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Sede Bandera de Suiza Ginebra (Suiza) es sede del CICR y FICR, la sede de las Sociedades
Nacionales están en cada país
Miembros CICR, FICR, 186 Sociedades Nacionales (en total, unos 12 millones de voluntarios
alrededor del mundo)
Empleados 300000
Estructura
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, comúnmente conocido como
la Cruz Roja (Internacional) o la Media Luna Roja (Internacional), es un movimiento humanitario
mundial de características particulares y únicas en su género, por su relación particular con base
en convenios internacionales con los estados y organismos internacionales por un fin
verdaderamente humanitario. Está integrada por:2
Los componentes del movimiento se reúnen con los estados partes en los Convenios de Ginebra
del 27 de julio de 1929 o del 12 de agosto de 1949 en la conferencia internacional de la Cruz Roja y
de la Media Luna Roja (en adelante: la conferencia internacional).
La Cruz Roja también es el emblema inicial del Movimiento. La cruz roja, junto con la media luna
roja y el cristal rojo sobre fondo blanco, son emblemas humanitarios reconocidos oficialmente por
casi la totalidad de países del mundo y su uso está enmarcado en el Derecho Internacional
Humanitario, por lo que deben ser respetados en toda circunstancia, para que sea posible
desarrollar las labores humanitarias en los desastres y conflictos armados.
Índice
1 Fundación
3 Principios fundamentales
4.1 Anexo
8 Véase también
9 Referencias
10 Enlaces externos
Fundación
El banquero suizo Henry Dunant (1828-1910), mientras estaba dedicado a sus negocios en Argelia,
viajó al norte de Italia muy cerca de Solferino (Italia), el mismo día en que allí se enfrentaban los
ejércitos austriaco, francés y piamontés. Al anochecer, sobre el escenario de la batalla de
Solferino, el 24 de junio de 1859, yacían 40 000 hombres prácticamente abandonados a su suerte.
Dunant vio cómo morían los heridos sin asistencia y, ayudado por gente de los pueblos cercanos,
se dedicó a socorrerlos: convenció a la población local para que atendiese a los heridos, sin fijarse
en qué bando del conflicto estaban, usando el lema Tutti fratelli (Todos hermanos) acuñado por las
mujeres de la cercana ciudad de Castiglione dello Stiviere (Provincia de Mantua).
Desde un primer momento, Dunant concibió las sociedades como entes neutrales, dispuestos a
prestar ayuda humanitaria a quien la necesitara, independientemente de su raza, nacionalidad o
creencias. Su idea la recogieron cuatro miembros de la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública que,
junto con él, impulsaron el proyecto hasta la constitución formal en 1863 del Comité Internacional
de la Cruz Roja, antecedente inmediato de lo que más adelante conformaría el Derecho
Internacional Humanitario.4
Un año después, el Comité Internacional de la Cruz Roja logró, con el apoyo del Gobierno Suizo,
convocar a una conferencia diplomática en la que doce estados firmaron el Primer Convenio de
Ginebra. En él se acordó:
La adopción del emblema de la Cruz Roja sobre fondo blanco como símbolo protector.
En su homenaje cada año, el 8 de mayo, fecha de nacimiento de Henry Dunant, se celebra el Día
Mundial de la Cruz Roja.
El 13 de junio de 2012 la Cruz Roja fue galardonada con el premio Príncipe de Asturias de
Cooperación Internacional.5
1859: Antes del siglo XIX, los símbolos utilizados para identificar a los servicios médicos de las
fuerzas armadas variaban en función del país de origen. Los símbolos no eran ampliamente
conocidos, raras veces se respetaban y no tenían derecho a ninguna forma de protección jurídica.
En la segunda mitad del siglo XIX, la rápida evolución de la tecnología de las armas de fuego
ocasionó un dramático incremento del número de muertos y de heridos en tiempo de guerra.
De regreso en Ginebra, Henry Dunant comenzó a escribir un libro, en el que propuso mejorar
significativamente la asistencia que se presta a las víctimas de guerra.
1862: En 1862, se publicó el libro Recuerdo de Solferino, que contenía dos propuestas:
establecer, en tiempo de paz y en todos los países, grupos de voluntarios que prestasen ayuda a
las víctimas en los campos de batalla;
lograr que los países aceptasen proteger a los voluntarios socorristas y a los heridos en el campo
de batalla.
La primera propuesta fue el origen de las Sociedades Nacionales, que existen actualmente en 186
países, y la segunda dio lugar a los Convenios de Ginebra, hoy firmados por 194 Estados.
