Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ADMINISTRACIÓN
Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra
por cualquier medio, sin autorización escrita del editor
DERECHOS RESERVADOS © 1989, respecto a la segunda edición en español por
McGRAW-HILL/INTERAMERICANA DE MÉXICO S. A. de C. V.
Atlacomulco 499-501, Fracc. Ind. San Andrés Atoto,
53500 Naucalpan de Juárez, Edo. de México
Miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial, Reg. Núm. 1890
ISBN 968-422-278-5
Traducido de la tercera edición en inglés de
Management
Copyright © MCMLXXXVI, by McGraw-HMI, Inc., U. S. A.
ISBN 0-07-025942-9
1234567890 P.E.-89 8012345679
Impreso en México Printed in México
Esta obra se terminó de
imprimir en mayo de 1989 en
Programas Educativos, S. A.
Calz. Chabacano No. 65-A
Col. Asturias
Delegación Cuauhtémoc
06860 México, D. F.
Composición y formato a cargo de:
Servicios Editoriales Gráficos, S. A.
AMBIENTE 94
Complejidad creciente 94
Factores ambientales 94
Instituciones específicas y grupos de interés 96
Cambio creciente 96
Consecuencias para los gerentes 100
AMBIENTES DE LA ADMINISTRACIÓN
MULTINACIONAL 101
Más instituciones y grupos de interés 102
Factores ambientales más diversificados 102
Factores económicos • Factores político-legales
• Factores socioculturales
RESPONSABILIDAD SOCIAL 110
Dos concepciones de la responsabilidad social corporativa
Concepción A • Concepción B
Aplicación de las dos concepciones 119
Niveles de la responsabilidad social 120
Responsabilidad social y desempeño financiero 125
RESUMEN 126
PREGUNTAS PARA REPASO Y DISCUSIÓN 126
CASO: El fondo de reaseguro 127
ACTIVIDADES Y EJERCICIOS PARA INDIVIDUOS
Y GRUPOS 128
NOTAS 129
Planeación 454
Organización 455
Dirección 455
Control 455
RESUMEN 455
PREGUNTAS PARA REPASO Y DISCUSIÓN 456
CASO: El trabajo de oficina puede ser divertido 457
ACTIVIDADES Y EJERCICIOS PARA INDIVIDUOS
Y GRUPOS 458
NOTAS 459
Datos 752
Procedimiento 753
DESARROLLO DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN 754
Estrategias de desarrollo 754
Ciclo de vida del desarrollo de sistemas • Prototipos
Determinación de necesidades 757
Efecto de los sistemas de información 759
TENDENCIAS EN LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN
GERENCIAL 761
Hardware para computadora 761
Software para computadora 762
HE AQUÍ LO QUE REALMENTE SUCEDIÓ: VALCO
INDUSTRIES, INC 764
Computación para el usuario final 764
Sistemas expertos 765
RESUMEN 765
PREGUNTAS PARA REPASO Y DISCUSIÓN 767
CASO: La Downtown Clinic 768
ACTIVIDADES Y EJERCICIOS PARA INDIVIDUOS Y GRUPOS 769
NOTAS 770
Capítulo 11 Motivación
En este capítulo se amplía la exposición de la teoría de equidad y del
conductismo.
Capítulo 12 Liderazgo
El concepto de cultura corporativa se explica en varios pasajes de es-
ta edición. En el capítulo 12 se expone dentro del contexto de lo que
yo he llamado concepción del liderazgo basada en la creación de
una imagen de la institución y la manera en que los líderes pueden
contribuir a crear una cultura corporativa bien definida. El capítulo
12 incluye asimismo un nuevo análisis del modelo situacional del li-
derazgo propuesto por Hersey y Blanchard, así como la controversia
entre los enfoques universales del liderazgo, entre ellos la "rejilla
(grid) gerencial" de Blake y Mouton, y los de tipo situacional como
los enfoques de contingencias, entre los que se cuentan el de Hersey
y Blanchard.
SUPLEMENTOS*
Revisores:
DAVID R. HAMPTON
ADMINISTRADORES Y
ORGANIZACIONES
CAPÍTULO 1
ADMINISTRADORES
Y ADMINISTRACIÓN
CAPÍTULO 2
ENFOQUES DE LA
ADMINISTRACIÓN
CAPÍTULO 3
ORGANIZACIONES,
AMBIENTES Y
RESPONSABILIDAD SOCIAL
ADMINISTRADORES Y
ADMINISTRACIÓN
... la administración ... es ...la función
central en nuestra sociedad.
— Peter Drucker
esfuerza en una cosa cuando sabe que va a ganar. No le gusta la gente que se
queja y no quiere servirle de niñera. Como veremos luego, Wakefield se sirvió
de Schultz para llevar a cabo las funciones que él no podía desempeñar
personalmente.
Durante el receso, Schultz prometió iniciar la reunión haciendo que los
asistentes reaccionaran. Dijo que lo que hacía falta era más dureza.
Quizá haya sido esa amenaza de Schultz la que contribuyó a que,
después del descanso, la reunión fuera más dinámica y algunos de los
asistentes empezaran a hablar más espontáneamente sobre sus estrategias y
metas y a comparar sus productos con los de la competencia.
En el momento de transición de la discusión, cuando la conversación se
interrumpió un minuto, Wakefield hizo una notable aportación. Sintetizó lo
que se había discutido hasta entonces, describiendo los puntos fundamentales
que habían sido expuestos y los enmarcó dentro de la estrategia general,
subrayando lo que era más importante para el futuro. En realidad su
aportación fue una decisión de hacer compromisos para resolver los conflictos
respecto a las funciones y programas y lograr que el proyecto culminara en el
desarrollo definitivo del producto; pero la presentó como un resumen y una
clarificación. Desde esa intervención, la aclaración hecha por Wakefield se
convirtió en la base de discusiones posteriores, pero la discusión se concentró
en lo dicho por él y no en su persona. Tras su intervención, otros manifestaron
su parecer y se oyeron muchas bromas. Alguien mencionó que una persona
estaba recibiendo mucha retroalimentación. Wakefield se inclinó sobre él y
murmuró con aspereza "tienes razón", dando la impresión de que participaba
en un secreto muy confidencial. Todos los asistentes empezaron a reír.
A medida que los asistentes empezaron a relajarse y a ser más
espontáneos, comenzaron a hacer estimaciones y proyecciones optimistas
para el futuro. Otro gerente, autoritario y dominante, cumplía una función
especial en las reuniones: enfriaba los ánimos cuando el entusiasmo se
desbordaba. El grupo empezaba a mostrar un entusiasmo excesivo. Pensaban
que su producto era una verdadera innovación, de gran utilidad, técnicamente
excelente, con un diseño elegante y de operación confiable. Más aún,
desplazaría del mercado la IBM y otras compañías que estaban trabajando en
la misma línea. Y entonces ese gerente señaló: "No entiendo por qué
presentan estimaciones como éstas. ¿No están engañando a la gente con
semejantes cifras? Tengo la impresión de que están totalmente equivocados".
Desde luego, los demás se apresuraron a defender sus estimaciones, pero era
muy útil el efecto de este tipo de impacto. Obligaba a todos a ser muy
cuidadosos y a ajustarse en lo posible a los hechos. Era una manera de
controlar una tendencia a lo que podríamos llamar "uso de espejismos":
competir prometiendo especificaciones poco realistas del desempeño. Para
que la intervención de esa especie de "abogado del diablo" no desalentara
demasiado a los asistentes, tanto Wakefield como Schultz los animaron al
ADMINISTRADORES Y ADMINISTRACIÓN 7
decir que el nuevo producto alteraría las cosas dentro de la corporación y haría
que todos reorientaran su pensamiento, pues reemplazaría los productos de uso
general.
Wakefield empezó a abandonar su actitud de presencia invisible en el fondo
de la sala. Comenzó a hacer comentarios a varias personas, logrando que
participaran en discusión y manteniendo un intercambio dinámico y tranquilo con
la presentación pública en la parte delantera de la sala. Prestó atención especial
a los asistentes más tímidos y menos comunicativos. Como se había sentado en el
fondo de la sala, estaba cerca de las personas que normalmente se sientan allí
para no ser vistas y poder salir rápidamente. Y fue a ellas a quienes murmuró sus
comentarios y estímulo. De ese modo lograría que algunas de ellas se animasen a
participar en la discusión, refiriéndose a algo que le habían dicho a él o que se
había realizado y que guardaba relación con lo que se discutía en ese momento;
además los estimulaba para que tomaran la palabra.
De repente Schultz, que hasta entonces había adoptado una actitud muy
tolerante y comprensiva, empezó a comportarse como un hombre de negocios
duro e inflexible. El cambio tan súbito pareció atemorizar a la mayor parte de los
presentes. "Este programa es demasiado difícil", dijo. "No hay suficiente dinero
para cumplir con él. ¿Quién la preparó? ¿Hay quien crea que podemos cumplir con
plazos tan cortos? Ya estamos saturados y ustedes lo saben. (Estaba
tamborileando con los dedos.) Ya tenemos demasiados compromisos, y aún no
sabemos qué pedidos recibiremos. Es imposible programar esto. No podemos
someternos a este programa. No se cuenta con financiamiento para esta mitad del
año fiscal. ¿A quién tratamos de engañar con un programa como éste?
Schultz se recargó en el asiento; en sus ojos brillaba una mirada
autocomplacida como si preguntara: ¿Y ahora que harán? Todos los presentes
parecían desanimados, como si sus ilusiones se hubiesen frustrado. Pero pronto se
recuperaron del impacto y coincidieron en que el programa debía admitir mayor
flexibilidad. Aunque Schultz los presionaba para aceptar que su programa era un
verdadero fraude, no accederían de ninguna manera a ello. El líder del proyecto,
que había iniciado la reunión, repitió varias veces con una mirada de
desconcierto en el rostro: "Insisto en que tomamos con mucha seriedad este
proyecto. Es posible que nos hayamos equivocado ampliamente, pero por alguna
parte debíamos comenzar. No tenemos la menor duda acerca de este producto".
Sin embargo, gracias a su intervención los asistentes pusieron los pies en
la tierra. Igual que la intervención anterior, que había puesto en tela de juicio la
contabilidad, ésta cuestionaba la idea de que el producto podía desarrollarse
con un programa fácil, sin imponer una carga excesiva al personal. A los
artesanos se les había despojado de su protección y ahora se les iba a poner en
el banquillo y a motivárseles para que impusiera su punto de vista. Schultz
dijo a otro gerente: "según esa gráfica, este otro producto debe estar listo en
8 ADMINISTRACIÓN
Todos los puestos y trabajos del administrador son iguales y a la vez son diferen-
tes. Son diferentes cuando se comparan los detalles de cada uno. La situación
... Para entender lo que en que se encontraba Jack Wakefield no corresponde a las circunstancias
realmente son los trabajos de todos los gerentes, y tampoco todos comparten sus métodos. Pero los
gerenciales, es preciso
conocer la naturaleza de su
trabajos del administrador son idénticos en la medida en que comparten al-
flexibilidad, esto es, sus gunas propiedades generales. Una investigadora que ha observado y descri-
opciones y también sus to el trabajo gerencial en varias compañías y ambientes, Rosemary Stewart
exigencias básicas
— Rosemary Stewart
del Oxford Center for Management Studies, afirma que esos puestos se pa-
recen por compartir tres características generales: exigencias, restricciones y
decisiones.2
1. Exigencias
Cumplimiento general de un mínimo de criterios del desempeño
Realizar ciertas clases de trabajo. Éste lo determinan:
El grado requerido de participación personal en la unidad de trabajo
A quien hay que contactar y la dificultad de la relación laboral
Poder de los contactos para hacer que se realicen sus expectativas
Procedimientos burocráticos que no pueden ignorarse ni delegarse
Reuniones a las que es obligatorio asistir
2. Restricciones
Limitaciones de recursos
Restricciones legales y de sindicatos
Limitaciones tecnológicas
Ubicación física
Restricciones organizacionales, en especial el grado en que está defini-
do el trabajo de la unidad del gerente
Actitudes de otras personas ante:
Cambios en los sistemas, procedimientos, organización, sueldo y
condiciones del trabajo
Cambios en los bienes o servicios producidos
Trabajo fuera de la unidad
10 ADMINISTRACIÓN
3. Decisiones
Sobre cómo se hace el trabajo
Sobre qué trabajo se hace
decisiones en un área definida:
para poner de relieve ciertos aspectos del trabajo
para seleccionar algunas tareas e ignorar o delegar otras decisiones en
la administración de límites [relaciones con personas que se en-
cuentran fuera de la unidad que la afectan]
Decisiones de cambiar el área de trabajo:
de cambiar el dominio de la unidad
de desarrollar un dominio personal
de convertirse en experto
de compartir el trabajo, en especial con los colegas
de participar en las actividades organizacionales y públicas3
Rosemary Stewart
ADMINISTRADORES Y ADMINISTRACIÓN 11
FIGURA 1.1
Modelo de Stewart referente
a las características
universales de los puestos
gerenciales.
12 ADMINISTRACIÓN
tes a la manera de ejecutar su trabajo con más frecuencia que otros gerentes
más pasivos que desempeñan un puesto nominalmente idéntico.4
Para tener presente este modelo simple y general del trabajo del geren-
te, imaginemos el trabajo de un gerente, de cualquier gerente, como un
círculo concéntrico de tres anillos, según se observa en la figura 1-1. El
centro, o núcleo interno contiene las exigencias o demandas. El anillo exter-
no comprende las restricciones. Y el anillo intermedio incluye las decisiones.
El modelo representa las experiencias subjetivas de una realidad viva
donde las exigencias, restricciones y decisiones (opciones) cambian con el
tiempo; por eso también cambian con el tiempo el tamaño y los contenidos
particulares de los anillos y del centro. Los gerentes que se sienten más pasi-
vos quizá piensen que las exigencias y restricciones son inmutables y permi-
tan que les reduzcan su área de decisión. Los gerentes que se sienten autóno-
mos y capaces, como Jack Wakefield y Ray Schultz en el caso con que se
inicia este capítulo, pueden ampliar su área de decisión, disminuye creativa-
mente el ámbito efectivo de las exigencias o restricciones.
Niveles gerenciales
Es útil distinguir tres niveles de los puestos gerenciales: supervisor, nivel me-
dio y alta dirección (gerencia). Los puestos gerenciales situados en el primer
nivel arriba de los empleados que no desempeñan tareas de supervisión, o
sea el nivel más bajo de los puestos gerenciales, suelen denominarse supervi-
sores. El nivel o niveles superiores a éste pero que no incluyen el nivel o los
dos niveles más altos de la dirección en una organización suelen recibir el
nombre de gerencia media. El nivel o los dos niveles más altos se denominan
alto nivel. El término ejecutivo casi siempre se refiere a este tipo de puesto.
El puesto más alto en una corporación se llama a veces presidente ejecutivo
(director general).
Supervisores
en los detalles finales para asegurarse de que se obtengan las metas organi-
zacionales y se cumplan las políticas. En un estudio de los supervisores de
las operaciones de un departamento se descubrió que dedican considerable-
mente más tiempo a las relaciones con los subalternos y superiores que los
gerentes de otros niveles o que los gerentes que realizan otras clases de tra-
bajo.5 Otro estudio, en que se investigó a 7000 supervisores, se refiere a su
"mundo limitado y tradicional", lo cual significa que a menudo su esfera
de intereses y contactos es más extensa que la de los gerentes de nivel más
elevado.6
Aunque los supervisores interactúan sobre todo con sus subordinados y
superiores y su campo de trabajo es menos amplio que los gerentes de nivel
más alto, las exigencias y restricciones de muchísimos puestos de supervi-
sión hacen que sus titulares entren en contacto con personas de otros depar-
tamentos. El flujo de trabajo acaso signifique que el trabajo de un departa-
mento fluye a él desde otro y a la inversa. Por lo regular los supervisores
han de interactuar con personas ajenas a su departamento para obtener ser-
vicios, para que alguien inspeccione su trabajo o bien para recibir la autori-
zación de gasto o de otras acciones.7 Por ejemplo, un supervisor, de quien
se habla en el caso del capítulo 12, vigila las operaciones de un departamento
en una fábrica de cilindros de acero, pero además tiene la obligación de
conseguir mantenimiento de equipo y reparaciones de otro departamento,
de hacer que se inspeccione la calidad de la producción de la unidad, de
lograr la aprobación (o rechazo) por parte de otro departamento.
Las reacciones psíquicas de los supervisores ante sus responsabilidades
y actividades intradepartamentales difieren de las de carácter interdeparta-
mental. Los supervisores señalan que se sienten bastante seguros al tratar
con los subalternos respecto a problemas relacionados con tareas, pero que
se sienten mucho menos capaces cuando se ven obligados a trabajar fuera
de este mundo más tradicional y confrontan nuevas situaciones como enten-
der las técnicas estadísticas y las computadoras, dar orientación a los emple-
ados o hacer cumplir los reglamentos de la Office of Safety and Health Ad-
ministration (OSHA) u otras normas gubernamentales.8
Es frecuente que los supervisores se sientan abrumados por el papeleo y
por varios contactos que deben realizar.9 En un trabajo de investigación se
comprobó que los supervisores de primer nivel en una compañía industrial
participaban diariamente en un promedio de 583 contactos, lo cual nos da
un promedio de un contacto cada 48 segundos para cada supervisor.10
Los supervisores se quejan asimismo de lo que podríamos llamar
problema de identificación. Se encuentran, a su juicio, en "tierra de nadie"
entre los gerentes y los empleados, y no les resulta fácil identificarse con
unos u otros sin ambigüedades. Apenas 40% considera que forma parte de
la dirección de la empresa."
Pero también existe un lado positivo. Casi todos los supervisores pien-
san que las responsabilidades de su trabajo están definidas con suficiente
claridad y que cuentan con bastante autoridad para cumplirlas. La mayor
parte piensa que dispone de un número de personal que les permite realizar
14 ADMINISTRACIÓN
En mi estudio de los siempre los obliga a pasar gran parte de su jornada con representantes de
presidentes ejecutivos, un
promedio de 48% de sus
otras organizaciones con las cuales su empresa tiene tratos. Si el lector vi-
contactos se realizaban con sualiza una empresa cualquiera, digamos la General Motors o la IBM, como
los subordinados, 7% con los un organismo vivo que vive en un ambiente dinámico constituido por clientes,
directores (superiores) y 44%
con personas ajenas a la
proveedores, oficinas gubernamentales que emanan leyes, organizaciones
organización. del trabajo, instituciones de medios de comunicación (como las estaciones
— Henry Mintzberg de radio y televisión, o los editores de revistas y periódicos), firmas legales,
empresas públicas de contadores, bancos, asociaciones comerciales, cuer-
pos legislativos, corredores de bolsa, compañías de inversión y otras organi-
zaciones, seguramente podrá advertir que muchos de esos contactos pueden
ser de importancia decisiva y han de incumbir a los gerentes del nivel más al-
to. Desde luego, los contactos-dentro y fuera de la organización pueden darse
en cualquier nivel. La multitud de adolescentes que sirven personalmente al
cliente en algunos restaurantes representa un enorme volumen de contacto
directo entre empleados y clientes. Pero se requiere la presencia del presi-
dente, el vicepresidente ejecutivo u otro gerente de alta dirección para resol-
ver asuntos tan graves como el malestar de los principales clientes de una
firma, la emisión de una nueva clase de acciones comunes, una demanda de
mucho dinero, una posible fusión, el cabildeo en favor de una ley favorable
a la organización. El presidente del consejo de administración de la Union
Carbide Corporation ha señalado, por ejemplo, que dedica 25% de su tiem-
po a tratar con los organismos gubernamentales, y eso ya lo hacía antes de
la tragedia de Bhopal, en la India.14
Si el mundo "limitado y tradicional" de la supervisión del nivel más ba-
jo está siendo transformado por los adelantos tecnológicos, entre ellos el
procesamiento de palabras, la robótica y el cambio social representado por
una legislación más amplia del gobierno (entre esas leyes se cuentan las que
afectan a la seguridad y la salud), es posible que cambie aún más rápida-
mente el ya extenso mundo del alto ejecutivo. La necesidad de que esos eje-
cutivo adquieren nuevas habilidades se refleja en la gran aceptación de cur-
sos sobre la manera de aparecer como una persona eficiente en la televisión
con entrevistadores agresivos o antagonistas y cómo interactuar con fun-
cionarios de otros gobiernos.
Gerentes funcionales
Gerentes generales
PROCESOS GERENCIALES
de las jerarquías organizacionales o bien entre ellas. Así pues, todo emplea-
do es administrador en la medida en que planea, organiza, dirige y controla.
2. Recordemos que la aportación que cada proceso hace al funcionamiento
eficaz y eficiente de la organización es una posibilidad, no una cosa segura.
En otras palabras, no olvidemos que cada proceso ha de llevarse a cabo en
una forma que corresponda a la situación concreta, si queremos que mejore
el desempeño; y no olvidemos que no siempre es fácil realizarlo correc-
tamente en circunstancias complejas y cambiantes. Las formas particulares
de planear, organizar, dirigir y controlar que se verán en los casos y
ejemplos de este libro son meras ilustraciones de los intentos de hacer bien
las cosas.
Planeación
Organización
Dirección
Control
Henry Mintzberg
26 ADMINISTRACIÓN
Representante
Líder
Enlace
Funciones informacionales
Supervisor
Tiempo Actividad
2:15 P.M. Pat verifica con el programador (P). Examina el informe que se
rinde cada hora sobre el número de automóviles que pasan por la
sección de carrocería.
2:16 Se dirige al encargado de reparaciones (R) en la línea de
recolección y comprueba que se haya corregido el problema de la
reparación anterior.
2:17 Llama al supervisor de inspección para mostrarle que falta una
perforación en una pieza.
2:19 Pat le dice al encargado de la reparación que localice la
perforación visualmente hasta que quede bien.
2:19 ½ Pat se toma un trago.
2:20 Pat se dirige a la estación 5 y pregunta a su suplente cuántos
hombres tiene todavía que sustituir.
2:20 ½ Recorre la línea (estaciones 5, 6, 7), verificando visualmente la
calidad del trabajo.
2:21 Revisa una tuerca floja en la estación 7. Habla con el operador.
2:22 El encargado de la estación 3 pide materiales.
2:22 ½ Pat ordena al encargado de la sección E de submontaje que haga
más material.
2:23 Se dirige hacia el encargado de las existencias. Le dice que
empiezan a escasear los pernos. Discuten sobre cuantos faltan y
llegan a la conclusión de que hay suficientes para el día siguiente.
2:25 Pat se dirige de allí a la estación 1 y realiza una inspección visual
de la carrocería para verificar lo relativo a la perforación
mencionada antes en la línea de recolección.
2:26 Pat se entrevista con el encargado de la sección anterior y le
comenta la ausencia de la perforación.
24
2:26 ½ Una señal que el soldador hace con la mano.
Diseminador
Portavoz
Los gerentes también hablan en favor de su unidad ante las personas ajenas
a la compañía. El director de un laboratorio de investigación y desarrollo,
cuya función de representante se describió antes, se dirige a un grupo de vi-
sitantes extranjeros que están haciendo un recorrido por el laboratorio or-
ganizado por el departamento de relaciones públicas, describe el plan quin-
quenal del laboratorio a los miembros del consejo de la universidad de la
cual forma parte el laboratorio, dicta un breve conferencia ante una aso-
ciación de ingenieros, aparece en una conferencia de prensa para comentar
un exitoso viaje espacial y dirige a un programa diario destinado a estudian-
tes de enseñanza media que desean conocer las oportunidades profesionales
en ingeniería y ciencias.
Funciones decisionales
Empresario
A diferencia del uso que los economistas dan al vocablo empresario para de-
signar a las personas que inician una nueva organización, Mitzberg se sirve
del concepto de actividad empresarial de trabajo para indicar los esfuerzos de
los administradores tendentes a mejorar el funcionamiento y los logros de su
empresa.25 El esfuerzo de Jack Wakefield por lograr que todos los asistentes
a la reunión mensual de establecimiento de estrategias participaran en la
planeación de toda la división y que se sintieran responsables del éxito del
proyecto constituye una actividad empresarial según la acepción que Mintz-
berg le da a esta palabra. El esfuerzo de Wakefield es empresarial por ser un
caso de un gerente que utiliza la información según la cual hay que estable-
cer y realizar la supervisión para mejorar la forma en que se hacen las cosas,
siempre teniendo presente la obtención de mejores resultados.
Solucionador de problemas
Asignador de recursos
Negociador
UNA SÍNTESIS
Hay divergencia de opinión entre los expertos en administración y los auto-
res de temas administrativos en cuanto al valor y compatibilidad de las con-
cepciones de la administración basadas en el proceso y en la actividad labo-
ral. Por ejemplo, Peter Drucker, quien posiblemente es el autor más leído
por los profesionales de esta disciplina, parece pensar que la administración
está constituida por las actividades (planeación, organización, dirección y
32 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 1.5
Papeles relacionados con la
actividad del trabajo
gerencial y procesos
correspondiente.
dad que se parecía pocos a la antigua imagen. Lo que veían era más bien el
caos que el orden.
Los investigadores como John Kotter nos ayudan a captar el perfil de la
administración en la vida real y cuan eficiente puede ser lo que aparente-
mente resulta caótico. La siguiente conversación tuvo lugar a las diez y me-
dia de la mañana, más o menos, en la oficina de un gerente general llamado
John Thompson. Lo acompañaban dos subordinados Phil Dodge y Jud
Smith:
Thompson: ¿Qué sucede con Potter?
Dodge: Todo marcha bien.
Smith: No se te olvide lo de Chicago.
Dodge: Desde luego, (y toma nota mental de esto.)
Thompson: Muy bien. ¿Y qué me dice de la próxima semana?
Dodge: Todo está arreglado.
Thompson: Bien. A propósito. ¿Cómo sigue Ted?
Smith: Mejor. Regresó del hospital el martes. Phyllis dice que se ve bien.
Thompson: Me da gusto saberlo. Ojalá que no sufra una recaída.
Dodge: (saliendo del cuarto) Nos vemos por la tarde.
Thompson: Desde luego, (a Smith), ¿Ya estamos listos?
Smith: Sí. (se incorpora y se dirige a la puerta.)
Lawrence: (llega al vano de la puerta procedente del vestíbulo y se dirige a
Thompson) ¿Ya viste las cifras del mes de abril?
Thompson: No, ¿y tú?
Lawrence: Sí, hace cinco minutos. Son buenas, salvo las referentes al CD, que
es 5% menos de lo calculado.
Thompson: Pues eso es mejor de lo que yo suponía.
Smith: Creo que Ceorge estará feliz.
Thompson; (riendo) Si lo está, no lo estará después que yo hable con él.
Wilson: (su secretaria, asomando la cabeza en el vano de la puerta, Phil Lar-
son está en el teléfono.
Thompson: Yo tomaré la llamada. ¿Sería tan amable de decirle a George que
venga dentro de unos momentos? (Los demás se marchan y Thompson levan-
ta la bocina), Phil, buenos días, ¿cómo estás... Si, tienes razón... No, no te pre-
ocupes en absoluto... Creo que un millón y medio aproximadamente... Sí ...
34 ADMINISTRACIÓN
Muy bien... Sí, disfrutó muchísimo la velada, gracias de nuevo... Muy bien ...
Adiós.
Lawrence: (regresando a la oficina) ¿Qué opinas de la propuesta de Gerald?
Thompson: No me gusta. No corresponde a lo que hemos prometido a la
empresa o a Hiñes.
Lawrence: Sí, eso es lo que pensé yo. ¿Y qué va hacer Jerry al respecto?
Thompson: Todavía no hablo con él. (vuelve a marcar el teléfono) Vamos a
averiguar si nos apoya.
RESUMEN
Puede pensarse que todos los puestos o trabajos gerenciales tiene exigen-
cias, restricciones y decisiones (opciones) que difieren entre sí por la diversi-
dad de las circunstancias que afecta a cada trabajo y las personalidades de
los gerentes. Éstos se distinguen por nivel y límite de responsabilidad. Hay
supervisores, de nivel medio y de alta dirección. Todos ellos pueden desem-
peñar tareas funcionales o generales. Las variaciones de nivel y alcance se
acompañan de cambios en los patrones de contacto e interacción.
La administración puede verse como un grupo de cuatro procesos bási-
co: planeación, organización, dirección y control. También puede conside-
rarse como un conjunto de papeles o funciones: interpersonales, informa-
cionales y decisionales. En sus actividades diarias el comportamiento de los
gerentes constituyen una síntesis en acción de las ideas y observaciones de
ambos enfoques.
12. En opinión de John Kotter, ¿cuáles son las tres cosas que debe hacer un
buen gerente general?
13. ¿Qué factores limitan la aplicación general de los gerentes generales?
14. ¿Cuáles son los cuatro procesos básicos de la administración y qué ele
mentos intervienen en cada uno?
15. De acuerdo con Henry Mintzberg, ¿cuáles son los tres papeles geren-
ciales y qué actividades supone cada uno?
16. ¿Cómo pueden los enfoques de la administración basados en el proceso
y en la actividades del trabajo conciliarse o sintetizarse?
CASO
Pregunta
NOTAS
1
Michael Maccoby, The Gamesmaru The New Corporate Leaders (Nueva
York: Simon and Schuster, 1976). Simon and Schuster, 1976).
2
Rosemary Stewart, "A Model for Understanding Managerial Jobs and Beha-
vior", The Academy of Management Review, vol. 7, núm. 1, 1982, pp.
7-13; Rosemary Stewart, Choices for the Manager (Englewood Cliffs,
N.J.: Prentice-Hall, 1982).
3
Ibíd., P. 7
4
David y Moment Dalmar Fischer, Autonomy in Organizational Life
(Cambridge, Mass.: Schenkman, 1975).
5
Ross A. Webber, Time and Management (Nueva York: Van Nostrand
Reinhold, 1972), p. 33.
6
Lester Bittel, The Limited, Traditional World of Supervisors, Harvard
Business Review, julio-agosto de 1982.
7
Véase, por ejemplo, a Leonard R. Sayles, Managerial Behavior (Nueva
York: McGraw-Hill Book Company, 1964).
8
Bittel, op. cit., pp. 27-28.
9
Ibíd.
10
Robert H. Guest, "Of Time and the Foreman," Personnel, mayo de
1956, pp. 478-486.
11
Bittel, op. cit., p. 28
12
Ibíd.
13
Sayles, op. cit. Véase también a Leonard R. Sayles, Leadership (Nueva
York: McGraw-Hill Book Company, 1979).
14
H. D. Menzies, "Union Carbide Raises Its Voice", Fortune, septiembre
25, 1978, pp. 86 ss.
15
Webber, op. cit.
16
Sayles, Managerial Behavior. Véase también a Eliot D. Chapple y Leo-
nard R. Sayles, The Measure of Management (Nueva York: The Mac-
millan Company, 1961).
17
John P. Kotter, The General Managers (Nueva York: The Free Press,
1982), pp 80-81.
18
Ibíd.
19
Kotter, "General Managers Are Not Generalists", Organizational Dy-
namics, primavera de 1982, pp. 5-19.
20
Véase, por ejemplo, a Kotter, The General Manager; Henry Mintzberg,
The Nature of Managerial Work (Nueva York: Harper & Row, 1973);
Sayles, Managerial Behavior; William T. Whitely, "Nature of Managerial
Work Revisited", Academy of Management Proceedings, agosto de 1978,
pp. 195-199; Sune Carlson, Executive Behavior (Stockhohn; Strómbergs,
1951); Rosemary Stewart, Managers and TheirJobs (London: Macmillan
and Company, 1967); Tom Burns, "The Directions of Activity and Comu-
nication in a Departmental Executive Group", Human Relations, vol. 7,
núm. 1, 1954, pp 73-87; Robert. H. Guest, "Of Time and the Foreman",
Personnel, mayo de 1956, pp. 478-486.
21
Mintzberg, op. cit.
22
Ibíd., p. 58
23
Ibíd., p. 63.
ADMINISTRADORES Y ADMINISTRACIÓN 39
24
Robert Guest and Frank Jasinski, "Foremen Relationships Outside the work
Group", Personnel, vol. 36, 1959, pp. 25-31.
26
Mintzberg, op. cit, pp. 79-81.
26
Alan F. Westin, Whistle Blowing: Loyalty and Dissent in the Corporation
(Nueva York: McGraw-Hül Book Company, 1981), p. 70.
27
Mintzberg, op. cit., p. 91.
28
Cynthia M. Pavett y Alan W. Lau, "Managerial Work: The Influence of
Hierarchical Level and Functional Specialty", Academy of Management
Journal, vol. 26, núm. 1, marzo de 1983, pp. 170-177; L. D. Alexander,
"The Effect Level in the Hierarchy and Functional Area Have on the Ex-
tent Mintzberg's Roles Are Required by Managerial Jobs", Academy of
Management Proceedings, 1979, pp 186-189; J. G. Paolülo, "Role Profiles
for Managers at Different Hierarchical Levéis", Academy of Manage-
ment Proceedings, 1981, pp. 91-94.
29
Alexander, op. cit.; and Paolülo, op. cit.
30
Pavett and Lau, op. cit.
31
Ibíd.
32
Ibíd.
33
Mintzberg, op. cit., p. 57.
34
Ibíd.
35
Kotter, The General Managers, pp. 89-91.
ENFOQUES DE LA
ADMINISTRACIÓN
sentían muy contentos y pasaban largas horas del almuerzo decidiendo cómo
modificar la velocidad de la correa a lo largo de la jornada.
Al cabo de una semana, se había impuesto un patrón en que la primera
media hora del turno tenía una velocidad que el grupo llamaba mediana (el
cuadrante se colocaba ligeramente por arriba del punto marcado "mediano").
Las dos siguientes horas y media se regían por una velocidad alta; la media
hora anterior al almuerzo y la media hora después de él tenían una velocidad
baja. En el resto de la tarde se seguía una velocidad alta, con excepción de los
últimos 40 minutos del turno, pues entonces se fijaba una velocidad mediana.
Dados los informes de satisfacción y facilidad en su trabajo, es interesante
señalar que la velocidad constante a la cual los ingenieros habían fijado
originalmente la correa transportadora estaba ligeramente por debajo del nivel
mediano en el cuadrante de control que se había dado a los pintores. La
velocidad promedio a la que los pintores ponían la correa se hallaba en la
parte alta del cuadrante. Había pocos ganchos que entrasen vacíos en el horno,
y la inspección no reveló incremento de rechazos del cuarto de pintura.
La producción aumentó, y en un lapso de tres semanas (dos meses antes
del plazo señalado en que terminaría el bono por aprendizaje) los pintores
estaban trabajando de 30 a 50% por encima del nivel que se había previsto en
el programa original. Desde luego sus ingresos fueron también superiores a lo
que se había proyectado. Estaban recibiendo su sueldo base, un bono
importante por el trabajo a destajo y el bono por aprendizaje que, según se
recordará, estaba planeado para disminuir con el tiempo y no en función de la
productividad actual.
Pregunta
ADMINISTRACIÓN CIENTÍFICA
Frederick W. Taylor
Taylor fue el primer hombre Si usted hubiera visitado la Midvale Steel Company o la Bethlehem Steel
que estudió científicamente Company en los primeros años del siglo xx, seguramente se habría en-
el trabajo.
— Peter Drucker
contrado con un hombre serio y de anteojos que observaba atentamente a
los trabajadores. Su nombre era Frederick W. Taylor. Veía a los trabajado-
res realizar varias tareas: cortar metales, dar paladas, manejar el hierro en
bruto. Taylor observó los movimientos o elementos individuales de cada ta-
rea y apuntó el tiempo que tardaban en realizar cada uno. No solamente era
un trabajo para Taylor, según algunas fuentes biográficas poco favorables,
sino que constituía una pasión rayando en la obsesión:
cer boca arriba, dormía en paz sólo cuando estaba sujeto y erguido en el
lecho o en una silla. No podía soportar la vista de un batán o un hombre
ociosos. Nunca holgazaneaba ni permitiría que nadie lo hiciera.6
Frederick W. Taylor.
(Brown Brothers.)
48 ADMINISTRACIÓN
primero seleccionó a dos o tres paleadores de primera clase y les pagó sueldo
extra por realizar un trabajo de excelente calidad; después poco a poco modi-
ficó la carga de la pala e hizo que un grupo de hombres acostumbrados a
efectuar experimentos observasen todas las circunstancias del trabajo. Des-
cubrió así que un hombre de primera clase ejecutaba el mayor trabajo de la
jornada con una carga de 21 libras por pala.9
Este trato tan duro no era extraño en aquella época. Y también estaba
plenamente justificado, pensaba Taylor, pues "Uno de los primeros requisi-
tos del hombre que va a manejar hierro en bruto como su trabajo regular es
que sea tan estúpido y flemático que en su estructura mental se asemeje más
a un buey que a cualquier otro tipo de ser vivo'' '' Sea como fuere. los resul-
tados fueron impresionantes. Schmidt aumentó su tonelaje diario de 12 Vi a
47 toneladas. Su sueldo diario se incrementó de $1.15 a $1.85.'2
ENFOQUES DE LA ADMINISTRACIÓN 49
*No es fácil determinar con precisión cuáles publicaciones fueron escritas por el se-
ñor o la señora Gilbreth o bien por ambos en colaboración. pues los editores decían
que se discriminaba a Lillian por ser mujer. De acuerdo con un investigador que ha
traído a luz varios detalles históricos, la pareja escribió en colaboración el libro Pri-
mer in Scientific Management. pero el editor se negó a que el nombre de una mujer
apareciera como coautor e insistió en que sólo el nombre del señor Gilbreth figurara
como el autor. La tesis de la señora Gilbreth "The Psychology of Management" fue
rechazada por muchos editores antes de ser aceptado por uno que exigió que el
nombre de ella apareciera como L. M. Gilbreth y que no se diera publicidad al hecho
de que el autor era una mujer.15
50 ADMINISTRACIÓN
ño y los niños que tenían suficiente edad para escribir las llenaban para indi-
car que se habían peinado el cabello, se habían lavado los dientes, habían
tendido su cama por la mañana y realizado las tareas correspondientes antes
de acostarse. Para no perder el tiempo en el "retraso inevitable" que
suponía el baño, el señor Gilbreth instaló una vitrola allí para que los niños
oyesen instrucciones en francés y alemán mientras se bañaban.
Para cerciorarse de que sus hijos terminaran de bañarse antes que tu-
viera que cambiar el disco, Gilbreth les enseñó un método eficiente de tomar
el baño:
Papá se sentaba en la bañera y cogía el jabón con la mano derecha. Luego co-
locaba la mano derecha sobre el hombro izquierdo y deslizaba el jabón por
todo el brazo izquierdo, en la parte posterior del brazo izquierdo hasta llegar
a las axilas, hacia abajo en la cadera y hacia abajo en la parte externa de su
pierna izquierda y luego en la parte interna. Después pasaba el jabón a la ma-
no izquierda y realizaba la misma maniobra en el lado derecho. Luego de un
par de enjabonadas circulares en la mitad de la espalda y asearse especial-
mente los pies y la cara, metía la cabeza para enjuagarse la cabeza y salía del
baño. Hacía que todos los hijos varones nos reuniéramos en el baño varias ve-
ces con objeto de mostrarnos como se bañaba él; y cierto día lo vimos senta-
do en el centro de la alfombra de la sala, con la ropa puesta para enseñarles
lo mismo a las mujeres.16
RELACIONES HUMANAS
Elton Mayo
Sin importar si como antropólogos estudiamos una raza primitiva o como in-
genieros industriales analizamos alguna parte del complejo moderno y del
esquema tan caótico, encontraremos en las regiones primitivas o en las
ciudades modernas grupos o individuos que encuentran su felicidad y un sen-
tido de seguridad personal en la subordinación de una meta común. El solita-
rio que trabaja solo es siempre una persona infeliz.18
Los hombres no son Fue sólo después de terminar el estudio que Mayo empezó a sospechar
individuos que busquen
aumentar al máximo sus
que las mejoras se debían no a los periodos de descanso, sino a otros facto-
intereses económicos; son res. Llegó a la conclusión de que la explicación real era que los solitarios,
miembros de grupos que gracias a su conversación con la enfermera y con él y a las respuestas de la
tratan de maximizar las
satisfacciones que les procura gerencia, se habían convertido en un grupo. En efecto, llegó el momento en
el prestigio social de que que el presidente de la compañía dejó el control absoluto de los periodos de
gozan entre los demás. descanso en manos de los empleados. Ellos sintieron una responsabilidad
— R'mhard Bendix
(en una síntesis de las ideas comunitaria; a medida que empezaron a sentir que pertenecían a este nuevo
de Mayo) grupo social, disminuyeron sus quejas y la rotación de personal. En opinión
de Mayo, las ganancias de la productividad y satisfacción no se debían al
influjo que los puestos diseñados conforme a las ideas de Taylor o que los
incentivos salariales tenían en los seres "económicos" individuales, sino al
hecho de convertir la estructura del trabajo en un medio que permitía a los
seres "sociales" satisfacer importantes necesidades de interacción,
camaradería, pertenencia y aportación a una finalidad común.
Poco después de este estudio. Mayo se incorporó al profesorado de la
escuela de administración de la Harvard University. Allí participó con Fritz
Roethlisberger y William Dickson en lo que debía llegar a ser la más famosa
investigación del movimiento de relaciones humanas, los estudios Hawthorne.
ENFOQUES DE LA ADMINISTRACIÓN 55
Douglas McGregor.
(Cortesía de MIT
Historical Collections.]
ENFOQUES DE LA ADMINISTRACIÓN 57
Teoría X Teoría Y
Pienso que un gerente 1. El ser humano normal tiene una 1. El desgaste del esfuerzo mental
partidario de la teoría X aversión natural por el trabajo y lo y físico en el trabajo es algo tan
estará...completamente evadirá en lo posible. natural como el juego o el
limitado y será inflexible; por reposo. El ser humano normal
tanto, mostrará predisposición
a dar soluciones autocráticas no siente una aversión natural
o paternalistas. por el trabajo. Según las
— Edgar H. Schein condiciones controlables, el
trabajo puede ser fuente de
satisfacción (y se efectuará de
manera voluntaria) o de castigo
(y se evitará en lo posible).
Teoría X Teoría Y
5. La capacidad de cultivar la
imaginación en alto grado, lo
mismo que el ingenio y la
creatividad en la solución de los
problemas organizacionales se
halla distribuida ampliamente
en la población, no en una
forma limitada.
suposiciones son las que hicieron que los ingenieros y el supervisor en Ho-
vey y Beard Company mostraran aprensión ante la idea de permitir al grupo
de pintores que ellos mismos establecieran el ritmo de su trabajo.
En cambio, el movimiento de las relaciones humanas supuso que no to-
dos los hombres son flojos por naturaleza, sino que los signos visibles de
apatía tienen diferente origen. Las personalidades adultas pueden reac-
cionar ante los métodos gerenciales demasiado directivos y controladores
no poniendo todo el esfuerzo psicológico en su trabajo.21 La apatía puede,
pues, ser un medio con que el hombre se adapta al hecho de encontrarse en
un ambiente insatisfactorio.
El enfoque de las relaciones humanas vio en la apatía no un aspecto in-
nato del ser humano, sino un producto de circunstancias laborales em-
pobrecidas desde el punto de vista psicológico; de ahí que haya descubierto
nuevas formas de dirigir. Mayo, por ejemplo, era lo bastante optimista en
lo tocante a la naturaleza humana para pensar que los gerentes podían con-
fiar en los empleados y en los grupos. Aumentar su autonomía podría ser
una manera de lograr mayor felicidad y productividad en las organiza-
ciones. Coquetear con estas ideas le permitiría al supervisor de la Hovey y
Beard Company pensar que se podía confiar en que los pintores controlasen
su propio ritmo de trabajo.
La diferencia neta entre las suposiciones hechas por la administración
científica y las relaciones humanas fue trazada por Douglas McGregor, un
profesor del MIT. A las suposiciones tradicionales las llamó teoría A' y a las
ENFOQUES DE LA ADMINISTRACIÓN 59
Hasta ahora los gerentes William Ouchi, profesor de UCLA, se inspira en algunos aspectos del mis-
norteamericanos han
supuesto que con la
mo legado intelectual que moldeó las ideas de Mayo concernientes al lugar
tecnología se logra una mayor de trabajo (en especial, las ideas del sociólogo francés Emile Durkheim) co-
productividad. En cambio, la mo un posible antídoto contra la situación psíquica de aislamiento y aliena-
teoría Z propone una
redirección de la atención
ción de los miembros de las sociedades modernas; y así propone que los ge-
que se da a las relaciones rentes estadounidenses aprendan a crear las cualidades de tipo familiar, o de
humanas en el mundo de las "clan industrial", que surgen de modo más espontáneo entre las empresas
empresas.
— William Ouchi
japonesas.24-25 A su conjunto de ideas las llama teoría Z, con lo cual da a en-
tender explícitamente que quiere continuar a partir del punto donde termina
la teoría Y de McGregor. La figura 2-1 es un diagrama de flujo que trata
de representar las suposiciones y conexiones lógicas que integran la teoría Z
de Ouchi.
Una versión común de la industrialización histórica del Japón señala
que las firmas necesitaban dar un trato paternalista a los empleados a fin de
suplantar los patrones sociales del feudalismo. Los padres no permitían que
sus hijos trabajasen para una compañía si ésta no construía antes un lugar
donde vivieran, les ofrecía una dieta sana y prometía cuidarlos en formas
que parecerían insólitas a los miembros de las modernas sociedades occiden-
tales.26 Los empleados a quienes el feudalismo político había hecho obe-
dientes (como todavía los hacen las escuelas y la familia), acostumbrados al
"grupismo", al trabajo duro y a la fidelidad, trajeron esas cualidades consigo
a las nuevas empresas, que a su vez adoptaron una modalidad paternalista y
responsable de administración.27 La organización del trabajo llegó a desem-
peñar un papel más central en la vida de los japoneses, en especial debido al
hecho de que aproximadamente una tercera parte de la fuerza de trabajo
tiene empleo para 20, 25 años o para toda la vida. Los trabajadores y la or-
ganización estaban compenetrados más profundamente que en las empresas
norteamericanas del mundo occidental, donde el sistema industrial se de-
sarrolló en una forma más limitada: sueldos diarios por la jornada laboral
con despidos en momentos difíciles y muy pocas prestaciones y servicios so-
ciales de la empresa. Y así la organización japonesa comienza con un marco
o "imperativo" cultural diferente.28
Ese imperativo cultural induce a las compañías a desarrollar una
filosofía y valores que den un fundamento moral y legítimo a su autoridad y
una razón a sus empleados para respetar y aceptar la autoridad. La corpora-
60 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 2.1
Teoría Z de Ouchi. [Fuente:
Jeremiah J. Sullivan, "A
Critique of Theory Z",
Academy of Management
Review, vol. 8, no. 1, January
1983, p. 133.)
ADMINISTRACIÓN
Si el lector hubiera visitado las oficinas ejecutivas de una gran compañía mi-
nera de Francia hacia 1910, habría visto probablemente a Henri Fayol, el di-
rector, no observando a los trabajadores ni escuchándolos, sino sentado en
su escritorio tratando de poner por escrito sus ideas de las funciones genera-
les de la administración. Taylor buscaba la mejor manera de llevar a cabo
las tareas. Mayo buscó los orígenes del trabajo en equipo. Fayol buscaba
otra cosa: quería encontrar y compartir la clave de una buena administra-
ción de la organización total.
Para él, la organización total es un cuerpo, el "cuerpo corporativo".
Las actividades del cuerpo abarcaban seis funciones: técnicas (producción),
comerciales (compra, venta e intercambio), financieras (obtención y uso del
capital), seguridad (protección de la propiedad y de las personas), contabili-
dad (que incluía entre otras cosas la estadística) y administrativas (planea-
ción, organización, mando, coordinación y control). Por lo demás, esas ac-
tividades pueden encontrarse en todas las empresas de negocios y se conocía
mucho acerca de ellas salvo de la última: la función administrativa. El moti-
vo por el cual los ejecutivos no la conocían bien era que en la práctica se
mezclaba con las funciones comercial y técnica, lo mismo que con las otras
de la organización. Fayol se propuso escribir sobre la función administrati-
va y así lo hizo con objeto de distinguirla de las otras."
Fayol reflexionó sobre su experiencia personal de gerente e identificó
varias técnicas o métodos administrativos que aplicó y que, a su juicio,
fortalecería el cuerpo corporativo o ayudarían a que funcionara mejor. Pese
EL ENFOQUE DE SISTEMAS
Pensamiento lineal
FIGURA 2.2
Pensamiento lineal.
1. Existe un problema.
2. Está ligado estrechamente a una situación.
3. Requiere una solución.
4. La solución tendrá otros efectos además del que se desea producir en el
problema.
FIGURA 2.3
Pensamiento basado en siste-
mas.
ENFOQUES DE LA ADMINISTRACIÓN 69
EL ENFOQUE DE CONTINGENCIAS
la obtención de
resultados orga-
nizacionales
FIGURA 2.4
El enfoque de contingencias.
ENFOQUES DE LA ADMINISTRACIÓN 71
Los pintores ganaban ahora más que muchos trabajadores calificados de otras
partes de la planta. A la dirección se le hacían constantemente peticiones de que
corrigiera tal injusticia. Ante la irritación creciente entre el superintendente y el
supervisor, entre los ingenieros y el supervisor y entre el superintendente y los
ingenieros, la situación hizo crisis cuando el superintendente sin ninguna consulta
canceló arbitrariamente el bono por aprendizaje y retornó la operación de pintado
a su estado original: los ganchos volvieron a desplazarse a su velocidad constante
diseñada conforme al estudio de tiempos; de nuevo decayó la producción; y al
cabo de un mes todos los pintores, menos ocho, habían renunciado. El supervisor
permaneció unos cuantos meses, pero terminó por buscar otro trabajo pues se
sentía agraviado.
El incremento de la productividad en el cuarto de pintura había acarreado
multitud de inconvenientes. La producción adicional había creado una
acumulación enfrente y un vacío detrás, y ambas cosas eran molestas para los
departamentos contiguos. La estructura salarial de la planta había sufrido un
cambio radical. Había mermado el prestigio de los ingenieros, y los empleados se
habían abrogado algunas de las prerrogativas de la dirección.
FIGURA 2.5
Modelo de las 7-S de McKin-
sey.
ENFOQUES DE LA ADMINISTRACIÓN 75
RESUMEN
CASO:
La Sony Corporation
Dos triunfadores
En los tres último años, el señor Kuroki ha creado dos triunfadores: el
opulento componente de televisión "Profeel", en el cual la pantalla, el re-
ceptor, el sintonizador y las bocinas están divididos, y el portátil de pan-
talla planta "Watchman".
Este último será el principal competidor de la televisión de
"bolsillo", que la próxima semana lanzará al mercado la Britain's Sinclair
Research.
Desde el lanzamiento de "Watchman" en Japón a principios del año
pasado, el equipo de Kuroki había estado diseñando una pequeña cáma-
ra de seguridad que permite ver en la oscuridad.
Así pues, mientras otros productos todavía secretos están en proceso
de elaboración, los diseñadores de la Sony están convirtiéndose rápida-
mente en una fuente rica de innovación para la compañía que vienen a
fortificar sus fuentes tradicionales: el trabajo tecnológico de sus labora-
torios de desarrollo y el legendario estilo de mercadotecnia del cofunda-
dor y presidente de la compañía: el señor Akio Morita.
A juzgar por algunas declaraciones públicas del señor Morita,
podríamos pensar que su concepción del diseño sigue siendo la ordina-
ria: añadir al estilo un poco de ergonomía.
Pero se apresura a corregirse a sí mismo, subrayando que el grupo
del señor Kuroki es ahora el responsable del desarrollo de todos los pro-
ductos.
Lejos del mundanal ruido de la publicidad internacional, ha concedi-
do un elevado estatus a sus diseñadores. Kuroki es ahora el único jefe de
departamento que "reporta" directamente al delegado de Morita, el se-
ñor Norio Ohga, quien tiene el título de presidente; los otros están bajo
las órdenes del siguiente nivel inferior.
Quizá más importante aún en una cultura donde las líneas jerár-
quicas directas son menos significativas que en el mundo occidental, Kuroki
afirma asimismo ser el único que recibe visitas mensuales de una delega-
ción formada por Morita, Ohga y el resto de los seis ejecutivos de alto ni-
vel de la empresa.
Con notable regularidad, entran en el despacho de Kuroki para revi-
sar las ideas más recientes de los diseñadores.
Algunos de los proyectos de Kuroki (sobre todo el "Profeel") tu-
vieron que luchar arduamente para vencer la oposición de otros departa-
mentos, en especial el de producción; pero ahora los diseñadores tienen
suficiente peso político para discutir con los ingenieros y, en caso nece-
sario, rebatirlos.
En otras compañías japoneses que fabrican productos electrónicos
de consumo general, "el diseño tiende a ser dominado por las divisiones
técnicas", afirma Kuroki.
Y lo mismo sucedía en Sony hasta hace cinco años. En 1978, los dise-
ñadores de la compañía constituían en gran medida "parte de la planta",
según las palabras de Kuroki.
78 ADMINISTRACIÓN
Más staff
Para encabezar ese departamento, Morita llamó a Yasuo Kuroki que era
uno de los jefes del departamento de publicidad nacional de la
compañía. La mayor parte de los diseñadores conservaron su ubicación
en las divisiones, pero todos formaron parte del nuevo departamento
central.
En vísperas de la centralización, el número global del personal de di-
seño aumento a más de la mitad, llegando a 100; hoy el total es de 130,
70 de los cuales son diseñadores profesionales; 20 de ellos trabajan con
Kuroki en las oficinas centrales de la Sony en Tokio.
En el estilo japonés tan inescrutable, Morita dice que "no hubo una
razón específica" para implantar la centralización: "El señor Morita
simplemente dijo 'vamos a ensayarla"'.
Parte de su motivación parece haber sido el principio tan arraigado
en el mundo occidental de que las estructuras administrativas se fosili-
zan si permanecen estáticas demasiado tiempo.
Pero había además otras razones más importantes para concederles
un estatus más elevado y mayor influencia a los diseñadores cuando se
les reunió bajo un ejecutivo de alto rango.
Más inmediata y realista era la necesidad de afrontar la creciente
convergencia de los mundos antes independientes del audio y del video.
Antes de 1978, prácticamente no había intercambios productivos
entre los diseñados de diferentes partes de la compañía. Rara vez tenían
reuniones y "se daba muy poca crítica mutua", según decía Kuroki.
Ahora se da una intensa interacción: hay reuniones formales cada se-
mana a las que asiste todo el personal y además existe toda clase de co-
municaciones informales.
Desde un punto de vista más conceptual, Morita empezaba a perca-
tarse de la necesidad de que Sony captara con mayor profundidad las ac-
titudes y el comportamiento social, a fin de desarrollar los aspectos de
"programación" de sus productos.
La aceptación que Kuroki le daba a ese término poco tenía que ver
con el pequeño mundo del software de computadora. Por el contrario,
tomando su terminología de J. K. Galbraith (uno de los autores occiden-
tales que han influido en él y en Morita), explica que "hasta ahora el Ja-
pón se ha limitado a generar productos, prestando poca atención a las
consideraciones de cultura y estilo de vida. Es preciso que cambiemos".
El "instinto" de Sony para encontrar la manera de moldear al consu-
midor siempre ha sido un factor fundamental de su éxito comercial, des-
ENFOQUES DE LA ADMINISTRACIÓN 79
Invención
Pregunta
NOTAS
1
L.S. Hsu, The Political Philosophy o fAncient Confucianism (Nueva York:
E. P. Dutton & Company, Incorporated, 1932), p. 124.
2
Platón y Jenofonte, Socratic Discourses, traducido por J. S. Watson (Nueva
York: E. P. Dutton & Company, Incorporated, 1910), libro 3, cap. 4.
3
Véase a J. D. Mooney, The Principies of Organization, ed. rev. (Nueva York:
Harper & Row, Publishers, Inc., 1947), pp. 62-72; Platón y Jenofonte, op.
cit., pp. 80-81; H. Stuart Jones, "Administration", en Cyril Bailey (ed.)
The Legacy of Rome (Oxford: Clarendon Press, 1923), pp. 93-99.
4
Charles Babbage, On the Economy of Machinery and Manufacturen (Lon-
don: Charles Knight, 1832).
5
Sidney Pollard, The Genesis of Modern Management (Baltimore: Penguin
Books Incorporated, 1965), pp. 296-297.
6
Reimpreso con la autorización de la Free Press, a División of Macmillan Pu-
blishing Co., Inc., según The End of Ideology de Daniel Bell, p. 226.
Copyright © 1960 por The Free Press, a Corporation.
7
F. B. Copley, Frederick W. Taylor: Father of Scientific Management, 2 vols.
(Nueva York: Harper & Row, 1923, vol 1. p. 291; citado en Edwin A. Loc-
ke, "The Ideas of Frederick W. Taylor: An Evaluation", Academy of Ma-
nagement Review, 1982, vol. 7, núm. 1, p. 19.
8
Este extracto se tomó de Locke, op. cit., p. 19.
9
Frederick W. Taylor, Scientific Management: The Principies of Scientific
Management (Nueva York: Harper & Brothers, 1947), p. 65.
10
Ibíd., pp. 45-46.
11
Ibíd., p. 59.
12
Ibíd., p. 47.
13
Locke, op. cit., p. 20
14
Véase a Frank B. Gilbreth, Hijo y Ernestine Gilbreth Carey, Cheaper by the
Doten (Nueva York: Thomas Y. Cowell), Frank B. Gilbreth, hijo, Time Out
for Happiness (Nueva York: Thomas Y. Crowell Company, 1971): Ronald
G. Greenwood, Regina A. Greenwood, y Jay A. Severance, "Lillian M.
Gilbreth, First Lady of Management", Academy of Management Proceed-
ings, agosto de 1978, pp. 2-6.
15
Bette Ann Stead, "Women's Contribution to Management Thought", Busi-
ness Horizons, febrero de 1974, pp. 32-36.
16
Según Gilbreth y Carey, op. cit., p. 47. Copyright © 1963, 1948 by Frank B.
Gilbreth, hijo, y Ernestine Gilbreth Carey, Reimpreso con autorización de
Harper & Row, Publishers, Inc., publicada en Inglaterra por William
Heineman Ltd.
82 ADMINISTRACIÓN
17
Elton Mayo, The Social Problems of an Industrial Civilization (Cambridge,
Mass.: Division of Research, Graduate School of Business Administra-
tion, Harvard University, 1945), p. 59.
18
Elton Mayo, The Political Problem of an Industrial Society (Cambridge,
Mass.: Division of Research, Graduate School of Business
Administration, Harvard University, 1947). p. 21.
19
Mayo, The Social Problems o fan Industrial Civilization, p. 73.
20
Véase, por ejemplo a Berkeley Rice, "The Hawthorne Defect: Persistence of
a Flawed Theory", Phychology Today, febrero de 1982, pp. 70 ss.; H. M.
Parsons, "What Happened at Hawthorne?" Science, vol. 183, núm. 4127,
marzo 1 de 1974, pp. 922-932; Dana Bramel y Ronald Friend, "The Myth
of the Docile Worker, and Class Bias in Psychology", American Psychoh-
gist, vol. 36, núm. 8, agosto de 1981, pp. 867-878; Richard Franke y James
Kaul, American Sociological Review, vol 43, núm. 5, octubre de 1978, pp.
623-643.
21
Véase a Chris Argyris, Personality and Organization (Nueva York: Harper &
Brothers, 1957) y Chris Argyris, "Personality vs. Organization", Organi-
zational Dynamics, otoño de 1974, pp. 2-17.
22
Douglas McGregor, The Human Side of Enterprise (Nueva York: McGraw-
HUÍ Book Company, 1960), pp. 33-34, 47-48. Reimpreso con autorización
de McGraw-Hill Book Company.
23
Véase la versión original del episodio de Hovey and Beard (escrito por Geor-ge
Strauss, profesor de la University of California, Berkeley, ex alumno de
McGregor) en William F. Whyte, Money and Motivation (Nueva York:
Harper & Brothers 1955), pp. 90-96.
24
Véase a William Ouchi, Theory Z (Reading, Mass.: Addison-Wesley
Publish-ing Co., 1981).
25
Una obra muy antigua que forma parte de nuestro legado intelectual se en-
cuentra en Emile Durkheim, The División of Labor in Society (Nueva
York: The Macmillan Company, 1933 originalmente publicada en 1902).
26
Ouchi, op. cit., pp. 53-54.
27
La opinión de que estas cualidades de los empleados son una explicación más
importante de la productividad japonesa que la supuesta habilidad de los
gerentes japoneses se explica en B. Bruce-Briggs, "The Dangerous Folly
called Theory Z", Fortune, mayo 17 de 1982, p. 41 ss.
28
Jeremiah J. Sullivan, "A Critique of Theory Z", Academy of Management
Review, vol. 8, núm. 1, enero de 1983, pp. 132-142.
29
Kae H. Chung, reseña de Theory Z, Academy of Management Review, vol. 7,
núm. 2, abril de 1982, pp. 317-319.
30
Sullivan, op. cit, p. 135.
31
Véase, por ejemplo, a Edgar Schein, "Does Japanese Management Style Ha-
ve a Message For American Managers?" Shan Management Review, vol.
23, núm. 1, otoño de 1981, pp. 55-68; Chung, op. cit; y Sullivan, op. cit.
32
Véase, por ejemplo, a Sullivan, op. cit.; V. Pucik, "Promotions and Intraorga-
nizational Status Differentiation among Japanese Managers", Academy
of Management Proceedings, agosto de 1981; R. C. Clark, The Japanese
Company (New Haven: Yale University Press, 1979); G. Hofstede, Cultu-
re's Consequences (Beverly Hills: Sage, 1980); T. S. Lebra, Japanese Pat-
terns of Behavior (Honolulú: The University of Hawaii Press, 1976); T. Ka-
ENFOQUES DE LA ADMINISTRACIÓN 83
SOCIEDAD ORGANIZACIONAL
La característica estructural bienes y servicios a través de organizaciones con fines especiales que no son,
más importante de la
sociedad moderna es la
en general, ni familiares ni tribales. Algunas de las organizaciones de una
multiplicidad de sus sociedad moderna tienen por objeto obtener una utilidad y otras son "no
organizaciones. lucrativas". Al primer tipo pertenecen compañías como Windansea Surfboards,
— Robert Dubin
Inc; al segundo, algunas instituciones gubernamentales, religiosas, caritati-
vas y de diversa índole.
El modo organizacional de dirigir los asuntos de una sociedad significa
que prácticamente todos los miembros de una sociedad moderna depende
mucho de la eficacia con que funcionen las organizaciones. Acudimos a
ellas para conseguir los bienes y servicios en cantidad suficiente, de buena
calidad y a un precio razonable. En ellas buscamos empleo para ganar dine-
ro y comprar lo que necesitamos. Las necesitamos para tener un ambiente
decente y sano tanto en el trabajo como fuera de él.
Y a su vez las organizaciones requieren el talento y el esfuerzo que apor-
tan quienes trabajan para ellas. Toda organización debe obtener esas aporta-
ciones, lo mismo que otros recursos, y convertirlos en productos que ofrecen
suficientes premios y alicientes para que no deje de funcionar y logre sobrevi-
vir. En una palabra, la relación de la sociedad y las organizaciones es de inter-
dependencia.
1. Un grupo de personas2
2. Relativa permanencia o existencia ininterrumpida3
3. Una característica común de la sociedad moderna4
4. Orientación a un fin o meta comunes o limitados5
5. Actividades y responsabilidades diferenciadas6
6. Jerarquía de autoridad7
7. Coordinaciones racionales deseadas8
8. Interacción con el ambiente9
Sistemas abiertos
FIGURA 3.1
Sistema abierto
ORGANIZACIONES, AMBIENTES Y RESPONSABILIDAD SOCIAL 93
Evolución dinámica
Una definición
AMBIENTE
Factores ambientales
Toda organización puede visualizarse como una entidad contenida dentro
de un anillo externo de factores económicos, tecnológicos, socioculturales y
ORGANIZACIONES, AMBIENTES Y RESPONSABILIDAD SOCIAL 95
FIGURA 3.2
Una organización y su
ambiente.
Cambio creciente
Uno de los temas favoritos de los libros donde se describen las tendencias de
la sociedad americana y de otras es el ritmo cada vez más acelerado con que
se realiza el cambio. La obra The Third Wave (La tercera ola) de Alvin
Toffler señala que cinco aspectos del ambiente de las organizaciones se han
convertido en fuentes que aceleran el cambio:12
El crecimiento de las ocho graneles firmas CPA en Estados Unidos nos da una
idea de esta tendencia hacia el trabajo informacional. Algunas tienen 90
oficinas en Estados Unidos. En enero de 1982 una de ellas, Coopers y Lybrand,
contaba con 414 oficinas en 94 países y con más de 2000 socios y 24 500
profesionales y oficinas no sólo en Inglaterra, Francia, Bélgica, Hong Kong y
Brasil, sino también en Bangladesh, Bélice, Botswana, Brunei y Beijing.15Otra
de las ocho grandes corporaciones, Touche Ross, dice que contrata a más
graduados del Harvard College, de la escuela de administración de Harvard y
de la escuela de derecho de esta universidad que cualquier otra corporación.16
Todos los viernes por la tarde, los 1500 empleados de Tándem Computers son
invitados a tomar cerveza en la cafetería.
Los trabajadores de la fábrica se mezclan con ingenieros y ejecutivos.
Con ello no sólo se pretende divertirse, sino además favorecer la comunica-
ción y la democracia en el lugar de trabajo.
Además, a los empleados se les paga cada cuatro años un periodo sabáti-
co de seis semanas, opciones anuales de bonos y otros incentivos para que se
sientan parte de la empresa.
La política de la Tándem Computers, fabricante de macrocomputadoras,
es poco común pero también la siguen otras compañías de alta tecnología en
Silicon Valley, una zona de 27 km al sur de San Francisco.
En todo el Valley, considerado como la fuente de la innovación tecnoló-
gica de Estados Unidos, las compañías están ensayando métodos creativos
de administración que, en opinión de muchos ejecutivos, es tan importante
18
para el éxito como los adelantos tecnológicos.
Los factores abstractos que hemos descrito antes (el anillo externo de la fi-
gura 3-2) como parte del ambiente organizacional adquieren una variedad
creciente a medida que una empresa opera en más países con diversas condi-
ciones económicas, políticas, legales y socioculturales. Unos cuantos
ejemplos nos revelarán la intrincada red de los factores ambientales multi-
nacionales.
ORGANIZACIONES, AMBIENTES Y RESPONSABILIDAD SOCIAL 103
Factores económicos
Pongamos, por ejemplo, el caso del cambio económico ocasionado por una
devaluación de la moneda. Las ventas de un fabricante estadounidense a
una firma situada en otro país se hicieron en abril, y el precio se fijó en la
moneda del país del vendedor o del comprador. El pago se efectuará en ju-
nio. Si el precio se estableció en la moneda del comprador y se devaluó en
20% entre abril y junio, el vendedor recibe una reducción igual en sus ingre-
sos cuando convierta la moneda en dólares estadounidenses. Si el precio
debía pagarse en dólares, el comprador quizá desee cancelar o reducir el pe-
dido porque la devaluación de su moneda hace más costosa la compra. En
ambos casos, las estimaciones y presupuestos de ventas de la empresa
norteamericana serán un verdadero caos, según palabras de un ejecutivo de
ese país. Y no olvidemos que son comunes las devaluaciones bruscas.
Factores político-legales
Un ejemplo de ello es el caso del agua mineral francesa. Tras largas dis-
cusiones, el año pasado el gobierno japonés abolió una norma sanitaria que
exigía que el agua mineral francesa fuera esterilizada. Para acatar tal norma,
el agua mineral Perrier tenía que hervirse, con lo cual se destruían las burbu-
jas antes de poder venderla en Japón.
La goma de masticar norteamericana no puede importarse porque su
ingrediente principal no se encuentra en la lista de los tres ingredientes princi-
pales que has sido aprobados por el gobierno japonés.
Y hay muchas más restricciones que, según afirman los hombres de nego-
cios, tienen por objeto frustrar su intento de penetrar en el mercado
32
japonés.
Dibujo de S. Harris;
1983 The New Yorker "No está nada bien. Algunos de nuestros empleados en ese país están en
Magazine, Inc. guerra con algunos de nuestros empleados del país enemigo."
ORGANIZACIONES, AMBIENTES Y RESPONSABILIDAD SOCIAL 105
Factores socioculturales
Ceert Hofstede.
1. Colectivismo ĺ individualismo
2. Distancia grande del poder ĺ distancia pequeña del poder
3. Gran evitación de la incertidumbre ĺ pequeña evitación
4. Femineidad ĺ masculinidad
Evitación de
Individualismo Distancia del poder Masculinidad
incertidumbre
Evitación de
Individualismo Distancia del poder Masculinidad
incertidumbre
Distancia pequeña del poder ĺ distancia grande. Una distancia grande del
poder representa la condición en que las personas aceptan que el poder está
distribuido de manera desigual en la organización. Una distancia pequeña
significa la situación donde la gente quiere que el poder esté compartido por
igual y exige la justificación de las diferencias. En esta última condición se
da una mayor aceptación de la jerarquía.
La diferencia de distancia del poder entre las naciones desarrolladas y
subdesarrolladas es semejante a la que existe entre estos dos tipos de na-
ciones en la dimensión del individualismo, aunque esté menos definida. El
grado de distancia del poder en una sociedad supone notables diferencias en
el atractivo y eficacia probable del liderazgo y otras prácticas administrati-
vas. Así, la administración paternalista tiene buenas connotaciones en las
culturas con gran distancia del poder y una connotación negativa en
aquellas donde hay una distancia pequeña. Los enfoques de la administra-
ción que ponen de relieve la consulta con los subordinados son, en cambio,
más congruentes con las culturas de pequeña distancia del poder y menos
idóneos para aquellas provistas de una gran distancia. Un área donde se ad-
vierte el influjo de esto es la aplicación de las técnicas de planeación como la
administración por objetivos (APO), tema que se explicará en el capítulo 4.
xo. Hofstede observa que las sociedades difieren en el grado en que sus dis-
tinciones de los papeles se basan en el sexo. Algunas sociedades luchan por
lograr una diferenciación máxima, atribuyendo al hombre los roles más
asertivo y comunicativos ("masculinos") y los más maternales y tiernos
("femeninos") a la mujer. Señala que las organizaciones en este tipo de so-
ciedades tienden a estar pobladas por hombres cuyos valores las impregnan,
dando origen a la gran importancia que se concede al desempeño. Describe
Hofstede como femeninas a las sociedades que reducen al mínimo la dife-
renciación de papeles basándose en el sexo y afirma que, aunque los hombres
todavía dominan las organizaciones en ellas, su dominio va disminuyendo
por la inclusión de más valores femeninos. Desde su punto de vista, éstos ha-
rán que se haga más hincapié en los valores de la asistencia social; por
ejemplo ayudar a todos los miembros y mejorar la calidad de su vida laboral.
