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Lynne Pepall
laifts University
Daniel J. Richards
Tufts University
George Norman
Tufts University
Revisión técnica
Australia o Brasil o Canadá o Espafía Estados Unidos o Wl6xico o Reino Unido o Singapur
I1 Parte Uno
Prefacio xvi
Fundamentos
Capítulo 1 La organización industrial:
(Qué,cómo y por qué? 3
1.1 {Qué es la organización industrial? 3
1.2 Cómo se estudia la organización industrial 5
1.3 Por qué: los monopolios y la teoría de la organización
industrial 6
1.3.1 La Rnuevauley Sherman y el análisis de dominancia
estructural 10
1.3.2 La marea cambia de nuno: la escuela de Chicago
y más allá 11
Resumen 14
Problemas 15
Referencias 16
Apéndice: Extractos clave de la legislación antimonopolio 17
Resumen 43
Problemas 43
Referencias 45
Contenido v
Resumen 79
Problemas 79
Referencias 8 1
Resumen 159
Problemas 159
Referencias 160
Apéndice A: Elección de ubicación con dos tiendas 16%
Apéndice B: La elección de precio del monopolista cuando
sus tiendas tienen costos diferentes 162
Resumen 190
Problemas 19 1
Referencias 192
Apéndice: Prueba Formal de la ineficiencia inducida por la
comercialización de bienes complementarios por
monopolistas separados 193
I
c a p i d o 19 Restricciones verticales que no
tienen que ver can Los precios 482
19.1 La competencia corriente arriba y la distribución exclusiva 4g2
19.2 h s arreglos de venta y territorios exclusivos qgq
Contenido xi
Resumen 583
Problemas 583 I
Referencias 58 5 1
1
Glosario 666
índice 669
Lynrie Pepali es profesora asociada de econoi-riía en Tufis University. Se graduó en matemáti-
cas y economía por el Trinity College, en la Universidad de Toronto, y realizó sus estudios de
doctorado en economía por la Universidad de Cambridge, Inglaterra. Ha escrito numerosos
ensayos sobre organización industrial, que se han publicado en Economic Journal, Journal of
Industrial Economics, International Journal of Industrial Organization, Journal of Economics
and Management Strategy, Review of Industrial Ovganization, Canadian Journal of Econo-
mics y Economica. Ha impartido organización industrial y microeconomía en los niveles de li-
cenciatura y posgrado en Tufts University desde 1987. También fue directora del programa
Writing Across tbe Curriculum de la misma universidad, que trabaja con personal académico
de todas las disciplinas para desarrollar métodos didácticos basados en el uso de la redacción
como herramienta de pensamiento y aprendizaje.
1 AECONOCIMIENTOS
Ya antes hemos expresado que los autores son sólo una de las fuentes de un libro como
éste. Nuestros estudiantes en Tufts y MIT/Sloan han sido de gran ayuda y les debe-
mos muchos agradecimientos. Además, los comentarios de los revisores formales y
muchos otros que han utiiizado este libro, han sido muy grat5cantes y valiosos. Han
ofiecido un estimulo considerable respecto de lo que hemos tratado de hacer y suge-
rencias apreciables sobre lo que podríamos mejorar. Este grupo incluye a:
En este grupo, Ame Hallan, Sheri A ~ g m ayl ~ebashisPal merecen nuestra gra-
. titud especial por su trabajo en las sucesivas ediciones del Manual del Instructor.
A@ en Tufts, Lydia Bonaventura nos dio, como siempre, una ayuda secretarid so-
bresaliente. El personal editorial de Thomson Business and Professional Publishing,
especiaiinente Jennifer Baker y Michael Worls, aportaron una guía editorial excelente
Desde luego, tenemos la mayor deuda con los miembros de nuestras familias.
Lynne y Dan desean agradecer a sus hijos, Benjamin y William, por su buen humor,
paciencia y la independencia que muestran cada vez más. A George le gustarLa agra-
decer a su esposa Margaret por SU amoroso apoyo. Su paciencia, ayuda, sentido del
humor e inspiración' son indispensables en su trabajo.
Así que, por éstas y otras innumerables razones, les dedicamos con amor este libro.
Comenzamos nuestro esnidio de la organización industrial revisando los bloques básicos de
constnicción del análisis de mercado. En el primer capítulo se ofrece un mapa para la tota-
lidad de esta avenwra. Aquí exponemos el pr@ósito esencial de nuestro análisis, es decir, la
investigación de la conducta de la empresa y los resultados en mercados que son imperfec-
-ente competitivos. Describimos la forma en que ha evolucionado el marco de análisis
. con el paso del tiempo y óptica a través de la cual se estudian actualmente estos mercados.
~1 marco de hoy día, el cual se adopta a lo largo de todo el libro, destaca la interacción es-
tratégica como la característica más notable de la competencia imperfecta.
En el 2 revisamos los aspectos microeconórnicos básicos de aquellos mercados
en que la interachón estratégica tiene paco o nada que ver. Estos son i'os casos polares de la
competencia perfecta, en que cada empresa es,-tan pequeña que sus acciones no repercuten
en nin& rival, y el de monopolio puro, en que hay una soh empresa, por lo no hay
rival al que sus acciones pudieran afectar. Un estudio de estos dos casos nos permite intro-
ducir 10s elementos básicos del análisis de mercado, por ejemplo, las curvas de demanda, re-
laciones de costos, etc. También identifica una preocupación importante tanto de e c o n o h a s
como de quienes f o r m u b las políticas g'~bernamcndes,es decir, !a explotación del poder.
de y la eficiencia O pérdda de peso muerto que éste puede imponer a la so-
a m o nos interesa la explotación del poder de mercado, en el c a p í d o 3 nos ocupamos
en especial de la forma en que podrirnos identificar aquellos mercados en que este poder
puede volverse un problema. Para lograrlo necesitamos algún modo de medir la esm-
de mercado O poder de monopolio. De acumdo con ello, en el capítulo 3 exploramos la na-
maleza de distintas me- de la estructura indusvial así como los elementos de juino y
las notas de advertencia que k s acompañan.
Por último, m el capítulo 4 nos volvemos hacia la oferta y, especifiicmente, a un maisis
de costos. Alenos procesos producávos gozan de econodas de esc& tan grandes que en
estos mercados el monopolio es un resultado nahlal. De manera saar, algunasoécnicas
de producción son tales q i e es menos C<wtOsopara una empresa pro da lila^ muchos produc-
tos diferentes, pero relacionados, que concentrarse s61o en mercmcia como se supone
en el caso del libro de texto básico. 'Antes de explorar la interacción estratégca de empresas
necesitamos entender estos conceptos de costos y SUS derivaciones para el comportuniento
Una muestra de noticias de negocios de fines de la década de los noventa y principios del siglo
xxr incluiría los siguientes asuntos. Coca-Cola y Pepsi se enfrascaron en una feroz guerra de
precios. Se detectó que grandes compañías farmacéuticas, conio Bayer p Aventis, estaban pa-
gando a empresas más pequeiias para que no fabricaran prodiictos genéricos. Coiiipaiiías de
todas las industrias, pero especialmente las de los sectores bancario y de teleconiunicaciones,
por ejemplo, AOL y Time-Warner, se embarcaron en una enorme ola de fiisiones, en que
dos o más empresas se consolidaron en una.
Es frecuente que los estudiantes crean que hay una brecha considerable entre relatos como
los anteriores y la economía que estudian en clases formales. Esto a pesar de que la mayoría
de los textos modernos incluyen aplicaciones del mundo real. Lo cierto es que es dificil
pensar en un libro contemporáneo de economía que n o incluya ejemplos obtenidos de la es-
periencia práctica de negocios. Sin embargo, n o es raro escuchar comentarios conio "la
economía es demasiado abstracta" o "esto no venía en el curso de microecononiía que llevé".
Este libro se ajusta mucho a la práctica moderna de ilustrar la aplicación de la teoría. Pero
nuestro propósito va más allá de simplemente mostrar que la economía formal puede ilu-
minar los hechos diarios del mundo de los negocios. Más bien, nuestra meta es desarrollar
una forma d e pensamiento alrededor de estas experiencias, un marco de referencia mental
que permita que los estudiantes entiendan el mecanismo subyacente en estos hechos, in-
cluso cuando sean distintos a los que se presentan de modo explícito en un texto y aiinqut:
pase mucho tiempo después de que abandonen las aulas. Desde luego, n o podemos ofre-
cer un marco que permita el análisis d e todos los fenómeilos económicos. N o obstante, po-
demos desarrollar uno que se pueda aplicar a un grupo numeroso d e hechos, incluidos los
que se describieron antes. Tal marco se apoya sólidamente en la moderna teoría de juegos, y
la clase de hechos en la que se puede emplear mejor corresponde al concepto de organiza-
ción industrial.
¿Qué es la organización industrial? Para mucha gente la respuesta a esta pregunta está lejos de
ser clara. De hecho, en un reciente largo vuelo que atravesaba el Pacífico, la pregunta generó
una amplia diversidad d e respuestas entre nuestros compañeros d e viaje. Casi todos supo-
nían que este campo de conocimientos tenía algo que ver con los negocios. Algunos creían
que tenía sus raíces en la psicología y que tal vez se aplicara a la administración de recursos
humanos. U n o pensó que tenía que ver con los patrones de comercio internacional. Cada
una de estas respuestas contiene algo de verdad, pero también está hastaiitc lejos de ella.
Aunque el campo de la organización industrial sí toca muchos aspectos de la vida de los ne-
gocios, ha llegado a tener un significado bastante preciso en la ciencia económica. Para ex-
presarlo en términos sencillos, la organización ii~dustriales la rama de la economía que tiene
que ver con el estudio de la competencia imperfecta.
Si usted va a estudiar este libro, es muy posible que ya haya llevado alguilos cursos de
economía, especialmente clases de microeconomía. C o m o resultado, es probable que esté
familiarizado con el concepto de competencia perfecta, esa visión algo utópica de los mer-
cados poblados por numerosas pequeñas empresas, caracterizados por la eficiencia ecoiió~nica.
También es probable que haya leído sobre el ejemplo contrario más obvio, el monopolio puro.
El caso de un mercado dominado por una sola empresa ofrece i i i i claro contraste con el ideal
Parte Uno - Fundamentos
trato Pepsi ganó también el derecho de usar los logotipos del Super Bowl y otras propie-
dades de la liga en anuncios, letreros y banderas. Sin embargo, pagó por este derecho
más del doble de la cantidad que Coca-Cola había estado pagando. ?Fue ésa una deci-
sión sensata? Otra decisión se refiere a los mercados a los que se debe ingresar. South-
west Airlines decidió a fines de la década de los iioveiita que había llegado el momento
de comenzar a volar hacia el noreste de Estados Unidos. Ni la decisión de Pepsi ni la de
Southwest fueron fáciles para los directivos de estas compañías.
Las empresas toman toda clase de decisiones y pocas de ellas son cómodas. Los eco-
nomistas de la organización industrial analizan estas decisiones, y ésta puede ser una ta-
rea todavía más dificil. Pero, como esperamos que este libro ilegue a demostrar, la orga-
nización industrial ha ganado considerables elementos de juicio sobre la forma en que
los mercados trabajan entre los polos de la competencia perfecta y el monopolio.
pofiticas.,~sun merodo m& que una,docaina, un aparato de la mente, una técnica de re-
n e d n que ayuda a su poseedor a obtener conclusiones correctas" .2 Se puede decir 10 mis-
mo de 1%moderna industrial. Es una técnica de pensamiento. En concreto,
es un .medio de pensamiento estratégico y de aplicación de los elenlentos de juicio deriva-
dos de dicho análisis para modelar la ~0nIpetenciaimperfecta.
Desde luego, modelo describe por completo la realidad. La incorporación de
todos los aspectos del lugar de mercado real sería demasiado prolija y dificil de manejar
como para ser útil. Más bien, un modelo de mercado es como un mapa. Es una simpli-
ficación deliberada de un terreno muy compkado, que omite algunos elementos y que,
por lo mismo,.damay~rreal~e a otros. La intención del modelo es captar y poner en evi-
dencia las esenciales de .la interacción entre las empresas. Desde esta pers-
. pectiva, decir que el mundo real es más complejo que el modelo no entraña ninguna crí-
tica. De hecho, si el modelado logra SU propósito de aclarar la estructura subyacente y
los principios que-regulan el ,resultado del mercado, entonces su imagen abreviada del
mundo real es &a ventaja. Que sea.éste el caso depende, obviamente, de lo que sucede
cuando se prueban las predicciones de este modelo contra la evidencia o los datos rea-
les. Sin embargo, incluso si un modelo faiia en la prueba, no se puede decir que el pro-
cedimiento del modelado for.mal sea inválido. Lo único que significa es que necesitamos
Conforme avance en las páginas de este libro, encontrará diversos modelos, cada uno di-
sefiado para ilustrar la interacción gstratégica e n u n entorno específico de mercado y el
resultado que producirá tal interacción. Creemos que estos modelos revelan valiosos pun-
tos de vista, y que es tentador interpretar este material didendo: "Esto es lo que sucede
en un mercado imperfectamente competitivo cuando. ..." A pesar de la tentación, no du-
damos que el paso del tiempo velará que algunos de estos modelos necesitan mejorar-
se. De tal suerte que es mejor interpretarlos como: "Esto es lo que pensamos que ocurre
en un mercado de competencia imperfecta cuando.. . " Así es como se va forjando la or-
ganización industrial.
gente del mismo giro de negocios rara vez se junta, ni siquien por divenión o en-
tretenimiento, pero sus conversaciones terminan en una conspiraciónconUa el pIbli-
co o en alguna otra forma artificial de auhento de precios.
LOSmonopolistas, ai mantener el mercado constantemente subabastecido,
ca satisfacer por completo la demanda real, venden sus mercancías muy por airibanun-
del
precio naturai. . .
2 Keynes (1 935).
Capítulo 1 . i.a organización industrial: ¿Qué, cómo y por qué?
A fines del siglo XIX muchos estadounidenses se habían convencido de que unas cuantas
empresas y monopolios, como Standard Oil y American Tobacco, habían explotado su
poder de mercado en formas que eran exactameiite las que Smith había previsto. Por lo
tanto, surgió un consenso -que ha durado durniite toda la historia de la legislación an-
timonopolios- de que se requena alguna forma de iiiarco legal para conservar la com-
petencia. Lo que es más, aunque poca gente entciidía algo de la ciencia económica for-
mal, había una más o menos amplia f a d a r i d a d con los sentimientos de Adam Smith.
Fue ese sentimiento popular, reforzado por la aguda visión smithiana, el que llevó a la
promulgación de la primera ley antimonopolios, la ley Sherman de 1890. Ciertamente es
notable la forma tan directa en que las preocupaciones de Adam Smith se reflejan en las
dos secciones principales de la ley Sherman. La sección 1 prohíbe contratos, combinacio-
nes y conspiraciones "para restringir el comercio". La sección 2 declara ilegal cualquier
intento de monopolizar un mercado. La visión de que se necesitaban instituciones de go-
bierno para lograr estos propósitos se reflejó más tarde en la ley Clayton y la de la Corni-
sión Federal de Comercio.
Al principio, el eje de la política antimonopolios fue el enjuiciamiento y la prevención
de la colusión para aumentar precios de acuerdo con lo señalado en la sección 1. Los prirne-
ros casos, como los de la Trans-Missouri F~eig.htAssociation y de Addyston Pipes de 1897
y 1898, respectivamente, establecieron esta tradición, que sigue siendo un elemento cen-
tral de la política antimonopolios hasta nuestros días3 Por eilo la agroempresa Archer Da-
niels Midland, las dos mayores casas de subastas, Sotheby's y Christie's, y el gigante far-
macéutico internacional Hoffman-LaRoche, en los últimos años han sido enjuiciadas exi-
tosamente por el gobierno, que las acusó de fijación de precios.
A diferencia de lo señalado en la sección 1, la aplicación de las disposiciones de la sec-
ción 2 sobre los monopolios estuvo limitada al principio por una interpretación judicial
algo tímida y estrecha. A pesar de la amplia opinión pública de que muchas empresas gi-
gantescas que surgieron de la Revolución Industrial habían abusado y explotado su poder
monopólico, pasaron 12 años antes de que uno de los grandes conglomerados de nego-
cios, la Standard Oil c o m p k y de Nueva Jersey, fuera demandada conforme a la sección
2.4 Al final ese caso ilegó hasta la Suprema Corte, y en 1911 la Corte emitió su ahora fa-
mosa sentencia contra la Standard Oil. La Corte concluyó que la Standard Oil había mo-
nopolizado ilegalmente la industria de la refinación petrolera, primero, al adquirir a 120
pequeñas compañías rivales, y segundo, al intentar excluir a sus rivales cobrando tarifas
de fletes más bajas y discrirninatorias para limitar su acceso a las tuberías. El gobierno ga-
nó luego otros dos casos contra varios monopolios, entre los que destaca el de Tobacco
, ~ siguió de inmediato las huellas del caso de la Standard Oil.
T r u ~ t que
Un elemento distintivo importante de los casos de la Standard Oil y de Tobacco es que,
a diferencia de los casos de fijación de precios, la sentencia del máximo tribunal dejó sin
aclarar con precisión cuáles acciones eran ilegales. En particular, la Corte estableció un
marco de "regla de la razón" para los casos de monopolio, que permitía que los tribuna-
les no sólo examinaran si en realidad había surgido un monopolio, sino, si hubiera surgido,
cuál era el entorno de mercado en que éste se había formado y las prácticas de negocios
que se habían usado para formarlo. Sólo si esta investigación adicional revelaba que la em-
presa había tratado de monopolizar el mercado o había explotado su poder de monopolio
se consideraba que realmente se había violado la ley. En términos prácticos, esto significa-
ba que había mucha ambigüedad para determiiíar con exactitud qué acciones serían con-
sideradas violaciones.
El éxito contra la Standard Oil estimuló la creencia de que la legislación antimonopo-
lios era útil. Al mismo tiempo, los que temían que el argumento de la regla de la razón
3 United States vs. Trans-Missouri Freight Association, 166 U.S. 290 (1 987) y United States vs. Addyston Pipe 6 Steel Co.,
85 F 271 ( 6 Cir. 1898).
4 Standard Oil Co. of Newjersey vs. United States, 221 U.S. 1 (191 1). Vease también'~osner(1 970).
S UnitedStatesvs.AmericanTobaccoCo., 221 U.S. 106(1911).
Parte Uno Fundamentos
9 Mason ( 1 9 3 9 ) , 61-74.
Parte Uno Fundamentos
10 En muchos sentidos la ley Robinson-Patman puede parecer un campanero raro de la legislación antimono-
polios, puesto que es una ley diseñada para limitar los recortes de precios. Pero sus partidarios sostenlan y
continúan haciendolo que esta ley pretende evitar las reducciones predatorias de precios encaminadas a pre-
servar el poder de monopolio al sacar a los rivales del negocio. Advierta que la aprobación de la ley Robin-
son-Patman no debilitó la estricta postura de la Corte contra los esfuerzos de mantener precios elevados por
medio de acuerdos colusorios, como lo demostró su decidido rechazo de un acuerdo de esta naturaleza en
United Stutes M. Socony-Vacuum Oil Co., Inc., 31 0 U.S. 150 (1 940).
Capitulo 1 . La organización industrial: ¿Qué, cómo y por qué?
Las cosas comenzaron a cambiar en la década de los setenta. En parte esto reflejaba una
cada vez mayor conciencia entre los académicos de que el paradigma del enfoque estruc-
tura-conducta-desempeño tenía fallas importantes. Una de éstas era la amplia variedad de
conclusiones empíricas que se había reunido y otra que se podía interpretar de diferentes
modos. Por ejemplo, consideremos el frecuente hallazgo de que las empresas con mayores
participaciones de mercado tendían a obtener mayores utilidades. Esto se podía entender
como una comprobación del punto de vista básico del enfoque estructura-conducta-de-
sempeño de que cuanto mayor h e r a la participación de mercado de una empresa, mayor
sena su poder de monopolio y mayores sus utilidades. Sin embargo, también es posible
una interpretación más benigna de esta evidencia. Podría ser que una mayor eficiencia, o
costos más bajos, permitan que las compañías ganen mercado, así que tanto su gran ta-
l l United States vs. Aluminum Co. ofAmerica (ALCOA) 148 F.2d 41 6 ( 2 Cir. l 945).
12 American Tobacco Company vs. United States, 328 U.S. 781 (1 946).
13 Brown Shoe Co. vs. United States, 370 U.S. 294 ( 1 962) y United States vs. Grinnell Corp., 236 F. Supp. 244 (D.R. l.
1964).
14 Utah Pie Co. vs. Continental Baking Co. et al., 386 U.S. 685 (1 967).
15 Se puede ver un excelente resumen de la historia contra los monopolios en Mueller (1996).
Parte Uno Fundamentos
maiio como unas saludables utilidades pueden ser un simple reflejo de su tecnología o ta-
lento superiores.16
Sin embargo, lo que realmente era insatisfactorio en el enfoque de estructura-conducta-
desempeño era que, al considerar el eslabón intermedio -el comportamiento de la com-
pañía- se atendía poco o nada a la interacción estratégica. Una excepción a este respecto
fue el trabajo de Joseph Bain (1955), un exalumno de Edward Mason, quien aportó ele-
mentos importantes a esta disciplina. Bain, u n estudioso experto con mucha visión para
la práctica real de los negocios, fue de los primeros en comprender que una industria no
puede definirse completamente..por su concentración. En particular, Bain entendió\que
más d á de la configuración de las empresas actuales existentes, también es necesario en-
tender la habilidad de las nuevas compañías para ingresar al mercado. Incluso una indus-
tria altamente concentrada tal vez también podría tener que fijar precios competitivos, si
hubiera empresas listas a ingresar que pudieran arrebatarle las utilidades a cualquier com-
pañia que fijara precios por arriba del nivel de competencia. Ésta fue una aportación tras-
cendente. De hecho, esta idea desempeñó un papel central en la teoría de la "capacidad
de desafio" que mucho más tarde desarrollarían Baumol, Panzar y Willig (1982). (Tam-
bién constituyó parte importante de la defensa de Microsofi. La compañía arguyó que su
poder de monopolio estaba fuertemente limitado por el potencial de los fabricantes de
computadoras personales y otras compañías para ingresar al mercado de sistemas opera-
tivos.) Por desgracia, lo que por algún tiempo pasó inadvertido es que lo señalado por
Bain es una espada de dos filos. La facilidad con que nuevas empresas pueden ingresar es,
por lo menos en parte, resultado de las acciones tomadas por las empresas que ya están
en el mercado. Esto es, las empresas beneficiadas pueden llevar a cabo acciones estratégi-
cas mezquinas para influir en las decisiones de ingreso de posibles rivales.
El paradigma del enfoque estructura-conducta-desempeño no resuelve adecuadamen-
te este asunto. A las debilidades del paradigma del enfoque estructura-conducta-desem-
peño se sumó la incomodidad que muchos sentían en relación con el cumplimiento más
enérgico de la legislación antimonopolios antes mencionado. Por ejemplo, en el caso de
Brown Shoe, la Corte impidió la fusión de dos compañías (Brown y K i ~ e y aun ) cuando
controlaban sólo alrededor de 5 por ciento del mercado nacional (aunque un porcentaje
mayor de los mercados individuales locales). De manera similar, al parecer el caso de Utah
Pie fue resuelto más para proteger a un competidor específico (Utah Pie) que para pro-
teger a las fuerzas competitivas.
La creciente preocupación por la existencia de f d a s tanto en el enfoque estructura-
conducta-desempeño como en la política pública que había adoptado, hicieron posible
un movimiento en su contra encabezado por abogados y economistas de la escuela de
Chicago, como Richard Posner, Robert Bork y Sam Peltzman. Como se comentó antes,
éstos y otros académicos comenzaron a señalar que muchas de las prácticas que los tribu-
nales habían considerado como dañinas para la competencia y el bienestar económico,
cuando se analizaban a través del prisma de la estrategia y tácticas corporativas podían vi-
sualizarse como mejoras para la eficiencia económica y generadoras de beneficios para los
consumidores. Estos trabajos se enfocaron inicialmente en las relaciones verticales entre
una empresa y sus proveedores, o entre una empresa y sus distribuidores. Muchos de es-
tos contratos incluyen restricciones como las de garantizar a los franqueados territorios
exclusivos, o exigen que los distribuidores vendan a un precio mínimo establecido. Los
economistas de la escuela de Chicago argumentaron que había buenas razones económicas
16 Como veremos más adelante, este es un resultado estándar en un modelo de Cournot, en que 10s costos
difieren entre empresas. Para ser especificas, si p es el precio de mercado, q es la elasticidad de la demanda del
mercado a ese precio, c, y m, son el costo unitario y la ~articipaciónde mercado de la empresa, respectiva-
mente, de la i-&ha empresa, entonces en este modelo debe suceder que -P-c
P
- n
m
2 . Empresas de
costos más bajos tendrán participaciones m& grandes de mercado, márgenes de utilidad más altos y ma-
yores utilidades totales.
Capítulo 1 . b organización industrial: ¿Qué, cómo y por qué?
para estas prácticas, y que estas restricciones, de heclio, acarreaban beneficios para los con-
sumidores. Poco a poco estos argumentos se fueron aieptando, y muchas prácticas que
antes se habían tachado de ilegales comenzaron a ser revisadas en los tribunales para de-
terminar su "razonabilidad" caso por caso. l 7
La influencia de la escuela de Chicago en las relacioties verticales se extendió pronto a
toda la política antimonopolios. En 1974 la Suprema Corte de Estados Unidos rechazó
los esfuerzos gubernamentales por bloquear una gran fusión, en un caso que se refería a
General Dynamics Corporation.18 Pronto se concretaron muchas fusiones que antes se
hubieran impedido, las cuales se jusnficaban porque con ellas se ahorraba en costos y porque
las empresas de reciente acceso al mercado podían limitar cualquier intento de la empre-
sa recién fusionada de ejercer un poder monopólico. El gobierno también perdió varios
casos clave en los que acusaba a empresas grandes como Kodak e IBM de ser monopo-
lios que violaban lo dispuesto por la ley Sherman. Además, el antecedente de Utah Pie
había sido &memente rechazado durante estos años. Quedó cada vez más claro que
-sobre todo en el caso de la empresa Zenith Corporation, la cual se quejó de que em-
presas japonesas fabricantes de productos eléctricos estaban tratando de sacar del merca-
d o a sus competidores-, desde el punto de vista de la Corte, los esfuerzos por eliminar
a los rivales usando precios por abajo del costo rara vez tenían sentido.19
Es dificil subestimar las conmbuciones de la escuela de Chicago, y su infiuencia legal
se siente hasta el día de hoy. Sin embargo, aunque sus académicos tenían razón al seña-
lar la necesidad de examinar lo lógico y lo razonable de la conducta de una empresa, no
podían proceder a ello debido a que, en ese tiempo, n o se había desarrollado ningún len-
guaje o medio que permitiera ver dicha conducta estratégica de modo consistente. Pero
estaba surgiendo un marco de análisis con esas características. Economistas como Tho-
mas Schelling y, en un trabajo más formal, Richard Selten y John Harsanyi (que en 1995
compartieron el Premio Nobel con Nash), aprovechando el trabajo de Von Neumann y
Morgenstern (1944) y Nash (1951), aportaron varios elementos fundamentales que per-
mitieron que la teoría de juegos se convirtiera en el lenguaje para modelar la interacción
estratégica. Como se señaló antes, las dos décadas más recientes han sido testigos de la
rápida difusión de la teoría de juegos para analizar casi todos los aspectos de la compe-
tencia imperfecta. Como resultado, el campo de la organización industrial de nuevo ha
sido transformado y ahora refleja, al menos en parte, lo que algunos llaman un punto de
vista post-Chcago y que otros simplemente llaman la "nueva OI".20Aún más, los mo-
dernos trabajos empíricos, como el de Bresnahan (1989), han comprobado la validez del
nuevo enfoque de 01.
Ya hemos señalado que hay mucho que decir en cuanto a tratar de entender la interac-
ción estratégica de las empresas usando como método la teoría de juegos. En este punto,
lo único que importa es señalar que la teoría de juegos ha enriquecido considerablemente
nuestro conocimiento del comportamiento de las empresas. Aún más, a medida que el
análisis de la teoría de juegos se ha ido difundiendo a través de la organización industrial
moderna, sus conceptos han llevado, hasta cierto punto, a una disminución del efecto de
la escuela de Chicago. Sin embargo, sería un error considerar que la llegada de los mo-
delos de la teoría de juegos y el nuevo enfoque post-Chicago relacionado con ella, signi-
fican un rechazo total del trabajo de la escuela de Chicago. Por ejemplo, las directrices
de fusión adoptadas conjuntamente por la Comisión Federal de Comercio y el Departa-
17 Véase Continental TV., Inc., vs. CTE Sylvania, Inc., 433 U.S. 36 (1977), y m6s recientemente State Oil Co. vs. Khan,
etal., 522 U.S. 3 (1997).
18 United States vs. General Dynamia C O ~ .41 , 5 U.S. (1974)
19 Matsuhita Electric Industrial Co. vs. Zenith Radio Corp., 475 U.S. 574 (1986).
20 Schmalensee ( 1 988) ofrece un panorama de la nueva "01" que todavla es muy pertinente. Se puede encon-
trar un buen repaso breve de la influencia de la teoría de juegos en la moderna politica antimonopolios en
Kovacic y Shapiro (2000). Kwoka y White (1999) ofrecen una presentaci6n excelente y moderna de casos re-
cientes seleccionados de antimonopolios.
Parte Uno Fundamentos
de la política antimonopolios. Queremos saber cómo es que las empresas consiguen po-
der de mercado, qué sucede cuando lo obtienen y cuál es el papel que podría desempe-
ñar la política pública para ayudar a mercados imperfectamente competitivos a alcanzar
resultados que se acerquen al ideal competitivo. Ésa es la razón por la que estudiamos la
organización industrial.
%BESI$U%WI
Capitulo 1 . brn organización industrial: ¿Qué, cómo y por qué?
precios tan bajos como sea posible. En otros mei.c,icios dominan la publicidad y otras for-
mas de competencia en las que no intervienen los pi-ccios. Dada esta diversidad, el desa-
rrollo de un conocimiento cuidadoso de cada caso dio Iiigar a que, con el paso del tiem-
po, la organización industrial se convirtiera en i i i i rico campo con elementos de juicio
prácticos relacionados con la conducta real de los negocios y la política pública. En este
libro se abordan todos estos conceptos.
Las empresas en industrias imperfectamerite competitivas deben tomar decisiones
estratégicas, esto es, decisiones que tendrán efectos importantes en otros participantes en
el mercado, ya sean rivales, proveedores o distribuidores. Como resultado, tomar cual-
quier decisión conlleva inevitablemente una consideración explícita de cómo reaccionarán
estos otros participantes en el juego. Ejemplos de tales variables estratégicas en las deci-
siones incluyen precios, diseño del producto, ampliación de capacidad, y si se debe inver-
tir o n o en la investigación y desarrollo de un nuevo producto.
En este libro se presenta el análisis moderno de situaciones de mercado que engloban
dichas interacciones estratégicas. Utilizamos este análisis para examinar temas como la ra-
zón por la que hay tantas variedades de cerealer, o la forma en que las compañías man-
tienen un acuerdo de fijación de precios, o cómo la publicidad y la innovación del pro-
ducto afectan la naturaleza de la competencia. Nuestro interés va más d á de limitarnos
a determinar las estrategias de maximización de utilidades que deben adoptar las empre-
sas en un mercado específico. Como economistas estamos interesados en los resultados
del mercado que surgen cuando las empresas adoptan dichas estrategias, y en si estos re-
sultados se acercan a los del ideal competitivo. De no ser así, entonces necesitamos pre-
guntarnos si la política pública puede mejorar las cosas y cómo puede hacerlo.
Presentamos un panorama de las principales conclusiones de la economía industrial
moderna. Lo que es más importante, mostramos la forma en que la modelización utili-
zada por los economistas puede mejorar su comprensión de la realtdad actual del mercado.
Nos apoyamos tanto en la evidencia estadística como en casos particulares para apoyar las
perspectivas que aporta la escuela de pensamiento moderna, perspectivas que luego pue-
den ser usadas para evaluar y diseñar la política pública. Nuestra esperanza es transmitir
el valor de dicha investigación y la ventaja de aprender "a pensar como economista". Des-
de un punto de vista más general, esperamos demostrar la vitalidad e importancia de la
organización industrial, tanto en la teoría como en la práctica.
1. Liste tres mercados que considere que son perfectamente competitivos. Explique su
razonamiento.
2. Explique por qué un mercado perfectamente competitivo no refleja un entorno de in-
teracción estratégica.
3. El apéndice de este capítulo lista la principal legislación actual antin~onopoliosde Es-
tados Unidos. Revise las secciones 2 y 7 de la Ley Clayton. <Quéamenazas potencia-
les a la competencia se tratan en estas secciones?
Supongamos que una investigación estadística avanzada aporta una evidencia clara de
que, si todo lo demás es igual, la productividad de los trabajadores se incrementa a
medida que aumenta la concentración industrial. <Cómointerpretaría esta conclusión?
5 . ¿Por qué considera que los tribunales de Estados Unidos han combatido permanen-
temente cualquier forma de acuerdo de fijación de precios entre diferentes empresas,
pero ha tolerado más el dominio del mercado por una sola empresa?
e. .- , -
- -
- ~
1 LA LEY SHERMAN
Sección 1. Se declara que todo contrato, combinación en forma de cártel o de alguna otra
manera, o conspiración, para restringir los negocios o el comercio, entre los diferentes esta-
dos, o con naciones extranjeras, es ilegal. Toda persona que establezca o celebre un contrato
o participe en cualquier combinación o conspiración que por la presente se declara ilegal,
será acusada de delito grave y, si fuera declarada culpable de éste, será castigada con una
multa no mayor a $10 mil millones, si es una corporación, o, de ser cualquier otra per-
sona, $350 000, o con prisión no mayor a tres años, o por ambos castigos señalados, a
discreción de la corte.
Sección 2. Toda persona que monopolice, o intente monopolizar, o se combine o
conspire con cualquier otra persona o personas, para monopolizar cualquier parte de
negocio o comercio entre los diferentes estados, o con naciones extranjeras, será acusado
de delito grave y, si fuera declarada culpable de éste, será castigada con una multa no
mayor de $10 mrl millones, si es una corporación, o, de ser cualquier otra persona, $350 000,
o con prisión no mayor a tres años, o por ambos castigos señalados, a discreción de la
corte.
venta de dicho articulo así comprado, eii térniinos no acordados con todos los com-
pradores en términos igualmente proporcionnlcs.
( f ) Inducir o recibir, a sabiendas, un precio disci.iiiiiii~torio
Será ilegal para cualquier persona participante cii el comercio, en el curso de dicho
negocio, ser participe, o ayudar, en cualqiiici- transacción de venta, o contrato de
venta, que discrimine, según su conocimiento, contra los competidores del com-
prador, en el sentido de que, cualquier descuento, rebaja, fijación, o cargos por servi-
cios publicitarios se otorga al comprador por arriba de cualquier descuento, rebaja,
fijación o cargos por servicios publicitarios disponibles en el momento de dicha
transacción concedidos a tales competidores, con respecto de una venta de artículos
de un grado, calidad y cantidad similares; vender, o contratar para vender, artículos en
cualquier parte de Estados Unidos a precios inferiores a los que exige dicha persona
en alguna otra parte de Estados Unidos con el propósito de destruir la competencia,
o eliminar a un competidor en dicha parte de Estados Unidos, o vender, o contratar
para vender artículos a precios irracionalmente bajos con el propósito de destruir la
competencia o eliminar a un competidor.
dar esta aspuesto a pagar para COnsum la Uituna unidad Q, del bien. El pre&o p, describe I
FIGURA
2-1
demanda del consumidor para ese producto por semana, por trimestre o por año. En
forma similar, cuando decimos que las empresas producen el bien, deseamos considerar
la correspondiente producción semanal, trimestral o anual de ese bien. El periodo en el
cual definimos la demanda del consumidor y la producción de la empresa suele afectar las
tecnologías disponibles por la empresa para fabricar ese bien. Cuanto más corto sea el
periodo, menos opciones tendrá una empresa para adquirir o contratar más insumos y uti-
lizarlos en la producción. En microeconomía tradicionalmente se distingue entre dos
periodos de producción: la producción en el corto y en el largo plazo. El corto plazo es un
periodo bastante corto que no permite a la industria adquirir y poner en funcionamien-
to nuevas instalaciones de producción, no hay nuevas plantas ni equipo. En el corto plazo
ni el número de empresas ni el capital fijo de cada empresa pueden cambiar. En contras-
te, el largo plazo es un periodo de producción bastante grande, de modo que permite a
las empresas construir nuevas instalaciones de producción para satisfacer las demandas del
mercado.
En cualquiera de los dos escenarios, el de corto o el de largo plazos, estamos intere-
sados en determinar cuándo se halla un mercado en equilibrio. Esto significa que quere-
mos encontrar ese punto en que el sistema está en "reposo". Una interpretación útil de
mercado en equilibrio es una situación en que ningún consumidor ni ninguna empresa
en el mercado tienen razones para cambiar su decisión de cuánto van a comprar o a ven-
der. De nueva cuenta, el significado preciso de esta dehición puede variar, lo que depende
de que consideremos el corto o el largo plazos. N o obstante, en cualquier caso el ele-
mento esencial es el mismo. El equilibrio requiere que nadie tenga razones para modifi-
car su decisión de comerciar.
dida genera un ingreso adicional exactamente igual al precio actual del mercado. Es decir,
la función de ingreso marginal de una empresa competitiva es MR(q) = P. De manera
similar, como el costo total es una función de la producción total q, la función de costo
marginal depende también de q, de acuerdo con la funcióh MC(q). Esta función descri-
be el costo en que incurre la empresa por cada unidad sucesiva de producción obtenida.
Diagramas como los mostrados en la figura 2-2 se emplean a menudo para ilustrar el
modelo estándar de libro de texto de la empresa perfectamente competitiva y del merca-
d o perfectamente competitivo en que vende la empresa. Para que cualquier mercado esté
en equilibrio, debe aplicarse a cada empresa la condición de primer orden antes mencio-
nada. En un mercado competitivo, esto significa que para cada empresa el precio recibido
por una unidad de producción es exactamente igual al costo de producir esa producción
en el margen. Esta condición se ilustra en la figura 2-2. La curva inicial de demanda de la
industria es DI y el precio de mercado es Pc Una empresa que obtiene la producción qc
incurre en un costo marginal de producción MC(qc),, que es exactamente igual a ese pre-
cio. Producir una unidad adicional significaría incurnr en un costo extra, como lo indica
la curva de costo marginal MC, que rebasa el precio al que esa unidad se podría vender.
Por el contrario, si se produjera menos de q, se ahorraría menos en costos de lo que se
sacrificaría en ingresos. Cuando la empresa produce qc y vende al precio de mercado Po
está maxirnizando su utilidad, por lo que, no tiene razones para modificar su decisión de
nivel de producción. De allí que en una situación de equilibrio competitivo cada empre-
sa debe producir a un nivel en que su costo marginal es exactamente igual al precio.
La oferta total del mercado, es la suma de la producción de cada empresa, q,. En
consecuencia, siempre que cada empresa esté maximizando su utilidad, se mantendrá la
condición P = MC(q,) para cada una. Si la demanda aumenta y el precio de mercado se
incrementa a P,, cada empresa revisará su decisión de nivel de producción e incrementa-
rá la producción a ql, donde Pl = MC(ql). Esto incrementa la producción total a Q,.
Ciertamente, como las decisiones de producción de la empresa están reguladas por los
costos en el margen, la curva de costo marginal de cada empresa constituye la base para
determinar la oferta total a cualquier precio dado del mercado. Conforme el precio se
El precio Pl es consistente con un equilibrio en el corto plazo, en que cada empresa produce a
un nivel en que su costo margiilal es igual a Pl. Sin embargo, a Pl, el precio excede el costo pro-
medio y cada empresa obtiene una unidad económica positiva. Esto alentará el ingreso de nuevas
empresas, lo que traslada hacia fuera la curva de oferta coino se muestra en (b). El equilibrio
competitivo en el largo plazo ocurre en el precio Po con cada empresa produciendo en q , un
nivel de producción en que el precio es igual tanto al costo promedio como al costo marginal.
Pare Fundamentos
q = -P- 2 .
4
o s porque puede haber una distinci6n entre el costo variable promedio y e\ Eosro marginal, No
3 ~ ~ c i m casi
ninguna produccidn en el corto plazo si la empresa no puede producir a un
variable promedio. cubra corto
Capftulo 2 . Algunas herramientas rnicroecon6micas básicas 25
donde hemos utilizado la curva de demanda para sustituir A - BQ2 por P, en el primer
término del lado derecho. M R ( Q se mide por unidad. Por lo tanto, debemos dividir el
cambio en el ingreso que se muestra en la ecuación (2.1) entre el cambio en el produc-
to, QIAP. para obtener el ingreso marginal. Esto da como resultado
Aquí hemos usado la aproximación B ( Q l + Q2)= 2BQ. Esto es legítimo mientras este-
mos hablando de cambios pequeños en la producción, es decir, mientras Q, esté bastan-
te cercano a Ql.
La ecuación (2.2) -algunas veces conocida como "regla de dos veces la pendientev-
es muy importante, y con fkecuencia nos referiremos a eiia en todo el texto. No sólo ilus-
tra el hecho de que el ingreso marginal de la empresa monopolista es menor que el pre-
cio actual, sino que, para el caso de una demanda lineal, también demuestra la relación
precisa entre precio e ingreso marginal. La ecuación para la función de ingreso marginal
de la empresa monopolista, M R ( D = A - 2BQ, tiene la misma intersección de precios A
que su curva de demanda, pero dos veces su pendiente, -2B, en comparación con apenas
-B. En otras palabras, cuando la curva de demanda del mercado es lineal, la curva de
ingreso marginal que enfrenta una empresa monopolista comienza desde la misma inter-
sección vertical que la curva de la demanda, pero en todas sus partes tiene una pendiente
dos veces mayor. La curva de ingreso marginal de la empresa monopolista debe entonces
estar en algún punto por debajo de su curva inversa de demanda.
En la figura 2-4 se muestra tanto la curva de demanda del mercado como la curva
correspondiente de ingreso marginal de la empresa monopolista. De nueva cuenta, la
maximización de utilidades requiere que una empresa produzca hasta el punto en que el in-
greso marginal asociado con la última unidad de producción cubra exactamente el costo
marginal de producir esa unidad. Esto es cierto tanto para la empresa monopolista co-
poliSta que maximiza s u utilidad produce a este n i v d y vende cada unidad al precio
l observe que en este nivel de producción el ingreso recibido Dar la venta ,-ip 1- .:i,.:-e .
- --- ----A-"y",LaLd ;
nivel
d~prodti;ción por debajo de la producción de equilibrio (en el corto
. , .' .. A
&.L.---
Capitulo 2 Algunas herramientas microeconómicas básicas 29
FIGURA
2-4
r8Verificación de Oa realidad . - -- . ,, - - - -- -- --
Colgado de un monopolio
alza de precios. Otros, como Kmart y VF puso un nuevo cargo por entrega. Tyco, ade-
(fabricantes de la ropa de mezclilla Lee y más, emprendió un enérgico programa de re-
Wrangler), informaron a Tyco que tenian compra de ganchos usados con el fin de
otro proveedor, una compañia. de nombre apoderarse de este mercado, ya que si no
WAF. Por un corto tiempo pareció queTyco controla la oferta de esta alternativa a los
retrocedia en su intento de incrementar 10s ganchos nuevos, podría volver a tener difi-
precios. Sin embargo, pronto se hizo eviden- cultades para cobrar un precio alto. EI éxito
te la estrategia de,la: empresa. En el otoño deTyco en el logro de poder de monopolio lo
de 1999 Tyco compró WAF Corporation. En demuestra el hecho de que existen muchas,
unos cuantos meses no sólo volvió a aun~en- amargas y públicas quejas formuladas por
tar los precios a sus clientes, sino que les im- 10s minoristas.
Fuente: M. Maremont, "Lion's Share: For Plastic HangarsYouAlmost Need TOCOTOTyco International." -/-he wall
StreetJourna/, 15 de febrero, 2000. P. A l .
mización de utilidades en el largo plazo sólo requiere que la empresa haga todos los ajus-
tes necesarios a sus insumos con el fin de producir al nivel óptimo, y luego escoge repe-
tidas veces esta combinación de insumo-producción en todos los periodos individuales
que sigan a partir de ailí. Desde el punto de vista de la toma de decisiones, el largo plazo
se visualiza como un solo periodo de mercado, y el supuesto de que la empresa buscará
maximizar su utilidad tiene un significado totalmente preciso.
Sin embargo, el reconocimiento de que el largo plazo es una serie de periodos finitos
de tiempo, individuales, que se extienden muy lejos en el futuro, también genera la posi-
bilidad de que cada uno de estos periodos no sea el mismo. Aquí, la opción puede estar
entre emprender una acción que rinda utilidades de inmediato en comparación con otra
acción que pueda rendir mayores utilidades, pero que no lo hará sino hasta muchos perio-
dos después. En estas circunstancias el significado de maxirnizar la utilidad es menos
claro. ¿Es mejor o peor tener más utilidades después y menos utilidades ahora? ¿Cómo se
compara la utilidad en un periodo con la utilidad en otro? Estas preguntas requieren res-
puesta si hemos de contar con un análisis útil de las interacciones estratégicas entre
empresas al paso del tiempo.
Sacrificar la utilidad hoy significa incurrir en un costo. De alií que el problema que aca-
bamos de describir surja todas las veces en que se incurre en un costo en el presente, a
cambio de beneficios que se obtendrán mucho después. Las empresas a menudo tienen
que enfrentar una decisión de esta naturaleza. U n ejemplo clásico es la decisión de cons-
truir una nueva planta de manufactura. Si la planta se construye ahora, la empresa incu-
rrirá de inmediato en el costo de contratar arquitectos y trabajadores de construcción y
en la compra de materiales de construcción, maquinaria y equipo. Será sólo hasta después
de algún tiempo - d e s p u é s de que la planta se haya construido y esté en correcto h n -
cionamiento- cuando la empresa comience a obtener realmente alguna utilidad o ren-
dimiento sobre esta inversión.
Con el fin de entender cómo las empresas toman decisiones cuando incurren en costos
y obtienen beneficios en diferentes momentos y en ocasiones con mucho tiempo de dife-
rencia, tomaremos algunos elementos de los mercados financieros. Después de todo, la
comparación del ingreso recibido ( o perdido) en diferentes puntos en el tiempo es de lo
que tratan los mercados financieros. Piense por un momento. Si uno compra algunas
acciones, digamos de AT&T, uno ha cedido algunos fondos hoy, es decir, el precio de una
acción de AT&T multiplicado por el número de acciones que se compró. Desde luego, los
inversionistas hacen esto todos los días. Miles de acciones de AT&T se compran o con-
servan todos los días de la semana. Estos inversionistas están sacrificando algo de su ingre-
so actual -el que podría ser utilizado también para comprar una nueva computadora,
ropa u otros artículos de consumo- para comprar estas acciones. {Por qué hacen esto? La
respuesta es que lo hacen con la expectativa de que estas acciones paguen dividendos y
también eleven su valor al paso del tiempo. Es decir, los accionistas compran acciones e
incurren en gastos relativos a la inversión ahora, con la esperanza de que más adelante la
propiedad de estas acciones genere ingresos como dividendos y ganancias de capital.
En resumen, los mercados financieros participan explícitamente en el intercambio de
ingreso actual por ingreso futuro. De acuerdo con ello, podemos usar las técnicas de estos
mercados para evaluar los intercambios similares de utilidades actuales con utilidades
futuras que una empresa pudiera hacer. El elemento clave que tomamos prestado de los
mercados financieros es la idea del valor presente o descuento. Para entender el concep-
to de descuento imagínese que una amiga (digna de confianza) le pide dinero prestado
por una cantidad de $1 000 a 12 meses. Supongamos también que para que usted le
pueda prestar este dinero tiene que retirar $1 000 de su cuenta de cheques, cuenta que
le paga un interés de tres por ciento al año. En otras palabras, usted perderá los ingresos
de intereses por $30 si hace este retiro. Aunque aprecie mucho a su amiga, tal vez no
entienda exactamente por qué debe hacerle un regalo de $30. Por lo tanto, usted estará
de acuerdo en prestarle los $1 000 hoy, si en un año contado a partir de esta fecha, ella
Parte Uno . Fundamentos
le paga no sólo los $1 000 del principal, sino también lo $30 adicionales de interés. Es
probable que su amiga esté de acuerdo. Después de todo, si eiia solicita este préstamo
directamente al banco, tendría que pagar por lo menos esa cantidad, ya que los bancos
no pueden darse el lujo de pagarle a usted tres por ciento de intereses al año si no cobran
por lo menos una tasa de interés igualmente alta (y tal vez un poco más alta para cubrir
sus gastos) cuando prestan fondos a los solicitantes. Así que usted y su amiga íirmarán un
contrato (o tal vez simplemente se estrechen las manos al concluir el trato) que requiera
que usted le dé hoy a ella $1 000, y que ella le devolverá $1 030 en 12 meses.
En o p s palabras, usted y su amiga acaban de negociar un intercambio de fondos pre-
sentes por fondos futuros. De hecho, usted ha establecido los términos exactos en que
tal operación puede tener lugar. Mil dólares hoy pueden intercambiarse por $1 030 en
un año. Desde luego, el asunto hubiera sido un poco diferente si la tasa de interés que su
banco paga en los depósitos hubiera sido de cinco por ciento. En ese caso usted le hubie-
ra pedido a su amiga $50 (cinco por ciento de $1 000) como pago, más allá de 10s $1 000
que le prestó originalmente. Ése hubiera sido el único pago que lo compensaría a usted
por su pérdida del interés generado por su depósito en el banco. Por lo general, si desig-
namos la tasa de interés como r, entonces tenemos que los $1 000 de hoy se pueden
intercambiar por ( 1 + r) multiplicados por $1 000 en un año. Si más y
consideramos un monto inicial del préstamo distinto a $1 000, digamos de Y,entonces
veremos rápidamente que la misma lógica significa que Y, el día de hoy se negocia por
( 1 + r)Y pagadero en 12 meses.
Sin embargo, hay otra forma de visualizar las transacciones que acabamos de describir.
En lugar de preguntar cuánto dinero recibirá uno en un año por entregar $1 000 o
ahora, uno puede invertir la pregunta a, {cuánto tiene uno que pagar hoy con el fin de
conseguir una cantidad particular en un año contado a partir del presente? Por ejemplo,
podríamos preguntar, {cuánto cuesta en este momento comprar un contrato que requie-
re que la otra parte en este convenio nos pague $1 030 en un año? Si la tasa de interés es
tres por ciento, la respuesta es fácil, cuesta $1 000. De hecho, este es el contrato que usted
acaba de considerar con su amiga. En esencia, usted pagó $1 000 por comprar una pro-
mesa de su amiga de que le pagará $1 030 en un año. La idea intuitiva es que, a una tasa
de interés de tres por ciento, los bancos y los mercados hancieros están diciendo que
como devolución por un depósito de $1 000, ellos prometen pagarle $1 030 en un año.
En otras palabras, podemos comprar de los bancos el contrato que estamos pensando
exactamente por $1 000. No tiene sentido pagar más a ninguna otra persona, Y nadie
nos va a aceptar menos. En consecuencia, cuando la tasa de interés es ues Por ciento, el
mercado está diciendo que el precio actual de un contrato por el que él promete Pagar
$1 030 en un año, es exactamente $1 030/1.03 o $1 000. Puesto que el precio es sólo el
término utilizado por los economistas para el valor, lo llamamos valor presente, 0 de n~ane-
ra más correcta, el valor presente descontado de $1 030 que se vencen en 12 meses.
Más en general, el valor presente de un documento (por ejemplo, un contrato de
préstamo o una acción) que promete a su propietario un pago de Z en un periodo es
simplemente Z/(1 + r). El término 1/(1 + r) se conoce como factor de descuento Y a
menudo se presenta sólo como R. En otras palabras, R = 1/(1 + y). Por lo tanto, el valor
presente de Z dólares contados en un año a partir de ahora kecuentemente Se escribe
como RZ. El origen del adjetivo descuento debe quedar claro. El ingreso que no llega
sino hasta dentro de un año contado a partir de hoy no es tan valioso como el ingreso
que se recibe hoy. Más bien, el valor de tal ingreso futuro se descuenta. Esto no tiene
nada que ver con la inflación y ningún posible abaratamiento de la moneda con tiem-
po. Sólo refleja el hecho de que los individuos prefieren tener su consumo ahora Y tic-
nen que recibir una prima -un rendimiento por tasa de interés- con el fin de Ser con-
vencidos a esperar.
¿Qué pasa si el periodo del préstamo hubiera sido de dos años? Regres~mosde nueva
cuenta a nuestro ejemplo original de un préstamo de $1 000 a un interés de tres Por cien-
Capftulo 2 Algunas herramientas microecon6micas básicas
to. Si su amiga le hubiera pedido al principio obtener los fondos prestados por dos años,
su razonamiento hubiera sido el siguiente. Hacerle un préstamo a dos años a mi amiga
requiere que retire $1 000 de mi cuenta de cheques hoy. No hacer el préstamo significa
que esos $1 000 se quedan en el banco. En este caso, tres por ciento en los pró-
ximos 12 meses y, de acuerdo con esto, comenzaría el siguiente año con $1 030 en el
banco. Entonces ganaría tres por ciento sobre esta cantidad en el año siguiente, o segun-
d o año. Conforme a ello, si rehúso prestarle el dinero a mi amiga y conservo los fondos
en el banco, tendré un depósito de $1 030(1.03)= $1 060.90 en dos'kos. Por lo tanto,
le prestaré a mi amiga los fondos por dos años sólo si ella me promete a su vez pagarme
$1 060.90 -la misma cantidad que yo hubiera ganado en el banco- cuando el présta-
mo se venza en dos años contados a partir de hoy. Advierta que la cantidad de $1 060.90
puede expresarse alternativamente como $1 000 (1.03) (1.03) o como $1 000 (1.03)2.
En general, un préstamo hoy por la cantidad Y rendirá T(1 + = YR-2en dos años. Por
extensión, un préstamo de Y dólares por t años rendirá una cantidad de YR+ cuando
venza en t años a partir de hoy.
Como antes, podemos darle la vuelta a la cuestión y preguntar cuánto necesita uno
pagar en este momento con el fin de recibir una cantidad de Z dólares en alguna fecha
de t periodos en el futuro. La respuesta se sigue de inmediato de nuestro trabajo ante-
rior. Es RtZ. ¿Como lo sabemos? Si se depositan los RtZdólares en una cuenta que gene-
re intereses hoy, entonces la cantidad que puede retirarse en t periodos es, según nuestra
lógica anterior, (RtZ)R-t = Z. Es claro que el valor presente descontado de una cantidad
Z q u e se habrá de recibir en el futuro es simplemente RtZ.
La única cuestión que resta responder es cómo valuar un compromiso que ofrezca
diferentes cantidades en diferentes fechas en el futuro. Por ejemplo, consideremos la
construcción de una planta que después de su conclusión en un año generará ingresos
netos por 2,;un ingreso neto de 3 después de dos años a parrir de ahora; un ingreso neto
de Z,, tres años a partir de ahora; y así sucesivamente. ¿Cuál es el valor presente de este
flujo de utilidades futuras? Bueno, el valor presente de Zl en un periodo es, como cono-
cemos, RZ,. De manera similar, el valor presente de Z2 que se habrá de recibir en dos
periodos es R2Z2.Si seguimos de esta forma, obtendremos el valor presente del ingreso
recibido en cada fecha particular. El valor presente de este flujo total será simplemente la
suma de todos estos valores presentes individuales. En general, el valor presente, VP, de
un flujo de ingresos que se debe recibir en diferentes fechas que se extienden Tperiodos
en el futuro es
vp=z
[A)
-
f. = -
Parte Uno Fundamentos
Así, si la tasa de interés r es 3 por ciento, una promesa de pago constante de $30 per-
manente tendría un valor presente de VP= $30/0.03 = $1000. Advierta que para todas
nuestras fórmulas de valor presente, un incremento en la tasa real de interés Y significa
una reducción en el factor de descuento R. A su vez, esto significa que un aumento en
la tasa de interés representa una reducción en el valor presente de cualquier flujo futuro
los intercambios que se realizan en el curso del tiempo. Puede ser necesario que incurra-
mos en un gasto ahora con el fin de obtener utilidades adicionales en alguna fecha o
fechas futuras. El simple dicho maximización de utilidades no tiene un significado claro en
estos casos. El único medio de determinar si tal operación es deseable, es descontarla, es
decir, trasladar los flujos futuros de dinero en un valor corriente o presente que pueda
compararse luego con el gasto comente que se requiere para asegurar esos ingresos futu-
ros. Si el valor presente del ingreso futuro no es por lo menos tan grande como el valor
del gasto necesario, entonces esa operación no es conveniente. Si, por ejemplo, la cons-
trucción de una planta cuesta $3 millones, pero genera utilidades futuras con un valor
presente descontado de sólo $2 d o n e s , no es una inversión deseable, y no esperaríamos
que una empresa racional emprendiera esa c~nstrucción.~ En resumen, ahora debemos mati-
zar nuestra hipótesis usual de que las empresas maxirnizan utilidades para que signifique
que las empresas maximizan el valor presente de todas las utilidades actuales y futuras.
Desde luego, en los casos de problemas de un solo periodo esto es idéntico a la hipóte-
sis de que las empresas simplemente maximizan su utilidad. Sin embargo, necesitaremos
familiarizarnos con la idea del descuento y el valor presente de utilidades futuras para la
segunda mitad del libro, cuando revisemos temas tales como la colusión y la investiga-
ción y el desarrollo, que frecuentemente se refieren a periodos múltiples.
-
$1 10 000 por año. La tasa de interes de Suite es de 12 por ciento anual; por ende, el fac-
tor de descuento es R 0.8929.
a. ¿Será una buena "inversión" para Suite sacar a Loew del mercado?
b. Consideremos una estrategia alterna, en ia que Suite compra a Loew en $80 000 hoy, y luego
opera las empresas combinadas, Suite & Loew, como u n monopolio que obtiene $1 10 000
en todos los periodos subsecuentes. (Se trata en este caso de una buenainversión?
6 Hemos tratado el problema como un problema de gastos actuales en contraste con ingresos futuros Desde
luego, tarnbien se deben descontar 10s costos futuros.
Capltulo 2 . Algunas herramientas rnicroeconórnicas básicas 35
E l costo de la televisión por cable varla de porque las personas que utilizan estas cajas
$20 a $45 mensuales y más, dependiendo decodificadoras enfrentan fuertes multas y
del paquete que se compre. A cambio de castigos si son atrapadas. Por lo tanto, para
este pago los suscriptores obtienen acceso a compensar estos riesgos comprarán cajas
numerosos canales y espectáculos de televi- ilegales sólo si el precio es inferior al valor de
sión. Quienes no se suscriben no pueden $91 2. Como están las cosas, las cajas ilega-
recibir dicha programación porque no tie- les se venden en unos $400. Este precio tal
nen una caja que puede descifrar la señal de vez sea lo suficientemenre más bajo que el
las transmisiones de la compañía de cable. valor de $912 para ofrecer un seguro ade-
Sin embargo, por el preciojusto uno puede cuado contra el riesgo de ser atrapado. Aun
(o por lo menos, deberla) conseguir una en un mercado negro, los consumidores
caja decodificadora en el mercado negro. ganan cierto excedente.
¿Cuál es el precio justo? Bueno, imaginemos Un enorme "golpe" en el mercado negro
que los individuos pueden conseguir dinero de cajas decodificadoras llevó al cierre del
prestado a 18 por ciento anual, o sea 1.5 distribuidor pirata más grande de estos dis-
por ciento mensual -una tarifa que se carga positivos ilegales, una compañía llamada
en muchas tarjetas de crédito. Por lo tanto, Leasing Ventures, cuyo dueño ya se declaró
el factor de descuento R es 0.985. Imagine- culpable de los cargos. Lo que es más inte-
mos, además, que el cliente promedio espe- resante es que atraparon a Leasing Ventures
ra quedarse tres años en su domicilio actual, cuando trató de unir sus fuerzas con otra
o sea 36 meses. La compra de un decodifi- empresa pirata, Novaplex, en un esfuerzo
cador ilegal permite que este cliente reciba por apoderarse del mercado de cajas deco-
las transmisiones por cable sin tener que dificadoras ilícitas. Esto es, las dos empresas
pagar la renta mensual de, digamos, $33, en intentaron formar un cártel que fijara los
promedio. Si en verdad el cliente espera que- precios para obtener utilidades de monopo-
darse en el mismo domicilio por tres años, lio en esa "industria". Es interesante definir,
entonces la fórmula en la ecuación (2.4) se desde el punto de vista de la politica públi-
traduce en un valor presente para el consu- ca, cuál de ambos delitos-la piraterla de las
midor de ahorrarse los pagos mensuales de trasmisiones por cable o el esfuerzo por
$33 durante tres años, o 36 meses, aproxi- monopolizar la industria ilegal- es peor, jen
madamente de $91 2 . Esta cantidad tal vez especial cuando se les juzga desde el punto
rebase el valor de esta adquisición ilegal, de vista de la eficiencia económica!
Fuente: M. Robichaux, "Cable Pirates Sought Plunder, but Blundered lnto a Major FBI Sting". The Wall Street
journal, 12 de mayo de 1997, p. A l .
elogiada y el monopolio puro es perseguido por la ley. En ambos casos las empresas están
impulsadas por la idea de maximización de utilidades. Asimismo, en ambos casos las
empresas venden a los consumidores que deciden cuánto desean comprar a cualquier precio
dado. ¿Qué hace que un mercado sea bueno y el otro no? La respuesta a esta pregunta
no refleja una preocupación por que se esté obteniendo exceso de utilidades o por que
las empresas estén "destripando" a los consumidores. La respuesta a esta pregunta radi-
ca en el concepto económico de eficiencia. En economía, la eficiencia tiene un significa-
Parte Uno . Fundamentos
7 A este concepto de eficiencia a menudo se le llama optimalidad de Pareto, por Vilfredo Pareto, el gran Pen-
sador social italiano de finales del siglo xix y principios del siglo m.
8 Recordemos que. la curva dk oferta del mercado es la suma horizontal de la curva de costo marginal de cada
empresa competitiva; as(, Id curva de oferta nos indica exactamente el costo de oportunidad para la com-
pañla de producir y vender cada unidad del articulo.
9 Observemos que la unidad de medida de las áreas de excedente del consumidor y del productor es el dólar.
Para trabajar las áreas uno necesita tomar $/unidad como se mide en el eje vertical multiplicado por las
unidades en el eje horizontal. Esto nos da una medida en dólares, que es una medida monetaria del bienes-
tar creado al tener esta buena producción al nivel Qcde fabricación vendida al precio PC.
Capltulo 2 Algunas herramientas microeconómicas básicas 37
FIGURA
Supongamos que en este mercado se generó una producción mayor que digamos
e,. Para que los consumidores compren esta cantidad del bien el precio debe caer a P,.
Esta elevación en la producción y ventas resultan en un incremento en el excedente del
consumidor. Para ser precisos, el excedente del consumidor se mueve al área aeb. Sin
embargo, el excedente del productor disminuye. Aún más, disminuye más que el incre-
mento en el excedente del consumidor. Gran parte del incremento en el excedente del
consumidor que resulta de moverse a la producción QG -en particular, el área, cbge no
es un incremento en el excedente total. Refleja sólo una transferencia de excedente de los
productores a los consumidores. Por 10 que se refiere al incremento adicional en el exce-
dente del consumidor -el triángulo gbb-, éste es evidentemente menor que la reduc-
ción adicional en el excedente del productor -el triángulo&. Los productores reciben
ahora un excedente positivo sobre las primeras unidades Q producidas. Como la ganan-
cia en el excedente del consumidor es menor que la pérdida en el excedente del produc-
tor, el excedente global en el nivel de producción e,
es menor que en el nivel Q., Es
fácil repetir este análisis para cualquier producción mayor que Q,. En resumen, no pode-
mos incrementar el excedente total elevando la producción más allá del nivel competiti-
vo, sólo podemos reducirlo.
Se puede realizar un experimento similar para mostrar que los niveles de producción
por debajo de Q,: también reducen el excedente total. (Véase el problema práctico 2.4.)
