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Universidad Simón Bolívar

Departamento de Química
Laboratorio de Química General II
QM-1182
Sección 1
Prof. Julio Herrera

CURVA DE SOLUBILIDAD DEL SULFATO DE SODIO


Saraid Figueroa 13-10463

1. RESUMEN: 

La termoquímica se encarga del estudio de la energía en forma de calor que se transfiere


durante una reacción química y emplea la calorimetría para medirla. Se usó un calorímetro a
presión constante para determinar los calores de disolución y neutralización. Esto se logró
mediante la determinación del valor de la capacidad calorífica del calorímetro al medir los
cambios de temperatura entre el agua fría y caliente, obteniéndose un valor de (53,9±19,0 x
101) J/°C. En la experiencia, hubo fuga de calor ya que el orificio de la tapa de cartón utilizada
era muy ancho; por ende, los valores obtenidos para la variación de entalpía no son del todo
exactos. Los resultados experimentales ΔH para las reacciones exotérmicas fueron: (-52,2±1.67
x 101)kJ/mol para la reacción entre HCl y NaOH acuoso, (-43,5±1.48 x 101) kJ/mol para CH3COOH
con NaOH acuoso, para la disolución del NaOH en agua (-41,4±2.63x 101) kJ/mol y (-89,1±2.63x
101) kJ/mol para HCl con NaOH sólido. Al comparar con los datos bibliográficos presentaron
unos errores de 8,6%, 21,2 %, 6,7% y de 12,2%. Finalmente, con los cálculos hechos, se pudo
comprobar el cumplimiento de la Ley de Hess ya que el valor de la entalpía de la reacción en un
solo paso resultó ser similar al valor de la reacción en una serie de pasos.

2. INTRODUCCIÓN

En el mundo de la química, la mayor parte de las reacciones se llevan a cabo entre iones
y moléculas disueltos en agua u otros disolventes; de modo que se afirma que cuando una
sustancia se dispersa de manera uniforme en otra se forma una disolución. [1]

Cuando se habla de medio acuoso se hace referencia a disoluciones, las cuales


corresponden a mezclas homogéneas de dos o más sustancias que no reaccionan entre sí que
corresponden al soluto (que se encuentra en menor proporción) y el solvente (que se
encuentra en mayor proporción). Así, las disoluciones se forman cuando las fuerzas de
atracción entre las partículas de soluto y solvente son de igual magnitud en comparación con la
que existe entre las partículas de soluto mismas o entre las mismas partículas de disolvente. [1]

Un sólido puede disolverse en un líquido; sin embargo, su capacidad de disolución va a


depender de distintos factores como lo son: la naturaleza del soluto, la naturaleza del solvente,
la temperatura y la presión. [2]

Al hablar del proceso de disolución se ha de traer a colación el término de solubilidad,


que se entiende como la cantidad de soluto necesaria para formar una disolución saturada en
una cantidad dada de solvente [1]. De la misma manera se puede decir que se trata de la
cantidad s de moles AB que se necesitan para preparar una solución saturada en 1L de agua a
una temperatura determinada, tal que se cumpla el siguiente equilibrio: [2] (Ecuación 1.1)

AB(s) ↔ A+(aq) + B-(aq)

Ecuación 1.1: Equilibrio de solubilidad.

Vale la pena recordar que al hablar de equilibrio se hace referencia al estado en el que
los procesos directo e inverso se llevan a cabo a la misma velocidad. De la misma manera, de la
ecuación 1.1 puede apreciarse que se trata de un equilibrio heterogéneo, pues participan
especies químicas que se encuentran en más de una fase, de modo que se parte del enfoque de
equilibrio químico para establecer el equilibrio de solubilidad. En general, la constante del
producto de solubilidad de un compuesto (K ps) depende de la estequimetría de la reacción pues
se calcula como el producto de las concentraciones molares de los iones participantes, elevadas
a la potencia de su coeficiente estequiométrico en la ecuación balanceada. Vale la pena
considerar que dado que las concentraciones de los sólidos puros son constantes, dichas
sustancias no participan en la expresión de la constante de los equilibrios heterogéneos. [1]

Para una mejor visualización de lo descrito anteriormente se tiene que: (Ecuación 1.2)

Kps= [A+] eq[B-] eq = s x s

Ecuación 1.2: Constante del producto de solubilidad.