La figura 3-3 muestra que el Japón es la sociedad más masculina,
Suecia la más femenina. En Japón, a las mujeres se les relega más de los pa-
peles gerenciales que en cualquier otra nación, y las organizaciones japone-
sas del trabajo dan gran valor al desempeño. Por su parte, Suecia se cita a
menudo por algunas de sus innovaciones en la desaparición de la distinción
de los papeles sexuales y en asuntos relacionados con la calidad de la vida la-
boral como el rediseño del trabajo para enriquecerlo y crear grupos de tra-
bajo autónomos, innovaciones que casi siempre han ejercido mayor influjo
sobre la satisfacción que sobre el desempeño.35
La naturaleza de las La investigación de Hofstede es, según hemos dicho, muy importante.
habilidades gerenciales es tal Nos recuerda el relativismo cultural, o sea la hipótesis de que lo que es lógi-
que son específicas de una
cultura; una técnica o
co, hermoso, bueno, práctico y eficaz en una cultura tal vez no lo sea en
filosofía que es apropiada en otra. Para recordar el concepto del enfoque de contingencias expuesto en el
una cultura nacional no lo es capítulo 2, podemos afirmar que la elección de buenos métodos administra-
necesariamente en otra.
— Ceert Hofstede
tivos depende, entre otras cosas, de la cultura donde se apliquen. Dado que
esa teoría e investigación de la administración se han desarrollado en Esta-
dos Unidos, están más vinculadas a la cultura de lo que pensamos muchos
de los que vivimos en ese país. Lo mismo puede decirse de la administración
japonesa o de cualquier otra idea que sea el producto de una cultura en par-
ticular.
En general, la administración en el ámbito internacional genera más
tensiones entre las organizaciones y el ambiente, planteando más retos a los
recursos psíquicos e intelectuales de los gerentes. Pero también ofrece exce-
lentes oportunidades para lograr una experiencia más amplia y el crecimien-
to personal.
RESPONSABILIDAD SOCIAL
Cuando la gente habla de las Las organizaciones lucrativas realizan actividades que, de manera in-
responsabilidades sociales de tencional o inadvertida, afectan a las instituciones y a los grupos de interés
la empresa, piensan en
función de los problemas que
que pueblan su ambiente. En la búsqueda de fines económicos, contratan a
surgen cuando la empresa empleados y los despiden, fabrican, distribuyen, eliminan los desperdicios,
corporativa arroja su sombra abren y clausuran oficinas y plantas, etc. Las consecuencias de estas ac-
en el ámbito social y en
función de los principios
ciones rebasan el recinto de las empresas y repercuten en todos y en todas las
éticos que deberían gobernar cosas. Aunque sus gerentes pueden tener una intención de pensamiento lineal
la relación entre la empresa y de conquistar tan sólo beneficios económicos y tomar exclusivamente de-
la sociedad.
-Richard Eells y
cisiones de mercado en la realización de sus acciones corporativas, el pensa-
Clarence Walton miento más amplio de sistemas revela costos y beneficios no económicos ni
de mercado o sociales, lo mismo que otros de tipo económico. Por ejemplo,
la elección de una pieza de maquinaria o un tipo de resina en Windansea sig-
nificaba un mayor peligro contra la seguridad. El concepto de responsabili-
dad social surge de un reconocimiento de tales efectos no deseados y de ma-
yor amplitud.
En la presente sección queremos aclarar el significado de la responsabi-
lidad social y presentar varias ideas que nos ayuden a pensar, como los ge-
rentes deben hacerlo en una medida cada vez mayor, en las cuestiones de la
responsabilidad social de la empresa.
112 ADMINISTRACIÓN
"Ya sabemos que 40% de los 600 desplazados en una acción parecida hace
más de dos años todavía no consiguen trabajo", afirma Davis.
"La decisión de la compañía no obedece a motivos económicos, sino que
quiere liberarse de un contrato con el sindicato", acusa Davis.
Los sueldos en San Francisco fluctúan entre $5.86 y $9.75 por hora. Blue
Shield pagará entre $3.85 y $4.55 en las oficinas que se inaugurarán en Placer-
ville, Marysville, Chico, Colton, Sonora, Turlock, Red Bluff, Lodi y Escondido,
asegura Davis.
Una paradoja de la reubicación es que Blue Shield mantendrá sus ofici-
nas centrales en San Francisco a causa de las atractivas instalaciones de la se-
ORGANIZACIONES, AMBIENTES Y RESPONSABILIDAD SOCIAL 113
El caso de Blue Shield, aunque presenta sólo una acción corporativa del
extenso número de las que podrían repercutir en los intereses sociales, es un
medio de ejemplificar dos ideas opuestas de la responsabilidad social; las
llamaremos concepción A y concepción B.
Concepción A
Concepción II
FIGURA 3.4
La reubicación crea empleos en otras regiones y puede reducir el costo de los productos.
(John P. Shelton, Los Angeles Times, 16 de enero, 1983, part 5, p. 3.)
116 ADMINISTRACIÓN
Algunos piensan que las utilidades son malas porque se obtienen a costa
de los trabajadores.
A continuación me permito resumir el punto de vista ampliamente
aceptado en el pensamiento económico respecto a la función de las utilida-
des. Si el consumidor sabe lo que más le conviene y la competencia le ofrece
varias opciones, las utilidades son entonces un criterio de la eficiencia eco-
nómica si no hay "factores externos" (es decir, los costos sociales que no es-
tán incorporados al de los productos vendidos).
Si se tiene en cuenta este enfoque económico que goza de gran acepta-
ción , ¿por qué a las utilidades se les representa con tanta frecuencia como el
villano que ocasiona acciones nocivas para la sociedad, como los cierres de
plantas mencionados en su artículo?
Probablemente hay dos razones que explican esta actitud. En general la gen-
te no está adiestrada para ver el panorama económico en su totalidad; por
ello se centra exclusivamente en el aspecto visible para ella: los empleos o los
precios. Pero incluso entre quienes entienden la naturaleza tan compleja de
la economía, hay algunos que dudan de que se den las condiciones que ha-
cen de las utilidades una medida de eficiencia, a saber: predomina una
buena competencia y los costos externos se incorporan debidamente a los
internos.
F1GURA 3.5
Los empleados tienen el derecho de suponer que la fidelidad es recíproca. (John F.
Lawrence, Los Angeles Times, January 16, 1983, part 5, p. 3.)
118 ADMINISTRACIÓN
piadada que ha sido juzgada y condenada por una sociedad que concede
gran valor a la seguridad del empleo, el bienestar individual y los derechos
del trabajador, sin que por ello se pierde el amor por el mercado libre?
El caso en cuestión incluye a muchos trabajadores de grupos minorita-
rios que están siendo desplazados. Si recordamos que la política nacional
exige prestar más atención a la acción antidiscriminatoria, ¿debe ser una
consideración central el efecto que la reubicación tendrá en una zona urba-
na ya deprimida?
corporaciones sean juzgadas cada vez más por su desempeño global: a partir
de su influjo social, político y tecnológico, así como a partir de sus resultados
financieros y económicos.40
Cualquier juicio sobre la medida en que la reubicación de Blue Shield fue so-
cialmente responsable se basará en el concepto de responsabilidad social que
se aplique. Según lo establecido por la concepción A, parecería que el com-
portamiento de la compañía podría calificarse de socialmente responsable.
Conforme a las exigencias de la concepción B de que se consideren explícita-
mente los intereses de los empleados que se quedarán sin trabajo, puede
afirmarse que la compañía actuó de manera responsable puesto que discutió
ese problema. De acuerdo con el criterio de la concepción B de que la acción
corporativa equilibra o integra la protección de estos empleados con los in-
tereses económicos de la compañía, tanto los funcionarios del sindicato co-
120 ADMINISTRACIÓN
Dibujo de W. Miller; ©
1981 The New Yorker
Magazine, Inc.
ORGANIZACIONES, AMBIENTES Y RESPONSABILIDAD SOCIAL 121
de las "reglas del juego". La conducta de nivel superior suele incluir algu-
nas formas del comportamiento volitivo, entre ellas las acciones caritativas,
que no se limitan a las obligaciones éticas provenientes de las consecuencias
sociales o no relacionadas con el mercado que producen las actividades de la
compañía.
La figura 3-6 muestra el intento de Archie B. Carroll de la University of
Georgia por clasificar los grados de las responsabilidades sociales. La se-
cuencia jerárquica de lo legal a lo discrecional refleja una evolución de la
importancia que cada categoría tiene para las organizaciones lucrativas. En
el tamaño de cada categoría se manifiesta una idea de la importancia de cada
responsabilidad.
Como ya hemos dicho, una amplia diversidad de acciones corporativas
puede plantear cuestiones de responsabilidad social. Un ejemplo de ello lo
encontramos en la reubicación planeada por Blue Shield. Y la reubicación
da origen a cuestiones económicas. Es posible que también intervengan
cuestiones legales; por ejemplo, las supuestas violaciones de las normas de
las relaciones laborales. Algunos estados de la Unión Americana tienen le-
yes que exigen dar una compensación a los trabajadores cuando se cierra
una planta. Por ejemplo, si el caso hubiera ocurrido en Maine, podría ha-
berse aplicado una ley referente al "cierre de planta". Pueden surgir diver-
gencias respecto a lo que es justo o equitativo a los ojos de los interesados.
FIGURA 3.6
Categorías de la
responsabilidad social.
(Fuente: Archie B. Carroll, "A
Three-Dímensional
Conceptual Model of
Corporate Performance",
Academy of Management
Review, vol, 4, no. 4, 1979, p.
499.)
122 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 3.7
Modelo del desempeño social corporativo. [Fuente: Archie B. Carroll, "A Three-Dimensional Conceptual
Model of Corporate Performance", Academy of Management Review, vol. 4, no. 4, 1979, p. 503.)
ORGANIZACIONES, AMBIENTES Y RESPONSABILIDAD SOCIAL 123
RESUMEN
CASO:
El fondo de reaseguro
Preguntas
NOTAS
1
Robert Presthus, The Organizational Society, rev. ed. (Nueva York: St. Mar-
tin's Press, 1978).
2
Parsons, Talcott, Structure and Process in Modern Societies (Nueva York:
The Free Press, 1963), p. 16.
3
Presthus, op. cit.
4
Ibíd.
130 ADMINISTRACIÓN
5
Amitai Etzioni, Modera Organizations (Englewood Cliffs, N.J.: Prentice-
Hall, Inc., 1964).
6
Edgar Schein, Organizationál Psychology (Englewood Cliffs, N.J.: Prentice-
HaU, Inc. 1965), p. 8.
7
Ibíd.
8
Chester Barnard, Functions of the Executive (Cambridge Mass.Harvard
University Press, 1937).
9
Paul L. Lawrence y Jay W. Lorsch, Developing Organizations: Diagnosis
and Action (Reading, Mass.: Addison-Wesley Publishing Co., 1969, p. 3).
10
Magoroh Maruyama, "Mindscapes, Management, Business Policy, and
Public Policy", Academy of Management Review, vol. 7, núm. 4, 1982,
pp. 613-614.
11
Véase, por ejemplo, a F. E. Emery y E. L. Trist, "The Causal Texture of
Organizationál Environments", Human Relations, febrero de 1965, pp. 21-32;
Shirley Terreberry, "The Evolution of Organizational Environments", Admi-
nistrative Science Quarterly, marzo de 1968, pp. 590-613.
12
Alvin Toffler, The Third Wave (Nueva York: William Morrow & Co., Inc.,
1980), pp. 235-238.
13
John Naisbitt, Megatrends: Ten New Directions Transforming Our Lives
(Nueva York: Warner Books, Inc., 1982).
14
Ibíd., p. 14.
15
James J. Keane y Alan Silverman, "Law Firms and Accounting Firms: A
Study in Contrasts", American Bar Association Journal, noviembre de
1982, p. 1399.
16
Ibíd.
17
Véase, por ejemplo, a William Ouchi, Theory Z (Reading, Mass.: Addison-
Wesley Publishing Co., 1981); Thomas J. Peters y Robert H. Waterman,
hijo, In Search of Excellence: Lessons from America's Best-Run Compa-
nies (Nueva York: Harper & Row, Publishers, Inc., 1982); Richard Pascale
y Anthony Athos, The Art of Japanese Management: Applications for
American Executives (Nueva York: Simon and Schuster, 1981): Terence
E. Deal y Allan A. Kennedy, Corporate Cultures (Reading, Mass.:
Addison-Wesley Publishing Co., 1982).
18
Robert Reinhold, "Where Employers and Workers Are One", The Straits Ti-
mes, febrero 18 de 1984.
19
Naisbitt, op. cit., p. 65.
20
Ibíd., p. 80.
21
Ibíd., p. 321.
22
Véase a Ouchi, op. cit.
23
Naisbitt, op. cit., p. 159.
24
Vease, por ejemplo, a David W. Ewing, Do It My Way Or You're Fired:
Employee Rights and the Changing Role of Management Prerogatives
(Nueva York: John Wiley and Sons, Inc., 1983); Alan F. Westin y Stephan
Salisbury, (eds.), Individual Rights in the Corporation (Nueva York:
Pantheon Books, 1980); Alan F. Westin, Whistle Blowing! Loyalty and
Dissent in the Corporation (Nueva York: McGraw-Hill Book Company,
1981).
25
Naisbitt, op. cit., p. 198.
26
Ibíd., p. 201.
27
Ibíd., pp. 198-199.
ORGANIZACIONES, AMBIENTES Y RESPONSABILIDAD SOCIAL 131
28
Robert L. Katz, "Skills of the Effective Administrator", Harvard Business
Review, septiembre-octubre de 1974, pp. 90-102.
29
Thomas A. Mahoney, Thomas H. Jerdee, y Stephen J. Carroll, "The Job(s) of
Management", Industrial Relations, febrero de 1965, pp. 97-110.
30
Peter Hazelhurst, "Revolution in Japan's Boardrooms", The Straits Times,
agosto 15 de 1983.
31
The Economist, diciembre 25 de 1982, p. 87; "A Japanese Beat for the Mo-
town Sound", The Economist, enero 14 de 1984, pp. 61-62.
32
Peter Hazelhurst, "U.S. and Japan Still Battling Over Imports", The Straits
Times, Singapur, marzo 7 de 1984; véase también, "Japanese Trade: Barn-
yard Noises", The Economist, abril 7 de 1984, p. 73.
33
Deal and Kennedy, op. cit., p. 3
34
Geert Hofstede, "Cultural Dimensions in Management and Planning", Asia
Pacific Journal of Mahagement, vol. 1, núm. 2, enero de 1984, p. 82; tam-
bién véase a Geert Hofstede, Culture's Consequences: International Diffe-
rences in Work-Related Valúes (Beverly Hills: Sage Publicatáons, 1980).
35
Véase, por ejemplo, a Pehr G. Gyllenhammar, People at Work (Reading,
Mass.: Addison-Wesley Publishing Co., 1977); también véase a J. Richard
Hackman y Greg R. Oldham, Work Redesign (Reading, Mass.: Addison-
Wesley Publishing Co., 1980).
36
John McDonald, "How Social Responsibility Fits the Game of Business",
Fortune, febrero 11 de 1980, p. 206.'
37
Louis B. Fleming, "Profitability Edging Out Social Costs", Los Angeles Ti-
mes, enero 1 de 1983, parte 1, p. 1 ss.
38
Milton Friedman, Capitalism and Freedom (Chicago: University of Chicago
Press, 1963), p. 133.
39
Francis W. Steckmest, Corporate Performance: The Key to Public Trust
(Nueva York: McGraw-Hill Book Company, 1982), p. 2».
40
Ibíd., p. 4.
41
Véase a Keith Davis, William C. Frederick y Robert L. Blomstrom, Business
and Society, 4a. ed. (Nueva York: McGraw-Hill Book Company, 1980).
42
Véase, por ejemplo, a Archie B. Carroll, "A Three-Dimensional Conceptual
Model of Corporate Performance", Academy of Management Review, vol.
4, núm. 4,1979, pp. 497-505; S. Prakash Sethi, "A Conceptual Framework
for Environmental Analysis of Social Issues and Evalúation of Business
Response Patterns", Academy of Management Review, vol. 4, núm. 1,
1979, p. 63-74.
43
Ian Wilson, "What One Company Is Doing about Today's Demands on
Business", en George A. Steiner (ed.), Changing Business-Society Interre-
lationships (Los Angeles: Gradúate Scholl of Management, U.C.L.A.,
1975).
44
Véase, por ejemplo, a Terry W. McAdam, "How To Put Corporate Responsi-
bility into Practice", Business and Society Review/Innovation, vol. 6,
1973, pp. 8-16; R. Joseph Monsen, hijo, "The Meaning and Scope of Social
Responsibility", en Joseph McGuire (ed.), Contemporary Management-
Issues and Viewpoints (Englewood Cliffs, N.J.: Prentice-Hall, 1974), pp.
615-629.
45
Marianne Means, "Big Business... Manville Is Trying To Duck lts Share of
the Responsibility for the Asbestos Tragedy", Los Angeles Herald Exa-
miner, septiembre 15 de 1982, todas las páginas.
132 ADMINISTRACIÓN
46
Jeanne R. Lowe, "Race, Jobs, and Cities: What Business Can Do", Saturday
Review, enero 11 de 1969, como se reimprimió en Edwin M. Epstein y Da-
vid R. Hampton, Black Americans and White Business (Belmont, Calif.:
Dickenson Publishing Co., 1971), pp. 323-324.
47
Véase, por ejemplo, a Philip L. Cochran and Robert A. Wood, "Corporate So-
cial Responsibility and Financial Performance", Academy of Manage-
ment Journal, marzo de 1984, pp. 42-56; P. Arlow y M. J. Gannon, "Social
Responsiveness, Corporate Structure and Economic Performance", Aca-
demy of Management Review, abril de 1982, pp. 235-241.
48
Véase, especialmente, a Cochran y Wood, op. cit.
49
Claire Makin "Ranking Corporate Reputations", Fortune, enero 10 de 1983, pp.
34 ss.
50
Véase, por ejemplo, a Walter F. Abbott y R. Joseph Monsen, "On the Measure
ment of Corporate Social Responsibility: Self-Reported Disclosures as a
Method of Measuring Corporate Social Involvement", Academy of Manage-
ment Journal, voL 22, núm. 3, 1979, pp. 501-515; G. J. Alexander y R. A.
Bucholz, "Corporate Social Responsibility and Stock Market Performance",
Academy of Management Journal, vol. 21,1978, pp. 479-486; S. Vanee, "Are
Socially Responsible Corporations Good Investment Risks?" Management
Review, vol. 64, núm. 8, 1975, pp. 18-24; F. D. Sturdivant y J. L. Ginter,
"Corporate Social Responsiveness: Management Attitudes and Economic
Performance", California Management Review, voL 19, núm. 3, 1977, pp.
30-39; B. H. Spicer, "Investors, Corporate Social Performance, and Infor-
mation Disclosure: An Empirical Study", The Accounting Review, voL 53,
núm. 1,1978, pp. 94-111; M. Moskowitz, "Profiles in Corporate Responsibi-
lity", Business and Society Review, voL 13, 1975, pp. 29-42.
51
James E. Post, "The Challenge of Managing under Social Uncertainty", Bu-
siness Horizons, agosto de 1977, p. 57, citado por Keith Davis y WilUam C.
Frederick, Business and Society, 5a. ed. (Nueva York: McGraw-Hill Book
Company, 1984), pp. 44-45.
PLANEACIÓN
CAPITULO 4
MISIÓN Y OBJETIVOS
CAPÍTULO 5
ESTRATEGIA Y POLÍTICA
CAPÍTULO 6
TOMA DE DECISIONES
MISIÓN Y
OBJETIVOS
Es más fácil producir 10 volúmenes de obras fi-
losóficas que poner en práctica un principio.
— León Tolstoi
elaboraron una lista de lecturas y un plan para una sesión ulterior en que
Harrison pudiese comentar sus lecturas.
Dada la naturaleza de la función de personal, y el problema particular que
afrontaba Harrison, las metas no se prestaban a una medición cuantitativa como
habría sido posible en una operación de producción. No obstante, bajo la
dirección de Evans, Harrison preparó un plan bastante pormenorizado con
etapas específicas que debían terminarse al final de los seis meses. Evans quería
que Harrison contara con un criterio que le permitiera evaluar sus logros al final
del periodo.
Evans abordó en la reunión la cuestión de su relación durante el periodo
subsecuente. Dijo: "No quiero verificar tu avance semana tras semana. Ésos son
tus planes y tengo plena confianza en que pondrás todo tu empeño para
alcanzar las metas. Por otra parte, quiero que tengas absoluta libertad y
busques ayuda de quien lo desees. Hay aspectos en que creo que mi experiencia
puede serte de utilidad. Lo mejor será que nos reunamos con la frecuencia que te
parezca conveniente, no para que me digas cómo estás trabajando, sino para
discutir los problemas en que desees mi ayuda o alguna revisión importante de
tus planes".
Pregunta:
1. Suponga que han pasado seis meses y que Harrison y Evans vuelven a reunirse
para examinar el progreso en la obtención de las cinco metas fijadas por
Harrison. ¿Cuál es, a su juicio, el grado de avance de Harrison con el método
de establecimiento de objetivos que los dos están aplicando?
PLANEACION Y EFICACIA
Great Atlantic and El más grande detallista de alimentos en Apenas obtiene utilidades como un
Pacific Tea Estados Unidos: muy rentable detallista de alimentos en declinación
Company (A&P)
Illinois Central Compañía ferrocarrilera de tamaño Ahora llamada IC Industries; $1.5 mil
Railroad mediano del oeste medio millones en ventas con 30 compañías
que operan en campos como productos
de consumo, bienes raíces y transporte
Merril Lynch Una empresa de corretaje de acciones de La más importante empresa de corretaje
tamaño moderado de acciones que se ha diversificado al
comercio de bienes de consumo, manejo
del dinero, asesoría financiera, seguros
y bienes raíces.
FIGURA 4.1
Experiencia de 11 compañías durante la vida laboral de un ejecutivo. [Fuente: F. Clueck y Lawrence R. Jauch, Business Po-
licy and Strategic Management, 4a. ed. (Nueva York: McCraw-Hill Book Company, 1984), p. 2.]
144 ADMINISTRACIÓN
MISIÓN
La idea de que las organizaciones tienen una misión refleja la concepción de
que son algo más que simples estructuras técnicas y administrativas. Son
instituciones que poseen personalidad y una meta.4 Formular la misión de
una organización equivale a enunciar su principal razón de existir. Es identi-
ficar la función que cumple en la sociedad y, además, su carácter y filosofía
básicos.
Las siguientes formulaciones ofrecen ejemplos específicos y concretos
de los temas y objetivos fundamentales, o sea la misión, que distinguen a
dos corporaciones:
"Si enviamos lo mejor es porque amamos a la gente" es uno de los lemas más
comunes entre las empresas norteamericanas. ¿Qué significa esa frase? ¿En
qué negocio está Hallmark? ¿Cuál es su misión?
La estrategia de Hallmark ha consistido en diversificarse más allá de las
tarjetas. Sus clientes también compran ahora libros, velas, objetos para fies-
tas, artículos de peltre y de cristal, productos para baño, plumas y lápices fi-
nos, joyas. ¿Cómo encaja todo esto en la misión? ¿Cuál es el panorama gene-
ral?
Intervienen varios elementos fundamentales. La compañía cuenta con
talentos creativos, talentos para el procesamiento y habilidades de mercado-
tecnia, todo ello centrado en una imagen de calidad. Y tiene que propor-
cionar a sus 6000 distribuidores independientes varios artículos de precio bas-
tante altos para crear volumen e ingresos que superen a los que se obtendrían
MISIÓN Y OBJETIVOS 145
únicamente con las tarjetas. Así pues, los elementos que integran su mezcla
de productos están orientados al diseño y se venden principalmente a las mu-
jeres. La misión autodefinida de Hallmark: "El negocio de la expresión
social".
Cuando compró una compañía fabricante de joyas según especifica-
ciones del cliente, en el medio industrial se consideró tal decisión como "una
táctica astuta... para ampliar... las líneas que se vendían en sus locales tradi-
cionales. Las mujeres no saben si las joyas son de buena o mala calidad. Si no
pueden confiar en Hallmark, ¿en quién podrán confiar?" Con las joyas y
artículos relacionados con ellas los distribuidores pueden redondear sus in-
ventarios mediante los números productos de la mezcla de Hallmark. La ad-
quisición encaja perfectamente en la filosofía creativa, orientada al diseño y
de expresión social de Hallmark.
En forma cuidadosa y deliberada Hallmark creó una misión bien defini-
da y estrategias para cumplirla. Su misión es una formulación ideológica de
su imagen, de su carácter, de lo que la compañía busca y trata de alcanzar.
Ofrece una base a partir de la cual determinar el alcance de los productos,
5
mercados y tecnologías de su dominio.
El negocio de Hewlett-Packard se concentra en desarrollar productos de alta
calidad que hagan aportaciones tecnológicas especiales y que sean tan innova-
dores que los clientes estén dispuestos a pagar precios especiales. Los produc-
tos se limitan al área de pruebas y mediciones electrónicas y a otros campos
afines. Se concede gran importancia al servicio a clientes, antes y después de
la venta. La política financiera consiste en utilizar los fondos generados en la
empresa para financiar el desarrollo, evitar las deudas a largo plazo y recurrir
a las de corto plazo sólo cuando el crecimiento de las ventas rebase el rendi-
miento sobre el capital contable. Hewlett-Packard trata de atraer a emplea-
dos de gran talento y creativos, brindándoles la oportunidad de compartir el
éxito de ella por medio de sueldos altos, participación en las utilidades y pla-
nes de compra de acciones. Para aumentar la seguridad del trabajo se redu-
cen al mínimo las fluctuaciones en los programas de producción, se evitan
los productos destinados a clientes particulares y no se fabrican productos
exclusivamente para el gobierno. La política gerencial es practicar la "admi-
nistración por objetivos" y no la administración directiva; los objetivos de la
empresa dan unidad a los objetivos, y Hewlett-Packard deja a sus empleados
suficiente libertad para que los consigan en las formas en que lo juzguen más
adecuado para su área de responsabilidad. La compañía cumple con su res-
ponsabilidad social construyendo plantas y oficinas atractivas y en armonía
con la comunidad, ayudando a resolver problemas de la comunidad y apor-
tando dinero y tiempo en la realización de los proyectos comunitarios.6
Funciones de la misión
Pocas compañías tienen una Cuando no se tiene una idea clara de los valores ni del carácter básico (la mi-
idea clara de lo que es su sión) de una organización, los gerentes tienden a dejarse llevar por el opor-
misión y esa es una de las
principales causas de sus tunismo: la búsqueda de tratos y planes tentadores que exigen cualidades
peores errores... Los gerentes que no posee la empresa y que pueden llevar a desperdiciar recursos y a
no tienen un concepto de
aquello para lo cual la
otras consecuencias perjudiciales para los intereses de la organización.7
compañía es realmente buena
ni de aquello para lo que no Mallinckrodt Corporation, un próspero fabricante de productos químicos que
sirve. disponía de efectivo disponible, invirtió 1.5 millones de dólares en bonos cor-
— Peter Drucker
porativos de la Penn Central Transportation Company justo en el momento
en que esta compañía sufría la quiebra. Más tarde, el presidente de la
Mallinckrodt señalaba arrepentido: "Nuestra misión es hacer dinero con la
fabricación de nuestros productos, no arriesgar el dinero en la bolsa de valo-
MISIÓN Y OBJETIVOS 147
8
res". La oportunidad de ganar 1 o 2% más de interés con el efectivo dispo-
nible había sido seductora, y temporalmente se había olvidado la disciplina
que daba una idea clara de la misión de la empresa.
OBJETIVOS
"Los objetivos son los fines que trata de alcanzar la organización por medio
de su existencia y operaciones."9 Otro término con el cual se designan los
objetivos es el de metas. Es obvio que los objetivos han de especificar los fi-
nes o resultados que se derivan y concuerdan con la misión que la organiza-
ción se ha fijado. Los intentos de fijar objetivos siempre deberán guiarse
haciendo referencia a la misión que pretenden cumplir.
En el caso de Evans y Harrison, la misión del departamento de personal
estaba siendo reformulada, y esto se reflejaba en los cambios que introdujo
Harrison en sus dos listas de responsabilidades o metas. Evans quería que la
misión del departamento dejara de ser una especie de servicio de mensajería
para convertirse en una unidad deseosa de aportar sus conocimientos prácti-
cos a la organización.
La primera lista mostró los "servicios a la alta dirección" como la meta
número dos. Este rango vino a confirmar la sospecha de Evans de que aten-
der las solicitudes de los gerentes de alta dirección era, para Harrison, una
parte importante de su trabajo. Según hemos observado, Evans trató de
persuadir a Harrison de que su concepción de la función de personal era de-
masiado estrecha y de que tanto Harrison como sus subordinados podían
elaborar una definición más adecuada de la misión y objetivos básicos del
departamento.
Y Harrison respondió. Un cambio importante en la lista de las respon-
sabilidades del departamento fue la sustitución del objetivo original de
"servicio" por "valoración continua de las necesidades a corto y largo plazo
de la compañía". Esta meta contenía cuatro submetas específicas:
"exploración en el campo", "conocimiento general de los problemas de los
gerentes", "exploración de las ideas de los miembros del departamento" y
"conocimiento de las tendencias externas". Otro cambio importante y rela-
cionado con el anterior fue la adición del objetivo de prestar "ayuda profe-
sional a todos los niveles de la administración"; por ejemplo, "solución de
problemas", "planeación de estrategias", "estudios de investigación",
"programas y políticas eficaces de personal" y "administración eficiente de
los servicios". Otros cambios fueron el autodesarrollo y el desarrollo del
staff.
La experiencia de las compañías automotrices de Estados Unidos du-
rante los difíciles años de la década de 1970, cuando los precios de la gasoli-
na se dispararon, ofrece un ejemplo histórico de las corporaciones.
La red de objetivos
Objetivos múltiples
Una red de objetivos integrados deberá ser más fácil de lograr para los de-
partamentos y las organizaciones más grandes, si cada una persigue tan sólo
...describir la meta individual una sola meta básica. Pero la vida nunca parece ser tan sencilla. El departa-
y específica de una mento de personal de Harrison quiere evaluar las necesidades a largo plazo
organización equivale a decir
muy poco sobre ella...
de la compañía y brindar ayuda profesional a los gerentes en el momento
Resulta que hay varias metas actual. Por su parte, a la General Motors no sólo le interesa la participación
en cuestión, y poner todo el del mercado de automóviles de fabricación nacional, sino que también le in-
esfuerzo por alcanzar una de
ellas redundará casi siempre
teresan las ventas, utilidades, rentabilidad y otras metas relacionadas con la
en detrimento de otra. responsabilidad social y el desarrollo de sus empleados.
— Charles Perrow La existencia de metas múltiples significa que puede existir interrelación
entre ellas. En cierta medida, algunas coexisten en armonía; la obtención de
una es compatible con la consecución de otra e incluso, algunas veces, facili-
ta su obtención. Por ejemplo, se sabe que, cuanto mayor sea la participa-
ción en el mercado, más alta será la rentabilidad de una empresa o su rendi-
miento sobre la inversión.16 Una de las razones de ese resultado es que la
empresa que produce y vende más en determinado mercado puede distribuir
150 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 4.2
Parte de una red de objetivos,
Fijar el objetivo es como Un número considerable de investigaciones se han centrado en el posible ne-
identificar la Estrella Polar: se xo que hay entre objetivos o metas y la motivación y desempeño relaciona-
pone el compás en ella y
luego se usa como medio de
dos con el trabajo. Además de la evidente lógica de la idea, ya señalada, de
reorientarse cuando uno se que deben diseñarse los objetivos que cumplen la misión de una organización,
extravía. se supone que tener presente un objetivo ayuda a alcanzarlo. Se supone asi-
— Marshall E. Dimock
mismo que el hecho de tener una meta interesante y no demasiado fácil en cu-
yo establecimiento uno ha participado mejora la motivación y el desempeño.
Los estudios de investigación, en que se aplican experimentos de laboratorio e
investigaciones de campo con verdaderas organizaciones, han analizado estas
cuestiones y los resultados tienen consecuencias en el ejercicio de la admi-
nistración.19
Primero, al parecer tener metas produce un mejor desempeño que el no
tenerlas.20 También parece que la claridad o especificidad de las metas influye
en la motivación y el desempeño. En varios trabajos se ha comparado el
desempeño de personas que operan con metas específicas y los que lo hacen
con recomendaciones vagas como "pon tu mejor esfuerzo".21 Los resulta-
dos favorecen claramente el empleo de metas específicas.
Segundo, parece que, cuanto más difícil sea la meta, mejor será el de-
sempeño, con la importante condición de que aquélla se acepte.22 Si se supone
que otros factores permanecen iguales, como la capacidad, la meta difícil
parece que favorece más la motivación para dar un buen rendimiento que la
meta fácil.
Tercero, la participación en el establecimiento de metas no guarda un
nexo constante con los aumentos de la motivación o el desempeño.23 Aun-
que algunos piensan que la participación es muy útil en lo que Geert Hofste-
de (capítulo 3) identificó como sociedades con poca distancia del poder, dista
mucho de ser convincente la evidencia de que mejora la motivación y el
desempeño, incluso en esas sociedades. La superioridad de la participación
no se ha demostrado ni siquiera en los experimentos que intentan controlar
152 ADMINISTRACIÓN
Estudio de
Objetivos potenciales Estudio de Dent Estudio de Shetty
Inglaterra
Objetivos de rentabilidad: Maximizar la utilidad A A
neta en un corto periodo Maximizar la utilidad A A
A
neta en un largo periodo Maximizar los C
dividendos de los accionistas Alcanzar la
estabilidad financiera
B
FIGURA 4.3
Estudios de objetivos de empresas. [Fuente: William F. Glueck y Lawrence R. jauch, Business Policy and Strategic Manage-
ment, 4a. ed. (Nueva York: McCraw-Hill Book Company, 1984), p 77]
MISIÓN Y OBJETIVOS 153
FIGURA 4.4
[Fuente: Douglas McCregor,
The Human Side of Enterprise
(Nueva York: McCrav^Hill Book
Company, 1960), pp. 47-48;
con autorización.]
MISIÓN Y OBJETIVOS 155
Establecimiento de objetivos
FIGURA 4.5
El proceso de establecimiento de metas visto por autoridades de gran prestigio en el medio. (Fuente: Mark L. McConkie, "A
Clarification of the Goal Setting and Goal Appraisal Processes en MBO", Academy oí Management Review, vol. 4, no. 1,
1979 n 32.)
Número total de Porcentaje de
respuestas* autoridades en
acuerdo
* En esta tabla, el número total de respuestas en realidad representa el número total de autoridades en la materia que contestaron; por tan-
to, los porcentajes representan además el porcentaje de las que coinciden con las afirmaciones hechas.
156 ADMINISTRACIÓN
Bank of America
FIGURA 4.6
Objetivos tipo de un taller de-
dicado a la administración por
objetivos.
158 ADMINISTRACIÓN
Aplicación
lan que entre 30 y 60% de ellas cuentan con alguna modalidad de la admi-
nistración por objetivos.31
Eficacia
FIGURA 4.7
Beneficios de la administración por objetivos esperados y obtenidos según los resultados de una encuesta aplicada a 135
organizaciones. [Fuente: Robert C. Ford y otros, "Ten Questions about MBO", California Management Review, invierno de
1980, p. 92.)
Porcentaje Porcentaje
Beneficio
esperado* obtenido*
Mejoramiento de la comunicación y los gerentes en los objetivos y
responsabilidades de trabajos individuales Mejoramiento de criterios 88.9 41.9
objetivos para una evaluación más satisfactoria de los gerentes
Mejoramiento de la planeación de trabajos individuales Mejoramiento de 80.1 44.0
la planeación global Mejoramiento del desempeño de los empleados 76.7 34.0
Mayor participación en la toma de decisiones por parte de los 75.2 24.0
subordinados Aumento de la motivación Mejoramiento de la coordinación 64.1 16.0
entre varios departamentos de la organización, atribuible a descripciones 63.2 27.0
más claras de las funciones y responsabilidades de los departamentos 56.4 14.0
Mayor control sobre las actividades de los empleados Mejoramiento de la 54.7 18.0
administración del tiempo 54.3 26.0
52.6 12.0
FIGURA 4.8
Resumen de la literatura
dedicada a la eficacia de la
administración por objetivos
{Fuente: Jack N. Kondrasuk,
"Studies in MESO
Effectiveness", Academy oí
Management Review, vol. 6.
no. 3, 1981, p. 425.)
la satisfacción a corto plazo que a largo plazo, el sector público que el priva-
do y es más eficaz en las organizaciones sin contacto directo con el cliente.35
En una reseña cuidadosa de 185 estudios de la administración por objetivos
se observaron dos tendencias desconcertantes en torno a la investigación de
esa técnica.36 Primero, como se aprecia en la figura 4-8, métodos menos re-
finados, estudios de casos y encuestas muestran con mayor frecuencia que la
administración por objetivos es eficaz más que los diseños de investigación
más complejos, que los experimentos verdaderos y cuasiexperimentos. Segun-
do, los consultores-investigadores que reciben dinero por instalar esta técnica
tiende a considerarla eficaz más a menudo que los investigadores sin un inte-
rés personal en ella. En consecuencia, aunque hay razones para ensayarla y
tener esperanza en su utilidad, la evidencia de su eficacia no siempre resulta
congruente.
Cuestiones de implantación
Cultura corporativa
Habilidades gerenciales
Quizá muchas veces a los gerentes les falta el talento que se necesita para po-
ner en práctica esta técnica. A diferencia del señor Evans, algunas veces le
quitan la iniciativa a sus subordinados en el establecimiento de objetivos, no
transmiten la estructura de la misión y objetivos de su propia unidad y no
resuelven la cuestión de la misión de la unidad del subordinado y la
congruencia de los objetivos propuestas con ella. En ocasiones olvidan tam-
bién que la administración por objetivos se centra en los resultados y que
con ella se pretende dar al subordinado la libertad de elegir y aplicar méto-
dos de trabajo. En vez de dejar todo esto en manos de él, los gerentes se
entrometen. Por último, y también en esto en forma muy distinta a la acti-
tud del señor Evans, algunas veces influyen en la autoevaluación de los su-
balternos al poner de relieve sus evaluaciones, críticas y sugerencias perso-
nales.
Papeleo y cuantificación
Orientación individualista
FIGURA 4.9
La matriz (rejilla) de
objetivos. [Fuente: reimpreso
con autorización de Harvard
Business Rew'ew. Figura
tomada de "Management of
Objectives" de Douglas S.
Sherwin (mayo-junio de 1976).
Copyright © por el
presidente y becarios del
Harvard College. Todos los
derechos reservados.]
EVANS Y HARRISON
(continúa de la página 142)
PASO 4. AUTOEVALUACIÓN
Evaluación, 1 de septiembre
Limitaciones culturales
RESUMEN
CASO:
Una visita a las oficinas centrales que uno de los principales bancos
japoneses tiene en Estados Unidos ofrece algunas ideas muy interesan-
tes. Según lo previsto, los funcionarios de alto rango son ciudadanos ja-
poneses, los gerentes de nivel medio y otros empleados son norteameri-
canos (muchos eran de nacionalidad norteamericano—japonesa). Pero
en este caso el banco tenía dos vicepresidentes que eran estadouniden-
ses, contratados de otras instituciones bancarias...
En una entrevista con los vicepresidentes norteamericanos, les pregun-
té qué opinaban de trabajar para el banco japonés. "Nos tienen confianza,
nos permiten participar en las decisiones y nos pagan bien. Estamos con-
tentos." "Son ustedes muy afortunados", proseguí, "pero si hubiera algo
que pudieran cambiar, ¿qué sería eso?" La respuesta fue inmediata, lo cual
me reveló que era algo que les molestaba: "Estos japoneses simplemente
no entiende los objetivos y eso nos saca de quicio".
Después entrevisté al presidente del banco, un ciudadano japonés
que había sido asignado, con carácter temporal, de las oficinas de Tokio
para dirigir la operación en Estados Unidos, y le pedí su opinión respecto
a los dos vicepresidentes norteamericanos. "Están trabajando duro, son
leales y profesionales. Pienso que están realizando una magnífica labor",
fue la respuesta. Cuando le pregunté si había alguna cosa que le gustaría
cambiar en ellos, me contestó: "Estos norteamericanos simplemente no
parecen ser capaces de entender los objetivos".
Dado que ambas partes se acusaban mutuamente de incapacidad de
comprender los objetivos, era necesario realizar más entrevistas y acia-
170 ADMINISTRACIÓN
Preguntas:
1. Explique la diferencia entre los conceptos norteamericanos y japone
ses sobre los objetivos que se mencionan en este caso, sirviéndose pa
ra ello de la exposición referente a la misión y los objetivos hechos en
el presente capítulo.
2. Consulte la explicación de los factores socioculturales dada en el
capítulo 3, y también la figura 3-3. ¿Qué diferencias culturales, en térmi
nos de los cuatro aspectos de, la cultura medidos por Hofstede, podrían
explicar los conceptos tan distintos de los norteamericanos y japoneses
respecto a los objetivos en el caso citado?
NOTAS
1
Véase, por ejemplo, a Paul Solman and Thomas Friedman, Life and Death
on the Corporate BattlefielcL How Companies Win, Lose, Survive (Nueva
York: Simon and Schuster, 1982).
2
S. S. Thune y R. J. House, "Where Long-Range Planning Pays Off', Business
Horizons, vol. 13, núm. 4,1970, pp. 81-87; véase también a David M. He-
rold, "Long-Range Planning and Organizational Performance: A Cross-
Validation Study", Academy of Management Journal, marzo de 1972, pp.
91-102; Alan C. Filey, Robert J. House y Steven Kerr, Managerial Process
and Organizational Behavior (Glenview, 111.: Scott, Foresman and Co.,
1976), pp. 454-457. D. W. Karger, "Integrated Formal Long-Range Plan-
ning and How To Do It", Long-Range Planning, vol. 6, núm. 4,1973, pp.
31-34; para resultados similares en un estudio de grandes bancos, véase a
D. Robley Wood, hijo, y R. Lawrence La Forge, "The Impact of
Comprehensive Planning on Financial Performance", Academy of Mana-
172 ADMINISTRACIÓN
19
John M. Ivancevich y J. Timothy McMahon, "The Effects of Goal Setting,
External Feedback, and Self-Generated Feedback on Outcome
Variables", Academy of Management Journal, junio de 1982, pp. 359-372.
20
J. F. Bryan y E. A. Locke, "Goal Setting as a Means of Increasing Motiva-
tion", Journal of Applied Psychology, vol. 51, 1967, pp. 274-277; E. A.
Locke, "Toward a Theory of Task Motivation and Incentives", Organiza-
tional Behavior and Human Performance, vol. 3, núm. 2, 1968, pp. 157-
189; Gary D. Latham y Sydney B. Kinne III, "Improving Job Performance
through Training in Goal Setting", Journal of Applied Psychology, vol
59, núm. 2, 1974, pp. 187-191; G. P. Latham y G. A. Yukl, "A Review of
Research on the Application of Goal Setting in Organizations" Academy
of Management Journal, vol. 18, 1975, pp. 824-845; R. M. Steers y L. W.
Porter, "The Role of Task-Goal Attributes in Employee Performance",
Psychological Bulletin, vol. 81, 1974, pp. 434-452.
21
W. E. Blumenfeld y T. E. Leidy, "Effectiveness of Goal Setting as a Manage-
ment Device: Research Note", Psychological Reports, vol, 24, 1969, p.
752; W. W. Ronan, G. P. Latham y S. B. Kinne, "Effects of Goal Setting
and Supervision on Worker Behavior in an Industrial Situation", Journal
of Applied Psychology, vol. 58, 1973, pp. 302-307; K. N. Wexley y W. F.
Nemeroff, "Effects of Positive Reinforcement and Goal Setting as
Methods of Management Development", Journal of Applied Psychology,
vol. 60, 1974, pp. 446-450.
22
Véase, por ejemplo, a G. P. Latham, T. P. Steele y L. M. Saari, "The Effects
of Participation and Goal Difficulty on Performance", Personnel Psycho-
logy, vol. 35,1982, pp. 677-689; G. P. Latham y H. A. Marshall, "The Ef-
fects of Self-Set, Participatively Set, and Assigned Goals on the Perfor-
mance of Government Employees", Personnel Psychology, vol. 35,1982,
pp. 399-404; G. P. Latham y L. M. Saari, "The Effects of Holding Goal
Difficulty Constant on Assigned and Participatively Set Goals", Acade-
my of Management Journal, vol, 22,1979, pp. 163,168; Edwin A. Locke,
"The Ubiquity of the Technique of Goal Setting in Theories of and Appro-
aches to Employee Motivation", Academy of Management Review, julio
de 1978, pp. 594-601; A. C. Stedry y E. Kay, "The Effects of Goal Diffi-
culty on Performance", Behavioral Science, vol. 11,1966, pp. 459-470; A.
Zander y T. Newcomb, hijo, "Group Levies of Aspiration in United Fund
Campaigns", Journal of Personality and Social Psychology, vol. 6, 1967,
pp. 157-162; Blumenfeld y Leidy, op. cit.
23
Gary P. Latham y Timothy P. Steele, "The Motivational Effects of Partici-
pation Versus Goal Setting on Performance", Academy of Management
Journal, septiembre de 1983, pp. 406-417; y Latham y Marshall, op. cit.
24
Latham y Saari, op. cit.; Dennis L. Dossett, Gary P. Latham y Terence R.
Mitchell, "Effects of Assigned versus Participatively Set Goals,
Knowledge of Results, and Individual Differences on Employee Behavior
When Goal Difficulty Is Held Constant", Journal of Applied Psychology,
junio de 1979, pp. 291-298.
25
R. M. Steers, Task Goals, Individual Need Strengths, and Supervisory Per-
formance, Disertación doctoral inédita, Graduate School of Administra-
tion, University of California, Irvine, 1973.
26
Véase a V. H. Vroom, Some Personality Determinants of the Effects of Parti-
cipation (Englewood Cliffs, N. J.: Prentice-Hall Inc., 1960); para datos
174 ADMINISTRACIÓN
42
Froissart, D. "The Day Our President and MBO Collided", European Busi-
ness, otoño de 1971, pp. 70-79, citado por Geert Hofstede, "Cultural Di-
mensions in Management and Planning", Asia Pacific Management Jour-
nal, enero de 1984, p. 90.
43
Hofstede, op. cit., p. 92.
44
William Ouchi, Theory Z (Reading, Mass.: Addison-Wesley Publishing Co.,
1981), pp. 39-41.
ESTRATEGIA Y
POLÍTICA
Cuando no se puede conseguir la
superioridad absoluta, hay que producir una
superioridad relativa en el momento decisivo,
aprovechando al máximo aquello con que se
cuenta. —
Carl von Clausewitz
Richard L. Gelb
(Anne Day)
PODER GRIS
FIGURA 5-1
Bristol-Myers: se gasta más
en investigación y aun asi se
va rezagando cada vez más.
(Fuente: "Bristol-Myers Bucks
the Odds in Search of a
Blockbuster Drug", Business
Week, October 29, 1984, p.
136.)
CAMBIO DE IMAGEN
EL CONCEPTO DE ESTRATEGIA
Las estrategias deben En el capítulo cuatro se dio una definición y ejemplos de dos conceptos que
subordinarse a los objetivos.
Es decir, son adecuadas en la
se centran en los fines de las organizaciones: misión y objetivos. En este
medida en que contribuyen a capítulo se estudiarán dos conceptos que se centran en los medios con que
alcanzar los objetivos. las empresas alcanzan sus fines: estrategia y política. Comenzaremos con la
—J. Scott Armstrong
estrategia.
"La estrategia", señala un importante libro sobre el tema, "es un plan
unitario, general e integrado que relaciona las ventajas estratégicas de la fir-
ma con los retos del ambiente y que tiene por objeto garantizar que los ob-
jetivos básicos de la empresa se consigan mediante la realización apropiada
por parte de la organización".l Así pues, la estrategia es el tipo fundamen-
tal de planeación de "medios" que incluye la identificación y organización
de las fuerzas de una empresa para posicionarla con éxito en su ambiente.
Si recordamos lo que se dijo en el capítulo 3 sobre la organización y su
ambiente, la figura 5-2 ayudará a mostrar lo que debe realizar una estrategia.
Las instituciones y los grupos de interés interactúan con la organiza-
ción. Cada una trata de mantener un "equilibrio adecuado de intercambio"
en términos de lo que da a la organización y de lo que recibe de ella. Por su
parte, la organización, guiada por su misión y objetivos, trata de conservar
su propia versión de un equilibrio adecuado de intercambio.
Una función primordial de la estrategia o planeación estratégica consis-
te en encontrar la manera de alcanzar ese equilibrio favorable del intercam-
bio para la organización en sus múltiples relaciones con el exterior. Así,
Bristol-Myers debe conservar un patrón de crecimiento de utilidades lo bas-
tante atractivo para sus accionistas actuales y futuros para lograr que invier-
184 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 5.2.
Una organización y su
ambiente
Análisis y diagnóstico
La teoría de la planeación La Shell Oil Company se sirve del acrónimo SWOT para designar los ele-
estratégica corporativa, que mentos incluidos en la fase de planeación estratégica correspondiente al
goza cié amplia aceptación, es
sencilla: la alta dirección se
análisis y al diagnóstico; esas siglas significan en inglés: fuerzas, debilida-
sirve de un horizonte des, oportunidades y peligros(riesgos). Según se advierte en la figura 5-3, se
temporal de varios años y de incluyen en ella los mismos elementos aunque en orden diferente. La figura
esa manera revalora su
estrategia actual buscando las
también indica que es el ambiente el que se analiza en busca de amenazas y
oportunidades y detectando oportunidades y la organización la que se diagnostica para descubrir sus
las amenazas del ambiente y fuerzas y debilidades.
analizando los recursos de la
compañía para descubrir sus
fuerzas y debilidades.
— Richard F. Vancil, Análisis ambiental
Peter Lorange
Durante muchos años la compañía Disney aplicó con éxito financiero una
estrategia consistente en producir películas destinadas primordialmente a
públicos formados por personas de 5 a 13 años de edad y en operar parques
de diversiones con "temas"; por ejemplo, Disneylandia. Ocurrieron cambios
que empezaron a poner en peligro ambas fuentes de ingresos. Un cambio en
la población redujo el número del público formado por las personas de esa
edad que asistían al cine. La competencia instaló parques de diversiones en
Valley Fair (Minneapolis), Libertyland (Memphis) y Great Adventure (New Jer-
sey), de modo que prácticamente todas las grandes ciudades tenían ahora ac-
188 ADMINISTRACIÓN
ESTRATEGIA Y POLÍTICA 189
ceso por lo menos a un parque de ese tipo. Todo parece indicar que este mer-
cado norteamericano está acercándose al punto de saturación.
Walt Disney Productions no se dio cuenta a tiempo de las consecuencias
que tales cambios podrían tener en su estrategia tan eficaz y aparentemente
muy estable. Sin embargo, con el tiempo los gerentes de alta dirección de-
sarrollaron planes para hacer frente a la situación. En las películas la respues-
ta consistió al inicio lanzando una película de aventuras espaciales llamada
The Black Hole. Esta película y otras subsecuentes, Splash entre ellas estaban
destinadas a públicos de mayor edad del que tradicionalmente veía las produc-
ciones de Walt Disney y estaban clasificadas para adolescentes y adultos y no
como buenas para toda la familia. En sus parques de diversiones, la compañía
instaló una Disneylandia en las afueras de Tokio y actualmente planea construir
otra en Europa. En Florida inauguró el Epcot Center (Environmental Prototype
Community of Tomorrow) con un costo de mil millones de dólares. Se trata de
una combinación de museo espacial y parque de diversiones. La compañía
confia que el centro también atraiga públicos de mayor edad."
Diagnóstico organizacional
Al mismo tiempo que la compañía Disney u otra cualquiera estudia su am-
biente en busca de amenazas y oportunidades, necesita diagnosticar las
fuerzas y debilidades que repercutirán profundamente en sus planes para
afrontar el ambiente. En cuanto a sus fuerzas, recordemos que Walt Disney
Productions obtuvo una línea de crédito por mil millones y medio de dóla-
res y que adquirió Arvida, una empresa urbanizadora y constructora de lu-
gares de recreo en Florida y en California.l0
Pero también tiene varias debilidades. Se le ha acusado de "estar fuera
de sintonía con el resto de la industria fílmica desde hace años"." Dado
que las películas más tradicionales de la compañía se han producido en sus
estudios, es posible que los empleados carezcan de los conocimientos prácti-
cos para realizar un tipo de films distintos a los que se producen hoy en la
compañía. Disneylandia sufrió huelgas durante 1984 que reflejaron un gran
descontento entre los empleados.
Decisión (elección)
En el capítulo 6 se estudia la toma de decisiones tal como se aplica a la admi-
nistración en general. En la presente sección examinaremos de manera más
190 ADMINISTRACIÓN
Diferenciación
FIGURA 5.4
Tipología de las estrategias
genéricas, propuesta por
Porter. (Fuente: Donald C.
Hambrick, "High Profit
Strategies in Mature Capital
Coods Industries: A
Contingency Approach",
Academy of Management
journal, December, 1983, p.
689.)
ESTRATEGIA Y POLÍTICA 191
Michael E. Porter.
(Richard A. Chase,
Boston, MA.)
Liderazgo en costos
Enfoque
Lo que importa no es las En 1957 Harry Volk aceptó la oferta de asumir la presidencia de Union Bank,
pérdidas por concepto de un banco pequeño y con una sola sede en Los Angeles. Al analizar la in-
préstamos, sino la causa de dustria bancaria desde esa posición tan ventajosa, podía observar una vigoro-
ellas. — Harry Volk
sa competencia por crear más sucursales al detalle u orientadas al cliente.
Bank of America tenía 600 de ellas (hoy más de mil) y otros bancos de Califor-
nia tenían más de 100 sucursales.
En lugar de entrar en la competencia por establecer sucursales destinadas a
los consumidores, Volk decidió que Union Bank cultivaría una estrategia diferen-
te. Descubrió que ningún banco estaba concentrándose exclusivamente en los
negocios, en especial en los préstamos bastante riesgosos a empresas. Llegó a la
conclusión de que cobrando tasas de interés superiores a las normales, podría te-
ner pérdidas mayores que las normales y aun así obtener ganancias muy buenas.
En consecuencia, Union Bank implantó la estrategia de convertirse en un
banco orientado a los negocios o un banco mayorista. Para lograrlo creó un gru-
po de oficinas llamadas oficinas centrales regionales. Trabajó duro para enseñar a
su personal a evaluar varias empresas de negocios y el desarrollo de bienes
raíces. Autorizó a sus gerentes regionales a conceder préstamos hasta de $1
millón de dólares sin consultar a nadie y hasta $3 millones con una simple llama-
da a las oficinas centrales de la corporación. Se necesitaba este enfoque agresivo
y creativo en la banca, puesto que, como Volk había dicho a menudo, "Bank of
America hace más negocios por accidente de los que nosotros conseguimos con
nuestra planeación".
En todo caso, Union Bank aplicó su estrategia de servicios bancarios pa-
ra los negocios durante algunos años y en 1975 ya contaba con 23 sucursales
y por sus activos ocupaba el vigésimo segundo lugar entre los pricipales ban-
cos del país. Tuvo algunos años muy malos cuando su gran cartera de présta-
mos sobre bienes raíces sufrió las consecuencias negativas del deterioro de
este mercado, pero en general ha sido uno de los bancos más prósperos.14
ESTRATEGIA Y POLÍTICA 193
Raymond L. Miles.
(University of California,
Berkeley.)
194 ADMINISTRACIÓN
Charles C.
Snow. (Penn State
University.)
FIGURA 5.5
El ciclo adaptativo. [Fuente:
Raymond E. Miles y Charles
C. Snow, Organizational
Strategy, Structure, and
Process (Nueva York:
MacCraw-Hill, 1978), p. 24.]
FIGURA 5.6
La matriz del Boston
Consulting Group.
Bruce D. Henderson.
(Vanderbilt University.)
198 ADMINISTRACIÓN
Estrellas
Interrogantes
Perros
Los "perros" ocupan la porción inferior derecha del cuadrante o, como al-
gunas veces se llama, la perrera. El perro tiene poca participación en el mer-
cado y, por lo mismo, genera menos efectivo del que necesita para sobrevi-
vir. Puesto que también se halla en un mercado de escaso crecimiento, no es
candidato atractivo para invertir en él.
El primer paso en la administración del portafolio o cartera de los pro-
ductos o negocios consiste en identificar las estrellas, las vacas productoras
de efectivo, los interrogantes y los perros.21 El segundo es tomar decisiones
respecto a la asignación de inversión a cada uno. Las ideas habituales son
asignar a las estrellas todo el efectivo que necesitan para crecer, "ordeñar"
el efectivo de las vacas y destinarlo a otros productos con mayores necesida-
des y perspectivas, dejar morir de inanición a los perros y analizar y decidir
cuánto efectivo se asignará a los interrogantes.
La recomendación del Boston Consulting Group se basa en el ciclo de
vida por el que pasan los productos de mayor éxito. Nacen como interro-
gantes, se convierten luego en estrellas y más tarde, cuando el mercado se
satura, llegan a ser vacas productoras de efectivo y al final perros.
Podemos ilustrar las celdillas de la matriz con lo que puede considerarse
como cuatro unidades estratégicas de los negocios de una corporación en
ESTRATEGIA Y POLÍTICA 199
Implantación y evaluación
FIGURA 5.7
Flujos de efectivo dentro de
la matriz del Boston
Consulting Group. (Fuente:
Donald C. Hambrick, lan C.
MacMillan y Diana L. Day,
"Strategic Atributes and
Performance in the BCC
Matrix-A PIMS-based Analysis
of Industrial Product
Businesses", Academy of
Management Journal,
September 1982, p. 528.
ESTRATEGIA Y POLÍTICA 201
ciales tendientes a realizar la misión; por ello podemos afirmar que en el resto
del libro veremos cómo implantar y evaluar la estrategia. La organización y la
dirección no tienen otra finalidad que la de poner en práctica la estrategia. Y
el objetivo único del control es, a fin de cuentas, evaluar la estrategia y su rea-
lización.
Por otra parte, es posible evaluar una estrategia propuesta antes de
implantarla, y la evaluación se efectúa a la luz de criterios como los siguientes:
Congruencia
Adecuación
Factibilidad
POLÍTICA
Las políticas son pautas para la toma de decisiones. La política contiene un
objetivo y guía a gerentes y empleados a su obtención en situaciones que exi-
ESTRATEGIA Y POLÍTICA 203
Política expresa
FIGURA 5.8
Las políticas guían la toma de
decisiones
204 ADMINISTRACIÓN
1. Exactitud y veracidad. Best Foods observa la política de que todas sus comu-
nicaciones sean sencillas y exactas, no engañosas ni erróneas.
Sus comunicaciones tienen por objeto que el consumidor pueda hacer
juicios de compra que se basen en una presentación honesta. Todas las afir-
maciones de la comunicación han de fundarse en información apropiada
acerca de las características del producto, ventajas, uso, contenidos y valores
nutritivos.
Las afirmaciones y comparaciones en las comunicaciones de Best Foods
presentarán el producto en su empleo normal no en el anormal, sin exagera-
ción ni adulteración estética.27
2. Nuestra compañía [una compañía petrolera] tiene la política de eliminar los
desperdicios por agua y aire en una forma que a) no perjudique la salud, se-
guridad o propiedad de los empleados ni de los vecinos; b) no origine proble-
mas de contaminación excesivos o innecesarios en la comunidad circundante;
c) no entorpecerá el uso razonable y necesario de las aguas públicas.28
Política implícita
PROCEDIMIENTOS Y REGLAS
Mientras que las políticas limitan la discreción y si coartan y dirigen la deci-
sión , los procedimientos y reglas casi eliminan la decisión y en algunas oca-
siones lo hacen.
Procedimientos
Del mismo modo que la política constituye una guía para pensar y decidir,
el procedimiento es una guía para actuar. Los procedimientos son métodos
208 ADMINISTRACIÓN
Reglas
Aunque una regla puede ser una orden autoritaria de pasos a seguir (en
otras palabras, un procedimiento), también puede ser una simple prohibi-
ción formulada de una acción o exigencia que deben cumplirse. "No
fumar" y "Se requiere casco en esta área" son ejemplos de ello. Y también
lo son las declaraciones incluidas en la figura 5-9, una versión satírica y anó-
nima del memorándum de una compañía.
La figura 5-9 también contiene la idea tan generalizada de que los términos
gerenciales, en este caso política, procedimiento, regla se utilizarán en formas
diversas e incongruentes. Lo que el memorándum designa como políticas se
FIGURA 5.9
Memorándum.
TODO EL PERSONAL
A: ——————————
ASUNTO: AUSENTISMO
Nos hemos visto obligados a revisar algunas de nuestras políticas a causa del constante ausentismo del
personal. Los siguientes cambios entran en vigor a partir de hoy:
MUERTE: (DE UN PARIENTE O SER QUERIDO)... No es una excusa. Nada puede hacer por
el difunto, y estamos seguros de que otra persona en una posición de más bajo
nivel puede encargarse de los arreglos. Pero si el funeral puede celebrarse por la
tarde, le permitiremos salir una hora antes, a condición de que su trabajo esté lo
suficientemente adelantado como para que todo marche normalmente en su
ausencia.
PERMISO DE FALTAR: (POR UNA OPERACIÓN)... Ya se ha eliminado esta práctica. Deseamos desalentar la
idea de que necesita usted una operación, pues pensamos que, mientras trabaje con
nosotros, no podrá prescindir de ninguno de sus miembros u órganos. Lo
contratamos en su integridad física y, si le extirpan algún órgano, nos parece que no
está cumpliendo su parte del trato.
MUERTE: (DEL EMPLEADO)... Se aceptará como excusa pero nos gustaría que nos avisará
con dos semanas de anticipación; creemos que, antes de abandonarnos, tiene la
obligación de enseñarle a otro empleado su trabajo.
parecen más a lo que acabamos de llamar reglas. No son las distinciones pe-
dantes lo que tiene importancia. Lo realmente importante es el establecimien-
to de un conjunto de información que oriente las decisiones y la acción, tanto
explícita como implícita, y que sin importar su nombre ayude a los empleados
a observar un comportamiento que contribuya al logro de la misión de la or-
ganización, de sus objetivos y sus estrategias.
RESUMEN
13. ¿Cuáles son los nombres que se emplean para identificar las unidades
estratégicas del negocio o productos en cada cuadrante o celdilla de la
matriz del Boston Consulting Group?
14. ¿Cuál es el "ciclo de vida" típico de un producto exitoso?
15. ¿Qué resultados de la investigación describen las tendencias generado
ras de efectivo de los ocupantes de cada uno de los cuadrantes de la
matriz del Boston Consulting Group?
16. ¿Cuáles son las tres categorías de criterios y cuáles son algunos de los
criterios específicos de cada una para evaluar la estrategia?
17. ¿Qué son las políticas?
18. ¿Por qué algunas políticas son implícitas más que explícitas?
19. ¿Por qué en ocasiones una política explícita choca con una política
implícita?
20. ¿Qué son los procedimientos?
21. ¿Qué son las reglas?
CASO
Una y otra vez durante los últimos 20 años, J. Hugh Liedtke, presidente y
director general de Pennzoil Company, recibió las mismas malas noticias
por parte de analistas, consultores y expertos de la industria: el principal
negocio de la empresa, el aceite lubricante, estaba confinado en una in-
dustria sin crecimiento. Sin embargo, Liedtke veía las cosas en forma dife-
rente. Para él, el negocio era la vaca generadora de efectivo que le
permitiría a la empresa formarse una cartera gigantesca de recursos natu-
rales. Por ello, pidió una participación aún mayor de lo que era, en reali-
dad, un mercado maduro que aportaba mil millones de dólares anuales.
En 1982, vendió 130 millones de galones de petróleo de la Lub-Oil, 550%
más que en 1962. Pero incluso con esta parte más grande de su participa-
ción en el mercado, en casi todos esos años extrajo mucho dinero del ne-
gocio invirtiendo grandes sumas en la exploración petrolera y minera en
busca de metales y minerales. También esos negocios crecieron con rapi-
dez, y el extraordinario éxito de Pennzoil le conquistó a Liedtke una repu-
tación de excelente previsor.
Pero hoy su reputación ha ido deteriorándose: simplemente porque
se aferra a su estrategia a largo plazo e invierte más y más en los recursos
naturales; por ejemplo, este año se ha concentrado en una mina de plata
y oro. "Estamos convencidos", afirma, "de que a la larga muchos de es-
tos minerales escasearán en Estados Unidos". Y esa escasez, señala, re-
dundará en enormes beneficios económicos para la Pennzoil Company.
212 ADMINISTRACIÓN
Pero hay dos grandes interrogantes: ¿cuánto tiempo habrá que espe-
rar y puede la empresa darse el lujo de invertir tanto? La abundancia
mundial de los recursos naturales en que Liedtke está apostando podría
durar muchos años. Mientras tanto, los ingresos y utilidades de la empre-
sa en 1982 disminuyeron en 15%, a $2.3 mil millones de dólares y $188.7
millones; 20% de sus ventas posibles de gasolina natural decayeron; la
producción de petróleo mermó casi 40% respecto a la de 1979; y las ope-
raciones mineras están trabajando a menos de la mitad de su capacidad.
Además, la deuda a largo plazo de la compañía de Houston fue al final
del año de $1.1 mil millones de dólares, es decir, 48% de capital, una
cifra alta aun tratándose de una compañía petrolera.
Preguntas
NOTAS
1
William F. Glueck y Lawrence R. Jauch, Business Policy and Strategic Mana-
gement, 4a. ed. (Nueva York: McGraw-Hill Book Company, 1984), p. 8.
2
R. M. Fulmer y L. W. Rue, The Practice and Profitability of Long-Range Plan-
ning (Oxford, Ohio: The Planning Executives Institute, 1973).
3
Véase, por ejemplo, a Richard F. Vancil y Peter Lorange, "Strategic Planning
in Diversified Companies", Harvard Business Review, enero-febrero de
1975, pp. 81-90; R. Hal Mason, "Developing a Planning Organization",
Business Horizons, agosto de 1969, pp. 61-69; Erwin von Allman, "Set-
ting Up Corporate Planning", en Bernard Taylor and Kevin Hawkins
(eds.), A Handbook of Strategic Planning (London: Longmans, 1972), pp.
34-47.
4
"The New Planning: Switching Entrepreneurial Spirit from the CEO to
Middle Management", Business Week, diciembre 18 de 1978, pp. 62 ss.
5
Glueck y Jauch, op. cit., p. 5.
ESTRATEGIA Y POLÍTICA 217
6
Ibíd.
7
Ibíd. p. 216. Adaptado de "Federated's Push to Improve Profitability", Busi-
ness Week, julio 16 de 1981, pp. 44-46.
8
Véase, por ejemplo, a K. R. Andrews, The Concept of Corporate Strategy
(Homewood, 111.: Dow Jones-Irwin, 1971); H. Igor Ansoff, Corporate Stra-
tegy (Nueva York: McGraw-Hill Book Company, 1965); H. Igor Ansoff,
Business Strategy (Nueva York: Penguin Books, 1969), Dan E. Schendel
y Charles W. Hofer, Strategic Management (Boston: Little, Brown and
Company, 1979); Kenneth J. Albert, The Strategic Management Hand-
book (Nueva York: McGraw-Hill Book Company, 1983).
9
"Can Disney Still Grow on Its Founder's Dreams?" Business Week, julio
31,1978, pp. 58ss.; Earl C. Gottschalk, hijo, "Less Mickey Mouse: Disney
to Shift Target of Some Parks, Movies to Teen-Agers, Adults", Wall Street
Journal, enero 26 de 1979, pp. 1 ss.; "Walt Disney Grows Up", The Eco-
nomist, julio 23 de 1983, pp. 86 ss.; "Problema in Walt Disney's Magic
Kingdom", Business Week, marzo 12 de 1984, pp. 56-58.
10
"Walt Disney: New Theme", The Economist, mayo 26 de 1984, pp. 73-74;
"Walt Disney: Someone Wicked This Way Comes?" The Economist, abril
7 de 1984, p. 72.
11
"Walt Disney Grows Up", op. cit., p. 83.
12
Michael E. Porter, Competitive Strategy (Nueva York: The Free Press,
1980).
13
"Texas Instruments Shows U.S. Business How To Survive in the 1980s",
Business Week, septiembre 18 de 1978, pp. 78 ss.; también "The Great
Digital Watch ShakeOut", Business Week, septiembre 18 de 1978, pp. 78 ss.
14
Eleanore Carruth, "The Growth-Producing Fission at Unionamerica", Fortu-
ne, marzo de 1974, p. 125; "Union Bank Repairs Its Real Estate Wrecka-
ge, Business Week, agosto 25 de 1975, pp. 60-61.
15
Donald C. Hambrick, "High Profit Strategies in Mature Capital Goods In-
dustries: A Contingency Approach", Academy of Management Journal, di-
ciembre de 1983, pp. 687-707.
16
Otros datos que apoyan esto se encuentran en Gregory G. Dess y Peter S.
Davis, " Porter's (1980) Generic Strategies as Determinants of Strategic
Group Membership and Organizational Performance", Academy of Ma-
nagement Journal, septiembre de 1984, pp. 467-488.
17
Raymond E. Miles y Charles C. Snow, Organizational Strategy, Structure.
and Process (Nueva York: McGraw-Hill Book Company, 1978).
18
Ibid., p. 29.
19
Donald C. Hambrick, "Some Tests of the Effectiveness and Functional
Attributes of Miles and Snow's Strategic Types", Academy of Manage-
ment Journal, marzo de 1983, pp. 5-26.
20
Algunos ejemplos se dan en Thomas J. McNichols, Executive Policy and
Strategic Planning, 2a. ed. (Nueva York: McGraw-Hill Book Company,
1983), pp. 123-146.
21
Véase a Bruce D. Henderson, Henderson on Corporate Strategy (Cambridge,
Mass.: :Abt Books, 1979).
218 ADMINISTRACIÓN
22
Donald C. Hambrick, Ian C. MacMillan y Diana L. Day, "Strategic Attribu-
tes and Performance in the BCG Matrix-A PIMS-Based Analysis of In-
dustrial Product Businesses", Academy of Management Journal, sep-
tiembre de 1982, pp. 510-531.
23
Anil K. Gupta y V. Govindarajan, "Business Unit Strategy, Managerial
Characteristics and Business Unit Effectiveness at Strategy Implemen-
tation", Academy of Management Journal, marzo de 1984, pp. 24-41; más
datos sobre los atributos "estratégicos" y la rentabilidad de las empresas
se dan en Ian C. MacMillan, Donald C. Hambrick, y Diana L. Day, "The
Product Portfolio and Profitability—a PIMS-Based Analysis of
Industrial-Product Businesses", Academy of Management Journal, di-
ciembre de 1982, pp. 733-755.
