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 Relación médico-paciente desde la perspectiva antropológica:

La formación profesional en el área de la salud ha de favorecer la realización de juicios


morales que permitan enfrentar la vida con dignidad comprendiendo al paciente como
persona, apoyándose en la propia consciencia moral que aprueba vivir y ayudar a vivir a
otros. Dentro de una perspectiva antropológica, la relación entre médico-paciente puede
influir tanto en el curso de la enfermedad como de la eficacia del tratamiento, pues, las
habilidades relacionales son fundamentales para establecer un contacto humano, de empatía
y calidez con el paciente.
La relación médico-paciente era tan natural en la práctica de la medicina que no se hablaba
de ella. No se escribía. Se consideraba un hecho su existencia como base del trabajo del
médico con el enfermo, principio de lo que después se describió como el encuentro de una
conciencia con una confianza. La relación de confianza entre dos seres humanos ha sido
capaz de lograr muchas curaciones. En la relación médico-paciente, el médico debe estar
consciente de que el paciente no tiene dañado solo un órgano, sino que enferma de manera
integral. Por ello, debemos reflexionar que el enfermar conduce a sufrir. En ocasiones se
padece mucho más de lo que está enfermo y no debe olvidarse que cuando un paciente
enferma de algo grave, enferma con él la familia. Por todo ello no es vano recordar aquella
vieja conseja médica que señala: “El médico cura, algunas sana, pero siempre debe
consolar”.
El conocimiento del profesional que ha adoptado la antropología es de fundamental
importancia para la medicina ya el paciente no se ve como un objeto de estudio, sino que el
enfermo es comprendido, respetado y apreciado como se merece todo ser humano. La
relación médico-paciente, por centrarse en uno de los aspectos más importantes del hombre
como lo es la salud, se ha ido ampliando poco a poco al ámbito de las leyes, el mercado y la
política. Sin embargo, no puede negarse que detrás de cada relación humana hay una visión
de lo que es el hombre y el sentido de la vida, el dolor y la muerte.
Una visión antropológica que deriva en concebir al médico como un prestador de servicios
y al paciente como un cliente, originándose una relación contractual y no una relación de
tipo personal. . El desarrollo de una profesión está sujeta a la posibilidad del servicio y tal
debe ser la motivación del actuar médico. Ello debe ser acompañado de una adecuada
reflexión sobre la enfermedad y el enfermo y del reconocimiento que el hombre goza de
trascendencia, lo cual se extiende más allá de todo ámbito temporal dentro del que se sitúa
la medicina.
https://www.medigraphic.com/pdfs/cirgen/cg-2011/cgs112c.pdf
http://www.bvs.hn/RMH/pdf/2004/pdf/Vol72-3-2004-8.pdf
http://bases.bireme.br/cgi-bin/wxislind.exe/iah/online/?IsisScript=iah/
iah.xis&src=google&base=LILACS&lang=p&nextAction=lnk&exprSearch=318136&indexSe
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