Para la constante de producto de solubilidad, las concentraciones s de los iones se
expresan en mol/L (concentración molar) o g sto/mLste. La misma está en relación directa con la
solubilidad del sólido; así un valor grande de K ps indica una alta solubilidad, es decir una alta
concentración de iones A y B en la solución, mientras que un valor pequeño indica poca
solubilidad, lo que implica una baja concentración de iones A y B respectivamente. [2]

Así, las disoluciones se pueden clasificar por su capacidad para disolver un soluto, de
modo que se destacan las soluciones saturadas, no saturadas y sobresaturadas. Para el caso de
las saturadas se sabe que son aquellas que contienen la máxima cantidad de soluto que se
disuelve en un solvente a una temperatura dada. Las no saturadas son aquellas que contienen
una menor cantidad de soluto de la que son capaces de disolver. Por último, al hablar de las
sobresaturadas se hace referencia a aquellas que contienen más soluto que el que puede haber
en una solución saturada, de modo que se afirma que son inestables por lo que con el
transcurso del tiempo las mismas atraviesan por la cristalización, la cual hace referencia al
proceso por el cual un soluto disuelto se separa de la disolución y forma cristales. [3] En tal
sentido, gracias a este fenómeno, junto con las diferencias de solubilidades que presentan
distintos solutos con la temperatura, se puede obtener las sustancias puras a partir de una
mezcla por medio del proceso de precipitación selectiva/ cristalización fraccionada, que
consiste en la separación y purificación de una mezcla de sustancias en sus componentes puros
en base a sus diferentes solubilidades. Lo anterior se logra ya que al alcanzar el punto de
saturación de uno de los solutos, el mismo precipita, dejando a los demás componentes en
solución. [3]

Del mismo modo, una herramienta de gran importancia para poder desarrollar el
proceso de cristalización deseado consiste en las curvas de solubilidad, que se trata de una
representación gráfica de la solubilidad de un soluto en función de la temperatura (relaciona la
solubilidad de un soluto, la temperatura y tipo de disolvente empleado). Vale la pena recalcar
que la solubilidad y la temperatura están intimamente relacionadas, de modo que se afirma
que la misma afecta a la mayor parte de las sustancias (solubilidad aumenta con la
temperatura); sin embargo su efecto debe determinarse de forma experimental. [4]

Ahora bien, al hablar de la energía asociada a un proceso de disolución se hace alusión a


la variación de entalpía de disolución o calor de disolución (∆H dis), la cual se refiere al calor
generado o absorbido cuando cierta cantidad de soluto se disuelve en cierta cantidad de
solvente. De modo que el cambio de entalpía global al formarse una disolución, al involucrar la
separación de moléculas de soluto, la ruptura de las atracciones solvente-solvente y la
formación de interacciones soluto-disolvente, puede ser positivo o negativo (involucra la suma
de los cambios de entalpía de cada paso). [1] De la misma manera, se afirma que el ∆H dis se
obtiene de la suma de la energía reticular (U), es decir la energía necesaria para separar las
partículas de 1 mol de sólido iónico en sus iones en estado gaseoso, y la energía de solvatación
(∆Hsolv), energía necesaria para que el solvente atraiga a dichos iones. [2] (Ecuación 1.3)
∆Hdisol = U + ∆Hsolv

Ecuación 1.3: Calor de disolución.

