para
alteración del ritmo sueño-vigilia, hay un empeoramiento nocturno. mantener su atención sobre una tarea. Se debe realizar un examen neurológico des-
Los trastornos de memoria que se observan en el síndrome confusional son se- pistando signos focales. Nunca debe omitirse la búsqueda de rigidez de nuca, espe-
cundarios a los trastornos atencionales. Van a existir alteraciones en la evoca- cialmente en ancianos, donde la fiebre puede no ser evidente.
ción y trastornos en la fijación y consolidación durante el síndrome contusional El examen físico general se orienta básicamente a buscar compromiso (en ge-
y, en general, una amnesia lacunar del episodió luego de solucionado el mismo. neral infeccioso) de aparatos y sistemas. Se debe realizar una cuidadosa se-
Con frecuencia se evidencian elementos de hiperactividad simpática como miología de piel, buscando escaras e infecciones cutáneas; pleuropulmonar bus-
taquicardia, sudoración y midriasis, que se deben diferenciar de posibles cando focos de estertores; cardiovascular; y del aparato urinario, buscando in-
elementos que puedan sugerir una etiología (infección, intoxicación con drogas, fección de vías urinarias, dolor en puntos ureterales y semiología de la orina.
etc.). Los familiares pueden referir un empeoramiento general del paciente,
con debilidad, caídas, trastornos de la marcha, imposibilidad de alimentarse, Etiología.
etc., todos elementos poco específicos, que no son refrendados por elementos
focales en el examen neurológico, y que se desarrollaron de manera Existen condiciones que actúan como factores favorecedores o predisponentes
rápidamente progresiva. Muchas veces existe incontinencia esfinteriana, para la producción de un síndrome confusional. Cualquier sujeto normal, some-
especialmente en pacientes añosos. Las alucinaciones son particularmente tido a una noxa encefálica lo suficientemente intensa desarrollará un síndrome
frecuentes en el síndrome confusional y siempre deben interrogarse a los confusional. Puede plantearse que las condiciones favorecedoras O
familiares. predisponentes de alguna manera disminuyen un «umbral confusionógeno» para
que los factores desencadenantes o etiológicos produzcan, con más facilidad,
Evolución un síndrome confusional.
El síndrome confusional no se cronífica. Se resuelve en días o semanas, hacia la Factores favorecedores o predisponentes
desaparición del mismo o hacia el coma. No existen síndromes confusionales cróni-
cos. Muchas veces, luego de la resolución el paciente no recupera el nivel cognitivo Edad: como ya fue mencionado, el síndrome confusional es mucho más
previo. Esta situación se observa con frecuencia en pacientes con demencia previa frecuente en edades avanzadas.
76 77
Neuropsicología Neuropsicología
Síndrome confusional Sindrome confusional
78 79
Neuropsicología Neuropsicología
Sindrome confusional
Síndrome confusional
81
80
Neuropsicología Neuropsicología
Síndrome contusional Síndrome confusional
Trastornos de ansiedad.
82 83
Neuropsicología
Referencias
5. Mesulam MM. Principles of behavioral and cognitive neurology. 2nd ed. Oxford:
University Press; 2000.
84
Neuropsicología
Sindrome de heminegligencia
Capítulo 13
Sindrome de heminegligencia
S. Dansilio
Definición
Características generales
Generalmente se producen como consecuencia de lesiones encefálicas dere-
chas, en pacientes diestros, y son raros los casos en que se ha documentado
una heminegligencia derecha por lesión izquierda o inclusive una hemi-inatención
no lateralizada (Halligan et al, 1993). Desde Denny-Brown, la heminegligencia
derecha bien constituida en un paciente diestro suele asociarse al analfabetis-
mo, oa alteraciones en la normal lateralización del encéfalo. Más recientemen-
te, explorando dominios cognoscitivos complejos, como la lectura o la escritura,
se ha observado un patrón diferencial de heminegligencia centrada por el objeto
(en este caso la palabra o la oración), que comprometen la mitad derecha, o
más exactamente, el segmento terminal de la serie grafémica, existiendo una
lesión hemistérica izquierda en un paciente diestro (Kinsbourne 8 Warrington,
1962; Hillis £ Caramazza, 1990). Se trata en estos casos de escrituras como
las centro-europeas cuya dirección es de izquierda a derecha. La predominancia
de las lesiones derechas se debería, según Mesulam, a que el hemisferio
derecho participa en la dirección de la atención hacia ambos lados, mientras
que el izquierdo solamente hacia la derecha (Mesulam, 1990). Esta
interpretación ha sido recientemente puesta en cuestión, las lesiones derechas
que se acompañan de heminegligencia son lo suficientemente extensas como
para involucrar los sistemas anteriores (prefrontales) y posteriores (parietales)
de la atención dirigida, mientras que en las lesiones de similar magnitud a
147
Neuropsicología Neuropsicología
Síndrome de heminegligencía Sindrome de heminegligencia
142 140
Neuropsicología
Neuropsicología
Síndrome de heminegligencia
Sindrome de heminegligencia
151
Neuropsicología
Neuropsicología Síndrome de heminegligencia
Síndrome de heminegligencia
l ¿
A
independientemente de la modalidad (visual, táctil, auditiva), restando
espacial,
todavía mayores estudios para determinar el grado de independencia de estí-
CORTEZA PREFRONTALPREMOTORA CORTEZA PARIETAL DORSOLATERAL
mulos tales como los lingúísticos. Y DORSOLATERAL POSTERIOR
153
429
Neuropsicología Neuropsicología
Síndrome de heminegligencia Síndrome de heminegligencia
los perceptos, ha sido una alternativa que, aunque minoritaria, continúa teniendo No debe olvidarse que tanto las pruebas de cancelación visual como las de
defensores (Bisiach £ Luzzatti, 1978). Esta línea de pensamiento proviene de la dibujo implican un componente motor además del perceptivo.
noción de esquema corporal de autores clásicos como Brain, Gerstman, Lhermitte,
Roth y Critchley (década de 1940), y de la amorfosíntesis de Denny-Brown. La ex- Cancelación
plicación jerarquiza los hallazgos en los cuales se demuestra que la heminegligencia
no afecta solamente a los tres espacios mencionados al inicio, sino que, además, Las pruebas de cancelación pueden ser cronometradas o no. Los estímulos varían
compromete el procesamiento de los estímulos en el propio nivel mental. La disquiria, desde simples líneas (test de Albert), pasando por figuras reconocidas (estrellas,
mencionada previamente, ha contribuido, por su naturaleza, a proporcionar argu- cruces), hasta letras o figuras sin sentido (Pizzamiglio et al, 1993; Verfaellie, 1998).
mentos para esta alternativa (Bisiach 8 Vallar, 1988). Es característica la situación La medida más representativa es el número de omisiones, en el caso de que se
de un caso publicado por Bisiach y Luzzatti que, ante el requerimiento de describir efectúen, sobre uno de los hemicampos. La plancha debe ser colocada sobre la
espontáneamente una plaza de Roma, el paciente solamente refería los elementos línea media del examinado. Otro elemento a tener en cuenta es la estrategia segui-
de la mitad contralateral a la lesión cerebral (Bisiach £ Luzzatti, 1978). Cuando se da, generalmente los sujetos sanos siguen una secuencia de izquierda a derecha y
le solicitaba que imaginariamente girara la posición noventa grados, lograba de arriba abajo, en algunos casos comenzando desde el centro. Algunos pacientes
reproducir los elementos escamoteados, pero no relataba los previos, manteniendo la con heminegligencia pueden no cometer un número llamativo de omisiones, pero
negligencia para la mitad contralateral a la lesión, aunque siempre en un plano de seguir estrategias diferentes, en especial realizar la cancelación de derecha a Iz-
imaginería mental. Este tipo de fenómenos ha podido ser reproducido en varios pa- quierda, perdiendo la sistematicidad o vacilando, una vez que ingresan a la mitad
cientes y por diferentes autores. Bisiach y Vallar sostienen que la alternativa opuesta. Introducir distractores suele aumentar la sensibilidad de la prueba. Por el.,
representacional no contradice obligatoriamente la interpretación atencional, en tanto, si se trata de cancelar estrellas, es aconsejable mezclar al azar estrellas pequeñas
puede considerarse que el foco atencional no solamente transcurre y navega por el y grandes, siendo la consigna que marque solamente las grandes. Cuando se pre-
espacio personal-extrapersonal, sino también por el espacio mental (Bisiach £ Va- sentan letras, es más sensible requerir que se tachen dos letras o, para aumentar el
llar, 1988). En este caso se supone que las representaciones mentales poseen al- grado de dificultad y generar una mayor sobrecarga atencional, solicitar que se can-
gún tipo de disposición espacial, lo cual ya de por sí constituiría un tópico de discusión. cele una determinada tetra solamente si va precedida de otra definida (la «A» siem-
pre que vaya precedida de una «R», por ej.). No debe olvidarse que las pruebas de
Evaluación de las heminegligencias cancelación auditiva, especialmente si los estímulos proceden claramente de dos
hemicampos (escucha dicótica) y se cuantifican las omisiones por cada mitad, apor-
A pesar de las disociaciones ya descritas, la mayoría de las pruebas para evaluar O tan información acerca del grado de heminegligencia en el espacio extrapersonal
medir el grado de heminegligencia exploran el espacio extrapersonal inmediato (al alejado (más allá del alcance de la mano). No hay diseños clínicos de pruebas en
alcance de la mano), ya sea mediante tareas de cancelación visual, de bisección de las cuales deban reconocerse ítems en láminas ubicadas a la distancia, para explo-
líneas o de dibujo (espontáneo y copia). Los diferentes componentes subyacentes rar el componente extrapersonal alejado en la modalidad visual.
pueden quedar sin discriminar de manera adecuada. Una serie de generalidades
puede destacarse con respecto a las condiciones de esta serie de pruebas: Bisección de líneas
e Cuanto mayor es el número de estímulos tanto más sensible es la prueba, La relación entre los componentes involucrados en las tareas de bisección y cance-
dado que se multiplica la exigencia atencional. lación es discutida. Se ha advertido que los pacientes con heminegligencia tienden a
desplazar su foco de atención hacia el lado ipsilateral, desplazamiento que es, tanto
s Cuanto más desordenados se presenten los estímulos, también habrá un au- más evidente, cuanto más larga la línea. La forma más elaborada es el test de
mento de la sensibilidad, en tanto no hay patrones explícitos de seguimiento bisección de líneas de Shenkenberg (Lezak, 1983). Éste consta de 20 líneas de
que faciliten el rastreo. diferente longitud y disposición (6 centrales, 6 hacia la derecha y 6 hacia la izquier-
da), solamente las 18 del medio son cuantificadas (la superior y la inferior tienen
+ También se aumenta la sensibilidad cuanto más complejos y novedosos sean una ubicación central) permitiendo el cálculo de un porcentaje de desviación. Otra
los estímulos, al incrementar el nivel de análisis de los mismos. hoja similar se gira 180 grados y permite una nueva serie de pruebas con líneas en
distinto desplazamiento. La prueba es sumamente útil, ya que no solamente propor-
e Introducir el factor tiempo, en el caso de que hayan normas establecidas, tam- ciona valores definidos, sino que, por permitir múltiples intentos, aumenta la «venta-
bién mejora la exploración. La conducta de heminegligencia puede manifestar- na» para detectar el fenómeno de heminegligencia.
se por un aumento de la latencia o del tiempo de respuesta o seguimiento, sobre
uno de los hemiespacios. Dibujo
+. La introducción de distractores, y particularmente distractores que guarden El dibujo puede ser espontáneo o a la copia. En el primero de los casos el mo-
alguna semejanza con los ítems diana, también aumenta la exigencia atencional, delo se extrae desde la memoria, por lo cual podría sospecharse que implica un
por requerir un análisis más cuidadoso de los estímulos. componente representacional interno. En el segundo caso el factor de aten-
154 155
Neuropsicología Neuropsicología
Sindrome de heminegligencia Sindrome de heminegligencia
ción visuoespacial sobre el espacio extrapersonal inmediato es conspicuo. No que el paciente distribuya los números y por otro solicitar que marque una hora.
puede obviarse, al analizar el resultado, que el dibujo siempre entraña un Para ser ilustrativos es necesario solicitar tres clases de horas, aquellas donde las
componente motor. Los resultados asociados al fenómeno de heminegligencia dos agujas se disponen sobre la hemiesfera derecha, luego sobre la hemiestera
pueden ser de dos géneros: izquierda y después con una aguja en cada hemiesfera (por ej. 10:20). Bisiach y
Vallar destacan que pueden obtenerse dos formas de comportamiento, se inscriben
OMISIONES todos los números sobre una mitad de la esfera, o se disponen tres o más números,
también sobre una mitad, pero correctamente ubicados (Bisiach 8 Vallar, 1988). Esto
En este caso las omisiones pueden, a su vez, seguir diferentes patrones: ha inducido a proponer que el desplazamiento hacia el lado ipsilateral a la lesión y
las omisiones, constituyen tenómenos disociables dentro del comportamiento de
. Se omite una mitad (generalmente la izquierda) de la figura. heminegligencia. Asimismo, cuando se pide que el paciente ubique lugares en un
+ Se omiten las figuras ubicadas en la mitad izquierda de una página, en el caso de mapa, puede darse la situación en la cual omita ítems en el espacio contralateral, o
que se presenten varios modelos (como en el protocolo de Mendilaharsu et al.). en los que se obtenga un desplazamiento de topografías correctamente relaciona-
+ Las omisiones pueden afectar detalles ubicados a la izquierda de cada modelo.- das y sin omisiones, pero sobre la mitad ipsilateral del mapa.
.» En algunos casos el paciente copia realizando un hacinamiento de los
modelos en la parte inferior derecha de la hoja, aunque comprenda Lectura y escritura
adecuadamente la consigna.
El impacto de la heminegligencia sobre la lectura y la escritura ha sido
ERRORES reconocido desde hace tiempo. Sin embargo, una serie de propiedades las hace
especialmente interesantes, y proporcionan elementos para desarrollar una rica
» Los detalles, proporciones o elementos de la mitad izquierda de las figuras semiología. Primero, constituye una facultad considerablemente lateralizada en
están pobremente especificados o apenas bosquejados. el cerebro humano, por otro lado, representan estímulos sumamente complejos
e En un caso más severo, hay una suerte de desestructuración de la mitad iz- (ya sea palabras, frases o párrafos), y finalmente, ocurre que la serie de signos
quierda de las figuras. se dispone en un sentido izquierda-derecha para las escrituras centroeuropeas.
En las situaciones típicas se constata una simple omisión de la parte derecha
Este ultimo género alerta que una negligencia no se expresa únicamente por de una palabra, de una frase o de un texto, en muchos casos, con una sorpresiva
omisiones o por la mera ausencia de detalles. Por otra parte, cuando se desea
anosognosia aunque la lectura no sea comprensiva (Kinsbourne € Warrington,
indagar acerca del componente propiamente motor de la realización, se reduce 1962). La situación es más interesante cuando, en lugar de omisiones, se
el seguimiento visuoespacial, haciendo que el paciente copie o dibuje espontá-
encuentra una comisión de errores en la mitad de las palabras (siendo
neamente en una hoja en blanco, sobre papel carbónico. Un conocimiento
significativo el tamaño de la misma para obtenerlos) o de las frases.
congnoscitivo puede incidir sobre las conclusiones, en el caso de que haya
La comisión de errores de completamiento retrógrado y, menos frecuentemente,
perturbaciones u omisiones en uno de los lados, es que el trastorno radique en
de completamiento anterógrado, constituye ya un hecho aceptado y documentado
la representación mental (interna) del modelo. La manera de orientarseen la (Kinsbourne € Warrington, 1962; Hillis £ Caramazza, 1990). El completamiento
búsqueda semiológica es efectuando otras pruebas que evalúen dicho anterógrado, curiosamente, puede observarse tanto en lesionados hemisféricos iz-
componente (el mismo dibujo espontáneo visualizado, la descripción de los quierdos como derechos. En la amplia mayoría de los casos no se obtienen neolo-
elementos que constituyen un escenario imaginado, etc.). gismos, sino errores verbales (palabras que se están presentes en el inventario de
Una dificultad adicional a lo descrito previamente, es que muchos pacientes ta lengua), por lo cual, aunque la dificultad inicial estribe en el rastreo sobre el retén
lesionados derechos asocian una verdadera aprexia constructiva, cuyo. patrón gratémico de entrada, existiría una interacción con los niveles lexicales. Los siguientes
de alteraciones se confunde con lo que es consecuencia de la hemi-inatención. son ejemplos extraídos de pacientes examinados en el departamento, se subraya el
En algunos casos puede resultar poco clara o incierta la diferenciación. Dos
segmento de la palabra respetado:
recursos que pueden orientar son, el encontrar un perfil lateralizado de errores
u omisiones, o mejor, si se encuentra que la lateralización es sistemática y COLADOR ———y /soplador!/ (error de completamiento retrógrado)
contralateral a la lesión. Además, en las apraxias constructivas por lesión
TENEDOR y htenaza/ (error de completamiento anterógrado)
hemisférica derecha, la presencia del diseño (situación de copia) empeora la
realización, por lo cual el dibujo utilizando carbónico podría ser útil. Trabajos más recientes muestran que los lesionados derechos e izquierdos
pueden seguir un patrón diferente en la comisión de errores. En el primer caso
Test del reloj los errores son centrados por el observador, afectarán generalmente la mitad
izquierda de la palabra independientemente de su presentación (canónica,
El test del reloj es de gran utilidad. Cuando se desea reducir el factor constructivo es invertida o en espejo). No cometen errores si la palabra se presenta de manera
más procedente presentar una circunferencia en blanco y utilizar dos consignas se- vertical (de arriba abajo o a la inversa). En los lesionados hemisféricos
paradas (mejor si se registran en dos cireunferencias distintas), por un lado solicitar izquierdos, por su lado, los errores siguen un patrón guiado por el objeto (la
156 157
Neuropsicología Neuropsicología
Sindrome de heminegligencia Sindrome de heminegligencia
Trastornos asociados 4. Mesulam MM. Large-scale neurocognitive networks and distributed processing
for attention, language and memory. Ann Neurol 1990:28:597-613.
Una hemiplejia o una desviación oculocefálica por una parálisis alta de la mirada
lateral, pueden encontrarse asociadas, esta última, durante la etapa aguda. El défi- 5. Umiltá C. Orienting of attention. En: Boller F, Grafman y, editors. Handbook of
cit motor puede entorpecer la correcta exploración o, a la inversa, requerir una co- Neuropsychology, Vol 1. 1? edición. Amsterdam: Elsevier; 1988. P.175-93.
rrecta semiología para distinguirlo de una heminegligencia motora (teniendo pre-
6. Verfaellie M. Neglect syndromes. En: Snyder PJ, Nussbaum PD, editors.
sente que la negligencia puede sumarse al déficit en sí mismo, agravándolo o ha-
Clinical Neuropsychology: a pocket handbook for assessment. 1* edición. Was-
ciéndolo más severo). La anosognosia empeora el pronóstico, como ya fue mencio-
hington DC: American Psychological Association; 1998. P. 467-84.
nado. Permanece en discusión el estatuto de la propia anosognosia, de la aloestesia
y de la extinción, que en algunos casos no se consideran como parte del síndrome
de heminegligencia, entendiéndose que constituyen síntomas asociados pero no vin-
culados funcionalmente (Bisiach £ Vallar, 1988; Vertaeille, 1998).
La hemianopsia homónima es también un hallazgo frecuente. El diagnóstico
diferencial con la heminegligencia no suele ofrecer mayores dificultades. Los
pacientes con una hemianopsia tienden a compensar mediante el giro
oculocefálico, y el rendimiento en la vida diaria está conservado. En el caso de
los pacientes con hemianopsia sin heminegligencia, no están afectadas las prue-
bas que se describieron anteriormente. Por su parte, el déficit campimétrico en
las hemianopsias, a diferencia de las heminegligencias, no manifiesta mejoría
cuando se brindan claves o señales de relevancia atencional, o cuando se simpli-
fican los estímulos o eliminan distractores. Finalmente, ya sea por la anosognosía,
por modificaciones del comportamiento, o por factores psicoafectivos aún no bien
caracterizados, los pacientes con lesiones encefálicas derechas tienden a mos-
trarse más indiferentes, consideran menos el contexto de realización cotidiana, y
colaboran en menor grado con las medidas de rehabilitación.
158 159
Capítulo 22
Ricardo F. Allegri
...
Memoria Corto
as
a
subdividido en varios sistemas. En 1972 Tulving des-
cribió dos sistemas mnésicos el episódico y el
se-
mántico [16].
La Memoria Episodica es usada para recordar ex-
Envia de Señal
periencias personales enmarcadas en nuestro pro-
a
al núcleo
a
Sa memoria episódica depende de la integridad de
la
z > > Modificación del Terminal región hipocámpica (en particular el hipocampo,
¿ea DSNo E Sináptico el
gyrus dentado y el complejo subicular), de las
regio-
A AA A
E E]
Ss 7 nes corticales alrededor de la amígdala (en partic
u-
lar la corteza perirrinal) y de los núcleos
talámicos
(que tienen conexiones anatómicas con la región
Naurotransmisor F
hi-
pocámpica y la corteza perirrinal).
Modificado de Kandel, 2000
AAA
a Corto y
Largo Plazo, El mecanismo de la memoria a corto
plazo se
observa en verde y el de largo plazo en rojo. PK =
protein-»
kinasa, CAMP = AMP cíclico.
[uno]
e
lo angular, las fibras vuelven al hipocampo (véase tema de representación en relación a «cómo hacer
figura 22.4 y 22.6) [17]. algo» es decir la Memoria Procedural o de procedi-
mientos [18,1,3]. El aprendizaje de procedimientos
es filogenéticamente más antiguo que el declarativo
[19]. Desde este punto de vista algunas formas sim-
ples de aprendizaje procedural pueden ocurrir en in-
vertebrados y son prominentes en los mamíferos. En
e
A
n
E
Memoria Sensorial Sistemas sensoriales, receptores (ej. oxidación pigmentos
retinianos)
Memoria de Trabajo
Sistema Ejecutivo Corteza prefrontal dorsolateral
Bucle Fonológico Fascículo Arcuato
Agenda Visoespacial Áreas occipitales y hemisferio derecho
Memoria Episódica Lóbulo temporal medial, tálamo, cuerpos mamilares,
fornix, corteza prefrontal
Memoria Verbal Circuitos izquierdos
Memoria Visual Circuitos derechos
Codificación Circuitos prefrontales
Archivo Circuito Papez
Recuperación Circuitos Prefrontales
Componente emocional dela Amigdala
memoria
Memoria Semántica. Lóbulo temporal inferolateral
Memoria Procedural Ganglios basales, cerebelo, área motora suplementaria
Todo el proceso mnésico consta de varias fases: 1998; 154 Suppl 2: S33-49.
el registro, la formación (codificación), el manteni- de Atkinson R and Shiffrin R: Human memory:
miento (archivo) y la recuperación de los recuerdos. A proposed system and its control processes.
La fase de registro se produce en las cortezas senso- New York. Academic Press. 1968.
riales primarias y asociativas. La corteza prefrontal Sl Dillon C: (en prensa). Los cambios sinápticos
juega un rol preponderante en la planificación y ela- en la memoria. Biología Molecular del Alma-
boración de estrategias de codificación y de recupe- cenamiento de la Memoria. Un Diálogo entre
ración, y en la organización temporal de los recuer- los Genes y la Sinapsis. (Teoría de Eric Kan-
dos [25]. La amígdala desempeña un rol esencial del). Memoria y Olvidos. R. Allegri, E Tara-
en la asociación de una emoción con una experien- gano, P Bagnatti and J. Kremer. Buenos Aires,
cia dada, gracias a la amígdala una experiencia será Lema.
vivida y memorizada como agradable o desagrada- 6 . Rosenzweig M and Leiman A: «Brain fun-
ble. ctions». Annual Review of Psychology. 1968;
(19): 55-98.
22.7 Conclusiones 7 . Doty R: Neurons and memory: some clues.
New York, Raven Press. 1979.
Las bases neuroanatómicas de la memoria se en-
cuentran distribuidas en distintas estructuras del en- 8. Kandel ER: «The molecular biology of memory
céfalo, clasicamente en la época en que solo lo epi- storage: a dialog between genes and synap-
sódico era memoria se describió como base de la ses». Biosci Rep. 2004; 24(4-5): 475-522.
misma el circuito de Papez. Hoy con los modelos 9. Craik F: Age differences in human memory.
cognitivistas son múltiples los sistemas cognitivos New York, Van Nostrand. 1977.
de la memoria y los circuitos neuroanatómicos sub- 10 . Hyden H: The question of a molecular basis
yascentes que forman parte de nuestros recuerdos. for the memory trace. New York, Academic
(ver el sumario en tabla 22.2). Press. 1970.
18 Barondes S: Protein-synthesis dependent and
Bibliografía protein-synthesis independent memory sto-
1. Allegri R: Memoria Procedural. Neurología. rage processes. New York, Academic Press.
Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires. 1975
Tesis del Doctorado en Ciencias Medicas. 1993.
261
Neuroanatomía funcional de la memoria
¡
12. Sokolov E: «Brain functions: neuronal mecha- - Squire LR: «Mechanisms of memory». Science. y
view of Psychology. 1977; 28: 85-118. - Paivio A: Imagery and verbal processes. New
York, Holts, Rinehart and Winston. 1971.
13; Baddeley A and Hitch G: Working memory.
New York, Academic Press. 1974. - Laurent B, Allegri RF et al.: «[Primarily uni- de
the performance of verbal working memory lidad mnesica episódica en las lesiones isque-
tasks». Proc Natl Acad Sci U S A.1993; 90(3):
micas temporales internas». Rev.Neurol. Arg. a
H. M. padecía crisis epilépticas generalizadas que habían aumentado en frecuencia y gravedad, a pesar de
las altas dosis de medicación que recibía. El 23 de agosto de 1953, William Scoville le practicó una resección bi-
tateral del lóbulo temporal medial con la intención de detener los ataques. Después de esa intervención, H, M.
experimentó una amnesia anterógrada grave que persistió sin demasiadas modificaciones hasta mucho des
pués. El C.l. de H. M, está por encima de la media (118 en la Escala de Inteligencia Wechsler para Adultos) y tu-
vo un rendimiento normal en los tests perceptivos. La memoria de H, M, para recordar hechos anteriores a la ci-
a es buena y tambiénsu capacidad para recordar sucesos remotos, tales como incidentes ocurridos en la
escuela o los trabajos que hizo en su adolescencia y juventud, Socialmente, W. M. es una persona tranguila y po-
see buenos modales. Su aspecto es aseado pero hay que recordarle cuándo debe afeitarse. Habla en un tono
monocorde, pero articula sus palabras de manera correcta y su vocabulario concuerda con su inteligencia, su-
perior a la media. La comprensión del lenguaje es normal: comprende material verbal complejo, incluso bro-
manera cortés nos indicó el camino dando algunas vueltas hasta jue llegamos a una calle
que le resultaba
27 familiar. Al mismo tiempo, reconoció que no estábamos en la dirección correcta. Una llamada
telefónica a su
madre nos indicó que estábamos en la calle donde él había vivido antes de su operación, Con
las indicacio-
nes de la madre, llegamos hasta la zona donde H.M. vivía en ese momento. No estuvo orientado
hasta que
llegamos a una distancia de dos manzanas de su casa, que se podía a ver a través
de los árboles (Milner y
col, 1968 pág. 218-217),
La amm
Cuando William Scoville sometió a H.M. a una intervención quirúrgl-
ca para controlar su epilepsia, inadvertidamente produjo uno de los casos
más ampliamente estudiados de trastorno de la memoria dentro de la his-
toria de la neuropsicología. El trastorno de H.M. ha generado gran inte-
rés, no sólo a causa de que este paciente presenta una amnesia grave, —ha
perdido la capacidad de adquirir y retener recuerdos- sino que también su.
lesión está limitada dentro de una región relativamente pequeña del cere-
bro. El descubrimiento de que la amnesia podría haberse ocasionado des-
pués de una lesión localizada en el cerebro era sorprendente para todos,
según lo que se conocía acerca de la memoria antes de la llegada a escena:
de H. M.
Aunque a una monografía de 1885 de Herman Ebbinghaus se la considera
el primer estudio psicológico de la memoria, se cree que la investigación neu-
ropsicológica formal no comenzó hasta 1915, cuando Lashley emprendió un.
proyecto, que le llevaría toda la vida, para identificar la ubicación neurológi-.
ca de los hábitos adquiridos. En la mayoría de sus experimentos, realizados :
con ratas y monos, Lashley eliminó parte del neocórtex del animal o seccio
nó distintas vías con la esperanza de evitar la comunicación entre diferentes.
áreas de la corteza. Luego estudió los efectos de esas lesiones sobre la habili
dad de los animales para encontrar el camino en los laberintos, resolver rom:
pecabezas, realizar discriminaciones visuales, etc.
.
Aun después de cientos de experimentos, Lashley no pudo ubicar el centro
de la memoria. Al mismo tiempo, encontró que, a medida que dañaba más
más tejidos, los trastornos de la memoria aumentaban. En 1950, después de
35 años de investigaciones, Lashley llegó a la conclusión de que “no es post
ble demostrar la localización de la memoria en ningún lugar del sistema ne
vioso. Algunas regiones limitadas pueden ser importantes para el aprendiza
o la retención de una actividad en particular, pero el engrama (la memoria) :
191
Nadie podría haber predicho a partir del trabajo de Lashley que la extirpa-
ción de cualquier estructura —y aun teniendo en cuenta la pequeña cantidad de
tejido extirpado por Scoville— podría dar como resultado la capacidad para re-
cordar cosas del pasado, pero la incapacidad para adquirir nuevos recuerdos.
El caso H. M. parecía demostrar que una única estructura en el lóbulo tempo-
ral era responsable de la memoria. Sin embargo, a medida que nuestra histo-
ría se desarrolle, veremos que los resultados de los estudios inspirados en el
trastorno de H. M, han demostrado que Lashley estaba en lo cierto: varias re-
giones del cerebro tienen una función en relación con la memoria.
Causas de amnesia
Todos hemos experimentado amnesia en algún grado. El ejemplo más
sorprendente de olvido común en todos nosotros es la amnesia infantil,
Aunque los primeros años de vida se consideran, en general, fundamenta-
les para el desarrollo del niño, no se recuerdan conscientemente en la edad
adulta. Por ejemplo, adquirimos muchas habilidades y conocimientos du-
rante esa época pero, por lo general, no recordamos las experiencias con
que los adquirimos. Es posible que los detalles de las experiencias aún
permanezcan en algún lugar, pero no pueden ser recuperados porque en
la infancia se utiliza un sistema mnémico y se desarrolla otro en la edad
adulta. Quizá los recuerdos infantiles parecen perderse debido a que no
están almacenados en el nuevo sistema del adulto.
