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Universidad Nacional Experimental

De los Llanos Occidentales “Ezequiel Zamora”


Vicerrectorado de planificación y Desarrollo Social
Programa: Ingeniería, Arquitectura Y Tecnología
Subprograma: Ingeniería de petróleo
Subproyecto: Sociedad Venezolana
UNELLEZ - BARINAS

SOCIEDAD
VENEZOLANA

Profesor: Estudiante:
Irivan Barazarte Greisly Cabello CI: 28.226334
Sección: D01
Barinas, Marzo 2020

1. Sociedad venezolana
La Sociedad es el conjunto de individuos que comparten una cultura, y que se
relacionan interactuando entre sí, cooperativamente, para formar un grupo o
una comunidad, y viene basado en lo político, social y económico, que respete los
derechos humanos, la libertad como responsabilidad, el bienestar como
construcción permanente y los valores comunitarios inherentes a nuestra cultura.
Una sociedad que reconoce la pluralidad de ser y hacer humano, que crea
igualdad de oportunidades para todos, donde cada uno puede expresar y
realizarse a plenitud, que convierte la participación ciudadana en eje fundamental
y cree así una ciudadanía responsable y organizada. Una sociedad que se sabe
dueña del Estado, corresponsable en su decidir y actuar, donde lo público se
convierte en responsabilidad de todos por medio de los aportes de la sociedad civil
organizada en variadas formas y enfoques de todos sus sectores. Una sociedad
altamente productiva y competitiva, expresada en múltiples formas y variantes
creando riqueza desde todos y para todos, con una seguridad social real y eficaz
eliminando así la pobreza y marginación. Una sociedad con buenos servicios
públicos, prestados por los que saben hacerlo, donde la educación y la salud
están al alcance de todos, la justicia funciona oportuna y acertada, la
administración pública con rectitud y eficacia. Una sociedad promovida desde sus
municipios y estados, con capacidad propia de decisión y gestión, que promueva
un desarrollo sustentable cerca de la gente, con visión mancomunada de un país
integrado, expresión de una visión compartida. Una sociedad construida desde su
gente y sus comunidades, abierta a Latinoamérica y al mundo, en franco
intercambio a partir de su forma de ser: su pluralidad cultural, su capacidad
inventiva, su grandeza con vivencial, su anhelo de convertirse en una sociedad de
todos.

2. Rasgo estructurales de la sociedad venezolana


La noción sobre el concepto y la práctica revolucionaria han estado siempre
asociadas a la idea de cambio o superación de un determinado orden social y
político que se considera injusto y nocivo para la sociedad; para construir en su
lugar un nuevo orden más justo; “bueno y útil”, que deberá producirse en la misma
medida en la que se va dando el proceso de cambio de que se trate. Esto mismo,
dicho de otra manera, significa que “el viejo orden” en ese proceso de cambio
debe necesariamente dar paso a una sociedad superior, lo cual sólo podrá
medirse por la suma de libertad, democracia y bienestar social que sea capaz de
proporcionarle a sus ciudadanos. Si este no es el resultado de esa odisea,
entonces la idea acerca de la revolución pierde completamente su sentido y
atractivo. Esto es especialmente –diríamos de paso- lo ocurrido con todas las
expresiones políticas “revolucionarias” que en nuestro tiempo se ha pretendido
realizar a nombre del socialismo. Lo dicho en esta parte, se comprende, no es en
absoluto lo que ha venido ocurriendo en Venezuela en los últimos 16 años, que no
tiene nada de revolucionario y mucho menos de socialismo, aquí lo que existe es
una suerte de régimen político que combina populismo con autoritarismo militarista
y cesarista; lo cual ha desarticulado y literalmente disuelto el orden de relaciones
de la sociedad venezolana. De ahí que se esté viviendo (o sobreviviendo) en un
ambiente en el que todo aparece distorsionado o fuera de lugar; y en el que lo que
antes nos parecía normal, ahora ya no lo es tanto o ha dejado de existir para dar
paso a una suerte de deformidad o aberración impuesta; un ambiente en el que
más allá de lo social, se ha perdido el equilibrio emocional como consecuencia de
la incertidumbre y la inseguridad que se ha apoderado del imaginario colectivo; en
el que no existen instituciones ni orden jurídico- legal y político con el debido
reconocimiento y legitimidad. Se está, en fin, ante un verdadero caos que no sólo
impide, como se ha dicho, el normal funcionamiento de las cosas, sino que pone
en riesgo de disolución a la propia sociedad venezolana. Veamos esto de manera
sintética y en sus manifestaciones más importantes y concretas:

