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Romania Nova II / V ELFE

Universidade Federal de Alagoas


20 al 24 de noviembre de 2006

Gramaticalización y marcas de epistemicidad en el español de Argentina·

Ángela Di Tullio (ditullio@uncoma.edu.ar)


Universidad Nacional del Comahue
Laura Kornfeld (lkornfel@ungs.edu.ar)
U. N. de General Sarmiento/ UBA/ CONICET
ARGENTINA

Objetivo: analizar el proceso de gramaticalización y las propiedades formales de una


serie de unidades que se ligan a la modalidad con significado epistémico en el español
de Argentina en el registro coloquial de las últimas décadas

(1) capaz, por ahí; posta, clavado, re, de una; minga, -iola; magoya, cadorna, mongo,
montoto, tu abuela; ni ahí, ni por las tapas, ni en pedo, ni a palos, ni a ganchos; las
pelotas (esta, de acá)

I) Descripción semántica

1. Valores semánticos de los marcadores de modalidad


Los marcadores de modalidad epistémica presentan diversos valores semánticos, entre
los cuales distinguimos los siguientes:
i. Probabilidad/ duda: capaz, por ahí
(2) Capaz/ por ahí viene.
PROB comes
‘S/he may come’

ii. Certeza: posta, clavado, re, de una


(3) a. Posta/ clavado/ de una que te lo vas a encontrar.
CERT that you him FUT-2sg meet
‘You’re sure/bound to meet him’
b. Re que te lo vas a encontrar.
CERT that you him FUT-2sg meet
‘You’re sure/bound to meet him’

iii. Negación (a veces contrafacticidad): minga, las pelotas (esta, de acá); -iola;
magoya, cadorna, mongo, montoto, tu abuela; ni ahí, ni por las tapas, ni en pedo, ni a
palos, ni a ganchos.

·
Agradecemos los oportunos comentarios y la ayuda de Gabriela Resnik y Pablo Zdrojewski.

1
(4) a. MINGA1/ LAS PELOTAS/ ESTA (que) lo voy a arreglar.
NEG (that) it FUT-1sg fix
‘No way am I going to fix it!’
b. Lavás los platos? Lavariola
Wash-2sg the dishes? Wash-NEG
‘Will you wash the dishes? No way!’
c. MAGOYA/ TU ABUELA/ MONGO/ MONTOTO te va a ayudar
NEG you FUT-3sg help
‘No single person will help you’
d. Ni ahí/ ni por las tapas/ ni en pedo/ ni a palos/ ni a ganchos lo compraría.
NEG it COND-1sg-buy
‘No way would I buy it’

2. Alcance de los marcadores de modalidad


Dentro de los marcadores de modalidad se reconocen:
a) Operadores modales oracionales (e.g., capaz, por ahí, posta, clavado, re, de una;
minga, las pelotas)
Señalan probabilidad o certeza con alcance sobre toda la oración (en algunos casos,
pueden usarse también en ámbitos más reducidos, como el nominal o el adjetivo). En el
caso de minga y las pelotas, agregan un significado negativo a la certeza, ya que niegan
un enunciado o una suposición previos.

b) Operadores de polaridad negativa (e.g., ni ahí, ni por las tapas, ni en pedo, ni a


palos, ni a ganchos)
Son índices de polaridad negativa (IPN), pero no tienen alcance modal sobre toda la
oración (como minga o las pelotas), sino que equivalen a de ningún modo (cfr. Bosque
1994)2.

c) Operadores nominales (=magoya, cadorna, mongo, montoto, tu abuela)


Ligan una posición sintáctica determinada (sujeto u objeto); tienen, además, una
interpretación de polaridad negativa (=Ni Magoya va a ir).

II) Procesos de gramaticalización

Los marcadores de modalidad incluyen unidades léxicas de diferentes categorías:


Adjetivos: capaz (que)..., clavado (que)...
SD: las pelotas, esta, tu abuela y también magoya, cadorna, mongo, montoto
Sintagmas preposicionales: de una, por ahi
Afijos: –iola, re-

1
Utilizamos las mayúsculas para indicar que se trata de elementos con la pronunciación propia del foco
contrastivo.
2
Serían similares, solo que con interpretación equivalente a nunca, expresiones como el año del pedo o
el año del arquero.

