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Jacqueline Goldberg
jacqueline goldberg
mirar por la grieta donde la realidad
deja de ser una cosa sólida para
convertirse en una vibración que estalla
y reconstruye revelaciones y equilibrios.
el cuarto
Desde la niñez, desde el miedo, desde de los
temblores
la valentía, desde el amor. Desde la
palabra. Porque, así como con la vida,
así también con la literatura. Jacqueline
Goldberg tiene rato llevando sus
temblores a los géneros. En este caso,
ha movido sus placas y ha desplazado
Fedosy Santaella
12
[…]
13
[…]
Mi padre,
Raphael Goldberg,
no temblaba.
Mi madre,
Elsa Kapuschewski,
no tiembla.
Mi abuela materna,
Luba Lubchansky,
jamás tembló.
Mi abuelo materno,
Benjamín Kapuschewski,
no tembló.
Mi abuelo paterno,
Szaja Ber Goldberg,
nunca tembló.
14
Por lo pronto, sólo yo tiemblo.
Sólo yo tiemblo y escribo,
escribo y tiemblo.
Mi abuela paterna,
Zina Sznajderman,
no tembló.
15
Los hermanos de mi madre,
Abraham, Lilia y Mery Kapuschewski,
jamás sintieron temblar.
Sus hijos y nietos no tiemblan.
16
[…]
17
[…]
18
[…]
Normal.
Es la desgracia.
19
[…]
20
[…]
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[…]
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[…]
23
[…]
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[…]
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[…]
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[…]
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[…]
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[…]
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[…]
30
[…]
31
[…]
Viajes.
Tantos pequeños viajes.
32
[…]
33
[…]
34
[…]
35
[…]
36
[…]
37
[…]
Describir el temblor.
Otorgarle nombres propios.
Hacerme un código para diferenciarlo
de un dolor de cabeza,
de un orgasmo.
Hacerlo difícil.
Es escandaloso, pero no duele,
no se escucha,
no hace eco en otra parte de mi cuerpo.
Es involuntario. Animal. Un asco.
Movimiento mínimo.
Pulsión traidora.
Traición.
38
Ocasión de mudanza
[…]
Dígitos,
palma,
dorso.
[Eso es una mano]
Amasijo de
huesos,
músculos,
venas,
arterias,
nervios,
piel,
uñas,
manchas,
arrugas,
cicatrices.
[Eso es una mano]
Complejidad anatómica,
locomotora y neurológica.
[Eso es una mano]
Extremo / apéndice
de cuanto somos.
[Eso es también una mano]
40
cinco huesos del metacarpo en medio de la mano,
cinco falanges proximales en las bases de los dedos,
cinco falanges distales en la punta de los dedos y pulgar
y cuatro falanges intermedias.
Temblar es empeoramiento,
moverse sin destino.
41
[…]
42
[…]
43
[…]
47
[…]
48
[…]
49
[…]
50
[…]
51
[…]
52
[…]
53
[…]
54
Fue Santa Teresa de Jesús escritora, patrona de los
escritores españoles. Y temblaba.
Temblaba la santa.
Temblaba cuando escribía. Su caligrafía lo delata. Se cree
que temblaba a causa de arrebatos místicos, o quizás por
una epilepsia extática, como la que sufrió Dostoievski. Se
dice que lo suyo era «perlesía», un temblor de reposo que
se agrava con el cansancio y otras contrariedades vitales,
propio de la enfermedad de Parkinson.
55
[…]
56
[…]
¿Temblaba?
57
[…]
Preguntas inadmisibles.
Leo definiciones para no escrutarme.
58
[…]
59
[…]
Observo mi mano,
inhóspita y cercanamente emparentada conmigo,
y, con todo, otra cosa.
¿Es ella más que yo?
¿Tiene más alto sentido?»
Hannah Arendt
Invierno 1924/25
60
[…]
61
Demoras
[…]
64
[…]
65
[…]
68
[…]
Obedezco. Escribo.
69
[…]
70
[…]
71
[…]
72
[…]
73
[…]
74
[…]
75
parecer, más que una adicción, el usar Rivotril es una
forma de enfrentar el mundo o, quizás, se toma para que
el mundo no te aplaste».
