Está en la página 1de 2

Resumen: “El cuaderno secreto” Autora: Hortensia Moreno

Capítulo 1
El niño vivía con su mamá en una casa grande con jardín. Además, tenían un perro que se llamaba
Chispa, que le gustaba hacer muchas travesuras.
Al niño le encantaban los animales y se le ocurrió la idea de inventar un aparato para saber lo que
piensan los perros, porque le gustaría entender lo que pensaba su perro.
Capítulo 2
A Chispa se lo regalaron cuando era muy pequeño y creció muy rápido, además hacía muchas
travesuras y era muy inquieto.
Una vez tiró la ropa recién lavada, botaba la basura, se ensuciaba (y el niño no siempre se acordaba
de cuidarlo como debía), pero una vez hizo tira unas botas muy caras de la mamá y a ella le gustaban
mucho; la mamá decía que era un salvaje.
Pero después se cambiaron de casa, a un departamento, por lo que no podían tener a Chispa, y el
niño se puso muy triste.
Capítulo 3
En el cumpleaños del niño su tía Licha le regaló un cuaderno secreto, también juguetes y le
prometieron un gatito. En el cuaderno él podría escribir lo que él quisiera: palabras feas, cuentos
(de un astronauta que se quedaba atrapado en un planeta) y mentiras, además escribió que quería
inventar una máquina para saber lo que piensan los perros.
Pero su mamá no le quiso entregar sus regalos porque estaba enojada con él, por algo que había
sucedido en la escuela.
Capítulo 4
La mamá del niño estaba muy enojada porque lo habían suspendido 3 días de la escuela. El día de
su cumpleaños un compañero, Rulo, que siempre hacía travesuras, llevó una bomba, una pequeña,
para hacer estallar los vidrios de la escuela y explotó en el medio del patio, y les mandaron a llamar
a los padres. Su madre se enojó mucho, porque tuvo que salir del trabajo, el niño le dijo que él no
había hecho nada, pero dijeron que era cómplice. El problema era que en los tres días la mamá lo
tuvo que llevar con los abuelos para que lo cuidaran, mientras ella trabajaba. Toda esto quedó
escrito en el cuaderno secreto.
Capítulo 5
Los días que estuvo suspendido solo podría jugar con los gatos de la abuela y él quería uno, pero la
mamá dijo que no. Hasta que en el departamento aparecieron ratones, así que fueron a la farmacia
y el farmacéutico les dijo que lo mejor contra los ratones era el veneno, pero la mamá dijo que no
por que el niño se lo podía comer, así que solo compraron trampas. Pero no cayó ninguno y la mamá
dijo que había que tener un gato, porque ellos son buenos cazadores de ratones.
Así el niño llamo por teléfono a la abuela y le dijo que quería uno de los gatitos bebés y la mamá
dijo que él debía cuidarlo, y todo esto quedó escrito en su cuaderno secreto.
Resumen: “El cuaderno secreto” Autora: Hortensia Moreno

Capítulo 6
Tenían que ir a buscar al gatito el día lunes, y no fueron, tampoco el martes, así que el día miércoles,
como iban a almorzar en la casa de la abuela el niño llamo a la tía Licha para ir a buscarlo. En el
departamento en niño se tenía que encargar del gato, su caja de arena y alimentarlo. Cuando creció
era juguetón y mordisqueaba todo, se afilaba las uñas en los muebles y como hacía cosas malas la
mamá le puso Estropicio.
Como el gato era un poco salvaje, el niño creyó que la mamá extrañaba a Chispa, porque el gato no
se le acercaba, por lo mismo el niño seguía pensando en el aparato para entender lo que piensan
los animales.
Capítulo 7
Cuando estropicio creció, era un macho enorme. Lo que pasó es que su pipí tenía un olor fuerte,
mamá decía que era como amoniaco, y andaba por toda la casa marcando su territorio, y a veces
también rompía las cosas, como las cortinas, botaba las cosas de la mesa, se robaba la comida del
refrigerador. Le preguntaron al tío Eduardo y dijo que necesitaba una novia, la consiguieron, ya que
ella hacía las mismas cosas que Estropicio, y juntos hacían mucho escándalo.
También odiaba las puertas, y cada vez que podía escapaba. Un día se escapó y conoció a los perros
de la esquina, pero a través de una puerta de vidrio y se asustó mucho, aunque nunca pasó nada,
los perros ladraban y el gato bufaba. Así que ahora evitaba las puertas, pero le gustan las ventanas,
pero seguía haciendo travesuras, así que lo llevaron al veterinario a castrarlo, para que fuera más
doméstico. Pasaron dos días, al principio estaba triste, pero luego era regalón, dormilón y más
tierno.
Capítulo 8
Ahora Estropicio siempre estaba en la ventana de la pieza del niño, observando a los colibríes. Hasta
que un día no estaba en el departamento, lo buscaron por todas partes, hasta que se dieron cuenta
que estaba en la punta del árbol que está al lado de la ventana de la pieza del niño. Pero el gato no
se podía bajar, así que llamaron a los bomberos para que ellos lo bajaran. Por eso, ahora tenían que
mantener las ventanas cerradas y a veces al niño se le olvidaba cerrarla y el gato se volvió a escapar,
pero no estaba en el árbol, y tampoco volvió, lo buscaron por días, y el niño dejaba la ventana
abierta, pero el gato no llegaba, él se puso muy triste y lloró.
Hasta que un día cuando en niño estaba en la ventana triste, lo escuchó y estaba a los pies del árbol,
todo sucio, con barro y ramitas, así que tuvieron que bañarlo. Estropicio esa noche durmió con el
niño, él quería saber la aventura que había tenido su gato, y le inventó una historia en su cuaderno
secreto y se la contó al gato, y parece que al gato le gustó.
Capítulo 9
Ha pasado tiempo y el gato aún es un poco salvaje, a la mamá ya le agrada más (antes odiaba a los
gatos). El niño sigue con algunos problemas en la escuela, la profesora lo retó porque sus cuadernos
estaban arrugados, sucios y con la tapa rota, pero eso sucedía porque estaban en la mochila dijo él.
Y el casi le dice que debía deber su cuaderno secreto, estaba como nuevo, pero no se lo dijo.
El niño aún seguía trabajando en su invento para entender lo que dicen los gatos y los perros.

También podría gustarte