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INTRODUCCIÓN A LA CONFESIÓN BAUTISTA

DE FE DE LONDRES DE 1689

La Segunda Confesión Bautista de Fe de Londres de 1689 es un documento


histórico que ha sido probado en el tiempo como una guía (no autoritativa
divinamente hablando, ni prescriptiva) para múltiples congregaciones locales
alrededor de todo el mundo. Este documento histórico, en una forma
sistematizada, contiene el cuerpo de doctrinas de la fe cristiana que las
Escrituras hablan, con los versos bíblicos pertinentes para demostrar su
defensa y validez como Palabra de Dios.

Es importante notar que esta Confesión fue redactada en el año 1677 por los
editores principales Nehemiah Coxe y William Collins 12, luego de que
Guillermo y María ascendieran al trono en Inglaterra promulgando la ley de
tolerancia religiosa. En un principio sólo se suscribieron 7 iglesias bautistas
particulares en el año 1677, pero para 1689 ya eran más de 100 iglesias en toda
Inglaterra que estaban dispuestas a afirmar la misma fe que esta confesión
hacía de manera pública.

Entender todo lo que está detrás de esta confesión, es un valioso recurso


histórico/teológico que fortalecerá nuestra fe en común como bautistas, pero
también nos animará a seguir permaneciendo en la defensa de esta fe como la
Iglesia universal que somos frente a las diversas corrientes teológicas
emergentes que son contrarias a la Palabra del Señor. También contra las
herejías que se han levantado a lo largo de la historia del cristianismo. ¡Que el
Señor nos ayude en este camino!

1
Para un tratado más detallado respecto al origen/autoría de la 2° Confesión Bautista de Fe
de Londres de 1689, encarecidamente recomiendo el libro del Dr. James M. Renihan titulado
“Edificación y Belleza” especialmente el capítulo I, sección de “ Los Orígenes de la Confesión
de Fe”, páginas 45-52.
2
Haykin, Michael A., “Kiffen, Knollys y Keach: Recuperando Nuestra Herencia Bautista
Inglesa”, Santo Domingo, Ecuador, Legado Bautista Confesional, 2021, 119.
LA NECESIDAD DE UNA CONFESIÓN DE FE

Si hay algo que es importante dejar en claro desde un principio, es que los
Bautistas nunca quisieron ser innovadores u originales en lo que respecta a su
confesión de fe y por ende con su teología. Tampoco, redactaron su confesión
de fe de la nada, sin tener algún motivo por el cual creyeran que era necesario
redactar y publicar una confesión de fe que los identificara.

Muy por el contrario, lo que los llevó a publicar su confesión de fe fueron


motivos que para aquel entonces eran muy preocupantes y dañinos para ellos,
por lo que, redactar una confesión pública sería una barrera defensiva contra
los diferentes ataques que los bautistas particulares estaban recibiendo en
aquel entonces.
1.- LA CONTROVERSIA CON THOMAS COLLIER
El motivo que más destacó fue la controversia que tuvieron los bautistas
particulares con el ministro Thomas Collier. Thomas fue un enviado de la
iglesia de William Kiffen a la zona rural para la plantación de iglesias. Hasta
ese momento todo iba bien, pero con el pasar de los años, Collier comenzaría a
distanciarse de la ortodoxia y creencia bautista particular, sosteniendo varios
postulados doctrinales clasificados como “heterodoxia” u “herejía”.

Su escrito titulado “Tratado de Teología o Confesión de Fe sobre la esencia del


cristianismo”3 las cosas que Collier que enseñaba, estaban “que Dios existe en un
cielos increado, que Cristo murió por el universo, que el hombre es capaz de creer en el
evangelio de su propio poder, aparte de la obra del Espíritu Santo, que los creyentes
pueden perder su salvación, que la salvación sigue siendo posible después de la
muerte, y otras herejías relativas a la unión hipostática del mediador, Jesucristo,
afirmando que Dios el Hijo era una criatura”. 4

3
Haykin, Michael A., “Kiffen, Knollys y Keach: Recuperando Nuestra Herencia Bautista
Inglesa”, Santo Domingo, Ecuador, Legado Bautista Confesional, 2021, 119.
4
Renihan, Samuel D., “De la Sombra a la Sustancia: La Teología del Pacto de los
Bautistas (1642-1704)”, Lima, Perú, Teología Para Vivir, 2020, 170.
Estas enseñanzas sin duda eran un ataque directo a la teología bautista
particular. Collier poco a poco se fue alejando de la ortodoxia, pero seguía con
la etiqueta de ser un ministro bautista particular, por lo que, lo que Thomas
enseñaba significaba que también la denominación completa lo creía. Esto
claramente no era así, por lo que varios ancianos de Londres y Bristol (dentro
de los que destacaban William Kiffen y William Collins) decidieron
unánimemente oponerse a las enseñanzas, y para ello eligieron a un joven
Nehemiah Coxe para combatir lo que estaba pasando en ese momento.