76
[…]
Tuve miedo.
77
He vuelto al temblor originario. No me gusta, es grotesco,
pesa en la nuca. Pero es mío, volvemos a acompasarnos.
Mi memoria habrá de quedarse con un episodio que sólo
cuando pude verbalizarlo adquirió realidad. Estaba de
pie, frente al espejo; sentí un vahido y me vi en la cámara
de gas de Majdanek. Sabía que se trataba del campo de
concentración cercano a Lublin, porque estuve allí en el
2008. Me vi en la sala con pisos de madera, una luz muy
azul. Encontré fotos en la web: el lugar es exacto a lo que
creí alucinaciones.
78
Aceptar lo malo que viene con lo bueno. Lo escuché en una
película. ¿Es al revés?
79
[…]
80
Libro segundo
Nombres propios
[…]
84
[…]
85
Explica Frank que los vapores del plomo y del mercurio
producen temblores metálicos, sobre todo en los
trabajadores de las minas, los fabricantes de espejos y los
hacedores de barómetros.
86
[…]
87
[…]
88
artículos, chats, discusiones de neurólogos. Hay grupos
de apoyo para aquellos a los que el mal inutiliza. Google
asoma en este primer día de noviembre de 2017 que hay
«cerca de 5.500 resultados» en español. Es nada. Lo sé.
89
[Distonía mioclónica]
Diccionario Extrapiramidal
(Trastornos del movimiento)
Dres. Jaime Court y Carlos Juri
Departamento de Neurología
Escuela de Medicina
Pontificia Universidad Católica de Chile
90
«La enfermedad está causada por mutaciones en el gen que
codifica para el épsilon-sarcoglicano [SGCE] localizado
en el cromosoma 7q21. Se desconoce el mecanismo por
el cual las mutaciones en el gen SGCE causan MDS. Es
probable que todas las mutaciones identificadas hasta
el momento conduzcan a una pérdida de función de la
proteína. La enfermedad se transmite como un rasgo
autosómico dominante. El patrón de herencia del MDS
indica que la inactivación de uno de los alelos parentales
puede contribuir a la deficiencia de épsilon-sarcoglicano.
El análisis genealógico de familias afectadas por el MDS
mostró una marcada diferencia en la penetrancia en
función del origen parental del alelo de la enfermedad,
con una penetrancia reducida sobre todo en los casos
en los que el alelo de la enfermedad es transmitido
por la madre. Este patrón sugiere un mecanismo de
impronta de la madre (es decir, de inactivación del alelo
de herencia materna, probablemente por metilación),
mecanismo demostrado en el gen SGCE de ratones y, más
recientemente, en humanos».
Orphanet
Portal de información de enfermedades raras
y medicamentos huérfanos
Revisor(es) experto(s):
Dr Christoph Kamm
Última actualización: Noviembre 2013
91
[…]
92
[…]
93
[…]
94
[…]
No me afectan ciclones,
tormentas de polvo,
mangas de agua, el niño, la niña.
95
[…]
Ajos negros,
arroz negro,
huitlacoche,
caraotas,
zarzamoras,
aceitunas,
chocolate,
té,
café,
regaliz.
96
[…]
97
El goce, lo demás
[…]
100
[…]
101
[…]
102
despertado mi admiración (cosa que agradezco) y me tiene
aquí escribiéndote.
Recuerdo cuando te conocí. Tú ibas a evaluarme para
un puesto de trabajo, y yo (nunca te lo había dicho) iba
preparado. Un amigo de entonces me habló de ti. Ya
puestos frente a frente, cada uno a un lado del escritorio,
mi pensamiento se dividía entre calcular la primera
impresión que pretendía ofrecerte, y preguntarme por qué
este carajo no me había advertido nada de tu temblor.
Tras un muy breve intercambio, por alguna razón, que no
perdí tiempo en averiguar, me di cuenta de que estabas
decidiendo o intentando mostrar una parte fina, aguda,
de tu ser, y que encontrabas verdadera complacencia
en comunicarla. Desde entonces, ningún temblor ha
distorsionado el mensaje de tu mirada precisa y vivaz,
muchas veces pícara, jodedora, y siempre inteligente.