Se ha de tomar en cuenta, que al igual que todos los procesos químicos y físicos, el
proceso de disolución está regido por dos factores: el factor energético, que señala si el proceso
es endotérmico o exotérmico, y el segundo que es la tendencia hacia el desorden, pues el
orden existente en estado puro del solvente y soluto, se destruye cuando el soluto se disuelve
en el disolvente (se favorece la solubilidad de la sustancia).[3]

En el mismo orden de ideas, se sabe que uno de los objetivos de la termodinámica es


poder predecir si una reacción ocurrirá o no, es decir el grado de espontaneidad de la misma.
Esto es un factor de gran importancia en el área de síntesis de compuestos, manufactura de
productos químicos, entre otros. En tal sentido, con el fin de predecir la espontaneidad de un
proceso se debe hablar de la entropía (S), la cual hace referencia a la medida del grado de
dispersión de la energía en un sistema entre las diferentes posibilidades en que ese sistema
puede contenerla (medida del grado de desorden). [3]

Una forma directa de determinar la espontaneidad de una reacción es mediante una


función termodinámica denominada Energía Libre de Gibbs (G), que consiste en la energía libre
disponible para realizar un trabajo. Para el caso en el que se tenga un sistema a temperatura
constante, la variación de Energía Libre de Gibbs viene dada por: [3] (Ecuación 1.4)

∆G = ∆H - T∆S

Ecuación 1.4: Variación de la Energía Libre de Gibbs a temperatura constante.

De la misma manera, dicha función indica la condición de equilibrio de un sistema


mediante la expresión: (Ecuación 1.5) [2]

∆G = - RT ln[Kps]

Ecuación 1.5: Relación entre Kps y ∆G a temperatura constante.

donde

R: constante de gases ideales (R= 8,314 J/mol K).

T: temperatura.
Así, de acuerdo al valor de ∆G se pueden establecer diversas conclusiones. Si ∆G es
negativa, la reacción es espontánea en la dirección en la que se haya escrito la reacción. Para el
caso en el que la Variación de la Energía Libre de Gibbs es positiva, la reacción es no
espontánea (se favorece en la dirección opuesta). Por último, si dicha función adquiere un valor
igual a 0, se afirma que el sistema está en equilibrio por lo que no hay cambio neto. [3]

De lo anterior se afirma que en general, la formación de disoluciones de manera


espontánea se ve favorecido por un cambio de entalpía negativo (proceso exotérmico) y un
cambio de entropía positivo (aumento del grado de desorden del sistema).

3. OBJETIVOS

La práctica tiene como fin estudiar la dependencia de la solubilidad con la temperatura


mediante la elaboración de una curva de solubilidad para el sulfato de sodio en agua. La curva
de solubilidad se obtiene midiendo la cantidad de soluto que satura cierta cantidad de solvente
a distintas temperaturas. De esta forma, se busca conocer las condiciones de temperatura y
cantidad de solvente (factores que intervienen en la solubilidad del compuesto) necesarios para
separar el Na2SO4 de una mezcla mediante el proceso de cristalización fraccionada.

4. SECCIÓN EXPERIMENTAL
4.1 MATERIALES

-Sulfato de sodio.

-Agua destilada.

-Hielo.

-Agua de chorro.

4.2 EQUIPO

-1 Beaker de 250 mL.

-3 tubos de ensayo.

-Mechero.

-Gradilla.

-Rejilla de asbesto.
-Pinza de tubos de ensayo.

-Soporte universal.

-Pinza de 3 dedos.

-1 Beaker de 150 mL.

-Cilindro graduados de 10 mL.

-Balanza marca Denver Instrument.

-3 Papeles de pesada.

-Termómetro.

-Varilla.

4.3 PROCEDIMIENTO

En principio se empleó un termómetro (el cual estuvo sumergido en un beaker con agua
a temperatura ambiente mientras no se estaba utilizando), luego con 2 vasos de espuma de
poliestireno de 250 mL, se armó el calorímetro colocando cartón corrugado encima y el
termómetro a través de este. (Figura 4.3.1)

Figura 4.3.1: Montaje del calorímetro.


