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Mayo de 2019
1
ÍNDICE
ÍNDICE ............................................................................................................... 2
INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 3
DESARROLLO ................................................................................................... 4
REFLEXIONES/CONCLUSIONES ................................................................... 55
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................ 57
FICHA DE EVALUACIÓN................................................................................. 60
ANEXO ............................................................................................................. 61
2
INTRODUCCIÓN
El presente informe tiene por objetivo dar cuenta de las prácticas y
articulaciones teóricas llevadas a cabo durante la rotación por el Centro de
Salud Nº 61 del Barrio Solidaridad, y por la comunidad de dicha zona de
responsabilidad. La misma se desarrolló de Enero a Mayo de 2019; y, según lo
estipulado por el equipo de Instructoría (2019), los objetivos para dicho período
fueron los siguientes:
1-Brindar una atención integral en Salud Mental, priorizando a las personas que
presentan padecimientos subjetivos, promoviendo su inclusión sociocultural
desde un abordaje que combine la atención personalizada necesaria y diversas
actividades colectivas.
3
DESARROLLO
4
peligroso. Se produce así una fragmentación de lo social” (Di
Nella, 2013, p. 13)
En la Provincia:
5
monovalente, prácticas de control y estereotipos de peligrosidad; ya
existentes pero que parecen haber adquirido mayor impulso.
6
pueda abrir posibilidades de restitución de derechos para aquellos con quienes
trabajamos.
7
Cabe mencionar además que en el Centro de Salud se evidencia mayor
organización en general y en particular en lo administrativo y modos más
eficientes de comunicación entre los miembros del equipo de salud (que en
2016). El cambio en el modo de liderazgo y conducción del centro de salud
redundó en una mayor eficacia y eficiencia en la prestación de los servicios.
Las condiciones edilicias del Centro de Salud han mejorado significativamente.
Hay mayor bienestar y satisfacción por parte del equipo de salud: disponibilidad
de insumos necesarios según cada área, disponibilidad de presupuesto para
invertir en espacios de capacitación para el equipo, material para talleres, etc.
Otro punto que cabe destacar es que los Agentes sanitarios siguen siendo
poco valorados como recursos y referentes, especialmente por las
instituciones. Sin embargo, la comunidad sí sigue ubicándolos como referentes
en temas de salud y recurriendo a ellos como otro que está dispuesto a la
escucha y que tiene un saber.
Por último se evidenció una mayor dinámica en la relación del centro de salud
con las instituciones del lugar (ateneos, reuniones, comunicaciones directas) y
mayor participación de los profesionales en espacios comunitarios (asesorías,
merendero, grupo de trueque). Sin embargo los profesionales manifestaron (en
devolución de informe realizado por el equipo) la articulación inter-institucional
como obstáculo en las prácticas cotidianas.
8
Jefa del Centro Salud). Lo cual implica mayor cantidad de personas a alcanzar
por los servicios de salud. Este crecimiento tuvo lugar en nuevos
asentamientos (Gauchito Gil, Virgen de Urkupiña). Existe un gran número de
personas que se asientan en estos terrenos inadecuados con características de
viviendas de infraestructura precaria, hacinamiento, sin servicios básicos (agua
de red, gas natural, instalación adecuada de luz), lo cual no es sin
consecuencias para la salud.
9
sostenerlo. Estos planes, según refieren, son otorgados desde Nación, con un
cupo para cada partido, para ser asignados a las personas. Cabe aclarar que al
momento de especificar el nombre del plan o los criterios para su ingreso,
refieren que no saben y no preguntaron, pero que depende exclusivamente de
la persona que los administra. Esto constituye una importante ayuda
económica para los sujetos, al mismo tiempo que los coloca en una mayor
vulnerabilidad por la dependencia y coacción que genera el clientelismo
político. Una minoría hace referencia al Plan “Ellas Hacen”, y en estos casos
realizan prestaciones en cooperativas de trabajo, brindando servicios de
mantenimiento a las instituciones públicas. Las mujeres en general, o bien se
dedican a tareas del hogar y el cuidado de los hijos, o bien trabajan como
empleadas domésticas y, en menor medida, en emprendimientos
independientes en sus casas como quioscos, verdulerías, etc.
Las estructuras de familia que encontramos son de todo tipo -según Alejandro
Klein, 2006, pág 89 - : lo nuclear (lo singular), recombinadas (lo múltiple), sin
referencias (el desamparo). Pero en la mayoría de ellas se presentan
modalidades vinculares caracterizadas más bien por conflictos significativos que
devienen muchas veces en distintos tipos de violencia (de género, intrafamiliar,
intergeneracional). Se perciben también intercambios permanentes de roles y
funciones (por ejemplo, niños que cuidan a adultos o que solo trabajan, adultos
que desatienden a los niños). En otras familias, sin embargo, se percibe una
fuerte disposición a prestar ayuda a sus miembros flexibilizando roles y
funciones (por ejemplo, abuelas que ayudan a las madres y padres a criar a los
hijos para que estudien o progresen laboralmente). Las parejas se caracterizan
por la gran movilidad y fugacidad de los lazos que se establecen: se tienen
10
varias parejas e hijos con ellas, que duran poco tiempo, y que luego van
conformando familias ensambladas o recombinadas. Todo lo antes dicho como
generalidad, como lo que se encuentra con cierta frecuencia, pero hay familias
y parejas de todo tipo.
