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DIFERENCIA ENTRE BELIGERANTE E INSURGENTE

El reconocimiento de insurrectos: estos son un grupo de rebeldes que no tienen en


posesión del territorio, estos no pueden ejercer derechos. Si son presos se les trataran
como prisioneros de guerra, aplicándoles todas las convenciones humanitarias
vigentes.
Reconocimiento de los Beligerantes: son aquellos grupos rebeldes que dominan 1-
parte del territorio, 2-SOBERANIA DEL ESTADO, 3-RESPETAR DEL D
INTERNACIONAL HUMANITARIO, tienen el derecho de ser tratados como
prisioneros de guerra, a ser respetados tanto por el poder central

La beligerancia, según
Monroy Cabra (2002), es
una de esas
manifestaciones violentas que
ocurren en el interior del
Estado cuando cuentan con
una
organización militar y política
permanente y el control de
una parte importante de su
territorio, y que en ciertas
condiciones puede incluso
obtener el reconocimiento de
parte
del Estado en que se produce
la rebelión o por parte de
Estados extranjeros
La beligerancia, según Monroy Cabra (2002), es una de esas
manifestaciones violentas que ocurren en el interior del Estado cuando cuentan con
una organización militar y política permanente y el control de una parte importante
de su territorio, y que en ciertas condiciones puede incluso obtener el
reconocimiento de parte del Estado en que se produce la rebelión o por parte de
Estados extranjeros
 INSURGENCIA el estado como tal la puede detener es focalizado y se puede
controlar por autoridades
 Beligerancia se le da reconocimiento después, entiende que tiene dominio de
casi la totalidad del estado, respeto del d internacional humanitario (estados
son sujetos de este d - es el derecho de protección a los caidos en guerra)
MOVIMIENTOS BELIGERANTES
Etimología
Del latín belligerans: de bellum, guerra, y genere, sustentar.
Situación y cualidad de una Nación cuando se encuentra en guerra con otra o varias,
ya luche sola o aliada con otras.
ANTECENDENTES
El reconocimiento como beligerante ha hecho su aparición a principios del siglo
XIX cuando las trece colonias unidas de América se separaron de la metrópoli
británica (4 de junio de 1776).
- Francia 6 de febrero de 1778
- Gran Bretaña lo interpretó como un Casus Belli (motivo de guerra)
- Las colonias españolas de América se levantaron contra la metrópoli y proclamaron independencia
- 14 de septiembre de 1822 reconocimiento implícito por parte del gobierno
- Insurrección Griega ( 1824-1825)
- Inglaterra reconoció tácitamente a los insurrectos como beligerantes
- Guerra de secesión (1861-1865)
- Confederados Sudistas (4 de febrero de 1861) declaran su separación del gobierno federal.