24
Glueck and Jauch, op. cit., pp. 400-402 véase también a Seymour Tilles,
"How to Evaluate Corporate Strategy", Harvard Business Review, vol.
41, núm. 1963, pp. 47-61.
25
Cases and Materials on Constitutional Law, 9a. ed., 1978 Suplement (Mineola, N.
Y.: The Foundation Press, Incorporated, 1978), pp. 141-142. Usado con
autorización.
26
University of California Regents v. Bakke, 98 S.Ct. 2733, 57 L. Ed. 2d 750 (1978).
27
Extracto de Best Foods Division, CPC International Incorporated, Englewood
Cliffs, N. J., septiembre de 1976.
28
Vernor M. Buehler y Y. K. Shetty, "Managing Corporate Social Responsibi-
lity", Management Review, agosto de 1975 (Nueva York: AMACOM, una
división de la American Management Associations, 1975), p. 6.
29
Staff Personnel Policy, Sections 211.9-211.10, University of California, San
Diego, abril 1 de 1979.
30
Joseph Bensman y Israel Gerver, "Crime and Punishment in the Factory: The
Function of Deviancy in Maintaining the Social System", American So-
ciological Review, vol 28, núm. 4, agosto de 1963, pp. 588-598.
TOMA DE
DECISIONES
...al hombre no lo vemos como un pez de
sangre fría, sino como un mamífero de sangre
caliente; no como un sensato calculador
siempre listo para encontrar la mejor solución,
pero un renuente tomador de decisiones. Lo
agobian los conflictos, dudas y preocupaciones,
lucha con deseos incongruentes, con las
antipatías y la fidelidad y busca el alivio; lo
agobian también la posposición,
la racionalización o negación de la
responsabilidad por sus propias decisiones.
— Irving Janis y Leon Mann
Pregunta
PROBLEMAS
Otro nombre que se da a la toma de decisiones es solución de problemas. En
efecto, el factor que activa el proceso de la toma de decisiones gerenciales es
darse cuenta de que existe un problema. Y ese conocimiento surge de dos
maneras. Primero, ocurre algo que requiere una respuesta. Un grupo de
pintadores de juguetes se organiza para exigir mejores condiciones de traba-
jo. Cuatro enfadados limpiadores de cabinas de avión exigen que los reciba
el director regional de United Airlines. Segundo, comenzamos a percatar-
nos de que hay una manera de manejar mejor la situación o de que podría
intentarse una solución nueva. Un ejecutivo evalúa a un gerente de personal
y piensa que puede dirigir mejor su departamento.
¿Qué es lo que me preocupa? Quizá sea injusto, pero los administradores que descubren pronto las
— Alfred E. Neuman diferencias entre lo que es y lo que podría o debería ser no tienen otro pre-
mio que la tensión y la preocupación que acompaña a la conciencia de los
problemas. Sus colegas menos hábiles podrían estar más preparados para
conservar una actitud tan complaciente como la de Alfred E. Neuman, de la
revista Mad. Hay un viejo refrán según el cual los únicos que no sienten pá-
nico o por lo menos no se preocupan son aquellos que no se dan cuenta de lo
que está sucediendo.
Por otra parte, hay mucho que decir sobre cómo evitar decisiones que
no es necesario adoptar. Lo que puede evitarse son, sobre todo, los errores y
es mejor no enredar las cosas que marchan de manera satisfactoria.
Sin embargo, el percatarse de que existen problemas no es más que el
inicio del proceso de la decisión. Los que saben reconocer los problemas ne-
cesitan además convertirse en personas que saben tomar decisiones.
EL PROCESO DE DECISIÓN
CONSEGUIR
TODA LA
INFORMACIÓN
Figura 6.1
Pasos en la toma de
decisiones: descripción
esquemática.
los expertos consistía en evaluar las oportunidades que ese vehiculo tenía en
el mercado de la posguerra.
La delegación de Estados Unidos estaba encabezada por Ernest Breech,
presidente de la Ford Motor Company. Su dictamen fue el siguiente: "El auto-
móvil no vale nada". Sir William Rootes expresó un punto similar por parte de
los británicos: "El Volkswagen", dijo, "no cumple con los requisitos técnicos
fundamentales de un automóvil".
Luego de haber descartado el Volkswagen, la Ford Motor Company optó
por diseñar un tipo de automóvil que, a su juicio, podría vender: uno "perfec-
tamente adecuado al gusto de los norteamericanos". Se aplicó la nueva cien-
cia de la investigación de mercados para cerciorarse de que todo estaba bien
con el vehículo y su comercialización, incluso el nombre: el Edsel, nombre
cristiano que habían llevado muchos miembros de la familia Ford.
Los distribuidores de la Ford se mostraron poco entusiasmados con el Ed-
sel cuando les fue presentado, pero Ford tenía confianza todavía de que
tenía en sus manos a un triunfador. ¿Cómo podía fracasar un vehículo en el
cual se habían invertido tanto talento, conocimientos y dinero?
Pero según se vio después, nada de eso sirvió en absoluto. El público
compartió la opinión de los distribuidores; el modelo dejó de ser producido al
cabo de dos años, dos meses y quince días: cuando aún no proporcionaba
ingresos de $350 millones de dólares, cifra en que sus productores esperaban
empezar a obtener utilidades.2
Hay una historia sobre el abuelo de Lana Turner, quien era dueño de la
mitad de las acciones de una pequeña empresa que fabricaba un refresco lla-
mado Coca-Cola. Decepcionado ante un producto con un nombre de poco
atractivo, vendió su empresa. Pero no había perdido la fe en el negocio de los
refrescos. Por tanto, invirtió el dinero en una compañía que, a su juicio, tenía
mayores probabilidades de prosperar: la Raspberry Cola Company.
Pocos años después, la Coca-Cola Company, que mientras tanto había
tenido más éxito del previsto por su antiguo copropietario, recibió la oferta
de comprar la Pepsi-Cola Company que ya había tenido dos bancarrotas. Su
dueño, Charles Guth de Loft, Inc., estaba dispuesto a permitir que vendieran
su subsidiaria en apenas $1000 dólares. No obstante, con una excesiva con-
fianza debida a su monopolio del negocio de los refrescos, Coca-Cola recha-
zó la oferta, perdiendo así la oportunidad de eliminar desde el principio el ne-
3
gocio que más tarde se convertiría en su gran rival.
Definir el problema
za" que habla escuchado. "¿Por qué, preguntó, tenemos que pensar en un es- -
tilo 'occidental'? ¿Por qué tenemos que ver al fabricante como uno y también
al distribuidor, y pensar que una compañía más una compañía es igual a dos?
¿Por qué no mejor pensar como los japoneses y decir que una vez uno es igual
a uno? En vez de ver las cosas con el concepto occidental de la identidad indivi-
dual que dice que "yo soy igual a mí mismo", no usamos el concepto japonés de
identidad según el cual 'yo soy igual a una red que me incluye en relación con las
personas más cercanas a mi vida?'7 Aplicadas a las compañías en nuestro caso,
estas ideas hacen que al fabricante y al distribuidor ya no los consideremos co-
mo entidades individuales y que dejemos de hablar de ideas como la "dependen-
cia excesiva'. Nos permiten ver ambas cosas de manera 'holística' (totalizadora) y
considerar la interdependencia como la organización típica de compañías dentro
de un Zaibatsu (palabra que significa en japonés un conjunto de 2 a 30 empre-
sas con un banco en el centro), donde son típicas las relaciones de un solo
proveedor y distribuidor y donde se advierte mucha confianza y cooperación.8
"Si ven la situación de este modo, prosiguió, podrán captar la dependencia, pe-
ro no deben considerar que se trata necesariamente de algo malo, dependencia
excesiva, ni decir que se trata de un problema. También podemos decir que el
problema es éste: no estamos administrando bien nuestra interdependencia'.
Esa definición permite pensar que podríamos desear reducir la interdependen-
cia, pero también que la administración de la compañía podría intentar planear
estratégicamente con el distribuidor una forma mejor de manejar la interde-
pendencia. Tenemos fuerza de manufactura y también de distribución. Tal vez
ellos (los distribuidores) nos ayuden a decidir qué fabricar, y tal vez nosotros
podamos ayudarles en sus ventas al vincular más estrechamente nuestra eficien-
cia de producción con sus necesidades. Quizá podamos trabajar mejor como
equipo en lugar de buscar un divorcio".
El valor es la virtud humana Lo primero que podemos decir respecto a la obtención de toda la informa-
más importante: valor para ción es que nunca la conseguiremos toda. Por lo menos esa es una posición
obrar con pocos
conocimientos y datos más realista que afirmar que sí podrían recabarse todos los datos. Aprender
insuficientes. Eso es todo lo a tolerar la ambibüedad, la información incompleta y la incertidumbre y,
que tenemos nosotros. pese a ello, decidir, es indispensable para ser un buen gerente.9
— Robert Frost
Lo que puede ayudar es la adquisición selectiva de los hechos principales.
Estos inciden en las cuestiones centrales del problema, de los cuales depende
el éxito o el fracaso. ¿Los limpiadores negros de cabina de avión afirman que
su supervisor constantemente les asigna los trabajos más desagradables? No
se sabe aún lo que el supervisor opina al respecto ni lo que dirían otros que
podrían estar enterados de la situación. ¿Por qué no se presentó una queja
normal? Una cuestión que habrá de afrontar Kemper es averiguar cuánta in-
228 ADMINISTRACIÓN
formación de este tipo necesita. Lo único que conoce ahora es una versión de
la historia.
La búsqueda de más hechos podría abreviarse o agilizarse por la natu-
raleza peligrosa de la situación actual. "Parece que lo mejor es afrontar es-
to", dijo Kemper a su secretaria, "hágalos pasar". En tales circunstancias
el ejecutivo deberá sopesar su deseo de dar poca importancia al problema y
resolverlo pronto y la cantidad de información que posee para manejarlo en
forma adecuada.
También es verdad que la búsqueda de más hechos llega a un punto de
beneficios decrecientes. La información puede requerir más tiempo y costar
más dinero del que vale. En una organización moderna, los "sistemas de in-
formación gerencial" (SIG) podrían contener masas de datos almacenados
en computadoras. ¿Pero en qué punto la obtención y el análisis de la infor-
mación ayuda menos a tomar una decisión que lo que cuesta no sólo en
tiempo y dinero, sino también en la percepción de la justicia y en otros as-
pectos difíciles de medir, pero igualmente importantes?
Quizá convendría cuestionar un poco lo que se presenta como hechos y
efectuar alguna investigación sobre los puntos decisivos. Los gerentes han
de colocarse en el justo medio entre llegar a conclusiones por simple impul-
so (con una ignorancia total) y permanecer en un estado de parálisis por el
análisis.
Formular alternativas
Ponderar y escoger
compañía que dan algunos criterios con los cuales Kemper debería evaluar
las opciones que descubre. Así, la siguiente lista incluye desde indicaciones
explícitas hasta inferencias legítimas sobre los valores y políticas de la Uni-
ted Airlines:
La figura 6-2 muestra el "modelo de teoría del conflicto (propuesto por Ja-
nis y Mann) referente a la toma de decisiones y aplicable a todas las deci-
siones importantes". El proceso comienza cuestionando la retroalimenta-
ción negativa o una oportunidad. Después, hay cuatro asuntos respecto a
los cuales la información adicional plantea problemas: los riesgos que entra-
ña no cambiar, los riesgos que supone el cambio, las perspectivas de una so-
lución más satisfactoria y la cantidad de tiempo dedicado a la búsqueda.
Las respuestas afirmativas o dubitativas a cualquiera de las cuestiones ante-
riores, tal como se formulan en el modelo, dan una razón para no abando-
nar el problema y continuar reflexionando acerca de él. Una respuesta nega-
tiva ofrece una razón para dejar de pensar en el problema, de definirlo, de
reunir hechos relativos al mismo, de generar alternativas, de ponderarlas y
de elegir entre ellas. Cualquier respuesta negativa a estas cuestiones durante
el proceso de decisión pone fin al procesamiento vigilante (cuidadoso) de la
información.
Una ampliación ficticia del caso "Buenos días, señor Kemper" (con
una disculpa a Kemper por poner en su boca palabras que no son suyas)
mostrará concretamente la forma que tendrían las respuestas negativas a las
cuatro preguntas, si es que alguna vez se le ocurrirían al señor Kemper.
FIGURA 6.2
Modelo de la toma de decisiones basado en la teoría del conflicto y aplicable a todas las decisiones importantes [Fuente-
Irving. L. Janis y León Mann, Decisión Making (New York: The Free Press, 1977), p. 70]
TOMA DE DECISIONES 235
Varias causas explican por qué un ejecutivo puede tomar una de las cuatro
desviaciones en el camino del procesamiento vigilante (cuidadoso) de la in-
formación. Hay, en primer lugar, una especie de olvido incomprensible de
los conflictos o problemas de Alfred E. Neuman, a quien nos referimos an-
tes en el capítulo. Hay un concepto más comprensivo de "límites cognosciti-
vos de la racionalidad", que es el reconocimiento de que el ser humano no
está hecho simplemente para asimilar todo lo que podría conocerse sobre
los problemas y procesar todo eso con una eficiencia propia de computado-
ras, a la manera del señor Spock.15 La complejidad cognoscitiva que se re-
quiere para captar algunas cuestiones sobrepasa la capacidad de nuestra
mente. Se da una sobrecarga de información y hay información contradic-
toria. Algunas veces se hostiliza a los encargados de tomar las decisiones.
Todas las situaciones mencionadas pueden ocasionar una situación llena de
tensiones. Hay tensión y el riesgo de fracasar si se ofrece una buena
solución. El riesgo puede producir fuerte ansiedad. La autoestima, el esta-
tus y otros aspectos positivos se ven amenazados. La intensidad de este
estrés psíquico se refleja en los comentarios del expresidente de Estados
Unidos, Warren G. Harding, cuando se desahogó con un amigo respecto a
un problema fiscal que no había manejado con acierto.
John, no puedo hacer nada respecto a este problema fiscal. Escucho a una de
las partes y me parece que están en lo cierto y luego, ¡Dios mío!, hablo con la
otra parte y también parecen tener la razón. Y entonces me encuentro exacta-
mente como al principio. Sé que tiene que haber un libro donde encuentre la
verdad de todo esto, pero no puedo leerlo. Sé que en alguna parte hay un
economista que conoce la verdad, pero no sé donde encontrarlo ni tengo el
16
instinto para reconocerlo cuando lo encuentre. Dios mío, qué trabajo.
Como se ha señalado, hay que tomar una decisión gerencial sobre cómo re-
solver un problema, a diferencia de la solución que ha de adoptarse. Se trata
de una decisión de procedimiento o de proceso. La solución que ha de adop-
tarse es la de tipo sustantivo. Sin duda el señor Kemper desea escoger el pro-
cedimiento adecuado que conduzca a una buena solución.
Una de las principales ¿De qué manera los gerentes en una situación como la del señor Kemper
habilidades que deben poseer seleccionan un proceso que aporte una decisión? ¿Cómo deciden si ellos to-
los líderes es la capacidad de
adaptar su conducta a las man la decisión, si consultan a otros y luego deciden o si dejan el problema en
exigencias de la situación y... manos de un grupo para que éste decida? Prescindiendo de cómo los geren-
un componente de esa tes tomen esas decisiones concernientes a las decisiones sobre el proceso,
habilidad es la capacidad de
seleccionar el proceso idóneo ¿cómo deberían adoptarlas? ¿Qué factores deberían tener en cuenta?
de la toma de decisiones para Por fortuna estas preguntas han sido objeto de una investigación muy
cada problema o rigurosa, parte de la cual ha sido efectuada principalmente por Víctor Vroom
determinación...
— Víctor H. Vroom de la Yale University. Un fruto de esta investigación es el modelo de Vroom-
Yetton, esquema que especifica algunas alternativas y criterios de proceso
para escoger entre ellos.18 Es además un ejemplo de cómo alguien como el
señor Kemper puede seleccionar en forma lógica y fundamentada un proce-
so para resolver el problema.
TOMA DE DECISIONES 237
Alternativas de procesos
Autocrático
Grupo 2
Criterios
1. Calidad o racionalidad
2. Aceptación o adhesión de los subordinados para poner en práctica la de
cisión
3. Tiempo necesario para adoptar la decisión
238 ADMINISTRACIÓN
Efectos de la participación
*Se dice que el problema no está estructurado si el gerente no sabe con exactitud qué infor-
mación se necesita y dónde se halla.
240 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 6.3
Modelo de decisión de Vroom/Yetton. [Fuente: adaptado de Víctor H. Vroom, "A New Look at Managerial Decision Ma-
king", Organizational Dynamics, Primavera de 1973 (Nueva York: AMACOM, una división de la American Management
Association, 1973), p. 70]
TOMA DE DECISIONES 241
FIGURA 6.4
Tipos de problema y el
conjunto aceptable de los
procesos de decisión. [Fuente:
adaptado de Víctor H.
Vroom, "A New Look at
Managerial Decision
Making", Primavera de 1973
(Nueva York: AMACOM, una
división de la American
Management Association,
1973), p. 71]
omitido, lo mismo que los datos de apoyo y las críticas, a fin de resaltar las
características centrales del modelo.22 Pero, para que el lector practique más
con el modelo, el caso al final del capítulo contendrá otro problema.
MÉTODOS CUANTITATIVOS
La matriz de resultados
FIGURA 6.5
Matriz de resultados.
FIGURA 6.6
Matriz de resultados que
muestra los valores esperados.
TOMA DE DECISIONES 245
El árbol de decisión
FIGURA 6.7
Árbol de decisión.
FIGURA 6.8
Fluctuaciones del inventario
con el tiempo.
La figura 6-9 muestra cómo varían esas dos clases de costos. Los costos
de mantenimiento de inventario aumentan con órdenes más grandes porque
un inventario mayor significa más gastos de almacenamiento y de otra
índole. Los costos de pedido disminuyen con pedidos más grandes porque
los costos de recepción y otros afines se prorratean con embarques mayores.
El costo total más bajo es el punto directamente por encima de la intersec-
ción de la curva de los costos de mantenimiento de inventario y los de pedi-
do. La línea punteada que va del punto más bajo sobre la curva del costo to-
tal indica la cantidad más económica de orden.
Otros métodos
Otros métodos cuantitativos Los estudiantes que toman cursos avanzados en los métodos cuantitativos
• Programación lineal
• teoría de colas en administración descubrirán que hay muchos otros de ellos que ayudan a
los gerentes y a los especialistas en sus esfuerzos por tomar una buena deci-
sión. Así, la programación lineal es una técnica que puede aplicarse a una
amplia gama de problemas administrativos y a otros de decisiones: la deter-
minación que hace una agencia publicitaria de la asignación óptima de un
presupuesto escaso entre los diversos medios; la elección de rutas de embar-
que por parte de una compañía manufacturera que considera las numerosas
ubicaciones de sus almacenes y sus clientes; la determinación, por parte de
una refinería de petróleo, de su mezcla óptima de productos tomando en
consideración los costos de la refinación y la demanda de los clientes. En la
248 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 6.9
Tamaño de lote económico.
Los métodos cuantitativos pueden ayudar a los que toman decisiones Aca-
bamos de ver algunas de las formas en que las técnicas cuantitativas sirven
para describir los aspectos económicos de las decisiones. Pero a menudo
una técnica de ese tipo, como la programación lineal, lleva a una excesiva
simplificación del problema. Los cálculos dan lo que parece ser una solu-
'BUENOS DÍAS, SEÑOR KEMPER"
(Continúa de la Pág. 249)
entonces habría corrido el riesgo de que los limpiadores de cabina tuvieran una
confrontación directa con su supervisor, en una situación muy delicada. Por ello
Kemper prefirió, por lo menos en la primera reunión, evitar proponer una solución
antes de hacerse una idea más completa del problema. De ese modo, mantuvo
todas sus opciones y creó un ambiente de buena fe para convencer a los
limpiadores de cabina para que aceptaran, por lo pronto, un proceso y no un
resultado...
Al no tomar ninguna medida de inmediato, daba tiempo para que
evolucionara la relación entre los limpiadores de cabinas y su supervisor. No se
establecieron nuevas reglas de conducta. Tampoco se crearon otros
procedimientos para garantizar la igualdad racial, pues todavía no se sabía si el
problema se debía a un patrón idiosincrásico, a una situación pasajera o a un
patrón persistente de comportamiento por parte del supervisor. Incluso cabía la
posibilidad de que se tratara de un asunto relacionado con los sistemas que
requiriese una modificación de todo el sistema. El hecho de que Kemper hubiera
logrado que los limpiadores de cabinas "esperasen un poco" daba tiempo para que
estas posibilidades se aclarasen, para ver si se llegaba espontáneamente a un
arreglo o si se requería la intervención y, de ser así, en qué debería consistir.
ción, pero las suposiciones en que se basa pueden alejarse tanto de la reali-
dad de la solución que carece de valor práctico.
Sin embargo, hay ocasiones en que la principal ventaja de una decisión
cuantitativa está en el análisis que exige antes de ponderar las alternativas y
tomar una decisión. Identificar los costos, visualizar los posibles resultados, es-
timar las probabilidades son actividades que afinan el proceso de elección.
La definición final de las opciones mediante uno de esos métodos algunas
veces no hace más que confirmar lo que el gerente había venido sospechan-
do mientras trataba de conseguir la información que requería el instrumen-
to de decisión.
Algunas veces se lleva a cabo el análisis cuantitativo, pero las soluciones
no se ponen en práctica. Una encuesta de grupos de staff a nivel corporativo
que participan en métodos de la "ciencia administrativa" o en proyectos de
métodos cuantitativos revela que apenas 60% de sus proyectos eran realiza-
dos en su mayor parte o en su totalidad.24Una explicación común del hecho
de que no se implanten las soluciones es la diferencia en las orientaciones
mentales y emocionales de los gerentes y los expertos en administración o
especialistas del personal de apoyo en métodos cuantitativos.25 Los hábitos
sistemáticos y analíticos que caracterizan a muchos científicos de la admi-
nistración son muy distintos a los estilos intuitivos y rápidos de muchos ge-
rentes en su gestión diaria. El medio comúnmente recomendado para cerrar
esta brecha es que los gerentes participen en programas de la ciencia admi-
nistrativa y, en realidad, sean los responsables de hecho y que los científicos
TOMA DE DECISIONES 251
RESUMEN
CASO
Disminución de la productividad
Preguntas:
NOTAS
1
David Frost y Michael Deakin, David Frost's Book of the World's WorstDe-
cision (Neva York: Crown Publishers, Inc., 1983), pp. 60-61.
2
Ibíd., pp. 21-22.
3
Ibíd., pp. 106-107.
4
Ibíd., pp. 79-80
5
Charles E. Lindblom, "The Science of Muddling Through", Public Administra-
tion Review, vol. 19, 1959, pp. 78-88.
6
Véase a Herbert A. Simon, Administrative Behavior, 3a. ed. (Nueva (Nueva
York: Macmillan, Inc., 1976), pp. 38-41, 80-83, 240-244.
7
Véase, por ejemplo, a Richard T. Pascole y Anthony G.Athos, The Art ofJapa-
nese Management (Nueva York: Simon and Schuster, 1981), pp. 190-193.
8
Véase, por ejemplo, a William Ouchi, Theory Z (Reading, Mass.: Addison-
Wesley Publishing Company, 1981), pp. 18-20.
TOMA DE DECISIONES 255
9
Véase, por ejemplo, a Michael B. McCaskey, The Executive Challenge: Ma-
naging Change and Ambiguity (Marshfield, Mass.: Pitman Publishing,
Inc., 1982).
10
Un ejemplo interesante de como algunos grupos minoritarios presionan a los
administradores locales de programas contra la pobreza se da en Tom Wol-
fe, Radical Chic and Mau-Mauing the Flak Catchers (Nueva York: Bantam
Books, 1970), pp. 117-184.
11
Robert C. Ferber, "The Role of the Subconscious in Executive Decision Ma-
king, "Management Science, abril de 1967, pp. B-519-B-526.
12
C. H. Kepner y B. B. Tregoe, The Rational Manager (Nueva York: McGraw-
Hill Book Company, 1965).
13
Irving L. Janis y León Mann, Decision Making: A Psychological Analysis of
Conflict, Choice and Commitment (Nueva York: The Free Press, 1977),
p. 11.
14
Ibíd.
15
Ibid., pp. 16-22.
16
Ibíd., p. 17, que cita a A. George, " Adaptation to Stress in Political Decision
Making: The Individual, Small Group, and Organizational Contexts", en G.
V. Coelho, D. A. Hamburg, and J. E. Adams (eds.), Coping and Adaptation,
(Nueva York: Basic Books, Inc., 1974), p. 187, que a su vez cita a R. F.
Fenno, The President’s Gabinet (Cambridge, Mass.: Harvard University
Press, 1959).
17
Kurt Lewin, Dynamic Theory of Personality (Nueva York: McGraw-Hill
Book Company, 1935), citado por Janis y Mann, p. 18.
18
Véase, por ejemplo, a Víctor Vroom y Phillip Yetton, Leadership and Deci-
sion Making (Pittsburgh, Pa.: University of Pittsburgh Press, 1973); Victor
Vroom "A New Look at Managerial Decision Making", Organizational Dy-
namics, primavera de 1973, pp. 1-15; Victor Vroom, "Can Leaders Learn to
Lead?" Organizational Dinamics, vol. 4, núm. 3, 1976, pp. 17-28; Victor
Vroom y Arthur Jago, "On the Validity of the Vroom-Yetton Model", Jour-
nal of Applied Psychology, vol 63, 1978, pp. 151-162; Arthur Jago y Victor
Vroom, "An Evaluation of Two Alternatives to the Vroom-Yetton Norma-
tive Model", Academy of Management Journal, vol. 23,1980, pp. 347-355.
19
Véase a Victor H. Vroom, "Industrial Social Psychology", en G. Linzey and
E. Aronson (eds.) Handbook of Social Psychology, vol. 5 (Reading, Mass.:
Addison-Wesley Publishing Company, 1969), pp. 196-268.
20
Véase, por ejemplo, a William Ouchi, Theory Z: How American Busines Can
Meet the Japanese Challenqe (Reading, Mass.: Addison-Wesley Publishing
Company, 1981), pp. 42-45; M. Y. Yoshino, Japan's Managerial System:
Tradition and Innovation (Cambridge, Mass.: MIT Press, 1968), capítulo 9.
21
Vroom. "A New Look", pp. 7-8.
22
Véase, por ejemplo, a R. H. George Field, "A Critique of the Vroom-Yetton
Contingency Model of Leadership Behavior", Academy of Management
Review, abril de 1979, pp. 249-257.
23
Otras fuentes, Richard I. Levin y C. A. Kirpatrick, Quantitative Ap-
proaches to Management, 3a. ed. (Nueva York: McGraw-Hill Book Com-
pany, 1975); Harvey W. Wagner, Principies of Operations Research
(Englewood Clilffs, N. J.: Prentice Hall, Incorporated, 1969).
24
Efraim Turban, "A Sample Survey of Operations Research at the Corporate
Level", Operations Research, mayo-junio de 1972, pp. 708-721.
256 ADMINISTRACIÓN
25
James L. McKenney y Peter G. W. Keen, "How Managers' Minds Work",
Harvard Business Review, mayo-junio de 1974, pp. 79-90.
26
John C Anderson y Thomas R. Hoffman, "A perspective on the
Implementation of Management Science", Academy of Management Re-
view, julio de 1978, pp. 563-571.
27
Vroom, "A New Look", p. 72.
ORGANIZACIÓN
CAPÍTULO 7
TEORÍA Y DISEÑO DE
LA ORGANIZACIÓN
CAPÍTULO 8
ESTRUCTURAS DE
LA ORGANIZACIÓN
CAPÍTULO 9
COORDINACIÓN
CAPÍTULO 10
GRUPOS EN LAS
ORGANIZACIONES
TEORÍA Y DISEÑO
DE LA
ORGANIZACIÓN
La función fundamental de la administración
parece ser una sincronización, no solamente
de las personas (en coaliciones), sino también
de la acción institucional, la tecnología y el
ambiente de trabajo en un dominio viable,
así como del diseño organizacional y su
estructura apropiada.
James D. Thompson
Estoy bajo las órdenes del jefe de tecnología espacial, quien se halla dos
niveles debajo del vicepresidente encargado de investigación e ingeniería.
Debajo de mi posición el grupo se divide en dos partes, según se advierte en
la figura 7-1, con el número designado de personas, edades, clasificaciones de
puestos y formación académica.
El ingeniero A del grupo de diseño de pesos, el señor Hashimoto tiene 50
años de edad, no recibió educación superior y ha progresado en la forma
tradicional desde su primer trabajo como calculador de pesos horarios. En lo
tocante a la rutina diaria, exigía que la gente fuera muy puntual por la
mañana, saliera a almorzar ni un minuto antes de la hora y que siempre
estuviera ocupada. Le molestaba que se hablara de cosas ajenas al trabajo.
Esperaba que los empleados abandonaran el lugar de trabajo a la hora oficial
de salida y que las horas extras se pagasen según la tarifa oficial de tiempo y
medio.
262 ADMINISTRACIÓN
siempre las horas asignados para poner en práctica una propuesta eran
insuficientes, y esto creaba gran estrés en los que trabajan en el proyecto.
La línea que separaba los dos grupos era bastante rígida pero cuando un
grupo estaba muy atareado y el otro tenía poco que hacer, los empleados
intercambian labores por uno o dos meses. Las evaluaciones del desempeño y las
revisiones salariales las hacía el supervisor luego de consultar con el supervisor
del otro grupo, para averiguar la eficiencia con que la persona había cumplido la
asignación temporal en el otro grupo.
La evaluación del desempeño de cada grupo se basaba generalmente en una
serie de mediciones y opiniones que reflejaban factores como la producción en
relación con las horas de trabajo, el cumplimiento de los plazos, la calidad de la
producción y la satisfacción de los empleados. Incluye las opiniones de muchos
otros jefes de departamento que utilizan nuestros servicios. El sistema de
medición del desempeño lleva ya mucho tiempo vigente y se usaba principalmente
para evaluar los ingenieros del grupo y para suministrar información que sirviera
para mejorar las operaciones. En general se consideraba que el sistema era
bastante exacto y útil.
Preguntas
1. ¿Cual de los dos grupos, diseño de pesos o pesos avanzados, era el más
cohesivo o unido?
2. ¿Cuál de los dos grupos se caracterizaba por un mayor ausentismo?
3. ¿Cómo reaccionaba el personal del grupo de diseño de pesos cuando era
asignado temporalmente a pesos avanzados?
4. ¿Cómo reaccionaba el personal del grupo de pesos avanzados cuando era
asignado temporalmente a pesos de diseño?
5. ¿En qué se distingue o se parece el desempeño de ambos grupos?
EL PROBLEMA DE DISEÑO
SISTEMAS ADMINISTRATIVOS
FIGURA 7.2
Características de los procesos administrativos en los grupos de diseño y pesos avanzados.
266 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 7.3
Distribución teórica de los
sistemas administrativos.
Sin embargo, entraña un poco de riesgo utilizar uno de los dos térmi-
nos: burocracia, por su connotación negativa y adhocracia porque no es de
uso corriente. Pero emplearemos las palabras sin ninguna implicación de que
una de ellas es buena o mala. Simplemente queremos ayudar al lector a vi-
sualizar una dimensión que indica cómo es un sistema administrativo de
índole permanente y formal. Como se observa en la figura 7-3, la burocra-
cia indica un extremo, la adhocracia el otro. En teoría, los sistemas admi-
nistrativos de las organizaciones del mundo real pudieran distribuirse nor-
malmente (produciendo una curva en forma de campana), a lo largo de la
dimensión de permanencia y formalismo. El grupo de diseño de pesos debe-
ría estar situado en alguna parte de la mitad burocrática de la distribución.
El grupo de pesos avanzados se encontrará en alguna parte de la mitad
adhocrática. Examinaremos ambos tipos extremos de sistemas administrati-
vos, pues revelan las diferencias con la máxima claridad.
Burocracia3
La burocracia tiene dos caras, una fea y otra atractiva. Estudiaremos ambas
para entenderla como un tipo de sistema administrativo. Una definición del
diccionario nos muestra la cara atractiva (o por lo menos un aspecto irre-
prochable) y luego, en las últimas palabras, nos descubre la cara negativa: la
burocracia es "la administración a través de departamentos y subdivisiones
dirigidos por grupos de funcionarios nombrados que siguen una rutina
inflexible".4
TEORÍA Y DISEÑO DE LA ORGANIZACIÓN 267
El aspecto negativo
En la película de la NBC Blue Collar Trap, un hombre que saca los modelos
Pinto de la planta de la Ford situada en Milpitas (California), explica que
cuando el volante se desprende no lo comunica porque esto no es parte de su
trabajo.
FIGURA 7.4
Murray Kaplan, profesor en la
escuela primaria Monlux,
situada en North Hollywood
(California) falleció el 7 de
octubre a la edad de 53 años.
Tenía 27 años de servicios en
las escuelas de Los Angeles.
Diez días después de su
muerte, su viuda recibió esta
carta Carole Kaplan,
también maestra, esperó casi
un mes antes de contestar. Y
luego, el 23 de noviembre,
informó al jefe de nóminas
que, ante la escasez de los
recursos financieros tras la
muerte de su esposo, no
podía pagar de inmediato. El
3 de diciembre recibió una
respuesta en la cual se decía
que la "retención del sueldo
al cual se tiene derecho
constituye un acto ilegal".
Carole Kaplan dice que tenía
la intención de pagar los
$57.69 dólares: "cuando yo
pueda". (Cortesía de Carole
Rosen Kaplan y Los Angeles
Times, 7 de enero, 1977.)
El aspecto positivo
Quizá sea preciso hacer un esfuerzo especial para prescindir de las deficien-
cias anteriores y también de nuestras experiencias frustrantes con la bu-
rocracia, si queremos reconocer que esta forma de organización verdadera-
mente posee un aspecto positivo. Y en realidad lo tiene, y conviene intentar
TEORÍA Y DISEÑO DE LA ORGANIZACIÓN 269
El ideal burocrático
Adhocracia
El ideal adhocrático
Características de la La alternativa propuesta por los criticos de la burocracia es reemplazar
adhocracia la máquina social con varias unidades más orientadas a las personas y relati-
• equipos temporales de
trabajo vamente autoadministradas para que efectúen algunas partes de la tarea to-
• autoridad descentralizada tal. Los equipos de trabajo se forman y se disuelven según se necesite. La
• responsabilidades fluidas de organización ideal la constituirán equipos ad hoc, no oficinas permanentes
trabajo
• pocas reglas ni departamentos funcionales. La característica central del nuevo patrón se-
rán grupos que cooperan para resolver problemas y realizar el trabajo. La
autoridad tenderá a estar descentralizada entre los que están más cerca de
determinadas tareas y no a estar fija en funcionarios alejados del personal
en una cadena burocrática de mando.
En general, la idea en que se basan estas innovaciones es que sólo crean-
do las condiciones propicias para que se den la iniciativa humana, la respon-
sabilidad y cooperación pueden las organizaciones beneficiarse de la partici-
pación y competencia de los seres humanos. Este resultado contraste con la
administración cada vez más detallada y completa de las organizaciones,
que (en opinión de los críticos de la burocracia) ha llegado al punto de ren-
272 ADMINISTRACIÓN
El enfoque de contingencias
FIGURA 7.5
Características de los sistemas administrativos burocráticos y adhocráticos
TEORÍA Y DISEÑO DE LA ORGANIZACIÓN 273
La tarea
Las personas
FIGURA 7.6
Relación de la estabilidad de
las tareas y la flexibilidad de
los sistemas administrativos
según el enfoque de
contingencias.
Un buen ajuste
Sistema burocrático
constituido por una tarea estable, un sistema administrativo burocrático y
personas que muestran una dependencia relativa, o sea que tienden a aceptar
sin dificultades la autoridad, a tolerar poco la ambigüedad y a orientarse a
los valores colectivos más que a los individuales.12 En cambio, otro buen
ajuste consiste en una tarea inestable, un sistema administrativo adhocráti-
Tarea co y personas bastante independientes. Más aún, la misma investigación re-
estable vela que tiende a haber compatibilidad entre las necesidades de dirección
Personas por parte de la gente y los puestos que ocupan. Así, quizá en el trabajo exis-
dependientes ta un proceso de autoselección.
Sin embargo, otro punto de vista es que todos tienden a la independen-
Otro buen ajuste cia y que los que parecen satisfechos con la administración burocrática
Sistema adhocrático simplemente han aprendido a adaptarse a una situación de estancamiento
(que difícilmente podría llamarse un buen ajuste).13 Se supone que
reaccionarían bien ante una transición de la burocracia a la adhocracia. Esa
hipótesis parecería conducir de la predicción de que las personas transferi-
das del grupo de diseño de pesos (burocracia) al de pesos avanzados
(adhocracia) estarían contentas con el cambio. Por el contrario, la hipótesis
de autoselección implicaría que a los miembros de ambos grupos no les
Tarea gustaría ser trasladados de otro grupo.
inestable
Personas
independientes
Otras consideraciones
mete a realizar una tarea o trabajo en especial y aplica una tecnología parti-
cular, esta última afectará a todo el resto de la organización.
FIGURA 7.7
Tipos de tecnología que
cambian con la
estandarización de los
procesos de producción
Exigencias situacionales
FIGURA 7.8
Orden de las funciones del
negocio según la tecnología
de producción.
FIGURA 7.9
Funciones más importantes
del negocio en tres
tecnologías de la producción.
éxito depende de las eficiencias de producción que reducen los costos unita-
rios. En la producción de proceso, la comercialización adquiere importan-
cia especial, ya que hay que desarrollar un mercado adecuado si se quiere
lograr las economías de dirigir una planta a toda su capacidad.
Diseños eficaces
FIGURA 7.10
Número de niveles de la
autoridad en la jerarquía
administrativa. [Fuente: Joan
Woodward, Management and
Technology (Londres; Her
Majesty's Stationery Office,
1958); con autorización del
Controller of Her Majesty's
Stationery Office.]
des del puesto de sus gerentes que las que cuentan con un sistema de unidad.
En pocas palabras, los sistemas de producción en masa se administran de
modo más formal. En los sistemas de proceso, la tecnología de la produc-
ción también ofrece tanto control, que los gerentes tal vez no necesiten pro-
porcionar, administrativamente, los controles detallados que abundan
mucho en la producción masiva.17
Woodward llegó a la conclusión de que no sólo las características
estructurales y administrativas mencionadas antes dependen de la
tecnología, sino que la forma particular de estructura de cada tipo de tec-
nología ayuda a garantizar un buen desempeño organizacional. Las empre-
sas más prósperas dentro de cada tecnología muestran características orga-
nizacionales semejantes a la mediana de ese sistema de producción. Las de
menor éxito están estructuradas y administradas en formas que se desvían
más de la mediana.
Otros investigadores llevaron a cabo estudios que permitieron compro-
bar si era posible obtener resultados parecidos. Los estudios se efectuaron
en Canadá, en Estados Unidos y en compañías que prestaban servicios y
también en las que fabricaban productos. En uno de ellos se descubrieron
patrones más formales y detallados de la administración en la tecnología de
proceso que los observados por Woodward.18 Otro descubrió que las empre-
sas de Estados Unidos y Canadá tienden a contar con más personal de su-
282 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 7.11
Tramo de control en la
supervisión de primera línea.
[Fuente: Joan Woodward,
Management and Technology
(Londres: Her Majesty's
Stationery Office, 1958);
reimpreso con autorización
del contralor de Her
Majesty's Stationery Office.].
Sistemas de trabajo
Perrow sostiene que la tecnología (o cualquier otra cosa que concibamos co-
mo sistema de trabajo o tareas) tiene dos dimensiones. La primera es el gra-
do en que la materia prima, sea ésta el personal, el papel o alguna otra cosa,
presenta excepciones o variantes respecto a la rutina. La segunda es el grado
en que dichas excepciones requieren creatividad o juicio para realizar el tra-
Tipos de sistemas de trabajo bajo, en vez de exigir análisis mediante la aplicación de procedimientos co-
• artesanales nocidos. La figura 7-12 contiene los nombres de cuatro clases de sistemas o
• no rutinarios tecnologías de trabajo que resultan al utilizar las dos dimensiones para crear
• rutinarios
• de ingeniería
una matriz.
284 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 7.12
Patrones de variedad en los
sistemas de trabajo. {Fuente:
adaptado de Organizaron
Analysis: A Sociological View
de C. Perrow; Copyright ©
1970 por Wadsworth, Inc.;
reimpreso con autorización del
editor, Brooks/Cole
Publishing Company,
Monterey, Calif.)
Para cualquier organización, el Perrow defiende ciertos modelos de la administración derivados lógicamente
problema radica en de su teoría y de su creencia de que "... las organizaciones intentan, de
asegurarse de que la
tecnología, la estructura y las
manera consciente o inconsciente, de aumentar al máximo la congruencia
metas estén en armonía. Y entre su tecnología y su estructura".24 En concreto, Perrow recomienda que
eso es la esencia de una un patrón administrativo congruente con un sistema no rutinario debería
buena administración.
— Charles Perrow
permitir a los niveles más bajos de la dirección ejercer una gran discreción y
poder. El control tendría que ejercerse compartiendo activamente la infor-
mación entre los niveles bajos e intermedios de la dirección. Este estilo fle-
xible permitiría a las personas en mayor contacto con las excepciones o
problemas en el trabajo responder a ellos con sus talentos y conocimiento
profundo. Un excesivo control de la alta gerencia basado en dar e imponer
planes detallados podría impedir a los empleados utilizar sus talentos y co-
nocimiento para afrontar los problemas que plantean numerosos casos ex-
cepcionales. El profesor que deberá lograr que todos los alumnos en una
clase de matemáticas en la escuela alternativa llegue a la página 173 en el
texto oficial el 19 de noviembre tendrá poca libertad para adaptarse a los
que deberían haber llegado a la página 12 o 412 o que ni siquiera deberían
utilizar ese libro.
Por otra parte, si observamos el extremo opuesto, o sea el sistema de
trabajo rutinario, Perrow afirma que la eficiencia se logrará si el sistema ad-
ministrativo posee características opuestas a las que se adecúan a las tareas
no rutinarias. En otras palabras, una mayor eficiencia puede conseguirse en
situaciones como las de las sucursales del Pennsylvania Department of
Transportation si los niveles más bajos de la dirección tienen poca discre-
ción y poder. Los deberían controlar planes ideados en las oficinas centrales
que indiquen cómo manejar esas largas filas de personas que sostienen en la
mano sus solicitudes o formas de registro ordinarias. Lo único que se
conseguiría sería el caos si los supervisores y oficinistas tuvieran que elabo-
rar las reglas en cada caso.
Como cabe suponer, los sistemas artesanales y de ingeniería se en-
cuentran entre los extremos de la rutina y falta de rutina; por ello su mejor
aplicación es en los sistemas administrativos que también se hallan entre los
extremos de la flexibilidad y el control rígido. En el modelo administrativo
de los sistemas artesanales debería haber más discreción y poder en los nive-
les más bajos y un mayor hincapié en la comunicación como base del
control. Los diseñadores de jardines ornamentales necesitan libertad para
escoger entre los muchos aspectos del proyecto que manejan. Una menor li-
bertad es apropiada para los investigadores, ajustadores de reclamaciones
286 ADMINISTRACIÓN
Hasta ahora en este capítulo nos hemos concentrado en el interior de las or-
ganizaciones, sobre todo en el sistema administrativo, la tecnología y, en
menor medida, en el personal. Hemos visto cómo los elementos más impor-
tantes de la organización pueden integrarse para lograr un buen desempeño.
Otras consideraciones de importancia en el diseño organizacionales son los
ambientes donde opera la empresa y la estrategia con que entre y se posi-
cione en su entorno.
Ambiente
FIGURA 7.13
Diferencias culturales en
cuatro países
288 ADMINISTRACIÓN
Estrategia
de hacer todo con un horario también les causa malestar, y se quejan de sentirse
como si fueran empleados de una línea de montaje a quienes se paga por hora y
no por su capacidad profesional. Cuando los miembros del grupo de diseño de
pesos son transferidos al de pesos avanzados, se sienten muy incómodos en el
ambiente generalmente inestructurado y se rebelan contra la idea de trabajar
horas extra sin que se les pague. Se quejan de que el trabajo hecho en el área
carece de realismo por la falta de datos detallados de diseño con los cuales hacer
estimaciones de peso como acostumbraban en su grupo. Al grupo de pesos
avanzados lo llaman "granja de locos", y dicen que el trabajo realizado en esa
área es como hacer "avioncitos de papel" en alusión a la ausencia de datos
confiables de diseño que suelen necesitarse para respaldar los números de los
pesos.
La tendencia constante en la evaluación de la productividad de ambos grupos
es muy buena. No se observan diferencias importantes ni duraderas en ninguno de
los factores de cantidad, calidad o producción, en la producción ajustada relativa
a las horas de trabajo, en el cumplimiento de los plazos de los programas o
satisfacción de los empleados. Se ha juzgado que ambos grupos llevan a cabo un
buen trabajo desde hace años, y espero que sigan así.
RESUMEN
25. ¿Qué sistema administrativo tenderá a adecuarse a una cultura con una
débil evitación de la incertidumbre y poca distancia respecto al poder?
26. ¿Qué sistema administrativo tenderá a encajar en una estrategia de "es-
tabilidad"?
27. ¿Qué sistema administrativo tenderá a encajar en una estrategia de
"crecimiento"?
CASO
Pregunta
c. Los efectos que el cambio tiene en las tentativas de lograr (a) y (b).
Prepare un informe breve que sintetice los resultados anteriores.
3. Sirviéndose de la tipología de Perrow para orientarse en su actividad,
prepare un breve ensayo en el cual describa y clasifique la tecnología bá-
sica o sistemas de trabajo de dos organizaciones en que haya trabajado.
También comente la relación que hay entre los patrones de la administra-
ción y los sistemas de trabajo de cada una.
4. Lea y resuma cualquiera de los siguientes artículos u obras:
a. "Is the Big Corporation Its Own Worst Enemy?," Business Week,
April 22, 1985, p. 12 ff.
b. "Kodak Is Trying to Break Out of Its Shell," Business Week, June
10, 1985, pp. 92-95.
c. Ari Ginsberg and N. Venkatraman, "Contingency Perspectives of
Organizational Strategy: A Critical Review of the Empirical
Research," Academy of Management Review, vol. 10, no. 3, July
1985, pp. 421-434.
d. Alana Northrop and James L. Perry, "A Task Environment
Approach to Organizational Assessment," Public Administrative
Review, vol. 45, no. 2, March/April 1985, pp. 275-281.
e. Henry Mintzberg and Alexandra McHugh, "Strategy Formation in
an Adhocracy," Administrative Science Quarterly, vol. 30, no. 2,
June 1985, pp. 160-197.
f. Using Office Design to Improve Productivity," Office Administra-
tion and Automation, vol. XLVI, no. 2, February 1985, pp. 26-
29+.
NOTAS
1
John Child, Organization: A Guide to Problems and Practice (Londres: Har-
per & Row, Publishers, 1977), p. 13.
2
Parece ser que el término adhocracia fue acuñado por Alvin Toffler. Véase su
obra Future Shock (Nueva York: Random House, Inc., 1970), capítulo 7.
3
Buenas fuentes sobre la burocracia son Max Weber, The Theory of Social
and Economic Organization, traducida por A. M. Henderson y Talcott Par-
sons (Glencoe, 111.: The Free Press, 1947); Hans Gerth y C. Wright Mills
(eds.), From Max Weber (Londres: Oxford University Press, 1946); Robert
K. Merton y otros (eds.), Reader in Bureaucracy (Glencoe, 111.: The Free
Press, 1952).
4
Webster's New WorldDictionary, 2a. ed. (Cleveland, Ohio: World Publishing
Company, 1972), p. 189.
5
Victor A. Thompson, Modern Organization (Nueva York: Alfred A. Knopf,
Inc., 1961), p. 41.
6
Warren G. Bennis, "The Corning Death of Bureaucracy", Think, noviembre-
diciembre de 1966, p. 31.
7
Walter B. Miller, "Two Concepts of Authority", American Anthropologist,
abril de 1955.
296 ADMINISTRACIÓN
8
"Can the World Work without Authority?" Business Week, julio 14 de 1975,
p. 12.
9
Richard Cornuelle, De-Managing America (Nueva York: Random House,
Inc., 1975).
10
J. A. Langdale, "Toward A Contingency Theory for Designing Work Organi-
zations", Journal of Applied Behavioral Science, vol. 12, núm. 2,1976, pp.
199-214.
11
Véase a Tom Burns y G. M. Stalker, The Management of Innovation (Lon-
don: Tavistock Publications, Ltd., 1961); John J. Morse y J. W. Lorsch,
"Beyond Theory Y", Harvard Business Review, mayo-junio de 1970, pp.
61-68; Raymond G. Hunt, "Technology and Organization", Academy of
Management Journal, vol. 13, núm. 3,1970, pp. 235-252; Joan Woodward,
Industrial Organization: Theory and Practice (London: Oxford University
Press, 1965); Edward Harvey, "Technology and the Structure of Organi-
zations", American Sociological Review, abril de 1968, pp. 247-259;
William L. Zwerman, New Perspectives on Organization Theory (West-
port, Conn.: Greenwood Press, Inc., 1970).
12
Morse y Lorsch, op. cit., pp. 61-68; John J. Morse, "A Contingency Look at
Job Design", California Management Review, vol. 16, núm. 1, 1973, pp.
67-73; Jay Lorsch y John J. Morse, Organizations and Their Members: A
Contingency Approach (Nueva York: Harper & Row, Publishers, Inc.,
1974).
13
Chris Argyris, "The CEO's Behavior: Key to Organizational Development",
Harvard Business Review, marzo-abril de 1973, pp. 55-64; una explicación
de esta perspectiva y la de Morse y Lorsch se da en "Letters to the
Editor", Harvard Business Review, mayo-junio de 1973, pp. 31-36.
14
Véase, por ejemplo, a Mariann Jelinek, "Technology, Organizations, and
Contingency", The Academy of Management Review, enero de 1977, pp.
17-26.
15
R. H. Hall, "Intraorganization Structure Variation", Administrative Science
Quarterly, diciembre de 1962, pp. 295-308; A. Van de Ven y A. Delbecq,
"A Task Contingent Model of Unit Work Structure", Administrative
Science Quarterly, junio de 1974, pp. 183-197.
16
Véase a Joan Woodward, Management and Technology (Londres: Her Ma-
jesty's Stationary Office, 1958). Joan Woodward, Industrial Organiza-
tion: Theory and Practice (Londres: Oxford University Press, 1965); Joan
Woodward (ed.), Industrial Organization: Behaviour and Control
(Londres: Oxford University Press, 1970).
17
Véase a Tom Kynaston Reeves y Joan Woodward, "The Study of Managerial
Control", in Joan Woodward (ed.), Industrial Organization: Behaviour and
Control.
18
Edward Harvey, "Technology and the Structure of Organizations", Ameri-
can Sociological Review, vol. 33, núm. 2, abril de 1968, pp. 247-259.
19
William L. Zwerman, New Perspectives on Organization Theory (Westport,
Conn.: Greenwood Press, Inc., 1970).
20
D. J. Hickson, D. S. Pugh y D. Pheysey, "Operations Technology and Orga-
nization Structure: An Empirical Reappraisal", Administrative Science
Quarterly, vol. 14, 1969, pp. 378-397.
TEORÍA Y DISEÑO DE LA ORGANIZACIÓN 297
21
Véase, por ejemplo, ibíd; D. S. Pugh, D. J. Hickson y C. R. Hinnings, "The
Context of Organization Structures", Administrative Science Quarterly,
marzo de 1969, pp. 65-105; Howard E. Aldrich, "Technology and Organi-
zational Structure: A Reexamination of the Findings of the Aston
Group", Administrative Science Quarterly, marzo de 1972, pp. 26-43;
Andrew J. Grimes y Stuart M. Klein, "The Technology Imperative: The
Relative Impact of Task Unit, Modal Equity, and Expectancy", Academy
of Management Journal, diciembre de 1973, pp. 583-598; John Child y Ro-
ger Mansfield, "Technology, Size, and Organization Structure", So-
ciology, vol 6, 1972, pp. 369-393; Pradip Khandwalla, "Mass Output
Orientation of Operations Technology and Organization Structure", Ad-
ministrative Science Quarterly, vol. 19,1974, pp. 74-97; P. A. Blau y R. A.
Schoenherr, The Structure of Organizations (Nueva York: Basic Book,
Inc., Publishers, 1971).
22
Véase, por ejemplo, a James D. Thompson, Organizations in Action (Nueva
York: McGraw-Hill Book Company, 1967); Charles Perrow, Organiza-
tional Analysis: A Sociological View (Belmont, Calif.: Wadsworth
Publishing Company Inc., 1970); Eugene Litwak, "Models of Bureaucracy
Which Permit Conflict", American Journal of Sociology, septiembre de
1961, pp. 177-184; Gerald D. Bell, "Formality Versus Flexibility in
Complex Organizations", in Gerald D. Bell (ed.), Organizations and Hu-
man Behavior (Englewood Cliffs, N. J.: Prentice-Hall, Inc., 1967).
23
Perrow, op. cit., p. 75.
24
Perrow, op. cit., p. 80.
25
John Naisbitt, Megatrends: Ten New Directions Transforming Our Lives
(Nueva York: Warner Books, Inc., 1982), pp. 198-199.
26
Geert Hofstede, "Cultural Dimensions in Management and Planning", Asia
Pacific Journal of Management, enero de 1984, pp. 81-99.
27
Véase a William F. Glueck y Lawrence R. Jauch, Business Policy and Strate-
gic Management, 4a. ed. (Nueva York: McGraw-Hill Book Company,
1984).
28
Ibid.
ESTRUCTURAS DE LA
ORGANIZACIÓN
Aunque a primera vista no parece existir un
nexo entre la organización y el éxito...más
tarde se hace evidente que hay una forma
particular de organización más adecuada
para cada...situación.
— Joan Woodward
Los empleados profesionales, entre ellos los artistas, los redactores de textos
publicitarios y los especialistas en investigación de mercados, variaban en el
grado en que apreciba la excelencia técnica de su trabajo. Un tipo de emple-
ado profesional, el artesano, juzgaba su trabajo en función de su excelencia
dentro de la especialidad particular. A los artesanos les molestaba sobre todo
la presión por parte de los ejecutivos de cuenta o de los clientes para que hi-
cieran algo contrario a su ética profesional.
ESTRUCTURAS DE LA ORGANIZACIÓN 303
Preguntas
1. ¿Se mejorará el control que los ejecutivos de cuenta tienen sobre los
contactos entre personal de la agencia y clientes?
2. ¿Cómo afectará la reorganización a la satisfacción de los artesanos en el
trabajo?
3. ¿Cómo afectará la reorganización al servicio que la agencia da a los clientes?
APORTACIONES DE LA ESTRUCTURA
no es algo que se realiza de una sola vez. Diseñar y rediseñar las estructuras or-
ganizacionales es una actividad continua o, al menos recurrente en virtud de
la cual los gerentes tratan de adaptar la empresa a su situación cambiante.
CONSIDERACIONES FUNDAMENTALES
Consideraciones básicas Los capítulos anteriores han ofrecido un criterio para determinar qué facto-
• estrategia res han de estudiar los gerentes al encarar la cuestión de seleccionar la
• tecnología
• ambiente estructura de una organización que establecerá departamentos y las rela-
ciones jerárquicas que sean las más idóneas. Se han puesto de relieve tres
consideraciones fundamentales: estrategia, tecnología y ambiente.3 Cada
una puede aplicarse al caso de la Paragon Advertising Agency.
Estrategia
Tecnología
Ambiente
ORGANIZACIÓN FUNCIONAL
FIGURA 8.3
Estructura funcional
Ventajas
Desventajas
Dibujo de H. Martin; ©
1982 The New Yorker
Magazine, Inc.
310 ADMINISTRACIÓN
...la organización por La estructura de organización por producto (Fig. 8-4) divide las unidades
producto da mejores con base en los productos, proyectos o programas. Las divisiones de auto-
resultados en situaciones
donde la tarea es menos móviles y camiones de la General Motors son Buick, Cadillac, Chevrolet,
predecible y requiere una Oldsmobile, Pontiac y camiones y carruajes. El término organización por
solución innovadora de proyecto o programa se utiliza en la industria aeroespacial para designar el
problemas.
-Arthur W. Walker
mismo modelo que en la organización por producto. El organigrama de una
Jay W. Lorsch gran empresa aeroespacial, como la Boeing o McDonnell Douglas, puede
contener divisiones o departamentos para productos como X Aircraft Pro-
ject o el Space Vehicle Program.
Ventajas
FIGURA 8.4
Estructura por producto.
ESTRUCTURAS DE LA ORGANIZACIÓN 311
Desventajas
trabaje dentro de una estructura por producto o bien en una estructura fun-
cional. l2 Los subordinados en las estructuras por producto tienden a ser más
inseguros ante un posible despido, un retraso en su carrera y el desarrollo
personal. También se sienten más frustrados por la ambigüedad, el conflic-
to y los niveles múltiples de la administración; muestran menos fidelidad a
su empresa que los subordinados en las organizaciones funcionales.
La estructura por producto no sólo puede plantear problemas huma-
nos, si no que además a veces no concentra los conocimientos de los espe-
cialistas en formas esenciales. Mientras que la estructura funcional asigna
varios especialistas a un grupo, la estructura por producto los distribuye en
subgrupos organizados en torno a productos particulares. La competencia
de los especialistas se mejora gracias a la integración con profesionistas si-
milares, por lo cual en una estructura por producto puede debilitarse la peri-
cia funcional.
Aun cuando Paragon Advertising Agency optó por una estructura
orientada al cliente y no por una estructura por producto, su reorganización
puede plantear algunos de los mismos problemas. En otras palabras, la
transición de lo que era básicamente una estructura funcional dividió los grupos
de especialistas y formó equipos centrados en los clientes (no en los productos).
Es posible que se deterioren la fidelidad de los empleados y su seguridad; tal
vez la excelencia técnica o pericia profesional se tornen menos importantes
que las necesidades de los clientes.
En resumen, la organización por producto no está exenta de inconve-
nientes, lo mismo que la organización funcional. La estructura por producto
puede ser mejor cuando las circunstancias son relativamente dinámicas y hay
más razones para buscar la excelencia del "negocio" más que la excelencia
"técnica". Pero la obtención de las ventajas de las estructuras por producto
supone necesariamente sufrir sus desventajas. Éstas parecen incluir una
excelencia técnica, debilidad en varias especialidades funcionales y mayor
inseguridad por parte de los empleados.
Sin embargo, conviene hacer una advertencia. Las organizaciones son
complejas y las tendencias desencadenadas por las estructuras funcionales o
por producto pueden ser canceladas al intervenir otras fuerzas. La investi-
gación y la pericia corporativa que acabamos de explicar sugieren lo que
puede suceder, pero no dan la certeza de que esos resultados realmente
ocurran.
ORGANIZACIÓN TERRITORIAL
La estructura organizacional basada en criterios geográficos (Fig. 8-5) divi-
de las unidades con base en el territorio. Cuando la estrategia y las circuns-
tancias indican que el éxito depende particularmente del ajuste a las condi-
ciones locales, la organización territorial ofrece importantes ventajas.
Puede esteblecer la responsabilidad en una sola unidad de negocios, del mis-
mo modo que lo hace una estructura por producto. Y de ese modo estimula
ESTRUCTURAS DE LA ORGANIZACIÓN 313
FIGURA 8.5
Estructura territorial
Este tipo de estructura (Fig. 8-6) divide las unidades de modo que cada una
sirva a un cliente distinto. Las compañías fabricantes de aviones, de produc-
314 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 8.6
Estructura orientada al
cliente.
tos electrónicos y las que se dedican a otras actividades cuentan con depar-
tamentos diferentes para atender a los organismos del gobierno y a las
empresas comerciales que compran sus productos. Estos clientes suelen re-
querir distintos métodos de venta, distintas características del producto y,
algunas veces, servicios también diferentes. Cuando la adaptación a esas di-
ferencias es indispensable para el éxito, la estructura orientada al cliente
puede ayudar a asegurarlo.
El antiguo refrán de que "El cliente siempre tiene la razón" quizá no
sea del todo cierto, pero refleja un hecho de capital importancia: el cliente
es indispensable para cualquier negocio. Sin clientes, no hay negocio. Su sa-
tisfacción es decisiva cuando una empresa obtiene parte considerable de sus
ingresos de los individuos. En tales circunstancias, este tipo de estructura
ayuda a educar a los gerentes, y con ello a los empleados, a que procuren sa-
tisfacer las necesidades de los clientes y no sus propios valores de especialis-
tas. Como se advierte en la Paragon Advertising Agency, una firma como
esa agencia publicitaria, podría desear dividir su competencia administrati-
va y técnica en unidades que se orienten directamente a un cliente.
En algunas industrias, como en la editorial y la alimentaria, a menudo
las organizaciones se diseñan, en parte por lo menos, a partir de grupos o ti-
pos de clientes. En ocasiones las editoriales cuentan con una gran división o
departamento para libros de texto y otra para libros comerciales que se ven-
den al público general o bien hay una división para libros de primaria, de
educación media y otra para libros universitarios. Las compañías alimenta-
rias pueden tener una gran división o departamento que vende sus produc-
tos a los detallistas y otro que los vende a instituciones como escuelas, hospi-
tales o cárceles. Organizar por el tipo de cliente ayuda a la organización a
concentrar el conocimiento de las necesidades especiales y de los canales de
distribución y sacar provecho de él.
ORGANIZACIÓN MATRICIAL
...definimos la matriz bos tipos de estructura en una nueva forma: la matriz.l4 La transición co-
como una organización
que emplea un sistema
mienza con una estructura funcional, como la que existía inicialmente en la
múltiple de mando, el Paragon Advertising Agency con sus ramas individuales de creatividad y
cual incluye mecanismos mercadotecnia. A continuación, sobre la estructura original se construye
afines de apoyo y un
patrón relacionado de
otra organizada por producto o, como en el caso de esa agencia publicitaria,
cultura y comportamiento por cliente. El resultado es que los empleados son asignados para que traba-
organizacional. jen es determinado producto o para un cliente en particular. En la Paragon
— Stanley M. Davis Advertising Agency, ello significaba que antes de la reorganización un re-
Paul R. Lawrence
dactor de textos publicitarios "reportaba" funcionalmente al supervisor del
departamento de textos y, al mismo tiempo, al ejecutivo de contabilidad en-
cargado de trabajos específicos. La figura 8-7 muestra una estructura matri-
cial.
El principio en que se funda el diseño matricial es fácil de entender, si el
lector recuerda que tanto la estructura funcional como la estructura por
producto tienen debilidades. La primera a menudo no pone de relieve los re-
sultados del negocio ni crea una buena coordinación, pero facilita la inte-
racción de los especialistas y la búsqueda de la excelencia técnica. La estruc-
tura por producto no logra estimular debidamente dicha excelencia, pero
favorece más la coordinación entre las funciones, el cumplimiento de los
programas y el control de costos. La ventaja que espera obtenerse de la
FIGURA 8.7
Estructura matricial.
316 ADMINISTRACIÓN
Industriales Servicio
Profesionales No lucrativas
Contabilidad Organismos municipales,
estatales y federales
Publicidad Hospitales Naciones
Consultoría Unidas Universidad
Derecho
Objetivos
Problemas
Si el diseño matricial fuera una panacea (y nadie sostiene que lo es), la pri-
mera estructura de la Paragon Advertising Agency, que era una matriz,
318 ADMINISTRACIÓN
ESTRUCTURAS MÚLTIPLES
FIGURA 8.8
Organización corporativa de la IBM. (Reimpreso con autorización de la International Business Corporation.)
320 ADMINISTRACIÓN
RESUMEN
Computer Services
NOTAS
1
Véase, por ejemplo, a Alvin Toffler, Future Shock (Nueva York: Random
House, Incorporated, 1970).
2
D. Donald Daniel, "Reorganizing for Results", Harvard Business Review,
noviembre-diciembre de 1966, pp. 96-104; véase también a Stephen A.
Allen, "Organizational Choice and General Influence Networks for Diver-
sified Companies", Academy of Management Journal, septiembre de
1978, pp. 341-365.
326 ADMINISTRACIÓN
3
Véase, por ejemplo, a Alfred D. Chandler, hijo, Strategy and Structure (Cam-
bridge, Mass.: The M.I.T. Press, 1962); Charles Perrow, Organizational
Analysis: A Sociological View (Belmont, Calif.: Wadsworth Publishing
Company, Incoporated, 1970): Joan Woodwar, Industrial Organization:
Theory and Practice (Londres: Oxford University Press, 1965); James D.
Thompson, Organizations in Action (Nueva York: McGraw-Hill Book
Company, 1967); Paul R. Lawrence y J. W. Lorsch, Organization and En-
vironment: Managing Differentiation and Integration (Cambridge, Mass.:
Division of Research, Graduate School of Business Administration, Har-
vard University, 1967); Tom Burns y G. M. Stalker, The Management of
Innovation (London: Tavistock Publications, Limited, 1961); Harvey
Sherman, It All Depends: A Pragmatic Approach to Organization (Tusca-
loosa, Ala.: University of Alabama Press, 1965).
4
Véase, por ejemplo, a Robert Duncan, "What is the Right Organization
Structure? Decision Tree Analysis Provides the Answer", Organizational
Dynamics, invierno de 1979, pp. 59-80.
5
Véase a Donald Marquis, "Ways of Organizing Projects", Innovation, núm.
5, 1969.
6
Arthur H. Walker y Jay Lorch, "Organizational Choice: Product versus
Function", Harvard Business Review, noviembre-diciembre de 1968, pp.
129-138.
7
Chandler, op. cit.
8
Marquis, op. cit.
9
E. Raymond Corey y Steven H. Star, Organization Strategy: A Marketing
Approach (Cambridge, Mass.: Division of Research, Graduate School of
Business Administration, Harvard University, 1970).
10
Véase por ejemplo, a Richard D. Miller y David J. Springate, "The Rela-
tionship of Strategy, Structure, and Management Processes", Academy
of Management Proceedings, 1978, pp. 121-125; R. Rumelt, Strategy,
Structure, and Economic Performance (Cambridge, Mass.: Harvard Uni-
versity Press, 1974); B. Scott, "The New Industrial State: Old Myths and
New Realities", Harvard Business Review, marzo-abril de 1973, pp. 133-
148; R. Pitts, "Strategies and Structures for Diversifications", Academy
of Management Journal, junio de 1977, pp. 197-208.
11
Rumelt, "Diversity and Profitability", ensayo, Academy of Management,
Western Region, 1977.
12
Clayton Reeser, "Some Potential Problems of the Project Form of Organiza-
tion", Academy of Management Journal, vol. 12, núm. 4, diciembre de
1969, pp. 459-467.
13
Chandler, op. cit.
14
Stanley M. Davis y Paul R. Lawrence, Matrix (Reading, Mass.: Addison
Wesley Publishing Company, Incorporated, 1977).
15
Jay Galbraith, "Matrix Organization Designs: How to Combine Functional
and Project Forms", Business Horizons, febrero de 1971, pp. 29-40.
16
Davis y Lawrence, op. cit., p. 9.
17
Ibíd., pp. 11-18.
18
Una profundización de esta idea se encuentra en Jay Galbraith, Organization
Design (Reading, Mass.: Addison-Wesley Publishing Company, Incorpo-
rated, 1977), pp. 163-164.
ESTRUCTURAS DE LA ORGANIZACIÓN 327
19
Davis y Lawrence, op. cit., p. 16.
20
Stanley M. Davis y Paul R. Lawrence, "Problems of Matrix Organizations",
Harvard Business Review, mayo-junio de 1978, pp. 131-142.
COORDINACIÓN
Me parece que la primera prueba de la
administración de un negocio, de una
organización industrial, debería ser tener una
empresa con todas sus partes muy
coordinadas, que se mueva en una unidad
sumamente estrecha que ajuste sus
actividades y que toda su estructura esté tan
compacta, tan interrelacionada e
interdependiente, que constituya una unidad
funcional. . . .
— Mary Parker Follett
• definir la coordinación.
• enumerar cuatro síntomas de una
coordinación inadecuada.
• definir la autoridad, la influencia y el poder
y dar ejemplos de ellos.
• describir varias fuentes del poder, medios de
adquirirlo y conductas de los que saben
usarlo bien.
• mencionar tres pautas clásicas para diseñar
la jerarquía de autoridad y dar ejemplos de
ellas. Explicar además algunas consecuencias
que tendría la violación de cada una.
• describir la centralización y la
descentralización y dar ejemplos de ambas.
• describir la delegación, sus condiciones
previas y sus ventajas, y dar ejemplos de
cómo puede realizarse correctamente.
• describir los significados de staff, las
funciones de staff, las relaciones de staff y
dar ejemplos.
• describir cómo determinar cuándo y cuánta
coordinación interdepartamental se necesita
y mencionar los mecanismos con los cuales
se logra.
O'BRIAN,INC.
FIGURA 9.1
Organigrama parcial:
O'Brian, Inc.
COORDINACIÓN 331
PRODUCCIÓN
ENLACE
INSPECCIÓN
FIGURA 9.2
Adición del puesto de
analista de producción a las
operaciones de planta.
Preguntas
NATURALEZA DE LA COORDINACIÓN
Autoridad
Influencia y poder
1. Poder de premio. Los gerentes poseen este tipo de poder cuando los su-
bordinados los consideran capaces de proporcionarles algo que satisface
un deseo de ellos. Si se complace al jefe pueden obtenerse incrementos
salariales, promociones y otras formas de "ingresos psíquicos" intan-
gibles como el sentimiento de orgullo, de apoyo y pertenencia. En este
caso, el jefe tiene el poder de premio.
2. Poder coercivo (coactivo). El gerente, a quien se considera autorizado
para infligir castigo que puede bloquear la satisfacción de una necesidad,
COORDINACIÓN 337
3. Poder legítimo. En este caso a los gerentes se les considera con el derecho
de ejercer la autoridad porque ésta es propia de su posición y muestran
cierta diferencia que puede denominarse poder legítimo. Mary Parket
Follett señaló hace medio siglo que los gerentes aumentarán su influencia
y no causarán resentimiento ni oposición (como la que ocasionó el geren-
te de la planta textil), si limitan sus directrices a los subordinados en cosas
relacionadas lógicamente con la realización del trabajo.4 A esto lo llamó
"obedecer la ley de la situación". Las directrices que los subordinados
podían reconocer como lógicas en la situación tenían un aura de legitimi-
dad. Por ello, eran bastante fáciles de aceptar. Los intentos de intimidar
equivalían a lo que ella denominó "jefismo" y carecían del aura de legi-
timidad, en especial en el caso de sociedades con poca distancia respecto
al poder.
