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COSA JUZGADA.

Sentencia C-100-19:

Definición:

La cosa juzgada es una institución jurídico procesal mediante la cual se otorga a las decisiones
plasmadas en una sentencia y en algunas otras providencias, el carácter de inmutables,
vinculantes y definitivas. Los citados efectos se conciben por disposición expresa del
ordenamiento jurídico para lograr la terminación definitiva de controversias y alcanzar un estado
de seguridad jurídica.

Efectos:

En primer lugar, los efectos de la cosa juzgada se imponen por mandamiento constitucional o legal
derivado de la voluntad del Estado, impidiendo al juez su libre determinación y, en segundo lugar,
el objeto de la cosa juzgada consiste en dotar de un valor definitivo e inmutable a las providencias
que determine el ordenamiento jurídico. Es decir, se prohíbe a los funcionarios judiciales, a las
partes y eventualmente a la comunidad, volver a entablar el mismo litigio.

Funciones negativa y positiva.

La cosa juzgada tiene como función negativa, prohibir a los funcionarios judiciales conocer,
tramitar y fallar sobre lo resuelto, y como función positiva, dotar de seguridad a las relaciones
jurídicas y al ordenamiento jurídico.

Efectos inter partes o erga omnes

La fuerza vinculante de la cosa juzgada se encuentra limitada a quienes plasmaron la litis como
parte o intervinientes dentro del proceso, es decir, produce efecto Inter partes. No obstante, el
ordenamiento jurídico excepcionalmente les impone a ciertas decisiones efecto erga omnes, es
decir, el valor de cosa juzgada de una providencia obliga en general a la comunidad, circunstancia
que se establece en materia penal y constitucional.

Cosa juzgada constitucional-Modulación de operancia.

En el proceso constitucional es necesario modular la operancia de la cosa juzgada conforme a un


análisis que tenga en cuenta la posibilidad de que se planteen nuevos cargos, no tenidos en cuenta
por el juez constitucional, o que el examen de las normas demandadas se haya limitado al estudio
de un solo asunto de constitucionalidad, o que no se haya evaluado la disposición frente a la
totalidad de la Carta, o que exista una variación en la identidad del texto normativo. En eventos
como estos, no obstante existir ya un fallo de constitucionalidad, podría abrirse la posibilidad de
realizar una nueva valoración de la norma acusada.
Cosa juzgada formal.

La cosa juzgada formal tiene lugar “cuando existe una decisión previa del juez constitucional en
relación con la misma norma que es objeto de una nueva demanda, o cuando una nueva norma
con un texto exactamente igual a uno anteriormente examinado por la Corte es nuevamente
demandado por los mismos cargos. En estas hipótesis la Corte no puede pronunciarse de nuevo
sobre la constitucionalidad de la norma. NOTA: la cosa juzgada formal no admite recurso y quedan
ejecutoriadas.

ART 302:

Cosa juzgada material.

Se presenta “cuando la disposición demandada reproduce el mismo sentido normativo de otra


norma que ya fue examinada por la Corte. Esta identidad normativa debe apreciarse desde el
punto de vista de la redacción de las disposiciones demandadas, como desde el punto de vista del
contexto dentro del cual ellas se ubican, de tal forma que si la redacción es diversa, pero el
contenido normativo es el mismo a la luz del contexto, se entiende que existe identidad. Por el
contrario, pese a que el texto sea el mismo, si el contexto normativo en el que se reproduce es
diferente, no cabe hablar de cosa juzgada material.

Cuando una disposición es declarada inexequible, la cosa juzgada material produce como efecto,
una limitación de la competencia del legislador (ordinario o extraordinario), que le impide
reproducir el contenido material de la norma que no se ajusta a la Carta Fundamental, y en el
evento que ello ocurra la Corte debe proferir un fallo de inexequibilidad por la violación del
mandato dispuesto en el artículo 243 de la Constitución Política.

Cuando es declarada exequible una disposición, el fenómeno de la cosa juzgada material, produce
como regla general la imposibilidad para la Corte Constitucional de pronunciarse sobre la materia
previamente resuelta, ya que puede conducir a providencias contradictorias que afecten la
seguridad del ordenamiento jurídico, o alteren la confianza legítima de los administrados en la
aplicación de la Constitución, o vulneren el principio de la igualdad.

Se estructura la cosa juzgada material, si se hallan acreditados los siguientes requisitos: (i) que el
contenido de la norma haya sido declarado inexequible de manera previa; (ii) que, en efecto,
exista reproducción de dicho contenido normativo, (iii) que el contenido normativo frente al cual
se realiza la respectiva comparación, haya sido declarado inconstitucional por razones de fondo,
no de forma y; (iv) que sigan vigentes en el ordenamiento jurídico las disposiciones
constitucionales que fundamentaron la declaratoria de inexequibilidad.

ART 356. AL QUEDAR LA SENTENCIA EJECUTORIADA SE PROFIERA EN AUDIENCIA PÚBLICA O


FUERA DE AUDIENCIA, CUANDO ESA SENTENCIA QUEDA EJECUTORIADA, LA SENTENCIA HACE
TRÁMITE A COSA JUZGADA FORMAL.

SIN EMBARGO, MEDIANTE EL EMPLEO DEL RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN Y EL


RECURSO DE ANULACIÓN QUE PROCEDE CONTRA LAUDOA ARBITRALES, ES IMPOSIBLE IMPUGNAR
UNA SENTENCIA SIEMPRE QUE SE DEN LAS CAUSALES DE REVISIÓN QUE ESTÁN EN EL 355.
CUANDO YA NO EXISTEN ESTOS RECURSOS, PORQUE NO PROCEDE, PORQUE NO HAY CAUSA,
PORQUE PASÓ EL TERMINO, ES CUANDO LA SENTENCIA YA HACE TRÁNSITO A COSA JUZGDA
FORMAL Y COSA JUZGADA MATERIAL. Y EL FALLO SE TORNA INEXPUNABLE.