Antecedentes
- 1776 - Cuando las Trece Colonias unidas de América se separaron de la
metrópoli británica (4 de julio de 1776), Francia las reconoció
directamente como Estado (6 de febrero de 1778) y la Gran Bretaña
interpreto aquella decisión como un casus belli (MOTIVO DE
GUERRA), debido a que en aquella época todavía no se había llegado a
concebir el reconocimiento de beligerancia.
- 1816 - Cuando las colonias españolas de América se levantaron contra la
metrópoli y proclamaron su independencia, los Estados Unidos no las
reconocieron como Estados hasta 1822, pero les concedieron, desde 1816, la
condición inferior de beligerantes.
- 1822 - El 14 de septiembre de 1822, el Gobierno Británico admitió
implícitamente el reconocimiento de beligerancia, concediendo a las
colonias españolas «el derecho de ejercer los privilegios ordinarios de la
guerra en lo que respecta a la presa marítima»
Esta evolución se completó con la orden de 21 de febrero de 1823, que
permitía el libre tráfico de armas con las dos partes beligerantes.
- 1823 - Nueva aplicación de la teoría - Una nueva aplicación de la teoría tuvo
lugar con motivo de la insurrección griega (1821-1825). Inglaterra reconoció
tácitamente a los insurrectos como beligerantes, en su declaración de 6 de
junio de 1823, que permitía el libre tráfico de armas con las dos partes
beligerantes.
- 1861 - Guerra de Secesión
El auge de la teoría se produjo con motivo de la guerra de Secesión (1861-
1865). Los confederados sudistas, con capital (Richmond), gobierno
(presidido por Jefferson Davis) y ejército (mandado por el general Lee)
propios, y que desde el 4 de febrero de 1861 habían declarado su separación
del gobierno federal, fueron reconocidos, no como Estado, sino como
beligerantes, por la mayoría de las potencias europeas.
ES: El reconocimiento de beligerancia consiste, en esencia, en la atribución de un
estatuto internacional a la facción sublevada contra el gobierno, legítimo o
establecido, siempre que la mencionada facción reúna unas condiciones mínimas e
indispensables (territorio, ejército, organización).
Son beligerantes (Según el Reglamento actualizado de las leyes y costumbres de la
guerra terrestre, anexo al IV Convenio de la Haya de 1907):
a) Los miembros del Ejército, las dotaciones de la Marina de guerra y las
tripulaciones de los aviones militares, con inclusión de los servicios
auxiliares;
b) Las milicias y los cuerpos de voluntarios, siempre que haya al frente de ellos
una persona responsable, lleven un signo distintivo que pueda reconocerse a
distancia, utilicen las armas abiertamente y se sujeten a las leyes y
costumbres de la guerra.
c) El levantamiento en masa, o sea el de la población de un territorio no
ocupado, que al aproximarse el enemigo toma parte espontáneamente en la
lucha contra las tropas invasoras; será considerada como beligerante cuando
sus componentes lleven armas abiertamente y observen las reglas de la
guerra.
Relativo al tratamiento de los prisioneros de guerra, son también beligerantes:
(Según el Convenio de Ginebra de 1949)
a) Los movimientos de resistencia organizados, aun cuando actúen en territorio ya
ocupado, siempre que figure a la cabeza de ellos una persona responsable, lleven un
distintivo reconocible a distancia, utilicen las armas de manera ostensible y se
conformen a las reglas de la guerra;
b) Las fuerzas Armadas regulares de un gobierno o una autoridad no reconocidos
por la potencia en cuyo poder han caído.
OBJETO/FIN: reconocer a las fuerzas insurrectas - por lo menos en cuanto a los
fines de la lucha en que están empeñadas y únicamente mientras dure la misma - los
derechos necesarios para mantener esa lucha con todas sus consecuencias.
- Cabe señalar que es el poder central quién otorga el estatuto jurídico de
beligerantes, con el cual adquieren cierto grado de subjetividad internacional
al constituirse como sujetos de D° Internacional, liberándose así el Estado de
“Responsabilidad Internacional” por los actos cometidos por ellos (mientras
el Estado no los declare beligerantes, tiene la obligación de controlar a sus
súbditos).
Beligerancia - Derecho de Guerra - determinación según tipo de conflicto
REQUISITOS:
 Debe existir dentro del Estado un conflicto de carácter general y no
localizado.
 Que el grupo sea organizado y actué bajo la dirección de un mando
responsable
 Que utilice símbolos distintivos de manera visible, como son emblemas,
escudos etc.
 Que el grupo ejerza sobre una parte importante del territorio del estado un
control total y efectivo que permita realizar operaciones militares sostenidas y
concertadas
 que el grupo ejerza sobre una parte importante del territorio del estado un
control total y efectivo que permita realizar operaciones militares sostenidas y
concertadas
 que el grupo aplique las disposiciones del protocolo II sobre derechos
internacional humanitario.
 Debe de estar regido por normas y costumbres de guerra, DH, convención de
ginebra
FORMAS DE RECONOCIMIENTO DE BELIGERANCIA
 Reconocimiento expreso: cuando el gobierno establecido y terceras potencias
lo hagan mediante un acto formal
 Reconocimiento tácito: Se puede dar de diferentes maneras de acuerdo a las
actitudes del estado :
o Otorgados por terceros estados (neutralidad)
o La declaración de un bloqueo marítimo
o la asamblea general de la organización de las naciones unidas
Naturaleza Jurídica
 El reconocimiento de beligerancia conserva un carácter discrecional.
 Los terceros Estados no están obligados en ningún caso a reconocer a los
insurrectos como beligerantes y tienen derecho a seguir tratando de manera
exclusiva con el Gobierno central, único reconocido
 Si proceden al reconocimiento de beligerante, es sólo en la medida en que les
parece oportuno o cuando lo imponen sus propios intereses
Efectos - Del reconocimiento de la beligerancia se derivan dos series de
consecuencias jurídicas:
1.º En las relaciones entre los insurrectos y el gobierno legal, el efecto esencial del
reconocimiento de beligerancia es la aplicación de las leyes de la guerra.
2.º En las relaciones entre las dos partes combatientes y los terceros Estados, hay
que distinguir:
a) Ambos combatientes podrán ejercitar las prerrogativas de la beligerancia
(ejercicio del derecho de presa, establecimiento de bloqueo, etc.), de acuerdo con las
prescripciones establecidas por su parte.
b) Los terceros deberán ajustar su conducta a los derechos y obligaciones de la
neutralidad, absteniéndose de ayudar a ninguna de las partes combatientes.