Los adolescentes aparecen muchas veces como los que denuncian los
malestares en la familia, como síntoma de ellas; y los que generan sufrimiento
a las familias con situaciones como problemáticas de consumo, violencia entre
grupos antagónicos de pares que en ocasiones funcionan como la única
referencia identitaria que el sujeto encuentra. A diferencia del primer
diagnóstico de nuestro equipo, se pudieron identificar muchos casos en los que
el embarazo adolescente no representa un problema para ellos y sus familias,
muchos fueron buscados o los que no, aceptados; sin presentarse como una
problemática y más bien incluyéndolo en el proyecto de vida. Este dato nos
pareció significativo ya que se repitió con frecuencia en los circuitos de
embarazo y recién nacido, en un promedio de edad de 16 años.
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Precisaremos pues de modo breve algunas de las demandas más frecuentes de
diversos conjuntos a los equipos de salud mental. La población adolescente,
demanda al equipo de salud mental, en general, un espacio para aliviar algo de
su sufrimiento, pero sin deseos de sostener o iniciar tratamientos. Consultan
mayormente por problemas vinculares en la pareja, la familia o grupos de
pares. Los niños en cambio, hacen por lo general síntomas en la escuela:
inquietud, desgano, dificultad para adaptarse a las normas de la institución; y
en la mayoría de las consultas se puede precisar que casi nunca se debe a
problemas neurológicos o cognitivos, sino más bien a cuestiones familiares. En
términos generales no hay preguntas acerca del malestar en los niños, aunque
viven situaciones muy complejas casi sin apoyos para transitarlas. Las mujeres,
que son quienes casi siempre, se hacen cargo de los niños, la casa y en
muchísimas ocasiones también son el sostén económico, se presentan a veces
en las consultas de salud mental con síntomas en el cuerpo que responden a
causas emocionales. Por lo general demandan ayuda en un momento agudo del
cuadro para, luego de cierta “catarsis”, abandonar todo tratamiento de salud
mental, que perciben como insostenible, ya sea por ser innecesario luego del
alivio momentáneo o por condiciones concretas de vida. Buscan generalmente
la contención en espacios comunitarios grupales no específicos de Salud o
Salud mental, por ejemplo cursos de manualidades, oficios, gimnasia, entre
otros. Los hombres en general no llegan al sistema de salud, y cuando lo hacen
es ante episodios agudos en el sentido médico. Casi no llegan por consultas de
salud mental a excepción de quienes son obligados a hacer tratamiento por
orden judicial, en situaciones de adicciones o violencia de género o familiar, o
quienes solicitan un certificado de apto psicológico para ingresar a una carrera
terciaria o a algún trabajo. Ellos, su gran mayoría casi no están en los hogares,
trabajan todo el día, en condiciones precarias y con cierto grado de vulneración
de sus derechos laborales. Es frecuente que los fines de semana se junten con
un grupo de pares, incluso los adultos, a alcoholizarse y/o a jugar al futbol; o
sólo permanecen en el hogar casi sin interactuar con su familia. Si bien, a
diferencia de nuestra primera lectura diagnóstica (2017), vemos más
involucramiento de los padres en relación a la crianza, cuidado, transmisión de
12
ideas, modos de ser/hacer; sin embargo, frecuentemente la paternidad se
asocia a la paternidad biológica y a la función de sustento económico. Lo
adultos mayores son reducidos en número y no se recibieron consultas de esta
franja etárea en salud mental, a excepción de las abuelas encargadas de la
crianza de sus nietos solicitando tratamiento psicológico o intervenciones desde
trabajo social por certificados de discapacidad o asesoramiento respecto de la
tenencia u otras consultas desde lo legal.
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Sin embargo, más allá de la existencia de demandas para solucionar
rápidamente los problemas, se observa además que en las demandas de
tratamiento psicológico –que han aumentado- cambió la idea que se tenía
sobre el tratamiento y el profesional: pues en la primera rotación la mayoría de
las personas no sabían ni podían decir de qué se trataba el espacio
terapéutico. Actualmente la mayoría lo percibe como un espacio de ayuda y
apoyo que brinda herramientas para que el sujeto resuelva sus dificultades. Es
decir, coexisten antiguos y nuevos modos de dar solución a los problemas.
14
cambio hacia roles más activos y protagónicos en la solución de dificultades, y
una mayor percepción de la posibilidad de cambio del entorno en manos de los
propios actores sociales. Si bien en nuestra primera rotación algo de esto se
estaba gestando, dicho reconocimiento del papel como actor social era más
nominal que concreto. En la actualidad muchas de estas acciones imaginadas
se concretaron (denuncias colectivas, reclamos de recursos, grupos de apoyo,
sostenimiento en el tiempo de espacios comunitarios de contención).
En lo que respecta a datos cualitativos, obtenidos del transitar por los espacios
comunitarios, diversas entrevistas y de la aplicación de la herramienta de la
cartografía social realizada con un grupo de personas (en su mayoría mujeres)
que asisten a diferentes actividades que se llevan a cabo en el CIC de la zona,
se puede precisar como resultado que en su mayoría coinciden en que las
problemáticas prevalentes1 están relacionadas con la violencia en sus
diferentes tipos (de género, intrafamiliar, de grupos antagónicos e institucional),
el consumo problemático, el cual es enunciado en la mayoría de las veces
como adicciones y haciendo referencia al consumo de drogas ilícitas.