4. Poder de referente. Los gerentes cuyos subordinados se identifican con
ellos o los imitan poseen lo que se llama poder de referente. Los ejecuti-
vos cuya conducta muestra competencia, equidad, honradez y otras vir-
tudes pueden ser "modelos de papeles" para sus subalternos. Cuando los
gerentes son atractivos en esta forma, modelan cualidades con las cuales
los subalternos desean identificarse. Se convierten en una clase de están
dar a partir del cual estos últimos pueden medir su propio desarrollo.
Había signos, por ejemplo, de que el comportamiento de Harry Evans
(capítulo 4), a medida que asesoraba a Tom Harrison, director del de-
partamento de personal, en el uso de la administración por objetivos,
había empezado a ser emulado por Harrison cuando trabajaba con sus
subordinados.
5. Poder de experto. Los directivos cuyos subordinados los ven como per-
sonas con conocimientos que pueden ayudarles a satisfacer sus necesida-
des poseen esta clase de poder. Cuando los subordinados piensan que su
superior cuenta con información y habilidad para mejorar la eficiencia
de los subalternos y su crecimiento, aumenta la propensión a aceptar las
instrucciones que reflejan dicha pericia.
1. Da poder tener algo que los otros quieren y que depende de usted o de
su departamento. El poder sobre los demás crece al adquirir dinero u
otros recursos, al tener exceso de recursos y al controlar el acceso de los
otros a lo que uno tiene.
2. El hecho de contar con información que reduzca la incertidumbre o que
ayude de alguna otra manera a los demás a afrontar las dificultades forta-
lece el poder de uno y de su departamento en relación con esas personas.
3. Hacerse útil y acercarse lo más posible a ser irreemplazable intensifica el
poder que uno tenga sobre la organización.
4. Poder influir en alguna parte del proceso de la decisión (definición del
problema, generación y ponderación de opciones, selección de alguna de
ellas) puede acrecentar el poder de influir en la decisión.
5. Lograr un consenso con otros puede ayudar a nuestro grupo a exponer y
hacer presión para obtener su resultado favorito en la lucha política res-
pecto a algunos asuntos de la organización. Las coaliciones basadas en el
consenso ofrecen ventajas sobre la oposición no organizada. Cuando los
bolcheviques se adueñaron del poder durante la Revolución rusa, eran
menos del 10% de los participantes pero tenían una organización férrea,
"un martillo en manos del líder" según palabras del propio Lenin.
6. Ocupar un lugar central en las redes de comunicación y poseer el arte de
la comunicación persuasiva fortalece el poder.
340 ADMINISTRACIÓN
JERARQUÍA DE AUTORIDAD
Las pautas que se ofrecen en las obras clásicas de administración para diseñar
la jerarquía de autoridad son las siguientes:
342 ADMINISTRACIÓN
1. Cadena de mando
2. Unidad de mando
3. Tramo de control (administración)
Cadena de mando
Unidad de mando
FIGURA 9.4
Unidad de mando.
Desde que (y sin duda mucho antes) Moisés "escogió a hombres capaces de
todo Israel y los puso como jefes del pueblo, para gobernar sobre miles,
sobre cientos, sobre grupos de cincuenta y de diez", los gerentes han trata-
do de dividir las tareas y las responsabilidades de la administración para
cumplir con ellas sin sentirse muy abrumados. Moisés tuvo que dividir el
trabajo del gobierno de Israel porque era demasiado grande para él. El me-
dio de que se valió fue el tramo de control, algunas veces llamado también
tramo de la administración: límite del número de personas a quienes puede
supervisar un directivo.
La figura 9-5 muestra al gerente A con un tramo de 3, al gerente B con un
tramo de 5, al gerente C con un tramo de 8 y al gerente D con un tramo de 12.
Las condiciones que impulsaron a Moisés a tomar su decisión han sido
afrontadas por todas las formas de organización a lo largo de la historia;
por ello fijar el tramo de control sigue siendo un tema perenne de la admi-
nistración. Las formulaciones de los principios del tramo de control han va-
FIGURA 9.5
Tramo de control.
346 ADMINISTRACIÓN
riado a través de los años, pero una de las versiones mejor conocidas ofreci-
das por los autores de la época de Frederick Taylor y Henri Fayol (capítulo
2) es la siguiente: "Ningún ejecutivo deberá tratar de supervisar directamen-
te el trabajo de más de cinco o al máximo seis subordinados directos cuyo
trabajo está interrelacionado".13
Como se ya dijo, el principio no pretende aplicarse a los supervisores de
primer nivel en muchos casos, pues es posible que los trabajadores efectúen
una tarea repetitiva que no esté interrelacionada o puede haber empleados
sin título de supervisores que de manera no oficial dirijan a algunos de sus
compañeros de trabajo.
En ausencia de estas circunstancias atenuantes, el principio establece
que, si bien los gerentes pueden aligerarse algunas obligaciones al delegar
trabajo a sus subordinados, asumen la responsabilidad de supervisar las re-
laciones interdependientes que se crean en cada nuevo subordinado. El
problema, según se ha señalado, estriba en que las ventajas de la delegación
aumenta sólo en forma numérica, y en cambio las relaciones de interdepen-
dencia lo hacen geométricamente.
CENTRALIZACIÓN Y DESCENTRALIZACIÓN
Centralización
FIGURA 9.6
Centralización y
descentralización de la
autoridad en la jerarquía.
COORDINACIÓN 349
Un estudio sobre cómo la General Motors estaba gastando más de $10 millo-
nes de dólares en guantes de trabajo reveló que, para un tipo común (guantes
de lona y hasta la altura de la muñeca) 10 divisiones de la compañía compra-
ron independientemente 843 000 docenas para utilizarlos en 106 lugares de
Estados Unidos durante 1 año, gastando en ellos $4.6 millones y pagando
siete precios diferentes a 95 proveedores: fabricantes, distribuidores y agen-
tes.28 "Tras la formación del grupo de políticas de compras en la oficina
central de la General Motors, los directivos de esta unidad. . . negociaron
contratos con seis proveedores para la compra de más de 120 000 guantes de
un tipo particular, logrando ahorros estimados de más de 12% en los precios
29
pagados durante el año anterior".
De manera análoga, la IBM estableció un grupo de contratos corporativos,
compuesto por expertos que adquieren varios artículos (entre ellos sumi-
nistros de oficina) y servicios (como automóviles de alquiler) que se usan en
todas las sucursales de la empresa en Estados Unidos.30
Descentralización
DELEGACIÓN
Pautas clásicas
1. Integridad
2. Claridad
3. Suficiencia
FIGURA 9.7
Grados de delegación Fuente:
categorías reimpresas con
autorización de The
University of Alabama Press
según It All Depends: A
Pragmatic Approach to
Organization de Harvey
Sherman, copyright 1966, pp.
83-84. Categorías
desarrolladas por W. H.
Nesbitt.)
352 ADMINISTRACIÓN
Son varias las ventajas de una buena delegación. El delegador tiene tiempo
para otras actividades; el delegado puede adquirir experiencias valiosas. Si el
acto de la delegación auna la competencia y autoridad al permitir que alguien
más cerca de los hechos y los acontecimientos decida y actúe, la calidad de la
decisión y acción puede ser mejor. Por el mismo motivo ambas cosas también
pueden efectuarse en menos tiempo.
Las ventajas se consiguen sólo si la delegación realmente se realiza, y ello
tiene probabilidades de ocurrir sólo si existen varias condiciones previas.
Entre ellas figuran actitudes personales del gerente como las siguientes:33
COORDINACIÓN 353
Delegación acertada
veces se requiere cierta habilidad del superior para no caer en la trama que
ellos le tienden, en ocasiones inconscientemente, para redelegarle la tarea (e
incluso otras nuevas).36 Dejarles a los subordinados la carga puede oca-
sionarles un intenso estrés, en especial si tienen poca tolerancia para la am-
bigüedad y diversas clases de ansiedad. Algunas veces existe una distinción
sutil entre una experiencia bien calculada que favorece el crecimiento y una
asignación poco realista capaz de producir sólo fracasos. Una relectura del
caso de los señores Evans y Harrison en el capítulo 5, a la luz del concepto
del trabajo terminado, sugerirá que el señor Evans parece un partidario há-
bil y capaz de las ideas básicas, modificadas para adaptarse a la atmósfera
no militar de su compañía.
Desde el punto de vista del superior, la delegación (o descentralización,
según el caso) entraña el riesgo de perder el control. Conservarlo y seguir
delegando es más probable si la delegación se da dentro de una estructura de
objetivos, políticas e información actualizada referente al desempeño. Las
revistas de negocios contienen muchas historias de pérdidas corporativas
atribuidas a una delegación sin control. La pérdida de $61 millones de dóla-
res en un trimestre por un banco grande constituye un ejemplo de ello.
Roger E. Anderson, presidente del Continental Illinois National Bank & Trust
Co., dedica gran parte de su tiempo en estos días a analizar los controles y
políticas de préstamos de su empresa y a tratar de impedir que los clientes im-
pacientes acudan a otro banco. Esta atención tan esmerada a las operaciones
es insólita en el caso del jefe de un banco importante. Pero es especialmente
extraordinaria para Anderson, partidario ardiente de la descentralización, quien
hasta hace poco tenía más interés en establecer metas ambiciosas para el sexto
banco más grande del país que en la forma de alcanzarlas....
Esta actitud deificó al banco que acaparó nuevos negocios a costa de
otros bancos y que desdeñaba al funcionario analítico y cauto de préstamos.
Para lograr sus objetivos, Anderson delegó el poder principal a los funciona-
rios de préstamos, imponiendo al mismo tiempo controles menores; y luego
permitía excepciones a esas reglas mínimas. Todo parecía indicar que, en su
opinión, esos ejecutivos podrían aprovechar mejor las oportunidades con me-
nos restricciones.37
más autonomía de la que tenían bajo su jefe anterior quien les da menos di-
rectrices y de menor rigor. . ..
Los gerentes deben fijar metas específicas y mensurables, aceptadas por
ambas partes, y también tienen que cumplirlas en forma total. Hennessy ad-
mite que es un excétrico del rendimiento de los activos y espera que también
sus ejecutivos lo sean. Pero para conseguir sus metas, a ellos se les da más
responsabilidad. Por ejemplo, William D. Geitz, que dirige el programa de
perforación de pozos petroleros, antes tenía un tope de gastos de $1 millón
de dólares. Si quería rebasar esa cifra debía obtener varias aprobaciones cor-
porativas. Hoy su máximo es de $6 millones, cifra que le permite tomar deci-
siones con mayor rapidez. Sin embargo, el otro lado de la moneda es que ya
no puede culpar a la lenta respuesta de la empresa por perder oportunidades
ni por los resultados poco satisfactorios. Hennesy ha aclarado que los bonos
están ligados directamente al desempeño, sin que se admitan excusas. "Soy
muy exigente", afirma. "Estoy orientado a los resultados y concedo los pre-
mios basándome en ellos."
STAFF
El asistente
Lyn Johnson, de 38 años de edad, quien trabaja para John F. Bookout, presi-
dente y jefe ejecutivo de Shell Oil, es un buen ejemplo de ese tipo de staff El
título oficial de Johnson es gerente de comunicaciones externas de la oficina
del presidente En realidad, prepara la mayor parte de los encuentros ofi-
ciales de Bookout con el mundo externo. Y ésa se ha convertido en una tarea
COORDINACIÓN 357
FIGURA 9.8
El "asistente".
Departamentos staff
Funciones staff
funciones staff Por lo regular, las actividades staff incluyen dar servicio, consejo, vigilancia
• servicio (monitoreo) y control a las unidades de la organización de línea.42 Algunos
• consejo
• vigilancia departamentos staff pueden efectuar sólo una de las actividades anteriores,
• control aunque otros realizan una combinación de ellas. Pongamos, por ejemplo, el
caso de las funciones del Computer and Data Processing Center en una uni-
versidad ordinaria de Estados Unidos. Los departamentos básicos de línea
en ella son las unidades académicas: colegio de humanidades, colegio de
ciencias, escuela de administración de empresas, escuela de pedagogía, etc.
Cada unidad cuenta con un conjunto de actividades de las cuales es respon-
sable, imparte cursos y lleva a cabo investigaciones. Por su parte, el Com-
puter and data Processing Center se encarga de varias tareas que afectan de
diversos modos en la operación de esos departamentos.
Por ejemplo, si un profesor del departamento de administración ha ter-
minado una encuesta sobre la aplicación de la administración por objetivos
en algunas corporaciones, puede solicitar el servicio del centro para introdu-
cir las respuestas de modo que la computadora procese los datos. Ese mis-
mo profesor puede obtener asesoría respecto al uso de los programas ordi-
narios de la computadora de los que se dispone para efectuar los cálculos
estadísticos necesarios. El centro también vigilará el uso de sus instalaciones
por parte de los departamentos, a fin de observar que se cumplan los proce-
COORDINACIÓN 359
FIGURA 9.9
Relaciones de staff/línea.
360 ADMINISTRACIÓN
mente ayudan a los gerentes de línea a alcanzar sus metas son siempre bien-
venidos. El consejo (asesoría) puede aceptarse o no de buen grado, según
que el superior piense que contribuye o no a la obtención de los objetivos.
Cuando los que integran el staff no muestran una empatia adecuada ("po-
nerse en lugar del jefe"), su consejo no se aprecia mucho. Pero cuando el
servicio y el consejo se solicitan, se reciben y son de calidad satisfactoria,
existe poco estrés entre el personal de línea y el de staff.
Como se aprecia en la figura 9-9, la vigilancia (monitoreo) y control son-
funciones staff que rara vez se piden. Suelen provocar tensión entre el perso-
nal staff y el de línea. Imaginemos, por ejemplo, la frustración del gerente de
producción que no puede avanzar en un trabajo porque algunos miembros del
departamento staff no aprueban la contratación de otro empleado más,
alegando que las referencias de empleo solicitadas por el departamento de
personal no fueron comprobadas de modo apropiado. Se queja de que sobre
él recaerá la responsabilidad si no cumple con la cuota; en cambio, los que
trabajan en el departamento staff pueden perjudicarlo sin sufrir las conse-
cuencias de ello. En otras palabras, si bien el gerente de línea se halla bajo
presión para conseguir resultados y se le responsabiliza por no obtenerlos, no
tiene autoridad absoluta para controlar todo aquello de lo cual dependen los
resultados. Pero como éste es el estado normal de las cosas, si alguien desea
llegar a ocupar un puesto gerencial no deberá dejarse abrumar fácilmente por
las discrepancias entre autoridad y responsabilidad ni por relaciones ambi-
guas de autoridad.
Autoridad funcional
FIGURA 9.10
Autoridad funcional.
miento de sus obligaciones divisionales; por ejemplo, los planes para contratar
el número suficiente de empleados y cumplir con la cuota de producción del
año. La unidad staff corporativa tiene una autoridad funcional sobre el ge-
rente de personal de la división.
Así pues, con las casillas situadas a un lado y con líneas diagonales y pun-
teadas entre departamentos, los puestos y relaciones staff complementan y
corrigen la jerarquía. Tratan de lograr una coordinación muy elusiva. Algu-
nas veces el staff es de ayuda pero se pierde la coordinación, y entonces se
aplican más técnicas para recuperarla.
COORDINACIÓN INTERDEPARTAMENTAL
Un método bastante razonable para alcanzar la necesaria coordinación inter-
departamental para cualquier organización tiene presentes cuatro preguntas:
362 ADMINISTRACIÓN
¿Dónde?
¿Cuánta?
Mecanismos de coordinación
parte de los que no saben resolver sus diferencias. Si ello ocurre con excesi-
va frecuencia, el superior puede sentirse molesto.
3. Reuniones no programadas. Los representantes de los departamentos
que compartan las responsabilidades de la tarea pueden reunirse para
discutir los problemas a medida que surjan. Eso fue lo que los departa-
mentos de enlace, producción e inspección hicieron respecto a los proble-
mas de reelaboración en O'Brian, Inc. Pero en vez de resolver los pro-
blemas, las discusiones en ese caso particular se habían vuelto hostiles e
improductivas.
4. Reuniones programadas. Cuando existe suficiente flujo de problemas re-
lacionados con tareas interdepartamentales, es posible programar
reuniones para solucionarlos. La eficacia depende, por supuesto, de un
clima de colaboración orientado a la solución de problemas.
5. Responsabilidades de coordinación departamental. La obligación de los
gerentes de departamentos que comparten la tarea puede formularse
explícitamente en las descripciones de sus objetivos o puestos. Esto reco-
noce al menos formalmente la obligación de colaborar.
6. Intermediarios. Son personas cuyos trabajos se crean como un medio de de-
limitar las fronteras. Los títulos de esos puestos varían según las industrias,
pero entre los más comunes figuran agilizador, representante de enlace, coor-
dinador, representante de programa y coordinador o jefe de proyecto o
producto. Su presencia en una organización a menudo es prueba de que
ha fracasado el intento de lograr que la cooperación interdepartamental
sea un deber de cada jefe de departamento.
O'Brian, Inc., ofrece un buen ejemplo. La operación de producción
estaba sufriendo un grave conflicto entre los departamentos de inspec-
ción y producción respecto a quién especificaría la reelaboración que
debería hacerse en las partes rechazadas por el de inspección. Ambos de-
partamentos debían cooperar en su decisión. Dado que el resultado fue
la intensificación del conflicto más que la cooperación, la compañía creó
un puesto especial denominado analista de producción y lo puso entre
los dos. El analista estaba bajo las órdenes del gerente de operaciones de
la planta (Fig. 9-2) y el que había sido asignado a él tenía experiencia en
inspección y producción, además de que conocía bien ambos puntos de
vista. La nueva organización separó el departamento de inspección y el
de producción, y sustituyó lo que había resultado una interrelación
problemática con un intermediario.
En otros casos, el intermediario no es un individuo, sino un equipo,
un grupo de trabajo o un departamento especial al que se le asigna la mi-
sión de efectuar la misma clase de coordinación. En O'Brian, el departa-
mento de enlace cumplía esta función entre el de ingeniería de diseño y el
de producción.
7. Diseño matricial. En el capítulo 8 se describió la estructura de organiza
ción matricial. Su núcleo es una estructura de comando dual destinado
para centrar la atención en dos aspectos opuestos pero importantes del
O'BRIAN, INC.
FIGURA 9.11
Variantes del empleo de los
mecanismos de coordinación,
con incertidumbre de las
tareas. [Fuente: adaptado de
Jay R Calbraith,
Organizational Design
(Reading, Mass.: Addison-
Wesley Publishing Company,
Incorporated, 1977), p. 54.
Reimpreso con autorización]
tarea se torna menos segura.46 Algunas veces se advierte una progresión, por
tanteo, del punto 3) al 7), a partir de las tentativas por salir adelante, re-
curriendo a reuniones no programadas, hasta el empleo final del diseño
matricial. En efecto, este programa requiere ensayar medicamentos cada vez
más fuertes para tratar los síntomas de una coordinación interdepartamental
insuficiente. O'Brian por ejemplo, parece incapaz de resolver sus problemas
de proceso de reelaboración asignando responsabilidades de coordinación in-
terdepartamental (paso 5), por lo cual ha establecido un puesto intermedio: el
de analista de producción (paso 6).
La figura 9-11 muestra cómo una organización estudiada modificaba sus
mecanismos de coordinación, según la incertidumbre de la tarea.47Como se
advierte, su uso de la cadena de mando o de canales verticales no cambió
mucho, pero recurrió más a las reglas y planes cuando había menos incerti-
dumbre y se sirvió más de las reuniones no programadas, de las programa-
das y de los canales horizontales al aumentar la incertidumbre.
En otro estudio se compararon tres compañías en cada una de tres in-
dustrias: plásticos, recipientes (contenedores) y alimentos de consumo que
tenían diferentes grados de incertidumbre de las tareas.48 La más eficiente
de esas tres empresas en la industria con la mayor incertidumbre de tareas,
la de plásticos, usaba mucho más las técnicas especiales de coordinación,
entre ellas los equipos interdepartamentales de tareas y las funciones de
enlace o "integrador" que la empresa más eficiente en la industria con la
menor incertidumbre, la de los recipientes. Dicha empresa estaba en condi-
COORDINACIÓN 367
RESUMEN
CASO
Dashman Company*
La Dashman Company era una gran empresa que fabricaba muchos tipos de
equipo para las fuerzas armadas de Estados Unidos. Contaba con más de 20
plantas, situadas en la parte central del país, cuyos procedimientos de compra
nunca habían sido coordinados en una forma completa. De hecho, la oficina
matriz había alentado a cada gerente de planta a que operase con su personal
como una unidad independiente en casi todos los asuntos. En cierto momen-
to, cuando empezó a ser evidente que la compañía tendrá dificultades cre-
cientes para asegurar la obtención de algunas materias primas indispensables.
El señor Manson, presidente de la compañía, nombró a un ejecutivo de
compras con mucha experiencia, el señor Post, como vicepresidente encarga-
do de esa función, puesto creado especialmente para él. El señor Manson dio
a Post mucha libertad en la organización de su trabajo y le asignó como ayu-
dante al señor Larson. Éste había trabajado en la compañía en varios puestos
durante largos años y conocía personalmente a casi todos los ejecutivos de la
planta. El nombramiento de Post fue anunciado a través de los canales forma-
les habituales de la compañía, entre ellos un aviso publicado en el boletín.
Una de las primeras decisiones de Post fue comenzar de inmediato a
centralizar el procedimiento de compras. El primer paso consistió en or-
denar que los ejecutivos que manejasen las compras en las plantas indi-
viduales enviaran a la oficina matriz todos los contratos de compra que
rebasaran los $10 000 dólares. Pensaba que, para que la oficina pudiera
efectuar la coordinación en una forma que fuera útil para cada planta y
para la compañía entera, debía notificársele que los contratos estaban
preparándose por lo menos una semana antes de su firma. Discutió esta
propuesta con el señor Manson, quien la presentó a su consejo de admi-
nistración. La propuesta fue aprobada.
Aunque la compañía efectuaba compras a lo largo de todo el año, su
principal estación en que las hacía se iniciaría tres semanas después de
que se adoptó el nuevo plan. Post redactó una carta que se enviaría a 20
ejecutivos de compras. He aquí la carta:
Estimado___________
El consejo de administración de nuestra compañía acaba de autori-
zar un cambio en los procedimientos de compras. En lo sucesivo, los eje-
cutivos de compras en las plantas de la empresa notificarán al vicepresi-
dente encargado de las compras todos los contratos mayores de $10 000
que estén negociando, y lo harán por lo menos con una semana de antici-
pación de la fecha en que han de ser firmados.
Pregunta
NOTAS
1
Douglas McGregor, The Human Side of Enterprise (Nueva York: McGraw-
Hill Book Company, 1960), p. 23.
2
Chester I. Barnard, The Functions ofthe Executive (Cambridge, Mass.:
Harvard University Press, 1938), p. 215.
3
J. R. P. French y B. Raven, "The Bases of Social Power", en D. Cartwrigkt
(ed.), Studies in Social Power (Ann Arbor, Mich.: University of Michigan
Press, 1959), pp. 150-167.
4
Henry C. Metcalf y L. Urwich (eds.), Dynamic Administration: The Collected
Papers of Mary Parker Follett (Nueva York: Harper & Row, Publishers,
Incorporated, n. d.), pp. 50-70.
5
Véase a David Kipnis, The Powerholders (Chicago: The University of Chicago
Press, 1976).
6
Rosabeth Moss Kanter, "Power Failure in Management Circuits", Harvard
Business Review, vol. 57, núm. 4, julio-agosto de 1979, pp. 65-75.
7
Véase a Rollo May, Power and Innocence (Nueva York: W. W. Norton, 1972).
8
John P, Kotter, Power in Management: How To Understand, Acquire, and
Use It (Nueva York: AMACOM, 1979), p. 101.
9
Véase a Jeffrey Pfeffer, Power in Organizations (Marshfield, Mass.: Pitman
Publishing Inc., 1981), pp. 67-96.
10
Kotter, op. cit., pp. 25-52.
11
Véase, por ejemplo, a Ross Webber, "Career Problems of Young Managers",
California Management Review, vol. XVIII, núm. 4, pp. 19-33; J. S. Li-
vingston, "Myth of the Well-Educated Manager", Harvard Business Re-
view, (enero-febrero de 1971), pp. 79-88; J. P. Siegel, "Machiavellianism,
MBA's and Managers: Leadership Correlates and Socialization Effects",
Academy of Management Journal, septiembre de 1973, pp. 404-411.
12
Human Behavior-Man and the Organization de Rafael Steinberg y los Edi-
tors of Time-Life Books, © 1975 Time Inc.
13
L. F. Urwick, "V. A. Graicunas and the Span of Control", Academy of Mana-
gement Journal, vol. 17, núm. 2, junio de 1974, p. 350; véase también a V.
A. Graicunas, "Relationship in Organization", Bulletin of the Interna-
tional Management Institute, vol. 7, marzo de 1933, pp. 39-42, reimpreso
en L. H. Gulick y L. F. Urwick (eds.), Papers on the Science of Administra-
tion (Nueva York: Institute of Public Administration, Columbia Univer-
sity 1937), pp. 182-187.
14
Urwick, op. cit., p. 351.
15
Ralph C. Davis, Fundamentáis of Top Management (Nueva York: Harper &
Row, Publishers, Incorporated, 1951).
16
Frederick W. Taylor, Shop Management (Nueva York: Harper, 1911), p. 121;
véase también a Urwick, op. cit., p. 352.
17
Joan Woodward, Management and Technology (London: Her Majesty's Sta-
tionery Office, 1958).
18
James Worthy, "Organization Structures and Employee Morale", American
Sociological Review, vol. 15, 1950.
19
David D. Van Fleet y Arthur G. Bedian, "A History of the Span of Manage-
ment", Academy of Management Review, vol. 2, 1977, pp. 356-372.
20
David D. Van Fleet, "Span of Management Research and Issues", Academy
of Management Journal, vol. 26, núm. 3, septiembre de 1983, pp. 546-552;
véase también a Gerald D. Bell, "Determinants of Span of Control", Ame-
COORDINACIÓN 373
41
Leonard R. Sayles, "Matrix Organization: The Structure with a Future", Or-
ganizational Dynamics, otoño de 1976, pp. 3, 15. © Leonard R. Sayles,
Reimpreso con autorización.
42
Véase a Leonard R. Sayles, Managerial Behavior (Nueva York: McGraw-Hill
Book Company, 1964).
43
Jay Galbraith, Designing Complex Organizations (Reading, Mass.: Addison-
Wesley Publishing Company, Incorporated, 1973).
44
Stanley M. Davis y Paul R. Lawrence, Matrix (Reading, Mass.: Addison-
Wesley Publishing Company, Incorporated, 1977), p. 13. Reimpreso con
autorización.
45
Henry Mintzberg, The Structuring of Organizations.: A Synthesis of the Re-
search (Englewood Cliffs, N. J.: Prentice-Hall, Incorporated, 1979), pp.
161-180; Jay Galbraith, Organization Design (Reading, Mass.: Addison-
Wesley Publishing Company, Incorporated, 1977).
46
J. Hage, M. Aiken y C. B. Marrett, "Organization Structure and Communi-
cations" American Sociológica! Review, octubre de 1971, pp. 860-871.
47
A. H. Van de Ven, A. L. Delbecq y R. Koenig, "Determinants of Coordination
Modes within Organizations" American Sociological Review, abril de
1976, pp. 332-338.
48
Paul R. Lawrence y J. M. Lorsch, Organization and Environment: Managing
Differentiation and Integration (Cambridge, Mass.: Division of Research,
Graduate School of Business Administration, Harvard University, 1967),
pp. 133-158; véase también a Galbraith, Designing Complex Organiza-
tions, pp. 111-112.
GRUPOS EN LAS
ORGANIZACIONES
...la mayor parte de los gerentes, tanto los
de tipo X como los de tipo Y, tienen poco
dominio de las técnicas de la dinámica de
grupos. Esa carencia se manifiesta en las
reuniones mal dirigidas del personal, en los
comités de baja productividad, en los
grupos de trabajo y en los equipos de
proyectos agobiados por el conflicto y
también en la deficiente administración de
las relaciones entre grupos.
— Edgar Schein
Después de estudiar este capitulo, el lector deberá
ser capaz de:
* Describir los tres elementos básicos de los
grupos y dar ejemplos de ellos.
• Mencionar e ilustrar con ejemplos tres
elementos universales de los grupos y
describir su interdependencia.
* Enumerar e ilustrar con ejemplos cuatro
características comunes de la organización
informal.
• Mencionar e ilustrar con ejemplos algunas
de las aportaciones que los grupos y su
desarrollo informal hacen a los miembros y a
la organización formal.
* Describir cómo las diferencias en los
patrones de interacción que se han atribuido
a las que existen entre el desempeño y el
sentimiento.
• describir algunos problemas de la toma de
decisiones en grupos.
• describir las medidas que el presidente de
un comité podría tomar para mejorar el
proceso de decisión de un grupo.
* describir el enfoque de los sistemas
sociotécnicos en el diseño de grupos de
trabajo autoadministrados.
COUNTY JAIL
FIGURA 10.2
Determinantes de la eficacia del grupo. [Fuente: adaptado de J. Richard Hackman y Charles C. Morris, "Group
Tasks, Group Interaccion proces, and Group performance Effectiveness: A review and proposed Integration", en
Leonard Berkowitz (ed.) Advance in Experimental Social Psychology, vol. 8 (New York: Academic press,
Incorporated, 1975), p. 46; con autorización]
380 ADMINISTRACIÓN
ELEMENTOS BÁSICOS
Factores ambientales
Algunos factores ambientales Cuando los gerentes dividen la organización en departamentos, ponen a dis-
• flujo de trabajo posición del personal el equipo y las instalaciones, asignan tareas y sitios de
• equipo
• estructura organizacional
trabajo, preparan el escenario y escriben el guión que reúne a los factores en
las relaciones laborales directas. De ese modo, la organización formal pre-
dispone la génesis de los grupos. Es probable que los gerentes no tengan la
intención que se formen grupos, sino tan sólo quieran ubicar a los indivi-
duos en forma apropiada para que efectúen su trabajo. Así pues, la organi-
zación formal puede moldear grupos pero lo hace sin proponérselo.
Los pintores de juguetes, los artistas y los redactores de textos publici-
tarios en los casos de este libro son un buen ejemplo de ello. No se constitu-
yeron primordialmente como grupos. Su condición de grupos fue un efecto
GRUPOS EN LAS ORGANIZACIONES 381
Algunos factores de grupo Aparte de las características que el ambiente y los individuos traen al grupo,
• tamaño dos atributos de éste (su tamaño y estructura) influyen en la capacitación de
• estructura funcionar de forma satisfactoria y eficaz.
En muchos estudios, los efectos que el tamaño tiene en la solución de
los problemas en grupos se han confirmado con una frecuencia que permite
unas cuantas generalizaciones.10
1. Los grupos de tamaño mediano, es decir, los que constan de cinco a once
miembros, tienden a tomar decisiones más acertadas que los grupos más
Tres redes de
comunicación
numerosos.12
2. Los grupos más grandes generan más ideas, pero conforme crece el ta
maño disminuye el número de ideas en relación con el número de sus
miembros, a causa de la interferencia de varios obstáculos sociales.13
Esos obstáculos incluyen la formación de subgrupos, algunos de los
cuales desarrollan metas incompatibles con las del grupo mayor, y senti
mientos de una inhibición más fuerte que impide hablar enfrente de gru
pos numerosos.14
3. Los grupos pequeños o sea los que constan de dos a cinco miembros,
tienden a ser capaces de lograr el consenso con mayor facilidad que los
RUtDA más grandes.12
Interacción
Los pintores de juguetes ... pasaban muchas horas del almuerzo decidiendo
cómo modificar hora tras hora la velocidad del cinturón a lo largo de la jornada.
Actividad
Las actividades son simplemente las cosas que hace la gente. Ésta camina,
habla, se siente, escribe, duerme, teclea la máquina de escribir, juega. En las
aulas escolares, el lector seguramente habrá observado diferencias en el
patrón de las actividades entre el profesor y el grupo. Tales diferencias
pueden medirse y tomarse como indicaciones del desempeño. Así, la partici-
pación de los alumnos en la clase puede definirse como conveniente y, por
386 ADMINISTRACIÓN
Al cabo de una semana el patrón era uno en que la primera media hora del
turno se realizaba a lo que los pintores de juguetes llamaban velocidad media ...
Las dos horas y media siguientes presentaban una alta velocidad; la media hora
antes del almuerzo y la media hora después de él se realizaban a baja velocidad.
El resto de la tarde mostraba alta velocidad, exceptuados los últimos 45 minutos
del turno, que se trabaja a una velocidad media.
Sentimiento
Interdependencia
ORGANIZACIÓN INFORMAL
ciones hechas en la sala del devanado para describir las propiedades y proce-
sos comunes propios de las organizaciones informales que diferirán sólo su-
perficialmente en las demás.
Subgrupos o camarillas
Los grupos también crean papeles para sus miembros, papeles indepen-
dientes y diferentes de los que les asigne la organización formal. Uno de los
más comunes es imponer algunas de las tareas y encargos más molestos al
miembro más reciente del grupo. Uno de ellos, que refleja los estereotipos
tradicionales de los papeles sexuales, consiste en imponer tareas como pre-
parar las minutas de las reuniones o el café para las mujeres aun cuando
ocupen el mismo rango formal que los varones en el grupo. En la sala de de-
390 ADMINISTRACIÓN
Normas y sanciones
Algunas ventajas posibles Los estudios en toda clase de ambientes organizacionales (prisiones, ejérci-
• supervivencia tos, hospitales, organizaciones de voluntarios y, desde luego, las empresas)
• seguridad
• amor (afecto) muestran que los grupos pueden ayudar al individuo a satisfacer sus necesi-
• estimación dades, desde la de supervivencia hasta la de autorrealización.23 Las compa-
• autorrealización raciones entre los soldados estadounidenses que fueron prisioneros de los
• creación de seguridad
• reducción de la ansiedad
chinos durante la guerra de Corea y los que estuvieron presos en campos
alemanes durante la Segunda Guerra Mundial indican que, cuando podían
formar grupos permanentes y de interacción, lograban mantener una mejor
salud y moral y resistían más a sus carceleros que cuando a los individuos se
les aislaba o los grupos eran inestables. 24 Los informes de los prisioneros
norteamericanos en Vietnam a quienes se mantenía en aislamiento y luego
en grupos confirman los resultados anteriores.25
Las funciones que los grupos cumplen para los pacientes individuales en un
hospital psiquiátrico fueron estudiadas por un antropólogo social que prime-
ro ingresó en él fingiendo ser un paciente y más tarde estudió el hospital bajo
su verdadera identidad.26 Lo que vio desde sus dos perspectivas lo impulsó
GRUPOS EN LAS ORGANIZACIONES 393
Desempeño de la organización
Algunas ventajas de la Varias veces se ha dicho que, sin la organización informal, el sistema formal
organización
• cooperación
funcionaría con menos eficiencia o no funcionaría en absoluto.27 Un estudio
interdepartamental dedicado a los grupos informales en dos organizaciones (un fabricante de
• disminución del ropa y una planta de radares militares) revela por qué esto puede suceder.28
ausentismo
y de la rotación de En ambos casos, la organización formal establecía las relaciones de colabo-
personal ración entre las funciones; por ejemplo, producción y ventas, pero las tareas
• mejoramiento de la asignadas y los medios con que se evaluaba al personal en realidad no los
comunicación
motivaban a cooperar. Los empleados estaban demasiado ocupados asegu-
rándose de cumplir con las exigencias de su pequeño comportamiento
dentro del sistema. Cuando las obligaciones debían interrelacionarse o se
requería una cooperación no prevista, los especialistas de cada función se
encerraban en su esfera de interés; la cooperación no se materializaba.
Pero no siempre. A menudo la organización informal entraba en acción
y compensaba las limitaciones del sistema formal dirigido. Los grupos de
amistad compuestos por personas de diferentes departamentos permitían a
394 ADMINISTRACIÓN
Una forma útil de concebir una organización es verla como una red de gru-
pos interrelacionados. La figura 10-3 ofrece esa perspectiva. (Por razones
de simplicidad, cada grupo descrito se muestra integrado por sólo cuatro
personas.) Concebir la organización como una red de grupos interrelaciona-
dos ayuda a ver que el desempeño global depende no sólo de la eficacia con
que cada grupo efectúe su trabajo, sino también de la eficacia de su interre-
lación.
Las mismas herramientas de análisis que nos han permitido ver algunas
de las propiedades y procesos intrínsicos de los grupos nos ayudan a penetrar
la singularidad superficial de las relaciones entre grupos. Los conceptos de
interacción, actividad, sentimiento, su interdependencia y la organización
informal agudizan nuestra visión de cómo los grupos interrelacionados que
constituyen una organización entera afectan al desempeño y la satisfacción.
Varios estudios dedicados a las organizaciones se sirven de este medio de
analizarlas.
GRUPOS EN LAS ORGANIZACIONES 395
FIGURA 10.3
Una organización representada como una serie de grupos interrelacionados. [Fuente: Rensis Likert, New Patterns of
Management (Nueva York: McCraw-Hill Book Company, 1961). p. 105; reimpreso con autorización.
El Departamento de Estado Argyris señaló que estas creencias hacían que los empleados no fueran
en cuanto a organización francos entre ellos. Por ejemplo, los supervisores daban a sus subordinados
quizá no vaya a la ruina, evaluaciones bajas pero para evitar cualquier disgusto con ellos les hacían
pero en mi opinión contiene
la semilla de su rigidez, creer que se les estaba juzgando en forma favorable. De manera análoga,
burocratismo y patología. durante las reuniones los asistentes se abstenían de expresar los pensamientos
— Chris Argyris que pudieran molestar a los demás, suponiendo que era más refinado y efi-
caz no suscitar tensión ni hostilidad. Sin embargo, Argyris dice que en esta y
en otras organizaciones el comportamiento que se ajusta a esa clase de nor-
mas puede ser pacífico, pero da origen a una comunicación inadecuada.35
Los subordinados en realidad no saben qué hacer. Los participantes en las
reuniones no tienen en cuenta todos los hechos que deberían considerar. En
el análisis de Argyris, fueron los sentimientos compartidos por los grupos
de funcionarios del Foreign Service y por grupos de administradores que es-
GRUPOS EN LAS ORGANIZACIONES 397
En esta sección final del último capítulo de la parte III "Organización", es-
tudiaremos los grupos diseñados deliberadamente para llevar a cabo deter-
minadas tareas de la organización. En concreto, examinaremos dos formas
de grupo "diseñado" o intencionalmente formado: los comités, o sea gru-
pos para la toma de decisiones, y los grupos de trabajo autoadministrados.
En el capítulo 17 describiremos otra modalidad: el "círculo de calidad".
Comités
Los comités formales, tanto los temporales como los permanentes, y otros
grupos se contituyen normalmente para tomar decisiones en la organiza-
ción." Hay buenas razones por las que las decisiones se adoptan en grupo.
Los estudios de laboratorios indican que los grupos a menudo resuelven los
problemas con mayor precisión que los individuos.38 Suelen ser más lentos,
pero tienden a cometer menos errores que el miembro promedio que trabaja
solo. Por otra parte, la gente está más dispuesta a aceptar una decisión que
ha ayudado a tomar.19
Un estudio de más de 500 gerentes de 11 países y de varias empresas re-
vela que los ejecutivos tienden a utilizar los grupos para tomar decisiones en
vez de decidir por sí mismos cuando:4"
400 ADMINISTRACIÓN
Sin embargo, aunque se usan mucho los comités, se les considera casi
un mal necesario. Se piensa que producen sobre todo formas de evadir la
responsabilidad, compromisos débiles y que pierden mucho tiempo. Una
frase muy conocida en el medio de la administración (el camello es un ca-
ballo diseñado por un comité) refleja el desdén que muchos directivos sien-
ten por los comités.
La situación nos recuerda a la administración por objetivos. En el caso
de este tipo de administración, había impresionantes pruebas de laboratorio
en favor de las ventajas del establecimiento de metas y se consiguieron resul-
tados poco satifactorios cuando se aplicaron esas técnicas en las organiza-
ciones. En el caso de la toma de decisiones en grupo, un éxito semejante de
laboratorio se acompañó de poco éxito en la práctica. Todo parece indicar
que a los gerentes les cuesta tanto trabajo utilizar dos comités como poner
en práctica la administración por objetivos (APO).
Problemas de los comités Las cosas que salen mal en la toma de decisiones en grupo pueden provenir
• participantes no idóneos de una o más de las tres fuentes siguientes:
• tarea inadecuada
• deterioro de los procesos
de interacción 1. Quienes son los participantes: los miembros
2. Qué están decidiendo: la tarea
3. Cómo toman la decisión: el proceso de grupo
Fuentes del deterioro de la Procesos ineficaces de grupo Un tercer problema en la toma de decisiones
interacción no se debe a una deficiencia en los miembros ni en la tarea, sino a un daño
• dominio individual en el proceso de la interacción dentro del grupo. Cuando se dañan los pro-
• liderazgo insuficiente
• pensamiento de grupo cesos de interacción, entonces las ideas no se expresan, la discusión crítica
no es adecuada y se deteriora la calidad de las decisiones. Ese daño puede
originarse en multitud de causas, entre ellas el dominio ejercido por una
persona, el liderazgo insuficiente y un fenómeno conocido como pensa-
miento de grupo.
EL dominio individual ocurre sobre todo cuando hay diferencias de es-
tatus o rango entre los miembros del grupo. Por ejemplo, el grado de parti-
cipación de los asistentes durante la reunión está, según se ha observado, en
proporción directa con el estatus o rango del que habla.44 Por desgracia, las
sugerencias incorrectas hechas por quienes ocupan una posición alta algu-
nas veces también tienen mayores probabilidades de ser aceptadas por el
grupo que las recomendaciones correctas provenientes de personas de bajo
estatus.45 Desde luego, la combinación de estas tendencias resulta devasta-
dora para la capacidad del grupo de servirse de sus propios recursos para ge-
nerar ideas y adoptar decisiones acertadas.
El liderazgo insuficiente se refiere a la incapacidad de un presidente o
de cualquier otra persona para centrar la discusión y llegar a conclusiones.
En ocasiones, no hay una minuta y en la discusión se divaga sin centrarse en
una cuestión por resolver. O bien, en el caso de discutirse una cuestión, no se
llega a ninguna decisión antes de abordar otro tema. No tiene lugar el cierre.
La reunión produce intercambios, pero nunca se decide. Algunas veces se
deja un tema porque las emociones se excitan y el líder juzga preferible evi-
tar el conflicto, como sucedió en el ejemplo del Foreign Service descrito an-
tes. Las reuniones caracterizadas por las digresiones y falta de cierre debidas
a un liderazgo insuficiente suelen dejar frustrados a los miembros.
Un último problema, el pensamiento de grupo, también daña la forma
en que funciona el grupo. Sin embargo, el daño proviene no del individuo,
sino de las normas compartidas por los miembros y el líder. El pensamiento
de grupo se caracteriza por un "deterioro de la eficiencia mental, la prueba de
la realidad y el juicio moral que nace de las presiones del grupo".46 Incluye
varios síntomas.47
402 ADMINISTRACIÓN
Espero que las investiga- 1. Sentimientos de superioridad, moral y de otra índole ante los extraños.
ciones de una gran variedad
de decisiones de grupo 2. Disposición a asumir riesgos extremos basados en los sentimientos de su
muestren que los síntomas perioridad y en racionalizaciones que no atienden a las advertencias refe
claros del pensamiento de rentes a los riesgos.
grupo están presentes por lo
menos en una importante 3. Pensamiento estereotipado y poco realista sobre los extraños y las condi
minoría de todas las deci- ciones externas.
siones ejecutivas mal calcula- 4. Fuerte supresión de la discrepancia en el interior del grupo, porque la di
das....
— Irving L. ¡anís sidencia se trata como infidelidad. Incluso los mismos miembros se
reprimen ellos mismos.
5. La creencia de que todos piensan lo mismo respecto a las cuestiones, es
decir, el silencio equivale a la aceptación.
6. "Guardianes de la mente" que se nombran a sí mismos y que protegen el
grupo en contra de información negativa.
producen asimismo más ideas que los que aplican técnicas de "lluvia o tor-
menta de ideas", por medio de las cuales los miembros expresan cualquier
idea que se les ocurre sin que en esa etapa se permita crítica alguna.53 Una
norma que restrinja la critica durante la etapa de orientación puede resultar
de gran utilidad, puesto que la crítica a veces inhibe a las personas y no les
deja expresar ideas de cuya utilidad o valor no están seguras. Pero uña
prohibición absoluta de interacción puede incluso ser más eficaz para
aumentar el número de soluciones propuestas.
En una fase posterior de las deliberaciones del grupo, en que la activi-
dad consiste en excluir alternativas y escoger un curso de acción, una norma
que estimule la crítica de las soluciones propuestas puede ser de gran utili-
dad. Si la norma del grupo apoya la discusión de todos lo aspectos del
problema y la opción propuesta, es posible lograr la cohesión sin el pensa-
miento de grupo. Al respecto Irving Janis: "La adhesión a esta norma re-
quiere un delicado equilibrio de sospecha y confianza mutuas: la sospecha
de la solidez de los argumentos ajenos combinada con una actitud básica de
confianza de que criticar las ideas de los demás no se tomará como un insul-
to ni provocará represalias".54
Un método de estructurar los procesos de grupo es la técnica nominal.
Comprende los siguiente pasos.55
seoso de intervenir y lo hacía con un tono autoritario que intimidaba a los es-
tudiantes más brillantes pero menos asertivos. En los días en que se dejaba
que la interacción fluyera libremente, el estudiante asertivo dominaba la dis-
cusión y se generaba y criticaba un número mucho menor de ideas que cuan-
do el presidente intervenía e invitaba al resto de los presentes a participar.
Por último, si parece ser que los participantes escogieron una solución
en forma prematura, es decir, con insuficiente generación de alterativas o
poca evaluación crítica de las opciones propuestas, conviene dar la posibili-
da de reconsiderar el problema.
Esta perspectiva del diseño del trabajo tiene en cuenta los factores tec-
nológicos y también los sociales y utiliza el pensamiento basado en sistemas;
algunas veces recibe por eso el nombre de enfoque de sistemas sociotécni-
cos. Lo que lo distingue del enfoque sociotécnico del diseño y enriquecimien-
to del trabajo, basado en teorías sobre la motivación individual, es que
aquél pone de relieve la creación de grupos relativamente autónomos de
Durante algún tiempo los resultados satisficieron a los guardias. Podían reducir
la vigilancia en los pisos donde no había narcotraficantes e intensificarla en el
cuarto piso. Un recluso podía abandonar su piso por diversas razones: para
hablar con su abogado, para ser sometido a un interrogatorio, para presentarse
al control en el primer piso, para acudir a los tribunales. Pero en todas partes
se le identificaba con facilidad y se le observaba cuidadosamente. Por algún
tiempo el nuevo sistema pareció disminuir la introducción y consumo de
narcóticos.
Pero la población de las cárceles es poco estable y cambia en forma
constante. Pronto se descubrió que, a medida que un número creciente de
presos dejaban la cárcel por alguna razón (la libertad o un traslado, por
ejemplo), crecía la cantidad de narcóticos que se introducían
subrepticiamente. (Se llegó a la conclusión de que el tráfico iba en aumento al
observar que algunos reclusos manifestaban síntomas de intoxicación.) Al cabo
de unos meses se hizo evidente que la situación era peor que cuando los
narcotraficantes convivían con otros presos.
Al parecer, cuando todos los narcotraficantes eran confinados en celdas
del cuarto piso, les resultaba más fácil conspirar y hacer que los compañeros
liberados les sirvieran de cómplices en la introducción de narcóticos a la
cárcel. Todo preso liberado (con fianza, por ejemplo) de una celda del cuarto
piso se convertía en un posible cómplice. Como todos los reclusos de ese piso
habían sido condenados por violaciones relacionadas con drogas, casi todos
ellos buscaban y consumían narcóticos. Eso era de gran utilidad no sólo para
408 ADMINISTRACIÓN
Entre las aplicaciones más conocidas del enfoque basado en los sistemas so-
ciotécnicos se encuentra la planta automotriz de Volvo situada en Kalmar,
59
Suecia. Allí no existe la línea tradicional de montaje con sus empleados in-
dividuales situados aquí y allá, realizando tareas simples y repetitivas. En
cambio, una serie de portadores guiados por computadora y cargados me-
diante baterías funcionan como sitios móviles de trabajo que se desplazan
sin ruido alrededor de la planta llevando cajones a aproximadamente 25
equipos de trabajo. Cada equipo es responsable de una fase de la producción,
como la vestidura, la instalación del equipo eléctrico o ensamblar la
carrocería.
Cada equipo planea y controla su propio ritmo de trabajo, con sólo una
exigencia mínima impuesta por la dirección. El equipo se organiza a sí mis-
mo, y a los trabajadores se les permite escoger cuántas destrezas aprenderán.
Suele haber un supervisor por cada dos equipos, pero funge principalmente
como consultor y maestro. Cada equipo inspecciona su propio trabajo.
RESUMEN
Todos los grupos muestran los elementos interdependientes de interacción,
actividad y sentimiento. Su patrón en un grupo cualquiera recibe el influjo
410 ADMINISTRACIÓN
1. ¿Qué es un grupo?
2. ¿Qué factores ambientales moldean los grupos dentro de las organiza
ciones?
3. ¿Qué características individuales moldean los grupos dentro de las or
ganizaciones?
4. ¿Cómo el tamaño y la estructura afectan el desempeño del grupo y su
satisfacción?
5. ¿Que es la interacción?
6. ¿Qué es la actividad?
7. ¿Qué es el sentimiento?
8. ¿Cómo la interacción, actividad y sentimiento dependen mutuamente?
9. ¿Qué son las camarillas?
10. ¿Cómo los grupos crean estatus y papeles informales?
11. ¿Qué son las normas?
12. ¿Qué son las sanciones?
GRUPOS EN LAS ORGANIZACIONES 411
CASO
El problema
La primera reunión
Entre reuniones
Hablé con mi jefe sobre mi impresión de que si los otros pensaban que yo
respaldaba automáticamente la idea del estudio piloto. Señalé que
quería que él asistiera a la próxima reunión. También dije que deseaba
hablar con algunas personas en contacto más directo con el problema,
con algunos dependientes de las tiendas, algunos proveedores y clientes
del departamento de ventas, a fin de ver si yo podía obtener algunas
buenas ideas o descubrir algún problema en el área del estudio piloto.
Me recomendó averiguar lo más posible y me aseguró que asistiría a la
próxima junta.
Mi experiencia con otros estudios me había enseñado que, algunas veces,
las personas en contacto más directo con el trabajo tienen muchos cono-
cimientos prácticos que aportar. Por ello busqué un dependiente de tien-
das, dos compradores y dos representantes de ventas de los proveedores
para conversar con ellos. Nadie les había hablado sobre el estudio piloto
y el plan general que se pretendía probar con él. Ello me sorprendió un
poco. Cada una de esas personas tenía cosas interesantes que decir res-
pecto a la nueva forma propuesta de manejar los suministros de oficina.
Así, un comprador pensó que sería caótico tener 17 departamentos que
ordenasen los mismos objetos. Pensaba que también podríamos perder
algunos descuentos por cantidad. Señaló asimismo que con el nuevo sis-
tema aumentaría 17 veces la cantidad de papeleo. Un proveedor dijo
que, en su opinión, a ningún proveedor le gustaría la idea, pues entonces
aumentaría el número de contactos necesarios para vender la cantidad
que actualmente podía venderse a través de un solo contacto: el compra-
dor del departamento de compras. Un dependiente de tiendas afirmó
que sería riesgoso depender de un proveedor para mantener los inventa-
rios en un nivel adecuado. Dijo: ¿Qué sucederá si un proveedor no nos
suministra suficientes herramientas de indicadores para nuestros lecto-
res de contador durante un mes, de modo que nos sea imposible obtener
a tiempo las facturas mensuales?
414 ADMINISTRACIÓN
La segunda reunión
Pregunta
NOTAS
1
Reimpreso de The Origin of Species de Charles Darwin, ©(g 1949, con
autorización de Contemporary Books, Inc., Chicago, p. 269.
2
Varias definiciones de grupos y una explicación del problema de la definición
de grupos se dan en Marvin E. Shaw, Group Dynamics: The Psychology
of Small Group Behavior, 2a. ed. (Nueva York: McGraw-Hill Book Com-
pany, 1976), pp. 6—12.
GRUPOS EN LAS ORGANIZACIONES 417
3
Leonard R. Sayles, Behavior of Industrial Work Groups: Prediction and
Control (Nueva York: John Wiley & Sons, Incorporated, 1958).
4
James W, Kuhn, Bargaining in Grievance Settlement (Nueva York: Colum-
bia University Press, 1961).
5
Philip Selznick, T. V. A. and the Grass Roots (Berkeley, Calif.: University of
California Press, 1948), pp. 250-251.
6
William C. Schutz, FIRO: A Three-Dimensional Theory of ínter-Personal
Behavior (Nueva York: Holt, Rinehart Winston, and Incorporated,
1958).
7
L. R. Hoffman, "Homogeneity of Member Personality and Its Effect on
group Problem Solving", Journal of Abnormal and Social Psychology,
vol. 48. 1959. pp. 27-32; L. R. Hoffman and N. R. F. Maier, "Quality and
Acceptance of Problem Solutions by Members of Homogeneous and He-
terogeneous Groups". Journal of Abnormal and Social Psychology, voL 62,
1961, pp. 401-407.
8
S. W. Bither, "Personality as a Factor in Management Team Decisión Ma-
king", Center for Research of The College Of Business Administration,
Pennsylvania State University, University Park, 1971.
9
H. Gurnee, "A Comparison of CoÚective and Individual Judgment of Facts",
Journal of Experimental Psychology, vol. 21, 1937.
1O
E1 siguiente resumen, reimpreso con autorización de Scott, Foresman and
Company, está tomado de David R. Hampton, Charles E. Summer y Ross
A. Webber, Organizational Behavior and the Practiceof Management, 3a.
ed. (Glenview, 111.: Scott, Foresman and Company, 1978), pp. 251-252.
11
G. E. Manners, hijo, "Another Look at Group Size, Group Problem Solving,
and Member Consensus", Academy of Management Journal, diciembre
de 1975, pp. 715-724; R. C. Ziller, "Group Zize: A Determinant of the
Quality and Stability of Group Decisions", Sociometry, vol. 20,1957, pp.
165-173; E. J. Thomas y C, F. Fink, "Effects of Group Zize", Psychologi-
cal Bulletin, vol. 60, 1963, pp. 371-384.
12
Manners, op. cit.; A. P. Haré, "Interaction and Consensus in Different Sized
Groups", American Sociológica!. Review, vol. 17, 1952, pp. 261-267.
13
B. E. Collins y H. Guetzkow, A Social Psychology of Group Processes for De-
cisión Making (Nueva York: John Wiley & Sons, Incorporated 1964); J. R.
Gibb, "The Effects of Group Size of Threat Reduction Upon Creativity in
a Problem Solving Situation", American Psychologist, vol. 6, 1951, p.
324.
14
J. H. Davis, Group Performance (Reading, Mass.: Addison-Wesley
Publishing Company, Incor^o^ted, 1969).
15
P. E. Slater, "Contrasting Correlates of Group Size", Sociometry, vol. 21,
1958, pp. 129-139; J. Richard Hackman y N. Vidmar, "Effects of Size and
Task Type on Group Performance and Member Reactions", Sociometry,
vol. 33, 1970, pp. 37-54.
16
Una lista parcial de estos estudios incluye los siguientes: Bernard M. Bass.
"Experimenting with Simulated Manufacturing Organizations", ONR
Technical Report, núm. 27, 1961; Alex Baveleas, "Communication Pat-
terns in Task-oriented Groups", Journal of the Acoustical Society, no-
viembre de 1950, pp. 725-730; Rocco Carzo, hijo, "Some Effects of Orga-
nization Structure on Group Effectiveness", Administrative Science
Quarterly, marzo de 1963, pp. 393-424; Robert L. Chapman et al., "The
418 ADMINISTRACIÓN
36
R. W. Revans, Standards for Moróle: Cause andEffect in Hospitals (Londres:
Oxford University Press, 1964). Publicado por el Nuffield Provincial Hos-
pitals Trust.
37
R. Tillman, hijo, "Problems in Review: Committes on Trial", Harvard Busi-
ness Review, mayo-junio de 1960, pp. 6 ss.
38
Véase, por ejemplo, a James H. Davis, Group Performance (Reading, Mass.:
Addison Wesley Publishing Company, Incorporated, 1969); Jay Hall,
"Decisions, Decisions, Decisions", Psychology Today, noviembre de
1971, pp. 51 ss.
39
Véase, por ejemplo, a Victor H. Vroom, "Industrial Social Psychology", en
G. Lindzey y E. Aronson (eds.), Handbook of Social Psychology, vol. 5
(Reading, Mas.: Addison-Wesley Publishing Company, Incorporated,
1969), pp. 196-286.
40
Victor H. Vroom, "A New Look at Managerial Decisión Making", Organiza-
tional Dynamics, primavera de 1973, pp. 1-15.
41
Andre L. Delbecq, Andrew H. Van de Ven, y David H. Gustafson, Group
Techniques forProgram Planning (Glenview, 111.: Scott, Foresman and
Company, 1975), p. 75.
42
Véase, por ejemplo, a S. W. Bither, "Personality as a Factor in Management
Team Decisión Making", Center for Research of the College of Business
Administration, Pennsylvania State University, University Park, 1971;
H. Gurnee, "A Comparison of Collective and Individual Judgment of
Facts"', Journal of Experimental Psychology, vol. 21, 1937.
43
Una posible explicación de la ineficacia de los comités puede ser que son ca-
paces de lograr mejores resultados en problemas estructurados (véase a
Bernard Berelson y Gary A. Steiner, Human Behavior: An Inventory of
Scientific Findings [Nueva York: Harcourt, Brace, and World, Incorpora-
ted, 1964], p. 355), pero como señala Vroom (véase nota 40), los gerentes
parecen dispuestos a asignarles problemas estructurados.
44
William Caudill, The Psychiatric Hospital as a Small Society (Cambridge,
Mass.: Harvard University Press, 1958), pp. 336-337.
45
E. Paul Torrance, Some Consequences of Power Differences on Decisión Ma-
king in Permanent and Temporary Three-Man Groups", en Paul A. Haré
et. al. (eds.), Small Groups (Nueva York: Alfred A. Knopf, Incorporated,
1955), pp. 482-492.
46
Irving L. Janis, Victims of Groupthink, segunda edición, (Boston: Houghton
Mifflin Company, 1982), p. 9.
47
Ibíd., pp. 174-175.
48
M. James Carpenter, "Watergate and the Groupthink Hypothesis", M.B.A.
Thesis, San Diego State University, 1978; véase también a D. Gouran,
"The Watergate Cover-Up: Its Dynamics and Its Implications" Commu-
nication Monographs, vol. 43, 1976, pp. 176-186.
49
Max Ways, "Watergate as a Case Study in Management", Fortune, no-
viembre de 1973, pp. 109 ss.
50
Janis, op cit, pp. 176-177.
51
Véase, por ejemplo, a R. F. Bales y F. L. Strodtbeck, "Phases in Group
Problem Solving", Journal of Abnormal and Social Psychology, vol. 46.
1951, pp. 485-495; una opinión contraria es la de John A. Seeger, "No In-
nate Phases in Group Problem Solving", Academy of Management Re-
view, octubre de 1983, pp. 683-689.
GRUPOS EN LAS ORGANIZACIONES 421
52
Delbecq, Van de Ven, Gustafson, op. cit., p. 16.
53
Ibíd.
54
Janis, op. cit., p. 170.
55
Delbecq, Van de Ven, y Gustafson, op. cit.
56
Peter F. Drucker, The Effective Executive (Nueva York: Harper & Row,
Publisher, Incorporated, 1966), p. 148.
57
Véase por ejemplo, a Louis E. Davis, "Optimizing Organization-Plant De-
sign: A Complementary Structure for Technical and Social Systems, Or-
ganizational Dynamics, otoño de 1979, pp. 3-15.
58
Eric L. Trist y K. W Bamforth, "Some Social and Psychological Consequences
of the Long Wall Method of Coal-Getting", Human Relations, febrero de
1951, pp. 3-38.
59
Pehr G. Gyllenhammar, People at Work (Reading, Mass.: Addison-Wesley
Publishing Company, Incorporated, 1977).
60
Ibíd., pp. 69, 71.
61
Walton, op. cit.; Work in America, op. cit., pp. 188-202; Louis E. Davis y
Eric L. Trist, "Improving the Quality of Work Life: Sociotechnical Case
Studies", en James O'Toole, op. cit, pp. 246-280.
62
Una explicación del proyecto de la GM se da en Robert H. Guest, "Quality
of Work Life-Learning from Tarrytown", Harvard Business Review,
julio-agosto de 1979, pp. 76-87.
DIRECCIÓN
CAPÍTULO 11
MOTIVACIÓN
CAPÍTULO 12
LIDERAZGO
CAPÍTULO 13
COMUNICACIÓN
CAPÍTULO 14
CONFLICTO, CAMBIO
Y DESARROLLO
CAPÍTULO 15
ADMINISTRACIÓN
DE RECURSOS HUMANOS
MOTIVACIÓN
Una mente serena no nos juzga por nuestras
acciones externas; hay que ver en el interior
para descubrir los resortes que nos ponen en
movimiento. Pero como ésta es una tarea
ardua y delicada, quisiera que pocas personas
la abordaran.
— Michel de Montaigne
FIGURA 11.1
Estructura organizacional de
una sucursal
1. Autoridad para utilizar a los especialistas técnicos de la sucursal,
ingenieros de campo y capacitadores técnicos en la
administración del territorio del representante técnico
2. Autoridad para establecer las propias horas de trabajo
3. Responsabilidad por las partes de las presentaciones hechas en las
reuniones de servicio
4. Participación en la selección preliminar y en las entrevistas de
solicitantes del puesto de representantes técnicos
5. Partes de responsabilidad en la capacitación de los nuevos
representantes técnicos
6. Autoridad para suspender las instalaciones de copiadoras que no
cumplieran con los requisitos habituales
7. Estar presente a intervenir en la elaboración de la evaluación sobre
el propio desempeño
8. Opinar en la determinación del propio incremento por méritos en el
momento de hacer la evaluación del desempeño
9. Responsabilidad para determinar la propia asignación geográfica y
el tamaño de la carga de trabajo
10. Libertad para programar la tasa de recepción de las respuestas
modificadas con que se sustituían las piezas que estaban en uso
11. Responsabilidad para ordenar y mantener el inventario de los
repuestos y el suministro de herramientas
12. Plena responsabilidad para determinar la necesidad de gastos por
concepto de horas extras
13. Responsabilidad de escoger el intervalo preventivo de
mantenimiento para cada una de las copiadoras en el propio territorio
14. Plena responsabilidad de los gastos de mantenimiento del
automóvil de la compañía
Pregunta
EL RETO DE LA MOTIVACIÓN
A. H. Maslow. (Ted
Polumbaum, ©1968 Life
Magazine, Time Inc.)
FIGURA 11.2
Jerarquía de necesidades.
[Fuente: Esta y las siguientes
ilustraciones de la teoría de
Maslow se adaptaron de
David Krech, Richard S
Crutchfield y Egerton L.
Ballachey, Individual in
Society (Nueva York:
McGraw-Hill Book Company
1962), p. 78]
432 ADMINISTRACIÓN
Necesidades fisiológicas
Necesidades de seguridad
Necesidades de amor
Necesidades de estima
Dibujo de Weber; ©
1979 The New Yorker "Me siento insatisfecho con mi vida actual y
Magazine, Inc. anhelo una realización más plena. ¿Y tú qué piensas?"
MOTIVACIÓN 435
La necesidad de autorrealización
Diferencias culturales
Diferencias subculturales
Diferencias individuales
El panorama resulta aún más confuso si estudiamos las diferencias entre los
trabajadores. El propio Maslow señaló que los individuos difieren en la in-
tensidad relativa de sus necesidades.20 Algunos mantienen una profunda
influencia de los sentimientos de inseguridad a pesar de las condiciones ob-
jetivas que satisfacen las necesidades de la mayor parte de las personas en
condiciones semejantes. Otros reciben el influjo más fuerte de las necesida-
des de amor (afecto) y, no obstante las indicaciones de una floreciente vida
social y una buena vida familiar, no parecen sentir un deseo creciente de al-
canzar niveles más altos de satisfacciones de nivel superior relativas a la esti-
mación.
¿Desarrollo o diferencias?
Otras jerarquías
Se han hecho varios intentos por perfeccionar la teoría de Maslow y, al mis-
mo tiempo, conservar sus ideas básicas: 1) hay varios niveles de necesidades
MOTIVACIÓN 439
Jerarquía de Alderfer
por encima de las fisiológicas y 2) éstas adquieren el poder de motivar en al-
gún orden. Una alternativa propuesta por Lyman Porter alarga la jerarquía
al introducir la necesidad de autonomía entre la estimación y la autorreali-
zación. Porter también sustituye algunos términos: confianza por seguri-
dad, actualización de sí mismo por autorrealización.24 Otra alternativa,
propuesta por Clayton Alderfer, reduce la jerarquía de Maslow agrupando
la autorrealización y la estimación en el crecimiento y cambiándole el
nombre al afecto por el de relación y existencia psíquica, y omitiendo la se-
guridad.» Pero ambas alternativas de las necesidades secundarias evaden la
cuestión de si existe o no una jerarquía entre ellas.
David McClelland.
(Harvard University.)
440 ADMINISTRACIÓN
Necesidad de poder
Conductas relacionadas "La meta de la motivación para el poder", como señala McClelland, "es
con el poder sentirse poderoso".21 El ser humano consigue esto o trata de conseguirlo de
• trata de influir en los
demás
diversas maneras; por ejemplo, imagina que tiene influencia en los demás,
• busca puestos de en verdad influye en ellos, obtiene posesiones que dan prestigio, se fortale-
influencia ce, se hace más atractiva, etc. Algunas veces también expresa su necesidad
de poder cuando busca puestos donde puede influir en los otros y cuando
intenta influir en ellos.
La necesidad de poder se manifiesta en dos estilos muy diferentes de ad-
ministración.28 Un tipo pone de relieve el poder personal. Los gerentes de
este tipo luchan por ser dominantes, y a menudo inspiran a los subalternos y
despierta gran fidelidad personal. El carismático y controvertido coman-
dante norteamericano de la división de tanques, el general George S. Patton,
Jr, de la Segunda Guerra Mundial, encarna este tipo de personalidad. Tam-
bién pueden ser invandentes e interferir en el trabajo de los subordinados
más por su necesidad personal de dominar que por las exigencias de la si-
tuación de la tarea. "Son poco corteses con la gente, beben demasiado, tra-
tar de explotar a los demás sexualmente y coleccionan símbolos de prestigio
personal, como automóviles de gran lujo o grandes oficinas".29
El otro estilo gerencial que surge de la necesidad del poder da gran im-
portancia al poder social o institucional. Este tipo de directivos canalizan
sus esfuerzos para influir en los demás; no pretenden con ello conseguir la
sumisión a su persona sino un compromiso impersonal de llevar a cabo lo
que requiere la tarea. Estos gerentes muestran una fuerte inhibición en
cuanto a ejercer cualquier clase de dominio personal que no corresponda a
la definición correcta de las exigencias del trabajo. Mientras que la fidelidad
provocada por el tipo de poder personal se centra en el individuo y, por lo
mismo, desaparece con él, la fidelidad creada por el tipo de poder social se
centra en la organización y en la tarea, teniendo más probabilidades de
sobrevivir cuando se marche el individuo que haya contribuido a implan-
tarlo.
Un estudio de más de 500 gerentes proveniente de 25 corporaciones es-
tadounidenses investigó el comportamiento y la eficiencia corporativa de
tres tipos de gerentes: los de poder afiliativo (los que poseen una necesidad
relativamente más fuerte de afiliación que de poder), los de poder personal
MOTIVACIÓN 441
Necesidad de afiliación
Conductas de afiliación Sin embargo, nos equivocaríamos si de la evidencia que compara la eficien-
• procura sobre todo llevarse cia de los gerentes afiliativos y de los orientados al poder sacáramos la
bien con los demás
• disfruta de la compañía conclusión de que todos los que muestran grandes necesidades de afiliación
de otras personas son ineficientes. Por ejemplo, en otro estudio se descubrió que las únicas di-
ferencias notables en los perfiles motivacionales de 10 gerentes muy eficien-
tes y de 10 menos eficientes eran que los primeros tenían necesidades más
fuertes de afiliación.32 Todos ellos tenían trabajo en que se requería la coor-
dinación entre departamentos; de hecho, su responsabilidad especial
consistía en integrar los esfuerzos de más de un departamento para llevar a
cabo proyectos de investigación y desarrollo. Los gerentes con grandes ne-
cesidades de afiliación parecían prestar más atención a los otros y a sus sen-
timientos. Se les veía más amistosos, más cómodos en la interacción y más
dispuestos a hacer los contactos necesarios con los empleados; también les
resultaba más fácil ver los dos aspectos de los conflictos departamentales.
Todas las conductas que acabamos de mencionar, provenientes de su necesi-
dad de afiliación, les ayudaban a cumplir con más acierto las exigencias de
coordinación de su puesto.
Necesidad de logro
Conductas orientadas al logro Tal vez la necesidad de logro haya sido la más investigada entre las necesida-
• establece metas difíciles des secundarias.23 Cuando es particularmente fuerte en alguien, suele mani-
para sí mismo
• trata firmemente de festarse en una intensa preocupación por fijarle a la tarea metas de un riesgo
alcanzar las metas y dificultad moderados, luchar por alcanzarlas, obtener retroalimentación
• aprecia y aplica la sobre el desempeño y recibir un reconocimiento por el éxito. Las pruebas re-
retroalimentación sobre
el desempeño lativas a la eficiencia comparativa de los presidentes de muchas empresas de
investigación y desarrollo y las referentes a representantes de ventas en cier-
tos tipos de trabajos indican que una profunda necesidad de logro a menu-
do se acompaña de un desempeño más adecuado.34 Cuando la tarea es de
442 ADMINISTRACIÓN
TEORÍA DE MOTIVACIÓN/HIGIENE
Frederick Herzberg
(Cortesía de
Frederick Herzberg.)
TEORÍA DE EXPECTATIVAS
No podía dejar de evocar esos casos. Se volvió más y más recelosa: esta-
ba segura de que lo que impedía su progreso profesional era algo más que el
simple desempeño. Tardó mucho tiempo en decidirse y hablar con uno de los
socios de la empresa respecto a sus preocupaciones, y finalmente aprovechó
la oportunidad que se le presentó una noche durante un cóctel, celebrado
una hora después de terminado un taller de educación continua para conta-
dores públicos. Había estado charlando con el socio encargado del área don-
de trabajaba en ese momento. Apenas si había podido prestar atención a la
conversación, pues estaba pensando sí debía arriesgarse y decirlo cuan mo-
lesta se encontraba.