CONSECUENCIAS JURÍDICAS DEL RECONOCIMIENTO DE LA


BELIGERANCIA
Los miembros de estos grupos reconocidos como beligerantes serán tratados de
acuerdo a las normas de la guerra entre estados.
Denominada como neutralidad, supone que en las relaciones entre las partes que
combaten no deben inferir de ninguna manera terceros estados.
El estado que ha reconocido la beligerancia a un grupo armado al interior de sus
fronteras, a partir de dicho reconocimiento, queda exonerado de cualquier tipo de
responsabilidad por Los actos ilícitos que se cometan en el territorio dominado por
los alzados en armas.
 Se aplica el derecho de la guerra y el derecho internacional humanitario
 Reconocimiento que otorgue terceros estados extraños al conflicto produce
efectos legales inter-partes
 Posibilidad de instruir bloques, tomar presas cobrar impuestos etc.
 Ejerce jurisdicción
 DIP en lo que refiere al uso de la violencia (DIP. Pág. 457)

INSURGENTES
Son éstos grupos de personas que se sublevaron contra el gobierno reconocido, pero
sólo controlan algunas plazas y disponen también, eventualmente, de algunos
buques de guerra.
Son beligerantes con derechos limitados (presa)
Origen de La palabra “insurgencia” es:
Un neologismo de carácter jurídico, para ser más concreto, de corte constitucional;
al cual se le ha asignado una especial connotación; es una voz que deriva del
vocablo insurrección. A su vez, es un término genérico, que abarca entre otros
significados, alzamiento, cuartelada, insubordinación, levantamiento, motín,
rebelión, etc.
Antecedentes
- Para el siglo XVIII la población estaba conformada por un 40% de Indígenas,
otro 40% de mestizos y mulatos incluyendo las castas intermedias y solo un
20% de blancos  (europeos y americanos).
- Los dos primeros grupos sociales componían la población inculta,  pobre y
explotada, sectores completamente desplazados de toda participación en el
gobierno general y la economía del virreinato.
- El 20% de blancos controlaban todo el poder llevándose casi la totalidad de
las ganancias que generaba la colonia.
A pesar de esto este grupo estaba dividido en 2 bandos "peninsulares" y
"criollos", es decir europeos y americanos. Esta distinción comenzó desde
iniciada la colonia en México y creo una fractura que se profundizo durante
200 años. Al iniciar el siglo XIX la fisura había separado al país en dos
bandos el realista españoles) y el insurgente (criollos), los que arrastraron tras
de sí al resto de los núcleos sociales: Españoles, Criollos, Indios.
- Después de 300 años, se dieron las condiciones, que apuntaron a la
destrucción del sistema colonial en mexico: la Guerra de Independencia. Este
movimiento se definió́ por ser el primero a nivel nacional, marcando la
diferencia del resto de los levantamientos que se habían suscitado durante la
colonia con características regionalistas. Las condiciones sociales, políticas y
económicas, exigían a gritos, no sólo la reivindicación de las clases
desprotegidas, sino la reestructuración y la renovación del régimen político
de los territorios coloniales.
- Cae la Monarquía en España:
En junio de 1808 llego a México la noticia de la abdicación de los reyes
españoles en favor de José Bonaparte.
Tanto españoles como criollos se negaron a reconocer a Bonaparte, pero los
criollos vieron la oportunidad de hacer a la colonia independiente con el
pretexto de guardar el reino para el rey Fernando VII.
 La Conspiración:
A fines de 1809 es descubierta una conspiración en Valladolid en la que
participaron el Capitán de Milicias de Infantería de Valladolid José́ María
García de Obeso; el franciscano Fray Vicente Santa María; el Sacerdote de
Huango Licenciado Don Manuel Ruiz de Chávez; el Comandante de la
Bandera del Regimiento de la Nueva España Don Mariano Quevedo; el
Licenciado Don Nicolás de Michelena; su hermano Mariano; y el Licenciado
Ignacio Soto Saldaña, la mayoría de ellos amigos de Hidalgo, a quienes él
había advertido que era muy temprano para dicha acción.
 La conspiración de Querétaro
Sin embargo, Hidalgo comulga con la idea de derrocar al régimen,
presentándosele la oportunidad, con otro grupo de criollos que se organiza en
Querétaro, bajo la protección de Don Miguel Domínguez, Corregidor de
dicha ciudad y, sobre todo, la intervención de su esposa Doña Josefa Ortiz de
Domínguez. Esta nueva conspiración se formó con civiles de clase media y
algunos oficiales del ejército realista. Entre estos oficiales podemos citar a
Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Abasolo, Joaquín Arias, Francisco
Lanzagorta, José́ Mariano Jiménez, y demás miembros de la comunidad que
simpatizaban con el movimiento.