1
Ver Anexos Nº1: Datos proporcionados por el servicio de salud mental del centro de salud
sobre indicadores solicitados desde Área Operativa
15
las cosas, te quieren tocar”) al igual que al interior de sus propias familias. Esto
determina que las familias mismas se vean en cierto punto estigmatizadas por
el resto de los vecinos, y en su interior reproducen este aislamiento con la
persona con padecimiento mental. Para estas últimas -según los relatos-
quedan dos espacios posibles: el interior de sus casas o instituciones por fuera
del barrio (“llamamos a la policía y lo encierran pero un rato nomás y lo largan,
no encontramos solución”; “capaz que sería mejor que fueran al Neuro y estén
ahí”). Es decir que se pretende ubicar a estos sujetos en verdaderas
heterotopías, lugares otros, de exclusión, por fuera del circular cotidiano. Es
significativo el hecho de que si bien en lo discursivo la temática aparece con
gran fuerza y ocupó un lugar algo extenso en el tiempo; sin embargo no
aparece nada de esto en la representación gráfica: en términos de
territorialidad no hay espacios ni lugares para estos sujetos y sus familias.
Estas mismas apreciaciones se pueden observar en las consultas de los
familiares y usuarios en el Centro de Salud y en expresiones de los
profesionales.
16
Profundizando acerca de las formas de solución y los lugares en los que estas
problemáticas tienen algún tipo de respuesta se mencionan las siguientes:
17
B) Proceso del equipo interdisciplinario.
19
perspectiva de derechos, etc.) y puestas en juego en cada uno de los sujetos
con los que trabajamos, con todas sus particularidades. Allí el desafío que se
presentó siempre al equipo: ¿Cómo operar en medio de todo ello? Allí, de
nuevo lo inconsciente como respuesta: en función del deseo (ética) puesto en
juego de cada una, que deberá encontrar un modo único y novedoso (poética)
de hacer, siempre que sea posible, con lo que hay. El reto ha sido la reflexión
permanente para no convertir nuestras impotencias en un imposible. Y el deseo
de cada una y del equipo, como sujeto diferente a ambas (pues sujeto e
individuo no son sinónimos) permitió abrir y apostar siempre a la creación de
condiciones de posibilidad para prácticas que consideraran siempre tanto la
particularidad de cada situación como los derechos en juego.
20
serie sí, pero no siempre. Todo ello es también consecuencia del
reconocimiento de cada quien como sujeto único y que, por tanto, configurará
modos únicos de hacer en equipo.
Cabe destacar también que las respuestas que hemos recibido de los otros
(efectos, en parte, de nuestra posición), han sido también únicas: percibimos
que nos han autorizado, habilitado, que han confiado en nosotros y nos dieron
(en lo que correspondía que así fuera) márgenes de libertad para hacer y
decidir. Las restricciones que se nos impusieron fueron las mínimamente
necesarias y exigibles en un sistema de formación como la residencia, en lo
demás las posibilidades fueron infinitas.
21
otro momento era la otra quien lo hacía. En ocasiones ambas nos
encontrábamos en el lugar del agente o del Otro de un discurso, único
momento posible de algo parecido a la “igualdad u horizontalidad”. Seguimos
afirmando que lo que otorga toda su riqueza al trabajo en equipo es la
flexibilidad de que disponen sus miembros para ocupar diversos lugares, y
como consecuencia lógica, la capacidad que tenga cada miembro para
renunciar a posiciones y modalidades fijas y estancas, inmodificables en el
tiempo. Cabe mencionar por último que, sin lugar a dudas, hay también algo de
la contingencia que ayudó al buen encuentro del equipo, sin embargo cuando
la contingencia era un factor desestabilizante, decidimos servirnos de ella para
hacer de lo que sucedía otra cosa, algo mejor.
22
C) Trabajo en los Servicios según los objetivos de la rotación
propuestos por la Residencia.
23
atención-cuidados; y así, leer lo territorial en clave social desde un
acercamiento a las particularidades que se presentan en la escena comunitaria
sin perder de vista que las mismas corresponden a un texto macro y son
expresiones de la cuestión social.
Desde esta perspectiva una de las estrategias priorizadas es la promoción de
salud mental comunitaria, cuyo objetivo es propiciar la transformación de
lazos comunitarios hacia vínculos solidarios y la participación hacia la
constitución de la propia comunidad como sujeto activo en transformación de
sus realidades, generando condiciones propicias para la toma de decisiones
conjunta sobre el propio proceso de salud-enfermedad-cuidados (Bang, 2010).
Considerando estos ejes y de acuerdo al Marco de Referencia para la
Formación del Equipo de Salud, Residencias Interdisciplinarias en Salud
mental, se espera que el residente al finalizar su formación
“...estará capacitado para implementar estrategias de salud
mental comunitaria, incorporando acciones de promoción,
prevención y asistencia y rehabilitación social, desde una
perspectiva de continuidad de cuidados, utilizando las diferentes
modalidades disponibles en la red sociosanitaria local y regional.
Asimismo podrá intervenir en la atención de la salud mental de las
personas en su comunidad, promoviendo el abordaje
interdisciplinario y la articulación intersectorial, para su inclusión
social...” (Marco de Referencia, 2015).
24
mental comunitaria, con todo lo que ella implica (lectura en clave social,
atravesamientos históricos, culturales, etc.)