Te mando un fuerte abrazo. Nos vemos pronto.
103
[…]
104
[…]
105
[…]
106
[…]
107
[…]
108
[Hubo un poema, antes]
Pero sucede.
109
Disimulo.
De pronto cedo
–no al temblor sino a la voz–,
a una identidad perseguida,
que se fractura en el agua.
Me traduzco lentamente en el poema,
construyo el espacio de una estructura muda,
que dicta infortunios, me describe desplegada, informe.
110
Pero, reconozco, si no temblara no escribiría;
si no me repudiaran
me habría diluido en papeles difuntos,
no sabría remontarme,
heredera de una lealtad adusta e insolente».
111
[…]
112
[…]
Enza García
El otro día me pasó en una mano y me asusté.
Blanca Strepponi
Si mis manos de pronto temblaran, sentiría mucho temor.
Isabella Saturno
Me aterrorizaría. Una vez me tomé un medicamento que
me infló la cara, me dio una reacción alérgica. Pensé que
la realidad había cambiado mi configuración, no que mi
cuerpo había cambiado la configuración de mi realidad.
Me aterroricé. Como si mi personaje del videojuego se me
hubiese dañado. Si de repente temblara pienso que me
sentiría así.
Liliana Lara
Querría tener tu grandeza, pero soy minúscula y no sabría
qué hacer.
Yolanda Pantin
No me tiemblan las manos, pero no tengo pulso.
Sonia Chocrón
Me asustaría grandemente y me bebería, de una, un
tranquilizante. Luego iría al médico.
113
Krina Ber
Sería como aquella vez cuando escapé a un asalto en la
avenida Libertador: se abrió la vuelta libre a mi mano
izquierda, el carro de atrás avanzó y bloqueó la posibilidad
de seguirme a la moto cuyo parrillero me acababa de
mostrar, desde una bolsa de papel, la punta de una pistola.
Escapé riéndome como una bromista, tomé a la derecha,
luego a la izquierda, y seguí, seguí, seguí... Hasta que vino
esa tembladera, incontrolable, devastadora, que me tumbó
el pie del acelerador y las manos del volante, me sacó
lágrimas de los ojos y sólo pude apagar el motor y seguir
temblando.
La novia manca
Si de pronto me temblaran las manos sería más difícil
bordar, no sabría qué hacer con el tablero y mi dislexia,
y quién sabe cómo serían las caricias. Quizás sería más
sencillo dejar que se viera cuánto tiemblo.
Mónica Montañés
Ya tiemblo sólo de imaginar mis porqués.
114
Males hermanos
[El álamo temblón contra los miedos]
116
[Del escribiente]
117
[Tremor volcánico]
118
[Tremor esencial]
119
[El baile de San Vito]
120
resultados a San Vito, pero parece que un día el Santo se
enfadó y todas acabaron bailando a la fuerza».
Ya en la Edad Media se invocaba a San Vito para curar
enfermedades asociadas a la epilepsia.
121
[Tótem de tremor]
122
[La pócima de Toulouse-Lautrec]
123
[…]
Despierto.
Tiembla el mundo, tiembla mi inútil mundo, no por China.
124
[…]
125
[…]
126
[…]
127
[…]
128
Autorretrato traidor
[…]
Se tiembla en la lengua:
papiro comestible,
hojilla de oro,
gusano de palma.
130
Temblar en inglés
131
Temblar en francés
temblar
vi trembler;
echarse a t. se mettre à trembler
132
Temblar en mi lengua
tembladal.
(De temblar).
1. m. tremedal.
tembladero, ra.
(De temblar).
1. adj. Que retiembla.
2. m. tremedal.
3. f. Acción y efecto de temblar.
4. f. Vasija ancha de forma redonda, hecha de una capa
muy delgada de plata, oro o vidrio, con asas a los lados y
un pequeño asiento.
5. f. tembleque (|| joya).
6. f. torpedo (|| pez selacio).