 Fechas más sobresalientes


- Agosto 14/1808: Se conocen en México las abdicaciones en Bayona de los
reyes de España Carlos IV y Fernando VII
- Agosto 19 y 20/1808: Se publica la Representación del Ayuntamiento de
México, obra de Francisco de Azcárate y Francisco Primo de Verdad, que
postula el retorno de la soberanía al pueblo representado por el ayuntamiento,
al no haber rey. Se pide que el virrey gobierne en representación de Fernando
VII, que está preso en Francia
- El 15 de septiembre conducidos por Gabriel Yermo unos 300 españoles
tomaron el palacio apresando al virrey y a sus asesores. A partir de ese
momento instauraron un gobierno militar cerrado a cualquier cambio. Primo
Verdad y Ramos uno de los criollos más renombrados de la junta del
ayuntamiento fue echo preso y luego muerto en prisión como ejemplo de lo
que esperaba a los que intentaran promover un cambio en el orden del poder
del virreinato. Esto no intimido a los grupos opositores a los realistas, todo lo
contrario los insto a agruparse y conspirar para tomar el poder a cualquier
precio.
o La conspiración es descubierta ante varias autoridades por Mariano
Galva y el capitán Arias, ante esto Josefa Ortiz de Domínguez envía al
alcaide Ignacio Pérez para que notifique al capitán Allende en San
Miguel, al no encontrarlo ahí se dirige junto con Aldama a Dolores.
o Horas después de haber sido descubierta la conspiración y de tomar
presos a los españoles, Don Miguel Hidalgo y Costilla, se dieron
cuenta de que había llegado la hora de reclamar al sistema colonial, las
afrentas que, por casi tres siglos de dominación, habían sufrido. El
Cura Hidalgo arengó al pueblo que lo escuchaba, y lo invitó a que se
levantara en armas, concluyendo con la frase; “¡Viva la religión
católica! ¡Viva Fernando VII! ¡Viva la patria y viva y reine por
siempre en este Continente Americano nuestra sagrada patrona, la
Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Muera el mal gobierno!”
- Septiembre 15 y 16/1808: Un grupo de hombres armados encabezados por
Gabriel Yermo asalta el palacio virreinal tomando preso al virrey Iturrigaray,
a Francisco Primo de Verdad y a Juan Francisco de Azcárate; regidores del
ayuntamiento de México.
- Diciembre 21/1809: Es descubierta la conspiración de Valladolid,
Michoacán, que tuvo como líderes al teniente José Mariano Michelena y al
capitán José María García Obeso.
- Septiembre 16 /1810: Levantamiento armado en Dolores dirigido por Miguel
Hidalgo; Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abasolo lo secundan.
Hidalgo enarbola el estandarte de la Virgen de Guadalupe como enseña del
movimiento.
- Septiembre 28/1810: Los insurgentes asaltan la alhóndiga de Granaditas.
Muere el intendente Juan Antonio Riaño y la ciudad es saqueada.
- Octubre 20/1810: Entrevista de José María Morelos y Pavón con Hidalgo en
Charo e Indaparapeo, Michoacán. Morelos es nombrado Lugarteniente y
recibe el encargo de levantar la costa del sur.
- Octubre 30/1810: Victoria insurgente en el Monte de las Cruces.
- Noviembre 07/1810: Los hermanos Galeana se unen a José María Morelos.
- Noviembre 26/1810: Hidalgo entra a Guadalajara.
- Diciembre 06/1810: Decreto de la abolición de la esclavitud emitido por el
padre Hidalgo.
- Enero 17/1811: Calleja derrota a los insurgentes en Puente de Calderón y hay
una desbandada insurgente.
- Enero 25/1811: En Aguascalientes, Hidalgo es despojado del mando militar,
que recae en Allende.
- Marzo 01/1811: Hidalgo y Allende rechazan el indulto.
- Marzo 16/1811: En junta de guerra, los insurgentes designan a Ignacio López
Rayón, comandante militar en ausencia de los principales caudillos, resuelven
dirigirse al norte.
- Marzo 21/1811: Hidalgo, Allende, Aldama, Jiménez y Abasolo son
traicionados por Elizondo en las Norias de Baján y conducidos prisioneros a
Monclova.
- Mayo 17/1811: Los hermanos Bravo, se unen a Galeana y a Morelos.
- Mayo 26/1811: Morelos toma Tixtla donde se le une Vicente Guerrero