En las atenciones en consultorio, realizamos entrevistas conjuntas y otras
individuales, teniendo en cuenta la particularidad de la situación. Es así que, en
ocasiones usuarias que consultaban en uno de los consultorios
específicamente (psicología o trabajo social), en tanto lo considerara la
profesional que hacía la primera entrevista, se realizaba o no la interconsulta,
tanto con la compañera de equipo como como otros miembros del equipo del
centro de salud. Cabe aclarar que más allá de quienes participaban en las
entrevistas, el abordaje siempre tuvo en cuenta la perspectiva interdisciplinaria
(con espacios de conversación de equipo antes o después).
Estas atenciones en consultorio, en muchas ocasiones se fueron ampliando
hacia lo intersectorial y comunitario, a partir del acompañamiento a otros
espacios (Talleres, grupos, fiscalía, comedor, entre otros). En este punto, la
gran diversidad en cuanto a los recursos comunitarios fue un facilitador de
articulaciones, a fin de trabajar con abordajes más integrales y buscando
implementar la modalidad de referencia/contrarreferencia.
En cuanto a las intervenciones grupales, las mismas se realizaron teniendo en
cuenta tres puntos:
La breve actualización diagnóstica (problemáticas y recursos
comunitarios)
Los objetivos de la rotación.
El tiempo real para llevarlas a cabo la propuesta.
A partir de lo antes mencionado se propone:
Equipo itinerante, con el objetivo de promover las articulaciones
necesarias desde la propia práctica con las instituciones de la
comunidad a fin de optimizar los recursos disponibles.
Conformación de un Grupo de Apoyo Mutuo en salud mental.
Fortalecimiento del grupo de familiares y referentes de usuarios de salud
mental.
Estas propuestas serán desarrolladas en al apartado E.
26
D) Reflexión teórica sobre el concepto de “Dispositivo”
“Lo que trato de situar bajo ese nombre es, en primer lugar, un conjunto
decididamente heterogéneo, que comprende discursos, instituciones,
instalaciones arquitectónicas, decisiones reglamentarias, leyes, medidas
administrativas, enunciados científicos, proposiciones filosóficas, morales,
filantrópicas; en resumen: los elementos del dispositivo pertenecen tanto a
2
Ver informe correspondiente del equipo, mayo de 2017, biblioteca RISaM
27
lo dicho como a lo no dicho. El dispositivo es la red que puede
establecerse entre estos elementos.
3
Extraído desde http://elpsicoanalistalector.blogspot.com/2009/07/michel-foucault-el-juego-de-
michel.html
28
Interrogan luego a Foucault sobre si lo que caracteriza a un dispositivo es un
tipo particular de génesis, a lo que responde:
4
Ídem
29
llamo dispositivo es un caso mucho más general de la episteme. 0 mejor
que, la episteme es un dispositivo específicamente discursivo, en lo que
se diferencia del dispositivo, que puede ser discursivo o no discursivo, al
ser sus elementos mucho más heterogéneos.5
Es decir que todo dispositivo entraña cierta relación con el saber -que da origen
al dispositivo y lo condiciona- y una circulación del poder entre los elementos
que lo componen, éste –lo especifica más adelante en la entrevista- como red
de relaciones no ubicables en ningún elemento en particular.
Hasta aquí, hemos extraído una definición –aunque algo compleja- del
dispositivo, las condiciones y procesos de su surgimiento así como sus
características y las posibles consecuencias de su puesta en marcha. En este
punto de la lectura surgió la conexión de lo obtenido de este recorrido con
lecturas del equipo6 Se nos presentó la idea de ciertos puntos de convergencia
de la noción de dispositivo con la idea de discurso de Lacan (Seminario XVII)
Las tres puntuaciones mencionadas no pueden menos que recordarnos a lo
que Lacan denominó discursos: una serie de elementos que establecen entre
sí ciertas relaciones que implican cambios de posiciones y, consecuentemente,
cambio de su función según las posiciones; surgen además en un momento
histórico y tienen también una dominante. Esta definición es de 1977, como se
dijo, momento en que Lacan ya había elaborado su construcción sobre los
cuatro discursos (1969-1970). Sin embargo puede percibirse que el concepto
de dispositivo es más abarcativo que el de discurso, finalmente no se trata de
lo mismo.
5
Extraído desde http://elpsicoanalistalector.blogspot.com/2009/07/michel-foucault-el-juego-de-
michel.html
6
Durante el transcurso de la rotación contó el equipo con dos espacios de formación en donde
se reflexionó sobre el concepto de dispositivo y donde ambas retomamos la noción de Lacan
sobre los discursos.
30
sería homogéneo por su cuenta (el objeto, el sujeto, el lenguaje) sino que
siguen direcciones diferentes, forman procesos siempre en desequilibrio (…)”
(p. 155)
Menciona Deleuze también, que hay dos dimensiones que Foucault distingue
en un dispositivo: curvas de visibilidad (modo de distribuir lo que se ve y lo que
no se ve configurando objetos particulares) y curvas de enunciación
(posiciones diferenciales de sus elementos); agregando: “(…) los dispositivos
son (…) máquinas para hacer ver y máquinas para hacer hablar” (p. 157). En
tercer lugar menciona como propio del dispositivo la existencia de líneas de
fuerza, el saber y el poder, que atraviesan a todos los elementos en todos los
sentidos posibles y que casi no pueden diferenciarse de estos. Agregará
finalmente que Foucault precisó las líneas de objetivación (las propias fuerzas
vuelven sobre sí mismas generando efectos) y líneas de subjetivación (proceso
de producción de subjetividad). Menciona que esa línea de subjetivación es la
única que escapa a las líneas anteriores: no constituye un saber ni un poder,
“se escapa”; y que, en tanto se escapan de estos dos, son “especialmente
capaces de trazar caminos de creación”. Aunque, advierte, no es seguro que
tal línea sea posible en todo dispositivo. Esta última dimensión de los
dispositivos será de particular interés para el desarrollo de las intervenciones,
tal como fueron pensadas para esta rotación (desarrollo en punto siguiente).