Parte Uno Fundamentos
a. Demuestre que cuando Q, = 500 unidades y pc = $30 por unidad, entonces el excedente
del consumidor es igual a $22 500 y el excedente del productor es igual a $5 000. Esto
resulta en u n excedente total igual a $27 500.
b. Demuestre que cuando se fabrican 275 unidades en esta industria, la suma de los exce-
dentes del consumidor y del productor baja a $21 931.25.
FIGURA
206
La empresa monopolista establece su precio en PM y vende Qm mientras que una industria com-
petitiva establece su precio en P, y vende Q., La pérdida de peso muerto impuesta por el mono-
polio está dada por el área xyz.
la empresa monopolista es menor que la pérdida del consumidor. En otras palabras, como
resultado de moverse de una industria competitiva a otra de monopolio, los consumido-
res pierden más que la utilidad que gana la empresa monopolista. También pierden una
cantidad adicional -el área xwy en la figura 2-6- más allá de esa parte de su excedente
que se transfiera a la empresa monopolista.
El área del triángulo sombreado xyz es una medida exacta de la ineficiencia en el caso
del monopolio. El límite superior de este triángulo está compuesto por puntos que están
en la curva de demanda de los consumidores. Cada punto en este límite indica el valor
marginal que los consumidores asignan a incrementos sucesivos en la producción más allá
de &.El límite inferior de este triángulo muestra el costo marginal de fabricar esta pro-
ducción adicional. Así, el triángulo xyz refleja todas las operaciones que generan un exce-
dente, pero que no tienen lugar en condiciones de monopolio. Dentro de este triángulo
el precio que los consumidores estarían dispuestos a pagar es superior al costo de produ-
cir unidades extras, y esta diferencia es el excedente perdido - e s decir, que nadie lo
gana- por la monopolización de la industria. Si se produjera esta cantidad adicional
habría forma de distribuirla y hacer que cada persona estuviera mejor, sin reducir la utili-
dad de la empresa monopolista o el bienestar de cualquier otro individuo. El triángulo
xyz se conoce a menudo como la pérdida de peso muerto del monopolio. También es una
buena aproximación a las ganancias que se pueden obtener si se reestructura la industria
para convertirla en competitiva.
La pérdida de peso muerto en la figura 2-6 n o la produce el exceso de utilidades de la
empresa monopolista. Desde el punto de vista de la eficiencia económica, a nosotros no
nos interesa si el excedente generado en un mercado se va a los consumidores -como
sucede en el caso de la competencia perfecta- o a los productores. El triángulo de bie-
nestar que se muestra e11 la figura 2-6 es una pérdida porque refleja el excedente poten-
Parte Uno Fundamentos
pación de mercado.
Capitulo 2 Algunas herramientas microeconómicas básicas
no sólo en las unidades extras Qc - Q ., Sin embargo, esta reducción de precios dismi-
nuye la utilidad que obtiene la empresa monopolista en las unidades iniciales QM.En con-
secuencia, el excedente que fluye a la empresa monopolista como resultado de las ventas
de las unidades & - Q , se reduce todavía más.
De hecho, incluso en nuestras condiciones originales de equilibrio con producción en
Q, la empresa monopolista estaba generando más excedente total que el que se estaba
llevando realmente como utilidad. Para ver esto observemos lo que sceedería si la empre-
sa monopolista dejara de funcionar y saliera totalmente del mercado. No sólo se perdería
su utilidad, sino que -y éste es el punto crucial- el excedente de los consumidores tam-
bién se desvanecería. Visto desde esta perspectiva, vemos que la empresa monopolista
crea siempre excedentes que no recibe. Si la empresa monopolista pudiera apropiarse de
todo el excedente creado en el mercado, entonces habría un incentivo para alcanzar el
nivel de producción que maxirniza ese excedente: el nivel de producción eficiente. Es la
incapacidad de una empresa monopolista para apoderarse del excedente que su produc-
ción crea, lo que la conduce a escoger un nivel de producción ineficiente.
Desde luego, puede parecer raro decir que una empresa monopolista, que obtiene un
excedente, produce menos de lo adecuado sólo porque no recibe todo el excedente cuan-
do, a diferencia de ella, una industria competitiva, en que ninguna empresa recibe exce-
dente, logra el nivel de producción más eficiente. Recordemos, n o obstante, que estamos
haciendo nuestras comparaciones a nivel de empresa, no a nivel de industria. La empre-
sa monopolista es una gran productora en relación con el mercado. Su decisión de elegir
el nivel de producción modifica en grado importante la oferta que llega al mercado y con
ello el precio en el mercado, por lo que modifica también el excedente de los consumi-
dores. Éste no es el caso de la empresa competitiva. La oferta de una empresa perfecta-
mente competitiva es minúscula en relación con el mercado. De hecho, es tan pequeña que
su decisión de producción no tiene efectos en el precio del mercado. Si alguna empresa
competitiva abandona el mercado no sucede nada, ni al precio de mercado ni a la produc-
ción total de la industria. Esto es lo que queremos decir cuando designamos a una empresa
competitiva como "tomadora de precios". Pero si la empresa competitiva no puede cam-
biar el precio del mercado, tampoco puede cambiar el excedente de alguien. De nueva
cuenta, éste no es el caso de la industria competitiva en general. Tomadas en conjunto,
todas las empresas de esa industria sí afectan el excedente total. Si las hacemos abando-
nar el mercado, también reducirá el excedente total.
Sin embargo, las decisiones se toman al nivel de la empresa individual, por lo que
debemos observar los incentivos que enfrenta un solo productor competitivo. Aquí
vemos que tal empresa captura todo el excedente que generan sus acciones. Obtiene cero
utilidades de su participación en el mercado y, como acabamos de ver, ésta es una medi-
da exacta de la contribución que la empresa hace al excedente total. Así que la empresa
perfectamente competitiva obtiene del mercado lo mismo que le aporta.
En contraste, la empresa monopolista no recibe todo el excedente que su participación
genera en el mercado, aun cuando sí obtiene una utilidad positiva. Como se demostró
antes, esa utilidad es menor que el excedente que la empresa monopolista genera. Puesto
que esta empresa recibe menos de lo que aporta, n o debe sorprendernos que su elección
de nivel de ~roducciónsea ineficientemente pequeño. Nos apresuramos a agregar que
este enfoque del monopolio no se presenta para mostrar antipatía por la empresa monopo-
lista. Nuestro propósito es, más bien, aclarar la fuente de las ineficiencias en el mono-
polio. Si éste pudiera cobrar como utilidad todo el excedente que genera su producción,
tendría todos los incentivos para alcanzar el nivel eficiente de producción.
En verdad, la fuente real del problema de los monopolios no es el hecho de que sólo
una empresa esté activa en el mercado. La verdadera causa de la ineficiencia es que la
empresa es grande en relación con el tamaño del mercado. Para ver esto con claridad,
tomemos un ejemplo sencillo en que la empresa monopolista es un fabricante de autos
clásicos. Supongamos que la empresa en cuestión es la única que fabrica reproducciones
Parte Uno Fundamentos
b. Si hay 100 pizzerías en la industria, cada una actuando como un competidor per-
ficto, muestre que la curva de oferta en el mercado es, en forma inversa, la siguiente: !
P = 2 + Q/25.
I
1
lj
4. Sea una demanda en el mercado de artefactos que se describe como Q= 1 000 - 50p.
Supongamos, además, que se pueden producir estos artefactos a un promedio constante
y costo marginal de $10 por unidad.
a. Calcule la producción y precio en el mercado en condiciones de competencia per-
fecta y de monopolio.
b. Defina la elasticidad punto de la demanda E, para una combinación específica de pre-
cio y cantidad, como la relación de precio a cantidad, multiplicada por la pendiente
de la curva de demanda, AQJAP, todo multiplicado por -1. Esto es, e, = - - P -AQ
Q AP '
l
¿cuál es la elasticidad de la demanda en el eqdibrio competitivo? (Cuál es la elas-
ticidad de la demanda en el equilibrio de monopolio?
1¡ c. Indique el costo marginal como MC. Muestre que en el equilibrio de monopolio
se satisface la siguiente condición:
P - MC S - - ,
1
1
I
P 8,
5. En este capítulo mencionamos a TYCO1nt~rnationa.ly Su control sobre el mercado de
de plástico. Supongamos que la demanda inversa de ganchos la da p = 3 -
Q/16 000. Supongamos, además, que el costo marginal de fabricar los ganchos es
constante a $1.
a. (Cuál es el precio de equilibrio y cantidad de ganchos si el mercado es competiti-
vo?
l
b. (Cuál es el precio de equilibrio y cantidad de ganchos si el mercado está monoPo- I
iizado? l
c. ¿Cuál es el peso muerto o pérdida de bienestar del monopolio en este mercado?
6. Una sola compañía monopoliza todo el mercado de grifos de ama de una sola ~ ~ l ~ ~ -
u
r ---
ca, de tipo bola, que puede fabricar a un costo mar@al Y promedio constante de AC
= MC = 10. Originalmente la empresa di-enta una curva de demanda en el mercarin
- -------S-
dada por Q= 60 - P.
a. Calcule la combinación de precio y cantidad que maximiza las
de la
empresa. (Cuál es la utüidad de la empresa?
b, Supongamos que la curva de demanda en el mercado se traslada hacia fuera y su
Dendiente se vuelve más pronunciada. Ahora se describe -
- - - - cnmo 0, 45 - n c;
-- "..,L. tL.,l ,
este caso ¿cuál es la combinación de cantidad y precio que maUmiza las utilidades)
<cuálesson las utilidades de la compañía?
En lugar de la función de demanda supuesta en el inciso b), supongamos que la
demanda en el mercado Se lxaslada hacia fuera y se aplana. Se describe como Q =
100 - 2 ~{Ahora
. cuál es la combinación de cantidad y precio que ma*rniza las uti-
lidades? iCudes son las utilidades de la compañía?
da&&que las tres situaciones diferentes en 10s incisos a), b) y c). Con base en lo que !
observa, explique por qué no hay una curva de oferta para una empresa con poder !
l
i de monopolio. I
Capltulo 2 Algunas herramientas rnicroeconórnicas básicas 45
Las empresas se clasifican en orden decreciente de tamaño. La industria A tiene 10 empresas de dimensiones
iguales, la industria B tiene una empresa grande y 20 más pequeñas del mismo tamaño. La industria C tiene tres
empresas grandes y cinco empresas más pequeñas. Las líneas punteadas identifican las razones de concentración
de cuatro empresas, CR,, para cada industria.
Las curvas de concentración son un útil dispositivo para ilustrar las razones de concen-
tración.' Basta dar un rápido vistazo a estas curvas para tener una idea de cómo se disui-
buye la producción de la industria entre empresas. Sin embargo, a menudo necesitamos
resumir la estructura industrial con un solo número o índice. Uno de los índices más po-
pulares, que se concentra en el tamaño de las empresas (en relación con la industria), es
la razón de concentración, CR,, que se define como la participación de mercado de las n
empresas más grandes. En Estados Unidos la opción más frecuente es la razón de con-
centración de cuatro empresas, C%, o sea el porcentaje de ventas de la industria que repre-
sentan las cuatro empresas más grandes. En las tres industrias hipotéticas que describimos
con anterioridad podemos identificar con mucha facilidad la concentración C h . Todo lo
que requerimos es dibujar una línea vertical desde el -valor cuatro en el eje horizontal has-
ta la curva de concentración pertinente, y desde ese punto buscar en dirección horizon-
tal hasta la coordenada en el eje vertical. Como se puede ver, CR, es 40, 61.75 y 80,
para A, B y C, respectivamente. U n ejercicio similar genera la razón de ocho empresas,
c$, que también se reporta con frecuencia. Su valor para los mercados A, B y C es de
80, 70.75 y 100, respectivamente.
1 Quienes esten familiarizados con el coeficiente de Gini, que normalmente se utiliza para medir la desigualdad
del ingreso, reconocerán la curva de concentración como la analogia referente a la estructura industrial de la
curva de Lorenz, de la que se deriva el coeficiente de Gini. Se pueden ver mayores detalles en C. Damguard,
"The Lorenz Curve", disponible en lnternet en http://www.mathworld.wolfram.com/LorenzCurve.html.
cuando se habla de una sola industria, este datos para Estados Unidos. Algunos de sus
ndmero tan pequeño de empresas represen- resultados se muestran abajo.
taria una fracción demasiado pequeña del
datos
~~t~~ sugieren que, por 10 nwnos des- la participaci6n del empleo o lasutilidades.
de ladecada de los cincuenta, la concentra- Esto no significa que lasempresas no
,-idn agregada en la manufactura no ha mas- creciendo. Si cada empresa crece a lamisma
trado una tendencia a crecer ni a disminuir. velocidad que la economfa, con el tiempo
L~ de 1997 es aproximadamente igual a la cada uno de nosotros trabajar& en organiza-
de 1958, ya sea que uno observe las 1°0 c i ~ n e scadavez mbs grandes, aunque la con-
o 200 empresas mbs grandes. White demues- centraci6n siga estable. White mueara que
tra que resultado es hasta cierto Punto esto tambien ha estado sucediendo y que,
cuando se observa a todas lascorP0- en consecuencia, tambien eltamafio prome-
raciones no financieras, o se enfoca uno en dio de la empresa ha crecido.
HHI = 2 si,
donde S, es la participación de mercado de la i-ésirna empresa. En otras palabras, el H H I
es la suma de los cuadrados de las participaciones de mercado de todas las empresas de la
industria. En la tabla 3- 1 se ilustra el cálculo del H H I para la industria C en nuestro ejem-
plo. Si medimos la participación de mercado en términos decimales, de modo que una
empresa que tiene 25 por ciento del mercado tenga una participación si = 0.25, el H H I
de la industria C es 0.20. Esto corresponde a un valor máximo de H H I = 1.0, que sería
el HHI para este caso si la industria fuera un monopolio puro, donde una sola empresa
obtiene y maneja toda la producción. Sin embargo, es un poco más común medir la par-
ticipación en términos porcentuales, en cuyo caso el H H I de la industria C es 2000, que
se compara con un valor máximo de monopolio puro de H H I = 1 0 000 cuando la par-
ticipación se mide de esta forma. Para las industrias A y B, cálculos similares rinden H H I
= 1000 y 3 126.25, respectivamente.
Como razón de concentración, la medida H H I tiene sus desventajas. Sin embargo, tiene
una gran ventaja sobre una medida CR, o una C$. Esto se debe a que el H H I refleja la
influencia combinada tanto de las empresas de diferente tamaño, como la concentración
de la actividad en unas cuantas grandes empresas. Es decir, en lugar de reflejar simple-
mente lo que sucede en un solo punto en la curva de concentración, el H H I proporcio-
na en una sola cifra un sentido más completo de la forma de la curva. Es esta capacidad
de reflejar tanto el tamaño promedio de la empresa como la desigualdad de tamaño en-
tre las empresas lo que ha llevado a los economistas a preferir el H H I a las razones sim-
ples de concentración como CR,. Así, en nuestro ejemplo, la industria B tiene el valor
más alto de H H I , porque es la que tiene las mayores disparidades en tamaño de las em-
presas.
1 25 625
2 25 625
3 25 625
4 5 25
5 5 25
6 5 25
7 5 25
8 5 25
Parte uno Fundamentos
Fuente: Oficina ejecutiva del presidente, Oficina de administración y presupuesto, Washington, DC, 8 de abril de
1997. Disponible en lnternet en http://www.census.gov./epcd/naics/pressrel.html.
el producto principal que fabrica, de acuerdo con lo que indiquen las medidas de las ventas.
Una vez que se han clasificado todos los establecimientos, se calculan las ventas totales
de cada mercado, luego se calculan los índices de participación de mercado y de concen-
tración. La oficina del censo publica periódicamente estos datos. La tabla 3-2 muestra
tanto el CR4 como el H H I para una muestra de industrias muy conocida^.^
Las dos medidas de concentración industrial, el CR4 y el H H I , están muy correlacio-
nadas, lo que significa que cada una genera aproximadamente la misma descripción de la
estructura de una industria. Sin embargo, aunque ambas medidas relatan a menudo una
historia similar, el asunto fundamental es si se trata o no de la historia ~ o r r e c t a Es
. ~ de-
cir, jen qué medida los códigos de clasificación de cuatro dígitos de la industria y las me-
didas relativas a la concentración del mercado se ajustan a la idea de mercado de un eco-
nomista?
En general, incluiríamos los establecimientos de producción como parte de un merca-
do si los productos que ofrecen fueran estrechamente sustituibles desde el punto de vis-
ta del consumo. Los economistas miden tal capacidad de sustitución desde el punto de
vista del consumo mediante el cruce del precio con la elasticidad de la demanda qy que
se define como el cambio porcentual en la demanda del bien i, que ocurre cuando hay
I
cR4 HHI
l lI I
Cereales par? desayuno
'
Producción &'bebidas refrescantes 47.2 800.4
Automóviles 79.5 2 862.8
I
Molinos textiles 13.8 94.4
Manufactura de papel 18.5 173.3
Refinerlas de petróleo 28.5 422.1
I Manufactura de petroqulmicos 59.8 1 187.0
Farmacéutica 32.3 446.3
Producción de cemento 33.5 466.6
~áminas/placas/papelaluminio 65.0 1 447.0
Computadoras y periféricos 37.0 464.9
Focos de luz eléctrica 88.9 2 849.0
Muñecas, juguetes y juegos 40.0 495.9
Aviación 80.9
Semiconductores 41.7 688.7
Equipo telefónico 55.3 1 061.1
Tuberias/accesorios de plástico 24.8 241.3
Artlculos de baño 38.6 564.2
Calzado de mujer 49.5 794.8
Refrigeradores domésticos 82.8 2161.6
I
Fuente: "Concentration Ratios in Manufacturing". Bureau of the Census, 1997 Census of Manufacturing,junio de
2001.
sin embargo,la ~resenciade un alto precio monoP6lico puede inflar la medici6n de elasticidaden
un punto recalcado orl$lnalmente Por Stocking~Mueller (1955) ESdecir, al alto precio
con otros
c:-A,. a m n r r u monooolista.
- ....-, ~uede - -. 0orande
.- .- ser
. . de otros preciosen relacibncon este
.-9 oi.cric~dad
. -"-- 1
i,,auv ,,vi uiiu *.s.,.-- -"L.,,
precio, e indicar que otros bienes son sustitutos, a diferencia deI que se obtendria si la industria 1
monopolizada hubiera fijado su precio en forma competitiva.
Capltulo 3 La estructura del mercado y el poder de mercado 53
mente todos los periódicos operan en mercados locales, donde se suelei, encontrar uno
o dos competidores c ~ a n d omás. El hecho de que, tomada como una industria nacional,
10s periódicos exhiban muy bajas medidas de concenmci&, puede no ser tan importan-
te para indicar las opciones de que disponen los consumidores cuando compran periódi-
cos en un pueblo o ciudad en parti~ular.~
Otro aspecto relacionado con la geografia es el comercio exterior. Cuando dicho co-
mercio es de gran volumen, el mercado pertinente muy bien puede ser i$~ mercado global
en lugar de un mercado local. Además, incluso si se observa sólo el mercado local, la pre-
sencia de importaciones puede significar que la medición de la participación del mercado
depende sobre todo de qué se utilice como indicador si el total de la producción o el to-
tal de las ventas. Así, General Motors, Ford y Daimler-Chrysler aportan aproximadamen-
te 80 por ciento de toda la producción local de autos en Estados Unidos, pero sólo
cerca de 60 por ciento de las ventas locales, como resultado de las importaciones de au-
tomóviles.
Por último, medidas estructurales como el HHI y el CR, tienen problemas para refle-
jar las relaciones entre empresas que operan en diferentes etapas del proceso de produc-
ción. A menudo la entrega de un bien o servicio final al cliente representa el último de
muchos pasos. Éstos incluyen la adquisición de materias primas, la transformación en un
producto semiterminado, el acabado de ese producto semiterminado en un bien final de
consumo, y a partir de d í su venta al menudeo. En términos económicos la fase inicial
de materias primas se suele definir como la fase de "corriente arriba", después de la cual el
producto fluye "corriente abajo", a través de las diversas etapas hasta su venta íinal al con-
sumidor. La relación entre las fases de corriente arriba y corriente abajo es, en consecuen-
cia, vertical, y esta relación puede adoptar varias formas. Un productor corriente arriba
puede ser propietario de todas las fases subsecuentes, en cuyo caso decimos que la em-
presa tiene una integración vertical. Por el contrario, un productor corriente arriba pue-
de ofrecer franquicias o contratos a largo plazo a los vendedores que están corriente abajo.
La existencia y variación de estas relaciones puede dificultar la medición de la estructura
del mercado en cualquier etapa de la producción. Por ejemplo, hay muchas compañías
embotelladoras, así que las medidas convencionales de concentración en las industrias enla-
tadora y emboteíladora de bebidas suelen ser muy bajas. A su vez, esto sugiere un mercado
bastante competitivo. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de las embotelladoras
no compite entre sí, sino que suele estar atada mediante estrictos acuerdos de franquicia
con algunos de los proveedores nacionales que están corriente arriba, como Coca-Cola o
Pepsi."
En resumen, la interpretación de medidas estructurales como CR, y HHI se ve muy
complicada por diversos factores como la existencia de mercados nacionales, del comercio
internacional y las relaciones verticales. Además, el enfoque común de establecer catego-
rías con base en la similitud de técnicas de producción, más que en la medida en que sirven
como sustitutos ante los consumidores, significa que la mayoría de las medidas estructu-
rales está lejos de ser ideal para indicar la medida de competencia en el mercado. Sin em-
bargo, aunque está bien reconocer estas limitaciones, es igualmente importante reconocer
que tal vez sea mejor contar con algunas medidas de estructura industrial, que no contar
con ninguna. Aún más, categorizar la industria con base en la cercanía de las técnicas de
producción compartidas, sí tiene sus ventajas. Las teorías más explícitas de la estructura
5 Este tema se complica todavia más en el caso de una industria en que operan grandes empresas nacionales
en muchos mercados locales. Por ejemplo, The New York Times tiene una participación accionaria que le da el
control en The Boston Clobe, lo mismo que en otros periódicos. El grupo Gannet controla los periódicos en
más de dos docenas de mercados. La industria bancaria fuera de Estados Unidos revela un patrón similar de
propiedad nacional de las sucursales locales.
6 Por ejemplo, algunos autores, Gort ( 1 9 6 2 ) , y más recientemente, Davies y Morris ( 1 9 9 5 ) , han intentado
obtener una medida cuantitativa precisa del alcance de la integración vertical.
P a r e Uno Fundamentos
industrial vinculan la configuración de una industria con la conducta de sus costos de pro-
ducción. Tal relación tiene sentido sólo si las tecnologías de producción son suficiente-
mente similares como para que podamos hacer afirmaciones generales, con validez para
toda la industria, sobre la estructura de costos de una empresa promedio.
1 i bPOOEW
3.2 ~ ~ ~ i ~DEL n i DE MERCABU
A lo largo de este c a p i d o hemos reflexionado en la estructura de mercado en el sentido
literal del modo en que la producción de bienes de la industria se distribuye entre dife-
rentes empresas. Hemos visto cómo estadísticas resumidas, por ejemplo el CR, o el HHI,
tratan de describir esta configuración de empresas en una industria, en forma parecida a
como un censor pudiera utilizar estadísticas similares para describir el número y tamaño
de familias en una región geográfica. Gran parte de lo que motiva el uso de esas medidas
es el deseo de resumir de manera muy abreviada dónde se puede ubicar una industria en
relación con el ideal de la competencia perfecta. No hay problema en utilizar este enfo-
que estrucmal mientras no se pierda de vista que una estructura particular no significa
necesariamente un resultado particular.
cuando decimos que una industria está muy concentrada, estamos diciendo que no
está compuesta por numerosas empresas pequeñas como en el modelo competitivo, sino,
bien, que unas cuantas empresas responden por gran parte de su producción. $ig-
nifica esto necesariamente que los precios que se cobran en esta industria están por
ba de los que prevalecerían en un n ~ r c a d ode competencia perfecta? La respuesta no es
tan simple. Como veremos en capítulos posteriores, 10s mercados con sólo dos o tres em-
presas pueden, en ciertas condiciones, acercarse bastante al resultado de competencia.
~1 in&ce de Lerner, o LI, es una forma de n~edirqué también se desempeña un mer-
cado desde el punto de vista de la eficiencia. El LI mide cuánto se aleja el resultado del
ideal competitivo en la forma Siguiente:
Demuestre que el índice de Lerner tiene u n valor máximo de 1. ¿Que indica esto acerca de
la elasticidad de la demanda que tiene una empresa con poder de monopolio?
En el caso de una industria en que hay más de una empresa, pero no demasiadas em-
presas, la medición del LI es más complicada y requiere obtener un índice promedio. Un
caso particularmente fácil relacionado con esto es aquel en que la mercancía en cuestión
es homogénea, de modo que todas las empresas deben vender exactamente al mismo pre-
cio. Si es así, entonces podemos medir un LI de todo el mercado como
TABLA . Industria
Promedio 0.57
PROBLEMAS
1. La siguiente tabla proporciona datos de la participación porcentual de tres productos
de papel en el mercado estadounidense en 1994:
PAPEL FACIAL PAPEL DE BAÑO TOALLAS DE PAPEL
Compañ/a % Compañia % Compañia %
participación participación participación
--
-
sujeta a la restricción f(xl, x2, 7 x,) = 9.
costo promedio. Si el precio cae por debajo del costo promedio, la empresa pierde dine-
ro en cada unidad que venda. NO puede se@ haciendo esto en el largo plazo; al final,
la empresa tendrá que cerrar si el precio sigue por debajo de SU costo promedio. ~1 que
este cierre se produzca más pronto 0 más tarde dependerá de la relación entre el precio
y el costo variable promedio AVC(q). Si el precio excede el costo variable promedio, la
empresa operando en el corto plazo. Si el precio está por arriba del costo varia-
ble promedio, la empresa obtendrá alguna utilidad de operación sobre cada unidad que
venda y esto aportará algunos fondos Para cubrir Por 10 menos dgunos de sus costos fi-
jos, Sin embargo, si el precio está por debajo del costo variable promedio entonces la em-
presa cerrará de inmediato.
~1 esnidio del precio y del costo promedio nos permite identiíicar también el papel que
desempeña el costo hundido en las decisiones de la empresa. De nueva cuenta, la utilidad
por unidad en cualquier periodo es simplemente el precio menos el costo promedio, p -
A C ( ~ La
) . utilidad total en cualquier penodo es sólo la utilidad por unidad multiplicada
por el número de unidades, [ P - AC(q))Iq.Antes de ingresa- a una industria una empre-
sa debe esperar por 10 menos llegar al equsbno. Si el ingreso significa incurir en un tos-
to hundido como pago de licencias o gatos de investigación, entonces la empresa t e n ~
que aceptar que debe obtener suficientes utiklades en periodos postefiores como para
ese costo hundido inicial. Si no es así, no ingresará d mercado. (Expresado en len-
guaje formal, el valor presente descontado de las utilidades futuras esperadas debe ser por
lo menos igual al costo hundido.) A pesar de 10 anterior, advierta que una vez que ha h-
gresado7el costo hundido ya no es Unportante. Una vez que se ha tomado la decisión de
ingresar al mercado y que se ha incurrido en el costo hundido, 10 mejor que la empresa
puede hacer es seguir la receta anterior: producir en el punto en que el ingreso m a r b a l
iPda al costo marginal mientras el precio sea igud al Costo promedio, de oua manera
tendrá que cerrar. Es decir, el costo hundido afecta la decisión de ingreso, no la decisión
sobre producir después de que se ha ingresado.
En resumen, el concepto de costo promedio es perhente si la empresa se lanza a fa-
bricar una producción. El concepto de marginal es PeIThente respecto de cL,ánta
producción obtendrá la empresa, una vez que decide producir una cantidad positiva.
costo hundido es pertinente, en primer lugar, respecto de la decisión de ingresar mer-
Capitulo 4 Tecnología y costo 63
5 725 145 - -
6 81 6 136 96 1.42
7 91 7 131 104 1.26
8 1 024 128 113 1.13
9 1 143 127 123 1.O3
1O 1 270 127 132 0.96
11 1 408 128 151 0.85
12 1 572 131 - -
3 Nota: En la tabla 4-1 el costo marginal se calcula como el promedio del incremento en el costo relacionado
con la producción de una unidad más y la reducción de costo relacionado con la producción de una unidad
menos.
Parte Uno Ifundawnentos
prodwcción obte@&ios:
Puesto que el denominador es positivo, la pendiente de la curva del costo promedio está
determinada por la relación entre el costo marginal y el costo promedio. Cuando el costo
marginal es mayor que el costo promedio, la pendiente es positiva. U n incremento en la
producción incrementa el costo promedio. Si el C O S ~ Omarginal es menor que el costo pro-
medio, la pendiente es negativa. El incremento en la producción reduce el costo promedio.
costo promedio minimo se encuentra donde la pendiente es cero, lo que ocun-e cuando el
costo promedio es igual al costo marginal.
4 . . del trabajo y e\
L~ obra clásica de Smith, La riqueza de las naciones, incluye un capitulo famoso sobre lad.'"'s'6n
que esta produjo en una fábrica de alfileres.
aumento de la
Capitulo 4 Tecnologfa y costo
W Verificación de la derivacibuu
- --
La derivación de una función de costos supone que cada una de las empresas fabrica cada
nivel de producción a u n costo mfnimo. Una condición necesaria para &l minimización es
que se satisfaga la siguiente ecuación para cualquier par de insumos i yj.
MP. -
MP. - MP.J
, que equivale a 2 - -.
MPj I i
En otras palabras, los insumos se deben utilizar hasta el punto en que el producto margi-
nal de la última unidad de dinero gastada en el insumo i sea igual al producto marginal de
la última unidad de dinero gastada en el insumo j.
pies cúbicos. Puesto que el costo de materiales y mano de obra depende de la superficie,
pero la producción depende del volumen, se infiere que a medida que aumenta el tamaño
de un contenedor, hay un incremento menos que proporcional en el costo. A su vez, esto
significa que el costo unitario se reduce conforme lo hace la producción. Para ser especí-
ficos, el costo unitario caerá aproximadamente en tres por ciento por cada incremento de
1 0 por ciento en p r o d ~ c c i ó nPara
. ~ una gama de procesos, por ejemplo la distribución de
gas natural por medio de tubería, o la fabricación de productos de vidrio en que el vidrio
fundido se mantiene en grandes hornos, esta relación sugiere que el costo de producción
por unidad será menor si se opera en gran v01umen.~
Cualquiera que sea la fuente de las economías de escala, el hecho de que se defina co-
mo una reducción en el costo promedio nos da una forma precisa de medir estos efectos.
Sabemos que observaremos una reducción en el costo promedio sólo si el costo margi-
nal está por debajo del costo promedio. De igual manera, la presencia de deseconomías
de escala o costos promedio crecientes requieren que el costo marginal esté por arriba del
costo promedio. Por lo tanto, podemos construir un índice preciso de la medida de eco-
nomías de escala si tomamos la razón S definida como S = AC(q)/MC(q). Es decir, S es
la razón del costo promedio al costo marginal. También se puede demostrar que S es el
inverso de la elasticidad del costo respecto de la producción. (Véase el punto de verifica-
ción de la derivación sobre las economías de escala.) En otras palabras, S mide el incre-
mento proporcioilal en la producción que se obtiene para un incremento proporcional
dado en costos.
Cuanto más exceda S a 1, mayor es la extensión de las economías de escala. En estas
condiciones, un incremento de uno por ciento en la producción se relaciona con un in-
cremento menor a uno por ciento en los costos. A la inversa, cuando S c 1, hay deseco-
nomias de escala. Una producción que está creciendo en uno por ciento nos lleva ahora
a un incremento en costos mayor a uno por ciento. Por Último, cuando S = 1, no exis-
5 El estudio clásico de Chenery (1 949) sobre 10s gasoductos de gas natural es un ejemplo de esta relación técnica.
6 Observe que la explicación técnica dada aquí refleja las desventajas del enfoque neoclásico, ya que no aclara
por qué las economías de escala relacionadas con una tecnología de producción específica se deben explotar
dentro de una sola empresa. Por ejemplo, dos O más compaiiias pueden ser propietarias conjuntas de gaso-
d u c t o ~ De
. hecho, cada vez existe más apoyo para el uso de mecanismos de copropiedad o cotenencia como
alternativa para dirigir la regulación en el caso de un monopolio natural. Véase Gale (1994).
I Capitulo 4 Tecnologia y costo
I
Los costos hundidos también influyen en la estructura del mercado. Desde el punto
de vista conceptual su papel es similar al de las economías de escala. De nueva cuenta, las
Parte Uno * Fundamentos
l
Sil ulmoi t2amima en~.e"lilcemtrb
~ome~dial prsme- Y6rk5 paganltrents d'e $2 260 étl mes más 15
dio de estos dlast 'i" encontrará que el pasillo por ciento de cualquier ingreso mensual que
principal está repkb de boutiques modestas exceda de $14 666. En contraste, la tienda
que, a diferencia de los establecimientos nor- promedio de ese mismo centro comercial
males del centro comercial, pueden cambiar- paga una renta mensual de $300 000. Aún
se de lugar en unos cuantos minutos. Estas más, el mercado de los artlculos que se ven-
boutiques son carros colocados en el exterior den en estos carros es grande. El Mall ofAmé-
de los centros comerciales, muy parecidos a rica atrae 600 000 visitantes por semana y
los carros de los vendedores ambulantes de 900 000 durante las festividades navideñas.
épocas anteriores. Sus propietarios venden Muchos carros venden $30 000 y $40 000
artlculos especlficos como llaveros, alimen- mensuales. La combinación de bajos costos
tos especiales, objetos de arte y flores. Con fijos y gran tamaño del mercado significa que
estos carros los vendedores reducen conside- el negocio de los carros deberia estar pobla-
rablemente sus costos fijos. Los propietarios do por u n gran número de empresas. De
de carros en el centro comercial Mall of hecho, entre 1992 y 1996 el número de carros
America, que abrió en 1992 y tiene el tama- en el Mall of America cambió de menos de
ño de siete estadios de los Yanquis de Nueva 10 a más de 420.
Fumt.; B.J. Feder, Little Pushcam that Could." n e New York Times, 13 de mayo de 1999, 33-34,
empresas ingresan a un mercado sólo si creen que pueden llegar por lo menos al equili-
brio. ~ ~significa
t o que si hay costos hundidos positivos relacionados con el ingreso, en-
tonces las empresas deben obtener utilidades positivas en cada periodo de operación pa-
ra cubrir estos costos de ingreso. Si éste es el caso, ingresarán al mercado. Ciertamente,
esta visión nos conduce en forma natural a una definición del equilibrio de largo plazo.
Las empresas dejarán de ingresar a la industria -Y, en consecuencia, el número de em-
presas estará en su nivel de equilibrio- cuando la utilidad de operación de cada periodo
cubra apenas el costo hundido inicial que requiera el ingreso. Desde luego, cuantas
empresas entren a una industria, el precio Será más competitivo y la utilidad que obten-
una empresa en cualquier periodo de operación real será menor.
La lógica anterior nos permite percibir cl=amente el papel de los costos hundidos en la
determinación de la estructura del mercado. Cuanto mayor sea el costo hundido, menos em-
presas habrá en equilibrio. Si se tiene que incurrú. en un alto costo hundido para el ingreso,
entonces será necesario que cada empresa que entra después obtenga una buena utilidad de
sus operaciones para cubrir SUS gastos iniciales de ingreso. Esto puede suceder si el nú-
mero de empresas que entra es pequeño, de tal suerte que la competencia en precios sea
débil y que el precio re pueda incrementar por arriba del costo r n a r ~ d(y promedio).
Para tomar un ejemplo bastante simple imaginemos un mercado en que cada empre-
sa fabrica un idéntico y que la elasticidad de la demanda es exactamente uno, o
sea il = 1, a lo largo de toda la curva de demanda. Esto significa que el gasto total del
consumidor por el producto es constante. Una reducción en uno por ciento en el precio
se equilibra con un incremento de Uno por ciento en la cantidad vendida. Denotemos
te gasto total constante como E. Si P es el precio de mercado y Qes la producción total
de mercado, entonces tenemos que E = Sin embargo, la producción total Q tam-
Capitulo 4 TecnologCa y costo
bién es igual a la producción de cada empresa q,, multiplicada por el número de empre-
sas, N, es decir, Q = Nqi. Si ponemos estas dos relaciones juntas, obtenemos:
donde tanto A como a son constantes positivas arbitrarias. Por úitimo supongamos que
las empresas pueden operar sólo un periodo, de tal modo que para que se produzca el
equilibrio es necesario que (P - c)q, = I(,donde K es el costo hundido de ingreso. Si
sustituimos este requerimiento de equilibrio en la ecuación (4.2) y luego combinamos esa
ecuación con la ecuación (4.3), obtendremos el número de empresas en equilibrio N< en
el que cada empresa de nuevo ingreso cubre apenas su costo hundido de ingreso K,el
cual es dado por:
La ecuación (4.4) indica que conforme aumenta el costo hundido k, disminuye el nú-
mero de empresas en equilibrio. Es decir, mayores costos hundidos significan que si to-
do lo demás es igual, habrá una mayor concentración en la industria.
Hemos visto que los costos hundidos surgen de los costos de obtención de licencias y
otros costos de instalación, además de por el uso de insumos que son altamente especia-
lizados en una actividad particular y tienen poco valor en otros usos. Los aviones usados
para utilizar un nuevo servicio aéreo, digamos entre Miarni y Houston, se pueden utili-
zar en cualquier otra parte, de manera que éstos n o son gastos hundidos. Sin embargo,
los gastos de investigación de mercado en que se incurre para determinar si es factible in-
gresar a éste tendrán poco valor para otros mercados, por lo que no pueden ser recupe-
rados. Lo mismo ocurre con los hornos que se instalan para fabricar cemento, los cuales
además de ese uso no tienen ningún otro, excepto el de ser vendidos como chatarra.
trabajo y dejar de obtener ingresos de que el ingreso que podria obtener un vete-
durantelos cuatro años que duran sus cursos rinario no es tan grande, han llevado a una
profesionales. La consecuencia es que un reciente baja de 12 por ciento en las inscrip-
nuevo veterinariodebe dedicar 10 por ciento ciones en las escuelas de esta disciplina.
carga. En otras partes del mundo todavía sucede así. Puesto que todas estas clases de ser-
vicios tienen diferentes costos de WmsPorte, sumar la producción de cada ferrocarril en
una medida simple como toneladas kilómetros totales confundirá cualquier análisis de
costos. Tal agregación no permite identificar si las diferencias de costos entre las compa-
ñías ferroviarias tienen su origen en diferencias de escala, O en diferencias en las clases de
servicios que ofiecen.
El ejemplo de los ferrocarriles señala un vado en nuestro análisis de la empresa.
particular, significa que hay que extender el análisis para incluir empresas que producen
de un tipo de bien, es decir, investigar 10s costos en el caso de las empresas de pro-
ductos múltiples. Esta necesidad tal es más importante en la actualidad que nunca
La evidencia que aportaron Dunne, R o b e r ~Y Samuelson (1988) y otros indica que la
rnayoda de establecimientos de negocios fabrica más de un producto menudo muchos
m&. Las grandes empresas automotrices también producen camiona de pasajeros y de
ga. Microsoft produce tanto 10s sistemas operativos Whdows como diversas aplicaciones
pegaradas para ese sistema. h empresas de productos electrónicos de consumo fabrican te-
l-ones, , h evidente que medir ]a producaón
estéreos, reproductores de ~ ~ X Oc So m p a ~ setc.
de esas empresas no es dg0 directo ni fácil.
Aun cuando las empresas fabriquen 10 que podría ser considerado un solo producto
básico, suelen ofrecer variedades de ese producto. Así, en la indusína de cereales el
d e s a y o las cuatro phcipales empresas venden más de 80 marcas. Si ut-iamos el en-
foque tecnológico de la empresa Para entender la estructura de la hdustna, es claro que
ampliar ese enfoque Pan incluir las compaili'as de productos
En
ovas palabras, necesitamos dcsarroflar un análisis de costos para la empresa de pro~uctos
miíltiple~.Entonces este asunto se convierte en si podemos derivar medidas de costo pro-
medio y de econodas de escala para las empresas de productos múltiples
sean tan
claras y precisas como 10s ConcePtos anaogos desarrollados para la empresa de un solo
CapFtulo 4 Tecnologla y costo
La respuesta a la pregunta anterior es sí, siempre que se cumpla con algunas restricciones.
Esta es la contribución principal de Baumol, Panzar y Wiíiig (1982). Estos autores de-
muestran que la restricción más importante es simplemente que medimos el costo
promedio para una mezcla dada de productos, digamos dos unidades de servicio de
transporte de carga por cada unidad de servicios de transporte de pasajeros, en el caso del
ferrocarril. Luego podemos medir este costo promedio a cualquier nivel de producción
mientras mantengamos constantes estas proporciones. Esto es lo que Baumol, Panzar y
Wdig llaman costo promedio radial (RAC, por sus siglas en inglés). También demuestran
que podemos derivar una medida de economías de escala basadas en el RAC que sea si-
milar, desde un punto de vista conceptual, a la medida de economías de escala para la
empresa de un solo producto. (Véase el punto de verificación de la derivación: El costo
promedio radial y las economías de escala de productos múltiples.)
Sin embargo, el elemento más importante aportado por Baumol, Panzar y Willig
(1982) tal vez sea su concepto de economías de alcance. Se dice que existen economias de
alcance siempre que cueste menos producir un conjunto de bienes en una empresa que
fabricarlo en dos o más empresas. Sea el costo total de fabricar dos bienes, q, y q2, dado
por C(q,, 9,). En este caso existen economías de alcance si C(q,, O) + C(0, q2 ) - C(q,,
q,) > O. Los dos primeros términos en esta ecuación son los costos totales de elaborar el
producto 1, digamos servicios de pasajeros, por una compañía y la elaboración del pro-
ducto 2, digamos transporte de carga, por otra. El tercer término es el costo total de ha-
cer que ambos productos sean ofrecidos por la misma empresa. Si esta diferencia es po-
sitiva, entonces existen economías de alcance. Si es negativa, entonces existen desecono-
mías de alcance. Si es O, entonces no existen ni economías ni deseconomías de alcance.
La medida de estas economías, S, está definida por la razón
donde MC, es el costo marginal de producir el bien i. Se infiere de inmediato que el signo de
d ~ ~ ~ ( ~está ) / determinado
d q por el signo del numerador de esta expresión. En otras pala-
bras, si q,MCl + q2MC, > C(q,, q2), entonceSdmC(q)/dq > 0,mientras que si qlMCl + q 2 ~ c ,
< ~ ( q , q,,) entonces dRAC(q)/dq < O. Ahora definimos la razón
d Verificación de la aea0idad
Las economlas de alcance surgen en muchas rancho que produce ambos .;J"productos le cues-
situaciones - q u e incluyen, como se mencio- ta menos obtenerlos que lb que le cuesta a dos
na más adelante, la producción agrícola-. ranchos que elaboran cada uno de estos pro-
Hay amplia evidencia de que las granjas que ductos por separado. Aún más, la carne y la
cultivan múltiples productos agrícolas o que piel están lejos de ser los únicos productos que
los mezclan con la cría de ganado son más se derivan de esta actividad económica. De
eficientes en costos que las granjas que culti- hecho, los despojos de las reses se usan en cien-
van sólo uno o dos productos. En el caso de tos de productos. Algunos de éstos son la gli-
las granjas que se especializan en la cría de cerina y el colágeno. Otras partes de las reses se
ganado, las ganancias de agregar cultivos ya destinan a la fabricación de vacunas, alimentos
no son tan claras. Sin embargo, esto puede animales, cápsulas de gelatina, lubricantes de
suceder porque la cría de ganado en sí misma motor, asfalto, recubrimientos de papel y sua-
ya incorpora muchas economías de alcance. vizante~de telas, por nombrar unos cuantos.
Veamos el caso de un rancho ganadero. La Imagínese en cuántos costos adicionales se
cría de ganado no sólo produce carne, sino incurrin'a si se mantuvieran hatos separados
también piel. Por lo tanto, es evidente que a un para obtener cada uno de estos productos.
- -
Fuentes: V. Klinkenborg, "The Whole Cow and Nothing but the Whole Cow." The New York Times, 20 de enero de
2004, p. 18; y C. Morrison Paul y R. Nehring, "Product Diversification, Production Systems, and Economic
Performance in U.S. Agricultura1 Production." JournalofEconometrics, por publicarse.
gas natural. Por ende, es probable que producir petróleo crudo también baje el costo d e
l a exploración para producir gas. De manera similar, una empresa que fabrica software
puede encontrar fácil ofrecer también servicios de consultoría e n computación, así como
ofiecer educación de posgrado puede ser más fácil si uno ofrece también educación a nivel
universitario.
En nuestra esposición de una función de costo de productos múltiples como C(q,, q,),
no distinguimos entre situaciones en que ambos productos tienen alguna relación, como
es el caso del servicio de trenes de pasajeros y de carga, y aquellas otras en que ambos bie-
nes son productos muy diferentes, digamos camisas y colonias. En el Último caso los dos
productos usan procesos de producción bastante distintos y la presencia de economías de
parece bastante menos forzosa. Al parecer es más probable que haya economías
de alcance cuando los bienes producidos se fabrican con técnicas de producción sirnila-
res, puesto que es más fácil que encontremos insumos compartidos y complementarieda-
des de costo. , ' .'
Esperamos que las economías de alcance sean más comunes en la producción conjun-
ta de diferentes variedades del mismo bien, porque en ese caso las similitudes de produc-
ción son más fuertes. Por ejemplo, las posibilidades de ahorros en costos por compartir
un factor común o por compartir complementariedades de costos parecen claros en el
caso de un fabricante de cereales listos para su consumo, que produce muchas variedades
del producto de cereal basado en el trigo. También es probable que lo antes di-
cho sea cierto para una empresa como Campbell Soup Company, que fabrica una amplia
de alimentos preparados, principalmente sopas. Para considerar estos asuntos
necesitamos concebir con mayor claridad el significado de diferentes variedades del mis-
mo bien. Para este propósito introducimos ahora un modelo de diferenciación de pro-
ducto que usaremos ampliamente en los capítulos siguientes.
Para hablar de productos diferenciados en forma rigurosa, necesitamos tener alguna
forma de medir qué tan diferenciados son. Una forma de hacerlo es imaginar que algu-
na característica particular es el rasgo básico distintivo entre diferentes versiones de ese
bien. En el caso de los autos, esta característica podría ser la velocidad o la aceleración,
En el caso de las bebidas podría ser el contenido de azúcar, luego podemos construir un
índice para medir este rasgo específico. Cada punto del índice, que va desde una capaci-
dad de aceleración baja a alta, de contenido de azúcar bajo a alto, etc., representa una di-
ferente variedad del producto. Algunos consumidores preferirán un auto que acelere con
rapidez o una bebida muy dulce, mientras que otros favorecerán autos que sean menos
rápidos o bebidas que tengan un contenido de azúcar muy bajo.
Como ejemplo, imaginemos que una compañía productora de bebidas estudia la co-
mercialización de mes versiones de su bebida básica de cola: l) De dieta o sin azúcar;
2 ) Súper, con contenido total de azúcar y 3) LX, una cola intermedia con la mitad del
contenido de azúcar de Súper. En este caso el rasgo distintivo que separa cada tipo de
producto es el contenido de azúcar. Entonces necesitamos construir un índice de conte-
nido de azúcar. Es costumbre normalizar dicho índice de tal suerte que vaya desde cero
hasta uno. El espectro de productos para nuestra compañía imaginana va, en consecuen-
cia, del De dieta, localizado en el punto O en nuestro índice, al Súper, localizado en el
punto 1, mientras que LX está colocado exactamente a la mitad en el punto 0.5. Esto se
ilustra en la figura 4-2.
Capitulo 4 Tecnología y costo
El espectro mostrado en la figura 4-2 podría considerarse también como una calle. A
su vez, podríamos entender que los consumidores están localizados en diferentes direc-
ciones de esta c d e . Aquellos consumidores a los que realmente les gusta el azúcar ten-
drán direcciones cercanas a los productos Súper. En contraste, los consumidores que
deben cuidar su consumo de calorías tendrán direcciones cerca de los De dieta. De ma-
nera similar, los consumidores que prefieren una cantidad media de azúcar, pero no tan-
to como la que contiene la variedad Súper, tendrán direcciones en algún sitio entre los
puntos LX y Súper.
Sospechamos que existen economías de alcance en el caso de una e'mpresa que fabrica
diferentes variedades de un bien común, como las bebidas que acabamos de describir. De
hecho, tdes economías de alcance se han ido haciendo cada vez más probables en años
recientes, como resultado de la introducción de nuevas técnicas de manufactura, conoci-
das como sistemas de manufactura flexible. Éstas se pueden definir como "unidad(es) de
producción que puede(n) producir una gama de productos discretos con un mínimo
de intervención manual" (U.S. Office of Technology Assessment, 1984, p. 60). La idea
es que los procesos de producción deben poder cambiar fácilmente de una variedad de
producto a otra, sin un castigo significativo en los costos.
Un ejemplo claro de un sistema de manufactura flexible es el popular fabricante de
ropa Benetton. Casi todo mundo está familiarizado con los anuncios de Benetton y su va-
riedad de suéteres, playeras y ropa de mezclilla de brillante colorido. De hecho, el proceso
de tinte es un rasgo distintivo de la tecnología de fabricación de Benetton. El tinte de los
artículos se realiza en el último momento antes de embarcarlos a las tiendas. Mediante equi-
po prograrnable de computación Benetton puede cambiar el color de un pedido específico
a otro, con mínimos costos de ajuste. En otras palabras, el amplio uso que Benetton hace
de la tecnología de diseño asistido por computadora/de manufactura asistida por compu-
tadora (CAD/CAM por sus siglas en inglés) le permite producir una extensa variedad de
productos diferenciados (por el color). En años recientes otras empresas también se han
apoyado en la tecnología CAD/CAM. Benjamín Moore (pinturas) y Toyota (autos) son
sólo dos de las muchas compañías que han usado esta tecnología para ofrecer a su cliente-
la una amplia variedad de opciones dentro de la misma línea básica de productos.
Si existen economías de alcance, las empresas tienen un fuerte incentivo para explotar-
las. Esto reducirá sus costos, tal vez abriendo la posibilidad de aprovechar economías de
escala de productos múltiples y permitiendo que la empresa acople mejor los productos
que ofrece con los que desean los consumidores específicos. Eaton y Schmitt (1994) de-
muestran que esto es exactamente lo que sucede en un modelo formal de manufactura
flexible en que hay k versiones posibles del bien. Estos autores demuestran que, cuando
las economías de alcance son muy fbertes, será natural para cada empresa de la industria
producir toda la gama de k productos. Además, la presencia de economías de alcance tan
fuertes tiende también a generar importantes economías de escala en el caso de produc-
tos múltiples, lo que implica que la industria tenderá a concentrarse. Aún más, incluso
cuando las economías de alcance son débiles, son suficientes para indicar que es menos
costoso organizar la producción en un número más pequeño de empresas. En otras pa-
labras, será menos costoso que menos compañías fabriquen una gama de productos en
lugar de hacer que una sola empresa fabrique cada producto por separado. En resumen,
la presencia de economías de alcance en la manufactura de productos diferenciados tien-
de a incrementar la concentración industrial en tales industria^.^
7 Véase en Evans y Heckman (1986) y Roller (1990) evidencias de economías de alcance en la industria telefóni-
ca; en Cohn, Rhine y Santos (1 989) y en DeGroot, McMahon y Volkwein (1991) evidencias de economias de
alcance en la educación superior; y en Gilligan, Smirlock y Marshall (1984) y en Pulley y Braunstein (1992)
evidencias de las economias de alcance en las finanzas.
Parte Uno Fundamentos
F ~ B. Tedeschi,
~ ~ "E-Commerce
~ : Report: A Lands' End hperiment in Seiling C u s t o r n - ~ pants
~d~ A success,
,ts RivalsToplay Catch-Up." The New York Times, 30 de septiembre de 2002,p. ~ 3 .
~~~~i~~
de un producto. Sin embargo, la agricultura es una industria estructurada en forma muy com-
petitiva, en parte porque el mercado de los productos agrícolas es muy extenso.
Pero, ¿qué tan grande tiene que ser un mercado para evitar el dominio de unas cuan-
tas empresas? Depende de las circunstancias. Por ejemplo, cuando las economías de esca-
la son extensas, cuando los costos fijos o hundidos relacionados con los insurnos indivi-
sibles son considerables, el mercado tendrá que ser más grande que cuando tales factores
tienen menos peso. Así, la relación entre la estructura y el tamaño del mercado variará de
acuerdo con el mercado específico que se esté examinando.
Si las economías de escala se agotan en cierto momento y si los costos hundidos para el in-
greso no aumentan, deberíamos ver que la concentración baja a medida que aumenta el tama-
ño del mercado hasta ser suficientemente grande. Alguna evidencia directa de este efecto la
proporcionan Bresnahan y Reiss (1991). Ellos reunieron datos sobre diversas profesiones y
servicios en más de 200 poblaciones dispersas en el occidente de Estados Unidos. Encontra-
ron que una población de 800 o 900 personas sostendrá sólo un médico. Conforme el pue-
blo crece hasta una población de unos 3 500 habitantes, suele entrar un segundo médico. Se
requiere una población de más de 9 000 personas para generar un servicio de cinco médicos.
La misma relación positiva entre el tamaño del mercado y el número de empresas se encuen-
tra en otras profesiones. Por ejemplo, Bresnahan y Reiss encontraron que se necesita un
poblado de sólo 500 personas para soportar un distribuidor de llantas, y que surgirán cinco
distribuidores de llantas cuando la población llegue a 6 000 habitantes. Los menores reque-
rimientos de mercado que se necesitan para apoyar a un número dado de distribuidores de
llantas en lugar de médicos probablemente refleje, entre otras cosas, el hecho de que los mé-
dicos tienen mayores costos hundidos o fijos que los distribuidores de llantas.
Sin embargo, Sutton (1991,2001) propone un señalamiento importante a la idea de que
la concentración se reducirá conforme crezca el tamaño del mercado. El asunto clave aquí
es la conducta de los costos hundidos. En la ecuación (4.4) asumimos los costos hundidos
como dados e iguales a una cierta cantidad I< en que se incurre con el ingreso. A pesar de
ello, en muchos sentidos la publicidad y otros esfuerzos para promover un producto son
también costos hundidos. Sutton muestra que para muchas industrias tales costos crecen
junto con el tamaño del mercado. Como resultado, los efectos de desconcentración de un
mercado mayor son neutralizados por una mayor concentración inducida por costos hundi-
dos crecientes. Si esto sucede, la concentración no se reducirá cuando el mercado crezca.*
, .
factor de demanda como externalidades de red. Las externalidades de red se re-
fieren afenómeno
l por el cual aumenta la disposición de un consumidor a pagar por un
bien o s e ~ c i ao medida que se eleva el número de consumidores que lo adquieren.
son un área en que las externalidades de red son particularmen-
te fuertes. Como ilustración, consideremos el caso del teléfono. La utiiidad o valor de que
un solo consumidor se conecte a un sistema telefónico es en esencia cero. Si nadie más es-
tá conectado, no se puede usar el teléfono para hacer siquiera una sola Uamada. Sin embar-
go, conforme m& gente contrata el sistema, también se incrementa el número de posibles
llamadas y, por ende, la utilidad de poseer un teléfono. ES decir, la decisión individual de
cada cliente de unirse al sistema oeece beneficios a 10s otros clientes -beneficios que son,
por consiguíente, externos al consumidor que 10 está contratando-. Esto es Lo que quere-
mos de& cuando hablamos de externalidades de red. Cuando la demanda del mercado
muestra una externalidad de esta clase, hay un fuerte incentivo para que una empresa trate
de que un gran número de consumidores contraten su sistema. Para expresarlo
en otra forma, ningún sistema telefónico podría sobrevivir sin un gran número de clientes,
porque no muy valioso para los pocos clientes con que contara.
Rerisaremos más a fondo este tema de las externalidades de red en el capítulo 24. Sin
embargo, a partir de la breve exposición anterior debe ser relativamente fácil entender
que es probable que los mercados con externalidades de red importantes estén domina-
dos por unas cuantas empresas muy grandes. En otras palabras, es probable que tengan
una estructura muy concentrada, incluso si no hay economías de escala presentes por el
lado de los costos. En realidad, muchos analistas risudizan las externalidades de red
como un caso de economías de escala por el lado de la demanda.
cuestión que rebasa el propósito de este libro. El punto que se ilustra tanto con el ejem-
plo de los taxis como con el de las líneas aéreas es que las políticas gubernamentales explí-
citas a menudo desempeñan un papel importante en la determinación de la estructura de
mercado.
El papel que con más fi-ecuencia ha desempeñado la política gubernamental ha sido el
de aumentar la concentración del mercado, como lo demuestran los &S ejemplos ante-
riores. Sin embargo, algunas políticas gubernamentales sí funcionan para incrementar el
número de empresas en una industria. La Ley Robinson-Patman, que prohíbe a las gran-
des empresas que hagan descuentos en precios si éstos se consideran anticompetitivos, re-
fleja un esfuerzo consciente de mantener a los minoristas independientes en condiciones
de operar su negocio. Normalmente las empresas de éstos son pequeñas, por lo que si no
existiera esta ley hubieran sido sacadas del mercado por las grandes cadenas de ventas al
menudeo. En forma similar, la decisión de obligar a la compañía Alcoa a vender algunas
de sus plantas de aluminio de tiempos de guerra a las corporaciones Kayser y Reynolds,
que tomó el gobierno estadounidense después de la 11Guerra Mundial, fue evidentemen-
te un esfuerzo por promover una estructura más competitiva.
1.Sea la función de costos C = 100 + 4q + 4 8 . Derive una expresión para el costo pro-
medio. Deduzca una expresión para el costo marginal. ;Hay algún ámbito de produc-
4' .
..
80 Parte Uno Fundamentos . .&..'
;.' - ..
ción caracterizado por economías de escala? <Enqué nivel de producción se agotan las
economías de escala?
2. Una línea urbana de tránsito rápido corre trenes atestados (200 pasajeros por carro)
en las horas pico, pero trenes casi vacíos (10 pasajeros por carro) en las horas flojas.
Un consultor de adniiiiistra&Ón alega 10 siguiente: "El costo del viaje de un carro en
$5 en las horas flojas. En consecuencia, debemos desalentar los viajes de las horas flo-
jas." ¿Es el cohJultor un buen economista? Justifique su respuesta.
3. Considere las simientes relaciones de costos Para una com~aiiíade un solo ~rnducto:
a. Deduzca el costo promedio y el marginal para todas las producciones enteras me-
1 b. ¿Cuáles son los costos promedio y marginal para todas las producciones por arriba
de 71
¿Hayuna escala de eficiencia mínima de la planta representada por estas relaciones
de costos? De ser así, <cuálesson?
r--
I sas de tamaño eficiente que puede sostener la industria? 1 l\@
t Capacidad
(1
1'
a. ¿En qué nivel de producción se agotan las economías de escala? 1 11
b. Calcule el índice de economías de e~calaPara 10s niveles de producción de 500
7 5 0 , l 0 0 0 , l 500 Y 1 750- ,
'í 6. Un articulo (J. Peder Zane, "It h ' t for the Mear, It's for Lotiony,, n, yol.-.
! ~ 6 5 5, de mayo de 1996, p. E5) presentó 10s siguientes datos para una vaca que
Capítulo 4 Tecnología y costo
Comente las economías de alcance ilustradas por este ejemplo. ¿Cuál es la fuente de
tales economías? <Qué indica la existencia de dichas economías acerca de la oferta
de productos como pieles, filetes y gelatina en polvo?
1 También es interesante señalar que hay una dispersión significativa de precios en Estados Unidos.
2 "Drug Lobbyist Pushed Letter by Senators on Medicare." The New York Times, 28 de julio de 2003, p. 15.
TABLA COMPARACIÓN DE PRECIOS DE MEDICAMENTOS
(D~LARESESTADOUNIDENSES)
5-1
CEEBREXQ 200 MG LIPlTOR@40MG PAXILQ320 MG
Fuente: john R. Craham y TanyaTaylor, "Prescription Dnig Prices in Canada and the Uníted States-Part 3: Retail Price Distn-
bution." pub/;c p o l ; ~
Sources Number 50, The Fraser Institute, 2001.
,
rentes mercados, que si establece un preUo común para todos estos mercados. Para
expresarlo en palabias simples, la discviminacidn de precios, O, sea el cobro de diferentes
precios a diferentes clientes por el mismo producto deja más utilidades que no aplicar nin-
guna disc-ación de precios. Desde luego, esto genera otras preguntas importantes.
Las mayores utilidades deben proceder de algún lado, ya sea del excedente del consumi-
dor o de una mayor eficiencia del mercado. Desde el Punto de vista de la formulación de
la pública, tiene gran importancia definir en cuál de estos rubros se halla el on-
gen. Además, los precios discriminatonos pueden afectar la Competencia en el mercado.
~~t~0-e cuando compradores, como las farmacis, pagan diferentes precios al mayoreo
por 10s bienes, en este caso medicamentos, Y luego deben competir entre sí al nivel de ventas
al menudeo. Todos estos asuntos serán tratados en secuencia a lo largo del texto.
quiénn en su curva de demanda. Aún así, el problema que constituye la identificación del
cliente de todos modos es bastante dificil de resolver. Es más, incluso si los esquemas de
ventas de de semana o cupones permiten identificar las distintas categorías de clientes
de la empresa, puede ser simplemente demasiado caro llevarlos al terreno de los hechos.
AW un monopolista pueda resolver el problema de la identificación, hay todavía
un segundo obstáculo a la discriminación de precios, el arbitraje. Para poder discriminar
el monopolista debe estar en condiciones de evitar que los consumidores que pagan un
bajo precio revendan sus compras a un precio más alto a otros consumidores, a los que el
monopolista desea ,asignar un precio más alto. De nueva cuenta; esto puede ser más fácil
para algunos biene5.y servicios que para otros. Los servicios médicos, legales y educativos
no se revenden con facilidad. ¡Un consumidor no puede venderle su operación del apén-
dice a otro! De manera similar, un anciano no puede venderle fácilmente su boleto con
descuento para el cine a un adolescente. No obstante, en otros mercados, por ejemplo el
de bicicletas e incluso el de automóviles, la reventa: o ventas que rebasan las £ronteras entre
diferentes mercados, es dificil de evitar. Esta es una parte importante del relato de mane-
jo de precios de medicamentos narrado al principio del capítulo. Las compañías farma-
céuticas sólo pueden tener éxito en la aplicación de precios discnminatorios si pueden
mantener separados los mercados estadounidense y canadiense, es decir, si pueden evitar
federal. Hay disposiciones similares si usted informe: "Los estados podr(an mejorar en
regresa a casa y trata de pedir vino de ese viñe- forma importante el bienestar de los consumi-
do por Internet. Estas disposiciones se han dores si permitiera que se les enviara el ino
puesto en tela de juicio. En julio de 2002 u n tri- directamente. Con los embarques direcros las
bunal de distrito estadounidense en Texas ventas en linea ofrecen a los c o n s u m ~ ~ o r e s
declaró inconstituciona~la prohibición sobre precios mas bajos y una mayor de
estos embarques directos. En Virginia y Caro- productos." ( p. 3)
lina del Sur se ha llegado a conclusiones simi-
Capitulo 5 La discriminaci~apde precios y el monopolio: precios lineales
dad de hacer esto y la mejor estrategia para lograr la discriminación de precios varía de
empresa en empresa y de mercado en mercado. Vayamos ahora a la práctica de discrimi-
nación de precios e investiguemos algunas de las técnicas más populares. De acuerdo con
la tradición en economía, clasificaremos estas técnicas por grados de discriminación de
precios: primer grado, segundo grado y tercer grado.%n fechas recientes estos esquemas
de precios han recibido los nombres de precios personalizados, precios de menú y pre-
cios de grupo, re~pectivamente.~ En este capítulo nos enfocaremos en la discriminación
de precios de tercer grado, o precios de grupo.
3 La discriminación en precios es un tema fascinante y su interés para los economistas rebasa el campo de la
organización industrial. La diferenciación entre primero, segundo y tercer grados sigue el trabajo de Pigou
(1920). Un tratamiento más moderno aparece en Phlips (1983).
4 Estos terminos fueron acuñados por primera vez por Shapiro y Varian (1 998).
Parte poder y práctica del monopolio
. .
se debe comprobar)
Miembros familiares (personas que viven en la misma dinicción que un miembro regular,
larnembresfa adicional es sin suscripción a las publicaciones de AEA)
supefior, que paga una cuota mayor. De nueva cuenta, aquí sólo podemos reportar una
observación casuál. Sin embargo, de acuerdo con esta base, tal reventa parece ser rara, de
modo que el problema de arbitraje parece que en realidad no existe.