El derecho de insurgencia
es un mecanismo previsto constitucionalmente para la defensa de la democracia. La
actual constitución de 1993 reconoce expresamente dicha facultad en su art. 46
“Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen funciones
públicas en violación de la Constitución y de las leyes. La población civil tiene el
derecho de insurgencia en defensa del orden constitucional. Son nulos los actos de
quienes usurpan funciones públicas.”
Finalidad:
Ejecutar manifestaciones violetas de rechazo a la autoridad y el grado de
enfrentamiento puede variar desde la desobediencia civil hasta la resistencia armada.
''La insurrección existe cuando los rebeldes no han alcanzado las condiciones para
ser beligerantes''
CARACTERISTICAS DE MOVIMIENTO INSURRECTOS
BELIGERANTES
 son grupos Insurrectos Sujeto de Derecho Internacional, a los que se ha
reconocido el estatuto jurídico de beligerantes
 El estado central es quien otorga el estatuto jurídico
 Reviste importancia y continuidad
 Auténticamente nacional no admite injerencia extranjera
Movimiento Euromaidán Movimiento Prorruso
Iniciativa: Movimiento estudiantil y Iniciativa: activistas prorrusos.
civil. Período: 2014 - Presente
Período: 2013 - 2014 Métodos: manifestaciones, disturbios y
Métodos: manifestaciones y disturbios episodios de desorden civil en las
de índole europeísta. regiones del este y sur.
Objetivos: Destitución del presidente Objetivos: Separatismo y federalización
Víktor Yanukóvich y del partido de Ucrania.
prorruso.

CALIFICACIÓN DEL CONFLICTO ARMADO EN EL SALVADOR


El conflicto armado que ha finalizado recientemente en El Salvador, puede
calificarse a la luz del Derecho Internacional humanitario contemporáneo como un
“conflicto que el mismo exige para ser tipificado como tal (4), se cumplieron a
cabalidad en el caso del enfrentamiento que se desarrolló en el país.
Las condiciones para calificar jurídicamente el conflicto son las siguientes:
1. Que el conflicto tenga lugar en el territorio de un Estado que es parte
contratante
2. Que enfrente a las fuerzas armadas de Estado contra grupos armados
organizados.
3. Que el grupo armado organizado este bajo la dirección de un mando
responsable.
4. Que ejerza un control, sobre una parte del territorio que les permita realizar
operaciones militares sostenidas y concertadas, y aplicar el derecho
humanitario prescrito en el Protocolo II.

Estas condiciones no requieren de mayores explicaciones en el caso salvadoreño, no


