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 ¿Qué es la autonomía para ti?

Los individuos en las organizaciones toman decisiones. Es decir, eligen entre dos o más
alternativas. Por ejemplo, los altos directivos determinan las metas de su empresa, cuáles
productos o servicios ofrecer, cómo financiar del mejor modo las operaciones o dónde ubicar una
planta nueva de manufactura. Los gerentes de niveles medio y bajo determinan los programas de
producción, seleccionan a los empleados nuevos y deciden cómo han de darse los aumentos de
salario. Por supuesto, tomar decisiones no es exclusivo del personal directivo. Los empleados
que no están en ese nivel también toman decisiones que afectan sus trabajos y a las
organizaciones para las que trabajan. Las decisiones más obvias consisten en ir o no a
trabajar cualquier día dado, cuánto esforzarse una vez en el trabajo, y si obedecer o no una
petición del jefe.
Además, en los años recientes una cantidad cada vez mayor de organizaciones ha cedido poder a
sus empleados no administrativos, con autoridad para tomar decisiones relacionadas con el
trabajo que históricamente estaban reservadas a los gerentes. Por tanto, la toma de decisiones
individual es parte importante del comportamiento organizacional.
“La única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que haces – Steve Jobs”
¿Qué es la autonomía laboral?
La autonomía laboral es la libertad que se le otorga al empleado para controlar determinados aspectos
de su actividad profesional en la empresa. Esto puede hacer referencia a la flexibilidad de horarios, a la
toma de decisiones sobre cómo ejecutar sus tareas, a las herramientas a utilizar o a la autogestión del
tiempo.

El hecho de otorgar al trabajador estas libertades y de cederle la capacidad de decisión sobre


determinados asuntos, conduce a un mayor nivel de confianza, una mayor creatividad, un
incremento de la proactividad y una implicación más significativa del trabajador en todos los
asuntos concernientes a la empresa
¿La autonomía es solo una moda?
La satisfacción de los trabajadores es, sin duda, uno de los factores que más afecta a la
productividad de la empresa. Cuando los empleados se sienten valorados e independientes
aumenta su sensación de bienestar y rinden más y mejor. Así, la concesión de una mayor
autonomía a los empleados puede ser un refuerzo fantástico para el equipo.
Dicho esto, se puede intuir que unos colaboradores más autónomos se traducen en empresas más
exitosas, ágiles, resilientes y centradas en el cliente, por lo que facilitar la autonomía a los
trabajadores fomenta su sentimiento de pertenencia a la organización, lo que impulsa su
compromiso y hace que sientan que juegan un papel clave en la toma de decisiones y por ende,
en la consecución de los objetivos empresariales. Por esta razón no podemos decir que hablar de
autonomía en las empresas es solo una moda, sino una estrategia real para aumentar el bien estar
y la productividad del colaborador.
Beneficios de la autonomía para el trabajador
El trabajador percibe la sensación de tener una mayor autonomía como un hecho positivo, lo cual
repercute en gran medida en su felicidad. Esto se deriva, principalmente, de que se siente mucho
más valorado, de modo que su autoestima se ve reforzada y, con ello, también su sensación de
éxito profesional. Además, si la libertad concedida está relacionada también con sus horarios,
tendrá más facilidades de conciliación, lo que hará que se sienta más cómodo en la compañía.
Beneficios de la autonomía para la empresa
La autonomía laboral incide favorablemente en la empresa y se puede destacar cuatro aspectos
fundamentales:

– Compromiso: El trabajador es partícipe de parte de las decisiones de la empresa así como del
éxito y productividad de su compañía. Esto hace que abrace la cultura empresarial y tenga un
mayor sentimiento de pertenencia, lo cual genera equipos más fuertes y colaborativos que
consiguen mejores resultados.

– Motivación: Un empleado que gestiona su trabajo asume de forma personal los resultados o
consecuencias de sus decisiones, lo que conduce a que sea más responsable y luche por alcanzar
sus metas con mayor ahínco. Si siente que tiene el respaldo de la empresa, podrá conseguir más
fácilmente todo lo que se proponga.

– Implicación: Cuando el trabajador tiene mayor independencia se identifica más con la


empresa y se siente parte de ella, así que pone todos sus esfuerzos en perseguir el éxito para su
compañía.

– Rendimiento: Este factor es, en realidad, la suma del conjunto. Si el trabajador está más a
gusto, más cómodo y más satisfecho con su trabajo, rinde mucho más, lo cual repercute de forma
muy positiva en la productividad de la compañía.