Seguidamente, se añadieron 100 mL de agua de chorro al calorímetro a usarse, se
colocó la tapa, se introdujo el termómetro y se midió la temperatura por alrededor de 3
minutos. Luego se tomaron nuevamente 100 mL de agua de chorro y se calentó en la plancha
aproximadamente 20°C sobre la temperatura del agua fría, se tapó el sistema aislado, y con el
termómetro se midió la temperatura hasta observar una tendencia constante. Acto seguido, se
vertió rápidamente el agua más caliente en el otro calorímetro y se registró la temperatura de
la mezcla, de modo que se calculó el calor perdido por el agua más caliente y el ganado por el
agua más fría por medio de las ecuaciones planteadas previamente para ello y de la diferencia
de ambos valores se obtuvo el calor del calorímetro. Así al realizar el cociente de la diferencia
de calor y la variación de la temperatura, se obtuvo la capacidad calorífica. Vale la pena
mencionar que dicho procedimiento se realizó 2 veces para minimizar el error.

Luego para el cálculo de la entalpía de neutralización del ácido clorhídrico con el


hidróxido de sodio en solución, se añadieron 100 mL de HCl 1,0M a un calorímetro y 100mL de
NaOH 1,0M en el otro. Se repitió el procedimiento anterior para medir la temperatura de cada
una de las especies e inmediatamente se agregó todo el NaOH al HCl, se cerró el sistema con la
tapa de cartón y se midió la temperatura de la mezcla hasta obtener un valor constante;
seguidamente se desechó la solución resultante, se enjuagó y secó el calorímetro. Finalmente,
se calculó la entalpía de neutralización por mol de agua producida considerando la densidad de
cloruro de sodio (NaCl) de 1,02g/mL, un calor específico de 4,00 J/g °C y una concentración de
0,5M.

En el siguiente apartado, para el cálculo de la entalpía de neutralización del ácido


acético con el hidróxido de sodio en solución, se repitió el mismo procedimiento pero
empleando 100 mL de ácido acético 1,0M y 100 mL de hidróxido de sodio 1,0M. Se midieron las
temperaturas de cada una de las sustancias en los calorímetros y a continuación se agregó todo
el NaOH al CH3COOH, se cerró el sistema con la tapa de cartón y se midió la temperatura de la
mezcla por aproximadamente 3 minutos hasta que se observó que la misma no cambiaba,
luego se desechó la solución resultante, se enjuagó y secó el calorímetro.

Acto seguido, se midieron 100 mL de H 2O destilada, se repitió el proceso de medición de


temperatura y se pesaron aproximadamente (4,217 ±0,001) g de NaOH en un beaker de 150
mL, el cual se añadió inmediatamente al agua (debido a su naturaleza higroscópica), se agitó
con la varilla para disolver la solución; a su vez se midió la temperatura en intervalos de tiempo
hasta obtener el valor máximo y así poder calcular el calor de disolución por mol de NaOH (s).
Para los cálculos se consideró una masa de (104,217 ±0,001) g de solución y un calor específico
de 3,90 J/g °C.
Por último, se realizó el procedimiento para obtener la entalpía de reacción del HCl (ac)
con NaOH (s). En un cilindro graduado de 100 mL se midieron aproximadamente 55 mL de HCl
1,0M; al cual se le agregó agua destilada hasta alcanzar los 100 mL de solución. Luego se
transfirió al calorímetro para realizar la medición de temperatura. De inmediato, se pesaron
aproximadamente (1,890±0,001) g de NaOH en un beaker de 150 mL para ser agregados a la
brevedad posible al calorímetro y revolver la mezcla con el termómetro y registrar su
temperatura máxima. Para finalizar, se calculó la entalpía de reacción por mol de agua que se
formó.
Vale la pena mencionar que tanto el ácido clorhídrico, el ácido acético y la solución
acuosa de hidróxido de sodio fueron medidas dentro de la campana de extracción.

4.4 OBSERVACIONES EXPERIMENTALES

A lo largo de la experiencia, todas las medidas de las soluciones ácidas y la básica,


fueron llevadas a cabo dentro de la campana de extracción. Esto es un factor importante
especialmente para el caso del HCl y el CH 3COOH ya que son altamente reactivos y la inhalación
de los vapores que generan es nocivo para la salud, de modo que debe trabajarse en un área
ventilada como es el caso de la campana. (Figura 4.4.1)

Figura 4.4.1: Manejo del HCl y CH3COOH dentro de la campana.