7. f. Planta anual de la familia de las Gramíneas, con cañas
cilíndricas de unos cuatro decímetros de altura, dos o tres
hojas lampiñas y estrechas, y panoja terminal compuesta
de ramitos capilares y flexuosos, de los cuales cuelgan
unas espigas aovadas matizadas de verde y blanco.
8. f. tremedal.
9. f. rur. Arg. Espasmos que sobrevienen al yeguarizo a
consecuencia de un enfriamiento, cansancio excesivo o por
haber comido alguna hierba dañina.
V.
vaca tembladera
133
tembladeral.
1. m. Arg. y Ur. tremedal.
tembladerilla.
1. f. Chile. Planta de la familia de las Papilionáceas, que
produce temblor en los animales que la comen.
2. f. Chile. Planta herbácea de la familia de las Umbelíferas,
con tallos rastreros, hojas sencillas, lobuladas, y umbelas
sencillas, involucradas.
temblador, ra.
1. adj. Que tiembla. U. t. c. s.
2. m. y f. cuáquero.
3. m. Col. y Ven. torpedo (|| pez selacio).
temblante.
(Del ant. part. act. de temblar).
1. adj. Que tiembla.
2. m. Especie de ajorca o manilla que usaban las mujeres.
temblar.
(Del lat. tremulāre).
1. intr. Agitarse con sacudidas de poca amplitud, rápidas
y frecuentes.
2. intr. Tener mucho miedo, o recelar con demasiado temor
de alguien o algo. U. t. c. tr. Lo tembló el universo entero.
3. intr. Dicho de la tierra: Sacudirse como consecuencia
de movimientos sísmicos.
134
temblando.
1. adv. A punto de arruinarse, acabarse o concluirse.
Empinó la bota y la dejó temblando.
tembleque.
1. adj. tembloroso. U. t. c. s. m.
2. m. coloq. Temblor del cuerpo.
3. m. Joya que, montada sobre una hélice de alambre,
tiembla con facilidad.
temblequear.
(De tembleque).
1. intr. coloq. Temblar con frecuencia o continuación.
2. intr. coloq. p. us. Afectar temblor.
temblequera.
1. f. coloq. temblor (|| acción y efecto de temblar).
temblequeteo.
1. m. coloq. Temblor leve y continuo.
tembletear.
1. intr. coloq. p. us. temblequear.
tembliquear.
1. intr. coloq. temblequear.
temblón, na.
1. adj. coloq. Que tiembla mucho.
2. m. álamo temblón.
hacer un pordiosero la ~.
1. loc. verb. coloq. Fingirse tembloroso para mover a lástima.
135
temblor.
(De temblar).
1. m. Acción y efecto de temblar.
2. m. Terremoto de escasa intensidad. U. m. en América.
~ de tierra.
1. m. terremoto.
tembloroso, sa.
(De temblor).
1. adj. Que tiembla.
temedero, ra.
1. adj. desus. temible.
temedor, ra.
1. adj. p. us. Que teme. U. t. c. s.
136
[…]
Afrikáans
aardbewing
Albanés
dridhje
Alemán
Zittern
Armenio
hayut’yan
Bengalí
kampana
[la más bella y sonora traducción:
tiemblan mis manos como campanas,
aunque no suenen, no convoquen]
Bielorruso
triemor
Birmano
tone hkar
Bosnio
tremor
Búlgaro
treperene
137
Catalán
tremolor
Chino tradicional
zhèn
Coreano
tteollim
Croata
tremor
Finés
vapina
Griego
trómos
Hebreo
reidá
Hindi
bhookamp ke jhatake
Húngaro
remegés
Indonesio
gempa
Islandés
skjálfti
138
Italiano
tremito
Japonés
furue
Latín
locorum
Lituano
drebulys
Malayo
gegaran
Noruego
tremor
Polaco
drżenie
[debería sonarme conocido:
si algún pariente tembló, habrá sido en polaco,
mis cuatro abuelos polacos,
mis ocho bisabuelos polacos]
Rumano
tremur
Sueco
tremor
Tailandés
139
Turco
titreme
Vietnamita
Xhosa
ngcazela
Yidish
tremer
[los parientes polacos hablaban yidish,
la otra lengua de ningún temblor]
Zulú
eliqhaqhazelayo
140
[…]
141
[…]
142
[…]
143
[…]
144
trepidar agitarse vibrar sacudirse estremecerse
saltar brincar bailar moverse retemblar temblar
tremolar ondear flamear titilar convulsionarse
conmoverse traquetear castañear chasquear