31
Continuando con el recorrido por esta noción, cabe mencionar que desde el
año 1999, e impulsado por la sociología el concepto de dispositivo experimentó
un gran desarrollo, que comenzará por la necesidad que se hizo evidente para
los estudiosos de precisar el término reubicándolo en sus orígenes, desarrollo,
funciones, etc.
Avanzaremos mucho más aún para llegar al año 2010, en el que George
Agamben da una conferencia en la Universidad de La Plata denominada
también: “¿Qué es un dispositivo?”. El autor retoma las dos referencias antes
citadas aquí (entrevista a Foucault y conferencia de Deleuze), y propone una
minuciosa reconstrucción histórica del término desde lo filosófico primero y lo
lingüístico luego, trayendo las ideas de Hippolyte, quien a su vez retoma a
Hegel (distinción entre religión natural y positiva). De ello destacaremos sólo
que el término dispositivo, deriva según entiende Agamben, del de
“positividad”: concepto que implica aquello que surge en un momento histórico
determinado y es impuesto a los individuos desde el exterior, tiene una función
reglamentaria y coercitiva.
32
benevolentes en el sentido que soportan y admiten cierto margen de error,
aumentando el grado de libertad posible. (Peusner, 2015).
Llegados a este punto tomaremos de todo el recorrido, daremos pues una idea
de lo que entendemos finalmente por dispositivo, sus características y su
finalidad ya que será ello lo que oriente nuestras prácticas y permitirá que todo
lo construido no sea letra inútil, sino orientación para la intervención.
33
E) Desarrollo y sistematización de experiencias: dispositivos grupales
de salud mental y equipo itinerante.
Creemos que un objetivo de rotación es sin lugar a dudas algo con lo que
debemos cumplimentar, pero que no es suficiente por sí mismo para iniciar una
práctica o proyecto, ya que contempla las necesidades de formación del equipo
más que otros varios factores que suelen considerarse a la hora de armar un
proyecto. Creemos sin embargo que para la formulación de dicho objetivo,
desde Instructoría, se tuvo en cuenta el recorrido y las lecturas de los
anteriores años por el barrio y de allí surgió la propuesta.
A partir de ello nos preguntamos cómo hacer una modificación para fomentar la
apertura de verdaderos espacios de inclusión comunitarios para estos sujetos y
sus familias. Recordaremos pues que Foucault habla de los “espacios otros”
34
(1967) y los denomina “heterotopías”, que son “los lugares que la sociedad
acomoda en sus márgenes, en las zonas vacías que la rodean; lugares
reservados para los individuos cuyo comportamiento se desvía en relación a la
media o a la norma exigida”. Nos preguntamos entonces ¿Cómo hacerles un
lugar a sujetos para los que la sociedad ha pensado y calculado ya, espacios
otros, espacios marginales? Un modo, creemos, es poner en acto resistencias
a la inercia que determina que estos sujetos han de circular siempre por
espacios otros: talleres especiales para pacientes, empresas sólo para
pacientes, instituciones y hospitales sólo para “locos” o para pacientes de
“salud mental”. ¿No es una respuesta posible acaso trabajar con la comunidad
para poder ir construyendo conjuntamente espacios comunes que alojen “lo
otro”? 7. Trabajar con la comunidad en la instalación de un dispositivo era la
apuesta y ello porque un dispositivo, pensado bajo ciertas condiciones, permite
el surgimiento de lo novedoso. Creemos también que en este sentido, el
dispositivo, mediante sus líneas de visibilidad y enunciación, permite dar a ver y
a hablar sobre algo nuevo construyendo así territorios diversos al cambiar las
narrativas: instalar relatos de los “padecientes mentales, usuarios de salud
mental, pacientes, locos, etc” circulando y construyendo su vida cotidiana y
sosteniendo vínculos en espacios comunes, en espacios con otros que ya no
se traten de la exclusión ni marginación para ellos ni para familiares.
Contando con el equipo mismo como recurso humano, que en virtud del poco
tiempo de intervención disponible y de los tiempos de la residencia (aunque
vinieran equipos posteriores) particulares que en ocasiones dificulta la
inmediata continuación de las rotaciones para sostener las prácticas iniciadas;
se convoca otros actores que sí pudieran y quisieran continuar con la
perspectiva de trabajo y con los dispositivos, porque creyeran en su valor y
necesidad. De los encuentros con mujeres del grupo de trueque surgen
referentes interesadas en formar parte del proceso, y el ofrecimiento de actores
del CIC a acompañar. Tenemos entonces quiénes: la residencia, AMAPADEFA
(por su historia de trabajo previa, por el nexo que tiene con el CIC, y es una
institución que nuclea y aloja a todos aquellos denominados “sujetos
inesperados” que las instituciones excluyen); referentes comunitarios y
7
(2018, trabajo del equipo siendo R2)
35
usuarios de servicios de salud mental en diversos niveles y referentes
institucionales. El dispositivo será grupal en virtud, no sólo de que es el
objetivo, sino de que abrir líneas de subjetivación dentro de un dispositivo
permite nuevos modos de producción de subjetividad que sea precisamente
con otros y ya no en aislamiento.