Pero esta siniación no es exclusiva de la M.Muchas publicaciones académicas cobran
-biin un precio diferente a instituciones, como bibliotecas universitarias, que el que
cobran a individuos. La d o t a de suscripción al Journal ofEconomics and Manapnnt
Spategy, por ejemplo, es de $45 para un individuo, pero de $115 para una institución.
as líneas aéreas son particularmente aficionadas a aplicar una discriminación de pre-
cios de tercer grado. De hecho, en ocasiones se ha sugerido que el número de diferentes
tarifas que se cobran a los pasajeros de dase económica en un vuelo particular, casi
igual a] de pasajeros! Una caractefistica común de este tipo de disciminación de
precios es que se realiza aplicando restricciones en las características del boleto. Estas res-
uicciones se relacionan con el tiempo de anticipación con que se debe reservar el boleto,
si los welos se pueden cambiar, el número de días que transcurren entre la salida y el
regreso, si el viaje incluye la estancia en un fin de sematla, etc. Regresaremos al caso de
las aeroheas más adelante en este capido.
Otros ejemplos de discriminación de precios de tercer grado son 10s precios Yespecia-
les tempraneros* de 10s restaurantes Y 10s descuentos que se hacen a los clientes que can-
jean cupones de supermercado. Lo mismo ocurre cuando las tiendas departamentales
rebajan los precios de su ropa al final de la temporada, pues al hacerlo están tratando de
cobrar un precio diferente con base en la característica observable del tiempo en que se
realiza la compra.s La segmentación de 10s consumidores por el tiempo de la compra
tmbikn es evidente en otros mercados. Los consumidores suelen pagar más por ver una
peficula en una sala de estreno donde la ~eüculase exhibe por primera vea, que cuando
la ven en fecha en un cine de segunda corrida o, todavía más tarde, en un video
rentado para verla en casa.
como ya hemos afirmado, una característica esencial de todos los esquemas de discn-
minación de precios es que el monopolista puede encontrar a l m a c=actedstica f á d -
mente observable que sirva como un buen sustituto del bien, que p e r ~ t a las
diferenda en la disposición del cliente Pagar- Esta caactedstica puede paa divi-
dir el merado en d o i o más grupos, a cada uno de 10s cuales se le c o b m un precio d a -
rente. A continuación, el monopolista debe tener la capacidad de hpedir que quienes
pagan poco por el producto 10 mxndan a quienes Pagan mucho por 4.A este respecto
5 Ofiser descuentos en forma si~temiticaa 10 largo del tiempo tiene el riesgo de que silos
consumidores
saben que bajarin los precios en el hturo, retrasarbnsus compra. Si el niimero de
que posponen
SUS compras es 'demasiadon grande. 10s descuentos Por temporada no serin una buena
Capltulo 5 La discriminación de precios y el monopolio: precios lineales
consideremos otra vez las líneas aéreas. El requerimiento de quedarse un fin de semana,
que es común en muchas tarifas de descuento, discrimina eficazmente entre quienes via-
jan por negocios y quienes lo hacen por otras razones. .
Una vez que se han identificado y separado los diferentes grupos de consumidores, enton-
ces se puede expresar con kcilidad la regla general que caracteriza la discriminación de pre-
cios de tercer grado. Los consumidorespara quienes la elasticidad de la demanda es baja, deben
pagar un precio más alto que quienes tienen una elastzcidad de demanda relativamente alta.
Cantidad Cantidad
mercado es idéntico, como sucede en nuestro ejemplo, entonces la regla significa tam-
bién que el ingreso marginal será el mismo sobre la última unidad vendida en cada mer-
cado. Si esta condición no se sostiene, el monopolista puede elevar sus ingresos y utili-
dades sin incrementar su producción (y con ello, sin elevar sus costos) sólo si desvía ven-
tas del mercado de bajo ingreso marginal al de alto ingreso marginal.
La aplicación de estas reglas a nuestro caso queda ilustrada en la figura 5-2. Recuerde
que la demanda en el mercado estadounidense es de P, = 36 - 4Q, y en Europa es de
P, = 24 - 4QE.Esto significa que el ingreso marginal en Estados Unidos es de MR, =
36 - 8Q, y en Europa es de MRE= 24 - 8QE.Apliquemos ahora la regla de que el
ingreso marginal iguala al costo marginal en cada mercado. Esto arroja una producción
que maximiza utilidades en Estados Unidos de QE = 4 millones de libros a un precio de
Pu = $20, y una producción que maximiza utilidades en Europa de Qz = 2.5 millones
de libros a un precio de Pi = $14. La utilidad sobre ventas en Estados Unidos es de $64
millones y en Europa es de $25 millones, lo que deja una utilidad agregada (otra vez
excluyendo todos los costos fijos y de instalación) de $89 millones, lo que significa un
incremento de $4.5 millones sobre la utilidad que se obtiene cuando no se aplica una dis-
criminación de precios.
¿Cómo se relaciona esto con la regla de la elasticidad que presentamos antes? Una pro-
piedad importante de las curvas de demanda lineal es que la elasticidad de la demanda cae de
manera uniforme de infinito a cero conforme nos movemos hacia abajo en la curva de deman-
da.6 Esto significa que para cualquier precio menor de $24 (y mayor que cero) la elasti-
Estados Unidos
La empresa establecesu producción en el punto en que el ingreso marginal iguala el costo margi-
nal en cada mercado y establece el precio de liquidación en cada mercado.
La empresa identifica la demanda agregada y el ingreso marginal correspondiente. Elige el nivel de producción
total en donde el ingreso marginal es igual al costo marginal y el precio no discriminatorio de la función de
demanda agregada. La producción en cada mercado es la producción de liquidación del mercado.
El lector podría pensar que éste es un paso redundante, ya que la función de ingreso
marginal agregado que acabamos de calcular es la misma función de ingreso marginal
derivada de la función de demanda agregada. Sin embargo, es importante señalar que
esta equivalencia de ambas funciones de ingreso marginal se aplica sólo cuando las
demandas son lineales en ambos mercados, porque entonces las curvas de ingreso mar-
ginal también son lineales. Nuestros procedimientos, como se expresaron, se aplican a
cualquier función de demanda, no sólo a las lineales.
2. Iguale el ingreso marginal agregado con el costo marginal para identificar la cantidad
y el ingreso marginal de equilibrio agregados. En nuestro ejemplo tenemos 30 - 4 Q =
0.75 + 2Q, lo que nos da = 6.5. Como resultado, el ingreso marginal de equili-
brio (y el costo marginal) es de $4.
3. Identifique las cantidades de equilibrio en cada mercado igualando el ingreso margi-
nal con el ingreso marginal de equilibrio (y costo marginal) de cada mercado indivi-
dual. En Estados Unidos esto nos da 36 - 8Qu= 4 o Q*, = 4 millones de ejemplares
y en Europa 24 - 8Qu= 4 o Q i = 2.5 millones de ejemplares.
4. Identifique el precio de equilibrio en cada mercado a partir de las funciones de deman-
da de cada mercado individual, lo que genera un precio de $20 en Estados Unidos y
de $14 en Europa.
D ~ ~ C R ~ M I N A CEN
B ~PRECIOS
N O PRECIOS POR GRUPOS
(cosra, MARGINAL NO CONSTANTE) DE TERCER CJtADO
O 2.5 5
Cantidad Cantidad
L~ empresa calcula el ingreso marginal agregado Y 10 iguala con el costo marginal. La producción en cada mer-
cado iguala el ingreso marginal con el costo marginal agregado. El precio en cada mercado es el precio de liqui-
dacibn del mercado.
mayor sea qi, más elástica es la ckmanda en este mercado. Recordemos ahoraque la
criminación de precios de tercer grado requiere que en el nivel de producción que maxi-
mizautilidades se iguale el ingreso mar&al en cada mercado (y, desde luego, se iguale al
costo marginal). Esto indica que si hay dos mercados tales que M R ~=
Capítulo 5 La discriminación de precios y el monopolio: precios lineales
1
1
1
flverificación de la derivada
l
l
Precios discnminatorios y no discriminatorios
Supongamos que un monopolista sirve a dos grupos de consumidores con una demanda
inversa para cada grupo dada por
:<.
Desde luego, esto es válido s61o para cualquier precio inferior a A,. Al invertir esto para
obtener la demanda inversa agregada para los dos grupos obtenemos nuevamente para
cualquier precio menor a A,
A de lo anterior queda claro que el precio será más bajo en el mercado que tenga
la demanda más elástica. La conclusión inniitiva es que 10s precios deben ser más bajos en
los mercados en que 10s consumidores son sensibles al precio. Tal sensibilidad
que aumentar el precio hará que se pierdan tantos clientes como para cancelar cualquier
ganancia que se pudiera tener en el excedente del consumidor. Para expresarlo en otras
palabras, cuando 10s consumidores son muy sensibles precio, la estrategia de reducir el
precio un poco incrementa el acedente total del monopolista porque avae a muchos
clientes adicionales. Invitamos al kctor a reinterpretar los diversos ejemplos con que fici-
amos esta sección en términos de la elasticidad de sus demandas. Por ejemplo, razon-
able creer que los viajeros de negocios pueden tener una menor elasticidad en la deman-
da de sus viajes en avión en una época particular, que 10s que viajan por vacaciones?
Problema práctico 5 1
a. ¿Que polltica de precios maximizarla las utilidades si la gerente cobra el mismo precio
por los boletos de la función vespertina y nocturna? ¿Qué es lo que demuestra el públi-
co con su asistencia en cada función y cuál es la utilidad agregada por dla?
b. Supongamos ahora que la gerente adopta u n esquema de discriminación de precios de
tercer grado fijando u n precio distinto para las funciones vespertina y nocturna. ¿Cuáles
son los precios que maximizan las utilidades? ¿Cuál es la asistencia en cada función?
Confirme que la asistencia agregada es la que se estableció en el inciso a). ¿Cuál es la
utilidad agregada por dla? :* .
Con esta definición no sería discriminatorio cobrar $750 extra por un automóvil con
frenos antibloqueo si cuesta $750 adicionales montar dichos frenos en un auto. En con-
traste, la diferencia en precios entre un boleto de clase turista de $450 y un boleto de pri-
mera clase de más de $8 000 en un vuelo entre Boston y Londres debe verse como que
refleja casi totalmente una discriminación en precios debido a que el costo adicional de
brindar servicios de primera clase no es tan alto como la diferencia de $7 500 en el pre-
cio. En otras palabras, la discriminación en precios entre diferentes versiones del mismo
Parte Dos Poder y p á d c a del monopolio
bien existe sólo si la diferencia en precios no se justifica por la diferencia en los costos sub-
yacentes, que es lo que Phlips quiere decir por precio neto.
La inclusión de la variedad del producto lleva a una pregunta importante: {La oferta
de diferentes variedades de un producto mejora la capacidad de un monopolista para
cobrar diferentes precios netos? Esto es, ¿seincrementa la capacidad de una compañía con
poder de mercado para discriminar en precios al ofrecer diferentes versiones de su pro-
ducto? Como veremos, la respuesta general es sí.
Podemos obtener al menos algunos elementos de juicio en este sentido si recordamos
10s dos problemas que una discriminación exitosa debe superar, es decir, la identificación
y el arbitraje. Con el 6n de discriminar en precios la empresa debe determinar quién es
quién en su curva de demanda y luego debe poder evitar la reventa entre cmsumidores
separados. Al ofrecer distintas variedades O modelos de su producto el monopolista puede
estar en condiciones de resolver estos problemas. Diferentes tipos de consumidores pue-
den adquirir diferentes versiones del producto y, con ello, revelar quiénes son mediante
sus decisiones de compra. Aún más, puesto que diferentes clientes compran diferentes
vanedades, el problema de la reventa se reduce en forma considerable.
Como ejemplo del potencial de la diferenciación de productos para aumentar las uti-
lidades pensemos en una línea aérea, Northwest Airlines (NA), que opera vuelos directos
de pasajeros entre Boston y Arnsterdam. NA sabe que hay tres tipos de clientes para estos
d vet-ificacisn de la realidad
-- .. - - *
< (r
-. J
vuelos: los que prefieren volar en primera clase, los que viajan en clase de negocios y los
que se resignan a viajar como turistas. Una parte del problema del arbitraje se resuelve
fácilmente: para ocupar un asiento en primera clase se necesita tener un boleto de primera
clase. Sin embargo, hay otro aspecto en este probletiin. Si la diferencia en precios es sufi-
cientemente grande en relación con el valor que u11 consumidor asigna a una clase de
mayor categoría de viaje, por ejemplo, un viajero en clase de negocios, puede decidir via-
jar como turista. Por razones de simplicidad supongamos que no surge este problema de
arbitraje o autoselección. Es decir, supongamos que los pasajeros de primera clase prefie-
ren no viajar antes que volar en clase de negocios o turista, y, de manera similar, que los
pasajeros de clase de negocios no considerarían viajar en clase turista, es decir, que le con-
ceden un valor tan alto a las diferencias en calidad entre los tipos de asientos que no acep-
tarán bajar de clase.7
Supongamos que la investigación de mercados de NA indica que la demanda diaria de
viajes en primera clase en esta ruta es de PF= 1 8 500 - 1 000 QFi,para viajes de clase
de negocios es PB= 9 200 - 250 QB,y para turismo es Pc = 1 500 - 5 &. Se calcula
que el costo marginal es de $100 para un pasajero en clase turista, de $200 para un via-
jero de negocios y de $500 para un pasajero de primera clase.
El esquema discriminatorio de precios de tercer grado que maximiza las utilidades de los
productos diferenciados de este tipo satisface esencialmente las mismas reglas que para pro-
ductos homogéneos. En palabras simples, NA debe identificar la cantidad que iguala el in-
greso marginal con el costo marginal para cada clase de asiento, y luego identificar el precio
de equilibrio de la función pertinente de demanda. Para los pasajeros de primera clase
esto exige que M R , = 18 500 - 2 O O O Q F =500, o Q g = 9. La tarifa resultante de pri-
mera clase es de PF = $9 000. En la clase de negocios tenemos MRB = 9 200 - 500QB
= 200, o Qi = 18 y P i = $4 700. Por último, en turismo tenemos 1 500 - 10& =
100, lo que da QZ, = 150 y PZ,= $750.
El ejemplo que hemos presentado resuelve el problema del arbitraje al suponer que
diferentes tipos de viajeros están comprometidos a clases específicas de viaje. Desde luego,
éste pudiera no ser siempre el caso. Por ejemplo, el descenso en la actividad económica
en 2003 ha alentado a las empresas a buscar formas de reducir sus costos. En particular,
las compañías exigen cada vez más a los viajeros de negocios que vuelen en turismo. Sin
embargo, sigue siendo cierto que estos viajeros están dispuestos a pagar más (aunque no
tanto como antes) por sus vuelos que los viajeros casuales o de vacaciones. Sin embargo,
ahora la habilidad de las líneas aéreas para explotar la diferencia en la disposición a pagar
enfrenta un problema de arbitraje potencialmente severo.
Para ver lo anterior con mayor claridad, supongamos que la aerolínea tiene dos tipos
de clientes, gente de negocios y vacacionistas.-se sabe que la gente de negocios tiene un
amplio precio de reserva, o disposición a pagar, por un boleto de viaje redondo, que
denotaremos como VB.Los vacacionistas, en contraste, tienen un bajo precio de reserva-
ción, denotado como VV.Por hipótesis, VB> VV. Obviamente, a la aerolínea le gustaría
explotar la diferencia cobrando un precio alto a los clientes de negocios y uno bajo a los
vacacionistas. Sin embargo, la línea no puede simplemente imponer esta distinción. Una
política de cobrar en forma explícita a los clientes de negocios más que a los vacacionis-
tas motivaría a todos los clientes a afirmar que van de paseo y no de negocios. La línea
aérea podría tratar de identificar qué pasajeros salen realmente de vacaciones, pero esto
sería costoso y podría molestar a los clientes.
Si este fuera el fin de nuestra historia parecería que a la línea aérea no le queda otra
que vender sus boletos a un solo precio, uniforme. Entonces enfrentaría el dilema usual
7 También existe la posibilidad de que los viajeros de clase de negocios o turista deseen moverse a una clase
superior. LOSprecios de equilibrio que derivamos en el ejemplo evitan esta posibilidad.
parte DOS Poder y práctica del monopolio
del monopo~~o de libros de texto. Un precio alto permitirá obtener un gran excedente de
cada viajero, pero es claro que llevaría a un conjunto más pequeño de pasajeros, p*ci-
palmente de negocios. En contraste, un precio bajo estimulará a mucho más gente a
volar, pero por desgracia, dejará a la compañía con poco excedente de cada consumidor.
Supongamos, sin embargoj-que los viajeros de negocios y de vacaciones difieren en
otro aspecto de sus motivos para viajar. Para ser específicos, supongamos que los
viajeros de negocios desean terminar su viaje y regresar a casa en tres días, mientras que
los vacacionistas desean estar lejos por lo menos una semana. Supongamos que la línea
sabe encuestas y otra investiga*n de mercado) que los viajeros de negocios
una prima más allá de un precio normal del boleto, si pudieran tener la garan-
tía de regresar a casa en este periodo preferido de tres días. En este caso la diferenciación
del producto por medio de la oferta de dos diferentes tipo de boletos -uno con una
&a de una semana y otro sin estancia mínima- permitirá a la aerolínea ex-
uaer un excedente considerable de cada tipo de consumidor.
L~ completa sería como sigue: Primero, hay que establecer un precio bajo
para 10s boletos que requieren un mínimo de una semana antes de regresar. Toda vez
que a 10s vacacionistas no les importa estar fuera siete días, y puesto que el precio del
boleto no rebasa su precio de reservación, ellos estarán dispuestos a comprar este boleto.
Como estos viajeros están pagando su precio de reservación, la aerolínea ha extraído todo
su excedente del consumidor y lo ha convertido en utiiidad para eila misma.*
u n mercado cada VE m& tendencioso- En u n York a Seanle era gratis para los fre-
solo vuelo, 10s pasajeros pueden haber cuentes con boleto gratis, costaba $239 a los
pagado hasta una docena de precios dife- que 10 compraban por Internet, $307 a quie-
rentes por un servicio que esencialmente es nes 10 compraban por medio de una agencia
el mismo. Los viajeros frecuentes que a ~ r o - de viajes con 14 d(as de anticipaci6n y SI
"echan u n vuelo gratis, Pagan cero. Aquellos 828 a 10s que pagaban el boleto de precio
que compraron con bastante anticipación Y completo de turismo para salir el
dia
piensan estar fuera u n sábado por la noche, de la compra. Se decir que esto es in-
tendrán un descuento muy grande- Se 0ft-e- justo, pero seria más exacto decir que es dis-
cerá un descuento diferente a Personas de criminatorio, discnminatorio en
Segundo, la aerolínea debe establecer un precio tan cercano como sea posible a P para
los vuelos que no tienen una estancia mínima. El límite a su capacidad de lograrlo estará
determinado por factores como el costo de pagar tiochcs extras en un hotel, el precio de
alternativas de transporte que puedan traer de regreso ;i los individuos en tres días y otras
consideraciones similares. Denotemos el valor en dinero de estos otros factores como M.
La gente de negocios que desea regresar con rapidez, estará dispuesta a pagar con gusto
una prima sobre el precio de una semana, VV,hasta el valor de M, mientras su tarifa total
sea menor que P.(La condición precisa es Vv + M < VB.)El USO de este esquema per-
mite que la aerolínea extraiga un considerable excedente de la gente de negocios, al
mismo tiempo que extrae todo el excedente de los vacacionistas.
En resumen, incluso si la aerolínea no puede extraer del mercado todo el excedente
del consumidor, puede, a pesar de ello, mejorar mucho sus utilidades al ofrecer dos cla-
ses de boletos. Esta es, sin duda, la razón de que la práctica que se acaba de describir sea
tan común entre las aerolíneas y otras compañías de transporte. (Véase el recuadro de
Punto de verificación de la realidad: Tarifas injustas.) Tales compañías ofrecen diferentes
variedades de su producto como medio para hacer que sus clientes se clasifiquen en dife-
rentes grupos. Los fabricantes de autos y aparatos electrodomésticos utilizan una estrate-
gia similar, ofrecer diferentes líneas de productos para atraer a consumidores de diferen-
tes niveles de ingresos, o en alguna otra forma con diferente disposición a pagar. Stiglitz
(1977) designa a estos mecanismos como dispositivos de filtro porque seleccionan o fil-
tran a los consumidores precisamente a lo largo de la dimensión pertinente de la dispo-
sición a pagar.
Una forma algo curiosa de un dispositivo de fdtro lo ilustra WoEam Research, fabricante
del software Mathematica.@En la versión estudiantil de este software Wolfram inhabilita
diferentes funciones que existen en las versiones comercial o académica completas. En el
año 2000 Wolfram ofreció la versi& completa de Mathematicaa en alrededor de $1 500,
la versión académica en unos $400 y la versión estudiantil en unos 140 dólares. Sin duda
éste es un caso que incluye diferencias sustanciales en los precios netos.
d Verificación de la realidad
-2
7.. . , . -. 7 < - r ,, + - -
l
1 - - "0 se puede ir sin haber m@resadom i e s <I
!
NO es raro encontrar que una tarifa de vuelo cha las partes que no usa o las regala a estu-
para salir el martes y regresar el jueves diatltes pobres.
siguiente cueste mucho más del doble que Sin embargo, las llneas aéreas han sido
uno para salir un martes y regresar hasta el victimas de este tipo de arbitraje, por lo que
martes siguiente. Asl que una posible estra- han diseñado sistemas para verificar si u n
tegia es comprar dos boletos de viaje redon- pasajero tiene una parte no usada de un vue-
do, el primero para salir del aeropuerto A lo redondo cuando llega al mostrador para
y llegar al aeropuerto B saliendo el martes y salir en lo que parece ser la primera parte de
regresando el siguiente martes, y el segundo ?in vuelo. Las llneas aéreas quieren asegurar-
para viajar de B a A saliendo el jueves y se de que quienes están dispuestos a pagar
regresando el siguiente jueves. El viajero usa una prima sustancial para regresar en dos
s61o la parte de salida de cada boleto y dese- dlas la paguen en realidad.
Fuente "Why it Doesn't Pay t o Change Planes or Plans." b n d o n Daily Telegraph, 11 de marzo de 2000, p. 27
Parte Podery práctica del monopolio
Para ilustrar por que este tipo de diferenciación de productos puede conducú a la dis-
criminación en precios supongamos que hay una empresa, Boston Sea ~ ~ (BSF),
o que d ~
vende sopa de almejas con su propia marca. BSF sabe que la demanda de su sopa en
Boston es de PB = A - BQB y en Manhattan es de PM= A - B e M ,y que las cantidades
se miden en miles de unidades. En otras palabras, la empresa cree que estos dos merca-
dos tienen demandas idénticas. BSF tiene costos marginales constanres de por 1000
unidades de sopa. Los costos de transporte Para llegar al mercado de Boston son insig-
nificantes, pero a BSF le cuesta t llevar 1 000 unidades de sopa a Manhanan.
-
9 Volveremos a la diferenciacibn espacial con m6s detalle en el capitulo 7
Capitulo 5 discPiminacián
!íi de precios y el monopolio: precios lineales
¿Cómo maxirniza BSF sus utilidades de estos dos mercados, dado que emplea precios
lineales? BSF debe aplicar las reglas que ya hemos desarrollado. Debe igualar el ingreso
marginal con el costo marginal en cada mercado. Eii el mercado de Boston esto requie-
re que A - 2BQB = c, de modo que e*,= (A - c)/2R y el precio en Boston es P*, = (A +
c)/2. En contraste, en el mercado de Manhattan teiiemos A - 2BQM = c + t, de modo
que p , = (A - c - t)/2B y el precio en Manhattan es P L = ( A + c + t)/2.
¿Por qué este es un ejemplo de discriminación de precios de tercer grado? Recordemos
nuestra definición de discriminación de precies con productos diferenciados. Para que no
haya tal discriminación cualquier diferencia en precios debe ser igual a la diferencia en
costos de la diferenciación del producto. En nuestro ejemplo de BSF, a la empresa le
cuesta t enviar 1 000 unidades de sopa de almejas de Boston a Manhattan, pero la dife-
rencia en precios entre ambos mercados es de sólo t/2. En otras palabras, BSF está dis-
criminando en precios al absorber 50 por ciento de los costos de envío de su sopa de
almejas a Manhattan.
¿Qué pasa con el problema del arbitraje en nuestro ejemplo de BSF? Los consurnido-
res de Manhattan podrían desear comprar su sopa directamente en el mercado de Boston,
pero sería económico hacerlo sólo si nivieran acceso a una tecnología de transporte que
fuera por lo menos 50 por ciento más barata que la empleada por BSF, lo que es algo bas-
tante dificil para quienes no planean vacacionar en Boston.
De regreso a nuestro ejemplo de medicamentos de la tabla 5-1, una posible explica-
ción de la diferencia en precios en las tres regiones norteamericanas podrían ser las dife-
rencias en los costos de atender a las tres regiones. Desde luego, otras serían las diferen-
cias de demanda que surgieran, por ejemplo, de diferencias en los factores demográficos
o de ingresos de estas regiones.
FIGURA
5.15
Capltulo 5 de precios y el monopolio: precios lineales
La discrimi~~ación 107
área G menos el área L. Esto nos deja la siguiente ecuación. (Al formular la ecuación
(5.7) usamos la propiedad de que A Q 2 e 0.)
i-1
En otras palabras, una condición necesaria para que la discriminación de precios de ter-
cer grado mejore el bienestar es que incremente la producción total.
Sabemos, por el ejemplo de Harry Potter y del caso más general del Punto de prueba
de la derivación de las páginas 9 7 y 98, que cuando las demandas en los diversos merca-
dos son lineales, la producción total es idéntica con precios discrirninatorios y con pre-
cios no discriminatorios. Se deduce que con las demandas lineales la discriminación de
precios de tercer grado reduce el bienestar total. El incremento en las utilidades queda
más que cancelado con la reducción en el excedente del consumidor. Schmalensee dice:
Si uno cree que las curvas de demanda tienen más o menos la misma probabilidad de
ser cóncavas que convexas.. . (esto). . . nos podría llevar a la conclusión de que se debe
declarar ilegal la discriminación de precios de tercer grado característica del monopo-
lio. (1981, p. 246)
Sin embargo, antes de saltar a la conclusión sugerida debemos señalar una advertencia
importante en este análisis. La advertencia es que aunque nuestro análisis supone implí-
citamente que se atiende a los mismos mercados con discriminación de precios o sin ella,
puede no suceder así. En particular, una propiedad de la discriminación de precios es que pue-
de hacer rentable la atención a mercados que quedarían desatendidos en un régimen de
precios no discriminatorios. Si éste es el caso, entonces el bienestar adicional de los nue-
vos mercados que abre la discriminación de precios de tercer grado compensa más que
suficientemente cualquier pérdida de bienestar en los mercados que ya se atendían con
anterioridad.
Un ejemplo simple sirve para ilustrar este punto. Supongamos que la demanda men-
sual de un medicamento patentado contra el SIDA en norteamérica es PN = 100 - QN,
y que en Afnca subsahariana es Ps = a l 0 0 - Qs, donde a < 1 refleja la hipótesis de que
los consumidores africanos tienen una menor demanda porque su ingreso es también
mucho menor. Supongamos también que el costo marginal de producir el tratamiento de
cada mes es constante en c por unidad y que los costos de transporte al mercado africa-
no son insignificantes. Supongamos ahora que el dueño de la patente n o discrimina o n o
puede discriminar en precios entre ambos mercados, y que el costo marginal es de c = 20.
Como antes, comenzamos invirtiendo las funciones de demanda para obtener QN=
100 - P y Q, = a 1 0 0 - P. Si el precio es tan bajo como para atraer compradores en
+
ambos mercados, entonces la demanda agregada es Q = ( 1 a)100 - 2 P o P = ( 1 +
a)50 - e / 2 , y el ingreso marginal es M R = ( 1 + a ) 5 0 - Q Al igualar el ingreso margi-
nal con el costo marginal c = 20, llegamos a la producción de equilibrio Q = ( 1 + a ) 5 0
- 20, y al precio P = 35 + 25a.
Recordemos ahora nuestra hipótesis de que ambos mercados están activos sin discri-
minación de precios. Para que esta hipótesis se sostenga debe suceder que el precio de
equilibrio cuando no hay discriminación sea menor que el precio máximo, a100, que los
consumidores subsaharianos están dispuestos y pueden pagar. Es decir, para que nuestra
Parte Dos Poder y páctica del monopolio
hipótesis se sostenga debe suceder que 35 + 25a c a100. A su vez, esto significa que
para que ambos mercados estén activos sin discriminación de precios es necesario que
> 35/75 o a > 0.466. En otras paiabras, para que el mercado afncano sea atendido se
requiere que la máxima disposición a pagar por medicamentos contra el SIDA en ese
mercado sea aproxirnadamen'te 47 por ciento de la máxima disposición a pagar en Norte-
arnérica.
Aún más, incluso si a > 0.466, podría ser que el mercado subsahariano no fuera aten-
dido. Desde la perspectiva de la empresa poseedora de la patente, no basta con que la ,
por el mismo bien. Si la empresa vende productos diferenciados, significa que los precios
de distintas variedades variarán en una magnitud algo distinta a la diferencia en sus cos-
tos marginales de producción.
Aunque no hay duda de que la discriminación de precios de tercer grado o precios de
grupo es rentable cuando se puede aplicar, es menos claro que sea lo socialmente deseable.
De nueva cuenta, hay u n principio simple que nos puede guiar. Para que la discriminación
de precios de tercer grado incremente el bienestar social es necesario, pero no suficiente,
que lleve a un incremento en la producción. Esto tiene una explicación intuitiva.
Después de todo, sabemos que un monopolista obtiene utilidades al limitar la produc-
ción. Si la discriminación de precios conduce a un aumento en la producción, se podría
reducir la distorsión provocada por el monopolio. Sin embargo, esto no es tan fácil, ya
que por lo general requiere condiciones restrictivas relacionadas con la forma de las fun-
ciones de demanda en los diferentes mercados. Por ejemplo, esta es una condición que
nunca se satisface cuando las demandas son lineales y se atiende a los mismos mercados
con discriminación de precios o sin ella.
La calificación referente a que se atiendan los mismos mercados es, sin embargo, muy
importante. En particular, la discriminación de precios de grupo tiene el efecto benéfico
de estimular al monopolista a servir mercados que de otra forma hubiera dejado desa-
tendidos. Es decir, los mercados constituidos por grupos de bajos ingresos podrían que-
darse desatendidos si el monopolista no pudiera cobrar precios discriminatorios. Cuando
la discriminación de precios conduce al monopolista a atender más mercados aumenta
mucho la probabilidad de que se mejore el bienestar social.
Concluimos señalando una limitación de la discriminación de precios de tercer grado.
Desde un punto de vista cualitativo, limitar al monopolista a formas simples, lineales, de
discriminación de precios es lo mismo que permitirle cobrar precios de monopolio en
cada uno de sus mercados separables. Pero sabemos que en cualquier mercado dado,
cobrar un precio de monopolio reduce el excedente. El monopolista también lo sabe y,
por ende, no puede evitar preguntarse si una estrategia de precios más compleja, es decir,
n o lineal, le podría permitir convertir más excedente potencial en utilidad. Este es el tema
que examinaremos en el siguiente capítulo.
C . . .
b. Demuestre que el precio que maximiza las utilidades del monopolista es P = 120,
si es que a ambos grupos se les ha de cobrar el mismo precio. A este precio, {cuán-
to se vende a los miembros del grupo 1 y cuánto a los miembros del grupo 22 iCuál
Parte Dos Poder y pPáctica del monopolio
1 de pigou (1920)es la obra cldsica sobre di~criminaci6n de precios. Phlips (1983)y varia,, (1999)ofre-
cen buenos resúmenes de la discriminación de precios tanto en la teoria como en 1
a prdctica.
Capitulo 6 La discriminaci6n de precios y el monopolio: precios no lineales 113
primer auto en $10 000, el segundo en $8 000, el tercero en $6 000, el cuarto en $4 000
y el quinto en $2 000. El ingreso de esta política de discriminación de precios sería de
$30 000. No es de sorprender que a esta estrategia también se le conozca como asigna-
ción de precios personalizada. .,
¿Qué pasa si, por otra parte, hubiera decidido vender todos esos autos al mismo pre-
cio, uniforme? Es fácil calcular que lo mejor que puede hacer es fijar un precio de $6 000,
al cual puede vender tres autos para obtener un ingreso (y unlidad) total de $18 000.
Cualquier precio más alto o más bajo le genera menos ingresos. En fin, con una asigna-
ción de precios uniforme, su ingreso más alto posible es de $18 000, mientras que una
discriminación exitosa de precios de primer grado produce el ingreso mucho más alto de
$30 000. Dicho con sencillez, la discriminación de precios de primer grado le permite ex-
traer todo el excedente que genera la venta de sus autos. No queda ningún exceden-
te del consumidor si usted puede discriminar exitosamente hasta este grado, mientras
que, con un precio uniforme, el comprador más astuto obtiene un excedente de consu-
midor de $4 000 y el segundo consumidor más listo tiene un excedente del consumidor
de $2 000.
Puesto que la discriminación de precios de primer grado o asignación de precios per-
sonalizada reorienta el excedente del consumidor en favor del productor, debería espe-
rarse que aumentara el incentivo para que el monopolista produzca. De hecho, en la
discriminación de precios de primer grado el monopolista elige producir la misma canti-
dad socialmente eficiente que produciría en condiciones de competencia perfecta. En el
ejemplo del modelo T, no se deja de hacer ninguna transacción mutuamente benéfica, se
venden los cinco carros. En contraste, con asignación de precios uniforme se venden só-
lo tres autos, lo que deja a dos de ellos en manos "equivocadas".
Lo mismo es cierto en casos más generales. Para un monopolista que puede practicar
la discriminación de precios de primer grado, vender una unidad adicional nunca exige
reducir el precio de las otras unidades. Cada unidad adicional vendida genera ingresos
exactamente iguales al precio en que se vende. Por consiguiente, con una discriminación
de precios de primer grado, el ingreso marginal es igual al precio. En consecuencia, para
un monopolio así, la regla de maximización de utilidades según la cual el ingreso margi-
nal es igual al costo marginal genera un nivel de producción en que el precio también es
igual al costo marginal. Como sabemos, éste es el nivel de producción que se generaría
en una industria competitiva.
A primera vista podría parecer que la discriminación de primer grado es poco más que
una curiosidad teórica. (Cómo podría un monopolista tener jamás información y habili-
dad suficientes como para evitar el arbitraje, de modo que pusiera en práctica de manera
efectiva un esquema de asignación de precios en que pudiera cobrar un precio diferente,
personalizado, a cada comprador y por cada unidad comprada? Los problemas de identi-
114 Parte Dos Poder y práctica del monopolio
ficación y eliminación del arbitraje parecen insuperables. Sin embargo, en algunos casos
el vendedor monopolista puede tener la habilidad para lograr el resultado de asignación
de precios personalizada. Por ejemplo, piense en el contador ( o contadora) que conoce
la íinanciera de sus clientes. U otro ejemplo, posiblemente más cercano a la reali-
dad del lector, es el de los estudiantes que solicitan ingresar a universidades privadas en
Estados Unidos, quienes, cuando solicitan ayuda financiera, tienen que llenar una decla-
ración detallada de sus recursos financieros. Las universidades pueden utilizar esta infor-
mación, así como las calificaciones del examen de evaluación para su ingreso y otros datos,
para determinar la ayuda que concederán $ por lo tanto, la colegiatura neta que tendrá
que pagar el prospecto de estudiante.
Desde luego, los ejemplos del contador o el estudiante universitario estadounidenses
pueden ser algo especiales, porque a menudo la cuota se fija después de que el cliente ha
comprado el servicio. Lo que ahora deseamos considerar es si existen estrategias de pre-
cios que le permitan al vendedor lograr lo mismo aunque se conozcan las cuotas con an-
ticipación. La respuesta, en mayor o menor grado, es afirmativa. Una de estas estrategias
es un esquema de asignación de precios en dos partes, y otra es una emategia de
ción de precios en bloque. Analizaremos cada una de ellas por turno.
d Verificación de la realidad
~~~~mC.Shapiro y H. Varian, lnfirmation R u h : A Strategic Guide to the Internet Economy Bosron: H~~~~~Business
School Press, 1999.
FI Verificación de Da realidad
1 1 1 /
Opciones de llamadas teDd6nrie;ar; I
-- - - - -- - --- - -- - - --
Fuente: "The Bottom Line on Calling Plans." Consumer Reporfs, febrero de 2004, pp. 11-18.
Para ver cómo funciona una tarifa en dos partes en la discriminación de precios de pri-
mer grado, consideremos el caso de un club de jazz donde la gente se reúne a escuchar
música y tomar algo. Supongamos que los clientes del club son de dos tipos: mayores y
jóvenes (pero ambos por arriba de la edad mínima legal para ser clientes), y que hay el
mismo número de consumidores mayores que de jóvenes. La curva de demanda (inver-
sa) por los servicios del club dada por un típico cliente mayor está dada por
donde a es el número de bebidas consumidas en una tarde por un cliente del tipo i ( o
o y), P es el precio por bebida y V;: es la cantidad máxima que un consumidor del tipo i
está dispuesto a pagar por una sola bebida. Supongamos también que los consumidores
mayores están dispuestos a pagar más por un número dado de bebidas que los consumi-
dores jóvenes, es decir, que Vo> 5.
supondremos además que el propietario del club in-
curre en un costo de c unidades monetarias por bebida servida, más un costo fijo I: de
operar el club cada noche. De modo que la función de costos del club es
Este ejemplo se ilustra en la figura 6-1. La curva de demanda para un consumidor común
comienza en y, y declina con una pendiente -1 hasta que se interseca con el eje de la canti-
dad. La curva de costo marginal constante es una línea horizontal que atraviesa el valor c.
116 Parte Dos . Poder y práctica del monopolio
La no discriminaciónde precios deja a ambos tipos de clientes con un excedente del consumidor que al monopolista le gustaría
convertir en utiiidades para sí mismo.
3 podemos hacer porque hemos supueao que hay 'guales de cada tipo de consumidor Con n"-
,,,, diferentesde cada tipo tendriamo~que un
,,
dirinto.Vea los problema, final
del capitulo.
Capftulo 6 La discriminación de precios y el monopolio: precios no lineales
Establecer el ingreso margiiial igual al costo marginal c requiere que (Vo + Vy)/2 - Q
= 6,lo que da la producción que maximiza utilidades - número de copas vendidas a ca-
da pareja de cliente mayor/clicnte joven como
Cada cliente mayor compra Qo = Vo - PU= ( 3 Vo - V)/4 - c/2 copas y cada cliente
joven compra = q - P, = ( 3 5
- %)/4 - c/2 copas. El monopolista obtiene un exce-
dente n, de cadá pareja de clientes mayores y jóvenes de
que es el área hijk en la figura 6-l(c). Si hay n clientes de cada tipo cada noche, la utili-
dad del dueño del club de jazz, n,,,es
Por ejemplo, si Voes $16, 5 es $12, y c es $4, entonces el precio uniforme óptimo es
$9 por copa. Cada uno de los clientes mayores compra 7 copas y cada uno de los jóvenes
compra 3. Con esta estrategia el propietario del club gana una utilidad de ($9 - $4) x 1 0
= $50 por servir a un cliente mayor y uno joven. [Advierta que esto es lo que obtenemos
al sustituir los valores de Vo, V,, y C, respectivamente, en la ecuación (6.10).] Si hubiera
1 0 0 clientes mayores y 100 cliéntes jóvenes cada noche, el propietario del club de jazz ga-
nana utilidades de $5 000 cada noche, menos cualquier costo fijo F en que incurriera.
Para ver que el propietario del club de jazz puede mejorar este resultado, observemos
primero que al precio uniforme de P, = $9, todos 10s clientes del club gozan de algún ex-
cedente del consumidor. Cada cliente mayor obtiene el excedente de consumidor dado por
el triángulo sombreado abd en la figura 6-l(a), y cada cliente joven tiene el excedente de
coilsurnidor dado por el área ef8 en la figura 6-l(b). Esta área es, de acuerdo con téc-
2
1 1 3v0 -y
[
1 2
nicas geométricas estándar CS~" = - (Vo - Pu) Qn = 5( e o ) = -
2 2
4 i]
2
1 1 1 3vy - Vo
para cada cliente mayor y CS. = - (Vv - P . )
2 .
o Q = 5 )2 = -
2 [ 4 -i)
para cada cliente joven. En nuestro ejemplo numérico cada cliente mayor tiene un exce-
dente de consumidor de $24.50, y cada cliei~tejoven u11 excedente de consumidor de
$4.50. Esta es una medida del excedente que el dueño del club de jazz no ha podido
Parte Dos Poder y práctica del monopolio
t]
2
1 3VY - vo -
cliente mayor y apenas por debajo de By = -
2
( .cada ciiente joven, mien-
tras se s i p e cobrando el precio de P, por bebida. En nuestro ejemplo, a cada cliente ma-
yor se le (apenas por debajo de) $24.50 y a cada cliente joven (apenas por debajo
de) $4.50 por entrar al club, mientras las bebidas tienen un precio de $9 cada una. La re-
visión de las identificaciones en la puerta de acceso resuelve fácilmente tanto los problemas
de arbitraje como los de identifi~ación.~ Además, 10s clientes todavía estarían dispuestos a
ser clientes del club. El pago de la cuota de ingreso reduce sus excedentes (casi) a cero, pe-
ro no lo vuelve negativo. Por Ú.kho, puesto que la cuota de ingreso es independiente de
la cantidad de bebida que el cliente consume en verdad, cada cliente también seguirá con-
sumiendo el mismo número de copas que antes. puesto que la cuota de ingreso es igual al
excedente del consumidor que cada diente disfrutaba antes con la política de asignación de
precios &irme, el efecto inmediato de esta tarifa en dos partes es extraer (casi) todo el
excedente del consumidor y convertirlo en ~ ~ 1 i d a dPara
e s el propietario del club. Esto sig-
nifica un incremento en las udidades de E Por cada cliente mayor y de E por cada cliente
Y
joven. De nueva cuenta, en nuestro ejemplo esto s i ~ c un a incremento en las utilidades
de $24.50 por cada cliente mayor y de $4.50 Por cada cliente joven, para llegar a un to-
tal de $79 por pareja de clientes mayores y jóvenes.
Sin embargo, el propietario del club puede obtener todavía mejores resultados. ~1 re-
ducir el precio de cada bebida se incrementa el excedente del consumidor de sus
A su vez esto permite al propietan0 aumentar la cuota de ingreso, lo que le permite ex-
aaer ese excedente adicional e hcrementar todavía más su utilidad, EI esquema de asig-
nación de precios en dos partes Para la maximización red de las utilidades se ilustra en la
figura 6-2. Tiene las propiedades siguiented
4 ~uponemos que (1 gasto de cirugfas plhticas WenSZ, tintes de pelo y fahificaci6n de documentos de ¡den-
tidad es mayor que el excedente que los consumidores viejos pierden por pagar el precio
5 para ver por que se mantienen estas propiedades, denote la porcibn fija de la tarifa para un tipo alto.
pamicular
de consumidor como Ty el cargo al usuario como P. la curva de demanda para este tipode consu-
midor en forma inversa. p e D(q). Y Suponga que lafunci6n total de costos de la empresaes q 9 ) , E, proble-
ma del monopolista es seleccionar el nivel de producción, 9*, que implica un precio p*
D(9*), que maxirni-
l a las n(9), donde n(9) esta dada por n(9)-j:D(x)dx-C(9). Ent0nces el c&lculo est&ndarrevela
que maximizar estas utilidades requiere siempre fijar un precio o cargo al u s u a n ~igual al costo
un cargo fijo, T, igual al excedente del consumidor generado a ese precio. ,Y
Capftulo 6 La discriminación d e precios y el monopolio: precios n o lineales 119
FIGURA
G=Z
El monopolista fija u n precio unitario a cada tipo de consumidor igual al costo marginal. Luego cobra a cada
cliente una cuota de entrada o membresía igual al excedente resultante del consumidor.
Como resultado, el dueño del club de jazz puede aumentar ahora la cuota de ingreso
justo por debajo de CSopara los clientes mayores y justo por debajo de CS' para los clien-
tes jóvenes.
Con este esquema de asignación de precios óptimos, la ganancia por copa de cada
cliente es cero, puesto que las bebidas se venden al costo. Sin embargo, como ya se dijo,
esto tiene el efecto de estimular a los clientes a consumir muchas copas, lo que resulta en
un excedente considerable. A su vez, el propietario del club de jazz puede reclamar ese
excedente al imponer una cuota apropiada de ingreso. Puesto que los fondos obtenidos
por tales cuotas significan utilidades, el total de éstas, por lo tanto, ha aumentado a
En nuestro ejemplo, las utilidades por cliente mayor son ahora de $72 y las obtenidas
por cliente joven son ahora de $32, en lugar de los $59.50 y $19.50 que se obtenía de
cada uno, respectivamente, cuando la cuota de ingreso estaba relacionada con un precio
de $9 por copa. Este es un incremento bastante fuerte en las utilidade~.~
Sin embargo, mientras el aumento en las utilidades es considerable e importante, la ta-
rifa en dos partes ha tenido otro resultado que es igualmente importante. Advierta que
cada cliente está comprando ahora la cantidad de bebidas Vo- c para el tipico cliente ma-
yor y 5 - c para el tipico cliente joven, que cada uno hubiera comprado si las bebidas
6 Tambien es fácil demostrar que las utilidades del dueño del club de jan serfan menores que las que se alcan-
zan con una tarifa en dos partes si el dueño pudiera aplicar una discriminación de precios de tercer grado
cargando de algún modo un precio distinto a las bebidas para cada grupo. Invitarnos al lector a realizar este
ejercicio por su cuenta.
Parte Dos . Poder y práctica del monopolio
política de asignación de precios de la forma "Ingreso más X copas por Y dólares". Hay dos
reglas sencillas que determinan la estrategia óptima de asignación de precios en bloque
para obtener las máximas utilidades y apropiarse de todo el excedente del consumidor, es
decir, para lograr la discriminación de precios de primer grado:
1. Fije la cantidad ofrecida a cada tipo de consumidor como igual a la cantidad que ese
tipo de cliente compraría a un precio competitivo, es decir, la cantidad comprada a un
precio igual al costo marginal.
2. Determine el cargo establecido para cada tipo de consumidor a la disposición total a
pagar para la cantidad identificada arriba.
Examinemos cómo funcionaría esto en el ejemplo del club de jazz. Al aplicar la regla 1,
sabemos que cada cliente mayor comprará Vo- c copas y que cada cliente joven compra-
rá 7 - c copas si éstas tienen un precio igual al costo marginal. La disposición total a pa-
gar estas cantidades por los clientes mayores y jóvenes, respectivamente, es, de nueva
cuenta, el área bajo la curva de demanda pertinente en estas cantidades. En el caso de los
clientes mayores y jóvenes, respectivamente, esto es:
dor en el paquete de $120 más 12 tragos. Preferirán intentar pasar por clientes de bajos
ingresos con el fin de pagar lo menos posible y gozar de inás excedente, en lugar de con-
fesar que son clientes de altos ingresos.
Desde luego, el monopolista podría decidir limitar cl acceso sólo a clientes de altos in-
gresos al establecer un cobro de $72 por la entrada ii ofrecer sólo el paquete de 12 be-
bidas en $120, pero esto significaría perder negocios (y utilidades) de los clientes de ba-
jos ingresos. Supongamos, por ejemplo, que hay No clientes mayores y N clientes más
jóvenes. La utilidad de establecer la cuota de acceso más alta y venderla sófo a los clien-
tes mayores es $72No. Establecer la cuota de acceso más baja u ofrecer sólo las 8 copas
en $64 con el fin de atraer a ambos tipos de clientes produce una utilidad de $32(Ny +
r). Es evidente que la segunda estrategia es más rentable si 32% > 40N0. En otras pa-
labras, si la razón de clientes de bajos ingresos a clientes de altos ingresos es mayor de
1.25:l (la razón de la diferencia en las cuotas de ingreso respecto de la cuota de bajo pre-
cio), la política restrictiva de establecer la cuota de entrada más alta o de ofrecer sólo el
paquete de 12 bebidas en $120 generará menos utilidades que si se establece la tarifa de
entrada más baja, o el paquete de 8 bebidas en $64 para toda la clientela.
La cuestión es que, una vez que reducimos la habilidad del vendedor para identificar
a los diferentes clientes o para evitar el arbitraje entre ellos ( o ambas cosas), ya no es po-
sible extraer todo el excedente que se logra por una discriminación perfecta de precios.
De todos modos se pueden utilizar ambos mecanismos, la asignación de precios en dos
partes y la asignación de precios en bloque para elevar las utilidades por arriba de las que
se obtienen con la asignación de precios uniforme, pero ya no se puede ganar tanto co-
mo antes. La solución del problema de identificación y arbitraje se ha vuelto costosa. To-
davía es posible que el monopolista pueda diseñar un esquema de asignación de precios
que induzca a los clientes a revelar quiénes son y le permita mantenerlos separados, pero
ahora la única forma de lograrlo es incurriendo en algún costo -un costo que se ve re-
flejado en una menor extracción de excedentes-. A un esquema de asignación de pre-
cios de esta naturaleza se le llama discriminación de precios de segundo grado o asigna-
ción de precios de menú.
En general, la discriminación de precios de segundo grado se suele aplicar ofreciendo
un descuento por volumen a grupos particulares de consumidores. Para ver cómo fun-
ciona, consideremos de nueva cuenta el ejemplo del club de jazz ilustrado en la figura
6-4. De nueva cuenta, los clientes de alta demanda tienen una demanda (inversa) Ph =
1 6 - Qh, Y los clientes de baja demanda tienen una demanda (inversa) de P,= 1 2 - Q,.
Ahora, sin embargo, supongamos que el dueño del club no tiene forma de distinguir
entre ambos tipos de clientes, porque la fuente de las diferencias entre ellos no es obser-
vable en sí misma. Todo lo que el propietario sabe es que esos dos tipos de clientes fie-
cuentan el club.
En este caso ningún intento de implantar una tarifa diferenciada en dos partes va a fun-
cionar. Ambos tipos de clientes sostendrán que son de baja demanda cuando ingresan al
club con el fin de pagar la cuota de acceso más baja de $32. Los diferentes tipos de clien-
tes revelarán quiénes son, sólo después de haber entrado al club. Puesto que el precio por
copeo se establece al costo marginal de $4, 10s clientes de alta demanda consumirán 12
bebidas y revelarán que son consumidores de alta demanda, mientras que los de baja de-
manda consumirán 8 y revelarán que son consumidores de baja demanda.
Se podría pensar que el propietario del club podría aplicar una discriminación de pre-
cios de grado utilizando la siguiente estrategia. Cuando los clientes ingresan al
club, reciben boletos que pueden canjear por bebidas. Si pagan una cuota de ingreso de
$32, recibirán 8 boletos, en tanto que si pagan $72, recibirán 12. Pero este método tam-
poco funcionará, por la misma causa por la que falló el esquema de asignación de precios
en bloque de ofrecer paquetes de 1 2 bebidas en $120 y de 8 bebidas en $64. De nueva
cuenta, 10s consumidores de alta demanda tienen todas las razones para pretender ser
consumidores de baja demanda y pagar sólo $32 a la entrada, con lo que reciben 8 bo-
hs de baja demanda están dispuestos a Pagar $64 Por el acceso mái 8 bebidas. Los consumidores de alta de-
manda &puestos a pagar hasta.$96 Por el acceso mas 8 bebidas, Y así obtener un excedente del consumidor del paque-
te de $64, 8 bebids. En consecuencia, estarh dispuestos a comprar un Paquete de $88, 12 bebidas, lo que les deja también
un excedente de $32.
letos que pueden canjear Por 8 bebidas a $4 cada una, para un gasto total de $64. Por-
que, como se ~ u e d ever en la figura 6-4(a), su disposición total a pagar por las 8 copas
es de $96, los consumidores de alta demanda generarán un excedente del consumidor de
$32 con este engaño. En contraste, no o b t ~ ningún ~ ~ excedente
r ~ si pagan $72 a la en-
uada para recibir 12 boletos, Porque su gasto total ser&de $120, 10 que es exactamente
igual a su disposición a pagar Por 12 bebidas. Así que si se establecen cuotas de ingreso
de $32 y $72 y se atan a 10s boletos de 8 Y 12 bebidas, respectivamente, no se inducirá
la de los consumidores de baja y alta demandas.
Aunque no haya tenido éxito, la idea de okecer diferentes combinaciones de precios
y copas como paquetes diferentes, si contiene la idea de una esvategia que puede
el dueño del club de jazz para aumentar sus utilidades. La cuestión es emplear una va-
fiante de la estrategia de asignación de precios en bloque ya descrita. diferencia es que
hora, puesto qUe no hay una forma de idenacar y a los diferentestipos de
clientes, la asignación de precios en bloque debe diseñarse en si para alcanzar este propó-
dto, Como ya se indicó, esto impone una nueva restricción 0 costo sobre el propiet*o,
por lo tanto, este enfoque no rmdirá tantas utilidades como la discnmu>ación de precios
de primer Sin embargo, mejorará sustancialmente la simple oferta a todos los
dientes del paquete de 8 bebidas a $647 que genera una ulllidad de $32 por cada uno de
ellos.
Para ver cómo se puede utilizar la asignación de precios en bloque con el
de lograr
la ident-caci&I Y ~eparaciónnecesarias para poder discriminar en precios comencemos
con 10s clientes de baja demanda. El dueño del club de jazz sabe que estos
res dispuestos a pagar un total de $64 Por 8 copas. Sabemos que el propierano
de ofrecer el ingreso club mas el derecho de COmumir 8 bebidas corno un paquete a
un costo fijo de $64 y todada atraer a estos clientes de baja demanda ex&ayendo efecti-
Capitulo 6 . La discriminación de precios y el monopolio: precios no lineales
7 Trabajamos con números redondos para facilitar las cosas. LO que e l propietario del club de jan podria ha-
cer realmente es fijar el precio del paquete de entrada más 1 2 bebidas en $87.99, para asegurarse de que los
clientes de alta demanda lo preferirán estrictamente al paquete de 8 bebidas en $64.
Parte Dos Poder y psáctica del monopolio
l a priva del excedente significativo que puede ganar de los compradores de alta demanda.
Por Último, también es importante observar que, en contra de l o que pueden pensar mu-
chos consumidores, e l precio más bajo cobrado por un mayor volumen adquirido no tiene
relación alguna con las economías de escala. S i en iiiiestro ejemplo e l propietario del club
de jazz n o incurría en costos fijos y, por ende, no tenía ninguna economía de escala, de to-
dos modos todavía podría encontrar redituable ofrecer LUI descuento por volumen a los
consumidores de alta demanda.
* Esto es lo máximo que un cliente de baja demanda está dispuesto a pagar por el número
de unidades que contiene el paquete.
c. Supongamos ahora que existe el doble de clientes de baja demanda que clientes de alta
demanda. ¿Cuál es el par de paquetes que maximizan las utilidades del monopolista?
d. El monopolista está considerando ofrecer dos paquetes, uno que contiene 6 unidades y
el otro 12. (Cuáles son los precios a 10s que se ofrecerán estos paquetes? (Cuál es la ra-
zón de clientes de alta demanda a clientes de baja demanda, en la que es mejor para el
monopolista servir sólo a los clientes de alta demanda?
Parte DOS Poder y práctica del monopolio
Supongamos también que el monopolista tiene costos marginales constantes por unidad
de c. Ahora, sea Q.la cantidad que se ofrece a cada consumidor del grupo i con una po-
lítica específica de asignación de precios. Entonces, el excedente total (el excedente del
consumidor más las utilidades) generado para cada consumidor con esta política de asig-
nación de precios, es justamente el área entre la función de demanda inversa y la función
de costo marginal hasta la cantidad Q, como se muestra en la figura 6-5. La política de
asignación de precios que escogió la empresa afecta la cantidad ofrecida a cada tipo de con-
sumidor, y altera la distribución del excdente total entre las utilidades y el excedente del
cons~midor.~
El primer efecto requiere cierto cambio en el bienestar social por el incremento o dis-
minución de la producción con referencia al nivel elegido por el monopolista de asigna-
ción de precios uniforme. Sin embargo, el segundo efecto no incluye necesariamente un
cambio en el bienestar total. Refleja simplemente una transferencia de excedentes entre
los consumidores y 10s productores. Como resultado, la discriminación de preciosaurnen-
1
FIGURA
6-5
Cuando la cantidad total ~0nsumidaes Q , el excedente total está dado por el t e a sombreada. El excedente
/l j total se maxirniza en la cantidad Q, (4.
1 1
En el caso ilustrado tenemos A Q , < O y A Q 2 > O. Esto nos indica que un límite supe-
rior en el aumento del excedente total que surge de la discriminación de precios de se-
gundo grado es el área G menos el área L. Esto da la ecuación
n
De allí se infiere que, para A W > O, es necesario que AQ. e, O. En otras palabras, una
i-1
Cantidad
unh t e superior en el cambio en el excedente total que surge de la discnrninación de precios de segundo
grado es el limite superior en la ganancia, G , menos el iímite inferior en la pérdida, L
1. Muchas universidades otorgan ayuda financiera a los estudiantes según alguna medida
de su necesidad. {Esta práctica refleja un acto simple de caridad, o discriminación de pre-
cios? Si refleja discriminación de precios, jconsidera que está más cerca de la discrirnina-
ción de precios de primer grado o de la de tercer grado?
2. Una cooperativa de alimentos vende un bien homogéneo, llamado abarrotes, con la
cantidad denotada por g.La función de costo de la cooperativa está descrita por C(B)
= F + cg, donde F significa costos fijos y c es el costo fijo variable por unidad. En una
sesión del consejo de administración de la cooperativa, un joven economista propuso
la siguiente estrategia de comercialización para la cooperativa: establecer una cuota fi-
ja de membresía, M, y un precio por unidad de abarrotes, p, que pagan los miembros.
Además, fijar un precio por unidad de abarrotes, p, más alto que p,, al que la coope-
rativa venderá los abarrotes a quienes no son miembros.
a. ¿Qué debe ser cierto acerca de la demanda de diferentes clientes para que esta es-
trategia funcione?
b. ¿Qué clase de discriminación de precios utiliza esta estrategia?
3. En Estados Unidos los tres proveedores principales de servicios de telefonía inalámbri-
ca o celular son Cingular, Verizon y Sprint. Los tres ofkecen a los consumidores una
amplia variedad de planes de servicio. Los planes "Free and Clear" ["Gratis y claro"]
de Sprint son representativos. Veamos las dos opciones principales que ofrece Sprint
en esta categoría, Free and Clear 1 y Free and Clear 2 . Los rasgos principales de cada
plan son los siguientes:
4. El propietbo de un club nocturno tiene clientes que son alumnos y clientes adultos.
La demanda de copas de un estudiante promedio es QS= 18 - 3P. La demanda de co-
pas de un adulto promedio es QA= 10 - 22'. Hay un número igual de estudiantes y
adultos. ~1 costo marginal de cada bebida es de $2.
a. <cuálprecio fijará el dueño del club si no puede discriminar entre los dos grupos?
¿A cuánto ascenderán sus utilidades totales a este precio?
b. Si el dueño del club logra separar ambos grupos y aplicar una discriminación de pre-
cios de tercer grado, <cuáles el prec* por bebida que debe cobrar a los miembros
de cada grupo? {Cuálesserían las utilidades del dueño del club?
Si el dueño del club puede verificar la identificación de sus clientes y determinar
quiénes son estudiantes y quiénes no y, a SU vez, atender a cada grupo ofieciéndo-
les un precio por la entrada y un número de fichas para bebidas, <cuálserá el pre-
cio de la entrada y el número de fichas que se darán a los estudiantes? ¿Cuál será el
precio de la entrada y el número de fichas que se dará a los adultos? <Cuálesson las
utilidades del dueño del club en este régimen?
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La mayoría de las empresas vende más de un producto. Microsoft ofrece no sólo un sistema
operativo y un navegador para Internet, sino varios otros productos, que incluyen el procesa-
dor de palabras Word, la hoja de cálculo Excel y el paquete de presentación PowerPoint. Las
compañías fotográficas como Eastman Kodak venden tanto cámaras como películas, y en cada
caso en una amplia variedad de modelos y características. Comcast, el gigante de las teleco-
municaciones, ofrece ahora servicios telefónicos y servicios de Internet de alta velocidad, así
como de TV por cable. AOL-Time Warner, un gigante más reciente en el mismo campo, ofre-
ce una combinación de acceso a Internet y programas de entretenimiento. Los disefiadores de
modas, como Ralph Lauren, ofrecen una amplia gama de vestuario, desde ropa deportiva
hasta de alta costura, tanto para hombres como para mujeres.
En fin, es probable que la empresa de productos múltiples sea la norma. Esto conduce a
formular la pregunta de cuán grande debe ser la diversidad de productos que debe ofrecer una
compai3a. Kellog's, la empresa de cereales para el desayuno, ofiece cereales en docenas de com-
binaciones de granos, colores, grados de dulzura e ingredientes extras, como trocitos de mal-
vavisco~.Procter & Garnble, el gigante de artículos de consumo, ofrece 12 diferentes versiones
de su shampoo Head & Shoulders y otras 12 variedades de su pasta dental Crest.
Como materia de estrategia corporativa, Procter & Gamble necesita saber si ésta es dema-
siada o muy poca variedad. Puesto que lo que nos interesa es el resultado de la planeación
estratégica de una empresa, también necesitamos conocer la respuesta a esa pregunta.
Afortunadamente, el análisis económico nos puede ayudar a encontrarla. La motivación de
la compañía para ofrecer muchas variedades de un producto que en esencia es el mismo, ali-
mentos para el desayuno, cuidado del cabello o higiene dental es lo bastante sencilla como
para que todos la puedan entender. Es una forma en que la empresa trata de llegar a los con-
sumidores con diferentes gustos. Puesto que éstos a menudo difieren en cuanto a sus prefe-
rencias de colores, sabores o combinaciones de características, para poder tener éxito en ven-
derles a muchos consumidores requiere ofrecerles algo un poco diferente a cada uno de ellos.
Específicamente, para inducirlos a que compren encontraría que ofrecerles un producto que
se acerque lo suficiente a la versión que prefieren. Cuando una compañía ofrece una diversi-
dad de productos en respuesta a diferentes gustos del consumidor, se dice que realiza una
diferenciación horizontal del producto.
Es frecuente, sin embargo, que sí haya un acuerdo entre los co~~sumidores respecto a las
características que debe poseer un buen producto. Por ejemplo, todos los consumidores pue-
den estar de acuerdo en que un auto que tiene frenos antibloqueo es mejor que uno que no
los tiene. De manera similar, probablemente todos estén de acuerdo en que aunque el Jaguar
tipo X es un auto atractivo, ya no lo es tanto si se le compara con el Jaguar XJ. Es posible que to-
dos estén de acuerdo en que volar de Boston a San Francisco en primera clase es mejor que
volar en clase de negocios. En estos ejemplos las diferencias entre los consumidores no radi-
can en qué características consideran deseables, ~ i n oen el valor que asignan a una caracterís-
tica deseada, es decir, en cuánto están dispuestos a pagar por frenos antibloqueo, un mejor
Jaguar o una tarifa de vuelo de primera clase. Cuando una empresa respoiide a las diferentes
disposiciones a pagar de los consumidores ofreciendo diferentes cualidades del mismo pro-
ducto, se dice que recurre a la diferenciación vertical del producto.
En este capítulo analizaremos las estrategias de diferenciación horizontal y vertical del pro-
ducto que utiliza una empresa moiiopolista. Examinaremos la forma en que se puede utilizar
la diferenciación del producto para elevar la rentabilidad de la empresa. También estudiare-
mos si estas estrategias incrementan el bienestar del consumidor.