1863: El 17 de febrero de 1863, un comité formado por cinco miembros, el futuro Comité
Internacional de la Cruz Roja (CICR), se reunió para estudiar las propuestas de Dunant.
Uno de sus objetivos principales era adoptar un único signo distintivo, que contara con respaldo
jurídico, para indicar la obligación de respetar a los servicios médicos de las fuerzas armadas, a los
voluntarios socorristas de las sociedades que prestaban servicios de primeros auxilios y a las
víctimas de los conflictos armados.
El símbolo debía ser sencillo, identificable a distancia, conocido por todos e idéntico para amigos y
adversarios. El emblema debía ser el mismo para todos y reconocible a nivel universal.
1864: En agosto de 1864, la Conferencia Diplomática, convocada con el fin de transformar las
resoluciones adoptadas en 1863 en normas convencionales, adoptó el primer Convenio de
Ginebra.
Así nació el derecho internacional humanitario moderno.
En el primer Convenio de Ginebra, se eligió la cruz roja sobre fondo blanco como emblema
distintivo único.
Puesto que el símbolo debía reflejar la neutralidad de los servicios médicos de las fuerzas armadas
y la protección que se les confería, el emblema adoptado se creó invirtiendo los colores de la
bandera suiza.
El símbolo elegido ofrecía las ventajas de ser un signo fácil de confeccionar y reconocible a
distancia por sus colores contrastados.
1876-1878: Durante la guerra entre Rusia y Turquía, el Imperio Otomano declaró que utilizaría el
símbolo de la media luna roja sobre fondo blanco, en lugar de la cruz roja. Si bien respetaban el
símbolo de la cruz roja, las autoridades otomanas consideraban que la naturaleza misma de la cruz
roja hería las susceptibilidades de los soldados musulmanes.
Se aceptó el signo de la media luna roja a título provisional, mientras durase la guerra.
1929: Tras la Primera Guerra Mundial, se convocó la Conferencia Diplomática de 1929, con la
finalidad de revisar los Convenios de Ginebra. Las delegaciones de Turquía, Persia y Egipto
solicitaron el reconocimiento de la media luna roja y del león y sol rojos. Tras prolongados
debates, la Conferencia aceptó reconocerlos como emblemas distintivos adicionales a la cruz roja
pero, a fin de evitar la proliferación de emblemas, limitó la autorización a los tres países que ya los
utilizaban.
Los tres emblemas distintivos gozan de igual estatuto en el marco de los Convenios de Ginebra.
1936-1939: Durante la Guerra civil española, la Cruz Roja Internacional es acusada por el bando
franquista de falta de neutralidad.6
1949: La Conferencia Diplomática convocada en 1949 para revisar los Convenios de Ginebra tras la
Segunda Guerra Mundial analizó tres propuestas orientadas a solucionar la cuestión de los
emblemas:
una propuesta israelí con miras a reconocer un nuevo emblema, el escudo rojo de David, que los
servicios sanitarios de las fuerzas armadas israelíes usaban como signo distintivo
1980: La República Islámica de Irán anunció que renunciaba a su derecho de usar el león y sol rojos
y que emplearía en el futuro la media luna roja como signo distintivo. Sin embargo, se reservó el
derecho de volver a usar el del león y sol rojos si se reconocían nuevos emblemas.
1992: Tras la decisión de 1949, continuó el debate acerca de los emblemas. Varios países y sus
sociedades de socorros seguían interesados en utilizar los emblemas nacionales, o la cruz y la
media luna juntas. En la década de 1990, también se plantearon preocupaciones acerca de la
neutralidad de la cruz roja o de la media luna roja, en el contexto de ciertos conflictos complejos.
En 1992, el entonces presidente del CICR hizo un llamamiento público en favor de la creación de
un nuevo emblema desprovisto de cualquier connotación nacional, política o religiosa.
1999 :La Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja celebrada en 1999 hizo
suya la propuesta de organizar un grupo de trabajo mixto sobre los emblemas, integrado por
Estados y Sociedades Nacionales, con vistas a encontrar una solución global y duradera que fuese
aceptable para todas las partes en cuanto al fondo y al procedimiento.
2000: El grupo de trabajo reconoció el profundo apego que la mayoría de los Estados y de las
Sociedades Nacionales tenía a los emblemas de la cruz roja y de la media luna roja. Por
consiguiente, la única posibilidad de lograr una solución ampliamente aceptada era reconocer un
emblema protector adicional, exento de toda connotación nacional, política o religiosa.