De la misma manera, para el momento en el que se pesó el NaOH, dicho procedimiento


tuvo que llevarse a cabo de manera instantánea y sin demorar mucho debido a la naturaleza
higroscópica de la base (absorbe humedad con facilidad). (Figura 4.4.2)
Figura 4.4.2: Pesada del NaOH.

4.5 DATOS EXPERIMENTALES Y TEÓRICOS

PARÁMETROS MEDICIONES
ESTUDIADOS I II III IV
Masa papel de pesada 0,23 0,20 0,23 0,22
(± 0,01g)
Masa conjunto: papel de 4,23 3,20 2,24 1,24
pesada+muestra de
Na2SO4 (± 0,01g)
Masa muestra (± 0,02g 4,00 3,00 2,01 1,02
de Na2SO4)
Temperatura de 29 21 14 6
precipitación (± 1 °C)
Solubilidad (g de Na2SO4 0,400±0,004 0,300±3,61x10-3 0,201±2,84x10-3 0,102±2,25x10-3
/ mL H2O)

Tabla 4.5.1: Solubilidad del Sulfato de sodio en agua.


Curva de solubilidad del Na2SO4
4.50
4.00
3.50
(± 0,01 g de Na2SO4/10 mL

3.00
2.50
2.00
Solubilidad

1.50
H2O)

1.00
0.50
0.00
0 5 10 15 20 25 30 35

Temperatura (± 1 °C)

Figura 4.5.1 Curva de solubilidad del Na2SO4 en agua, elaborada a partir de los datos
experimentales de la Tabla 4.5.1.

Figura 4.5.2 Curva de solubilidad del Na2SO4 en agua. [5]


I II III IV

Solubilidad 0,400±0,00 0,300±3,61x10- 0,201±2,84x10- 0,102±2,25x10-


3 3 3
(g de Na2SO4 4
/ mL H2O)

Kps [gsto/mLste] 0,128 0,054 0,016 0,002

Tabla 4.5.2: Cálculo del Kps del sulfato de sodio en agua (Ecuación 1.2).

Tabla 4.5.3: Cálculo de ∆G del sulfato de sodio en agua(Ecuación 1.5).

5. DISCUSIÓN DE RESULTADOS
Todas las reacciones químicas absorben o liberan energía, generalmente en forma de calor.
De la misma manera estas pueden ser endotérmicas para el caso en el que absorben calor, o
exotérmicas, si lo desprenden. Así, los cambios endotérmicos se expresan con signo positivo, y
los cambios exotérmicos con signo negativo. [4]

Al realizar el experimento se obtuvo una curva de solubilidad con una pendiente creciente
(anexa en la siguiente página), ya que las temperaturas de precipitación registradas fueron 5°C,
12°C, 21°C y 30°C con un error de ±1°C, es decir a medida que se aumentaba la cantidad de
soluto a disolver en 10 mL de agua aumentaba la temperatura a la cual empezaba a precipitar
el sólido. Dicha curva corresponde con la curva de solubilidad registrada para el sulfato de
sodio  (adjunta en Anexos p.6). 
El incremento de la temperatura aumenta la solubilidad del sulfato de sodio, y su curva de
solubilidad muestra una pendiente bastante inclinada hasta llegar a una temperatura de 40°C,
según se observa en la gráfica de los valores reportados, por la misma razón durante la práctica
se calentó la solución hasta una temperatura máxima de (40±1) °C. Para cada determinación de
gramos en 10 mL se obtuvieron 100 g/L, 200 g/L, 300 g/L y 400 g/L respectivamente, para cada
una de las temperaturas de precipitación medidas, comparando dichos valores obtenidos con
los valores reportados en la grafica obtenida según la bibliografía señalada, se pudo observar
que se obtuvieron valores de solubilidad semejantes y una pendiente de la curva igualmente
inclinada. 