Parte Dos . Poder y prámca del monopolio
1 a Hotel,ing (1929) le inreresaba analizar la competencia entre dos tiendas, mientras que nosotros considera-
,, aqur d caso en que lar tiendas ron propidad de la misma empresa y actúan en forma cooperariva~
Caplblo 7 La variedad y calidad de productos en el monopolio 135
prar ropa que se "acerca" a los estilos individuales que prefieren, o bebidas cuyo conte-
nido de azúcar se acerca a su preferido. De hecho, exactamente esta interpretación es la
que sugirió Hoteiling en su revoIucionario articulo. Él escribió:
Supongamos que una población se extiende a lo largo de un solo camino, llamado calle
principal, de un kilómetro de largo. Hay N consumidores que viven espaciados unifor-
memente a lo largo de esta calle, desde un extremo de la población hasta el otro. Una
empresa que tiene un monopolio de comida rápida, por ejemplo, debe decidir cómo
atender a estos consumidores y obtener la mayor utilidad. Lo que esto significa es que el
monopolista debe escoger el número de puntos de venta o restaurantes que operará, en
qué lugar de la calle principal deben estar ubicados y qué precios cobrar. En la analogía
de diferenciación del producto de las bebidas de distinto contenido de azúcar, el mono-
polista tiene que decidir cuántas diferentes bebidas va a ofiecer, cuál va a ser su conteni-
do preciso de azúcar y cuáles deben ser sus precios. De manera más general, ¿qué gama
de productos debe llevar el monopolista al mercado y cuáles deben ser sus precios? En lo
sucesivo utilizaremos la interpretación geográfica específica del modelo con el fin de acla-
rar el análisis, pero el lector no debe perder de vista que este modelo tiene una interpre-
tación mucho más amplia.
En esta sección confinaremos nuestra atención a los casos en que el monopolista no
discrimina en precios a los consumidores. Esta situación puede surgir porque los consu-
midores acuden a un punto de venta con el fin de comprar el producto y de este modo
incurren en costos de transporte. Con una unidad de distancia de ida y vuelta, supone-
mos que este costo de transporte es t. Excepto por sus direcciones, es decir, sus ubica-
ciones, los consumidores son idénticos entre sí. Suponemos que en cada periodo cada
consumidor está dispuesto a comprar exactamente una unidad del producto vendido por
el monopolista, siempre que el precio pagado, incluidos los costos de transporte, al cual
llamaremos precio completo, sea menor que el precio de reserva, que denotaremos por V.
Supongamos que el monopolista desea operar un solo punto de venta. Entonces pare-
ce razonable sugerir que éste se ubique en el centro de la calle principal. Consideremos
ahora la elección de precios del monopolista. Los elementos esenciales del análisis se ilus-
tran en la figura 7-1. El residente que está más al oeste (el que reside al extremo izquier-
d o del diagrama) tiene una dirección de z = O. El residente más hacia el este tiene una
dirección de 2; = 1. La tienda se localiza en = 1/2.
El eje vertical en la figura 7-1 es, como siempre, una medida del precio. El valor Ven
este diagrama es el precio de reserva de cada consumidor. El precio completo que cada
consumidor paga se compone de dos partes. En primer lugar está el precio p,, realmen-
te establecido por el monopolista. En segundo lugar está el costo adicional en que incu-
rren los consumidores para llegar a la tienda (y regresar con la comida). Medido por uni-
dad de distancia de ida y vuelta, el precio completo que realmente paga un consumidor que
vive a una distancia x del centro de la población es el precio del monopolista más el costo
parte Dos . poder y práctica del monopolio
x 1 -
Tienda 1
Xl
del transporte, o sea, pl + tx. Este precio completo se indica por el conjunto de líneas en
forma de Y en la figura 7-1, el cual indica que el precio completo pagado por un cliente
en el centro de la población -uno que no incurre en costos de traslado- es de sólo p,.
sin embargo, como lo indican 10s brazos de la Y, el precio completo aumenta constante-
mente allá de p, para 10s consumidores que viven al este y al oeste del centro de la
ciudad. Mientras la distancia de la tienda sea menor que X,, el precio de reserva del con-
sumidor V excede al precio completo, P1 + tx, Y tal consumidor comprará el producto
del monopolista. Sin embargo, para clistancias que están más allá de x,, el precio com-
pleto excede V y estos consumidores no comprarán el producto. En otras palabras, el
monopolista sirve a todos 10s que viven dentro de xl unidades del centro de la población,
¿Cómo se determina la distancia x,? A 10s ~ ~ ~ S w n i d oque
r e sresiden a la distancia x, de
la tienda les es indiferente comprar o no el producto. Para ellos el precio completo, p, +
tx,, es igual a V, así que se obtiene
La ecuación (7.2) nos dice algo interesante. A pesar de nuestra hipótesis de que cada
consumidor compra exactamente una unidad O ninguna del producto del monopolista,
la función de demanda en la ecuación muestra que la demanda agregada se incrementa a
Capitulo 7 La variedad y calidad de productos en el monopolio 137
Precio
v FIGURA
752
I I 1 I
I I I I
I I I I
1 I 1 1
I I I I
I I I I
I 1 I I
I 1 I I
z =o x2 Xl 1/2 Xl x 2 z =
Tienda 1
Calle principal
Una reducción en el precio de la tienda atrae más clientes tanto del este como del oeste.
Supongamos que c representa 10s costos def monopolista por unidad vendida y que
hay costos fijos de instalación de F para cada punto de venta. Estos costos de instalación
podrían estar asociados con el costo de adquirir el sitio, encargar la construcción, etc. En
la analogía de diferenciación del producto, los costos de instalación podrían ser los cos-
tos de diseñar y comercializar el nuevo producto. Cualquiera que sea el marco de análi-
sis, la utilidad del motlopolista con un so10 punto de venta que atiende a todo el merca-
d o es
Ahora estamos listos para investigar por qué esta tienda Única debe estar ubicada en el
centro de la población. La razón de que esta ubicación sea la mejor es que es la que más
t
facilita la llegada a todos los clientes. En el precio p = V - -, un movimiento un poco
2
Parte Poder y práctica del monopolio
hacia el este no nevará a ganar ningún nuevo cliente al extremo este del pueblo (no hay
clientes que ganar), pero sí a perder algunos de los que se h d a n en el extremo oeste.
En otras palabras, si la empresa se mueve del centro, la única forma en que puede seguir
sólo si mantiene su única tienda en el centro puede alcanzar a todos sus clientes con un
Ahora deseamos investigar lo que sucede cuando hay dos, tres o n puntos de venta a
10 largo de la c d e principal. Como antes, seguimos suponiendo que c representa los cos-
tos unitarios por unidad vendida de cada tienda, y F los costos de instalación para cada
punto de venta.
En otras palabras, no hay economías de dcance derivadas de la operación de múltiples
puntos de venta. Comenzamos preguntando, ¿qué sucede si el número de puntos de
venta se incrementa a dos? Como cada segmento del mercado a lo largo de la c d e prin-
cipal tiene la misma apariencia y cada tienda tiene los mismos costos, el monopolista optará
por fijar el mismo precio en cada tienda. Aún más, el monopolista deseará coordinar la
ubicación de estas dos tiendas para maximizar el precio cobrado en cada tienda, mientras
todada Llega a todo el mercado. De hecho, se puede usar el mismo razonamiento que
justifica una ubicación central con una sola empresa para mostar que el mejor de
ubicación es ahora ubicar una de las dos tiendas a un 1/4 de kilómetro a la izquierda y
la otra a un 1/4 de kilómetro a la &recha de la calle principal, como se muestra en la
El precio máximo de tienda es mayor con dos tiendas que con una.
Caplteilo 7 variedad y calidad de productos en el monopolio 139
viajar a una tienda es 1/4 de kilómetro, mucho menos que el 1/2 kilómetro que tiene
que recorrer cuando hay una sola tienda. Como resultado, el precio más alto que el
monopolista puede cobrar y atender a todo el mercado de Nclientes es
t
p(N,2) = V- - ,
4 ("5)
el cud es mayor que el precio con un solo punto de venta. La utilidad del monopolista
es ahora
Comienza a surgir, de hecho, una regla generd. Si el monopolista tiene n tiendas para
atender al mercado, éstas se ubicarán siméuicamente a distancias de 1/2n, 3/2n, 5/2n,
. . . , ( 2 i - 1)/2n, . . . , (2n - 1)/2n del extremo izquierdo del mercado. La máxima dis-
tancia que cualquier consumidor tiene que viajar hasta una tienda es entonces 1/2n kil6-
FIGURA
704
140 p- Dos . Poder y práctica del monopolio
metros, así que el precio que el monopolista puede cobrar en cada tienda mientras atien-
de a todo el mercado de N clientes es
t
... p(N, n) = V - 2n
-'
Esto se simplifica a
tN
n(n + 1 ) c -
2F '
Supongamos, por ejemplo, que hay 5 000 000 de consumidores en el mercado,
que
N = 5 000 000, y que hay un costo fijo de F = $50 000 asociado con cada tienda.
3 V6ase en Shapiro y Varian (1999) un argumento similar relacionado con la variedad de en el co-
mercio electrónico.
Capitulo 7 La variedad y calidad de productos en el monopolio 141
Podemos expresarlo de otra forma. Lo que la ecuación (7.13) indica es que la políti-
ca óptima de precios del monopolista se puede describir como sigue:
La demanda total para esta tienda es 2r. Por ~ons¡guiente,la utilidad de esta tienda es ,
IT* =
N
-(V- c)2.
2t
Capftullo 7 Ba variedad y calidad de productos en el monopolio
d
" -
Verificación de la reai0ida.d
-. ,- . .- - -
,4- l
1
U s t d pronto podd comprar un sdndwich en cualquier parte
l
delo de 6xito eti la operación de franquicias. rápida más saludable ha desviado la deman-
Aproximadamente 85 por ciento de los pun- da hacia nuevas cadenas de restaurantes de
tos de venta de MacDonald's es operado comida rápida que ofrecen alternativas a la
por los dueños de las franquicias que tam- tradicional hamburguesa y papas fritas ricas
bién han sido los que generaron más de 60 en grasa. Por undécima vez en 15 años, la
por ciento de sus ingresos anuales. A pesar revista Entrepreneur ha designado a Subway
de algunos problemas recientes que han Ile- como la otorgadora de franquicias número
vado a MacDonald's a cerrar más de 700 uno. Subway tiene ahora más de 18 000
restaurantes que tuvieron resultados por sitios de venta en 72 paises y más restauran-
debajo de lo esperado, la compañia tiene tes que Macdonald's en Estados Unidos y
todavla unos 30 000 puntos de venta distri- Canadá. Subway apunta a abrir otros 2 000
buidos en todo el orbe, lo que la hace una restaurantes en Estados Unidos este año, asi
de las m65 grandes propietarias de puntos de como a ampliarse en el Reino Unido, Europa
venta al menudeo del mundo. Sin embargo, Oriental y la India.
hay una amenaza en el horizonte. Un aumen-
Fuente: "Healthier Options are in Demand." "Landmark 18,000th Subway Restaurant Opens."
financia1 Times, 4 de junio de 2003, disponible en Internet en http:/~.~rnewswire.com.
Pae wos Poder y prámca del monopolio
Los costos de transporte para los consumidores de cualquiera de las tiendas son abc más cde,
multiplicados por la densidad de los consumidores, Nt/4n2.
Siguiendo el mismo argumento, los costos totales de transporte más los costos de
instalación con n + 1 tiendas son
Recordemos que nuestra meta es minimizar 10s costos totales. Por lo tanto, deseare-
mos agregar una tienda adicional a condición de que bajen los costos totales. La com-
paración de las ecuaciones (7.15) y (7.14) indica que este será el caso, es decir, C(n + 1)
< C(n), si
p- . Poder y práctica del monopolio
L~ simplificación de esta desigualdad revela que será socialmente benéfico agregar otra
tienda u otra vanedad de producto además de los n que ya existen siempre y cuando
Comparemos ahora esta condición con la ecuación (7.12), que describe la condición
en la cual el monopolista deseará agregaryna tienda adicional. El denominador del tér-
mino del lado derecho es 2F en la ecuación (7.12), mientras que es 4F en la ecuación
(7.17). ~ ~ significa
t o que la probabilidad de que una nueva tienda cumpla el requeri-
miento de la ecuación (7.17), y sea socialmente deseable, es menor que la probabilidad
de que cumpla con el requerimiento de la ecuación (7.12) y aumente la utilidad del
monopolista. Para expresarlo en una forma algo diferente, el monopolista tiene incenti-
vos para ampliar la variedad del producto incluso cuando las ganancias sociales de hacer-
lo se han agotado. El monopolista decide fabricar una diversidad demasiado grande de
Si tomamos el mismo ejemplo, en el que t = $1, N = 5 000 000 y F = $50 000, tene-
mos que t N / 4 F = 25. En este caso, la ecuación (7.17) sigmíica que el número social-
mente óptimo de tiendas es cuatro. Sin embargo, ya hemos demostrado que al monopo-
lista le gustaría operar siete tiendas u ~frecersiete variedades de producto en este merca-
do. En resumen, el monopolista ofrece demasiadas versiones del producto.
La evidencia casual citada al comienzo de este capítulo respalda la hipótesis de "dema-
siadas variedades". La variedad de cereales para el desayuno, champús y cosméticos; la
multitud de opciones disponibles de aut~móvilesy la diversidad de planes de servicio de
telefonía móvil ofrecen evidencias de 10s fuertes ~centivospara ofrecer múltiples versio-
nes del Es cierto, 10s productores de estos bienes no son monopolistas puros,
pero ejercen considerable poder de mercado7 Por lo que están sujetos a muchas de las
mismas iduencias que acabamos de analizar.
La phcipal razón por la que un monopolista ofrece demasiadas variedades es que está
interesado en maxirnizar su utilidad7 no en maximizar su excedente total. Cuando se deci-
de a montar otra tienda, el monopolista compara 10s costos adicionales de instalación
contra los ingresos adicionales que poMa obtener si pudiera incrementar los precios, sin
desde el punto de vista de la eficiencia, este ingreso adicional no es una ganan-
cia neta. Es simplemente una transferencia de excedente de los consumidores al mono-
polista. El verdadero óptimo social equilibrda el costo de i n ~ t a l a c i 6de~ una tienda
contra la reducción resultante de 10s costos de transporte. Es claro que este c.iteaoue-
vará al establecimiento de menos tiendas.
~a operación de nuevas tiendas es atractiva para un monopolista porque es la forma más
fácil de alcanzar a 10s que de otra forma Saían consumidores distates. ~1 m o n o p o ~ t aque
trabaja apenas una tienda en el centro de la calle pruicipal puede vender a los clientes de los
extremos este y oeste del pueblo sólo si reduce n~uchoel precio para todos los clientes El
incentivo para operar tiendas adicionales es que permita alcanzar a estos consumidores &-
tantes sin tener que reducir los precios para todos.
o lleva de vuelta a la ex~osici6nde 10s capidos 5 y 6 . Si Ia empresa pudiera inge-
~ s t nos
niarse para cobrar un precio a 10s consumidores distantes que esttn dispuestos a pagar sin
reducir el precio a 10s clientes entonces no seda tilrl Costoso alcanzar a estos con-
sumidores distantes con apenas unas cuantas tiendas o unas cuantas vanedades. Es decir
si el monopolista pudiera discriminar con precios, su tendencia a ofrecer demasiadas vaneI
dades ser mucho menos herte. Ahora e x w a W l l ~ esta S posibilidad,
Crnpftulo 7 La variedad y calidad de productos en el monopolio
Advierta que esta es una condición más débil que la ecuación (7.13) sin discrimina-
ción de precios. Este es otro ejemplo de una característica común de la discriminación de
precios. Permite que el monopolista sirva a clientes que de otra forma podrían no ser
atendidos; es decir, amplía el mercado.
Consideremos ahora cuántas tiendas ( o variedades de productos) debe operar el mo-
nopolista que discrimina con sus precios. Dado que está atendiendo a todo el mercado y
está cobrando a cada cliente el precio de reservación del consumidor, de y el ingreso
total está fijo en W .Los costos totales son costos variables de producción, que están fijos
en cN, más los costos de transporte que la empresa absorbe y los costos de instalación nF.
Estos últimos costos son simplemente los costos C(N, n) de la ecuación (7.14). Así que
la utilidad del monopolista que discrimina con los precios es
do de esta clase, una empresa que puede aplicar la discriminación de precios de primer
grado no producirá la cantidad correcta de producto, sino también la cantidad
correcta de variedades. Con la discriminación de precios la empresa puede alcanzar hasta
los consumidores distantes, por medio de un precio que esté diseñado especificamente
para estos consumidores, en lugar de agregar más variedades. Por consiguiente, no exis-
te el incentivo para ir más allá del monto socialmente óptimo de variedades.
~1 único punto que nos queda por considerar es cómo podría interpretarse el caso de
la disc-iminación de precios como un modelo de diferenciación de productos en un espa-
cio de características de producto, en lu& de un espacio geogrático. El núcleo de esta
interpretación radica en el cambio que hicimos en nuestro análisis que permitió que el
monopolista adoptara precios discriminatorios. En el caso en que no hay discriminación
de precios supusimos que los consumidores van a las tiendas a comprar el producto, por
lo que no tienen que revelar sus direcciones. En contraste, en el caso de discriminación
de precios supusimos que el monopolista controla la entrega, por lo que puede adoptar
precios de entrega uniformes al proveer y pagar el servicio de entrega.
¿Cómo puede un monopolista controlar la "entrega" de productos que están diferen-
ciados por sus características en lugar de por su ubicación? MacLeod, Norman y Thisse
(1988) ofrecen la analogía:
En el contexto de la diferenciación de producto, la discriminación de precios surge
cuando el productor comienza con un "producto base", que luego rediseña conforme
a las especificaciones de 10s clientes. Esto significa que la empresa fabrica &ora una
banda de productos horizontalmente diferenciados . . . en lugar de un solo produc-
to . .
e costo de transporte ya no se interpreta como una pérdida de utilidades, sino
como un costo adicional en que incurre la empresa al adaptar su producto a las nece-
sidades de sus clientes.. . (Así que) siempre que el diseño del producto esté bajo el
control del ~roductor,que equivale a que el productor tenga el control del transpor-
te, no necesita cobrar el costo completo del cambio de diseño. (1988, 442-4431.
consideremos, por ejemplo, la compra de un Ford Taurus. Por una parte, uno podría
escoger alguno de 10s modelos normales. Otra posibilidad es que el vendedor lo conven-
za a uno de comprar un diferente sistema de sonido, diferentes Uantas, una franja atrac-
tiva en el panel lateral que haga lucir al coche más deportivo, etc. En realidad, lo que el
vendedor está haciendo es que usted revele su "dirección" real mediante las opciones que
escoja con el propósito, desde luego, de separarlo a usted de su dinero.
-¿Peroqué tan fácil es que las empresas ofrezcan este tipo de producto a la medida? L~~
múltiples variedades de productos antes mencionada sugiere que es relativamente fácil.
De hecho, como ya vin~osen el c a p i d o 3, las técnicas modernas de manufacnira flexible
proporcionan las econodas de al~anceque hacen cada vez más fácil que empresas como
h v i Strauss, Mitsubishi, Hitachi y 10s fabricantes de cerámica italiana produzcan en
pequeños lotes a un pequeño costo mtra. Empresas de Internet como A ~cam- ~ ~
bian la página inicial que cada cliente ve con base en las compras recientes de éste. En
principio, cada ~ ~ n s u m i dpuede
or tener su propia página preparada a su medida y precios
a su medida.4 En una palabra, la variación de productos Uegó para quedarse.
problema práctico fl
Henry ~hortchapes el dnico en la pequeña aldea de Chestnut Tree. L~ aldea está
formada por 21 familias distribuidas de manera uniforme cada 100 metros a lo largo de la
calle principal. Cada familia necesita cuando mucho una unidad de servicios de herrer(aal
4 Se puede encontrar en Krugman (2000) una expresibn clara. aunque breve. del punto de visrade que co-
mercio electrónico facilita mucho la discriminación de precios.
Capitulo 7 La variedad y calidad de productos en el monopolio
mes. Además, cada familia incurre en u n costo de transporte de ida y vuelta de $0.50 por
cada 100 metros de distancia que tenga que recorrer para llegar a la herrerfa de Shortchap.
El precio de reserva de cada familia por estos servicios es de $10. El costo para Henry de
proporcionar sus servicios de herrería es de $2 por unidad. Sin embargo, él puede trabajar
sólo en u n taller, cuando más. ¿Dónde debe Henry ubicar su taller y cu61 es el precio que
debe cobrar? Por otra parte, supongamos que Henry puede operar una herrería móvil que le
permite ofrecer sus servicios en las casas de sus clientes. S610 que le costaría $0.75 el
transporte de ida y vuelta por cada 100 metros que tenga que mover su herrería. ¿Debe
cambiar a este servicio móvil?
puesto a pagar es algo que van's entre consumidores. Algunos le dan alto valor a la 4 -
dad y gvsfosamente una cantidad extra considerable, incluso por una modesta
mejora de A otros les interesa menos la calidad y, a menos que el incremento
correspondiente de precios sea mínimo, tales consumidores no comprarán un producto
de mejor Para simplificar esto aún más supondremos que cada consumidor com-
una vnidad del bien. Es decir, cada consumidor examina el precio y la
pra
,-&dad del producto, así como la utilidad que obtiene al consumirlo. Si el consumidor
asigna un mayor valor al producto de la calidad particular ofrecida que al precio al que se
le ofrece, entonces compra el bien. Si no, simplemente se abstiene de comprarlo.
La curva de demanda que enfrenta el monopolista dependerá ahora de la calidad del
bien que vende. Esto se refleja en la función de demanda inversa P = P(Q,z). Esta fun-
ción significa que el precio de liquidación del mercado dependerá no sólo de cuánto pro-
duce la empresa, Q, sino también de la calidad de estas unidades, z. Para expresarlo en
forma un poco distinta, una elevación en la calidad z elevará el precio de liquidación del
mercado por una cantidad dada Q La curva de demanda se traslada hacia fuera o hacia
arriba conforme se eleva la calidad del producto, Z.
Conviene distinguir entre dos formas distintas en que un incremento en la calidad
puede modificar la curva inversa de la demanda P(Q, z). Cada una se ilustra en la figura
7-7. Para entender mejor este diagrama advierta que puesto que los consumidores di&- .
ren en cuanto a lo que están dispuestos a pagar por un bien de una calidad dada z, y puesto
que cada uno adquiere cuando más una unidad del bien, la curva de la demanda real-
mente refleja una clasificación de 10s consumidores en términos de su precio de reserva
por un bien de una calidad especEca, z. El precio de reserva del consumidor dispuesto a
pagar la cantidad máxima por el bien es la intersección. El precio de reserva del consu-
midor que está dispuesto a pagar la siguiente cantidad más alta es el siguiente punto en
la curva de la demanda conforme nos n ~ ~ ~ hacia m o as la derecha, y así sucesivamente.
En ambas figuras, la 7-7(a) Y la 7-7 (b), la cantidad inicial producida es Q, y la calidad
inicial es z,. El precio de liquidación del mercado por esta combinación de cantidad y
calidad es P,. A p ~ t de k 10 que acabamos de decir este precio debe ser la disposición a
pagar o precio de reserva del Q-ksimo consumidor. Al precio PI, a este consumidor le
da lo mismo comprar 0 no comprar el bien, dado que es de calidad z,. Este consumidor
recibe el nombre de consumidor m a r a a l . Los consumidores a la izquierda
consumidores que también compran el producto) reciben el nombre de consuddores
infi-amarguiales.
En la fig~ra7-7(a) se muestra de qué IYlodo la curva inversa de la demanda se traslada
cuando el incremento en d i d a d aumenta la disposición de los consumidores ~ a m a r g i -
nales a pagar, en más de 10 que se in~~-en~enta la disposición a pagar del consufidor mar-
ginal. Un incremento en la calidad de 2, a 4 aumenta el precio al que se vende la canti-
dad Q,, de P, a l',. sin embargo, el incremento en el precio de reserva es mayor para
aquellos consumidores que Ya estaban comprando el producto, de tal suerte que la curva
de la demanda se traslada al "deslizarse sobre " el eje de precios. En la figura 7-7(b) se
ilustra el caso alterno. Aqd, el incremento en calidad de Z, a z, aumenta la disposición a
pagar del consumidor Q-ksimo o marginal, Por más de 10 que aumenta el precio de reser-
va de 10s consumidores inframarginales. De nueva cuenta, este incremento en ,-&dad
aumentará el precio de nxrcado de la ~antidadQ, de pl a Pt Sin embargo, la curva de
la demanda cambia ahora, al "deslizarse sobre" el eje de la ~ ~ t i d ~ d . 6
Ya sea que la demanda esté descrita Por la figura 7-7(a) o 7-7(b), podemos ver que
para el monopolista la elección de la calidad significa realmente elegir dónde estará su
6 Para los modelos basados en el caso ilustrado en la figura 7-7(b) se debe tener cuidado de limitar
el ramano
definitivo del mercado. Es decir) 10s incrementos de calidad no pueden ampliar indefinidamena la cantidad
demandada a un precio dado.
1 Precio 1 Precio (
En el caso (a) un incremento en la calidad aumenta el precio de reserva del consumidor, pero no el tamaño
máximo del mercado. En el caso (b) un incremento en la calidad aumenta el precio de reserva del consumi-
dor y el tamaño máximo del mercado.
curva de demanda. Los incrementos en calidad son atractivos porque rotan la curva de la
demanda y así incrementan el ingreso de la empresa a cualquier precio. Sin embargo, nor-
malmente es costoso incrementar la calidad del producto. Por lo tanto, el monopolista
debe equilibrar los beneficios de un mayor ingreso que genera una mejor calidad, contra
los mayores costos que impone esa mayor calidad. Más precisamente, cuando el mono-
polista escoge la calidad debe hacer un análisis cualitativo similar al que realiza cuando
escoge el nivel de producción o el precio. Para cualquier nivel de producción el monopolis-
ta debe elegir el nivel de calidad al que el ingreso marginal de incrementar la calidad sea
igual al costo marginal de incrementar la calidad. En otras palabras, el monopolista que
controla tanto la calidad como la producción debe satisfacer dos condiciones para maxi-
mizar sus utilidades:
1
1. Para una elección de calidad, el ingreso marginal de la Última unidad vendida debe
igualar el costo marginal de manufacturar esa unidad a esa calidad.
2. Para un nivel de producción, el ingreso marginal de incrc
dad de producción debe igualar el costo adicional (marginal) de incrementar la calidad
de esa producción total.
Ilustremos la elección de calidad o diseño del producto suponiendo que la demanda
es del tipo que se muestra en la figura 7-7(a). Más especificamente, supongamos que la
función de demanda está dada por la ecuación
La ecuación (7.20) indica que no importa la calidad del producto, a un precio de cero se
venderá un total de 50 unidades, pero una mayor calidad hace que la función de la
demanda gire en el sentido de las manecillas del reloj alrededor del punto Q = 50.
Para mantener el caso muy simple, supongamos que al mejorar la calidad se incurre en
un costo hundido de diseño que no se ve afectado por la producción
. - . total,
- . de tal suerte
que el costo de la producción marginal es indepen
Parte Dos Poder y práctica del monopolio
que indica que el costo marginal de incrementar la calidad del producto es 102 (véase el
recuadro siguiente de Verificación de la derivada: Elección óptima de producción y cali-
dad). Ahora podemos expresar la utilidad de una empresa, que es
d
- ,
Verificación de la denvada
. .. * ..------ - - - - - -- -
.> -r - - -.- - - . - - I
P = ~ ~ - Q Y C ( Q ,=Za $
). .
Derivemos esto respecto a Q para obtener la elección de la producción que maximiza utili-
dades:
Así, incrementar la calidad del producto en una "unidad" incrementa el ingreso en $625,
que es, por consiguiente, el ingreso marginal derivado de una mayor calidad. Sabemos
también, a partir de la ecuación (7.21), que el costo marginal de incrementar la calidad
es 102. Al igualar el ingreso marginal con el costo marginal obtenemos el punto que es
la elección de calidad que maximiza utilidades
Una cuestión interesante que surge relacionada con la elección de calidad de la empre-
sa monopolista es determinar cómo se compara esa decisión con el punto socialmente
óptimo. ¿Produce el monopolista un bien de muy alta o de muy baja calidad? Un poco
de reflexión debe convencer al lector de que la elección de calidad del monopolista será,
en este ambiente, muy baja. La razón es simple. Un incremento en z rota la curva de la
demanda hacia arriba e incrementa el excedente total que se gana con las 25 unidades que
siempre se venden. E1 óptimo social requiere que la calidad se incremente mientras esta
ganancia en el excedente total rebase el costo extra de diseño. Sin embargo, el monopo-
lista sólo mantiene el excedente del productor que genera un incremento en la calidad,
no el excedente del consumidor que se crea. Como resultado, la maximización de u d i -
dades llevará a la empresa a incrementar la calidad sólo mientras el excedente extra del
productor cubra el costo adicional de diseño. Puesto que el excedente del productor es
menor que el excedente total, el monopolista no uegará a producir la calidad socialmen-
te óptima. Desde luego, el monopolista mantiene la cantidad también por debajo del
volumen ó p t i m ~ . ~
No obstante, nuestro objetivo primario no es determinar si las empresas con poder de
monopolio deciden o no vender productos de calidad insuficiente o excesiva. El punto
7 Nuestros resultados relacionados con la elección de calidad del monopolista podrlan haber sido diferentes si
hubiéramos supuesto, m65 bien, que la calidad afecta la demanda como en la figura 7-7(b).
parte Poder y práctica del monopolio
principal es que para tales empresas la elección de la calidad es algo que sí importa. Al
escoger cuidadosamente la calidad del producto en conjunto con el precio, el monopo-
lista puede de nuevo extraer un excedente adicional del mercado.
Problema psástlcfl 22
~ i l Barret
l es el único abogado en el pequeño pueblo de Percyville. La demanda semanal
'
de sus servicios dependede la calidad ddjservicio que proporciona, según se refleja en la
curva de demanda inversa P = 4 - Q/z. donde P es el precio por caso, Q es el número de
casos o clientes yz es la calidad de servicios que presta Will. Los costos de Will son inde-
pendientesde la cantidad de casos que realmente tome a SU cargo, pero sl aumentan con
la calidad. Más especificamente, 10s costos de Will son C = 1.
a. trafique la curva de demanda de Will para una calidad determinada, z. ¿Cómo afectan
10sincrementos en z la curva de demanda?
b. Consideremos las tres opciones: z = 1, z = 2 y z = 3. Encuentre la producción que maxi-
utilidades para cada una de estas.tres opciones.
Calcule el precio de mercado y las utilidades -netas de los costos de calidad- para
cada una de las tres opciones del inciso b). ¿Quéopción de calidad conduce a las mayo-
res utilidades?
En esta ecuación es Una medida del valor que el consumidor de tipo i asigna a la
calidad, y 4 es el límite inferior de calidad por debajo del cual un consumidor de tipo no
comprará el producto. Suponemos que 0, > 0,. Es decir, 10s consumidores de tiPo 1 asignan
un mayor valor a la calidad que 10s consumidores del tipo 2, tal vez porque los consumi-
dores del tipo 1tienen mayores hgresos que 10s del tipo 2 O, m&, en general, porque tie-
nen una preferencia más intensa Por la calidad. Suponemos también que e g2 , , En
otras palabras, los ~ ~ ~ ~ s ~ m ide1 re1
d otipo s no comprarán el producto de<&onopolista a
menos que sea mínimo de calidad g,. Estos son consumidores que muertos,, Volad-
m en clase turista, comedan en restaurantes de comida rápida o comprarían en tiendas
r e stipo 2 están dispuestos a comprar el
de descuento. En conO'aste, 10s c o n s ~ - ~ ~ i d ode
producto del mono~ofistade cualquier calidad siempre que, desde luego, su excedente
del consumidor no sea negativo.
C ~ f m7 l ~ variedad y calidad de productos en el monopolio
fl Verificación de la realid~d
Fuente: L. Lagnado, "Stylish Operations: Hospitals Add Deluxe Suites." The WallStreetJournal, 16 de septiembre
de 1996, p. 131.
Por desgracia para la empresa, aunque sabe que existen estos diferentes tipos de con-
sumidor, n o tiene una medida objetiva mediante la cual pueda distinguirlos. Por consi-
guiente, así como en nuestro análisis de la discriminación de precios de segundo grado
en el capítulo anterior, el monopolista debe aplicar una estrategia que identifique y sepa-
re a los clientes de diferentes apos. Para ser específicos, lo que el monopolista quisiera
hacer es convencer de algún m o d o a los consumidores del tipo 1 para que compren un
producto de alta calidad, z,, a un precio muy alto, al mismo tiempo que convencer a los
consumidores del tipo 2 a comprar un producto de baja calidad, 3, a un precio igual a
su m&a disposición a pagar. L a empresa puede producir cualquier calidad dentro de
los límites de calidad [g, Z]. Además, seguimos con nuestra hipótesis de la sección ante-
rior de que 10s costos marginales de producción son idénticos para toda la gama de cali-
dades del producto y que son iguales a ceroas
Observemos primero a un consumidor del tipo 2, aquel que tiene una baja disposición
a pagar p o r lacalidad. L o que la empresa hará es cobrar a este consumidor un precio que
es apenas 10 suficientemente bajo como para que el cliente esté dispuesto a comprar el
producto de baja calidad. D e la ecuación 7.25, y dado que 2, = O, el consumidor del tipo
2 comprará z, si
Pz = 9222.
Consideremos ahora el caso de un consumidor del tipo 1 con una preferencia más
fuerte por la Desde luego, este consumidor puede adquirir el producto de baja
calidad. ~~íque al fijar el precio del producto de alta calidad, la empresa enfkenta el
mismo tipo de Yemicciónde compatibilidad de incentivos que encontramos cuando estu-
diamos la d i s c e a c i Ó n dePrecios de segundo grado. (Por supuesto, también existe la
de compatibilidad de incentivos de que 10s consumidores de tipo 2 cierta-
me- compran el producto de baja calidad, en lugar del de alta calidad. Regresaremos a
esto después.) Para que un consumidor del tipo 1 adquiera el producto de alta calidad es
a necesario que
0,(z, - 2,) - P, 2 - 2,) - P2
el(zl - 2,) - Pl 2 0
Las expresiones de la ecuación (7.27)expresan que el excedente que obtiene un con-
sumidor del tipo 1por comprar el producto de alta calidad debe ser no negativo y mayor
o igual que el excedente que podría obtener si el consumidor del tipo 1 comprara el
articulo de baja calidad. Al sustituir P2 = B2z2de la ecuación (7.26)en la primera expre- .
'
sión de la ecuación (7.27),llegamos a
p1 r elzi - (0, - ( 3 , ) ~ ~ .
La ecuación (7.28)expresa que el precio máximo, pl, que se puede cobrar por el pro-
ducto de alta calidad es P, = 0,z, - (0, - También que es mayor siempre y cuando
~l asunto que deseamos precisar ahora es qué calidad de bienes, zl y 4, maximizará las
utilidades de la empresa. En este sentido, queda claro de la ecuación (7.29) que el coefi-
ciente de z, es el término positivo N1el.Es decir, la utilidad aumenta a medida que
aumenta z 1' así que la empresa debe establecer 2, tan alto como sea posible; es decir
Capfhtlo 7 La vapiedaid y calidad de productos en el monopolio
caso el monopolista querrá fijar un q tan bajo como sea posible. Esto significa que
calidad es p, =
O2 @'". De manera similar, al sustituir la ecuación (7.31) y 5 = Z en
e, - 02
Así, lo que estamos diciendo es que si no hay demasiados consumidores del tipo 1, que
son a quienes realmente les gusta la calidad, O si SU disposición a pagar por la calidad es
muy alta en relación con la de los consumidores del tipo 2, entonces la empresa debe
ofrecer sólo un tipo del bien. J.a explicación es que siempre que el monopolista of7ece dos
productos, el producto de baja calidad tiende a canibaiizar las ventas del producto de alta
calidad.
Para ser precisos podemos observar a partir de la ecuación (7.28) que ofrecer tanto
un producto de alta caiidad como otro de baja calidad le cuesta a la empresa (O1 - 8,)z2
de ingresos perdidos por cada consumidor del tipo 1. De acuerdo con lo anterior, cuan-
do hay muchos consumidores del tipo 1, o cuando la diferencia entre 0, y 0, es grande,
la empresa querrá minimizar este costo ofreciendo un segundo bien que sea de calidad
muy baja, de modo que no compita demasiado con el producto de alta calidad. Por otra
parte, cuando hay números aproximadamente iguales de consumidores de ambos tipos,
o cuando las preferencias no difieren mucho entre los distintos tipos de consumidor, el
monopolista debe ofrecer un producto de una sola calidad. Desde luego, esto deja abier-
ta la cuestión de si la empresa debe fijar en este caso un precio al producto de alta cali-
dad, de modo que se venda a ambos tipos de consumidores, o ponerle un precio para
venderlo sólo a los consumidores del tipo 1.
La venta a ambos tipos de consumidores incrementa las ventas totales, pero requiere
que el producto tenga un precio bajo en e,,: 10 que arroja una utilidad total para la
empresa de N0,Z = (Nl + N2)0,4. La venta solo a consumidores del tipo 1 significa que
el producto puede tener un precio en - zl), 10 que deja a la empresa una utilidad
total de N,B1(Z - 2,).La comparación de estos dos niveles de utilidad revela que la venta
a ambos tipos de consumidor es más rentable si
Un vistazo más de cerca a la ecuación (7.33) revela que para este segundo caso en que
hemos supuesto que yo1< (Nl + condición en la ecuación debe ser cierta. Por
lo tanto, el monopolista asignará un Precio al producto para venderlo a ambos tipos de
cons~midor.~
Problema práctico 23
General Foods es una empresa monopolista y sabe que su mercado de Bran Flakes incluye
dos tipos de consumidor. Los consumidores del tipo A tienen funciones de indi-
recta V, = 20(1- r,) mientras que 10s consumidores del tipo B tienen funciones de utilidad
indirecta \/, = 102. En ambos casos 2 es una medida de calidad del producto, q u e puede
elegirse en el intervalo [0,2I. Hay N consumidores en el mercado, del cual General ~~~d~
sabe que una fracción ? es del A y el del B. Por ~encillez,suponga que todos
IOS costos son cero.
a. suponga que General Foods puede e~Gibkcerla diferencia entre ambos tipos de con-
sumidores, por 10 que les cobra distintos precios Por la misma calidad de cereal para el
desayuno, (Cu61 es la estrategia de maximización de utilidades que debe seguir ceneral
Foods?
Suponga ahora que General Foods no sabe quk tipo de consumidor es cada quien
b. Muestre de que modo su estrategia de maximización de utilidades está
da por q.
determina-
c. ( ~ ~ es
6 la
1 estrategia de maximizaci6n de utilidades cuando g, 0) .
9 A dikrencia del resultado de la seccidn 7.57,el monopolista elige aqui Ii calidad m b ~
COS~O,
2, que se incremente.
porque no hay
CapltuIo 7 La variedad y calidad de productos en el monopolio 159
Puesto que las tiendas tienen costos idénticos, el monopolista los ubica simétricamente,
tal vez a cierta distancia, d, de cada extremo del mercado.
1. d 5 1/4: Supongamos que d es menor que 1/4. Entonces se puede asignar el precio
completo máximo, si el hecho de atender a todos los consumidores está determinado
por los consumidores en el centro del mercado. A estos consumidores se les puede
cobrar un precio, p, tal que cuando se agregan los costos de transporte, pagan un pre-
cio completo igual a su precio de reservación, V. En otras palabras, puesto que un con-
sumidor ubicado en x = 1/2 dicta el precio más alto que se puede fijar por cualquier
valor de d 5 1/4, el precio máximo que puede cobrar la empresa es p ( d ) tal que
La utilidad agregada a este precio también es una función de d y está dada por
Esto es decreciente en d. Si d es mayor que 1/4, la empresa puede aumentar sus uti-
lidades reduciendo d hasta que d = 1/4. Por consiguiente, d nunca debe ser mayor
que 1/4.
Si d no debe ser menor que 1/4 y si tampoco debe ser mayor de 1/4, entonces la
optimización requiere que d sea exactamente igual a 1/4. Las tiendas se deben ubicar
como sigue, la tienda 1 debe estar a 1/4 de kilómetro del extremo izquierdo del
mercado y la tienda 2 a una distancia de 1/4 de kilómetro del extremo derecho del mer-
cado.
162 parte DOS Poder y práctica del monopolio
La eieeciias de preeli a
B
I, monopolista
~uandaisus ti8waPas tienen costos
( V - 2p1 + c , ) N / t = 0 .
p"l ( V + c1)/2.
p; = ( V + c2)/2.
P2 = v-t(1-xl)=V - f I l - ( V - ~ ~ ) / t l ~ 2 V - t - , .
CíypfmRo 7 . Ba variedad y calidad de productos en el monopolio
En otras palabras, los precios de las dos tiendas están conectados. El incremento en el pre-
cio de la tienda 1 exige la reducción del precio en la tienda 2, si es que se va a atender a
todo el mercado y el precio que se cobra al consun~idormarginal será tan alto como sea
posible.
Las utiiidades del monopolista son:
Puesto que el monopolista debe coordinar los precios en las dos tiendas, el precio de la
tienda 1 determina plenamente las utilidades. (Desde luego, también podríamos expresar
las utilidades del monopolista como una fbnción del precio de la tienda 2 . )
La derivación de las utilidades respecto de pl nos da
Usted puede confirmar que esto es igual a p,cuando c, = c2. Al sustituir en la ecuación
por p, nos da el precio de la tienda 2 :
- -
p; = v - (c, c,
4
2t)
La última pregunta es: ¿En qué circunstancias es mejor que el monopolista atienda sólo
a parte del mercado? Para que esto sea válido el caso debe ser, por ejemplo, p; > pj. Esto
exige que
donde 5 es el promedio de los costos marginales de producción de las dos tiendas. Así
que tenemos una regla que es casi idéntica a la del texto:
Parte Dos Poder y pdctica del monopolio
1. Atender a todo el mercado si el precio de reserva del consumidor es mayor que la suma
de los costos de transporte más el promedio de los costos marginales de las tiendas.
2. Atender sólo a parte del mercado si el precio de reserva del consumidor es inferior a
la suma de los costos de transporte más el promedio de los costos marginales de las
tiendas.
El razonamiento intuitivo que respalda este resultado es exactamente el mismo que se
presentó en el cuerpo principal del capítulo.
El 5 de noviembre de 1999, el juez Thomas Per~fieldJackson emitió sus of FactsV
(conclusiones de hechos) en el juicio contra Microsoft. Estos resultados, que postenormente
sirvieron como base para el veredicto de culpabilidad emitido por el juez ( 3 de abril de 2000),
incluyeron dos discusiones clave que nos interesan en este capítulo. El juez Jackson =guía que
el sistema operativo Windows de Microsoft y su navegador Web Explorer para Internet cons-
tituían productos separados, pero relacionados. El juez determinó entonces que el paquete de
Microsofi o la venta de estos dos productos como un paquete constini'a un esfuerzo ilegal por
atar la compra del navegador a la compra de Windows en un esfuerzo por ampliar el mono-
polio de sistemas operativos de Microsofi al mercado de los navegadores. Este resultado hace
sur* varios temas porque, como se expuso en el último capítulo, la mayoría de las empresas
con poder monopólico sí venden más de un articulo. ¿Cuáles podrían ser las ganancias para la
compañía que de esta forma vincula la venta de sus productos? ¿Las ganancias se debían a que
tal estrategia ahoga la competencia?' < Oexisten otras razones que aumentan la eficiencia o las
utilidades que expIican atar la compra de productos? Por último, (estas estrategias de empa-
car productos necesariamente afectan de manera negativa a los consumidores?
Que los consumidores en realidad pueden ganar por los sofnvere se puede ver fácilmente si
se examinan los precios que cobra Microsofi, no por su sistema operativo Windows, sino por
sus aplicaciones de sofnvare. Office de Microsofi es uno de los sofnvare de aplicaciones más
conocidos. Office XP Professional contiene los programas Word, Excel, Outlook, PowerPoint
y Access. En septiembre de 2003 este paquete costaba 499 dolares. Uno podía comprar tarn-
bién los componentes individuales por separado. Word, Excel, PowerPoint y Access costaban
$229 cada uno y Outlook $109, lo que daba un precio total de $1 025. Por lo tanto, salta a
la vista que cuesta mucho menos comprar el sofnvare de aplicaciones de Office que comprar
cada aplicación por separado.
La preocupación de la política antimonopolios es que este tipo de ataduras puede dar lugar
a que una compañía amplíe su poder de mercado. La Comisión Europea, por ejemplo, utilizó
este argumento para impedir la fusión propuesta entre General Electric y Honeywell, la cual
tenía un valor de $42 000 millones.2 Lo que decidió la Comisión provocó controversia, puesto
que la fusión ya había sido aprobada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos. A
pesar de ello, la Comisión arguia que la fusión combinaría la posición dominante de GE en la
fabricación de motores para aviones con la posición dominante de Honeywell de productos
para aviones, y que esto permitiría a la empresa fusionada empacar estos productos comple-
mentanos, lo que llevaría a considerables descuentos en precios. Los rivales no fusionados de
ambos sectores no podrían igualar estos precios descontados, así que tendrían que salir del
mercado, lo que llevaría a un dominio aún mayor del mercado por parte de GE-Honeywell.
Aquí encontramos paralelos claros con el juicio de Microsoft, aunque la Comisión Europea
no los citó. Una gran diferencia entre los dos juicios es que en el caso de Microsoft, el juez
rackson hablaba de acciones reales, mientras que en el caso GE-Honeywell, la Comisión
se refería al daño que se podrzá provocar.
1 Esto se expone en un discurso de Joel Klein cuando era subprocurador general en la División contra los rnonopo-
lios; véase http://w.usdoj.gov:80/atr/public/speeches/4707.pdf.
2 Se pueden encontrar más detalles en Geotsakis (2001) y Nalebuff (2004).
parte Dos Poder y práctica del monopolio
tener sobre 10s monopolios. Con este antecedente, hagamos ahora un análisis formal
de los incentivos que tiene un monopolista para agrupar productos o atar las ventas.
6 Stigler ( 1 968).
7 Vease United Status v. Loew's Inc., 371 U.S. 38 (1962).
Parte Dos poder y práctica del monopolio
j i
?
tificar los precios.) En nuestro ejemplo podríamos hablar de un restaurante que vende la
sopa al precio pf' y un sandwich al precio p$ La compra de ambos bienes cuesta py+ p,M
Con estos precios los consumidores se dividen en cuatro grupos. Los consumidores del
grupo A tienen precios de reserva para ambos bienes que son más altos que el precio que
se está cobrando, por lo que compran una unidad de cada producto. Los consumidores
del grupo B tienen precios de reserva para el bien 1 que son más altos que su precio P$
así que compran el bien 2 . Sin embargo, su precio de reserva por el bien 1 es más bajo que
el precio Pf' , por lo que n o compran el bien 1. En forma similar, los consumidores del
grupo D tienen precios de reserva para el bien 1 que son más altos que el precio que se
les cobra, así que compran el bien 1. Sin embargo, no compran el bien 2. Los consumi-
dores del grupo C tienen precios de reserva para ambos bienes que son más bajos que 10s
precios que se cobran, por lo que no compran ningún producto.
Supongamos ahora que el monopolista adopta una estrategia de apuparnicnto puro,
en que los dos bienes se pueden comprar sólo COmo paquete a un precio fijo de p,. En
nuestro restaurante, esto puede significar que la única oferta es la sopa más un sandwich
a un precio fijo de p,. Una caractenstica importante del agrupamiento puro es que el pre-
cio del paquete será menor o igual a la suma de 10s dos precios de monopolio, es decir,
p, 5 p l + p,M Puesto que los precios individuales de monopolio maximizan la utilidad de
la empresa en cada mercado individual, no es posible que un precio establecido agrupado
superior a la suma de los dos precios individuales sea óptimo.
El precio agrupado se ilustra en la figura 8-2 como una h e a recta con intersección
en cada eje de pB y con una pendiente de menos uno. Los consumidores se dividen ahora en
dos g - ~ p o sCada
. consumidor del PO E tiene precios de reserva para ambos bienes, cuya
suma es mayor que p, así que comprarán el paquete. En contraste, cada consumidor del
p p o F tiene precios de reserva para ambos bienes, la suma de 10s cuales es menor que p,
así que no comprarán el paquete.
p- Poder y práctica del monopolio
.
Primero, que CSl C S , 10 que requiere que R,
requiere que R, > p,.
PB - P l - Segundo, que C S >~ 0, lo que
La diferencia p, -p, se ilustra fácilmente en la figura 8-3. Puesto que la línea p,p, tiene
una pendiente -1, la distancia ab es igual a la distancia bc, que es igual a pB - p , . Así que
todos los puntos debajo de la línea jad representan a los consumidores cuyos precios
de reserva para el bien 2 son tales que R, < pB -p, y, desde luego, todos los puntos a la
derecha de ab representan a los consumidores para los que R,> p,. Así que todos los con-
sumidores con precios de reserva en la región dab, como el consumidor x, compran sólo
el bien 1.
Con exactamente este mismo argumento, un consumidor comprará sólo el bien 2 si se
satisfacen dos condiciones: primero, que R, < pB -p2; y segundo, que R, > p,. La dife-
rencia pB - p2 se ilustra en la figura 8-3 por la línea jeh, y todos los puntos arriba de fe
representan a los consumidores para quienes R, > p,. Por lo tanto, todos los consumi-
dores con precios de reserva en la región feh, como el consumidor y, comprarán sólo el
bien 2.
Consideremos ahora a un consumidor para la cual R, > pB -p, y R1> pB -p2. Se trata
de un consumidor cuyo precio de reserva para el bien 1 está a la derecha de jeb y para el
bien 2 está arriba dejad. Si este consumidor se decide a comprar cualquier cosa, adqui-
rirá el paquete, puesto que éste le da más excedente del consumidor que el bien 1 por sí
solo o el bien 2 por sí solo. Para este consumidor comprar el paquete significa en reali-
dad que R, + 4 > pB, lo que significa que sus precios de reserva deben colocarlo por
arriba de la línea cag de la figura 8-3. En otras palabras, todos los consumidores de la
región daeb, como el consumidor e, adquirirán el paquete.
Esto nos deja sblo la región fiab. {Cud será la elección de estos tipos de consurnido-
res? Sus precios de reserva son más bajos que 10s precios individuales de los dos bienes,
así que no comprarán ninguno de los bienes en forma individual. Además, la suma de sus
precios de reserva es menor que el precio del paquete, así que no lo comprarán. LOS con-
sumidores ubicados en feab no c o m p r d nada.
Cuando comparamos el puro 0 mixto con 10s precios simples de mono-
polio, surge de inmediato el punto de que el agnipamiento mixto incrementa siempre las
ventas del monopolista. Lo que es menos claro es si el agrupamiento incrementa las utilida-
des del monopolista. Lo que esperaríamos es que d efecto del agrupamiento de mercancías
172 Parte Dos Poder y práctica del monopolio
en las utilidades dependiera de la dismbución precisa de las preferencias del consumidor por
.los bienes en oferta y los costos de manufactura de tales bienes. Un ejemplo servirá para ilus-
trar esto y algunas de las otras ideas introducidas hasta ahora.
Supongamos que el monopolista sabe que tiene cuatro consumidores, A, B, C y D, cada
' uno de los cuales está interesado en adquirir ambos bienes, 1y 2, que fabrica. El costo mar-
ginal del bien 1 es c, = $100 y del bien 2 es c, = $150. Cada consumidor tiene un precio de
reserva para estos dos bienes, como lo indica la tabla 8-1, y compra exactamente una unidad
de cada bien en cualquier periodo, siempre que su precio sea más bajo que su precio de reser-
va para este bien. Cada uno considerará la compra del bien en paquete, si el precio de éste
- es más bajo que la suma de los precios de reserva.
esuategia es preferible porque produce una utilidad total de 4($500 - $100 - $150) o
$ 1 000. En este caso el agrupamiento puro es preferible a los precios simples de mono-
polio. Advierta, no obstante, que el consumidor A puede obtener el bien 1 y el consu-
midor D puede obtener el bien 2, aun cuando cada uno valúe el bien correspondiente a
menos de sus costos marginales de producción.
¿Se pueden obtener mejores resultados con una estrategia de agrupamiento mixto?
Supongamos que el monopolista se limita a combinar las estrategias de monopolio simple y
de agrupamiento puro. Establece un precio di: $250 para el bien 1, $450 para el bien 2
y $500 por el paquete. El consumidor A es indiferente entre comprar el paquete o sólo el
bien 2. Sin embargo, el vendedor definitivamente no es indiferente. El vendedor obtiene
una utilidad de $300 si el consumidor A compra sólo el bien 2, pero la utilidad disminuye
a $250 si el consurnidor A adquiere el paquete, por lo que al vendedor le gustaría encon-
trar una forma de alentar al consumidor A a optar sólo por el bien 2. El consumidor D está
dispuesto a considerar el paquete o la compra únicamente del bien 1. Si el consumidor D
adquiere el paquete, no tiene excedente del consumidor, mientras que si compra sólo el
bien 1 disfi-uta un excedente del consumidor de $200. Por lo tanto, comprará sólo el bien
1, con una utilidad de $150 para el monopolista. En este caso, el monopolista preferiría en
realidad que D comprara el paquete, pero no puede inducirlo a ello sin afectar negativa-
mente sus ganancias globales. Por úitimo, los consumidores B y C están dispuestos a com-
prar el paquete, con una utilidad para el monopolista de $500. Así que esta estrategia de
agrupamiento mixto deja al monopolista una utilidad total de $900 o $950, lo que depen-
de de que el consumidor A adquiera el paquete o sólo el bien 2.
Esto es realmente mejor que los precios simples de monopolio, pero no tan bueno como
el agrupamiento puro. Sin embargo, el monopolista puede obtener mejores resultados que
éstos. Una vez que estudia el agrupamiento mixto, el vendedor puede modificar los precios,
tanto del paquete como de los bienes individuales. Supongamos, por ejemplo, que el ven-
dedor fija el precio del bien 1 en $450, el precio del bien 2 en $450, y el precio del paque-
te en $520. Ahora el consunidor A comprará el bien 2 pero dejará de comprar el paquete,
el consumidor D comprará el bien 1 pero no el paquete, y los consumidores B y C adquin-
rán el paquete. La utilidad total es de $300 + $270 + $270 + $350 = $1190.
Éste es, en realidad, el mejor resultado que el monopolista puede obtener en este caso.
El monopolista se ha apoderado de todo el excedente de los consumidores A, C y D, y
de todo, excepto $5, el excedente del consumidor B. En otras palabras, el monopolista
ha tenido resultados casi tan buenos como si hubiera aplicado una discriminación de pre-
cios de primer grado.
El agrupamiento mixto (en que el precio del paquete es menor que el precio de compra
de cada componente por separado) es siempre por lo menos tan rentable como el agrupa-
miento puro. La razón es muy simple. Lo peor que una estrategia de agrupamiento mixto
puede hacer es duplicar la estrategia de agrupamiento puro, al fijar precios individuales arbi-
trariamente altos y un precio por el paquete igual al precio del agrupamiento puro, pero en
general será posible obtener mejores resultados. Sin embargo, no siempre sucede que cual-
quier clase de agrupamiento sea más rentable que ningún agrupamiento en absoluto. Una
desventaja del agrupamiento, que ejempucamos en el capitulo anterior, es que puede con-
ducir a un resultado en que algunos de 10s ~~nsumidores que adquieren el paquete tengan
en realidad un precio de reserva para uno de 10s bienes, el cual es más bajo que el costo mar-
ginal de producción. Es claro que la empresa prefeda que estos consumidores no pudieran
comprar el bien en cuestión. Nuestro ejemplo demuestra también que es probable que cual-
quier agrupamiento sea rentable sólo cuando la variación en las valuaciones de los bienes por
parte del consumidor es sigdcativa. En nuestro ejemplo, los consumidores A y D (que
compran sólo un bien) tienen valuaciones muy diferentes de los bienes individuales. En con-
traste, los consumidores B y C , que compran bienes agrupados, tienen valuaciones muy sirni-
lares. Adams y Yellen (1976) dejaron claro que las ganancias del agrupamiento surgen de las
diferencias e11las valuaciones del consumidor.
Parte Dos Poder y práctica del monopolio
Podemos ver el mismo punto básico eis el contexto del ejemplo anterior de Stigler. Si
el canal A valuó ambas películas en $8 000, y el canal B las valuó en $3 500, las diferen-
cias desaparecerían en las valuaciones relativas de los productos. En este caso el agrupa-
miento ya no es una estrategia rentable.
ES porque el precio del paquete, p,, es más bajo que la suma de los precios individuales,
+ p,, que el agrupamiento de mercancías puede ser visualizado como discriminación de
Pl
precios. El precio más bajo del paquete sirve para atraer cofl~umidoresque le asignan un
valor relativamente bajo a cualquiera de 10s dos bienes, pero que están dispuestos a pagar
una suma razonable por el paquete. LOSdos precios separados sirven para extraer el exce-
dente de aquellos consumidores que tienen una gran disposición a pagar sólo por uno de los
productos. Por lo tanto, esperdamos que la mayorfa de las empresas de productos mf&i-
pies con poder de monopolio participara en alguna clase de agrupamiento mixto.
~1 agrupamiento mixto es, en realidad, una práctica común. Como se señaló apl h -
cipio de este capítulo, Microsoft vende las aplicaciones de Office, tanto en forma i n d i -
dual corno en paquete. De manera s i d a r , 10s reStaUmtes sirven combinaciones de pla-
tillos ad como a la carta. Los sitios vacacionales ofrecen a menudo alimentos y alojamiento,
o sólo alojamiento. Estas prácticas comunes reflejan el hecho de que el agrupamiento es
una forma eficaz de discriminación de precios. Sin embargo, también puede ser un iris-
trumento para limitar la competencia. Examinaremos este asunto en la sección 8.4.
Problema prl~tlco81
Una compafi(ade cable tiene dos servicios. Uno de ellos es el canal de servicio básico. EI
otro es el =anal de pelfculas de Walt Disney. Los posibles suscriptores de los servicios, estu-
diantes, familias, hoteles, escuelas, Jóvenes adultos y pensionados, consideran los dos ser-
vicios como alternativas separadas, es decir, no como productos complementarios. Por
consiguiente, la demanda de ambos servicios no tiene ninguna relacidn entre para nin-
guno de los clientes. Cada comprador Se caracteriza por u n par de precios de reserva, como
lo muestra la siguiente tabla:
8 Ésta es la estrategia real que IBM, Kodak y Xerox usaron inicialmente con sus máquinas.
176 Parte Dos Poder y práctica del monopolio
gana un consumidor de baja demanda que enfrcnta un precio de película de $2 por foto
y Rowling Corp. no puede discriminar en precios entre ambos tipos de consumidores.
( ~ lector
1 debe vedcar que se trata, de hecho, del excedente del consumidor para un
cliente de baja demanda cuando la película tiene un precio de $2 por f o t o g d a . )
Ambos tipos de consumid6res rentarán la cámara. Los consumidores de alta demanda
14 fotos al mes, mientras que los consumidores de baja demanda tomarían 1 0
fotos mensuales. Rowling obtendría una utilidad mensual de $50 por cada una de las
2 000 ,-haras rentadas, 1 000 a los consumidores de baja demanda y otros 1 000 a los
de alta demanda o $100 000 mensuales.
~a siniación no es desesperada pero, como con cualquier bien que desee que le rinda las
mayores utilidades posibles, Rowling se pregunta si puede mejorar las cosas. Después de
an&arlas un poco los administradores de Rowling toman conciencia de que rediseñando
un poco su cámara y haciendo algo de buen marketing pueden atar la renta de su Magicam
al uso de su M a m . Esto le sugiere a Rowling una idea. Si pudiera producir también
rollos de por $2, <por qué no aplicar una estrategia de atado rediseñando su
Magicam de manera que sea imposible usarla a menos que se utilicen los rollos de Magifilm,
y luego poniendo a éstos el precio de $4 por exposición?
Ahora tanto los consumidores de baja como los de alta demanda pagan $4 en el margen
por una foto. Por lo tanto, los consumidores de baja demanda reducirán su demanda men-
sual de fotos de Magicam a sólo 8. No obstante, advierta que si los consumidores de baja
demanda pagan sólo el precio de $4 por foto de ma-, disfrutarán un excedente de $32.
Este excedente es la renta a la cual Rowling puede arrendar la Magicam. (Advierta la cone-
xión entre esto y nuestra exploración de los precios de dos partes del capítulo 6.) Como
resultado, Rowling gana $32 de cada uno de 10s 1 000 consumidores de baja demanda en
rentas de ciímara y $16 de cada uno por la venta de Sus rollos, lo que da un total de $48 000
de los dientes de baja demanda.
LOS consumidores de alta demanda también rentarán la Magicam en $32. Sin embar-
go, a $4 por foto, estos consumidores tomarán 12 fotos al mes. De allí que R o w h g gana
una de $32 en las cámaras y $24 en 10s rollos de película de cada uno de los 1000
consumidores de alta demanda, por lo que este grupo le deja $56 000. En total, ~ o w h g
obtiene ahora una ganancia c0mbinada de $104 000, mayor que los $100 000 anteriores.
Ha alcanzado este incremento en utilidades explotar su habilidad de atar el uso de sus
cámaras con el uso de su película.
Para entender la forma en que la venta atada le ayuda a Rowling, observemos prime-
ro que los consumidores de alta demanda reciben un descuento por volumen en cual-
quiera de las dos estrategias. Cuando se renta la Magicam en $50 y el rollo de se
compra a un precio competitivo de $2 por foto, 10s consumidores de alta demanda toman
14 fotos y pagan sólo $5.57 por foto, mientras que 10s consumidores de baja demanda
toman 10 fotos y pagan $7 Por cada una. Con el arreglo de película atada, los consumi-
dores de alta demanda pagan un cargo total de $80 por 1 2 fotos, o sea $6.67 por foto,
En contraste, los consumidores de baja demanda pagan un total de $64 y toman sólo 8
fotos al mes, o sea $8 por foto. Así, la venta atada no es atractiva sólo porque permite un
descuento por volumen.
Lo que sí permiten estas ataduras es que Rowling resuelva los problemas de identifi-
cación y arbitraje, y explote su monopolio posterior al arrendamiento en la oferta de
Magifilm. Ahora, los consumidores de alta demanda se dan a conocer por sus compras
de película y se aprovecha el descuento por volumen con el fin de incrementar las utili-
dades. El arbitraje tampoco puede impedir la discriminación. Despuks de todo, tanto la
c h w a como la son de fácil acceso para todos 10s consumidores a los mismos pre-
cios. Dado que una sola Magicam puede servir igualmente bien a un consumidor de baja
como a uno de alta demanda, 10s problemas de identificación y arbivaje sólo se pueden
resolver ligando su USO a otro producto Cuyo volumen cambie de acuerdo con el tipo de
b-a@tuIo 8 Paquetes de rnercancias y ventas atadas
consumidor. Ningún consumidor rentará nunca más de una Magicam, pero diferirán en
cuántos rollos de película Magifilm comprarán.
Ahora llevemos a Rowling un paso más adelante. Las funciones de baja y alta demanda
que hemos utilizado le deben ser familiares. Son las misinas que usamos en el capítulo 6
en nuestra exposición sobre los descuentos por volumen con discriminación de precios
de segundo grado. De hecho, si volvemos a echarle un vistazo a ese ejemplo, podremos
tener una idea de la forma en que Rowling puede presentar su paquete para obtener
resultados aún mejores. Supongamos que Rowling rediseña la Magicam para que el car-
tucho de Magifiim se convierta en parte integral de la cámara, de modo que sólo los téc-
nicos de Rowling pueden quitarlo sin destruir la cámara.
Luego, Rowiing diseña dos variedades de su nuevo producto integrado, uno de los
cuales tiene una capacidad de 1 0 fotos y el otro una capacidad de 1 4 fotos.9Rowling ofre-
ce rentar la Magicam de 10 fotos en $70 mensuales, y la de 14 fotos en $88 al mes. En
ambos casos la renta incluye también el revelado gratis, así como el reemplazo del cartu-
cho. Por el análisis realizado en este capítulo, podemos anticipar con facilidad lo que
sucederá. Los consumidores de baja demanda arrendarán la Magicam de 10 fotos, mien-
tras que los consumidores de alta demanda rentarán la Magicam de 1 4 fotos. Rowiing
obtiene ahora una utilidad todavía mayor de $50 000 + $58 000 = $108 000. Esta inte-
gración tecnológica, más el acuerdo de renta mensual han permitido que Rowling iden-
tifique y separe a sus distintos clientes con una eficacia todavía mayor.