El socio de la empresa se percató de su malestar y le preguntó si sucedía
algo. Ella no se contuvo más y le contó todo entre lágrimas. Al parecer él la
escuchó con empatia. Después le dijo que, aunque sabía que no debía
decírselo y que negaría haberlo hecho, tendría que encarar el hecho de que
sus probabilidades de progreso en la compañía no eran buenas porque algu-
nos de los socios más viejos no estaban preparados todavía para aceptar la
presencia de una vietnamita en un nivel alto.
Sintió que el corazón le palpitaba a gran velocidad y se le subió la sangre
a la cabeza ante la intensa rabia que la invadía. Dijo: "Gracias por
decírmelo"; luego tranquilamente se incorporó y se marchó de allí. Al día si-
guiente presentó su renuncia. A la siguiente semana aceptó un trabajo con
20% de incremento salarial en el departamento contable de una empresa in-
dustrial. [Postadata: al cabo de tres años fue nombrada jefa del departamento
de contabilidad].43
Pero el lector puede imaginar que los premios como las promociones
ocupan un lugar muy importante en la mente de quienes trabajan. Su atrac-
tivo es variable. En consecuencia, también varía su importancia en la moti-
vación.
Lo que confiere a los premios un atractivo variable para los empleados
es la necesidad latente de que los premios ayudan a satisfacer. Si son las ne-
cesidades humanas las que nos revelan lo que motiva al hombre, son las ex-
pectativas y el atractivo del premio lo que nos dicen algo sobre cómo se rea-
liza la motivación.
TEORÍA DE EQUIDAD
Otra teoría que también nos sugiera algunas respuestas a las preguntas
sobre lo que motiva a los empleados y sobre cómo se realiza el proceso de la
motivación es la teoría de equidad.44 Su núcleo es la norma de equidad, o
sea una creencia generalizada, especialmente en sociedad con poca distancia
del poder, de que la equidad en el trato (que entre otras cosas incluye el pre-
mio a los individuos) es justa y debe buscarse. La investigación que se sir-
ve de esa teoría se ha concentrado en dos cuestiones: la existencia de la norma
de equidad y cómo el hombre reacciona ante la inequidad o la resuelve.45
Abundantes resultados de los estudios corroboran la suposición de que
la gente compara sus aportaciones a las tareas organizacionales y sus pre-
mios con los de otros.46 Prefiere la equidad o justicia y, cuando advierte la
inequidad, experimenta la disonancia cognoscitiva o bien, en este caso, la
falta de armonía entre lo que ve y lo que piensa que es correcto. En los expe-
rimentos de laboratorio en que a los grupos se les hace creer que el desempe-
ño de los grupos en general determina el premio del grupo, los participantes
suelen tratar de asignar los premios entre los individuos según los resultados
de éstos.47 Desde luego, el proceso a menudo se fragmenta porque varían las
evaluaciones subjetivas; existe la tendencia a exagerar los propios resultados
y a subestimar los de los demás.48
Si los empleados piensan que La distorsión cognoscitiva de las aportaciones no es más que una forma
no se les recompensa en forma
adecuada y que no pueden
de resolver la inequidad percibida. Hay otros medios, y éstos algunas veces
hacer mucho para influir varían según la naturaleza de la injusticia cometida. Lo que hizo Thuy Ngu-
directamente en sus premios, yen (abandonar su empleo cuando se sintió desmotivada) concuerda con los
tienden a estar insatisfechos,
a trabajar menos y a
resultados de estudios que han procurado averiguar si las organizaciones
ausentarse más frecuentemente con mayor rotación de personal tienen también trabajadores con una mayor
que cuando creen que se les percepción de la inequidad: los empleados renuncian cuando piensan que se
está tratando de modo
equitativo.
les trata injustamente.49 Otros estudios revelan que los empleados que tra-
— Terence R. Mitchell bajan por hora y que reciben poco sueldo reducen sus aportaciones para
ajustar su rendimiento a la inequidad percibida.50
Siguen discutiéndose los efectos motivacionales de un sueldo excesivo.
Algunos estudios revelan que los empleados piensan que con ese tipo de
ingresos aumentará su motivación; mejorarán sus aportaciones para corres-
MOTIVACIÓN 449
ponder a los premios tan generosos que están recibiendo. A esta conclusión
llegaron los primeros estudios sobre el tema, pero se han planteado dudas
sobre de si los sujetos en realidad estaban percibiendo la inequidad o sin-
tiendo una devaluación de su autoestima porque se les hacía creer que no
eran muy aptos.51
En resumen, los administradores deben recordar que un sueldo inade-
cuado puede dañar la motivación. No se ha precisado en forma concluyente
lo que se puede conseguir mediante un sueldo excesivo, si es que puede
lograrse algo.
CONDUCTISMO (BEHAVIORISMO)
Conceptos básicos
Aplicación
XEROX CORPORATION
La encuesta de actitudes se aplicó según lo planeado: seis meses después que
todos los cambios se habían efectuado en los trabajos de los representantes
técnicos de la cuarta sucursal. Las respuestas de ellos mostraron un aumento
estadísticamente significativo en las actitudes positivas, sobre todo en las
áreas de responsabilidad, reconocimiento y reto. Las respuestas conseguidas
en las sucursales de control o sin cambios no mostraron modificación alguna
en las actitudes.
El desempeño y el ausentismo también mejoraron en la cuarta sucursal
experimental más que en las de control. Antes de introducir los 14 cambios en
el trabajo, el desempeño de la sucursal experimental ocupaba el penúltimo
lugar entre 16 sucursales del oeste medio. Después de los cambios, ocupaba
un lugar intermedio. Los indicadores del desempeño fueron afectados
profundamente por las normas referentes a los gastos. Así pues, el mejor lugar
ocupado por el desempeño refleja progresos en áreas como los costos de
partes y de horas extras, por los cuales se habían concedido mayor autoridad
a los representantes técnicos. Por último, el ausentismo en las sucursales
experimentales disminuyó en 40%.
periódicamente a los el ¡entes que no los habían olvidado en caso de que estu-
vieran en espera de recibir algún servicio. Las mediciones revelaron que estas
metas no estaban cumpliéndose. Sin embargo, la retroalimentación sumi-
nistrada cada hora a ésos equipos respecto a la eficacia con que estaban rea-
lizando sus metas sirvieron para reforzar el comportamiento deseado y se tra-
dujeron en un mejoramiento de 60% en un solo día. Otro objetivo del servi-
cio a clientes era responder a sus llamadas telefónicas (con respuestas a sus
problemas) antes que transcurrieran 90 minutos de la llamada inicial. Una
auditoría del desempeño mostró que esta meta se cumplía apenas en 30% de
las llamadas. Una combinación de retroalimentación y elogios en términos
específicos de los casos particulares incrementó esta cifra a más de 90%,
porcentaje conservado durante tres años.
En las operaciones de recipientes (contenedores), una auditoría del de-
sempeño reveló que éstos se utilizaban sólo en 45% de los embarques de
Emery Freights. Se establecieron metas para aumentar esa cifra, y el elogio y
la retroalimentación se proporcionaron para reforzar este aspecto del traba-
454 ADMINISTRACIÓN
Planeación
Organización
Dirección
Control
RESUMEN
CASO
Preguntas
NOTAS
1
Peter F. Drucker, Management: Tasks, Responsabilities, Practices (Nueva
York: Harper & Row, Publishers, Incorporated, 1974), p. 504
2
Lyman W. Porter, Edward E. Lawler III, y J. Richard Hackman, Behavior in
Organizations (Nueva York: McGraw-Hill Book Company, 1975), p. 40.
3
A. H. Maslow, "A Theory of Human Motivation", Psychological Review, vol.
50,1943, pp. 370-396; A. H. Maslow, Motivation and Personality (Nueva
York: Harper & Brothers, 1954).
460 ADMINISTRACIÓN
4
Ibíd., p. 99.
5
Según Past and Present tomado de Essays of Thomas Carlyle, editado por
Julia Patton (Nueva York: Macmillan Publishing Co., Inc. 1927), p. 22.
6
Douglas McGregor, Leadership and Motivation (Cambridge Mass.: The
M.I.T. Press, 1966), pp. 12-13. Reimpreso con autorización.
7
Véase a A. H. Maslow, Toward a Psychology of Being (Princeton, N. J.: D.
Van Nostrand Company, 1962); A. H. Maslow, Eupsychian Management
(Homewood, 111.: Irwin-Dorsey, 1965); A. H. Maslow, The Farther Reaches
of Human Nature (Nueva York: The Viking Press, Incorporated, 1971).
8
Mason Haire, Edwin Ghiselli, y Lyman W. Porter, Managerial Training
(Nueva York: John Wiley & Sons, Incorporated, 1966).
9
Geert Hofstede, "Cultural Dimension in Management and Planning", Asia
Pacific Journal of Management, enero de 1984, p. 87.
10
Véase a Arthur N. Turner y Paul R. Lawrence, Industrial Jobs and the Wor-
ker; An Investigation ofResponse to Task Attributes (Cambridge, Mass.:
Division of Research, Harvard Graduate School of Busines Administra-
tion, Harvard University, 1965); Charles L. Hulin y Milton R. Blood,
"Alienation, Environmental Characteristics and Worker Responses",
Journal of Applied Psychology, junio de 1967, pp. 284-290; J. Richard
Hackman y Edward E. Lawler III, "Employee Reactions to Job Charac-
teristics" Journal of Applied Psychology, junio de 1971, pp. 259-286; Ge-
rald J. Susman, "Job Enlargement: Effects of Culture on Worker Respon-
se", Industrial Relation, vol. 12, 1973, pp. 1-15.
11
A. P. Jones y otros, "Black-White Differences in Work Environment Percep-
tions and Job Satisfaction and Its Correlates", Personnel Psychology,
vol. 30, 1977, pp. 5-16.
12
J. F. Gavin y R. B. Ewen, "Racial Differences in Job Attitudes and Perfor-
mance Some Theoretical Considerations and Empirical Finding", Person-
nel Psychology, vol. 27, 1974, pp. 455-464.
13
P. C. Smith, O. W. Smith y J. Rollo, "Factor Structure for Blacks and Whites
of the Job Descriptive Index and Its Discrimination of Job Satisfaction",
Journal of Applied Psychology, vol. 59, 1974, pp. 99-100.
14
R. D. Arvey y J. S. Musio, "Job Expectations and Valences of Job Rewards
for Culturally Disadvantaged Clerical Employees", Journal of Applied
Psychology, vol. 59, 1974, pp. 239-242.
15
Robert P. Quinn, "What Workers Want: General Descriptive Statistics and
Demographic Correlates", en Robert P. Quinn y Thomas W. Mangione
(eds.), The 1969-70 Survey of Working Conditions: Final Report to the
Employment Standards Administration (Ann Arbor, Mich.: University of
Michigan Survey Research Center, 1973).
16
Véase a George Strauss y otros, Organizational Behavior: Research and
Issues (Belmont, Calif.: Wadsworth Publishing Company, Incorporated,
1976), p. 25; Harold L. Sheppard, "Task Enrichment and Wage Levels as
Elements in Workers' Attitudes", Proceedings of the Industrial Rela-
tions Research Association (Madison, Wis., 1974); Jon M. Shepard, "Spe-
cialization, Autonomy, and Job Satisfaction", Industrial Relations, oc-
tubre de 1973, pp. 274-281.
MOTIVACIÓN 461
17
Frederick Herzberg y otros, Job Attitudes: A Review of Research and
Opinion (Pittsburgh, Pa.: Psychological Service of Pittsburgh, 1957).
18
Survey Research Center, University of Michigan, Survey of Working Condi-
tions (Washington, D.C.: U.S. Department of Labor, 1971).
19
Daniel Yankelovich, "New Rules in American Life: Searching for Self-
Fulfillment in a World Turned Upside Down", Psychology Today, abril
de 1981, pp. 35-91 ss.
20
Maslow, Motivation and Personality, p. 98.
21
Porter, Lawler, and Hackman, op. cit., pp. 43-44.
22
E. E. Lawler III y J. L. Suttle, "A Causal Correlation Test of the Need
Hierarchy Concept", Organizational Behavior and Human Performance,
vol. 7, 1972, pp. 265-287.
23
Mahmoud A. Wahba y Lawrence A. Bridwell, "Maslow Reconsidered: A Re-
view of Research on the Need Hierarchy Theory", Organizational Beha-
vior and Human Performance, vol. 15, 1976, pp. 212-240.
24
Véase a Lyman W. Porter OrganizationalPatterns of Managerial Job Attitu-
des (Nueva York: American Foundation for Management Research,
1964).
25
C. P. Alderfer, Existence, Relatedness and Growth: Human Needs in Organi-
zational Settings (Nueva York: The Free Press, 1972).
26
Véase a David G. Winter, The Power Motive (Nueva York: The Free Press,
1973); David C. McClelland, Power: The Inner Experience (Nueva York:
Irvington Publishers, Incorporated, 1975); David C. McClelland y otros,
The Achievement Motive (Nueva York: Appleton-Century-Crofts, 1953);
David C. McClelland, The Achieving Society (Princeton, N.J.: D. Van
Nostrand Company, 1961); Stanley Schachter, The Psychology of Affi-
liation (Palo Alto, Calif.: Stanford University Press, 1959); Richard E. Bo-
yatiz, "Affiliation Motivation", in David C. McClelland y Robert S. Steele
eds.), Human Motivation (Morristown, N.J.: General Learning Corpora-
tion, 1973), pp. 252-276.
27
McClelland, Powen The Inner Experience, p. 17.
28
David C. McClelland y David H. Burnham, "Power is the Great Motivator",
Harvard Business Review, marzo-abril de 1976, pp. 100-110; David C. Mc-
Clelland y David H. Burnham, "Good Guys Make Bum Bosses", Psycho-
logy Today, diciembre de 1975, pp. 69-70; David C. McClelland, "The Two
Faces of Power", Journal of International Affairs, vol. 24, núm. 1, 1970,
pp. 2947.
29
McClelland y Burnham, "Power is the Great Motivator", p. 103.
30
Ibíd..
31
Ibíd, p. 106.
32
PaulR. Lawrence y Jay W. Lorsch, "New Management Job: The Integrator",
Harvard Business Review, noviembre-diciembre de 1967, p. 149
33
McClelland y otros, The Achievement Motive; McClelland, The Achieving
Society; David C. McClelland y David G. Winter, Motivation Economic
Achievement (Nueva York: The Free Press, 1969); J. W. Atkinson y N. T.
Feather (eds.), A Theory of Achievement Motivation (Nueva York: John
Wiley & Sons, Incorporated, 1966); J. W. Atkinson y Joel O. Raynor, Per-
sonality, Motivation, and Achievement (Washington, D.C.: Hemisphere
Publishing Corporation, 1978).
462 ADMINISTRACIÓN
34
H. A. Wainer e I. M. Rubin, "Motivation of Research and Development
Entrepreneurs: Determinants of Company Success, Part 1", Journal of
Applied Psychology, junio de 1969, pp. 178-184; Harry Schrage, "The R & D
Entrepreneur: Profile of Success", Harvard Business Review, noviembre-
diciembre de 1965, pp. 56-69.
35
Martin Patchen, Participation, Achievement, and Involvement on the Job
(Englewood Cliffs, N.J.: Prentice-Hall, Incorporated, 1970).
36
Véase a Frederick Herzberg, Bernard Mausner, y Barbara Bloch Synderman,
The Motivation to Work, 2a. ed. (Nueva York: John Wiley & Sons, Incor-
porated, 1959); Frederick Herzberg, Work and the Nature of Man (Cleve-
land, Ohio: World Publishing Company, 1966); Frederick Herzberg, The
Managerial Choice: To Be Efficient and To Be Human (Homewood, 111.:
Dow Jones-Irwin, Incorporated, 1976).
37
Herzberg, The Managerial Choice, p. 311.
38
Véase, por ejemplo, a R. H. House y L. J. Wigdor, "Herzberg's Dual Factor
Theory of Job Satisfaction and Motivation: A Review of the Evidence
and Criticism", Personnel Psychology, vol. 20, invierno de 1967, pp.
369-389; Victor H. Vroom, Work and Motivation (Nueva York: John Wi-
ley & Sons, Incorporated, 1964); Donald P. Schwab y Larry L. Cummings,
"Theories of Performance and Satisfaction: A. Review", Industrial Rela-
tions, vol. 9, 1970, pp. 408-430; Donald P. Schwab, H. William De Vitt,
and Larry L. Cummings, "A Test of The Adequacy of the Two-Factor
Theory as a Predictor of Self-Report Performance Effects", Personnel Psy-
chology, verano de 1971, pp. 293-303; C. L. Hulin y P. A. Smith, "An Em-
pirical Investigation of Two Implications of the Two-Factor Theory of
Job Satisfaction", Journal of Applied Psychology, octubre 1967, pp.
396-402; J. A. Schneider y E. A. Locke, "A Critique of Herzberg's Inci-
dent Classification System and a Suggested Revision", Organizational
Behavior and Human Performance, julio de 1971, pp. 441-457.
39
Vroom, op. cit. p. 129.
40
Véase a D. A. Ondrack, "Defense Mechanisms and the Herzberg Theory: An
Alternate Test", Academy of Management Journal, marzo de 1974,
pp. 79-89.
41
Vroom, op. cit., p. 128; Michael R. Malinovsky y John R. Barry, "Determi-
nants of Work Attitudes", Journal of Applied Psychology, diciembre de
1965, pp. 446-451; Charles R. Walker y Robert H. Guest, The Man on the
Assembly Line (Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1952).
42
Véase, por ejemplo, a Vroom, op. cit.; Edward E. Lawler III, Motivation in
Work Organizations (Monterey, Calif.: Brooks/Cole Publishing Company,
1973); R. M. Steens y L. W. Porter, eds., Motivation and Work Behavior,
segunda edición (Nueva York: McGraw-Hill Book Company, 1979); T.
Connolly, "Some Conceptual and Methodological Issues in Expectancy
Models of Work Performance Motivation", Academy of Management Re-
view, vol. 1, núm. 4,1976, pp. 37-47; T. Mitchell, "Expectancy-Value Mo-
dels in Organizational Psychology", en N. Festher (ed.), Expectancy, In-
centive, and Action (Hillsdale, N. J.: Erlbaum and Associates, 1980).
43
David R. Hampton, Charles E. Summer, y Ross A. Webber, Organizational
Behavior and The Practice of Management, 4a. ed. (Glenview, 111. Scott,
Foresman, and Company, 1982), pp. 6-7.
MOTIVACIÓN 463
44
Véase, por ejemplo, a J. S. Adama, "Toward an Understanding of Inequity",
Journal ofAbnormal and SocialPsychology, vol. 67,1963, pp. 422-436; J.
S. Adams, "Inequity in Social Exchange", en L. Berkowitz (ed.), Advan-
ces in Experimental Social Psychology, vol. 2, (Nueva York: Academic
Press, 1965); J. S. Adams y S. Freedman, "Equity Theory Revisited:
Comments and Annotated Bibliography'" (Nueva York: Academic Press,
1976).
45
Michael E. Carrell y John Dittrich, "Equity Theory: The Recent Literatura,
Methodological Considerations, and New Directions", Academy of Mana-
gement Review, abril de 1978, pp. 202-210.
46
Véase, por ejemplo, a W. Austin y E. Walster, "Reactions to Confirmations
and Disconfirmations of Expectancies of Equity and Inequity", Journal
of Personality and Social Psychology, vol. 30, 1974, pp. 208-216; L. A.
Messé, J. E. Dawson, e I. M. Lane, "Equity as a Mediator of the Effect of
Reward Level on Behavior in the Prisoner's Dilemma Game", Journal of
Personality and Social Psychology, vol. 26,1973, pp. 60-65; T. L. Radins-
ky, "Equity and Inequity as a Source of Reward and Punishment", Psy-
chonomic Science, vol. 15, 1969, pp. 293-295; A. A. Wicker y G. Bush-
weiler, "Perceived Fairness and Pleasantness of Social Exchange Si-
tuations: Two Factorial Studies of Inequity", Journal of Personality and
Social Psychology, vol. 15, 1970, pp. 63-75.
47
I. M. Lane, L. A. Messe, y J. L Phillips, "Differential Inputs as a Determi-
nant in the Selection of a Distributor of Rewards", Psychonomic Science,
vol. 22,1971, pp. 228-230; G. S. Leventhal, J. W. Michaels, y C. Sanford,
"Inequity and Interpersonal Conflict: Reward Allocation and Secrecy
about Reward as Methods of Preventing Conflict", Journal of Personality
and Social Psychology, vol. 23, 1972, pp. 88. 102; G. S. Levanthal, T.
Weiss, y R. Buttrick, "Attribution of Value, Equity and The Prevention
of Waste in Reward Allocation", Journal of Personality and Social Psy-
chology, vol. 27,1973, pp. 276-286; G. S. Leventhal, T. Weiss, y G. Long.
"Equity, Reciprocity, y Reallocating Rewards in the Dyad", Journal of
Personality and Social Psychology, vol. 4, 1969, pp. 300-305; M. Roth-
bart, "Effects of Motivation, Equity and Compliance on the Use of Re-
ward and Punishment", Journal of Personality and Social Psychology,
vol. 9,1968, pp. 353-363; M. A. Wahba, "Equity Theory as a Predictor of
Payoff Apportionment among Partners in Coalition Formations", Psy-
chonomic Science, vol. 24. 1971, pp. 177-180.
48
Adams, "Toward an Understanding", op. cit.; y Adams, "Inequity in Social
Exchange", op. cit.
49
C. S. Telly, W. L. Frenen, y W. G. Scott, "The Relationship of Inequity to
Turnover among Hourly Workers", Administrative Science Quarterly,
vol. 16, 1971, pp. 164-171; M. R. Carrell y John E. Dittrich, "Employee
Perceptions of Fair Treatment", Personnel Journal, vol 55, 1976, pp.
523-524.
50
Véase, por ejemplo, a P. S. Goodman y A. Friedman, "An Examiniation of
Adams' Theory of Inequity", Administrative Science Quarterly, vol. 16,
1971, pp. 271-288; R. D. Pritchard, "Equity Theory: A Review and Criti-
que", Organizational Behavior and Human Performance, vol. 4, 1969,
pp. 172-211.
464 ADMINISTRACIÓN
51
Véase, por ejemplo, a J. S. Adams y W. B. Rosenbaum, "The Relationship of
Worker Productivity to Cognitive Dissonance about Wage Inequities",
Journal of Applied Psychology, vol. 46,1962, pp. 161-164; P. S. Goodman
y A. Friedman, "An Examination of Quantity and Quality of Performance
under Conditions of Overpayment in Piece Rate", Organizational
Behavior and Human Performance, vol. 4.1969, pp. 365-374; A. Friedman
y P. Goodman, "Wage Inequity, Self-Qualifications, and Productivity",
Organizational Behavior and Human Performance, vol. 2, pp. 406-417; P.
S. Goodman, "An Examination of Referents Used in the Evaluation of
Pay", Organizational Behavior and Human Performance, vol. 3,1974, pp.
340-352.
52
B. F. Skinner, About Behaviorism (Nueva York: Vintage Books, 1976), p. 44.
53
Véase a W. C. Hamner y E. P. Hamner, "Behavior Modification on the Bottom
Line", Organizational Dynamics, primavera de 1976, pp. 2-21.
54
David R. Hampton, Charles E. Summer, y Ross A. Webber, Organizational
Behavior and The Practice of Management, 4a. ed. (Glenview, 111.: Scott,
Foresman and Company, 1982), pp. 26, 28; véase también "At Emery Air
Freight: Positive Reinforcement Boosts Performance", Organizational
Dynamics, invierno de 1973, pp. 41-50.
55
Véase, por ejemplo, a F. Petrock y V. Gamboa, "Expectancy Theory and
Operant Conditioning: A Conceptual Comparison", en W. R. Nord, (ed.),
Concepts and Controversies in Organizational Behavior (Santa Monica,
Ca.: Goodyear Publishing Company, 1976, pp. 175-187; Terence R.
Mitchell, "Motivation: New Directions for Theory, Research, and Practi-
ce", Academy of Management Review, vol. 7, núm. 1,1982, pp. 80-88; Ro-
bert Kreitner y Fred Luthans, "A Social Learning Approach To Beha-
vioral Management: Radical Behaviorists 'Mellowing Out'", Organiza-
tional Dynamics, otoño de 1984, pp. 47-65; Fred Luthans y Robert Kreit-
ner, Organizational Behavior Modifacation, ed, rev. (Glenview, 111.: Scott
Foresman and Company, 1985).
LIDERAZGO
Cualquiera puede conservar el yelmo
cuando el mar está tranquilo.
Publio Siro
Tom Walker había ascendido en la empresa desde los niveles más bajos,
convirtiéndose en el supervisor del departamento de barriles en una planta
siderúrgica. La producción en el departamento está diseñada de manera que
se asemeja a una línea de montaje de automóviles. Al inicio las hojas o
láminas de acero se traen de la primera estación de trabajo a lo largo de la
línea y pasan por varias operaciones de producción. La primera es una
operación de máquina que les da una forma circular a las láminas. Más tarde
se sueldan los lados de las formas circulares para formar armazones que
después se someten a pruebas en busca de agujeros. Los armazones son
sometidos después a operaciones de pintura con pistola pulverizadora y luego
a una operación de doble soldadura que une ambos extremos del barril. La
pintura se coce y después de un tiempo los barriles son llevados en una
correa transportadora al departamento de embarques.
El flujo del trabajo no es exactamente igual al de una línea de montaje
de automóviles, pues los trabajadores sí tienen control sobre el ritmo de
producción. Las tareas pueden efectuarse a distintas velocidades, y el trabajo
algunas veces se amontona en ciertas estaciones. En casi todas las
operaciones los empleados trabajan en parejas, uno en ambos lados de la
línea de producción.
El departamento de barriles bajo la dirección de Walker daba una
productividad excepcional. Tenía el costo más bajo y la máxima productividad en
comparación con otros dos departamentos de barriles en otras plantas de
la compañía. Y además en él eran excelentes las relaciones laborales.
A Walker se le tenía por un supervisor muy eficiente. Se le consideraba
como un supervisor exigente que normalmente superaba sus récords de
producción. Supervisaba a unos 58 empleados en el departamento.
Su jefe era Al Short, el supervisor general de producción, quien había
desempeñado el cargo de supervisor del departamento de barriles en otra
planta antes de ocuparlo en la empresa. John Northrup era vicepresidente
encargado de la producción.
LIDERAZGO 467
Pregunta
Abraham Zaleznik.
(Richard A. Chase.)
Lo que un buen líder que se preocupa por crear la institución deja detrás
cuando pasa por la empresa es una cultura corporativa que refleja y sigue
proporcionando sentido y valores que inicialmente dio a la compañía. Las
empresas de las que se dice que poseen un carácter distintivo y un modus
operandi (modo de obrar) propio son la IBM, con su meta superior de pres-
tar el mejor servicio posible; Procter and Gamble, con su búsqueda de pro-
ductos de calidad superior; y Matsushita, con su objetivo de productos
LIDERAZGO 471
FIGURA 12.1
¿Cómo se encarna y se transmite la cultura? (Fuente: Edgar H. Schein, "The Role of the Founder in Creating Organizational
Culture", Organizational Dynamics, verano de 1983, p. 22)
... y así ocurre que las Uno de los primeros sociólogos que concentró su atención en el lideraz-
compañías excelentes son go como creador de instituciones, Philip Selznick, descubrió el papel de los
recopiladoras y narradoras
orgullosas de historias,
"mitos" en esta clase de liderazgo:
leyendas y mitos que apoyan
sus creencias básicas. Frito- Para crear una institución nos basamos en muchas técnicas con el propósito
Lay cuenta historias
de combinar el comportamiento diario con el significado y la finalidad a lar-
referentes al servicio. J. y J.
narra historias acerca de la go plazo. Una de las técnicas más importantes de esta índole es la elabora-
calidad. 3M cuenta historias ción de mitos integrados en la sociedad. Se trata de esfuerzos por formular,
relacionadas con la en un lenguaje de superación e idealismo, lo que caracteriza los objetivos y
innovación. los métodos de la empresa. Las instituciones prósperas suelen ser capaces de
— Thomas J. Peters
Robert H. Waterman, Jr. encajar en la fórmula: "Lo que aquí nos enorgullece..." Algunas veces, una
filosofía institucional bastante explícita se formula expresamente; pero, más
a menudo, el sentido de misión se comunica en formas más indirectas pero
no por ello menos significativas.16
lo de cómo un gerente de división debe pensar todos los días. No es ésta una
2021
compañía donde las soluciones pormenorizadas fluyan desde arriba".
Queremos ser la compañía En cierta ocasión asistí a una reunión de los gerentes de ventas con el señor
que dé el mejor servicio al Watson (Watson padre, el fundador y presidente ejecutivo de la IBM)", decla-
cliente. ra Gordon Smith, quien hace poco se retiró de Memorex. "La finalidad era va-
— Thomas J. Watson, Jr.
lorar algunos problemas de los clientes. En la mesa de enfrente había 8 o 10
pilas de documentos, en los cuales se identificaba la fuente de los problemas:
'problemas de producción', 'problemas de ingeniería' y otros afines. Tras pro-
longadas discusiones, Watson, un hombre curpulento, se dirigió lentamente
al frente de la sala y, con un golpe de la mano derribó la pila de documentos
y éstos se esparcieron por toda la sala. Dijo: 'No hay aquí categorías de
problemas. Existe un solo problema. Algunos de nosotros no estamos prestan-
do suficiente atención a nuestros clientes'. Dio un fuerte taconazo y se
marchó, dejando a 20 ejecutivos preguntándose si todavía conservaban su
22
empleo".
Charles Steinmetz es uno de los grandes héroes de la cultura que distingue a
la General Electric. Un inmigrante lisiado de Austria, Steinmetz llegó muy jo-
ven a Estados Unidos y trabajó en el laboratorio de Edison, que dirigió des-
pués que Edison se marchó. Hizo docenas de invenciones que todavía utili-
zan la General Electric y otras compañías. Pero Steinmetz es respetado por
otras razones. Cada vez que un joven ingeniero ingresaba en la compañía,
Steinmetz lo invitaba a casa para pasar con él el fin de semana, a fin de saber,
sin ninguna intención política y con toda sinceridad, la clase de persona que
era. En cierta ocasión adoptó como hijo suyo a uno de los principales inge-
nieros de la General Electric y también, a toda su familia. Se mudaron a la ca-
sa de Steinmetz y vivieron con él 20 años.
K. Matsushita.
(Matsushita Electronics.)
476 ADMINISTRACIÓN
Estas historias explican la cultura sana y de apoyo que exige un trato justo
entre los miembros de la corporación...
Cuando uno de nosotros estaba trabajando en la General Electric, pasá-
bamos por el laboratorio de investigación de la General Electric donde, en
una época anterior y en un edificio vetusto, Charles Steinmetz había realiza-
do sus experimentos. El conductor del automóvil señalaba hacia el edificio y
decía: "Algunas veces pienso que todavía puedo ver las luces allí y a Stein-
metz trabajando a altas horas de la noche". Para el conductor y para otros
empleados de la General Electric que nunca conocieron a Steinmetz, él era
todavía un recordatorio inconmovible del amor por la invención que la Gene-
ral Electric mantiene como un valor fundamental de su cultura corporativa.23
Este concepto del liderazgo es mucho más estrecho que el que se basa en la
creación de la institución. El liderazgo como una influencia interpersonal se
distingue de la planeación, organización y control. Los gerentes podrían
cumplir con estas últimas funciones por sí mismo, de manera impersonal en
su oficina. Pero el liderazgo así concebido tiene lugar en la interacción di-
recta, no en aislamiento. Según suele definirse, consiste en influir en los de-
LIDERAZGO 477
Yo clasifico a los oficiales en a los líderes la causa de los mismos (en otras palabras, mientras elogiemos o
cuatro clases: los inteligentes,
los perezosos, los tontos y los
despidamos al entrenador por los resultados de un equipo), también querre-
industriosos. Cada uno posee mos descubrir los rasgos del líder que supuestamente son responsables de
al menos dos de esas los resultados conseguidos en su organización.28
cualidades o defectos. Los
que son inteligentes e
Una manera de observar el liderazgo consiste en comparar varios rasgos
industriosos resultan aptos (por ejemplo, inteligencia y seguridad en sí mismo) de los líderes y de los no
para ocupar altos puestos líderes para comprobar si existen diferencias. Hubo un periodo (probable-
directivos. Pueden ser de
utilidad los
mente iniciado por la selección de personal y los programas de pruebas du-
que son tontos y perezosos. rante la Primera Guerra Mundial) en que parecía que con el conocimiento
El que es inteligente y de los rasgos se podría predecir la eficiencia del liderazgo. Las pruebas sí re-
perezoso es idóneo para
velaron que los líderes obtenían calificaciones más altas que los seguidores
ocupar el puesto más alto de
la empresa. Tiene el respecto a características como la competencia social, la motivación para
temperamento y suficiente realizar la tarea y el desempeño, la personalidad y la capacidad mental.29
valor para afrontar cualquier Pero nunca predijeron bien la eficiencia del líder. Los rasgos que denotaban
situación. Pero al oficial
estúpido e industrioso hay éxito en una situación no lo predecían en otra. Y las situaciones cambiaban,
que despedirlo de inmediato. por lo cual los rasgos que se acompañaban de éxito en el pasado podrían ser
— General Kurt von un fracaso al cambiar las condiciones. Y ésta es precisamente la posibilidad
Hammerstein Oficial del
Estado Mayor Alemán que se plantea en el caso con que comienza el capítulo: Tom Walker.
Características y situaciones
Otra evidencia más ayuda a enlazar los rasgos de los buenos líderes con la
naturaleza de la situación en que actúan. Por ejemplo, un par de estudios
sobre los presidentes (jefes) ejecutivos de 73 compañías de investigación y
desarrollo basadas en la tecnología revelaron que los líderes de las más prós-
peras tenían grandes necesidades de logro y necesidades de moderadas a ba-
jas de poder.32 Su orientación al logro era particularmente compatible con el
comportamiento empresarial agresivo de sus organizaciones requerido para
alcanzar el éxito. Su baja necesidad de poder era idónea para utilizar a pro-
fesionales muy bien preparados cuyas aportaciones técnicas eran además de
capital importancia para el éxito de su compañía. Los líderes de empresas
semejantes pero menos eficientes tendían a mostrar necesidades más bajas
de logro o más altas de poder. Estas últimas deterioraban su capacidad de
aprovechar los subordinados de mucho talento y su necesidad más débil de lo-
gro no apoyaba un comportamiento empresarial adecuado.
Por otra parte, algunas veces se afirma que una necesidad profunda de
poder es la cualidad que caracteriza a los individuos que luchan duro por
obtener posiciones de influencia, entre ellas los puestos directivos. La nece-
sidad de poder es lo que nutre su impulso por llegar a la cima de la jerarquía
y es importante para que se mantengan allí. 33 Los resultados de la investiga-
ción expuestos en el capítulo 11 vienen a corroborar un poco esta idea.34 En
el capítulo 11 también se comentó la evidencia de que la necesidad de afilia-
ción muchas veces es considerable en los gerentes de mayor éxito cuyo tra-
bajo, a menudo en las estructuras de proyecto y matriciales, pone de relieve
la coordinación interdepartamental.35
Con el tiempo quizá los investigadores descubran que ciertos rasgos,
entre ellos la capacidad de supervisar, la inteligencia, la habilidad para
480 ADMINISTRACIÓN
La investigación del liderazgo durante las décadas de 1950 y 1960 en las uni-
versidades más importantes, como la University of Michigan, Ohio State
University, Harvard University y el Massachusetts Institute of Technology,
procuró definir ante todo lo que hacían los gerentes mientras interactuaban
con otros en situaciones de tareas.36 Parecía haber dos tipos distinguibles de
conducta y que el desempeño eficaz de un grupo tendía a depender de am-
bos tipos, aunque los investigadores tenían diversos nombres de cada tipo
de comportamiento, un tipo se orientaba esencialmente a la tarea y el otro a
las personas.
En los grupos a los que se observó ejecutando tareas, se tenía la impre-
sión de que alguna persona o personas proporcionaban el foco y la orienta-
ción sobre la ejecución del trabajo. Asimismo parecía que algún individuo o
individuos ayudaban a conservar las condiciones sociales/emocionales del
grupo, de modo que pudieran constituir un grupo y trabajar juntos. En con-
secuencia, había dos funciones de liderazgo: ejecución de la tarea y conser-
vación del grupo. Algunas veces el mismo líder contribuía al cumplimiento
de ambas; otras veces eran llevadas a cabo por diferentes personas. El punto
central era que las dos se realizaban bien en los grupos más eficientes.
Esas observaciones estimularon muchas investigaciones dedicadas a los
estilos del liderazgo para discernir las asociaciones particulares entre los es-
tilos centrados en las personas y en las tareas y entre el desempeño y varios
indicadores de satisfacción y moral.
Estilo de liderazgo orientados Las clases de actividades que los líderes muy centrados en las tareas efectua-
a la tarea ban tendían a asignar las labores al grupo, explicar los procedimientos de tra-
• autocrático
• restrictivo bajo por seguir, recalcando la necesidad de cumplir con los plazos, haciendo
• orientado a la tarea hincapié en la competencia o en el desempeño anterior y dejando que todos
• socialmente distante sepan exactamente lo que se espera de ellos.37 La esencia de este estilo del
• directivo
• estructurador líder es una preocupación excesiva por el trabajo y su ejecución. El estilo cen-
trado en la tarea ha sido descrito en varias formas como un estilo que pone
de relieve la estructura de iniciación, como el hecho de mostrar interés por
LIDERAZGO 481
Estilos de liderazgo Las clases de funciones que cumplía este tipo de líder tendían a consistir en
orientados a la persona escuchar a los miembros del grupo, ser amistoso y accesible, ayudar a los
• democrático
• tolerante subordinados en sus problemas personales y en defender a los integrantes
• orientado al seguidor del grupo.43 La esencia de este estilo de liderazgo es su sensibilidad ante los
• participativo subalternos como personas. A estos líderes se les ha descrito como personas
• comprensivo
que se distinguen por su consideración hacia los demás, muestran interés
por ellos, se centran en la relación, en los empleados o en la gente. Otros
atributos que se han aplicado a las variantes del estilo básico son democráti-
co, participativo y permisivo (tolerante).
Los comentarios del señor Evans (capítulo 4) cuando alentaba a su su-
bordinado, el señor Harrison, para que definiera la dirección del departa-
mento de personal, ejemplifican bien esta sensibilidad.
jefe. Quisiera explicarte, pero... pero nada puedo hacer si simplemente acep-
tas mis ideas o si no las expreso por temor a dominarte. Así pues, trata de con-
siderarme como un colega cuya experiencia y conocimientos están a tu dis-
posición, y no me veas como a tu jefe. Estoy seguro de que podremos resolver
cualquier diferencia que surja.
"¿Quieren saber qué sucede en Warner?", pregunta Alfred R. Stern, quien du-
rante varios años ha sido un ejecutivo de alto rango y miembro del consejo de
administración en la Warner Communications, Inc, el enorme conglomerado
de diversión cuyos productos incluyen las películas de la Warner Bros., dis-
cos Atlantic y los juegos electrónicos (de video) Atari. "Es como una especie
de familia. Steve quiere que uno se sienta como parte de la familia. Él no se
considera a sí mismo como el director general, sino más bien como el padre."
"Es una atmósfera muy cálida con la cual uno puede relacionarse", dice
el diseñador de modas Ralph Lauren, creador de la línea de cosméticos co-
mercializados por Warner. "Se tiene la sensación de que alguien está allí es-
cuchándonos. Se experimenta la comprensión. En cierta ocasión tuve un
problema personal de salud y Steve me ayudó de inmediato. Nunca se me
ocurrió siquiera acudir a otra persona..."
Además de hacer negocio y tratos, el crear y sostener relaciones con la
gente a quien aprecia es acaso la principal cualidad de Ross. Tiene las cuali-
dades de ser auténtico, espontáneo, afectuoso, tierno, franco, tolerante y dig-
no de confianza; y estas cualidades las comunica a otros con foco e intensi-
dad semejantes a las de un rayo láser. Algunos lo desdeñan por considerarlo
un ingenuo incurable, mientras que otros consideran que ejerce un fuerte
influjo sobre los demás.
"Steve posee una increíble capacidad de hacer que uno se enamore de
él", declara un ex ejecutivo de la empresa que todavía no se recupera de ese
afecto. "Su táctica habitual para reclutar consiste en invitar al candidato a su
casa, proyectarle películas, decirle que es una persona muy inteligente, co-
municarle que todos piensan lo mismo de usted y luego le dice que él ha or-
denado a todos decirle que eres muy inteligente."
"Steve entiende mejor que todos los ejecutivos a quienes conozco el con-
cepto de un afecto tierno y cariñoso en el sentido corporativo", agrega otro
ejecutivo que conoce bien a Ross. "Quiere hacer que uno se sienta importante,
necesitado, y que sepa que él se interesa por uno. Se muestra muy generoso
en sus regalos. Te da permiso para utilizar el avión de la compañía, el depar-
tamento que ésta tiene en Acapulco. Si pareces un poco cansado, te aconseja
tomarte unos días e irte de vacaciones.
A quienes trabajan para él los estimula para que no lo consideren una
mera figura de autoridad, sino una especie de "padrino", para usar un térmi-
no de la Warner que designa al que se encarga finalmente de todo: en lo afec-
tivo, en lo financiero y en todos los demás aspectos. Está seguro de que los
funcionarios de alto nivel saben que pueden acudir a él siempre que quieran
y que, a semejanza de Ralph Lauren, pueden exponerle cualquier problema
que tengan y recibirán ayuda. "Saben que siempre pueden considerarlo un
paño de lágrimas y que no los abandonará nunca", dice un ex empleado de
484 ADMINISTRACIÓN
Warner. "Pienso que Steve llena el vacío o necesidad psíquica de contar con
una persona especial que se preocupe por uno..."
Es un hombre sumamente fiel. Anécdotas de cómo estuvo al lado de sus
amigos, en momentos de crisis se cuentan por millares. Cuando Ken Rosen,
un funcionario de alto rango, cayó de su caballo y se golpeó contra un árbol
en 1977, Ross estuvo con él las 24 horas en el hospital durante las semanas
que Rosen permaneció en estado de coma.
Las atenciones de Ross son especialmente apreciadas por quienes se en-
cuentran en los campos creativos, aquellos que, como un hombre que cono-
ce bien a Ross lo expresa, "no tienen seguridad en sí mismos, saben que, sin
importar sus logros precedentes, un par de errores podrían ser la ruina". Para
aquellos cuya carrera está ligada a los azares de los gustos del público, el
afecto y fidelidad a toda prueba de Ross son una especie de refugio seguro en
medio de una fuerte tormenta.44
ESTILOS Y SITUACIONES
Hasta ahora hemos venido estudiando el estilo del liderazgo en una forma
bastante abstracta. Exceptuada la explicación de que las necesidades de po-
der, logro y afiliación de los líderes corresponden a situaciones diferentes,
hemos prescindido de las diferencias de las circunstancias en que tiene lugar
el liderazgo. Pero es innegable que las situaciones difieren y cambian. Y esas
diferencias y cambios tienen importantes implicaciones para el liderazgo.
Pensemos, por ejemplo, en las condiciones del departamento de barriles.
Vemos a Walker en la primera situación, en la cual las condiciones del
LIDERAZGO 485
departamento de barriles son estables con largas series de unos cuantos ti-
pos de barriles. Ed Hodges, el famoso líder sindical, está allí para suavizar
las relaciones de Walker con otros miembros de la dirección con quienes
Walker no tiene relaciones satisfactorias. Dentro de este contexto Walker,
el supervisor enérgico y duro que presiona a todo mundo, está obteniendo
gran productividad y excelentes relaciones laborales. Pero ¿qué sucederá, se
pregunta en el caso, cuando la situación sea una producción más compleja e
inestable y cuando los factores de amortiguación sean eliminados al
marcharse Hodges y Short.
Por fortuna, nuestro conocimiento de qué estilo de liderazgo se ajusta a
cada situación no debe confinarse a una análisis del caso de Tom Walker.
Contamos con un número importante de investigaciones que muestran có-
mo un buen liderazgo requiere una adecuación entre estilos y situaciones.
Fred Fiedler, uno de los más importantes investigadores del liderazgo, ideó
un medio de medir ambas cosas y obtuvo datos que indican cuáles son esas
adecuaciones entre estilos y situaciones.46
Para hacerse una idea del sistema de medición del estilo de liderazgo inven-
tado por Fiedler y de qué puntuación obtendría en él usted, le recomenda-
mos llenar el cuestionario de la figura 12-2.
FIGURA 12.2
Medida del estilo de
liderazgo según Fiedler
[Fuente: adaptado de
Fred E. Fiedler, A
Theory oí Leadership
Effectiveness (Nueva
York: McGraw-Hill Book
Company, 1967), tabla
3.1 pp. 40-41. Reimpreso
con autorización.]
LIDERAZGO 487
Fiedler y otros investigadores que trabajan con los mismos métodos para
medir las características de las situaciones han estudiado docenas de ellas:
LIDERAZGO 489
... los líderes dominantes, 1. El liderazgo orientado a las tareas se acompaña de un buen desempeño
directivos y consoladores del grupo en situaciones que son muy favorables o desfavorables para el
tienden a ser más eficientes
en situaciones que les son líder.
muy favorables o que les son 2. El liderazgo orientado a las personas se acompaña de un buen desempe-
más o menos desfavorables.
Los líderes no directivos,
ño de grupo en situaciones de dificultad intermedia.
tolerantes y comprensivos
suelen obtener resultados Lo que estos hallazgos significan es lo siguiente: el éxito de cualquiera
óptimos en situaciones con
un grado intermedio de
de los estilos del liderazgo depende de que éste se aplique a la situación
dificultad. apropiada. Cuando se consideraba sólo el estilo parecía que, si había que
— Fred Fiedler apostar cuál debía ser el que se relacionaba con un mejor desempeño, la me-
jor apuesta sería la del sistema orientado a la tarea. Ahora parece que es po-
sible mejorar las posibilidades investigando cuan favorable es la situación
para el líder. Una situación muy favorable o desfavorable sugiere mayor
confianza que una apuesta en favor del estilo orientado a las tareas. La figura
12-3 es una gran simplificación de los resultados de Fiedler y de sus reco-
mendaciones para adecuar el estilo del liderazgo y el aspecto favorable o
desfavorable de la situación.
Reflexionemos un momento sobre lo que estos resultados podrían signi-
ficar en el caso de Tom Walker. Al principio, tenía relaciones bastante
FIGURA 12.3
El estilo de un liderazgo
eficaz depende del carácter
favorable de la situación.
490 ADMINISTRACIÓN
¿UN DILEMA?
FIGURA 12.4
Liderazgo situacional de
Hersey y Blanchard. (Fuente:
Paul Hersey y Ken Blanchard,
Management of
Organizational Behavior, 4a
ed. (Englewood Cliffs, N. ).:
Prentice-Hall, Inc., 1982),
p.152
directivo del líder compensa en cierto modo esta falta de capacidad. El com-
portamiento de apoyo refuerza su disposición y entusiasmo.
"La participación", es decir un comportamiento poco orientado a la
tarea y a las relaciones (S3), es adecuado para aquellos que pueden pero no
quieren (M3) asumir la responsabilidad. La falta de disposición puede pro-
venir de inseguridades o de un problema de motivación, pero en todo caso
su capacidad reduce la necesidad de dirección y su falta de disposición
implica la necesidad de una comunicación en dos direcciones y una
comprensión empatica por parte de sus líderes para suavizar la negativa a
actuar.58
"La delegación", o conducta poco orientada a la tarea y a las rela-
ciones (S4), es apropiada para aquellos que pueden y quieren asumir la res-
ponsabilidad. La competencia y seguridad de los subordinados disminuyen
la necesidad de dirección y apoyo.59
494 ADMINISTRACIÓN
Teoría de camino-meta
Conforme a esta teoría, la eficacia del líder depende de cuánto ayuden sus
interacciones con los subordinados para que comprendan lo que necesita
hacerse, se sientan motivados para hacerlo y en realidad lo hagan.63 El líder
tiene éxito si esclarece las metas, aumenta los premios de los subordinados
que las alcanza y facilita el camino que conduce a ellas. Quizá, en el caso de
Tom Walker, la suspensión de los bonos de whiskey y cigarros significó una
importante pérdida de premios simbólicos y la separación de Short y Hod-
ges significó la pérdida de líderes que hacían más fácil el trabajo en el depar-
tamento de barriles.
La teoría de camino-meta guarda estrecha relación con la teoría de expectativas
de la motivación expuesta en el capítulo 11. La teoría de expecta-
Características
de la tarea
Efecto del
Comportamiento liderazgo en
de liderazgo la motivación
y satisfacción
FIGURA 12.5
Características
Enfoque de camino-meta del de los
liderazgo. subordinados
LIDERAZGO 495
Características de la tarea
Implicaciones
¿Cómo podemos evitar los La teoría del camino-meta supone que los gerentes que practican bien el li-
dos extremos: un excesivo
"jefismo' al dar órdenes y
derazgo saben diagnosticar las situaciones. Lo mismo que en la teoría de
prácticamente no dar contingencias propuesta por Fiedler, deben interpretar la tarea. Cuanto me-
órdenes? ...mi solución nos estructurada esté ella, más útil será la dirección para el éxito de los su-
consiste en despersonalizar la bordinados.
impartición de órdenes, unir a
todos los interesados en un Pero como sostiene el historiador James MacGregor Burns, el liderazgo
estudio de la situación, en siempre supone un efecto mutuo entre el líder y los seguidores.67 El líder de- -
descubrir la ley de la be reconocer y responder a las necesidades y otras características de los su-
situación o obedecerla.
— Mary Parker Follett bordinados. Cuanto más se sientan éstos capaces y eficientes en su trabajo,
menos dirección desearán en su realización.
También interactúan las características de los subordinados y las de las
tareas. Las tareas sin estructurar pueden hacer que los subordinados reduz-
can temporalmente sus evaluaciones de su habilidad y capacidad para
cumplir las obligaciones. Una mayor experiencia que lleve a cabo lo que al
inicio eran tareas inestructuradas puede mejorar esas evaluaciones, en forma
muy parecida a como el modelo de liderazgo propuesto por Hersey y
Blanchard describe la madurez creciente. Dado que cambian las tareas y los
subordinados, los líderes necesitan determinar la posición de sus subalternos
en un ambiente dinámico de trabajo y adaptar a él su comportamiento
directivo.
Las investigaciones llevadas a cabo por Robert Blake y Jane Mouton reve-
lan que los líderes que se orientan a las personas y tareas tienden de manera
intensa a obtener mayor productividad y satisfacción del grupo que los que
se preocupan menos por las personas o las tareas.68 Blake y Mouton han di-
señado una rejilla (grid) gerencial (Fig. 12-6) que describe las posibles com-
binaciones de interés por las personas y por la producción y las
suposiciones que corresponden a las cinco posiciones de la rejilla.
La posición de un gerente en la rejilla de 81 casillas resulta de una serie
de mediciones y evaluaciones sobre sus ideas y opiniones respecto a la fun-
ción directiva. Los gerentes diagnostican sus estilos y hacen planes para de-
jar el sitio que ocupan y llegar a la casilla 9, 9, una especie de estilo de
"superlíder" que, conforme a la evidencia de Blake y Mounton, es el más
eficaz para cualquier clase de situación.
LIDERAZGO 497
FIGURA 12.6
La rejilla gerencial. (Fuente:
Robert R. Blake y Jane S.
Mouton, The New Managerial
Grid, Gulf Publishing
Company,1978.)
¿Y EL LÍDER?
Uno de los artículos más populares que se hayan escrito sobre el liderazgo,
el de Robert Tannenbaum y Warren H. Schmidt, recomienda que la elec-
ción del grado de participación de los subordinados en la toma de decisión
se guíe por tres factores:73
1. Fuerzas de la situación
2. Fuerzas del subordinado
3. Fuerzas del gerente
RESUMEN
10. ¿Cuáles tienden a ser los efectos que el liderazgo orientado a la tarea
tiene en la productividad, satisfacción y cohesión?
11. ¿Cuáles tienden a ser los efectos que el liderazgo orientado a las perso-
nas tiene en la productividad, satisfacción y cohesión?
12. ¿Cómo mide Fiedler el estilo del liderazgo?
13. ¿Cuáles son las características de la situación que definen su carácter
favorable para el líder?
14. ¿En qué situaciones tiende el líder orientado a las personas a lograr un
mejor desempeño del grupo, según la teoría de Fiedler?
15. ¿En qué situaciones tiende el líder orientado a la tarea a lograr un mejor
desempeño del grupo, según la teoría de Fiedler?
16. ¿Qué dilema de los gerentes parece surgir de la teoría y de la investiga-
ción que considera mutuamente excluyentes los estilos del liderazgo
orientados a la persona y a la tarea?
17. ¿Qué suposición hace el enfoque de la rejilla (grid) gerencial respecto a
las relaciones entre ambos estilos del líder?
18. ¿Qué estilo de liderazgo propone la rejilla gerencial?
LIDERAZGO 503
CASO
El nuevo director
He impartido clases aquí desde hace 14 años y lo he hecho bajo cuatro direc-
tores. Hubo tiempos en que quise estrangular al director, pero supe siempre
qué era lo que deseaba de nosotros. No me importaba que me dijeran lo que
debía hacer, cuándo hacerlo y cómo hacerlo, porque siempre sabía a que ate-
504 ADMINISTRACIÓN
nerme. Siempre traté de hacer bien las cosas pues sabía que podría confiar en
él. Me gustaría volver a estar bajo sus órdenes.
Preguntas
1. Explique la situación a la luz de cualquiera de las teorías del liderazgo
expuestas en el presente capítulo.
2. ¿Qué debería hacer ahora el señor Cosgrove?
que describen la vida de Lee Iacocca de la Chrysler, del finado Ray Kroc
de McDonalds, Thomas Watson de la IBM y Harold Geneen de la ITT.
Escriba un informe sobre los efectos que esos líderes han tenido en su
corporación desde el punto de vista de la formación de una imagen insti-
tucional.
2. Sirviéndose de la figura 12-1 como guía, investigue una organización pa-
ra encontrar evidencia acerca de los mecanismos en virtud de los cuales
una cultura corporativa (organizacional) se encarna y se transmite.
Escriba un informe que incluya los puntos con ejemplos específicos to-
mados de la organización.
3. Piense en una situación en la cual haya desempeñado un papel de lideraz-
go. Describa su estilo. Describa las características de la situación e inclu-
ya en la descripción su poder de posición, relaciones con los miembros
del grupo y el grado de estructuración de la tarea. Valore la productivi-
dad del grupo y la "adecuación" entre su estilo de liderazgo y la si-
tuación.
4. Refresque su comprensión de la teoría de la ruta camino-meta, entreviste
después a un gerente para enterarse de todo lo concerniente a las experien-
cias directivas de él. Prepare un análisis de camino-meta respecto a lo ocu-
rrido. Su evaluación de esta teoría le recordará que necesita obtener ciertas
clases de información concerniente a la tarea y a los subordinados.
5. Prepare un breve ensayo que sintetice las ideas fundamentales de la
teoría situacional de Hersey Blanchard y la rejilla (grid) gerencial;
aplíquelas después a una situación de liderazgo donde haya participado o
haya sido un observador.
6. Lea y resuma cualquiera de las siguientes selecciones:
a. "Blunt Talk from the Hero of Detroit," Business Week, November
5, 1984, p. 12 ff.
b. "A Japanese Boss with an Iron Fist," Business Week, November
19, 1984, p. 176 ff.
c. Christopher Clarke and Simon Pratt, "Leadership's Four-Part
Progress," Management Today, March 1985, pp. 84-92.
d. "Reagan As 'Super Leader'," Training, vol. 22, no. 1, January 1985,
p. 14.
e. Noel M. Tichy and David O. Ubrich, "The Leadership Challenge—
A Cali for the Transformational Leader," Sloan Management
Review, vol. 26, no. 1, Fall 1984, pp. 59-68.
f. Andre van der Merwe and Sandra van der Merwe, "Strategic Lead
ership and the Chief Executive," Long Range Planning, vol. 18, no.
1, February 1985, pp. 100-111.
NOTAS
1
Ralph M. Stogdill, Handbook of Leadership (Nueva York: The Free Press,
1974). Copyright © 1974 by The Free Press, a Division of Macmillan
LIDERAZGO 507
17
R. H. Waterman, T. J. Peters, y J. R. Phillips, "Structure Is Not Organiza-
tion", Business Horizons, núm. 80302, junio de 1980, citado por Pascale y
Athos, op. cit., p. 68.
18
Rowland Gould, The Matsushita Phenomenon (Tokyo: Diamond Sha, 1970),
p. 120, citado por Pascale y Athos, op. cit., p. 69.
19
Ibíd.
20
Entrevista con S. Tani, Matsushita Electric Industrial Co., Osaka, Japan, julio
3 de 1980, citado por Pascale y Athos, op. cit., p. 69.
21
E1 párrafo está tomado íntegramente de Pascale y Athos, op. cit., pp. 68-69.
22
Peters y Waterman, p. 159.
23
Deal y Kennedy, pp. 45-46.
24
Varias definiciones de este tipo se dan en Gary A. Yukl, Leadership in
Organizations (Englewood Cliffs, N. J.: Prentice Hall, Incorporated,
1981), pp. 2-5.
25
Burns, op. cit.
26
Véase a Jon P. Howell y Peter W. Dorfman, "Substitutes for Leadership:
Test of A Construct", Academy of Management Journal, vol. 24, núm. 4,
1981, pp. 714-728; S. Kerr y J. Jermier, "Substitutes for Leadership: Their
Meaning and Measurement", Organizational Behavior and Human Per-
formance, vol. 22 núm. 4, pp. 375-403; Robert Dubin, "Supervision and
Productivity: Empirical Findings and Theoretical Considerations", en
Leadership and Productivity, Robert Dubin y otros (eds.) (San Francisco:
Chandler Publishing Company, 1965); M. Argyle, G. Gardner, y F. Ciofi,
"The Measurement of Supervisory Methods", Human Relations, vol. 10,
1957, pp. 295-313; Sally Coltrin y William F. Glueck, "The Effect of
Leadership Roles on the Satisfaction and Productivity of University Research
Professores", Academy of Management Journal, marzo de 1977, pp. 101-116.
27
Thomas Carlyle, Heroes, Hero-Worship and the Heroic in History (Nueva
York: Thomas Y. Crowell and Company, 1840), p. 21.
28
Véase a Bobby J. Calder, "An Attribution Theory of Leadership", en Barry M.
Staw y Gerald R. Salancik (eds.) New Directions in Organizational
Behavior (Chicago: St. Clair Press, 1977), pp. 179-204 y James C.
McElroy, "A Typology of Attribution Leadership Research", Academy of
Management Review, vol. 7, núm. 3, 1982, pp. 413-417.
29
Stogdill, op. cit., p. 411.
30
Edwin E. Ghiselli, Explorations in Managerial Talent (Pacific Palisades, Ca-
lif.: Goodyear Publishing Company, Incorporated, 1971), pp. 62-63.
31
Stogdill, op. cit., p. 41. Reimpreso con autorización.
32
Harry Schrage, "The R&D Entrepreneur: Profile of Success", Harvard Busi-
ness Review, noviembre-diciembre de 1965, pp. 56-69; Herbert A. Wainer
e Irwin M. Rubin, "Motivation of Research and Development Entrepre-
neurs: Determinants of Company Success", Journal of Applied Psychology,
junio de 1969, parte 1, pp. 178-184.
33
J. S. Livingston, "Myth of the Well—educated Manager", Harvard Business
Review, enero-febrero de 1971, pp. 79-89.
34
Por ejemplo, David C. McClelland y David H. Burnham, "Good Guys Make
Bum Bosses", Psychology Today, diciembre de 1975, pp. 69-70; David C.
McClelland y David H. Burnham, "Power Is the Great Motivator", Har-
vard Business Review, marzo-abril de 1976, pp. 100-110.
LIDERAZGO 509
35
Paul R. Lawrence y Jay W. Lorsch, "New Management Job: The
Integrator", Harvard Business Review, noviembre-diciembre de 1967, p.
149.
36
R. Likert, New Patterns of Management (Nueva York: McGraw-Hill Book
Company, 1961); R. Likert, The Human Organization (Nueva York:
McGraw-Hill Book Company, 1967); Stogdill, op. cit.; R. F. Bales, Interac-
tion Process Analysis (Reading, Mass.: Addison-Wesley, 1951); A. J.
Marrow, The Practical Theorist: The Life and Work of Kurt Lewin (Nueva
York: Basic Books, 1969).
37
Edgar H. Schein, Organization Psychology, 3a. ed. (Englewood Cliffs, N. J.,
Prentice-Hall, Inc., 1980), p. 123.
38
Forbes, vol. 15, febrero de 1972, p. 26.
39
Robert Magnuson, "Armcost Jolts B of a Out of its Compacency", Los An-
geles Times, 6 de junio, 1982.
40
Ann Hughey, "With New Chairman, Corning Tries to Get Tough and Revive
Earnings", Wall Street Journal, abril 22 de 1982, Sec. 2. p. 25.
41
"The Iconoclast Who Made Visa No. 1", Business Week, diciembre 22,1980,
p. 46.
42
Stogdill, op. cit. pp. 403-407.
43
Schein, Organizational Psychology, p. 123.
44
Chris Welles, "Ross' Unorthodox Style at Warner Faces First Real Test of
Adversity", Los Angeles Times, marzo 20 de 1983, Part V, p. 1-2.
45
Stogdill, op. cit., pp. 403-404.
46
Véase a Fred E. Fiedler, A Theory of Leadership Effectiveness (Nueva York:
Mc-Graw-Hill Book Company, 1967); Fred E. Fiedler y Martin M. Che-
mers, Leadership and Effective Management (Glenview, 111.: Scott, Fores-
man and Company, 1974); y Fred E. Fiedler, M. M. Chemers, L. Mahar,
Improving Leadership Effectiveness: The Leader Match Concept (Nueva
York: John Wiley and Sons, 1976).
47
Fiedler, ibíd, pp. 43-46.
48
Schien, Organizational Psychology, p. 114.
49
Fiedler y Chemers, op. cit., p. 87.
50
Schein, Organizational Psychology, p. 115. Véase también a Schein,
Organizational Psychology, op. cit., pp. 114-117; D. Hoskingy C. Schries-
cheim, review of Fiedler y otros, Improving Leadership Effectiveness: The
Leader-Match Concept (Nueva York: John Wiley and Sons, 1976); Admi-
nistrative Science Quarterly, vol. 23, 1978, pp. 496-504; G. Graen y otros,
"Contingency Model of Leadership Effectiveness: Antecedent and Evi-
dential Results", Psychological Bulletin, vol. 74, 1970, pp. 285-296; G.
Graen, J. B. Orris, y K. Alvares, "Contingency Model of Leadership Effec-
tiveness: Some Experimental Results", Journal of Applied Psychology,
vol. 55. 1971, pp. 196-201; J. E. Stinson y L. Tracy, "Some Disturbing
Characteristics of the LPC Score", Personnel Psychology, vol. 27, núm. 3,
1974, pp. 477-485; y Ronald W. Johnson y Brenda J. Ryan, "A test of the
Contingency Model of Leadership Effectiveness", Journal of Applied So-
cial Psychology, vol. 6, núm. 2, 1976, pp. 177-185.
51
Véase a Schein, Organizational Psychology, op. cit., p. 123.
52
Stogdill, op. cit., pp. 405-406.
53
Schein, Organizational Psychology, p. 123.
510 ADMINISTRACIÓN
54
Paul Hersey y Ken Blanchard, Management of Organizational Behavior, 4a.
ed. (Englewood Cliffs, N.J., 1982).
55
Ibíd, p. 151.
56
Ibíd, p. 153.
57
Ibíd.
58
Ibíd.
59
Ibíd, pp. 153-154.
60
Schein, Organizational Psychology, p. 121.
61
Ibíd. p. 126.
62
Claude L. Graeff, "The Situational Leadership Theory: A Critical View",
Academy of Management Review, vol. 8, núm. 2, abril de 1983, pp. 285-
291.
63
Robert J. House, "A Path-Goal Theory of Leader Effectiveness", Admi-
nistrative Science Quarterly, vol. 16, núm. 3,1971, pp. 321-338; véase tam-
bién a Robert J. House y Gary Dessler, "A Path-Goal Theory of Leader-
ship: Some Post-Hoc and A-Priori Tests", en James G. Hunt y Lars L.
Larson (eds.), Contingency Approaches to Leadership (Carbondale, 111.:
Southern Illinois University Press, 1974), pp. 29-59; T. H. Hammer y H.
Peter Dochler, "A Test of Some Assumptions Underlying the Path-Goal
Model of Supervision: Some Suggested Conceptual Modifications", Orga-
nizational Behavior and Human Performance, agosto de 1975, pp. 60-75;
Henry P. Sims y Andrew D. Szilaggi, "Leader Structure and Subordinate
Satisfaction for Two Hospital Administrative Levels: A Path-Goal Analy-
sis Approach", Journal of Applied Psychology, abril de 1975, pp. 194-197;
John E. Stinson y Thomas W. Johnson, "The Path-Goal Theory of Lea-
dership: A. Partial Test and Suggested Refinement", Academy of Mana-
gement Journal, junio de 1975, pp. 242-252; H. Kirk Downey, John E. She-
ridan, y John W. Slocum, hijo, "Analysis of Relationships Among Leader
Behavior, Subordinate Job Performance and Satisfaction: A Path-Goal
Approach", Academy of Management Journal, junio de 1975, pp. 253-262;
C. A. Schriesheim y M. A. Von Glinow, "The Path-Goal Theory of Lea-
dership: A Theoretical and Empirical Analysis", Academy of Manage-
ment Journal, septiembre de 1977, pp. 398-405; Charles N. Greene, "Ques-
tions of Causation in the Path-Goal Theory of Leadership", Academy of
Management Journal, marzo de 1979, pp. 22-41.
64
Robert H. House y Terence R. Mitchell, "Path-Goal Theory of Leadership",
Journal of Contemporary Business, otoño de 1974, pp. 81-97.
65
Terence R. Mitchell, "Motivation and Participation: An Integration", Aca-
demy of Management Journal, diciembre de 1973, pp. 670-679; K. E. Run-
yon, "Some Interactions between Personality Variables and Management
Styles"', Journal of Applied Psychology, vol. 57, núm 3, 1973, pp. 288-294.
66
House y Mitchell, op. cit.
67
Burns, op. cit.
68
Véase, por ejemplo, a Robert R. Blake y Jane S. Mouton, The Managerial
Grid (Houston, Tex.: Gulf Publishing Company, Book Division, 1964); Ro-
bert S. Blake y Jane S. Mouton, The New Managerial Grid (Houston, Tex.:
Gulf Publishing Co., 1978); y Robert R. Blake y Jane S. Mouton, The Ver-
satile Manager: A Grid Pro file (Homewood, 111.: Dow Jones-Irwin, 1980).
LIDERAZGO 511
69
Robert R. Blake y Jane S. Mouton, "A Comparative Analysis of Situationa-
lism and 9, 9 Management by Principie", Organizational Dynamics, pri-
mavera de 1982, pp. 20-43.
70
Ibíd, pp. 38-39.
71
Véase también a Paul W. Nystrom, "Managers and the Hi-Hi Leader Myth",
Academy of Management Journal, junio de 1978, pp. 325-331; L. L. Lar-
son, J. G. Hunt, y R. N. Osborn, "The Great Hi-Hi Leader Behavior Myth:
A Lesson from Occam's Razor", Academy of Management Journal, di-
ciembre de 1976, pp. 628-641.
72
Mark Hammer, Review of Blake and Mouton's The Versatile Manager: A
Grid Profile, Academy of Management Review, vol. 7, núm 4, octubre de
1982, pp. 649-650.
73
Robert Tannenbaum y Warren H. Schmidt, "How to Choose a Leadership
Pattern", Harvard Business Review, mayo-junio de 1973, pp. 162-180.
74
Carl Rogers, On Becoming a Person (Boston: Houghton Mifflin, 1961), pp.
338-346.
75
J. S. Livingston, op. cit.
76
Véase Chris Argyris y Donald Schon, Theory in Practice: Increasing Profes-
sional Effectiveness (San Francisco: Jossey-Bass, 1974); véase también su
Organizational Learning: A Theory of Action Perspective (Reading,
Mass.: Addison-Wesley, 1978).
77
Schein, "The Role of the Founder", p. 21.
78
Manfred F. R. Kets de Vries, "Managers Can Drive Their Subordinates
Mad", Harvard Business Review, núm. 4, julio-agosto de 1979, pp. 125-134.
Véase también su Organizational Paradoxes (Londres: Tavistock Publica-
tions, 1980, y, Manfred F. R. Kets de Vries y Danny Miller, The Neurotic
Organization (San Francisco: Jossey-Bass Inc., Publishers, 1984).
COMUNICACIÓN
Según los intereses particulares de la administración, se concederá más
importancia a algunos temas que a otros en un momento dado. ..
Sin embargo hay un proceso fundamental en que se basan casi todas las
acciones que tienen lugar dentro de las organizaciones, el de la comunicación.
-Charles A. O'Reilly, I I I
Louis R. Pondy
Tom Ellery era vicepresidente de ventas y Steve Watson era un gerente regional
de ventas encargado de cuatro gerentes de distrito. Steve "reportaba" a uno de
los tres gerentes de área quienes, a su vez estaban bajo las órdenes de Tom.
Éste había seguido la carrera de Steve con interés y lo consideraba uno de los
mejores directores de ventas. No era, pues, extraño que el nombre de Steve se
le ocurriera de inmediato cuando recibió un memorándum del vicepresidente de
mercadotecnia en que le pedía recomendaciones para que alguien se encargara
del departamento de servicios de mercadotecnia.
Ese departamento contaba con unos 400 empleados y brindaba apoyo
promocional y servicios especiales a la división de ventas. En términos de
niveles salariales, el puesto era un nivel más alto que la de gerente regional de
ventas, de manera que representaba una oferta para Steve. Tom pensó que Steve
era el candidato ideal para el puesto por varias razones. En primer lugar, los
miembros de las divisiones de mercadotecnia y ventas pensaban que los servicios
de mercadotecnia ya no eran sensibles a las necesidades de la división de
ventas. El departamento era ahora más un cuello de botella que un servicio, y la
amplia experiencia de Steve como director de ventas le daría una idea clara del
tipo de apoyo que el departamento debería estar ofreciendo. En segundo lugar,
el departamento había empezado a sufrir "un problema de imagen", que la
transferencia de Steve contribuiría mucho a resolver. Había adquirido la
reputación de ser un lugar adonde se enviaban los empleados cuando dejaban
de ser eficientes en la administración del producto o en las ventas de campo.
