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La degradación de los lípidos y las proteínas

La degradación de los lipidos 

Es el proceso por el cual los ácidos grasos son degradados para formar sus


metabolitos, generando al final acetil-CoA, la molécula que ingresa al ciclo del
ácido cítrico, la vía metabólica que provee la mayor parte de la energía en los
animales. Este proceso incluye tres etapas principales:

Lipólisis y liberación

Inicialmente en el proceso de degradación, los ácidos grasos son almacenados en


las células grasas (adipocitos). La degradación de estas grasas es el proceso
conocido como lipólisis.

Es un mecanismo natural del organismo para regular las fuentes de energía,


mecanismo que funciona aún en casos de inanición y ejercicio.

Lipolisis

La lipolisis o lipólisis es el proceso catabólico que permite la movilización de


lípidos que constituyen la reserva de combustible en el tejido adiposo hacia los
tejidos periféricos para cubrir las necesidades energéticas del organismo.
Mediante la lipólisis los triglicéridos son hidrolizados liberando ácidos grasos y
glicerol.123

Los triglicéridos son hidrolizados a diacilglicerol y una molécula de ácido graso,


luego el diacilglicerol se convierte en monacilglicerol y otro ácido graso;
finalmente, el monoacilglicerol se hidroliza a glicerol y un tercer ácido graso. Estas
reacciones bioquímicas son inversas a la lipogénesis. A la lipolisis también se le
llama movilización de las grasas.1

La lipolisis es estimulada por diferentes hormonas catabólicas como el glucagón,


la epinefrina, la norepinefrina, la hormona del crecimiento y el cortisol, a través de
un sistema de transducción de señales. La insulina disminuye la lipolisis.

En el adipocito el glucagón activa a determinadas proteínas G, que a su vez


activan a la adenilato ciclasa, al AMPc y éste a la lipasa sensitiva, enzima que
hidroliza los triacilglicéridos. Los ácidos grasos son vertidos al torrente sanguíneo
y dentro de las células se degradan a través de la betaoxidación en acetil-CoA que
alimenta el ciclo de Krebs, y favorece la formación de cuerpos cetónicos.
En última instancia, los productos finales de la lipolisis son agua, gas carbónico y
energía, según el esquema -muy simplificado: C55 H104 O6 + 78 O2 → 55 CO2 +
52 H2O + energía.4

Lipólisis con Láser:

La lipólisis se puede lograr también con la estimulación de un láser de baja


frecuencia que tiene una acción no invasiva y no térmica. Este procedimiento se
denomina Terapia de Láser de Baja Frecuencia (LLLT por sus siglas: Low-level
laser therapy), pero también es referido como "Lipoláser sin cirugía" o
"Láserlipolisis", y en la última década ha sido intensamente estudiado y aplicado
para la reducción de grasa localizada, modelación corporal y reducción de la
celulitis.

La degradación de las proteínas

La proteólisis es la degradación de proteínas ya sea mediante enzimas


específicas, llamadas peptidasas, o por medio de degradación intracelular.

Degradación de proteínas

La degradación de las proteínas debe estudiarse fundamentalmente a dos niveles


dependiendo de la localización del proceso:

tracto digestivo:

Se procesan las proteínas exógenas o ingeridas de la dieta; es la denominada


digestión de proteínas.

Este proceso digestivo permite obtener los aminoácidos en forma libre, necesarios
para sintetizar las proteínas propias, así como otras biomoléculas que se forman
partir de ellos.

Interior de la célula:

Se procesan las proteínas endógenas, lo que se suele conocer bajo la


denominación de recambio proteico.

Este recambio proteico es de gran utilidad para reciclar los aminoácidos de


proteínas que ya no son útiles para el organismo y generar nuevas proteínas, u
otras biomoléculas a partir de aminoácidos preexistentes.

Además, también sirve para la eliminación de aminoácidos dañados.

Recambio Proteico
La digestión celular hace referencia a la degradación intracelular de las proteínas,
con la finalidad de reciclar o degradar los aminoácidos de las mismas.

Esta proteólisis puede darse en los lisosoma (orgánulo celular especializado en la


degradación de moléculas) o en el citoplasma.

Proceso de degradación

Si se degradan durante la digestión, participan peptidasas específicas como la


tripsina, la quimotripsina, las carboxipeptidasas y la elastasa.

La degradación intracelular la lleva a cabo un complejo multienzimático


denominado proteosoma, que actúa en el citosol. Se trata de una estructura
cilíndrica formada por proteasas y dos extremos de complejos proteicos que
alimentan la cámara interna del cilindro al reconocer las proteínas. Las proteínas
que van a ser degradadas han sido marcadas anteriormente con una pequeña
proteína llamada ubiquitina.

La proteólisis tiene varias funciones para la célula, entre ellas:

Eliminación de metionina en el extremo N-terminal tras la traducción.

Eliminación de las secuencias señal de péptidos después de su transporte a


través de la membrana.

Separación de proteínas virales que se traducen desde un ARN mensajero


monocistrónico.

Digestión de proteínas de los alimentos como fuente de aminoácidos.

Conversión de proteínas inactivas (proenzimas, zimógenos, pre-hormonas) en sus


formas funcionales finales.

Degradación de ciclinas y otras proteínas requeridas para la progresión en el ciclo


celular.

La proteólisis puede realizarse también en el interior de los orgánulos llamados


lisosomas, mediante unas proteasas específicas llamadas catepsinas, de los que
hay unos 50 tipos diferentes. El pH óptimo para su actuación es de 5, y se
consigue gracias a una bomba de protones. La degradación lisosomal recicla los
aminoácidos de las proteínas que no son anómalas, por ejemplo, las que se
encuentran en la membrana, o se han incorporado a la célula por endocitosis. No
elimina proteínas "incorrectas". Son muy importantes en procesos como la
regresión del útero tras el parto, que en 9 días pasa de pesar 2 kg a 50 g, o en la
eliminación de las membranas interdigitales durante el desarrollo fetal.

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