Hemos visto que, al igual que el agrupamiento, las ventas atadas se pueden utilizar para
aplicar esquemas de discriminación de precios. No hay duda de que una de las razones por
las que se usan estos amarres, especialmente en situaciones como la de nuestra Magicam fic-
ticia, es que uno de los componentes se pueda usar a diferentes intensidades, de tal forma
que se pueda aplicar a una muy amplia gama de situaciones. Por consiguiente, como ya
observamos, IBM ató el uso de sus máquinas de tarjetas perforadas a sus propias tarjetas per-
foradas en los primeros días de la era de la computación. De manera simiiar, Xerox amarró
inicialmente la venta de sus máquinas copiadoras al USO del papel que ella misma vendía. Sin
embargo, éstas y otras ataduras tempranas solían ser resultado de requisitos contractuales.
Otras tarjetas perforadas y otros tipos de papel también funcionaban en las máquinas de IBM
y Xerox. Era el contrato de arrendamiento a que obligaban las c o m p d a s lo que evitaba que
9 Con costos marginales de $2 por pelkula, bstas son las cantidades socialmente eficientes que se deben ofiecer.
Pare Poder y p d c a del monopolio
los clientes estas alternativas. Los amarres de épocas más modernas suelen ser de
tipo tecnológico, como es el caso de Magcam y Magillm. Las cámaras instantáneas ~olaroid
sólo película Polaroid, los jugadores de Nintendo 64 y Garne Boys usan sólo juegos
Nintendo o con licencia de esta compañía. El hbricante líder de irnpresoras para compu-
tadora~,Hewlert-Packard, dlseña sus impresoras de modo que sólo puedan utilizar cartu-
chos de tinta Hewlett-Packard.
Sin embargo, como advertimos antes, tanto el agrupamiento como las ventas atadas pue-
den reducir el grado de competencia por lo menos en uno de los mercados. Por ejemplo,
hWling puede edentar una aguda competencia de otro fabricante, aunque en verdad sus
cámaras sean menos mágicas, pero una vez que un cliente ha h a d o el contrato de renta de
una Magicam, Rowling puede aprovechar su monopolio tecnológico en la fabricación
de para crear un monopolio en el mercado de rollos de película. Así, al igual que lo
que sucede con el agrupamiento, las ventas atadas pueden tener resultados potencialmente
anticompetitivos, lo que es, sin duda, la fuente de numerosas demandas antim~no~oiios,
Por el momento no nos ocuparemos de este asunto. Más bien, pasaremos a tratar más
otro aspecto que caracteriza a menudo tanto al agrupamiento como a las
ventas atadas: que los bienes agrupados o atados suelen tener una relación de demanda
complementaria. Como veremos, esta característica tiene consecuencias importantes para
la estrategia de maxirnización de utilidades del monopolista.
Al igual que las cámaras y películas normales, Magicam y Magifilm son bienes complementa-
nos. No tiene caso comprar una cámara, mágica 0 no, a menos que se compre algo de ~ e f i -
cula. Asimismo, tampoco tiene mucho caso comprar reproductores de discos compactos a
!
1'
h!? menos que también se compren discos de este tipo, ni adquirir una PC si no se compran tam-
bitn algunas aplicaciones de sohare, 0 comprar tornillos si no se consiguen tuerca. En la
consaucción de aviones de pasajeros es necesario tener tanto motores como equipo para avio-
jl 1 nes.
j!
I
' A veces el mercado para al menos uno de 10s bienes complementarios es razonablemente
competitivo. En otras ocasiones, la misma empresa puede controlar ambos bienes. Sin embar-
go, también existe una tercera posibilidad. Esto es, que cada uno de los bienes complemen-
tarios sea fabricado por un monopolista diferente. Así, podría haber sólo una corporación para
la cámara y una empresa separada para la película. Como Augustin Cournot, el economista
matemático k c k s , reconoció hace más de 150 años, esta Última siniación puede tener con-
secuencias especialmente negativas, tanto para las utilidades como para la eficiencia.
~1 argumento básico de Cournot se puede demostrar de manera muy para
este propósito Supongamos que 10s dos bienes ~~mplementarios en cuestión son
y t o r d o s . Un monopolio separado produce cada uno de estos productos y, para mante-
ner las cosas simples, el costo marginal de producción de cada compañía es cero, la
Ver*cación de la derivación: Empresas con bienes ~omp1ementat-i~~ y costos marginales
distintos a cero, se presenta una solución alterna en que permitimos que ambas empresas
tengan diferentes costos marginales.) Los dos bienes son complementos perfectos. un
consumidor que desea comprar 100 tornillos también deseará comprar 100
otras palabras, siempre se COmUmen 10s dos bienes en la proporción fija de uno a uno.io
Por esta razón, los consumidores se preocupan sólo por el precio combinado, p
que determinará su demanda. Como podemos ver, las demandas de ]os dos productos
están claramente interrelacionadas. El precio de 10s tornillos afectará la demanda de las
tuercas, y viceversa.
10 Esto convierte nuestro ejemplo en un ejemplo mas bien de agrupamiento que de ventas atadas. L~ conexión
con los casos de Microsoft y GE-Hone*ell debe quedar clara.
CapfmOo 8 Paquetes de mercancías y ventas atadas
Supongamos que la demanda de los pares de tuerca y tornillo está dada por la función
de demanda
Puesto que los consumidores compran siempre ambos bienes juntos (una tuerca para
cada t o r d o ) la ecuación (8.1) describe también la demanda separada que enfrenta cada
monopolista. Es decir, el productor de tornillos y el productor de tuercas tienen, cada uno,
las curvas de demanda siguientes
d verificación de la derivada
Supongamos que las demandas de tuercas y tornillos están dadas, respectivamente, por e,,,
= Q, = A - P, - P,. Imaginemos también que el costo marginal del fabricante de tuercas es
c, y que el del fabricante de tornillos es c,. La utilidad del fabricante de tuercas es n
, = (P,
- cN)QN = (P, - cN)(A - P, - P,). Al derivar respecto a P,, obtenemos la condición de primer
orden
( A - Pg - 2PN + cN) = O.
a p ~
Esto genera la regla de precios de las tuercas
A + 26, - A + 2c, - c,
que se simplifica a P, = .AS(que también PB = 3 . Si ambas
3
empresas se fusionan y establecen un precio de P para un par de tornillo y tuerca, la utili-
dad de la empresa fusionada es
La fusión reduce el precio combinado de tuerca y tornillo, lo que beneficia tanto a los pro-
ductores como a los consumidores.
Es fácil ver el problema con la producción separada. La decisión de precios del fabricante
de tuertas afecta la curva de demanda del fabricante de tornillos, y viceversa. Un cambio en '
el precio de las tuercas no sólo cambia la catidad solicitada en el mercado de tuercas, sino
también en el mercado de tornillos. Esto significa que la decisión de precios de cualquiera
de las compañías tiene consecuencias no sólo en sus propias utilidades, sino también en
las de la otra empresa. En otras palabras, la política de precios de cualquiera de las dos orga-
nizaciones impone una externalidad a la otra empresa. En esta situación sería razonable
esperar que una fusión o la creación de una red de negocios que coordinara las decisiones
de precios de las dos compañías oíi-ecieraconsiderables ventajas para ambas, al corregir, por
10 menos en parte, la falla de mercado relacionada con la externalidad. Es menos obvio,
pero igualmente cierto como veremos, que también es posible que los consumidores ganen
con dicha coordinación.
Para ver el problema que esto puede ocasionar, necesitamos calcular las decisiones que
maximizan las utilidades de las dos compañías, tanto sin coordinación entre ambas, como
con dicha coordinación. Comencemos con la situación en que ambas empresas actúan en
forma independiente. Podemos reescribir 1% curvas de demanda de la ecuación (8.2) en forma
inversa.
pB = (12 - pN) - QB curva de demanda inversa de tornillos
pN = (12 - pB) - QN curva de demanda inversa de tuercas ($031
De aquí podemos saber que la curva de ingreso marginal de cada organización es
nillos. Si los precios de las tuercas son altos, la curva de demanda será baja. Por el con-
trario, si los precios de las mercas son bajos, la demanda de tornillos será alta. Al tomar
la curva de demanda como dada, el productor de tornillos escoge simplemente la com-
binación precio-cantidad que maxirnice sus utilidades usando la conocida regla MR = MC.
Podemos identificar el equilibrio de precios en ambos mercados al graficar las ecua-
ciones (8.6) en un diagrama, con los dos precios, P, y P, en los ejes. Esto se hace en la
figura 8-4. La pendiente de inclinación más suave indica la mejor decisión del fabricante
de tornillos de P, para cada valor alterno del precio de las mercas, P,. Por ejemplo, si el
precio de las mercas es cero, el precio de los tornillos que maximiza las utilidades es de
$6. Si el precio sube a cerca de $12, el precio maxirnizador de utilidades del tornillo des-
ciende hasta cerca de cero. Los precios más altos de las mercas reducen la demanda de tor-
nillos y reducen el precio que maxirniza las utilidades del fabricante de t o r d o s . La pen-
diente con inclinación mayor describe las mismas decisiones estratégicas desde
la perspectiva de la compañía de mercas. Esta línea proporciona la mejor elección de P,
para cada elección de P,.
Esto indica que el precio de tornillos que maximiza utilidades es P, = $4. La sustini-
ción en la ecuación (8.6) también da el precio de mercas que maximiza utilidades como
P,= $4. Como resultado, el precio combinado de nierca/tornillo es P, + PN = $8 y, según
la ecuación de demanda (8.1), el número de pares de tornillos y mercas vendidos es 4. La
empresa de tornillos obtiene utilidades de P,Q, = $16, lo mismo que el fabricante de
tuercas.
182 Parte Dos Poder y práctica del monopolio
11 Allen (1938) plante6 lo mismo respecto de los efectos de reduccibn de precios de iusionar dos monopolios
que producen bienes complementarios. En el apkndice de este capítulo ofrecemos una presentacibn de nues-
tro análisis basado en cálculo.
Ca~f-10 8 Paquetes de rnercancias y ventas atadas
tema sea más atractivo para los clientes potenciales. Algunas veces esta característica se
conoce como retroalimentación positiva.
Las complementariedades de productos de la clase que hemos estado analizando tam-
bién ~ u e d e ngenerar una retroalimentación positiva. Consideremos de nueva cuenta el
caso de Microsofi. El sistema operativo de Microsofi, ~ i n d o w s sirve
, como plataforma
desde la que se pueden lanzar aplicaciones de software, como paquetes de procesamiento
de palabras, juegos de computadora y programas de artes gráficas. Un aspecto téuiico de
esta relación es que el código para una aplicación específica debe incluir una interfaz de pro-
grama de aplicaciones (API, por sus siglas eri inglés) con el fin de que funcionen con
el sistema operativo. Por lo general, el D I que funciona con un sistema operativo no 10
hará con otro. En otras palabras, aplicaciones como Harvard Graphics o Mathematica sue-
len estar escritas para funcionar con un sistema operativo específico, como Windows. Por
lo tanto, los dos productos, las aplicaciones y el sistema operativo son complementwios.
Hay dos características adicionales del diseño y la producción de programas de aplica-
ción que también son importantes. Primero, esa producción exhibe considerables eco-
nomías de escala. El costo recae casi totalmente en la fase de diseño. Una vez que se ha
escrito el código fuente subyacente, el programa se puede colocar en CD-ROM ( o sitios
en la Red) y venderse ( o descargarse) a d o n e s de consumidores casi sin costo alguno.
Segundo, hay una externalidad de red en el sentido de que cuanta más gente use la apli-
cación, más consumidores querrán usarla. Es conveniente saber que puedo poner mi pre-
sentación gráfica en un disco flexible o como archivo adjunto de un correo electrónico,
y lograr que lo lea un colega que se encuentra a miles de kilómetros de distancia porque
ambos utilizamos el mismo software gráfico. Por ambas razones, las empresas que prepa-
ran aplicaciones desean diseñarlas para que funcionen con el sistema operativo de más
uso, porque esto les permite explotar con mayor efectividad estas economías de escala en
los dos lados, el de la oferta y el de la demanda.
Si seguimos exactamente el mismo razonamiento, el sistema operativo que los consu-
midores desean es aquél para el que hay más aplicaciones. Así, la relación complementa-
ria entre las aplicaciones y los sistemas operativos ha resultado en una muy favorable
retroalimentación positiva para Windows de Microsofi. Como Windows se ha converti-
do en el sistema operativo dominante, cada vez se escriben más aplicaciones para que fun-
cionen con él. A su vez, este menú de aplicaciones en expansión constante ha fortalecido
mucho la posición de Windows como sistema dominante. A esta interacción en ocasio-
nes se le llama barrera de aplicaciones al ingreso. La idea es que cualquier sistema opera-
tivo que quisiera rivalizar con Windows tenáría muchas dificultades para entrar al merca-
do. Los productores de aplicaciones n o diseñarán SUS productos para que funcionen con
el sistema alterno, sino hasta que tenga una parte importante del mercado. Pero el nuevo
sistema n o conseguirá nunca una parte considerable del mercado si no se escriben apli-
caciones para usarlo.
Ahora tenemos una fuerza que sirve de contrapeso a los beneficios de una coordinación
más cercana en la fabricación y venta de productos complementarios. Por lo general es
cierto que tal coordinación es rentable, y nuestro ejemplo de mercas y tornillos indica que
la coordinación también es benéfica para los consumidores cuando existe un ~ o d e de r
monopolio en la producción de cada uno de los bienes complement~os.La complicación
que representan los efectos de Red, y la retroalimentación positiva que generan, es que el
poder del monopoJio se puede fortalecer. Es posible, además, que el poder monopólico de
una línea de productos se extienda a otros.
Ahora podemos considerar las cuestiones antimonopolio que dan lugar a que surjan el
agrupamiento y los amarres. La cuestión principal es si tales prácticas pueden ser utiliza-
das por las empresas atrincheradas con poder de mercado para sostener o ampliar ese poder
; 1'1 Ii
. poder y práaicís del monopolio
! . 184 p-
i; :,
I sus competidores o sus posibles competidores. ilustraremos estos temas rwisando
:k ' el caio de ~ i u o s o f con
i el que comenzamos este capitulo. Luego c ~ ~ m i -
!ji l \ naremos brevemente otros casos y actos jurídicos en esta área.
,l!
,
aigraopiuunieootun y su s a ~ i ~ l e ~ i s i f f
un asunto en el caso de Microsoft fue la acusación del gobierno de que Microsoft
',II
había integrado o appado su navegado? Internet Explorer, directamente en su sistema
, ,
operativo wuidows, como medio para eliminar del mercado a Navigator, el navegador rival
I
de Netscape. Este argumento era que, puesto que Microsofi teda poder monopÓhc0 en el
mercado de sistemas operativos, todo consumidor de Windows encontraría ahora automáti-
,--mente a Inte-net Explorer como su navegador, con 10 que eliminó o redujo mucho la par-
tihpación de mercado de Netscape. Para probar su acusación y demostrar que Microsoft
estaba violando las leyes antimonopolios, el gobierno tendría que demostrar que: 1)
Microsoft sí poseía poder monopólico, 2) un sistema operativo y un navegador eran dos pro-
ductos &tintos, pero relacionados, que no necesitaban agruparse estrechamente y 3) que
las práctica de Microsofi constituían un abuso de poder, motivado por el deseo de la com-
p d a de mantener o ampliar su posición dominante.
A la luz de lo anterior, recordemos las tres principales conclusiones de hechos del juez
Jackson. Primero, el juez concluyó que Microsoft es, en verdad, un poder monopólico
en el sentido de la ley Sherman. La evidencia para esta conclusión parece sólida. Para
comenzar, Widows ha detentado 90 por ciento o más del mercado de sistemas operati-
vos por bastante más de una década. Además, como hemos señalado antes, Microsoft
practica el agrupamiento mixto en amplia escala, y tan clara discriminación de precios
provee evidencia adicional de que SU mercado dista mucho de ser un mercado competi-
tivo. De esta manera, tanto la evidencia estructural como conductual parece congruente
con la conclusión del juez Jackson de que híicrosoft posee poder monopólico.
consideremos ahora la segunda conclusión del juez, de que un sistema operativo y un
navegador de Internet son dos productos separados, si bien complementarios. Esta con-
clusión rechazó la afirmación de Microsoft de que un navegador era en realidad simple-
mente una parte integrada de un sistema operativo moderno. La compañía había usado
este argumento para justtficar su práctica de vender Internet Explorer Como un paquete
cada vez más integrado con Widows. Una andoda podrian ser las lámparas fotográficas
con flash. Al principio, el flash era un componente separado y externo de una que
se vendía aparte. Sin embargo, con el tiempo el mecanismo de flash se volvió cada vez
más parte de la cámara en sí. En la acmlidad, prácticamente todas las tienen un
flash interno que no se puede retirar sin dañarlas seriamente.
Microsoft arguyó que un ~ a n c tecnológico
e similar había desembocado en la venta de
su navegador como parte, en esencia, de su sistema operativo, y sosmvo que la
ción de ambos no se podría realizar sin dañar por lo menos uno de ellos. sin embargo, el
hecho era que Netscape todavía vendía su navegador Navigator en forma independiente,
10 que sugena que no había una necesidad real 0 ni Siquiera una demanda del consumi-
dor por un sistema operativo integrado con un navegador. Además, en el juicio se pre-
sentaron pruebas que demostraban que era relativamente fácil separar Internet ~~~l~~~~
del sistema operativo en que Microsoft 10 había integrado, sin dañar ningGn producto.
Así que tambitn se puede justificar la conclusión del juez Jacksoii de que windows e
Internet Explorer son productos separados.
A la luz de las primeras dos conclusi~nes,la Única h e a de defensa que le quedaba a
Microsoft era que, aunque posee poder de monopolio, su práctica de ampar sus pro-
ductos con~epnidmentedistintos de sistema operativo y navegador, no significaba acmar
con "malas artes". En otras palabras, Microsoft todavía podría evitar la conclusión de que
había violado las leyes antimonopolios si podía argumentar que no integró windowse
Internet Explorer con el fin de pejudicar a la c~mpetencia,sino más bien con el de ayu-
Capifml~8 Paquetes de mercancías y ventas atadas
dar a 10s consumidores. Uila forma de presentar esta defensa seha justificando la idea de
c~~rc'h'lación que antes IIIencjonamos. Es decir, Microsoft podría defenderse
que la complementariedad entre un sistema operativo y un navegador requiere una coor-
dinación centralizada de la comerciahzación de ambos produaos, con el fin de asegurarse
de que los consumidores reciben ambos bienes a precios bajos. En tales condiciones
Microsoft podría argüir que su conducta era, de hecho, en beneficio del consumidor.
Como vimos en la sección anterior, la existencia de una relación complementaria entre
dos productos puede llevar a serias ineficiencias si cada producto es fabricado por un
monopolio separado. Se supone que éste era el caso de la industria del software. windows
de Microsofi controlaba la parte del león en el mercado de sistemas operativos, y Navigator de
Netscape dominaba el mercado complementario de navegadores. Como se acaba de men-
cionar, también había una buena base para argumentar que era deseable a l e mecanismo
para coordinar la comerciaiización de estos dos productos. Una forma de lograr esta coor-
dinación era mediante la fusión de ambas empresas.12Pero, <quésucede si una de las empre-
sas no acepta fusionarse?
Por ejemplo, supongamos que Netscape cree que, como es una compañía mucho más
pequeña, cualquier fusión equivaldría a ser devorada por Microsofi y a perder toda su
independencia como empresa. Su administración podría entonces rechazar una propues-
ta de fusión y seguir vendiendo su navegador por su cuenta. En estas circunstancias,
podemos imaginar que Microsoft podría decidir crear su propio navegador e integrarlo
con su sistema operativo.
Podemos ilustrar la forma en que podría evolucionar el resultado del mercado con
nuestro sencillo modelo de mercas y tornillos. Supongamos que la demanda de los con-
sumidores que quieren tanto un sistema operativo como un navegador para la Web está
Q = 12 - (Po + pB),
donde 10s subíndices 0 y B indican ahora el sistema operativo y el navegador, respectiva-
mente. De nueva cuenta, simplifiquemos suponiendo que los costos marginales de ambos
productos son cero. (Ya habíamos observado que para el software esta hipótesis es razo-
nablemente realista.)
Nuestro ejemplo de tuercas y tornillos indica que, si opera por separado, Microsoft
venderá su sistema operativo en Po = $4, y Netscape venderá su servicio de navegador en
pB= $4, así que el precio de un sistema operativo y un servicio de navegador combina-
dos es de $8. También sabernos que éste es un resultado relativamente ineficiente. Si las
dos empresas se pudieran coordinar o convertirse en una sola compañía, el precio del sis-
tema combinado bajaría a $6, al tiempo que el total de utilidades de las dos empresas
ascendería.
Ahora supongamos que, en reconocimiento de esta ineficiencia, Microsofi propone una
fusión a Netscape, la cual rechaza la propuesta. Entonces, Microsoft podna desarrollar SU
propio navegador, que también supondremos que podrá fabricar con un costo marguial
de cero. Entonces que Microsoft podría ofrecer el sistema operativo en $3 y el
navegador en $3, o sea un precio de $6 por el paquete. Sin embargo, esto pasa por alto la
competencia de Netscape. Si Microsoft sigue adelante con este plan, Netscape ya no podrá
su navegador a un precio de $4. Sin embargo, podría ofrecerlo a $2. Después de
todo, todavia está bastante por arriba de SU costo marginal. Además, este precio es sufi-
cientemente bajo como para que 10s consumidores se sientan atraídos a comprar el nave-
gador de Neucape, al tiempo que siguen comprando el sistema operativo de Microsoft al
, de ,995 ~ ~ofreclb, de
~ hecho,~trabajar ~en ~00peracibn
~ con f en el mercado
~ Netscape r
gadores y, supuestamente, sugirió incluso Una fus16n, propuesta que fue rechazada por Netscape'
de nave-
186 Parte Dos Poder y práceica del monopolio
1
l
1'
precio de $3. Desde luego, Microsoft deseará entonces reducir el precio de su navegador,
1 a 51-95. posible que Neucape respondiera entonces vendiendo su navegador en
I
$130,y así sucesivamente.
~o
acabamos de describir es un brote de competencia en precios en el mercado
I
de navegadores. El efecto final de esta competencia será bajar el precio de los navegado-
res hasta su costo en este caso, cero. Por supuesto que estas son malas noticias
para Pero, (qué pasda con Microsoft? Una revisión de su estrategia de precios
óptimos, lo revelan las ecuaciones (8.6), indica que cuando el precio del navega-
,
1 dar cae a cero, el precio óptimo de 10s sistemas operativos de Microsoft sube a $6.
Además, un precio de cero para el navegador significa que $6 también es el mejor precio
para un paquete combinado de sistema operativo y navegador, lo que ocurriría exacta-
mente si se fusionaran las dos compañías. Ahora bien, también se logra el incremento en
1 1
las que acarrearía una fusión, aunque ahora le tocarían totalmente a Microsoft.
I
En otras palabras, y como ya señalarnos, una fusión no es la Única forma de resolver el
It
1I problema de La competencia en uno de los mercados eliminará la inefi-
' 1 ciencia que de otro modo resultaría, cuando cada mercado está monopolizado y los
l monopofistas no pueden coordinar sus precios. Los precios son más bajos y tanto el exce-
11 dente del consumidor como el del productor se han incrementado.
(I Conviene destacar que el resultado de la "guerra de navegadores" que acabamos de
describir implica que el precio ñnal del navegador es cero. Esto es, en equilibrio, Microsoft
vende su sistema operativo en $6 y luego le incorpora gratis su navegador. Esto se parece
mucho al agrupamiento, donde el Único factor que complica las cosas es que Netscape está
1'1jl o&eciend~también un navegador gratuito, por lo que se puede esperar que conserve una
'n
parte del mercado de navegadores.
i ~o anterior debe dejar claro que la visión de que Microsoft agrupó su navegador con su
I sistema operativo para explotar su poder de monopolio Y dafiar a la competencia puede ser
I
Microsoft puede argüir legítimamente que se limitó a actuar en una forma
que promueve la competencia de precios. Como evidencia, puede destacar el hecho de que
ahora son más bajos 10s precios al consumidor. Los precios de 10s navegadores son cero
y una combinación de sistema operativo Y navegador cuesta ahora sólo $6. Microsoft
puede argumentar (y 10 hizo) que las leyes a n ~ o n o p o ~ se o senfocan en la protección de la
competencia, no en competidores e s p e ~ c o s El . hecho de que la competencia de navega-
dores haya hecho menos rentable a Netscape no es algo que preocupe a las autoridades
antimonopolios. gste es precisamente el resultado que esperamos, y anticipamos que la
competencia llegará a un mercado que antes había sido monopolizado. En consecuen-
cia, ~ i c r o s o f podría
i argumentar con que, en lugar de tratarla como el
Departamento de Justicia debería alabarla por el papel que ha desempefiado a favor de
la competencia.
Sin embargo, hay Otro aspecto en este juicio que todavía no hemos tomado en cuenta.
Este aspecto es la interacción entre 10s productos complementanos y las externalidades de
red. La complementariedad entre 10s sistemas operativos y las aplicaciones que esch,.,ie-
ron para ellos ha creado un circuito de retroaiimentación positiva sustancial para
Microsofi. Puesto que Windows tiene el monopolio de 10s sistemas operativos, la mayoha
de las aplicaciones e s t h escritas para fimcionar con Windows. A su vez, puesto que la ma-
yoría de las aplicaciones están escritas para Windows, n.hgÚn otro sistema operativo puede
desafiar su dominio. Sin embargo, 10s navegadores de Internet ofrecen una posible ma-
nera de resolver este problema. En especial, con el advenimiento del lenguaje de progra-
mación JAVA desarrollado por Sun Microsystems tambikn se pueden preparar aplicaciones
1 que funcionen con un navegador de Internet. Esto es, el navegador mismo puede ser+
I' como plataforma desde la cual se pueden lanzar aplicaciones.
1 sí, incluso después del desarrollo de Internet Explorer, se podna esperar que el
Navigator de Netscape retenga una participación razonable del mercado de navegadores,
\
porque también sería una salida atractiva para las compañías de aplicaciones. Si éste fuera
I
cqfmlo8 e Paquetes de rnercanclas y ventas atadas
en realidad el caso, tales empresas comenzarían entonces a escribir sus aplicaciones para
que funcionen en esta alternativa de navegadores a la plataforma de Windows. Conforme
esto fuera sucediendo, Navigator se beneficiaría con la misma retroalimentación positiva
de que gozó Windows. Puesto que se podrían correr más aplicaciones del navegador, éste
se popularizaría más y se escribirían todavía más aplicaciones. Es evidente que un hecho
así repercutiría en el éxito de Microsofi al llevar a una competencia feroz en el mercado
de las plataformas. Los testimonios en el juicio revelaron que los de
Microsofi sabían y temían esta posibilidad.
A la luz de lo anterior, el agrupamiento explícito de Internet Explorer de Mcrosoft con
SU sistema operativo Windows puede juzgarse desde una perspectiva algo diferente. En
lugar de ser un acto competitivo que reduce una ineficiencia de coorhación entre pro-
ductos complementarios, el agrupamiento de Microsofi puede verse como un esfuerzo
deliberado tendiente a reducir la participación de Netscape en el mercado de navegadores
mediante una cantidad suficiente para lograr que el navegador de Netscape deje de atraer
a los diseñadores de aplicaciones. A su vez, esto eliminaría a Netscape como una amenaza
para el monopolio de sistemas operativos de Microsofi. En realidad, ficrosofi exigió al
principio que los fabricantes de PC, como Compaq y Deii, que instalaban Windows como su
sistema operativo, también instalaran de modo automático Internet Explorer como nave-
gador en el escritorio de Windows. Hacían esto con base en la suposición de que la mayo-
ría de los consumidores sólo necesita un navegador, aunque pueda obtener otro gratis. La
integración subsecuente de Internet Explorer en el software de Windows se puede inter-
pretar entonces como un intento de reemplazar el agrupamiento contractual con un agru-
pamiento tecnológico.
Observemos que esta otra interpretación del comportamiento de Microsofi sí implica
una violación a las leyes antirnonopolios. Esta interpretación establece que Microsoft abusó
de su poder, principalmente para mantener su monopolio, es decir, para dañar a la compe-
tencia. A este respecto, el Departamento de Justicia ofreció mucha evidencia sugerente, de
la que sólo podemos resumir un poco.
En primer lugar, como ya se observó, había documentos internos de Microsofi que reve-
laban la preocupación de los administradores sobre la amenaza potencial que Netscape
podría representar al dominio de Windows como plataforma de aplicación. En segundo,
otra evidencia adicional de un propósito malintencionado fue el hecho de que además de un
agrupamiento que exigía efectivamente que los usuarios de Windows adoptaran Internet
Explorer como su navegador automático, Microsoft también presionó a Macintosh para
que apoyara a Internet Explorer como SU navegador automático. Lo hizo al rehusar desa-
rrollar aplicaciones, como sus productos Ofice, para las computadoras Machtosh, a menos
que Macintosh cediera a la presión. Puesto que las computadoras Macintosh no utilizan el
sistema operativo Windows, era dificil que esta acción se justificara como reflejo de una
técnica de Whdows, en la misma forma que un dispositivo de flash interno lo fue
las cámaras fotográficas. Por dtimo, Y tal vez tan daíiino como lo anterior, fue el
para
hecho de que Microsofi realmente pagó a 10s proveedores de servicios de Internet, como
Amefica Online (AOL), para que adoptaran su navegador y hasta concedió espacio a AOL
en el escritorio de Windows. Como AOL compite directamente con el propio servicio de
Internet de ~ c r o s o f i esta
, acción es otra vez dificil de entender, excepto como mecanis-
mo para negar a Neficape el mercado de AOL. Estos y otros relatos fueron suficientes para
convencer al juez Jackson de la culpabilidad de Microsoft. En consecuencia, decidió que
la empresa había empacado su navegador y sistema operativo con la meta de aplastar la
competencia y no con la de promoverla.
En resumen, el hecho de que ~ i c r o s o f tenga
t poder mon0pÓlic0 no constituye, en S!
mismo, una violación de la ley Sherman. Tampoco 10 es la conclusión adicional de que
~ c r o s o f explota
i ese poder diversos esquemas de agnipamiento y atado de pro-
ductos ~~t~~ facilitan la discriminación de precios y la coordinación de la venta
de pro~ucrosc o m p ~ e m e n t ~ o sy,no son actividades ilegales en sí mismas. La importancia
p- poder y práaica del monopo!io
de estos resultados radica en el hecho de que son condiciones necesarias Para la tercera con-
clusión del juez Jackson. Es decir que, en el caso del agrupamiento de ~ ~ d o con w s
Internet Explorer, Microsoft ejercía su poder en una forma diseñada para evitar el SU@-
miento de competencia a su monopolio de sistemas operativos. Si esto es verdad, entonces
tenemos una violación de las leyes antimonopolios. Esto es 10 que el juez Jackson conclu-
yó, También es, en gran medida, lo que concluyó el tribunal de apelaciones donde
Microsoft apeló la sentencia original, aunque ese tribunal fue particularmente escéptico de
la afirmación de que el agnipamiento de Enternet Explorer con Windows era una violación
a la ley. Donde el tribunal mantuvo divergencias más profundas con el juez Jackson fue en
la solución. El juez Jackson había argumentado que la única forma de evitar violaciones
posteriores era dividir Microsofi en compañías separadas, en forma muy parecida a la divi-
sión de Standard Oil de John D. Rockefeiler 90 años antes. De hecho, el mbunal remitió
el caso a la juez Colleen Kollar-Koteily para que encontrara una solución menos drástica,
que se basa& en la aplicación de restricciones y en vigilar las acciones de Microsoft para
asegurarse de que éstas se respetaran. Estos arreglos parecen haber funcionado y, en cuan-
to al aspecto legal, en esencia se considera que el caso está resuelto. Sin embargo, el aspec-
to económico es bastante complejo y su resolución tomará bastante más tiempo. De hecho,
hace poco la Comisión Europea determinó que Microsofi es culpable de conductas anti-
similares. La comisión determinó que Microsoft ha utilizado su "cuasirnono-
polion para eliminar rivales en aplicaciones relacionadas de s o h a r e , más recientemente, a
rivales que ofrecen alternativas al s o h a r e de audio y video Media Player, al integrar Media
Player en su paquete estándar. La comisión ha ordenado a Microsoft que m o a q u e esta
práctica y ha multado a la compañía con 497 d o n e s ($610 d o n e s ) . l 3
13 Para consultar los registros legales, vease U.5 v. MlcrosoP, 253 F. 3d 34 (D. C. Cir., 2001) y U S v. M,croso~,
231 F. Supp. 2d 144 (D.D.C. 2002) Puede verse una exposicibn desde el dngulo econ~micodel ,uicio esta-
dounidense y otro material relacionado en Rubinfeld (2004) Economides y Salop ( l g g ~ )y,
(1999). El caso europeo, más reciente, se presenta en P. Miller, "Microsoft Sanctions -i-he o ~y Varian ~ ~ ~ ~
Europeans Rule Against Microsoft Appeal 1s Promised" The New York Fmes, 25 de mamo de 2004, C1
~~f~~~ 8 * Paquetes de mercanclas y ventas atadas
dador también estuviera de acuerdo con comprar toda su sal de International salt. Ésta ale-
gaba que la exigencia se justificaba como medio de salvaguardar la calidad y cuidado de sus
máquinas. Sin embargo, la Corte rechazó ese argumento. En una declaración redactada en
lenguaje enérgico, la Suprema Corte aclaró su punto de vista de que las atad- reflejaban
fundamentalmente un intento de "cerrar . . . el mercado . . . a la competenciav. Consideraba
que la exigencia de amarre de International Salt no difena de esto. Además, puesto que las
ventas de sal afectadas por esta exigencia estaban valuadas en $500 000 000, se consideró
que el ataque a la competencia era ~ustancial.~~ Eh h, la sentencia de 1947 sugería que cual-
quier esquema de venta con exigencia de atadura o empaquetamiento que implicara
considerables en dólares sería considerada como una violación per se de la legislación anti-
monopolios. Esta sentencia reforzó y fortaleció una sentencia similar anterior contra IBM,
cuando esa empresa exigía a los usuarios de sus máquinas de tqetas perforadas que utiliza-
ran exclusivamente tarjetas de IBM. En ambos casos la Corte argumentó que si el objetivo
era el control de calidad, los contratos podían especificar las normas que tenían que satisfa-
cer la sal, las taqetas perforadas o lo que fuera, sin exigir explícitamente que la situación que-
dara atada. Por ende, la primera postura de la Corte se acercaba al punto de vista de que el
único propósito de un requerimiento de venta atada era el de limitar la competencia.
Con el correr del tiempo los puntos de vista de la Corte se suavizaron. Para comenzar,
se dejó muy claro que las ataduras sólo serían provechosas en el caso de bienes relaciona-
dos. Esto es, un monopolista de cámaras fotográficas no tendría razón alguna para atar sus
bienes a un detergente de lavandería, como medio de extender su monopolio a ese merca-
do. Si el mercado de detergentes es competitivo, aquellas personas que utilizan detergente
todavía pueden conseguirlo a un precio competitivo. Quienes deseen ambos pueden com-
prar el paquete de cámara y detergente del monopolista. Sin embargo, puesto que los
productos no están relacionados, el precio del paquete que maximiza utilidades no puede
exceder el precio de monopolio de las cámaras fotográficas solas más el precio competitivo
del detergente. Éste es exactamente el precio de ambos bienes antes de que el monopolis-
ta comenzara a atarlos. El único resultado que lograría el paquete sena perder las ventas de
aquellos consumidores que sólo desean comprar cámaras. En resumen, se reconoció
que un monopolista no podría apalancar su poder en una Iínea de productos
competitivos no relacionados.
En el caso de productos relacionados, como el de Microsofi, persistía el temor de la
extensión del monopolio. Sin embargo, aquí también los tribunales comenzaron a apreciar
el papel que desempeñaban los amarres y el agrupamiento en lo referente a discriminación
de precios y coordinación del mercado. En 1960 la Corte aceptó el uso de una cláusula de
ventas atadas en un caso relacionado con Jerrold Electronics Corporation. Esta compañía
era pionera en el desarrollo e instalación de sistemas de televisión por cable, utilizados en
la industria de antenas comunitarias de televisión (CATV). Jerrold ataba su suscripción básica
a los servicios de CATV a la compra de diversos cables conectores y también a un contrato
de seMcios por cinco &os. Aunque esto pudiera parecer igual a los casos anteriores de Inter-
national Salt e IBM, esta vez la Corte defendió este amarre sobre la base de que la industria
en esta instancia era nueva y estaba apenas "echando raíces". La Corte Uegó a la conclusión
de que la atadura era una forma legítima de garantizar la calidad en esta etapa temprana de
desarrollo de una indu~tria.'~
El tema de las ventas atadas y los bienes en paquete continuó tratándose en el ambien-
te legal, pero con una diversidad de sentencias confusas durante muchos d o s después del
juicio de Jerrold. Entonces, en 1984,la Suprema Corte trató de articular una serie de di-
14 InternationalSalt Co. v. UnitedStates, 332 U.S. 392 (1947). Sin embargo, Peterman (1979) señala que se permi-
tía que las empresas utilizaran sal de otros distintos a Internacional Salt si demostraban que los
precios de esta última no eran competitivos. Esto sugiere que el propdsito real del contrato era inducir a los
clientes a revelar a Internacional Sale las polfticas de precios de SUS rivales.
15 United States v. Jerrold Corporation, 187 F. Supp. 545 (1 960), afirmado per curigm en 363 U.S. 567 (1 961).
Parte . Poder y práctica del monopolio
recnices darasconforme a las cuales sena ilegal per se cualquier arreglo de esta índole. En
su decisión de ese año, la Corte estipuló que se tendrían que satisfacer tres condiciones para
que se que el agnipamiento viola las leyes a n t i m ~ n ~ p ~ Éstas
l i o ~ son:
.
1. ~a existencia de dos productos diferentes, el producto atador y el atado;
2. La empresa que ata los productos debería tener suficiente poder monopólico en el
mercado atador para obligar a la compra del bien atado; y
3. ~a atadura debe impedir, o tener el potencial de impedir, un volumen considerable de
comercio.16
bsprimeros dos requisitos son condiciones necesarias para el tercero. Pero es la tercera
conclusión la que constituye la clave del asunto. Sin embargo, de nueva cuenta, persiste
la dificultad de que las ataduras y el agrupamiento también tienen efectos benéficos, que
no es Bcil desenuañar o sopesar contra cualquier daño que pudieran causar a la compe-
tencia. Observemos hasta qué punto la sentencia del juez Jackson corre paralela a esos
En este capítulo hemos demostrado que una empresa con poder de monopolio en más
de una línea de productos puede tener oportunidades adicionales para discriminar en pre-
cios. AL agrupar sus dos bienes como paquete o, más en general, al atar la venta de un
bien a la compra de otro, la empresa puede inducir a los clientes a clasificarse ellos mis-
mos, es decir, a identificar quién es quién. Esto permite a la empresa cobrar un precio
neto más d t o a aquellos consumidores que tienen una mayor disposición a pagar.
En el caso de dos productos ~omplementanos,en que la reducción en el precio de un bien
aumenta la cantidad solicitada de ambos, la coordinación de ventas puede o c por ~ra- ~
zones que no son la discriminación de precios. En ausencia de tal coordinación, por ejem-
plo, por medio de hisiones o redes de negocios, la producción y venta separada de dos
productos complementarios en general subirá 10s precios, reducirá la producción y las
lidades. Al tomar en cuenta la interrelación entre las demandas de cada producto, la coor-
dinación ofi-ecebeneficios potenciales tanto a 10s consumidores como a las compaas.
sin embargo, también hemos demostrado que puede haber un aspecto negativo tanto
en el agrupamiento como en las ventas atadas. En algunos casos el agrupamiento o el
amarre de dos bienes complementa.rios permite que una empresa con poder monopólico
en un mercado amplíe SU monopolio hacia otros mercados o limite la competencia en
alwa forma. Ésta es la acusación contra Microsoft. Fue también la acusación conua
Kod& en Estados Unidos y contra la fiisión propuesta entre GE y Honeyweu en E ~ ~ ~ ~
Éstos y ovos casos, y la historia general de 10s litigios que se refieren a estos agrupa-
mientos y amarres, revela apenas 10 complicados que son estos asuntos,
Hasta ahora nuestro análisis se ha enfocado sobre todo en las decisiones tácticas de una
compañía monopolista que actúa por sí sola o interactúa en un segundo mercado que
también está monopolizado. El siguiente paso es considerar las estrategias de las empre-
sas en el contexto de una competencia imperfecta, donde ninguna o sólo unas cuantas
compañías interactúan. En un entorno así, cada empresa ya no puede limitarse a enfocar
el tema de cómo extraer un mayor excedente de los consumidores. Cada debe
considerar tarnbikn cómo sus estrategias de producción y asignación de precios afectan
no sólo a los consumidores, sino a las compañías rivales. Este es el tema del que se ocupa
la teoría de juegos y en el que nos enfocaremos a continuación.
16 Hyde V. ~ e f i r s o nParish Hospital District No. 2, et al., 466 U.S. 2, 15-1 8 (1984).
1. Una universidad ha determinado que sus estudiantes se pueden agrupar en dos cate-
gorías cuando se trata de la demanda de alojamiento y comida. Los planeadores w-
versitarios iiarnan a estos dos tipos dormilones y comelones. Los precios de reserva de
una recámara en el dormitorio y el plan básico de alimentos de los dos tipos son los
Dormilones Comelones
Determine para qué valores de a un agrupamiento sería más rentable que un no agru-
pamiento.
3. Hace muchos años la principal alternativa a las máquinas fotocopiadoras Xerox en
copiado era el proceso de copia Electrofax. Las máquinas Electrofax utilizaban un
papel especial recubierto con una gruesa capa de cera. Como Xerox, las compmtas
Elecvofax cobraban un bajo precio por el USO de la máquina, pero establecían un pre-
cio de papel de 4 centavos por página. El costo real y marginal de fabricación del papel
era, de hecho, sólo de 1 centavo Por página
a) Explique la de precios de los fabricantes de Electrofax.
b) El alto margen sobre el papel pronto a ~ a j or~uevasempresas que ofrecían el papel
a un precio mucho más bajo que los fabricantes originales. (Cómo cree que Electro-
fax responderá a esta competencia?
4. S o h a r e de computadora, S, y hardware, H, son productos complementarios utiliza-
dos para los servicios de computación. Los clientes hacen una compra única de hard-
ware, pero compran diversas cantidades de ~ ~ f o u a rEsto
e . es, una vez comprado el
hardwue, el precio de los servicios adicionales de computación es Pq el precio de una
unidad de software, El mercado de sofníiare es competitivo. Sin embargo, el mercado
de hardware está monopolizado por la compafiía m,h.El costo de fabricar el
software y hardware son C, y Cw respectivamente.
a) Supongamos que todos los de servicios de computación son iguales, esto
es, tienen la misma curva de demanda por 10s servicios de computación. Use una
gráfica para desc-ibir el precio que HAL puede fijar para maximizar sus utilidades.
Parte Poder y práctica del monopolio
Puesto que cada compañía fijará siempre sus precios con el fin de maxirnizar sus utilida-
des, las ecuaciones (A.3) deben ser válidas siempre. Esto será cierto, de hecho, en el equi-
librio. Señale el valor en equilibrio de S cuando ambas compañías actúan individuaimen-
te como S'. Por definición, S' es la suma de las elecciones en equilibrio de PAy PB.
Obtenemos ciertos elementos de juicio del valor de S' al sumar primero las dos ecuacio-
nes en (A.3) para obtener
donde hemos usado el hecho de que S' = PA+ PB. Al restar de cada lado de la ecuación
(A.4) el término D(S1),que es simplemente la demanda total para el producto compues-
t o AB en el equilibrio descentralizado, se obtiene la desigualdad
Ahora consideremos la estrategia de una compañía, M, que vende ambos bienes como
un solo producto compuesto al precio único de SM.SUSutilidades las da
Pero a partir de la ecuación (AS) sabemos que esta expresión es menor que cero. En
otras al abras, si la empresa fusionada escogió el precio combinado SI, seleccionado
implícitamente por las dos compañías independientes, una reducción en ese precio
aumentaría sus utiiidades. Puesto que SMes el mejor precio de la empresa fusionada, que
no es ~osiblemejorar, esto sigrilficaque SMdebe ser menor que S.' Esto es, los dos mono-
polistas independientes fijaron un precio mayor y, por consiguiente, venden menos pares
de los bienes complementarios que 10s que vende la compañía centralizada o fusio-nada.
puesto que las utilidades de la empresa fusionada al precio SMexceden lo que gana al pre-
cio SI, y ya que esta última cantidad es igual a la suma de las utilidades obtenidas por las
dos compdias individuales, la fisión también produce mayores utilidades globales.
esta secdón se presentan los ingredientes esenciales para el análisis teórico de los juegos
cuando se aplican a l entorno de la competencia imperfecta. El concepto de la solución
central de todos estos juegos es el concepto de equilibrio de Nash, designado así en ho-
nor de John Nash, el ganador del premio Nobel.
de empresas o jugadores.
Una de las compañías más exitosas en la hist~riade los negocios es Coca-Cola. Se dice
que "Coca-Cola" es la segunda frase mejor conocida del mundo, después de "OK".'
A pesar de su estatus de icono en la cultura popular estadounidense, Coca-Cola no es un
monopolio; comparte el mercado de bebidas carbonatadas con su superrival PepsiCo. Es-
tas dos compañías se han trenzado en una continua batalla por el dominio del mercado
durante casi 100 años. La guerra de las colas se ha peleado con diversas estrategias, una de
las cuales es la frecuente introducción de nuevos sabores. Valliilla es el sabor de ingreso
más reciente en esta etapa de la guerra. Pepsi vendió Pepsi Vainilla en el verano de 2003,
casi un año y 90 millones de cajas después de que se introdujo la Coca-Cola de vainilla.
En esta guerra de las bebidas de cola, cada compañía debe identificar y aplicar la estra-
tegia que considere es la más conveniente para aventajar en la competencia de la indus-
tria de las bebidas suaves. Si Coca-Cola fiera un monopolio, no tendría que preocupar-
se por el arribo de Pepsi Vainilla. La vida es mucho más simple cuando una empresa no
se tiene que preocupar por la forma en que responderán sus rivales a sus decisiones de
precio o producción. Esta vida más simple es un rasgo común tanto del monopolio co-
mo de la competencia perfecta. Cuando un monopolio o una empresa competitiva deci-
de cuál va a ser su volumen de producción, no tiene por qué preocuparse sobre la forma
en que su decisión afecta a otras compañías. En un monopolio puro no hay otras empre-
sas en el mercado. En un mercado perfectamente competitivo hay otras empresas, pero
ninguna de ellas tiene que preocuparse por el efecto de sus decisiones de producción en
las demás compañías. Cada empresa es tan pequeña que su decisión en cuanto a nivel de
producción no producirá ni siquiera una pequeña onda en el oleaje de la industria.
Sin embargo, la verdad es que Coca-Cola, Pepsi y muchas otras empresas no son ni
monopolios ni competidores perfectos. Estas empresas, tal vez la mayoría de las corpora-
ciones, viven en el terreno medio del oligopolio, en donde las empresas tienen &ales vi-
sibles con los cuales la interacción estratégica es un hecho cotidiano. Cada empresa está
consciente de que sus acciones afectan a otros, en consecuencia, provocan reacciones. De-
bido a esto cada empresa debe considerar estas interacciones cuando toma una decisión
sobre precios, niveles de producción u otras acciones de negocios. Las decisiones en este
ambiente interactivo se llaman decisiones estrat&icas, y la teoria de juegos es la rama de
las ciencias sociales que analiza y modela formalmente la interacción estratégica. Como
resultado, n o es de sorprender que la teoría de juegos y el estudio de los oligopolios
estén entrelazados de manera estrecha. Una meta central de este capítulo es introducir al-
gunos análisis básicos de teoría de juegos y mostrar cómo se pueden usar para entender
los mercados oligopólicos.
La teoría de juegos en sí misma se divide en dos ramas: teoría de juegos cooperativos
y no cooperntioor,2La diferencia esencial entre estas dos ramas es que en los juegos no
cooperativos la unidad de análisis es el jugador individual, o la persona que toma las de-
cisiones, es decir, la empresa. La teoría de juegos cooperativos, por el contrano, supone
que la unidad de análisis es un grupo o coalición de jugadores, por ejemplo, un grupo de
empresas. Nos eiifocaremos casi exclusivamente en la teoria de juegos no cooperativos.
7 Richard Tetlow, autor de The Creat Cola Wars, hace estas afirmaciones y agrega que la expresión "Coca-Cola
es OK" se entiende en más lugares del mundo por más gente que cualquier otra frase.
2 Un buen libro de texto que ofrece un tratamiento más formal de la teoria de juegos y sus aplicaciones a la
economia es Rasmusen (2001).
Pme Teorla de juegos y mercados oligopblicos
~1 jugador individual será la empresa. Las re& del juego d d h k á n cómo se reaüza la
competencia entre 10s diferentes participantes, es decir, las empresas. El ambiente no co-
operativo significa que cada jugador se preocupa sólo por hacer las cosas tan bien como
sea posible para sí mismo,-sujeto a las reglas del juego. No está interesado en impulsar un
interés de grupo más general. Como veremos, esta conducta no cooperativa algunas
veces puede parecerse mucho a la conducta cooperativa, porque resulta que algunas veces
la cooperación maximiza también el bienestar de cada jugador individual.
DOS supuestos básicos subyacen e@a aplicación de la teoría de juegos no cooperati-
vos al oligopolio. La primera es que las empresas son racionales. Persiguen metas bien de-
finidas, phcipalmente la maximización de utilidades. El segundo supuesto básico es que
las empresas aplican su racionalidad al proceso de razonamiento estratbico. En la toma
de decisiones, cada empresa usa todo el conocimiento que tiene para formarse expectati-
vas respecto de cómo se conducirán otras empresas. La motivación que está detrás de
estos supuestos es que nuestra meta final es entender y predecir cómo actuarán las
empresas reales. Suponemos que las empresas son racionales y razonan estratégicamente
porque creemos que las empresas reales se verán obligadas a hacerlo por las presiones del
mercado. Por consiguiente, es necesario compr~nderlo que es la conducta racional y
para entender y predecir los resultados del mundo real.
Cualquier introducción al estudio de 10s oligopolios debe incluir una advertencia, y és-
ta es que, a diferencia de 10s casos de competencia y monopolio que se presentan en los
libros de texto, no hay solo modelo estándar de oligopolio. Las diferencias en las
reglas de juego, la información de la que pueden disponer 10s diversos jugadores y el sen-
tido de oportunidad de las acciones de cada participante conspiran para generar diversos
escen&os posibles. Sin embargo, aunque no hay una sola teoria o modelo de oligopolio,
sí surgirán temas y puntos de vista COn~unesde 10s diversos modelos. Entender estos m-
plios conceptos es la meta de 10s siguientes tres capítulos. En este c a p i d o presentaremos
el modelo de oligopolio de Cournot, en el siguiente el modelo de Bertrmd y en el
do11 el modelo de Stackelberg. En relación con esto, debemos agregar que el hecho
de que no exista Un solo modelo de oli%opoliono es totaímentc una desventaja. M&
bien, s i d c a que uno tiene una amplia vanedad de modelos de 10s cuales puede esco-
gcr para una investigación particular. unos ambientes Será apropiado un modelo, en
tanto que para otros el apropiado será uno diferente. Como el mundo real de negocios
es bastante diverso, es Útil contar con una varkdad de anáiisis en 10s cuales uno se pueda
apoyar con el propbsito de investigar la conducta de los negocios reales,
ducta. El mercado o juego Uegará a una situación de descanso. John Nash, el ganador del
Nobel, desarrolló esta idea de una combinación de estrategias de equilibrio para un jue-
go no cooperativo. En su honor se le conoce como concepto de equilibrio de N a ~ h . ~
En los modelos de oligopolio que estudiaremos en los siguientes tres capítulos la es-
trategia de una empresa se enfoca en su elección de precio o de producción. En otras pa-
labras, se supone que cada empresa decide el precio que fijará a su producto o cuánto de
ese producto va a fabricar. Por lo tanto, el equilibrio correspondiente de Nash será, ya sea
un conjunto de precios, uno para cada empresa, 0 un conjunto de niveles de producción,
de nuevo uno para cada empresa, ya que ninguna empresa deseará cambiar su decisión de
precios ( o cantidad) dadas las decisiones de las otras empresas.
Entre paréntesis, aquí señalarnos que, a diferencia del caso del monopolio, el resulta-
do de las estrategias de precios difiere del resultado de las estrategias de cantidad en los
modelos de oligopolio. Para un monopolista la elección de precios significa (vía la curva
de demanda) un resultado único. En otras palabras, el monopolista logrará los mismos
resultados, ya sea que escoja el precio que maxirniza las utilidades o el nivel de produc-
ción que maxirniza ~ t i l i d a d e s El
. ~ asunto es diferente en una situación de oligopolio.
Cuando las empresas interactúan estratégicamente, el resultado obtenido cuando cada
una se enfoca en elegir un precio será diferente en general del resultado que se obtiene
cuando cada empresa se concentra en elegir el mejor nivel de produccibn. El hecho de
que el resultado dependa de si las reglas del juego especifican una estrategia de precio o
de cantidad es sólo una de las razones por las que, como se señaló antes, el estudio del
oligopolio no genera un modelo único de predicciones teóricas.
Puesto que la interacción es el hecho central cotidiano para un oligopolista, la acción
estratégica racional requiere que se reconozca esta interacción. Por ejemplo, cuando una
empresa en un oligopolio reduce su precio, el efecto será perceptible para sus rivales, ya
que perderán clientes fiente al competidor que ha bajado los precios. Si estas empresas a
su vez reducen sus precios, pueden recuperar sus clientes originales. Ciertamente, como
los precios han caído en toda la industria, muy bien se puede incrementar la cantidad de-
mandada a cada empresa. Sin embargo, cada empresa estará satisfaciendo ahora esa
demanda a un precio más bajo, lo que significa un menor margen de utilidad. Nuestro
supuesto de que el oligopolista es un actor estratégico racional significa que la empresa
entenderá y esperará esta cadena de hechos e incluirá esta información cuando decida
reducir o no su precio en primer lugar. Un ejemplo es la viñeta sobre Coca-Cola con la
que comienza este capítulo, excepto que, en lugar de reducir sus precios, esta empresa in-
trodujo su nueva bebida de vainilla. Antes de hacerlo debe haberse formado alguna idea
sobre la forma en que respondería Pepsi, su rival. Hubiera sido irracional esperar que Pep-
si n o respondería cuando Coca-Cola sabe, de hecho, que no responder perjudicaría a
Pepsi. De manera similar, si Coca-Cola reduce el precio de sus bebidas, no tendría senti-
d o que esperara que su rival no hiciera lo mismo si sabe que Pepsi los reduciría también
para ajustarse a su reducción de precios.
Pero, ¿cómo puede un oligopolista saber cómo responderán sus rivales a cualquier ac-
ción específica? La w c a forma de predecir su respuesta es tener información, toda la que
se relacione con la estructura del mercado y las opciones estratégicas disponibles para
otras empresas, En una situación simétrica, donde todas las empresas son idénticas, es
fácil disponer de tal información. Cualquier empresa puede preguntarse, ''¿qué haría yo si
fuera el otro jugador?". Algunas veces, incluso cuando las empresas no son simétricas, De-
--
3 Nash compartió el premio de 1994 con otros dos teóricos de juegos, R. Selten y J. Harsanyi. El galardón para
estos tres teóricos del juego sirvi6 como un reconocimiento ampliamente difundido de la importancia que la
teoria de juegos habla cobrado como una forma de pensar en el análisis económico.
4 Las empresas competitivas no tienen opción sobre cuál es la variable a escoger, precio o cantidad. Las com-
pañlas competitivas por definici6n no pueden elegir el precio. Son tomadoras de precios y se circunscriben a
escoger el volumen de producción que venderán.
después, es precisamente la' información que las empresas tienen sobre las otras. Por el
momento, se@emos suponiendo que cada empresa tiene una idea muy aproximada de
las opciones estratégicas de las que pueden disponer sus rivales.
otro ,-lemento fundamental para determinar el resultado del juego es la dimensión de ,
tiempo de la hteracción estratégica. E n i h oligopolio de dos empresas (como Coca-Co-
la y Pepsi), algo que se conoce como duopolio, podemos imaginar que una empresa,
digamos Coca-Cola, toma su decisión (introducir primero su bebida sabor vainilla). En-
tonces, en el siguiente periodo, la otra empresa, Pepsi, sigue con su propia decisión. Aquí,
la hteracción estratégica es secuencial. Las empresas actúan una después de la otra y cada
una, cuando le toca su turno, debe pensar estratégicamente sobre el curso de acción que
debe elegir, cómo afectará ésta las acciones de la otra empresa en el futuro y la forma en
que éstas reacciones retroaiimentarán las decisiones que tome en el futuro. EI ajedrez y
las,damas son ejemplos clásicos de dos juegos secuenciales, de dos personas.
Por otra parte, ambos jugadores podrían tomar sus decisiones de manera simultánea,
con 10 que reactuarían sin saber lo que el otro jugador ha hecho realmente.5 Sui embargo,
aunque desconozcan la decisión del otro jugador, el conocimiento de las opciones estra-
tégicas de que dispone su rival todavía les permite una elección estratégica racional para
sus propias acciones. El juego infantil ''piedra, papel o tijeras'' es un ejemplo de un juego
simultáneo de dos personas.
NO importa si el juego es secuencial O simultáneo, de cualquier manera se requiere que
la empresa con estrategias racionales pueda anticipar con sensatez las opciones de sus n-
vales. Una vez que ha hecho esto, la empresa puede decidir entonces cuál acción es la que
más le conviene. En otras palabras, ser racional significa que se elige la esuategia óptima
(la que maxirniza las utilidades) contra las acciones anticipadas de sus rivales. Cuando ca-
da empresa hace esto, y cuando cada m a ha anticipado correctamente las decisiones de
otras como resultado de la racionalidad de estrategias, se logra un equilibrio de Nash. En
este capitulo nos enfocaremos en resolver 10s equilibrios de Nash en juegos
o estáticos.
5 El aspecto importante de 10s juegos simultáneos no es que las empresas pamicipancesrealmente tomen sus
decisiones al mismo tiempo. Más bien. es que ninguna empresa puede 0 6 % la ~ decisibn
~ ~ de alguna otra
compañia antes de formular la suya. Esta falta de informacibn hace que las accionesde cada empresa sean
efectivamente simultáneas.
l
~~p~~~~ 9 Juegos est5ticos y competencia de Coumot
esto nunca ocurrirá, no hay ninguna posibilidad de que forme parte del resultado de
Las estrategias dominadas se pueden eliminar una por una. Una vez que las estrategias
dominadas de la empresa se han eliminado, se continúa con las otras empresas para ver si
algunas de sus estrategias comparten ese mismo rasgo a la luz de las estrategias que toda-
aZa quedan vigentes para la primera empresa que se examinó. Luego se continúa empresa
por empresa, eliminando todas las estrategias dominadas hasta que sólo queden las estra-
tegias no dominadas. A menudo, pero no siempre, este procedimiento iterativo de elimi-
nar las estrategias dominadas deja a uno o más jugadores sólo con una opción de estra-
tegia.6 Entonces la cuestión se reduce a determinar el resultado del juego, puesto que
queda claro para cada empresa el curso de acción a seguir.
Un ejemplo puede ayudar a precisar los comentarios anteriores. Para este ñn, considere-
mos el caso de dos aerolíneas, Delta y Arnerican, cada una de las cuales oíi-eceun vuelo diario
de Boston a Budapest. Supondremos que cada empresa ya ha establecido un precio para el
vuelo, pero no ha determinado el horario de salida. Es decir, el horario de salída es lo que
abre las opciones de estrategia en este juego. También supondremos que ambas empresas
toman su decisión al mismo tiempo. Ninguna puede enterarse de cuál es el horario de sali-
da elegido por la otra antes de tomar su propia decisión al respecto. Sin embargo, los gerentes
de cada aerohea sí saben que al mismo tiempo que los gerentes de una se están reuniendo
para tomar su decisión, también lo están haciendo los gerentes de la otra. Las dos empresas
participan en un juego estratégico de movimientos simultáneos.
En parte, la elección del horario de salida refleja las preferencias del consumidor. Su-
pongamos que la investigación de mercado demuestra que 70 por ciento de la posible
clientela de ese vuelo preferiría salir de Boston en la noche y llegar a Budapest a la maña-
na siguiente. El restante 30 por ciento prefiere salir de Boston por la mañana, para llegar
a Budapest en la tarde de ese mismo día. Ambas empresas conocen esta distribución de
preferencias de los consumidores. También ambas saben que si las dos aerolíneas escogen
el mismo horario de salida, se dividirán el mercado. Las utilidades de cada línea son di-
rectamente proporcionales al número de pasajeros transportados, y cada uno desea ma-
ximizar su participación de mercado.
Si son racionales y estratégicos, los administradores de Delta razonarán como sigue: si
American vuela por la mañana, entonces nosotros podemos volar por la noche y atender
a 70 por ciento del mercado (en comparación con 30 por ciento de American) o, como
American, podemos salir en la mañana, en cuyo caso nosotros (Delta) atenderemos 15 por
ciento del mercado (la mitad del 30 por ciento atendido por las dos líneas en total). Por
otra parte, si Amencan elige un horario de salida por la tarde, entonces en Delta podemos
escoger una salida por la noche y con ello atender a 35 por ciento (la mitad del 70 por
ciento) del mercado o, en su lugar, ofrecer un vuelo matutino y volar con 30 por ciento
del mercado mientras American se lleva el porcentaje restante en su vuelo por la noche.
Como un poco de reflexión revelará, la consecuencia de estos números es que Delta
obtiene mejores resultados si programa un vuelo por la tarde, sin importar cual sea el ho-
rarioque American escoja. En otras palabras, elegir una salida p o la ~ maiiana es una es-
vategia dominada. Si Delta está interesada en maxirnizar SUS utilidades, nunca elegirá la
opción de vuelo rnanitino. Desde luego, los administradores de Arnerican razonarán en
forma Ellos reconocen que volar por la noche es SU mejor opción, independien-
temente de cuál sea la decisión de Delta. Por consiguiente, parece claro que el único re-
sultado de equilibrio para este juego es que ambas aerolíneas elijan un horario de salida
6 Si el proceso continúa hasta que s61o quede una estrategia para cada jugador, entonces hemos encontrado
un equilibrio de dominio por iteración.
parte Tres . Teoria de juegos y mercados oligop~licos
el e q a b n o de de este juego, lo que se puede observar en la tabla 9-1. La tabla
muestra cuatro entradas, cada una de las cuales consta de un par de valores. Estas entra-
das reflejan las cuatro posibles de estrategia que el juego tiene, Y que co-
rresponden a las op,-jones de que cada línea aérea elija el vt.1~10
matutino, de que cada una
elija un vuelo vespertino, o de que una escoja un vuelo matutino y la otra u ~ vesperti-
~ o
no. Las opciones de American se muestran en las columnas, mientras que las opuones de
Delta se muestran en los renglones. El par de valores en cada intersección columna ren- '
d ó n nos da los pagos o resultados para cada transportista si se produce esta combinación
particular de estrategias. El primer valor (mano izquierda) de cada par es el pago, el por-
centaje del mercado potencial total de pasajeros, que va a Delta. El segundo (mano
derecha) es el valor del pago para An~fican.
COMBINACIONES
D E ESTRATEGIAS Y RESULTADOS PARA
LAS EMPRESAS EN EL JUEGO D E SALIDAS D E VUELOS
Ahora nos pondremos en 10s Zapatos de 10s achinistradores de Delta y nos pregunta-
remos qué debe hacer Delta si Amakan elige un vuelo matutino. La respuesta es obvia.
Si Delta también elige un vuelo m a ~ t i n o entOnces
, la participación de mercado de Delta
será de 15 por ciento, mientras que si Delta opta Por un melo nocturno, su participación
de será de 70 por ciento. Es claro que el melo vespertino es la mejor op-
ción. Veamos ahora la respuesta de Delta en caso de que Amencan se decidera por un
vuelo vespertino. Si Delta opta por una salida en la mañana, su participación de mercado
serl. de 30 por ciento; mientras que si opta Por la salida en la tarde, su participación de
mercado llegará a 35 por ciento. De nueva cuenta, la salida vespertina es la mejor opción.
En otras palabras, sin importar 10 que haga Amencan, Delta nunca eleghá salir por la
mañana. Cualquiera que sea el resultado de equilibrio, debe incluir la elección de salida
vespertina por parte de Delta.
Si ahora nos colocamos en 10s zapatos de Amencan, obtenemos un resultado smar.