Los adultos también olvidan, como demuéstran algunos informes sobre per-
sonas que aparecen en algún lugar alejado de su hogar, sin tener conocimien-
to de su vida anterior, pero con habilidades y lenguaje intactos. Esta forma de
amnesia se conoce como estado de fuga. Una de las acepciones de la palabra
fuga es “yuelo” y la interpretación de este trastorno es que la persona, en efec-
to, ha huido de su vida anterior para comenzar una nueva. La amnesia global
transitoria es otra forma aguda de amnesia (es decir, de comienzo rápido y, ge-
neralmente, de curso breve). Fisher y Adams la describieron como una pérdi-
da de los recuerdos anteriores y la imposibilidad de formar nuevos recuerdos.
La enfermedad ha sido asociada a varias causas posibles, que incluyen
conmoción cerebral, jaqueca, hipoglucemia y epilepsia, asi como inte-
rrupción del flujo sanguíneo en la arteria cerebral posterior, ya sea debi-
CAPÍTULO 18 LA MEMORIA ¿449
Vadie podría haber predicho a partir del trabajo de Lashley que la extirpa-
n de cualquier estructura —y aun teniendo en cuenta la pequeña cantidad de
jido extirpado por Scoville— podría dar como resultado la capacidad para re-
ordar cosas del pasado, pero la incapacidad para adquirir nuevos recuerdos.
¡caso H. M. parecía demostrar que una única estructura en el lóbulo tempo-
| era responsable de la memoria. Sin embargo, a medida que nuestra histo-
ase desarrolle, veremos que los resultados de los estudios inspirados en el
tastorno de H. M. han demostrado que Lashley estaba en lo cierto: varias re-
grones del cerebro tienen una función en relación con la memoria.
Jusas de amnesia
Todos hemos experimentado amnesia en algún grado. El ejemplo más
orprendente de olvido común en todos nosotros es la amnesia infantil.
nque los primeros años de vida se consideran, en general, fundamenta-
para el desarrollo del niño, no se recuerdan conscientemente en la edad
idulta.Por ejemplo, adquirimos muchas habilidades y conocimientos du-
nte esa época pero, por lo general, no recordamos las experiencias con
e los 3cquirimos. Es posible que los detalles de las experiencias aún
ermanezcan en algún lugar, pero no pueden ser recuperados porque en
Infancia se utiliza un sistema munémico y se desarrolla otro en la edad
dulta. Quizá los recuerdos infantiles parecen perderse debido a que no
stán almacenados en el nuevo sistema del adulto.
Los adultos también olvidan, como demuestran algunos informes sobre per-
onas que aparecen en algún lugar alejado de su hogar, sin tener conocimien-
ode su vida anterior, pero con habilidades y lenguaje intactos. Esta forma de
Fnesia se conoce como estado de fuga. Una de las acepciones de la palabra
ga es “vuelo” y la interpretación de este trastorno es que la persona, en efec-
0, ha huido de su vida anterior para comenzar una nueva. La amnesia global
ansttoria es otra forma aguda de amnesia (es decir, de comienzo rápido y, ge-
eralmente, de curso breve). Fisher y Adams la describieron como una pérdi-
a de los recuerdos anteriores y la imposibilidad de formar nuevos recuerdos.
a enfermedad ha sido asociada a varias causas posibles, que incluyen
Onmoción cerebral, jaqueca, hipoglucemia y epilepsia, así como inte-
rupción del flujo sanguíneo en la arteria cerebral posterior, ya sea debi-
Y FUNCIONES SUPERIORES
ograda y anterógrada
Un estudio riguroso de H. M. y de otros pacientes amnésicos demuestra que
el trastorno que padecen está compuesto por dos tipos de déficit de la memo- imposibilidad de for-
mar recuerdos Nuevos,
ria: amnesta anterógrada y amnesia retrógrada. H. M. era incapaz de adquirir
nuevos recuerdos y también había perdido aquellos recuerdos que eran accesi-
Recuerdos nuevos.
bles para él antes de la cirugía. La imposibilidad de H. M. para adquirir nue-
vos recuerdos se denomina amnesia anterógrada. El término anterógrado se re-
fiere al futuro con respecto al tiempo en que el paciente sufrió la lesión. (figu- ante
Ubicación. en el
tiempo de la lesión
ra 18-1). La amnesia anterógrada de H. M. frecuentemente se denomina am- cerebral,
nesia global anterógrada, debido a que muchos aspectos de la capacidad para
crear nuevos recuerdos parecen estar afectados. Presenta dificultades en el
aprendizaje espacial y topográfico, y en el recuerdo de todos los hechos que
tienen lugar a su alrededor, incluida la muerte de sus seres queridos. No apren-
Arnnesia
de palabras nuevas ni recuerda hechos o personas nuevos en su vida a partir retrógrada -: imposibilidad de
=
de la lesión. Como el mismo H. M. decía, “cada día es un día único, no im- + acceder alos recuerdos
j antiguos. La amnesia
porta cuántas alegrías haya tenido o cuántas tristezas haya padecido”.
Recuerdos antiguos
3 retrógrada púede
En H. M. y en muchos otros pacientes amnésicos, los recuerdos creados : | ser incompleta can:
en épocas anteriores a la lesión o a la cirugía se han perdido. Esta forma de uerdos:
tecuerdos antiguos
O
cp
accesibles y recuerdos
amnesia se denomina amnesia retrógrada para significar que se extiende ha- antgups
conservados (Més fecientes
cia atrás en el tiempo con respecto al momento de la lesión. Evidentemente, erasos 1" no accesibles.
la amnesia retrógrada de H. M. no es tan completa como la anterógrada, ya
que puede recordar muchas de las cosas que aprendió antes de la cirugía. Por
ejemplo, sabe quién es, puede leer, escribir y hablar, y conserva muchas de - Pasado
las habilidades que había adquirido antes de la cirugía. De modo caracterís-
tico, la memoria anterior a la cirugía es mucho mejor para sucesos que tu- Fig. 19=1 Posibles consecuencias de
vieron lugar a una edad temprana de su vida que para hechos acaecidos más la lesión cerebral sobre los recuerdos
recientemente. H. M. era capaz de regresar a la casa en la que había vivido nuevos y antiguos. Obsérvese que la
amnesia retrógrada puede ser
antes de la cirugía, y también recordaba que poseía las armas de su padre. incompleta y algunos recuerdos más
Cuando la gravedad de la amnesia retrógrada varía en función de la an- antiguos pueden estar más
tigiedad de los recuerdos, se dice que es dependiente del tiempo. Las lesio- conservados que los nuevos,
nes en la cabeza comúnmente producen amnesia dependiente del tiempo y
la gravedad de la lesión determina la duración de la amnesia. Por ejemplo,
tras sufrir una herida en la cabeza existe una pérdida transitoria de la con-
ciencia seguida de un corto período de confusión y amnesia retrógrada. La
extensión retrógrada de la amnesia (el período de historia personal que cu-
bre, que se extiende desde el presente hasta el pasado más lejano), general-
mente, disminuye con el paso del tiempo y deja a menudo una amnesia resi-
dual para los sucesos que se producen varios segundos o un minuto antes de
- la lesión. Sin embargo, la duración de esta amnesia postraumática puede va-
tiar. En un grupo de pacientes que habían padecido lesiones graves en la ca-
beza, Whitty y Zangwill observaron que el 10% tuvo una duración de me-
nos de una semana; el 30%, de 2 a 3 semanas, y el 60% restante, más de 3
semanas. Algunas veces ciertos hechos aislados, como la visita a un pariente
o algún hecho poco habitual, eran retenidos como “islas de memoria” den-
tro del período amnésico.
de memoria
a
h
E sas
Es
e
década se realizaron varios tipos de estudios. Una vez más, las investigacio-
nes realizadas con H. M. contribuyeron a esos descubrimientos, así como lo
fue el desarrollo de nuevos trabajos sobre las bases neurológicas de este tras-
torno. Estos estudios incluyeron nuevos modelos teóricos, un interés mayor
por las funciones cerebrales por parte de la psicología cognitiva (la que estu-
dia el modo en que “pensamos”) y la utilización de las técnicas de diagnós-
tico por imágenes para la investigación de todas esas áreas. Comenzaremos
nuestra exposición sobre las diferentes formas de la memoria con una des-
cripción de las dos categorías más amplias en las que puede dividirse: memo-
ria explícita y memoria implícita.
La memoria explícita es el recuerdo consciente e intencionado de expe-
riencias previas. Seguramente, podemos describir lo que hemos desayunado
esta mañana, cómo nos hemos desplazado hasta la escuela y a quiénes nos
hemos dirigido desde que nos levantamos, todos recuerdos explícitos. Tam-
bién podemos describir hechos que tuvieron lugar en el pasado, reconocer
la identidad de muchos líderes locales o mundiales, así como famosas per-
sonalidades. Estos recuerdos también son explícitos. La memoria implícita
es una forma de memoria inconsciente, no intencionada. La capacidad pa-
ra usar el lenguaje y para llevar a cabo conductas motoras como montar en
bicicleta o practicar un deporte son ejemplos de memoria implícita. Los es-
tudios realizados en H. M., cuya memoria explícita estaba extremadamen-
te dañada, mientras que su memoria implícita estaba en gran parte intacta,
desempeñaron un papel importante en el descubrimiento de que estas dos
formas de la memoria están separadas. La disociación entre memoria explí-
cita e implícita implica que la segunda se almacena independientemente del
lóbulo temporal, la región del cerebro que en H. M. había sido extirpada
quirúrgicamente, A continuación describiremos la memoria explícita y la
memoria implícita, y demostraremos que los sistemas de la memoria implí-
cita de H. M. y de otras personas que sufren amnesia están sorprendente-
mente intactos.
yúsculas, después una lista impresa en letras mayús- 0 B.M, muestra un progreso normal en esta prueba motora
culas produce mejores resultados que lo que produ- :, 8unque no recuerda haberla realizado con anterioridad,
ciría una en letras minúsculas. Si una lista se pre-
senta de manera oral, un estímulo oral producirá
mejores resultados que uno visual. Marsolek y col.
fueron más allá en la elaboración de este hallazgo
y demostraron la existencia de ciertos tipos de
mensajes simultáneos pero diferentes en cada he-
misferio. En su experimento, a un sujeto se le daba
una lista con palabras y, más tarde, se le pedía que Fig. 1 0-2. A, Prueba que mide la me-
moria motora, B. La prueba de dibujar
completara una lista con términos que contenían tres letras, con la prime- con un espejo. El rendimiento del pa-
ra palabra que le venía a la mente. Al completar la prueba, la lista se le ciente H, M. después de tres sesiones
presentaba al hemisferio izquierdo o al derecho, en una breve exposición de entrenamiento,
para cada hemicampo. Se obtuvieron resultados más bajos cuando se
cambiaba la forma de presentación de la lista para el hemisferio derecho
(por ejemplo, cuando TAB era cambiada a tab) pero, al hacer lo mismo en
el hemisferio izquierdo, los resultados no disminuían. Por lo tanto, la co-
dificación en cada hemisferio era simultánea pero diferente. Los autores de
este estudio sugirieron que el hemisterio izquierdo codifica las representa-
ciones abstractas de la forma de la palabra que no conserva los rasgos es-
“pecíficos de las letras, mientras que el hemisferio derecho codifica las for-
mas de las letras perceptivamente específicas. Puede pensarse que esta divi-
«sión del trabajo representa las funciones de un fonema (lenguaje) frente a
las funciones del grafema (espaciales) en los hemisferios.
: El priming (imprimación) también puede demostrarse del siguiente mo-
«do. Se muestra a un sujeto un dibujo incompleto y se le pregunta qué es.
Si fracasa al identificarlo, se le muestra otro dibujo ligeramente más com-
lejo. Este proceso continúa hasta que finalmente reconoce el dibujo.
Cuando se le muestra el mismo dibujo a un sujeto amnésico y a un suje-
O de control, ambos grupos lo identificarán en una etapa tan temprana
omo hicieron la primera vez. Por lo tanto, los sujetos amnésicos y los del
rupo de control indicarán a través de su rendimiento que ellos recuerdan
a experiencia previa de ver un león completo en la figura 18-3, aunque
OS sujetos amnésicos no pueden recordar conscientemente que anterior-
Mente se les habían mostrado los dibujos.
Una característica importante del priming es que los sujetos amnésicos
btienen los mismos resultados que los sujetos de control, lo que indica
á54 PARTE UY FUNCIONES SUPERIORES
El
Corteza
prefrontal
Arníadala
7
Sustancia
negra
456 PARTE MY PUNCIONES SUPERIORES
en primer término, afectar las tareas que él había realizado bien toda su vi-
da. En una ocasión, permaneció en-la puerta de su habitación, frustrado por
su dificultad para recordar cómo encender las luces. “Debo estar loco -dijo-
he hecho esto toda la vida, y ahora no puedo recordar cómo se hace.” En
otra ocasión, fue visto tratando de apagar la radio con el mando a distancia
de la televisión. Esta vez explicó: “No recuerdo cómo apagar la radio, por
lo tanto, creo que trataré de hacerlo con esto”. J. K. presentaba claramen-
te un déficit en la memoria implícita. En contraste, era consciente de los he-
chos presentes y de las nuevas experiencias, y podía recordar los detalles ex-
plícitos relacionados con estos hechos, tal como lo hace la mayor parte de
los hombres de su edad. Una vez, en una ocasión en que lo visitamos, lo que
es algo que rara vez hacemos juntos, uno de nosotros entró a la habitación
primero e, inmediatamente, J. K. preguntó donde estaba el otro, aunque ha-
bían pasado dos semanas desde que se le había informado que iríamos jun-
tos a visitarlo.
Las pruebas procedentes de otros estudios clínicos y experimentales apo-
yan el papel tormativo del sistema de circuitos de los ganglios basales en la
memoria implícita. En un estudio realizado a pacientes que padecían corea
de Huntington, un trastorno caracterizado por la degeneración de las célu-
las en los ganglios basales, Martone y col. demostraron alteraciones en la
tarea de dibujar a través del espejo, trastorno que aparece en pacientes con
lesiones en el lóbulo temporal. Inversamente, los pacientes con corea de
Huntington presentan dificultades en la tarea de reconocimiento verbal.
Grafton y col. realizaron estudios del flujo sanguíneo con PET en determi-
nadas regiones cerebrales en sujetos normales mientras aprendían a realizar
determinadas tareas motoras. En esa tarea, un sujeto intenta mantener una
aguja en una ubicación especial en un disco que da vueltas y que tiene un ta-
maño aproximado a un disco de larga duración de música. La tarea se basa
en una capacidad que es muy parecida a la que se necesita para cumplir la
tarea de dibujar con el espejo. Los investigadores vieron que el rendimiento :
en esta tarea motora estaba asociado al incremento del flujo sanguíneo en re-
giones de la corteza motora, en los ganglios basales y en el cerebelo, y que la
adquisición de la capacidad se asociaba con un subgrupo de estas estructu
ras, incluidos la corteza motora primaria, la corteza motora suplementaria y
el núcleo pulvinar del tálamo.
Una demostración más espectacular del papel de la corteza motora en el
aprendizaje implícito procede de un estudio realizado por Pascual-Leone y
col, En este estudio, se les pedía a los sujetos que presionaran uno de cuatro
botones numerados, utilizando el correspondiente dedo numerado en res-
puesta a estímulos numerados que se observaban en un monitor de televi
sión; por ejemplo, cuando aparecía el número 1 en la pantalla, se debía apre-
ar el borón 1 con el dedo 1. La medida del aprendizaje era la disminución
en el tiempo de reacción entre la aparición del estímulo y la presión del bo-
tón. Los sujetos fueron probados en secuencias de 12 estímulos. Para el gru:
po control, no hubo orden en las secuencias, pero la secuencia presentada al
grupo que padecía la lesión cerebral fue repetida de modo que, una vez
aprendido el patrón, ellos podían anticipar el estímulo procedente del mon
tor y, de ese modo, responder rápidamente. El componente de la memoria
implícita de esta tarea fue la mejoría en el tiempo de reacción que se produ-
cía con la práctica, mientras que el componente de la memoria explícita er
el reconocimiento por parte de los sujetos de la secuencia, de modo que ellos:
podían generar respuestas sin necesidad de estímulos. Se usó estimulació
magnética transcraneal para trazar el área de la corteza motora que tepí
senta el miembro que ejecuta las respuestas. En esta técnica, la cortez
motora se estimula a través de cables ubicados en el cráneo, mientras$
registra de manera simultánea la actividad muscular en el miembro. D
CAPÍTULO 18 LA MEMORIA ¿457
ese modo, los investigadores pueden descubrir qué partes del área cortical
envían Órdenes a los músculos en varios momentos a lo largo del aprendiza-
¡e. Encontraron que los mapas corticales de los músculos que participan en
la tarea aumentaban progresivamente de tamaño a medida que la tarea se
dominaba. Es decir, parecía como si el área de la corteza que controlaba el
“miembro incrementara su tamaño a medida que progresaba el aprendiza-
e. Sin embargo, cuando los sujetos conocían la secuencia del estímulo y, así,
“tenían un conocimiento explícito de la tarea, el área de la corteza motora ac-
tiva durante la ejecución de la tarea volvía a su tamaño inicial. En resumen,
“el proceso de adquisición del conocimiento implícito requería una reorgani-
“zación de la corteza motora que no era necesaria para el rendimiento en la
“memoria explícita.
Las regiones motoras de la corteza cerebral también reciben proyecciones
“através del tálamo desde el cerebelo. Thompson se dedicó a examinar varias
-Tíneas de investigación que demostraban que el cerebelo ocupa un lugar im-
“portante en los circuitos cerebrales e interviene en el aprendizaje de las con-
ductas motoras. Thompson y col. sugirieron que el cerebelo desempeña un
apel importante en una forma de aprendizaje denominada “condiciona-
miento clásico”. Según este modelo, se aplica una ráfaga de aire sobre el
árpado de un conejo, junto con un estímulo, por ejemplo, un sonido. Fi-
Imente, el conejo se “condiciona” a parpadear cuando, al escuchar el
mismo sonido, espera la ráfaga de aire. Las lesiones en la vía que procede
l cerebelo suprimen esta respuesta, denominada “respuesta condiciona-
a”, pero no detienen el parpadeo del conejo ante una ráfaga real de aire.
isto se denomina “respuesta incondicionada”. Los investigadores fueron
nás allá y probaron la importancia del cerebelo en el aprendizaje, lo que de-
nostró que el neocórtex no es necesario para el desarrollo de una respuesta
ndicionada. Basándose en estos experimentos, Thompson sugirió que el
rebelo interviene en el aprendizaje de respuestas diferenciadas de adapta-
n a los estímulos nocivos.
En conclusión, mientras que en un principio se consideraba que H. M. y
ros pacientes amnésicos sufrían una pérdida general de la memoria, ahora
nvestigadores han demostrado que, en general, la memoria implícita es-
conservada. También demostraron que, probablemente, existan varios ti-
os diferentes de memoria implícita, como la memoria motora, la utilizada
n las pruebas de preparación y el condicionamiento clásico, todas ellas con-
vadas. Debemos destacar que la capacidad de H, M. para demostrar su
emoria conservada en las tareas de potenciación con palabras depende de
conocimiento del significado de las palabras. Si éstas se aprendían después
la cirugía, estaban afectadas. Por lo tanto, la habilidad en las tareas de
tenciación depende de la activación de la memoria existente.
Sí, trabajo en una oficina de atención telefónica de Modern Phone Systems; por lo tan-
to, debo hablar permanentemente porque atiendo a muchas personas a lo largo de to-
do Canadá. También estuve en algunos lugares de Estados Unidos.
¿Recuerda una vez en la que haya hablado en público? ¿Podría contarnos algún epi-
sodio?
¡Sí!, aconsejé a mules y miles de clientes sobre una amplia variedad de temas, tam-
bién he trabajado en el servicio de atención al cliente y en venta telefónica, He trata-
do con clientes difíciles.
¿Recuerda alguna sesión de entrenamiento que usted haya dado, algo que pueda ha-
ber ocurrido o algún episodio específico?
Sí; por ejemplo, siempre les he recomendado a los clientes que primero se dirijan al
servicio de atención al cliente. Y siempre me encontré con personas que se acerca-
ban a plantear cuatro temas, tres verdaderos y uno falso; no necesariamente en ese
orden.
Pero, ésta era una tarea continua, por lo tanto en cada sesión de entrenamiento 145-
ied les decía a los clientes lo mismo, ¿no es cierto?
sí
Lo que nosotros queremos ahora es que nos relate algún episodio en particular o al-
guna vez en la que haya hablado en público. Algún episodio en particular.
Muy bien. Ahora queremos que nos cuente si recuerda una vez en especial en la que
haya hablado en público.
Sí, recuerdo,
Una vez en particular, no muchas veces, sino una vez. ¿Puede contarnos sobre esa
vez?
o Tengo
go la impresión
p de que usted puede recordar muy bien su función en la empresa,
pero no puede recordar ningún hecho en particular que haya sobresalido por algún
:mnotivo. ¿Está de acuerdo con esto?
+ =¿Entonces, no hubo ningún episodio en el que algo haya salido mal o algo extraño
ocurriera?
cho que haya vivido, ya sean sucesos ocurridos una sola vez o que se hayan
repetido. Su dificultad para recordar episodios o situaciones en las que es-
Fig. 19-09 Regiones del cerebro para la
memoria episódica. El lóbulo frontal tuvo presente abarca la totalidad de su vida, desde el nacimiento hasta el
ventral y el lóbulo temporal están recí- presente, aunque retiene estas experiencias durante un minuto o dos. K. C,
procamente conectados por el fascículo no tiene una dificultad particular para comprender y discutir sobre sí mis-
uncinado, mo o sobre el tiempo físico. Conoce muchas cosas de sí mismo y sabe lo
mismo que la mayoría de las personas conocen sobre el tiem-
po físico, sus unidades, su estructura y su medida utilizando
relojes y calendarios. Sin embargo, no puede “viajar en el
tiempo” ni hacia el pasado ni hacia el futuro; no puede decir
que hará esa misma tarde, al día siguiente o el resto de su vi-
no da. En resumen, nro puede imaginar su futuro en mayor medi-
7 Hrontal da de lo que recuerda del pasado.
ventral
nes
Corteza
ago DO Fail
uncinado
La memoria semántica
temporal
Al conocimiento del mundo -todo lo que no es autobiográ-
Lóbulo lascículo uncinado.| óbulo fico— Tulving lo denominó memoria semántica e incluye el co-
< temporal: : toni venta nocimiento de los hechos históricos y de figuras históricas y li-
terarias. Incluye, también, la información aprendida en la es-
cuela, como el vocabulario especializado, la lectura, la escritura y las mate-
máticas. El paciente de Tulving, K. C., conservó su memoria semántica. Re-
cuerda la información que aprendió en la escuela; recuerda que sus padres
tuvieron una cabaña y sabe dónde está. También recuerda los juegos que
aprendió antes de sufrir la lesión y aún puede jugar a ellos correctamente.
Como la lesión de K. C. es una lesión difusa, es difícil decir qué constelación
de lesiones es la causa de la amnesia retrógrada asimétrica que padece, en la
que la memoria episódica se ha perdido y la memoria semántica se ha conser-
vado. Levine y col. describen síntomas similares en M. L., cuya lesión fue
¿ localizada por RM. Profundamente amnésico para experiencias episódicas que
precedieron a su lesión, M, L. padece lesiones en la corteza frontal ventral de-
recha subyacente a la sustancia blanca, incluido el fascículo uncinado, un haz
de fibras que conectan el lóbulo temporal y la corteza frontal ventral (fig. 18-.
6). Se cree que esta alteración de la memoria episódica se debe a trastornos en
la conexión entre el lóbulo frontal derecho y el lóbulo temporal. Levine y Tul-
ving también indican que la memoria semántica puede depender del hemisfe-
rio izquierdo y, por lo tanto, de conexiones uncinadas no lesionadas entre la
t
Cuerpos Hipocampo
mamilares
Corteza Otras
Asta de entorrinal proyecciones directas
Ammon
Corteza
perirrinal -parahlpocampal
NEUROIV GEN $
roy
Je
Imágenes del encéfalo de ll. M.
El paciente H, M. se sometió a cirugía programada pa- (A) Estimación del cirujano en 1983 de la ablación del lóbulo temporal
ra tratar su epilepsia en 1953, cuando tenía 27 años. Su
neurocirujano, William Scoville, consideró que en la re-
sección del lóbulo temporal se extirparon 8 cm de tejido
del lóbulo temporal medial, incluido el polo temporal, el
complejo amigdalino y, aproximadamente, dos tercios de
la extensión rostrocaudal de la porción intraventricular
de la formación del hipocampo. Desde entonces, H. M.
ha sido estudiado por casi 100 investigadores y ha con-
tribuido al desarrollo de muchas líneas importantes de
investigación para determinar las bases neurales de la
memoria.
Cuando H. M. tenía 88 y luego 87 años, Corkin y col.
volvieron a examinar su resección temporal utilizando la
resonancia magnética (RAM). Estos autores observaron
que, en realidad, la resección era más pequeña de lo que
había creído Scoville. Específicamente, quedaba una
porción del hipocampo posterior. Corkin y col. también
observaron que en la resección se extirpó la mayor pat- Hipocampo
te de la corteza entorrinal, una vía importante de cormu-
nicación entre el lóbulo temporal y el hipocampo,
El análisis por AM del encéfalo de H. M. también des-
cartó una de las teorías propuestas para explicar su
amnesia. En 1978, Horel propuso que la cirugía había
seccionado el tallo temporal que conectaba el lóbulo
temporal de H, M. con gran parte del resto del encéfalo
y que la lesión del tallo temporal explicaba los síntomas
de H., M. En efecto, Horel demostró en primates que el
daño del tallo temporal podía producir un deterioro de la
memoria. Pero la RM del encéfalo de H, M. indicó que su Hipocampo Circunvolución del"
hipocampo (porción
posterior)
197)
«
E)
En
e Versión corregida de 1997 sobre la base de la RM tallo temporal estaba intacto, confirmando así que la am-
nesia de H. M. se debía, en cambio, a la lesión de la cor-
teza entorrinal y del hipocampo.
Corkin también estudió las capacidades mnésicas resi-
Cuales del paciente y comunicó, por ejemplo, que cuando
se le pedía que examinara dibujos nuevos durante 20 se-
gundos, reconocía normalmente los dibujos hasta seis
meses más tarde. Las imágenes de la RM funcional
(RAMA del encéfalo de H. M, durante la visualización de
dibujos nuevos indicaron que había activación de la cir-
cunvolución paranipocampal caudal, lo que indica que
una porción remanente de su lóbulo temporal medial po-
día memorizar los dibujos. Según Corkin, este hallazgo
proporciona la respuesta a la pregunta más frecuente en
relación con la amnesia de H. M.: “¿Qué ve cuando se mi-
ra en el espejo?”. La respuesta de H. M. era “No veo un
hombre joven”. Corkin explicó que, debido a la exposición
repetida a su rostro año tras año, H. M. estaba familiari-
Corteza Amígdala Surco zado con él y esta familiaridad podía depender de su cir-
Hipocampo
entorrinal colateral Corteza cunvolución paranipocampal intacta.
entorrinal
una lesión del hip campo más extensa pero incompleta, y su amnesia
retrógrada abarca entre 15 y 25 años. El paciente E. P., con una lesión
CapPíTULO 18 La MEMORIA ¿485
Existen al menos cuatro teorías que explican la función que ejerce el hipo-
campo en la memoria. Una de las teorías describe el hipocampo como un lu-
gar de almacenamiento de la memoria. Sin embargo, la mayor parte de los
investigadores ha puesto en duda esta hipótesis, debido a la dificultad para
conciliar los efectos dependientes del tiempo de la amnesia retrógrada con
una teoría del almacenamiento. Si los recuerdos estuvieran almacenados allí,
probablemente, los más lejanos se perderían, al igual que los recuerdos más
recientes. Una segunda teoría dice que el papel del hipocampo consiste en
consolidar los recuerdos nuevos, proceso por medio del cual los recuerdos se
vuelven permanentes. Cuando la consolidación se ha completado, los recuer-
dos se almacenan en algún otro sitio. De acuerdo con esta concepción, los
recuerdos se mantienen en el hipocampo durante un período, esperando la
consolidación antes de ser transferidos al neocórtex. La teoría de la consoli-
dación explica por qué los recuerdos más antiguos tienden a ser preservados
en los casos de lesiones del hipocampo (estos recuerdos han sido transferi-
dos a algún otro lugar para ser almacenados), mientras que los recuerdos
más recientes es probable que se pierdan (aún están en el hipocampo). Una
dificultad de la teoría de la consolidación es que la amnesia retrógrada algu-
nas veces se extiende hacia atrás durante décadas, lo que, de acuerdo con es-
ta teoría, significa que el hipocampo tendría que mantener los recuerdos un
tiempo extremadamente largo y el proceso de consolidación sería extrema-
amente lento. Una tercera teoría sugiere que el hipocampo desempeña el
papel de bibliotecario para las funciones de la memoria. Sabe cómo y dón-
de están almacenados los recuerdos en algún otro lugar del cerebro y puede
recuperarlos cuando son requeridos. Un problema que surge con esta teoría
es que no explica por qué los recuerdos explícitos no pueden ser recupera-
dos, mientras que los recuerdos implícitos sí pueden serlo. Una cuarta teo-
tía propone que el hipocampo es el responsable de codificar los recuerdos
con respecto al contexto, es decir, según el lugar y el tiempo en que ocurrie-
ron. De acuerdo con este enfoque, el hipocampo es sólo uno de los muchos
Sistemas que intervienen en la memoria, pero tiene un papel especial en el
almacenamiento de los recuerdos que son significativos sólo si también se
recuerda su contexto. La memoria episódica o autobiográfica es especial-
Mente dependiente del contexto.
468 PARTE 1Y FUNCIONES SUPERIORES
Existen cada vez más pruebas de que no hay una sola región del cerebro
responsable de todos los procesos de la memoria y de que cada región
reali-
za una contribución específica. Incluso dentro de los lóbulos temporales
y
frontales, varias subregiones tienen funciones de la memoria que pueden
ser
diferentes de las funciones de las regiones inmediatamente adyacentes a
ellas.
En las secciones siguientes describiremos las funciones de la memoria
en fun-
ción de las diferentes regiones del cerebro.
