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LA LAGARTIJA TRAVIESA

Había una vez una lagartija bebé que bajo de un árbol grande del patio de una
casa, ahí vivían dos niños que les gustaba jugar todo el tiempo, cuando vieron
a la pequeña lagartija se espantaron, pero al ver que era un bebé decidieron
adoptarlo y llamarlo Federico.
Federico era muy travieso y siempre se les escondía, en ocasiones rompía
cosas de la casa o juguetes cuando la regañaban se espantaba y se ponía a
llorar por lo que siempre la perdonaban.
Su mamá les dijo que tendrían que educarla porque es solo un bebé y apenas
está aprendiendo, así que poco a poco y con ayuda de sus papas lo fueron
educando aunque a veces sigue tirando cosas, pero por accidente, también hay
que tenerles paciencia porque ya forma parte de la familia.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Elaborado por: Janet González García

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