repiquetear entrechocar resonar tiritar balancearse
oscilar menearse crisparse palpitar parpadear
sobresaltarse aterrarse temer estar nervioso azorarse
asustarse impresionarse tembloroso temblequeante
estremecido sobrecogido trepidante temblador
temblón trémulo sacudido crispado vibrante
vibratorio ondulatorio ondulante oscilatorio
oscilante tremolante bamboleante asustado temeroso
espantado aterrado sobresaltado nervioso azorado
convulso bailarín brincador castañeteante titilante
que tirita palpitante traqueteante parpadeante
agitado sacudido conmocionado movilidad
actividad trabajo meneo funcionamiento dinamismo
desplazamiento moción balanceo locomoción
marcha carrera curso evolución traslación traslado
transporte ajetreo tráfago mecánica mecanismo
deslizamiento zigzag serpenteo empuje tracción
recorrido trayectoria rumbo maniobra manejo
arrastre rodadura apresuramiento prisa agilidad
aceleración patinazo lanzamiento desvío andadura
salto caída tumbo vaivén ascenso descenso
subida bajada adelanto atraso vuelta giro
rotación revolución sacudida movimiento balanceo
bamboleo oscilación meneo temblor vibración
estremecimiento escarceo cabrilleo caracoleo
agitación ondulación inestabilidad ritmo compás
variación cambio contracción reflejo espasmo
contorsión conmoción contoneo crispamiento
zarandeo mover(se) desplazar movilizar correr
temblor
145
Libro tercero
Temblores transcritos
[…]
150
habiendo indagado en su temblor, de mi temblor poco
sabemos aún.
«No podemos no temblar en el momento de pensar, de
escribir y, sobre todo, de tomar la palabra, en particular
cuando a falta de fuerza y de tiempo, lo hacemos de
manera más o menos improvisada; y sobre todo cuando
se trata de interrogarse, como a menudo estuve tentado
a hacerlo en el pasado, explícitamente, literalmente, y
de manera sistemática, sobre el sentido, los sentidos, los
diferentes sentidos, a veces heterogéneos, así como sobre
la esencia del temblor, sobre lo que quiere decir temblar
[…]. Un secreto siempre hace temblar. No solamente
estremecerse o sentir escalofríos, cosa que sucede también
alguna vez, sino temblar».
151
[…]
Tanta reflexión.
El temblor no conjetura.
El temblor es.
152
[De temblores en prosa]
Sándor Márai
en El último encuentro
Fabio Morábito
en La lenta furia
153
«[…] yo soy un tímido de los que tiemblan todo el tiempo,
no puedo ni pedirle un whisky a una aeromoza porque
la mano me tiembla y todos se ponen nerviosos porque a
mí me tiembla todo, y por eso me lleno todo el tiempo de
palabras, palabras para que no se den cuenta de que, en
realidad, me está temblando todo».
Michael J. Fox
en Un hombre afortunado. Memorias
Clarice Lispector
en Agua viva
Juan Villoro
en 8.8: el miedo en el espejo
154
«Ese temblor del costado, de las rayas de su vientre al
respirar, me salpica la vista, me obsesiona».
Andrés Neuman
en La mujer tigre
Franz Kafka
en Consideraciones acerca del pecado
Carlos Monsiváis
en Nuevo catecismo para indios remisos
Antonia Palacios
en Hondo temblor de lo secreto
155
«A veces no sé quién tiene el control, si mis temblores o yo».
Oliver Sacks
en Despertares
Julio Cortázar
en Rayuela
Derek Walcott
en Un pensamiento que tiembla
Alejandro Casona
en Otra vez el diablo
María Zambrano
en Algunos lugares de la poesía
156
«Soy todo fibra. Me sacuden todos los temblores, y el peso
de la tierra oprime mis costillas».
Virginia Woolf
en Las olas
Vicente Huidobro
en Temblor de cielo
J. M. Coetzee
en La edad de hierro
157
[De temblores en verso]
«Información interior.