La corteza temporal
El lóbulo temporal es, frecuentemente, la localización de trastor
nos que
tienen como resultado la epilepsia. Debido a que un tipo de tratami
ento
para la epilepsia es la resección del lóbulo temporal afectado, incluid
o
tanto el sistema límbico como el neocortical, se ha sometido a
numerosos
pacientes a este tipo de cirugía y a continuación se les han practic
ado es-
tudios neuropsicológicos. Las conclusiones de estos estudios sugieren
que
existen diferencias significativas en los trastornos de la memoria según
pro-
cedan del hemisferio izquierdo o del derecho. También demuestran
que el
neocórtex contribuye significativamente a estos trastornos funcionales,
Tras la resección del lóbulo temporal derecho, los pacientes presentan
difi-
cultades en el reconocimiento de rostros, en la ubicación en el espacio
y en las
pruebas de laberintos (fig. 18-8). Los trastornos de la memoria para la ubica-
ción en el espacio se observan en el test de bloques de Corsi, en el que
el su-
jeto aprende a repetir un ritmo según una secuencia en un tablero,
que se
muestra en la figura 18-9. Del mismo modo que existe una memoria
para los
dígitos, que es de siete dígitos, aproximadamente, existe una memoria
para
las ubicaciones espaciales. Los pacientes y los sujetos normales del grupo
de
control son sometidos a pruebas de ubicación de bloques que contienen
un
ítem más de su capacidad de memoria. Sin embargo, se repite una secuenc
ia
cada tres ensayos. Los sujetos normales aprenden que la secuencia se repite
después de varios intentos, aunque presentan dificultades con las secuenc
ias
nuevas. Los sujetos con lesión en el lóbulo temporal derecho no pueden
aprender la secuencia que se repite o aprenden a hacerlo muy lentame
nte.
A Las lesiones en el lóbulo temporal izquierdo están acompañadas de tras-
Fig. 10%6 Un laberinto visual. Los
tornos funcionales relacionados con el recuerdo de listas de palabras, de
círculos negros representan pernos me- tri-
tálicos sobre una base de madera. La gramas de consonantes y asociaciones no espaciales. También pueden acusar
prueba consiste en descubrir y recordar dificultades para la realización del test de dígitos recurrentes de Hebb. Este
la ruta correcta por ensayo y error, indi- test es similar al de las secuencias rítmicas repetidas con bloques, en el
cada aquí por la línea. Un déficit en es- que a
los sujetos se les presentan listas de dígitos para repetir. Entre las listas
ta prueba está correlacionado con la hay
una secuencia de dígitos que se repiten. Los pacientes con lesiones en
extensión de la lesión en el hipocampo el ló-
derecho. bulo temporal izquierdo no muestran la curva típica de adquisición del apren-
dizaje, que se muestra en la figura 18-9C, sino que fracasan en el aprendiza-:
je de la secuencia de dígitos recurrentes.
Gran parte de nuestra descripción de los trastornos de la memoria explí-
$
3
3
5
DOS
ese
6
ds
medial. Sin embargo, las estructuras del lóbulo temporal reciben sus vías:
6
S
9.000
cita. Milner y col. realizaron una disociación de los efectos de las lesiones en:
o
tareas en la
o
(A) Test de Hebb de dígitos recurrentes (€) Curva de adquisición del aprendizaje
Fig. 189 Evaluación de la función del
75 _ lóbulo temporal en la memoria. A, Test
de Hebb de los digitos recurrentes. Se
A
ld Po
00
nu
e ll 00
PM
00 010
=
o Series
EA
Us
50 pacidad habitual de la memoria. Una
=p
cO
=
Md 00
PD
m4
A O
09
Ra
00
0
Y)
0
0100
Porcentaje de aciertos
Do
fa
poa
dar
20
repetidas
O
00
La amigdala
El complejo amigdalino está compuesto por varios núcleos separados,
cada uno de los cuales, probablemente, posee funciones específicas y, por
lo tanto, no es completamente correcto considerarlos en conjunto como
se hace aquí. Estos núcleos han sido asociados con sucesos emocionales,
olfatorios y viscerales. Sarter y Markowitsch, al revisar la literatura sobre
investigaciones en animales y seres humanos, sugirieron que la amígdala
tiene un papel importante en los procesos de la memoria asociados a he-
chos que tienen un significado emocional en la vida de los sujetos. Por lo
tanto, si la amígdala realiza alguna contribución a la amnesia de los pa-
cientes con lesiones en el lóbulo temporal medial, ésta es de naturaleza
emocional. Las funciones de la amígdala se describen con más detalle en
el capítulo 20.
La corteza perininal
La corteza rinal -la zona de la corteza que rodea la cisura rinal, inclui-
das la corteza entorrinal y la corteza perirrinal (fig. 18-11)- a menudo es-
tá lesionada en los pacientes con daño en el lóbulo temporal medial. Estas
regiones proyectan hacia el hipocampo y, por lo tanto, la cirugía conven-
cional y muchas formas de lesiones cerebrales que afectan el hipocampo
Pueden, también, lesionar la corteza rinal o las vías que van desde la cor-
teza rinal hasta el hipocampo. En consecuencia, es difícil la discriminación
entre los déficits que proceden de lesiones en la corteza rinal y aquellos
que son el resultado de la desconexión del hipocampo o de lesiones sobre
él Murray y col. utilizaron técnicas en las que se provocan en monos le-
siones neurotóxicas selectivas en las células del hipocampo o de la corte-
472 Parte 8Y FUNCIONES SUPERIORES
Al mono se le muestran
dos objetos, la prueba con-
siste en desplazar el objeto
nuevo para obtener la re-
compensa.
: Sele presenta a un mono
| ¿ un objeto...
Al mono se le muestra un
objeto que debe desplazar
para obtener un alimento
como recompensa.
En el próximo ensayo, al
mono se le muestran dos
objetos idénticos y debe
elegir el que se encuentre
en la misma ubicación que
el de la presentación inicial.
Fig. 18-12 Dos pruebas para medir
la memoria en los monos, A. Se le
muestra al mono un objeto que, al ser
desplazado, permite obtener un alimen-
to como recompensa. B. Una prueba de
reconocimiento, £, Una prueba de con- za rinal, para examinar las contribuciones específicas de cada estructura
texto.
a la amnesia.
En los estudios de Murray, los monos estiraban los brazos a través de los
barrotes de las jaulas para desplazar objetos bajo los cuales podía encon-
trarse una recompensa. Para hallar esta recompensa, los animales debían
hacer uso de sus habilidades para 1) reconocer objetos o 2) reconocer un
objeto concreto en un contexto específico (fig. 18-12). Las tareas de reco-
nocimiento son de diferentes tipos. En una tarea en la que se debe igualar
una muestra, un mono ve un objeto de muestra y debe desplazarlo para al-
canzar un alimento escondido debajo. Luego de un breve intervalo, se le
permite elegir entre la muestra y algún objeto diferente, y obtiene la recom-
pensa si elige el objeto de la muestra. En una tarea alternativa, en la que no
debe igualar la muestra, el mono debe elegir el objeto nuevo. Para ambas
pruebas pueden introducirse tiempos de espera entre el momento en que se
le presenta la muestra y el momento de prueba en que el debe igualar o no
igualar la muestra. Existen varias versiones de esta tarea de igualar-no igua-
lar; por ejemplo, se le puede pedir que en cada intento compare un objeto
nuevo con un objeto que ya le es familiar. La misma prueba puede modifi-
carse de modo que sirva como prueba de asociación de objetos: si la mues-
tra es A, elige muestra X cuando se presenta con algún otro objeto Y. Otras
versiones de modelos cruzados de tareas de reconocimiento incluyen que el
animal palpe el objeto en la oscuridad y luego lo elija visualmente en pre-
sencia de la luz.
Una versión contextual de la tarea requiere que un mono elija un objeto
utilizando estímulos basados en la localización espacial del objeto, por ejemn-
plo, elegir un objeto que se mantiene en el mismo lugar o un objeto que apa-
rece en la misma ubicación en una escena presentada de manera visual por
medio de un dibujo.
En estos estudios de la memoria para los objetos y sus contextos, los ani-
males con resección selectiva del hipocampo no presentaron trastornos en
las pruebas de reconocimiento del objeto, pero mostraban deterioro cuan-
CAPÍTULO 18 LA MEMORIA 473
En 1890, William James planteó la distinción entre los recuerdos que du-
ran un tiempo breve y los recuerdos a largo plazo. Sin embargo, no fue has-
ta 1958 cuando Broadbent postuló específicamente la separación de los re-
cuerdos a corto y a largo plazo. La memoria a corto plazo, también llama-
da memoria de trabajo, es el tipo de memoria que utilizamos para retener dí-
gitos, palabras, nombres u otros ítems durante un breve período. Baddely la
describió con acierto como “cuaderno de notas de la memoria”. La memo-
ria a corto plazo y la memoria a largo plazo son sistemas paralelos en los que
el material se procesa de forma separada y simultáneamente.
Probablemente, existen varios tipos de memoria a corto plazo, cada uno
con diferentes correlatos neurológicos. Baddely ha sugerido por lo menos dos.
Uno de ellos es un tipo de recuerdo visual-espacial a través del cual la forma
de los objetos se localiza en el espacio. El segundo es un tipo de recuerdo fo-
nológico por el que se retiene la información verbal. La función de ambos ti-
pos de memoria es mantener parte de la información “en suspenso” hasta que
sea requerida física o mentalmente. Ambos tipos de memoria a corto plazo
pueden subdividirse a su vez y tomar diferentes formas en los hemisferios dere-
cho e izquierdo. Estos dos tipos se corresponden con el sistema visual dorsal pa-
ra la visión espacial y con el sistema visual ventral de reconocimiento de obje-
tos, y ambos se encuentran en el neocórtex posterior y en el neocórtex frontal.
3
2370
Diazo yy el
8i 1 > tempora!
Warrington y col. señalaron que la memoria a corto plazo puede ser do-
blemente disociada de la memoria a largo plazo según el tipo de lesión visto
en los diferentes sistemas y según los diferentes tipos de daño estructural de
los cuales surgen esos déficits. Por ejemplo, el paciente K. F. padecía una le-
sión en el lóbulo temporal posterior que le ocasionó una imposibilidad casi
total para repetir estímulos verbales tales como dígitos, letras, palabras y
oraciones. En contraposición, sus recuerdos a largo plazo de palabras asocia-
das por pares o de historias breves era casi normal. Por otro lado, los pacien-
tes que tienen amnesia anterógrada para la información explícita no muestran
deterioros en la memoria a corto plazo para recordar palabras y dígitos. Wa-
rrington y col. también comprobaron que algunos pacientes que tienen difi-
cultades en la memoria a corto plazo para recordar dígitos o letras presenta-
dos de manera visual poseen una memoria normal para recordar los mismos
estímulos presentados de forma oral. Luria describe algunos pacientes con la
dificultad opuesta: déficit específico para los estímulos verbales presentados
oralmente pero no para los ítems presentados de manera visual. Los déficits
en la memoria a corto plazo también pueden ser el resultado de lesiones en
las áreas sensitivas polimodales de la corteza parietal posterior y la corteza
temporal posterior. Warrington y Weiskrantz presentaron varios casos de dé-
ficit de memoria específica a corto plazo en pacientes con lesiones en la
unión de las cortezas parietal, temporal y occipital.
i
oulo anmmtal
57
frontal
A lo largo de la historia existieron argumentos originales que postulaban
que el lóbulo frontal era el responsable de las funciones intelectuales supe-
riores, pero hasta hace relativamente poco tiempo no existieron pruebas de
que el lóbulo frontal estuviera implicado en la memoria. Actualmente se re-
conoce que las lesiones en la corteza frontal son la causa de muchos trastor-
nos de la memoria a corto plazo que se observan en aquellas pruebas en que
476 PartTEÉE IWY FUNCIONES SUPERIORES
Demora Respuesta
¡El mono fija su vista en | Después de que el estímulo ¡ Finalmente, debe mirar
| el punto X. (6) desaparece, el mono debe hacia la localización espa-
3 mantener la vista fija durante i cial donde se encontraba
| algunos segundos. Lol estímulo.
|
fontal se activarán durante la demora. Este hallazgo sugiere que estas neuro-
nas se activan cuando es necesario establecer un puente en el intervalo entre
el estímulo y la respuesta. Goldman-Rakic y col. examinaron este fenómeno
en profundidad en dos tipos de prueba, una para la memoria relacionada con
la localización de los objetos y la otra para la memoria relacionada con la
identidad de los objetos. Para la primera tarea, a un mono se le requería que
fijara la vista en un punto en el centro de una pantalla mientras destellaba
una luz en alguna parte de su campo visual. Después de una demora varia-
ble de algunos segundos, se le requería al mono que desviara los ojos para
mirar al punto donde había estado la luz. En una segunda tarea, mientras
el mono fijaba la vista en el centro de la pantalla, uno de los dos objetos
aparecía en la pantalla. Al mono se le pedía que mirara hacia la izquierda
en respuesta a un estímulo y a la derecha en respuesta al otro (fig. 18-13).
Las células que codifican la visión espacial estaban situadas en el área 8 de
la corteza prefrontal dorsolateral, mientras que las células que codificaban
el reconocimiento de los objetos estaban situadas en las áreas 9 y 46 de la
corteza frontal dorsolateral media (fig. 18-14 A).
Petrides y col. utilizaron PET junto con RMI para demostrar que existen
similares relaciones anátomo-funcionales en los seres humanos (fig. 18-14B).
Una prueba de visión espacial requería que los sujetos señalaran uno de ocho
patrones en cada una de ocho cartas en respuesta a una barra coloreada en
la punta de la carta. Es decir, que en respuesta a un estímulo, un sujeto tenía
que buscar un patrón específico. El rendimiento en esta tarea estaba acom-
pañado por un incremento en la actividad del área 8 del hemisferio izquier-
do. En contraste, la tarea con el objeto requería que los sujetos señalaran el
objeto diferente de un conjunto de ocho patrones repetidos en ocho cartas
sucesivas, lo que significaba que tenían que mantener las huellas de los pa-
trones que ya habían señalado. Durante esta tarea, los investigadores halla-
ron un aumento en el flujo sanguíneo en determinadas regiones del cerebro,
en la corteza frontal media dorsolateral (áreas 9 y 46, principalmente en la
zona derecha). Por lo tanto, los hallazgos de ambos conjuntos de pruebas in-
dicaron que diferentes áreas de la corteza prefrontal están implicadas en di-
ferentes tipos de la memoria a corto plazo.
NEO
0d
Y
Uds
<<
NN
00
“dd
0
(O
9
3
ES
<a
Nota: Con sólo 2 ó 3 minutos de estudio, S. tarla”, realizando las mismas operaciones
pudo reproducir una tabla como ésta en or- £ . Lai
: : . : : 1 12
den inverso, horizontal o vertical y en diago- durante la fase de estudio que se les ped
nal, durante la fase de la prueba. Estas operaci
CAPÍTULO LA MEMORIA 479
era debido a que lo había olvidado, sino a que estaba oculto a su vista o era
difícil de visualizar. Finalmente, siempre podía hallarlo.
¿Tuvo $. que pagar algún precio por su capacidad para recordar? Luria ha
tomado la postura clara de que sí tuvo que pagar. El investigador caracteri-
za a $. como una persona con pocas metas en la vida, aparentemente, torpe
y superficial. Luria sugiere que S. no era capaz de razonar, de categorizar y
de ver el orden en las cosas como, generalmente, lo hace el resto de las per-
sonas. También tiene poca capacidad para utilizar o comprender metáforas
(p. ej., en la frase “medir las palabras”); las visualiza e interpreta literalmen-
te y, por lo tanto, no logra entender su significado. Á menudo tiene dificul-
tad para entender consignas simples y aún más dificultad para comprender
el sentido de la poesía. Aunque podemos ver en la conducta de $. cómo los
procesos “de arriba hacia abajo” o la manipulación consciente de la infor-
mación sirven de ayuda para la formación de los recuerdos a largo plazo, po-
demos también aprender de él el valor que posee la memoria a corto plazo,
que parece haberle faltado. Sin ella, fue incapaz de evaluar, comparar, clasi-
ficar, cambiar y, por lo tanto, manipular la información en todas las formas
que a nosotros nos permiten crear y comprender.
esumeñ
La figura 18-15 nos ofrece una perspectiva general de los diferentes tipos
de memoria y su relación con las distintas localizaciones cerebrales. Las dos
categorías principales en las que podemos dividir la memoria son: memoria
consciente o explícita y memoria inconsciente o implícita. Los hallazgos a
partir de numerosas investigaciones sugieren que la memoria explícita está
asociada a las estructuras del lóbulo temporal y la memoria implícita a los
ganglios basales y a las estructuras neocorticales.
Además, la memoria explícita puede dividir-
se en memoria episódica o memoria para las ..
[Meme > Memoria a corto plazo (ló- experiencias personales y memoria semántica O
bulos frontal y temporal) memoria de los hechos. La memoria episódica
y Y parece estar muy asociada a la función hipo-
| Explícita — | | implícita > Aprendizaje por campal y la memoria semántica, a las funcio-
= al a T ento nes de la corteza temporal (incluida la corteza
| | | Icerebelo! rinal). La memoria implícita puede dividirse en
| ===>] 4 memoria motora, de anticipación y condicio-
namiento clásico, funciones que están asocia-
b
A
e
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Capítulo 25
bios de la
Principales síndromes amnésicos y otros distur
memoria
i
Maria Teresa Carthery-Goulart | Paulo Caramell
tos), neocórtex (preactivación), amigdala (condicio- más, presentan preservación de la memoria implíci-
namiento clásico simples en las respuestas emocio- ta y, de esta forma, son capaces de aprender proce-
nales), cerebelo (condicionamiento clásico simples dimientos, presentan el efecto de preactivación (pri-
en las respuestas de la musculatura esquelética) y ming) y son susceptibles al condicionamiento clási-
vías reflejas (aprendizaje no asociativo) [6]. co, entre otros [2,10].
Disturbios de la memoria de trabajo afectan el La selectividad del déficit y la gravedad de la dis-
almacenamiento y manipulación de informaciones función de memoria episódica son factores que dife-
verbales y visuales-espaciales en corto plazo interfi- rencian este cuadro de otros disturbios de memoria
riendo en varias actividades cognitivas como com- episódica, como los asociados a cuadros demencia-
prensión de la lectura y adquisición de vocabulario, les, de delirium, al proceso de envejecimiento, a la
cálculo mental y la habilidad de manipular men- depresión y a los disturbios de aprendizaje [2,10].
y
talmente informaciones visuales como, por exem- La amnesia puede caracterizarse por el compro-
o pe
plo, la representación visual de objetos y de esce- miso de la capacidad de adquisición de eventos que
nas [7,8]. Disfunciones del componente ejecutivo ocurrieron después del daño cerebral (amnesia an-
e o
(de atención) de la memoria de trabajo también in- terógrada) y de la recuperación de informaciones
terfieren en el acceso a informaciones almacenadas, adquiridas antes del daño cerebral (amnesia retró-
configurando el síndrome del déficit de acceso (re- grada). La amnesia anterógrada generalmente afec-
trieval déficit syndrome), en el que los pacientes son ta la adquisición de cualquier información nueva,
capaces de reconocer Ítems memorizados, pero no independientemente de la naturaleza de la informa-
A
de acceder espontáneamente a ellos [2]. ción (verbal o no verbal) o modalidad (auditiva y vi-
El presente capítulo tiene como objetivo presen- sual, por ejemplo). En la mayoría de los pacientes la
A
tar los cuadros neuropsicológicos y etiologías más amnesia anterógrada está asociada a grados varia-
comunes de los desórdenes que afectan la memo- bles de pérdida retrógrada. Lo contrario, sin embar- q
ria a largo plazo; declarativa (síndromes amnésicos, go, no es verdadero. Algunos pacientes demuestran 7
A
disturbios de memoria semántica), no declarativa y amnesia retrógrada focal en la ausencia de déficit de
la memoria a corto plazo (memoria de trabajo). memoria anterógrada. La amnesia retrógrada pue-
de extenderse por pocos minutos, como en los ca-
25.2 Disfunciones de la memoria a largo
plazo declarativa
sos en que se presenta después de un trauma, o por
años, como en el síndrome de Wernicke-Korsakoff
1
25.2.1. Disturbios de memoria episódica -
[2,10,11]. £
PE
El cuadro de amnésia es funcionalmente hete-
síndromes amnésicos » rogéneo, incluyendo patrones diferentes de pérdida
Gran parte del conocimiento teórico y clínico so- de memoria y de déficits de procesamiento que pue- 4
i
bre amnesia es proveniente de la investigación que den estar asociados a diferentes etiologías y sitios
se desarrolló con el paciente HM, amnésico, después susceptibles de lesión. Además, la inteligencia y es-
tilo de personalidad premórbidos pueden interferir
de la resección bilateral de parte significativa de las
en la presentación clínica [10].
A
porciones mesiales de los lobos temporales para el
control de crisis epilépticas. Este paciente presen- La amnesia ocurre debido a algunas condicio-
taba preservación de las habilidades intelectuales y nes neurológicas que resultan en disfunciones de un
lingúísticas, así como de la memoria inmediata, pe- conjunto de estructuras cerebrales (hipocampo, fór-
ro incapacidad para aprender informaciones nuevas nix, cuerpos mamilares del hipotálamo, tracto ma-
de forma consciente y para recordar eventos ocurri- milotalámico y núcleos talámicos mediales). El hi-
dos hasta dos años antes de su cirugía [9]. pocampo es afectado en la lobectomía temporal, en
El término amnesia se refiere a un cuadro clíni- algunos traumas de cráneo, en la oclusión de la ar-
co específico en que la habilidad de aprendizaje de teria cerebral posterior, en condiciones de anoxia
nuevas informaciones se presenta comprometida y e hipoglicemia, y en la enfermedad de Alzheimer
en la ausencia de déficit de atención o de otros com- (EA). El fórnix puede ser lesionado durante pro-
prometimientos cognitivos. Los déficits resultan de cedimientos neuroquirúrgicos, traumas, accidentes
la incapacidad para almacenar informaciones nue- vasculares cerebrales o todavía sufrir infiltraciones
vas y, por lo tanto, el acceso a las mismas no es fa- por neoplasias. Los cuerpos mamilares están lesio-
cilitado por pistas. Pacientes amnésicos son capaces nados en el síndrome de Wernicke-Korsakoff (sín-
de mantener la información online para desempe- drome de deficiencia de tiamina) y ocasionalmente
ñar una variedad de tareas cognitivas. También son pueden estar afectados por neoplasias o durante ci-
capaces de acceder a la memoria semántica, lo que rugías en estructuras adyacentes. El tálamo puede
es evidenciado por su conocimiento de mu y por estar lesionado por la instalación de tumores, acci-
la manutención del conocimiento de palabras. Ade- dentes vasculares cerebrales y también en el Síndro-
me de Wernicke-Korsakoff [2].
Principales síndromes amnésicos y otros disturbios de la memoria 291
4)
amnésicos y 0%
Principales síndromes
bal, los pacientes con
n pruebas de fuencia ver
erior [43,44 mayor facilidad cuando
pri
rioro del giro temporal inf n estadio inicial revelan la-
la enfermed ndo criterios formales (pa
que con el avance de se solicitan Ítems siguie
Y afecta inada letra) que cuando
extiende posteriormente bras iniciadas por determ se-
o semántico € h acuerdo con categorías
rio. Como el procesamient resu ieben generar Ítems de o), ind ica n-
lesiones bilaterales tas, por ejempl
los dos hemisferios, mánticas (animales O fru án-
]. Desgranges el al. [4 ento de la memori a sem
déficits más graves [36 do mayor comprometimi
anatómicas y funcional escolaridad pueden deter-
tudiaron las alteraciones ando tica [49]. Factores Como a-
encia semántica utiliz ores y diferencias en estr
de 10 pacientes con dem au- minar notas de corte men Sin embat-
voxel (VBM) y PET. Los ms [50,51].
morfometría basada en en el tegias de búsqueda de los ite
ciones más evidentes no evalúan solamente
tores encontraron altera os de la re- go, tareas de fluencia verbal ivos. Bajo es-
además de dañ cesos cognit
lóbulo temporal izquierdo el hipo- el lenguaje sino Otros pro
gión hipocampal. Observ
aron también que ltades de los pacientes COn
en los ta perspectiva, las dificu n-
enso que la atrofia o resultantes no solame
metabolismo fue más ext EA son interpretadas com en
, sino también de fallas
lóbulos temporales. a te de deterioro semántico
yen mayor importancia da, reflej ando pro ble mas
Algunos autores atribu al derech o en las estrategias de búsque
izquierdo que [46 ].
la atrofia del hemisferio en funciones ejecutiva s
este síndrome, porque muchos El estudio de pacientes Con deterioro aislado de
la manifestación de -
encia semántica presen identificación de patrones
de los pacientes Con dem cta ndo memoria semántica y la s
tan distribuición asimétric
a de la atrofia afe ión ha permitido avance
[43]. Snow- de deterioro y preservac ón
que el derecho anización y representaci
más el lado izquierdo en estudios sobre la org
as en el perfil neuropsico- semántico . Alg una s Cues-
den [36] destaca diferenci ofia ma- cerebral del conocimiento árquica de
que pacientes Con atr organización jer
lógico, mencionando y pro blemas tiones se relacionan a la pro meti-
más anomia las categorías com
yor a la izquierda tienen ma- la memoria semántica, á
palabras, mientr as que o múltiples sistemas se-
para la comprensión de de rostro s «das, a la existencia de uno
yores dificultades para el
reconocimiento entre memoria semántica
a la mánticos y a la relación
tes COn mayor atrofia isión detallada sobre es-
son encontradas en pacien y episódica. Para una rev
la referencia de Snowden
derecha. tas cuestiones, sugerimos
icos se presentan en
En la EA, los déficits semánt [36].
ts cognitivos. Como mel
el contexto de otros défici
primer síntoma es la am- moria a largo
cionado anteriormente, el 25.3 Disfunciones de la me
precoz de las estructuras
nesia, reflejando ataque - plazo no declarativa
, pero los pacientes tam
del lobo temporal medial (implícita) se refiere
ceptivos espaciales y de La memoria no declarativa
bién presentan déficits per y evidenciado a partir del
a de los lobos temporal al aprendizaje inconsciente
lenguaje reflejando atrofi pa- en habilidad es y hábi-
parietal. Aunque investiga
dores concue rde n que
desempeño. Es subdividida
ltades en tareas que in- iming) , condicionamiento clá-
cientes con EA tienen dif
icu tos, preactivación (pr
ántica como test de deno- no asociativo. Este tipo de
volucren la memoria sem sico simple y aprendizaje
bal ya en fases iniciales dualmente a lo largo de
minación y de fluencia ver información se adquiere gra
no se llegó a un acuerdo o fuertemente conecta-
de la enfermedad, todavía diversas experiencias, estand
ón original; siendo, por
al respecto de la naturalez
a de estos déficits. do a situaciones de adquisici
la degradación de la accesible a otros sistemas.
Algunos autores postulan lo tanto, inflexible y poco
] mientras Otros interpre- implícita fueron des-
memoria semántica [46,47 Disturbios de la memoria
el punto de vista del acce- de demencia subcortical
tan las dificultades desde criptos en algunos cuadros
]. Snowden [36] conside- tington, la enfermedad
so a este conocimiento [48 como la enfermedad de Hun
proviene de la dificultad vascular subcortical is-
ra que la falta de consenso de Parkinson y la demencia
en un desorden cogni- quémica [52].
de disecar subcomponentes n se caracteriza por
ncias individuales y de La enfermedad de Huntingto
tivo multifacetado; de difere por desórdenes del
la tríada subcortical compuesta
n de
los estadios de la enfermedad (con la progresió nal (53
del lobo temporal medial movimiento, dem encia y disturbio emocio
la enfermedad la patología caracteriza por disturbios
corteza temporal). De he- La disfunción cognitiva se
puede extenderse a la neo déficit de memoria epi-
nación inicialmente los en funciones ejecutivas y
cho, en pruebas de denomi ltades para el acceso y
pacientes presentan pro
blemas de acceso lexical, be- sódica en función de dificu
ón, observándose me-
émicas. Parafasias semán- recuperación de la informaci
neficiándose de pistas fon nificado de p de reconocimiento [54],
para comprender el sig jor desempeño en tareas
ticas y fallas
en la fase moderada de la la memoria implícita.
labras empiezan a ocurrir acompañado de disfunción de ientes pueden
ón a este aspecto, estos pac
En relaci
enfermedad.
294 Maria Teresa Carthery-Goulart | Paulo Caramelli
presentar déficits en algunos tipos de aprendizaje sis. Este sistema garantiza la conexión entre la me-
perceptivo y motor, constatado en tareas como lec- moria a largo y corto plazo para el desempeño de
tura en espejo [55] y en test de adaptación percepti- una diversidad de tareas cognitivas complejas co-
va [56]. El aprendizaje de procedimientos está más mo raciocinio, aprendizaje a largo plazo y aritméti-
perjudicado que el aprendizaje declarativo [57]. ca mental. En lo que se refiere al lenguaje, tiene un
La enfermedad de Parkinson se caracteriza ini- importante papel en la comprensión de oraciones
cialmente por trastornos del movimiento, como y textos, deletreo, repetición, lectura, escritura, ta-
temblor de reposo, rigidez y bradicinesia, pudiendo reas que involucran dar juicios de rimas entre otros
evolucionar para cuadro demencial. Estudios anato- [66,67,68]. Esas operaciones cognitivas ocurren en
mopatológicos revelan pérdida de neuronas dopa- procesos mediados por tres subsistemas: el ejecuti-
minérgicas y la presencia de corpúsculos de Lewy en vo central (control de atención) y dos subsistemas
la substancia negra y en el locus coeruleus. La pérdi- auxiliares, uno responsable por el procesamiento de
da de neuronas dopaminérgicas es común en núcleo material verbal, denominado loop fonológico y otro,
caudado y en los lobos frontales [58,59]. Los déficits por el de informaciones visuales, denominado loop
cognitivos en la enfermedad son de menor grave- visual-espacial. Baddeleyy Wilson [69] propusieron
dad comparados con los de los pacientes con enfer- más un subcomponente, el buffer episódico, sistema
medad de Huntington pero cualitativamente seme- capaz de integrar informaciones de varios orígenes
jantes [60]. Pacientes con enfermedad de Parkinson en una única estructura compleja o episodio.
presentan disfunciones selectivas de la memoria im- El ejecutivo central regula el flujo de informa-
plícita, especialmente de procedimientos. En com- ción en la memoria de trabajo, recupera la infor-
paración con los pacientes con enfermedad de Hun- mación de otros sistemas de memoria, tales como
tington, presentan mejor desempeño en tareas de la memoria a largo plazo y selecciona estrategias
memoria implícita perceptivas, como lectura en es- y planes para orientar acciones futuras [66]. Los
pejo, pero más dificultades en tareas motoras [61]. recursos de procesamiento usados por el ejecutivo
Se sugiere que el déficit de aprendizaje motor ocu- central son limitados en capacidad y la eficacia por
rra solamente cuando el paciente tenga que ajustar la cual una función particular se realiza depende de
rápidamente su programación motora para deman- cuantas otras demandas están siendo puestas sobre
das del entorno que se modifican [62]. el sistema simultáneamente [66,70].