2
La noción de gramaticalización subsume en el caso de los marcadores de modalidad una
serie de procesos que son muy disímiles.
? Desde el punto de vista fonológico, algunas unidades pierden propiedades frasales
(e.g., por ahí, pronunciado a menudo [porái] cuando tiene valor modal3), pero también
sucede lo contrario (e.g., re-, originalmente un prefijo, puede acentuarse enfáticamente
cuando tiene valor modal).

? Desde el punto de vista sintáctico:


i. Hay marcadores de modalidad que provienen de préstamos de otras lenguas
(particularmente el italiano, de gran influencia en la Argentina). Por ejemplo, posta
proviene del italiano aposta, ‘apropiadamente’, mientras que minga es ya en los
dialectos septentrionales del italiano una interjección (= ‘ni una miga’).

ii. Hay marcadores de modalidad que provienen de predicativos de oraciones


independientes:
(5) Es clavado que...

Un caso particular plantea el adjetivo capaz, utilizado en buena parte del español de
América (como el Río de la Plata, los países andinos, Cuba, México), pero también en
otras lenguas románicas como el italiano, sobre todo meridional. En el uso “normal”,
ilustrado en (6.a-c), la interpretación de capaz es activa y proviene de la correferencia
entre el sujeto del infinitivo y el de la oración principal, por lo general agentivo; en
(6.d), este adjetivo va seguido de verbos pasivos, uso en el que recibe una interpretación
epistémica: ‘es posible formalizar rigurosamente el método’.
(6) a. Solo ese hombre es capaz de resolverlo (= puede resolverlo);
b. No lo creía capaz de semejante canallada.
c.Es un estudiante muy capaz.
d. un método capaz de ser formalizado rigurosamente
e. un experimento capaz de ser repetido en diferentes circunstancias

A partir del significado ilustrado en (6.d-e) se deriva la posibilidad de predicar el


adjetivo capaz de una oración, con el significado de ‘posible’ o ‘probable’:
(7) a. No es capaz que haiga otra como usté (Arguedas, Perú, cit. por Kany 1960).
b. Si usted me dice una palabra más, es capaz que le dé una bofetada (Cuervo,
Colombia, cit. por Kany 1960).
c. Todo el mundo lo va a creer, y yo mismo, si mañana lo leo en el diario, es
capaz que lo creo (R. Walsh, Cuento para tahúres y otros relatos policiales).

A su vez, esto da lugar, en el español de Argentina, a la gramaticalización completa de


capaz como operador modal, que concluye con el siguiente reanálisis:

(8) a. [(Es) capaz [que le dé una bofetada]].

b. [Capaz (que)] [le da una bofetada].


3
La monoptongación del adverbio ahí no es exclusiva del empleo epistémico; de hecho, aparece en
diferentes variedades del español americano que desconocen este valor, como ha señalado Kany. De
todos modos, en el español rioplatense, este proceso es mucho más regular en el caso del por ahi
epistémico, característico del registro coloquial.

3
iii. Hay marcadores de modalidad que provienen de expresiones y frases
correspondientes a diversas categorías sintácticas que varían su significado y ascienden
de una posición más baja en el árbol hacia las proyecciones asociadas con la modalidad.
Así, por ejemplo, la frase por ahí tiene originalmente un significado locativo. El
adverbio de distancia intermedia ahí se caracteriza por el frecuente deslizamiento de su
significado deíctico (‘en ese lugar’ o ‘a ese lugar’, correspondiente al lugar ocupado por
el destinatario) a un valor indefinido: ‘por diferentes sitios’, ‘por un lugar
indeterminado no lejano’ (cfr. 9.a)4. Al valor indefinido que adquiere la expresión por
ahí, se añade en el español rioplatense un paso ulterior en el proceso de
gramaticalización, ya que se convierte en un operador modal, que recibe interpretación
epistémica, de actitud dubitativa, equivalente a ‘tal vez’, ‘acaso’, ‘probablemente’ (cfr.
9.b):
(9) a. Juan anda por ahí.
b. Por ahí Juan viene/ venga.