Luego de un tiempo de estar en constante presión para que Collier se


retractara de sus dichos (a los cual se negó rotundamente), se catalogó como
5
desertor y hereje y que no comulgaba en la fe común que los bautistas
particulares tenían. Por ende, la urgencia apremiante de redactar un
documento público que demostrara que no estaban en común acuerdo era
visible. Su posición dentro del calvinismo estaba en juego.
2.- LA PERSECUCIÓN EN INGLATERRA.
Otro punto que estuvo en la mente de los bautistas particulares en Inglaterra
para redactar una nueva confesión fue lo ocurrido tanto a bautistas,
presbiterianos y congregacionalistas (también llamados independientes). Con
Carlos II nuevamente ascendiendo al trono, la persecución para todos aquellos
que no estaban de acuerdo con lo establecido (ya sea en ritos y/o prácticas) por
la Iglesia de Inglaterra era un pan de cada día. Por lo tanto, imagine todo el
tiempo de persecución que sufrieron estos grupos por alrededor de 28 años.
Sufriendo invasiones en sus iglesias, golpeados, heridos y hasta el punto de
ser encarcelados y morir allí por la causa de su fe cristiana.

Todo esto, llevó a los cristianos a presentar un frente común en respuesta a los
ataques de la Iglesia Nacional en Inglaterra, tomando los documentos de “La
Confesión de Westminster de 1647” y “La Declaración de Saboya de 1658” para
elaborar una confesión siguiendo dichos escritos para demostrar su unidad
con ellos en medio de todo esto.
5
Renihan, Samuel D., “De la Sombra a la Sustancia: La Teología del Pacto de los
Bautistas (1642-1704)”, Lima, Perú, Teología Para Vivir, 2020, 173.
3.- LA GERMINACIÓN DE LOS CUÁQUEROS.
Un tercer motivo que llevó a los bautistas a considerar la redacción de una
nueva confesión de fe fue el peligro inminente que el movimiento de lo
cuáqueros estaba realizando en sus congregaciones. El movimiento de los
cuáquero manifestaba un rechazo explícito a toda la teología calvinista, y su
postulado principal era el de priorizar un espíritu místico en los cristianos,
sobre y alejado de lo que las Escrituras revelan. El historiador y profesor del
Seminario Bautista del Sur, Michael Haykin, explica muy bien en que consistía
este movimiento emergente: “Instaban a hombres y mujeres a que se volvieran a la
luz que había dentro de ellos para encontrar la salvación” 6 o “Este énfasis en la luz
interior, a la cual se referían a los cuáqueros usando nombres diversos como el Cristo o
el Espíritu interno, los condujo a menudo a elevar dicha “luz” por encima de las
Escrituras”. 7

¡Esto sin duda era una preocupación tremenda para los bautistas y todo el
movimiento protestante de aquel entonces! Si alguien llegaba y decía que
había algo más importante que las Escrituras, y sobre todo un espíritu interno
desligado de lo que las Escrituras señalan, era una señal de que debían de
ponerse en estado de alerta las iglesias frente a esto. Lastimosamente este
movimiento permeó en algunas congregaciones bautistas, y peor aún, logró
sacar de dichas congregaciones a cristianos para que se unieran a su
movimiento alejado de la ortodoxia histórica. En consecuencia a esto, era
necesario un documento que pusiera en orden la centralidad de las Escrituras
y su autoridad, suficiencia, inerrancia, infabilidad, claridad, etc.

6
Haykin, Michael A., “Kiffen, Knollys y Keach: Recuperando Nuestra Herencia Bautista
Inglesa”, Santo Domingo, Ecuador, Legado Bautista Confesional, 2021, 113.
7
Ibid. 114.
LOS DOCUMENTOS SELECCIONADOS PARA LA
ELABORACIÓN DE LA CONFESIÓN DE FE DE 1689

Habiendo mencionado los motivos que llevaron a los bautistas a poder


elaborar una confesión de fe, es necesario dedicar un apartado a lo relacionado
con los documentos considerados para construir nuestra amada confesión que
hasta el día de hoy sigue siendo aplicable para nuestras congregaciones. Estos
documentos son La Confesión de Fe de Westminster (1647), La Declaración de
Fe y Orden de Saboya (1658), La Primera Confesión de Fe de Londres (1644) y
Los trabajos del Anciano William Collins. 8

1.- LA CONFESIÓN DE FE DE WESTMINSTER.

8
Waldron, Samuel E., “Exposición de la Confesión Bautista de Fe de 1689”, North
Bergen, Estados Unidos, Publicaciones Aquila, 2016, 585.

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