La demencia vascular isquémica subcortical es El loop fonológico tiene dos subcomponentes:
un subtipo de demencia vascular en que ocurre en- (1) el almacenador fonológico, sistema de capaci-
fermedad de pequeños vasos en la substancia blanca dad limitada que retiene informaciones fonológicas
periventricular y profunda [63]. El cuadro cogniti- recibidas vía sistema auditivo o vía otras modalida-
vo se caracteriza por disfunción ejecutiva y distur-* des sensoriales por el período de aproximadamente
bios de memoria semejantes a los que ocurren en dos segundos y (2) el proceso de ensayo subvocal
la enfermedad de Parkinson y de Huntington, o sea, que tiene dos papeles fundamentales: reintroducir
predominantemente en el acceso y recuperación de las representaciones en el almacenador fonológico,
informaciones [64]. Las dificultades de memoria pa- a fin de que estas puedan ser mantenidas por más
ra el aprendizaje motor fueron estudiadas por Libon tiempo, y codificar fonologicamente material repre-
et al. [65] que observaron que este subgrupo tenía sentado de forma no auditiva (fonológica), como
déficits más acentuados en esas tareas que pacientes palabras impresas o figuras, con el propósito de que
con EA, estos estímulos tengan acceso al almacenador fono-
lógico [66,71].
25,4 Disfunciones de la memoria a corto El loop visual-espacial está involucrado en el
plazo (memoria de trabajo) proceso temporario y mantenimiento de material
Estudios en personas sanas y en pacientes con codificado de forma visual y/o espacial. Este compo-
lesión cerebral sugieren que el sistema responsable nente fue menos estudiado y por eso sus subcompo-
por la retención de informaciones por períodos cor- nentes son menos claros, aunque también se postu-
tos (segundos) no es unitario,
le la existencia de un almacenador y de un proceso
pero formado por
componentes independientes que tienen discretos de ensayo [71]. Disociaciones entre el componen-
correlatos anatómicos. De acuerdo con Baddeley y te visual y espacial y el uso de informaciones de la
Hitch [4] la memoria de trabajo consiste en un sis- memoria a largo plazo han sido también discutidos
tema de memoria de corta duración, de capacidad [8].
limitada, involucrado en el almacenamiento tempo- El buffer episódico es un sistema de capacidad
rario y procesamiento de la información ver! limitada capaz de integrar informaciones de varias
verbal. La información es mantenida antes fuentes en una única estructura compleja o episo-
y
la aplicación de procedimientos, estrategi dio, Hace más que activar informaciones existen-
tes en la memoria a largo plazo, siendo un espacio
A
295
on
y otros disturbios de la memoria
Principales síndromes amnésicos
miento es una
establecer repre- buen desempeño en test de reconoci
de modulación mental que permite de las características de la disfunci
ón ejecutiva [52].
e las acciones futuras de atención y
sentaciones para orientar sobr En la EA son descritas disfunciones
ales de la enfer-
[69].
a corto plazo y memoria en funciones ejecutivas en fases inici
Los términos memoria dificultades pa-
ados como equiva- medad [76,77]. Estudios apuntan
de trabajo, muchas veces son trat ra dividir la atención [72,78,7 9,80 1, manipular la
diferentes. La me-
lentes pero tratan de conceptos información almacenada en la
memo ria de traba-
al almacenamiento
moria a corto plazo se refiere jo [79,80,81,82] y para utilización
de la memoria a
ión. Por otro la-
temporario y pasivo de la informac largo plazo para la retención de
informacione nue-
s
re tanto al almace-
do, la memoria de trabajo se refie vas [79,83].
información verbal
namiento temporario pasivo de
o visual-espacial como a la manipula
ción mental ac- 25.4.2. Disfunciones del loop fonológico
a para la realiza- afectan el fun-
tiva de esta información utilizad Las alteraciones de memoria que
[8]. El loop fonoló- generalmente
ción de operaciones cognitivas cionamiento del loop fonológico
son
y ensayo subvocal) y la memoría a corto
gico (almacenador fonológico descritas como disfunciones de
ser concebidos como sí y no los proce-
el loop visual-espacial pueden plazo, por afectar los stocks en
en los cuales la in- [7]. Aunque un de-
espacios de memoria de trabajo, dimientos aplicados sobre eilos
enida antes y du- co sea Taro, fueron
formación es temporalmente mant y terioro aislado del loop fonológi
ientos, estrategias pacientes con dé-
rante la aplicación de procedim descritos en la literatura algunos
ient es para la rea-
análisis. ficits puros. Estos eran independ
vida diaria, mos-
95.4.1. Disfunciones en el ejecutivo central lización de las actividades de la
no tener conse-
por el moni- trando que esta disfunción puede
El ejecutivo central es responsable cuencias muy graves desde el punt
o de vista funcio-
memoria tanto en
toreo y control de los procesos de nal. No obstante, fueron mencionad
as algunas difi-
en el del acceso,
el momento de la codificación como « cultades, como aprender nomb res y guardar teléfo-
de lesiones en los
El síndrome disejecutivo procede nos, «entender» precios cuando estos
eran oídos pe-
O
tal-subcortical
lobos frontales o en la circuitaria fron ro no cuando eran leídos, hacer
cuentas mentalmen-
ese monitoreo y
y se caracteriza por problemas en te, comprender frases de estructu
ra sintática com-
17]
en el control consciente de acciones pleja o frases largas y aprender un
segundo idioma
del lobo frontal y de
Las causas de deterioro [7,71]. En los test, presenta n défic it en la exten-
son diversas, entre
la circuitaria frontal-subcortical sión (span) lo que perjudica su capa
cidad para re-
dades infecciosas,
ellas traumas, neoplasias, enferme petir secuencias de dígitos, letras o
palabras y resul-
, enfermedades de-
enfermedades desmielinizantes ción es visual
ulares e hidrocefalia ta un mejor desempeño si la presenta
generativas, enfermedades vasc tiva (patrón
en comparación a la presentación audi
121. opuesto al de controles) E].
en fallas pa-
Pacientes con deterioro frontal tien Por presentar lesiones posteriores estos
pacien-
a para mejorar la
ra utilizar estrategias de memori tes muchas veces exhiben, además del problema de
ión [73]. Pue-
codificación y el acceso a la informac retención inmediata, déficits neurológ
icos y afasia.
it de acce so que
den presentar el síndrome del défic De acuerdo con la taxo nomí a clási ca, presentan dis-
del material
se caracteriza por escasa organización turbio de lenguaje denomi nad o afasi a de conduc-
so a informa-
a ser recordado, disminución del acce ción en que el peor déficit es el de repe tición.
pero preservación
ciones previamente aprendidas, Vallar y Papagno [71] analizaron las lesi
ones de
de las mismas
de la capacidad de reconocimiento 13 pacientes con déficits selectivos de
extensión au-
con disfunción
[2]. Otras dificultades de pacientes ditiva y observaron que a pesar de
las diferentes
a interferencia,
frontal son la mayor susceptibilidad etiologías y de los diferentes méto dos de evaluación
intrusiones en
verificado por el mayor número de utilizados, la región parietal izqu ierd a, más especí-
cultades para
pruebas de recuperación [74], y difi e ficamente el giro supramarginal, en el
lóbulo parie-
ndo y dónd
recuperar información contextual (cuá tal inferior, se ha mostrado una regi
ón crucial para
que involucra
un evento ocurrió, por ejemplo), lo el almacenamiento de informacione
s verbales, con
episódica de la
la reconstrución de la información comprometimiento en 12 de los 13 casos. Paulesu
en también te-
memoria de largo plazo [75]. Pued et al. [84], en estudio de PET en norm
ales, sugl-
miento, siendo
ner fallas para controlar su comporta rieron que la anatomía funcional del
-
loop fonológi
a proveniente
susceptibles a estimulación inmediat co involucra bilateralmente el área
de Broca (área
del entorno [2]. 44 de Brodmann), el giro superior
temporal (áreas
ejecutivo de la me-
Déficits en el componente ginal (área 40) y la ínsu-
cuadros demen- 22 y 42), el giro supramar
moria de trabajo son comunes en la. Sugirieron que el almacenador fono
lógico esta-
cale s, la dificultad
ciales. En las demencias subcorti ría asociado a la actividad en el giro
supramarginal
s alma cenadas y el
para recuperar las informacione
296 Maria Teresa Carthery-Goulart | Paulo Caramelli
De esta forma, algunos pacientes pueden tener 6. Knowlton BJ, Squire LR: Remembering and
dificultades espaciales y no visuales [86,87] y otros, knowing: two different expressions of declara-
el patrón opuesto [88,89]. tive memory. J Exp Psychol Learn Mem Cogn.
El funcionamiento del loop visual-espacial esta 1995; 21(3): 699-710.
a a
asociado a regiones parieto-occipitales de ambos he- 7. Vallar G, Papagno C: Neuropsychological Im-
misferios (sistema visual) y a la corteza asociativa pairments of Verbal Short-term Memory. In:
parietal y frontal del hemisferio derecho (sistema Baddeley AD, Kopelman MD, Wilson BA, eds,
visual-espacial) [71]. Lesiones en esas regiones pue- The handbook of Memory Disorders (21 ed.)
den tener etiologías diversas, entre ellas, trauma, Chichester: John Wiley £ Sons Ltd. 2002;
accidentes vasculares cerebrales, neoplasias y enfer- p249-270,
medades degenerativas. 8. Della Sala S, Logie RH: Neuropsychological
Impairments of Visual and Spatial Working
25.5 Consideraciones finales Memory. In: Baddeley AD, Kopelman MD, Wil-
E
21. Van der Werf YD, Witter MB Uylings HB, Jo- of Alzheimer-related changes. Acta Neuropat-
lles J: Neuropsychology of infarctions in the hol. 1991; 82: 239-59,
thalamus: a review. Neuropsychologia. 2000; 35. Petersen RC, Parisi JE, Dickson DW et al: Neu-
ii
Capítulo 18
S. Dansilio
Aspectos generales
tivos y lóbulos frontales no es biunívoca,
La relación entre funciones (procesos) ejecu
sis. Sin embargo, están íntimamente
ya que se trata de niveles diferentes de análi
y sus conexiones. Siendo precavidos en
relacionados a las estructuras prefrontales
estimarse entre el registro neurobiológico
cuanto al grado de correlación que pueda
una adecuada composición de la
y psicológico, es imprescindible tener presente
lóbulos frontales para abordar lo que ha
importancia funcional y estructural de los
neuropsicológica. Como se ha dicho,
terminado siendo una instancia propiamente
s ejecutivas si no hay daño estructural
no se han descrito trastornos de las funcione
xiones.
o funcional de los lóbulos frontales O sus cone
frontales y
Conceptos generales acerca de los lóbulos
|
la neuropsicología de los mismos
de los lóbulos frontales representa
El desarrollo en términos absolutos y relativos
de las especies, pudiendo identifi-
una adquisición tardía a lo largo de la evolución
ya puede evidenciarse Un córtex
carse recién en los mamíferos. En los carnívoros
tes ya excede el 10% de todo el manto
premotor y un córtex prefrontal, y en los prima
complejas: las áreas prefrontales. In-
cortical a expensas de las formaciones más
mento es sustancial, 17% para el
clusive desde los póngidos al ser humano el incre
género homo. Las repercusiones de
chimpancé y 29% (un tercio del total) para el
dramáticas. Según M. Mesulam, y
este hecho biológico en el comportamiento son
o consecuencias básicas:
de manera genérica, pueden destacarse cuatr
autónomo respecto del ambiente.
1) El repertorio comportamental se torna mucho más
características físicas de los estímu-
2) El organismo deja de depender de las meras
comportamental de los mismos. Los
los, para hacerse más sensible a la relevancia
que «todo lo que brilla no es oro».
lóbulos frontales proveen la base neural para saber
medio de las entradas y salidas de
3) Los «módulos» prefrontales se insertan en
as y estableciendo una base
información, desarticulando asociaciones rígid
bilidad.
neurológica para la opción, el cambio y la flexi
os sociales, depende de dirigir el
4) En suma, el suceso ecológico, en organism
uado, en el contexto adecuado. La
comportamiento adecuado, al individuo adec
entre información exteroceptiva e
corteza prefrontal, ubicada como mediadora
límbico por el otro, posibilita
interoceptiva por un lado, y el sistema
ie.
biológicamente la dimensión gregaria de la espec
los lóbul os front ales constituye un fenómeno tardío
Además, la diferenciación de
letándose hasta la adolescencia o los
a lo largo del desarrollo ontogénico, no comp
221
Neuropsicología
Procesos ejecutivos y lóbulos frontales
primeros años de adultez. Siguiendo a Jackson, Luria entiende que esta diterencia-
ción no posee un carácter definitivo, explicando así el potencial de compensación
relativa y de reorganización funcional que se observa luego de lesiones circunscri-
tas. Por otra parte, los procesos psicológicos que dependen de esos niveles corticales
también serán los últimos en completar su maduración. D. Tranel, W. Anderson y A.
Benton subrayan cómo un daño frontal precoz puede ocasionar «efectos diferidos»
en el proceso de socialización del sujeto, haciéndose evidente a medida que las exigen-
cias de las situaciones sociales incrementan su complejidad y sofisticación, a veces,
con las facultades intelectuales específicas indemnes. Veamos ahora, de manera muy
sucinta, a qué nos referimos con el concepto anatomotuncional de lóbulos frontales.
Componente motor-premotor
Incluye las áreas 4, 6, motora suplementaria, 8 y parte del área 44, vinculadas
al sistema motor somático y los movimientos oculares.
222
Neuropsicología
Procesos ejecutivos y lóbulos frontales
l
CÓRTEX 7
A + .
CINGULADO | par ÁREAS DE ASOCIACIÓN
24-25-32
- MULTIMODAL
cómtex | “TERnoA22 FRONTAL A AR
ORBITO - VENTRO %,] CÓRTEX
FRONTAL LATERAL %, [5 AUDITIVO
12-46-45 Us,
%, m , Ñ
4 ASOCIACIÓN 1
A 5. .
, % ] CÓRTEX
8 ASOCIACIÓN 1 *— y¡SUAL
1
1, Le
L
| +
z -
NA —— Y La 5
NÚCLEO ACCUMBENS T a y |
CAUDADO SEPT! 3 TÁLAMO<é- HIPOCAMPO-SISTEMA LÍMBICO
GLOBO PÁLIDO E
de las conexiones entre las áreas prefrontales
Figura 18.1 Representación esquemática
y el resto del encéfalo.
223
Neuropsicología
Procesos ejecutivos y lóbulos frontales
o
El recuadro izquierdo incluye las áreas prefrontales relevantes, el recuadr
ingre-
derecho incluye las zonas retro-rolándicas que procesan la información
46
sada desde el medio. Adviértase que la zona frontal ventrolateral (áreas 12,
ra región de conflue n-
y 45) constituye un cuello de botella estratégico, verdade
-
cia, donde se producen las interconexiones con las áreas posteriores (exclusi
e el fascícul o longitud inal
vamente áreas de asociación, en gran parte mediant
-
superior) y además, el sistema límbico y niveles subcorticales. Para compren
i¡lus-
der el esquema el lector debe remitirse al texto y emplear como guía una
tración anatómica de las regiones y las conexiones que se muestra n.
EJECUTIVO CENTRAL
F
Y E +
Y
Y Y
224
Neuropsicología
Procesos ejecutivos y lóbulos frontales
uadro tivo central fue originalmente planteado como coordinador de los sistemas es-
ingre- clavos, pero pronto se pudo comprobar que sus propiedades eran más variadas
12, 46 y complejas. La noción de «ejecutivo» debe entenderse dentro del contexto
fluen- sociocultural de la época y resultando ilustrativo para su comprensión funcional:
«clusi- e En el caso de una empresa, el ejecutivo no es el propietario, tampoco forma
udinal parte del cuerpo de obreros, ni de diseñadores de los productos, ni de los inge-
pren- nieros que elaboran la tecnología para que la producción se lleve a cabo. El
1 ¡lus- - ejecutivo organiza, toma decisiones, está alerta a las vicisitudes del medio, exa-
mina las entradas y salidas del sistema de producción y realiza tareas de con-
trol y ajuste adecuadas a los objetivos planteados.
. También puede hacerse una comparación con un director de orquesta: no se
encarga de ninguno de los instrumentos (aunque debe conocer acerca de los
mismos), y generalmente ni siquiera escribe la partitura. Incluso la participa-
ción de cada componente instrumental, así como la secuencia de pasajes de la
obra, ya está prevista; pero el director es esencial. Coordina a los músicos,
modula la realización de la obra, señala los acentos y facilita los momentos en
que cada grupo interviene. Decide el inicio, los suspensos y el final de la obra.
Si aparece un error trata de subsanarlo y hasta le imprime el sello característico
a la obra total realizada en tiempo real.
El ejecutivo central cumple funciones similares a las descritas anteriormente
de manera metafórica. Pero además, se representa los objetos, los planes o
metas de la actividad tomando en cuenta el contexto.
Desde un principio debe distinguirse a las funciones ejecutivas de otras faculta-
des que se asocian a las mismas con frecuencia, aún en bibliografía reciente: el
razonamiento deductivo e inductivo, la capacidad de abstracción y la formación de
conceptos, entre otras. Corresponde abarcar a estas funciones dentro del concepto
de «funciones conceptuales», no solamente por sus características cognoscitivas,
sino porque, además, su adecuado funcionamiento no puede asociarse a una región
del encéfalo (como en el caso del ejecutivo central), ya que generalmente requieren
“el correcto funcionamiento del cerebro en su totalidad. Es preferible pues, para evi-
tar confusiones, optar por definiciones más estrechas. Lezak, por ejemplo, asigna
aL
un capítulo diferente a cada cual. También es necesario advertir acerca de descrip-
ciones en las que se toma a la memoria de trabajo en un sentido amplio (como por
ej. en Goldman-Rackic) y generalmente para paradigmas de trabajos en primates
'no humanos; hay que ser cuidadoso con las diferencias. En un número menor de
casos se asimila memoria de trabajo a ejecutivo central; como ya pudo observarse
aquella se fracciona en componentes diferentes, por lo tanto, hay que estar atento
para conservar las diferenciaciones, el ejecutivo central es solamente uno de los
componentes de la memoria de trabajo.
225
Neuropsicología
Procesos ejecutivos y lóbulos frontales
SISTEMA ATENCIONAL
SUPERVISOR
l
ADMINISTRACIÓN
DE CONFLICTOS
VACIÓN
y
SUBSISTEMAS DE
PROPÓSITO ESPECÍFICO
* ACCIÓN E>
Figura 18.3 -
Modelo del control de la acción por el sistema atencional supervisor (SAS) - modificado.
226
Neuropsicología
Procesos ejecutivos y lóbulos frontales
, el modelo de
Basado en los sistemas atencionales «anteriores» de Posner
ón. Este sistema
Shallice agrega un componente central de monitorizaci
para desarrollar el
atencional supervisor (SAS) ha sido adoptado por Baddeley
DE CONFLICTOS
ormente. Constituye
concepto de ejecutivo central, según ya fue referido anteri
:
más que un mero administrador de los recursos atencionales
respuestas nuevas
LON Na
227
Neuropsicología
Procesos ejecutivos y lóbulos frontales
228
Neuropsicología
Procesos ejecutivos y lóbulos frontales
Referencias
1. Baddeley AD. Working memory.1* Edición. Oxford: Oxford University Press; 1986.
4. Luria AR. Las funciones corticales superiores del hombre. 1* Edición. La Ha-
bana: Orbe; 1977.
229
Neuropsicología
Síndrome disejecutivo y síndromes frontales
Capítulo 19
Síndrome disejecutivo y
síndromes frontales
S. Dansilio
Concepto
Originalmente acuñado por A. Baddeley y B. Wilson en 1988, el término
síndrome disejecutivo incluye los trastornos de los procesos ejecutivos y ha sus-
tituido parcialmente al término de síndrome frontal. Debe aclararse que las le-
siones frontales no solamente ocasionan perturbaciones en los procesos ejecu-
tivos, sino que clínicamente abarcan una serie más amplia de síntomas y sig-
nos. Su heterogeneidad citoarquitectónica y funcional así lo fundamenta. Por
otra parte, en el caso de los trastornos ejecutivos, se hace referencia a una
entidad de naturaleza neuropsicológica, más allá del vínculo con el sufrimiento
prefrontal o de sus conexiones (estructurales o funcionales). Es así que se pro-
pone la siguiente definición: l
Síndrome disejecutivo: perturbación funcional de aquellos procesos de
naturaleza ejecutiva, que suele responder a un daño estructural o funcio-
nal de las áreas prefrontales o sus conexiones. Es necesario demostrar la
falla en dos o más funciones, como consecuencia del trastorno de sus com-
ponentes ejecutivos, para poseer una adecuada certidumbre de que no se
trata de hallazgos circunstanciales, o secundarios a otros trastornos o a
un rendimiento defectuoso y aislado, en una prueba donde pueden incidir
otros factores cognoscitivos.
La idea de definir al síndrome disejecutivo es evitar el abuso del término y las
confusiones respecto al mismo, y disminuir la tendencia de que una amplia gama
de alteraciones neuropsicológicas pueda ser incluida, sin más, dentro de aquel.
Aunque no pueda establecerse una enumeración detallada e inmune a las con-
troversias, ello no quita que el síndrome pueda exigir condiciones clínicas bien
determinadas. Ya que la duda es frecuente, debe distinguírselo, en la medida de
lo posible y según ya fue mencionado, de la perturbación de las funciones con-
ceptuales: éstas involucran áreas extensas del cerebro e incluyen actividades
que requieren de diversas aptitudes cognoscitivas:
+ Capacidad de abstracción, en la cual el sistema semántico (de localización en
el córtex retro-rolándico fundamentalmente), es crítico.
. Capacidad de razonamiento (inductivo o deductivo).
. Capacidad de estimar inferencias probables tomando información del medio
ambiente y también del conocimiento adquirido.
. Capacidad de razonamiento abductivo (explicación de un fenómeno por la
mejor hipótesis asequible en el momento y de manera heurística).
Se considera entonces cauto restringir el uso del término disejecutivo a las
231
Neuropsicología
Sindrome disejecutivo y síndromes frontales
232
Neuropsicología
Síndrome disejecutivo y síndromes frontales
233
Neuropsicología
Síndrome disejecutivo y síndromes frontales
234
Neuropsicología
Síndrome disejecutivo y síndromes frontales
das más allá de los lóbulos frontales (por ej. en el diencéfalo o en el hipocampo),
fabulan con mayor frecuencia si asocian un daño frontal derecho, que si el daño
frontal asociado es izquierdo.
2) Región. Las áreas dorsolaterales, como ya fue mencionado, están íntimamente
conectadas con las áreas de asociación retro-rolándicas, si bien en ambos casos
las lesiones de estas regiones tienden a manifestarse mediante inhibición, apatía y
desinterés, los comportamientos de desinhibición, desatención y exaltación se aso-
cian con mayor frecuencia a las lesiones derechas. Las perturbaciones más abiga-
rradas del comportamiento (desinhibición, pobre control de impulsos, desintegra-
ción de la vida sexual, jocosidad, etc.) son características de las lesiones fronto-
basales, cuya relación con el sistema límbico ya fue comentada. El papel de las
áreas mesiales es más complejo y peor entendido. Por otra parte, de manera
concéntrica, se transcurre desde capas neocorticales, paleocorticales a zonas
pericallosas vinculadas al arquicortex, siguiendo un sentido filogenético y
ontogenético que también posee relevancia funcional. El área motora suplementaria
está vinculada al inicio voluntario de la acción, y las lesiones derechas sobretodo,
pueden dar el llamado síndrome de la mano extraña o mano alienada. En lesiones
de esta topografía se han descrito desde mutismo aquinético, ataxia frontal, hasta
incontinencia de orina. Esta amplia gama de presentaciones clínicas es susceptible,
en gran parte, de ser interpretada bajo el concepto de síndrome disejecutivo.
235
Neuropsicología
Sindrome disejecutivo y síndromes frontales
236
Aa
Neuropsicología
Síndrome disejecutivo y sindromes frontales
Otras afecciones
237
Neuropsicología
Síndrome disejecutivo y síndromes frontales
Conclusiones generales
En suma, el síndrome disejecutivo así descrito, con las cautelas que merece en
cuanto a su relación con el daño directo o indirecto prefrontal:
1) Representa una caracterización funcional, pero no necesariamente sustitutiva,
de lo que anteriormente se denominaba síndromes frontales.
2) Se encuentra en plena etapa de investigación. A diferencia de otros síndromes en
el dominio de la neuropsicología, no existe una serie de signos o síntomas que per-
mitan plantearlo de manera patognomónica. Resulta de la lectura e interpretación
de pruebas formales y de la exploración clínica del comportamiento del sujeto (en
algunos casos ya se están elaborando cuestionarios para estructurar este aspecto).
3) El componente ejecutivo de cada prueba (muchas de las cuales no fueron
238
Neuropsicología
Sindrome disejecutivo y síndromes frontales
: icultoso. diseñadas originalmente bajo tal marco teórico) debe extraerse de la totalidad
' el territorio de la producción o rendimiento del paciente.
con las de- 4) El grado de invalidez puede ser sustantivo y además, puede no solamente
orientar al diagnóstico de la eventual nosología en curso, sino contribuir a dise-
y situaciones: ñar modelos comprensivos de rehabilitación en el caso de que sea posible.
5) Como en pocas situaciones dentro de la neuropsicología, interesa indagar
-n las estruc- acerca de la personalidad premórbida del paciente.
- clínica y es
saciones del
«Je la memo-
1cefálicos, y
)s ejecutivos
1508 aumen-
.Uuchas veces
¿1icadémico o
-15 procesos
. ) cual puede
:1 perfiles de
es. No debe Referencias
rontales, se
ización y or- 1. Damasio A, Anderson ST. The frontal lobes. En: Heilman KH, Valenstein E,
. hasta los 12 editors. Clinical Neuropsychology. 4* Edición. New York: Oxtord Univeristy Press;
. Operaciones - 1993. P.409-60.
239
Capítulo 4
Afasia
Desde los tiempos de Wernicke, los investigadores clínicos han mostrado una clara
tendencia a separar variedades de afasia con base en las características del lenguaje.
Sin embargo, un síndrome exacto es tan raro en la afasia como en cualquier otro tras-
torno neuropsicológico o neurológico. De hecho, al menos la mitad de los trastornos
afásicos encontrados en la práctica clínica deben considerarse como afasias mixtas.
©Editorial El Manual Moderno Fotocopiar sin autorización es un delito.
co no fluente, sin importar que se denomine afasia de Broca, afasia motora eferente,
o afasia expresiva. En los últimos años se ha avanzado considerablemente en el esta-
blecimiento de correlaciones clínico-anatómicas de los diferentes tipos de afasia, gra-
cias, sobre todo, a la introducción de las técnicas imagenológicas contemporáneas
(como la TAC y la MRI); como resultado de ello, hay una tendencia creciente a dis-
tinguir subtipos entre los varios síndromes afásicos.
Sin duda, algunas clasificaciones han sido ampliamente aceptadas y utilizadas.
Esto es cierto con respecto a la clasificación de Luria en la antigua Unión Soviética,
en los países de Europa Oriental y en Latinoamérica. Y también es cierto en relación
con el Grupo de Boston (Geschwind, Benson, Goodglass y muchos más) y el mundo
angloparlante. La clasificación de Luria parte del análisis del nivel del lenguaje alte-
rado en una forma particular de afasia. La clasificación del Grupo de Boston utiliza y
desarrolla las ideas de Wernicke, y hace distinción entre afasias fluentes y no fluen-
tes, por una parte, y afasias corticales, transcorticales y subcorticales, por la otra.
El Grupo de Boston (Albert et al., 1981; Benson, 1979; Benson y Geschwind,
1971, 1985; Geschwind, 1967; Goodglass y Kaplan, 1972) clasifica tres tipos básicos
de afasias corticales: 1) la afasia de Broca, 2) la afasia de Wernicke (nombres utiliza-
dos para denominar las formas motora y sensorial de la afasia cortical desde hace
décadas; el síndrome lleva el nombre de quienes inicialmente lo describieran, es
decir, Broca y Wernicke, como es de uso amplio en diferentes áreas de la ciencia), y
3) la afasia de conducción (propuesta en principio por Wernicke en 1874 y descrita
por Lichtheim en 1885) para explicar las dificultades en el lenguaje repetitivo, con
base en una supuesta desconexión entre las áreas motoras y sensoriales del lengua-
je. Además, se incluyen las afasias transcorticales, también llamadas afasias de las
áreas limítrofes del lenguaje. Lichtheim (1885) denominó “afasia transcortical” a la
habilidad para repetir de un paciente con una gran reducción en su lenguaje espon-
táneo; indicó que la separación patológica entre un área intacta del lenguaje y un área
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CUADRO 4-3. Factores subyacentes a los diferentes síndromes afásicos, según Luria (1976)
Los procedimientos cada vez más sofisticados para realizar correlaciones clíni-
co-anatómicas y los avances en la lingüística en años recientes han permitido reali-
zar distinciones cada vez más finas en los diferentes síndromes afásicos. Aunque
últimamente no han surgido nuevas clasificaciones (con excepción de Lecours et al.,
1983, y la propuesta de reclasificación presentada por Benson y Ardila, 1996), se han
establecido subtipos para prácticamente todos los síndromes afásicos. Esto es válido
para la afasia de conducción (Benson et al., 1973; Kertesz, 1979, 1982, 1985; Shallice
y Warrington, 1977; Caplan, Vanier y Baker, 1986; Feinberg et al., 1986; Caramazza et al.,
1981), la afasia sensorial transcortical (Kertesz, 1982, 1983; Coslett et al., 1987), la
afasia motora transcortical (Ardila y López, 1984; Rubens y Kertesz, 1983), la afasia
de Wernicke (Kertesz, 1983, 1985; Huber et al., 1975; Lecours y Rouillon, 1976;
Lecours et al., 1981; Brown, 1981) e incluso la afasia de Broca (Levine y Sweet, 1983;
Alexander et al., 1989). Cada vez parece más claro que los síndromes afásicos clási-
cos no representan tipos invariables y unificados de afasia, y que es posible hallar
variantes o subtipos de ellos. Más aún, para algunos síndromes se han hallado topo-
grafías muy distintas, además de manifestaciones clínicas y trastornos asociados dife-
rentes. Esto es aplicable a la afasia de conducción y a la afasia motora transcortical.
Pero hay una pregunta: si dos subtipos de afasia motora transcortical (o de con-
ducción) representan dos síndromes clínicos claramente diferenciables, a menudo
Afasia 55
afásicos existen subtipos, CUADRO 4.4. Clasificación de los trastornos afásicos (Adaptado
basados en la literatura de Benson y Ardila, 1996)
recientemente publica-
da. Además, las afasias se Pre-rolándica Post-rolándica
relacionan con síndromes
anatómicos. Ésta es la re- Peri-Silviana
clasificación de los síndro- Broca Tipo I Conducción
Broca Tipo II Wernicke Tipo I
mes afásicos propuesta Wernicke Tipo II
por Benson y Ardila (1996) Extra-Silviana
y que se abordará en este Extrasilviana Motora Tipo I Extrasilviana Sensorial Tipo I
capítulo. Extrasilviana Motora Tipo II Extrasilviana Sensorial Tipo II
A continuación se ana-
lizan los diferentes síndromes afásicos, tomando como punto de partida la caracteri-
zación clínica de Benson y Ardila (1996).