La busco. La busco en todas partes. Por las desnudeces
de su imaginación. En la tristeza. En las madrigueras.
(Como el temblor del ciervo que se aleja en el bosque a
finales de invierno)».
Anne Carson
«y del primero
al séptimo día
tu cuerpo es un arrogante
palacio
donde vive el temblor».
Rafael Cadenas
Vladimir Mayakovsky
158
«Temblé una vez –en la reja,
A la entrada de la viña–
Cuando la bárbara abeja
Picó en la frente a mi niña».
José Martí
«Hay destinos
donde lo que carece de temblor no es sólido».
Vladimir Holan
Alí Chumacero
Arthur Rimbaud
Ted Kooser
159
«Tiemblo cuando creo que me falsifico».
Rafael Cadenas
160
[De temblores cantados]
161
«No le temo a la culebra ni a cuarenta tiburones,
pero si la tierra tiembla corro más que los ratones…
Si la tierra tiembla, yo me voy de aquí».
Tata Guerra
en Si la tierra tiembla
«Tiemblas,
cada vez que me ves, yo sé que tiemblas».
Tito Rodríguez
en Tiemblas
Viti Ruiz
en Caricias prohibidas
Carole King
en I Feel the Earth Move
162
[El muchacho que nunca tembló]
163
[…]
165
Patricia Highsmith, El temblor de la falsificación, Anagrama,
2016.
Rosa Montero, Temblor. Seix Barral, 1999.
Rubén Martín, Radiografía del temblor. Renacimiento, 2007.
W. Somerset Maugham, El temblar de una hoja. Sexto Piso
Editorial, 2008.
166
[…]
¿Y el temblor?
El temblor es remanente.
167
Libro cuarto
El cuarto de los temblores
[…]
«Misericordia, Señor.
Aplaca, Señor, tu ira,
tu justicia y tu rigor.
Por tu purísima sangre,
misericordia, Señor».
172
del Señor de los Temblores, cumpliendo debidamente
con el Sacramento de la Confesión y comulgando
dignamente».]
Misericordia, Señor.
Aplaca, Señor, tu diestra,
tu siniestra y mi temblor.
Por tu purísima sangre,
quietud te pido, Señor.
173
[…]
174
[…]
175
evidenciar síntomas de angustia que asustaran a sus hijos.
El tiempo pasó y el médico volvió a observar. Los niños
habían conseguido reponerse del trauma, mientras
que los adultos desarrollaron síntomas debido al efecto
residual del miedo: algunos, incluso, padecían estrés
postraumático.
176
[…]
El libro es anhelo;
temblar, premonición.
177
Nota bene
[antes de imprimirse este libro]
178
Índice
Libro primero
Una cierta genealogía
11
Ocasión de mudanza
39
Demoras
63
Libro segundo
Nombres propios
83
El goce, lo demás
99
Males hermanos
115
Autorretrato traidor
129
Libro tercero
Temblores transcritos
149
Libro cuarto
El cuarto de los temblores
171
Jacqueline Goldberg
nació en Maracaibo,
Venezuela, en 1966.
Es doctora en Ciencias
Sociales, licenciada en
Letras y autora de premiadas obras de poesía,
narrativa, ensayo, testimonio, gastronomía y
libros álbum para niños.
#ElCuartoDeLosTemblores
@jacgoldberg
El cuarto de los temblores
Jacqueline Goldberg
Oscar Todtmann editores
email: oteditores@gmail.com
twitter: @oteditores
facebook: www.facebook.com/ot.editores
Jacqueline Goldberg
jacqueline goldberg
mirar por la grieta donde la realidad
deja de ser una cosa sólida para
convertirse en una vibración que estalla
y reconstruye revelaciones y equilibrios.
el cuarto
Desde la niñez, desde el miedo, desde de los
temblores
la valentía, desde el amor. Desde la
palabra. Porque, así como con la vida,
así también con la literatura. Jacqueline
Goldberg tiene rato llevando sus
temblores a los géneros. En este caso,
ha movido sus placas y ha desplazado
Fedosy Santaella