iv. Otros marcadores de modalidad provienen de expresiones con valor hiperbólico (cfr.
10.a-c), o a veces inventado y lúdico (cfr. 10.d):
(10) a. tu abuela
b. las pelotas
c. ni en pedo, ni a palos, ni a ganchos
d. magoya, cadorna, mongo, montoto

v. Finalmente, entre los marcadores de la modalidad epistémica en el español


rioplatense reconocemos dos afijos. Uno de ellos (que sirve para negar suposiciones
implícitas) es el formante morfológico invariable, -iola, que pone en duda la realización
de lo significado por el verbo (cfr. 4.b) y puede analogarse al optativo griego de aoristo,
que expresaba también un deseo irrealizable. El otro es el prefijo re-, que se relaciona
en español general con adjetivos (con valor de ‘muy’, como en re lindo) y verbos (con
valor de ‘mucho’, como en lo re quiere). En el español de Argentina y Uruguay el re-
adquiere diversos valores aspectuales (con valor de ‘hace mucho’, como en re llegó, o
de ‘muchas veces’, como en re viajó a Europa, etc.) y, finalmente, el valor modal de
certeza (cfr. 11.a), que, recién en la última década se señala por la adjunción al
complementante que, como en (11.b) (Kornfeld & Kuguel 2006):
(11) a. Juan re llega a terminar el trabajo.
b. Re que Juan llega a terminar el trabajo.

4
El carácter indeterminado o impreciso de ahí se suele asociar a ciertos valores pragmáticos: así, en
Venezuela se emplea para restar importancia a una información, y en América Central llega a
convertirse en un mero expletivo. También se integra en expresiones más o menos fosilizadas en
diferentes variedades; así, en el español rioplatense forma parte de hasta por ahí nomás (‘más o
menos’), y ahí no más (‘de repente’), y de ahí (‘¿y con eso qué?) (citados en el Diccionario de
Argentinismos de G. Haensch et al).

4
III) Descripción sintáctica

1. Distribución

1.1. Posibilidad de conformar enunciados independientes


Buena parte de estos marcadores pueden constituir enunciados independientes,
mostrando que tienen alcance sobre la oración en su conjunto:
(12) ¿Viene mañana?
- Capaz/ Posta/ Re/ MINGA/LAS PELOTAS

Magoya y el resto de los operadores no pueden, en general, ser respuesta a ciertas


preguntas totales (aunque las dirigidas a la segunda persona son más aceptables, cfr. 13.
a con b), pero sí a preguntas parciales por el sujeto o por el objeto (13.c-d):
(13) a. -¿Viene mañana?
-*MAGOYA/ TU ABUELA
b. -¿Venís mañana?
-? MAGOYA / ?TU ABUELA
c. -¿Quién viene?
-MAGOYA
d. -¿A quién se lo vas a dar?
-A MONGO

1.2. Posibilidad de variar la posición sintáctica


La posición de los marcadores de modalidad cuando modifican a toda la oración es
mayoritariamente inicial, pero algunos pueden moverse. En líneas generales, el
movimiento es a posición final, como en (14) (excepto en el caso de re, que se adjunta
al verbo, cfr. 15), y a veces requiere algún tipo de pausa o de entonación enfática
particular (cfr. 16):
(14) a. De una/ LAS PELOTAS (que) lo va a matar
b. Lo va a matar de una / LAS PELOTAS.
(15) a. Re que Juan llega a terminar el trabajo.
b. Juan re llega a terminar el trabajo
(16) a. Capaz / MINGA (que) / Por ahí va a venir.
b. Va a venir, capaz/ MINGA/ por ahí.

Esperablemente, capaz y por ahí no pueden moverse si el verbo de la oración está en


subjuntivo (cfr. infra):
(17) a. *Juan venga, capaz/ por ahí.
b. Juan viene, capaz/ por ahí.

Todos los elementos ligados con la polaridad pueden moverse, siguiendo las reglas
generales para los IPN en relación con el no:
(18) a. Ni ahí (*no) lo voy a hacer.
b. No lo voy a hacer ni ahí.

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También los operadores nominales pueden variar su posición siguiendo las reglas
generales de los SD, siempre con acentuación enfática:
(19) a. MAGOYA va a ir.
b. Va a ir MAGOYA.

La posibilidad de movimiento se relaciona, a su vez, con la posibilidad de los


marcadores de aparecer sin que:
i. Algunos marcadores de modalidad siempre aparecen con que y por lo tanto no se
mueven (clavado);
ii. algunos marcadores de modalidad nunca aparecen con que (por ahí, además de –iola,
los operadores nominales y de modalidad);
iii. algunos marcadores de modalidad pueden o no llevar que (capaz, re, de una, minga,
las pelotas)

2. Interacción con otros elementos ligados con la modalidad

Los marcadores de modalidad epistémica muestran un comportamiento heterogéneo en


relación con las diversas modalidades (interrogativas, imperativas, etc.) y con la
posibilidad de combinarse con el modo subjuntivo.

i. Contextos interrogativos
(20) a. *¿De una/ posta/ clavado que vino?
b. * ¿Capaz que / Por ahí llegue mañana?
c. *¿Lavariola?
d. *¿Magoya/ mongo/ montoto te lo va a comprar?

ii. Contextos imperativos


(21) a. *¡ De una/ posta/ clavado que vení!
b. *¡Capaz que / Por ahí que vení!
c. Decíle a MAGOYA/ MONGO/ MONTOTO que te lo resuelva.

iii. Contextos exclamativos


(22) a. ¡Posta que vino!
b. ¡MONGO te lo va a comprar!
c. ¡Minga!
d. *¡Capaz viene!

