Está en la página 1de 3

PROCRASTINACIÓN

Procrastinación se trata de la tendencia y el resultado de procrastinar,


es decir, de demorar, retardar o retrasar algo.
La procrastinación, por lo tanto, consiste
en aplazar el cumplimiento de
una obligación o el desarrollo de una
acción. Cuando dicha actitud se vuelve
habitual, la procrastinación se convierte en
un trastorno del comportamiento que puede llegar a requerir atención
psicológica.
Las personas pueden procrastinar sus tareas en diferentes ámbitos. En
el caso de un niño, la procrastinación puede aparecer cuando decide
quedarse frente a la computadora o al televisor en lugar de completar la
tarea escolar que debe entregar, por citar una posibilidad. El pequeño no
asume la responsabilidad, sino que la aplaza y reemplaza la realización
de los deberes por otra actividad.
Los adultos pueden desarrollar procrastinación cuando demoran una
visita al médico o cuando nunca se deciden a ordenar la casa. La clave
de la procrastinación está en el reemplazo de una actividad que necesita
de atención por otra que resulta más placentera. La actividad elegida
tiene menor importancia, aunque es más agradable. De este modo, se
pospone lo importante y se privilegia algo diferente.
Los especialistas recomiendan fijar metas de corto plazo, establecer
recompensas y realizar las tareas más difíciles en primer lugar para
terminar con la procrastinación. La persona debe encontrar motivación en
sus actividades y, a su vez, tiene que aceptar
las responsabilidades que le tocan.
Veamos algunos consejos infalibles para superar la procrastinación:

* establecer un grupo de actividades que


no te permitas dejar para más adelante, tomando como criterio el tiempo
que te tome llevarlas a cabo. Por ejemplo, determinar que aquellas
acciones que duren 2 o menos minutos no podrás procrastinarlas;
* atreverse a enfrentar aquellas obligaciones que te producen
temor paso a paso, en pequeñas sesiones. A veces no nos atrevemos
a comenzar con una tarea porque nos creemos incapaces de
completarla, pero cuando nos forzamos a dedicarle nuestro esfuerzo,
aunque más no sea por unos minutos, es probable que esa barrera se
debilite;
* convertir cualquier tarea repetitiva o aburrida en una rutina siempre
ayuda a superarla con mayor facilidad. Cuando nos acostumbramos a
enfrentar los mismos desafíos todos los días, aquellos aspectos que
antes nos amenazaban pierden fuerza ante la destreza que
desarrollamos inevitablemente;
* tomarse el tiempo para pensar en aquellas cosas que hemos ido
aplazando desde hace mucho, para encontrar las causas de nuestra
procrastinación. No siempre dejamos las obligaciones para más
adelante a nivel consciente, y por eso es importante revisar
nuestra organización con frecuencia y tomar las decisiones pertinentes
para mejorarla;
* registrar en una tabla las actividades que realizamos a diario y el tiempo
que nos toma cada una puede parecer una medida un tanto exagerada,
pero suele funcionar para volvernos más responsables y entablar un lazo
más fuerte con nuestras obligaciones;
* uno de los mejores consejos para combatir la procrastinación (entre
otros muchos problemas) es aprender a decir «no». Es probable que
detrás de la imposibilidad de completar nuestras tareas suela
haber compromisos con otras personas que ni siquiera nos hacen sentir
a gusto;
* aunque la procrastinación está asociada al tiempo, el secreto para
evitarla está en hacer un buen uso de nuestra energía. Intentar trabajar o
estudiar cuando estamos cansados o bloqueados emocionalmente es
aumentar considerablemente las probabilidades de fracaso;
* dependiendo de la personalidad de cada uno, compartir con nuestros
círculos información acerca de los proyectos que tememos aplazar puede
ayudarnos a completarlos, ante la presión que conllevan
las expectativas de los demás.

También podría gustarte