La reacción en la que se mezcla un ácido con una base es denominada neutralización (la
misma da como resultado una sal y agua), la cual puede llevarse a cabo entre un ácido fuerte
con una base fuerte, un ácido débil con una base fuerte, un ácido fuerte con una base débil y
un ácido débil con una base débil [6]. En la práctica se llevaron a cabo reacciones de este tipo
en un calorímetro formado por vasos de anime y una tapa de cartón, el cual consiste en un
recipiente cerrado y adiabático diseñado para medir los cambios de calor [3], de lo que se pudo
apreciar que son de tipo exotérmicas ya que las variaciones de la entalpía obtenidas eran
negativas. Vale la pena mencionar que en las neutralizaciones a estudiar, el calor cedido es
absorbido por la disolución resultante y por el calorímetro, de modo que se tuvo que
determinar la capacidad calorífica del mismo obteniendo un valor de (53,9 ±190) J/°C (Tabla
4.4.1) valor necesario para los cálculos del calor del calorímetro de cada una de las
experiencias. Entre las reacciones llevadas a cabo se mezcló un ácido fuerte que corresponde al
HCl, con una base fuerte, que es el caso del NaOH, en una solución acuosa altamente diluida,
obteniéndose un mayor calor de neutralización equivalente a (-52,2±1.67 x 101 ) kJ/mol (Tabla
4.4.2) dicho valor difiere en un 8,6% respecto al valor real tabulado de (-57,1±0,1) kJ/mol;
asimismo, se efectuó la mezcla de una base débil, CH 3COOH, con la misma base fuerte
resultando una variación de entalpía de (-43,5±1.48 x 101) kJ/mol (Tabla 4.4.3) la cual tiene un
error porcentual del 21,2% con respecto al valor reportado en la literatura de (-55,2±0,1) kJ/mol
(Tabla 4.4.6). De esta manera, al comparar ambos valores en se pudo apreciar que el ∆H
obtenido para el ácido clorhídrico resulta más negativa que el del ácido acético, y por lo tanto
se afirma que es más exotérmica pues al tratarse de un ácido fuerte, este se disocia por
completo en solución, por lo que los reactivos liberan más calor al convertirse totalmente en
productos. Caso contrario el del ácido débil (ácido acético) pues estos no se disocian
completamente en solución [6], de modo que una parte de la energía es consumida para
completar la disolución de las sustancias en cuestión, es decir que el calor desprendido resulta
ser menor ya que además de liberarse calor al formar productos, al ir en sentido inverso hacia
la formación de reactivos, también se absorberá cierta cantidad de calor.
De la misma manera, se sabe que el cambio de entalpía ocurrido en una reacción en
magnitud es el mismo para la reacción directa o inversa, pero de signo contrario para esta
última, de modo que dicha variación de entalpía es la misma sin importar si la reacción ocurre
en una o varias etapas tal como lo anuncia la Ley de Hess [4]. Razón por la cual para corroborar
lo anterior, también se calculó el calor de disolución del hidróxido de sodio sólido,
correspondiente a la ecuación 3 (Tabla 4.4.6); de (-41,1±2.63 x 101) kJ/mol (Tabla 4.4.4) que
difiere en un 6,7% al ser comparado con el valor real de entalpía de (–44,4 ±0,1) kJ/mol. Por
último, se obtuvo una entalpía de reacción del ácido clorhídrico en agua destilada con el
hidróxido de sodio sólido, correspondiente a la reacción 4 (Tabla 4.4.6), cuyo valor fue de (-
89,1±2.63 x 101) kJ/mol (Tabla 4.4.5) que tiene un error asociado del 12,2% con respecto al
valor dado de (-101,5±0,1) kJ/mol. Así al sumar las reacciones 1 y 3 se da origen a la reacción 4
(Tabla 4.4.6), por lo que pueden ser consideradas como semirreacciones de esta última y de
acuerdo a la Ley de Hess, su entalpía debe ser igual a la adición de la de las reacciones
individuales [4]. Si se efectúa dicha sumatoria se obtiene un ΔH de (-93,6±4.30 x 101) kJ/mol
que en contraste con el dato experimental de (-89,1±2.63 x 10 1) kJ/mol, difiere en
aproximadamente 4,5 kJ/mol, es decir que la medida tiene se encuentra dentro del margen de
error de ambos cálculos, por ende puede afirmarse que se cumple parcialmente la Ley de Hess
en la experiencia con un error del 4,8% que puede explicarse debido a la transferencia de la
energía con los alrededores.