obstante, un rápido examen de las mismas revela su pleno cumplimiento, así, se
tiene que:
1. El conflicto armado tuvo como escenario el territorio nacional; y, el Estado
de El Salvador es alta parte contratante, al haber suscrito y ratificado
posteriormente sin ninguna reserva el Protocolo Adicional II, por medio del
Derecho Legislativo Nº 12 de fecha 4 de julio de 1978.
2. El enfrentamiento armado tuvo lugar entre dos partes claramente
identificadas; la fuerza armada de El Salvador, y el FMLN como grupo
armado organizado, que debe su existencia un largo proceso de maduración y
acumulación de fuerzas de los distintos grupos colectivos que lo conforman.
3. El mando responsable de la dirección política-militar del FMLN fue la
comandancia General, compuesta por cinco representantes, el máximo en la
jerarquía de cada una de las cinco organizaciones.
4. El control efectivo sobre una parte determinada del territorio nacional a lo
largo de diez de los once años de guerra, le permitió al FMLN realizar
operaciones militares sostenidas y concertadas, que se expresaron en
amoscadas, ataques a posiciones fijas del ejército, tomas de poblaciones, etc.;
y, la aplicación de las disposiciones del derecho internacional humanitario
como norma del FMLN, es la confirmación que se estuvo ante un verdadero
conflicto armado.
Estas condiciones que se desprenden del Artículo 1º Inc. 1º del Protocolo II, son
pues, las exigibles legalmente para saber que se está en presencia de un conflicto
armado sin carácter internacional y no en otra situación jurídica, puesto que no se
haya referencia expresa en esa disposición, en el resto del Protocolo, ni en la
doctrina jurídica internacional reciente, para inferir que del cumplimiento de esas
condiciones pueda derivar un reconocimiento de beligerancia para una de las parte;
por lo que, las condiciones plasmadas por el Instituto de Derecho Internacional en
1900, para atribuir la calidad de beligerante a un partido sublevado en armas,
continúan teniendo validez, ellas se estudian enseguida una por una partir de un ente
concreto –el FMLN- como una de las partes en una realidad específica-el conflicto
armado en El Salvador- calificado ya, “sin carácter internacional” a pesar de que una
de las partes en el conflicto (el gobierno) nunca dio la calificación oficial como tal a
dicho enfrentamiento, el cual formalmente llegó a su fin con el acuerdo de New
York.
Los Beligerantes
Debemos partir definiendo las distintas acepciones de este vocablo;
etimológicamente, beligerante procede del latín “belligerans”, que a su vez viene de
bellum, guerra, y genere, sustentar. La beligerancia, según Monroy Cabra
(2002), es una de esas manifestaciones violentas que ocurren en el interior del
Estado cuando cuentan con una organización militar y política permanente y el
control de una parte importante de su territorio, y que en ciertas condiciones puede
incluso obtener el reconocimiento de parte del Estado en que se produce la rebelión
o por parte de Estados extranjeros.
La existencia de la beligerancia envuelve la circunstancia de que se
aplique a la contienda civil los derechos y obligaciones derivados del derecho de
la guerra y de la neutralidad. El estatus que se le concede desaparece con la
terminación de la guerra civil, cuando la insurrección es derrotada o si
llega a controlar todo el territorio, transformándose en gobierno de facto
general. Cabe destacar que la parte beligerante empieza a ser sujeto de derechos
internacional y por ello puede mantener relaciones con los gobiernos y entidades
que lo reconocieron, y puede ser tratado en igualdad de condiciones con el
gobierno legítimo, según su reconocimiento.
Respecto al reconocimiento del que sea objeto un grupo beligerante lo puede hacer
el gobierno del Estado escenario de la confrontación, pero generalmente aquello no
sucede y esto teniendo en cuenta las posibles consecuencias, pues podría proceder
un cambio del gobierno y hasta desmembración territorial del Estado; por
otro lado el reconocimiento se puede dar por terceros Estados, que ven
en esa posibilidad un proceso para alcanzar acuerdos de paz.
Hay que destacar que el tema de la beligerancia tuvo gran importancia en las guerras
de independencia de las colonias hispanoamericanas, y esto debido a que
las nuevas repúblicas inicialmente no fueron reconocidas como Estados sino como
beligerantes.
También hubo reconocimientos de beligerancia durante la Guerra Civil
Norteamericana, y más recientemente en las guerras civiles centroamericanas.
La doctrina internacional considera que el reconocimiento de la beligerancia
solamente procede cuando existe una situación de verdadera guerra civil.
Por otra parte, los tratadistas de derecho internacional coinciden en afirmar que
un estado de guerra civil existe cuando se reúnen al menos, las siguientes
condiciones:
1) Una situación real de guerra, es decir que no se trate de una simple revuelta sino
de una guerra en sentido propio, caracterizada por un estado general de hostilidades;