El diseño del nuevo emblema debía permitir que las Sociedades Nacionales que lo utilizaran
pudiesen insertar en el mismo:
cualquier otro símbolo que estuviese en uso y que hubiese sido comunicado al Estado depositario
de los Convenios de Ginebra y al CICR.
2005: En diciembre de 2005, durante la Conferencia Diplomática celebrada en Ginebra, los Estados
adoptaron el Protocolo III adicional a los Convenios de Ginebra, por el que se creó un emblema
adicional a la cruz roja y la media luna roja. El nuevo emblema, conocido como el cristal rojo,
resuelve varias cuestiones que preocuparon al Movimiento durante años, entre otras:
la posibilidad de que los países que no desean adoptar ni la cruz roja ni la media luna roja puedan,
sin embargo, integrarse en el Movimiento como miembros plenos mediante el uso del cristal rojo;
2006: En junio de 2006, se celebró en Ginebra una Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de
la Media Luna Roja con el objeto de modificar los Estatutos del Movimiento para reflejar la
creación del nuevo emblema.
Desde su creación hasta el año 2006 el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) le negó el
reconocimiento al Maguén David Adom por rehusarse a reemplazar la estrella de David roja por la
cruz roja. Las razones corresponden a la conferencia de la Convención de Ginebra de 1929 que
identificó solo tres símbolos (cruz roja, media luna roja, y león y sol rojo) y prohibió el uso de otros
en el futuro (la estrella roja de David fue remitida al CICR en 1931).
Con la aprobación de un tercer emblema en diciembre del 2005 Maguén David Adom estuvo en
condiciones de contar con la aprobación del CICR e ingresar a la Federación Internacional de
Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. El 22 de junio de 2006, MDA fue reconocido
por el ICRC y admitido como miembro pleno.
2007: El 14 de enero de 2007, entró en vigor el Protocolo adicional III a los Convenios de Ginebra
de 1949 (seis meses después de su ratificación por los dos primeros países). Esto completa el
proceso de establecimiento de un emblema adicional para uso de los Gobiernos y el Movimiento
Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
Principios fundamentales
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja realiza su labor bajo siete
principios fundamentales que rigen las actuaciones de esta organización, creando un vínculo de
unión entre las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el CICR y la FICR.
En el caso de España, hay una gran variedad de voluntariados en los que se puede participar, pero
se requiere una edad mínima de 16 años para poder hacerlo. Se puede participar en los siguientes
voluntariados:
Asistir a población en riesgo social, en este voluntariado se puede prestar un apoyo a personas en
situación en riesgo social, que necesitan ayuda para resolver o mejorar su situación y que por sí
mismas no pueden solucionar.
Colaborar en acciones inmediatas y puntuales es la opción perfecta para tener una primera toma
de contacto con el voluntariado sin necesidad de comprometerse a largo plazo. Se colabora en
campañas puntuales y canaliza tu solidaridad.
Apoyar en la gestión de cruz roja, en este voluntariado se puede realizar una labor administrativa,
facilitando alianzas o gestionando voluntariado. Las colaboraciones serán fundamentales para el
funcionamiento de Cruz Roja y poder atender a las personas.
Unidad: En cada país solo puede existir una Sociedad de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja,
que debe ser accesible a todos y extender su acción humanitaria a la totalidad del territorio.
Búsqueda y rescate.
Atención prehospitalaria.
Abastecimiento de agua.
Solicitud de medicamentos.
Primeros auxilios.
Donaciones voluntarias.
Servicio de ambulancias.
Las personas que integran la Cruz Roja no reciben dinero como sueldo, pues son voluntarios
(excepto técnicos, por ejemplo, un socorrista que trabaja todo el día en la playa). Trabajan para
evitar el sufrimiento humano, y por el bienestar de todos.
Además, para evitar incidentes, ninguna persona que sea remunerada por su acción en Cruz Roja
puede acceder a puestos políticos en la jerarquía de la institución.
El martes 16 de octubre de 1990, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió invitar al
CICR a participar en calidad de observador en sus sesiones y tareas. Efectivamente, la Asamblea
aprobó sin votación un proyecto de resolución respaldado por 138 de los 159 Estados miembros
de la ONU, otorgando al CICR el estatuto de observador.