Para finalizar, otro aspecto que vale la pena analizar se trata de la veracidad de los
valores obtenidos experimentalmente de las entalpías molares de reacción (ΔH) (Tabla 4.4.6).
Es posible notar que no son del todo confiables; en términos absolutos, todos los datos
empíricos fueron inferiores a los esperados, existiendo un error de 8,6%; 21,2 % y de 12,2% en
los ΔH de neutralización del HCl(ac) con NaOH(ac) (reacción 1), del CH3COOH(ac) con NaOH(ac)
(reacción 2) y del HCl(ac) con NaOH(s) (reacción 4) respectivamente, y uno de 6,7 % en el ΔH de
disolución del NaOH(s) (reacción 3). Esta discrepancia podría deberse a que se supuso que el
calorímetro empleado se trataba de un sistema aislado térmicamente, cosa que no es
completamente cierta pues al momento de retirar las tapas para agregar las sustancias hubo
pérdidas inevitables de calor con los alrededores; asimismo, el orificio por donde se introducía
el termómetro en la tapa del calorímetro era muy ancho, hecho que también pudo influir en las
pérdidas de la energía térmica. De igual forma, hay que tener presente que los valores
reportados fueron calculados a partir de los ΔH°f teóricos a 25 °C, método que sólo proporciona
una aproximación de la verdadera magnitud de la entalpía y, además, la temperatura de todos
los reactivos siempre fue inferior.

6. CONCLUSIONES
El calor de reacción tiene un papel importante en el proceso de escalar correctamente y
de manera segura todo proceso químico. Se sabe que el cambio en el valor del calor de la
reacción se refiere a la energía que se produce o absorbe cuando los reactivos se transforman
en producto dentro una reacción química [2]. De modo que de acuerdo al signo que posea
dicha propiedad puede determinarse el carácter térmico de la reacción en cuanto a si es
exotérmica (libera calor) y por ende ΔH es negativo, o endotérmica (absorbe calor) donde ΔH es
positivo. En el mismo contexto se destaca la Ley de Hess la cual indica que la variación total de
entalpía será igual a la suma de los cambios de entalpías de los pasos. [4]
Para poder llevar a cabo la medición de la variación de entalpía, se recurre a emplear un
calorímetro a presión constante que se trata de un instrumento cerrado y adiabático, de modo
que no hay interacción del sistema con los alrededores [3]. Así, en la experiencia al tratarse de
un calorímetro formado por dos vasos de poliestireno y una tapa de cartón, el mismo no puede
considerarse como un sistema ideal que se encuentra aislado térmicamente, pues involucró
pérdidas de energía durante los 4 procedimientos realizados, de modo que no se obtuvieron los
valores deseados de entalpía. De la misma manera, de las reacciones llevadas a cabo, se pudo
determinar el calor de neutralización y el calor de disolución. Además, tras comparar los valores
de variación de la entalpía para la neutralización del HCl con el NaOH y la del CH 3COOH con
NaOH, se afirma que el cambio del calor es más negativo para aquella reacción que ocurre
entre el ácido fuerte y la base fuerte (ácido clorhídrico con hidróxido de sodio) lo que quiere
decir que se desprende más calor (fue más exotérmica). Esto tiene sentido ya que el ácido
fuerte se disocia por completo, mientras que el ácido débil se mantiene en equilibrio (reacción
reversible).
Asimismo, en cuanto al cumplimiento de la Ley de Hess, en la reacción de neutralización
del HCl(ac) con NaOH(s), se dice que es válida ya que se comprobó que el valor de ΔH obtenido al
sumar las entalpías de las semirreacciones individuales difiere del conseguido
experimentalmente dentro del margen de error permisible de ambos cálculos.

