Contractualismo

Locke ha sido reconocido por ser un contractualista o pactista. El contractualismo es una corriente
filosófica que pretende dar una explicación del origen de la sociedad cuya principal característica es la
creencia de que esta es un orden construido y no algo natural, que surge tras un pacto o contrato
social, donde los hombres libremente deciden unirse y formar un Estado civil, por ende, antes de la
sociedad política existe una sociedad previa sin Estado, llamada estado de naturaleza.

Existen dos clases de contractualismo;

➔ Clásico: que reflexiona y genera hipótesis sobre el origen del pacto social.
➔ Contemporáneo: que se enfoca en los principios y la lógica tras el contrato social.

Locke pertenece a los primeros junto a Hobbes y Rouseeau. Plantea sus ideas en su obra “ Dos
tratados sobre el gobierno civil”. En el primer tratado, realiza una crítica de lo expuesto por Robert
Filmer en “El patriarca”, donde se justifica el absolutismo argumentando que el derecho divino
entregado a los monarcas proviene de Adán y por ende, de Dios, señalando que a partir de este, los
monarcas asumirían un rol de padres del pueblo, que debería obedecer en reconocimiento de la
autoridad, poder y sabiduría del rey. Locke se contrapone indicando que no es posible constatar esto,
ya que no hay evidencias de que Dios haya otorgado el derecho divino ni que todos los monarcas
tengan un parentesco en común, y además, que es erróneo atribuir un carácter paternalista, puesto que
los padres se encargan de sus hijos hasta que estos son capaces de valerse por sí mismos.

Locke critica férreamente la tiranía del absolutismo, donde se producen esclavos y no ciudadanos, se
sigue a un rey por miedo y no por la razón y los beneficios que trae consigo. Ante esta situación no
hay garantías de los derechos fundamentales, se toman decisiones basadas en los intereses del
monarca y no en las necesidades y voluntades de la ciudadanía, se obvian e ignoran sus vicios

En el segundo tratado realiza un análisis del origen, la naturaleza y los objetivos del gobierno civil,
por ello es el considerado más importante.

Estado de naturaleza y la ley natural

En el estado de naturaleza los hombres son seres sociales que actúan de forma racional, virtuosa y en
casi plena libertad, bajo una ley natural creada por Dios para vivir de forma pacífica y en armonía.
Por un lado, entrega derecho a la vida, la salud, la libertad y la propiedad y al mismo tiempo el deber
de respetar los derechos y la vida de los demás. Ella es descubierta por el hombre gracias a la razón y
puede ser ejecutada por todos. De modo que los hombres son libres para actuar y disponer de sus
bienes como deseen con el otro como único limitante. Por ser un derecho, la propiedad es innata a
cada individuo, incluye a la persona, sus libertades y los bienes obtenidos mediante su trabajo y la
acumulación. En un principio, los recursos naturales son de todos, pero son los hombres quienes lo
trabajaron, convirtiéndose en dueños de lo que produjeron para su sostenimiento. Pese a ser un estado
colaborativo, donde en teoría todos deberían ser iguales e independientes, no hay un goce real de este
estado porque no existen garantías del cumplimiento de la ley divina. Siempre hay quienes no
respetan las leyes o viven irracionalmente, y en este caso, surgen dos nuevos derechos; castigar el
crimen y recibir reparación, el castigo debe ser proporcional y objetivo, pero al ser los hombres
quienes deban hacer justicia por mano propia, es altamente probable que esto no suceda y las personas
se dejen llevar por sus pasiones, derivando en el descontrol y en algunos casos en un estado de guerra.
Un papel fundamental tiene la propiedad, ya que se señala que a medida que las sociedades crecieron
y aumentó el intercambio, hubieron más dificultades para regular la propiedad privada, esto habría
creado conflictos y habría motivado a la creación del contrato social para que fuese el Estado quien
cuidara de sus bienes.

Estado de Guerra
Un estado de odio y destrucción, de enfrentamiento entre quienes respetan la ley divina y quienes no,
aquí está permitida la defensa propia en cualquier caso, pues se ha abandonado el estado de naturaleza
y los hombres pueden decidir avanzar a una sociedad civil mediante un pacto social.

Pacto Social

En este se renuncia a la libertad natural y a la búsqueda de los intereses personales para ceder ante lo
colectivo, dejando su poder en la comunidad, en miras de obtener más beneficios donde la facultad de
hacer justicia se delega al Estado, de modo que existe un juez en común fácilmente identificable. Sin
embargo, deben tener el suficiente poder sobre sus derechos, que en ningún caso son entregados al
Estado. El contrato debe decidirse por unanimidad, ya sea directa o tácitamente, por ejemplo, al
acatar las reglas del país, quienes se opongan podrían volver al estado de naturaleza. Considera que al
adherirse al pacto social, la persona vincula también sus propiedades, por lo que sus posesiones
también son súbditas del gobierno. Aunque plantea que no hay una sola forma de gobernar debido a
las características propias de cada Estado, se rige por un principio de mayoría, donde se toman
decisiones de acuerdo los consensos de la ciudadanía, donde sólo son ciudadanos quienes son
propietarios, los no propietarios están excluídos de la sociedad política y civil, los niños, incluso
siendo hijos de propietarios no son ciudadanos, tienen los derechos de la ley divina pero no políticos.
Cree que el futuro del Estado depende de los hombres, ellos son quienes deben esforzarse por
mantenerlo y mejorarlo.

Separación de poderes; leyes y justicia.

Propone la separación de poderes para evitar los vicios propios de las autoridades. Por un lado, estaría
el poder legislativo como poder supremo, por otro lado, el poder ejecutivo que al mismo tiempo
realizaría las funciones que hoy son atribuidas al judicial, este llevaría a cabo los mandatos del
legislativo, y por último, el poder federativo, que manejaría las relaciones internacionales y se
encargaría de la seguridad del Estado. Considera que el poder legislativo debía formularse a través de
asambleas temporales con convocatoria periódica, cuyos cargos fuesen elegidos por votación y con
una duración previamente acordada, es importante que este compuesto por varias personas para evitar
que las leyes sean favorables para algún sector o figura en específico, pues la ley debe ser obedecida
por todos, ser justa e imparcial, nadie puede estar por encima de la ley. Esta debe estar encaminada a
generar hombres buenos en búsqueda del bien común y esto sólo es posible de lograr con consensos y
coherencia con las leyes naturales.