Poner a una persona con gran futuro como Steve al frente de él ayudaría a borrar
esa imagen. El puesto le brindaría a él la oportunidad de ser conocido más
ampliamente en la empresa y la capacidad de influir en el esfuerzo global de
mercadotecnia y de ventas.
Luego de consultar el asunto con el vicepresidente de mercadotecnia, Tom
envió a Steve una copia del memorándum original, con un comentario personal:
"¿Te interesa? Creo que eres la persona más idónea para el puesto Ven a
visitarnos para que hablemos". A tom le agradaba que su división
COMUNICACIÓN 515
Deténgase un momento antes de seguir leyendo y conjeture las suposiciones que Steve
hará al recibir el memorándum, lo mismo que sus sentimientos. Anótelos brevemente en
otro papel.
Pocos días más tarde Steve viene para discutir el memorándum. Tom se
sintió sorprendido al darse cuenta de que no le interesaba la transferencia;
parecía un poco tajante e incómodo. Steve comenzó diciendo que todavía no
tenía suficiente experiencia para desempeñar el cargo y que aún tenía mucho
que hacer en la región antes de poder ocupar otro puesto. Al advertir que a
Steve le causaba ansiedad el hecho de ser asignado a la división de
mercadotecnia, Tom empezó a exponer con mayor detalle los motivos por los
cuales pensaba que Steve podía tener éxito. Pero éste no cambió de opinión, y
como último recurso Tom le pidió que hablara con el vicepresidente de
mercadotecnia al terminar la conversación y empezó a dudar de sus juicios
iniciales acerca de la flexibilidad y adaptabilidad de Steve.
Pregunta
NECESIDADES DE INFORMACIÓN
COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL
dependía del grado de adecuación entre el sistema del grupo o red de comu-
nicaciones y la satisfacción de las necesidades del procesamiento de infor-
mación planteadas por el problema que debía ser resuelto.2 Aunque presen-
tamos esta investigación en el capítulo 10, vale la pena resumirla aquí. En
los experimentos se compararon tres sistemas o redes de comunicación: la
rueda, el círculo y la comunicación entre todos los canales. Los tres afronta-
ron la misma tarea: primero, cada grupo de cinco personas debía efectuar
una tarea sencilla: después abordaban una tarea más complicada. Los resul-
tados revelaron que las redes eran el factor decisivo en la rapidez y eficiencia
con que los grupos resolvían los problemas. En el caso de las tareas simples,
la red de rueda proporcionaba soluciones en forma rápida y eficiente.
Cuando la tarea suponía mayor interdependencia entre los participantes y
eran más inciertas (por ejemplo, identificar una canica moteada cuyo color
era difícil de describir), la red de comunicación con todos los canales resul-
taba ser más rápida. Una última observación: los estudios de laboratorio
demostraron que, cuando los grupos podían hacerlo, tendían a pasar de la
red de rueda a la de comunicación entre todos los canales si el problema se
tornaba complejo; cuando éstos se volvían simples, pasaban de la red de co-
municación entre todos los canales a la red de rueda.3
Así pues, los estudios de laboratorio con grupos indican algunas
conclusiones generales.
FIGURA 13.2
Un modelo del procesamiento de información: la eficacia mejora al adaptar el sistema de información de la
organización a sus necesidades de procesamiento de información. [Fuente: adaptado de Michael L. Tushman y David
A. Nadler, "Information Processing as an Integrating Concept in Organizational Design," Academy of Management
Review, vol. 21, julio de 1978, p. 622]
pativo podrían cumplir mejor con esas necesidades en una organización que
efectúe un trabajo relativamente incierto y complejo. De manera análoga, vi-
mos una transición de los mecanismos de coordinación, como los planes y
reglas de un trabajo relativamente seguro y estable, a un mayor uso de
reuniones interdepartamentales programadas y no programadas para realizar
un trabajo bastante incierto y complejo.
Así pues, los gerentes son los arquitectos de las redes o estructuras de la
comunicación organizacional. Las diseñan o rediseñan de modo que los
miembros de la organización interactúen y se comuniquen entre sí según se
necesite para efectuar su trabajo. Cuanto más facilite la estructura el procesa-
miento de información, más contribuirá a la eficacia.
FIGURA 13.3
Red de comunicación del
gerente
520 ADMINISTRACIÓN
Los jueves eran los días que más temían los vicepresidentes, pues en ellos el
jefe celebraba su junta con el personal de alta dirección. Los ejecutivos se
reunían alrededor de una gran mesa, y Lawrence ocupaba la cabecera. La
atención se centraba alternativamente en cada hombre que daba un informe
sobre su departamento (nunca hubo más de dos mujeres entre los altos direc-
tivos de la empresa). El proceso transcurría sin incidentes durante los prime-
ros informes, y entonces empezaban a aflorar las dificultades. Una compu-
tadora estaba descompuesta, por ejemplo, o bien el tráfico había sido más
522 ADMINISTRACIÓN
En un cuarto cerrado de uno de los pisos más altos de las oficinas centrales
de la International Telephone and Telegraph Corporation (ITT) en Manhat-
tan, 50 ejecutivos están sentados alrededor de dos mesas largas cubiertas con
fieltro. Allí ejecutivos provenientes de todo el mundo están informando a Ce-
neen, quien ocupa el centro de una mesa. "John", dice Ceneen, dirigiéndose
a uno de ellos, "¿qué has hecho para resolver ese problema?"
John habla en el micrófono colocado ante él. "Pues lo llamé, pero no
logré que tomara una decisión."
"¿Quieres que lo llame yo?"
"Eso sería una magnífica idea. ¿Lo hará?
"Con mucho gusto", dice Geneen, "sólo que te costará tu cheque quincenal".
"Olvídelo", replica John desconcertado, "Volveré a llamarlo."12
En total, Geneen y sus ejecutivos de alta dirección dedican más de tres
meses cada año a las juntas.11 ¿Por qué tanto tiempo? ¿No podrían haber con-
seguido los mismos resultados por medio de informes? No, según Geneen: era
la atmósfera de presión durante las sesiones cara a cara la que ponían de ma-
nifiesto los hechos innegables y los tamizaba, transformándolos en deci-
siones bien fundamentadas y realizables.
COMUNICACIÓN 523
Leonard Sayles.
(Columbia University.)
EL PROCESO DE LA COMUNICACIÓN
Hasta ahora hemos visto que las estructuras de la organización y los meca-
nismos de coordinación pueden ayudar a establecer un sistema de comuni-
cación que satisfaga las necesidades de información de la empresa, las
cuales dependen de la incertidumbre, complejidad e interdependencia del
trabajo que ha de efectuarse. Pero también hemos visto que la estructura
impersonal de los sistemas de comunicación no asegura por sí misma la efi-
cacia organizacional. El hecho de contar con un buen diseño organizacional
y con adecuados mecanismos de coordinación no garantiza la eliminación
de las dificultades que impiden la comunicación hacia arriba, hacia abajo y
lateral en la organización.
En último término, las personas hablan entre sí. Por lo menos es así co-
mo se realiza el grueso de la comunicación en las empresas. Los estudios de-
dicados a la comunicación gerencial revelan que los ejecutivos dedican más
tiempo a la comunicación oral que a la escrita.22 La comunicación a través
del correo suele considerarse un trabajo desagradable,23 sobre todo porque
el correo trae principalmente información vieja e indeseada. La informa-
ción actual, viva y pertinente casi siempre se consigue en la conversación.
Aunque una estructura organizacional bien diseñada puede facilitar la
comunicación, hablada o escrita, entre quienes la necesitan, la eficacia con
que se comunican depende del proceso y la estructura de la comunicación.
Un modelo
FIGURA 13.4
Un modelo del proceso de
comunicación.
Puede trazarse una distinción útil entre dos clases de comunicación: la efi-
caz y la buena.24 La comunicación eficaz se da cuando el emisor logra del
receptor los resultados deseados. En ella su objetivo es influir en el receptor
para conseguir la influencia que quiere. La buena comunicación se efectúa
cuando la comprensión del receptor coincide con el significado que el emi-
sor desea transmitirle. En la buena comunicación, la comprensión es la meta
que se alcanza.
528 ADMINISTRACIÓN
Barreras en la fuente
Barreras en la fuente El emisor codifica o cifra el significado en un mensaje que no transmite con
• falta de claridad claridad el mensaje deseado. Si consideramos el departamento de servicios
• multiplicidad de fuentes
contrarias de mercadotecnia como una especie de Siberia y enviar allí a los "corderos"
• mensajes no deseados refleja la sospecha de que se mandaba allí a los empleados incompetentes.
Pero el significado que le damos a esto puede perderse en el cifrado para
muchos de los lectores que lean este libro en sus diversas traducciones y en
la edición internacional. He aquí otro ejemplo:
Barreras en la transmisión
pados por reducir el tiempo que los aviones permanecían en tierra y por
otros asuntos urgentes; de ahí que no quisieran aceptar el trabajo terminado
ni recordaran dónde habían dejado los folletos subsecuentes. Y así, a medi-
da que la información sobre el programa de manejo del equipo se transmitía
a través de la compañía, su significado pudo haber cambiado. El emisor ori-
ginal sin duda quería que se diera importancia a la información sobre el
programa; las acciones de los supervisores denotaban que tenía poca impor-
tancia. Tal vez la transmisión del mensaje referente al mejoramiento del
manejo del equipo por medio de folletos y cartas hacía que los mensajes pa-
recieran menos urgentes e importantes, al comparárseles con las conversa-
ciones personales bajo la presión de los costosos retrasos de los aviones en
tierra. Sea como fuere, el mensaje o conjunto de mensajes que finalmente
llegaban al agente de rampa no eran idénticos a los enviados por las oficinas
centrales del departamentos de servicios de tierra.
Barreras en el receptor
Barreras en el receptor La conducta del receptor a veces constituye una amenaza en contra de una
• desatención
• evaluación prematura buena comunicación. Entre las muchas deficiencias de los oyentes se en-
• respuesta a factores insig cuentran, por ejemplo, una franca desatención, una evaluación prematura,
nificantes la formulación de una respuesta personal mientras el interlocutor está
• preparación de la propia
respuesta en vez de es todavía hablando y responder a gestos o características sin importancia y no
cuchar a la esencia del mensaje. Todas estas tendencias ponen fuera de sintonía al
• interpretación errónea emisor. Cada una reduce las probabilidades de una recepción y compren-
sión satisfactorias del mensaje.
Barreras en la retroalimentación
FIGURA 13.5
Características de la
comunicación amenazadora
y no amenazadora [Fuente:
adaptada de )ack R. Cibb,
"Defensiva Communication"
íournn! ct Communication,
septiembre de 1961, p. 143.]
COMUNICACIÓN 533
De la evaluación a la descripción
Quizá evaluar a otros nos hace sentirnos bien y por eso nos resulta más
fácil hacerlo. La evaluación de George provocó risas en la clase y lo aver-
gonzó frente al grupo. Pero entonces el emisor comenzó a describir sus pro-
pios sentimientos. Se dio cuenta de que ello era más difícil porque, aunque
era una afirmación verdadera y no amenazaba ni lastimaba a nadie, parecía
una admisión de su debilidad.
Tendemos a emitir juicios sobre los demás porque nos es más fácil ha-
cerlos. Sin embargo, al proteger el sujeto su autoestimación por medio de
esta técnica, genera una actitud defensiva en los otros.
De la estrategia a la espontaneidad
Cuando los emisores ven a los receptores como objetos que pueden ser
influidos, movidos o manipulados para alcanzar algún resultado determina-
do por ellos, la consecuencia de tal punto de vista suele ser captada por el re-
ceptor. Éste tiende a sentirse amenazado por el rol que desempeñará al ser
manipulado. Ello implica un status que no sólo es relativamente más bajo,
sino uno en el cual él no puede participar en las decisiones y planificación
que se llevarán a cabo. En consecuencia, puede sentirse impulsado a defen-
derse de la amenaza que contra su estimación produce esta imagen poco po-
sitiva.
Las comunicaciones no percibidas por el receptor como estratégicas o
manipulativas ocasionan una actitud menos defensiva. La percepción de
que las afirmaciones son sinceras y obedecen a exigencias momentáneas ha-
ce que se les considere como más honestas. Tampoco implica nada respecto
a las inadecuaciones o deficiencias del receptor.
De la neutralidad a la empatia
De la superioridad a la igualdad
status, poder y capacidad, pero hay algunos emisores que parecen darle po-
ca o nula importancia a tales diferencias y favorecen en trabajo en grupo de
un modo impersonal. Cuando los receptores se dan cuenta de que se les res-
peta, se les tiene confianza y se les aprecia como socios (cosa que se mani-
fiesta en este enfoque), tienden menos a sentirse amenazados.
De la certidumbre al provisionalismo
Un problema fundamental
Y las cosas empeoran todavía más. Los receptores, por ignorar la inten-
ción y el significado que el emisor da a su mensaje, hacen inferencias y suposi-
ciones sobre ambas cosas. Y luego empiezan a tratar sus propias inferencias y
suposiciones como si fueran observaciones de la intención y el significado ver-
daderos.
Esta secuencia se ejemplifica concretamente en el caso antes citado del
estudiante Walter, quien describe su evaluación y luego sus sentimiento ha-
cia un condiscípulo.
1. Evaluación. Walter transmite su juicio y desaprobación de George apli
cándole calificativos como "presuntuoso" y "presumido".
2. Inferencias y suposiciones. Walter deduce que George busca en el di-
cionario palabras raras antes de ir a la clase. Supone que lo que desea es
presumir.
3. Considerar como observaciones las inferencias y suposiciones. Walter
tiene por hechos observados lo que en realidad son suposiciones e infe
rencias. Produjeron (o fueron resultado de) la ira que se manifestó por
un fuerte impulso de "golpear" a George.
Hacia el mejoramiento
La figura 13-6 contiene una manera útil de concebir la comunicación entre
dos personas (George y Walter, por ejemplo) como una cadena de eventos.
538 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 13.6
La comunicación
interpersonal como una
cadena de eventos. [Fuente:
adaptada de Elliot Aronson,
The Social Animal, 3a. ed.
(San Francisco: W. H.
Freeman and Company
Publishers, 1980), p. 285. Con
autorización]
sus sentimiento de ira y ser una consecuencia de ellos. Reconocer esto le per-
mitirá ver que las observaciones desde el punto de vista de George sobre los
sentimientos e intenciones de éste podrían proporcionarle nueva informa-
ción capaz de modificar sus sentimientos, inferencias, suposiones y, final-
mente, su evaluación de la personalidad de George.
El escuchar empático
Si el éxito tiene un sentido, Supóngase que Walter no quiere tratar de comprender a George. Eso no será
éste radica en la capacidad fácil. Él se siente superior. Está enojado y le tiene envidia. Pero si quiere
de entender el punto de vista
de otra persona y en ver las entender a George, debe tratar de procurar ver la forma de pensar de él des-
cosas desde su ángulo y no de el punto de vista de George. Con ello abandonaría la tendencia a eva-
sólo del nuestro.
— Henry Ford
luarlo desde su propio marco de referencia.
Y eso es sumamente difícil por dos motivos. Se han intensificado los
sentimientos hostiles de Walter hacia George. Renunciar a su evaluación re-
quiere mucho valor. Nuestro marco de referencia personal resulta siempre
mucho menos amenazador. Walter puede alejarse de George, permanecien-
do intacta su hostilidad, y decir a un reducido grupo de amigos, condiscípu-
los o parientes lo terrible que es George. La evaluación puede resonar de ese
modo y adquirir una especie de confirmación. Por falsa que sea esta confir-
mación, consolará a Walter y parecerá justificar su rechazo de George.
Salirse de su marco de referencia y adoptar el de George constituye un
aterrador riesgo para Walter: puede cambiar su forma de ser. Significa
abandonar las defensas de su fortaleza de evaluación, inferencias y suposi-
ciones y hacerse vulnerable ante la información que podría cambiarlo todo.
Pero supongamos que opta por correr el riesgo. ¿En qué forma deberá pro-
ceder?
Cari Rogers sugiere un paso muy útil. Para ver lo que éste exige, imagi-
nemos que Walter y George se encuentran en medio de una discusión duran-
te la clase. Rogers quisiera que Walter y George establecieran la siguiente
regla: "Toda persona puede hablar sólo después de haber reformulado las
ideas y sentimientos de la anterior con precisión y a entera satisfacción de
ella".37 Lo que esta regla hace es poner a prueba la capacidad del receptor
para escuchar empáticamente. Sin duda hará lenta la conversación, pero
también puede bloquear la tendencia del receptor a atrincherarse en su mar-
co de referencia.
La regla de Rogers es de gran utilidad precisamente cuando resulta más
difícil observarla: si las emociones, como la ira, son muy fuertes. Si estamos
infiriendo o suponiendo que alguien es un presumido y que presume basán-
dose en palabras muy rebuscadas, si estamos suponiendo que alguien no
cumple una cita por creerse importante, si estamos suponiendo que alguien
que señala nuestras debilidades en el trabajo es arrogante y si hacemos otras
suposiciones similares, necesitamos forzosamente ponernos en el lugar de él
y ver las cosas desde su punto de vista. Cuando logramos hacerlo, nos acer-
camos a la comprensión.
540 ADMINISTRACIÓN
Por último, según dijimos antes, entender significa una buena comuni-
cación, pero no garantiza una comunicación eficaz. Ni George ni Walter
pueden influir mucho uno al otro. También es difícil que llegen a simpati-
zar. La influencia y el aprecio no siempre son resultado de comprender bien
a otro.
Pero los receptores como Walter que sí escuchan con empatia logran al-
gunos resultados importantes. Ante todo, adquieren una base o criterio más
realistas para la decisión y la acción al sustituir la fantasía por los hechos; y
además los sentimientos e intenciones del emisor son hechos de suma impor-
tancia. Y por otra parte la empatia tiende a desplazar el prejuicio y dar cabi-
da a la compasión. Esto puede inhibir los impulsos agresivos.38 La empatia
debilita el deseo de lastimar a los demás y al mismo tiempo reduce el ego-
centrismo.
Sin importar lo que los emisores y receptores deben realizar juntos, si
deben cooperar o competir, el proceso suele cumplirse mejor con cualquiera
de los beneficios que ofrece la empatia.
Considere qué percepciones y suposiciones guiaron la decisión de Steve. ¿Qué piensa que
haya sentido al hacer esto?
¿Dedujo usted esto de lo que sucedió antes? ¿Cómo piensa que se sintió Tom al
escuchar la noticia?
. . .Steve no tenía una intención seria de irse a otra compañía antes de recibir el
memorándum de Tom.
RESUMEN
CASO
Versión A
Una declaración sucinta de lo que pensaba el señor Hart, el supervisor:
"Creo que usted debería intervenir en esto. Mi querido amigo Bing y
yo vamos a tener un enfrentamiento. Hace poco el inspector de control
de calidad me dijo que Bing había tardado dos o tres veces más del tiem-
*Copyright © 1949 del caso por el presidente y los becarios del Harvard College.
Reimpreso con autorización. Este caso lo preparó H. Ronkin bajo la supervisión de
George F. F. Lombard.
544 ADMINISTRACIÓN
po establecido en tableros que esiá inspeccionando en una sola vez.
En realidad está haciendo trampa y esto ya se lo he mencionado
varias veces Hace unoi días me dieron la misma queja, y por eso esta
vez se lo he dicho con absoluta franqueza. LLeva ya mucho tiempo
haciendo esto y voy a ponerle fin al abuso de una vez pui todas Sé
que no le gustó mucho la reprensión porque al cabo de unas horas
hizo que los represen tantes del sindicato me reclamaran. Y usted
sabe lo que es hablar con ellos; algunas veces defienden a un
empleado aunque piensen que está aprovechándose de la compañía.
De todos modos, le hice saber que no toleraría más esa práctica
abusiva. También le dije a Bing que, si conti nuaba haciéndolo, yo
tomaría medidas oficiales con mi jefe para que lo despida o emprenda
una acción penal en contra de él. Hay que frenar a tiempo este tipo de
cosas. En realidad me inclino a pensar que este hombre es un
deficiente mental, porque hablarle no significa nada para él. He
tratado en mil maneras de hacerle ver las cosas, y simplemente he
tenido que renunciar porque es inútil. La verdad es que no logro que
entienda la situación. Es un problema que molesta a todos los
interesados, pero no sé qué hacer para resolverlo.
"No sé qué le pasa, pero creo que alberga un fuerte resentimiento
en contra mía. Y no sé a que se deba ello, pues he intentado tratarlo
cois guante de seda. Pero su actitud en el trabajo es de absoluta
indiferencia, y de ninguna manera es una influencia positiva para e¡
resto de mi grupo. Con toda franqueza confieso que creo que
deliberadamente trata de agitarlos en contra mia. Creo que sufre
delirios de grandeza, pues todo el día lo único que hace es cantar
hasta el cansancio. Se cree un Frank Si-natra. ¡Y esto no ¡o digo en
broma! Sé que toma clases de canto y que trabaja en una de las
bandas de la ciudad. Eso no me molesta en absoluto, pero cuando sus
intereses personales empiezan a disminuir su eficiencia en el trabajo,
comienzo a prestar más atención a las cosas. Por tal razó.n lo he
estado vigilando y, si vuelve a cometer abusos, vamos a tener un serio
enfrentamiento.
"Estoy seguro de haber hecho todo lo que debo para indicarle lo
que se espera de él". Y aquí se aplica aquello de que "perro viejo no
aprende gracias nuevas". Se trata de un hombre sin escrúpulos. No
siente la obligación de cumplir bien su jornada laboral. Y yo sé que es
un empleado capaz. Pues durante mucho tiempo fue un buen
elemento. Pero en los últimos meses ha empezado a fallar por alguna
razón y su actitud en el trabajo ha cambiado. Las cosas han llegado a
tal punto que pienso que está induciendo a otros empleados a
"holgazanear" unos minutos antes del toque del almuerzo y a que
vayan al baño y se aseen en tiempo de trabajo. Lo he reprendido varias
veces, pero las palabras no parecen causarle una impresión duradera.
Si sigue haciendo esto, va a terminar en la calle. Me ha pedido una
transferencia, de modo que sé que no está contento aquí. Pero en
esos momentos no le di una respuesta, pues yo estaba tan enojado
entonces que le hubiera dicho que se marchara a otra empresa.
COMUNICACIÓN 545
Versión B
Pero se trata de una simple amenaza, pues lo más que puede hacer es
que me transiferan a otra parte, que es precisamente lo que deseo.
"Él sabe bien que me dedico al canto profesional fuera del trabajo.
Me oye cantar aquí en la planta y escucha a los empleados hablar de mi
carrera musical. Creo que piensa que soy tan sensible porque tengo otros
medios de ganar dinero. En realidad, a mis compañeros de trabajo les
gusta oírme cantar mientras trabajo, pero el señor Hart piensa que los
distraigo y hago que "holgazaneen en su trabajo". Es extraño, pero por
alguna razón creo que muestra preferencia por las tres empleadas del
grupo. Con los demás compañeros adopta una actitud tan enérgica como
conmigo, pero con las mujeres se comporta en forma más decente. No sé
qué es lo que pretende. En ocasiones dejo el trabajo unos minutos antes
del toque de campana y bajo al baño para asearme antes del almuerzo.
Algunas veces otros compañeros del grupo me acompañan, y por eso el
señor Hart piensa que soy el líder y suele reprenderme por eso.
"Así pues, como se dará cuenta, soy un hombre marcado en esta
compañía. El señor Hart me vigila constantemente como un halcón. Na-
turalmente ello me causa gran incomodidad. Por eso estoy seguro de que
lo mejor sería una transferencia. Se la he pedido, pero no me dio una res-
puesta satisfectoria en esa ocasión. Mientras permanezca aquí voy a por-
tarme bien, pero siempre que pueda le molestaré."
Preguntas
NOT AS
1
Véase, por ejemplo, a C. A. O'Reilly y K. H. Roberts, "Interpersonal
Communicatíon and Objective and Perceptual Assessments of Performance
in Organizations", Human Communication Research, 1979; C. A. O'Reilly,
"Superiors and Peers as Information Sources, Work Group "Supportiveness,
and Individual Decision-Making Performance", Journal of Applied Psycho-
logy, vol. 62,1977, pp. 632-635; P. Slovic, B< Fischhoff, y S. Lichtenstein,
"Behavior Decisión Theory", en M. Rosenzweig y L. Porter (eds.), Annual
Review of Psychology, voL 28,1977, pp. 1-39; T. Connolly, "Information Pro-
cessing and Decisión Making in Organizations", en B. M. Staw y G. R. Salan-
cik (eds.), New Directions in Orgnizational Behavior (Chicago: St. Clair Press,
1977), pp. 205-234.
2
He aquí una lista parcial de estos estudios: Bernard M. Bass, "Experimen-
ting with Simulated Manufacturing Organizations", ONR Technical Re-
port, núm. 27, 1961; Alex Bavelas, "Communication Patterns in Task-
oriented Groups", Journal of the Acoustical Society, noviembre de 1950,
pp. 725-730; Rocco Carzo, hijo, "Some Effects of Organization Structure on
Group Effectiveness", Administrative Science Quarterly, marzo de 1963,
pp. 393-424; Robert L. Chapman y otros, "The Systems Research Labora-
tory's Air Defense Experiments", Management Science, abril de 1959, pp.
250-269; Arthur M. Cohén, "Changing Small-Group Communication Net-
works", Administrative Science Quarterly, marzo de 1962, pp. 443-462;
Murray Glanzer y Robert Glaser, "Techniques for the Study of Group
Structure and Behavior: Empirical Studies of the Effectiveness of Structure
in Small Groups", Psychological Buüetin, enero de 1961 pp. 1-27; Harold
Guetzkow y Herbert A. Simón, "The Impact of Certain Communication
Nets upon Organization and Performance in Task-oriented Groups", Mana-
gemente Science, abril-julio de 1955, pp. 233-250; P. Mears, "Structuring
Communication in a Working Group", Journal of Communication, vol 24,
núm. 1,1974, pp. 71-79; Harold Pepinsky y otros, "Team Productivity and
Contradiction of Management Policy Commitments", Journal of Applied
Ps ychology, agosto de 1959, pp. 264-268: Pauline Pepinsky y otros, "The
Effects of Task Complexity and Time Pressure upon Team Productivity",
Journal of Applied Psychology, febrero de 1960, pp. 34-38; Marvin E.
Shaw, "Some Effects of Problem Complexity upon Problem Solution Effi-
ciency in Different Communication Nets", Journal of Experimental Psy-
tiembre de 1954, pp. 211-217; M. E. Shaw y A. R. Rothchild, "Some Effects
of Prolonged Experience in Communication Nets", Journal of Applied Psy-
chology, octubre de 1956, pp. 281-286; G. A. Heise y G. A. Müler, "Problem
Solving by Small Groups Using Various Communication Nets", Journal of
Abnormal and Social Psychology, julio de 1951, pp. 327-335; Harold J. Lea-
vitt, "Some Effects of Certain Communication Patterns on Group Perfor-
mance", en E. E. Maccoby, T. M. Newcomb y E. L. Hartley (eds.), Readings
in Social Psychology (Nueva York: Holt, Rinehart and Winston, Incorpora-
ted, 1958); J. Macy, hijo., L. S. Christie y R. D. Luce, "Coding Noise in
Task-oriented Groups", Journal of Abnormal and Social Psychology, julio
de 1953, pp. 401-409.
COMUNICACIÓN 549
3
C. Faucheux y K. D. Mackenzie, "Task Dependency of Organizational Centra-lity: Its
Behavioral Consequences", Journal of Experimental Sociology and Psichology,
vol., 2, núm. 4, 1966, pp. 361-375.
4
Charles A. O'Reüly III y Louis R. Pondy, "Organizational Communication", en
Steven Kerr (ed.), Organizational Behavior (Columbus, Ohio: Grid, Incor-porated,
1979), p. 120.
5
Véase, por ejemplo, a Michael L. Tushman y David A. Nadler "Information
Processing as an Integrating Concept in Organizational Design", Academy of
Management Review, julio de 1978, pp. 613-624.
6
Véase, por ejemplo, A. Van de Ven, A. Delbecq y R. Koenig, "Determinants of
Coordination Modes Within Organizations", American Sociológica! Review,
vol. 41, 1976, 322-338; S. Bacharach y M. Aiken, "Communication in
Administrative Bureaucracies", Academy of Management Journal, vol. 20,
septiembre de 1977, pp. 365-377; W. Schiemann, "Structural An-tecedents of
Communication", ponencia presentada en las asamblea de la Midwestern
Psychological Association, mayo de 1977; M. Tushman, "Technical
Communication in Research and Development Laboratories: The Impacts of
Project Work Characteristics", Academy of Management Journal, vol. 21,
diciembre de 1978, pp. 624-645.
7
Ibíd.
8
Jay Galbraith, Designing Complex Organizations (Reading, Mass.: Addison-
Wesley Publishing Company, Incorporated, 1973).
9
Ross A. Webber, Time and Management (Nueva York: Van Nostrand
Reinhold, 1972).
10
Véase a W. Read, "Upward Communication in Industrial Hierarchies", Human
Relations, vol. 15,1962, pp. 3-16; J. Athanassiades, "The Distortion of
Upward Communication in Hierarchical Organizations", Academy of
Management Journal, vol. 16, 1973, pp. 207-226; Karlene H. Roberts y
Charles A. O'Reilly III, "Failures in Upward Communication in
Hierarchical Organizations", Academy of Management Journal, vol. 16,
1973, pp. 207-226; Karlene H. Roberts y Charles A. O'Reilly III, "Failures in
Upward Communication in Organizations: Three Possible Culprite", Academy of
Management Journal, voL 17, junio de 1974, pp. 204-215; C. A. O'Reüly III,
"The Intentional Distortion of Information in Organizational Communication: A
Laboratory and Field Approach", Human Relations, vol 31, 1978, pp. 173-
193; H. Kaufman, Administrative Feedback (Washington, D. C: The
Brookings Institution, 1973).
11
Byron Harris, "The Man Who Küled Braniff", Texas Monthly, julio de 1982, p.
183.
12
"ITT: Can Profits Be Programmed?" Dun's Review, noviembre de 1965, citado en
Richard Tanner Paséale y Anthony G. Athos, The Art ofJapane-se
Management (Nueva York: Simón and Schuster, 1981), p. 107.
13
"How ITT Manages Itself by Meetings", International Management, febrero de
1970, p. 122, citado en Paséale y Athos, p. 107.
14
Entrevista con Jack H. Vollbrecht, presidente de Aerojet-General, y ex ejecutivo
de ITT, El Monte, Calif., febrero 25 de 1977, citado en Paséale y Athos, p.
109.
15
E1 ejemplo de ITT está tomado integramente de Paséale y Athos, pp. 106-109.
16
Véase, por ejemplo, a R. Smith, G. Richetto, y J. Zima, "Organizational Behavior:
An Approach to Human Communication", en R. Budd y B. Rubén
550 ADMINISTRACIÓN
35
Ibíd.; también Raymond G. Hunt, Interpersonal Strategies for System Ma-
nagement: Applications of Counseling and Participative Principies (Mon-
terey, Calif.: Brooks/Cole Publishing Company, 1974), p. 110.
36
William V. Haney, Communication and Interpersonal Relations, 4a. ed. (Ho-
mewood, 111.: Richard D. Irwin, Incorporated, 1979), pp. 249-280.
37
Rogers y Roethlisberger, op. cit, p. 29.
38
Aronson, op. cit., pp. 278-279.
39
Ibíd., p. 138.
CONFLICTO, CAMBIO Y
DESARROLLO
...no debemos temer al conflicto, pero
reconocemos que hay una manera destructiva
de tratar esos momentos y también una
manera constructiva. El conflicto como
momento en que aparecen las diferencias y se
concentra uno en ellas puede ser
una señal de salud, una profecía del progreso.
— Mary Parker Follett
Manzini de la Ebasco ha
contribuido en forma notable
a reducir las tensiones en los
lugares de trabajo. (Ebasco.)
Y ello no es una tarea fácil, si se tienen en cuenta los problemas propios de los
proyectos de plantas nucleares. Casi todos tardan 10 años en terminarse, y en
cualquier momento puede haber atrasos por el cambio en los reglamentos del
gobierno y otras clases de obstáculos. Más aún, las normas de relaciones jerárquicas
cambian constantemente conforme un proyecto pasa de una a otra etapa. Por
ejemplo, los ingenieros de proyectos, los supervisores de construcción y otros
empleados pueden estar bajo las órdenes del director de la construcción del reactor,
mientras trabajan en esa parte del proyecto, y luego estarán bajo las órdenes del
gerente de otra área física en el siguiente mes. Y para agravar, la confusión, deben
interrelacionarse además con los empleados del cliente en todas las fases del proyecto.
ATENUACIÓN DE CONFLICTOS
LOS BENEFICIOS
DINÁMICA ORGANIZACIONAL
CONFLICTO
La palabra conflicto se utiliza comúnmente para designar varias cosas:
competencia, oposición, incompatibilidad, irreconciliabilidad, falta de
armonía, antagonismo, pugnas y disputas. El conflicto es una palabra que
merece un examen más detenido, pues lo que pensamos que significa y las
acciones que su existencia origina son un factor decisivo en nuestra capaci-
dad de someterlo a una buena administración en las empresas. La mayor
parte de los significados que acabamos de mencionar connotan situaciones
desagradables. La irreconciliabilidad y la incompatibilidad indican que no es
posible una solución satisfactoria. El antagonismo y las pugnas denotan
que el conflicto daña a algunas personas e intereses.
Por otra parte, el conflicto puede definirse en términos menos vivaces y
pesimistas. Por ejemplo, "el conflicto es el proceso que comienza cuando
una de las partes se da cuenta de que la otra ha frustrado o va a frustrar al-
guno de sus intereses".1 Esta definición no tiene en cuenta la clase de
560 ADMINISTRACIÓN
conflicto que ocurre dentro de una persona, pero su autor explica que al
usar el término parte no quiere decir únicamente que el conflicto puede
darse sólo entre dos personas. Dos personas, dos grupos, una persona y un
grupo, dos organizaciones con grupos múltiples, una persona o uno o más
grupos frente a una organización son parte que pueden intervenir en un
conflicto. La única palabra de la definición con una connotación negativa
es frustración, y la frustración no hace más que desencadenar un proceso
denominado conflicto que no tiene ninguna otra descripción. Esta manera
más neutral de concebirlo sugiere que el "conflicto no es intrísecamente ma-
lo, sino un fenómeno que puede tener efectos constructivos o destructivos
según la forma en que se administre".2
En la presente sección, examinaremos la naturaleza del conflicto en las
organizaciones. En concreto, exploraremos el proceso, sus fuentes, sus con-
secuencias y su manejo.
FIGURA 14.1
Un modelo de proceso.
[Fuente: Kenneth W. Thomas,
"Conflicto and Conflict
Management", en Marvin D.
Dunnette (ed.), Handbook of
Industrial Psychology, p. 889;
fig. 1,© 1976 Rand McNally
College Publishing Company.
Reimpreso con autorización.]
562 ADMINISTRACIÓN
mostrador. Un factor común en tales casos era el hecho de que los emplea-
dos de menor categoría daban órdenes normalmente a otros de status más
elevado.
Whyte señaló que la introducción de un mostrador más alto entre los co-
cineros y los que servían en él (reduciendo así la visibilidad entre unos y
otros) y de un dispositivo giratorio donde se ponían las órdenes (que limita-
ba el contacto verbal) prácticamente invirtió el patrón del iniciador de la acti-
vidad. Los que servían en el mostrador (de categoría más baja) ya no gritaban
los pedidos a los cocineros (de nivel más alto). Por el contrario, ponían sus ór-
denes en el dispositivo giratorio y el cocinero decidía el orden en que se
prepararían los pedidos. Y luego anunciaba cuando estaba listo un pedido. El
resultado: menos conflicto entre los cocineros y los que servían en el mostra-
dor.
Otro estudio mostró cómo un caso de conflicto entre los gerentes tenía sus
raíces en el flujo de trabajo entre los departamentos.6 En una compañía ma-
nufacturera, parecía existir un choque de personalidad entre el gerente de
ventas y el de crédito. Un estudio más detenido reveló que era en realidad el
orden de las operaciones lo que ocasionaba problemas entre los dos.
La causa del problema estaba en el manejo de las órdenes. Cada día se
distribuía la correspondencia que llegaba a la oficina matriz. Los pedidos
eran enviados al personal del gerente de ventas, que comprobaba si había
problemas de suministro o envío. En caso de haberlos, el gerente de ventas
escribía al cliente o al vendedor, dando una explicación. Si no los había, pa-
saba la orden a un grupo encargado de supervisar los pedidos, que hacía los
arreglos necesarios para el embarque o para poner el pedido entre los pen-
dientes. Después el director general de ventas enviaba una carta al cliente,
agredeciéndole por su orden. Y éste, naturalmente, pensaba que iban a sur-
tirla.
Sin embargo, sólo después de efectuados lo pasos anteriores llegaba el
pedido al departamento de crédito. Allí se verificaba la clasificación de cré-
dito del cliente. En ocasiones en esta etapa se cancelaba el pedido por fluc-
tuaciones en las clasificaciones. El resultado: algunas batallas furiosas entre
los gerentes de ventas y de crédito. El "choque de personalidades" se desva-
neció al introducir una secuencia de flujo de trabajo que evitaba que primero
se aprobara una venta y luego se negara el crédito.
Metas diferentes
Hay muchos casos en que los individuos que cumplen bien los objetivos de
sus respectivas unidades organizacionales entran en conflicto con otro pre-
cisamente porque entre los objetivos existen tensiones reales o percibidas. El
caso Ebasco nos da un ejemplo que volveremos a utilizar aquí:
Para el jefe de construcción, debe diseñar productos que den un buen rendi-
miento. Para el gerente de proyectos, ha de tener presentes las necesidades
de programación, los costos de los componentes y otros factores básicos.
Conciliar los evidentes antagonismo que nacen de esas prioridades contradic-
torias constituye una tarea formidable.
564 ADMINISTRACIÓN
Recursos compartidos
Efectos negativos
Efectos positivos
Los resultados positivos del El conflicto tiene también su aspecto positivo.8 Como ya se dijo en páginas
conflicto incluyen una mayor precedentes, el conflicto excita al hombre. Genera energía. Cierto grado
comprensión de los moderado de estimulación y tensión, en contraste con el aburrimiento en un
problemas, la movilización de
los recursos y energías de las extremo y con el pánico en el otro, coexiste a menudo con un mejor desem-
566 ADMINISTRACIÓN
partes, el esclarecimiento de las peño y una sensación más intensa de disfrute. Varios estudios señalan que
soluciones contrarias y la
búsqueda creativa de
los grupos, en que los participantes tienen intereses diversos, expresan
opciones, así como una mejor hechos divergentes y someten sus ideas a la crítica, suelen llegar a soluciones
capacidad para trabajar más abundantes y satisfactorias.9
juntos en el futuro.
— L. David Brown
Confrontar y discutir las discrepancias pone a prueba los fundamentos
de las suposiciones, argumentos y sistemas de trabajo. El conflicto organi-
zacional puede, en su función de determinar el valor de las ideas, ser análo-
go a la función del mecanismo del precio en la determinación del valor de
los bienes y servicios en el mercado. Discutir los desacuerdos en las organi-
zaciones puede, en su función de analizar las ideas, asemejarse a la función
del interrogatorio riguroso en un tribunal. Esa prueba tan estricta de las ideas,
afirmaciones y propuestas ayudará a seleccionar las mejores o bien a conse-
guir las óptimas.
El hecho de que el conflicto pueda originar una mezcla de resultados
buenos y malos produce, y esto tal vez no debiera sorprendernos, una ambi-
valencia ante el conflicto.l0 Para muchos es más fácil reconocer, intelectual-
mente, que el conflicto puede ser útil para la organización que aceptar,
emocionalmente, la angustia que algunas veces provoca. La concepción de
muchos respecto al conflicto la resumió un autor en el siguiente comentario:
"Sé que tiene resultados positivos en el desempeño de la organización en su
conjunto, pero no me gusta lo que me hace a mí".11
Suavización
Dominio
El dominio es algo que todo mundo conoce. Puede ser el simple ejercicio del
poder, y tal vez produzca mucho más malestar en una sociedad con poca
distancia del poder que en una con gran distancia del poder. En el dominio,
una parte impone su solución preferida porque tiene la facultad de hacerlo y
opta por ejercerla. El dominio está dotado de cierta prontitud que puede re-
sultar una cualidad atractiva. Un ejemplo de ello es la atareada madre de
seis hijos que interrumpe la petición de uno de ellos para que justifique la
negación de una petición: "Yo soy la mamá y tú eres mi hijo, por eso
simplemente".
Por otra parte, si una debilidad de la suavización consiste en que el
problema pasa inadvertido y empeora, una deficiencia del dominio es que
"el dominado" no obtenga nada y se moleste. Quizá la resolución haya sido
rápida pero poco satisfactoria. La derrota puede considerarse como una hu-
millación, y la cooperación futura será más difícil de conseguir.
Compromiso
pasar a otras cosas. Pero como no satisface plenamente los intereses de am-
bas partes, el compromiso ya no goza de mucho prestigio en las obras mo-
dernas dedicadas a las técnicas de resolución de conflicto y de negociación.14
Y ello se debe a que no satisface por completo los intereses de las partes.
Otra técnica, la solución integrativa del problema, se ha generalizado
ampliamente por ofrecer la esperanza de satisfacer plenamente los intereses
de las partes.
Hay una forma de resolver el
conflicto que empieza
finalmente a ser reconocida e Solución integrativa de problemas
incluso a ser adoptada en
algunas ocasiones: cuando
dos deseos se integran, ello
Las ideas de Mary Parker Follet, expresadas en la década de 1920, fueron
significa que se ha precursoras de lo que se ha convertido en un método muy apreciado: la so-
encontrado una solución en lución integrativa de problemas.15 Es un método que no requiere "una ne-
que ninguna de las partes
tiene que sacrificar nada.
gociación de posiciones", en la cual cada parte se adhiere a una posición,
— Mary Parker Follet trata de imponerla al otro y puede llegar a un compromiso. Por el contrario,
CONFLICTO, CAMBIO Y DESARROLLO 569
requiere encontrar una solución que satisfaga por completo los intereses de
las partes.
Los antiguos y sencillos ejemplos de Follet merecen ser citados aquí:
Cierto día, en la biblioteca de Harvard, en una de las salas más pequeñas una
persona quería que la ventana estuviera abierta, yo la quería cerrada. Abri-
mos la ventana de la sala contigua, donde no había nadie. Éste no era un
compromiso porque no hubo una restricción del deseo; ambos obtuvimos lo
que queríamos. En efecto, yo no quería una sala cerrada, sino simplemente
no quería recibir directamente el viento del norte. Por su parte, el otro no
quería que se abriera esa ventana en particular, tan sólo quería más aire en la
16
pieza.
Una cooperativa de lecheros casi se deshizo el año pasado por una cues-
tión de precedencia en la descarga de latas en una plataforma de la
cremería. Los hombres que descendían de la colina (la cremería estaba si-
tuada en una bajada) pensaban que debían tener precedencia; y los que
ascendían por la colina estaban seguros de tener el derecho de ser los prime-
ros en descargar. Las ideas de ambas partes de la controversia se hallaban
confinadas dentro de las paredes de estas dos posibilidades, y ello les
impedía incluso tratar de encontrar una solución a la disputa y evitar así esas
alternativas. La solución era sin duda cambiar la ubicación de la plataforma,
de manera que unos y otros pudieran descargar al mismo tiempo. Pero esta
solución se logró sólo después de haber solicitado el consejo de un integra-
dor más o menos profesional. Pero cuando se les propuso, estaban totalmente
dispuestos a aceptarla. La integración requiere invención, y lo que debe
hacerse es reconocerlo sin dejar que el pensamiento quede confinado dentro
de los límites impuestos por dos alternativas mutuamente excluyentes.17
FIGURA 14.2
Cinco orientaciones en la
administración del conflicto,
graficadas según el deseo de
las partes de satisfacer su
interés propio y el del otro,
[fuente: adaptada de Kenneth
W. Thomas, "Conflict and
Conflict Management" en
Marvin D. Dunnette (ed),
Handbook of Industrial and
Organizational Psychology, p.
900; fig. 4,© 1976 Rand
McNally College Publishing
Company. Reimpreso con
autorización]
CONFLICTO, CAMBIO Y DESARROLLO 571
572 ADMINISTRACIÓN
CAMBIO ORGANIZACIONAL
Una suposición común entre los teóricos de la administración es que las condi-
ciones dentro y fuera de las organizaciones están cambiando de manera rá-
pida y profunda. En el exterior, las condiciones ambientales se tornan en
general menos estables, y hasta se están volviendo turbulentas.22 Las condi-
ciones económicas, la disponibilidad y costo de materiales y del dinero, la
innovación tecnológica y de los productos, y las normas gubernamentales
son factores que están cambiando con rapidez.
En el interior de las organizaciones los empleados están cambiando:
tienen un nivel escolar más elevado, conceden mayor importancia a los va-
lores humanos y cuestionan la autoridad.23 Plantean las cuestiones de la jus-
ticia y sensibilidad de las decisiones y acciones gerenciales. Conocen mejor
la protección más amplia con que cuentan en contra del trato arbitrario e
ilegítimo. Hacen valer sus derechos al amparo de las nuevasleyes sobre se-
guridad, remuneración y otras normas legales. A menudo también buscan
que en su trabajo se respete su individualidad y el derecho a la autorrexpre-
sión. En una palabra, tratan de mejorar la calidad de su vida laboral.
Nuevas reglas y demandas nacen de esos deseos, y los gerentes se ven obliga-
dos a afrontarlas.
FIGURA 14.5
Proceso del cambio.
Recuérdese, por ejemplo, el caso con que se inicia el capítulo 11 y que descri-
be los cambios hechos en el trabajo de los representantes técnicos de la Xe-
rox Corporation en el servicio de campo. En la primera parte del caso se enu-
meraron 14 cambios que se introdujeron. Abarcaban desde concederles a los
representantes autoridad para suspender la instalación de máquinas que no
cumplieran con las normas oficiales hasta darles la responsabilidad de una
parte de las presentaciones en las reuniones dedicadas a los servicios. En el
capítulo 11 se expuso únicamente el contenido de los cambios.
RESISTENCIA AL CAMBIO
Los signos de resistencia en Sea como fuere, la resistencia debe verse como un hecho útil que puede
una organización social son
útiles, de la misma manera dar origen a otros igualmente útiles, y no debe considerarse un obstáculo
que lo es dolor para el intrínsecamente negativo que debe quitarse de en medio o superarse cuanto
cuerpo como una señal de antes. Sólo si un examen más detenido de sus raíces indica que el cambio pa-
que alguna función orgánica
se ha deteriorado.
rece tener más ventajas que la resistencia, ha de plantearse la cuestión de có-
— Paul R. Lawrence mo superarla. En caso de que se presente, los gerentes reflexionarán profun-
damente sobre la manera de afrontarla. Éste ha sido un tema favorito de la
administración desde hace años.
FIGURA 14.6
Métodos para superar la resistencia al cambio. [Fuente: John P. Kotter y Leonard A. Schlesinger, "Choosing Strategies
for Change", Harvard Business Review. Copyright © 1979 por el presidente y becarios del Harvard College; todos los de-
rechos reservados]
CONFLICTO, CAMBIO Y DESARROLLO 581
familiarizado ahora con ellos. Por ejemplo, un repaso rápido de los pasos
que siguió la Xerox al introducir el enriquecimiento en el trabajo muestra que
el psicólogo hizo lo posible porque el equipo del proyecto conociera y sin-
tiera la motivación a la manera de Maslow y Herzberg. El procedimiento no
incluía, además, la participación de 90 representantes técnicas por varias
razones. Una de ellas era que el psicólogo estaba convencido de que había
demasiadas personas para lograr una buena participación y la otra era que
la necesidad constante de ellos en el campo impedía que participaran.32
La facilitación y el apoyo podrían incluir pasos como los que se descri-
bieron en el caso del capítulo 3: Windansea Surfboards, Inc. En él, los cam-
bios del sistema de producción amenazaban con separar o decepcionar a va-
rios empleados con mucha antigüedad. Los planes para poner en práctica
dichos cambios incluían promover a cuatro de ellos a los puestos de supervi-
sión que se iban a crear. Así pues, la promoción facilitó y respaldó su adapta-
ción a los cambios.
La negociación y el acuerdo se refieren a la negociación tendente a con-
seguir una especie de contrato. En las relaciones entre personal y direc-
ción dentro de las industrias, como la minería y los servicios (por ejemplo,
los servicios de carga y descarga en los muelles), la gerencia ha comprado los
derechos de introducir la tecnología; en algunos casos lo hace propor-
cionando beneficios y una compensación adicional a los empleados cuyos
trabajos quedarán eliminados. La negociación y el acuerdo (o compromiso)
también tienen lugar en formas mucho menos formales y oficiales. Así, en
el capítulo 4, el deseo del señor Evans de que Harrison dirigiera el departa-
mento de personal en una forma más "profesional" y con menos "servicios
de mensajería" se realizó gracias a una negociación sutil y a un acuerdo
sobre un conjunto de objetivos destinados a dicho departamento.
La manipulación denota el empleo de táctica para influir en la gente.
Una de ellas podría consistir en disimular o presentar una descripción falsa
o incompleta del cambio y de sus consecuencias previsibles. La cooptación
es una táctica específica y consiste en darle a un representante (en especial
uno que revista importancia simbólica) del grupo al que afectará el cambio
un papel en la planeación o realización del cambio.33 De ese modo, un pro-
bable opositor se convierte en una persona que desea que el cambio se lleve
a cabo. La coerción (coacción) designa el uso del poder para exigir la acep-
tación del cambio.
DESARROLLO ORGANIZACIONAL
Algunas técnicas del En esencia, las técnicas del desarrollo organizacional consisten en reunir
desarrollo organizacional grupos o parejas de grupos a fin de examinar sus interacciones, actividades,
• formación de equipos
• reuniones de confrontación
sentimientos y relaciones con la eficiencia organizacional. En algunos casos,
• encuestas y los consultores de esta especialidad que trabajan con un equipo de admi-
retroalimentación nistración reúnen el grupo y piden a sus miembros clasificarse en una escala
• laboratorios de
capacitación que contiene las dimensiones del desarrollo de equipo.37 Otro consultor
podría reunir grupos en conflicto y lograr que expresen sus percepciones de
los demás y de sí mismos.38 Y un tercer consultor podría optar por reunir un
grupo de subordinados para identificar los problemas que tienen con su su-
perior y luego presentarle a éste la información recabada.39 Otro podría
encuestar a los empleados respecto a problemas organizacionales y luego su-
ministrar los datos obtenidos a la dirección.40 Otro más podría valerse de la-
boratorios de adiestramiento en la sensibilidad, donde los participantes se
ejercitan para adquirir sensibilidad ante su comportamiento y el efecto que
tienen en los demás.41 Con frecuencia los consultores en desarrollo organi-
zacional combinan varias de esas técnicas cuando prestan sus servicios a una
compañía en particular.
Una aplicación
A manera de ejemplo, he aquí lo que un consultor hizo para identificar e
iniciar la conversación en áreas problemáticas en una compañía manufactu-
584 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 14.7
Clasificaciones de los
gerentes acerca de las
condiciones actuales dentro
de su organización respecto a
las metas organizacionales.
[Lista de metas extraídas de
Warren Bennis, Organization
Development (Reading, Mass.:
Addison-Wesley Publishing
Company, Incorporated,
1969), pp 36-37. Reimpreso
con autorización]
CONFLICTO, CAMBIO Y DESARROLLO 585
Situación actual
RESUMEN
CASO
Pregunta
b. "How Ross Perot's Shock Troops Ran Into Flak at GM," Business
Week, February 11, 1985, p. 118 ff.
c. David Cawood, "Managing Innovation: Military Strategy in Busi
ness," Business Horizons, vol. 27, no. 6, November/December 1984,
pp. 62-66.
d. Robert Chasnoff and Peter Muniz, "Training to Manage Conflicts,"
Training and Development Journal, vol. 39, no. 1, January 1985,
pp. 49-53.
e. Félix R. FitzRoy and Dennis C. Mueller, "Cooperation and Conflict
in Contractual Organizations," Quarterly Review of Economics
and Business, vol. 24, no. 4, Winter 1984, pp. 24-49.
f. Fred G. Lippert, "Beware the side effects of change!," Supervisión,
vol. XLVII, March 1985, pp. 16-17.
NOTAS
1
K. W. Tilomas, "Conflict and Conflict Management", en Marvin D. Dunnette
(ed.), Handbook of Industrial and Organizational Psychology (Chicago:
Rand McNally College Publishing Company, 1976), 891.
2
Ibíd., p. 889.
3
Ibíd., p. 895.
4
Harry Levinson, "The Abrasive Personality at the Office", Psychology To
day, mayo de 1978, pp. 78-84.
5
William F. Whyte, Human Relations in the Restaurant Industry (Nueva
York: McGraw-Hill Book Company, 1948).
6
Eliot D. Chapple y Leonard R. Sayles, The Measure of Management (Nueva
York: The Macmillan Company, 1961).
7
L. David Brown, Managing Conflict at Organizational Interfaces (Reading,
Mass.: Addison-Wesley Publishing Company, Incorporated, 1983), pp. 8-9.
8
Véase, por ejemplo, a David S. Whetten y Kim S. Cameron, Developing Mana
gement Skills (Glenwiew, 111.: Scott, Foresman and Company, 1984),
pp. 403-404; E. Boulding, "Further Reflections on Conflict Management",
en R.L. Khan y E. Bouldings (eds.), Power and Conflict in Organizations
(Nueva York: Basic Books, 1964); D. King, "Three Cheers for Conflict",
Personnel, vol. 58, 1981, pp. 13-22.
9
Ahornas, op. cit., p. 891.
10
Abraham H. Maslow, Eupsychian Management (Homewood, 111.: Richard D.
Irwin, Inc., 1965).
11
Whetten y Cameron, op. cit., p. 404.
12
Paul R. Lawrence y Jay W. Lorsch, Organization and Environment: Managing
Differentiation and Integration (Boston: División of Research, Gradúate
Schools of Business Administration, Harvard University, 1967), p. 74.
13
Véase, por ejemplo, a Chris Argyris y Donald A. Schon, Organizational Learn-
ing: A Theory of Action Perspective (Reading, Mass.: Addison-Wesley
Publishing Company, Incorporated, 1978).
590 ADMINISTRACIÓN
14
Véase, por ejemplo, a Howard Raiff, The Art and Science of Negotiation
(Cambridge, Mass.: Belknap Press of Harvard University Press, 1982);
Roger Fisher y William Urey, Getting to Yes: Negotiating Agreement
Without Giving In (Boston: Houghton Mifflin Company, 1982); Gavin
Kennedy, John Benson y John McMillan, Managing Negotiations (Engle-
wood Cliffs, N. J.: Prentice-Hall, Incorporated, 1982); Herb Cohén, You
Can Negotiate Anything (Nueva York; Bantam Books, 1982).
15
Véase a Henry C. Metcalf y L. Urwick, eds., Dynamic Administration: The
Collected Papers ofMary Parker Follet (Nueva York: Harper & Row).
16
Ibíd., p. 32.
17
Ibíd., pp. 32, 33.
18
R. E. Walton y R. B. McKersie, "Behavioral Dilemmas in Mixed-Motive De
cisión Making", Behavioral Science, septiembre de 1966, pp. 370-384; T.
R. Mitchell, "Review and Evaluation of Research Studies on Negotiation
Behavior", vol. 6, 1985, pp. 85-91; M. A. Neale y M. H. Bazerman, "The
Effectos of Externally Set Goals on Reaching Integrative Agreements in
Competitive Markets", Journal of Occupational Behavior, vol. 6, 1985,
pp. 19-33.
19
K. W. Thomas, op. cit.
20
K. W. Thomas, "Toward Multi-Dimensional Valúes in Teaching: The
Example of Conflict Behaviors", Academy of Management Review, julio
de 1977, pp. 484-490.
21
K. W. Thomas y R. H. Kilmann, "The Social Desirability Variable in Organi-
zational Research: An Alternative Explanation for Reported Findings",
Academy of Management Journal, vol. 18, 1975, pp. 741-742; M. Afzalur
Rahim, "A Measure of Handling Interpersonal Conflict", Academy of
Management Journal, junio de 1983, pp. 368-376; M. Bazaerman y R. J.
Lwicki (eds.), Negotiating in Organizations (Beverly Hills, Ca: Sage Publi-
cations, (1983); R. a. Barón "Reducing Organizational Conflict: An In-
compatible Response Approach", JOUTTIOZ of Applied Psychology, vol. 69,
núm. 2, 1984, pp. 272-279.
22
Varias formulaciones de este punto de vista se citan, por ejemplo, en F. E.
Emery y E. L. Trist, "The Causal Texture of Organizational Environ-
ments", Human Relations, febrero de 1965, pp. 21-32; Shirley Terreberry,
"The Evolution of Organizational Environments", Administrative Scien-
ce Quarterly; marzo de 1968, pp. 590-631; Alvin Toffler, The Third Wave
(Nueva York: William Morrow & Co., Incorporated, 1980); John Naisbitt,
Megatrends (Nueva York: Warner Books, Incorpareted, 1982).
23
Véase, por ejemplo, a Richard Cornuelle, De-Managing America (Nueva
York: Random House, Incorporated, 1975).
24
Warren G. Bennis, "The Coming Death of Bureaucracy", Think, noviembre-
diciembre de 1966, p. 31; Eli Ginzberg y George Votja, Beyond Human
Scale: The Large Corporation at Risk (Nueva York: Basic Books, 1985).
26
Rosabeth Moss Kanter, The Change Masters: Innovation for Productivity in
The American Corporation (Nueva York: Simón and Schuster, 1983).
26
J. K, Galbraith, The New Industrial State (Boston: Houghton Mifflin Com-
pany, 1967); véase también a Charles Perrow, "Is Business really Chan-
ging?" Organizational Dynamics, verano de 1974, pp. 30-44.
27
Robert D. Miewald, "The Greatly Exaggerated Death of Bureaucracy", Cali-
fornia Management Review, invierno de 1970, pp. 65-69.
CONFLICTO, CAMBIO Y DESARROLLO 591
28
Bennis también admite esta posibilidad. Véase a W. F. Dowling, "Conversa-
tion with Warren Bennis", Organizational Dynamic, invierno de 1974,
pp. 50-66.
29
Carl D. Jacobs, "Job Enrichment of Field Technical Representatives —
Xerox Corporation", En Louis E. Davis y Albert B. Chernes and Asso-
ciates (eds.), The Quality of Working Life, vol. 2 (Nueva York: The Free
Press, 1975), pp. 291-295.
30
John P. Kotter y Leonard A. Schlesinger, "Choosing Strategies for Change",
Harvard Business Review, marzo-abril de 1979, pp. 106-114. Reimpreso
con autorización de Harvard Business Review. Copyright © 1979 por el
presidente y los becarios del Harvard College; todos los derechos reservados.
31
Paul R. Lawrence, "How to Deal with Resistance to Change", Harvard Busi-
ness Review, enero-febrero de 1969, pp. 166-176.
32
Jacobs, op. cit., p. 292.
33
Véase a Philip Selznick, TV A and the Grass Roots: A. Study in the Sociology
of Formal Organization (Berkeley, Calif.: University of California Press,
1949).
34
Kotter and Schlesinger, op. cit., pp. 111-112.
36
Ibíd., p. 112.
36
Rensis Likert, The Human Organization (Nueva York: McGraw-Hill Book
Company, 1967), p. 167.
3T
Véase, por ejemplo, a Douglas McGregor, The Professional Manager (Nueva
York: McGraw-Hill Book, Company, 1967), pp. 160-182.
38
Véase, por ejemplo a Richard Beckhard, "The Confrontation Meeting", Har-
vard Business Review, marzo-abril de 1967, pp. 149-155.
39
Ibíd.
40
Véase, por ejemplo, a Floyd C. Mann, "Studying and Creating Change", en
W. G. Bennis, K. D. Benne, y R. Chin (eds.) The Planning of Change
(Nueva York: Holt, Rinehart and Winston, Incorporated, 1961), pp. 605-
613; Likert, op. cit.
41
Véase, por ejemplo, a Chris Argyris, "T Groups for Organizational Effective-
ness", Harvard Business Review, marzo-abril de 1964, pp. 60-74.
42
Robert L. Kahn, "Organizational Development: Some Problems and Propo
sais"', Journal of Applied Behavior Science, vol. 10, 1974, pp. 485-502.
43
ibíd.
44
Véase a Wendell L. French y Cecil H. Bell, hijo, Organization Development:
Behavioral Science Interventions for Organizational Improvement, 2a. ed.
(Englewood Cliffs, N.J.: Prentice-Hall, incorporated, 1978), pp. 226-254;
George Strauss, "Organization Development" en Robert Dubin (ed.),
Handbook of Work, Organization, and Society (Skokie, 111.: Rand McNally
& Company, 1976), pp. 617-685; Sam E. White y Terence R. Mitchell, "Or-
ganization Development: A Review of Research Content and Research De-
sign", Academy of Management Review, abril de 1976, pp. 57-73; Clayton
P. Alderfer, "Organization Development", Anual Review of Psychology,
vol, 28,1977, pp. 197-223; y Larry E. Pate, Warren R. Nielsen, y Paula C.
Bacon, "Advances in Research on Organization Development: Toward a
Beginning", en Robert L. Taylor, Michael J. O'Connell, Robert A. Zawac-
ki, y D. D. Warrick (eds.), Academy of Management Proceedings, 1976,
pp. 389-394; Wendell L. French, Cecil, H. Bell, hijo, y Robert Zawacki,
592 ADMINISTRACIÓN
ADMINISTRACIÓN
DE RECURSOS
HUMANOS
Estoy convencido de que es posible combinar
el factor humano y la eficiencia. Y hasta creo
que en el mundo moderno esos dos factores
resultan inseparables.
— Pehr Gyllenhammar,
presidente de la Volvo
EL CAMINO AL INFIERNO
*Este caso lo preparó Gareth Evans de la Sheel-BP de Nigeria, Limited, como base
para la discusión en clase en un programa de capacitación para ejecutivos y se repro-
duce con autorización.
ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS HUMANOS 595
una de sus tareas más importantes sería prepararlo para que algún día ocupara su
puesto. Hutchins señaló que no sólo era Rennalls uno de los barraconianos más
brillantes y prometedores en el personal de la Caribbean Bauxite (en la London
University había recibido el título de ingeniero y ocupado el primer lugar de su
clase), sino que por ser el hijo del ministro de finanzas y planeación económica,
gozaba de gran influencia.
La compañía se había sentido muy complacida cuando Rennalls decidió
trabajar para ella y no para el gobierno en que su padre desempeñaba un puesto
muy importante. Atribuían su acción al efecto del programa vigoroso y liberal de
regionalización que, desde la Segunda Guerra Mundial, había llevado a 18
barraconianos al nivel medio de la gerencia, dándole a la empresa un lugar
destacado en este aspecto sobre las demás compañías internacionales que
operaban en el país. El éxito de esta política oportuna de regionalización había
propiciado excelentes relaciones con el gobierno. Y esta relación había cobrado
mayor importancia cuando Barracania, al cabo de tres años, adquirió su
independencia, acontecimiento que alentó una actitud crítica y exigente ante el
papel que las inversiones extranjeras desempeñarían en la nueva Barracania. Por
tanto, Hutchins no tuvo problemas para convencer a Baker de que era de capital
importancia para ellos un buen desarrollo profesional de Rennalls.
La entrevista con Hutchins se había celebrado dos años atrás; Baker,
recargándose en su sillón, repasó mentalmente el éxito que había tenido en la
preparación de Rennalls para que le sucediera en el cargo. ¿Qué aspectos del
carácter de Rennalls habían contribuido y cuáles habían sido un obstáculo? ¿Y
qué decir de su propia personalidad? ¿Había sido un factor positivo o negativo?
El primer elemento de naturaleza positiva era, sin lugar a dudas, la habilidad de
Rennalls para dominar los aspectos técnicos de su puesto. Desde el principio
había mostrado perspicacia y entusiasmo, impresionando a Baker con su
capacidad para abordar nuevas actividades y con los comentarios constructivos
que solía hacer en las discusiones departamentales. Gozaba de gran popularidad
entre todos los empleados nativos de Barracania y tenía un trato afable que
facilitaba sus relaciones con los superiores extranjeros. Todo esto era el aspecto
positivo, ¿y qué decir de los aspectos negativos?
En primer lugar, mostraba una actitud de prejuicio racial. Los cuatro años
que Rennalls había pasado en la London University habían acentuado ese
sentimiento y habían hecho al joven sensible a cualquier signo de
condescendencia por parte de los extranjeros. Quizá ese sentimiento explicaba por
qué, de regreso a su patria desde Londres, se había dedicado a la política en
favor del partido de acción unitaria, que más tarde ganaría las elecciones
anteriores a la independencia y daría al país su primer ministro.
No obstante, las ambiciones de Rennalls (y no podía negarse que era un
hombre con ambiciones) no se encontraban en la política; aunque era un feroz
nacionalista, comprendía que la mejor manera de servir a su patria (¿no realizaba
esta compañía casi la mitad del comercio de exportación de
596 ADMINISTRACIÓN
que comparten mi opinión acerca de los dos. Pero realmente me apena mucho
haber dado la impresión de no ser capaz de convivir amistosamente con los
europeos; es una impresión enteramente falsa. En cuanto a lo que dijiste
respecto a que los europeos seguirán ocupando los puestos clave durante mucho
tiempo todavía, acepto la situación sin reparo alguno. Sé que la Caribbean
Bauxite (como ha venido sucediendo hace muchos años) promoverá a los
barracanianos en cuanto su experiencia lo justifique. Y, por último, quiero
asegurarte (y mi padre piensa lo mismo) que soy muy feliz trabajando para la
empresa y confío permanecer muchos años en ella."
Rennalls había hablado con vehemencia y, aunque no convencido totalmente
de sus palabras, Baker pensó que no convenía ahondar más en el asunto. "Muy
bien, Matt, es posible que mi impresión esté equivocada, pero me gustaría
recordarte la verdad de aquello de que 'Lo que es importante no es la verdad
sino lo que la gente considera como la verdad'. Y esto es lo que quería
comunicarte.
Pero de repente Baker comprendió que no quería dar por terminado el
asunto. Una vez más se sentía decepcionado por no haber logrado romper la
barrera que Rennalls interponía y verse obligado otra vez a aceptar su negativa
poco firme de que fuera una persona con prejuicios. Baker, que había pensado
dar por terminada la entrevista en este momento, decidió intentar otra táctica.
"Para volver de nuevo a la técnica de lo positivo y lo negativo de la cual te
esta hablando, hay otro factor que olvidaba mencionarte. Me gustaría felicitarte
no sólo por la calidad de tu trabajo, sino también por la habilidad que has
mostrado al superar un reto que yo, europeo como soy, nunca hube de afrontar".
"Como sabrás, Continental Ore es una empresa comercial típica (sin duda
muy grande), que es fruto del ambiente socioeconómico de Estados Unidos y de
Europa occidental. Mis antepasados se criaron en este ambiente en los últimos
200 o 300 años. En consecuencia, he podido vivir en un mundo donde el
comercio como lo conocemos hoy forma parte de mi personalidad. No ha habido
nada revolucionario ni novedoso que haya entrado repentinamente en mi vida. En
tu caso, la situación es distinta porque tú y tus antepasados han tenido apenas
cinco o 60 años de experiencia en ese entorno comercial. Has tenido que afrontar
el reto de llenar la brecha entre 50 y 200 o 300 años. Una vez más, Matt,
permíteme felicitarte (y también a todos los empleados como tú) por haber
superado con tanto éxito este obstáculo particular. Y es precisamente por esta
razón que considero que el futuro de Barracania, y, en particular de la Caribbean
Bauxite, es tan brillante."
Rennalls había escuchado atentamente y, una vez que Baker concluyó,
replicó: "Pues una vez más, John, quiero agradecerte tus palabras y, por mi parte,
tan sólo puede decirte que es muy satisfactorio que mi esfuerzo personal ha
sido apreciado tanto. Confío que sean más las personas que pronto compartan
tu opinión."
ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS HUMANOS 599
Hubo una pausa y, durante unos momentos, Baker pensó que tal vez había
logrado romper la barrera, cosa que había anhelado durante largo tiempo, pero
Rennalls se limitó a devolver su sonrisa. La barrera seguía allí, sin franquear.
Vinieron después unos cinco minutos de conversación amena acerca del
contraste entre el clima de Canadá y el de las Antillas. También se habló de las
probabilidades de que las Antillas derrotaran a Inglaterra en la quinta prueba,
antes que Baker diera por terminada la entrevista. Aunque todavía estaba muy
lejos de conocer al verdadero Rennalls, por lo menos le quedaba la satisfacción
de haber realizado la entrevista en una forma amistosa y, en particular, de
haberla concluido con un cierre optimista y alegre.
Sin embargo, esta sensación se desvaneció a la mañana siguiente. Baker tenía
que despedirse de mucha gente, por lo cual llegó a la oficina mucho más tarde
de lo habitual. Apenas se había sentado ante su escritorio cuando su secretaria
entró en el despacho con un gesto de preocupación en la cara. Habló con
rapidez. "Cuando llegué a la oficina esta mañana, encontré al señor Rennalls
esperándome en la puerta. Parecía muy molesto y me dijo con arrogancia que
tenía una carta muy importante que dictarme y que debía enviarse cuanto antes.
Estaba tan perturbado que no podía mantenerse quieto y caminaba por la sala sin
cesar, cosa que nunca antes había hecho. Ni siquiera esperó a que le leyera el
dictado. Se limitó a firmar la página donde pensaba que terminaría la carta. La
carta se ha distribuido y en su bandeja está una copia.
Desconcertado y con una vaga sensación de preocupación, Baker abrió el
sobre marcado con la palabra "Confidencial" y leyó la siguiente carta:
Pregunta
ADMINISTRACIÓN DE PERSONAL
FIGURA 15.1
Pasos en la administración de
personal.
cursos humanos se ayudará al lector a familiarizarse con las funciones que lle-
van a cabo los departamentos de personal y las tareas afines efectuadas por los
jefes de otros departamentos.
Los planes de una organización, el significado de su misión , sus objeti-
vos estrategia y política explican la elección de la actividad y la tecnología,
y luego explican la elección de su diseño, el significado de su estructura y las
normas concernientes a la coordinación. Los planes, actividad/tecnología y
el diseño implican las tareas que debe cumplir el personal. En la figura 15-1
se describe esta secuencia y se indican los pasos de la administración de per-
sonal a que da origen.
Una idea que ha sido subrayada en varios pasajes del libro vale la pena
repetirse aquí: las organizaciones existen en una interdependencia sistemica
con sus ambientes. Del mismo modo que hemos visto que los planes, la
tecnología y el diseño de la organización reciben el influjo de su torno y a su
vez influyen en él, también hay que recordar que la administración de perso-
nal es un proceso dinámico, de intercambio entre organización y ambiente.