La Asamblea General,
Recordando los mandatos conferidos al Comité Internacional de la Cruz Roja por los Convenios de
Ginebra de 12 de agosto de 1949,
Considerando el papel especial desempeñado con arreglo a ellos por el Comité Internacional de la
Cruz Roja en las relaciones humanitarias internacionales,
2. Solicita al Secretario General que adopte las medidas necesarias para aplicar la presente
resolución."
La inclusión en el orden del día de la cuestión de la atribución del estatuto de observador al CICR
fue solicitada por los representantes permanentes de 21 países, en carta fechada el 16 de agosto
de 1990 y dirigida al secretario general de las Naciones Unidas. A esta se adjuntó un memorando
explicativo, cuyo texto transcribimos a continuación (Doc. A/45/191), así como el proyecto de
resolución precitado.
El proyecto de resolución fue presentado a la Asamblea General reunida en sesión plenaria por S.
E. el señor Vieri Traxler, representante permanente de Italia ante la ONU, que explicó la iniciativa,
motivada por un precedente histórico: la presencia de Henry Dunant, fundador de la Cruz Roja, en
Solferino. En nombre de los coautores, el embajador Traxler rindió homenaje a la Institución por
su importante contribución a la codificación, el desarrollo y la aplicación del derecho internacional
humanitario, así como por su cometido de intermediario neutral e imparcial, consagrado a la
promoción de los ideales humanitarios. Después, propuso a la Asamblea que atribuya el estatuto
de observador al Comité Internacional de la Cruz Roja como reconocimiento por su impresionante
labor en favor de la humanidad.
Cabe recordar aquí que varios Estados y otras organizaciones, especialmente organismos
internacionales regionales o especializados, se benefician del estatuto de observador ante las
Naciones Unidas, pero es la primera vez que este se otorga a una Institución que no es una
organización gubernamental. A este respecto, el embajador Traxler declaró que, según los
coautores de la propuesta, esta atribución no debe considerarse como un precedente, sino que,
así, se pone de relieve el especial cometido que la comunidad internacional asigna al CICR y los
cometidos que se le confieren en los Convenios de Ginebra, que hacen del Comité Internacional
una Institución única en su género, por su índole y su estatuto.
Varios oradores, especialmente los representantes de la India, Pakistán y los Estados Unidos, se
expresaron en este sentido.
El presidente del CICR, señor Cornelio Sommaruga, declaró: “La admisión del CICR como
observador ante las Naciones Unidas es un importante reconocimiento del papel de la Institución
en el plano internacional”. Mediante esta decisión, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha
reafirmado los cometidos del CICR y los principios humanitarios que mueven su acción,
especialmente los de neutralidad, imparcialidad y universalidad. Asimismo, contribuirá a reforzar
aún más la cooperación del CICR con la ONU y, en el plano práctico, la posibilidad de dar su
opinión sobre cuestiones de su competencia, y de tener acceso no solo a la documentación, sino
también a los períodos de sesiones de la Asamblea General de las com isiones, permitirá a los
representantes del CICR en las reuniones de las Naciones Unidas en Nueva York, Ginebra y otras
panes actuar con más rapidez y de manera más directa ante los actores del escenario
internacional.
Anexo
2. Los cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para la protección de las víctimas de
guerra, en que 166 Estados son partes, y sus dos Protocolos Adicionales de 1977 establecen
explícitamente el papel del CICR como intermediario humanitario neutral e imparcial. Así pues, los
tratados de derecho internacional humanitario asignan al CICR deberes semejantes a los de una
Potencia protectora responsable de salvaguardar los intereses de un Estado en guerra, ya que el
CICR puede actuar en sustitución de la Potencia protectora dentro del significado de los Convenios
de Ginebra de 1949 y el Protocolo Adicional I de 1977. Además, el CICR tiene el mismo derecho de
acceso a los prisioneros de guerra que una Potencia protectora (Convenios de Ginebra) y a los
civiles comprendidos en el Convenio de Ginebra relativo a la protección de personas civiles en
tiempo de guerra (cuarto Convenio de Ginebra). Además de esas funciones concretas, el CICR,
como institución neutral, tiene el derecho de iniciativa dimanante de una disposición común a los
cuatro Convenios de Ginebra que lo autoriza a formular cualquier propuesta que considere de
interés para las víctimas del conflicto.