? La interrogación no es compatible con ninguno de los marcadores analizados (cfr. 20).


Solo los operadores nominales pueden aparecer en contextos imperativos (cfr. 21). La
exclamación, en cambio, es compatible con todas las expresiones de la certeza, sean o
no negativas; no puede coaparecer, en cambio, con marcadores de duda o probabilidad
(capaz, por ahí) (cfr. 22).

iv. Contextos de subordinación


(23)   No me explico cómo (*que) te quieres marchar ya (Bosque 1984)

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(24) a. *Te aseguro que re que lo voy a comprar.
b. *Te aseguro que minga que lo voy a comprar.
c. *Te aseguro que magoya lo va a comprar.
d. Pienso que por ahi nos conviene ir la semana próxima.
e. Dijo que capaz que venga a visitarnos mañana.
f. Me regaló una novela que ni en pedo leíste.

Al igual que en otros casos de exclamativas (cfr. 23), los marcadores de modalidad que
indican certeza no aparecen en contextos de subordinación (excepto como reproducción
icónica del discurso directo), a diferencia de las que señalan probabilidad o los IPN.

v. Alternancia subjuntivo / indicativo


(25) a. Capaz que / Por ahí ya llegó.
b. Capaz que/ Por ahí llegue mañana.
(26) a. Posta/ clavado/ re/ de una que ya llegó.
b. *Posta/ clavado/ re/ de una que llegue.
(27) a. MINGA / LAS PELOTAS / ESTA (que) viene mañana.
b. *MINGA / LAS PELOTAS / ESTA (que) venga mañana.

? El subjuntivo solo aparece si el marcador de modalidad expresa probabilidad,


enfatizan el sentido dubitativo de la oración; es incompatible, en cambio, con las
expresiones de certeza, negativa o no.

3. Interacción con el Så o SPolaridad

Los marcadores de modalidad epistémica exhiben un comportamiento diferenciado en


relación con los elementos (negativos o afirmativos) que pueden aparecer en el S å o
SPolaridad (cfr. Laka 1990, Bosque 1994).

i. Algunos marcadores no admiten la negación


(28) a. MAGOYA/ TU ABUELA / MONGO (*no) lo va a hacer.
b. (*No) lavariola.

En el caso de ni ahí, ni por las tapas, ni en pedo, ni a palos, ni a ganchos, la


distribución con respecto al no es la propia de los IPN (cfr. Laka 1990, Bosque 1994):
(29) a. Ni ahí (*no) lo voy a hacer.
b. No lo voy a hacer ni ahí.

? La incompatibilidad entre estas expresiones y el no es formal: estas expresiones se


vinculan directamente con el Så. Se trata, justamente de los casos en los que no aparece
el complementante que, lo que refleja una posición más baja en el árbol sintáctico. Para
los operadores nominales, suponemos que la negación está implícita (cfr. Ni Magoya/
mongo/ tu abuela lo va a hacer). También en el caso de –iola suponemos que se vincula
con esta proyección, pero en posición nuclear, y no como especificador (cfr. infra).

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ii. Algunos marcadores admiten la negación, pero no la afirmación enfática
(30) MINGA / LAS PELOTAS / ESTA (que) (no/ *sí) lo voy a hacer

? La incompatibilidad entre estas expresiones y el no es básicamente semántica: dado


que estos marcadores niegan un enunciado (o una suposición) previo, sería
contradictorio que apareciera la afirmación enfática. Así, Minga que voy es equivalente
a [Seguro que] no voy; Minga que no voy, a [Seguro que] no voy a dejar de ir, pero la
otra combinación no tendría sentido (*[Seguro que] no sí voy).

iii. Algunos marcadores admiten tanto la negación como la afirmación enfática


(31) a. Capaz (que) (sí/ no) viene
b. Por ahí (sí/ no) viene
c. Posta que (sí/ no) viene
d. Clavado que (sí/ no) viene
e. Re que (sí/ no) viene
f. De una (que) (sí/ no) viene

? Las expresiones de duda y certeza, que se ubican arriba en el árbol y no presuponen


ninguna polaridad, no entran en ningún conflicto formal ni semántico con las marcas de
polaridad.