56 Neuropsicología clínica
Las tres primeras formas de afasia perisilviana señaladas en el cuadro 4.4 presentan
dos similitudes importantes. Se caracterizan por un defecto grave en el lenguaje
repetitivo y, desde el punto de vista anatómico, los sitios de las lesiones se localizan
en torno a la cisura de Silvio del hemisferio izquierdo. En este capítulo se describen
las principales características clínicas de estos tres síndromes afásicos y se analizan
algunas de las variantes que pueden presentar; por último, se señala su evolución y
sus correlaciones anatómicas.
AFASIA DE BROCA
CUADRO 4.5. Características de la afasia Broca
En principio, la afasia de Broca (Adaptado de Benson y Ardila, 1996)
(síndrome triangular-opercular)
fue denominada por Broca como
afemia y se le conoce como afasia CARACTERISTICAS BASICAS DEL LENGUAJE
motora eferente o cinética (Luria,
1966, 1970), afasia expresiva Lenguaje conversacional No fluente
Comprensión del lenguaje Relativamente normal
(Hécaen y Albert, 1978; Pick, Repetición Anormal
1913; Weisenburg y McBride, Señalar Relativamente normal
1935), afasia verbal (Head, 1926), Denominar Anormal
afasia sintáctica (Wepman y Jones, Lectura: En voz alta Anormal
1964) o afasia de Broca (Nielsen, Comprensión Relativamente normal
Escritura Anormal
1938; Brain, 1961; Benson y
Geschwind, 1971; Benson, 1979;
Lecours et al., 1983). Las principa- les características de la afasia de Broca se
presentan en el cuadro 4.5. Este tipo de
CUADRO 4-6. Ejemplos de errores en el
lenguaje hallados en pacientes con afasia
afasia se caracteriza por un lenguaje expre-
de Broca sivo no fluido, pobremente articulado,
compuesto por expresiones cortas y agra-
maticales y producido con gran esfuerzo.
ERRORES VERBALES ARTICULATORIOS
El lenguaje expresivo está compuesto en
Simplificación silábica
tres tes
esencia por sustantivos, con una marca-
da deficiencia o ausencia de estructura
Anticipación
tela lela sintáctica y afijos (agramatismo). El defecto
Perseveración
en la articulación tiene diversas denomi-
peso pepo naciones (apraxia del habla, desintegra-
Substitución de fonemas fricativos (f, s, j) ción fonémica, etc.) (Buckingham, 1981,
por oclusivos (p, t, k) 1989). En ocasiones, sólo se observa un
seda teda ligero “acento extranjero”. El cuadro 4.6
AGRAMATISMO
muestra algunos ejemplos de errores
Los perros están en el jardín perro jardín típicos hallados en pacientes con afasia
de Broca.
Afasia 57
existen indicios de una agrafia afásica, sino en alguna medida de una hemiagrafia por
desconexión interhemisférica.
El examen neurológico muestra, por lo común, cierto grado de hemiparesia
derecha y, en casos extremos, una hemiplejia. La paresia es usualmente mayor en el
miembro superior derecho y menor en el miembro inferior. A menudo, hay hiperre-
flexia y reflejos patológicos en el hemicuepo derecho. Es frecuente encontrar apra-
xia ideomotora en el lado izquierdo no parético del paciente (apraxia simpática). Las
anormalidades sensoriales no son consistentes, pero también pueden encontrarse
en pacientes con afasia de Broca. Asimismo, suele haber una desviación conjugada
de la mirada hacia la izquierda, o cierto grado de paresia ocular, que puede desapa-
recer en el curso de días o semanas.
Aunque hay cierto desacuerdo sobre la topografía exacta de las lesiones responsa-
bles de la afasia de Broca, parece que las que se limitan estrictamente al área de Broca
no son capaces de producir el síndrome; en caso de lesiones limitadas al área de Broca
(área 44 de Brodmann), sólo se observan defectos leves en la agilidad articulatoria, cier-
to “acento extranjero” y alguna dificultad para hallar
palabras. La hemiparesia y la apraxia suelen ser míni-
mas. Esta forma restringida de afasia podría denomi-
narse como afasia de Broca tipo I (o afasia de Broca
menor, o afasia del área de Broca). La forma extensa o
el síndrome completo de la afasia de Broca sólo se
observa si el daño alcanza la región opercular, la circun-
volución precentral, la ínsula anterior y la sustancia
blanca paraventricular y periventricular (véase figura
FIGURA 4.1. Área de la afasia de 4.1). Esta forma de afasia podría denominarse como
Broca afasia de Broca extendida o afasia de Broca tipo II.
AFASIA DE CONDUCCIÓN
güísticos. Así, utiliza el concepto afasia motora aferente para aludir al tipo de afasia
de conducción parietal; el defecto en la repetición se derivaría de la incapacidad para
analizar y apreciar los rasgos que componen los movimientos requeridos para pro-
ducir los sonidos del lenguaje (articulemas, según Luria) y lo interpreta como una
apraxia cinestésica verbal. El segundo tipo se incluiría dentro de la afasia acústico-
amnésica. En esta seccion se utiliza el concepto afasia de conducción sólo en rela-
ción con el primer tipo, parietal-insular, o afasia motora aferente. El segundo tipo
será incluido en la afasia de Wernicke.
El cuadro 4.7 resume las principales características de la afasia de conducción. El
paciente presenta un número excesivo de parafasias fonológicas, sobre todo durante
las tareas de repetición. El lenguaje espontáneo puede fluctuar y ser fluido, pero en
otras ocasiones es no-fluido, parafásico y difícil de producir. El paciente puede expre-
sar una o varias frases sin mayor dificultad, pero al llegar a una palabra en particular
puede ser incapaz de continuar. Estrictamente hablando, este problema se podría
considerar como una afasia fluida o una afasia no fluida, aunque suele interpretarse
60 Neuropsicología clínica
Los pacientes con afasia de CUADRO 4-8. Características de las parafasias literales en la
conducción muestran una diso- afasia de conducción. Frecuencia relativa de los diferentes
ciación entre el hecho de seña- tipos de cambios, y mecanismos utilizados (Adaptado de
Ardila, 1992)
lar y el de nombrar. Señalar
(“muéstreme...”) es adecuado,
correlativo con su buen nivel Frecuencia relativa
de comprensión. Sin embargo, Tipo de Cambio
el paciente no puede realizar los movimientos requeridos para formar las letras.
El examen neurológico en la afasia de conducción es variable, aunque a veces
puede ser normal. Sin embargo, es frecuente hallar paresia (en especial, monopare-
sia superior derecho) en un grado variable y también pérdida sensorial. También apa-
rece un síndrome de “dolor seudotalámico”, que es un dolor menos intenso que el
talámico, constante pero no exacerbable con los estímulos externos. En contraste,
algunos pacientes presentan asimbolia bilateral al dolor. No es frecuente hallar
defectos en los movimientos extraoculares o limitaciones en el campo visual, pero
puede aparecer una cuadrantanopsia inferior.
Estos pacientes presentan, por lo menos, cierto grado de apraxia ideomotora la
cual es evidente en los movimientos bucofaciales (apraxia oral o bucofacial). Esta
asociación ha llevado a suponer que la afasia de conducción puede considerarse
como una apraxia verbal, para realizar los movimientos que requiere el habla. Los
errores lingüísticos en la afasia de conducción podrían entonces interpretarse como de
tipo apráxico, y la afasia de conducción como una apraxia ideomotora segmentaría o
62 Neuropsicología clínica
una apraxia cinestésica para la producción del lenguaje (Ardila, 1992; Ardila y
Rosselli, 1990; Luria, 1977).
La afasia de conducción aparece en caso de lesio-
nes parietales (circunvolución postcentral y supra-
marginal) e insulares (véase figura 4.2). Algunos
investigadores suponen que debe existir un com-
promiso del fascículo arqueado, el haz de fibras que
se origina en la parte posterior del lóbulo temporal
y se dirige a través del fascículo longitudinal supe-
rior a la corteza premotora en el lóbulo frontal. El
daño del fascículo arqueado a nivel de la circunvo-
FIGURA 4.2. Área de la afasia de lución supramarginal produciría una separación
conducción entre las áreas sensoriales y motoras del lenguaje,
y la afasia de conducción representaría una desco-
nexión entre las áreas de Wernicke y de Broca. Sin embargo, otros estudiosos insis-
ten en que no es necesario el compromiso del fascículo arqueado para que se
presente la afasia de conducción. La polémica sigue en pie.
AFASIA DE WERNICKE
posible reconocer las ideas que el paciente trata de expresar (trastorno conocido
como “habla vacía”).
Un aspecto sobresaliente en la afasia de Wernicke son las parafasias. Éstas pue-
den ser fonológicas o verbales. Los neologismos también son frecuentes. Si el len-
guaje del paciente incluye un gran número de sustituciones parafásicas de los tres
tipos, la producción resulta en absoluto incomprensible, condición que se conoce
como jergoafasia. Sin embargo, la jerga puede ser predominantemente literal, verbal
o neologística.
Por lo común, los tres tipos de substituciones se encuentran en una proporción
variable. Jergoafasia es un término descriptivo y no un síndrome afásico
(Buckingham y Kertesz, 1976).
Otro aspecto significativo en este tipo de afasia es la falta de comprensión del
lenguaje oral. En casos graves, el paciente no entiende nada; con frecuencia, hay
cierto nivel de comprensión limitado a palabras simples o frases sencillas. El pacien-
te puede comprender varias de las palabras que se le presentan, pero si aumenta el
número de éstas deja de comprenderlas y, por el contrario, deja de entender las pala-
bras iniciales (trastorno de “fatiga”). El paciente da seguimiento a un tópico parti-
cular, pero si éste cambia, su comprensión decae y sólo al cabo de cierto tiempo
adquiere de nuevo cierta comprensión. Además, la comprensión sólo puede mante-
nerse por tiempos muy cortos y requiere un gran esfuerzo por parte del paciente.
De igual manera, la interferencia (ruidos, conversaciones de fondo) impide la com-
prensión. Algunas pacientes tienen fallas al momento de discriminar fonemas (per-
cepción fonémica), en especial los fonemas acústicamente cercanos.
Muchos sujetos con afasia de Wernicke fallan en tareas de comprensión y en
otras presentan una ejecución superior. La calidad de la ejecución puede variar de un
paciente a otro, pero, curiosamente, la mayoría de quienes padecen esta afasia
logran ejecutar órdenes que se refieran a movimientos corporales. La repetición
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Cuando hay una mejor comprensión auditiva, dicho esto en términos relativos, las
lesiones tienden a situarse más atrás en el área de Wernicke, respetando la corteza
auditiva primaria y sus conexiones. Y cuando hay una mejor comprensión del len-
guaje escrito, también en términos relativos, las lesiones tienden a situarse más
adelante, sin afectar las conexiones entre las áreas visuales y del lenguaje.
La escritura es también anormal en la afasia de Wernicke, pero la agrafia hallada
presente es muy distinta de la correspondiente a la afasia de Broca. Los pacientes
presentan una escritura fluida, con letras bien formadas, que se combinan para for-
mar aparentes palabras. Sin embargo, las letras se combinan en una forma incorrec-
ta. Las palabras correctas son escasas, y abundan las combinaciones ininteligibles.
La escritura es similar a la producción oral, con abundantes paragrafias literales, ver-
bales y neologismos.
El examen neurológico puede ser negativo. La paresia es nula o escasa (aunque
en principio se puede hallar una paresia transitoria). Puede haber pérdida parcial de
sensibilidad cortical, pero esto no es común. En general, no hay defectos en los
movimientos extraoculares, pero en un porcentaje de casos aparece una cuadranta-
nopsia superior. Esta falta de hallazgos positivos puede llevar a un diagnóstico equi-
vocado de demencia y aun de psicosis.
El síndrome completo de la afasia de Wernicke
se encuentra en lesiones extensas de las regiones
temporal posterior superior, incluyendo la circun-
volución temporal superior y media, y no es raro
que se extienda a las regiones angular, supramargi-
nal e insular (véase figura 4.3). Las lesiones pro-
fundas que interrumpen las aferencias a la corteza
temporal (lesiones del istmo temporal) pueden cau-
sar un defecto similar en el lenguaje.
FIGURA 4-3. Área de la afasia de Este síndrome es indicativo de una patología en
Wernicke la región posterior de la circunvolución temporal
superior y media, un área considerada como corte-
za auditiva de asociación, y con frecuencia denominada área de Wernicke. Se encuen-
tra adyacente a la corteza auditiva primaria (circunvolución de Heschl), la cual puede
o no estar comprometida en la afasia de Wernicke. Los síntomas de este tipo de afa-
sia son muy variables, debido en parte a que la ubicación del daño es imprecisa. Su
extensión posterior aumenta la probabilidad de una afasia sensorial extrasilviana,
anomia, alexia y agnosia visual. En la práctica, muchas afasias consideradas como de
Wernicke presentan un daño estructural más amplio que el área de Wernicke.
Debido a la variabilidad anatómica y clínica de la afasia de Wernicke, es posible dis-
tinguir al menos dos subtipos de ésta, que podrían denominarse simplemente como
afasia de Wernicke tipo I y afasia de Wernicke tipo II.
Afasia de Wernicke Tipo I (síndrome insular posterior-istmo temporal); se le
conoció como afasia acústico-agnósica (Luria, 1966, 1977a, 1980), sordera a las palabras
Afasia 65
(Kleist, 1934; Gazzaniga et al., 1973), agnosia verbal auditiva (Vignolo, 1969), y
corresponde a uno de los subtipos de afasia de Wernicke propuesto por Kertesz
(1983, 1985) y a un subtipo de afasia sensorial señalado por Hécaen y Albert (1978).
La sordera a las palabras es la incapacidad para identificar los sonidos del len-
guaje, aunque la audición se mantiene y el paciente puede identificar sonidos signi-
ficativos no verbales. Sin embargo, no puede comprender el lenguaje oral porque le
resulta imposible diferenciar sus componentes significativos (fonemas). La lectura
en voz alta y la comprensión de la lectura se conservan y esto hace que la comuni-
cación por escrito sea más fácil que la comunicación oral. Esto demuestra que el len-
guaje mismo no está alterado, sino su reconocimiento auditivo. La escritura
espontánea es normal, en términos relativos, pero la escritura al dictado está muy
alterada por la incapacidad para distinguir el contenido del dictado. Por la misma
razón, la repetición está alterada. El paciente no puede diferenciar los sonidos utili-
zados en el lenguaje (fonemas) y, en consecuencia, este defecto puede considerarse
como una agnosia auditiva verbal.
Desde el primer caso reportado en la literatura (Liepmann y Storck, 1902), la
sordera a la palabras está vinculada a lesiones temporales profundas, incluyendo la
ínsula posterior y probablemente el istmo temporal. Esta topografía está aceptada
en la literatura. Hécaen y Albert (1978) relacionan la sordera a las palabras con lesio-
nes profundas que incluyan T1, lo cual ha sido corroborado por los casos recientes
publicados durante los últimos años.
Afasia de Wernicke Tipo II (síndrome de la circunvolución temporal superior y
media). Se le conoció como afasia impresiva (Pick, 1913), afasia receptiva
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Diferentes denominaciones se han sugerido para este síndrome afásico, como afasia
dinámica (Luria, 1966) y síndrome de aislamiento anterior (Benson y Geschwind,
1971), pero la literatura occidental ha aceptado la de afasia transcortical motora.
Alexander, Benson y Stuss (1989) distinguen diferentes trastornos del habla y el len-
guaje en caso de patología frontal. El daño frontal dorsolateral se asocia con la afasia
motora extrasilviana (véase cuadro 4.10), aunque el daño medial frontal y prefrontal
se relacionaría con una reducción en el lenguaje e incluso con el mutismo.
Un lenguaje no fluido, una buena comprensión y una repetición normal o casi
normal son características de la afasia extrasilviana motora. La prosodia, la articula-
ción y la gramática están preservadas. Sin embargo, el paciente presenta latencias
largas en la iniciación verbal, expresiones poco elaboradas y en ocasiones parafasias
verbales. La respuesta a las preguntas del tipo sí-no es relativamente normal, pero
la respuesta a preguntas abiertas es lenta, incompleta y se tiende a repetir los mis-
mos elementos utilizados por el examinador en la pregunta. Durante la fase aguda el
seguir órdenes verbales. Entienden la orden verbal pero su conducta no está con-
trolada por el lenguaje.
El rasgo más sobresaliente de este síndrome es la repetición. Siempre es buena
y, con frecuencia, excelente. En ocasiones pueden presentar verdadera ecolalia, aun-
que llegan a corregir afirmaciones gramaticalmente incorrectas y rechazan las síla-
bas sin sentido y las oraciones absurdas.
La producción de nombres por confrontación está limitada. Existen latencias
prolongadas para iniciar la respuesta, pero las claves contextuales o fonológicas pue-
den ayudar. Se conocen tres tipos de errores importantes en tareas de denomina-
ción: 1) la perseveración —el paciente sigue dando la misma respuesta ante
estímulos diferentes— 2) la fragmentación —el paciente responde a un sólo rasgo
del estímulo, no al estímulo total—, y 3) las “ parafasias extravagantes” —el pacien-
te, en vez de responder con el nombre apropiado, hace una asociación libre ante el
estímulo, que resulta en una desviación extravagante. Así en vez de decir el nombre
del dedo meñique indica “con el que uno se rasca la oreja”—. El acto de señalar
(“muéstreme...”) se encuentra prácticamente dentro de límites normales. La ejecu-
ción de tareas de fluidez verbal es deficiente; más aún, el paciente no sólo tiene difi-
cultades para expresar palabras pertenecientes a una determinada categoría, sino
también para mantener la categoría; es decir, cuando se le pida que nombre frutas,
puede responder: “manzana, pera, tomate, papa, ensalada”, etcétera.
La lectura es superior a la escritura, como en general la comprensión del len-
guaje es superior a su producción. La lectura en voz alta es lenta y difícil de mante-
ner. Sin embargo, su nivel de comprensión es prácticamente normal, con excepción
del material complejo. La escritura es casi siempre defectuosa. La producción es
escasa y pueden encontrarse letras formadas con torpeza. Las oraciones no siempre
se completan y hay que estimular constantemente al paciente para que continúe
escribiendo.
Los hallazgos neurológicos son variables. Puede haber una hemiparesia transi-
toria. En términos generales, no se aprecian defectos articulatorios. Sin embargo,
suele haber reflejos patológicos. No hay defectos sensoriales ni limitaciones en el
campo visual. Puede haber dificultades en la realización de movimientos oculares,
sobre todo si hay una orden verbal, desviación conjugada de la mirada y cierta negli-
gencia espacial derecha.
Este tipo de afasia está asociada con lesiones anteriores y superiores al área de
Broca (áreas 45 y 46, y parcialmente la 9 de Brodmann). Esta área corresponde al
lóbulo prefrontal posterior (dorsolateral), y las características clínicas halladas en
este tipo de afasia son similares a los rasgos generales del síndrome prefrontal
izquierda (apatía general, adinamia, tendencia a la perseveración, etc.), pero vincu-
lado específicamente a los procesos verbales.
Afasia extrasilviana motora tipo II (síndrome del área motora suplementaria). A
este subtipo se le conoce como afasia motora transcortical (Kertesz, 1979, 1985),
Afasia 69
CUADRO 4-13. Características de la afasia extrasilviana sen- Por otra parte, el nivel de
sorial (Adaptado de Benson y Ardila, 1996) comprensión es deficiente y en
ocasiones casi nulo, lo cual con-
CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DEL LENGUAJE trasta con la facilidad con que
Lenguaje conversacional Fluente, parafásico, ecolálico repite lo que dice el examinador.
Comprensión del lenguaje Defectuosa Tareas tales como denominar,
Repetición Normal
Señalar Defectuoso
señalar, cumplir órdenes verba-
Denominar Defectuoso les y responder preguntas del
Lectura: En voz alta Defectuosa tipo sí o no pueden ser imposi-
Comprensión Defectuosa bles para el paciente. El cuadro
Escritura Defectuosa
4.13 resume las características
clínicas de este grupo de afasias.
En contraste el déficit de comprensión, la repetición es buena y en ocasiones
excelente. La memoria puede presentar ciertas limitaciones y esto dificulta la repe-
tición de secuencias verbales largas, aunque en algunos casos suele ser óptima. El
paciente tiende a repetir todo lo que se le dice, como palabras inventadas, frases
incorrectas e incluso expresiones en otros idiomas, y lo hace con una aparente falta
de conciencia. Ello significa que la fonología está conservada, pero la semántica pre-
senta graves fallas. En la afasia sensorial extrasilviana la denominación siempre es
defectuosa. El paciente es incapaz de nombrar el objeto que se le presenta, ni pue-
de identificarlo cuando se hace alusión a éste. Al tratar de recordar el nombre del
objeto, puede incurrir en parafasias semánticas y circunloquios.
Puede leer en voz alta, pero sin comprender nada de lo que está leyendo, lo cual
lo obliga a hacer substituciones paraléxicas. La escritura también está alterada y
aparece una agrafia muy similar a la que se halla en la afasia de Wernicke.
En general, estos pacientes usualmente no presentan ningún déficit motor. Las
anormalidades sensoriales son leves e incluso prácticamente inexistentes. En oca-
siones se encuentran defectos en sus campos visuales, como una cuadrantanopsia.
Hay pacientes que no presentan ninguna anormalidad neurológica, lo cual hace que
sean diagnosticados como psicóticos.
En años recientes se han distinguido dos variantes de la afasia sensorial extra-
silviana, que podrían denominarse como afasia extrasilviana tipo I y afasia extrasil-
viana tipo II.
Afasia extrasilviana sensorial tipo I (síndrome temporo-occipital izquierdo).
Corresponde a la afasia amnésica (Luria, 1980; Hécaen y Albert, 1978), la afasia anó-
mica (Kertesz, 1979; Benson, 1988), la anomia (Brown, 1972) y al primero de los
subtipos de afasia transcortical sensorial descrito por Kertesz (1982, 1983). Se
caracteriza por un lenguaje espontáneo y fluido, comprensión deficiente y buena
repetición. El lenguaje conversacional se caracteriza por parafasias semánticas, y con
frecuencia hay, substituciones neologísticas. La comprensión es sumamente defec-
tuosa. Y la denominación está muy alterada: el paciente no puede denominar los
Afasia 71
objetos, ni identificar un objeto cuando se le presenta su nombre; en tal caso, las cla-
ves fonológicas pueden ser útiles para recuperar la palabra buscada. Se puede con-
servar la lectura en voz alta, pero la comprensión es deficiente. Los defectos en la
escritura son de varios tipos.
La presencia de parafasias semánticas y la utilidad de las claves semánticas indi-
can que las palabras no están perdidas; simplemente es imposible recuperarlas. Un
estímulo visual no produce una palabra específica; de igual manera, una palabra no
evoca una imagen visual, y el paciente es incapaz de representar el significado de las
palabras (por ejemplo “dibuje un perro”). hay una desconexión entre los perceptos
visuales y el repertorio léxico. Es común que el paciente presente cierta agnosia
visual, de leve a moderada, y defectos en su campo visual derecho.
El daño se localiza en el área temporo-occipital (aproximadamente, el área 37 de
Brodmann) y siempre se le ha relacionado con un gran número de parafasias semán-
ticas (Cappa et al., 1981) y con jerga semántica (Kertesz, 1983). Algunos autores ase-
guran que este tipo de afasia evoluciona hacia una afasia anómica o, mejor dicho,
debe considerarse como una afasia anómica. El defecto subyacente correspondería
a una anomia en la selección de las palabra (Benson, 1988).
Afasia extrasilviana sensorial tipo II (síndrome angular y parieto-occipital
izquierdo). Este subgrupo corresponde al segundo tipo de afasia sensorial transcor-
tical descrito por Kertesz (1982, 1983), y corresponde en parte a la afasia semántica
(Head, 1926; Luria, 1966, 1980; Ardila et al., 1989; Brown, 1972) y a la anomia
semántica (Benson, 1979, 1988).
Las lesiones angulares tienen relación con cierta amnesia verbal que se mani-
fiesta en un lenguaje fluido con pocas parafasias semánticas (y ausencia de parafa-
sias fonológicas), comprensión relativamente adecuada para el lenguaje oral,
excelente repetición y fallas evidentes en el encuentro de palabras. El paciente pre-
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Durante mucho tiempo se creyó que los síndromes afásicos clásicos eran resultado
de lesiones corticales y subcorticales combinadas, pero hace poco se descubrió que
las afasias puedan resultar de lesiones exclusivamente subcorticales. Los avances
tecnológicos, en particular la tomografía axial computarizada (TAC) y la resonancia
magnética nuclear (RMN), han permitido una mayor precisión de la extensión de las
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El interés por los trastornos del lenguaje y el habla por de daño subcortical comien-
za con Marie (1906). Marie sugirió que la afasia descrita por Broca no es en realidad
una afasia, sino un defecto articulatorio. Señaló que los pacientes con “afasia de
Broca” muestran, con cierta consistencia, lesiones que ocupan las regiones subya-
centes a la ínsula, en un espacio conocido posteriormente como cuadrilátero de
Marie. Marie propuso entonces que la única afasia verdadera era la afasia de
Wernicke, y que la patología en el cuadrilátero señalado no producía afasia sino anar-
tria. Para que un paciente con daño en el área de Broca presentase afasia, sería nece-
sario que la patología se extendiese hasta comprometer el área de Wernicke o sus
conexiones al tálamo. Pero el hecho de que haya problemas específicos para com-
prender y expresar construcciones gramaticales en los pacientes con afasia de Broca
parece desaprobar en definitiva la propuesta de Marie en el sentido de que ésta no
es una verdadera afasia. No obstante, algunos autores apoyan las tesis de Marie en
el sentido de que sólo hay un tipo de afasia, y consideran que los pacientes con lesio-
nes limitadas al cuadrilátero de Marie o al área de Broca son anártricos, no afásicos.
Por desgracia, Marie no presentó una descripción clínica precisa de los defectos con-
secuentes a las lesiones del espacio cuadrilátero. El daño en esta área (casi siempre
una hemorragia profunda) produce mutismo agudo y una hemiplejia densa (Schiff et
al., 1983). Según Marie, la presencia de afasia, demostrada por un defecto en la com-
prensión del lenguaje, indicaría una extensión posterior de la lesión que comprome-
tería el istmo temporal.
Afasia 75
AFASIA ESTRIATO-CAPSULAR
soriales son comunes pero no invariables. Por lo general se encuentra apraxia buco-
facial, aunque la apraxia ideomotora es leve. Sin embargo, si la lesión se extiende a
profundidad en el lóbulo parietal, es posible que haya apraxia severa.
Para Alexander et al. (1987), los diferentes tipos de afasia estriato- capsular,
corresponden a seis tipos de lesiones; así,
AFASIA TALÁMICA
Durante muchos años se ha discutido el posible papel del tálamo izquierdo en la afa-
sia. Numerosos estudios indican la existencia de anormalidades en el lenguaje en
caso de daño talámico izquierdo, en especial del núcleo pulvinar izquierdo. Sin embar-
go, otros informes insisten en que la patología talámica no produce afasia. Aunque
las auténticas alteraciones en el lenguaje por daño talámico no parecen ser frecuen-
tes, los informes de casos positivos mantienen viva la polémica. Por lo común, las
hemorragias talámicas producen un cuadro clínico de hemiplejia, pérdida hemisenso-
rial, defectos en el campo visual derecho, alteraciones en el nivel de conciencia e
incluso coma. El posible trastorno en el lenguaje incluye mutismo o semimutismo y
en ocasiones una jerga parafásica. La anomia puede ser grave, pero se conserva en
78 Neuropsicología clínica
a) los que por lesiones en el área tálamica paramedial, incluidos los núcleos dor-
somedial y centromedia y la lamina intramedular, se asocian con defectos de
atención y de memoria, mientras que los defectos en el lenguaje se limitan a
cierta anomia, atribuible a la inatención.
b) los que por lesiones en el tálamo anteromedial se relacionan con defectos
específicos en el lenguaje; cuando las lesiones incluyen los núcleos anterior,
ventroanterior, dorso lateral, ventrolateral y anterior dorsomedial, el perfil
afásico se semeja a una afasia extrasilviana mixta o sensorial. El lenguaje es
gramatical pero escaso, con ecolalia, buena repetición y comprensión altera-
da. La alexia, la agrafia y la anomia suelen ser severas.
Afasia 79
c) los que por lesiones a lo largo del tálamo lateral pueden asociarse con déficit
en el lenguaje. Con frecuencia se observa una leve anomia, y en ocasiones hay
una afasia severa. Estas lesiones incluyen el globus pallidus, la región poste-
rior de la cápsula interna y a veces, el núcleo talmico reticular. Es común
encontrar hemiparesia, pérdida hemisensorial y defectos del campo visual.
También se han presentado otras propuestas de clasificación. Por ejemplo,
Crosson (1999) sugirió que los trastornos del lenguaje por lesiones del tálamo podrían
clasificarse en tres subtipos: a) mediales (área talámica paramedial, incluyendo los
núcleos dorsomedial y centromediano), b) anteriores (núcleo anterolateral izquier-
do), y c) laterales (tálamo lateral izquierdo). Se sugiere que los núcleos y sistema
talámicos participan en múltiples procesos que de manera directa o indirecta apoyan
las funciones lingüísticas corticales: procesos léxico-semánticos, memoria de traba-
jo, procesamiento visual durante la lectura y denominación.
En resumen, es razonable suponer que el daño talámico izquierda puede produ-
cir algunos defectos en el lenguaje, y por lo tanto es posible hallar un síndrome afá-
sico talámico. Cualquiera que sea su interpretación, se puede creer que las
hemorragias (o isquemias) talámicas izquierdas suelen asociarse con anormalidades
en el lenguaje, y que éstas tienen ciertas características distintivas y merecen una
consideración especial. Podría ser que el tálamo izquierdo organizara las redes cor-
ticales que participan en el procesamiento lingüístico (Metz-Lutz et al., 2000).
Durante el siglo XIX se consideró que la ínsula participaba en los procesos verbales.
De hecho, el primer caso de afasia de conducción descrito por Wernicke se refería a
un paciente con una lesión insular. Sin embargo, cuando Déjerine (1914) propuso el
concepto de “área del lenguaje” se refería a la parte posterior inferior de la tercera
©Editorial El Manual Moderno Fotocopiar sin autorización es un delito.
apraxia del habla —uno de los dos componentes básicos de la afasia de Broca— se
relacionaba en forma inequívoca con una patología insular: si había una lesión en la
ínsula anterior, el paciente presentaba apraxia del habla; si no la había, tampoco se
observaba apraxia del habla. Con estas observaciones re-surgió el interés en la ínsu-
la, y hoy parece evidente que el área cortical del lenguaje se extiende hasta la ínsula.