Del mismo modo que las condiciones político-legales, económicas, tecnoló-
gicas y socioculturales afectan a los planes, actividades y diseños de la orga-
nización también influyen en su planeación de recursos humanos, recluta-
miento, selección y capacitación.
Consideremos como un mero ejemplo el entorno legal donde hay que re-
alizar la administración de recursos humanos. La figura 15-2 no es mas que
una lista parcial de los estatutos y organismos del gobierno federal que rigen
esta actividad en Estados Unidos; hay más, sin contar los estatutos y oficinas
con que cuenta cada estado. La ley consuetudinaria representada por las deci-
siones de los tribunales proporciona asimismo un conjunto de reglas en conti-
nua evaluación y concernientes a cuestiones como los derechos de pnvacia de
602 ADMINISTRACIÓN
C7V/7 Rights Act of 1964. Esta ley se promulgó para hacer ilegales diversas
formas de discriminación.
Comprehensive Employment and Train'mg Act of 1973 (CETA). Era una ley
muy amplia, cuya finalidad consistía en proporcionar capacitación laboral,
empleo y ayuda en la busca de trabajo a personas con pocas posibilidades.
Fue sustituida más tarde por la ¡ob Partnership Act.
Employee Retirement Income Security Act (ERISA). Esta ley fue aprobada
por el Congreso de Estados Unidos para garantizar que los planes de pen-
siones de la empresa cumplan con los requisitos mínimos de participación,
inversión y financiamiento.
Fair Labor Standards Act of 1983 (FLSA). Es una ley federal general que afec-
ta a la administración de la compensación. Establece el salario mínimo, el
pago de horas extras, remuneración igual, el trabajo de los niños y los re-
quisitos de mantener archivos.
Federal Mediation and Conciliation Service (FMCS). Este servico fue creado
por la Labor Management Relations Act de 1974 para ayudar a los trabaja-
dores y a la administración a resolver pacíficamente los problemas de nego-
ciación a través de la mediación y la conciliación, sin recurrir a la huelga.
Este organismo es además una fuente de arbitros expertos en asuntos labo-
rales.
lob Training Partnership Act of 1983. Esta ley proporciona fondos federales
a los que contratan servicios de capacitación y que están autorizados para
ello, a menudo dependencias municipales o estatales. Esos fondos se desti-
FIGURA 15.2 nan a adiestrar a las personas en nuevas habilidades que son útiles en el tra-
Lista parcial de los estatutos
y organismos federales que
bajo. (Sustituye a la Comprehensive Education and Training Act de 1973.)
regulan la administración de
personal.
ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS HUMANOS 603
National Institute of Occupational Safety and Health (NIOSH). Esta ley fue
creada por la Occupational Safety and Health Act para efectuar investiga-
ciones y preparar más normas de seguridad y salubridad.
National Labor Relations Act of 1935 (NLRA). Esta ley, llamada también
Wagner Act, fue aprobada por el Congreso para garantizar que los emplea-
dos protegidos por ella pudieran afiliarse (o abstenerse de afiliarse) a sindi-
catos, a fin de darse ayuda mutua y protección, así como para negociar con
la empresa. La ley creó asimismo la National Labor Relations Board.
National Labor Relations Board(NLRB). Esta oficina fue fundada por la Na-
tional Labor Relations Act para evitar prácticas laborales injustas y para
realizar elecciones de representación sindical.
Occupational Safety and Health Act of 1970 (OSHA). Es una ley de gran al-
cance que exige a las empresas ofrecer un ambiente de trabajo que no ten-
ga riesgos contra la seguridad ni la salud.
Rehabilitaron Act of 1973. Esta ley prohibe discriminar a los que tienen de-
ficiencias pero que están aptos para efectuar un trabajo. Se aplica a los
FIGURA 15 2 empleados que reciben subsidios federales y a los organismos federales.
(Continuación)
604 ADMINISTRACIÓN
Social Security Act oí 1935. Esta ley estableció el programa de seguro so-
cial del gobierno federal, el cual grava a los trabajadores y a las compañías
a fin de obtener fondos con los cuales se pagan la atención médica, la jubi-
lación, la incapacidad y las pensiones por fallecimiento que se dan a los
empleados y a los sobrevivientes.
Title Vil. Este título se refiere a la parte de la Civil Rights Act de 1964 que re-
quiere iguales oportunidades de empleo sin tener en cuenta la raza, el color
de la piel, la religión, el sexo, el embarazo ni el origen étnico.
Vietnam Era Veteran's Readjustment Act of 1974. Esta ley prohibe a ciertos
FIGURA 15.2 contratistas del gobierno discriminar a los veteranos de la guerra de Vietnam.
(Continuación)
Como sucede con casi todas las clases de planeación, las grandes organiza-
ciones suelen llevar a cabo más planeación de recursos humanos que las más
pequeñas. El primer paso, tanto en un proceso formal como informal, con-
siste en pronosticar las necesidades de empleados por parte de la compañía.
La figura 15-3 muestra las etapas progresivas de la complejidad y refina-
miento en el pronóstico. Las empresas más pequeñas casi siempre se sirven
de la etapa uno o de dos procesos.
ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS HUMANOS 605
• Los gerentes dis • El proceso de pla- • Se usan los análisis ge • Modelación en línea
cuten las metas y los neación anual del nerados por computadora, y simulación por com
planes, y por tanto presupuesto incluye se examinan las causas de putadora de las nece
los tipos y el núme- las necesidades de problemas y las tendencias sidades de talento y de
mero de personas recursos humanos. futuras referentes al flujo los costos para contri
que se necesitarán a de talento. buir a un proceso per
corto plazo. • Se especifica en manente de actualiza
lo posible la canti • Se utiliza la computa ción y proyección de
• Muy informal y dad y calidad de las dora para liberar a los ge necesidades, los planes
subjetiva. necesidades de rentes de las actividades de personal, las oportu
talento. rutinarias de pronóstico nidades de carreras y,
(por ejemplo, las vacantes por tanto, los planes de
• Se identifican los y la rotación de personal). programas.
problemas que re • Proporcionar la me
quieren acción: indi jor información actual
viduales o generales. posible para las deci
siones gerenciales.
• Intercambiar datos
con otras compañías y
con el gobierno (por
ejemplo, información
económica, de empleo
y de carácter social).
FIGURA 15.3
Etapas de complejidad y refinamiento en el pronóstico de recursos humanos. [Fuente: James W. Walker, "Evaluating
the Practical Effectiveness of Human Resource Planning Applications", Human Resource Management, primavera de
1974, p. 21]
Datos recopilados:____________________
FIGURA 15.4
Tabla de personal del gobierno municipal de Metrópolis. [Fuente: William B. Werther, Hijo, y Keith Davis, Personnel
Management and Human Resources, 2a. ed. (Nueva York: McCraw-Hill Book Company, 1985, p. 99]
FIGURA 15.5
Cambios en la fuerza laboral
total. [Fuente: William B.
Werther, Hijo, y Keith Davis,
Personnel Management and
Human Resource, 2a. ed.
(Nueva York: McCraw-Hill
Book Company, 1985), p.
107]
Reclutamiento
Selección
Evitación de la discriminación
Las formas de solicitud, las pruebas, las entrevistas y los centros de eva-
luación figuran entre los medios con que se escoge entre candidatos. Cada
método tiene sus partidarios y también sus deficiencias.
Pruebas psicológicas
Pruebas de conocimientos
Centros de evaluación Estos centros son otro medio para seleccionar entre
varios solicitantes de empleo y los candidatos a un ascenso. A los candida-
tos se les pide efectuar tareas simuladas como resolver varios problemas
pendientes de tipo gerencial, participar en juegos computarizados de nego-
cios e intervenir en la toma de decisiones en grupo. Su desempeño en estas
actividades es observado por un equipo de gerentes y, en ocasiones, por es-
pecialistas en personal o por psicólogos. Todo esto se lleva a cabo en una
instalación especial.
Los centros de evaluación no son tan comunes como otros métodos de
selección. Se utilizaron por primera vez en las empresas por la AT&T a fines
de la década de 1950; en la actualidad se usan en 2000 compañías y oficinas
gubernamentales, entre ellas la propia EEOC.15 Pueden ser costosos y por
lo regular se utilizan sólo para seleccionar entre gerentes expertos que son
candidatos para puestos de alta dirección. Un estudio revela que dan una
buena predicción del desempeño en 75% de los casos.l6
Capacitación (adiestramiento)
Los nuevos empleados deben asistir a una capacitación formal de tres días
en la oficina regional más cercana. Ven películas detalladas de cómo limpiar
un mostrador, poner papas fritas en una bolsa, entregar una bolsa al cliente e
incluso barrer el piso. Y luego pasan de 10 a 20 horas de capacitación en el
lugar de trabajo. Todo empleado de McDonald's, en cualquier nivel y depar-
tamento, debe pasar una semana sirviendo al público en uno de los res-
taurantes. Esto se aplica también a las empresas contables y a las agencias
de publicidad. El personal de servicio puede llegar a ser gerente de ese perso-
nal, subgerente, gerente de tienda y supervisor de campo. Se prevé que en
1990 una de cada cinco personas en Estados Unidos habrá trabajado para
McDonald's.
J. Richard Hackman.
(Cortesía de ). D. Levine/Yale
University.)
616 ADMINISTRACIÓN
trabajo se diseña y dirige en una forma que subordina claramente las necesi-
dades y metas de las personas a las exigencias y requisitos de tareas fijas".l8
Se da por sentado que los individuos se adaptarán.
Ventajas
En todas las demás artes y Los que le interesaba a Smith no era la tecnología de la manufactura de
manufacturas, los efectos de
los alfileres sino lo que advertía en ella: las enormes ganancias en la
la división del trabajo se
parecen a los que se productividad que provenía de la división de tareas en otras más pequeñas y
observan en ésta tan trivial. especializadas. Lo que podía lograrse en la producción de alfileres era apli-
— Adam Smith
cable a todas las otras áreas. La figura 15-8 muestra la relación anticipada
entre la especialización y la productividad.
Más aún, las ventajas de la división cada vez más sutil del trabajo no se
confinan exclusivamente a la productividad. También beneficiaban a los
FIGURA 15.8
Efecto anticipado que la
especialización tiene en la
productividad.
ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS HUMANOS 617
Desventajas
Después de toda una vida de Los críticos modernos también tienen en cuenta los múltiples efectos se-
aprendizaje de lo más cundarios que se deben al uso excesivo de la especialización en el diseño del
diverso, de logros durante las
etapas acedémicas y de un trabajo. Por ejemplo, James Worthy, vicepresidente de Sears Roebuck,
reforzamiento periódico de habló de la "división del trabajo que ha caído en excesos, mucho más allá
sus esfuerzos, el empleado
que empieza a trabajar en las
del grado que se necesita para una producción eficiente".25 Chris Argyris
compañías modernas efectuó un análisis profundo de estos mismos efectos secundarios en una
descubre que el trabajo no crítica muy influyente sobre el impacto que la organización ejerce sobre la
ofrece una vida psicológica
en desarrollo constante, sino
personalidad.26 Recalcó que la aplicación de los principios de la administra-
todo lo contrario; y las ción (por ejemplo, especialización de tareas, cadena de mando y tramo de
sucesivas pérdidas de sus control) daban origen a trabajos más adecuados a la personalidad de niños
autoconcepciones,
aspiraciones, aprendizaje y
que de adultos. Los trabajos requerían que la gente tuviera poco o nulo
talento, son la consecuencia control sobre su trabajo, que fuera dependiente, sumisa o pasiva y que no
de tener que ganarse la usara más que unas cuantas habilidades superficiales. Douglas McGregor
subsistencia.
— Frederick Herzberg
afirmó que parecía como si las prácticas de la administración científica tu-
vieran por objeto frustrar la satisfacción de las necesidades personales de
los empleados de más bajo nivel; si ése había sido su propósito, lo habían
logrado muy bien.27 Según Frederick Herzberg, las técnicas de especializa-
ción del trabajo y otros "principios racionales de la organización" estaban
haciendo que el trabajo careciera de significado.28
Los críticos decían que los gerentes habían hecho los trabajos menos
agradables y motivadores por haberles quitado la capacidad de producir
sentimientos satisfactorios de logro, estimación, domino, crecimiento, etc.
Muchos trabajadores estaban enajenados y eran menos productivos. Su tra-
bajo les brindaba poca oportunidad de utilizar sus habilidades de más alto
nivel. Por tanto, se afirmaba que el diseño de trabajo que se centraba exclu-
sivamente en la tecnología y la eficiencia podía acarrear efectos psicológicos
negativos, y que éstos podían perjudicar el desempeño organizacional, lo
mismo que la salud y bienestar del individuo.
Como se señaló antes, hay una alternativa ante el método tecnológico del
diseño del trabajo. Este enfoque más reciente tiene en cuenta tanto los fac-
tores psíquicos como los tecnológicos.29 Reconoce que los gerentes quieren
obtener varios resultados del trabajo de los empleados en favor de ellos.
Entre esos resultados figuran los siguientes:
Este enfoque más moderno del diseño del trabajo supone que las probabilidades
de lograr los anteriores resultados personales y de trabajo aumen-
ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS HUMANOS 619
Combinación de tareas
FIGURA 15.9
Modelo de las características del trabajo: la manera de utilizar los conceptos de implantación puede favorecer la
obtención de resultados positivos. [Fuente. ). Richard Hackman y otros, "A New Strategy for Job Enrichment",
California Management Review, vol. XVII, no. 4 p. 62. Copyright © por los Regentes of the University of California.
Reimpresa con autorización]
Carga vertical
con ellos en la planta en caso de que descubran algún defecto. En otros casos, el
simple hecho de establecer relaciones con los clientes como las existentes en
Guardian Life Insurance y American Telephone and Telegraph, significa que el
cliente proporciona retroalimentación directa a los empleados. En efecto, la
apertura de canales de retroalimentación significa con frecuencia dejar que ésta
fluya directamente entre los usuarios y los prestadores de bienes y servicios, sin
que intervengan los directivos ni los miembros del departamento de personal.
Una virtud del enfoque de "características del trabajo" propuesto por Hack-
man y sus colegas consiste en que incluye un sistema de diagnóstico de los tra-
bajos para medir su susceptibilidad al enriquecimiento, además de diagnosticar
a las personas para valorar su reacción probable ante el trabajo enriquecido. En
concreto, este enfoque incluye la "encuesta diagnóstica del trabajo", cues-
tionario que mide el grado de cada dimensión fundamental, cada estado
psíquico crítico, la necesidad de crecimiento de los empleados y los niveles de
motivación y satisfacción internas con el trabajo.39 La calidad del desempeño,
el ausentismo y la rotación de personal pueden medirse de modo independiente.
También se han diseñado otros cuestionarios y, en algunas situaciones, puede
parecer más adecuado y menos obtrusivo prescindir de ellos y valuarse de las
observaciones informales o bien de otras fuentes de información, como lo hizo
la Xerox cuando usó las encuestas actuales de las actitudes.
Varias preguntas caracterizarán a un intento razonable de diagnóstico.40
FIGURA 15.10
Puntuaciones hipotéticas de
una dimensión fundamental
del trabajo, relativas a las
tareas de representantes
técnicos antes y después de
los cambios en la reducción de
costos. [Fuente, adaptado de J.
Richard Hackman y Greg R.
Oldham, "The ]ob Diagnostic
Survey", Technical Reports,
No. 4, Departament of
administrative Sciences, Yale
University, mayo de 1974, p.
33. Reimpresa con
autorización]
tuaciones que podrían haberse conseguido antes que los cambios del tra-
bajo destinados a reducir los costos (por ejemplo, prohibición de efectuar
llamadas de larga distancia, programas fijos, asignación de cargas de tra-
bajo), descritos en el caso, hubieran sido introducidos en el experimento
posterior de enriquecimiento. La figura contiene asimismo las pun-
tuaciones hipotéticas después que los cambios llevaban varios meses de ha-
ber sido implantados. Tras esos cambios, decrecieron de manera significa-
tiva las puntuaciones obtenidas en cada dimensión, salvo en la importancia
de la tarea. De no haber sido visibles las reducciones, habría habido moti-
vos para sospechar que en el deterioro de las actitudes había intervenido
otra cosa que no fueran las dimensiones fundamentales del trabajo (el
sueldo, por ejemplo). Pero, como se deduce de los resultados incluidos en
la figura 15-10, hay razones para sospechar que la pérdida de variedad,
identidad, autonomía y retroalimentación, que podrían haberse atribuido
a los cambios en la reducción de costos, guardan relación con el problema
de actitud. Es posible que esos cambios hayan disminuido todas las
características fundamentales del trabajo menos la importancia de la ta-
rea, la cual puede haber permanecido alta porque los representantes tecno-
lógicos siguieron pensando que su trabajo de mantener las máquinas en
operación era importante para los clientes.
4. ¿Qué tan "maduros" están los empleados para un cambio? Uno de los
críticos más elocuentes del enriquecimiento del trabajo reúne evidencia
de que sólo una minoría de empleados, aproximadamente 15%, tienen
necesidad de logro o de identificarse con su trabajo; en otras palabras,
tienen fuertes necesidades de crecimiento.41 Observa que algunos de los
éxitos más conocidos de esta técnica se basaron en la selección de apenas
10% de los empleados que podrían verse afectados.42 Así pues, sería un
error, afirmar, suponer que los buenos resultados fluirían necesariamen-
ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS HUMANOS 625
Problemas de implantación
FIGURA 15.11
Comparación de las
funciones de jucio y
orientación en la evaluación
del desempeño, [fuente:
adaptado de L. L. Cummings
y Donald P. Schwab,
Performance ¡n Organizations:
Determinaras and Appraisal
(Clenview, III.: Scott,
Foresman y Company, 1973),
p. 5. Copyright ©1973 por
Scott, Foresman y Company
Reimpresa con autorización]
El sistema antiguo
FIGURA 15.12
Formas tradicional de
evaluación del desempeño.
Al superior que aplica ese sistema se le da una lista de tales rasgos y per-
cepciones, junto con un grupo de adjetivos que describen el grado de cada
uno. Esos adjetivos presentan un conjunto de opciones que abarcan desde
lo insatisfactorio hasta lo excelente o sobresaliente. Para llevar a cabo esta
medición, el superior debe verificar que el adjetivo describa exactamente la
condición del rasgo o el comportamiento de los empleados que van a ser cla-
sificados. La figura 15-12 constituye un ejemplo de este tipo de forma de
evaluación.
Dichas formas son de uso común. Muestran gran variedad en la impor-
tancia que dan a los rasgos y percepciones referentes al comportamiento o
desempeño. Pero lo que sí tienen en común es insistir en el ejercicio del
juicio por parte del superior. Una vez efectuadas las clasificaciones, y en ge-
neral deben hacerse cada seis meses aproximadamente, el siguiente requisito
es que el superior las comunique a los subordinados.
628 ADMINISTRACIÓN
Algunos problemas
Consideremos, por ejemplo, lo que al parecer está sucediendo entre los seño-
res Baker y Rennalls, caso que presentamos al inicio de este capítulo: "El ca-
mino al infierno". Baker piensa que Rennalls tiene lo que se conoce con el
nombre de "escrúpulo racial". ¿Se trata de un eufemismo para indicar el pre-
juicio o alguna otra cosa? Baker también está convencido de que existe una
barrera invisible entre él y Rennalls, la cual frustra su deseo de llevarse muy
bien con él y tener esa sensación tan agradable de sostener buenas rela-
ciones con personas de otros países, como había sucedido en el pasado.
Cuando Baker da su versión de este asunto, Rennalls se ve tenso en el
asiento. Baker le dice lo que el señor Jackson declaró: "Tú no has sido
correcto con él. .. ." Rennalls niega la acusación. Baker hace entonces una
serie de comentarios; según muchos que los leyeron, mostró su aceptación de
opiniones generales sobre Barracania y su población. No es en absoluto evi-
dente que el sistema de valoración que utiliza Baker requiera las inferencias,
atribuciones y comentarios que hace Baker; pero los hace pensando que es
parte de su responsabilidad.
Por último, muchos de los criterios con que se evalúa a los empleados
no indican una relación con el desempeño en el trabajo. Por ejemplo, en al-
gunos casos la conexión entre el aspecto de un empleado en la estación de
trabajo o su vestido y su productividad es más que imaginaria. La estación
de trabajo de Einstein estaba en desorden y también él estaba desaliñado.
La puntuaciones en tales cosas pueden revelar algo sobre la naturaleza del
juez, pero no es evidente que aporten información válida sobre el desempe-
ño en el trabajo.
El efecto acumulativo de estos problemas en el sistema tradicional de
valorar el desempeño es debilitar su capacidad de proporcionar un juicio
objetivo o favorecer el desarrollo. No contribuyen a un buen juicio los crite-
rios ambiguos ni las percepciones con prejucios. La actitud defensiva y el
hecho de evitar las discusiones concernientes a este tema tampoco favorecen
el desarrollo.
De ahí que haya nacido el interés por otras técnicas de evaluar el desem-
peño.
Métodos más modernos Aunque los métodos tradicionales siguen gozando de amplia aceptación, hoy
• incidentes críticos
• escalas de evaluación
se cuenta con otras técnicas para evaluar el desempeño. Entre ellas figuran las
basadas en el siguientes: los "incidentes críticos", o sea anotar los episodios representativos
comportamiento que se refieren al comportamiento observado de la persona que va a ser eva-
• evaluación por resultados
luada y servirse de ellos como base de la evaluación; la invención de "escalas
de clasificación basadas en la conducta", o sea escalas cuyas principales gra-
630 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 15.13
Escala evaluativa del
conocimiento y del juicio de
dependientes de tiendas de
abarrotes, basada en el
comportamiento. [Fuente:
según L. Fogli, C. L. Hulin y
M. R. Blood, "Development
of the First-Level Behavioral
Job Criteria", Journal of
Applied Psychology, vol. 55,
1971, pp. 3-8. Copyright ©
1971 por la American
Psychological Association,
reimpreso con autorización]
puede ser un consejero más que un juez. Este último papel se centra en el de-
sarrollo del subordinado.
Todo considerado, los métodos más recientes ofrecen ventajas no
despreciables. Entre ellas se encuentra una mayor objetividad porque las
evaluaciones se refieren al comportamiento observado y a los resultados, no
a rasgos de la personalidad deducidos. En particular, la administración por
objetivos libera al superior de hacer evaluaciones de rasgos de personalidad
que pueden resultar amenazadoras desde el punto de vista psíquico, y por
ello pueden reducir la actitud defensiva. A medida que aumenta el auto-
control de los subordinados orientado a los resultados y al comportamien-
to, será posible asumir una actitud menos orientada al juicio y que favorez-
ca más el desarrollo.
632 ADMINISTRACIÓN
Más problemas
Las técnicas más recientes no han resuelto todos los problemas de las anti-
guas. El prejuicio y la falta de objetividad pueden todavía desvirtuar la clase
de incidentes críticos que se perciben y la forma de documentarlos. Una
postura de superioridad y control en que los superiores toman toda la ini-
ciativa e imponen los objetivos y evaluaciones a los subordinados puede ha-
cer de la administración por objetivos un fracaso que muestre todas las
fallas y deficiencias de los métodos tradicionales.
Si vale la pena poseer una Pero esas nuevas técnicas, y en especial la administración por objetivos,
cosa también vale la pena también han agravado, si no es que creado, un problema: la tendencia a re-
hacer trampa para calcar los resultados a costa de los medios con que se consiguen. Cuando la
conseguirla.
-W. C. Fields evaluación del desempeño se concentra en los resultados, los rasgos de ca-
rácter y el comportamiento quedan relegados a segundo término. El hecho
de dar absoluta prioridad puede estimular una mentalidad a la manera de
Watergate, en la cual la obtención de los resultados deseados es tan impor-
tante que se recurre a medios inmorales, ilegales o simplemente ilícitos.
Aunque de ese modo tal vez se logren los resultados (por ejemplo, mentir al
cliente posiblemente incremente las ventas del mes presente en el 10% desea-
do), la conducta no evaluada que condujo a ese resultado puede ser más im-
portante para la compañía, el gerente y la calidad de las relaciones con el
cliente a largo plazo. El comportamiento negativo para la organización
puede ir implícito en cualquier evaluación, pero quizá se alimente por ser un
medio de alcanzar el objetivo.
Una propuesta
La actual insatisfacción con No obstante, si los estilos deseados del comportamiento se especifican,
los sistemas de evaluación no puede ser evaluada la "manera" y también la "naturaleza" del desempeño.
desaparecerá mientras no se
revisen para dar cabida a la Los preparativos para la evaluación periódica pueden efectuarse observan-
"manera" y a la naturaleza do y anotando los incidentes que ilustran la conducta compatible o incom-
del desempeño. patible con el estilo deseado. Esas observaciones, junto con la evidencia
— Harry Levinson
cuantitativa o verificable del cumplimiento de los objetivos, pueden utilizar-
se en un método de evaluación del desempeño que equilibra el interés por el
comportamiento y el interés por los resultados.
ADMINISTRACIÓN DE LA REMUNERACIÓN
(COMPENSACIÓN)
DEFINICIÓN
Bajo supervisión, para operar el equipo de los sistemas de computación electrónica
TAREAS NORMALES
Opera una consola o un tablero de control de máquinas, unidades de cinta, lectoras de tarjeta, impreso-
ras y equipo afín; lee e interpreta los planes y programas de trabajo; identifica y encuentra los materiales
de datos de entrada; coloca, carga y cambia las cintas, tarjetas y formas; verifica los resultados genera-
les de la entrada y la salida; observa la operación de la máquina; analiza las detenciones y toma medidas
correctivas; limpia los componentes del equipo; completa las etiquetas, formas y bitácoras; archiva las
cintas, tarjetas y otros materiales de datos; transmite corridas, listados y otros datos de salida; ejecuta
los programas de prueba.
REQUISITOS MÍNIMOS
Experiencia: Un aflo de experiencia en la operación de los sistemas de computación electrónica. (No se
considera una aptitud necesaria la perforación de tarjetas ni la operación de la máquina ta-
buladora.) (La experiencia pagada hora por hora durante un máximo de seis meses puede
sustituirse por un curso de capacitación que incluya los principios y la operación de las
computadoras electrónicas.)
Escolaridad: Equivalente a la terminación de los cursos necesarios para obtener un titulo de ayudante
de artes gráficas.(La educación requerida de año por año puede sustituirse por experiencia
adicional en la operación de la computadora o por experiencia en la operación de la má-
quina tabuladora.)
FIGURA 15.14
Operador de computadora.
FIGURA 15.15
Grados del trabajo.
Valor comparable
Linda S. Absher, que desde 1962 ha sido empleada del estado de California (ac-
tualmente en calidad de "operadora principal de datos, clasificación B"), está
convencida de que el estado la está descriminando a causa de su sexo. Su
puesto tiene un intervalo salarial de $1126 a $1309 dólares al mes y "aproxima-
damente 94% de los empleados en esta clasificación laboral son mujeres".
En cambio, como dice en su demanda contra el departamento estatal de ad-
ministración de personal, contra el gobernador Deukmejian y el estado de Califor-
nia, "un 96% de los empleados en la clasificación de 'jardinero' son varones; y la
retribución mensual para este puesto fluctúa entre $1342 y $1523 dólares al mes.
Así pues, es una de las 10 personas que presentan una demanda judicial
contra el estado por violar la norma del "valor comparable": "Me están pagando
sueldos sustancialmente menores que a los empleados del estado que realizan un
trabajo de habilidad, esfuerzo y responsabilidad semejantes..."
Elizabeth Gray, una empleada de ingreso relativamente reciente (fecha de
contratación, julio de 1983) y que trabaja como "enfermera vocacional titulada"
para el estado en el condado de Santa Clara, también piensa ser víctima de la
discriminación. La clasificación de su puesto, que emplea 89% de mujeres, paga
un salario mensual que fluctúa entre $1127 y $1433. Este sueldo lo compara ella
con la clasificación del puesto de "fotógrafo", en el cual los actuales empleados
del estado son varones en su totalidad y que tiene un intervalo salarial mensual de
$1523 a $1827. Sin embargo, en su demanda ante el tribunal Elizaberth sostiene
que "mi clasificación requiere niveles comparables o mayores de habilidad, destre-
za y responsabilidad."
EL CAMINO AL INFIERNO
(continúa de la página 599)
ce Gerente de producción.
Director general
638 ADMINISTRACIÓN
Y Sally Steele, del condado de Sonoma, que desde 1981 trabaja para el esta-
do como "trabajador del servicio de alimentos 1" (una clasificación con 79% de
empleadas) y que percibe un sueldo de $1018 a $1177, se considera una víctima
de la discriminación sexual cuando compara las habilidades que requiere su tra-
bajo y la clasificación de "limpiador de equipo de carretera", con 100% de
empleados de sexo masculino ($1342 a $1462 mensuales). Y lo mismo piensa
Terry L. Steele, mecanógrafa desde hace seis años (puesto ocupado en 9% por
mujeres), en comparación con la clasificación de "operario", que tiene un nivel
53
salarial entre $1342 y $1462.
RESUMEN
CASO
Años de experiencia 4 7 Vi 1
Ecolaridad Buena Buena Crado general de equivalencia
Edad 24 43 32
Puntuación en la prueba 76/100 73/100 85/100
Evaluación médica Buena Buena Buena
Conocimiento del trabajo Muy bueno Excelente Aceptable/bueno
Antecedentes laborales Pocos datos Estable Estable
Clasificación por:
Entrevistador 1 1 2 3
Entrevistador 2 3 2 1
Evidente buena disposición Regular Grande Débil/promedio
Disponibilidad 4 semanas 2 semanas Inmediatamente
Preguntas
1. Consiga una o más formas de solicitud de empleo. Compárelas con las que
hayan obtenido otros condiscípulos. Prepare un informe de grupo que com
prenda un análisis cuantitativo de la frecuencia con que se buscan los diver
sos tipos de información. Identifique las investigaciones que plantean la po
sibilidad de una discriminación.
2. Entreviste a un gerente de personal y haga un informe sobre los métodos
de planear, reclutar, seleccionar y capacitar los recursos humanos en su
organización.
3. Describa un puesto o trabajo que haya desempeñado, dando ejemplos
del grado en que cada característica reflejaba las cinco dimensiones fun
damentales del trabajo: diversidad de habilidades, identidad de la tarea,
importancia de la tarea, autonomía, retroalimentación. Describa su per
cepción de los estados psíquicos críticos: significado sentido, responsabi
lidad experimental y conocimiento de los resultados. Describa su eva
luación de la medida en que en su caso estaban presentes los resultados
personales y de trabajo: motivación interna para el trabajo, calidad del
desempeño, satisfacción, ausentismo y rotación de personal. Explique
las relaciones existentes entre las dimensiones fundamentales, los estados
psíquicos críticos y los resultados descritos en el modelo de las
características del puesto (Fig. 15-9), incluyendo su concepción del grado
y papeles de sus necesidades personales de crecimiento.
4. Prepare una propuesta detallada tendente a enriquecer el trabajo, utili
zando en ella cada uno de los conceptos de implantación de la figura 15-9
y las cinco preguntas incluidas en la sección de este capítulo acerca del
diagnóstico. Haga una presentación formal de la propuesta al comité
ejecutivo de su organización (que será convocado por el profesor y estará
integrado por otros estudiantes que desempeñarán los papeles de ejecuti
vos quienes, juntos, pueden aprobar o rechazar la propuesta).
5. Se han registrado los siguientes episodios.
a. Grandes números de cadetes de la U.S. Military Academy (West Point)
hicieron trampa en los exámenes o no denunciaron a los culpables,
violando así el código de honor de la institución.
b. Los estudiantes de medicina sabotearon los experimentos de labora
torio de otros condiscípulos en los cursos obligatorios de ciencias.
c. Los estudiantes que presentan examen de admisión en las escuelas de
derecho contrataron a otras personas para que los realicen en lugar de
ellos.
Explique cómo tales conductas pueden ser propiciadas por un excesivo
hincapié en los resultados. Indique como podría modificar la evaluación
en cada caso a fin de incorporar rasgos de la personalidad y del compor-
tamiento en la evaluación del desempeño.
6. Forme pequeños grupos y dirija un debate sobre las ventajas de hacer
una ley del principio de "valor comparable".
7. Lea y resuma uno o varios de los siguientes artículos:
ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS HUMANOS 643
NOTAS
1
Esta lista se basa en el glosario del libro de William B. Werther, hijo, y Keith Da-
vis, Personnel Management and Human Resources, 2a. ed. (Nueva York:
McGraw-Hill Book Company, 1985). Del mismo libro se tomó gran parte
del material incluido en la sección de administración de personal.
2
Ibíd., p. 107.
3
Ibíd., p. 148.
4
Ibíd., pp. 153-162.
5
Ibíd., pp. 180-197.
6
Diaz v. Pan American World Airways, Inc. 442 F. 2d 385 (5thCir. 1971).
7
Rosenfield v. Southern Pacific Company, 444 F. 2d (9th Cir. 1971).
8
Griggs v. Duke Power Company, 401 U.S. 424,91 S. Ct. 849. 28 L Ed. 2d 158
(1971).
9
Carl Camden y Bill Wallace, "Job Application Forms: A Hazardous Employ-
ment Practice", Personnel Administrator, marzo de 1983, p. 31.
10
Walter Kiechel III, "The Managerial Mind Probé", Fortune, febrero 7 de
1983, p. 113.
11
Lawrence Rout, "Going for Broker: Our Man Takes Part in Stock-Selling
Test", The Wall Street Journal, abril 4 de 1979, p. 1, citado en Werther y
Davis, op. cit., p. 176.
12
John A. Belt y Peter B. Holden, "Polygraph Usage among Major U.S. Cor-
porations", Personnel Journal, febrero de 1978, p. 82.
644 ADMINISTRACIÓN
13
Bureau of National Affairs, Personnel Policies Forum, encuesta núm. 114,
septiembre de 1976.
14
James G. Hollandsworth, hijo, y otros, "Relative Contributions of Verbal,
Articulative and Nonverbal Communication to Employment Decisions in
the Job Interview Setting", Personnel Psychology, verano de 1979, pp.
359-367.
15
Kiechel, op. cit., p. 116.
16
John P. Bucalo, hijo, "The Assessment Center—A More Specified Approach",
Human Resource Management, otoño de 1974, pp. 2-13; véase también a
George S. Dreher y Paul R. Sackett, "Some Problema with Appliying
Content Validity Evidence to Assessment Center Procedures", Academy
of Management Review, octubre de 1981, pp. 551-560; y Steven D. Nor-
ton, "The Assessment Center Process and Content Validity: A. Reply to
Dreher and Sackett", Academy of Management Review, octubre de 1981,
pp. 561-566.
17
J. Richard Hackman, "The Design of Work in the 1980s", Organizational
Dynamics, verano de 1978, pp. 2-17.
18
Ibíd., pp. 11-12.
19
Adam Smith, The Wealth ofNations (Londres: J. M. Dent and Sons, 1910),
vol. 1, p. 5.
20
Ibíd., p. 7.
21
Ibíd., p. 8.
22
Frederick W. Taylor, Scientific Management (Nueva York: Harper & Row,
Publishers, Incorporated, 1947), pp. 200-202.
23
Ibíd., p. 202.
24
Según The Stones of Venice de John Ruskin. Reimpreso con autorización de
Farrar, Straus y Giroux, Inc.
25
James C. Worthy, "Organizational Structure and Employee Morale", Ame-
rican Sociological Review, abril de 1950, p. 174.
26
Chris Argyris, Personality and Organization (Nueva York: Harper & Row,
Publisher Incorporated, 1957).
27
Douglas McGregor, The Human Side of Enterprise (Nueva York: McGraw-
Hill Book Company, 1960), pp. 38-39.
28
Frederick Herzberg, "The Motivation-Hygiene Concept and Problems of
Man Power", Personnel Administration, enero-febrero de 1964, pp. 3-7.
29
Una fuente básica de este enfoque más reciente sobre el diseño del trabajo es
J. Richard Hackman y Greg R. Oldham, Work Redesign (Reading, Mass.:
Addison-Wesley Publishing Company, Incorporated, 1980). Véase tam-
bién a Ramón J. Aldag y Arthur P. Brief, Task Design and Employee Mo-
tivation (Glenview, 111.: Scott, Foresman and Company, 1979). Una visión
más pesimista se ofrece en Ivar Berg, Marcia Freedman y Michael Fre-
eman, Managers and Work Reform: A Limited Engagement (Nueva York,
The Free Press, 1978).
30
Hackman y Oldham, op. cit.
31
Ibíd.
32
Ibíd. Un estudio anterior que sentó las bases para aislar las dimensiones bá-
sicas del trabajo es el de Arthur N. Turner y Paul Lawrence, Industrial
Jobs and the Worker (Cambridge, Mass.: Divison of Research, Gradúate
School of Business Administration, Harvard University, 1965).
ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS HUMANOS 645
33
Hackman y Oldham, op. cit.
34
Hackman y otros, op. cit.; véase también a Roy W. Walters and Associates,
Inc., Job Enrichment for Results: Strategies for Successful Implemento.-
tion (Reading, Mass.: Addison-Wesley Publishing Company, Incorpora-
ted, 1975).
35
Hackman y otros, op. cit.
36
Richard E. Walton, "Work Innovations in the United States", Harvard Bu-
siness Review, julio-agosto de 1979, p. 92.
37
Richard J. Matteis, "The New Back Office Focuses on Customer Service",
Harvard Business Review, marzo-abril de 1979, pp. 146-159.
38
M. Scott Myers, Every Employee a Manager (Nueva York: McGraw-Hill Bo-
ok Company, 1970).
39
Hackman y Oldham, op. cit.
40
Véase a Hackman y Oldham, op. cit., pp. 109-129.
41
Mitchell Fein, "Motivation for Work", en Robert Dubin (ed.), Handbook of
Work, Organization and Society (Skokie, 111.: Rand McNally & Company,
1973).
42
Mitchell Fein, "The Myth of Job Enrichment", The Humanist, septiembre-
octubre de 1973, pp. 71-77.
43
J. Richard Hackman, "Is Job Enrichment Just a Fad?" Harvard Business
Review, septiembre-octubre de 1975, pp. 129-138.
44
Algunas fuentes sobre la evaluación del desempeño se encuentran en
Stephen J. Carroll y Craig E. Schneier, Performance Appraisal and Re-
view System (Glenview, 111.: Scott, Foresman and Company, 1982); Gary
P. Latham y Kenneth N. Wexley, Increasing Productivity Through Per-
formance Apraisal (Reading, Mass.: Addison-Wesley Publishing Com-
pany, Incorporated, 1981); y Charles A. Dailey y Ann M. Madsen, How to
Evalúate Peoplé in Business (Nueva York: McGraw-Hill Book Company,
1980); Edward M. Lawler 111, Alian M. Mohrman, hijo, y Susan M. Res-
nick, "Performance Appraisal Revisited", Organizational Dynamics, ve-
rano de 1984, pp. 20-35.
45
W. H. Holley y H. S. Field, "Performance Appraisal and the Law", Labor
Law Journal, vol. 29, 1976, pp. 278-286.
46
L. L. Cummings y Donald P. Schwab, Performance in Organizations: Deter-
minants and Appraisal (Glenview, 111.: Scott, Foresman and Company,
1973), pp. 4-6.
47
Ibíd., p. 92.
48
Douglas McGregor, "An Uneasy Look at Performance Appraisal", Harvard
Business Review, vol. 35, núm. 3, 1957, pp. 89-94.
49
Reimpreso con autorización de MIT Press tomado de Leadership and Moti-
vation: Essay by Douglas McGregor, editado por Warren G. Bennis y Ed-
gar Schein, p. 186; copyright 1966 por el Massachusetts Institute of
Technology.
50
Véase, por ejemplo, a John C. Flanagan, "The Critical Incident Technique",
Psychological Bulletin vol. 57,1954, p. 327; John C. Flanagan y Robert K.
Burns, "The Employee Performance Record: A New Appraisal and Deve-
lopment Tool", Harvard Business Review, septiembre-octubre de 1955, p.
95; John C. Flanagan, "A New Approach to Evaluating Personnel", Per-
sonnel, vol. 26,1949, pp. 35-42; J. P. Campbell y otros, "TheDevelopment
and Evaluation of Behaviorally Based Rating Scales", Journal of Applied
646 ADMINISTRACIÓN
CAPÍTULO 16
CONTROLES
CAPÍTULO 17
PRODUCCIÓN Y
ADMINISTRACIÓN DE
LAS OPERACIONES
CAPÍTULO 18
CONTROL FINANCIERO
Y SISTEMAS DE
INFORMACIÓN GERENCIAL
CONTROLES
Después de establecer las estrategias y los
planes, la misión primordial de los
administradores es tomar las medidas para
asegurarse de que esos planes se lleven a cabo
o, si las condiciones lo permiten, que se
modifiquen. Esta es la función central del
control de la administración.
— Kenneth A. Merchant
Finalidad
Alcance
Esta categoría se refiere al tiempo que el cliente aguarda para poder hablar con
un representante. Cuando un representante suspende el contacto y luego lo
reanuda, el tiempo transcurrido se considera un periodo de espera cualquiera que
haya sido la causa de la interrupción.
Contactos no cerrados
Esta categoría incluye todos los casos en que un cliente llama a la oficina de
negocios, pero el representante no le resuelve el problema en ese contacto
individual y concierta otro contacto posterior con él.
Pregunta
FIGURA 16.1
Pasos en el proceso de
control.
Establecimiento de normas
Lo que debe medirse está implícito (aunque a menudo con poca precisión)
en la estrategia y los objetivos o metas fijados durante el proceso de planea-
ción. Por ejemplo, aunque el servicio es una meta del departamento comer-
cial de la Consolidated Telephone, no es obvio cuáles actividades deban me-
dirse para averiguar si la meta está cumpliéndose. Los diseñadores del plan
de medición de la realización de contactos en la oficina de negocios deci-
dieron lo siguiente: los temas cuidadosamente seleccionados de las conver-
saciones y otros aspectos de las transacciones entre los representantes de ser-
vicios y los clientes eran los tipos de desempeño que se mediría, junto con
los datos obtenidos al visitar cada oficina de negocios y revisar los registros.
Pero también otras mediciones podrían haberse empleado para indicar si es-
taba prestándose un buen servicio. Por ejemplo, a los clientes podría habér-
seles enviado un cuestionario pidiéndoles sus comentarios sobre el servicio
recibido durante su último contacto con una oficina de negocios.
Las compañías, y sus
Una pregunta fundamental al determinar lo que debe medirse es la si-
departamentos, varían en la guiente: "¿Es eso en lo que debería concentrarse la atención del gerente?"
clase de control que Para las compañías telefónicas y otras empresas de servicios públicos opera-
necesitan. Su estrategia exige
una tecnología óptima. La
das en forma privada, el servicio constituye efectivamente un objetivo
tecnología impone crítico. El hecho de no satisfacer un número suficiente de clientes podría ha-
determinada manera de cer que el gobierno expropiara y operara las empresas. En el caso de las or-
administrar, y ese estilo crea ganizaciones, la orientación debe centrarse en otra cosa.
la necesidad de controles que
cumplen finalidades muy en
forma esporádica.
Consideremos, por ejemplo, los problemas afrontados por las fábricas de pan
— WilUam H. Newman
que tratan de seguir obteniendo utilidades durante los años de incrementos
inflacionarios de precios en productos como manteca, harina y azúcar. Camp-
bell Taggart, Inc., la segunda fábrica de pan más grande en Estados Unidos,
ha tenido que encarar esos aumentos. Ideó un sistema de control por compu-
tadora que suministra datos diarios de costos y un análisis semanal de utilida-
des/pérdidas para cada una de las 70 plantas nacionales de la compañía.1 Al
detectar los incrementos de costos rápidamente y al ver sus efectos en las
cifras semanales de actividades, los gerentes están en condiciones de decidir
qué incrementos de precios se necesitan antes que las utilidades decrezcan
durante periodos muy extensos.
Cómo medir
Medir todos los eventos o elementos o bien sólo una muestra es otra deci-
sión que debe adoptarse al diseñar un sistema de control. Algunas veces es
preciso medir todos los eventos, como sucede con algunas situaciones de
inspección y auditoría donde cada elemento ha de ser certificado. Suele apli-
carse la inspección total cuando los productos se fabrican observando nor-
mas muy rigurosas. De manera análoga, la vigilancia continua de los proce-
sos de producción puede ser apropiada cuando los lotes se echan a perder
por cambios en las variables clave como la temperatura o la humedad du-
rante los procesos de producción. En general, el muestreo no se aplica cuan-
do no puede revelar todo cuanto se necesita saber acerca de cada elemento.
Por otra parte, en situaciones como la representada por el sistema de
observación del servicio en la Consolidated Telephone, en que los métodos
adecuados del muestreo pueden detectar patrones y tendencias, el muestreo
tal vez sea lo único que se requiere. El plan de medición de la realización del
contacto en las oficinas de negocios permite comparar las oficinas en diver-
sos indicadores de la prestación del servicio. Los gastos y el esfuerzo para
vigilar más llamadas y tabular más datos no se justificarían si el método ac-
tual de muestreo no fuera adecuado. Por consiguiente, el grado de amplitud
que deben tener las mediciones depende de las normas requeridas y del costo
de la medición. El principio orientador es que los costos del control no de-
ben ser mayores que los beneficios.
Cuándo medir
FIGURA 16.2
Fase de retroal ¡mentación del
control.
citación a los representantes de servicios o hacer cambios en sus sistemas de
liderazgo. Los gerentes de las plantas de panificación pueden ajustar los
precios o intentar reducir los costos.
¿A quién se da la retroalimentación?
FIGURA 16.3
Retroalimentación a varios
receptores.
CONTROLES 659
Por ejemplo, todos los miércoles por la mañana la fábrica de pan, Campbell
Taggart, Inc., entrega a su presidente y director general una salida impresa de
computadora que contiene las utilidades o pérdidas de 70 panaderías na-
cionales durante la semana anterior, lo mismo que comparaciones con la se-
mana precedente y con la misma semana del año pasado J Los gerentes de
planta reciben los mismos informes unas cuantas horas antes. Y luego dispo-
nen de un breve lapso para preparar su explicación de las posibles deficien-
cias antes de que las oficinas centrales los llamen para preguntarles
660 ADMINISTRACIÓN
Velocidad y frecuencia
bajo; por ejemplo, de una máquina que tabula las partes que produce su
operador, de otra persona como el jefe o especialista o directamente de un
sistema formal de control.9 La mayor parte de los individuos parecen pensar
que la tarea y ellos mismos son la mejor fuente.10 Hay mayores probabilida-
des de que sobrevengan el resentimiento y otros problemas si otras personas
intervienen para transmitirle al empleado los datos de control. "Una forma
segura de crear fricciones", observa un estudioso del control, "consiste en
enviar primero los datos de control al personal staff para que recurra a me-
didas correctivas antes que los empleados operativos tengan la oportunidad
de tomar la iniciativa al respecto."" Incluso los supervisores a menudo son
una fuente poco eficaz de retroalimentación. Suelen sentirse incómodos al
darla, la proporcionan en el momento menos oportuno y agregan críticas a
la información.12
Todo considerado, la retroalimentación puede ser a la vez útil y riesgosa.
Al parecer su valor aumenta cuanto más se caracterice por una transmisión
neutral de los datos generados por sensores o medidas completas, objetivas
y sensibles. El riesgo de que estimule el conflicto y la conducta defensiva pa-
rece intensificarse en la medida en que un número mayor de personas, entre
ellas el personal staff o los supervisores, intervengan en la comunicación de
la información al individuo cuyo desempeño está cuantificándose. Quizá les
resulte difícil abstenerse de interpretar, juzgar y criticar las actividades.
Cuando mezclan sus inferencias, sentimientos y suposiciones personales con
la información objetiva, hacen subjetivo el valor de la retroalimentación y
la debilitan.
662 ADMINISTRACIÓN
Hace unos 20 años, C. Northcote Parkinson propuso que los libros dedica-
dos a la administración pública y de empresas se clasificaran junto con las
obras de ficción y se guardaran en los estantes destinados a la literatura de
lo insólito.13 Si se clasificaban indebidamente como obras de consulta,
podían resultar nocivas y desorientar al lector. Su punto se ilustra de mane-
ra óptima en la impresión errónea que algunos libros de contabilidad y ad-
ministración pueden causar en algunos estudiosos de la naturaleza del
control. A menudo el empleo de controles se explica con la suposición poco
CONTROLES 663
Efecto en la medición
Una compañía obtiene lo que Cuando los gerentes o sus agentes reúnen datos referentes a la productivi-
inspecciona, no lo que dad de sus organizaciones, desencadenan una serie de hechos perceptuales,
espera.
-Harold S. Hook cognoscitivos, motivacionales y conductuales que, a lo sumo, se controlan
sólo en parte. Lo que los gerentes decidieron medir (y lo que decidieron no
medir) representa, para aquellos cuyo desempeño se mide, lo que tiene im-
portancia para los responsables de personal. En la Consolidated Telephone,
se nos pide decir cómo los gerentes de las oficinas de negocios y los repre-
sentantes de servicios responderán a los aspectos del desempeño que están
siendo medidos.
Como desde hace mucho saben los sociólogos, es difícil o imposible me-
dir el comportamiento sin afectarlo.l4 Incluso la recopilación de datos con-
tables con fines exclusivos de información produce algo más que la mera
obtención de información. Por ejemplo, un interesante estudio experimen-
tal mostró que la realización de una auditoría cambiaba por sí misma el
comportamiento de aquellos a quienes se hacía.15 En general, las personas
cuyo trabajo era evaluado tendían a modificar su conducta para ajustarse a
los criterios del auditor. Suponían que esos criterios reflejaban ciertas nor-
mas o metas de la organización.
Aspectos fundamentales de
Los investigadores han identificado tres aspectos de las mediciones que
las mediciones resultan particularmente importantes al momento de determinar su impacto
* integridad en la motivación y el desempeño: su grado de generalidad e integridad, su
* objetividad
* sensibilidad
grado de objetividad y su grado de influenciabilidad o de sensibilidad.16 El
manual de 100 páginas de defectos en la realización de contactos de la Con-
solidated Telephone, con ejemplos pormenorizados y exhaustivos de cada
tipo, constituye un caso de mediciones relativas completas. En las medidas
de pies cuadrados de las tiendas y del volumen de ventas que se efectúan ert
la J. C. Penney, se reflejan medidas relativamente objetivas. Cuanto más
las cifras semanales de utilidades y pérdidas de la Campbell Taggart respon-
dan a los cambios de precios, más sensibles serán las mediciones de ese siste-
ma de control.
La investigación sobre los efectos de las diferencias en las características
de tres sistemas de control lleva a la conclusión de que la integridad, objeti-
vidad y sensibilidad ante los esfuerzos y desempeño de los empleados son cua-
lidades positivas en prácticamente cualquier sistema de control.l7 Tienden a
mejorar la motivación porque ponen de relieve los nexos entre el esfuerzo y
el desempeño. Suelen estimular la conducta apropiada por varias razones.
Las medidas completas ayudan al individuo a concentrarse en todos los as-
664 ADMINISTRACIÓN
pectos del trabajo, en vez de descuidar las tareas no medidas en favor de las
que sí se miden. Las medidas objetivas evitan el riesgo del prejuicio y resen-
timiento que acompañan siempre a las evaluaciones personales y subjetivas.
Las medidas sensibles corroboran la creencia de que el esfuerzo y el desem-
peño favorecerán un logro más satisfactorio en el sistema de control.
Efecto en la retroalimentación
Efectos latentes
puede ejercer una influencia en los que son medidos aun cuando ni siquiera
se percaten de la influencia.
Así pues, las mediciones algunas veces pueden ejercer una influencia no
intencional (más fuerte que las reglas) y, repetimos, la respuesta a ellas
no necesariamente debe ser consciente ni deseada para que sea real e impor-
tante. De hecho, cuando la resistencia suele darse en un nivel consciente, un
gerente honesto (o uno deshonesto, si lo preferimos) puede servirse del po-
der sutil de mediciones no obtrusivas para superar dicha resistencia. Lo que
necesita encontrar es una medición que estimule el comportamiento tenden-
te a la obtención del propósito real.
CONSECUENCIAS DISFUNCIONALES
Los sistemas de control hacen ción, pero la medición del desempeño y los métodos de retroalimentación
que los empleados adopten
conductas que parecen
encauzan el comportamiento en otro sentido. A este fenómeno se le llama
buenas a juzgar por las desplazamiento de metas y tiene algunas veces un efecto "disfuncional" o
medidas del sistema de desfavorable de controles.25 Algunas veces la medición y la retroalimenta-
control, pero que no
favorecen la obtención de las
ción, más que estimular el desempeño, pueden desmoralizar a los emplea-
metas de la organización. dos y provocarles no la motivación, sino una actitud defensiva.
— Edward E. Lawler I I I
lohn Crant Rhode
Desplazamiento de metas
Comportamiento estratégico
A las acciones cuya única finalidad es presentar buenas cifras para un pe-
riodo determinado se les califica de estratégicas.
En otro caso, los funcionarios que debían lograr el objetivo de hacer cumplir
la ley fueron sometidos a un sistema de medición del desempeño que
requería terminar un número fijo de casos en ese mes. Para alcanzar el objeti-
vo, abandonaron los casos más complejos que a menudo se referían a cues-
tiones más importantes en favor de otros casos más fáciles, y lo hicieron con
m
tal de satisfacer el control.
No hace mucho los Boy Scouts of America declararon que las cifras relativas
al número de sus miembros provenientes del campo habían sido falsificadas.
Ante las presiones de una campaña de afiliación a nivel nacional, los in-
tegrantes de la organización habían exagerado notablemente el número de
nuevos niños exploradores. Con profundo malestar, los líderes comprobaron
algo que los gerentes ya habían descubierto: a menudo los sistemas de
control organizacional producen consecuencias no deseadas. La campaña
para aumentar el número de miembros había motivado a los socios a incre-
mentar la cantidad de nuevos miembros registrados, pero no lo había impul-
sado a elevar el número de niños exploradores que realmente se inscribían en
la organización.29
Desmotivación
los planes de evaluación del desempeño con todas las características (es-
tablecimiento de metas, evaluación y retroalimentación) que a primera vista
parecerían idóneas para intensificar la motivación de logro.
Por ejemplo, un estudio descubrió varios casos en que a los ingenieros se les
sometió a una evaluación del desempeño y recibieron retroalimentación
sobre el puesto que ocuparon entre sus colegas.31 Pero los resultados de los
nuevos programas no eran los que se habían previsto. Los buenos ingenieros
estaban más conscientes de su valor y muchos de ellos abandonaron la
empresa. Los que habían obtenido bajas puntuaciones perdieron seguridad
en sí mismos y permanecieron en ella.
FIGURA 16.4
Modelo de las organizaciones
según Likert.
CONTROL CREATIVO
FIGURA 16.5
Reactivos muestra del cuestionario de Likert (Fuente: Rensis Likert, The Human Organization (Nueva York, McGraw-Hill
Book Company, 1967), pp. 28, 209.)
CONTROLES 671
varios aspectos que abarcan las variables causales e intermedias. Los datos
del cuestionario representan gráficamente lo que Likert llama "sistema ad-
ministrativo": el conjunto de factores que incluyen estructura, controles,
políticas y comportamiento directivo junto con las actitudes, las motiva-
ciones y las percepciones de los miembros. También se miden las variables
relativas al desempeño de resultado final (productividad, costos, ingresos).
Gracias al vasto número de estudios ya efectuados conforme a los linea-
mientos anteriores por el instituto de investigación social de la University of
Michigan, bajo la dirección de Likert, se ha logrado distinguir cuatro tipos
Participativo de sistemas administrativos:
Sistema 1: explotador-autoritario
Sistema 2: benevolente-autoritario
Sistema 3: consultivo
Sistema 4: grupo participativo
medía como lo hacía el plan, sino más bien pedir a los clientes, de cuando en
cuando, retroalimentación acerca del servicio.
Pero debo agregar que mi actual empleador, una gran compañía de gas y de
electricidad, se vale de un sistema de observación del servicio muy parecido al
que se aplicaba en la Consolidated Telephone Company cuando yo trabajaba allí.
Todavía no llevo suficiente tiempo en mi nuevo trabajo para entender sus
efectos. Me han dicho que una de las aerolíneas de aquí usa un sistema similar
para vigilar los contactos entre su personal y los clientes que telefonean para
solicitar información y hacer reservaciones. Es evidente que el plan de medición
de la realización de contactos en las oficinas de negocios no es un tipo poco
común de control para vigilar el servicio]
RESUMEN
CASO
Los éxitos anteriores con los controles en varias operaciones de una gran
empresa aeroespacial indujeron a sus directivos a experimentar con
controles estadísticos, a fin de reducir los errores en la preparación de
los dibujos de ingeniería. Una breve descripción de los antecedentes ayu-
dará al lector a entender la estructura organizacional, el proceso con el
cual se preparan los dibujos, el nuevo sistema de control y algunos de los
problemas a que dio origen.
CONTROLES 677
El grupo de diseño
El grupo de revisión
El problema
Pese a los ciclos de firmas múltiples y a los esfuerzos del grupo de revi-
sión, todavía había errores en los dibujos ingenieriles. Algunos de ellos
eran de poca importancia y se corregían en la siguiente revisión rutinaria.
Con todo, ciertos errores concernientes a las dimensiones de las partes
podían ser extremadamente costosos. La dirección pensaba que una
sobrecarga de trabajo en los grupos de revisión era, en parte, la causa de
esos costosos errores de ingeniería. Los supervisores de los grupos de re-
visión se quejaban de que los diseñadores no ponían suficiente empeño
para eliminar los errores antes de presentar una impresión de control. Es-
ta actitud de dejar todo en manos de los revisores originaba una sobre-
carga para ellos. Se pensaba que la probabilidad de que un error pasara
inadvertido y llegara al sistema de producción era una función creciente
de la cantidad de errores que aparecían en la impresión original de
control.
El nuevo sistema
Algunas respuestas
Pregunta
NOTAS
1
"A Price Monitor Keeps the Dough Rising", Business Week, diciembre 7 de
1974, pp. 72-78.
2
"J. C. Penney: Getting More from the Same Space", Business Week, agosto
18 de 1975, pp. 80-88.
3
"A Price Monitor", op. cit.
4
"Richard Barnet y Ronald Muller, "Global Reach", Part I, The New Yorker,
diciembre 2 de 1974. Reimpreso con autorización.
5
Lawler y Rhode, op. cit., pp. 54, 75 y 182.
6
Ibíd., p. 54.
7
Elliot Jaques, Equitable Payment (Nueva York: John Wiley & Sons, Incorpo-
rated, 1961).
8
Lawler y Rhode, op. cit., p. 54.
9
Ibíd., p. 43.
10
M. M. Greller y D. M. Herold, "Sources of Feedback: A Preliminary Investi-
gation", Organizational Behavior and Human Performance, vol. 13,1975,
pp. 224-256.
11
William H. Newman, Constructive Control (Englewood Cliffs, N. J.: Prentice-
Hall, Incorporated, 1975), pp. 21-22.
12
Lyman W. Porter, Edward E. Lawler III, y J. Richard Hackman, Behavior in
Organizations (Nueva York: McGraw-Hill Book Company, 1975).
13
C. Northcote Parkinson, Parkinson´s Law (Boston: Houghton Mifflin Com-
pany, 1957), pp. vii-viii.
14
Eugene J. Webb y otros, Unobtrusive Measures: Non-reactive Resarch in the
Social Sciences (Skokie, 111.: Rand McNally & Company, 1966).
15
N. C. Churchill y W. W. Cooper, "Effects of Auditing Records: Individual
Task Accomplishment and Organization Objectives", en William W. Co-
oper, Harold J. Leavitt, y Maynard W. Shell II (eds.), New Perspectives
in Organization Research (Nueva York: John Wiley & Sons, Incorporated,
1964), pp. 250-275.
16
Edward E. Lawler III y John G. Rhode, Information and Control in Organi-
zations (Pacific Palisades, Calif.: Goodyear Publishing Company, Incor-
porated, 1976).
17
Ibíd., p. 179.
18
E. L. Thorndike, "The Law of Effect", American Journal of Psychology, vol.
39, 1927, pp. 212-222; J. L. Elwell y G. C. Grindley, "The Effect of
Knowledge of Results on Learning and Performance 1: A Coordinated
Movement of the Two Hands", British Journal of Psychology, vol. 29,
1938, pp. 39-53; E. A. Bilodeau, I. M. Bilodeau, y D. A. Shumsky, "Some
Effects of Introducing and Withdrawing Knowledge of Results Early and
CONTROLES 685
32
Herbert H. Meyer, Emmanuel Kay, y John R. P. French, hijo, "Split Roles in
Performance Appraisal", Harvard Business Review, enero-febrero de
1965, pp. 123-129.
33
Véase a Rensis Likert, The Human Organization (Nueva York: McGraw-Hill
Book Company, 1967).
34
Rensis Likert y David G. Browers, "Organizational Theory and Human Re-
source Accounting", American Psychologist, junio de 1969, p. 591.
35
Una explicación de lo que supuestamente es el primer sistema contable de re-
cursos humanos se incluye en R. Lee Brummet, William C. Pyle, y Eric C.
Flamholtz, "Human Resource Accounting in Industry", Personnel Admi-
nistration, julio-agosto de 1969, pp. 34-46.
36
Likert y Bowers, op. cit., p. 588.
PRODUCCIÓN Y
ADMINISTRACIÓN DE
LAS OPERACIONES
Los que trabajan en las fábricas se preocupan
por la forma en que se las dirige; pero la
mayor parte de los norteamericanos
permaneció indiferente ante la mediocridad
que fue invadiendo paulatinamente este sector
de la industria. Era como si las fábricas fuesen
lugares ruidosos y sucios situados a las orillas
del pueblo donde se trabajaba sólo si no se
conseguía empleo en otra parte. Y luego
repentinamente, después de tantos años de
erosión gradual, las importaciones en todos los
niveles, el crecimiento tan lento de la
productividad y una mayor producción en el
extranjero por las empresas estadounidenses
convirtieron en tema candente la recuperación
de la excelencia competitiva.
— Wickham Skinner
Es un enfoque muy interesante que trasciende los costos de mano de obra, dice
John H. Hammond, hijo, director de los servicios automotrices en la Data
Resources Incorporated. "Puede poner fin a la inercia de la industria automotriz
con un solo movimiento."
La Saturn Corporation cambiará casi todos los aspectos de las operaciones de
la fabricación de automóviles. "Es una ruptura completa con todos los vínculos
que la unen a la actual cultura corporativa", declara David E. Colé, profesor de
la University of Michigan que preside el programa de transporte automotriz de la
escuela. El presidente de la General Motors, Roger B. Smith, quiere que la nueva
subsidiaria tenga sus propios contratos laborales con la United Auto Workers.
Pero más importante aún: la Saturn Corporation integrará el acervo de la
tecnología avanzada de la General Motors en robótica, visión de máquina y
computadoras, que ha ido acumulando durante los últimos años. Gran parte de
la tarea de integración la realizará la Electronic Data Systems Corporation (EDS),
compañía de servicios de computación de Texas que la General Motors adquirió
por $2.5 mil millones de dólares el año pasado.
La meta de la Saturn Corporation es abatir los costos en todas las áreas.
La mano de obra directa para la transmisión, el estampado y el montaje final
se reducirá hasta 21 horas por unidad, en contraste con las 55 horas que se
requieren en la actualidad y las casi 80 que se necesitaban hace cinco años.
"Cualquier fluctuación entre 25 y 30 horas por automóvil es un logro
sobresaliente en la industria automotriz moderna", señala Thomas G. Gunn,
vicepresidente de la Arthur D. Little Incorporated, quien dirige la sección de
producción integrada por computadora.
La Electronic Data Systems afronta una enorme tarea de ingeniería al in-
tentar convertir la Saturn Corporation en lo que será el sistema más compu-
tarizado en la producción básica. Se espera que el 40% de los costos de la
subsidiaria sean absorbidos por el equipo y los programas de computadora,
que se requieren para construir un automóvil, tiempo considerablemente
menor que el 40% promedio para la fabricación de bienes duraderos.
La Electronic Data Systems afronta una enorme tarea de ingeniería al intentar
convertir la Saturn Corporation en lo que será el sistema más computarizado en
la producción básica. Se espera que el 40% de los costos de la subsidiaria sean
absorbidos por el equipo y los programas de computadora.
La General Motors, que desde hace mucho trató en vano de establecer
Comunicación entre su multitud de computadoras, ya asumió una posición de
liderazgo en el desarrollo de procedimientos que permitirán a todas sus com-
putadoras intercambiar datos. La Electronic Data Systems está construyendo una
red que conectará las computadoras que funcionan en campos tan heterogéneos
como diseño, ingeniería y compras, conectándose incluso con distribuidores
individuales. "Pensamos que estas conexiones llegarán hasta las ofici-
690 ADMINISTRACIÓN
JUSTO A TIEMPO'
REVOLUCIÓN DE LA ROBÓTICA
FABRICACIÓN DESCENDENTE
PRODUCCIÓN Y PRODUCTIVIDAD
Si el lector hojea alguna vez las revistas norteamericanas The Wall Street
Journal, Business Week o The Economist, seguramente se verá bombardea-
692 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 17.1
Sistema simplificado de
producción.
Productividad
mas no realicen inversiones a largo plazo, y gran parte del equipo de capital
en ese país tiene ahora más de 20 años de antigüedad. Pero muchas de las
grandes corporaciones están conscientes hoy de esa brecha de la productivi-
dad y están realizando grandes esfuerzos para invertir la tendencia.
Si como hemos señalado la productividad es la relación del valor de los
bienes (o servicios) con los costos de generarlos, el lector verá cómo la Gene-
ral Motors puede mejorar notablemente su productividad en el caso de
cumplir sus metas para Saturno:
Los sistemas de producción en Estados Unidos están pasando hoy por uno
de los cambios más impresionantes desde la Revolución industrial. Muchas de
las industrias básicas en que descansaba la fuerza económica del país están
desapareciendo o experimentando un cambio radical. Las empresas na-
cionales en las industrias tradicionales de la producción en masa, por
ejemplo las que se dedican a la siderurgia, han clausurado algunas de sus
plantas porque ya no compiten con las fábricas muy automatizadas de
países como Brasil y Corea, cuyos gastos de mano de obra son menores. Se
han propuesto dos opciones: 1) productos especializados y 2) sistemas fle-
xibles.
En cualquier parte del mundo pueden fabricarse productos en masa a
grandes volúmenes; en cambio, algunas empresas estadounidenses tienen
una ventaja tecnológica por sus instalaciones de investigación y por la
destreza de sus empleados. Algunas de ellas están modificando su estrategia
de producción y han optado por fabricar productos especializados (por
ejemplo, metales de la era espacial) y productos hechos según especificaciones
del cliente. Más aún, la producción de artículos especializados mejora enor-
memente gracias a la disponibilidad de sistemas flexibles de productividad.
Estos últimos suelen contener máquinas controladas por computadora y ca-
paces de realizar instrucciones preprogramadas sin error alguno. Además, a
menudo tienen robots que perciben las necesidades y ejecutan tareas indivi-
dualizadas. Por ejemplo, en la Chrysler y en la General Motors, los robots
sueldan armazones de automóviles y pintan el producto terminado. De este
modo los fabricantes pueden entregar productos hechos según especifica-
ciones en volúmenes que antes sólo podían ofrecerse en el caso de productos
estandarizados. Los productos de especialidad y los sistemas flexibles son
dos tácticas con que las firmas estadounidenses están combatiendo la
brecha de la productividad. Por ejemplo, el Saturn de la General Motors de-
berá aprovechar más los robots y la computarización.
696 ADMINISTRACIÓN
Decisiones de ubicación
FIGURA 17.2
Características de muchos
sistemas de servicios.
CONTROLES 697
Consideraciones de capacidad
FIGURA 17.3
Consideraciones de
localización
698 ADMINISTRACIÓN
PRODUCTOS Y PROCESOS
FIGURA 17.4
Diseño y análisis de
productos y procesos.
(Fuente: Schaums Outline of
Operations Management, p.
98, reimpreso con
autorización de McGraw-Hill
Book Company.)
FIGURA 17.5
Diseño y métodos de trabajo.
FIGURA 17.6
Ciclo de vida de un producto.
FIGURA 17.7
Diagrama de la producción y
control de inventario.
Pronóstico
MÉTODO DESCRIPCIÓN
Planeación maestra
WasherModel 120 — — 20 20 — — — 15 — 15
Washer Model 220 40 50 — — — — 60 60 — —
Washer Delux 27 — — — 12 12 — — — — 20
Dryer Model 140 30 30 30 36 36 36 36 — 30 30
FIGURA 17.9 Dryer Model 240 — — — — 20 50 10 — — —
Programa maestro de la Dryer Delux 47 — — — — — — — 10 20 —
Apics Apliance Company.
Control de inventarios
Los inventarios son materiales que tiene un valor económico por su posible
uso en algún momento del futuro. Al almacenar inventarios, las firmas
pueden servirse de las mismas instalaciones para fabricar diversos produc-
tos. Ello les permite servir mejor a los clientes cuando la demanda es esta-
cional o fluctuante. Dentro del sistema de producción, los inventarios
contribuyen a nivelar las actividades de la producción y a desacoplar las eta-
pas en el proceso de producción, de modo que la operación global no se vea
interrumpida por suspensiones. También permiten a la empresa aprovechar
las ventajas de comprar en grandes cantidades o de prevenirse en contra de
futuros incrementos en los precios.
Los inventarios de materias primas, trabajo en proceso y bienes termi-
nados representan a menudo una importante inversión en efectivo para las
compañías manufactureras. Por tal razón, en los últimos 75 años se ha pres-
CONTROLES 707
FIGURA 17.10
Gráfica de Gantt para la
producción de 500
calentadores eléctricos.
[Fuente: Adaptado de Joseph
C. Monks, Operations
Management: Theory and
Problems, 2a. ed. (Nueva
York: McGraw-Hill Book
Company, 1982), p. 549]
710 ADMINISTRACIÓN
gráfica rápidamente señala el plan y el avance del trabajo. Sin embargo, las grá-
ficas de avance requieren una actualización constante, y ésa fue una de las
principales limitaciones de su uso en el pasado. Pero en el momento presen-
te las computadoras pueden producir gráficas sobre el avance actual con só-
lo oprimir un botón, por lo cual la utilización de las técnicas de graficación
ha ido difundiéndose.
La figura 17-10 es una gráfica de Gantt que muestra varios pasos discre-
tos en el procesos de producir 500 calentadores eléctricos. Las barras hori-
zontales que representan cada tarea pueden abrirse al construir la gráfica.
Luego se sombrean para reflejar el progreso a medida que ocurre. En la figu-
ra 17-10, todas las tareas aparecen terminadas. El progreso en ellas puede
vigilarse para determinar si se terminaron conforme el programa. Un
programa visual como esta gráfica es a menudo útil, pero los planificadores
de la producción no necesitan ayudas gráficas en la mayor parte de la
programación industrial del trabajo en las plantas. Con mucha frecuencia
se limitan a expresar sus planes en forma tabular como salida de computa-
dora.