~~dcomenzamos considerando sería la mejor respuesta de American si ~~l~~ elige
una salida por la mafhna. La respuesta es que Anxrican debe elegir un vuelo vespertino
para obtener 70 por ciento del mercado, 10 que contrasta con el 15 por ciento que le
nerada una salida por la mfiana. En forma s d u , si Delta elige una salida por la
Amencan debe hacer 10 miamo, Ya que esto le permitirá Uegar a 35 por ciento del
cado en vez de llegar al 30 Por ciento al que llegada si eligiera el horano de salida por la
mañana. Como en el caso de Delta, descubrimos que volar por la mañana es una
dominada para Amefican, Ya que nunca obtendrá tan buenos resultados como cuando
vuela por la tarde, sin importar lo que haga Delta. Por 10 tanto, exactamente igual que
Delta, Amencan siempre escogerá el horario de salida por la tarde.
El resultado del juego está a b r a plenamente determinado. Ambas beas ekgiránel
horario de salida por la tarde Y se divdirán en partes iguales el 70 por ciento de los
C~fml9
o e Juegos estáticos y competencia de Coumot
Para expresarlo en otra forma, podríamos referirnos a la estrategia de salida por la tarde
como dominante. Una estrategia dominante es una estrategia que ofkece mejores resultados
que todas las demás estrategias de una empresa, sin importar lo que hagan sus rivales. Pa-
ra expresarlo en otras palabras, desemboca en mayores utilidades ( o ventas, o crecimiento
o cualquiera que sea el objetivo) que cualquier otra estrategia que la empresa pudiera
emprender, independientemente de las estrategias elegidas por los rivales de la compañía.
Esto no significa que una estrategia dominante lleva a una empresa a obtener mayores uti-
lidades que sus competidores. Lo que quiere decir es que la empresa obtendrá los mejores
resultados que pueda obtener si opta por esta estrategia. Si esto es tan bueno o mejor que
el resultado obtenido por sus rivales, depende de la estructura del juego.
Excepto cuando la empresa tenga dos opciones estratégicas, una empresa puede tener
algunas estrategias dominadas ( u opciones que nunca son buenas porque dispone de
otras mejores) pero no tener ninguna estrategia dominante ( o una opción que genere
consistentemente mejores resultados que todas las otras). Algunas veces una empresa no
tendrá ni una estrategia dominante ni una dominada. Pero para una empresa que tiene
una estrategia dominante la opción es clara: jusarla! Tal empresa realmente no tiene que
pensar mucho en lo que hacen las otras empresas.
Volvamos a trabajar el juego de horarios de salida en un caso en que por lo menos una
empresa no tiene estrategias dominadas (y, puesto que sólo dispone de dos estrategias, no
tiene estrategia dominante). Para este fin supondremos ahora que, gracias a un programa
de viajero frecuente, algunos de los pasajeros potenciales de Boston a Budapest prefieren
viajar en Delta, incluso si ambas líneas vuelan al mismo tiempo. Para ser específicos,
supongamos que volar a l mismo tiempo n o produce una división equitativa de clientes
entre ambos transportistas. Más bien, que siempre que ambos transportistas programan
tiempos de salida idénticos, Delta consigue 60 por ciento del mercado y Arnencan sólo
40 por ciento. En la tabla 9-2 se muestran los nuevos pagos para cada combinación de
l
l
Como se puede apreciar en la tabla, un vuelo matutino es todavía una estrategia do-
minada para Delta. Transporta siempre más pasajeros si escoge un welo por la tarde que
los que transportaría si elige un w e l o matutino, independientemente de lo que haga
Arnerican. Sin embargo, las opciones de estrategia de American ya no son tan claras. Si
parte T~~ . Teoda de juegos y mercados oligopólicos
~~l~~escoge un rnelo m a m h o , American debe volar por la noche, pero si Delta escoge
una salida por la tarde, American obtendrá mejores resultados si vuela en la lmiiana.
Puede parecer que Amencan no puede determinar con facilidad SU propio mejor
curso de acción sin observar nealmente la decisión de Delta. Pero no es el caso. Hay una
forma evidente en sí misma para que American tome su decisión sin esperar a ver lo que
hace Delm. .Esto es porque suponemos que cada transportista conoce la estructura de re-
sultados que se muestran en la tabla 9-2. Si eso es lo que sucede, entonces American
puede determinar fácilmente que su riv&, Delta, nunca va a elegir un vuelo matutino.
Puesto que un rnelo matutino es una estrategia dominada para Delta, es imposible que
ese transportista la elija alguna vez. Si sabe que Delta nunca elegirá la salida por la mañana,
entonces es fácil para American elegir una salida por la mañana como su mejor respuesta
a la acción de Delta, ya que sabe que Delta elegirá la salida por la tarde. El resultado de
para este juego modificado de horario de salida es, por ende, tan claro como
el de la versión anterior. En este caso el equilibrio significa que Delta escoge un vuelo por
la tarde y American opta por volar en la mañana. De nueva cuenta, se puede verificar
fácilmente que esta ecuación satisface el criterio de Nash.
Para resolver nuestros dos juegos anteriores, hicimos uso extenso de la capacidad de
eliminar las estrategias dominadas y, cuando fue posible, nos enfocamos en las dominan-
tS.7 También demostramos que los resultados obtenidos en este proceso eran resultados de
equilibrios de Nash. No obstante, algunas veces no se pudieron encontrar estrategias
dominadas ni dominantes. En tales casos, el concepto de equilibrio de Nash se convierte
en algo más que un simple criterio para verificar nuestro análisis. Se convierte en parte
del procedimiento mismo de solución. Esto es porque las empresas estratégicas, raciona-
l ~ pueden
, usar el concepto de Nash para determinar las reacciones de sus competidores a
su propia decisión estratégica. En el juego modificado de tiempos de salida que acabamos
de describir, por ejemplo, Delta puede dm~rninarque si elige una salida por la noche, su
rival, Amencan, optará por un ~ e l por o la n ~ ~ a nDelta,
a. y también nosotros como
observadores externos, puede inferir que la combinación de estrategias de ambas aerolí-
neas de volar por la noche nunca será un equilibrio - e n el sentido de Nash- porque si
este resultado ocurriera, Anerican tendría un incentivo claro para cambiar su decisión.
7 Vale la pena recalcar que se necesita tener cuidado en el proceso de eliminar las estrategiasdominadas. En
especiaI, mientras uno puede eliminar como una decisidn racional las estrategiasert~rramenredominadas, no
se pueden eliminar de esta manera las estrategias débilmente dominadas. Una estrategiaes débilmente domina-
da si existe alguna otra estrategia, que tal vez sea mejor pero nunca peor, que arroje me,ores resultados en
algunas combinaciones de estrategias. y nunca rinde un resultado menor. El equilibrio de
afectado por el orden de exclusidn de las estrategias dCbilmente dominadas, Veasp ~ ~ ~ cal, - se ~puede
~ ver
l ~
(1995), l )
'%'fmio 9 Juegos estáticos y competencia de Cournot
Aunque cada empresa puede disponer de muchas estrategias de precios, nos limitare-
mos a dos. Una es establecer un precio d t o de $500. Otra es establecer un precio bajo
de $220. Así, corno antes, cada empresa tiene dos opciones y hay cuatro posibles combi-
naciones de estrategias. Cada combinación de estrategias está relacionada con un grupo
de utilidades. Si tanto Delta como American establecen el precio alto de $500, entonces
cada aeroiínea servirá a la mitad de los 60 pasajeros que están dispuestos a pagar esa ta-
d a , o sea 30 pasajeros. Como cada uno de estos pasajeros significa un costo de $200, cada
aerolínea obtendrá una utilidad de 30x($500) -- 30x($200) = $9 000. Por otra parte, si
cada una fija el precio de $220, entonces compartirán por igual un mercado de 180 pa-
sajeros, por lo que llevarán 90 pasajeros cada uno. En este caso las utilidades son sólo de
90x($220) - 90x($200) = $ 1 800 para cada aerolínea, porque el margen por pasajero es
ahora mucho más pequeño ($20).
¿Qué sucede si una línea fija un precio alto y la otra un precio bajo? Si, digamos, Del-
l
l
ta fija la tarifa en $500 y American en $220, Delta no tendrá pasajeros. Todos los 180
consumidores dispuestos a pagar la tarifa de $220, o más, escogerán American. Las utili-
dades de Delta serán cero. Las utilidades de Arnerican estarán dadas por ($220 - $200)
I X 180 = $3 600. Es evidente que la situación opuesta tendrá lugar si es America la que
establece el precio alto y Delta la que establece el precio bajo.
J La matriz de pagos del nuevo juego de tarifas aéreas se muestra en la tabla 9-3. Como
I
antes, las entradas en cada intersección renglón columna muestran la utilidad para cada
l
empresa relacionada con esa combinación de estrategias, con las utilidades de Delta listadas
como la primera entrada en cada caso.
MATRIZ
DE PAGOS PARA EL JUEGO D E TARIFAS AÉREAS
Lo primero que hay que notar es que no hay estrategias dominante ni dominada para
ninguna de las Iheas aéreas. Si American fija un precio alto7Delta debe hacer 10 mismo.
Pero si Amencan fija un precio bajo, la mejor decisión de Delta es ajustarse a esta re-
ducción de precio. Así que no podernos apoyarnos en la e~iminaciónde las estrategias do-
minadas para identificar el resultado del juego.
¿Qué podemos hacer? De nueva cuenta, podemos colocarnos en los zapatos de los
administradores de cada compañía. Para este propósito comencemos con Delta. Los adrni-
nisuadores de Delta observarán la mauiz de pagos de la tabla 9-3 y razonarán, como noso-
tros acabamos de hacer, que su mejor decisióii es aplicar la misma tarifa de American.
Entonces la cuestión se convierte en predecb 10 que hará Amencan. Supongamos que 10s
adminiseadores de Delta esperan que American establezca una tarifa baja. Entonces SU mejor
opción también fijar la tarifa baja de $220. Pero, j n i h d 0 tendría sentido esta expectativa?
Tendrá sentido sólo si Delta cree que el equipo de administradores de Arnerican también
está convencido de que Delta va a establecer una tanfa baja. En realidad, Delta puede ir un
poco más allá y razonar que si esto es, de hecho, 10 que Amencan espera, entonces bien
puede seguir adelante y establecer la tarifa baja, porque eso es exactamente 10 que Ameri-
cm va a hacer. En otras palabras, las expectativas de Delta de que Amencm establecerá una
206 Parte Tres Teoría de juegos y mercados oligopblicos
Ff Verificación
I - -- de !a derivada
i &e'
ejemrJ"i- della secdórr 9.3 sugieren .que es n o c e w i ~presen~truna d d p c i e n m& formal
I Q W ~qiu~~eni-s
eiecir por equillbti%jde Nash. Supongamos que hay dos empresas, 1 y
,!,\,
,,I
nj
2." La "tilidid de cada empresa es unarfunción de las estrategias elegidas por ambas empre-
sas. decir, n/ ni
= ( S , s.); i= 1,2,, # i. Sea Si, i= 1,2, el conjunto de todas las estrategias posi-
' I
bles entre las que puede elegir la empresa i. Entonces una combinación de estrategias po-
sibles o un par de estrategias posibles (5: q),
es un equilibno de Nash si, para cada empresa i,
nyg $) 2 n i ( s &)J para cada estrategia posible S, e S i , i = 1,2, j t i .
S,
Para que una combinación de estrategias sea un equilibrio de Nash, la estrategia (debe
ser la mejor respuesta posible de la empresa i a la estrategia {de la empresaj, y a la inversa, S*J
debe ser la mejor respuesta posible de la empresa j a la estrategia S*. J.
A menudo el conjunto de estrategias 5' es un subconjunto del conjunto de números reales,
y la función de utilidad n i e s continua y uniforme, es decir, no tiene esquinas, lo que significa
buenas propiedades para la derivación, y es cóncava o casi cóncava. En estos casos, si existe
una estrategia pura, el equilibrio de Nash se puede determinar derivando la función de utilidad
de cada empresa respecto de su propia estrategia. En otras palabras, la estrategia {se en-
cuentra resolviendo el problema de maximización, eligiendo S, para maximizar n;(sI, 5).
r*,
Por lo tanto, la mejor respuesta de la empresa i, a la elección de f por la empresa j se
puede encontrar resolviendo la condición necesaria de primer orden para el problema de
maximización:
ni($, = o, 5;)
donde = dnl/ds, la derivada parcial de las utilidades de la empresa i, respecto de su pro-
pia estrategia.
Las condiciones de primer orden para cada empresa se pueden combinar para formar un
sistema de dos ecuaciones en las dos incógnitas, :4 y*, Si existe una solucidn para este sistema,
y suponiendo que también se satisface la condición de segundo orden para la maximización
de utilidadesbpara cada empresa, entonces hemos encontrado un equilibrio de Nash.
tarifa baja porque Amencan, a su vez, espera que Delta haga lo mismo, de hecho induce
a Delta a establecer una tarifa baja. La estrategia de tarifas bajas es la mejor respuesta de
Delta a su predicción de la estrategia que seguirá Amencan, y esa estrategia prevista es
también la mejor respuesta a la mejor respuesta de Delta a esa estrategia prevista.
En el lenguaje de la teoría de juegos, la combinación de estrategias (tanfa baja, tan-
fa baja) es un equilibrio de Nash. Si cada empresa elige la estrategia de tarifa baja, en-
tonces ninguna tendrá ningún incentivo para cambiar de conducta. Cada una estará per-
siguiendo su mejor curso de acción, dado lo que la otra está haciendo. Sin embargo, en
el juego de tuiFas akreas de la tabla 9-3 hay dos de estos equilibrios. Si seguimos precisa-
mente el mismo razonamiento de antes, podemos determinar que la combhación de es-
trategias ( tar$~alta, tar$~alta) es también un equilibrio de Nash. Este juego no tiene
un solo equilibrio de Nash.
Como veremos, la existencia de más de un equilibrio de Nash en un juego no es ra-
ro. Pero el hecho de que no siempre exista un único equihbrio de Nash no disminuye la
utilidad del concepto. Para comenzar, concen -,.,, -..,. ,, ,.,,,,,
,,, ,,, - ,.,,,,
ve el juego en su totalidad, aunque ciertamente limita la lista de resultados posibles. En el
juego de tarifas aéreas que acabamos de describir el requerimiento de que la solución sea
un equilibrio de Nash nos ha permitido eliminar dos combinaciones de estrategia, es de-
cir, la mitad de las posibles combinaciones de estrategias que se están considerando. Aún
más, a menudo hay medios buenos, básicamente intuitivos, para determinar cuál es el
equilibrio de Nash más probable. El libro de Schelling (1960),De Strategy of Con.ict,
l
ofrece mucha guía a este respecto.
I
Consideremos una vez más el juego de tarifas aéreas. Queremos saber cuál equilibrio
de Nash (tarifa baja, tarifa baja) o (tarifa alta, tarifa alta) es el resultado más probable.
i1 Como Schelling observó, la consideración de otros factores como la experiencia previa y
el aprendizaje de los administradores de cada empresa puede ser de ayuda. Si los adrni-
1 nistradores de ambos lados son "viejos profesionales" que han tenido que vérselas mu-
chos años unos con otros, tal vez pueden evitar el resultado de la guerra de precios y
coordinarse para lograr el resultado más rentable (tarifa alta, tarifit alta). Pero si la
administración de a l a n o o ambos lados es nueva e inexperta. será más dificil determinar
tas o aleatorias son las que tienen más sentido. Sin embargo, en este texto nos enfocamos
principalmente en juegos de mercado en que el único equilibrio de Nash que tiene sen-
I
Compañfa 1
Suspenso 1 n, = Io00 n, - 400 II
1
! Identifique el equilibrio o equilibrios de Nash en este prot
1111
--
9 Recuerde que por curva de demanda inversa queremos decir una curva de demanda en que se expresa el precio
como una función de la cantidad, y no que la cantidad se exprese como función del precio.
Parte Tres . Teoría de juegos y mercados oligopólicos
A - Bq1 \
A - Bql'
92
d Verificación de la derivada
1
~ " p ~ n p r n que
o s la curva dedemanda inversa de la empresa 2
EIingreso marginal es el diferencial del ingreso total respecto de la producción, asf que:
tiene la misma intersecci6n de precio que la función de demanda inversa, pero dos ve-
ces su pendiente.
La ecuación (9.4) describe la mejor decisión de producción de la empresa 2, g;, para ca-
da elección de q,. Advierta que la relación es negativa. Cada incremento en la producción
de la empresa 1 reduce las curvas de demanda e ingreso marginal de la empresa 2 y, con un
costo marginal constante, también reduce la producción qiie maximiza las utilidades de
la empresa 2.
Desde luego, esto funciona en ambos sentidos. Podemos trabajar otra vez siméuica-
mente la curva de demanda de la industria para mostrar que la demanda individual de la
empresa 1 depende de igual manera de la elecci6n de producción de la empresa 2, de tal
forma que cuando cambia q,, cambia también la decisión que maximiza las utilidades de
ql. Por analogía, podemos derivar luego la curva de reacción de la empresa 1 dando su
mejor opción de q, para cada posible valor alterno de q,. Por simetría con la empresa 2,
esto está dado por
Como era el caso de la empresa 2, el nivel de producción que maxirniza las utilidades de la
empresa 1, q; cae a medida que se incrementa q2.10La curva de reacción de cada empresa
se muestra en la figura 9-2, donde ahora tenemos las variables estratégicas de cada em-
presa, su producción, en los ejes.
FIGURA
( A- c ) / B 9-2
Curva de reacción de la empresa 1
( A- C ) /2B
.
(A-c)/2B (A-c)/B 91
presa 1ya no obtendrá los mejores resultados si produce al nivel de monopolio. Más bien,
la empresa 1 maximizará sus utilidades si elige la cantidad 9, =
* ( A - ')
vez, esto significa que 9, =
3B
. Desde luego, la simeda indica que g, =
Dejamos al lector, como ejercicio de final de capítulo, la verificación de que este equili-
brio también satisface el criterio de Nash.
2(A - C)
La producción total es entonces Q* = Al sustituir esto en la función de de-
33
manda, el precio de equilibrio como = A - BQ =
Como la figura 9-2 deja claro, el modelo de duopolio de Cournot que presentamos
tiene un equilibrio único de Nash. Por 10 tanto, en términos de nuestra exposición pre-
via relacionada con la estrategia de solución de juegos, podemos resolver el juego de duo-
polio de Cournot simplemente enfocándonos en su equilibrio de Nash. Puesto que hay
sólo uno de estos equilibrios, éste debe ser el resultado del juego. dificil exagerar la
importancia de esta .aportación.
Para visualizar cabalmente el poder del concepto de Nash, reflexionemos brevemente
en el ambiente inicial de Cournot. 'I'adamos dos empresas, cada una de las cuales esto-
gia el volumen de producción como variable estratégica. Si, corno también se planteó,
cada una conoce tanto la Curva de demanda de la industria como el hecho de que cada una
tiene un idéntico costo marginal constante, <cómodebe actuar cada empresa? N~~~~~ex-
ploración de las reacciones O curvas de reacción que tomamos prestadas de cournot su-
giere un proceso secuencial, de prueba Y error, por el cual ambas empresas acnían y reac-
cionan hasta que alcanzan el equilibrio. Pero el poder del equilibrio de Nash es io que
hace innecesario un proceso iterativo. Recordemos los supuestos básicos de la teona de
juegos de que las empresas son racionales Y estratégicas. Al decidir sobre su propio nivel
de producción, la empresa 1 debe anticipar que la empresa 2 hará 10 que sea para m&-
mizar sus utilidades. La expectativa, por ejemplo, de la empresa 1 de que la empresa 2
producirá O y, por ende, que la empresa 1debe optar por la producción de monopo~~o, no
& ~ 9 '
bf @ g ~~ ~ y competencia
estáticos
s ~ de Coumot
sería racional porque la curva de reacción nos dice que O no es la reacuón de la empresa 2
a dicha ~ituación.Por 10 tanto, la empresa 1 nunca anticipana que la empresa 2 d e c i U a
producir 0. De manera similar, la empresa 1 nunca pr?decida queq, ;-
Aquí, tal predicción llevaría a una inconsistencia porque significana que una producción
3(A-C)
9
,=,.iedman (1977) incluye una breve exposiciónde estos temas. especialmente valiosa Para aquellas personas
de Cournot no fue
intereradas en lat,;stor,a del pensamiento e c o n ~ m iEl~ aUtOr
~ . observa que
con el padre del economista fkncks Walras Marshall, el
el de una oscuridad total, gracias a
conoc(a a fondo la obra de Cournot Y fue influido por esta,
economista ingler, al parecer
214 Parte Tres Teoría de juegos y mercados oligopólicos
igual a su costo marginal. Es decir, 120 - 209, - 40q,: = 20. Esta condición de maximi-
zación de utilidades implica que
120 - 20
A 20 -5 - 1 #un r \
9;= -40 - - 40
fc04,= 9,. S
\YODI
Ésta es, de hecho, la función de respuesta de Untel a cualquier nivel dado de pro-
ducción de Cvrox. En otras palabras, Untel sabe que su elección de la producción que
1 I'i!1 ,\ti 1 maxirnice sus ktilidades depende de lo que su rival; Cyrox, decida fabricar. Unte1 quiere 11
predecir lo que Cyrox va a hacer y luego ksponder en una forma que maximice sus utilida-
des. Desde luego, Untel sabe que Cyrox es también una maxirnizadora de utilidades,
así que Untel anticipa que Cyrox querrá fabricar 9: para satisfacer la condición
de maximización de utilidades de Cyrox. Por exactamente el mismo argumento
que acabamos de exponer, Untel sabe que la función de respuesta de Cyrox es
120 - 20 - - 20 . 5 1
qc = q, , o qc = - - - q,. Unte1 puede reconocer que la decisión
40 40 2 2
de producción de Cyrox depende de Untel. Untel sabe también que Cyrox sabe que Un-
te1 es maxirnizadora de utilidades, y que Cyrox anticipará que Untel decidirá fabricar un ni-
l /lk \ ve1 de producción q: que maxirnice sus utilidades. por lo tanto, Unte1 predice que 1
* 5- 1
Cyrox elegirá q, = - - - q:. Ai sustituir esta predicción en la curva de reacción de Untel,
2 2 r
3
1
1 7
r
3
, / -
1 1
- .
\ -
5
la ecuaaón (9.6)Ueva a Untel a producir qi = -
2
- -
2 4. = j - j I j : - i q u ) *S, - 3.
, /
1
Ahora pongámonos en los zapatos del equipo de administradores de Cyrox y repita-
mos el ejercicio. Como ambas empresas son idénticas, no hay razón para que Cyrox haga
algo diferente a Untel, así que podemos saltar rápidamente a la conclusión de que
* 5 5
Cyrox también fabricará 4, = -3 . Nótese que cuando Untel produce -
3 , la mejor res-
5 5
puesta de Cyrox es producir gc = - y de ~ ~ ~ a nsimilar
e r a cuando Cyrox produce -. la
3 3
,-
3
mejor respuesta de Untel es producir q: = -.
3
10
La producción agregada del mercado es Q* = -
3 (es decir, 3.333 millones de chips),
- 20 -
así que el precio de liquidación del mercado es P' = 120
Para cada empresa el margen del precio sobre el costo por unidad es de $33.33,
(31 = $53 33 por
que
cada compañía obtiene una utilidad de $5 3.33.
igual al costo marginal. De acuerdo con 10 anterior, el precio de liquidación del mercado
en el modelo de Cournot, P = ,es menor que el precio de monopolio,
pero es mayor que el precio competitivo, c, que es igual al costo marginal. Es decir, el mo-
delo de duopolio de Cournot tiene el resultado intuitivamente plausible de que la inter-
acción de dos empresas genera más producción de la industria a un precio más bajo, de
la que generaría en condiciones de monopolio, pero no tanta como la que generana en
competencia perfecta.
i-1
N
de modo que P = A - B x q i , donde q, es la producción de la iCsima
i-I
empresa. A su vez, esto significa que podemos expresar la curva de demanda de una sola
empresa, digamos la empresa 1, como P = ( A- B92 - Bq3 - . . . - Bql La expresión
entre paréntesis refleja el hecho de que para la empresa 1 este término está más aiiá de su
control y aparece simplemente como la intersección en la curva de demanda de la empre-
sa 1. Se a c o s m b r a emplear la notación Q, como método abreviado para expresar la suma
de la producción de toda la industria, excepto la de la empresa 1. Con esta notación,
podemos representar la curva de demanda de la empresa 1 en forma todavía más sencilla
corno P = A - BQ, - Bgl. Es claro que las utilidades de la empresa 1 dependen tanto de
El,el nivel sobre el que n o tiene ningún conuol, como de SU propio nivel de produc-
ción, g,, que es libre de decidir. Dado su costo Por unidad constante de c, las utilidades de
la empresa 1, W, se pueden expresar como n1(e-19,1) = (A - B e - , - Bgl )gl - 69,.
La maxjmización de requiere que la empresa 1 elija SU nivel de producción
en el punto en que el ingreso marginal se iguala con el costo marginal. Puesto que el in-
greso marginal dado por una curva Con la misma intersección, pero dos Veces la pen-
diente de la curva de demanda de la empresa 1, la condición para la ma~imiZaci6nde uti-
lidades de la empresa 1 es
(A - B e , ) - 2%;
Al despejar esta ecuación para g.;,obtenemos la curva de reacción o lo que ahora
llamaremos la función de mejor respuesta de la de
(A-c) - - Q-,
.
2B 2
p- TP.~S Teoiia de juegos y mercados ~ligopólic~s
Puesto que todas las empresas son idénticas, podemos emplear esta misma lógica Para
desarrollar la función de mejor respuesta de cualquier empresa. Con la misma notación
abreviada podemos usar Q para representar la producción total de la industria excluyen-
do la de la empresa i. Esto quiere decir que la función de demanda para la empresa i, to-
rnando la producción de las demás empresas como dada, es
P = ( A - BQ,) - Bq,.
MRi = ( A - B e 4 ) - 2Bqi.
En un equilibrio de Nash cada empresa i elige una mejor respuesta, qi, que refleja una
predicción correcta para las demás N - 1 empresas. La suma de todas las producciones,
excluida la de q*, se denota por Qeicuandocada elemento de esa suma es la decisión de me-
jor yespuesta de p~oducciónde cada empresa. La representación algebraica del equilibrio de
Nash es entonces
Recordemos, no obstante, que las Nempresas son idénticas. Cada una produce el mis-
mo bien al mismo costo marginal por unidad, c. De esto se deduce que, en equilibrio,
cada una obtendrá la misma produccibn, que es q; = q; = . . . = qk, o simplemente g*.
que Q*= ( N - l ) q ' , la cual significa que podemos expresar la ecuación (9.10) tam-
bién como
de la que se infiere que la producción de equilibrio para cada empresa, a la que nos refe-
rimos como la producción de equilibrio Cournot-Nasb, es
Hay N empresas, cada una produciendo q*, como 10 indica la ecuación (9.12). De aqd
podemos derivar tanto la producció-brio de la i n d ~ Cournot-~ash,
s ~ ~ Q* ,
N ~ ' ,como el precio de equilibrio de la industria Cournot-Nash, p* , A - BQ*, como
FIGURA
9-5
1 Caplhilo 9 . Juegos estáticos y competencia de Coumot 219
1 Es fácil comprobar que las producciones relativas de estas dos empresas están deterrni-
nadas por las magnitudes relativas de sus costos marginales. La emwresa con costos mar-
Regresemos ahora a nuestro ejemplo de Untel y Cyrox, las dos empresas que fabrican
chips para tostadoras de pan, pero ahora cambiemos un poco la historia. Aunque todavía
consideraremos que los chips de Untel son sustitutos perfectos de los de Cyrox y vicever-
sa, ya no supondremos que tienen costos idénticos. Más bien, ahora supondremos que
1 I/ Untel es la empresa de costos más bajos con mi costo unitario constante de $20, y Cy-
rox es el productor de costos altos, con un costo unitario constante de $40. La deman-
í da del mercado de chips todavía se estima en P = 120 - 2 0 3 donde Q e s la cantidad to-
1
I
tal (en millones) de chips adquiridos. ¿Qué sucede ahora cuando Untel y Cyrox eligen en
I forma independiente la cantidad de producción que fabricarán? <Quécantidad fabricará
Untel? ¿Qué cantidad fabricará Cyrox?
De nueva cuenta, nos ponemos en los zapatos del equipo de administradores de Untel
para ver el problema desde su perspectiva. La curva de demanda de Untel es todavía
P = 120 - 20qc - 20q1,, donde qc es la producción de Cyrox y qu es la producción de Un-
tel. El ingreso marginal de Untel es otra vez MR,, = 120 - 209, - 40q1,. Para maximizar
sus utilidades Untel debe vender un volumen de producción de q*l, tal que a ese volumen
el ingreso marginal sea idéntico al costo marginal. Es decir, 120 - 20qc- 4 0 ~ ;= 20 con lo
aue la condición Dara la maximización de utilidades implica que
La decisión de producción que maximiza las utilidades de Untel depende todavía del
nivel de producción que Cyrox, su rival de costos más altos, decida producir. De nueva
cuenta, Untel desea predecir lo que Cyrox hará y luego responder a ello en una forma
que maxirnice sus utilidades. Untel sabe que Cyrox con sus costos más altos intenta tam-
bién maximizar sus utííidades, por lo que anticipa que Cyrox deseará producir q:que es
el volumen aue maxirniza su utilidad. A causa de su costo más alto, la condición para
vez, la decisión de producción de Cyrox depende de Untel, y Untel lo sabe. Sucede tam-
bién que, como antes, Untel sabe que Cyrox sabe que Untel es maximizadora de utiii-
dades, por lo que sabe que Cyrox anticipará que Unte1 elegirá un nivel de producción
-
que maxirnice su utilidad, g i Todo esto significa que Untel predice que Cyrox elegirá
1
a* = 2 - R . S U S U esta ~ ~ nueva
~ predicción en la función de mejor respuesta de Untel,
Ahora nos ponemos en los zapatos de la gente de Cyrox y repetimos el ejercicio. Para
1 *
abreviar, sabemos que la mejor respuesta de Cyrox es = 2 - -2 q,, . Aún más, sabemos
que Cyrox predecirá que Untel va a producir una mejor respuesta que se basa en la pre-
dicción de que Cyrox producirá también una mejor respuesta. Es decir, Cyrox predice
T f
* -5 - -
l a* Al sustituir esfa predicción en la función de mejor res-
Aunque el análisis anterior se Limita a sólo dos compañías, de todos modos aporta ele-
mentos de juicio importantes. Uno de éstos es que en el modelo de Cournot, las empre-
sas con costos más altos tienen menor participación de mercado y menores utiMades. Esto
si&ca que una empresa cle Cournot se beneficia cuando aumentan los costos de sus ri-
vales,como en nuestro ejemplo anterior. Aún más, cuando los costos varían entre empre-
sas, la producción de equilibrio de Cournot, Q*, no sólo es demasiado baja (o sea,
menos que el nivel competitivo), también se produce con ineficiencia. Como sabemos, por ,
lo expuesto en el capítulo 4, la produc&ón eficiente entre dos o más empresas dismbui-
da la producción en forma tal que, en la configuración final, el costo marginal de cada
empresa sea el mismo. Éste sería el resultado, por ejemplo, si la industria comprendiera
un solo monopolista de plantas múltiples, maxirnizador de utilidades. Pero también se
en competencia perfecta. Sin embargo, como acabamos de ver, el equilibrio de
cournot-Nash no requiere que los costos marginales de las empresas se igualen.12Por lo
tanto, el equilibrio de Cournot entre empresas con diferentes costos no es eficiente.
CONCENTRACIÓN Y RENTABILIDAD
I.I
EN EL MODELO DE COURNOT
Tratemos ahora de combinar el caso de nmchas empresas con el supuesto de costos
idénticos. Es decir, revisemos la aplicación del modelo de Cournot a N empresas, cada
una con su costo marginal (constante), de modo que el Costo marginal de la empresa i es
c,. Un POCO de reflexión nos dice que podemos usar la condición de primer orden de la
ecuación (9.7) con el fin de identificar la condición de maximización de u a d a d e s para
cada empresa i simplemente sustituyendo ci por c en esta ecuación. ~~t~ nos da lo si-
A - BQ+ - 2Bq;- ci = 0,
A - B ( z + gi) - Bq,' - ci O,
12 Nuestro ejemplo supuso costos marginales constantes pero diferentes entre las empresas,Se podr(an obtr-
ner fftcilmente 10s mismos ekmentos de juicio para la presentaci6n m& general, en la que elcosto margina,
de la empresa i, ci, es una función general de su producci6n, en q,, como
e a ~ f m9' ~ @ ~ ~ & ¡ c oys competencia de Coumot
.!u@g~s
P* - ci = Bq,?.
~ u a n w Department
; ofJustice, / i a r ; ~ ~Mle g e r CuideI;nes (1g8*$ lgS4: l g g 2 ~Igg7),
http://w.urdoj,gov/arr/publiciguideline~/h~r~~-b00k~hm1 htrn''
En las industrias que cuentan con pocas compañías, la interacción estratégica es un he-
cho cotidiano. Cada empresa es, y debe estar, consciente del hecho de que sus decisiones
de precios y producción tendrán un efecto significativo sobre sus rivales. Cada compañía
deseará tomar en cuenta la respuesta anticipada de sus rivales al determinar su curso de
acción. Pensamos que es razonable creer que las anticipaciones o expectativas de la em-
presa son racionales.
La teoría de juegos es la moderna técnica formal para estudiar la interacción estratégi-
ca racional. Cada participante en, un juego tiene una serie de estrategias de donde esto-
ger. Una combinación estratégica es una serie de estrategias, una para cada jugador. cada
una de estas combinaciones estratégicas coniieva un desenlace específico o resultado final
para cada jugador. Un equilibrio de Nash es una combinación estratégica tal que cada
jugador maximiza su resultado dadas las estrategias elegidas por todos los demás jugadores.
En un equilibrio de Nash, ningún jugador tiene un incentivo para cambiar su conducta
en forma- unilateral.
En este capítuio presentamos el bien conocido modelo de competencia de Cournot. ES
un modelo de oiigopolio estático O de un solo periodo de mercado. Aunque este modelo
se formuló antes del planteamiento formal de la teoría de juegos, el resultado propuesto
por Cournot incorpora algunos principios básicos de la teoría de juegos. El equilibrio de
Cournot satisface también el criterio de Nash.
El modelo de Cournot resalta la importancia de que las empresas reconozcan y entien-
dan su interdependencia. El modelo tiene también la atractiva consecuencia inniitiva de
que el grado de alejamiento de 10s precios de competencia puede vincularse directamen-
te con la estructura de la indusuia, como lo mide el índice de Herfindahl. Sin embargo,
como se señaló antes en los capítulos 1y 3, la estructura de un mercado es endógena. Las
estrategias que generan utilidades por arriba de 10 normal para las empresas existentes in-
ducirán el ingreso de nuevas empresas. Al mismo tiempo, las empresas ya existentes en el
mercado pueden emprender acciones que impiden dicho ingreso. Necesitamos realizar
un análisis que nos permita examinar estos asuntos.
El modelo de Cournot estudiado en este capítulo hace que las empresas interactúen sólo
una vez. La realidad, desde luego, es que las empresas participan en interacciones estratégicas
en repetidas ocasiones. En este ambiente, cuestiones como el aprendizaje, el establecimien-
to de un presti@o y la obtención de credibilidad se convierten en algo importante. Volvere-
mos a considerar los efectos esuatégicos sobre la estrucnu-a del mercado y la naturaleza de las
interacciones estratégicas en el curso del tiempo en 10s capitdos 11 al 13.
1. Harrison y Tyler son dos estudiantes que se encontraron por casualidad el último día
de exámenes, antes del fin del semestre de primavera y el principio de verano. Mortu-
224 Parte T ~ B Teoría de juegos y mercados ~ligopblicos
c) Si ~ ~ bjugadores
o s u d i ~ a nesta mezcla de probabilidades, <cuáles la probabilidad
de que ambos mueran?
4. Usted es gerente de una pequeña empresa que fabrica artefactos. Sólo hay 2 empre-
sas, incluida la de usted, que producen estos artefactos. Aún más, su c o m p d a y su
competidora son idénticas. Usted produce el mismo bien y tiene los mismos costos de
producción descritos por la siguiente función de costo total: costo total = 1 500 + gq,
donde q es la producción de una empresa individual. El precio de liquidación del mer-
cado, al que usted puede vender sus artefactos al público, depende de cuántos arte-
factos decidan producir usted y su rival. Una compañía de investigación de mercados
ha determinado que la demanda del mercado de esos artefactos puede describirse co-
mo: P = 200 - 29, donde Q= q, + q,, y donde q, es su producción y q, es la de su
rival. La junta directiva le ha instruido para que escoja un nivel de producción que ma-
ximice las uulidades de la compañía. <Cuántosartefactos produciría su empresa para
alcanzar la meta de maximización de utilidades? Aún más, usted debe presentar su es-
trategia a la junta directiva y explicarle por qué la fabricación de esta cantidad de ar-
tefactos es la estrategia que maximiza las utilidades de la compañía.
5. Usted es gerente de una pequeña empresa que fabrica artefactos. Ahora, sin embargo,
hay 14 de estas empresas, incluida la de usted, en la industria. Cada empresa es idén-
tica, cada una fabrica el mismo producto y tiene los mismos costos de producción. Su
compañía, así como cada una de las otras, tiene la misma función de costos total, es
decir: costo total = 200 + 509, donde q es la producción de una empresa individual.
El precio al que usted puede vender sus artefactos está determinado por la demanda
1
del mercado, que se ha estimado como: P = 290 - - 3 Qdonde Q es la suma de todas
las empresas individuales en esta industria. Así, por ejemplo, si se fabrican 120 artefac-
tos en la industria, entonces el precio de liquidación del mercado será de 250, mien-
tras que si se fabrican 300 artefactos, entonces el precio de liquidación del mercado
será de 190. La junta directiva le ha dado instrucciones de elegir un nivel de produc-
ción que maximice las utilidades de la empresa. Usted tiene un incentivo para maxi-
mizar las porque su puesto y su sueldo dependen de las utilidades que ob-
tenga su compañia. Además, usted también debe ser capaz de presentar su estrategia
de maximización de utilidades a la junta directiva y explicarle por qué ese volumen de
producción maximiza las utilidades de la empresa.
6. La demanda inversa del mercado de papel para fax está dada por P = 400 - 2 Hay ~
dos empresas que fabrican este papel. Cada empresa tiene un costo por unidad de pro-
ducción igual a 40, y compiten en el mercado por Sus volÚmenes de producción. Es
decir, pueden elegir producir cualquier volumen, y toman esas decisiones al mismo
cournot,
ti^, 1897, ~ ~ ~into ~the Mathematical
~ ~ ~ Principle~h f qftbe
i neory of
Wealth.Traducido por N. T. Bacon. Nueva York: Macmillan'
Parte Tres Teoda de juegos y mercados oligopólicos
1 u:
111
El acceso y uso de conexiones de Internet de alta velocidad se está difundiendo con rapidez.
De acuerdo con la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC, por sus
siglas en inglés), en Estados Unidos este acceso creció a una tasa de más de 80 por ciento en
2001 y más de 150 por ciento en 2000. Hasta ahora, la mayor parte de este crecimiento se
ha observado en el servicio proporcionado por compañías de cable, como Comcast. A prin-
cipios de 2003 las compañías de cable tenían más del doble de suscriptores estadounidenses
que las compañías telefónicas, pero esto podría estar cambiando. A principios de la primave-
ra de 2003, dos grandes compañías telefónicas, Verizon y SBC, redujeron su precio de la
conexión de Internet de $50 al mes, a alrededor de $35 al mes. Esta tarifa Ilevó a que las com-
pañías de cable típicas también redujeran su precio, que llegó entonces a $45 al mes. No es
de sorprender que ambas compañías telefónicas captaran muchos nuevos suscriptores y se
acercaran a las compañías de cable que encabezaban este mercado en rápido crecimiento.
Los clientes de conexiones de Internet de alta velocidad con fi-ecuenciacompran su servi-
cio al proveedor que tiene el precio más bajo. Los proveedores indican el precio del servicio,
los clientes deciden a quién se lo compran, y luego se conecta la línea del cliente. En otras
palabras, la empresa no produce el servicio o producto hasta que el consumidor Ir> compra al
precio indicado por la empresa. Así es como funciona la competencia en muchos mercados,
entre los que se incluyen el de restaurantes, el de electricistas, el de compañías de mudanzas,
el de empresas consultoras y el de servicios financieros. Advierta, no obstante, que esto difiere
mucho de la forma en que funciona la competencia en el modelo de Cournot. En este
modelo, cada empresa fabrica en forma independiente un volumen dado de producción,
de tal suerte que la producción ocurre antes de que el consumidor haga una compra. Primero
se produce y después se ajusta el precio para que los consumidores adquieran la producción
total fabricada por las empresas. Esto es lo que significa la frase "el precio se ajusta de tal
modo que el mercado absorba la producción", y es tal vez una buena descripción de la forma
en que compiten las empresas que fabrican automóviles, aviones y otros productos.
En un mercado monopolizado no habría diferencia si la empresa estableciera inicialmente
un precio y luego produjera cualquier cantidad que 10s consumidores demandaran a ese pre-
cio, o decidiera primero producir y dejar que el precio se ajustara al nivel que fuera necesario
para absorber esa producción. Si el monopolista esti realmente tratando de maximizar sus
utilidades, la decisión óptima es elegir primero un precio, 10 que significa, vía la curva de
demanda, un nivel de producción que es precisamente la cantidad de producción que el mo-
nopolista escogería si niviera que decidir al principio cuánto producir. En un mercado mono-
polizado, independientemente de si la empresa c~nsiderael precio 0 considera la producción
como su principal de decisión, el resultado de equilibrio es el mismo.
Sin embargo, una vez que dejamos el mundo de 10s monopolios, la equivalencia de eses-
tegias de precio y producción desaparece. Como veremos, una vez que nos movemos hacia
un ambiente de oligopolio, importa mucho si las empresas compiten en términos de volumen
de producción, como lo hacen tal vez los fabricantes de aviones y otros competidores de tipo
Cournot, o en términos de precio, como 10s proveedores de Internet a alta velocidad. La
namraleza de la competencia es muy diferente. Para ente~lderestas diferencias comenzamos
poniendo de cabeza el modelo de Cournot ). observándolo corno un mercado en que las
empresas producen de nueva cuelita productos idénticos. pero ahora compiten estableciendo
los precios en lugar de los niveles de producció~i.Esto Se conoce como modelo de
Beruand. Sepiremos conservando el supuesto de competencia pero dejaremos que 10s pro-
ductos sean menos que sustinitos perfectos, es decir, que sean diferenciados. Como en el capi-
. '
1 Cuando las empresas escogen cantidades (como en el modelo de Cournot), lo mejor es trabajar con Ia curva
de demanda inversa y tratar al precio como la variable dependiente. Cuando las empresas escogen precios,
como en el analisis de Bertrand, por lo general es mejor que la cantidad sea la variable dependiente.
Capitulo l O Competencia en precios
1 92
i
l La demanda de la industria igual a a - bp2 es la misma que la demanda de la empresa 2 para todos 10s p,
1 menores que p . Si p, = p,, entonces las dos empresas comparten la demanda total en partes iguales. Para P,
> p,, la demanda de la empresa 2 cae a cero.
l
l
1
2 Esto es, desde luego, el mismo precio de monopolio que mostramos en el capkulo 8 para la versión de can-
tidad del modelo con el cambio de notación en que a = A/B, y b = 1/B.
Parte Tres Teoría de juegos y mercados oligopólicos
Por el contrario, ¿quépasa si la empresa 1fija un precio muy bajo, digamos un precio
por debajo de su costo unitario, c? Ésta, desde luego, sería una decisión rara. Sin embar-
go, si deseamos construir una función completa de mejor respuesta para la empresa 2,
debemos determinar su valor para todos los posibles valores p, que pueda asumir. Si p, <
c, la empresa 2 queda mejor si fija su precio en algún nivel por arriba de p,. Esto s i g d -
ca que la empresa 2 no venderá nada y que sus utilidades serán cero. Pero cualquier otra
opción Llevará a utilidades negativas. Pero si p2 es menor o igual que p,, la empresa 2 ven-
derá una cantidad positiva de producción. Puesto que tal precio estará por debajo de su
costo unitario, la empresa 2 perderá dinero con cada unidad que venda.
Dejemos aquí la mejor respuesta de la empresa 2 a las elecciones extremas de p,. ?Qué
pasa en el caso más probable de que la empresa 1establece su precio por debajo del costo
marginal, c, pero es igual o está por debajo del precio de monopolio puro, p?¿Cual sería
la respuesta óptima de la empresa 2 en estas circunstancias? La respuesta simple es que
debe establecer un precio que sea apenas un poco más bajo que p,. La explicación detrás
de esta estrategia se muestra en la figura 10-2, que muestra que la utilidad de la empresa 2,
a+c
dado un precio p,, satisface la relación 2 p, > c.
Utilidad de la
al mismo tiempo que incurre sólo en una baja pequeñísima en su margen de utilidad por
unidad vendida. Se trata de una concesión que bien vale la pena hacer, como deja en claro
la figura 10-2. A su vez, la consecuencia es que para cualquier pl tal que pV 2 pl > c, la
mejor respuesta de la empresa 2 es fijar p; = p, - E , donde É es una cantidad arbitraria-
mente pequeña.
El último caso que consideraremos es aquél en que la empresa 1fija su precio al costo,
de modo que p, = c. Es claro que la empresa 2 no tiene incentivo para reducir este valor de
pi. Hacerlo sólo le dejaría pérdidas. Más bien, ,la empresa 2 obtendrá mejores resultados
si p2 iguala a p, o es superior. Si el precio está por arriba de p,, la empresa 2 no venderá
nada y obtendrá cero utilidades. Si su precio es igual a p,, tendrá ventas positivas pero sal-
drá a mano en cada unidad vendida. Así que la empresa 2 ganará también cero utilidades
en este último caso. De modo que cuando p, = C, la mejor respuesta de la empresa 2 es
fijar p2 ya sea mayor o igual a p,.
La exposición anterior se puede resumir con la siguiente descripción de la mejor res-
puesta en precios de la empresa 2:
P; 2 Pi si c pl
=
8)
7 P2
3 Si los precios no se pueden fijar en forma continua, sino que estdn restringidos a cantidades enteras,
entonces hay dos equilibrios de Narh. Uno se halla en el punto en que ambas empresas fijan el precio igual a
su costo marginal, p, p2 = c. E! otro equilibrio se halla donde cada empresa fija un recio igual a $1 por
arriba del costo marginal, P, = P2 c + '
Verificación de la reaiiidd
competencia de Bemand procede del imerca- tan bajos como $499 por ojo, una ieduc-
do de cirugla ocular con rayos Iáser. Esta ción drástica de precios de 83 por ciento en
cirugfa se realiza utilizando un aparato espe- apenas seis años. Lo anterior refleja dos fac-
cial de rayos Iáser para remodelar la córnea, tores. Primero, a las dos empresas que fabri-
que actúa como una segunda lente para caban inicialmente las máquinas, Visx y
ayudar a enfocar la luz en la retina. La edad Summit Technologies (ahora propiedad de
y otros factores pueden cambiar la forma de Nestlé) se unieron otros fabricantes, entre
la córnea, de modo que el punto de enfoque otros, Bausch & Lomb, Lasik y Nidek. Cada
queda frente a la pared de la retina o detrás una de estas empresas ofrece un producto
de ella. Los aparatos de Iáser diseñados ori- casi idéntico a las cllnicas de cirugia ocular. El
ginalmente para grabar chips de compu- segundo factor es que las cllnicas de inme-
tadora pueden corregir este problema. Bajo la diato comenzaron a recortar los precios res-
dirección de un médico y su equipo, el Iáser pectivos. Prácticamente toda gran ciudad
rebana el globo del ojo de un paciente y tiene por lo menos dos de estas clfnicas. Al
modifica su curvatura para lograr el punto tener que enfrentarse a competidores que
focal apropiado. El procedimiento requiere ofrecen un servicio casi idéntico, es poco lo
unos 15 minutos por ojo. En 1997 esta cirugla que cada cllnica puede hacer para atraer clien-
tenla un precio promedio de casi $3 000 tela además de ofrecer precios más bajos.
- --
Fuente: M. Freudenhiem, "Turning Surgery lnto a Commodity: Laser Eye Centers Wage an All-Out Price War.",
The New York Times, 9 de diciembre de 2000.
empresa 1 fija este precio con la expectativa de que la empresa 2 hará 10 mismo, y si
la
ésta actúa precisamente de esa manera, ninguna tendrá incentivos para cambiar. Por 10
tanto, el resultado del juego de duopolio de Bertrand es que el precio de mercado i s a -
la el costo marginal. Esto es, por supuesto, exactamente 10 que ocurre en la competencia
perfecta. L a única diferencia es que aquí, en lugar de muchas empresas pequeñas, tene-
mos s610 dos grandes empresas.
es de sorprender que Bertrand advirtiera que se obtienen diferentes resultados
cuando se utiliza el precio en vez de la cantidad como variable estratégica. Lejos de ser
un cambio cosmético o menor, esta ~SpecificaciÓnaiterna tiene un efecto &ástico. De
modo que es útil explorar más de cerca la naturaleza y fuente de este poderoso efecto.
ciente para atender toda la demanda del mercado de 5 400. Sin embargo, cuando cada
uno fija precio de $10, el mercado se divide y cada parque atiende sólo a 2 700. N o
parece probable que cada uno construya una capacidad de 5 400 si va a atender sólo a 2 700
esquiadores en Sin embargo, a menos que cada uno haga eso precisamente,
hay poca presión para que los precios disminuyan hasta el costo marginal de $10.
en general, denotemos como @ la producción competitiva o la demanda total
el precio es igual al costo marginal, es decir, @ = a - bc. Si ninguna empresa
tienela capacidad para producir @ (ninguna podría satisfacer individualmente la deman- ,
da total del mercado generada por preaos competitivos), pero puede producir sólo una
,-anudad pequeña, entonces el resultado de Bertrand, con pl = p2 = c, no será el equi-
librio de Nash. La razón para esto debe saltar a la vista a partir de nuestro trabajo previo.
En el equilibrio de Nash, debe suceder que la decisión de cada empresa sea una mejor
respuesta a la estrategia seguida por la otra. Consideremos la solución original de
Beruand en que los precios elegidos son iguales al costo marginal, c, y la utilidad de cada
empresa es igual a cero. Como hemos impuesto ahora una restricción en la capacidad,
una empresa como la 2 puede contemplar aumentar su precio. Si la empresa 2 fija p2 por
arriba de su costo marginal y, por 10 tanto; arriba de p,, seguramente perdena algunos de sus
clientes. Pero no los perdería a todos. La empresa 1 no tiene la capacidad para atenderlos.
Algunos clientes se quedarían con la empresa 2. Pero la empresa 2 obtiene ahora alguna
utilidad de cada uno de estos consumidores (p, > c), 10 que sigm6ca que su utilidad total es
&ora positiva, en tanto que antes era cero. En consecuencia, es evidente que p, = c no es
una mejor respuesta a p, = c. De acuerdo con ello, la combinación de estrategias (p, = c, p2
= c) no puede ser un equilibrio de Nash si hay restricciones obligatorias a la capacidad.
Una vez que incorporamos las restricciones de capacidad en el análisis, el juego se con-
vierte en un juego de dos etapas. En la primera etapa las empresas determinan su capacidad.
En la segunda compiten en precios. El análisis formal de estos juegos puede ser compli-
cado. Sin embargo, como se señaló antes, no es probable que ninguna empresa adquiera
capacidad suficiente como para atender a todo el mercado cuando se asignan precios a
costo marginal. No obstante, de nueva cuenta, si ninguna adquiere esa gran capacidad
extra, entonces la solución de Bertrand de que cada uno fija un precio igual a su costo
marginal no puede ser un equilibrio de Nash. Regresaremos a este tema de la elección de
capacidad en el capítulo 12. Sin embargo, hay que señalar que el equilibrio en un mode-
lo de competencia de precios con restricciones de capacidad nos aleja del resultado efi-
ciente, y nos acerca al resultado del modelo de Cournot.5
Regresemos a la competencia de 10s parques de esquiar entre Pepall Ridge y Snow
Richarh, y hagamos también otro Supuesto especial. Supongamos que hay un precio tal
que el parque tiene demandas que rebasan SU capacidad máxima, de tal forma que los
esquiadores que está atendiendo son aquellos que están más ansiosos por su
deporte, es decir, aquellos que están más dispuestos a pagar 10 que se les cobre. Por ejem-
lo, a un precio de $50 en cada parque, la demanda total del mercado es de 3 000. va
mis allá de la capacidad total del mercado de 2 400 y, en consecuencia, cada parte tendrá
que racionar de alguna manera a su clientela, 0 sea, elegir a qué esquiadores va a atender
realmente. Nuestro supuesto, algunas veces lhmado supuesto del racionamiento eficiente,
es que lograrán esto siguiendo el criterio de atender a los consumidores de acuerdo con su
disposición a pagar. Por ejemplo, P e p d Ridge escogerá a los 1 000 posibles
con la mayor disposición a pagar. Si procedemos de esta forma, entonces podemos derivar
la curva de demanda residual que enfrenta Snow Richards a cualquier precio.
Un precio de interés particular es el de $60. Supongamos que ambos parques han
determinado que p, = p, = $60. A estos precios la demanda total es igual a 2 400, que es
apenas igual a la capacidad total de ambos parques. iEs éste un equilibrio de ~ ~ ~ h ?
Podemos responder esta pregunta utilizando la lógica anterior para determina la función
de demanda que enfi-enta Snow Richards cuando P e p d Ridge establece un precio igual
a $60. En nuestra hipótesis de racionamiento eficiente esto se muestra en la figura 10-3.
Es la curva de demanda original trasladada hacia la izquierda en 1 000 unidades, es decir,
es Q = 5 000 - 6 0 P o, en forma inversa, P = 83.333 - w 6 0 . También se muestra la
curva de ingreso marginal que enfi-enta Snow Richards cuando Pepali Ridge cobra un
precio de $60.
Advierta que siempre que hay cambios en los precios también cambia la demanda que
enfrenta Snow Richards, que está siempre limitada a atender a no más que su capacidad
de 1400. Desde esta perspectiva, repasemos de nuevo la situación en que Snow Richards
fija un precio apenas igual a los $60 que está cobrando P e p d Ridge. <Esésta una mejor
respuesta? Comprobaremos esto preguntándonos si Snow Richards tiene incentivos para
l modificar su precio. La respuesta es no. Reducir SU precio no llevará a atraer a ningún otro
l
consumidor, puesto que Snow Richards trabaja a toda SU capacidad. Pero aumentar el
1 precio tampoco es una opción atractiva. Esto reducirá su demanda por debajo de la capa-
l
cidad de 1 400. Puesto que el ingreso marginal excede el costo marginal, la pérdida de
consumidores también le hace perder utilidades. De acuerdo con esto, Snow Richards no
tiene incentivos para reducir ni para aumentar su precio de $60, suponiendo que P e p d
Ridge también está aplicando ese precio. Mediante una lógica similar podemos demos-
trar que P e p d Ridge no tiene incentivos para modificar SU precio de $60, dado que Snow
Richards está cobrando esa cantidad. Por 10 tanto, P, = p2 = $60 es el equilibrio de Nash
para este juego.
Como se antes, la lógica del ejemplo anterior es bastante general. Las empresas
que compiten en precios y venden productos idénticos rara vez escogerán aumentar su
capacidad para atender la demanda futura total del mercado a precios competitivos.
Como resultado, tanto la producción como la capacidad serán menores a las que existi-
rían en un nivel competitivo. A su vez, esto significa que 10s precios deben aumentarse a un
nivel a] cual la demanda iguale la capacidad total de la indusuia, Un nivel que está necesa-
namente por arriba del costo margiiial. Así, la propiedad de eficiencia de la solución de
Bervand puede desvuirse cuando las empresas están limitadas por su capacidad.
bssibis~aprlcliei 19.2
Supongamosahora que la demanda del mercado de esqiiiaraumenta a QD = 9 000 - 60P. Sin
embargo, a causa de las regulaciones ambientales, ninguno de 10s dos Parques puede
aumentar S u capacidad para atender esquiadores. ¿Cudl es el resultado de equilibrio
P a m ~~s Teopia de juegos y mercados oiigopólicos
de ~~~h en este caso? En otras palabras, ¿cuáles son 10s precios que maximizan las utili-
dadesfijados por Pepall Ridge y Snow Richards?
De nueva cuenta, vale repetir que la diferencia de ubicación que hemos introducido
sirve como metáfora para otras diferencias cualitativas. Así, en lugar de tener dos tiendas
geográficamente separadas, podríamos pensar en dos productos vendidos por dos empre-
sas diferentes, que se distinguen por alguna característica, como contenido de azúcar en
el caso de las bebidas, o un índice de eficiencia en el consumo de combustible y como-
didad de viaje en el caso de los automóviles. En cada caso, nuestra iínea unitaria repre-
sentan'a el espectro de productos diferenciados por esta característica, y cada consumidor
tendría una especificación de producto más preferido a lo largo de esta iínea. En el caso
de las bebidas, nuestras dos empresas podrían ser Pepsi y Coca-Cola. En el caso de los
automóviles nuestras dos empresas podrían ser Ford y GM.
Bertrand supuso que ambas empresas compiten por los clientes estableciendo precios
p, y p2, respectivamente. Se escogen ambos precios en forma simultánea. Como siempre,
buscamos m equilibrio de Nash como solución del juego. Un requisito para un equilibrio
es, en este caso, que ambas empresas tengan una participación de mercado positiva, siempre
y cuando ambos precios sean iguales o más altos que c. Si no se satisface esta condición,
significaría que por lo menos el precio de una compañía es tan alto que tendría una par-
ticipación cero en el mercado y, en consecuencia, cero utilidades. Puesto que en nuestro
caso ambas compañías tienen el mismo costo por unidad, c < V , una empresa podría obtener
siempre utilidades positivas si reduce su precio, por lo que una situación de participación
cero en el mercado no puede formar parte de un equilibrio de Nash.
Supondremos además que el resultado del equilibrio de Nash es un resultado en que
se atiende a todo el mercado. Esto es, supondremos que el resultado requiere una confi-
guración de mercado en que todos los consumidores compran el producto, ya sea de la
compañía 1 o de la 2.7 Esta hipótesis será verdad en tanto el precio de reserva de cada
consumidor, V, sea suficient.emente alto. Cuando V sea alto, las empresas tendrán un
incentivo para vender a todos los consumidores que puedan, porque una disposición a
pagar tan elevada significa que podrá cobrarle a cada cliente un precio suficientemente
alto como para que cada venta sea redituable.
Como vimos en el 7, una consecuencia importante de la hipótesis de que se
atiende a todo el mercado es que habrá algún consumidor, al cual íiarnaremos consumi-
dor e, al que le da 10 mismo comprarle a la compañi'a 1 O a la 2. Es decir, este
consumidor goza el mismo excedente en ambos casos. En forma algebraica, tenemos que
para el consumidor ?A
v - p, - tx" = v - pz - t(1 - Xm).
Se puede resolver la ecuación (10.6) para encontrar la dirección del consumidor margi-
nal, x'". Ésta es
(P, - P, + t)
xtn (pl, ~ 2 =)
2t
W p l , p2) = [1 - *(Pl, P J I N =
i
1 consumidor. Desde luego, podemos replicar este procedimiento para la empresa 2 .
Puesto que las compañías son simétricas, la función de mejor respuesta de cada una es la
imagen refleja de la de su rival. Por ende, la función de mejor resDuesta en el orecio de
la empresa 2 es
I
II
11 -
El equilibrio de Nash es un par de precios de mejor respuesta,. p:, p:, en Que P: es la
l . LI a A l
En la figura (10.5) se muestran las funciones de mejor respuesta de las dos empresas.
Tienen una pendiente hacia arriba. También se muestra la serie de precios de equilibrio
de Nash. En equilibrio, cada empresa fija el mismo precio que es igual al costo unitario
más una cantidad t, el costo de servicio por unidad de distancia en que incurre un con-
sumidor al adquirir un bien que se encuentra a cierta distancia de donde está el bien que
1
i prefiere. A esos precios, las empresas se dividen el mercado. El consumidor marginal
7
1
1
I está ubicado en la dirección x' = -. La utilidad obtenida por cada empresa es la misma
2
e igual a Nt/2.
1 Pnr ~
-A -,- siinnngamos
i ~ r n n --r---a.----
ln aue estamos considerando 10s dos salones ubicados a un
kilómetro de distancia entre sí en la c d e principal. Todos 10s posibles clientes viven a 10
largo de este trecho de la calle principal y están distribuidos de manera uniforme. Cada
+iicr - =-o-
ecrií A i r n ~ r r i t n1
r u r u uivru-v-u naear cuando mucho $50 por un corte de pelo a domicilio. Sin
-.-~bargo,si un cliente tiene que viajar para que le corten el pelo, incurre en un costo de
viaje de $5 por kilómetro. Cada uno de los salones puede hacer cortes a un costo por uni-
dad constante de $10, y cada una quiere fijar un precio por corte de pelo que m&ice
sus utilidades. Nuestro modelo predice que el precio de equilibrio de un corte de pelo en
esta población será de $15, que es más alto que el costo marginal de dicho corte.
111
FUNCIONESDE MEJOR RESPUESTA EN COMPETENCIA
DE PRECIOS CON SUSTITUTOS IMPERFECTOS
FIGURA
10-5
Parte Tres . Teoría de juegos y mercados oligopólicos
"
Después del reajuste general de 1977, bajo costo, como Southwest. Morrison y
Estados Unidos, la rentabilidad de las líneas Winston también concluyen que el efecto de
aéreas se ha deteriorado y se ha vuelto más estas guerras de precios sobre las utilidades
volátil en general. Una fuente importante de de la industria es importante. En promedio,
esta situación ha sido el surgimiento cons- estiman que la intensa competencia de pre-
1 tante de guerras de precios. Morrison y cios le cuesta a las líneas aéreas $300 millo-
Winston (1 996) definen estos conflictos nes en utilidades perdidas en cada uno de
como cualquier mercado de rutas de pares los primeros 16 años que siguieron al rea-
de ciudades en que la tarifa promedio baja juste. Esto representa más de 20 por ciento
en 20 por ciento o más en un solo trimestre. de su ingreso total neto en estos mismos
Con esta definición, ellos estiman que más años. Desde luego, en la medida en que esta
de 81 por ciento de las rutas de pares de ciu- pérdida de utilidades refleja simplemente el
dades cubiertas por líneas aéreas sufrieron movimiento hacia el resultado de Bertrand
estas guerras en el periodo de 1979 a 1995. de precios a costos marginales, se puede
En las guerras que así se identificaron, la considerar como una ganancia para los
tarifa promedio de hecho bajó en más de 37 consumidores y una mejora neta en la efi-
por ciento y algunas veces hasta 79 por cien- ciencia. Sin embargo, si juzgamos por los co-
to. Estas guerras parecen haber sido dispa- mentarios en la prensa, especialmente desde
radas por cambios inesperados en la el 11 de septiembre de 2001, los ejecutivos
demanda, y el ingreso de nuevas lineas en de las líneas aéreas se sienten bastante incó-
una ruta, especialmente Iíneas aéreas de r-nodos con estas ganancias.
Fuentes: 5. Morrison y C. Winston, "Causes and Consequences of Airline Fare Wars", Brooknp paperson E ~ ~ ~ ~ ~ ;
Actjvj~,Mjcroeconomiu, 1996, 1996,PP. 85-124; M. Maynard, "Yes, It Was a Dismal Year for Airline; Now for the Bad
N-", neN ~ Wyork Times, 16 de diciembre de 2002, p. C2.
Vale la pena observar dos puntos en relación con el análisis anterior. Primero observe-
mos el papel que desempeña el parámetro t. Es una medida del valor que cada collsumi-
dar asigna a la obtención de SU versión preferida del producto. Cuaiito mayor sea el valor
de t, más dispuesto estará a pagar un precio alto Para evitar "alejarse" de su lugar favori-
t0. ES decir, un valor alto de t indica que las empresas no necesitan preocuparse por fijar
un precio alto, porque 10s consumidores prefieren pagarlo antes que comprar una alter-
nativa de precio bajo que se ''aleje" de su estilo preferido. Asíycuando t es grande, se sus-
visa la competencia en precios entre las dos compañías. Entonces, Iin gran valor de t sig-
nifica que la diferenciación efectiva del producto disminuye en gran parte la intellsidad
de la competencia en precios.