Capítulo 11
Las apraxias
J. Lorenzo
123
Neuropsicología
Las apraxias
Dominancia hemisférica
Deficit en el aprendizaje
124
Neuropsicología
Las apraxias
El sistema nervioso guarda información sobre las habilidades motoras. Una hi-
pótesis que explicaría porqué los pacientes con daño parietal izquierdo no pue-
den representar pantomimas, usar un objeto, O imitar su uso, postularía que las
formulas de los movimientos o representaciones de movimientos aprendidos en
contextos espaciotemporales, se almacena en la corteza parietal dominante.
Estas representaciones ayudan a programar a la corteza asociativa motora en
la implementación de los movimientos. Llamamos a esta formula de movimiento
o representación motora espaciotemporal, praxicón.
Teóricamente se podría distinguir entre la disfunción causada por la destruc-
ción de las áreas en las cuales el praxicón esta representado y la apraxia que
resulta de la desconexión de estas áreas parietales, de las áreas motoras que
mo-
implementan estas representaciones. Los pacientes con daño en las áreas
toras harían mal el movimiento igual que los lesionados parietales, pero serian
capaces de reconocer el movimiento bien ejecutado por la indemnidad de su
praxicón, y por lo tanto disponen de la información necesaria para distinguir los
hechos distintivos de los movimientos aprendidos. Los pacientes con lesiones
parietales cuyo praxicón esta destruido no serian capaces de llevar adelante
este reconocimiento.
González Rothi testó esta hipótesis con tareas de discriminación y reconoci-
miento gestual en sujetos apráxicos y no apráxicos, con lesiones anteriores y
afasias no fluentes, y con lesiones posteriores o afasias fluentes. En las tareas
que
de discriminación y comprensión los lesionados posteriores rindieron peor
autores creen que existen dos cla-
los otros. Basados en estos hallazgos estos
ses de apraxia idemotora. Una de ellas es inducida por la perdida del praxicón,
que esta almacenado en el girus angular o supramarginal. Estos pacientes ac-
túan mal al comando, son incapaces de comprender los gestos, y tampoco pue-
den discriminar entre actos bien o mal realizados. Los que padecen la otra clase
las cua-
de apraxia tienen lesiones anteriores al girus angular o.supramarginal,
les aíslan el praxicón de las áreas motoras o premotoras. Estos pacientes son
capaces de comprender las pantomimas y pueden discriminar entre gestos bien
y mal ejecutados. Si la apraxia idemotora resulta de la destrucción del praxicón,
y para
el paciente tendrá dificultades para adquirir nuevas habilidades motoras
retener nuevos gestos en la memoria. De acuerdo a algunos experimentos de
Heilman y colaboradores, los apráxicos tendrían alteraciones en el aprendiza-
je motor, tanto en lo referente a la adquisición como a la retención. Algunos
hallazgos sugieren que hay dos tipos de praxicones independientes, uno de
entrada (input praxicón) y otro de salida (output praxicón). Una capacidad con-
servada para comprender los gestos, con una imitación de gestos comprometi-
da, sugieren que la falla esta luego del ingreso al praxicón de entrada. Cuando
ejecuta mejor la pantomima al comando, significa que el lenguaje
el paciente
es capaz de activar el praxicón de salida omitiendo el praxicón de entrada.
125
Neuropsicología
Las apraxias
Testado
de las inervaciones
En la apraxia ideomotriz se altera el gesto simple, la elección
espacio. La imitación de
musculares correctas y la posición del miembro en el
ideomotriz. Cuando el
gestos es el modo más idóneo para explorar la apraxia
e tiene el gesto
déficit ideomotor es severo, no es fácil asegurar que el pacient
de imitación para
presente en su mente, por esta razón son preferibles las tareas
de acción y el
explorar la apraxia ideomotriz. Si el examinador provee el modelo
a un déficit ejecutivo.
paciente solo debe copiarlo, los errores solo pueden atribuirse
de la comprensión verbal,
La otra ventaja de la imitación es que evita los trastornos
de Wernicke. Sin
lo cual permite examinar aún a pacientes con severas afasias
embargo, muchos autores usan también la realización de gestos convencionales,
verbal o la simulación de acciones con objetos,
saludo, adiós, etc., bajo comando
con imitación para
como usar un martillo o una llave. Si el paciente falla se realiza
descartar un trastorno en la comprensión del lenguaje.
tación de ges-
La exploración de la comprensión del sujeto frente a la presen
la indemnidad o
tos complejos (marionetas), brinda información en relación con
no existe ningún
no del «almacén» de gestos o parición. Según afirma Di Renzi,
ca o representativa
motivo convincente para sostener que la naturaleza simbóli
déficit de ejecución que carac-
del gesto, es critica a los etectos de demostrar el
teriza la apraxia ideomotriz, salvo en algunos pacientes.
La apraxia ideatoría
la apraxia ideatoria el
Ya señalamos que, a diferencia de la apraxia ideomotriz, en
qué hacer, aun-
gesto simple está conservado, talla el plan motor. El sujeto no sabe
es más incierto que
que sabe cómo hacerlo. Su categoría como trastorno del gesto
como el déficit
el de la apraxia ideomotriz. Algunos autores clásicos la entendieron
su función. Por este
limitado al uso de objetos, los cuales el sujeto reconoce y sabe
motivo fue llamada por Morlhas agnosia de utilización.
pacientes. Si
Se ve independientemente de la apraxia ideomotriz en algunos
la enfermedad de
bien se describe, en general, asociada a etapas avanzadas de
Di Renzi describió pacientes con lesión hemisférica izquierda y
Alzheimer,
matrices de Raven,
apraxia ideatoria con buenos rendimientos en la prueba de
los casos descritos
lo cual descartaría un compromiso cognitivo severo. Todos
a lesiones hemisféricas izquie rdas, funda mentalmente
obedecen
A diferen cia de la
parietotemporales. No fue descrita en lesiones derechas.
Di Renzi vincu-
apraxia ideomotriz, se ubica más en el terreno de lo conceptual.
memoria semánti-
la su naturaleza a un disturbio relativamente específico de la
lmente se pone de manifiesto
ca, y propone llamarla amnesia de uso. Genera
aneame nte, aunque
cuando se le solicita al sujeto el uso de dos objetos simult
Damos al pa-
en ocasiones, basta para evidenciarla, el uso de un único objeto.
o un sobre
ciente una caja de fósforos y una vela con la consigna de encenderla,
y un papel carta, solicitándole que lo ensobre.
Geschwind
Las lesiones callosas no solo desconectan las áreas del lenguaje hemisféricas
126
Neuropsicología
Las apraxias
izquierdas del hemisferio derecho, sino también las formulas del movimiento
del hemisferio izquierdo de las áreas motoras del hemisferio derecho. De acuerdo
con estos postulados, una lesión callosa en un sujeto diestro con sus engramas
la
motores y lingúísticos ubicados en el hemisferio izquierdo, no interferiría con
CO-
habilidad del paciente para ejecutar ordenes, usar objetos 0 imitar su USO,
rrectamente con su mano derecha, pero puede tener alteraciones para realizar
todas estas tareas con su mano izquierda. Este concepto fue parcialmente con-
firmado por Watson y Heilman. No obstante, Geschwind y Gazzaniga no en-
cuentran, en sujetos con lesión de cuerpo calloso, alteraciones apráxicas seve-
ras en la imitación de gestos y de uso de objetos, con la mano izquierda. Posi-
blemente, estas diferencias se relacionen con diferentes patrones de dominancia
hemisférica, tanto para el lenguaje como para las representaciones motoras.
La apraxia constructiva
Benton y colaboradores definen la praxia constructiva como cualquier actividad
partes son puestas juntas para conformar una unidad, por
en la cual distintas
ejemplo juntar bloques para formar un diseño, o dibujar líneas para formar un
la cual
cuadrado o un rombo. Esto significa una actividad organizativa, durante
las relaciones espaciales entre los compone ntes deben ser seguram ente
percibidas, para que éstos sean sintetizados en la unidad deseada. Siguiendo a
Kleist (1929), la contraparte patológica de la praxia constructiva es el defecto
específico en la organización espacial de las performances. Kleist tenía una idea
muy clara de lo que entendía por apraxia constructiva, y no todas las formas de
falla constructiva se incluían en esa categoría. Por este motivo, el término más
neutro de dishabilidades visuoconstructivas es actualmente más usado par re-
ferirse a las alteraciones vinculadas con la falla en la organización espacial de
relaciones entre componentes singulares de un todo.
Muchas tareas fueron descritas para evaluarla, entre ellas: construcciones
verticales, construcciones horizontales, construcciones tridimensionales, copia
de dibujos, dibujo al comando verbal, etc. En la práctica los niveles de dificulta-
des de estas tareas varían significativamente. Con respecto a la copia, se pue-
de requerir al paciente que reproduzca, desde un dibujo simple lineal, pasando
por un dibujo que comprenda diseños múltiples con relaciones espaciales com-
plejas, hasta llegar a un dibujo extremadamente complicado como la figura
compleja de Rey.
Kleist localizo la lesión causante de la apraxia constructiva en la parte poste-
rior del lóbulo parietal izquierdo. Posteriores observaciones clínicas confirma-
ron esta postura, en particular la frecuente asociación de apraxia constructiva
con otras manifestaciones lesionales de esa región como afasia, agnosia digital,
y desorientación derecha izquierda. Sin embargo, su presencia en lesiones
parietales posteriores derechas se hizo cada vez más evidente, comprobándo-
se, de hecho, que estos pacientes presentan trastornos en forma más frecuente
y grave que los lesionados izquierdos. A la fecha, múltiples observaciones acre-
ditan que la lesión parietal posterior derecha produce las alteraciones más sig-
nificativas y frecuentes. Múltiples estudios muestran diferencias entre las lesio-
nes izquierdas y derechas, en tanto otros no logran encontrar diferencias signi-
ficativas. Estas diferencias surgen de las distintas modalidades de testado.
Benton encontró que el compromiso en la construcción tridimensional con cubos
o la copia de dibujos tridimensionales estuvo alterada dos veces mas trecuentemen-
127
Neuropsicología
Las apraxias
128
Neuropsicología
Las apraxias
de ellos demostraron
nes unilaterales, frente a 4 tareas visuoconstructivas, 47
tes fallaron por lo
compromiso en una o en más de una de las tareas; 22 pacien
el 54% falló en uno
menos en dos test. De los 35 pacientes con lesión derecha,
lesión izquierda, el
de los test y el 29% en dos o más. De los 43 pacientes con
de pacientes con
35% falló en una, pero solo el 12% en dos o más. El porcentaje
derech os.
¡esión bilateral que falló, fue igual al de los lesionados
ularmente
Jones encuentra que las pruebas de praxia constructiva son partic
presentan
útiles para distinguir pacientes con demencia de los que
ón, cuan-
pseudodemencia, especialmente en periodos tempranos de la evoluci
experiencia.
do el diagnóstico puede ser difícil. Este hallazgo coincide con nuestra
e Micrografía l
e Desviación de la copia del triángulo a la izquierda del modelo
e Errores de perspectiva - distorsión del concepto del espacio proyectivo
de la
(cubo de tres caras sin perspectivas, rectificación del ángulo derecho
casa)
+ Heminegligencia izquierda en el 10% de la muestra
e Macrografía
e. Repasado
129
Neuropsicología
Las apraxias
arriba-abajo) com-
era cio nes en las rel aci one s simples (adentro-afuera,
e Alt
ón del espacio topológico
promiso de la representaci
¿ Conglomerados
a izquierda
e Progresión de derecha ados a Ccon-
nto s en la par te infe rior derecha de la hoja, vincul
e Agrupamie
ivas
ductas visuomotoras regres
en el 30% de los casos.
. Heminegligencia izquierda
respectivamente,
mac rog raf ía en les iones izquierdas y derechas,
La mic ro y tendencia a
pos ter ior men te por Lar rabee y colaboradores. La
fue confirmada bién es destacada
ia a izq uierda en los lesionados izquierdos tam
desvia r la cop izquierda en los
y col abo rad ore s. La progresión de derecha a
por Gasparrin i lan y
fue enc ont rad a por Mil berg y colaboradores y Kap
lesionados derechos
;
colaboradores.
structiva
Enfermedad de Alzheimer y apraxia con
de Alzheimer, de
de 82 sujetos Con entermedad
Seleccionamos una muestra
ras
Figura 11.1 Alteraciones en la copia de figu
130
Neuropsicología
Las apraxias
Closing-in
nzan su máxima expresión en esta mues-
Las alteraciones visuoconstructivas alca
o como la ocupación, USO, O aproxima-
tra con el fenómeno closing-in, entendid
11.2). El 30% de los pacientes (25) pre-
ción de la copia al modelo, (ver figura
en el grupo control. Los 25 pacientes
sentaron closing-in, pero éste no se vio
r alteración en varias de las funciones
con closing-in presentaron también mayo y
apraxia ideomotriz, apraxia ideatoria
cognoscitivas estudiadas (anomias,
o (p>0,01).
agnosia digital) que el resto del grup
|
Oy ]
entes con enfermedad de Alzheirmer
Figura 11.2 Fenómeno closing-in en paci
.
estadio 5 de la Global Deterioration Scale
Discusión.
ente en las primeras etapas de la
La apraxia ideomotriz no es un signo frecu
de la GDS su frecuencia alcanza al 70
enfermedad de Alzheimer. En el estadio 5
la afasia anómica (p>0, 05) y uno a uno
% de los pacientes. Se correlaciona con
oconstructivos se ven aun en pacien-
con la agnosia digital. Los trastornos visu
El compromiso severo de las rela-
tes en las primeras etapas de la enfermedad.
señalado por Fernandez-Viadero y
ciones proyectivas en sujetos dementes fue
alteraciones en los controles. Nues-
colaboradores, quienes encontraron también
16% de los sujetos del grupo control
tros resultados son coincidentes, ya que el
el espacio proyectivo. Esta con-
mostraron alteraciones, comprometiendo sólo
varios autores. En nuestros controles
ducta en sujetos sanos fue señalada por
cidiendo con Cejudo-Bolivar y cola-
se correlacionó con baja escolaridad, coin
131
Neuropsicología
Las apraxias
132
Neuropsicología
Las apraxias
Referencias
133
Neuropsicología
Los trastornos de la memoria
Capítulo 16
L. Fontán
Elementos mayores
Amnesia anterógrada
Amnesia retrógrada
Elementos conservados
Hay elementos que se conservan y que son muy importantes para el diagnóstico
del síndrome amnésico orgánico, Hay conservación de:
193
Neuropsicología Neuropsicología
Los trastornos de la memoria Los trastornos de la memoria
e Memoria a corto plazo en la vida diaria que reflejen las alteraciones presentes en el síndrome amnésico
e Memoria procedural. El paciente con amnesia es capaz de adquirir orgánico (amnesia anterógrada y amnesia retrógrada). Con frecuencia, los pa-
habilidades
perceptivo-motoras. Es un aprendizaje independiente de la memoria cientes no son concientes de sus trastornos, los minimizan, o directamente no
declarativa.
e Memoria semántica. Prácticamente siempre conservada en los síndromes pueden relatarlos, por lo tanto, es fundamental el interrogatorio al familiar. Del
amnésicos puros. Puede estar comprometida de manera secundaria por
un síndro- mismo modo, la apreciación del familiar de los trastornos puede ser dispar, en
me disejecutivo asociado, frecuente en los procesos de deterioro cognitivo relación a la personalidad del mismo, creencias, eventualmente, a la presencia
e Capacidades atencionales, lingúísticas y práxicas.
de segundas intenciones. Muchas veces el familiar atribuye los olvidos a ca-
e Inteligencia. En pacientes portadores de síndromes amnésicos lesionales (HM racterísticas propias de la edad, y los justifica o minimiza. También puede haber
AB, etc.), extensamente estudiados, el cociente intelectual, medido
por el test una negligencia en la apreciación del momento. de inicio de los trastornos,
de inteligencia de Wechsler, se mantiene igual que previamente
a la instalación refiriendo como tal a los eventos que motivan la consulta actual, (trastornos de
de la enfermedad que provocó el síndrome amnésico.
conducta, fuga con extravío en la calle, etc.), los que en realidad son complica-
ciones de la evolución. Por otro lado, algunos familiares «amplifican» déficits
Elementos accesorios mínimos y valoran como graves situaciones que no lo son.
Estos elementos deben ser tenidos en cuenta a la hora de la elaboración
e Fabulaciones diagnóstica. En ambas situaciones pueden existir segundas intenciones de los
e Trastornos del comportamiento familiares, en función de situaciones que esté viviendo el paciente (declaración
e Otros déficits cognitivos de incapacidad, habilitación para enajenar bienes, contraer matrimonio,
solicitud de pensión, etc.). Si bien es de buena clínica basarnos en lo relatado
Todo síndrome amnésico que no tenga bien definida una amnesia
anterógrada por el paciente y su familia, en los casos dudosos, con implicancias
y una amnesia retrógrada, y en el cual no esté conservada la
memoria á corto medicolegales, siempre tienen preeminencia los resultados del testado, dado
plazo y la procedural, no reconoce un perfil orgánico típico.* lo poco fiable que pueden ser los datos anamnésicos recogidos.
Los subtipos de síndromes amnésicos En todos los elementos interrogados debe establecerse claramente:
Clásicamente se describen dos tipos de síndrome amnésico. Uno es Tiempo de inicio: cuándo se notaron por primera vez los trastornos de memoria.
el llamado
temporal mesial (que es el descrito más arriba), por ser las lesiones a dicho Forma de inicio: cómo se iniciaron los trastornos, si fue de forma más o
nivel (temporal interno) las que dan este perfil. La enfermedad de Alzheimer
y la menos brusca, o insidiosa. Si fue brusca, se debe tratar de establecerse si exis-
encefalitis herpética son los exponente s patológico s principale s de este subtipo tió alguna situación patológica concomitante, que los haya disparado (interna-
Se describe también el síndrome korsakoid eo o síndrome amnésico diencefáli co, ción, ataque cerebrovascular, intervención quirúrgica, etc.).
que se diferencia del temporal mesial por la presencia de amnesia anterógrada
y retrógrada muy importantes, a las que se pueden sumar, sin
ser constantes Características de los olvidos: de qué cosas se olvida. Este análisis es fun-
fabulaciones y falsos reconocimientos. Con frecuencia poseen
un menor grado damental para luego decidir clínicamente, si los trastornos son orgánicos o no.
de conciencia mórbida (anosognosia), o estiman de manera equivocad
a sus ren- Para ordenar el interrogatorio seguimos la taxonomía de la memoria estableci-
dimientos mnésicos (metamemoria), y se demuestran menos preocupa
dos o más da en el capítulo 15..
indiferentes por sus trastornos de memoria. Se discute la topografía
de las le- Evolución de los trastornos: como ha sido el curso de los trastornos de
siones, pero se ven fundamentalmente, en las conexiones límbico-diencefálicas memoria a lo largo del tiempo. Como regla general, son estables en las
con compromiso de los núclgo mediodorsales o anteriores del tálamo, de los encefalopatías estructurales no progresivas, progresivos en las encefalopatías
cuerpos mamilares, o de los tractos mamilotalámico, siempre con representa- degenerativas y secundarias, y con oscilaciones en los trastornos atencionales
ción lesional bilateral.
A menos que existan.claras fabulaciones, falsos reconocimientos
(ver más adelante).
e intrusiones
en el testado, puede ser aventurado intentar establecer una topografía
basados Memoria autobiográfica
exclusivamente en las características clínicas del síndrome
amnésico.
Olvido de hechos recientes
Semiología de la memoria
Es el síntoma principal en los trastornos de memoria. En etapas iniciales, el
Al igual que el síntoma «mareo» relatado por el paciente, la queja «trastorno paciente o los familiares pueden referir que, aunque recuerda bien hechos
de memoria» puede referirse a muchas cosas. La misión inicial del clínico es recientes de manera global, (un viaje, un cumpleaños, una boda), puede olvidar
establecer claramente si la queja del paciente está relacion
ada con alguna for- detalles de los mismos. Más adelante, puede olvidar completamente algunos
;
1
ma de trastorno de memoria. En el interrogatorio se deben
| pesquisar las fallas hechos reciente. Finalmente, en síndromes amnésicos severos puede existir
194 195
Neuropsicología
Los trastornos de la memoria
Neuropsicología
Los trastornos de la memoria
un «olvido a medida» (olvida a medida que suceden las cosas), olvidando de Los pacientes pueden olvidar pagar facturas o cumpleaños
manera casi inmediata las cosas que pasan; en general, en la tarde no de familiares, inclu-
recuerdan lo que sucedió en la mañana o hace pocas horas. Como elemento so algunos pueden no recordar cuando deben tomar su medicación. Es el cón-
típico del componente retrógrado de la amnesia, estos pacientes pueden yuge o cuidador quien le hace recordar las citas y compromisos del día, y quien
recordar mucho mejor, cosas de su juventud o del pasado remoto. se ocupa de los vencimientos.-En etapas iniciales, el propio paciente puede re-
Este hecho latarnos que depende cada vez más de anotadores o de su agenda, cosa que
puede llamar a engaño a los familiares y referir que tienen
una muy buena
memoria porque recuerdan muy bien hechos acaecidos hace 20 o 30 años. antes no hacía; se debe tener cuidado en no confundir este hecho con sobrecarga
En por estrés o trabajo.
síndromes amnésicos de moderada entidad puede verse una alteración
del eje
temporal de los recuerdos, el paciente puede ubicar cosas que pasaron
hace
mucho tiempo en el pasado reciente, y viceversa. Semiológicamente Memoria semántica
se debe
insistir sobre la capacidad de recordar hechos recientes.
Como dijimos, está conservada en los síndromes amnésicos orgánicos puros.
Pérdida de objetos de uso frecuente Su compromiso se refleja en olvidos de conocimientos profesionales o técnicos,
dificultades para recordar ingredientes de recetas de cocina o los pasos de un
Como los lentes, las llaves o la billetera: es también un elemento típico del sín- procedimiento administrativo.
drome amnésico orgánico, aunque puede ser algo engañoso; se
debe tener
cuidado de no' confundirlos con olvidos atencionales, como veremos Evaluación neuropsicológica
más
adelante. Con frecuencia la pérdida de objetos de uso común o diario
es uno
de los primeros síntomas, cosa que en general molesta mucho al cónyuge. Las alteraciones del síndrome amnésico orgánico se reflejan en las pruebas de
memoria en dos aspectos: disminución de la cantidad total de material aprendi-
Olvido de donde guarda cosas de importancia do (aplanamiento de la curva de aprendizaje de Rey, descenso en la cantidad
de ítems en el cuento corto o los 20. objetos de Barbizet), y aumento de las
Se relaciona con el elemento anterior, pero va dirigido a objetos de “tasas de olvido. Esta última característica es uno de los marcadores
uso no tan
frecuente, que deben ser manejados con cierto cuidado, y que no se manipulan neuropsicológicos más fiables del síndrome amnésico orgánico. Existen algu-
todos los días (facturas, recibos, documentos, sumas de dinero, joyas). nos matices (mejoramiento con claves semánticas o contextuales, mejor per-
El pa-
ciente lo guarda, en general en un lugar diferente al habitual, y a los formance en el reconocimiento) en los compromisos subcorticales, reflejando
pocos días,
cuando necesita el elemento nuevamente, no logra recordar donde lo puso, probablemente, dificultades en la elaboración de una estrategia para evocar
obli-
gando a una búsqueda en todos los lugares posibles. Muchos pacientes (déficit ejecutivo), más que un trastorno de memoria puro. Se debe dudar de la
logran
reducir estos síntomas con un orden y meticulosidad, estrictos. organicidad de un trastorno de memoria que presenta mejoría («ganancia») en
la evocación diferida.
Reiteratividad (machaconería)
El paciente
Fallas (olvidos) atencionales
pregunta algo, a lo que se le da adecuada respuesta; repite la
misma pregunta a los pocos minutos, reiterando el cuestionamiento
muchas Con mucha frecuencia el paciente relata y siente como «olvidos», trastornos *
veces, sin poder fijar la respuesta y sin recordar que ya lo preguntó.
Esta ca- atencionales. Se ven predominantemente, aunque no exclusivamente, en adul-
racterística está casi siempre presente en los síndromes amnésico
s orgánicos. tos jóvenes. Su presencia.en adultos mayores obliga a extremar el cuidado
semiológico, de manera de no obviar indicadores de síndrome amnésico orgáni-
Olvido de nombres:
co que pudieran mezclarse con los «olvidos» atencionales. Referimos al lector
Es una queja frecuente en adultos mayores. al capítulo 5 para la definición y estudio de los procesos atencionales.
Puede no tener significación clínica
si se encuentra de manera aislada. Sin embargo, sí se asocian otras pequeñas Episodios de «mente en blanco»
dificultades de memoria (pérdida de algunos objetos, olvido de
detalles de he-
chos recientes), puede reflejar el inicio de un síndrome amnésico
orgánico. Los Es la pérdida de la actividad proposicional (dirigida a un fin), por un período de
pacientes reconocen perfectamente a las personas, pero tienen dificultades en tiempo muy breve. En general se resuelve mediante «trayectos inversos», que se
evocar su nombre propio. También tienen problemas en recordar nombres
de medi- pueden cumplir de manera mnésica (recordando de dónde venía y para qué) o di-
camentos que reciben, nombres de actores, actrices y personajes públicos. rectamente física (volviendo al lugar). Este trastorno ocurre ocasionalmente en su-
Memoria jetos normales, sin significación patológica. Lo patológico es la reiteración, con au-
prospectiva
mento de frecuencia e intensidad, situación que molesta y alarma mucho a los pa-
cientes, pudiendo en algunos casos, llevar a invalidarlos. En ocasiones estos episo-
Se debe interrogar al paciente y al familiar, acerca de si recuerda
citas concer- dios de «mente en blanco» se pueden dar en la calle, relatándose como dificultades
tadas, encargos y recados que se le hacen, sin depender de anotadores o listas.
196
Neuropsicología Neuropsicología
Los trastornos de la memoria Los trastornos de la memoria
en la orientación, cuando en realidad no lo son. Los pacientes
que pueden relatar Iniciar una cosa y no terminarla.
no se orientan durante algunos segundos al salir de
un comercio hacia la calle, o
que se pasan una parada al viajar en autobús.
? Aunque también en relación con los anteriores, se ven con más frecuencia en
pacientes con déficit atencional con o sin hiperactividad. Pacientes con falla
«Lagunas» en las conversaciones atencional inician una actividad, de manera más o menos automática (por ej.
poner una caldera en el fuego), se involucran en otra (mirar televisión, leer,
Muy relacionado con el anterior, el paciente pierde el tema
de una o el hilo hablar por teléfono, etc.), y olvidan la primera.
conversación que está manteni endo, especia lmente si es interrumpido. Este Todos estos elementos contorman el síndrome de falla atencional del adulto.
hecho, sumado a otras características de personalidad de los pacient e h Los síntomas son sentidos y relatados por el paciente como trastornos de me-
que se retraigan y eviten la conversación.
AS moria, pero en realidad resultan de una alteración en la administración de los
recursos atencionales. Sus causas pueden ser múltiples, pero en general están
Olvido de cosas que se le dicen.
vinculados a factores afectivos, emocionales, de estrés y sobrecarga. Algunos
pueden verse en el curso de encefalopatías subcorticales y en el déficit atencional
El paciente puede referir que olvida inmediatamen
te cosas que se le dicen, o con o sin hiperactividad. La evolución de estos trastornos en general es con
que no puede retener un número de teléfono el oscilaciones; los pacientes refieren presentar días buenos y días malos, y mu-
tiempo suficiente como ar
marcarlo. No se debe confundir con olvido de hechos chas veces se puede establecer una relación .con el estrés o el estado emocional;
reciente s. Estas alteraci ó
nes son de la memoria a corto plazo, vinculada sobre
todo con la atención o también pueden ser percibidos como progresivos,
Búsqueda infructuosa de cosas.
El testado neuropsicológico
A veces los pacientes se quejan de pérdida de objetos,
pero interrogados con La semiología de la memoria no se agota en el interrogatorio prolijo de estos puntos
cuidado , resulta que los buscan y no logran encontrarlos, a pesar que los tienen anotados. Debe complementarse con la exploración neuropsicológica formal, que
delante, o incluso los llevan puestos (como los lentes, el reloj o el teléfono celu- permita evaluar de manera mensurable los rendimientos del paciente. Remitimos al
lar). Algunos refieren que es «como si no los
vieran». En general, luego de
abandonar la búsqueda, encuentran
lector al capítulo 4 para una descripción y discusión de las pruebas.
accidentalmente el objeto busc ¿
uno de los lugares donde Un elemento muy importante que brinda la exploración neuropsicológica, a
ya habían revisado. o o tener en cuenta frente a un paciente que consulta por trastornos de memoria, a
Episodios de relectura.
pesar de que se dude que cumpla con el perfil de organicidad, es que permite
establece una «línea de base» o corte transversal de los rendimientos del pa-
Pacientes con trastornos atencio ciente. Los rendimientos actuales servirán como estándar para controles futu-
nales pueden referir que leen una página o pá-
rrafo y no recuerdan nada al terminarlo, lo que les ros, teniendo más chances de poder determinar la progresividad o eventual
obliga a releer varias ves mejoría de los trastornos con el tratamiento instituido.
la página. interrogados, algunos reconoc en dificult ades para mantene r la aten. Se puede argumentar, siguiendo a autores de la talla de M. Van der Linden, que
ción sobre una tarea. Este síntoma no se debe confund ir con la dificultad para
recordar textos leídos, que se expresa uno los rendimientos en las pruebas neuropsicométricas pueden no ser fiel reflejo de la
o más días luego de leer un t t
tiene valor como elemento de déficit anterógrado. verdadera significación de esos trastornos, para un individuo dado en su medio na-
eo Y tural y cotidiano. Las exigencias que plantean el entorno, la ocupación y el estilo de
Tendencia a los actos automáticos. vida de cada paciente es lo que realmente grava las dificultades de memoria de un
paciente. Para subsanar este problema se han diseñado pruebas de evaluación
o en el capítulo 5, los procesos automáticos cumplen ecológica de la memoria, aplicables únicamente en entornos altamente especializa-
una importante dos, como el Rivermead Behavioral Memory Test. Este test propone diversas tareas
. go, como característica esencial de estos procesos
mala figura su que intentan ser análogas a las de la actividad mnésica cotidiana (recordar un nom-
puesta en memoria. Esto determina, muchas veces
que algunos pacien- bre de una fotografía, recordar una cita, evocación de un texto, evocación de un
tes se quejen de que realizan actos sin darse cuenta, como guardar cosas en
lugares inapropiados (vasos o repasadores en la trayecto corto, etc), e intenta hacerse en un «medio real» siguiendo recorridos con
heladera), trasponer elemen-
pos (intentar ponerle yerba al termo), distintas «estaciones» en una habitación especialmente diseñada.
etc. Éstos pueden ser entendidos como
a de los actos automáticos, y están emparentados Para la exploración de la memoria en el consultorio y en relación al testado
con los olvidos formal remitimos al lector al capítulo 4.
es, como dejar la llave en la puerta, o no recordar si se cerró el auto
O si se apagó el gas. Todos estos procesos se
hacen de manera tan automatiza-
da que resulta difícil controlarlos si existe otro
contenido mental que en ese Patología de la memoria
momento consuma los recursos atencionales.