Con la gran cantidad de argumentos expuestos se puede afirmar que es muy buena idea conceder
una mayor autonomía a los empleados. Si quieres hacer algo bueno por tu empresa, no dudes en
confiar en tus trabajadores. Aplicando esta nueva forma de trabajo, harás crecer a tu equipo.
¿Cómo se puede impulsar el autodesarrollo y la autonomía de los colaboradores?
La autonomía laboral no significa dejar que los colaboradores hagan lo que quieran, se trata de
concederles la confianza suficiente para que se sientan valorados por la empresa y desarrollen
todo su potencial por lo cual debemos tomar en cuenta dos elementos esenciales para poner en
práctica una buena autonomía laboral.
1. Apoyo a la autonomía
El apoyo a la autonomía laboral se basa en el sentimiento, por parte del empleado, de sentirse
respaldado al momento de realizar su trabajo. Es la sensación del trabajador de tener, bajo su
control, la elección de realizar aquellas actividades en las que mejor se puede desenvolver.
En este punto, es fundamental la labor de la persona a cargo ya que tienen las herramientas para
defender u oponer esta conducta laboral. Se recomienda avalar la autonomía de los
colaboradores; evita que los empleados se sientan frustrados o presionados y dótalos de las
herramientas necesarias para que puedan explotar todo su potencial.
· Ponte en el lugar del trabajador: empatizar es fundamental para apoyar la autonomía
de los colaboradores. Estamos seguro que no te gustaría que nadie limite tu capacidad de
actuar en el entorno laboral.
· Exhorta a tus colaboradores a que compartan sus pensamientos sobre temas
laborales: en un mundo corporativo que busca humanizarse cada vez más, es muy
importante que el empleado se sienta parte de un entorno laboral en el que puede expresar
sus ideas, sin sentirse juzgado o criticado por dar su opinión.
· Demuestra que eres paciente y no te desesperes: si ves que una tarea se complica para
algún empleado, tranquilo. Tienes que dar tiempo para que se fomente el autoaprendizaje
y ser una guía para el trabajador. Explica las cosas lo más claro y conciso que puedas y
verás que la actividad pasará a ser casi un proceso automático para el colaborador.

2. Cumplimiento de la autonomía
El cumplimiento de la autonomía de los colaboradores representa el sentimiento de un empleado
cuando está comprometido con la labor que está haciendo dentro de la empresa, en lugar de
sentirse obligado o presionado a culminar con sus tareas. Esta sensación también pasa por el
hecho de sentirse valorado por los supervisores y superiores.
Ambas concepciones son necesarias para hacer sentir satisfechos a los empleados con su rol
dentro de la compañía. Y el cumplimiento de la autonomía en el ámbito del trabajo es un punto
clave para impulsar la labor de los trabajadores.

La toma de decisiones ocurre como reacción a un problema. Es decir, hay una discrepancia entre
el estado actual de la realidad y algún estado deseable, por lo que se requiere considerar cursos
de acción alternativos. Pero la manera en que los individuos toman decisiones en las empresas y
la calidad de sus elecciones finales está influida en mucho por sus percepciones.
Por ejemplo, Una gerente quizá vea la disminución de 2% de las ventas trimestrales de su
división como un problema serio que requiere atención inmediata. En cambio, su contraparte en
otra división de la misma empresa, que también tuvo una baja de 2% en las ventas, tal vez lo
considere aceptable. Lo anterior significa que la existencia de un problema y la necesidad de
tomar una decisión es un asunto de percepción.
Además, cada decisión requiere la interpretación y evaluación de información. Es común que los
datos se reciban de fuentes múltiples y que se necesiten seleccionar, procesar e interpretar. Por
ejemplo, ¿cuáles datos son relevantes para la decisión y cuáles no? Serán las percepciones de
quien tome la decisión las que respondan esta pregunta. Se desarrollarán alternativas y será
necesario evaluar las fortalezas y debilidades de cada una. Una vez más, como las alternativas no
vienen con “banderas rojas” que las identifiquen como tales o con sus fortalezas y debilidades
enunciadas con claridad, el proceso de percepción de quien toma la decisión tendrá mucho que
ver en la elección final. Por último, es frecuente que en todo el proceso de decisión surjan
distorsiones de percepción que tienen el potencial de sesgar el análisis y las conclusiones.

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