4. El Sintagma de Complementante

Rizzi (1995/ 1997) propone descomponer el Sintagma de Complementante del siguiente


modo5:

(32) SFu
2
Fu’
2
Fu STop
2 Capa Complementante
Top’
2
Top SFoc
2
Foc’
2
Foc SFin
2
Fin’
2
Fin Så
2
å’
2
å Capa Flexiva
ST……

5
Estrictamente, el Så no figura en la propuesta de Rizzi, pero, por la posición sugerida por Laka
en el marco de Principios & Parámetros y su particular relación con la modalidad,
consideramos que en español correspondería a la capa del Complementante y no a la de la
Flexión.

8
A partir de las propiedades sintácticas analizadas, los marcadores de la modalidad
epistémica propios del español de Argentina que se han revisado aquí se ubicarían en
distintas posiciones:

-En el caso de los operadores de modalidad (capaz, por ahí, posta, clavado, re, de una)
se ubican en la posición de especificador del SFu, proyección que, de acuerdo con el
planteo de Rizzi, determina el tipo semántico de la cláusula y aloja, también, al
complementante que.
Las pelotas y minga, que tienen una pronunciación equivalente a la de los focos
contrastivos, se alojan en la posición de especificador de SFoco, pero pueden subir
también hasta espec, SFu. Básicamente, suponemos que eso es lo que sucede cuando
aparecen después de que, de modo análogo a lo que sucede con los pronombres
interrogativos cuando aparecen después de un complementante (i.e., ¿Cómo que no
viniste?, cfr. Rizzi 1995).
En el caso de re-, suponemos que se trata del único caso en que el modificador de
modalidad tiene como sitio alternativo en la oración la adjunción al verbo, en pares de
oraciones como (15), repetido en (33).
(33) a. Re que Juan llega a terminar el trabajo.
b. Juan re llega a terminar el trabajo

-En el caso de los operadores nominales (magoya, cadorna, mongo, montoto, tu


abuela), por su parte, quedarían en la posición de especificador de SFoco. Prueba de
ello es no solo la ausencia sistemática de complementante que sino también la
incompatibilidad con material tónico entre el elemento y el verbo:
(34)   a. MAGOYA te va a comprar un auto mañana.
b. * MAGOYA mañana te va a comprar un auto.

- En el caso de los operadores de polaridad (ni ahí, ni por las tapas, ni en pedo, ni a
palos, ni a ganchos), asumimos, como Laka (1990) y Bosque (1994), que se ubican en
la posición de especificadores del Så (o Sintagma de Polaridad) cuando aparecen en
contextos sin no. Un análisis similar habría que postular para el sufijo –iola, aunque, en
este caso, puede suponerse que simplemente asciende de T° a å° (cfr. Bosque 1994 para
un movimiento similar).

IV. Conclusiones

V. Referencias
Bosque, I. (1984) “Sobre la sintaxis de la oraciones exclamativas”, en: Hispanic Linguistics
1:2.
Bosque, I. (1994) “La negación y el PCV”, en: Demonte, V. (ed.) Gramática del Español.
México: El Colegio de México, 167-199.
Di Tullio, Á. & P. Masullo (1996) “Construcciones ponderativas en el español coloquial de la
Argentina”, en: La oralidad. S.M. de Tucumán: Insil (Facultad de Filosofía y Letras, UNT).

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Hernanz Carbó, Mª Luisa (1996) Polaridad y modalidad en español: en torno a la gramática
de Bien. Bellaterra: U.A.B.
Kany, Ch. (1960) Sintaxis hispanoamericana. Madrid: Gredos, 1976.
Kornfeld, L. & I. Kuguel (2006) “Morphosyntactic and lexical-semantic properties of re- in
Argentinean Spanish”, en: Romania Nova II, en el marco del V ELFE (Encontro Nacional de
Língua Falada e Escrita). Universidade Federal de Alagoas, 20 al 24 de noviembre de 2006.

Laka, I. (1990) Negation in Syntax: On the Nature of Functional Categories and Projections.
Tesis doctoral, MIT.

Rizzi, L (1997) “The fine structure of the left periphery”, en: Haegeman, L. (ed.) Elements of
Grammar. Dordrecht: Kluwer.

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