Existen múltiples enfermedades que pueden afectar la memoria, desde lesiones
estructurales con efecto de masa hasta afecciones neurodegenerativas. La for-
198 199
Neuropsicología
Los trastornos de la memoria Neuropsicología
Los trastornos de la memoria
200
201
Neuropsicología Neuropsicología
Los trastornos de la memoria > Los trastornos de la memoria
El efecto sobre la memoria del midazolam y triazolam parece independiente del efecto
Amnesia transitoria conmocional (postraumática) sedante o hipnótico, actuando probablemente sobre receptores omega 2. El propotol,
sustancia utilizada como anestésico, también provoca una laguna amnésica.
Clínicamente es similar a una amnesia global transitoria pero con un antece- Los anticolinérgicos de acción-central dan lugar a trastornos de memoria limita-
dente traumático, en general leve. Dura pocos minutos u horas, y puede ser dos en el tiempo (laguna amnésica). Las alteraciones de la de memoria secundarias
considerado una forma menor de amnesia postraumática. Muchas veces no tie- a la administración de anticolinérgicos centrales en voluntarios sanos, han sido uti-
ne pérdida de conocimiento, dándose especialmente en varones jóvenes duran- lizado experimentalmente como modelo de trastorno de memoria orgánico, y dio la
te la práctica de deportes de contacto o de riesgo. En estos casos, muchas ve- base racional en la década de 1970 para iniciar la búsqueda de un vínculo entre el
ces el deportista puede seguir con la práctica eupráxica del deporte y su estado sistema colinérgico (núcleo basal de Meynert y sus proyecciones corticales) y la
cognitivo pasa desapercibido. Desde el punto de vista médico, esta situación memoria. Se debe tener en cuenta que numerosas drogas, más allá de su función
está contraindicada por el riesgo del síndrome del segundo impacto (second específica, tienen actividad anticolinérgica intrínseca en su molécula, y pueden pro-
impact syndrome). En pacientes que cursan la recuperación de una amnesia vocar o aumentar los trastornos de memoria en un paciente dado. Tienen especial
transitoria conmocional, un nuevo traumatismo craneoencefálico puede desen- importancia los antidepresivos tricíclicos, la medicación gastrointestinal que frecuen-
cadenar fenómenos de edema cerebral que lleven a un estado de hipertensión temente es autoindicada (antiespasmódicos), los anticolinérgicos centrales utiliza-
arterial, probablemente por alteraciones en la autorregulación neurovascular. dos en la enfermedad de Parkinson y para compensar el efecto parkinsonógeno de
los neurolépticos, la digoxina, y algunos neurolépticos (tioridazina). Se debe recor-
Blackouts (palimpsestos) alcohólicos dar que los anticolinérgicos aparecen naturalmente en muchas especies vegeta-
les, y que pueden verse efectos anticolinérgicos luego del consumo de algunas
En alcohólicos crónicos, la ingesta masiva de alcohol puede desencadenar una variedades (por ej. hongos). Si bien esta situación es poco frecuente en la clínica,
falla transitoria del sistema límbico-hipocámpico, con episodios de amnesia debe ser considerada a la hora de realizar planteos diagnósticos sobre una laguna
anterógrada masiva fundamentalmente. Durante el episodio tos pacientes man- amnésica.
tienen una actividad completamente eupráxica (con frecuencia sus compañeros
de beberaje no lo notan), pero al otro día no recuerdan cómo llegaron a su casa, Eventos isquémicos transitorios (AlTs)
qué sucedió mientras bebían, si pagaron o no lo que consumieron, etc. Even-
tualmente, los episodios peden reiterarse en ocasión de consumos importantes, Si bien teóricamente posibles, no ha sido demostrado más allá de toda duda,
y la laguna amnésica del episodio es típica. que eventos isquémicos transitorios (AlTs) del sector posterior den un trastorno
de memoria aislado y transitorio. De ser este el caso, debiera ser por compro-
La terapia electroconvulsiva miso bilateral de la vascularización de las cortezas temporales mesiales.
Provoca un síndrome amnésico orgánico típico, que se resuelve en pocas horas Formas de instalación aguda o rápida y de duración persistente
o días. El paciente puede tener una laguna amnésica, más o menos incompleta,
del período en el cual estuvo internado, sometido a una serie de estos trata- Estas son patologías de instalación aguda o subaguda que, luego de su resolu-
mientos, con dificultad para recordar otros tratamientos recibidos, visitas, per- ción, dejan una secuela mnésica, evidente clínicamente o en el testado.
sonal de enfermería, etc. Muchas veces esta situación angustia al paciente.
Amnesia postraumática
El sindrome confusional y los estados postictales
Es una de las formas más frecuentemente encontradas en la clínica. En general
No son afecciones primarias de la memoria pero con frecuencia dejan como es secundaria a accidentes de tránsito, pero también puede verse por violencia
secuela lagunas amnésicas del período, las que se pueden prestar a diagnósti- interpersonal. Siempre existen amnesia retrógrada y amnesia anterógrada. En
co diferencial con las entidades discutidas. debe hacer el esfuerzo de establecer el componente retrógrado:
la consulta se
de manera casi característica, el traumatizado no recuerda la situación del acci-
Medicamentos
dente. Se debe tratar de establecer cuál es el último recuerdo que tiene (al salir
de un lugar, un cruce, la mañana o el día anterior al traumatismo, etc) para
Algunos tipos de fármacos, especialmente las benzodiacepinas hipnóticas de rápida definir el período de la amnesia retrógrada. La finalización de la amnesia
acción, como el midazolam y el triazolam, provocan una importante amnesia anterógrada puede ser relatada por el paciente como «que se dio cuenta» que
anterógrada luego de ser administradas (si el paciente .no se duerme), la cual es
estaba en el CTI, en la sala general o en su domicilio. Las secuelas mnésicas
transitoria y remite al metabolizarse la droga. Si el paciente no se durmió, va a man- entidad, desde leves trastornos de memoria solo eviden-
pueden ser de variada
tener una laguna amnésica importante que comprende el período de acción de la amnésico orgánico masivo con «olvido a me-
tes al testado, hasta un síndrome
droga. Este efecto es utilizado muchas veces con fines terapéuticos en procedi- en el cual el paciente es incapaz de incorporar nuevos conocimientos
dida»,
mientos cruentos (maniobras quirúrgicas sin anestesia general, endoscopías, etc.). El trastorno mnésico por lo general no es la única secuela en el
declarativos.
202 203
Neuropsicología Neuropsicología
Los trastornos de la memoria Los trastornos de la memoria
paciente traumatizado, con frecuencia se suman déficits ejecutivos, afasias, periacueductal, suelo del IV ventrículo, núcleos vestibulares, y vermis cerebeloso.
etc. En el caso del síndrome de Korsakoff, el patrón lesional es el mismo, sumando
El mecanismo lesional en estas situaciones es la lesión axonal difusa, que daño en los núcleos dorsomedianos del tálamo. Evidencia reciente sugiere
compromete especialmente el cuerpo calloso y otras estructuras de línea media que el circuito que involucra los cuerpos mamilares, el haz mamilotalámico y el
(como el trígono y sus componentes, que tienen especial importancia en el sis- tálamo anterior, serían críticos para el desarrollo de los trastornos de memoria.
tema límbico-hipocámpico), la sustancia blanca parasagital, el septum Se discute el papel del núcleo anterior del tálamo, al igual que la: relación
interventricular las paredes del Il ventrículo, y el tronco cerébral rostral. Las fisiopatogénica entre estas lesiones y la depleción de tiamina.
lesiones son inicialmente microhemorrágicas, luego se hacen quísticas, y final-
mente se pierden las fibras lesionadas; llevando a un estado de atrofia cerebral Encefalitis herpética .
(en los estudios de imagen), a claro predominio central.
El agente causal, el virus del herpes simple tipo |, llega al sistema nervioso
Alcohólico carencial - Encefalopatía de Wernicke - Korsakoff central a través del contacto con secreciones respiratorias infectadas o saliva,
probablemente a través de a través del nervio olfatorio, hasta sectores límbicos,
Si bien el trastorno mnésico típico es conocido como síndrome de Korsakotf, el o por reactivación de un herpes latente en el ganglio de Gasser. Se presenta
cuadro se inicia prácticamente siempre por un estado conocido como con síndrome de encefalitis desde el inicio, básicamente con fiebre, cefalea,
encefalopatía de Wernicke (o de Gayet-Wernicke), el cual debe ser conocido e síndrome confusional y crisis epilépticas, pudiendo llevar al coma. El diagnósti-
identificado, dado que, en algunos casos puede evitarse la encefalopatía secuelar co clínico es difícil en las etapas iniciales. La neuroimagen muestra compromi-
con un tratamiento adecuado. so edematoso y hemorrágico, con efecto de masa en áreas temporales
bilateralmente. Si no es tratada es mortal en el más del 70% de los casos, y del
se Encefalopatía de Gayet-Wernicke 30% sobreviviente, solo se pueden reintegrar a sus tareas el 2,5%. Con el trata-
miento con aciclovir la mortalidad desciende al 20%, y un 40% de los pacientes
Es un cuadro de instalación rápida con ataxia, estado confusional severo, tras- presentan un funcionamiento normal luego del episodio. En un alto porcentaje
tornos oculomotores variados (parálisis del VI par craneal bilateral y asimétrica, se observan como secuela en la recuperación, severos trastornos mnésicos con
parálisis conjugada de la mirada, compromiso de la verticalidad, etc) y nistagmus perfil korskoideo. En general se trata de amnesias muy densas, que tornan al
casi siempre, que se da en un paciente alcoholista severo de larga data, en paciente completamente dependiente. Desde el punto de vista neuropatológico
general disalimentado, que puede evolucionar al coma. La causa es el déficit de se observa necrosis hemorrágica de sectores inferiores e internos de ambos
tiamina, que puede ser espontáneo o provocado (iatrogénico), por ej. por la ad- lóbulos temporales, que explica los trastornos de memoria. También hay com-
ministración de suero glucosado sin adición de tiamina a un paciente alcohólico, promiso de sectores orbitales del lóbulo frontal. El tratamiento debe ser precoz,
dado que el metabolismo de la glucosa consume las reservas de tiamina. Los con aciclovir ¡.v. 10 mg/kg cada 8h durante 10 a 14 días.
trastornos oculomotores regresan prácticamente siempre una vez eliminado el
alcohol y cumplido el tratamiento con tiamina (100 mg/día ¡.m por 5 días; luego
Vasculares
2 semanas v.o). La ataxia persiste en un 40% de los casos. Los trastornos de
memoria quedan como secuela en el 70 a 80% de los casos, aunque.son Me-
Bajo este subtítulo agrupamos un conjunto de enfermedades que tienen en co-
nores las chances de que persistan si el tratamiento con tiamina fue instituido
mún el origen de los trastornos de memoria en alguna lesión vinculada con el
a tiempo. :
árbol vascular encefálico. Se puede observar un síndrome amnésico de variada
entidad, desde leves trastornos hasta compromisos severos con perfil
se Síndrome de Korsakoff
korsakoideo, como secuela de una hemorragia subaracnoidea del complejo ce-
rebral-comunicante anterior, probablemente secundaria al compromiso de ra-
Fue descrito inicialmente como psicosis polineurítica, aludiendo al componente
mos recurrentes hacia el prosencéfalo basal, que comprometan los sectores más
neuropsicológico y a la frecuente polineuropatía alcohólica que presentaban estos
anteriores del sistema limbico-hipocámpico (infarto frontal órbito-medial, infar-
pacientes. Los pacientes presentan una amnesia anterógrada masiva, una im-
to de los cuerpos mamilares. o de otros sectores límbicos). Los infartos de la
portante amnesia retrógrada (que puede llegar hasta los años iniciales de su
arteria cerebral posterior, especialmente en el territorio del pedículo retromamilar
juventud), y con frecuencia (aunque no siempre) se observan fabulaciones y
(interpeduncular profundo), con compromiso del tálamo de manera bilateral (nú-
falsos reconocimientos. El paciente presenta una anosognosia casi total, mos-
cleos dorsomedianos), va a dar un cuadro con importante amnesia al cual se
trándose poco o nada preocupado por su déficit. Adicionalmente pueden existir
pueden sumar trastornos oculomotores. El infarto bilateral de la cara inferior
algunas fallas en la memoria semántica, déficits visuoperceptivos y alteracio-
de los lóbulos temporales e hipocampo es una situación relativamente rara
nes en la capacidad de resolución de problemas, pero de mucha menor entidad
que da un cuadro complejo con amnesia, ceguera cortical, trastornos de la
que el síndrome amnésico. Desde el punto de vista neuropatológico, en la
visión de colores, fenómenos agnósicos diversos, simultagnosia, afasia y alexia.
encefalopatía de Gayet-Wernicke se observan lesiones, en general hemorrágicas,
Ocurre por oclusión del tronco basilar o infarto bilateral de ambas cerebrales
en los cuerpos mamilares, regiones paraventriculares, tálamo, región
204 205
Neuropsicología Neuropsicología
Los trastornos de la memoria Los trastornos de la memoria
posteriores. Un caso particular puede ser la llamada demencia post-stroke,
que son trastornos de memoria y elementos demenciales que aparecen pocas Simulación
semanas luego del stroke. También se pueden considerar dentro de la patología
vascular a las secuelas post-paro cardiorrespiratorio y las secuelas La simulación (malingering) debe ser considerada, a pesar de que muchas
postanóxicas (intoxicación por monoxido de carbono, asfixia), que producen veces es muy difícil de dilucidar. En general se persigue un objetivo secundario,
una necrosis laminar cortical y marcada pérdida celular en hipocampo. usualmente económico. Se deben conocer muy bien las características clínicas
del síndrome amnésico orgánico para tratar de identificar desviaciones incon-
gruentes del mismo e inconsistencias en el testado neuropsicológico.
Amnesias psicógenas
Si bien existen muchas formas de amnesias psicógenas o funcionales (remiti-
mos al lector al capítulo 17), una de las presentaciones más frecuentes es la
instalación brusca luego de un evento potencialmente traumático, que deja
una secuela pretendidamente mnésica.
Lesiones postquirúrgicas Referencias
Como secuela de cirugía de la epilepsia, en los intentos de resección de 1. Biller J, editor. Practical Neurology. 1%. New York: Lippincot-Raven; 1997.
sectores de esclerosis mesial temporal, pueden aparecer trastornos de
memoria, especialmente si la ablación es extensa y compromete otros sectores 2. Codina-Puiggros A, editor. Tratado de neurología. 1* edición. Madrid
del lóbulo temporal. Pueden verse déficits específicos de acuerdo al lado (España): Ediciones ELA; 1994.
comprometido, amnesia verbal si se trata del lóbulo temporal izquierdo o
amnesia visuo-espacial si se trata del lóbulo temporal derecho. Uno de los 3. Dalmás F, editor. La memoria desde la neuropsicología. 1* edición.
casos más famosos y de los que más ha enseñado sobre la neuropsicología de Montevideo: Rocaviva; 1993.
la memoria (eri base a los trabajos de Scoville y Brenda Milner), el caso HM,
tue secundario a una resección temporal bilateral por crisis epilépticas 4. Mesulam MM. Principles of behavioral and cognitive neurology. 2” ed. Oxford:
refractarias. : University Press; 2000.
Formas de instalación crónica 5. Micheli, Asconapé, Fernández Pardal, Biller, editores. Tratado de neurología
clínica. 1? edición. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana; 2002.
Patología demencial
Se engloban en este epígrate afecciones que se inician en general de manera
insidiosa, que no presentan al comienzo un cuadro clínico completo, y que en
una evolución más o menos larga de acuerdo a la patología, van desarrollando
las caracteristicas clínicas de un síndrome amnésico orgánico. Se cuentan
dentro de estas patologías la enfermedad de Alzheimer, la entermedad por
cuerpos de Lewy difusos, las distintas formas de demencias vasculares, la
hidrocefalia normotensiva, la enfermedad de Parkinson, y otras. El déficit
cognitivo leve es una situación clínica identificada: hace pocos años,
caracterizada por un síndrome amnésico orgánico puro, que es entendida como
un potencial riesgo para el desarrollo de alguna forma de encefalopatía en los
años próximos. Remitimos al lector a los capítulos específicos que tratan estas
entidades.
Patología tumoral
Procesos expansivos intracraneales con topografías particulares, especialmente de
línea media posterior, donde comprometen o distorsionan componentes neuroanatómicos
del sistema límbico-hipocámpico, pueden cursar con trastornos de memoria.
206 207
N dada dUdadddd
Capítulo 29
daaA
l y modelos
Anatomía funcional del córtex prefronta
ky
Pablo Reyes Sánchez | Andrea Slachevs
MI
riores.
áreas más ante- rende las
Anatómicamente se localiza en las 3. Un sector heteromodal que comp
a la corteza anterior
riores y rostrales del cerebro, anterior áreas 9, 10, 45, 46, 47 y la porc ión
Un adecua-
motora y premotora en el lóbulo frontal. de las áreas 11 y 12.
e re
lmente
y experimental El CPF puede dividirse anátomo-funciona
tan dar cuenta de la evidencia clínica (CPF DL) y el
previo a su pr
Qi Tre-
en dos regiones: el CPF dorsolateral
acumulada hasta ahora, por lo que por
E orbitofrontal (OBF), éste último constituido
la de
sa) y subco r-
memoria y mecanismos de recompen
330
Pablo Reyes Sánchez | Andrea
Slachevsky
ticales como los núcleos gris
es centrales (esp
ecial-
mente el núcleo caudado, acc ción al entorno y las con
umbens y globo pálido secuencias que las
accio-
ventral y medial). Cada región nes realizadas podrían tene
posee un patrón de r para el individuo. Sin
conectiv idad único pero el CPF sería la respuesta más fue
parcialmente superpuesto rtemen
te asociada
a a un estímulo (preponderan
la otra, sugiriendo cierto grado te hasta ése momento)
de especialización. y Tepresentada como una
El CPFV recibe aferencias pro determinada vía neural,
venientes del
tron- la que predominaría. De
co encefálico y el diencéfalo no existir previamente
que permiten integrar respuesta, el comportamiento una
información sobre el medio sería errático, deter-
interno, el nivel de aler-
ta, estado motivacional y las minand o el comportamiento impuls
manifestaciones neuro- ivo, inapro piado
vegetativas emocionales (am y desorganizado que caracter
igdala). Además, gra- iza a los pacientes con
cias a sus conexiones con estr lesiones frontales.
ucturas corticales tem-
porales ha sido involucrado en El CPF es crítico en situacion
funciones mnésicas es en que los estí-
(hipocampo) y con el procesami mulos sensoriales, los pensam
ento visual comple- ientos y las acciones
jo (córtex de asociación temporal están débilmente asociadas
). Por otra parte, el o cambian rápidamen-
CPFDL y especialmente el área te, siendo necesario conocer
46 posee conexiones previamente las «reglas
recíprocas con regiones cerebral del juego» para considerarla
es involucradas con s en conjunto con los
el control motor (ganglios de objetivos internos y ponderar
la base, área moto- el significado que tie-
rasuplementaria, córtex premot nen para alcanzar los objetivo
or, campos oculares s trazados. El CPF par-
frontales (F8), corteza cin ticipa en
estas instancias como sust
gulada rostral, cerebeloy rato del proce-
coliculos Superiores), en el samiento multidimensiona
control del rendimiento l de variables cognitivas,
(corteza cingulada) y en el pro temporales, afectivas y motiva
cesamiento complejo cionales para la selec-
de estímulos sensitivos (córtex ción de conductas coherente
de asociación parie- s con el medio externo
tal y temporal) [3]. El CPFDL e interno,
se encuentra más ín-
timamente conectado con área
s sensoriales y recibe 29.3 ¿Cómo ha sido explic
información principalmente som ado el papel del
atosensorial, visual
y auditiva desde la corteza occi
pital, temporal y pa-
CPF en la adaptación del
rietal, respectivamente. Á
su vez, existe una extensa
comportamiento?
red de conexiones entre el
CPFDLI y OBF que cola- Una interesante aproximac
bora en la distribución, inte ión a la función e im-
rcambio, coordinación portancia del CPF en el control
y regulación de la informaci
ón requerida para or- del comportamiento
questar funciones tan comple es a través de la experiencia
jas como el comporta- obtenida tras lesiones
casuales o provocadas, que
miento adaptativo. Esta exte dan cuenta de su rol eje-
nsa red de conexiones cutivo por sobre el operacional. Las
con estructuras subcorticales lesiones
del CPF
y corticales posterig- se traducen en un trasto
res es bidireccional, de for rno de la adaptación «rel
ma Que en gran medida tiva», en la cual no existe una a-
las aferencias del CPF son tam respuesta correcta o
bién eferencias sobre incorrecta en forma absolu
las que el CPF ejerce regulaci ta; sino que la respuesta
ón de tipo top-down apropiada depende del
influenciando su actividad. contexto externo e interno
Es esta extensa red de del sujeto. Los individuos
conexiones la que permite que sufren lesiones en el
comprender la función CPF tienen dificultad para
integradora multimodal Prop evaluar, clasificar y con-
ia de cortezas hetero- frontar sus prioridades en
modales emprendida por el relación a las contingen-
CPE cias externas, para deci
La función del CPF se relacion dir y ejecutar la acción co-
a con la ejecución rrecta o de mayor ventaja
en un amplio sentido; desde adaptativa. En esta línea
actos motores que in- se ha observado que las
volucran al sistema esquelético lesiones en el CPF no pro-
y ocular, el habla, ducen déficits «fijos» como
la expresión emocional y el son trastornos sensitivos,
control visceral a accio- motores, amnesia o afasia,
nes «mentales» y «internas», sino trastorno s variables
entre las cuales destaca que se expresan como un
el razonamiento. Si bien el resurgimiento de compor-
CPF posee un rol funda- tamientos propios de est
mentalmente ejecutivo requ adios más primitivos, pre-
iere de otras estructuras Ponderantes en etapas más
corticales y subcorticales para tempranas del desarro-
la implementación de llo de la integración neuron
los planes de acción [4]. al caracterizados por la
En concordancia con el inflexibilidad en la asocia
rol del CPF en el CC, ción entre un estímulo
las lesiones de estaregión Una respuesta, la falta de y
se traducen en una sintomato sensibilidad a señales pro-
logía Polimorfa, mar- venientes del medio intern
cada por déficits cognitivos o y la impermeabilidad a
y del comportamiento. modificaciones fruto del
El conjunto de estas manife contexto inmediato o la ex-
staciones clínicas pue- Pperiencia (contexto tempor
den interpretarse como tras al). Este tipo de compor-
tornos de la adaptación tamiento, visto sólo Ocasio
y de la autorregulación. En nalmente en individuos
otras palabras, las lesio- sanos fue categorizado en
nes frontales se traducen en dos síndromes frontales:
una disminución de la
capacidad de modificar el com 1. El síndrome de desinh
portamiento en rela- ibición.
cad
y MauBas
4)
0)
An tomía funcional del córtex prefronial
qu
os modelos hasta ahora descritos tienen limitacio-
2. El síndrome frontal abúlico.
lo no especifican cuales son los pro-
Son un buen ejemplo de lo que ue intervienen en el control de las acciones,
tiva de M.M. Mesulam constituye el tipo de información es relevante. La mayo-
to según el «modo por defecto», como una vi8 di los modelos proveen predicciones especificas
recta para gatillar una respuesta automatica y rece que permiten testear su posición y aunque todos los
modelos propuestos se apoyan en algún grado sobre
comportamiento o interpretaciones alterna la evidencia proveniente de las neurociencias cogni-
tán minimizadas y no dan espacio a la elec ni
tivas, no existe hasta aquí una teoría que explique
a la improvisación. En términos temporales el mo- en forma coherente, tomando en cuenta la eviden-
do por defecto está restringido al espacio actual, sin cia acumulada, el rol del CPF en el control cognitivo
mayores perspectivas del futuro ni conciencia de la [6].
experiencia aportada por episodios pasados. De esta
forma respuestas repetitivas fuertemente asociadas 29.4.1. Teorías basadas en la memoria de
a un estímulo particular son las que prevalecen in- trabajo
dependientemente del contexto inmediato en que se
Memoria de trabajo (Allan Baddeley)
produzcan. Así, el modo por defecto no deja espacio
para la previsión, la proyección, ni para la modifica- Entre las primeras teorías sobre el funciona-
ción en función del contexto externo o de la expe- miento del CPF se encuentra la desarrollada por
riencia. Aunque el modo por defecto es más conspi- Alan Baddeley quien presenta a la memoria de cor-
cuo en especies menos evolucionadas permanece en to plazo como un sistema independiente y relevante
forma latente en el sistema nervioso central de es- diferenciable del sistema de memoria de largo pla-
pecies más evolucionadas. La función principal del zo. De esta manera propone el concepto de memo-
CPF sería suprimir y trascender este modo primiti- ria de trabajo como parte de la memoria de corto
vo de respuesta posibilitando la generación de res- plazo, dando cuenta de ciertas propiedades como la
puestas flexibles y contingentes. Según el modelo la mantención temporal y manipulación de la informa-
influencia del CPF se manifestaría a través de sus ción, el razonamiento y el aprendizaje. Este sistema
funciones nucleares, a saber: de capacidad limitada provee una interfaz entre la
1. Memoria de trabajo. percepción, la acción y la memoria a largo plazo.
La memoria de trabajo se compone de un sis-
2. Inhibición de la distractibilidad, de la perseve-
tema principal, el administrador central y dos sis-
ración y de la satisfacción inmediata.
temas «esclavos» de funcionamiento independiente:
3. Búsqueda activa de la novedad; iv) significa- el bucle visuoespacial y el bucle fonológico, encar-
ción emocional.
gados de mantener la información de naturaleza vi-
4. Codificación del contexto, toma de perspecti- sual y verbal. El administrador central se encarga
va y comprensión de los otros. del control atencional de la memoria de trabajo, su-
Estos últimos procesos permiten pasar de una pervisando el funcionamiento y coordinando a los
asociación estímulo-respuesta inflexible a una aso- sistemas esclavos en la mantención de la informa-
ciación estímulo-respuesta flexible que caracteriza ción, y controla la ejecución de las etapas que se
el comportamiento humano [1]. Diversos modelos requieren para ejecutar la tarea. Más recientemen-
teóricos explican como el CPF permite trascender el te Baddeley incorpora un tercer sistema esclavo: el
modo por defecto. A continuación, revisaremos los «tampón episódico», que constituye una interfaz en-
principales modelos propuestos a la fecha. tre la memoria de trabajo y la memoria a largo plazo
al
29.4 Modelos de funcionamiento del CPF Con respecto a los sustratos neurofisiológicos del
sistema el bucle fonológico estaría situado entre la
El estudio de la fisiología del CPF es dificil por
corteza témporo-parietal izquierda y las regiones
razones teóricas, experimentales y clínicas. La au-
frontal izquierda anteriores (área de Wernicke y de
sencia de paradigmas experimentales para el estu-
«memoria de tra- Broca respectivamente), su función principal sería
dio de conceptos teóricos como
implementar la selección mediante repetición silen-
bajo», «control cognitivo» o «sistema de supervisión
ciosa («rehearsal») y el almacenamiento de la infor-
atencional» han limitado las investigaciones sobre la
mación verbal. Por otra parte el bucle visuoespacial
organización funcional del córtex prefrontal [5]. Es-
se implementaría sobre áreas frontales y parietales
pecíficamente la organización funcional del CPEL y
del hemisferio derecho. El administrador central se
su arquitectura es poco conocida. Esto permite com-
encontraría en el CPF [8].
prender el por qué de la proliferación de modelos
que intentan explicar la intervención del córtex pre-
frontal en el control de las acciones. Sin embargo,
332
Pablo Reyes
Memoria de trab Sánchez | Andrea Slac
ajo (Patricia Go hevsiy
ldman-Rakic) =
Teorías basada
s en el contro
aten l
cional
EEES
los objetivos
buscados [16]
al CPF no so . Estas t
lamente en
la selección
A A
información Pe ción temporal teoría Presenta
rtinente a 1d1 de la da por Luria
las regiones Ve ta re a en Curso, ticipación del que sist
ntrolaterales y siendo CPE en la adap
el sustrato de dorsolaterales miento al desc tación d
dos niveles del CPF omponer la el
de la Informació distintos de tr mientos en Cu ab oración de
n. La parte atamiento atro et
apas:
teral estaría relaci l. Análisis de
onada co los datos inic
Ze Elaboració iales.
n de
3. Ejecución
del Programa.