3. Los estatutos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, según
fueron aprobados por la Conferencia Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, en que los
Estados partes en los Convenios de Ginebra participan, exigen que el CICR difunda el conocimiento
y aumente la compresión del derecho humanitario internacional y promueva su desarrollo. En los
estatutos también se prevé que el CICR defienda y difunda los Principios Fundamentales del
Movimiento, a saber: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, servicio voluntario,
unidad y universalidad.
4. Fue por iniciativa del CICR que el Convenio de Ginebra original para aliviar la suerte de los
heridos de las fuerzas armadas en campaña fue aprobado por los gobiernos en 1864. Desde
entonces, el CICR ha procurado perfeccionar el derecho humanitario internacional para
mantenerse a la par de la evolución de los conflictos.
6. Con un promedio de 590 delegados que trabajan en 48 delegaciones, en 1989 el CICR trabajó
activamente en casi 90 países en África, América Latina, Asia, Europa y al Oriente Medio - incluidos
los países abarcados por sus diversas delegaciones regionales - dando protección y asistencia a las
víctimas de conflictos armados en virtud de los Convenios de Ginebra, y con la anuencia de los
gobiernos interesados, a las víctimas de tensión y disturbios internos.
7. En el caso de conflictos armados internacionales, el mandato del CICR es visitar a los prisioneros
de guerra y a los civiles de conformidad con las disposiciones del Convenio de Ginebra relativo al
trato de los prisioneros de guerra (tercer Convenio), el Convenio de Ginebra relativo a la
protección de personas civiles en tiempo de guerra (cuarto Convenio) y el Protocolo Adicional a los
Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los
conflictos armados internacionales (Protocolo I). En situaciones de conflicto armado sin carácter
internacional, el CICR basa sus solicitudes de acceso a las personas privadas de su libertad a causa
del conflicto en el artículo 3, común a los Convenios de Ginebra, y en el Protocolo Adicional a los
Convenios de Ginebra, de 12 de agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los
conflictos armados sin carácter internacional (Protocolo II).
11. Las actividades del Organismo Central de Búsqueda del CICR se basan en la obligación de la
institución previstas en los Convenios de Ginebra, a saber, ayudar a las víctimas militares y civiles
de conflictos armados internacionales, y en su derecho de iniciativa humanitaria en otras
situaciones. La labor del Organismo y sus delegados sobre el terreno consiste en reunir, registrar,
centralizar y, cuando procede, remitir información sobre personas que tengan derecho a recibir
asistencia del CICR como prisioneros de guerra, internados civiles, detenidos, personas
desplazadas y refugiados. También incluye el restablecimiento de contacto entre familiares
separados, esencialmente por medio de mensajes de la familia donde los medios de comunicación
normales no existen o se han interrumpido debido al conflicto, la búsqueda de personas
desaparecidas o de quienes la familia no tiene noticias, la organización de la reunificación de
familias, el traslado a lugares seguros y operaciones de repatriación.
12. Las labores del CICR y de las Naciones Unidas se complementan cada vez más y la cooperación
entre las dos instituciones es cada vez más estrecha, tanto en las actividades sobre el terreno
como en sus esfuerzos por aumentar el respeto del derecho humanitario internacional. En los
últimos años, esta relación se ha manifestado en numerosas operaciones para dar protección y
asistencia a las víctimas de conflictos en todo el mundo.
13. Asimismo, el CICR y las Naciones Unidas han cooperado estrechamente en asuntos jurídicos, y
el CICR contribuye a la labor de las Naciones Unidas en esa esfera. Esta relación también se refleja
en resoluciones del Consejo de Seguridad, y de la Asamblea General y sus órganos subsidiarios, así
como en informes del Secretario General.
La Operación Paso del Estrecho es un grupo especial en el que participan voluntarios de la Cruz
Roja para ofrecer ayuda social, ayuda médica y actividades lúdicas en la guardería a los más de
1000 inmigrantes africanos que cruzan el Estrecho de Gibraltar durante las vacaciones de verano
para volver a su país de origen. Los turnos de sus voluntarios se realizan de mañana, tarde o
noche; cada uno de 5 horas, durante tres semanas. Preferiblemente, durante dos semanas a
principios de invierno y otra al final.
Controversia
Con referencia al uso del emblema, varios medios de comunicación recordaron que según las
normas del Derecho Internacional Humanitario, su empleo en operaciones que no sean
humanitarias se considera "perfidia" porque constituye una violación de los Convenios de Ginebra.
Debe además ser sancionado en los tribunales internacionales como "delito de guerra".
1919 Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (5 mayo)
1944 Premio Nobel de la Paz CICR
Véase también
Henry Dunant