1.- Situación política e institucional: Complementan este cuadro de la situación


política nacional, la descomposición –y en gran medida la destrucción- que se ha
venido operando en toda la estructura institucional del Estado y de la sociedad
venezolana en general. En el plano estrictamente institucional, en Venezuela ha
dejado de existir el denominado Estado de derecho. Aquí, el lugar de la ley, de la
Constitución y de la institucionalidad sana y legítimamente entendida, es ocupado
en la actualidad por la voluntad omnímoda del autócrata que manda desde el
palacio de Miraflores. A esa voluntad están plegados servilmente los demás
poderes del Estado; lo que hace que ya nadie crea en ellos, ni sirvan para ordenar
y regularizar el funcionamiento normal de nuestra sociedad, etcétera.
2.- La situación económica: El rasgo que mejor y más ampliamente define el
estado actual de la economía nacional, es la recesión que la afecta en su
totalidad. A ella, y a las malas políticas económicas aplicadas por el régimen
chavista se debe –en lo fundamental- el desplome de nuestra producción agrícola
e industrial y de la inflación – escasez que ya sobrepasa los 3 dígitos en el primer
caso y más del 70% en el segundo. Esta problemática que pudo haber sido
contrarrestada con sólo proponerse la ejecución de planes productivos para
alcanzar entiempo prudencial la satisfacción de la demanda de bienes y servicios
básicos, fue desechado para comenzar a aplicar controles de cambio y de precios
qu e lo que han hecho es contraer aún más la producción y agudizar el fenómeno
de la escasez que se ha hecho incontrolable y actúa como un poderoso
estimulante de la inflación. Tanto es así, que en el período 2003-2005, se calcula
que la inflación alcanzó un crecimiento acumulado de más de 1000%. Ante esta
realidad cabe preguntarse una vez más acerca del fundamento y la pertinencia
que pueda tener la “tesis” de la “guerra económica” que el chavismo oficial se
inventó para tratar de justificar –sin conseguirlo- su “política económica” y su
permanencia en el poder.

3.- La situación social: La pobreza en todas sus formas sigue siendo el


emblema de la situación social por la que atraviesa el país. Atrás quedaron los
pocos avances que pudieron alcanzarse con la política distributivista aplicada por
el régimen chavista a partir del año 2004. Se cumplió exactamente lo que con
tanta insistencia planteó el Dr. Maza Zavala cuando advirtió que ese gasto no
tendría un resultado satisfactorio y duradero, porque no estaba siendo empleado
en el fomento de actividades económico-productivas generadoras de empleo
estable y digno, y porque casi todo dependía de que se sostuvieran los precios del
petróleo en los niveles alcanzados o en uno de equilibrio que permitiera ingresos
suficientes para mantener el funcionamiento de la economía y el financiamiento de
aquella política asistencialista y clientelar. Se cumplió la profecía podría decirse .
Ahora los recursos disponibles no alcanzan ni para una ni otra cosa, de ahí la
desesperación y el frenesí con el que Maduro anda “raspando la olla”, vendiendo
activos del Estado (reservas de oro de la nación, refinerías, etcétera) y
concertando nuevos empréstitos para atender sobre todo sus compromisos
clientelares y político-electorales. Él sabe perfectamente que haga lo que haga no
podrá disponer de los recursos que necesita para esos fines, pero sigue adelante
en sus desplantes demagógicos en los que aparece comprometiendo importantes
erogaciones del Estado como si nada. Mientras tanto la pobreza alcanza de
manera constante nuevas cotas en su desarrollo exponencial; el hambre toca a la
puerta de muchos y nuevos hogares venezolanos; la inflación, el
desabastecimiento y la escasez siguen su archa arrolladora, de igual modo el
desempleo, la crisis hospitalaria y la inseguridad personal; etc, etc. Un verdadero
estado de calamidad pública no decretado que nos crea el derecho como
ciudadanos a exigir que quienes la han propiciado desde el poder, deben ser
desalojados del mismo mediante el libre ejercicio de la soberanía popular; o la
aplicación de los mecanismos que la Constitución vigente, habilita para tal fin.