Sin embargo, confirme baja t, 10s consumidores da11 menos valor a la obtención de
un estilo referido y se enfocan más en obtener el mejor precio. Esto intensifica la com-
petencia en precios. En el limite, cuando t = O, la diferenciación n o tiene valor para los
Tratan a todos 10s bienes como esencialmente idénticos. La competencia
en precios se hace intensa y, en el limite, obliga a establecer precios iguales al costo mar-
ginal, exactamente como en el inodelo original de Bertrand.
E] segundo punto que se debe destacar en relación con el análisis anterior se refiere a
la ubicación de las empresas. Supusimos simplemeiite que los dos salones se localizaban
Capitulo 1O Competencia en precios
1 '
i en cada extremo del pueblo. Sin embargo, como expusimos en el capítulo 7, la ubicación
l
o diseño del producto de la empresa también es objeto de elección. Por desgracia, dejar
l que las compañías en este modelo elijan tanto sus estrategias de precios como de ubica-
ción, complica demasiado el problema como para resolverlo aquí. Con todo, el concep-
t o intuitivo detrás de la indefinición nos deja una lección. Dos fuerzas opuestas dificultan
la elección combinada de precio y ubicación. Por una parte, las dos empresas desean evi-
tar ubicarse en el mismo punto, porque hacerlo elimina todas las diferencias entre los dos
productos. En este caso, la competencia en precios será tan intensa como en el modelo
original de Bertrand. Por otra parte, cada compañía tiene un incentivo para ubicarse cerca
del centro del pueblo. Esto permite que una empresa alcance un mercado tan grande
como le sea posible. La evaluación del equilibrio de estas dos fuerzas es lo que hace tan
dificil la determinación del equilibrio final."
--
11 Hay abundante literatura sobre este tema, en que el resultado depende kecuentemente de las formas fun-
cionales precisas adoptadas. Por ejemplo, véase Eaton (1976), DIAspremont, Cabszewicz y Thisse (1979);
Novshek ( 1 980) y Economides (1989).
.
parte T~~~ Teorla de juegos y mercados oligopblic~~
En la figura 10-6 se muestran tanto las funciones de mejor respuesta del modelo estándar
de duopolio de Cournot como las funciones de mejor respuesta del modelo de duopolio
de Beruand con productos diferenciados. De inmediato salta a la vista una característica
en el diagrama. Las funciones de mejor respuesta para el modelo de cantidades de
Cournot tienen una pendiente ne~ativa,la mejor respuesta de la empresa 1 a un incre-
mento en q2 es veducir q,. Pero las funciones de mejor respuesta en el modelo de precios
de Beruand tienen una pendiente positha. La mejor respuesta de la empresa 1a un incre-
mento en p2 es incrementar también p,.
hecho de que las funciones de mejor respuesta tengan una pendiente negativa o
positiva es muy importante. La pendiente revela mucho sobre la naturaleza de la compe-
tencia en el mercado de 10s productos. Para visualizar esto consideremos el efectode un
incremento en el costo unitario de la empresa 2, C,. Nuestro análisis del modelo de
Cournot indicó que el efecto de un incremento en c2 sería trasladar hacia dentro la curva
de mejor respuesta de la empresa 2. Como se indica en la figura 10-6, esto lleva a un
nuevo equilibrio de Nash en que la empresa 2 produce menos y la empresa 1 produce
más que lo que cada uno hacía antes de que subiera c,. En otras palabras, en el modelo
de cantidad de Cournot, la respuesta de la empresa 1 a la mala suerte de la empresa 2 es
una actitud bastante agresiva, en que aprovecha la oportunidad para ampliar su partici-
pacibn de mercado a expensas de la empresa 2.
Consideremos ahora el efecto de Un incremento en c2 en el contexto del modelo de
Bertrand de bienes diferenciados. El incremento en este caso traslada hacia fuera la fun-
ción de mejor respuesta de la empresa 2. Dado el incremento en su costo, la empresa 2
encuentra ahora que le conviene más establecer un p, más alto del que estableció antes
en respuesta a cualquier valor dado de p,. {Cómo responde la empresa 1) A diferencia
del caso de Cournot, la reacción de la empresa 1 no es agresiva. Por el conuano, la
empresa 1, al ver que la empresa 2 es ahora menos capaz de establecer un precio bajo,
Capítrafo 1O Competencia en precios 243
PN181E1188
1. Supongamos que tanto la empresa 1 como la empresa 2 fabrican el mismo producto y
enflentan una curva de demanda de mercado descrita por Q = 5 000 - 2 0 0 ~ La .
empresa 1 tiene un costo unitario de producción, c,, igual a 6 , mienuas que la empresa
2 tiene un costo más alto por unidad de producción, c,, igual a 10.
a) {Cuál es el resultado de equilibrio Bertrand-Nash?
b) ¿Cuáles son las utilidades de cada empresa?
c) ¿Este resultado es eficiente?
2. Supongamos que la demanda del mrcado de pelotas de golf se describe por Q = 90
-3p, donde Q se mide en kilos de pelotas. Hay dos empresas en el mercado. La
empresa 1 ~ u e d eproducir un kilo de pelotas a un costo por unidad constante de $15,
mientras que la empresa 2 tiene Un costo unitario constante igual a $10.
a) Supongamos que las empresas compiten en cantidades. ¿Cuántovende cada empre-
sa en un equilibrio de Cournot? ¿Cuál es el precio de mercado y cuáles son las ue-
lidades de las empresas?
b) Supongamos que las empresas compiten en precios. (Cuánto vende cada empresa
en un equilibrio de Bertrand? ¿Cuál es el precio de mercado y cuáles son las utili-
dades de las empresas?
¿surespuesta al inciso b cambiada si hubiera tres empresas, una con un costo uni-
tario = $20 y las otras dos con costos unitarios = $10) Explique su respuesta.
d) ¿surespuesta al inciso b sería diferente si las pelotas de golf de la empresa 1 h e r a n
verdes y tuvieran impresos muncios de Tiger Woods, y las de la empresa 2 h e -
ran sencillas y blancas? Explique SU respuesta.
En Villa Alegre todo mundo vive bien a 10 largo de la calle principal, que es de 10 kiló-
metros de largo. AUí viven 1 000 personas, distribuidas uniformemente a 10 largo de
esta calle, y cada día van a comprar un helado de frutas a una de las dos tiendas loca-
lizadas en los extremos de la calle principal. LOS clientes van en motoneta a las tielidas
y éstas utilizan $0.50 de gasolina por kilómetro. LOSclientes compran sus helados en
la tienda que les ofrece el precio más bajo, que es el precio de la tienda más los gastos
de transporte del cliente hacia ésta. Sami es dueño de la tienda en el extremo oeste y
Carlos de la tienda en el extremo este de la calle principal.
Capítulo 1 O . Competencia en precios
a) Si tanto Sami como Carlos cobran $1 por helado, icuánto venderá cada uno al día?
b) Si Sami cobra $ 3 por helado, ¿qué precio le periiiitirá a Carlos vender 250 helados
al día? 2500 helados al día? i750 helados al día? 21 000 helados al día?
C) Si Sami cobra p, y Carlos cobra p2, ¿cuál es la ubicación del cliente al que le da lo
mismo ir a comprarle a Sami que ir a comprarle a Carlos? i C u b t o s clientes irán a
la tienda de Carlos y cuántos a la de Saini? ?Cuáles son las funciones de demanda
de Sami y Carlos?
d) Vuelva a escribir la función de demanda de Sarni con p, en el lado izquierdo. ¿Cuál
es la función de ingreso marginal de Carlos?
e ) Supongamos que el costo marginal de un helado es constante e igual a $1 tanto
para Sami como para Carlos. Además, cada uno paga a Villa Alegre $250 diarios
por el derecho de vender helados. Encuentre los precios de equilibrio, las canti-
dades vendidas y las utilidades.
4. Regresemos a la calle principal de Villa Alegre. Supongamos ahora que a Sergio le gus-
taría abrir otra tienda a la mitad de la longitud de la calle principal. Imaginemos tam-
bién que está dispuesto a pagarle a ViUa Alegre $250 diarios por el derecho de vender
sus helados.
a) Si Sami y Carlos no cambian sus precios, <cuáles el mejor precio que debe cobrar
Sergio? ¿Cuántas utilidades ganará?
b) ¿Qué piensa usted qué pasará si Sergio abre otra tienda a la mitad de la longitud
de la calle principal? (Tendrán Sami y Carlos incentivos para cambiar sus precios?
¿Sus ubicaciones? ¿Tendría que salir uno, o ambos, del mercado?
5. Supongamos que hay dos empresas, la B y la N, que fabrican bienes complementarios,
digamos tuercas y tornillos. La curva de demanda de cada empresa se describe como
QB = - PB - PN y QN = - P N - PB.
En aras de una mayor sencillez, supongamos además que cada empresa tiene un costo
por unidad de producción constailte, c = 0-
a) Demuestre que las utilidades de cada empresa pueden expresarse como nB
= (pB)
(2- PB - pN)y nN= P A Z - pB -
b) Demuestre que el precio óptimo de cada compañia depende del precio fijado por
la owa, según se da por las funciones de respuesta óptima PB*=(2- P N ) / 2 y P i =
=) Grafique estas funciones. Muestre que 10s precios de equilibrio de Nash son PB =
Beruand, Joseph, 1883, "ReviewV,Journsl des SBvfints 68: 499-508. Reimpreso en una
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Parte Tres Teoría de juegos y mercados oligopólicos
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Airbus estuvo pensando durante años en la construcción de un avión que compitiera con el
747 de Boeing, el jet de gran tamaño de 416 asientos que ha disfrutado un monopolio desde
hace 30 años. Ahora parece que llegó el momento del nuevo avión. A fkes de 2004 &bus co-
menzó a vender el nuevo A380, un superjet de gran tamaño con 555 asientos que ha de com-
petir directamente con el 747 de Boeing. Airbus participa en el negocio desde 1970. claro
que tomar la decisión de seguir al líder en este segmento del mercado le llevó algún tiempo. y
aunque la producción del A380 está en camino, Boeing está planeando su programa de pro-
ducción para su probado y comprobado 747.
La interacción estratégica que acabamos de describir entre las decisiones de producción de
10s dos principales fabricantes de aviones comerciales del mundo es un proceso secuencial. pri-
mero, Boeing emprende una acción. Luego, después de que esa acción se ha tomado y ob-
servado, Airbus hace su movimiento. Después toca el turno de responder a Boeing, y así su-
cesivamente. Esto difiere mucho de los juegos estáticos o simultáneos que estudiamos en los
dos capítulos anteriores. Los juegos en que los jugadores eligen sus acciones en forma secuen-
cid se llaman juegos dinámicos, y éstos son el punto de atención en este capítulo. En gene-
ral, estos juegos tienen muchas rondas o etapas. Aquí nos concentraremos principalmente en
juegos de sólo dos etapas y, por conveniencia, de sólo dos empresas. Así, una empresa jugará
la primera ronda, como primer jugador, y la otra empresa jugará la segunda ronda, como se-
La Literatura de negocios está repleta de relatos que narran las ventajas que adquiere el que
se mueve primero, y frecuentemente ofiecen consejo sobre la forma en que las empresas pueden
establecer una posición de liderazgo al moverse primero.' Un ejemplo clásico de ésto se puede
encontrar en la industria de las sopas enlatadas. A fines del siglo xrx, Campbell fue la
ra empresa que llegó al mercado de sopas preparadas en Estados Unidos. Después, a princi-
pios del siglo xx,Heinz fue la primera empresa que ingresó al mercado inglés. Campbell trató
de ingresar a ese mercado después de Heinz, y con el tiempo Heinz también ingresó al mer-
cado estadounidense. Sin embargo, el que domina en cada mercado es el pnmer jugador.
CampbeU tiene aproximadamente 63 por ciento del mercado estadounidense y s61o nueve por
ciento del mercado inglés, en tanto que Heinz tiene una participación de 4 1 por ciento en el
mercado inglés y una participación relativamente menor en el mercado estadounidense.2
La observación de que el ingreso temprano al mercado confiere algunas Veces importantes
en relación con los que ingresan después, genera otra posibilidad de gran importan-
cia para los economistas dedicados a la organización illdusuial. Esta es que las ventajas del que
ingresa primero pofian ser tan grandes que impedidan la ennada posterior de cualquier otra
empresa. Recuerde que el momento del ingreso es una Parte clave de la historia de éxito en
el mercado como mecanismo de distribución. El ingreso es el mecanismo de vigilancia que
asegura que un mercado regresará a 10s precios a costo marginal, siempre que una industria
est.á utilidades económicas Si el ingeso no ocurre, entonces el mer-
cado puede no estar funcionando muy bien. En 10s siguientes dos capímlos exploraremos en
forma detallada la interacción esaatégica entre una empresa que ya existe en mercado, y
oua empresa que puede envar o que está ingresando. De meva cuenta, éste es un asunto im-
cional de la empresa 2 a la decisión de optar por q,. En otras palabras, la empresa 1 waba-
jará la función de mejor respuesta de la empresa 2 para cada valor de ql y luego escogerá la
opción de q,, la cual, dada la función de mejor respuesta de la empresa 2 a ese nivel de pro-
ducción, dé como resultado la maximización de las utilidades de la empresa 1.
Podemos despejar para la función de mejor respuesta de la compañía 2, q; exactamente
como lo hicimos en el modelo de Cournot en el capítulo 9. Para cualquier opción de q,,
la empresa 2 enfrenta las curvas siguientes de ingresos marginales y demanda inversa
P = (A - Bq,) - Bq,
MR, = ( A - Bq,) - 2Bq2.
Fijar el ingreso marginal igual al costo marginal brinda la mejor respuesta de la com-
pañía 2, q& como la solución a su condición de primer orden
A - Bq, - 2Bq,' = C,
de la que obtenemos
P = A - Bq2*(ql)- Bq, =
corno
efecto de esta decisión, ]a empresa 2 elige su mejor respuesta 'Om0 se da en la
ecuación (11.3), por lo que llegamos a
Parte Tres Teoda de juegos y mercados oligopólicos
Juntas, las ecuaciones (11.6) y (11.7) dan como resultado los niveles de producción
de cada compañía en el equilibrio de Nash-Stackelberg. Advierta que la producción del
líder es exactamente igual al nivel de producción elegido por un monopolista que asigna
precios uniformes. Éste es un rasgo bien-,conocido del modelo de Stackelberg cuando la
demanda y costos son lineales.
Si sumamos estas dos producciones, obtenemos la producción total de la industria mostrada
3(A- c )
en las ecuaciones (11.6) y (11.7). Esta suma es =
4B
. Podemos comparar esto con
la producción anterior de la industria en el equilibrio de Cournot-Nash, donde
2 ( A - ') . Es claro que el modelo de Stackelberg genera una mayor producción de
ec =
3B
la industria. En consecuencia, el precio de equilibrio es más bajo en el análisis de Stackel-
berg que en el análisis de Cournot. Ambos resultados se ilustran en la figura 11-1.
FIGURA
114
que el análisis de Cournot se realiza sobre acciones simultáneas, cada empresa puede
mediante Un ndkilisis 10 más racional posible ]a decisión del nivel de producción
de su rival- Es paradójico que la compañía 2 alcance peores resultados cuando cuenta con
información completa de la decisión de la compañia 1 (el caso de Stackelberg), que cuan-
do dispone de información menos que perfecta (el caso de Cournot). Esto es porque
decir que la información es concreta, equivale a decir que la elección de la empresa 1 (en
el momento en que la observa la empresa 2) es irreversible. En el modelo de Stackel-
berg, para el momento que actúa la compañía 2, la empresa 1 ya está plenamente
respuesta a la decisión q2 = -
( A- '), por lo que la empresa 2 no anticiparía que la empresa 1
4B
fabricaría esa cantidad. En contraste, en el modelo de Stackelberg no derivamos la decisión
de la empresa 1 como q2 = -
( A - '). En su lugar derivamos la decisión de la producción de
4B
la empresa 1 que maximiza utilidades cuando la regla de decisión de la empresa 2 es
escoger su mejor valor de q2, condicionado a la elección de producción de la compa-
ñía 1. Es este hecho, que refleja la hipótesis subyacente de movimientos secuenciales, 10
que distingue el enfoque de Stackelberg.
La modificación de Stackelberg al modelo básico de Cournot es, como se señaló, has-
tante importante. Es una forma útil de captar la característica de que a menudo una em-
presa tiene una posición dominante o de liderazgo en el mercado. El modelo de Stackel-
berg revela que moverse primero puede tener ventajas y puede, en consecuencia, ser un
elemento fundamental de la interacción estratégica.
juego de precios simultáneos que vimos en el capitulo anterior. ¡De nueva cuenta 10s
precios caen al costo marginal!
Para entender esto con Jaridad, volvamos a trabajar el modelo de establecimiento de
cantidades de Stackelberg, en el que cada empresa elige el precio que fijará. Otra vez, la
empresa 1 será la líder y establecerá primero su precio; la empresa 2 será la seguidora y
establecerá su precio en segundo lugar. En todos los demás sentidos, el modelo y los SU-
puestos son los mismos que antes. Cada empresa produce un bien idéntico al mismo cos-
to marginal y, en este caso, el costo unitario c, y los consumidores comprarán el bien de
la empresa de menor precio. Si fijan los mismos precios, entonces cada empresa atende-
rá a la mitad del mercado.
Al determinar su precio, la empresa 1 debe anticipar la mejor respuesta de la empresa 2.
ES evidente que la empresa 2 tendrá un incentivo para reducir ligeramente el precio de la
empresa 1, cuando esta última establece un precio más alto que el costo unitario c. En este
caso, la empresa 2 atenderá a todo el mercado y ganará todas las utilidades que se podrían
generar. Por oua parte, si la empresa 1establece un precio menor al costo unitario c, la em-
presa 2 no se ajustará ni reducirá el precio de la empresa 1 porque no le interesará hacer
ninguna venta si pierde dinero en cada unidad vendida. Por úitimo, si la empresa 1 fija un
precio igual al costo unitario c, la mejor respuesta de la empresa 2 es ajustarse a él. La con-
ducta anticipada de la empresa 2 en la etapa 2 pone a la empresa 1 en aprietos. Se reducirá
cualquier precio que sea mayor al costo marginal c, y no tiene sentido fijar un precio
menor a este costo. Lo mejor que la empresa 1puede hacer es fijar un precio igual al costo
unitario c. La mejor respuesta de la empresa 2 es ajustarse a este precio.
Sin embargo, las respuestas son muy diferentes si las empresas no están vendiendo pro-
ductos idénticos. En este caso, no todos 10s consumidores comprarán de la empresa que les
ofrezca los precios más bajos. Como vimos en el capítulo 10, la diferenciación del producto
cambia en buena medida el resultado de la competencia en precios.
De hecho, para ilustrar la naturaleza de la competencia en precios con productos dife-
renciados, recordemos el modelo espacial de diferenciación del producto que desarrolla-
mos antes. La situación es la siguiente. Hay una variedad de productos en un especvo de
longitud unitaria, a lo largo del cual 10s clientes se distribuyen de manera uniforme. Dos
empresas abastecen este mercado. Una de ellas tiene la dirección x = O, mientras que la
otra tiene la dirección x = 1.No obstante, cada una de las empresas sigue teniendo el mismo
costo unitario constante de producción, c.
Cada punto de la línea se asocia con un valor de x y mide la ubicación de ese punto
en relación con los dos productos que se comercializan. U n consumidor cuyo estilo o
ubicación preferida es x', se llama consumidor x'. En otras palabras, los consumidores di-
fieren respecto de cuál bien consideran que es el mejor. Sin embargo, los consumidores
tienen el mismo precio de demanda de reserva, V > C, por el bien que prefieren Cada
consumidor adquirirá también cuando más una unidad del producto. Si los consumi-
dores compraran un bien localizado "lejos" de SU ubicación preferida, incurrirían en un
costo. En articular, el consumidor x' incurre en el Costo tx' si compra el bien 1 (ubica-
do en x = O), y en el costo (1 - x') si compra el bien 2 (ubicado en = 1).
ir(' I Ambas empresas compiten por la clientela estableciendo precios p, y p2, respectiva-
' I ! .( mente. Sin embargo, a diferencia del modelo simple de Beruand, ahora sucede que la
111 empresa 1 establece primero su precio, p,, y que la empresa 2 sigue estableciendo p2. Para
! \ 1 encontrar la demanda de las empresas a 10s precios p,, p2, supondremos que en cual-
,
'1;
11
; quier resultado de mercado se atiende todo el mercado. Esto significa que habrá algunos
consumidores a los que llamaremos consumidores marginales, fl,a los que les da lo
mo comprarle a la empresa 1 o a la empresa 2. Esto significa que el consumidor xm
&tiene el mismo excedente del consumidor de cualquiera de ambos productos, por lo
que satisface
Capftulo 11 Los juegos dináirnicos y el primero y segundo jugadores 253
A partir de la ecuación 11.S encontramos que la dirección del consumidor mareinal. x". es
(P2 - P, t ) ,
(11.a 0 )
+
D'(P,, P,) = x'"(P1, P,)N =
2t
En forma similar, la función de demanda de la empresa 2 es
(Pl - P2 + t,
N.
I 7+
11: Si la emDresa 1 es racional, entenderá que la ecuación (11.12) describe lo que la em-
- - - - - - - .- - . - - .- - -
fija primero un precio, p,, entonces la empresa 2 establecerá un precio P,' (P,) Y luego la
empresa 1 enfrentará
(P;(P~) - Pi 4 = c + 3 t - p , N. +
Como resultado, la empresa 2 elige su mejor respuesta según está dada por la ecuación
(11.12), que nos conduce a
bsprecios que rnaumizan las utilidades en las ecuaciones ( 11.15) y ( 11.16) para el
juego de precios secuenciales difieren en aspectos importantes de LOS precios que encon-
tramos para el juego de precios simultáneos de la sección 10.3 del capítulo anterior. Una
diferencia es que los precios ahora son más altos en general. En el juego de precios simul-
táneos ambas empresas fijan los mismos p~eciosp; = p'= c + t, mientras que en el juego
secuencid la empresa 1 fija un precio en la etapa 1 que es mayor que c + t, y la empresa
2 estableciendo un precio ligeramente menor, pero todavía mayor que c + t.
Una segunda diferencia es que ambas empresas se apoderan de partes del mercado de di-
ferente rnagninid y ganan diferentes utiiidades en el juego de precios secuenciales. En el
juego de fijación de precios simultáneos, cada empresa atendía una mitad del mercado y
Nt
ganaba la misma utilidad igual a -.2 En el juego secuencial, por otra parte, la empresa 1
, mientras que la empresa
Empresa 1 Empresa 2
pi = c + 3 t / 2 P2 = c + 5t/4
Por Último, vaie señalar que a diferencia del resultado del juego de Stackelberg, el juego
de precios secuenciales que acabamos de describir representa una clara ventaja para el
jugador que Se mueve en segundo lugar. La empresa 2 se aprovecha y obtiene una
mayor participación de n~ercadoY utilidades más altas que la empresa 1 . Ambas están
mejor qUe en el juego simultáneo, pero la empresa 2, la segunda jugadora, tiene resultados
particularmente buenos.
a) Suponga que el salón del extremo este fija primero su precio por corte de pelo, y luego
lo hace el salón del extremo oeste. ¿Qué precio fijará cada salón? ¿Cuántos clientes
atenderá cada salón? ¿A cuánto ascenderán las utilidades?
b) Compare estos precios con los que encontró cuando ambos salones establecian sus pre-
cios al mismo tiempo (véase la página 240 del capitulo 10). Explique por qu6 los
precios cambiaron en la forma en que lo hicieron.
En general, las empresas parecen tener mejores resultados cuando compiten en secuen-
cias de precios, que cuando compiten en secuencias de producción. El precio es
mayor y ambas empresas obtienen mayores uulidades cuando la competencia en precios
es secuencial y no simultánea. En contraste, el precio de la industria disminuye y sólo una em-
presa obtiene una mayor utilidad cuando la competencia en volúmenes de producción se
vuelve secuencial en lugar de simultánea. Esto se relaciona con otra diferencia. Mientras que
en el juego de cantidades es el primer jugador el que tiene una ventaja clara, en el juego de
precios es la empresa que se mueve después la que obtiene mejores resultados.
El hecho de que una empresa tenga una ventaja sobre la otra en la versión secuencia1
del juego, ya sea de cantidades o de precios, tiene su origen principalmente en el hecho de
que hemos tomado e1 movimiento inicial del primer jugador como dado e irrevocable para
el momento en que se mueve el segundo jugador. Esto puede tener algún sentido en el
juego de producción si el primer jugador ha completado realmente su producción, e in-
currido en los costos correspondientes, antes de que la empresa 2 decida a su vez cuál va
a ser su nivel de producción. No obstante, en el juego de precios esto parece menos plau-
sible. En lugar de aceptar una utilidad de segundo mejor, ¿qué podría evitar que la empre-
sa 1 hiciera un movimiento adicional y tratara de reducir el precio de la empresa 2 Sin
embargo, si es posible que cuando el mercado se abra la empresa 1 reduzca todavía más el
precio de la empresa 2 , entonces también es claro que la empresa 2 anticipará la reduccibn
de precio de la empresa 1 y reducirá su propio precio todavía más. Pero si la empresa 1
anticipa esa conducta, deseará reducir aún más su precio. En resumen, este razonamiento
nos devuelve al juego de establecimiento simultáneo de precios. En otras palabras, el as-
pecto secuencial del juego de precios requiere que la empresa 1 no pueda modificar su pre-
cio después de que lo establece. Más bien, la empresa 1 debe quedar comprometida con
ese precio. A su vez, esto plantea la cuestión de cbmo es que la empresa 1 puede compro-
meterse con el precio inicial que fija, en una forma que sea c~eibiepara la empresa 2.
El asunto de contraer un compromiso creíble también es fundamental en el juego de
establecimiento de cantidades de producción de Stackelberg. Como se señaló, si el primer
jugador incurre realmente en el costo y produce ese volumen de producción antes de que
el seguidor se mueva, entonces su decisión de producción es irreversible y se resuelve el
asunto de la credibilidad. No obstante, las palabras se las lleva el viento. Si el líder anun-
cia simplemente su intención de tener una producción de monopolio, el seguidor tendrá
buenas razones para dudar de esta amenaza, puesto que esa producción no es una mejor
respuesta para la producción de la empresa 2 que esta decisión ~ r o v o c d a -
. . - - - - ~
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~
1. . ,-
Ven.taj$ &l pnm. j ga. . -
, o" , ,
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M& ,y .m&,$pl'eP5
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1
Cuando una empresa ofkece un nuevo bien tiempo c6mo aprender ai usar de manera co-
o servicio, es probable que sus consumido- rrecta ese bien, 0 a usarlo en una forma que
res estén conscientes de que tal oferta permita el pleno aprovechamiento de todas
puede no funcionar de un modo tan apro- las caracteristicas de tal producto o servicio.
piado. En particular, puede requerir algún Pensemos, por ejemplo, en bienes y servicios
Parte Tres Teoría de juegos y mercados oligopólicos
como las computadoras personales, los puede aumentar sus precios Y todavía con-
auxiliaresdigitales personales, los teléfonos servar un gran número de consumidores,
celulares, los reproductores de DVD y las porque éstos no han aprendido a trabajar
en linea. Se necesita cierta experien- con el sustituto imperfecto de la empresa 2.
para usar una Palm Pilot o una compu- En otras palabras, el primer jugador puede
tadora Apple, o para comprar un producto no sólo dominar una gran parte del merca-
'
en e- ay, antes de que uno pueda realmen- do, sino que podemos ver, de hecho, que
t e sacarle el máximo provecho a estos bienes aumenta su precio al mismo tiempo que sur-
o Gabszewicz, Pepall y Thisse ge una nueva competencia, exactamente lo
(1992) aprovechan esta idea para demos- opuesto de lo que el análisis simple de li-
trar cómo puede obtener una ventaja de pri- bro de texto a menudo plantea.
rner jugador la primera empresa que vende Se pueden encontrar evidencias de la ven-
un nuevo producto. Imaginemos, entonces, un taja del primer jugador sugerida por Gabs-
modelo simple de dos etapas. La empresa 1 zewicz, Pepall y Thisse en el mercado de la
introduce su versión del nuevo producto y televisión estadounidense. Aqui, el nuevo
una empresa rival entra a continuación con producto inicial era la televisión por cable,
su propia versión diferenciada del mismo que se ha extendido con tanta rapidez que
Gabszewicz, Pepall y Thisse sos- ahora 70 por ciento de los hogares estadou-
tienen que aquellos clientes que compraron nidenses recibe el servicio. La ley de teleco-
el producto de la empresa 1 en la etapa 1 municaciones de 1996 liberó esencialmente
sabrán cómo funciona, pero no sabrán cómo la industria de televisión por cable, con la
funciona el nuevo producto de la empresa esperanza de que nuevas empresas, en par-
2. Como resultado, tenderán a preferir el ticular las compañías telefónicas, compitie-
bien de la empresa 1 incluso si la empresa 2 ran con las franquicias locales de cable. Sin
vende el suyo a un precio más bajo. embargo, la competencia de proveedores al-
De hecho, Gabszewicz, Pepall y Thisse ternos de cable continúa siendo débil en to-
demuestran que las consecuencias de su dos sentidos. Más bien, ha surgido un gran
análisis para la asignación de precios pueden competidor de la difusión por cable, la tele-
ser bastante innovadoras. Supongamos que visión de transmisión directa por sat61ite
cuando la empresa 1 introduce su producto (DBS, por sus siglas en ingles), que los con-
en la etapa 1, ya anticipa que la empresa sumidores reciben a través de una antena
2 habrá de ingresar después. Entonces la parabólica. Los análisis de libro de texto su-
empresa 1 tendrzí un incentivo para estable- gerirían que esta competencia llevaría a que
cer un precio muy bajo en la etapa 1, que l e los precios del servicio de cable disminuyeran.
~ermitiráinducir a muchos consumidores a Sin embargo, Coolsbeey Petrin (2003) con-
que compren y adquieran experiencia con cluyen que, por el contrario, lapenetración
su ~ r o d u c t oantes de que ingrese la empresa del mercado por DBS ha Ilwado, en promedio,
2 . Esto creará un gran grupo de consumido- a un incremento en el costo anual del
res cautivos para la empresa 1 que estarán cio de cable aproximadamente de $34.68.
dispuestos a pagar un mayor precio por La habilidad de las empresas de televisión
SU producto en la etapa 2, cuando ellos ya por cable para aumentar sus precios a pesar
saben cómo funciona ese producto. Así, del arribo de nuevos rivales, puede reflejar
cuando la empresa 2 ingrese finalmente al precisamente la ventaja del primerjugador
mercado, de todos modos la empresa 1 señalada por Gabszewjcz,Pepall y ~ h i s s e .
Fuen*. J. ~abszewiu,L. pepa11y)-F. Thisse, "Sequential E n t v with Brand Loyalo/ Caused by Consumer Learning-By-
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h ~
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El resultado final es que, aunque 10s juegos dinámicos lleguen a resultados que son di-
ferentes a los que se alcanzan cuando el juego es sim~iltáneo,estos resultados dependen
fundamentalmente de la credibilidad de las estrategias seguidas por las empresas. Aún
más, puesto que la credibilidad es tan importante, es de esperar que las empresas que par-
Capitulo 11 Los juegos dináimicos y el primero y segundo jugadores
ticipan en estos juegos también distingan entre estrategias creíbles y no creíbles. Así, ne-
cesitamos entender lo que hace creíbles las estrategias en los juegos dinámicos. Debemos
investigar los juegos dinámicos y las formas de resolverlos. ,
(I
subyacentes en 10 que observamos. Esto es 10 que queremos resaltar cuando decimos que
/1 necesitamos definir un equilibrio de Nash, no en términos de las acciones de las empre-
sas, sino en términos de sus estrategias.
Como acabamos de ver, parece que hay dos equilibrios de Nash en este juego. obs-
tante, hay algo preocupante acerca de Uno de estos equilibrios, es deck el equilibfio de
Nash (quedarse fuera, luchar). Es cierto que si Microhard se ha comprometido plena-
mente con la estrategia de lucha, entonces la mejor estrategia de NeuYel es quedarse fue-
Capítulo 1l . Los juegos dinámicos y el primero y segundo jugadores
ra. Pero Newvel podría cuestionar si este compromiso es posible en la realidad. Al adop-
tar la estrategia de luchar, Microhard esencialmente le está diciendo a Newvel, "voy a
mantener un precio alto mientras tú te quedes fuera, pero si tú ingresas a mi mercado,
reduciré mis precios y te voy a destruir". El problema es que esta amenaza sufie un serio
problema de credibilidad. Ya sabemos que una vez que Newvel ha ingresado al mercado,
la acción de luchar no es algo que le convenga a Microhard. Le conviene mucho más aco-
modarse al ingreso. En consecuencia, Microhard no tiene un incentivo para cumplir su
amenaza. Por consiguiente, ¿por qué Newvel debe creer, en primer lugar, que esa decla-
ración es realmente una amenaza?
Lo que acabamos de descubrir es que ninguna estrategia de equilibrio de Nash basa-
da en amenazas no creíbles, es muy satisfactoria. Esto significa que necesitamos reforzar
nuestra definición de equilibrio de Nash para descartar tales combinaciones estratégicas.
Aquí es donde adquiere importancia la idea de perfección del subjuego, o equilibrio de
Nash de un subjuego perfecto.
Si Microhard comienza el juego con la adopción de una estrategia que incluye la ame-
naza de lucha, entonces será óptimo luchar en caso de que Microhard llegue al punto en
que Newvel ingresa al juego. Sin embargo, esto no sucede cuando se trata de la estrate-
gia depredatoria de lucha. Por consiguiente, no es un subjuego perfecto.
Se dice que un equilibrio de Nash es perfecto si, dadas todas las demás cosas que
pudieran suceder antes de que llegue el momento de que un jugador cumpla su pro-
mesa o amenaza, hacer lo que se dijo que se haría, es todavía la decisión óptima. En
otras palabras, si se formula en un periodo dado cualesquiera promesas o amenazas,
cumplirlas es todavía parte de un equilibrio de Nash más adelante, si surge la ocasión
de cumplirlas.
La razón por la que originalmente encontramos dos equilibrios de Nash en el juego es
que pasamos por alto la idea de perfección del subjuego. En particular, esto es fácil cuan-
do, como aquí, todo lo que uno ve es la matriz de pagos, porque esa matriz no aclara que
el juego es dinámico y que tiene una secuencia particular de movimientos. Las estrategias
que emplean amenazas de acciones futuras, dependen del tiempo de los movimientos, y
éste se pierde en la representación matricial del juego. Es por esta razón que el análisis de
los juegos dinámicos a menudo se apoya en una extensión o una representación de árbol
del juego.
La forma extensa de un juego comprende puntos, líneas y vectores de pagos. Los pun-
tos se llaman nodos e indican dónde estamos en el juego. Estos puntos son designados
por la empresa que hace el movimiento en esa posición, N d e Newvel y M de Microhard,
en nuestro caso. Las líneas que se dibujan a partir de un nodo representan la gama de
acciones disponibles para el jugador en ese nodo. Cada línea apunta, ya sea a otro nodo,
donde una acción posterior tiene lugar, o a un vector de pagos (se muestra primero el
pago de Newvel), que significa que esta acción particular ha concluido el juego. Por
último, en cualquier nodo se supone que los jugadores están perfectamente informados del
curso del juego que ha llevado a ese nodo. La forma extensa del juego Microhard-Newvel
se muestra en la figura 11-3.
cuando representamos un juego secuencia1 en forma extensa, es fácil identificar un
subjuego. Un subjuego se define como un solo nodo y todas las acciones que fluyen de
ese nodo. En el juego extenso ilustrado en la figura 11-3 hay dos subjuegos. Está el jue-
go completo que comienza en el nodo M (el juego completo es siempre un subjuego).
~ o que comienza en el nodo M2,e incluye todas las acciones poste-
~ está~el subjuego
g
riores que fluyen a partir de este nodo. Una combinación de estrategias es un subjuego
perfecto si la estrategia que contiene para cada jugador es una mejor respuesta contra las
estrategias de los otros jugadores en cada subjuego. En el ejemplo que estamos viendo,
salta a la vista que para el subjuego que comienza en el nodo 2, la estrategia de equilibrio
de Nash de Mcrohard es acomodarse, no luchar. Por lo tanto, la combinación de estra-
tegias (quedarse fuera, luchar) no puede corresponder a un equilibrio de subjuego per-
fecto. El único de estos equilibrios es el de (ingreso, acomodo).
Hay una técnica importante para resolver juegos con un número finito de nodos. En
estos juegos la forma más fácil de identificar el equilibrio del subjuego perfecto es traba-
jar hacia atrás. Esto permite aprovechar la propiedad de que una combinación de estra-
tegias de equilibrio de un subjuego perfecto debe ser un equilibrio en cada subjuego. En
nuestro ejemplo, calcularnos primero el equilibrio para los subjuegos que comienzan en
el nodo M2.Esto ofrece la Única combinación de estrategias (ingreso, acomodo), y el pa-
go asociado (2,2), que es un pago de 2 para N m ~Y l2 para Microhard. Luego usamos
estos pagos para determinar 10s pagos de Newvel si el juego continúa ya sea para ~1 o
M 2 , con lo que se crea efectivamente un juego más corto. En nuestro ejemplo éste es el
juego completo que comienza en el nodo M, donde se mueve Newvel. Es obvio que
elegirá ingresar. En otras palabras, este procedimiento eliminó la combinación (no entrar,
luchar) como un equilibrio perfecto de Nash.
En el juego de Microhard y Newlel hay sólo un mercado y una nueva empresa que puede
ingresar al mercado, y luchar contra esta nueva empresa no era una respuesta óptima al
ingreso. Sin embargo, ¿qué pasa si Microhard tuviera que enfrentarse a más de un posi-
ble rival? Tal vez luchar contra una nueva empresa le permita construirse una fama de
agresividad que intimide a nuevas empresas qu&deseen ingresar. Incluir 10s efectos en la
reputación de ser combativo puede modificar nuestra conclusión acerca de 10 que cons-
tituye la estrategia óptima de Microhard. Emprender acciones predatorias contra un rival
(costoso como es) puede ser útil si sirve para hacer creíble la amenaza contra otros ri-
vales, ya sea en otros mercados o los que puedan aparecer en el curso del tiempo en el
mercado original. Si introducimos esta posibilidad en la situación descrita previamente,
entonces la amenaza de lucha de Microhard podría ser creíble, porque las ganancias pos-
teriores en otros mercados que se derivan de establecer una reputación de empresa com-
bativa son suficientemente grandes. En otras palabras, la fama de la empresa podría hacer
que la combinación de estrategias (quedarse fuera, luchar) se convirtiera en un subjuego
perfecto.
El hecho de que la extensión del juego anterior a n~uchosmercados (distribuidos en
el tiempo o en el espacio) y otros rivales puede no llevar a un resultado diferente, es un
resultado famoso denominado por SeIten como La paradoja de la cadena de tiendm3 Para
ver la lógica de este resultado sorprendente, consideremos ahora una situación en la que
Microhard ha establecido unidades operativas en cada uno de 20 mercados, tal jrez en 20
ciudades diferentes. Supongamos que Microhard se enfrenta en cada uno de estos mer-
cados al posible ingreso de un solo competidor, pequeño. Por el momento ninguno de
estos posibles competidores tiene capital para comenzar sus operaciones. Sin embargo, a
medida que pasa el tiempo, uno tras otro van collsiguiendo los fondos necesarios. Para
simplificar las cosas, supongamos que 10s pagos en cada uno de los 20 mercados son exac-
tamente los de la matriz de pagos de la sección anterior. El asunto que Microhard debe
resolver es cómo reaccionar a esta secuencia de posibles nuevos rivales. En particular, ?debe
Microhard adoptar una respuesta agresiva Para el primer rival y sacarlo del negocio? <Le
generará esta táctica a Microhard una fama de rudeza despiadada, de tal suerte que los
posibles rivales que puedan surgir después en sus otros mercados reciban el mensaje y
prefieran n o ingresar?
De nueva cuenta, trabajar hacia atrás nos ayudará a aclarar las cosas. Comencemos con
un posible escenario en que Microhard espera convencer sólo al posible rival en el últi-
m o mercado, el vigésimo. Para este fin, Microhard ha cumplido su amenaza de reducir
precios y sacar a cualquier posible rival no sólo del primer mercado, sino de los 19 mer-
cados anteriores. U n o pensaría que una política tan extrema convencerá sin duda al últi-
m 0 posible rival de que debe quedarse fuera, y que Microhard quedaría libre de luchar
por lo menos en este caso final.
Sin embargo, consideremos el Punto de vista del posible rival en el mercado número
20. Después de reflexionar, esta empresa se da cuenta de que como no hay otros rivales
después, ella tiene clue vérselas exactamente con el juego limitado de un solo ~ e r i o d oque
examinamos antes. Así que, utilizando el argumento de la sección anterior, este último
rival entenderá que ~ i c r o h a r ddebe, de hecho, acomodarse a su ingreso. La utilidad de
Mjcrohard es mayor si sigue una estrategia de "vive y deja vivir" en este último caso, por-
que ya no puede ganar nada más de cualquier demostración ulterior de s ~riu d e ~ aYa . ~no
3 Selten (1978). Es evidente que aquí nos hemos limitado sólo a la consideración de juegos de repetición fini-
ta. En elsiguiente cap(tulo estudiaremos 10s juegos de repetición infinita.
4 Aquí está implícita la conjetura de que darle,acomodo a una nueva empresa que ingresa al mercado es más
provechoso, en el corto plazo, que protagonizar una guerra de precios.
Paree Tíes Teoda de juegos y mercados 0ligopblicos
ouosposibles rivales que impresionar. Como la única razón por la que Microhard
respondería al ingreso con una reducción enérgica de precios es establecer una reputación
de rudeza, y como después -de la bataila del vigésimo mercado, tener tal reputación no le
deja absolutamente ningún provecho, Microhard tiene que acomodarse al nuevo rival en
este último mercado. El rival entenderá esto y, desde luego, ingresará. Advierta que la
amenaza de luchar en el vigésimo mercado no es creíble, jaunque Microhard la haya cum-
plido en los 19 casos anteriores! Es evidente que la amenaza de luchar no se volverá más
creíble Microhard combate sólo en 18 mercados, o en 17 o sólo en uno. .Si un histo-
rial de 19 rondas de reducciones enérgicas de precios no convence al último rival, nada
5 Schelling (1960) define una accibn estratkgica como "una acci6n que influye en ladecisidn de la otra
sona de una manera favorable a uno mismo, al afectar las expectativas de la otra persona respecto de cómo
se comportard uno". Est. definici6n es importante para entender lo que se quiere decir por una
crelble. schelling tuvo una influencia importante en el desarrollo de las ideas de equilibrio para losjuegos
dinámicos.
Caplíalo 11 Ros juegos dinámicos y el primero y segundo jugadores
Los juegos de mercado secuenciales son diferentes de los ju'egos simultáneos. Aún más,
el efecto de cambiar de jugadas simultáneas a secuenciales depende de que la variable es-
tratégica elegida sea la cantidad o el precio. El juego básico secuencia1 de cantidades, co-
nocido en general como modelo de Stackelberg, confiere una gran ventaja a la empresa
que escoge primero su nivel de producción. En el caso de demanda y costos lineales, el que
se mueve primero en un juego de Stackelberg produce la producción de monopolio.
El seguidor produce sólo la mitad de este volumen. Los precios son más bajos que en el
modelo básico de Cournot, pero la gran participación de mercado del primer jugador le
concede a esa empresa un incremento en utiiidades sobre lo que obtendría en el juego de
producción simultánea.
En contraste, un juego de precios secuenciales con productos diferenciados produce
mayores utilidades para ambas empresas que 10 que ganaría cada una si los precios se fi-
jarán en forma simultánea. Aún más, en este caso, es la empresa que fija su precio al final
la que obtiene los mejores resultados. Por ende, los juegos de precios secuenciales con-
fieren la ventaja al segundo jugador en comparación con el primer jugador.
El asunto del compromiso es determinante para cualquier juego secuencial. ¿Cómo se
establecen las empresas mismas, como Meres o seguidoras? <Cómopuede una empresa
comprometerse con su decisión inicial de producción o precio en una forma que una com-
pañía rival encuentre creíble? Este asunto se puede explorar sólo si se considera el juego
en su forma extensa y se buscan las combinaciones de estrategia que son subjuegos
perfectos, esto es, estrategias que requieren a ~ ~ b nen e sfechas posteriores, fechas en que
tales acciones seguirán siendo Óptimas cuando llegue el tiempo de tomarlas, dado el his-
torial del juego hasta ese momento.
Las amenazas y promesas de castigos y premios posteriores son de importancia parti-
cular en juegos en que una empresa trata de evitar que otra ingrese a su mercado ( o tal
vez trata de inducirla a que salga de 61). La cuestión, de nueva cuenta, es si estas arnena-
zas y promesas pueden ser creíbles. Si pueden serlo, entonces las empresas que ya existen
en el mercado podrán mantener SU posición dominante en una indusuia y no temerán al
ingreso de la competencia. Éste será el tema de nuestro siguiente c a p i d o .
a) ¿cuál es el equilibrio de Nash si ambas empresas fijan sus precios al mismo tiempo?
b) ¿Cuál es el equilibrio de Nash si Fuentes del Norte debe fijar primero su precio y
sujetarse a él, y Primavera del Sur es libre para responder lo mejor que pueda al
precio de Fuentes del Norte?
c) Demuestre que elegir primero el precio es una desventaja para Fuentes del N ~ ~ ~ ~ .
¿A qué se debe esto?
5 . Supongamos que la empresa 1 puede elegir entre producir el bien A, el bien B, ambos
bienes, o ninguno. La empresa 2, por otra parte, puede producir sólo el bien c o nin-
guno. Las utilidades de ambas compañías correspondientes a cada posible escenario de
bienes para venta se describe en la siguiente tabla.
a) Suponga que una empresa que desea entrar a esta industria podría capturar SO por
ciento del mercado si invierte $10 millones para construir una planta. {Ingresaría
la empresa? Justifique su respuesta.
b) Suponga que Artefactos, S. A., podría invertir 5 millones para ampliar su capacidad
y producir 4 0 000 artefactos. ¿Sería esta estrategia una forma rentable de impedir
el ingreso de su rival?
@ Verificación de IP realidad
1
Denotemí'& con xt el *amañe de uña empresa en el momento t, donde el ~t&mai,fid !pbdr;la{me- l
1
dirse en ventas, activos o ndmero de empleados. De modo similar, denotemos el tamafio de
la empresa en el periodo t - 1 como x,,. Ahora, sea E, la tasa de crecimiento de la empresa
-
del periodo t 1 al periodo t, donde el crecimiento se mide como la tasa de cambio pro-
porcional, es decir, una tasa de crecimiento de 4 por ciento se expresa como E, 0.04. Este
factor de crecimiento es una variable aleatoria que se obtiene cada periodo a partir de una
-
distribución normal, con una media y varianza constantes, y esa distribución es la misma
para todas las empresas. De aqul se infiere que el tamaño de la empresa del periodo t - 1 al
periodo t evoluciona de acuerdo con la ecuación
Xc = (1 + &,)x~-~'
Luego tomamos el logaritmo de ambos lados. Si el intervalo de tiempo entre t y t - 1 es corto,
entonces el término de crecimiento aleatorio E, es pequeño. Esto nos permite usar la aproxi-
mación que log (1 + E,) = E,. Con esta aproximación podemos escribir ahora
log x, = log x,, + E,.
A su vez, esto implica que también podemos escribir
Iog xtt, = 1% xt-, + E,-,.
investigación lo que más sorprende sobre el análisis de Gibrat es 10 que deja fuera, en vez
de lo que incluye. Esto se explica porque en su presentación onginal el proceso de Gi-
brat es muy mecánico, No habla de la investigación ni de las ovaciones que ahorran
costos. No considera las fusiones ni las combinaciones de empresas que se producen con
el tiempo, Tal vez lo que es más importante Fua nuestro pro~ósito,es que no se exami-
na la razón del ingreso de nuevas empresas a una industria ni de la salida de empresas más
viejas, o la interacción estratégica que puede ocultarse tras d e s hgresos y salidas. Invcs-
tigaciones posteriores han tratado de remediar estas omisiones y de desarrollar modelos
teóricos de evolución de la industria que incluyen estos aspectos. [Véase, por ejemplo,
Jovanovic (1982), Nelson y Winter (1982), Sutton (1997)Y Klepper (2002).]
p m Cuatro Estrategias anticornpetitivas
Desde luego, modelo teórico debe cofiontarse en detinitiva con los hechos.
Desde esta perspectiva, sin embargo, también se ha realizado mucho trabajo. Hace 40 o 50
años sabíamos muy poco respecto del ciclo de vida de las empresas, su nacimiento (ingre-
so) y su muerte (sahda). No obstante, en años recientes se ha trabajado mucho sobre este
Como resultado, surgieron diversos hechos estilizados sobre ingresos y salidas de
1% empresas, hechos que cualquier teoríadida debe estar en condiciones de explicar.
~1 p-er hecho estilizado es que el i'izgreso es comhn. Dunne e t al. (1988), usando da-
tos del censo estadounidense entre 1963 y 1982, calcularon tasas de ingreso en una arn-
plia muestra transversal de industrias manufactureras de SIC de dos dígitos. La tasa de
que se define como el número de nuevas empresas en una industria dividido
entre el número total de empresas ya existentes en el censo anterior de cinco años antes,
oscilaba entre 41.4 y 51.8 por ciento para las industrias estudiadas en su muestra (apro-
ximadamente 8 a 10 por ciento con base anual). En el caso del Reino Unido, Geroski
(1995) estimó tasas un poco más pequeñas, pero todavía importantes, para una muestra
de 87 industrias manufactureras de tres dígitos. Éstas iban entre 2.5 y 14.5 por ciento en
el de 1974 a 1979. Cable y Schwaibach (1991) encontraron tasas de ingreso si-
milares en una amplia gama de países desarroiiado~.~
El segundo hecho estiiizado es que cuando ocurre el ingreso, éste es, en todos senti-
dos, un ingreso en pequeña escala. En el mismo estudio previamente citado, Dunne e t al.
demostraron que la participación colectiva de mercado de las nuevas empresas en una in-
dustria oscilaba entre 13.9 y 18.8 por ciento de nueva cuenta entre los años del censo.6
De modo similar, en el estudio de Geroski se encontró que la participación de mercado
de las nuevas empresas en el Reino Unido era bastante modesta, y oscilaba entre 1.45 y
6.35 por ciento. En Estados Unidos, Cable y Schwalbach concluyeron que aunque las
nuevas empresas solían constituir 7.7 por ciento de las empresas de una industria en un
año dado, representaban sólo 3.2 por ciento de su producción. Juntos estos dos hechos
estilizados indican que el ingreso en pequeña escala es relativamente fácil y que se obser-
va con frecuencia.
El tercer hecho estilizado es que la tasa de supervivencia es relativamente baja. Dunne
et al. concluyen que aproximadamente 61.5 por ciento de todas las nuevas empresas sa-
lieron del mercado en un plazo de cinco años o menos contados a partir de su ingreso, y
79.6 por ciento en un plazo no mayor de 10 años. Birch (1987) usó datos de Dun
y Bradstreet para todos los sectores en Estados Unidos incluyendo empresas manufactu-
reras, pero sin limitarse a ellas, y encontró que alrededor de 50 por ciento de todas las
nuevas empresas fracasan en el lapso de los primeros cinco años.
El cuarto hecho estilizado es doble. LO primero es que, dentro de una industria, la
tasa de entrada está muy correlacionada con la tasa de salida. Por ejemplo, Cable y sch-
walbach concluyeron que, en paralelo a una tasa de ingreso de 7.7 por ciento que corres-
pondía a 3.2 por ciento de producción de una industria, la tasa de salida es de 7.0 por
ciento, que representa 3.3 por ciento de la producción de la indusuia. La segunda parte
es que, entre industrias, las tasas, tanto de entrada como de salida, varían considevajle-
mente. En industrias como la de confección de ropa, la de muebles y la rnetalistería, por
ejemplo, a menudo observamos que envan nuevas empresas y salen otras. En contraste, en
industrias como la química, el petróleo y el papel hay POCOS ingresos de nuevas empresas,
lo que se ve correspondido con poca salida de las viejas empresas. Como se mencionó, las
nuevas empresas son notablemente más pequeñas en general que las que ya existen. hsem-
5 Las estimaciones de entrada (y salida) de Dunne et a l (1988) son mayores en general que lasobtenidas por
otros investigadores, por el hecho de que Dunne et a l reconocen explicitamente la naturaleza de pro~uctosy
plantas múltiples de las empresas.
6 h n n e etal. (1988, 1989) sí encuentran que compañías ya establecidas que ingresan a un mercado nuevo
o da
por medio de la diversificacidn suelen entrar a una escala mayor que las empresas de nuevo ingreso,
novo.
CapCmDo 1 2 Fijación de precios límite y disuasión a la entrada
presas que abandonan el mercado también son más pequeñas que las líderes de la industria
con mucho tiempo de existencia. Las empresas que salen fabrican aproximadamente 20 por
ciento de la producción de todas las empresas en los sectores pertinentes de la industria.
El hecho de que las entradas y salidas vayan de la mano, 110 es congruente con la hi-
pótesis de que el ingreso ocurra como respuesta a una utilidad por arriba de lo normal,
o que la salida refleje una utilidad por debajo de lo normal. Si la utilidad es alta, y, por lo
tanto, el ingreso se vuelve atractivo, no hay razón para que las empresas salgan del mer-
cado. En forma similar, si las utilidades son tan bajas que las empresas se ven inducidas a
dejar la industria, debería haber pocos incentivos para que surgieran nuevas industrias. Así
que esa vieja historia de que la utilidad alta (baja) de las industrias es lo que induce el in-
greso (salida) del mercado, parece contradecir el hecho de que normalmente observamos
tanto ingresos como salidas al mismo tiempo.
En conjunto, los hechos estiiizados se pueden entender como sugerencia de que hay
una especie de puerta giratoria por la que ingresan principalmente empresas pequeñas,
que al h a l fracasan y salen, sólo para ser reemplazadas por una nueva generación de em-
presas de pequeña escala que entran. De acuerdo con esta visión, la principal diferencia
entre las industrias es el ritmo en que se realiza este ciclo de ingreso-fracaso-salida. Una
interpretación de esta evidencia es que refleja esfuerzos repetidos y, con igual frecuencia,
fracasos repetidos de las pequeñas empresas para ingresar a mercados dominados por las
grandes empresas ya existentes. Esta interpretación es alimentada todavía más por el tra-
bajo de Urban, Carter, Gaskin y Mucha (1984) sobre los beneficios de estar ya colocado
en una industria. Estos investigadores estudiaron 129 marcas frecuentemente compradas
de productos de consumo en 12 mercados estadounidenses, y encontraron que las parti-
cipaciones de mercado eran una función decreciente del orden de ingreso de la marca.
Los que llegaron primero disfrutaban mayores participaciones de mercado, si todo lo de-
más se consideraba igual.7
Tal vez la cuestión más obvia es si la evidencia anterior sobre el ingreso y supervivencia
de empresas se puede relacionar con una conducta depredatoria explícita de las empresas que
ya están en el mercado. Una posible pista la proporciona una segunda conclusión de Ur-
han, Carter, Gaskin y Mucha. Estos autores concluyeron que las empresas ya establecidas
durante largo tiempo obtienen persistentemente mayores utilidades que empresas de más
reciente ingreso. Sin embargo, esta conclusión no es definitiva, porque podríamos también
observar este resultado en casos donde no hay depredación. Por ejemplo, factores como
una superior eficiencia en costos, mayor experiencia en el mercado o la adquisición de la
ubicación más favorable (ya sea en espacio geográfico o de producto), también podrían
ayudar a explicar el persistente predominio y rentabilidad de las empresas ya establecidas.
En la medida en que esto sea cierto, tal predominio será resultado de la depredación.
En resumen, los ingresos y salidas son comunes, en especial entre las empresas peque-
ñas. No parece probable que esta evidencia indique también una extendida conducta pre-
datoria, en que las nuevas empresas pequeñas son constantemente expulsadas del mercado
por las grandes compañías ya establecidas, que se comportan en forma agresiva. Si la de-
predación fuera la herza primaria que explicara estos datos, uno se podría preguntar por
qué Jas pequeñas empresas siguen desafiando a las compañías ya establecidas, que están
determinadas a evitar su existencia. Pero las ~onclusionessí sugieren una ventaja impor-
tante para las empresas ya existentes en que la depredación puede desempeñar una parte
importante, si no es que dominante. De hecho, la poca frecuencia relativa de ingreso de
empresas de mediana y gran escala puede sugerir que las tácticas de disuasión de las em-
presas ya existentes se han enfocado en estos posibles rivales de mayor tamaño, que tal
vez significar una mayor amenaza. Aunque no podemos resolver este asunto aquí,
7 obstante, como Caves (1 998),hay una regresión hacia la media en las tasas de crecimiento de las
empresas. decir, lasgrandes empresas tienden a crecer con más lentitud que las pequeñas Este rasgo
debilita la tendencia a una Siempre creciente impllclta en la ley de ~ i b r a t .
p;ute Cuatro Estrategias anticompetitiv*
podemos determinar lo que la teoría económica tiene que decir sobre la ~osibilidadde
las ventajas de las empresas que ya están en el mercado y la posibilidad de que incurran
en actividades depredatonas: Éstos son los temas que examinaremos a continuación.
d8onosg8iimiw ae !a awItsa&
12.2,0 Urm nonoi3deUo Isadiniapwnsna[l IU!I
La argumentación tradicional de la determinación de precios ]imite para &tar el ingreso de
nuevas empresas se expone en el trabajo de Bain (1956), la cual despues fue modelada
por Sylos-Labini (1962). Estos economistas pioneros de la organización industrial eran
observadores sagaces de las prácticas cotidianas de negocios, y tedan razones para creer
que era común la práctica de la fijación de precios depredatorios y conductas para hpe-
dir el ingreso. Podemos ilustrar la esencia de la estrategia de fijación de precios límite uti-
C V ~ ~ O1Q2 fijijacibn de girecios lfmite y disuasión a la entrada
Costo promedio de
lizando una variante simple del modelo de Stackelberg. Recordemos del capitulo 11 que
la variable estratégica en el modelo de Stackelberg es la cantidad o volumen de produc-
ción. Así que el análisis que presentamos podría denominarse de manera apropiada mo-
delo de producción límite, más que modelo de fijación de precios límite. Pero la idea bá-
sica de establecer la variable estratégica de tal forma que impida la entrada es la misma en
cualquier caso, especialmente porque la producción de la empresa dominante afecta el
precio de toda la industria. Es decir, podnamos considerar el precio resultante en nues-
tro modelo como el precio lúnite, ya que refleja el compromiso de la empresa que ya está en
el mercado con obtener una producción tan grande como para que el precio nunca reba-
se ese nivel.
En la figura 12-1 se ilustran 10s rasgos esenciales del modelo.8 La empresa ya estable-
cida en la industria es la líder de Stackelberg, por lo que decide primero su producción.
Por ahora supongamos simplemente que cualquiera que sea esa decisión, la nueva empre-
sa cree que su propio acceso al mercado no modificará la decisión de producción de la
líder. Es decir, la nueva empresa ~onsideraque la empresa ya establecida tiene un com-
promiso irrevocable con su decisión de producción. Otro supuesto fundamental es que
el costo promedio de la nueva empresa declina, Por lo menos durante la etapa inicial de
bajos niveles de producción. Entonces, ~ u a n d oSe mantienen estas dos hipótesis, mediante
la elección correcta de su nivel de producción previo al ingreso, la empresa ya establecida
puede manipular el cálculo de utilidades de la nueva empresa y desalentar su ingreso.
En la figura 12-1 el nivel apropiado de produccik que la empresa ya establecida
se debe comprometer para evitar cualquier ingreso es Q. Si la nueva empresa se queda fue-
a , esto significa un precio de mercado P. sucedería con el precio del mercado si la
nueva empresa ahora fabricara cualqwer producción positiva? La respuesta se muestra en
la figua 12-1. Como ]a nueva empresa cree que la empresa ya establecida mantendrá
cantidad de demanda que enfrentará a cualquier precio P es la cantidad que sería deman-
la a
dada en total a ese precio 4 9 menos Q. Es decir, la nueva empresa enfrenta una curva
de demanda &d%al, R; que en este caso es la curva de demanda de mercado ID(P),tras-
ladada hacia dentro a lo largo del eje horizontal Por un monto igual a la cantidad
esta curva de demanda residual corresponde la curva de ingreso marginal de la nueva
A a.
empresa, MRe. h nueva empresa maximizará Su utilidad eligendo la producción 8, en
la que su ingreso marginal se iguala con SU costo marginal. Como se muestra en la figura
12-1, esta producción es tal que cuando se agrega a la producción a d e la empresa ya es-
tablecida, el precio de mercado se convierte en Po y este precio escasamente cubre el tos-
to promedio de la nueva empresa. En otras palabras, al comprometerse con la produc-
ción e la empresa ya establecida elimina todos los incentivos de utilidades para que la
nueva empresa participe realmente en el mercado.
Supongamos que la demanda en el mercado está descrita por P = 100 - (Q + q), donde P
es el precio de mercado, Q es la producción de la empresa ya establecida y q es la produc-
ción de una empresa que podrfa ingresar al mercado. La función de costo total de la com-
pañia ya establecida TC(Q) = 40Q, mientras que la función de costo de la nueva empresa
es ~ ( q =) 100 + 409, donde 100 es u n costo hundido en que se incurre para poder ingresar
al mercado.
e
a) Si la nueva empresa observa que la ya establecida fabrica unidades de producción y
espera que mantenga este nivel de producción, ¿cuál es la ecuación para la curva de de-
manda residual que enfrenta la nueva empresa?
b) Si la empresa de nuevo ingreso maximiza las utilidades dada la curva de demanda del
inciso a, jcuánta producción qe fabricará la nueva empresa? (Su respuesta debe ser una
función de c.)
C ) ¿Cuánto tendrá que fabricar la compañia ya establecida sólo para mantener a la empre-
sa de nuevo ingreso fuera del mercado? Esto es, despeje para la producción limite Q,.
q u é precio venderá la empresa ya establecida la producción Ifmite?
- -
Debe quedar claro que una depredación exitosa del tipo que acabamos de describir de-
pende de modo determinante de que la nueva empresa crea que la empresa ya estableci-
da está realmente comprometida con SU acción. En otras palabras, la recién llegada debe
entender que la empresa ya ubicada en el mercado está verdaderamente comprometida a
producir al nivel a,incluso si la nueva empresa opta por ingresar al mercado. ¿Es ésta una
creencia razonable? ?Tiene sentido que la recién llegada crea que la empresa ya estableci-
da se sujetará a la producción Q, incluso si la nueva empresa invade sus terrenos?
Académicos pioneros como Bain (1956) y Sylos-Labini (1962) no utilizaron el mode-
lo formal que acabamos de describir. Sin embargo, parecen haber comprendido que para
evitar el ingreso del posible competidor, era necesario que la empresa ya establecida se com-
~rometierao "se encerrara con llave7' en la conducta depredatoria. Supusieron que este
compromiso se alcanzaba con la suposición adicional de que era costoso ajustar la pro-
a
ducción de la empresa ya establecida. Por consiguiente, el posible recién llegado tenia
razón si suponía que la producción seguida en Q porque era demasiado costoso cambiar-
la. En otras al abras, la presencia de los costos de ajuste una vez que la empresa ya esta-
blecida está produciendo a un nivel dado actuaba como mecanismo para comprometer a la
empresa ya establecida con la producción Q, incluso aunque nuevas empresas ingresaran.
La idea parece plausible y bien puede ser cierta. Por desgracia, como se comentó, es
un poco amañada. Sin una plena explicación de cómo se generan estos costos de ajuste y
cómo se ajustan a un análisis completo de interacciones estratégicas entre las dos empre-
sas, la historia de los costos de ajuste significa Poco más que una declaración de que la
producción de la empresa ya estable-a está dada, porque está dada. La producción al
e
nivel es una acción creíble sólo si Q es la mejor respuesta de la empresa ya existente a
la llegada de otra nueva al mercado y a la elección de ésta última del nivel de producción
que manejará. En otras palabras, en el centro de la historia de la fijación de precios límite
está la cuestión de si la empresa ya existente puede comprometerse a-obtener la produc-
ción límite incluso si el ingreso ocurre.