La planeación y programación de grandes proyectos a menudo re-
quieren un grado extraordinario de coordinación y control; se han ideado
técnicas especializadas para los proyectos. El proyecto es un conjunto espe-
cial de actividades que deben efectuarse dentro de un periodo especificado,
generalmente en el lugar de trabajo. Entre los ejemplos figuran la introducción
de una nueva computadora, la edificación de un puente o la construcción de
una planta de energía eléctrica. La administración de proyectos requiere
identificar todas las tareas y su tiempo estimado de realización, y granearlas
en forma de "diagrama de redes".
Supóngase, por ejemplo, que el proyecto fuera la construcción de una
planta de energía eléctrica, la cual consta de las siguientes tareas o activida-
des y su tiempo estimado de realización.3
Diseñar la planta 12
Seleccionar el sitio 8
Seleccionar al proveedor 4
Seleccionar al personal 3
Preparar el sitio 12
Construir el generador 18
Preparar el manual 5
Instalar el generador 4
Capacitar a los operadores 9
Obtener permiso para que
funcione la planta 6
CONTROLES 711
FIGURA 17.11
Diagrama de redes para la
construcción de una planta de
energía eléctrica. [Fuente:
Adaptado de Josepsh C.
Monks, Operations
Management Theory and
Problems, 2a. ed. (Nueva York:
McGraw-Hill Book Company,
1982), p 606.]
712 ADMINISTRACIÓN
Ruta Tiempo
1—2—3—5—7—8 12 + 8 + 12 + 4 + 6 = 42
1—2—4—5—7—8 12 + 4 + 1 8 + 4 + 6 = 44*
1—2—4—6—7—8 12 + 4 + 5 + 9 + 6 = 36
1—2—6—7—8 12 + 3 + 9 + 6 = 30
'Ruta crítica.
La calidad es una medida del grado en que un bien o servicio cumple con de-
terminado estándar o norma. Los estándares pueden referirse al aspecto,
funcionamiento, operación, tiempo requerido, confiabilidad o cualquier
número de características del producto.
La normas (estándares) de calidad deberán reflejar los deseos del cliente
o del ambiente de mercado, así como las capacidades técnicas de la empre-
sa. Como se describe en la figura 17-12, las especificaciones de calidad pro-
F1GURA 17.12
Elementos del sistema de
aseguramiento de calidad.
(Fuente: Schaums Outline of
Operations Management p.
398; reimpreso con
autorización de McCraw-Hill
Book Company.)
714 ADMINISTRACIÓN
piezas de gis que debería tener un cuarto de pulgada variará en torno a .250
pulgadas. Algunas piezas mostrarán una variación de 0.248, otras de 0.254
y otras de 0.251 pulgadas. En el control de proceso se acepta esa variabili-
dad natural y se la tiene en cuenta. Los límites de control se establecen en
distancias que normalmente no serán rebasadas (0.230 y 0.270 pulgadas,
por ejemplo). Después se seleccionan muestras aleatorias en forma periódi-
ca y los promedios muéstrales se trazan en una gráfica de control. Si los
diámetros de las muestras exceden los límites de control (si son mayores o
menores que él), se supone que el proceso está fuera de control. Y entonces
los operadores buscan la causa de la desviación y la corrigen, de manera que
la calidad del proceso se ajuste a las especificaciones.
Círculo de calidad
Es mejor hacer bien las cosas Todos conocemos la imagen de calidad que los productos japoneses tienen
que tener que inspeccionarlas
después.
en el mercado internacional. No siempre ha sido así. Gran parte del progre-
— W. Edwards Deming so de los sistemas japoneses de producción es atribuible a W. Edwards
Demming, quien ayudó a instalar el control de calidad en ese país después
de la Segunda Guerra Mundial. Los japoneses tomaron muy en serio el
control de calidad y han descubierto que sus intentos por fabricar productos
de muy alta calidad compensan con creces los costos en que se incurre. No
obstante, en algunos procesos puede ser prohibitivo el costo de eliminar to-
dos los defectos.
Los círculos de calidad son una forma de control de calidad, que nació
en Japón y que ha recibido una aceptación muy amplia en Estados Unidos.
Los círculos de calidad son pequeños grupos de empledos que se reúnen pe-
riódicamente y comparten de modo voluntario ideas sobre problemas rela-
cionados con la calidad y la productividad. Tratan de identificar los proble-
mas, analizan sus causas y proponen soluciones. Una definición más
completa es la siguiente:
Mantener bajo control los costos es una de las tareas más importantes y
difíciles de un gerente de operaciones. Casi todos trabajan con un presu-
puesto anual que asigna fondos para la producción y las operaciones. Algu-
nas compañías se sirven de presupuestos fijos (para un nivel de actividades
determinado de antemano) y otras usan presupuestos flexibles (que proyec-
tan los costos para diversos volúmenes). Los costos suelen basarse en están-
dares, que son declaraciones de cuánto deberá costar el componente o acti-
vidades en condiciones normales de operación.
El control de costos incluye los elementos estándar de la medición,
retroalimentación, comparación con los estándares y corrección cuando los
costos no corresponden a lo establecido. Las principales áreas del control de cos-
tos se relacionan con 1) los costos de la mano de obra, 2) los costos de mate-
riales y 3) los gastos generales o fijos. En las corporaciones más grandes, la
contabilidad de costos ofrece operaciones con informes periódicos de los
gastos presupuestados y de los gastos reales, de modo que puedan analizarse
las variaciones y se tomen las medidas correctivas en caso de necesidad.
RESUMEN
4. ¿De qué manera los sistemas flexibles y robóticos están cambiando las
actividades manufactureras?
5. ¿En qué difieren los sistemas de productos y servicios?
6. ¿Cuáles son las consideraciones básicas en las decisiones referentes a la
ubicación de la planta?
7. ¿En qué difieren los diseños de productos y los de proceso?
8. ¿Cómo se determinan los estándares del trabajo?
9. ¿Qué es el ciclo de vida de un producto?
10. ¿Deberían todas las compañías tratar de pronosticar la demanda? ¿Por
qué?
11. ¿Cuáles son algunos de los métodos comunes del pronóstico?
12. ¿En qué difieren la planeación agregada y la programación maestra de
la producción?
13. ¿En qué se distinguen un sistema de "punto de orden" y un sistema de
planeación de necesidades de materiales?
14. ¿Cuál es el interés central de la planeación de las necesidades de capaci-
dad?
15. ¿Qué elementos intervienen en el control de la actividad de producción?
16. ¿Cómo definiría el concepto de calidad?
17. ¿Cuáles son los dos métodos estadísticos del control de la calidad?
18. ¿Qué es un círculo de calidad?
CASO
George: nunca pensé que el viejo Karl me hiciera esto a mí. Imagínate eso ...
después de 16 años.
Yo: ¿hay alguna forma de resolver esto, George?
George: ninguna. En la campaña de austeridad del último año nuestros
empleados llegaron al límite de las renuncias y de lo que pueden soportar.
Me parece que tendrás que desconectar tu pequeña computadora e irte a la
planta de Sacramento a terminar tu proyecto. ¿Es una lástima, verdad?
Yo: Sí que lo es. Precisamente ahora que empezaba a resolver los problemas
y depurar los errores de mi máquina. ¿Quieres verlo, George, antes que la des-
conecte?
George: ¿por qué no me hablaste de esto antes? Creo que aquí hay algo que
vale la pena.
CONTROLES 721
Minutos más tarde regresaba George luego de hablar con Karl Brooking.
Pregunta
NOTAS
1
J. Richard Hackman y Greg R. Oldham, Work Redesign (Reading, Mass.:
Addison-Wesley Publishing Company, 1980).
2
Richard J. Schonberger, Japanese Manufacturing Techniques: Nine Lessons
in Simplicity (Nueva York: The Free Press, 1982), p. 16.
3
Este ejemplo y gran parte de la explicación del CPM y PERT se tomaron de
Joseph G. Monks, Operations Management: Theory and Practice, 2a. ed
(Nueva York: McGraw-Hill Book Company, 1982), pp. 605-615.
4
Edward E. Lawler III y Susan A. Mohrman, "Quality Circles after The Fad",
Harvard Business Review, enero-febrero de 1985, p. 66.
5
Ibíd., pp. 64-71.
6
Ibíd. Véase también a George Munchus III, "Employer-Employee Based
Quality Circles in Japan: Human Resource Policy Implications for Ameri-
can Firms", Academy of Management Review, abril de 1983, pp. 255-261;
J. Bernard Keys y Thomas R. Miller, "The Japanese Management The-
ory Jungle", Academy of Management Review, abril de 1984, pp. 242-
353.
CONTROL
FINANCIERO Y
SISTEMAS DE
INFORMACIÓN
GERENCIAL
Si los constructores hicieran los edificios en la
forma en que los programadores escriben sus
programas, con el primer pájaro carpintero
que llegara desaparecería la civilización.
—Jerry Weinberg
Preguntas
Los presupuestos son planes que especifican las cantidades de ingresos y gastos
previstos para un periodo. Así, en Valco Industries los presupuestos de los de-
partamentos y el presupuesto global de la empresa abarcaban un año. Además,
como sucede en esa corporación, la preparación de un pronóstico de ventas
suele ser el primer paso que da una compañía al estimar el monto de sus ingre-
sos. Dicho pronóstico es la base del presupuesto de ventas y éste, a su vez,
constituye el fundamento de los presupuestos del departamento de producción
y de los departamentos administrativos. Todo ello contribuye a formar el presu-
puesto global, como se aprecia en la figura 18-1.
Los ingresos que, según se prevé, se conseguirán con las ventas pronosticadas
proporcionan los fondos para realizar todos los gastos proyectados y lograr
una utilidad. Algunos de esos gastos o costos permanecen inalterados durante
el periodo entero, sin importar las desviaciones que puedan ocurrir entre las
ventas o producción reales y las proyectadas. Entre los costos fijos figuran la
depreciación, el mantenimiento, los impuestos prediales, el seguro y otros
gastos generales básicos. Otros costos varían según el volumen real de ventas
o de la producción. Algunos de ellos se destinan a la mano de obra directa, a
los materiales y a ciertos gastos generales y administrativos. Los presupuestos
que reflejan exclusivamente costos fijos reciben el nombre de presupuestos fi-
jos; los presupuestos variables reflejan además costos variables (Fig. 18-2).
FIGURA 18.1
Algunos componentes de un
presupuesto corporativo.
730 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 18.2
Presupuesto variable.
FIGURA 18.3
Presupuesto de un programa estatal para las actividades tendentes a combatir el alcoholismo. [Fuente: adaptado de
The Systems Approach [Nueva York: Delacorte Press, 1968), p. 89. Copyright © 1968 por C. West Churchman.
Reimpreso con autorización del editor]
Este análisis es una forma de comparar los costos e ingresos a fin de en-
contrar el punto donde son iguales: el punto de equilibrio. Por lo regular,
los costos de emprender una nueva actividad (por ejemplo, fabricar una
nueva línea de bombas hidráulicas en la Valco Industries) se componen de
los costos que permanecen fijos, o independientes del número de juegos
hechos, y los que varían según la cantidad producida. Como hemos explica-
CONTROLES 733
do, los costos fijos son los que no cambian durante el periodo. El seguro
contra incendios y la depreciación, por ejemplo, habrán de pagarse pese a las
variaciones en el número de juegos producidos y vendidos. Los costos va-
riables son aquellos que cambian durante el periodo conforme a los cambios
en la cantidad de juegos producidos. Así, los costos de materiales y de mano
de obra varían según las fluctuaciones de la producción. La suma de costos
fijos y variables nos dan los costos totales.
Como muestra el diagrama de la figura 18-4, los costos totales pueden
graficarse sobre los diversos niveles de producción y ventas. Suponiendo un
precio constante por unidad vendida, el diagrama también incluye los ingre-
sos totales con varios niveles de producción y ventas. La intersección del
costo total y de las líneas de ingresos establece el punto de equilibrio. Sobre
él se encuentran las utilidades y, por debajo, las pérdidas.
Estados financieros
Dos de los tipos básicos de los estados financieros son los estados de ingresos
y gastos y el balance general. El estado de ingresos y gastos muestra los ingre-
sos de una firma durante el año (u otro periodo) menos el costo de los bienes
vendidos. También contiene los gastos del periodo y el ingreso neto o utilidad
de las operaciones. La figura 18-5 muestra un balance general como podría
aparecer en 1986 para la Valco Industries.
El balance general muestra el estado financiero de la empresa en una
fecha determinada. Sus activos, pasivos y el capital social (equidad) son los
tres elementos que se incluyen en él. En la figura 18-6 se observa un balance
general de la Valco Industries como se vio en el 31 de diciembre de 1986.
FIGURA 18.4
Gráfica del punto de
equilibrio.
734 ADMINISTRACIÓN
Ingresos $189,337
Costo de los bienes vendidos 93,205
Ingreso bruto $96,132
Gastos
Depreciación $17,904
Servicios 3,976
Sueldos y salarios 49,304
FIGURA 18.5 Gastos diversos 832
Estado (simplificado) de
ingresos y gastos de la Valco Gastos totales $72.016
Industries para el año que
termina el 31 de diciembre Ingreso neto $24,116
de 1987 (en millones).
Razones financieras
FIGURA 18.6
Balance general de la Valco Industries, 31 de diciembre de 1986.
Activos Pasivos
INFORMACIÓN GERENCIAL
FIGURA 18.7
Razones comunes para evaluar el desempeño financiero.
Tasa de rendimiento sobre el capital contable del dueño = -------- r-—¡-------—r-,— . . .—-—
capital contable del dueño
. ingreso neto
Tasa de rendimiento sobre ventas = ------ ? ------ ?—
ventas netas
Medidas de solvencia
i activos circulantes „ , . , _ . .
Razón circulante = -------- : ------- : ---- :— ------ (Una razón de 2:1 entre activos circulantes y pasivos circulantes
suele aceptarse como satisfactoria.)
D , . . . . . . . efectivo y cuentas por cobrar (Una razón de 1:1 entre el efectivo y cuentas
por pagar y los asivos
Razón de prueba del acido - ----------pasivos circulantes---------- P circulantes se acepta
generalmente como satisfactoria.)
Significado de la información
FIGURA 18.8
Con el conocimiento
creciente que aporta la
información se reduce la
incertidumbre.
La base de toda información son los datos, los hechos que describen una
entidad. Toda la información se funda en datos, pero no todos éstos son la base
de una información útil, como veremos más adelante. Sólo lo son los datos
concernientes a las necesidades de la dirección en un momento determinado.
Los datos se convierten en información al procesarlos y darles una for-
ma significativa (Fig. 18-9). El procesamiento puede requerir combinar los
FIGURA 18.9
Mediante el procesamiento los datos relevantes se convierten en información
738 ADMINISTRACIÓN
Atributos de la información
Para que la información sea útil a los gerentes, ha de reunir las siguientes
cualidades.
La información que necesitan los directivos varía con la naturaleza del trabajo
que efectúan y las metas que buscan. Como se vio en el ejemplo anterior, las
necesidades varían según el nivel de actividad. Un gerente de nivel superior
necesita por lo regular mucho menos detalles que otros de nivel más bajo o un
740 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 18.10
Otras formas de presentación
de la información.
FIGURA 18.11
Jerarquía de los sistemas de
información en un sistema de
información gerencial.
CONTROLES 743
1. Cálculo
2. Clasificación
3. Ordenación
4. Almacenamiento
5. Resumen
Esta actividad se repetirá muchas veces durante un solo día en casi to-
das las máquinas de cajero automático.
El alto volumen de transacciones bien entendidas relacionado con el ni-
vel operativo de una organización, lo mismo que la capacidad de los geren-
tes para desarrollar procedimientos específicos con los cuales manejarlas, a
menudo favorecen la implantación de la computadora. La mayor parte de
las firmas empieza a usarla porque necesitan desarrollar formas más efica-
ces y eficientes de procesar los datos concernientes a las operaciones. Los
procedimientos están integrados a los programas de computadora que
controlan la captura de datos, el procesamiento de detalles y el almacena-
miento y presentación de datos e información. Esto se aplica por igual a las
organizaciones pequeñas y grandes.
Al procesar los datos referentes a las transacciones, las computadoras
ayudan al hombre porque ofrecen rapidez y velocidad, además de que pueden
programarse para que sigan rutinas sin variación alguna. Una idea errónea
muy generalizada es que las computadoras desplazan a las personas; rara vez
sucede eso: muchas organizaciones descubren que al instalarlas también es
preciso contratar a más personal. Y además a las computadoras pueden asig-
nárseles las tareas que los empleados no quieren o no hacen bien, de modo
que pueden centrar su atención en otras actividades.
Para seguir con el ejemplo del banco a que nos hemos referido en páginas
anteriores, un sistema de informes financieros incluirá informes basados en
las actividades concernientes al nivel de transacciones. Por ejemplo, los fun-
cionarios de los bancos se valen sistemáticamente de informes sobre depósi-
tos y retiros en total y por sucursal. Con estos datos se mantienen informados
sobre el desempeño de cada sucursal. También les permite vigilar la razón
de préstamos hechos sobre los depósitos recibidos, el nivel de las reservas de
efectivo, el interés que se paga a los depositantes y otras medidas comunes
del desempeño.
La información comunicada suele combinarse con otro tipo de informa-
ción externa: detalles relativos a las tendencias económicas, demanda de prés-
tamos, tasa de gastos de los clientes y el costo de los préstamos obtenidos. Los
funcionarios bancarios pueden tomar entonces decisiones bien fundamenta-
das respecto a la tasa de interés que cobrarán en la siguiente semana por diver-
sos tipos de préstamo. Y también pueden determinar si deben aumentar la tasa
de los intereses que pagan a los clientes y con ello captar más depósitos. Todas
estas decisiones muestran una recurrencia frecuente, y también se prepara pe-
riódicamente la información que se necesita para adoptarlas.
Tipo de
decisión/ Control Planeación
tarea operacional Control gerencial estratégica Apoyo necesario
Estructura 1 4 7
Reordenación de Programación lineal Ubicación de Administrativo, procesamien-
inventario para la fabricación la planta to electrónico de datos o
modelos de la ciencia admi-
nistrativa
Semiestructurado 2 5 8
Intercambio de bonos Establecimiento de presu- Análisis de ad- Sistema de apoyo a las deci-
puestos de mercados para quisición siones
los productos de consumo capital
No estructurado 3 6 9
Selección de una Contratación de gerentes Desarrollo de Intuición humana
portada para la re- una cartera de
vista Time investigación y
desarrollo
FIGURA 18.12
Ejemplos representativos de aplicaciones en varios niveles de los sistemas de información. [Fuente: Peter G. Keen,
Decisión Support Systems, tabla 4-3, p. 87, Addison-Wesley Publ., 1978.]
CONTROLES 747
Para la Valco Industries, un sistema de apoyo a las decisiones sería útil para
estudiar el potencial de ventas y las consecuencias que en la mercadotecnia
tendría tratar de desarrollar nuevos mercados industriales. El sistema po-
siblemente contribuiría a realizar las estimaciones de ventas y utilidades, dos
áreas de gran interés. No obstante, a la postre los directivos usarán esta infor-
mación para tomar decisiones. El sistema de apoyo a las decisiones no pre-
tende reemplazar el juicio de los gerentes de la compañía.
Es importante señalar que en las organizaciones no hay uno sino varios sis-
temas de información gerencial. Desde el punto de vista estructural, ese tipo
de sistemas es un conjunto de sistemas de información de negocios. Pode-
mos pensar en un sistema para la mercadotecnia, otro para la producción,
otro para el personal y uno más para compras, por nombrar unos cuantos.
Dentro de cada una de esas funciones básicas de la empresa se advierten ac-
tividades de nivel de transacciones, toma sistemática de decisiones y la pre-
sencia de necesidades especiales de decisión.
Es natural que las diversas funciones de negocios en una organización
requieran el apoyo o soporte de los sistemas de información; de ahí la no-
ción de sistemas de información para áreas funcionales. Es así como los sis-
temas de información evolucionan en el seno de las empresas.
748 ADMINISTRACIÓN
Hardware
FIGURA 18.13
Resumen de algunos componentes de los sistemas más grandes de cómputo utilizados en las organizaciones. [Fuente:
Donald H. Sanders, Computers Today, 2a. ed. McGraw-Hill Book Company.]
La unidad aritmética y lógica realiza todas las manipulaciones, o sea las ac-
tividades aritméticas (adición, sustracción, comparaciones y otras opera-
ciones), y la unidad de control dirige el proceso.
Factor de ahorro Factores revelados por Hardware 1950 1960 1970 1975 1980's
Número de circuitos por pie cúbico 1000 100 000 10 millones Mil millones Muchos miles
de millones
Factores de velo- Tiempo para ejecutar una instrucción 300 micro- 5 microse- 80 nano- 29 nanose- 5 nanosegun-
cidad en el procesador central segundos gundos segundos gundos dos o menos
Factores de costo Costos (en centavos) para procesar 1 2800 100 2 1 Menos de .01
millón de instrucciones básicas de la
computadora
Factores de capa- Capacidad de almacenamiento prima- 20 000 120 000 1 millón 10 millones Más de 100
cidad de almace- rio (en caracteres) del procesador central millones
n amiento
Caracteres de almacenamiento secun- 20 más de 10 Práctica- Prácticamen-
dario en línea millones mil millones mente ili- te sin limites
mitados
Factor de confia- Tiempo promedio entre fallas de algu- Horas Decenas Cientos de Miles de horas Años
bilidad nos procesadores centrales de horas horas
FIGURA 18.14
Resumen de los adelantos en el hardware.
CONTROLES 751
Software
Datos
Nombre de archivos
de datos Región Importe Vendedor
California Telephone Oeste $ 2,877 Johnson
Manhattan Mdse. Este $ 685 Creen Programa en lenguaje de cuar-
Western Storage Oeste $ 2,006 Sanders ta generación
Southern Associates Sur $ 145 Brinkley
Boston Distributing Este $ 2,787 Albright VENTAS EN ARCHIVOS DE
Minneapolis Development Oeste medio $1,734 Swenson TABLAS IMPRIMIR NOMBRE
Illinois Bell Oeste medio $ 2,912 Bell E IMPORTE POR REGIÓN
Florida Management Sur $ 4,877 Westman SI EL IMPORTE ES MAYOR
Arizona Highways Oeste $ 104 Hernández QUE 1000 EN LA REGIÓN
Philadelphia Colonial Este $ 5,342 Dooley OMITIR LINEA
CONTROLES 753
Procedimientos
Estrategias de desarrollo
Prototipos
Los prototipos constituyen una alternativa ante el ciclo de vida del desarrollo
de sistemas. El prototipo es una versión funcional de un sistema de informa-
ción que se prepara para probar las ideas y características de un nuevo siste-
ma. No es un simple diseño en el papel, sino que consta de programas que
corren y producen una salida. Por otra parte, rara vez se trata de un sistema
completo. Lo más seguro es que falten muchos componentes.
La razón de los prototipos radican en la admisión de la imposibilidad de
identificar, incluso con el mejor análisis, los requerimientos de un sistema por
anticipado. Es posible que los usuarios no sepan si determinado conjunto de
información cubrirá sus exigencias hasta que la tengan y la apliquen a una si-
tuación real. Quizá descubran entonces que necesitan otra cosa.
Quizá los analistas no sepan el rendimiento técnico que darán ciertas
características y deseen probarlas en una versión funcional del sistema. Pero
se dan cuenta que no es necesario incluir todos los aspectos del sistema para
probar las características que desean evaluar.
En muchos sistemas de nivel de transacciones, como los relacionados
con las aplicaciones de contabilidad o de archivo, es posible identificar de
antemano las necesidades de presentación de informes. Este concepto se pa-
rece al de los procedimientos sistemáticos de operaciones a que nos hemos
referido antes.
En el caso de muchos sistemas orientados a la decisión y de nivel supe-
rior, tal vez sea imposible establecer todas las necesidades con anticipación.
Determinación de necesidades
1. Lograr una tasa de ocupación promedio por arriba del 70% del punto de
equilibrio
2. Reducir los costos de mano de obra en los departamentos de alimentos y
bebidas
3. Atraer huéspedes al hotel los fines de semana, cuando hay pocos hombres
de negocios que se hospeden en el
4. Mantener control sobre el despilfarro y la rotación de comestibles
5. Promover agresivamente los servicios de banquetes y de convenciones
que ofrece el hotel
6. Promover la imagen del hotel como un hotel céntrico de primera
categoría
FIGURA 18.16
Interacción entre elementos
de la organización
760 ADMINISTRACIÓN
FIGURA 18.17
Jerarquía de sistemas
distribuidos.
VALCO INDUSTRIES, INC.
(continúa de la página 728)
Sistemas expertos
RESUMEN
1. ¿Qué es un presupuesto?
2. ¿Qué son los costos fijos y variables?
3. ¿Cómo se prepara un presupuesto para programa?
4. ¿Cuáles son las características fundamentales de los presupuestos de
base cero y qué información se incluye en cada uno?
5. ¿Puede citar otros tres controles financieros y la información que apor-
ta cada uno?
6. ¿Qué es la información? ¿En qué difiere de los datos? ¿Qué importan-
cia tiene para los gerentes y la toma de decisiones? Sírvase de un
ejemplo para explicar su respuesta.
7. ¿Qué atributos debe reunir la información gerencial? ¿Difiere el signifi-
cado de esos atributos según la situación o entre los individuos?
8. ¿En qué difieren las necesidades de información de los gerentes operati-
vos y las de los de alto nivel? ¿A qué se debe esto?
9. Explique la relación existente entre tres tipos de sistemas de informa-
ción. ¿De qué manera suelen evolucionar?
10. ¿Qué son las transacciones en las organizaciones lucrativas? ¿Qué acti-
vidades comprenden?
11. ¿Quiénes son los usuarios de los sistemas de informes gerenciales? ¿Qué
tipo de informes se producen a través de esos sistemas?
12. ¿En qué aspectos difieren los sistemas de informes gerenciales y los de
apoyo a las decisiones? ¿Dependen ambos de los datos de transac-
ciones? Explique su respuesta.
13. ¿Cuáles son las unidades comunes de hardware en un sistema de cóm-
puto? ¿Qué función cumple cada una de ellas?
14. ¿Es más importante el hardware o el software para el procesamiento de
información? Explique la razón de su respuesta.
15. ¿En qué se distinguen los lenguajes orientados a procedimientos (como
COBOL y BASIC) y los lenguajes de cuarta generación?
16. Explique las dos estrategias para el desarrollo de los sistemas de infor-
mación. ¿En qué circunstancias es adecuada cada una?
17. ¿Qué es la determinación de necesidades? ¿Cuáles son las razones más
comunes para desarrollar un sistema de información?
18. ¿De qué manera la determinación de los factores críticos del éxito influ-
ye en el desarrollo de sistemas? Dé ejemplos de los factores críticos del
éxito?
19. ¿En qué formas los usuarios muestran resistencia contra la implanta-
ción de los sistemas de información? ¿A qué se debe la resistencia?
20. Explique las tendencias en la tecnología de la computación y su relación
con los sistemas de información.
768 ADMINISTRACIÓN
CASO
La Downtown Clinic
Preguntas
NOTAS
1
Véase, por ejemplo, "Zero-Base Budgeting: Peter Pyhrr Defends His Brain-
child", MBA Magazine, abril de 1977, pp. 25ss.; "Zero-Base Budgeting
Advocated by Carter, Used by Many Firms", The Wall Street Journal,
marzo 14 de 1977; "Zero-Base Budgeting Reportedly Off to Good Start",
Los Angeles Times, mayo 3 de 1978; Peter Pyhrr, Zero-Base Budgeting:
A Practical Management Tool for Evaluating Expenses (Nueva York:
John Wiley & Sons, Incorporated, 1973).
2
James A. Senn, Information Systems in Management (Belmont, Calif.: Wads-
worth Publishing Company, 1982), pp. 385-388.
3
J. F. Rockart, "Chief Executives Define Their Own Data Needs", Harvard
Business Review 91 (marzo-abril de 1979).
4
Ibíd.
5
Véase, por ejemplo, a Peger G. W. Keen, "Information Systems and Organi-
tional Change", Communications of the ACM 24 (L) (enero de 1981). pp. 24-
33; M. L. Markus, "Power, Politics, and MIS Implementation", Communica-
tions of the ACM 26 (6) (1983), pp. 430-444.
6
Gary W. Dickson y John K. Simmons, "The Behavioral Side of MIF", Busi-
ness Horizons, agosto de 1970, pp. 59-71.
7
J. A. Senn, "Essential Principies of Information Systems Development",
MIS Quarterly, 2 (2) (junio de 1978), pp. 17-26.
8
P. H. Winston y K. A. Pendergast (eds.), The AI Business, (Cambridge: MIT
Press. 1984).
Los siguientes casos usados en los capítulos El caso de los señores Evans y Harrison
se reimprimieron o adaptaron de fuentes (capítulo 4) es un extracto, con autorización
protegidas por los derechos de autor, previa de Douglas McGregor, de The Human Side
autorización. of Enterprise, capítulo 5, pp. 62-75.
El caso de la reunión mensual del Copyright © 1960 por McGraw-Hill Book
establecimiento de estrategias (capítulo 1) Company.
está tomado de Michael Maccoby, The
Camesman (Nueva York: Simón and Conceptos de los estadounidenses y
Schuster, 1976), pp. 142-147. Copyright© japoneses sobre objetivos (capítulo 4).
Michael Maccoby. Fuente: William Ouchi, Theory Z (Reading,
MA: Addison-Wesley Publishing Corporation,
Un gerente de nivel medio (capítulo 1). 1981), pp. 39-41.
Fuente: Leonard R. Sayles, Leadership: What
Effective Managers Really Do and How They El caso de Bristol-Myers (capítulo 5). Fuente:
Do it (Nueva York: McGraw-Hill Book "Bristol-Myers Bucks the Odds in Search of
Company, 1979), pp. 14-15. a Blockbuster Drug", Business Week, 29 de
octubre de 1984, pp. 136, 140.
El caso de la Hovey and Beard Company
(capítulo 2) es un extracto, con autorización El caso de Pennzoil (capítulo 5). Fuente:
de la editorial, de William F. Whyte, Money "Penzoil Squeezing Out Lube-Oil Profit to
and Motivation: An Analysis of incentives in Keep Cambling on Natural Resources",
Industry, pp. 90-96. Copyright © 1955 por Business Week, 21 de febrero, 1982, pp. 118-
Harper & Row, Publishers Inc. 119.
Sony Corporation (capítulo 2). Fuente: Caso "Buenos días, señor Kemper" (capítulo
Christopher Lorenz, "Sony Gives New Stress 6). Fuente: Richard Tanner Pascale y
to Design", The Straits Times, 14 de Anthony C. Athos, The Art of ¡apáñese
septiembre, 1983. Management (Nueva York: Warner Books,
Inc., 1981), pp. 136-137.
El grupo de reaseguro (capítulo 3). Fuente:
Keith Davis y William C. Frederick, Business Disminución de la productividad (capítulo
and Society, 5a. ed. (Nueva York: McGraw- 6). Fuente: Víctor H. Vroom, "A New Look at
Hill Book Company, 1984), pp. 44-55 Managerial Decisión Making",
772 CRÉDITOS DE LOS CASOS
El caso del departamento de ingeniería de El caso de Tom Walker (capítulo 12) está
pesos (capítulo 7) está adaptado, con adaptado, con autorización, de William F.
autorización, de un informe original de Jack Whyte, Men at Work, Richard D. Irwin, Inc.,
M. Youngs. Homewood, III., 1961 © , pp. 136-148.
El caso de la Paragon Advertising Agency Caso Ebasco (capítulo 14). Fuente: "How
(capítulo 8) está adaptado, con autorización Ebasco Makes the Matrix Method Work",
del autor y de The Society for Applied Business Week, 15 de junio de 1981, pp. 126,
Anthropology, de Arthur J. Kover, 131.
"Reorganizations in an Advertising Agency",
Human Organizaron, vol. 22, núm. 4, El nuevo procedimiento de auditoría
invierno de 1963-1964, pp. 252-259. (capítulo 14). Fuente: Leonard R. Sayles,
Leadership: What Effective Managers Really
El caso de los servicios de computación Do and How They Do It (Nueva York:
(capítulo 8) se reimprimió de Organizational McGraw-Hill Book Company, 1979), p. 154.
Strategy, Structure, and Process de Raymond
E. Miles y Charles C. Snow. Copyright © Una decisión de selección en Empire, Inc.
1978. Reimpreso con autorización de (capítulo 15). Fuente: William B. Werther,
McGraw-Hill Book Company. hijo, y Keith Davis, Personnel Management
and Human Resources, 2a. ed. (Nueva York:
El caso de la Xerox Corporation (capítulo 11) McGraw-Hill Book Company, 1985), pp. 199-
está adaptado, con autorización de 200.
MacMillan Publishing Co., Inc., de Cari D.
Jacobs, "Job Enrichment of Field Technical El caso del sistema de comunicación de
Representatives-Xerox Corp", en The Quality errores (capítulo 16) se adaptó de un
of Working Life, vol. 2., editado por Louis E. informe de Charles Lyter y se reimprimió
Davis, Albert B. Cherns y Associates. con autorización.
Copyright © 1975 por Louis E. Davis y
Albert B. Cherns. Caso de la Saturn Corporation de la General
Motoros (capítulo 17). Fuente; "How GM's
El trabajo de oficina puede ser divertido Saturn Could Run Rings around Old-Style
(capítulo 11). Fuente; Terence R. Mitchell, Carmakers", Business Week, enero de 25,
People in Organizations, 2a. ed. (Nueva 1985, pp. 26, 28.
ÍNDICE DE
NOMBRES
Abbott, Walter F., 132 Bavelas, Alex, 59, 417, 548 Calder, Bobby, J., 508
Adams, Stacy N., 418 Bazerman, M. H., 590 Campbell, J. P., 646
Aiken, M., 374, 549 Beckhard, Richard, 592 Caplan, Edwin H., 685
Albert, Kenneth J., 217 Bedian, A. C, 372, 592 Carey, Ernestine
Aldag, R. J., 644 Bell, Cecil H., Jr., 592 Cilbreth, 82
Alderfer, Clayton, 444, 461, 592 Bell, Gerald D., 297, 373 Carlyle, Thomas, 508
Aldrich, Howard, 297 Bendix, Reinhard, 55 Carpenter, M. James, 420
Alien, Stephen A., 326 Benne, Kenneth D., 592 Carrell, Michael E., 463
Alien, Thomas J., 419 Bennis, Warren C, 296, 590, 646
Alvares, K., 509 Carroll, Archie B., 120-123, 131
Bensman, Joseph, 218 Carroll, Stephen J., Jr.,130,174,644
Anderson, John C, 255 Benson, John, 589
Andrews, K. R., 217 Carruth, Eleanore, 217
Berg, Ivar, 644 Cartledge, A. N., 685
Ansoff, H. Igor, 217 Berg, P. O., 592
Argyle, M., 508 Carzo, Rocco, Jr., 417, 548
Bither, S. W., 416
Argyris, Chris, 82, 296, 396, 419, Caudill, William, 418, 420
Bittel, Lester, 37, 38
592, 618 Chandler, Alfred D., Jr., 326
Blake, Robert, 496, 510 Chapman, Robert L, 417, 548
Arlow, P., 131 Blanchard, Kenneth H., 491, 509
Armenakis, Achules A., 592 Chapple, Eliot D., 589
Blau, Peter M., 297, 373, 685
Arnold, Thurman, 206n. Chemers, Martin M., 509
Blomstrom, Robert L, 131
Aronson, E., 551 Cherns, Albert B., 590
Blood, Milton R., 460, 630
Arvey, R. D., 460 Blumenfeld, W. E., 172, 173 Child, John, 294, 297
Athanassiades, J., 550 Boulding, E., 589 Chin, Robert, 592
Atherton, R, 171 Bowers, David C, 686 Christie, L. S., 418, 549
Athos, Anthony C, 71, 72, 83,130, Boyatiz, Richard E., 461 Churchill, N. C, 684
551 Bridwell, Lawrence A., 461 Ciofi, F., 508
Atkinson, John W., 461 Brief, Arthur P., 644 Cochran, Philip L, 131
Brown, L. David, 589 Cohen, Arthur M., 417, 548
Babbage, Charles, 45, 81 Brown, Wilfred, 269 Cohen, Herb, 589
Bacharach, S., 549 Bruce-Briggs, B., 82 Collins, B. E., 417
Bacon, Paula C, 592 Coltrin, Sally, 508
Brummet, R. Lee, 686
Bales, R. F., 420, 508 Connolly, T., 548
Bryan, J. F., 172
Bamforth, K. W., 420
Bucalo, John P., Jr., 643 Cooper, W. W., 684
Barnard, Chester, 65, 83, 129, 372,
419 Budd, R., 550 Corey, E. Raymond, 326, 373
Buehler, Vernon M., 218 Cornuelle, Richard, 296, 590
Barnet, Richard, 684
Burck, Charles C, 172 Crites, D., 171
Baron, R. A., 590
Burnham, David H., 461 Cummings, L. L, 462, 646
Barrow, Jeffrey C, 506
Burns, James McGregor, 507 Cummings, T. C, 418
Barry, John R., 462 Burns, Tom, 273, 296, 326
Bass, Bernard M, 417, 506, 548 Buzzell, Robert D., 172 Dailey, Caries A., 646
Dalton, Cene W., 686
774 ÍNDICE DE NOMBRES
Dalton, Melville, 419 Flanagan, John C, 646 Hackman, J. Richard, 131, 417,
Daniel, D. Ronald, 326 Fleming, Louis B., 131 459, 615, 643
Darwin, Charles, 416 Fogli, L, 630 Hage, J., 374
Davis, James H., 417, 419 Follett, Mary Parker, 70, 496, 553, Haire, Masón, 460
Davis, Keith, 115,131,132, 606,607 567-569 Hall, Jay, 419
Davis, Louis E., 420, 571 Ford, Charles H., 174 Hall, R. H., 296
Davis, Peter, S., 217 Ford, Henry, 539 Hambrick, Donald C, 190, 199,
Davis, Ralph C, 372 Ford, Robert C, 159,173 217
Davis, Stanley M., 326, 327 Frederick, William C, 131,132 Hammer, T. H., 509
Day, Diana L, 199, 217, 218 Freeman, Michael, 644 Hampton, David R., 131, 417, 462
Deal, Terence E., 130 French, John R. P., Jr., 372, 686 Haney, William V., 551
Delbecq, Andre L, 296, 418, 549 French, Wendell L, 463, 592 Hare, Paul A., 420
Dent, James K., 172 Friedman, Milton, 112, 113, 131 Harris, Byron, 507, 550
Dess, Gregory C, 217 Friedman, Thomas, 171 Hartley, E. L, 418, 549
Dessler, Gary, 509 Frost, Robert, 254 Harvey, Edward, 296
DeVitt, H. William, 462 Fulmer, R. M., 216 Hawkins, Kevin, 216
Dewar, R. D., 373 Hazelhurst, Peter, 130, 131
Dickson, Gary W., 770 Heany, Donald F., 172
Dickson, William A., 55, 388 Gabarro, John J , 551 . Heise, G. A., 418, 549
Dimock, Marshall E., 151 Galbraith, Jay, 326, 374 Henderson, A. M., 296
Dittrich, John, 463 Gannon, M. J., 131 Henderson, Bruce D., 197, 217
Dochler, H. Peter, 509 Gantt, Henry L, 710 Henneman, Herbert G., III, 646
Dorfman, Peter W., 507 Gardner, C., 508 Herold, David M., 171, 551, 684
Dossett, Dennis L, 173 Gavin, J. F., 460 Hersey, Paul, 491, 509
Dowling, W. F., 590 Gelb, Richard L, 178-184 Herzberg, Frederick, 442-445, 462,
Downey, H. Kirk, 510 Gerth, Hans, 296 618
Dreher, George S., 643 Gerver, Israel, 218 Hickson, D. J., 297
Drucker, Peter, 3n., 31, 46n., 146n., Ghiselli, Edwin E., 460, 508 Hillier, Frederick S., 255
173, 420 Gibb, Jack R., 551 Hinnings, C. R., 297
Dubin, Robert, 88, 507, 592 Gilbreth, Frank, 49-51, 82, 692 Hofer, Charles W., 217
Duncan, Robert, 326 Gilbreth, Lillian, 49-51, 82, 692 Hoffman, L. R., 416
Ginter, J. L, 132 Hoffman, Thomas R., 255
Ginzberg, Eli, 590 Hofstede, Geert, 83, 105-110, 131,
Eells, Richard, 111n. Glanzer, Murray, 417, 548 167, 174, 287, 288, 437
Emery, F. E., 130, 590 Glaser, Robert, 417, 548 Holley, W. H., 646
England, George W., 172 Glueck, William F., 143, 152, 171, Homans, George C, 418
Etzioni, Amitai, 129 188, 218, 508 House, Robert J., 142n., 171, 462,
Ewen, R. B., 460 Ewing, Gottschalk, Earl c, Jr., 217 509
David W., 130 Gould, Rowland, 507 Howell, Jon P., 507
Gouldner, Alvin W., 418 Hsu, L. S., 81
Govindarajan, V., 218
Hughey, Ann, 508
Faucheux, C, 549 Graeff, Claude L, 509
Hulin, Charles L, 460, 630
Fayol, Henri, 63-66, 83, 343,348 Graen, G., 509
Humble, John W., 173
Feather, N. I, 461 Graham, Gerald H., 418
Greene, Charles N., 506 Hunt, James G., 506, 509
Feedman, Marcia, 644 Hunt, Raymond G., 296, 551
Greller, M. M., 551, 684
Fein, Mitchell, 644 Huse, Edgar F., 551
Griggs, W., 418
Ferber, Robert C, 254
Grimes, Andrew J., 297
Fiedler, Fred E., 484-491, 506
Gross, Edward, 419
Field, George, 255 Ivancevich, J. M., 174
Guest, Robert H., 419, 462
Field, H. S., 646
Guetzkow, H, 417, 549
Filley, Alan C, 142n., 171
Gulick, L, 83
Fink, C. F., 417 Jacobs, Cari D., 590
Gupta, Anil K., 218
Fischhoff, B., 548 Jago, Arthur G., 255
Gurnee, H, 417
Fisher, Roger, 589 Janis, Irving L, 219, 232-234, 255,
Gyellenhammar, Pehr G., 131, 420
Flamholtz, Eric C, 686 420
ÍNDICE DE NOMBRES 775
O'Donnell, Cyril, 373 Reeves, Tom Kynaston, 297 Sheridan, John E., 510
Okada, A., 685 Reinhold, Robert, 130 Sherman, Harvey, 326
Oldham, Creg R, 131, 624 Resnick, Susan M., 646 Shervin, Douglas S., 164, 174
Oncken, WilMam, Jr. 373 Revan, R. W., 419 Shetty, Y. K, 218
Ondrack, D. A., 462 Rhode, John Crant, 551, 684 Shils, E. A., 418
O'ReyllY, Charles A., III., 548, 549 Richetto, C, 550 Shoeffler, Sidney, 172
Orris, J. B., 509 Osborn, R. N., 510 Roberts, Karlene H., 550 Siegel, J. P., 372
Ouchi, William, 59-63, 82, 99n., Rockart, J. F., 769 Simet, D. P., 373
130, 174, 255 Roethlosberger, Fritz, 55, 388, 551 Simmons, John K., 770
Rogers, Cari R., 510, 536-537, 551 Simón, Herbert A., 417, 549
Rollo, J., 460 Simpson, R. L, 550
Parkinson, C. Northcote, 684 Roñan, W. W., 172, 373 Sims, Henry, P., 510
Parsons, Talcott, 129, 296 Rosenzweig, M., 548 Skinner B. F., 449, 451, 464
Pascale, Richard, 71, 72, 83, 130, Rothchild, A. R., 460, 549 Slater, P. E., 417
373 Rubén, B., 550 Slocum, John W., Jr., 510
Pate, Larry E., 592 Rubin, Irwin M., 461, 508 Smith, Adam,113, 643
Pavett, C. M., 38 Rué, Leslie W., 216 Smith, O. W., 460
Pendergast, K. A., 770 Rumelt, R., 326 Smith, P. C, 460
Pepinsky, Harod, 417, 549 Runyon, K. E., 510 Smith, R., 550
Pepinsky, Pauline, 417, 549 Ruskin, John, 644 Snow, Charles C, 194-196, 217, 288
Perot, H. Ross, 471-474 Ryan, Brenda J., 509 Solman, Paul, 171
Perrow, Charles, 150n., 283-286, Springate, David J., 326
297, 326 Stalker, C. M., 296, 326
Peters, Thomas, 71, 83, 130 Saari, L. M, 173 Star, Steven H., 326
Pfeffer, Jeffrey, 339, 372 Sackett, Paul R., 643 Staw, Barry M., 548
Phelan, J. D., 418 Salanick, C. R., 548 Stead, Bette Ann, 82
Pheysey, D., 297 Saltonstall, Robert, 373 Stedry, A. C, 173, 686
Phillips, J. R., 507 Sayles, Leonard R., 38, 374, 416, Steele, T. P., 173
Pinder, Craig, 161, 174 524, 526, 550, 589 Steens, R. M., 462
Pitts, R., 326 Schachter, Stanley, 461 Steers, Richard M., 172, 173, 685
Plag, J. C, 418 Schein, Edgar H., 57n., 83, 418, 646 Stewart, Rosemay, 9-12, 37
Pollard, Sidney, 81 Schendel, Dan E., 217 Stinson, John E., 510
Pond, Samuel B., III, 592 Schiemann, W., 549 Stogdill, Ralph M., 506
Pondy, Louis R., 513, 549 Schleh, Edward C, 173 Strauss, Ceorge, 82, 460, 592
Porras, Jerry J., 592 Schlesinger, Leonard A., 579, 581, Strodtbeck, F. L, 420
Porter, Lyman, 172, 459, 460, 548 582, 590 Sturdivant, F. D., 132
Porter, Michael F., 191, 217 Schmidt, Warren H., 498, 510 Sullivan, Jeremiah, 83
Preshus, Robert, 85n., 129 Schneider, J. A., 462 Summer, Charles E., 417
Prien, E. ?., 373 Schon, Donald A., 419 Susman, Cerald J., 460
Schonberger, Richard J., 724 Suttle, J. Lloyd, 461
Pringle, Charles D., 174
Schrage, Harry, 508
Pugh, D. S., 297 Szilaggi, Anfrew D., 510
Schrank, Robert, 419
Pyhrr, Peter, 769 Schriesheim, Chester A., 506, 509,
Pyle, William C, 686 510
Tagiuri, Renato, 550
Schuster, Fred E., 173 Tannenbaum, Robert, 498, 510
Schutz, William C, 416 Taylor, Bernard, 216
Quinn, Robert P., 460 Schwab, Donald P., 462, 646 Taylor, Frederick W., 46-49, 51, 63,
Scott, B., 326 Segal, J , 418 81, 372, 617, 692
Seiler, John, 67n. Taylor, Robert L, 592
Rahim, M. Afzalur, 590 Selznick, Philip, 171, 416, 507
Raia, Anthony P, 174 Terreberry, Shirley, 590
Senn, James A., 769, 770 Tezel, A., 171 Thomas, E. J., 417
Raiffa, Howard, 589 Shaw, Marvin E., 416-418, 549
Raven, B., 372 Thomas, Kenneth W., 561, 59o3
Shepard, Jon M., 460 Thompson, James D., 259, 297, 326
Read, W., 550 Sheppard, Harold L, 418
Reeser, Clayton, 326 Thompson, Paul H., 686
ÍNDICE DE NOMBRES 777
Thompson, Víctor A., 296, 373 Vidmar, N., 417 Werther, William B., 606, 607
Thorndike, E. L, 684 Von Allman, Erwin, 216 Wexley, K. N., 172, 646
Thune, S. S., 171 Von Bertalanffy, Ludwig, 66 Whetten, David S., 589
Tichy, N. M., 418 Von Clinow, M. A., 510 White, Sam E., 592
Tillman, R., Jr., 419 Whitehead, T. N., 418
Votja, George, 590
Toffler, Alvin, 95n., 96, 97, 130, Whyte, William F., 82, 418, 589
296, 334 Vroom, Victor H., 173, 236-242, Wickens, J. D., 174
Torrance, E. Paul, 420 255 Wigdor, L. A., 462
TOSÍ, Henry L, Jr. 173,174 Winston, P. H., 770
Tracy, L, 509 Wood, D. Robley, Jr., 171
Tregoe, B. B., 255 Wagner, Harvey W., 255 Wood, Robert A., 131
Trist, Eric L, 130, 420, 590 Wahba, Mahmoud A., 461 Woodward, Joan, 275-282, 296,
Turban, Efraim, 255 Wainer, Herbert A., 461, 508 297, 305, 326, 347
Turner, Arthur N., 460, 644 Walker, Arthur H., 308 Worthy, James, 372, 644
Tushman, Michael L, 518, 549 Walker, Charles R., 462
Walters, Roy W., 644
Walton, Clarence, 111n. Yankelovich, Daniel, 461
Udell, J. C, 372 Walton, Richard E., 590, 644 Yetton, Phillip, 255
Urey, William, 589 Wass, Donald L, 373 Yukl, C. A., 172, 507
Urwick, Lyndall F., 83, 348, 372, Waterman, Robert, Jr. 71, 72, 83,
589 130
Watson, Thomas, Sr, 470, 475, 476 Zaleznik, Abraham, 469, 470, 507
Ways, Max, 420 Zander, A., 173
Webb, Eugene J., 684 Zawacki, Robert A., 592
Vancil, Richard F., 187, 216
Webber, Ross A., 35, 372, 417 Ziller, R. C, 417
Van de Ven, Andrew H., 296, 374,
Weber, Max, 296 Zima, J., 550
549
Weirich, Heinz, 373 Zwerman, William L, 296
Van Fleet, David D., 372
Welles, Chris, 509
ÍNDICE DE
CASOS/
ORGANIZACIONES
General Foods, 271,408 McDonnell Douglas, 310, 697 Procter and Cambie, 61, 408, 470
General Motors Corporation, 17, McGraw-Hill Book Company, 752 Prudential Insurance, 408
99, 101, 148-150, 270, 271, McKinsey and Company, 71 Pushing Papers Can Be Fun, 457-
279,309,310,318, 320,349, Mallinckrodt Corporation, 146 458
350, Manville Corporation, 122-124,126
404, 408, 688-691, 695, 696, Matsushita Electronics, 98, 191,
698-701, 708 470, 474-475 Quaker State Mining Corp., 215
GMFANUC Robotics Corp., 690- Mayo Brothers Medical Clinic, 617
691 Maytag, 190
Great Adventure, 187 Great Memorex, 475 Reinsurance Pool, 127-128
Graphics International, 737- Merrill Lynch, 611, 613 Renault, 101
739 Reunión mensual del estableci-
Middle Manager, 35-36
Guardian Life Insurance Company, miento de estrategias, 4-10,
Midvale Steel Company, 46, 52
621-623 14, 23,
Mitsubishi, 101
26, 29-31, 274, 275, 559
Mobil Oil, 15 Road to Hell, 594-600, 628, 637-638
Monthly Strategy Meeting, 4-10,
Hallmark, 144, 145 16, 23-26, 29-31, 378, 380,
Hart and Bing, 543-547, 565 559
Harvard College, 203-206 Saab, 271
Moore Business Forms, Inc., 156- Safeway Stores, Inc., 313, 350
Hewlett-Packard, 61, 98, 144-145 157
Hilton Hotels, 694 Salk Institute for Biological Stu-
Hoffman-LaRoche Inc., 182 dies, 272
Hovey and Beard Company, 42-44, Sears Roebuck, 11, 270, 313, 347,
National Cash Register Corpora- 618
51, 58, 59, 66, 67, 69, 73-74, tion, 105
163,378,380,382,392,434, Servicios de computación, 322-324
New Auditing Procedure, 587-588 7-12
559, 625 New Principal, 503-505 Store, 91
New York Life Insurance Co., 694 Shell Oil Company, 187, 357
Northwest Industries, 357 Sistema de comunicación de erro-
IBM, 61, 98, 101,124-126, 320, 349, Norton Simón, Inc., 481, 534
350, 470, 475, 692 res, 676-682
Nuevo director, el, 503-505 Sony Corporation, 77-80, 102
Intel Corporation, 100 Nuevo procedimiento de audito-
International Graphics, 156-157 Suzuki, 101
ría, el, 587-588
International Harvester, 126, 692
International Telephone and Te-
legraph (ITT), 471, 521-522 Taco Bell, 94
O'Brian, Inc., 330-334, 338, 343,
Tandem Computers, 98
345, 351, 356, 362-366, 559,
563 Texas Instruments Incorporated,
Johnson and Johnson, 125-126, 153, 191, 271, 731
Office of Management and Bud-
183, 470 Textile Workers Union of America,
get, 732
334-335
Tom Walker, 466-469, 478, 482,
Keso Mining Corporation, 594 484, 490, 500-501, 519, 520
Paragon Advertising Agency, 300- Touche Ross, 98 Toyo Kogyo, 101
K-Mart, 11 307, 312, 315, 318, 321-322,
Korbel, 245-247 Kroger, 313 Twentieth Century-Fox, 223
333, 340, 345, 352, 453,
559, 564
Penn Central Transportation Com-
Lexington, Kentucky, First Security Un gerente de nivel medio, 35-36
pany, 146
National Bank, 124, 126 Union Bank, 192, 194-196, 288
Penney, J.C., 11, 656, 658, 662, 663
Libertyland, 187 LTV, 99 Union Carbide Corporation, 16
Pennsylvania Department of
United Airlines, 220-221, 229, 249-
Transportation, 284-286
250
Pennzoil Co., 211-215
McDonald's Corporation, 16, 91, United Artists, 223
Pepsi-Cola Company, 223
94,190, 320, 614-615 U.S. Steel, 350
Phillips Products Co., 102, 163-164
Universal, 223
Pizza Hut, 91
Upjohn Co., 183
Polaroid, 271
ÍNDICE DE CASOS/ORGANIZACIONES 781
Valco Industries, Inc., 726-730, Warner Communications, 482-483 Xerox Corporation, 14, 102, 426-
732, 734, 735, 738, 745, 747, Weights Engineering Department, 429, 436, 442-445, 454-453,
758, 764, 765 260-262, 265-266, 270, 271, 492,578, 580,619,620,622-
Valley Fair, 187 273, 274, 286, 289-290 625
Video TV, 242-247 Western Electric Company, 55-56
Visa International, 481 Westinghouse, 199
Volkswagen, 222-223 Willard Publishing Company, 292-
Volvo, 271, 405-407 294
Windansea Surfiboards, Inc., 86-
88, 96, 98, 100, 102, 275,
Walt Disney Productions, 187,198- 286, 580
199
ÍNDICE
ANALÍTICO
Afiliación, necesidad de, 441 zonas de indiferencia y acepta- Centros de evaluación en la selec-
Alta segmentación en la plane- ción y, 336 ción de empleados y de
ación estratégica, 191-193 candidatos a promoción,
Alta tecnología, tendencia a, 98-99 613-614
Ambiente, 94-101 Balance general, 735 Certidumbre (certeza):
adaptación de la organización Barreras: comunicación y, 536 evitación
al, 193-196 comerciales, 103-105 de incertidumbre y,
cambio en el, 96-100 de la comunicación, 528-532 109
complejidad del, 95-96 Barreras comerciales, 103-105 Ciclo de vida:
del sistema de producción, 694- de los productos, 198
Burocracia, 265-270
695 del desarrollo de sistemas, 754-
aspecto negativo de, 266-269
diseño organizacional y, 286-288 756
aspecto positivo de, 269-269
estructura organizacional y, Ciclo de vida del producto, 198
ideal de la, 269-270
306-307 Ciencia de la administración, 242,
rígida, como resultado de
impacto del, en los grupos, 380- 251
controles, 666 Círculos de calidad, 100, 715-716
382
Buropatología, 269 Colectivismo, 106, 108
implicaciones gerenciales del
100-101 Buscadores, 196-196, 288 Comités, 399-403
multinacional, 101-110 Complejidad del ambiente, 95-96
responsabilidad social de la or- Comportamiento, objetivos y, 151,
ganización por los efectos en, 153
Cadena de mando, 341-343
110-126 Comprensión, barreras de, 528-
Camarillas, 389
Amenaza(s), planeación estratégi- 532
Cambio:
ca y, 189 en el ambiente, 96-100 Compromiso, manejo de conflic-
Análisis ambiental en la plane- (Véase también Cambio organi- tos y, 567
ación estratégica, 187, 189 zacional) Computación para usuarios fina-
Análisis de contenido, 125 Cambio organizacional, 572-582 les, 762, 764
Análisis de equilibrio, 732-733 consecuencias de, para los ad Computadora(s):
Análisis de la decisión de inventa ministradores (gerentes), computación para usuarios fina-
rio, 246-248 les, 762, 764
572-576
Análisis de medios y fines, 229 enfoque de contingencias hardware para, 747-748, 761-762
Análisis del punto de equilibrio, de, 582 lenguaje de programación y,
732 estrategias para afrontar la, 748-749, 752
Análisis en la planeación estratégi 580-582 software para, 748-749, 752, 762
ca, 187, 189 proceso del, 576-578 Comunicación, 513-551
Analizadoras, 196, 196 resistencia al, 579-582 ascendente, 520-523
Apatía hacia el trabajo, 56 Cantidad económica de orden barreras del entendimiento y,
Aptitud ocupacional de buena fe (EOQ), modelo 706-707 528-532
(COBF), 610-611 Capacidad, dirección (administra descendente, 523
Árbol de decisión, 239-241, 245- ción) de las operaciones y, eficaz y buena, 528
246 698 emisión de mensajes y, 532-536
Asignador de recursos, el admi Capacitación (adiestramiento) pa- lateral y diagonal, 524-526
nistrador (gente) como, 30 ra la administración de per- necesidades de información y,
Autonomía como dimensión bási sonal, 614-615 514-516
ca del trabajo, 620 Capital como insumo de la produc- organizacional, 516-518
Autoridad, 334-346 ción, 702 recepción de mensajes y, 536-
cadena de mando y, 341-343 Carga vertical (incremento de 542
concepto clásico y de acepta autonomía), enriquecimien tecnologías de producción y,
ción sobre la, 335 to del trabajo y, 622 279-280
delegación de, 352-353 Castigo, 451 Comunicación proceso de la, 526-
funcional, 360-361 Centralización, 348-350 528
jerarquía de, 341-348, 363-364 tendencia a la descentraliza Concepción del liderazgo basada
tramo de control y, 345-348 ción, 99, 350-351 en la creación de una ima-
unidad de mando y, 343-345 Centralización y descentraliza- gen de la institución,
ción, 348-351 468-476
ÍNDICE ANALÍTICO 785
Concepción del liderazgo basado toma de medidas correctivas, 662 Datos para los sistemas de informa
en la influencia interperso- (Véanse también Control finan ción, 752-753
nal, 477 ciero; Producción y Control Decisión(es):
Conductismo (behaviorismo), 448- de inventarios; de producto, 702-703
454 Control de calidad) estructuradas, 744
aplicación del, 452-452 Control financiero, 728-735 inestructuradas o semiestructura
conceptos fundamentales del, análisis del punto de equilibrio y, das, 745
449-452 732-733
Decisiones de producto, adminis-
Conflicto, 559-571 estados financieros y, 734-735
presupuestos de base cero y, 731- tración de las operaciones
consecuencias del, 564, 566
732 y, 702-703
fuentes del, 562-564
presupuestos fijos y variables y, Decisiones estructuradas, 744
manejo del, 566, 570
728-730 Decisiones substantivas, 228
proceso del, 560-561
presupuestos por programa y, Defensores, 196, 288
Conglomerados, planeación estra-
730-731 Delegación, 351-356
tégica por, 186-187
razones financieras y, 735 hábil, 353-356
Consistencia (congruencia) en la
Coordinación, 329-374 pautas de la, 351-353
planeación estratégica, suficiencia en, 352
200-202 centralización y descentraliza-
ción y, 348-351 ventajas y condiciones previas de
Control, 25 la, 353
motivación y, 456 delegación y, 351-356
influencia y poder y, 336-341 Demandas, 11
Control de calidad, 666-716 Democracia, cambio en, 99-100
círculos de calidad y, 715-716 interdepartamental, 362-367
jerarquía de autoridad y, 341-348 Democracia participativa, tenden
estadístico, 714-715 cia a, 99-100
objetivos y, 713 naturaleza de, 332-334
staff y, 356-361 Democracia representativa, tenden
Control de costos, 716-717
Coordinación interdepartamental, cia a cambiar la, 99-100
Control de inventario, 706-707
362-367 Departamentos de línea, 358
[Véase también Producción y
Corporaciones multinacionales, relaciones staff con, 359-360
control de inventarios)
101-110 Departamentos staff (de apoyo),
Control de la producción del inven-
factores ambientales que afectan 357-358
tario, 703-713
a las, 102-110 Desarrollo de sistemas, ciclo de vida
planeación maestra y, 705-706
Costo(s): del, 754-756
programación y control de las ac
tividades de la producción y, asociados con los inventarios pe- Desarollo organizacional, 582-586
708-713 didos, 247 aplicación de, 584-585
pronósticos y, 704-705 equivalentes anuales, 702 estado actual del, 586
sistemas MRP y CRP, 707-708 fijos, variables y totales, 732 técnicas de, 583-584
Control de proceso, 228 social, 116-119 Descentralización, 348-351
Control(es), 648-686 Costo anual equivalente, 447-448 tendencia a, 99
consecuencias disfuncionales del, Costos de mantenimiento de inven- Descripción, comunicación y, 533-
665-668 tario, 275 534
comunicación y, 534-535 Costos de pedidos, 247 Desempeño:
creativo, 668-671, 674 Costos fijos, 732 comparación de, con los estánda-
de costos, 716-717 Costos totales, 732 res (normas), 662
delegación y, 355 Costos variables, 732 efecto del control en, 663-665
del sistema de producción, 694 Costos y beneficios sociales, 12, evaluación del (véase Evaluación
efecto de, en la motivación y el 119 del desempeño) financiero,
desempeño, 663-665 Cultura: 125-126
establecimiento de estándares administración por objetivos y, grupos y, 393-394
(normas), 654-654 160-161 medición del, 654-658
medición del desempeño, 658-660 corporativa, 160-161, 470-476 organizacional, líder y, 469-470
pasos en, 651-662 definición de, 105 teoría de las expectativas y, 445-
proceso, 715 técnicas creadoras de la, 471-476 447
retroalimentación, 66o-662 Cultura corporativa, 470-471 Desempeño financiero, responsabi
sitio (locus) de, teoría de camino- Curva de la experiencia, reducción lidad social y, 125-126
meta y, 496 de precios de la, 191 Desmotivación, control y, 667-668
786 ÍNDICE ANÀLÍTICO
Desplazamiento de metas, control Doctrina del trabajo terminado Escuchar empáticamente, 539-540
y, 666-667 por el personal staff, 353- Esfuerzo, teoría de expectativas y,
Determinación de necesidades para 355 445-446
el desarrollo de sistemas de Dominio: Especialización, 615-618
información gerencial, 757- individual, en grupos, 401 de la administración, 16-22
759 manejo de conflictos y, 567 desventajas de la, 618
Devaluación, corporaciones multi- ventajas de la, 615-618
nacionales y, 103 Espontaneidad, comunicación y,
Diagnóstico en la planeación estra- Economía: cambios en la, 99 535
tégica, 187,189 corporaciones multinacionales Estado de resultados, 734
Diagnóstico organizacional en la y, 103 Estados de la naturaleza, 242-245
planeación estratégica, 189 Economía mundial, tendencia a Estados financieros, 734-735
Diagrama de instalaciones, direc- una, 99 Estándares (normas):
ción de las operaciones y, Economía nacional, tendencia a comparación del desempeño
698-699 una economía mundial, 99 con, 662 de calidad, 713
Diagrama de las instalaciones, 698 Efecto Hawthorne, 55-56 de tiempo, predeterminados,
Diagrama de redes, 711 Eficacia: 701
Diagrama de sitios fijos de trabajo, de la administración por establecimiento de, 713
698 objetivos, 159-160 históricos, 701
Diferenciación en la planeación planeación y, 142-144 para el control de costos, 716-
estratégica, 190 Empatia, comunicación y, 535-536 717
Diferencias culturales en las necesi- Empresario, el administrador co
Estándares de tiempo predetermi-
dades, 436-438 mo, 29
nado, 701
Diferencias individuales en las nece- "Encuesta para diagnosticar el tra
Estándares históricos, 701
sidades, 438 bajo" (EDT), 623
Estatus, los, en grupos, 389
Diferencias subculturales en las ne- Encuestas salariales, 634-635
Estilos de liderazgo:
cesidades, 437-438 (Véase también Administración
medición, 488
Dimensiones básicas del trabajo de la compensación)
situaciones y, 484-491
(puesto), 61»620 Enfoque de contingencias, 69-71,
Estrategia(s), 242-245
Dirección, 23,194 271-275
comunicación y, 535
motivación y, 453-456 de la resistencia al cambio, 582
concepto de, 183-184
Dirección de recursos humanos, personas y, 274-275
controles y, 667
59^646 tarea y, 272-273
diseño organizacional y, 288-289
Discriminación, evitación de la, Enfoque de sistemas, 66-69
estructura organizacional y,
610-611 Enfoque de sistemas sociotécni-
304-305
Diseminador, el gerente como, 28- cos, 405 para afrontar la resistencia al
29 Enlace, el gerente como, 27
cambio, 580-582
Diseño de proceso, 699 Enriquecimiento del trabajo (pues
para el desarrollo de los siste-
Diseño del producto, 699 to), 619-625
mas de información gerencial,
Diseño del trabajo: apertura de los canales de retro- 754-761
enriquecimiento del trabajo y, alimentación y, 622-623
Estrategia de crecimiento, 288
619-625 combinación de tareas y, 620-
Estrategia de estabilidad, 288
especialización y, 615-618 621
Estrategias genéricas en la plane-
Diseño organizacional, 259-297 diagnóstico del, 623-625
ación estratégica, 190
ambiente y, 286-288 dimensiones básicas del trabajo
Estrellas, 196,198-200
estrategia y, 288-289 y, 619-620
sistemas administrativos y, 264- establecimiento de relaciones Estructura del poder, integración
275 con clientes y, 622 de la administración por
tecnología y 275-286 formación de unidades natura objetivos en, 161-162
Disonancia cognoscitiva, equidad les de trabajo y, 621-622 Estructura organizacional, 299-327
y, 448 problemas de realización ambiente y, 306-307
Disposición del equipo y los traba- (implantación) de, 625 aportaciones de, 304
jadores de acuerdo con el Entrevistas en la selección de per estrategia y, 304-305
producto, 698 sonal, 613 funcional, 307-309
Distancia con el poder, 108-109 matricial, 315-318, 364
ÍNDICE ANALÍTICO 787
Presupuestos variables, 728-730 Puestos (trabajos), análisis de, 633 efecto de, en la motivación y el
Probabilidad, matriz de resultados administración científica y, 46- desempeño, 664
y, 243 48 en el control, 658-662
Problema administrativo, 193-194 enriquecimiento del trabajo y,
Problema de identificación de los 622-623
supervisores, 13-14 Racionalización, comunicación y, Reuniones, coordinación interde-
Problema de ingeniería, 193 532 partamental y, 364
Problema empresarial, 193 Razones financieras, 735 Ringi en Japón, 239
Problema(s), definición de, 224-227 Reactores, 196,196 Rotación de personal, relaciones
Procedimiento de operaciones es Reclutamiento, 606-607 humanas y, 54-55
tándar, 208, 743 Recuperación de inversión, 702
Procedimiento(s), 208-209 Recurso(s) como fuente de conflic-
Procesamiento distribuido, 762 to, 564 Salir del paso, 224
Procesamiento lineal, 66-68 Recursos humanos como insumo Sanciones en grupos, 392
Procesamiento vigilante de infor de la producción, 699-701 Satisfacción de miembros del gru-
mación, 232-236 Red de objetivos, 149 po, 392-393
Proceso (procesos) gerencial, 22-25 Redes, tendencia al empleo de, Satisfacción suficiente, 224
concepto de las actividades de 100 Seguridad, responsabilidad social
trabajo comparado con, 31-34 Reducción de la curva de costos, y, 117
Producción: 191 Selección, 607-614
artesanal o por unidad, 275-277, Reforzamiento; intermitente, 452 evitación de discriminación en,
284 positivo y negativo, 449-451 610-611
automatizada o de proceso, 277 programas de, 452 medios utilizados en la, 611-614
diseños eficaces y, 280-282 Reforzamiento negativo, 449-451 Sentimiento en grupos, 386-387
exigencias situacionales, 278-280 Reforzamiento positivo, 449 Sistema de transformación, 193
insumos de, 692, 699-701 Reglas, 209-210 Sistemas administrativos, 264-275
mecanizada o en masa, 275-277 coordinación interdepartamen- adhocracia, 270-271
programación de, 706, 708-713 tal y, 363 burocracia, 265-270
sistemas flexibles y robóticos en, Rejilla (grid) gerencial, 497-498
695-696 (Véase también enfoque de contingencias de
Relación de control, 519 los, 271-275
Administración Relación de flujo de trabajo, 519 medición de, 669-671
de las operaciones) Relación de monitoreo, 519 Sistemas de apoyo (soporte) a las
Productividad, 695 Relaciones con el cliente, enri- decisiones (DSS), 745-747
relaciones humanas y, 54-55 quecimiento del trabajo y,
Programa maestro de producción, Sistemas de información gerencial
622 (MIS), 227, 741-747
706 Relaciones de líneastaff, 359-360 alcance de, 747
Programación de las actividades de Relaciones humanas, 52-63 componentes de, 747-754
producción, 706, 708-713 Relativismo cultural, 110 desarrollo de, 754-761
Programación lineal, 248 Representante, el administrador determinación de y, 132-135
Pronósticos para el control de la como, 26
producción, 704-705 estrategias para, 754-757
Requerimientos de las decisiones, impacto (repercusión) de, 757-
Propiedad morfogenética, de la or- tecnologías de la produc- 759
ganización, 94 ción y, 280 sistemas de apoyo (soporte) a
Prototipos para el desarrollo de los Responsabilidad social, 110-126 las decisiones, 745-18
sistemas de información desempeño financiero y, 125- sistemas de procesamiento de
administrativa 126
Provisionalismo, comunicación y, transacciones, 741-744
ideas sobre, 111-120 sistemas, informes (reportes) a la
536 niveles del, 120-125 dirección, 74-745
Proyección, comunicación y, 533 Restricciones, 11 tendencias en, 77-765
Proyecto, 710-711 Retroalimentación: Sistemas de informes a la direc
Pruebas de la selección, 611-613 barreras de la, 532 ción, 744-745
Puesto (trabajo), determinación de como dimensión básica del tra- Sistemas de procesamiento de
los requisitos del, 137-139 bajo, 620 transacciones, 811-744
ÍNDICE ANALÍTICO 791