o superior al de simples
piratas, al considerarse que
nacen con un fin
político. De hecho hay que
resaltar que algunos autores
sostienen que la insurgencia y
la
beligerancia son una misma
cosa, siendo la beligerancia,
para ellos, una fase o aspecto
de la insurgencia. Podríamos
decir entonces que la
insurgencia equivaldría al
inicio de
un movimiento revolucionario
y la beligerancia al hecho de
que tal movimiento ha
progresado.
Empero, el reconocimiento de
insurgencia está en otra
categoría distinta a la de los
beligerantes, pues al referirnos
a ellos tenemos que destacar
que los insurrectos carecen
del control o la posesión
de una parte del territorio
y no son considerados
como
gobierno, como sucede con
los beligerantes, sino que
únicamente evita que los
rebeldes
sean tratados como
delincuentes.
Entre sus efectos autores
como Endara (2002) señalan:
por razones de humanidad, los
rebeldes reconocidos como
insurrectos no deben ser
tratados por el gobierno legal
como
piratas o traidores, sino como
combatientes y prisioneros de
guerra según los casos, y no
se debe permitir que sean
tratados en otras condiciones
como delincuentes políticos
en
caso de asilo; los actos
de los insurrectos no
pueden originar la
responsabilidad
internacional del gobierno
legal y son fuente de
obligaciones de los rebeldes
para con
los terceros Estados. Pero
de manera más específica
sus efectos serían facultar
el
reconocimiento de insurgencia
a los otros Estados, y a la
posibilidad de realizar tratos
o superior al de simples
piratas, al considerarse que
nacen con un fin
político. De hecho hay que
resaltar que algunos autores
sostienen que la insurgencia y
la
beligerancia son una misma
cosa, siendo la beligerancia,
para ellos, una fase o aspecto
de la insurgencia. Podríamos
decir entonces que la
insurgencia equivaldría al
inicio de
un movimiento revolucionario
y la beligerancia al hecho de
que tal movimiento ha
progresado.
Empero, el reconocimiento de
insurgencia está en otra
categoría distinta a la de los
beligerantes, pues al referirnos
a ellos tenemos que destacar
que los insurrectos carecen
del control o la posesión
de una parte del territorio
y no son considerados
como
gobierno, como sucede con
los beligerantes, sino que
únicamente evita que los
rebeldes
sean tratados como
delincuentes.
Entre sus efectos autores
como Endara (2002) señalan:
por razones de humanidad, los
rebeldes reconocidos como
insurrectos no deben ser
tratados por el gobierno legal
como
piratas o traidores, sino como
combatientes y prisioneros de
guerra según los casos, y no
se debe permitir que sean
tratados en otras condiciones
como delincuentes políticos
en
caso de asilo; los actos
de los insurrectos no
pueden originar la
responsabilidad
internacional del gobierno
legal y son fuente de
obligaciones de los rebeldes
para con
los terceros Estados. Pero
de manera más específica
sus efectos serían facultar
el
reconocimiento de insurgencia
a los otros Estados, y a la
posibilidad de realizar tratos
o superior al de simples
piratas, al considerarse que
nacen con un fin
político. De hecho hay que
resaltar que algunos autores
sostienen que la insurgencia y
la
beligerancia son una misma
cosa, siendo la beligerancia,
para ellos, una fase o aspecto
de la insurgencia. Podríamos
decir entonces que la
insurgencia equivaldría al
inicio de
un movimiento revolucionario
y la beligerancia al hecho de
que tal movimiento ha
progresado.
Empero, el reconocimiento de
insurgencia está en otra
categoría distinta a la de los
beligerantes, pues al referirnos
a ellos tenemos que destacar
que los insurrectos carecen
del control o la posesión
de una parte del territorio
y no son considerados
como
gobierno, como sucede con
los beligerantes, sino que
únicamente evita que los
rebeldes
sean tratados como
delincuentes.
Entre sus efectos autores
como Endara (2002) señalan:
por razones de humanidad, los
rebeldes reconocidos como
insurrectos no deben ser
tratados por el gobierno legal
como
piratas o traidores, sino como
combatientes y prisioneros de
guerra según los casos, y no
se debe permitir que sean
tratados en otras condiciones
como delincuentes políticos
en
caso de asilo; los actos
de los insurrectos no
pueden originar la
responsabilidad
internacional del gobierno
legal y son fuente de
obligaciones de los rebeldes
para con
los terceros Estados. Pero
de manera más específica
sus efectos serían facultar
el
reconocimiento de insurgencia
a los otros Estados, y a la
posibilidad de realizar tratos
2) Que los insurgentes ejerzan el control de hecho de una porción del territorio del
Estado contra cuyo gobierno legítimo se han alzado en armas;
3) Que los insurgentes cuenten con alguna forma de gobierno y dispongan
de una organización militar propia;
4) Que los insurgentes ejerzan dentro de ese territorio un cierto grado
de control administrativo.
5) Que los insurgentes estén en condiciones de cumplir con las normas del derecho
de la guerra.
Los Insurgentes
Pero es que además del reconocimiento de los beligerantes, la doctrina y en la
práctica internacional se admite el reconocimiento de los insurrectos. Estos son
grupos armados que no alcanzan a reunir los requisitos sobre un estado de