Distinción.

La distinción entre cosa juzgada formal y material se determina en función del objeto de control y,
de manera particular, a partir de la distinción entre enunciado normativo y norma. Conforme a
ello se tratará de cosa juzgada formal cuando la decisión previa ha recaído sobre el mismo
enunciado normativo acusado nuevamente y será cosa juzgada material cuando el
pronunciamiento previo de la Corte, juzgó una norma equivalente a la demandada, pero
reconocida en un texto o enunciado normativo diverso.

Cosa juzgada absoluta y cosa juzgada relativa.

La diferencia entre cosa juzgada absoluta y relativa se establece teniendo en cuenta la amplitud
del pronunciamiento previo de la Corte, visto desde la perspectiva de los cargos analizados. En esa
dirección será cosa juzgada absoluta, cuando la primera decisión agotó cualquier debate sobre la
constitucionalidad de la norma acusada tal y como ocurre, por ejemplo, en los casos en los que el
control constitucional tiene una naturaleza definitiva y hará tránsito a cosa juzgada relativa si la
decisión anterior juzgó la validez constitucional solo desde la perspectiva de algunos de los cargos
posibles, tal y como suele ocurrir en los pronunciamientos de la Corte originados en el ejercicio de
la acción pública de inconstitucionalidad.

La condición explícita o implícita de la cosa juzgada se predica únicamente de los casos en los que
ella es relativa. Se tratará de cosa juzgada relativa explícita cuando en la parte resolutiva de la
sentencia se establece expresamente que el pronunciamiento de la Corte se limita a los cargos
analizados. Será por el contrario implícita cuando, pese a no hacerse tal referencia en la parte
resolutiva, de las consideraciones de la sentencia se puede desprender que la Corte limitó su juicio
a determinados cargo.

Se denominan procesos de jurisdicción voluntaria aquellos en los cuales se


busca cierta declaración judicial sin que exista pleito alguno entre las partes, pues
se puede decir que en estos procesos no existe como tal un demandado, sino
que se persigue la declaración de un derecho.

Artículo 304. Sentencias que no constituyen cosa juzgada


No constituyen cosa juzgada las siguientes sentencias:

1. Las que se dicten en procesos de jurisdicción voluntaria, salvo las


que por su naturaleza no sean susceptibles de ser modificadas.
2. Las que decidan situaciones susceptibles de modificación mediante
proceso posterior, por autorización expresa de la ley.

3. Las que declaren probada una excepción de carácter temporal que


no impida iniciar otro proceso al desaparecer la causa que dio lugar a
su reconocimiento.

EJECUCIÓN DE LAS PROVIDENCIAS JUDICIALES.

Lea más: https://leyes.co/codigo_general_del_proceso/304.htm

la cosa juzgada no es absoluta.  El ordenamiento jurídico contempla unas


situaciones excepcionales que atenúan esta figura, tales como el recurso
extraordinario de revisión o la procedencia de la acción de tutela contra
providencias judiciales.  Igualmente, el artículo 333 del Código de
Procedimiento Civil señala los eventos en los cuales las sentencias dictadas
bajo las condiciones allí señaladas no constituyen cosa juzgada

tutela y cosa juzgada.

De conformidad con el artículo 243 de la Constitución Política de 1991 “los fallos que la Corte dicte
en ejercicio del control jurisdiccional hacen tránsito a cosa juzgada constitucional”. Sobre el
particular, la jurisprudencia ha considerado que, en el marco del control concreto, las acciones de
tutela también están sometidas a los parámetros de la cosa juzgada, puesto que ello garantiza que
controversias que ya han sido decididas de manera definitiva por las autoridades judiciales
competentes para ello no sean reabiertas y, por lo tanto, evitar que se afecte el principio de
seguridad jurídica[24]. Precisamente, una sentencia proferida en proceso de tutela hace tránsito a
cosa juzgada constitucional

(i) cuando es seleccionada para revisión por parte de esta corporación y fallado en la
respectiva Sala o,
(ii) cuando, surtido el trámite de selección, sin que ésta haya sido escogida para revisión,
fenece el término establecido para que se insista en su selección.
tres características que permiten advertir cuándo, en el marco de una acción de tutela, se ha
vulnerado el principio de la cosa juzgada. En efecto, es necesario que:

(i) que se adelante un nuevo proceso con posterioridad a la ejecutoria de la sentencia;

(ii) que en el nuevo proceso exista identidad jurídica de partes;

(iii) que el nuevo proceso verse sobre el mismo objeto, o sea, sobre las mismas
pretensiones;

(iv) que el nuevo proceso se adelante por la misma causa que originó el anterior, es decir,
por los mismos hechos.

La identidad de objeto implica que ambas demandas deben versar sobre las mismas pretensiones,
en otras palabras “cuando sobre lo pretendido existe un derecho reconocido, declarado o
modificado sobre una o varias cosas o sobre una relación jurídica. Igualmente se predica identidad
sobre aquellos elementos consecuenciales de un derecho que no fueron declarados
expresamente”.

La identidad de causa implica que, tanto el proceso que ya hizo tránsito a cosa juzgada, como la
nueva demanda, deben contener los mismos fundamentos fácticos sustentando la pretensión. Lo
anterior implica que cuando el segundo proceso tiene nuevos hechos o elementos, el juez puede
pronunciarse únicamente respecto de estos últimos.

Por último, la identidad de partes, hace referencia a que “al proceso deben concurrir las mismas
partes e intervinientes que resultaron vinculadas y obligadas por la decisión que constituye cosa
juzgada”.

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