36
trabajar en relación a la salud mental por la inclusión de los usuarios en la
comunidad y acompañamiento mutuo entre las familias o referentes afectivos
de usuarios de salud mental. Si bien desde la conformación de la asociación se
viene desarrollando diversas actividades, el grupo de familiares comienza a
reunirse nuevamente con el acompañamiento de nuestro equipo el año pasado,
enmarcado en aquel momento como parte de las intervenciones con
perspectiva comunitaria y grupal durante la rotación en el servicio de Agudos
del Hospital Ragone.
37
participación de personas de la comunidad y familiares que ya venían
participando desde el inicio del grupo.
Estas situaciones de exclusión tienen que ver con concepciones sobre salud
mental y discapacidad instaladas en la sociedad y en las instituciones de la
misma, las cuales llevan a acciones paternalistas, asistencialistas y en muchos
casos discriminatorias. Desde el mismo grupo se asumen ciertas prácticas que
sostienen estas lógicas, que al inicio se ponen de manifiesto en las propuestas
como las de “crear espacios específicos para los usuarios”, refiriéndose tanto a
lo laboral como a lo recreativo. Estas propuestas fueron cuestionándose los
mismos usuarios y familiares a lo que el equipo técnico acompañó desde el
saber específico, brindando ciertas herramientas para profundizar en los
mismos.
38
comunidad, acciones legales en relación a situaciones de discriminación en
instituciones públicas, entre otras.
Así pues comenzaron a funcionar el grupo de apoyo mutuo para personas con
padecimiento mental en el CIC del barrio, los días jueves de 14 a 16 hs. El
grupo quedó finalmente conformado por aproximadamente seis (cantidad
siempre variable) personas de edades entre 24 y 62 años, hombres y mujeres,
con diagnósticos diversos como “esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno
obsesivo compulsivo, retraso madurativo, etc”; algunos de ellos con
tratamientos por un equipo profesional, y otros prescinden del mismo. Se llevó
a cabo la primera reunión en la que comenzó a conformarse el grupo (aunque
39
nunca de modo definitivo ni cerrado). Los objetivos de este primer encuentro,
además de armar el grupo, era el de poder situar un coordinador del grupo que
fuera usuario o ex usuario de los servicios de salud mental (ya que se
considera que posee un saber desde la experiencia); y explicar el encuadre del
grupo: tiempo y espacio, funcionamiento, marco que lo sostiene y reglas del
mismo. Entre estas últimas se establecieron tres reglas que todo el grupo debe
respetar:
40
Continuando con el encuadre, se especificó que quien quisiera proponerse
como coordinador del grupo debería cumplir las siguientes funciones: hacer
cumplir el horario y las normas; permitir que circule la palabra en el marco del
respeto (sin obligar a hablar y respetando quien quiera permanecer en
silencio). Esta función puede ser ocupada por otro una vez que quien esté a
cargo no deseara hacerlo más. Uno de los usuarios se propuso como
coordinador y solicitó registrar por escrito y volver a precisar el encuadre
grupal. Explica que su interés es que ninguna persona sea sometida a
situaciones de exclusión, criminalización por el sólo hecho de haber recibido un
diagnóstico de salud mental. El resto del grupo aceptó este coordinador. La
función del coordinador es necesaria en tanto uno que oriente las fuerzas y
acciones grupales
Otro aspecto que se aclaró respecto del encuadre del grupo, es que no se trata
de un grupo terapéutico, por ello no requiere la presencia de profesionales, sino
de un grupo de apoyo mutuo con el objeto de acompañar a otros y sentirse
acompañado en el tránsito de situaciones difíciles que impacten en la salud
mental, como también del modo en que cada uno transita los tratamientos,
instituciones y etapas que se relacionan con el restablecimiento de su estado
41
de salud. Se trata de crear redes con otros, en espacios y ámbitos
comunitarios, fuera de las instituciones específicas de salud, tal como afirma la
Ley 26657 que es el derecho de todo sujeto.
Estos son sólo algunos de los temas que han surgido, que han suscitado
preguntas en el grupo. La modalidad es invitar siempre a la pregunta para
abrir espacios de construcción de ideas nuevas, pero no es el grupo el que
dará la respuesta, menos una cerrada; en todo caso cada quien contará
qué le sirvió desde su experiencia.
42
Las temáticas que surgieron fueron traduciéndose además en acciones
concretas: algunos relatan que hubo espacios de apoyo y acompañamiento por
fuera del grupo (tramites), una usuaria solicito a su asesora que se retome el
proceso legal a fin de contar con su pensión suspendida y vivir en otro lugar por
situaciones de violencia intrafamiliar; realizaron también autogestión de
celulares a fin de tener una herramienta más de comunicación común a todos.
43
En este punto como equipo de salud mental al pensar como llevar a cabo este
objetivo, retomamos lo planteado acerca del modelo comunitario:
44
facilitar articulaciones futuras, como así también la finalidad de identificar
posibles espacios de intervención. Por ejemplo en un acto comunitario por el
día de la mujer, nos llega la consulta por una madre, por medio de un referente
institucional que nos conocía, que solicitaba acompañamiento para su hijo con
consumo problemático. Luego de este espacio el equipo realiza visitas
domiciliarias, entrevista a familiares, y se constituye en nexo entre la familia y el
DIAT de Bº San Benito, punto particular que impedía que el sujeto llegara a
tratamiento (ni la familia se acercaba ni la institución podía llegar allí).