3. Lucha de clases
“Se llama lucha de clases al enfrentamiento que se produce entre dos clases
antagónicas cuando estas luchan por sus intereses de clase”.

La lucha de clases es un concepto o una teoría que explica la existencia de


conflictos sociales como el resultado de un conflicto central o antagonismo
inherente a toda sociedad políticamente organizada entre los intereses de
diferentes sectores o clases sociales. Para muchos tal conflicto resulta un cambio
o progreso político y social.

¿Qué condiciones se requieren, entonces, para hablar de una verdadera


lucha de clases?

Que el enfrentamiento que se produzca entre los obreros y sus patrones forme
parte de la lucha de la clase obrera contra la burguesía y su gobierno y, por lo
tanto, que aunque defienda los intereses inmediatos de ese grupo de trabajadores,
esté conectada a la lucha organizada de esa clase por la realización de sus
intereses a largo plazo, es decir, a la lucha por la conquista del poder político para
poder llegar desde allí a destruir la sociedad capitalista y construir la sociedad
socialista. Pues bien, para que se cumplan estas condiciones es necesario que la
clase obrera esté organizada como clase a nivel nacional a través de su
organización sindical y que sus luchas estén orientadas por un partido proletario
que reúna a los sectores más avanzados de ella. De esta manera la lucha por
objetivos inmediatos de un grupo de trabajadores puede llegar a conectarse con
los objetivos a largo plazo de toda la clase obrera. Ahora bien, después de haber
definido lo que entendemos por lucha de clase en general, debemos detenernos a
examinar los diferentes tipos de lucha que podemos distinguir en los
enfrentamientos entre las clases sociales opuestas. Podemos distinguir
enfrentamientos a nivel económico o del proceso productivo, a nivel ideológico o
de las ideas, y a nivel político o del aparato de Estado. Distinguimos, por lo tanto,
tres tipos de lucha de clases: económica, ideológica y política.
1) La lucha económica : La lucha económica es el enfrentamiento que se
produce entre las clases opuesta a nivel de la infraestructura o región económica.
Este enfrentamiento se caracteriza por la resistencia que oponen a este nivel las
clases explotadas a las clases explotadoras. Ella permite ir alcanzado una unión y
organización cada vez mayores de la clase obrera y eleva su nivel de conciencia
de clase, preparándola para los enfrentamientos de nivel superior, aquellos que
van a suprimir definitivamente su explotación: la lucha por el poder político.

2) La lucha ideológica: La lucha de clases se da también en el terreno de las


ideas, ya que las ideas burguesas contribuyen a mantener la dominación de la
clase explotadora sobre los explotados. La burguesía logra imponer estas ideas
debido a que, gracias a su poder económico, controla las instituciones a través de
las cuales se difunden las ideas: radio, prensa, televisión, cine, escuelas,
universidades, etcétera. Las ideas de la burguesía penetran en todas las
actividades de la sociedad e incluso logran introducirse en los organismos de la
clase obrera si ésta no logra mantener una actitud de permanente vigilancia. A
esta lucha en el terreno de las ideas la llamamos lucha ideológica. En una batalla
sin tregua. Si no se combate en forma continua contra la penetración de las ideas
de la burguesía en el seno la clase obrera y el pueblo, no se lograra jamás una
conciencia revolucionaria capaz de llevar la lucha hasta sus últimas
consecuencias. Esta es difícil, ya que la burguesía usa actualmente un lenguaje
seudorrevolucionario para confundir a las masas y debilitar así nuestras propias
banderas de lucha. Para contrarrestar esta acción ideológica de la burguesía, la
clase obrera debe armarse con la teoría revolucionaria: tiene que saber
claramente cuáles son los objetivos finales para poder combatir en cada momento
las ideas que impiden avanzar hacia ellos.