7. RECOMENDACIONES

7.1 Corregir el sistema mediante el empleo de una tapa del mismo material que los vasos
(poliestireno) pues es un mejor aislante que una tapa de cartón que al ser higroscópica
(absorbe la humedad) afecta en las reacciones realizadas.

7.2 Emplear instrumentos volumétricos y de temperatura que cuenten con una mejor
apreciación que la del cilindro graduado y el termómetro empleados en la práctica
(mejoraría sustancialmente la precisión y exactitud de los resultados haciéndolos más
confiables y realistas.)

8. BIBLIOGRAFÍA

[1] Brown L., LeMay Jr. H. E., Bursten B., Burdge J., “Química. La Ciencia Central”, Editorial
Pearson, 9na edición, México, 2004, p. 485-517, 604.
[2] “Guía de Prácticas del Laboratorio de Química General II”, Departamento de Química,
Universidad Simón Bolívar, Venezuela, 2015.
[3]Chang R., Goldsby K. A., “Química”, Editorial McGraw Hill, 11va edición, 2013, p. 230-274.
[4] https://www.mt.com/mx/es/home/applications/L1_AutoChem_Applications/
L2_Crystallization/Metastable_zone.html
[5]Negi A., Anand S., “A texbook of Physical Chemistry”, 1st edition, New Delhi: New age
International, 1985., p. 220 – 222.
[6] ]Cedrón J., Landa V., Robles J., “Química General”. Pontificia Universidad Católica del
Perú. Lima, Perú, 2011.

9. ANEXOS

9.1 Modelo de cálculos realizados

A continuación se muestra un modelo de los cálculos llevados a cabo.

- Calor cedido por el agua caliente y el absorbido por el agua fría mediante la ecuación 1.3
y su respectivo error.

q= m x s x ∆T

∆ q=¿ δ x s x ∆T ∨∆ V +¿ m x s∨∆ (∆ T )
donde
∆V=±1 mL (precisión cilindro)

∆T =±1 °C (precisión termómetro)

Agua caliente:

qc= 100,0g x 4,18J/g°C x (29-40) °C=-4598 J

∆qc= 45,98+418 =881,98

Agua fría:
qf= 100,0g x 4,18J/g°C x (29-19) °C=4180 J

∆qf= 41,8+418=877,8

Se aplica el mismo procedimiento para el cálculo de los calores de disolución de cada


reacción.

En cuanto al calor del calorímetro, se obtiene de la ecuación 1.6 y su error viene dado
por la suma de los errores del calor del agua caliente y agua fría.

qcal= qc+qf

∆qcal= ∆qc+∆qf

Así:

qcal= -4598+4180=418 J

∆qcal= 881,98+877,8=1760

Para la capacidad calorífica se puede obtener la misma aplicando la ecuación 1.4 y su


error, de modo que resulta:

C= q / ΔT

ΔC=(| ∆qcal| ΔT+|qcal | Δ(ΔT) )/ (ΔT)2


Donde:
C=418 J / (29-19) °C = 41,8 J/°C

ΔC=195

Para el calor del calorímetro de las reacciones se calcula de la ecuación 1.4 y de esta se
determina su error:

qcal=C x ΔT
∆qcal= |∆T|∆C+|C| Δ(ΔT)

De esto se tiene:

qcal=53,9x(24-18)=323,4 J
∆qcal= |(24-18)|190+|53,9| 2= 1247,8
En cuanto al calor de la reacción (∆H), por la ecuación 1.6 y se divide entre la cantidad
de moles de agua producidos (calculados por estequiometría) y se convierten a kJ.

qreacción= -(qdisolución + qcalorímetro)= ∆Hreacción

∆qreacción=∆qdis+∆qcal

qreacción=-(4896+323,4) /100 J= -52,19 kJ/mol

∆qreacción= (1058+1247,8) /100= 16,76

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