Finalmente el sujeto comienza a participar en el dispositivo, al igual que la
familia.
45
F) Presentación de caso clínico
46
Genograma
33
18 16 14 12 7
9m
Psicología
Se trabaja en este punto sobre la construcción particular que ella tuviera sobre
el profesional interrogándola al respecto:
Y: “Un psicólogo te ayuda a darte cuenta de cosas que vos ya sabías, pero no
querías ver; o te ayuda a ver cosas que no veías. Yo vengo por la constancia
igual y para que alguien le explique a mi marido que no debe hacer las cosas
así, que no es así que hace lo que él quiere y no pasa nada”
47
Puede leerse que hay en el sujeto una noción de su propia división: lo que se
sabe pero no se ve, un saber no sabido que genera resistencia. Y el psicólogo
sería quien la ayudaría a encontrarse con algo de eso. Inmediatamente
demanda un orden de legalidad que regule a este otro que es su “marido”, para
quien la intervención de la ley (condena, prisión, medidas judiciales) parece no
haber tenido efecto alguno. Solicita además que alguien hable por ella, que le
expliquen; ella tampoco viene a dar cuentas de su palabra, su padecimiento,
sino “porque la mandan”. Luego despliega sus dichos, de los que puede
extraerse como decir, como enunciación, su posición subjetiva: ella siempre
queda en el lugar de ser maltratada, menospreciada, cuestionada,
desvalorizada por los otros, a quien ella entrega todo, por quienes está
dispuesta a sacrificarlo todo, incluso su deseo y, con él, la propia existencia.
Ella ha dado todo por su marido y sus hijos, que ahora la agreden
continuamente. En sesiones posteriores ubicará que esto viene ya desde su
infancia: pues en su familia de origen ha sido la encargada de trabajar para
otros, dando todo de sí y quedándose con nada: “Yo iba a buscar a los
basurales o a hacer trabajitos para mi mamá y mis hermanos, para que coman.
Ellos iban a la escuela y yo muchas veces no, lo hacía por ellos”. Despliega
también parte de su novela familiar: “Nadie nunca me quiso mucho que
digamos, el único que tuvo gestos de cariño conmigo fue mi papá, cuando no
estaba borracho y era violento, era el único que tenía momentos de cariño;
creo que él sí me quería a su manera, a mí al menos, no sé si a mis hermanos.
Mi mamá estaba siempre triste, llorando, deprimida, callada; yo creo que
estaba así porque no podía darnos las cosas más básicas que necesitábamos.
Y mis hermanos, nada, ellos esperaban que yo solucionara nomás. Nunca
nadie se preocupa por mí, yo tengo que estar bien para todos y nadie ni me
pregunta cómo estoy yo, ni les importa”. En medio de este relato particular que
enuncia “nadie me quiso mucho”, el “mucho” da cuentas de la introducción de
cierta desproporción que el sujeto vive como un sufrimiento, que además se
ubica de un lado de menos: “me han querido menos de lo que esperaba”. Esta
medida supuesta a una satisfacción no es sino efecto de la metáfora paterna
que produjo como resultado el significante fálico. Por todo lo antes dicho
podemos inferir que se trata de un sujeto que se ha estructurado en la
neurosis, y dentro de la misma, en el tipo clínico de la histeria, que denuncia
48
ante el otro su insatisfacción, que siendo propia del deseo devendrá para el
sujeto en un modo de goce.
a) No consentir al goce
En una sesión la paciente comienza preguntándose qué la “ata” a este
individuo del que no puede deshacerse por diversos motivos a lo largo del
tiempo; el significante “atar” adquiere en la sesión un peso particular (se repite,
la inquieta). Luego expresa que la ex pareja sigue yendo a la casa y se instala
allí a pesar de que ella no lo consienta, situación que viene sucediendo hace
varias semanas y ella no había mencionado en sesión. También manifiesta que
el sujeto la ha amenazado de muerte de manera directa. El hostigamiento y las
amenazas van en significativo aumento, hasta decir que teme por su vida. En
este punto, el analista señala: “Hay medidas judiciales que fueron
desobedecidas, y eso la ha puesto en riesgo su vida, ud lo ha callado, y no
puedo acompañar en eso. Yo tengo la obligación legal de comunicar esta
situación. Ud. deberá decidir si hace la denuncia correspondiente”. Lacan
(1969-70) dice “(…) el camino hacia la muerte no es nada más que lo que
llamamos goce”. Consentir y ser cómplice de su silencio, que era su “camino
hacia la muerte” implicaba ser solidario de su goce, era menester convocar una
instancia tercera de legalidad, que atravesaba también al analista (obligación
legal de comunicar) y poner coto al goce mortífero del sujeto. Por otra parte, la
sujeto siempre involucraba a los otros como cómplices de sus transgresiones
50
que la ponían en riesgo, todos debían acompañarla a callar y ser testigos
mudos. Se calculó con gran cuidado el modo de formulación de esta
intervención ya que si el analista se hubiese colocado en el lugar de amo
formulando por ejemplo “ud tiene que hacer la demanda”, podría haber
lanzado a la paciente a un acting. Luego de la intervención, dice “Capaz sea
una manera de empezar a desatarme. Voy a hacer la denuncia”. Al día
siguiente realiza la denuncia, y antes de ir a la comisaría solicita hablar con
psicología y refiere “me da muchísimo miedo, pero ahora sé que tengo que
hacer esto”. Puede localizarse allí el punto que se le hubiera señalado al
principio: “aquello que sabe, pero no quiere ver, e ignorarlo trae
consecuencias”. Luego de la denuncia realiza muchos rodeos (pide todas las
semanas turno, se olvida, llega muy tarde), hasta que concreta una última
entrevista en la que refiere “necesitaba algo que diga hasta acá, que ponga un
límite. Las otras cosas no cambiaron mucho, el tipo sigue sin pasarme plata,
pero al menos volví al gimnasio, eso lo había dejado y era importante para mí”.