3) La lucha política : La lucha política es el enfrentamiento que se produce entre


las clases antagónicas a nivel de la región jurídico-política de la sociedad, o sea, la
lucha de los explotados contra las leyes y las instituciones que mantienen la
dominación de las clases explotadoras. En la sociedad capitalista, ella abarca
desde la lucha de los obreros por mayores libertades políticas hasta su forma
definitiva: la lucha por el poder político para destruir a través de él al capitalismo e
instaurar una nueva sociedad, la sociedad socialista. Ahora bien, estos diferentes
tipos de lucha no se dan aislados unos de otros, sino que, por el contrario, se
combinan formando una unidad en la que uno de los tipos de lucha domina a los
otros. Y esto se debe a que cada tipo de lucha no es sino un aspecto de la lucha
de clases que se da en forma simultánea en los tres niveles de la estructura social.
Así, por ejemplo, en una huelga, en que el tipo dominante de lucha es el
económico, se da también por parte del sector más avanzado de los obreros una
lucha ideológica por mantener la unidad de los trabajadores, por hacerles ver el
origen de su situación de explotados y cómo llegar a terminar con ella, etc. Por
otra parte, esta huelga que tiene, en un comienzo, un carácter puramente
económico, puede llegar a tener un carácter predominantemente político si llegan
a intervenir las fuerzas armadas y la policía para desalojar a los huelguistas de la
entrada de la fábrica. Por último, debemos plantear que la lucha de clases tiene
por objetivo final, en la sociedad capitalista, destruir el sistema de explotación
capitalista suprimiendo la propiedad privada de los medios de producción, y que
esto sólo puede lograrse si la clase obrera y sus aliados llegan a apoderarse del
poder político. El poder político es el único medio a través del cual la clase obrera
puede destruir las relaciones de producción capitalistas e imponer las relaciones
de producción socialistas para construir la nueva sociedad, ya que solo desde esa
posición de fuerza es posible contrarrestar la resistencia que opone la burguesía a
esta transformación. El desarrollo de la lucha de clases prepara el acceso del
proletariado al poder político a través de cada batalla, aumentando la organización
y nivel de conciencia de la clase obrera, al mismo tiempo que va debilitando al
enemigo. En un momento determinado, la lucha de clases adquiere un carácter
específico, ella se concentra exclusivamente en el nivel de lo político, estando
dirigida a la toma del poder político.

4) Las formas de la lucha de clases: Ahora bien, cada uno de estos tipos de
lucha: económica, ideológica y política, puede tomar distintas formas: legales o
ilegales; pacificas o violentas. Las huelgas pueden ser, por ejemplo, legales o
ilegales, según se sometan o no a la legislación del trabajo que rige en cada país.
Lo mismo ocurre con las concentraciones públicas. Sólo son legales aquellas
concentraciones que tienen un permiso previo de la autoridad correspondiente. A
su vez, la lucha política puede darse en forma legal y pacífica, a través de un
proceso electoral, por ejemplo, o puede darse en forma violenta, a través de una
insurrección armada, de guerrillas rurales o urbanas, de una guerra popular
prolongada, entre otros. Por otra parte, estas formas no se dan de manera
alternativa: o legal o ilegal, o pacifica o violenta, sino que a menudo se presentan
combinadas, y es frecuente que durante un mismo proceso se pase de una forma
de lucha a otra. Por ejemplo, una huelga que empieza pacíficamente puede tomar
el carácter de lucha violenta si los patrones utilizan la fuerza pública para penetrar
en la industria que está custodiada por los obreros huelguistas.

Estrato social
Estrato es una palabra que proviene del término latino “stratus”, siendo este un
vocablo que hace referencia al conjunto de elementos que comparten
características comunes y que forman una entidad propia y diferente al resto. Los
estratos sociales pueden diferenciarse por razones muy diversas, ya sea su poder
económico, la ocupación que desempeñan, su poder, su descendencia o su
estatus. Todo esto puede variar dependiendo de las sociedades, no existiendo la
misma diferenciación social entre, por ejemplo, una sociedad clásica basada en la
guerra, una basada en la que la religión es lo más importante, o una actual donde
el dinero se vuelve lo más relevante.

Los estratos sirven para, entre otras cosas, darse cuenta de las grandes
desigualdades que existen en todas las sociedades, ya que generalmente los
estratos más altos tienen una serie de beneficios que los más bajos no pueden
tener. Para entender mejor el concepto de estrato social es necesario ver una
serie de ejemplos de la existencia de estos en determinadas sociedades a lo largo
de la historia. Se debe tener en cuenta que las sociedades históricamente han
tenido tres modelos principales de producción, siendo el capitalismo, el
feudalismo y el esclavismo, y causando una serie de grandes divisiones sociales
por su funcionamiento.

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