beligerancia; dicho fenómeno social acontece cuando un grupo se levanta en armas
contra el gobierno de su propio Estado. Aun cuando al respecto de tratadistas
internacionales como Monroy (2002) que dicen que un grupo insurgente
carece de personalidad internacional, en el derecho internacional los
insurgentes pueden ser reconocidos como sujetos de derecho internacional.
Esta disparidad respecto al reconocimiento o no de los insurrectos en
el marco internacional se debe a que en un principio algunos autores
clásicos que el reconocimiento de los insurrectos solo era aplicable a una guerra o
rebelión marítima, que destaque en sí las proporciones de una verdadera guerra civil,
y que por ende tenga jefes responsables y con objetivos políticos. Pero esta teoría
fue abandonada a razón de los hechos, ya que una insurrección puede darse no solo
en el mar sino, principalmente, dentro del territorio del mismo Estado. Si bien
aunque en un principio este tipo de levantamientos eran suprimidos a partir
del derecho interno de cada estado, su reconocimiento se ha ido
pragmatizando por razones humanitarias; la cantidad de movimientos
insurreccionales ahogados durante el siglo XIX hizo dotar a los rebeldes de un
estatuto o superior al de simples piratas, al considerarse que nacen con un fin
político. De hecho hay que resaltar que algunos autores sostienen que la insurgencia
y la beligerancia son una misma cosa, siendo la beligerancia, para ellos, una fase o
aspecto de la insurgencia. Podríamos decir entonces que la insurgencia equivaldría
al inicio de un movimiento revolucionario y la beligerancia al hecho de que tal
movimiento ha progresado.
Empero, el reconocimiento de insurgencia está en otra categoría distinta a la de los
beligerantes, pues al referirnos a ellos tenemos que destacar que los insurrectos
carecen del control o la posesión de una parte del territorio y no son
considerados como gobierno, como sucede con los beligerantes, sino que
únicamente evita que los rebeldes sean tratados como delincuentes.
Entre sus efectos autores como Endara (2002) señalan: por razones de humanidad,
los rebeldes reconocidos como insurrectos no deben ser tratados por el gobierno
legal como piratas o traidores, sino como combatientes y prisioneros de guerra
según los casos, y nose debe permitir que sean tratados en otras condiciones como
delincuentes políticos en caso de asilo; los actos de los insurrectos no
pueden originar la responsabilidad internacional del gobierno legal y son fuente
de obligaciones de los rebeldes para con los terceros Estados. Pero de manera
más específica sus efectos serían facultar el reconocimiento de insurgencia a
los otros Estados, y a la posibilidad de realizar tratos con la facción insurgente, y a
esta con aquellos. Concede asimismo la posibilidad de designar agentes sin carácter
diplomático u observadores. Puede entrar en contacto con terceros Estados y aun
con el gobierno constituido. Pueden los insurgentes dentro de límites reducidos
concluir convenciones con terceros Estados. Hay que resaltar que si fracasa el
movimiento, los compromisos adquiridos por tal facción frente a Estados terceros
se disuelven, sin obligación del gobierno que logró reprimir la insurgencia.
Según el criterio de los internacionalistas, las características de la insurgencia son
las siguientes:
1.- Los insurgentes no tienen los caracteres necesarios para ser
estimados como beligerantes.
2.- Los insurgentes no son simples violadores del derecho interno o del
derecho internacional, sino que se trata de sublevados que podrían llegar a tener la
categoría de beligerantes, o de un nuevo Estado o de un nuevo gobierno, si
triunfaren.
3.- Los revolucionarios no controlan aún una parte importante del territorio, pero su
organización les permite ofrecer una resistencia efectiva a las fuerzas del
gobierno central.
4.- Los insurrectos controlan solo algunas plazas y pueden tener,
eventualmente, algunos buques de guerra.
5.- No se trata de un simple motín, el levantamiento ha adquirido las características
de una guerra civil, pero aún sin los elementos propios de la beligerancia.
CONCLUSIÓN
El reconocimiento que se da tanto a los beligerantes, insurgentes y varios otros
sujetos atípicos en del Derecho internacional se lo debe buscar primero en la
institución de “reconocimiento como tal” pues respecto a ella se han enunciado
varias teorías, que entre otras cosas lo que han conseguido es pragmatizar que los
Estados y Organismos partes del concierto Internacional no sean indiferentes al
nuevo estado de cosas, sino que más bien reconozcan el nuevo estado de
cosas y brinden la participación que merecen en razón de dos elementos, a
saber de carácter político y de derecho. Y es en vista que en pos del reconocimiento
del nuevo estado de “cosas” o circunstancias que le pueden sobrevenir a un Estado
se debe de reconocer formas como la beligerancia o la insurrección, teniendo en
cuenta que aquellas formas tienen fines políticos, y sobre todo en pos de no
criminalizar sus actividades y brindar de ser necesario la ayuda por parte de los
Estados que los reconocieren.

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