Se deriva (como se había acordado desde el inicio destacando el tiempo de
trabajo posible) a la paciente para continuar tratamiento psicológico (con breve
reseña del caso y las intervenciones) y se otorgan referencias para poder
ubicar al equipo ante alguna posible consulta.
Trabajo Social
51
En esta primera entrevista se identifica necesidades básicas insatisfechas, lo
cual aumenta el riego al tratarse de un grupo familiar constituido en su mayoría
por niños y adolescentes. Por lo cual se propone acompañamiento a fin de
utilizar recursos comunitarios como el comedor infantil para cubrir el almuerzo.
Esto es acordado con la sra, como así también la forma de hacerlo, es así que
si bien se interviene en primer momento desde la asistencia, habiendo
identificado niños en riesgo, la modalidad fue la de acompañamiento, es decir,
brindarle ciertas herramientas para que sea ella misma quien gestione estos
espacios y “no hacer por ella”, esta posición como resultado de un acuerdo
entre los miembros del equipo y apuntando siempre a la responsabilidad
subjetiva en juego y a la autonomía, evitando indicar que quiere para su vida y
como llevarlo a cabo. Se acompañó también en la gestión de mercadería en la
cooperadora asistencial
52
era de alguna manera también consentida por ella. Poner en la mesa este
último tema, es decir que ella también se encontraba incumpliendo la medida,
permitió también un movimiento de responsabilización que marcó un antes y un
después en su posicionamiento. Todo esto como efecto del trabajo
interdisciplinario que encontraba como punto en común trabajar desde todos
los aspectos apuntando a la responsabilidad subjetiva y a apelar a un orden de
legalidad y un límite a este malestar que ella pusiera en juego. Tras la
conversación con Psicología en la que la paciente se decide a hacer la
denuncia, se aplica el formulario elaborado por el circuito Barcelona contra la
violencia hacia las mujeres en el marco del "Protocolo de valoración del riesgo
de violencia contra las mujeres por parte de su pareja o ex pareja" (2011) y se
valora –interdisciplinariamente- el riesgo como alto debido a que, según lo
expresado por la paciente:
· La ex pareja fue agresivo verbalmente tanto con ella como con familiares
(hermana de la paciente)
· Violencia económica
53
Por todo lo antes dicho se procede a:
54
REFLEXIONES/CONCLUSIONES
Corresponde en este apartado, llevar a cabo la difícil tarea de poner en acto el
tiempo de concluir. Se decidió para ello no reflexionar sólo sobre la presente
rotación, sino fundamentalmente sobre lo que el tránsito por la residencia
implicó para el equipo.
Como sucede con ciertos paisajes, sólo a la distancia se tiene una mejor
perspectiva. Estos años no han sido sin malestares o padecimientos, sin
angustias, sin habernos dejado conmover en lo más profundo por las
experiencias humanas que atravesamos. Creemos que la residencia invita a
poner en suspensión todo un sistema de creencias que sostienen las prácticas
y si, con otros y algo de lo propio, se logra pasar de esa angustia, se obtienen
55
entonces aprendizajes inmensamente significativos, no sólo desde lo
académico, sino fundamentalmente desde lo humano.
No creemos haber tenido durante nuestro paso ninguna idea que pueda
compararse a una gran creación, menos aún a la teoría de la relatividad!!!; sin
embargo sí estamos seguras que cada acto, pensamiento y camino que hemos
llevado a la práctica estuvo tan íntima y estrechamente ligado a nuestras más
profundas convicciones que nadie podrá arrancárnoslos del alma.
56
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58
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nivel de atención: Centro de Salud Nº61, Bº Solidaridad; biblioteca
RISAM
59
FICHA DE EVALUACIÓN
RESIDENCIA INTERDISCIPLINARIA EN SALUD MENTAL SALTA
EVALUACIÓN
-NOTA:
-OBSERVACIONES:
-Tribunal Evaluador:
Jurado: Jurado:
Jurado: Jurado:
-Lugar y fecha:
60
ANEXO
2º Sem.
INDICADORES DE SALUD MENTAL
N°
(1) Total de Consultas de Salud Mental 1237
(2) Total de atenciones por intento de suicidio por
2
primera vez
(3)Total de atenciones por eventos de violencia
56
intrafamiliar por primera vez
2º
PROBLEMATICAS
Sem.
PSICOSOCIALES
N°
(8) Casos Suicidio 4
(9) Casos Intento de suicidio 3
(10) Casos Abuso de alcohol 25
(11) Casos Abuso de drogas
25
ilegales
2º
Indicadores de Adicciones
Sem.
N°
(4) Total de consulta por guardia 0
61
por intoxicación Aguda
(5) Total de consulta en guardia
por otros motivos (con 0
intoxicación)
(6) Total de consultas por
consultorio externo por abuso de 3
Alcohol
62