4, Confrontac
ión d el result
ciales.
ado con los datos
ini-
A
| Mila
Ú UNA
333
Anatomía funcional del córtex prefrontal y modelos
A
HAY
y
Base de datos/ Estructuras de
Gatillo joa
p]
bien conocidas. El segundo nivel corresponde a un contrario los pacientes con lesiones posteriores ob-
sistema de supervisión atencional que participaría tenían rendimientos normales en ambas tareas [20].
durante el desempeño en situaciones no rutinarias Duncan sugirió que la inteligencia fluida está
(nuevas o de mayor complejidad) como en el caso fuertemente ligada a la capacidad de seleccionar
de toma de decisiones, planificación, o la corrección un comportamiento tomando en cuenta un objetivo
de errores [18] (véase figura 29.1).
particular y es así como los pacientes prefrontales
El SSA implementa el control y organización de que tienen una inteligencia fluida alterada tendrían
esquemas de acción y estaría implicado en nume- una incapacidad para seleccionar las etapas que per-
rosos procesos como la memoria de trabajo, la ge- mitan cumplir un objetivo, a pesar de comprender y
neración espontánea de esquemas de acción, esta- recordarlo [21]. Esto sugiere que las redes neurona-
blecimiento de un objetivo, memoria episódica y la les del CPF se involucran en la ejecución de tareas
gestión de situaciones en que se requiere realizar que requieren la selección de un comportamiento
más de una tarea al mismo tiempo. El sustrato neu- adecuado para la lograr un objetivo y propone co-
ral del SSA sería el CPF y cada componente residiría mo principio fundamental del funcionamiento del
en regiones prefrontales distintas [19]. Uno de los CPF lateral la codificación adaptativa por medio de
problemas de esta teoría es que no define cómo se la cual las neuronas adaptarían su actividad para co-
llevan a cabo las funciones elementales por las dife- dificar la información pertinente al objetivo actual.
rentes regiones del CPF ni orienta sobre la ubicación Así, el CPF lateral codificaría a cada instante una re-
de sus subcomponentes. presentación de los estímulos, de las acciones, las
recompensas y otros tipos de información pertinen-
Teorías basadas en el control atencional (John te que servirían al control de otras áreas cerebra-
Duncan) les [22]. Esta teoría, apoyada por evidencia de re-
John Duncan propuso la codificación adaptativa, gistros electrofisiológicos en monos implica que no
fundamentada en la participación del CPF durante existe especialización funcional absoluta en el CPE
el desempeño en test psicométricos de inteligencia sino más bien una especialización relativa de forma
A
y la actividad neuronal registrada en monos durante que algunas neuronas del CPF poseen una actividad
la ejecución de diferentes tareas, «preferencial» en relación a ciertos tipos de informa-
Las mediciones de inteligencia desarrolladas a ción, preservando la capacidad de representar otros
comienzos del siglo veinte sugirieron una correla- cuando esto se requiera, rechazando la especializa-
ción entre el rendimiento en pruebas de inteligen- ción funcional absoluta en el seno del CPF lateral
cia y una fuente única de variabilidad llamada «in- [23]. Esta visión es concordante con resultados de
mas at
teligencia general» que comprende dos factores: la imaginería que muestran que al aumentar la dermnan-
«inteligencia cristalizada» y la «inteligencia fluida». da cognitiva durante una tarea aumenta también la
.+ mame
Duncan observó que los pacientes con lesiones en cantidad de tejido prefrontal activado [24,25]. La
el CPF obtenían puntajes dentro de rangos norma- adaptabilidad intrínseca y la especialización relati-
les en las tareas de inteligencia clásica (WAIS), pe- va de este grupo neuronal permitirían que en caso
OS
ro anormales en los de inteligencia fluida, y por el de pérdida de neuronas, su función «preferida» pue-
da ser asumida por otros grupos neuronales, expli-
A—
cando la plasticidad cerebral observada en casos de cluye la información proveniente de eventos pasa-
pacientes con lesiones en el CPF que se recuperan dos como instrucciones y ensayos anteriores. Una
en corto plazo de los déficits. Esta teoría propone al vez iniciada una tarea, el proceso de control cog-
CPF como una red que se adapta para involucrarse nitivo seleccionaría entre un grupo de representa-
en la resolución de problemas [22]. ciones aquella más adecuada para el cumplimiento
Teoría de la «selección atencional» (Richard del objetivo, Para su funcionamiento, se requiere de
Passingham) un sistema de detección de conflicto inducido por la
competición entre diferentes representaciones que
La teoría de la «selección atencional» de Richard estaría representado por la parte más dorsal del CPF
Passingham distingue dos procesos dentro de la me- medial [4].
moria de trabajo:
1. La mantención en la memoria de corto plazo
29,4.3. Teorías de control temporal y
de la información perceptual que involucraría jerárquico
áreas posteriores del CPF (AB 8). Las teorías expuestas anteriormente, basadas en
2. La «selección atencional» que involucraría las el control atencional proponen que el CPF lateral
regiones más anteriores del CPF lateral (área selecciona las representaciones pertinentes en fun-
46). ción del objetivo. Sin embargo, en la vida cotidia-
na nuestros objetivos principales pueden subdividir-
La «selección atencional» involucra la selección
se en sub-objetivos contingentes y otros pueden ser
de información entre otras mantenidas en la memo-
separados en secuencias de tareas dependiendo del
ria de corto plazo y la selección de un acto motor
contexto en que se presentan. Las teorías que se pre-
entre muchos posibles. Involucra en la selección de
sentan a continuación plantean una organización je-
la información a las áreas más anteriores del CPF
rárquica dentro del CPF lateral, donde cada una de
y en la selección de actos motores a las áreas pre-
las representaciones seleccionaría aquellas del nivel
motoras y regiones más posteriores del CPF lateral
inferior.
[26]. Este modelo de selección atencional permite
explicar los resultados de experiencias en primates Planificación y generación de scripts (Jordan Grafman)
con lesiones en el CPF que muestran un menor ren-
La teoría de Grafman de «planificación y gene-
dimiento en tareas que involucran retardo entre la ración de scripts» propone que las representaciones
presentación del estímulo y la elección de una res- contingentes a un comportamiento dirigido por ob-
puesta [27]. Según esta teoría, los primates serían jetivos serían almacenadas en el CPF en forma de
capaces de mantener la información relativa al lu- «complejos de eventos estructurados» (CEE), defi-
gar dónde se encuentra la comida, pero no seríar' niendo un CEE como un conjunto de eventos con
capaces de seleccionar entre todos los sitios el últi-
una secuencia particular, que forman parte de un
mo lugar donde se encontraba. Esta teoría involucra
comportamiento orientado a un objetivo. Un objeti-
al CPF en la evaluación de posibles alternativas y en vo puede contener numerosos CEE organizados de
la utilización prospectiva de la información senso-
forma jerárquica, encontrándose en los niveles más
rial en la organización del comportamiento más que
altos los episodios globales y en los niveles más ba-
en la mantención de la información sensorial [26].
jos los esquemas de acción más simples que pueden
Teorías basadas en el control atencional (Earl Millery estar ligados a muchos episodios. Los CEE podrían
Jonathan Cohen) desarrollarse en el curso del aprendizaje y la expe-
Earl Miller y Jonathan Cohen propusieron un riencia del ser humano, de forma que en las pri-
mecanismo por el cual el CPF lleva a cabo el control meras etapas se organizarían los CEE de bajo ni-
AMO AA
cognitivo (capacidad de orquestar los pensamientos vel y a través del tiempo se desarrollarían esque-
y las acciones de acuerdo a los objetivos). El CPF mas más complejos hasta elaborar esquemas globa-
lateral se encargaría de la mantención activa de es- les abstractos que permiten la selección adaptativa y
dt
los medios para lograrlo. Las neuronas del CPF pro- de un CEE puede favorecer la activación de aquellos
ducirían las señales que influenciarían la activación que han sido activados en forma conjunta en el pa-
de representaciones en otras regiones del cerebro, sado, construyendo una red asociada a un contexto
que favorece la selección de comportamientos apro-
afectando no sólo el tratamiento de visual, sino tam-
bién otras modalidades sensoriales, los sistemas res- piados. Esta teoría da cuenta de los déficits de los
pacientes con lesiones en el CPF en la generación
ponsables de la ejecución de las respuestas, de la
y ejecución proponiendo que éstos déficits se debe-
II
o E
E]
pasado
Controle
ramificaciones
—
1
¡
|
,
actual
MN Control
; So Control
; Contexto contextual
i
|
l Control
PI «sensorial
! Estímulo. si
¡
i
—+
'
Eventos Estímulo y Acción
>
pasados
HEMPO
contexto
LULA
Estos diferentes niveles de tratamiento
1. En la base de esta cascada se encu
entra el con- reciben
información sobre los estímulos desd
trol sensorial, asociado al córtex prem e las regiones
otor e asociativas posteriores. Así, las regi
implicado en la selección de acciones ones prefronta-
motoras les reciben información sobre el estí
en respuestas a estímulos. mulo y su con-
texto externo, y sobre los episodios
2. Más rostral, las regiones caudales temporales en
del CPFL los que se presenta el estímulo. Teniendo
(áreas 9/44/45 de Brodmanmn) están en cuenta
implica- las conexiones anatómicas del CPE
das en el control contextual, es decir el modelo postu-
en la ac- la una cascada de control que va desd
tivación de representaciones premotoras, e las regiones
las anteriores a las regiones posterio
LA
asociaciones estímulos-respuestas, en res del CPFL, es-
función tando estas últimas regiones bajo el
de las señales contextuales perceptivas control de las
eme +
se
es decir en la activación de las representacio- coordinan en subregiones del CPE En otros
térmi-
nes caudales antes mencionadas (las tareas o nos, explica el rol del CPFL en el control cogni
tivo
conjunto coherente de asociaciones estímulo- y la organización anátomo-funcional del CPFL.
Re-
respuestas evocadas en un mismo contexto), cientemente, un estudio en neuroimagen func
ional
en función del transcurso temporal en el cual mostró que la organización anátomo-funciona
l del
los estímulos aparecen, es decir en función de modelo en cascada descrita por Koechlin y colabora
-
los eventos que se produjeron previamente. dores es pertinente cuando se introduce la varia = —
ble
4. Las regiones más anteriores del CPEL, llama- emoción en el control de la información
[34,37]. -——
das también polares (área 10 de Brodmann),
338
Pablo Reyes Sánchez | Andrea
Slachevsky
29. Grafman J: The Structured Even
t Complex and
PPUPUD PLL
frontal cortex.
the Human Prefrontal Cortex, Science. 2003; 302(5648): p.
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tecture of cognitive control
in the human pre-
PÚYDUV DA
a
Capítuto 30
tóbul'o frontal
Funciones ejecutivas y trastornos det
d" uso.ia.ión posteriot y en estructuras subcortica- la ftuencia verbal y no verbal' reducen la capa-
les, mientras que las conexiones eferentes
proveen "n
cidad para resolver problemas y de alternar entre
los medios poi los cuales la corteza
prefrontal mo-
catesorías cognitivas, además reducen el aptendiza-
dela o reguü ciertos procesos de info¡mación i. ula recuperación de la información' Las lesiones
Estas
conexion-es eferentes y aferentes son mediadas por 'orÉin¡ontáu causan desinhibición e irritabilidad
redes de fibras. t"r¡orir, eL cíngulo mediaL frontaL/anterior resul-
I.os lóbulos frontales mediatizan conductas
que "n daño
tan en apatía y di;minución de la iniciativa' El
son distintivamente humanas Son el
punto crucial los dis-
de las estructuras subcorticales que integran
de integración de la información del medio ambien-
tintos circuitos (estriado, pá1ido y tálamo) producen
te, del medio interno del individuo, y de su esta'
manifestaciones similares al de la región frontal de
dá emocional. La disfunción de los lóbulos
ftontales
origen, aunque dado el reducido tamaño, es inusual
produce algunos de los más extravagantes síndro- quJ una lesión afecte, solo 1a región correspondien-
t", obra*-"do,
"n
neuropsiquiatria' Desórdenes de
y del con-
te a un circuito. Por lo tanto, los cuadros mixtos
son
la cognición, del ánimo, r1e la motivación más frecuentes cuando hay daño subcortical'
en
trol conductual surgen en pacientes con lesiones El marco de los sistemas frontales-subcorticales
el lóbulo frontal. proporciona una base pala entender las funciones
La corteza prefrontal y sus diversas regiones' del lóbulo frontal.
dorsolateral, orbitoftontal y medial' está¡ conecta-
das con diversas estructuras subcorticales
(véase I
340 Teresa Torralva I Facundo Manes
't/t\\
hyp0lhalamus
¡/ I \ entorhinal c.rtex
neostarum + \ [r#:llffi,
mesencephal¡c medial dorsal coñex on¡/
tegmentum & thalamus &other
locus ceruleus thalamic nuclei
Figura 3O.1 La corteza prefronto.l y sus conexionu bídireccíonales con Iss diyersos estracturss subcorticales (sab,o con eI
neoutricdo que a unidireccíonsl).
I
posterior y del área premotora. Este circuito luego
se conecta con la porción dorsolateral del globo páli-
. ', ".t'r ,. -.: do y la sustancia nigra reticulada y continua hasta la
.
{Ft dgl"- región parvocelular del núcleo talámico anterior. Le-
i
siones en este circuito producen déficit en una serie
de funciones cognitivas superiores tales como: pla-
ffiil*
nificación, secuenciación, flexibilidad, memoria de
trabajo espacial y verbal, y auto-conciencia (meta-
cognición), entre otros (véase figlras 30.2 y 30.3).
L¡lÉr¡l
Frgura 30.3 Cortezs prehontal dorsolaterql (Cítcuito d.orsolateral): wkDL corteza orbitofrontal (Círcuito orbítofTontal
Iattal): AMANIIO, Cingulo anteríor (Circuíto del Cíngulo Anterior): ROSA
i*,
]o"
Figura 30.4 ¿a CPF dorsolateral comprende Ia parte medío de los giros frontales superior y medio (azul). Ilnq consídersble
proporcíón de esto. corteza descansa en Ia profundidad, del surco fronnl medisl La CPF ventrolateral es el tejido que estq
debajo del sirco frontal inferior (verde). sp==tulcus príncípqlis. ifs: sulcus fronal inferíor mfs: sulcus frontal medio. sfs:
sulats fr ontal superíor
Tumores
5índrome mesiaI frontat (ApatÍa y mutismo) daño es moderado, estos cambios se presentan co_
El síndrome mesial frontal se produce por una mo un déficit atencional disejecutivo, pero cuando
lesión a cualquier nivel del circuito mesial, pero es- el daño es severo y persistente, constituye el síndro_
pecialmente por lesión del área 24. Goldman_ Rakic me de Demencia Subcortical.
l y Porrino [10] identificaron imput del área 24 de Las características de pacientes con lesiones en
I
Brodmam ¿l estriado ventral, incluyendo el cauda- esta área son las siguientes:
¡ do ventromedial, putámen venúal, núcleo accum-
I
bens y tubérculo olfatorio. Daño en estos circuitos . 1. Pensamiento enlentecido.
2. Memoria: pobres en procesos de codificación,
causa apatía o abulia. Déficit subcorticales como
baja recuperación de la información con bue-
los que se obseryan en la Enfermedad de parkinson
na performalce en la fase de reconocimiento.
o Huntington así como lesiones talámicas, pueden
causai apatía, en especial si el cíngulo anterior está
3. Funciones Ejecutivas: pobreza en la resolu_
afectado.
ción de problemas.
Las caracteristicas de pacientes con lesiones en 4. Afecto: apad4 depresión.
esta área son las siguientes: Etiologías más frecuentes:
1. Mutisrno akinético: es el principal síntoma, es_ 1. Daño subcortica.l en la susta¡cia bla¡ca (Es_
pecialmente si se trata de lesiones bilaterales- clerosis Múltiple, Traumatismo de cráneo, hi_
El paciente está despierto, pero con total apa_ droencefaii4 encefalopatía de Binswanger) o
tía y no muesrra ningil tipo de emoción
[fi]. en las estructuras de la sustancia gris (Enfer_
Sólo responde a sus propios motivos, es áecir, nedad de parkinson, Enfermedad de Hunting-
no contesta a las preguntas ni presenta res_ ton, Enfermedad de Wilson, parálisis Supri_
puestas motoras. Sin embargo, puede hablar nuclear Progresiva, etc.).
y moverse perfectamente si quisiera.
2. Abulia (literalrnente falta de deseo): estado de
ausencia de motivación e iniciativa. General_
mente se acompaña de apatía.
Etiologías más Íiecuentes:
1. ACV de la arteria cerebral anterior: infartos en
el territorio de las arterias cerebrales anterio_
res resultan en daio de los sectores ante¡iores
y supramesiales de la CpE En agudo, los pa_
ci€ntes con daño en la corteza pF medial y en
el cíngulo anterior pueden presentar mutismo
akinético. Sin embargo, en ocasiones son cIí_
nicamente silenciosos.
5índrome Disejecuüvo subcortica I
Se produce por daño a las estructuras subco¡ti_ Figura 3O.7 RlVlN de une pacíente con nrmor
frontof.
cales de sustancia blanca o sustancia gris. Cua¡do el
kesa Torrah¡a I Fa$ndo Man€s
'i
l
rii
--:riÉ - -::
Funciones gieclti\as
y trasfomos del 'ódr¡: jl
para c:r::;':--i-;-' -':::.:::':-'1[''i'"'fil!'"-:'::f"t:i]"T'f
\idades, o falia de persistencia
rareasiniciadas -.deras,"::=-.'*.;:"-j-.1::?:""il:"t#T:H¿fii'Ji;'t"
pueden distin'uttse *",-pr".*r.J,
'1
il
Las DFT :. 1*.d" 1ll;"¿"¿ soro están afecradas -:;#,,;
rioo Alzheimer principalmenle o ,1_"Ijr" y con- I
o"r""i'rli;;-at, o" rrabaio. Los déficir en atencron
.ambiosconductualesseveros'.'.";;;;;;".""*"Ill.1io,iocomienZanmáslardiamente. I
que se "r'.li*,"J"'.* mas ralUrdr¡'r'r'r
dnrivo de déficit cognitivos trol inhibilorio comienzan
0e
t:t" 'T'1:::'"';:;.
Muchas
una disfunción fronral
t' 0,"^to]::j:i, 30'5'74' n^^.oción
Depresión Mavor
anreriormenre mencionadas Tulot Ír^n,ál pn
--^,^^,-
ll:::i::li.::;.ili::"i:::ff:;ñ,:::il:l,1
rle desinhibición' las conducras:il;;á;ffi;i' _.:::*:,::",:;i:H";tj:Tl"::i.:"lTY
l"t tllll"."ciada
severativas son atípicas
enlelrtrs;;;"'
en la reducción der_metabotismo
a una
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e¡1u1z1rr^1' 30'5'16' Envejecimiento normal
nutes. .ondu.tuaü' v';;;;;il"'
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l",j'il;;;;i"*i?n alt i,:*1 Li ::. puede ser asociado con déficit
I I '¡'".u El envejecimiento
*ÉfÍ:*"ffig::.*'jf'ffi :{'llffr*u#***':ffi
tI I i:"ilÉi?+t;l5:i:.1"'k::'^ffiiif[! hlxtt'"".ffi,í",'tl,:::::::';:;;,
"üüi"'i*"'"n,|Tiüljl::"'l'"1[i111'.:;:;:';- l."il;*m:tilili;*";;;;,"po,'luron i'.
tffI";'ffiiin:rlin"¡á'""'"'"eocerebrar
¡I
ti
2'i
Teresa Torralva I Facundo Manes
portantes déficit metabólicos frontales asociados a agitación, anosognosia, fallas en la memoria pros-
la edad. En animales, el desempeño en tareas fron- pectiva, apada, desinhibición, motivación vadable,
tales relacionadas con la edad se asoció con dismi- fallas en la cognición social y otos. Incluir todos
nución de la actividad dopaminérgica (D) y alfa-2- estos síntomas bajo el título de síntomas fiecuen-
adrenérgica (a2) en la corteza prefrontal. En huma- tes luego de una lesión frontal es tentador y una
nos, la disminución en la densidad de receptores D2 solución pragmática pero esto implicaría que todos
con relación a la edad, está directamente relaciona- ellos dependeían de un factor común y por lo tanto
da con el rnetabolismo flontal y del cingulo anterior existiría una única posibilidad de explicación y un
(PEI) y está asociado con una menor performance único paradigma de rehabilitación. Esto definitiva-
en el WCST y el Stoop Test. mente NO es así.
Existe además una asociación estructural de la Esta gran variedad de síntomas se encuentran
edad con patología del sistema frontal. Coffey et al., presentes - en distinto grado - en patologías tan di-
examina¡do RMN de adultos sanos sin enfermedad símiles como: el traumatismo de cráneo, la demen-
vascular ni hipenensión, reportaron atrofia cortical cia fiontotemporal, la demencia por enfermedad de
relacionada con Ia edad, que desproporcionadamen- Alzheimer (en estadios avanzados), la esquizofre-
te afectaba las regiones frontales relativas a las re- nia, la enfermedad bipolar, la depresión, la escle-
giones temporales, parietales e hipocámpicas [37]. rosis múltiple y la enfermedad de Parkinson, entre
Estudios recientes sugieren que esta atrofia afecta otras.
desproporcionadamente las zonas mesiofrontales y Una meticulosa evaluación de las funciones eje-
dorsolaterales más que las orbitofrontales. También cutivas es esencial y necesaria para una correcta pla-
hay hiperintensidades relacionadas con la edad en nificación de la rehabilitación. Ya hemos üsto en el
el caudado y el putámen. Estas lesiones ocurren en aparrado de evaluación de las funciones ejecurivas
muchas personas mayores sanas y pueden producir que una serie de test y baterías han demostrado ser
déficit ejecutivos comparables en severidad con la útiles en la identificación de dificultades en estas
degeneración de los lóbulos frontales [38]. funciones.
El proceso de rehabilitación en sí mismo gene-
30.6 Rehabititación de las funciones ralmente involucra la implementación de una serie
ejecutivas de estrategias pensadas conjuntamente -en equipo-
con los médicos tratantes, el profesional a cargo de
Muchos de los síntomas que quienes trabajamos la rehabilitación y la familia del paciente.
en rehabilitación enconÍamos especialmente difíci- En la literatura, las estrategias más frecuente-
les de tratar y rehabilitar son aquellos asociados con
mente utilizadas y que han demostrado cierta efi-
anormalidades en el funcionamiento de los lóbulos cacia en la rehabilitación de las funciones ejecutivas
frontales. A su vez, una serie de estudios han de- son:
mostrado que la presencia de dichos déficits afecta
directamente la capacidad del indiüduo de benefi- 1. La manipulación del ambiente.
ciarse de otros tipos de tratamientos (ej: terapia físi- 2. El entrenamiento en actividades compensato-
ca) y son frecuentemente asociados con una menor rias que permitan al individuo funcionar más
adhesión al tratamiento y por lo tanto a una peor eficientemente con sus dificultades.
respuesta al mismo. Esto revelaría el por qué es tan 3. La aplicación de actividades para restituir y
relevante el advenimiento de nuevos y más eficien- reestablecer las habilidades cognitivas en sí
tes tratamientos de rehabilitación de las llamadas mismas.
.funciones ejecutivas".
Algunas de estas estrategias se focalizan en fac-
Dos de los principales obstáculos que existen en tores externos del paciente tal como podría ser la
este momento y que li¡nitan los avances en esta área manipulación del ambiente y otras se focalizan en
son por un lado, la gran variedad de sintomatología las habilidades, capacidades, actividades o percep-
que presentan pacientes con disfunción frontal y por
ciones del paciente en sí mismo.
el otro, la gran complejidad teórica involucrada en
la investigación de esta área y por ende en su enten- 30.6.1. ManipulaciónAmbientaI
dimiento. Algunas de las intervenciones se focalizan en la
Alglnos de los síntomas más frecuentemente re- manipulación o cambio del ambiente. Estas <mani-
portados por pacientes con lesiones frontales son: pulaciones ¿<externas cambian los factores externos
baja capacidad de abstracción, conductas agresivas, al paciente y no tienen casi ninguna expectativa de
impulsMdad, perseveraciones, confabulación, défi - promover cambios internos al individuo. Algunas de
cits en la toma de decisiones, problemas en la plani- ellas son:
ficación y organización, falta de control inhibitorio,
euforia, dificultades en la secuenciación temporal,
351
dorsolate¡al
Desórdenes
Afasia de B¡oca Corteza promoto¡a inferior izq. (lesiones extensa.s)
Afasia transcortical moto¡a Flontal mediat o región superior al Área de Broca
Afemi¿ Area de Broca (pequeña lesión)
Disprosodia Area premotora derecha o prefrontal
Neurcpsiquiátricos
Desinhibición Orbitofrontal
Ap¿tía FYontal medial
Mania Región inferomedial derccha
Depresión Dorsolateral prefronta.l, caudado orbitofrontal
lYasto¡no obsesivo compulsivo Orbitolrontal (mayor metabolismo)
Esquizofrenia Prcftontal do¡solate¡El
Cátatonia Múltiples áreas fiontales
Tábla 30.2 Algunos síntomas cond,uctuales asociados a la disfunci,ón d,el lóbulo frontat
üsión del problema en varias partes o sub-objetivos baja motivación hacia las tareas en particular y ha-
(los pacientes eran entrenados en el cia el tratamiento de rehabilitación en general. A su
"pasos"). Los
aprendizaje y la retención de las metas y submeta5 vez la motivación correlaciona directamente con el
(¿Conozco las metas?) y finalmente se les enseñaba éxito en los tratamientos, por lo que trabajar esta
a auto-monitorear los resultados de sus acciones con sintomatología es de vital importancia.
el estado actual de sus objetivos (iEstoy haciendo lo La medición de los déficits en esta área ha sido
que planifiqué hacer?). La eficacia de este método realmente problemática. Una serie de investigacio-
se evaluó a üavés de tareas de lápiz y papel que in- nes han comparado el puntaje de los paciente en
tentaban replicar el aprendizaje en la resolución de medidas de funcionalidad con el puntaje adjudica-
problemas. Los participantes que recibieron el GMT do por un profesional del equipo tratante demos-
presentaron menos cantidad de errores y mayores trando que los pacientes con lesiones frontales ha-
tiempos en la realización de las tareas (interpretado bitualmente presentan una alta discrepancia deno-
como mayor atención y cuidado en la resolución de tando falta de conciencia de sus dificultades. El en-
las tareas) en dos de las tres tareas realizadas. trenamiento de la auto-conciencia puede hacerse de
Algunos offos autores tales como Rath et al. varias formas aunque muchas veces la creatividad
[43] reportaron la eficacia de grupos de tratamien- del profesional en encontrar el mejor camino / la
tos <innovatívos> que se focalizaron en el desarrollo mejor herramienta es lo que vale. Generalmente el
de estrategias auto regulatorias emocionales como método más directo y más frecuentemente utiliza-
base para mantener una efectiva orientación hacia do es brindarle al paciente información acerca de
los problemas. Reportaron mejorías significativas en su déficit, la forma en que afecta su conducta y el
pruebas ejecutivas aunque con poca evidencia de porqué una conducta en particular es o NO es apro-
generalización en medidas de integración comuni- piada. Aunque muchas veces útil este método no es
taria. siempre suficiente para lograr cambios permanen-
tes en los pacientes. Otros métodos reportados son
lntervenciones que facilítan [a autoregu[ación
la grabación (videos) de las conductas de los pacien-
Es sabido que los pacientes con lesiones fronta- tes y la observación y discusión poste¡ior con el fin
les habitualmente presentan fallas en la conciencia de promover el reconocimiento de las dificultades y
de sus dificultades lo que a su vez impacta en una plantear nuevas alternativas de acción.
clal de las esirategias o interv'enciones es la rnás
Losrar aumentar la autoconc:e : : ::
apropiada para cada paciente en particular
paso para la implemenlacion de te:;l '
--r
pacien-
Ñgunut consideraciones en general: los
ionductuaies que tendrían como :1: -: o flexibilidad' que
de 'a t., qu". d"notun Poca iniciativa
emocional (manejo de la agresión, con poco.feed-
,on rnat a"panallntes del entorno
..-'á"¿ft"y
del estrés).
back de sus señales internas y con poca conclencla
et crl. 144) proveen evidencia de que ia mejor a manipulaciones del
aoarición áe la clisfunción emocional generaimen
á. ¿¿fi.l, responderian
de los medio ambiente. Por otro lado, Pacientes con mayor
tá coincide con un aumento de ia conciencia probable-
inr.iati ro, y mayor conciencia de déficit
déficits y su consecucnte inplicancia Usto
denota
cog'
es trabajar estos aspectos de la mente se beneficien más de un enftenamiento
ría cuun imponunte trabajo'
nitivo específico (atención, memoria de
es-
áe déIicit siendo de esta rnanera' la puer'
concicncia
de otras estra- trateSias, etc.).
ta de entrada para la implementaciótl comenzar pof
En muchos casos es recomendable
'''otio
tesias v técnicas de arrtor regulacjón' y
las ayudas externas a medida que la conciencia de
,ipo tle intervención relacion¡da con la
hacia el uso de
y col' i¿fi.i,, u,ronru, moverse lentamente
auto-regulációrr es la desarrollada Por Manly
en la teoría de Duncan' esffategias internas.
[45] ba-sada nuevamerte
n11,", .oaprruton 10 pacientes con
Traumatismo de
Bibtiografia
irá,l"o una tarea (Test del Hotel) en dos condi'
"r,
ciones diferentes. Utra de ella con un estímulo
ex-
l. Alexander GE, Delong MR, Strick PL: Parallel
terno auditivo que los guiaba y obligaba organization of functionally segregated cir-
a tecor-
d¡r cl fin úlrinlo ..le la tarea ) otla SIN este es(ínlu cuits linking basal ganglia and cortex Annu'
lo auclitivo. En la condición SIN estímulo auditivo Neulosci 1986;9: 357-87'
Rev.
e:r¡erno, los indivitluos Plcsenraron l)eole( Punlajes 2. Lezak MD: The problem of assessing executi-
(más errores por perseveración en una determina ' ve functions. Intemational Journal of Psycho-
,l",urau y náyores desvíos en los tiempos de rea- logy. 1982; 17 28L'297 '
lización rie las tareas) en comparación con la otra 3. Owen AM, Downess JJ, Sahakian BJ' Polkey
condiciól. Este experimento denota que los pacien- CE, Robins TW: Planning and spatial
working
tareas a
tes frontales fallan en la realizacién de sus memory following f¡ontal lobe lesions in man'
pesar de podet rlecir qui es lo qttc lienen qtle ha-
Neuropsychologia . 19901, 28: 1021-34'
cer .,tandt se les pregutrta direclalnente
y que se
que 4. Manes F, Sahakian B, Clark L, Rogers R' An-
benefician de ciertos alertas (ayrda memoria) toun N, Aitl(en M, Robbins T: Decision-making
les indiquen que repiensen cuál es su objetivo
final'
processes following damage to the prefrontal
de
lesde aquí ," po,lrío desprender que puede ser
cortex. Brain. 2oO2; 125: 624'39 '
du-
utilidad ü utilii.ación de interrupciones y alertas
5. Cummings J: Frontal-subcortical circuits and
rante el tratamiento de estos Pa'ierrtes'
human behaviour fuch. Neurol' 1993; 50:
30.6.3. Consideraciones Generates para e[ 873-80.
manejo de I'a Disfunción Ejecutiva 6. Eslinger pJ, Damasio AR: Severe disturbance
of hifher cognition after bilateral frontal lobe
Existen una serie cle dificultades en el diseño
de
ablation: patient EVR. Neurology' 1985; 35:
un plan de rehabilitación efectivo pa¡a el tratamien-
7731 41.
to áe la disfunción ejecutiva' La Primera es que ha
debería haber una teoría ciara de que 7. Harlow JM: Recovery after severe injury to the
bitualmente
algo head. Publication Mass. Med Soc l86S; 2:
es lo que causa un cléficit para poder diseñar
327'46.
quc lo repare. Uno de los problemas en esle senlido
es la gran canlidad de tcorias que intentan explicar 8. Lhermitte E Pillon B, Serdaru M: Human au-
el funlcionamiento del lóbulo frontal Por otro
lado tonomy and the frontal lobes' I' Imitation
estas teorías se han basado en su mayor
parte en and utilization behavior: A neuropsychologi-
experitnentales para luego intentar trasia- cal study of 75 cases. Ann Neurol' 1986; 19:
modelos
33 5-343.
darlas al campo de la rehabilitación'
Por otro lado, otra dificultad que se
presenta es 9. Damasio AR, Anderson SW: The frontal lo-
la gran variedad de sintomatología con que se Pre' bes. Clinical Neuropsychology' Heilman KM'
seritan los pacientes con lesiones frontales Y
q':e ce- Valenstein E eds' Nueva York, Oxford Univer-
mandan un diseño específico para cada caso Diiicrl- siry Press. 1993.
me¡tte podamos a través tlc tlna estralegia o ' -¿
le a 1C. Goldman- Rakic PS & Porrino U: The primate
abordar esta tan diversa sintomatología Es de "':ral mediodorsal (MD) nucleus and its projection
impottancia tal como dijimos antetiormente e- a -:¿;
Teresa Torralva Facundo Manes
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