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SESIÓN IV
“Este reino se manifiesta a los hombres en las palabras, en las obras y en la presencia de Cristo”. Acoger
la palabra de Jesús es acoger “el Reino”. El germen y el comienzo del Reino son el “pequeño rebaño”
(Lc 12, 32) de los que ha venido a convocar en torno suyo y de los que él mismo es el pastor.
Constituyen la verdadera familia de Jesús. A los que reunió así en torno suyo, les enseñó no sólo una
nueva “manera de obrar”, sino también una oración propia. El Señor Jesús dotó a su comunidad de una
estructura que permanecerá hasta la plena consumación del Reino. Ante todo está la elección de los doce
con Pedro como su Cabeza; puesto que se representan las doce tribus de Israel, ellos son los cimientos de
la nueva Jerusalén. Los doce y los otros discípulos participan en la misión de Cristo, en su poder, y
también en su suerte. Con todos estos actos, Cristo prepara y edifica su Iglesia.
Pero la Iglesia ha nacido principalmente del don total de Cristo por nuestra salvación, anticipado en la
institución de la Eucaristía y realizado en la Cruz. “El agua y la sangre que brotan del costado abierto de
Jesús crucificado son signo de este comienzo y crecimiento”. “pues del costado de Cristo muerto en la
Cruz nació el sacramento admirable de toda la Iglesia”. Del mismo modo que Eva fue formada del
costado de Adán adormecido, así la Iglesia nació del corazón traspasado de Cristo muerto en la Cruz.
4. LA MISIÓN DE LA IGLESIA HOY.
La vida contemporánea sólo podrá construirse y vivirse como plenamente humana en el contexto de una
comunidad de fe. La iglesia debe reformar su vida para convertirse en una comunidad para la humanización de las
personas y de la vida social.
Nuestra sociedad está tan fragmentada que la familia nuclear ya no es suficiente para entender el término familia.
Hay muchas personas solas, madres solteras, matrimonios que necesitan una comunidad para estabilizarse. Nos
damos cuenta que muchas personas que se acercan a la iglesia necesitan ayuda como familias o necesitan una
familia que les acoja, o necesitan crear una familia alternativa, que provea a sus necesidades fundamentales de
orden, economía, seguridad, estabilidad, educación, apoyo, etc. Muchas de estas personas no podrán tener una vida
íntegra, digna y sana si no es en el marco de una comunidad. De ahí la necesidad que tiene la iglesia de plantearse
la creación de núcleos familiares con personas que estén capacitadas para ello y que acojan y convivan con quienes
necesitan una familia alternativa para recomponer sus vidas y superar sus problemas.
La iglesia debe ser como una familia que provee lo necesario para un crecimiento armonioso de cada familia y
también para los que no tienen familia. Necesitamos una comunidad más amplia que nos ayude en los momentos
de necesidad, que nos ayude a conocer la voluntad de Dios para nuestras vidas, para ser perdonados y
reconciliados, a fin de que podamos crecer en nuestra relación con Dios, con nosotros mismos, con nuestro prójimo
y con el medio ambiente. Esta comunidad de fe no es un sueño idealista, sino la realidad a la que Dios nos está
llamando. Para que nuestras iglesias institucionales sobrevivan y respondan a las necesidades de la gente de nuestro
tiempo tienen que transformarse en comunidades. La iglesia necesita proporcionar una calidad de vida y de
experiencia esencialmente diferente de la vida en la sociedad.
Como vemos en el libro de los Hechos después de Pentecostés, la iglesia primitiva respondió al desafío
de acoger a los miles de nuevos convertidos venidos de países lejanos en hogares de vida comunitaria.
Entre ellos no había necesitados pues cada uno aportaba según sus posibilidades y recibía según sus
necesidades. Hoy en día frente a los desafíos de nuestra sociedad contemporánea la iglesia debe tomar
nuevas formas que puedan dar solución a los grandes problemas de las familias y de los sin familia,
llegando a ser una familia de fe, de vida, de sanidad y de esperanza. Los primeros cristianos nos
dieron el ejemplo, ya que «...partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de
corazón» (Hechos 2:42).
1- ¿Qué es la Iglesia?
refiere tanto a una comunidad local como a una institución religiosa que agrupa a cristianos de una misma
confesión.