C~fmlo
12 Fijación de precios limite y disuasión a la entrada
La única diferencia entre la empresa dominante y la que ingresa es que la nueva em-
presa no puede invertir en ninguna capacidad en la etapa uno. Más bien, esta úitima debe
contratar tanto el trabajo como el capital que necesite para obtener cualquier nivel de
producción que elija en la segunda etapa. Así, el costo marginal de la nueva empresa es
siempre w + r, sin importar qué nivel de producción elija. Si denotamos cualquier costo
hundido en que incurre la nueva empresa como resultado de participar en el mercado como
p2,su función de costos en la etapa dos es
óptimo de la empresa dominante en la primera etapa. Para resolver en el caso de una es-
trategia de equilibrio perfecta de la empresa dominante necesitamos determinar cómo la
elección de capacidad de la empresa dominante en la etapa uno afecta el resultado del
mercado, cuando las dos empresas compiten en cantidades en la etapa dos. Comenzamos
trabajando lo que sucede en la etapa dos para cualquier nivel particular de capacidad ele-
gido en la etapa uno. Luego determinamos lo que sucede en la etapa uno al escoger la
capacidad que maximice las utilidades de la empresa dominante en la etapa dos.
En la etapa dos las empresas están jugando un juego de Cournot en cantidades. La uti-
lidad de la empresa dominante será
nl(ql, q2, K,)= ingreso - costo = [ A- B(ql + &)1gl - [wqi + Fll para g, S E,
nl(ql, q2, K) = ingreso - costo = [ A - B(ql + q2)1q1- [(w + r)q1 + Fll para q, > K,.
(12.3)
Esto significa que la función de mejor respuesta de la empresa dominante salta al nivel de
producción q; = El.Podemos ver el salto con más claridad cuando graficamos la función
de reacción para la empresa d o e a n t e en la segunda etapa del juego. Hacemos esto en la
figura 12-3. De nueva cuenta, K , es la capacidad que la empresa dominante escogió en la
etapa uno del juego. -
Para niveles de producción g; 5 Ki, la función de reacción de la empresa dominante
es la h e a sólida descrita por L'L, mienvas que para 10s niveles de producción g; > El,
la función de respuesta salta a la línea sólida inferior descrita por P N .
Consideremos ahora la situación que enfkenta la nueva empresa en la etapa dos. Las
utilidades de la nueva empresa son, como siempre, la diferencia entre su ingreso y su costo,
lo que significa que
El requerimiento de que el ingreso marginal sea igual al costo marginal significa que la
función de mejor respuesta de la nueva empresa es
p m CuaWo Estrategias anticompetitav=
Un punto que vale la pena recalcar antes de seguir adelante es que la ecuación (12.6)
es la función de mejor respuesta de la nueva empresa, dado que escoge producir un nivel
positivo de producción, es decir, mientras la utilidad de la nueva empresa en ese nivel de
producción sea no negativa. La función de mejor respuesta se obtiene utilizando las con-
diciones marginales, por lo que no incluye 10s costos hundidos F2 en que la nueva em-
presa incurriría si deseara ingresar. La intersección de la ecuación (12.6) con el eje q2, ( A-
- r ) / 2 B , es la producción Óptima de la nueva empresa si la compañía dominante de
alguna forma decidiera no producir nada. Esto correspondería a que la nueva empresa es
un monopolio y sería casi seguro que eso significaría utilidades positivas (de otra forma
descartaríamos su ingreso desde el pficipio). Sin embargo, conforme nos movemos de
izquierda a derecha a lo largo de la función de respuesta, la producción de la nueva em-
presa se hace cada vez más pequeña a medida que se ajusta a una producción más y más
grande por la empresa dominante. Esta decihación h i t a el volumen en el cual se puede
distribuir el costo fijo de la nueva empresa. ~ o m resultado,
o aumenta el costo total pro-
medio de la empresa 2 conforme disminuye su producción. Es muy posible que, en
punto en que la producción ql de la empresa dominante es suficientemente grande, el pre-
cio de mercado implícito en la producción combinada de ambas empresas no cubra el costo
promedio de la nueva empresa al nivel de producción implicito en szt curva de mejor res-
puesta. De acuerdo con ello, la nueva empresa perderá dinero si realmente fabdca esa pro-
ducción una vez que se considere el costo fijo F,. Recordemos, no obstante, que la nueva
empresa puede decidir siempre no producir nada, y quedarse fuera y con ello obtener
una utilidad cero. Si para el nivel de producción implícito en la ecuación (12.6) la uuli-
dad de la nueva empresa fuera de hecho negativa, la nueva empresa no producirá en ese
nivel, sino que simplemente se abstendría de participar. Regresaremos a este punto más
adelante.
Capfmlo 4 2 Fijación de precios limite y disuasión a la entrada
producción menor o igual a su elección de ponde al Punto Vde la figura 12-5. b.produc-
capacidad E, pero w + r para todas las pro- ción del monopolio o del lider de stackelberges
ducciones mayores a esa capacidad. En con- A-(w+r)
traste, el costo marginal de la nueva empresa 9,
es siempre w + r. La competencia es de tipo
28 *
i
!
p m cuatro Estrategias a~tic0~1p@ti-
c) Grafique todas las funciones de mejor respuesta en un diagrama con una descripción
precisa y completa.
d) Demuestre que la producción del monopolio o lfder de Stackelberg es igual a 30. Si la
empresa ya establecida se compromete a una capacidad de producción de j¿,
muestre que en la etapa dos la nueva empresa entrará y producirá igual a 15. Demues-
-
30,
tre que en este caso la cornpañfa 2, la nueva empresa, obtiene utilidades igual a $25,
mientras que la ya establecida obtiene utilidades de $250.
e) Muestre que si la empresa ya establecida, (-3-cambio,
I S e compromete en la etapa uno a
una capacidad de producci6n de Kl = 40, entonces la mejor respuesta de la nueva em-
presa a esta decisión es fabricar en la etapa dos q, = 10. Sin embargo, en esre caso la
nueva empresa no obtiene suficientes ingresos para cubrir su costo total. Espec(ficamen-
te, la nueva empresa gana -1 00.
-
f) Muestre ahora que si la empresa ya establecida escoge Kl 32 en la etapa uno, enton-
ces la empresa de nuevo ingreso en la etapa dos no puede obtener una ganancia positi-
va. si entra al mercado. En este caso, la empresa ya establecida fabrica una producción
ligeramente mayor al nivel de monopolista y obtiene utilidades igual a $696, que son
mucho mayores que las ganancias obtenidas en el inciso d.
g) Termine su diagrama Con la información en 10s incisos d a f y compárelo con elde la
figura 12-6.
En suma, la entrada bien puede no ocurrir. Esto puede suceder porque los costos de
la empresa de nuevo ingreso son tan altos que no puede obtener utilidadesni siquiera si
la empresa ya establecida produce y maneja sus precios como monopolista puro. Tambien
puede suceder cuando la entrada p o M a ser rentable de otra manera, excepto que la em-
presa ya establecida, previendo esto, evita el ingreso invirtiendo en capacidad suficiente
como para producir más aiiá del nivel de un monopolio puro. Un segundo resultado es
que, cuando el ingreso ocurre finidmente, la empresa ya establecida conserva la parte del
lebn del mercado porque actúa como líder de Stackelberg.
ca~fmlo12 Ejaci6n de precios lSmite y disuasjón a la
20 30 32 40
val que la empresa ya establecida obtendrá una produccibn de g, = 32 en la etapa dos. La mejor respuesta de
la nueva empresa a este nivel de producción es fijar g, = 14. Sin embargo, la nueva empresa no cub,-jd ,j si-
quiera sus costos con esta mejor respuesta. Por lo tanto, al comprometerse con una producción 9, = 32, la
empresa ya existente bloquea cualquier amenaza de ingreso.
El modelo de Dixit deja claro que la empresa ya establecida tiene una ventaja. que
es más importante, el modelo revela precisamente la fuente de dicha ventaja. Es la capa-
cidad de la empresa ya establecida de comprometerse de manera creíble con un nivel par-
ticular de producción en la etapa dos mediante su elección de capacidad en la etapa uno.
De hecho, la empresa ya establecida se compromete a producir por lo menos tanto como
i cualquier capacidad inicial que instale, porque producir menos cantidad equivale a des-
,
l
i
perdiciar algo de esa inversión, que es costosa. A este respecto vale la pena mencionar dos
I elementos adicionales del modelo. Primero, cuando la empresa ya establecida evita el in-
11
greso, lo hace deliberadamente invirtiendo de más en su capacidad original. Es decir, iris-
4 talar una capacidad inicial mayor que M, no sería redituable si no fuera por el hecho de que
((
1,
hacerlo elimina a la competencia. Por lo tanto, tal ampliación de capacidad es depredatoria
i~ en el sentido usual de la palabra. Tal elección se muestra en el problema práctico 12.2,
{II, donde la estrategia de la empresa ya establecida de incrementar SU capacidad a Kl= 32 es
depredatoria. Si la nueva empresa ~ u d i e r aequilibrarse a menores niveles de producción,
)I
i(
I la empresa ya establecida no optaría por el nivel de capacidad inicial K ,= 32 para impedir
;j!! el acceso. En ovas palabras, esta inversión es rentable sólo porque evita totdmente que
1)
la nueva empresa ingrese al mercado, de modo que la empresa ya establecida pueda ven-
!,, der sus 32 unidades a un precio muy alto.
Segundo, advierta que la ampliación de capacidad es creíble como estrategia de disua-
I
sión sólo en la medida en que dicha capacidad, una ves instalada, se convierte en costo
hundido. Si la capacidad ociosa se p e d e vender en un monto y, entonces la capacidad de
producción es realmente flexible y su adquisición no refleja ningún compromiso cabal
de parte de la empresa. De hecho, es la hipótesis de que tal flexibdidad no es posible 10 que
l
'/
j: !
P- Cuatro Estrategias anticompetibvas
precio que pagarán por unidad, digamos Empero supongamos que Corning usa s61o
durante el año siguiente. Una característica 900 000 pies cúbicos (tal vez porque un
adicional común de estos contratos, espe- nuevo rival se roba algunos de sus clientes).
cialmente en el caso de los suministros de A causa de la cláusula Ilévatelo o paga, Cor-
gas natural, electricidad y materias primas, ning todavla pagará $300 por cada 1 000
es que incluyen una cláusula de "llévatelo o pies cúbicos de los 100 000 pies cúbicos
paga". Un contrato que incorpora una cláu- que no necesitó. Por lo tanto, el costo total
sula de Ilévatelo o paga requiere que la em- del helio para Corning en este caso será de
presa compradora adquiera toda la canti- ($400/1 000) X 900 000 + ($300/1 000) X
dad del insumo contratado inicialmente o 100 000 = $390 000. En otras palabras, el
que, si compra menos de esa cantidad, de uso de los últimos 100 000 pies cúbicos de
todas formas pague algún dinero, por lo ge- helio elevan la factura total de helio de Cor-
neral menor al precio completo del que ad- ning en $1 0 000. Efectivamente, el contrato
quiere en realidad, por el insumo que no ha cambiado el costo marginal del helio
para Corning de $400 a $100 por 1 000
Los contratos de Ilévatelo o paga estabili- pies cúbicos. Advierta que no ha cambiado
zan tanto los programas de producción como el costo total de emplear un millón de pies
los ingresos de las empresas proveedoras. cúbicos de helio. El contrato ha transformado
Sin embargo, como uno debe reconocer, tam- simplemente algunos de estos costos en
bién sirven para otro propósito. Son una forma costos fijos, de modo que hasta un volumen
directa de ejecutar la estrategia de disuasión de un millón de pies cúbicos, Corning tiene
al ingreso de Dixit. un costo marginal muy bajo.
Por ejemplo, Corning es uno de los prin- En esto radica una desventaja en los con-
cipales fabricantes de cables de fibra óptica. tratos de Ilévatelo o paga. Esta desventaja es
Uno de sus proveedores clave es Praxair, un que si otro gran rival, por ejemplo Marconi,
importante fabricante de gases especiales. el productor inglés de fibra óptica, ya existe,
Supongamos que Corning firma un contra- y ambas empresas firman contratos de IIé-
to con ~raxairque requiere que Corning vatelo o paga con sus proveedores de helio,
compre 1 000 000 de pies cúbicos de helio la industria podría verse envuelta en una
(que se usa como enfriador en la produc- desastrosa guerra de precios, y éstos caen
ción de cables de fibra óptica) a $400 por hasta ser iguales a los bajos niveles de costo
cada 1 000 pies cúbicos. El contrato incluye marginal vla la competencia de Bertrand.
también una cláusula de llévate10 O paga, Algunos creen que esto es parte de lo que
según la cual Corning tiene que pagar $300 sucedió en el mercado de fibra óptica des-
por cada mil pies cúbicos del millón de pies pués de que estalló la burbuja de lasteleco-
que no use. Lo que esto hace es transformar municaciones.
efectivamente la estructura de costos de
Fuente: A. M. Brandenburger y B. J. Nalebuff, CO-opetition, Nueva York, Doubleday, 1996; y F. Norris, "Disaster at
Corning: At Least the Balance Sheet is Strong", The New York Times, 13 de julio de 2001, p. CZ.
C a ~ l h4l2~ . Fijación de precios llrnite y disuasión a la entrada
hace de la inversión en capacidad una estrategia mucho más efectiva para impedir el ac-
ceso que sólo la promesa de fijar un precio bajo. Un compromiso de precio es mucho
menos creíble precisamente porque se puede cambiar con facilidad.
Ahora regresemos a la evidencia empírica sobre el ingreso que revisamos al principio
del capítulo. Dos de los hechos estilizados son 1) el ingreso se observa comúnmente en
un amplio corte transversal de industrias y 2) la penetración del mercado, conforme se
mide por la participación en el mercado, es relativamente baja para las empresas de nuevo
ingreso. Estos hechos estilizados son congruentes con este modelo. La empresa ya esta-
blecida tiene una ventaja estratégica por ser la primera en invertir en capacidad, y puede
usar esta ventaja para limitar de modo estratégico el efecto del ingreso a su mercado t d
vez eliminándolo por completo.
FIGURA
12=7
Los nodos con 1indican que el turno de movimiento corresponde a la empresa ya establecida. Los nodos con
E indican que el turno de movimiento corresponde a la empresa de nuevo ingreso.
versión de Spence y Dixit es sutil. En el fondo aquí estamos hablando de tiempo, la cues-
tión es quién construirá primero la siguiente planta. ¿Serála nueva empresa conforme un
mercado en expansión le permite la oportunidad de participar, o será la empresa ya esta-
blecida la que se apresure para anticiparse a la nueva empresa, con el fin de no darle la
oportunidad de entrar?
M& que trabajar un modelo formal en su totalidad,1° bosquejaremos simplemente la
idea intuitiva que se haila detrás de la noción básica. Imaginemos un mercado en que
opera una empresa que obtiene ganancias monopólicas, nM.Sin embargo, todo mundo
sabe que la demanda va a crecer. En particular, todo mundo se ha dado cuenta de que en
el siguiente periodo la demanda del mercado se duplicará a cualquier precio que se esta-
blezca. A partir de entonces se quedará en ese nivel más alto en cada periodo sucesivo. Si
el ingreso no fuera problema, la monopolísta arnpliat-ía su planta al comienzo del perio-
do siguiente, pagaría el costo de la ampliación F y ganaría 2nM,con lo que supone que
el incremento de utilidades nM.excede el costo F.
Recuerde, empero, que hay una empresa que desea entrar acechando a la vera del ca-
mino. Si esta empresa ingresa, compartirá el mercado con la empresa ya establecida y
cada una obtendrá la ganancia de Cournot. es nCen el primer periodo y 2ncen cada
periodo siguiente cuando el mercado sea dos veces mayor. Sin embargo, para que la se-
gunda empresa entre, debe construir una meva planta, como lo hace la monopolista
cuando se amplía. Así que la nueva empresa debe hcurrir también en un costo Fsi cons-
truye esa nueva planta.
El punto que hay que destacar es que la nueva empresa puede escoger caándo quiere
entrar, así como si decide entrar. En otras palabras, la nueva empresa puede llegar al mer-
cado ahora, o esperar al siguiente periodo cuando el mercado haya crecido. Veamos en-
tonces las consecuencias de cada opción. Si la nueva empresa decide construir su plana
en el primer periodo, ganará nCpor un periodo y 2 n c a partir de allí. Con las técnicas de
descuento descritas en el capítulo 2, el valor presente de esta corriente de utilidades es
p~
n
c
+- 2nC donde R es el factor de descuento igual a 1 más Y, que es la tasa de interés.
1-R'
Así que el valor presente neto de ingresar ahora al mercado es nC+ - 2nc - F. Si, por
1-R
otra parte, la empresa de nuevo ingreso pospone su entrada hasta el comienzo del siguiente
periodo, y si la empresa ya establecida no construye una segunda planta antes de entonces,
la nueva empresa puede anticipar una corriente de ingreso neto cuyo valor presente es
--
2TC RF.Supondremos que el costo hundido de construir una planta Fes menor de
1 -R
2nc. Esto asegura que a la nueva empresa le gustaría ingresar en algún momento, supo-
niendo de nueva cuenta que la empresa ya establecida no reacciona. Agreguemos la hi-
pótesis de que a la nueva empresa le conviene más ingresar en el periodo siguiente que
en el actual. En otras palabras, suponemos que la segunda de las dos corrientes de valor
presente neto es la mayor."
Desde luego, la empresa ya establecida en el mercado también puede hacer esto.
Cuando así lo decide, entiende que a menos que haga algo ahora, la nueva empresa en-
trará al mercado al comienzo del siguiente periodo y destruirá su posición de monopolio. La
única forma en que la empresa tradicional puede evitar que esto suceda, es que decida
construir hoy una segunda planta. Sí, esto significa que incurre de inmediato en el costo
F en lugar de posponerlo. Sin embargo, también significa que cuando llegue el siguiente
periodo no habrá espacio para una nueva empresa. La empresa ya establecida está lista para
satisfacer plenamente el crecimiento del mercado con la producción de sus propias
plantas.
$erá la estrategia mencionada la mejor para los intereses de la empresa ya establecida?
Muy posiblemente sí. Si esta empresa espera y deja que la otra ingrese, ganará sólo 2 n C
2nc
en cada periodo posterior. Ei valor presente de esto es -. Sin embargo, si la empresa
1-R
invierte ahora, bloqueará el ingreso posterior y ganará 2nM indefinidamente en e1 futuro.
27TM
Entonces, el valor presente de invertir en este periodo es -
1 - R - F. Mientras 2nM -
rF> 2nC, la empresa ya establecida invertirá ahora, con lo que evitará ingresos posteriores.
¿Por qué es más probable que la inversión inmediata en una nueva planta sea más re-
dituable para la empresa ya establecida que para una empresa de nuevo ingreso? La razón
es que la ganancia de la empresa tradicional es el mantenimiento de su posición de mo-
nopolio y el ingreso del monopolio, n M En contraste, lo mejor que la nueva empresa
puede lograr es conseguir una parte de un duopolio de Cournot y ganar ac Puesto que
nMexcede a T ~el,incentivo de la empresa ya establecida de invertir de inmediato excede
al incentivo para la nueva empresa.
11 La condicidn necesaria es que rF> (1 + r ) n c Si se habla en t4rminos aproximados, el pago de intereses sobre
la suma fija invertida en la planta no estk cubierto por las utilidades de Cournor en el primer periodo.
Para comenzar, está el hecho estilizado que se señaló al principio de este capítulo de
que las mismas empresas siguen dominando sus industrias y obtienen utilidades superio-
res por largos periodos. Sin embargo, esto podría suceder por muchas razones, incluyen-
do las de una administración superior o mayor eficiencia en costos en dichas empresas.
La pregunta específica es si tenemos pruebas del mantenimiento de este poder de merca-
do, explícitamente por medio de la ampliación de la capacidad o de la inversión para blo-
quear a posibles competidores.
No responderemos a esta pregunta rehsando toda la evidencia empírica. Sólo agrega-
remos al caso de Alcoa (véase el recuadro) otros dos casos, cada uno de los cuales sugie-
re que el dominio sostenido mediante la ampliación de capacidad sí existe. El primero tu-
vo iugar
- en la ciudad de Edrnonton, ~ l b e r G Canadá,
, durante la década de los sesenta y
principios de los setenta. La mayor cadena de supermercados en Edmonton en esa épo-
ca era Safeway. Sin embargo, a principios de los sesenta diversas cadenas abarroteras de
otras regiones comenzaron a llegar a l mercado de Edmonton. Estas cadenas incluían dos
empresas de Ontario, Loblaws y Dorninion, y otra del oeste canadiense, Tom Boy. Entre
1960 y 1963 estas tres empresas abrieron 1 2 tiendas en el área de Edmonton. Y en 1964
estaban operando un total de 21 tiendas, un número ya muy cercano a las 25 tiendas que
tenía entonces Safeway. Edmonton estaba creciendo y Safeway detectó claramente que la
llegada continua de éstas y otras cadenas era una posibilidad real. Safeway respondió con
rapidez. Abrió cuatro nuevas tiendas entre 1963 y 1964, otras cuatro entre 1965 y 1966,
y después agregó cinco nuevas tiendas en 1968. Aún más, Safeway eligió las ubicaciones
de estas nuevas tiendas con mucho cuidado. Eligió sitios en donde podrían entrar, loca-
lizados en áreas de población creciente y en donde no había competencia.
En 1973 había reducido a 12. Además, los competidores se ubicaban frecuentemente
cerca unos de otros, en lugar de hacerlo en vecindarios ya atendidos por Safeway, pero
suficientemente poblados como para abrir espacio a una segunda tienda. En resumen, Sa-
feway aumentó rápidamente su capacidad ante el riesgo de nuevos ingresos. Esto n o só-
lo eliminó a algunos competidores, sino que evitó que llegaran otros. En verdad, la falta
de voluntad de sus competidores para ponerse cerca de una tienda de Safeway es una fuer-
te sugerencia de que Safeway había establecido bien su fama de que estaba dispuesta a lu-
char.12
Nuestra segunda anécdota procede del mercado de bióxido de titanio. Éste es un adi-
tivo químico usado como blanqueador en productos como pintura, papel y plásticos. Se
puede fabricar mediante tres procesos. Uno de éstos es un procedimiento con sulfatos
que usa mineral de ilmenita. Otra técnica usa un proceso con cloruro que emplea mine-
ral de rutilo. Ambos procesos son conocidos y están disponibles para todos los produc-
tores. Sin embargo, el tercero es un proceso especial con cloruro que, por resuicciones
legales, es conocido y está disponible sólo para DuPont. Como el proceso con el sulfato,
el procedimiento de DuPont usa ilmenita. De la misma forma que el proceso genérico
con cloruro, el método de DuPont causa poca contaminación. N o sucede lo mismo con
el procedimiento con sulfato, que tiene fuertes efectos contaminantes.
En Estados Unidos había siete empresas nacionales en el mercado de bióxido de tita-
ni0 durante los setenta. DuPont era la más grande de ellas, con 34 por ciento del merca-
do, pero N L Industries, que usaba el proceso de sulfato, era la compañía que ocupaba
un cercano segundo lugar. Luego sucedieron dos hechos a principios de los setenta
que dieron a DuPont una ventaja decisiva. En primer lugar, el mineral de rut-lo aumen-
tó de precio, lo que significaba que otros productores que usaban la t e c i c a genérica de
12 A Safeway se le acusd de monopolizar el mercado de Edmonton en 1972 y, a fines de 1973, aceptb una
orden judicial por la que, entre otras cosas, se l e prohibía ampliar su superficie en pies cuadrados en
Edmonton durante tres años y medio. Véase West y Von Hohenbalken (1 986).
Capítulo 12 Fijación de precios limite y disuasión a la entrada
'1
F
J Verificación de Oia realidad
r
4 ,
S i 1 . . . .&
. Mméro en llegar. halo ,bieny . .y sigue )Sa&nd6lo 1
h 1
convenios que prohiblan a las empresas de una penalidad demasiado leve porque deja
energía eléctrica la venta de electricidad a a la empresa intacta y tal vez en posición de
cualquier otro fabricante de aluminio; y 2 ) reanudar SUS practicas ilegales. Sin embar-
formar un cártel con fabricantes extranjeros go, fragmentar una organización exitosa corno
para dividirse el mercado mundial de alumi- se hizo en el caso de Standard Oil puede
nioen regiones y limitar las ventas en cual- parecer demasiado drástico. En el caso de
quier regi6n para favorecer primordialmente Alcoa el gobierno tuvo el acierto de optar
a un miembro del En parte, el juicio por un remedio alterno. El caso se decidió
de 1945 se basaba en la discusión de que es- inmediatamente después de la Segunda Gue-
tas prácticas habian seguido a pesar de las rra Mundial. Durante la guerra el gobierno
sanciones impuestas en 1912. habla operado diversas plantas de aluminio.
sin embargo, la del tribunal La decisión fue vender estas plantas a dos
contra Alcoa esta vez se basó principalmen- nuevas empresas, Kaiser y Re~nolds,con lo
t e en e l hecho de que laempresa habla am- que Se creó una estructura de mercado más
pliado su capacidadpara impedir el acceso competitiva.
cloruro tal vez tuvieran que reducir su producción. En segundo, se impusieron conuo-
les estrictos de contaminación que también encarecieron mucho el proceso del sulfato.
De repente, la técnica del cloruro propiedad de DuPont, basada en la ilmenita, dio a la
compañía una ventaja en costos. Una empresa con visión esuatégica no perderia tiempo
en explotar esa ventaja. Sabría que era probable que 10s productores que usaban sulfato
no se ampliarían. También entendería que el riitilo algún dia volvería a disminuir su pre-
cio (así fue). Si además, como todas los partidpaites en el mercado de óxido de titanio,
DuPont esperaba que aumentara la demanda, podría desear ampliar su capacidad de in-
Parte Cuatro Estrategias anticompetitivas
~~t~ impediría que 10s competidores que utilizaban la técnica basada en el ru-
tilo ampliaran su producción cuando disminuyeran los precios de este mineral, con lo que
la empresa podría llenar la brecha causada por el crecimiento del mercado y la declina-
ción de la basada en el sulfato, y apoderarse totalmente de esa ckmanda.
De hecho, DuPont incrementó su capacidad en más de 60 por ciento durante los cinco
años siguientes, mientras se estancaba la industria en general. Para 1977 la participación
de DuPont en el mercado había aumentado a 46 por ciento. Más aún, cuando su com-
petidor Kerr-McGee comenzó a construir una nueva planta en 1974, justo antes de que
DuPont echara a andar la ampliación planeada, DuPont reaccionó pregonando sus planes
en toda la industria. Esto probablemente haya evitado cualquier otro ingreso además
del de ~err-McGee.13
En h, hay mucha evidencia anecdótica que apoya el uso de la ampliación de capaci-
dad para vencer la paradoja de la cadena de tiendas y de esa manera mantener el poder de
mercado. También debemos señalar que se puede ampliar dicha evidencia si se le da una
interpretación de expansión espacial a 10,largo de las líneas del modelo de "calie princi-
pal" de Hotelling estudiado en el capínilo 10. Ciertamente, a menudo se A m a que la
de ofrecer muchos diferentes modelos de automóviles por parte de General
Motors, y de ofiecer una extensa variedad de cereales listos para el desayuno por parte de
las compañías cerealeras, reflejan intentos de "echar por la fuerza" a cualquier presunto
rival al no dejarle un nicho de mercado en que pueda operar con rentabilidad.
En este capítulo se investigó la capacidad de las empresas para mantener una posición do-
minante en el mercado de su industria durante un periodo prolongado. Tanto la eviden-
cia anecdótica como la formal indican que este poder de mercado sostenido es un rasgo
extendido. A su vez, esto significa que el ingreso de nuevos competidores que pueden
accionar y reducir las utilidades de una empresa ya existente no es tan poderoso en la rea-
lidad como lo es en los textos básicos de microeconomía. Hay algo que permite a una
empresa ya existente preservar su posición de mercado y defenderse con éxito contra el
ingreso de nuevos competidores.
Hay buenas razones teóricas para creer que las estructuras de mercado pueden evolu-
cionar hacia una concentración creciente con el paso del tiempo. La ley de efectos
proporcionales o ley de Gibrat es un proceso de crecimiento aleatorio que genera este
resultado. Modelos teóricos más ricos como el de Klepper (2002), en que la innovación
se facilita a medida que las empresas crecen y adquieren experiencia, también llega al oli-
gopolio como SU resultado de equilibrio. Así, el hecho de que muchas industrias estén
dominadas por largo tiempo por una 0 dos empresas no significa forzosamente que éstas
han obtenido y conservado ese dominio por medios depredatonos. Pero las preocupacio-
nes evidentes que motivaron la legislación antimonopolios, así como numerosas deman-
das judiciales, implican también que la disuasión depredatoria al ingreso es una preocu-
pación común. Un aspecto importante en este sentido es si la teona económica puede
aportar luz sobre estas preocupaciones.
El marco analítico adecuado para estudiar la disuasión al ingresoes un juego dinami-
co de movimientos secuenciales. Aquí la clave es la credibilidad. En amplios, la
cuestión es si la empresa dominante puede convencer a un posible competidor de que es-
tá comprometido con un nivel de precios o producción que, si se mantiene, hana que e~
ingreso no fuera redituable. La expansión de la capacidad y la prevención pueden ser for-
13 Vease ~ h e m a w a(1984).
t Vease tambien en Hall (1990) evidencias de que la accidn de DuPont era
congruente con el modelo de Dixit.
C a ~ f m1l2~ Ejagaci6n de precios lfmite y disuasión a la
mas de alcanzar este compromiso. Hay algunas razones para creer que estas tácticas son
empleadas por las empresas en la realidad.
Tanto en la teoría como en la práctica hay una distinción analítica entre evitar el ingre-
so de nuevas empresas y retirar del negocio a las ya existentei. También es importante re-
conocer que las empresas pueden no tener información completa de las demás, por lo que
sólo pueden conjeturar la respuesta probable de un competidor a cualquiera de sus accio-
nes. En este capítulo hemos analizado el tema de la disuasión al ingreso y limitado el
lisis a un entorno de certidumbre completa. Exploraremos la depredación contra los
competidores existentes en un mundo de incertidumbre en el capítulo siguiente.
1
1
I
Parte cuatro Estrategias anticompetitivas
y obtiene una utilidad de $12.5, mientras que la empresa ya existente obtiene una
utilidad de $12 5.
d) Demuestre que si, mis bien, la empresa ya existente se compromete en la etapa uno
a una capacidad de producción de = 16, entonces en la etapa dos la mejor res-
puesta de la nueva empresa a esta decisión es producir q2 = 7, pero a este nivel de
producción la nueva empresa no obtiene utilidades.
e ) A la luz de su respuesta a (d) demükstre que comprometerse a una capacidad de pro-
ducción de E , = 16, permite a la empresa ya existente obtener una utilidad de $348.
3. Dos empresas, la empresa 1y la empresa 2, deben decidir si entran a una nueva indus-
tria. La demanda de la industria está descrita por P = 900 - donde Q= ql + q2, qj 2
O. Para ingresar a la nueva industria las empresas deben construir una fábrica. Se pue-
den construir dos tipos de fábricas: grande o pequeña. Una fábrica pequeña requiere
una inversión de $50 000 y permite que la empresa produzca hasta 100 unidades del
bien a un costo unitario de producción de c = O. Por otra parte, la empresa puede pa-
g a $175 000 para construir una gran fábrica que le permita producir cualquier núme-
ro de unidades de producción a un costo unitario igual a cero. Una empresa con una
fábrica pequeña tiene limitaciones de capacidad, no así si la empresa que tiene una gran fá-
brica. La empresa 1 debe tomar primero la decisión de entrar. Debe elegir si debe entrar
o no, y si ingresa, qué clase de fábrica deberá construir. Entonces, después de observar
la acción de la empresa 1, la empresa 2, elige entre el mismo conjunto de alternativas.
Si sólo una empresa ingresa a la industria, entonces elige un volumen de producción y
lo vende al precio correspondiente. Si ambas empresas están en la industria, entonces
compiten como empresas de Cournot. Todas las decisiones de producción en esta etapa
están sujetas a las restricciones de capacidad de las fábricas.
a) Diseñe el árbol amplio que representa el juego de ingreso que se juega entre las
empresas 1 y 2.
b) iCuál es el resultado? ¿Entra la empresa 1 y con qué tamaño? <Entrala empresa 2
y con qué tamaño?
4. Supongamos que la demanda de copas de vidrio soplado está dada por q = 7 0 000
- 2 0 0 0 e donde q es la cantidad de copas vendidas al año y P es el precio en dólares
de una copa. Supongamos que hay 1.000pequeños vendedores idénticos de copas de
vidrio soplado a mano. La hnción de costo marginal de un vendedor así es MC(q) =
q + 5, donde q es la producción de la empresa.
a) Suponga que cada uno de estos pequeños vendedores actúa como tomador de pre-
cios en este mercado y obtenga la curva de oferta, el precio de equilibrio y la can-
tidad vendida en el mercado.
b) Suponga que se inventa y monopoliza una nueva técnica mecanizada de fabrica-
ción de copas por la empresa B. Con esta técnica se pueden fabricar copas a un costo
promedio y marginal constante de $15 por copa. Los consumidores n o pueden
advertir ninguna diferencia entre las copas elaboradas siguiendo la antigua y la nueva
tkcnicas. Dada la existencia de pequeños vendedores que surten al mercado,
es la curva de demanda de la empresa B?
C) Al enfrentar esta curva de demanda, <cuáles la cantidad producida que maximiza
las utilidades de la compañía 8) es el precio que fija y la cantidad global de
copas vendidas en el mercado?
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1
1
redataria.
~sarrellosresigntes
juicio antimonopoli~~ más destacado de b s úitirnos años, al que algunos incluso han llamado
el juicio del siglo, ciertamente ha sido el entablado contra Microsoft. El centro de las discu-
siones del gobierno, cargo que fue finalmente validado tanto por un tribunal de distrito como
por otro de apelaciones, es que Microsoft había abusado de su poder de mercado en una for-
ma que debilitaba de manera importante a la competencia. De particular interés para muchos
era la acusación de que Microsoft había incurrido en prácticas desleales para beneficiar a su na-
vegador en la red, Internet Explorer, con el fin de sacar a Navigator de Netscape del mercado.
~ s t o temores
s no son nuevos. Al contrario, constituyen el núcleo de las leyes antimonopo-
lios. De hecho, fue precisamente este temor el que llevó al primer gran caso de "destrucción
de de Standard Oil. La idea de que las grandes empresas podrían retirar a los
asignando precios bajos hoy con la idea de aumentarlos mañana hasta un nivel
de monopolio, tuvo su máxima expresión en L u i s Brandeis, el juez de la Suprema Corte que
juzgó el caso de Standard Oil.Brandeis advirtió en 1913 que los "estadounidenses no debían
hacerse ilusiones en cuanto al valor de las reducciones de precios. Es el arma más poderosa de
10s monopolios, el medio para eliminar al pequeño competidor al que los grandes consorcios
han recurrido con más frecuencia. El capital organizado que tiene una visión a largo plazo se
asewra por este medio de la cooperación del consumidor miope, para perjuicio de éste. Ya
sea por irreflexivo o por débil, el consumidor cede a la tentación de obtener ganancias inme-
diatas aunque sean insignificantes; con ello vende su primogenitura por un plato de sopa y
se convierte en un instrumento de monopolio".'
Las acusaciones de fijación de precios depredatorios para sacar a los competidores ya colo-
cados son mucho más frecuentes en la historia que las de fijación de precios límite para impedir
el ingreso. Un primer ejemplo de esta ~upuestaconducta es el caso U.S.Sugar ~ r u s(véase t Ve-
ficación de la realidad: Dulce (azúcar) Y bajo (precio). Depredación en la industria azucarera).
o t r o ejemplo famoso es el caso Mo& Steamship.* Con el fin de monopolizar el comercio
chino, supuestamente M o w l Steamship Company eliminó a sus competidores cotizando tari-
fas de embarque tan bajas que no era redituable para nadie comerciar a esos precios. En el
curso de los años muchas otras compañfas han sido acusadas de la misma conducta. En arios re-
cientes esto ha incluido a Wal-Mart, que enfrenta varias demandas presentadas por minoristas
más pequeños que la acusan de haberlas dañado mediante la práctica de fijación de precios de-
predatono~;3a AT&T, que ha sido acusada de manejar maiiosarnente sus precios para impedir
que las compañías telefónicas locales irgresen al mercado de larga distancia? a Toyota y Mazda,
a las que en 1991 el Deparmento de Comercio estadounidenx encontró culpables de vender
sus camionetas a precios por debajo del costo;5 y a Amencan Airiines, que en la actualidad está
demandada porque supuestamente trató de sacar del mercado a varias líneas aéreas pequeñas
que manejan precios de descuento en el sur del Medio Oeste estadounidense.
Lo que hace rentable la fijación de precios depredatorios es el poder de mercado que se gana
al e%ar a un competidor, Pero si la presa reconoce que el depredador no tiene hcentivos pa-
ra aplicar un precio bajo y Sostener pérdidas Para siempre, entonces 4 por qué debe atemofi-
1 Brandeis (1913).
2 Este caso es analizado por Yamey (1972) y más recientemente por Morcon (1997).
3 "Slinging Pebbles at Wal-Mart", The Economist, 23 de octubre de 1993.
4 "AT&TDiscounts Signal a National Price War", The Wall Streetjournal, 8 de mayo de 1996, B,,
S Advierta, no obstante, que la Comisión Internacional de Comercio determin6 después que los armadores de autos
estadounidenses de hecho no resultaban dañados por las politicas de precios de Toyota y ~ ~ ~ d ~ ,
Capfalo 13 C o ~ d u c t adepredatoria. Desarrollos recientes
299
d Verificación de Oa reaiidaba
LJ
A fines del siglo xix y principios del xx la indus- nalq. Las publicaciones de la i n d u d a de
tria azucarera de Estados Unidos estaba do- aquella época estimaban que A S R C ~ ~ ~ ~
minada por la American Sugar Refining Com- les estaban perdiendo alrededor de 10 centa-
pany (ASRC), cuyo nombre original era U.S. vos por cada 100 libras de azúcar refinada, lo
Sugar Trust. La compañia se formó en 1887 que significó pérdidas sustanciales.La guerra
como resultado de una fisión con 18 empresas de precios terminó cuando Spreckelsvendió
que controlaban 80 por ciento del mercado sus plantas a ASRC y abandonó el mercado.
local de azúcar refinada. La consolidación Varios años después surgieron dos nuevas
se vio seguida rápidamente por una racio- grandes empresas. Arbuckle Brothers, una
nalización en que las 20 plantas así integra- empresa que también dominaba un gran seg-
das se redujeron a s61o 10, y por un incre- mento del mercado estadounidense de torre-
mento en el precio del azúcar refinada de 16 facción de café, operaba una de ellas. La otra
por ciento. Sin embargo, muchos de los due- fue Doschler Company. Cada una de estas
ños que vendieron sus plantas y también nuevas empresas abrió una planta aproxima-
otros empresarios comenzaron entonces a damente del mismo tamaño que la planta
operar una nueva planta, de modo que original de Spreckels, de modo que juntas
surgió un grupo creciente de nuevas peque- poseian la capacidad que Spreckles habla
ñas refinerías de azúcar. De acuerdo con anunciado que era su meta a corto plazo.
nuestras primeras observaciones, estas nue- Comenzó de nuevo una guerra de precios, y
vas empresas eran pequeñas, cada una era es del dominio público que los precios cap-
50 veces m65 pequeña que la ASRC. Algunas ron por debajo del costo marginal a corto
tuvieron éxito, pero otras fracasaron, aun- p l u o y todas las empresas perdieron dinero.
que no como resultado de conductas depre- La guerra terminó cuando Doschler se unió
datorias de ASRC. con otras dos compañias pequeñas en una
El primer intento de ingreso a gran escala fusión negociada por ASRC. Un posible
lo realizó Claus Spreckels, Senior, un refina- motivo para esta acción fue que ASRC temia
dor de la costa oeste. Spreckels abrió una que cuando la guerra de precios terminara,
nueva refineria en la costa este con el doble Doschler empleara SUS utilidades para ampliar
de la capacidad que tenian las refinerias SU capacidad y que, cuando ésta se agregara
pequeñas, y anunci6 que planeaba duplicar a la capacidad existente en la industria, obliga-
esta capacidad a corto p l ~ o Esta . amenaza ra a bajar 10s precios. Sin embargo, si Doschler
provocó una respuesta agresiva de ASRC. se ampliaba comprando plantas ya existen-
Enseguida comenzó una guerra de precios en tes, no habrfa i n c ~ ~ ~ eneto n t oen la capaci-
que la diferencia entre 10s precios del azúcar dad de la industria. Desde luego, la guerra de
refinada y del azúcar sin refinar, que habia precios cambien funcionaba para limitar esta
sido de unos 70 centavos de dólar por 100 expansión al elimif7ar las utilidades tanto de
libras antes de que Spreckelsabriera su plan- Arbuckle como de Doschler. Genesove y Mullin
ta, cayera rdpidamente a entre 19 y 31 centa- (1998) concluyen que tal las utilidades
vos por 100 libras, Dados 10s costos de otros que ASRC de limitar el ingreso eran
insumos ademb de larefinación de azúcar, suficientes como para justificar las perdidas
en que imurria 'On laguerra de precios.
este diferencial significaba que 10s precios
estaban muy por debajo de los costos margi-
Fuente: D. Generove y W. Mullin, "Testing Static ~ l i g o p o l yModels: Conduct and Cost in the Sugar Industiy,
1890-1914", RandJournalofEconornics 1 4 (verano de 1998), pp. 355-377.
300 Parte Cuatro Est~ategiasanticompetitivas
zarse y salir de lo que de hecho constituye un mercado rentable? ¿Qué pasaría si el depre-
dador pudiera inducir a la empresa a salir del mercado? ¿Cualquierintento del depredador
por aumentar los precios ng atraería a nuevos competidores interesados en ingresar al
mercado? La lógica de la fijación de precios depredatorios parece destruirse en un mun-
do de conducta racional de negocios. La razón para esto se puede encontrar en la lógica de
la paradoja de la cadena de tiendas que presentamos en el capítulo 12. Revisaremos de nue-
vo este escenario en la primera sección de-este capitulo y explicaremos por qué una empre-
saya existente en el mercado, o depredaJora, simplemente no puede hacer que los posibles
competidores crean que asumirá una conducta depredatoria.
Luego profundizaremos en el estudio de la lógica de la depredación. Lo que nos interesa
es entender si la paradoja de la cadena de tiendas y su relación con la depredación depende
en forma importante de la información que la empresa ya en el mercado, o depredadora,
y la presa tienen cada una respecto de la otra y respecto del mercado. Lo que resulta es
que la información, y específicamente el hecho de que los agentes "saben que los otros sa-
ben", desempeña un papel fundamental en la conducta depredatoria. Para entender la
depredación tenemos que examinar con mucho cuidado la información que cada jugador
tiene respecto del otro y respecto del mercado.
L,a lógica de la depredación requiere por lo menos dos periodos, un periodo para sacar
o mantener fuera al competidor y otro para cosechar el beneficio. Por lo general suponemos,
lo más común es que de manera implícita, que las transacciones que una empresa ya es-
tablecida en el mercado realiza con sus clientes, son transacciones simples. Esta empresa
establece el precio de su producto en cada periodo y los consumidores compran a ese pre-
cio en ese periodo. Pero, (qué pasa si la empresa ya existente tiene un contrato a largo
plazo con sus clientes? Es decir, <quésucederá si la empresa ya existente pudiera ofrecer
a los consumidores un contrato para comprar su producto en ambos periodos? {Podnan
estos contratos a largo plazo dejar fuera del mercado a los competidores y, si así fiera, es-
tarían dispuestos los consumidores a aceptar estos contratos a largo plazo? En este capi-
tulo examinaremos también en qué forma exactamente pueden los contratos de largo plazo
entre una empresa y SUS clientes preservar el dominio del mercado y mantener fuera a los
competidores. Por último, re~isaremoscasos en que se ha argumentado conducta depre-
datoria y el papel de la política pública.
6 Hay abundante literatura sobre las diversas prácticas de negocios utilizadas por la Standard oil durante este
periodo. otras practicas incluran obtener tarifas y rebajas discriminatorias de fletes en ferrocarriles,
privar
del suministro de petrdleo crudo a competidores al comprar los oleoductos locales, y supuestamente hacer
explotar los oleoductos de la competencia. Vease Yergin (1991).
Capltulo 1S . Conducta depredatoria. Desarrollos recientes
301
que éstas sí tuvieron que salir del mercado. Sin embargo, si hay alguna duda de que este
hecho demuestre que Standard Oil empleó la fijación de precios depredatorios. Tal duda
se basa tanto en la teoría como en la evidencia.
l
Hay dos argumentos teóricos que implican que la fijación de precios depredatonos no
es una estrategia óptima y, por lo tanto, no es de esperar que una empresa los emplee. El
primer argumento es básicamente que la fijación de precios depredatorios, como en la pa-
radoja de la cadena de tiendas, no es un subjuego perfecto.
Para entender el poder de este argumento revisemos el juego de Microhard y Newvel
que introdujimos en el capítulo 12. Pero en este caso agregaremos ai juego algunos nuevos
elementos para que se parezca más ai mundo real, en donde hay una empresa dominante ya
establecida, como Standard Oil, y un competidor más pequeño. El juego es de nueva cuen-
ta un juego de dos periodos, en el primero de los cuales, Newvel, la nueva empresa, ya ha
ingresado al mercado. Microhard, la empresa establecida de tiempo atrás, es la que reali-
za el primer movimiento y debe decidir si incurre en prácticas depredatonas. Un elemen-
to nuevo importante es que ahora suponemos que cada empresa incurre en un costo fijo
de $11 5 millones en cada periodo de mercado. Esta cantidad debe pagarse al principio de
cada periodo. Sólo que Newvel, a diferencia de Microhard que tiene utilidades internas
retenidas de su largo historial en el mercado, no tiene fondos internos. Por lo tanto,
Newvel debe tomar prestados estos fondos del sector bancario (competitivo). A conti-
nuación introducim6s alguna incertidumbre en el mercado. Al margen de las acciones
de Microhard, hay 50 por ciento de probabilidades en cualquier periodo de que Newvel
tenga éxito y obtenga una alta utilidad operativa de $200 millones. También hay
50 por ciento de probabilidades de que no tenga éxito y obtenga una utilidad menor
a $100 millones. En el primer caso las utilidades netas de Newvel en ese periodo son de
$200 millones, menos lo que debe pagar al banco por el préstamo que le concedió. En
el segundo caso Newvel no gana ni siquiera lo suficiente para pagar el principal del prés-
tamo, que es de $115 millones. Como resdtado, Newvel simplemente no paga y entrega ai
banco los $100 millones que ganó.
Si suponemos un sector bancario competitivo, entonces el banco debe esperar ganar
aproximadamente cero utiiidades con el préstamo que le hizo a Newvel. En aras de una
mayor simplicidad, supongamos también que el factor de descuento R entre periodos es
igual a 1 (la tasa de interés r = O). Para que el banco obtenga cero utilidades, o más en
general el inversionista, debe pedir que Newvel le pague $130 d o n e s cuando su utilidad
operativa sea alta y $100 millones cuando sea baja. Con este contrato el banco recibiría
130 millones la mitad de las veces (cuando Newvel tuviera éxito) y 100 millones la otra
mitad de las veces (cuando fracasara). Por lo tanto, en promedio, este contrato resultaría
en que el banco ganará apenas $ 115 millones y cobrará el préstamo. Tal vez, para ser más
realistas, debemos darle al banco algún incentivo para que asuma el nesgo ofreciéndole
tener resultados un poco mejores que éstos. En particdar, podriamos suponer que
puede demandar un pago de $132.5 millones en el caso de que la utiiidad de operación
de Newvel sea alta. Esto da al banco un rendimiento neto esperado de 0.5 ($132.5
+ $100) - $115 = $1.2 5 millones en cada periodo. En contraste, Newvel podrá ob-
tener una utilidad neta de $200 - $132.5 = $67.5 millones con una probabilidad de
0.5, o nada, también con una probabilidad de 0.5. Por consiguiente, el ingreso neto es-
perado de Newvel en cualquier periodo es de $33.75 millones.
Consideremos ahora a la otra empresa. Supongamos que en cualquier periodo que Newvel
está en el mercado, Microhard obtiene una uulidad operativa de $150 millones, pero que
una udidad esperada como monopolio de $325 mdones si Newvel abandonara
el mercado. Supongamos además que al reducir 10s precios y sacrificar $100 millones de
utilidades en cualquier periodo, Microhard podría aumentar a 70 por ciento la probabi-
lidad de que NeWel fracase y gane sólo $100 d l 0 n e s en ese mismo periodo. {TendríaMi-
crohard un incentivo para los precios y empeorar las posibilidades de Newel?
Parte Cuatro Estrategias antic0iapetitivaS
cumplir otro requerimiento. Éste es que no hubienr otra estrate& rnál rentable para lo-
grar el mismo rWlltad0. Fue este segundo punto el que atrajo la atención de McGee, pues
Para 61 una fusión es siempre más rentable que la fijación de precios depredatorios, así
que ninguna empresa elegirá esta estrategia.
El razonamiento de McGee es simple y puede ilustrarse de nueva cuenta con un
enfoque de teoría de juegos. El punto básico es que la fijación de precios depredatorios
es una estrategia dominada y, por consiguiente, una estrategia que nuwa se usará. Revi-
semos otra vez nuestro ejemplo de Microhard y Newvel. Suceda lo que suceda en el
mer periodo, parece claramente irracional que Microhard realice actividades depredato-
rias y con ello sacrifique, digamos, $100 d o n e s de utilidades en el segundo periodo para
disminuir las oportunidades de éxito de Newvel. Advierta, no obstante, que en cualquier
periodo en que Newvel sí funcione, Microhard sufre una pérdida de utilidades de $325
millones - $150 millones = $175 millones. Supongamos ahora que si Microhard
actúa en una forma realmente ilógica, digamos sacrificando un equivalente de $175 mi-
llones en el primer periodo, no sólo aumenta las probabilidades de fracaso de Newvel en
el primer periodo en forma significativa, sino que también establece el hecho de que Mi-
crohard está "loca" y podría incurrir realmente en depredaciones adicionales en el segundo
periodo, aunque esta conducta fuera irracional. Ante ello, podría parecer que sí funcionará
esta estrategia. Si existe una amenaza real de depredación "loca" en ambos periodos,
Newvel podría convencerse de que no le conviene entrar en ninguna forma.
Sin embargo, McGee (1958) señaló que este razonamiento todavía no aporta una base
lógica para la depredación, porque existe una mejor estrategia con la que se puede lograr el
mismo resultado. El razonamiento es que aunque Microhard pierde $175 millones para
dejar fuera a Newvel, ésta gana sólo $150 d o n e s si ingresa. Por ello, en lugar de incurrir en
prácticas depredatorias irracionales que le costan'an $175 millones, Microhard obtendría me-
jores resultados si compra a la otra empresa o se fusiona con ella a un precio de, digamos, $160
millones. Es decir, la estrategia depredatoria está dominada por la estrategia de adquisición.
El punto de McGee es muy general y se extiende con facilidad a otros juegos en contex-
tos diferentes. Consideremos, por ejemplo el caso de un iíder de Stackelberg que e d e n t a
a una empresa seguidora. Supongamos que cada empresa tiene un costo marginal y prome-
dio constantes de c, y que la curva inversa de demanda del mercado es P = A - BQ= A -
B (qL + qi). Aquí, gL es la producción del líder de Stackelberg y g, es la producción de la
seguidora. En el capítulo 12 encontramos que el resultado de equilibrio de Nash es
= ( A- c)DB y q, = ( A - c)/4B, lo que lleva a un precio de la industria de ( A + &)/?l.
A este precio, el líder obtiene la utiíidad ( A- C ) ~ B Bmientras
, que la seguidora gana la mi-
tad de esta cantidad. No obstante, grande como puede ser, la utiiidad del líder es todavía
menor que la que ganaría un monopolis~puro, es deck ( A-
Es evidente que el líder preferiría que lo dejaran solo en el mercado. Si ampliamos otra
vez este modelo a dos periodos de mercado, el fider podría aplicar una conducta preda-
t o h , Ima*emos ahora. que al del primer periodo el Uder se compromete totalmente
a fabricar una producción tan grande que sólo se pueda vender a un precio apenas igual a
su costo de c. Puesto que el seguidor puede vender unidades adicionales s6lo si
empuja el precio de mercado por debajo de c y, por lo tanto, pierde dinero, abandonará el
mercado o no ingresará. Supongamos también que este hecho es suficiente para mante-
ner al seguidor fuera para siempre, de modo que en el segundo periodo el Uder es un mo-
nopolista y obtiene la udidad de monopolio, (A2- 2)/4B.
En la esuate@a depredatona que acabamos de describir, el líder O depredador obtie-
ne una corriente de utilidades de O en el primer penodo de mercado y luego ( A- 2)/4B
en el segundo. El seguidor o víctima puede anticipar un flujo de O utilidades en ambos
periodos. De nueva cuenta, como McGee señaló, serfa más conveniente para el ííder COm-
prar o fusionarse con el seguidor al comienzo del primer periodo. Las empresas fusiona-
das pueden luego acmar como y obtener la utilidad de éste ( A- 2)/4B en
ambos de mercado. Incluso si el líder tiene que compartir la utilidad de este pri-
Parte Cuatro Estrategias anticompetitivas
mer con el seguidor, digamos a partes iguales, ambas empresas de todas mane-
ras obtendrán mejores resultados que los que alcanzarían en una lucha depredatoria, en
que depredador y presa obtienen una utilidad cero en el periodo uno. Otra vez, esta es-
tratega de fusión domina a la estrategia depredatoria.
Por supuesto que hay puntos débiles en el argumento de McGee (1958) de que la fusión
es una mejor estrategia que la asignación de precios depredatorios. Para comenzar, una
fusión entre es un hecho público y las autoridades antimonopolios podrían
prohibir la fusión: De hecho, es posible que a las autoridades antirnonopolios les preocupe
más esta fusión de lo que les preocuparía que la empresa dominante aplicara la fijación de
precios depredatorios, puesto que la hsión eliminaría el penodo corto de depredación,
en que disminuyen los precios. En segundo lugar, y todavía más importante, la lógica de
la estrategia de fusión se debilita cuando se amplía para incluir posibles nuevas empresas
que desean también ingresar. Una vez que se percibe que una empresa dominante está
dispuesta a comprar a cualquier competidor, es probable que tengan que enfrentarse a un
flujo de nuevas empresas que entran sólo por la utilidad que obtendrán al ser a d q ~ i r i d a s . ~
ES decir, al final,.la táctica de fusión puede estimular el ingreso, lo último que quiere ha-
cer la empresa dominante. Desde esta perspectiva, la fijación de precios depredatorios
puede parecer mejor porque no sólo retira del mercado a los competidores existentes si-
no que también puede disuadir a otros a no ingresar. De todos modos, el argumento bá-
sico de McGee es ciertamente válido. Una afirmación creíble de depredación debe de-
mostrar que ésta no es una estrategia d ~ r n i n a d a . ~
En resumen, puede haber buenas razones para desconfiar de las discusiones de fijación
de precios depredatorios. Los negocios son difíciles e inevitablemente sucederá que algu-
nas empresas pierdan participación de mercado o incluso que salgm por completo de su
industria. Empero, estos resultados pueden reflejar simplemente una herte competencia
arregló con la FTC y acordó destinar $100 otro de apelaciones concluyeron que SU
millonesa un fondo establecido para reem- acuerdo con Andrx era una violación a las
bolsar a aquellas personas que habian pa- leyes antimonopolios. Hasta ahora ha paga-
gado esos exorbitantes precios. Aventis si- do más de $200 millones a los mayoristas
guió con el litigio en los tribunales, pero de medicamentos y a los estados de la
tanto un tribunal federal de distrito como Unión Americana.
~~~~m
J. Cuidera y R. T. King, Jr., "Abbott Labs, Novartis Unit Near Pact with FTC Over Agreement on Hytrin",
new ~ / / s ~ ~ 14~ de~ marzo ~ J de ~ 2000,
~ ~ ~p. 86;
~ / M., Schroeder, "Mylan to Pay $100 Million to Settle Price-Fix
Casen,The ~ ~ / / S t r e e t J o u r n u13
l , de julio de 2000, p. A4. Véase también diversos boletines de prensa en el sitio en
la Red de la FTC, http://w.ftc.gov.
1 13.2 DEPREOAC~~N
E ~ ~ ~ ~ ~ ! I \ ~MPERFECTA
CIÓN
Gran parte de la Literatura post Chicago sobre el tema de la depredación se basa en los
juegos de dos periodos, en que una empresa sabe algo que la otra empresa ignora, y am-
bas empresas entienden que hay asimetría en la inf~rrnación.~ En esta sección presenta-
9 (1984) y Fu-
Importantes estudios pioneros a este respecto incluyen los de Milgrom y Roberts (1982), ~~~~i~
denberg y Tirole (1986).
Ca~ft'Jlo13 Conducta depredatoria DesarPollos
mas dos modelos importantes que aprovechan esta característica de información asimé-
uica. El pfimero es de Bolton y Scharfstein (1990), y se enfoca en la asimetría de idor-
mación entre el nuevo rival, como Newvel, y el banco del cual obtiene el préstamo. ~1
segundo es de w g r o m y Roberts (1982), y se centra eñ la asimetría de información
entre el nuevo competidor, en nuestro caso Newvel, y la empresa dominante ya existen-
te en el mercado, Microhard.
i
1:
i /
Parte cuatro ~strategiasant¡~ompet%va
obtener $150 2 $100 5 $50 millones en ese momento, esta cláusula del contrato le da a
NeWel un interés real para asegurarse de que ocurra el segundo periodo.
En nuestro ejemplo, el contrato de crédito podría ser como sigue. El banco presta los
$115 millones requeridos al principio del primer periodo. Al final de ese lapso, si New-
ve1 reporta una utilidad mayor de $200 millones, entonces se le pide que vuelva a pagar
$150 millones, su utilidad promedio. Cuando 10 hace, el banco le presta los $115 millo-
nes que necesita para operar en el segundo periodo. AL final de este úitimo, al banco se
le pagan $100 millones sin importar qué suceda, en virtud de nuestro argumento ante-
rior acerca de un préstamo de un solo periodo. Otra posibilidad es que, si al final del pri-
mer periodo Newvel reporta sólo su utilidad más baja de $100 millones, el banco cobra-
rá esa cantidad pero no concederá más préstamos. En este caso Newvel no sobrevive en
el segundo periodo.
En la figura 13-2 se describe la peculiaridad del contrato de préstamo. Después de
que el banco concede el préstamo inicial, ocurren las utilidades. Esto no se muestra en el
diagrama porque al final del primer periodo el incentivo de Newvel es reportar correcta-
mente el resultado y el banco lo entiende. Si es bajo, el préstamo se termina y Newvel de-
be salir del mercado. Si es alto, el préstamo se extiende un segundo penodo, después
del cual ocurre un nuevo resultado de utilidades. Como sabemos, al final del segundo pe-
riodo Newvel tiene siempre un incentivo para reportar una baja utilidad. El par de resul-
tados muestra el pago total para el banco Y Newvel en 10s dos periodos, donde el del banco
se muestra primero.
Advierta que ambas partes obtienen buenos resultados con este contrato. Veamos el
caso del banco. Si las utilidades del primer periodo son bajas, Newvel se liquida y el
banco se va sólo con $100 millones perdiendo $15 millones. Si, por otra parte, las utili-
dades del primer periodo son altas, el banco cobra $150 millones, con lo que obtiene un
ingreso neto de $35 millones. Sin embargo, entonces se ve obligado a prestar otros $115
millones por segunda vez. AL final del segundo periodo el banco recibe sólo $100 millo-
nes, porque en ese momento Newvel nunca reportará un alto ingreso. Corno existen
iguales probabilidades de tener buena o mala suerte, la utiiidad que espera el banco por
el contrato de dos periodos es de 0.5 ($100 - $115) + 0.5 [($150 - $115) + ($100
EL A R ~ O LDE DEClSlONES EN EL c o ~ ~ ~ ~ l - 0
DE CRÉDIBO DE DOS PERIODOS
- $115)J = $2.5 millones. Observe que ésta es exactamente la utilidad que el banco ~ b -
tuvo con dos contratos de un solo penodo cuando tenía plena información del ingreso
de Newvel.
Newvel obtiene también una utilidad esperada positiva. Con una probabilidad de 0.5,
recibe un pago neto de $200 - $150 millones al final del primer periodo, y con igual
probabilidad no recibe nada. De modo similar, al final del segundo periodo Newvel reci-
be un pago neto ya sea de $200 - $100 millones o bien cero otra vez, cada uno con pro-
babilidades de 0.5. Así, la utilidad esperada por la empresa según el contrato es de $50
A pesar de que ambos jugadores obtienen utilidades según el contrato, hay una falla.
La mitad del tiempo Newel fracasa en el primer periodo y no consigue un préstamo
para el segundo periodo. Esto es ineficiente porque esa inversión espera una utilidad de
$35 millones. Otra vez, esta ineficiencia es resultado de la asimetría de información que
caracteriza la relación entre el banco y Newvel. La única forma de evitar que Newvel se
beneficie de esta ventaja de información es incluir una promesa de detener el financia-
miento si Newvel tiene malos resultados en el primer periodo.
Pensemos ahora en agregar alguna competencia al juego Por Parte de Microhard. Su-
pongamos de nueva cuenta que la utilidad de duopolio de Microhard es de $150 millo-
nes, su udidad de monopolio es de $325 millones, Y al depredar y reducir precios su
se reduce a $50 millones. Pero cuando aplica precios bajos, Microhard aumenta de
50 a 70 por ciento la probabilidad de que Neme1 fracase. Puesto que ahora Newel debe
salir siempre que no &tenga una utilidad de $200 millones en el primer la re-
ducción de precios se traduce en incrementar en 20 Por ciento la posibilidad de que
Mcrohard se convierta en un en el Segundo pedodo. Como resultado, el pa-
g o esperado de esta estrategia depredatoia es de 0.2 x $325 = $65 millones, más que
pace cuatro Estrategias anticornpetitivas
10 El relato de depredación que aquí se narra está muy relacionado con los modelos de ~ b ~ ol ~ ~
"bolsillos profundos". Véase, por ejemplo, Phlips (1995).
11 En tkrminos estrictos, el c o n a t o descrito sólo es 6ptimo si Microhud no lo obwrva. Si mcr0hard puede
observar los detalles del prbstamo, el contrato podría redactarse en tai forma que e ~ t mla depredación.
C ~ f t l J l 13
o Conducta depredatoria. D e s a s ~ . o l l ~ ~
11; 8
V
\i Ir
312
CON B M F O R M A C U ~ASIMÉTRICA
N SOBRE COSTOS
Utilidad de Microhard = $60 + $20 = $80
Utilidad de Newvel = 4 2 0
el total de pagos para cada compañía durante los dos periodos, lo que depende de las
decisiones sobre precios e ingreso. Las utilidades totales de Microhard se representan con
la suma de sus utilidades en cada periodo. Las utilidades de Newvel son justamente lo que
gana en el mercado en este último periodo.
En la figura 13-3 se muestran tres posibilidades para Microhard. La primera es que es
una compañía de costo alto7y fija un precio de monopolio en el primer periodo que es
apropiado para esta clase de compa'a. La segunda posibilidad es que sea nuevamente
una compañía de costo alto, pero ahora elige fijar un precio inferior apropiado para una
compañía más eficiente en costos. Por Último, la tercera posibilidad es que Microhard sea
~~rdaderamente una c o ~ p a ñ í ade costo bajo y establezca un precio bajo de monopolio
para este caso. Observe que hemos descartado la posibilidad de que Microhard
sea de costo bajo, pero cobre el precio de monopolio de costo alto. Veremos en un mo-
mento que no tiene incentivo para comportarse de esta manera. El punto importante que
debemos entender es que c a p ~ r a m o sla asimetría de información, o que se sabe que se
sabe, si circulamos juntos 10s nodos E2 y E3 Esto nos indica que cuando Newvel, la em-
presa de nuevo ingreso, observa un precio bajo en el primer periodo, no sabe si está
en E2 o en E3, Y Microhard, la empresa ya colocada, sabe que la nueva empresa ignora en
qué nodo se encuentra.
Quizás usted se pregunte en este omento Por qué una compaIiía de alto costo fija-
ría su precio a un nivel inferior de utihlades. La respuesta es que esto puede influir en la
decisión de la empresa de nuevo ingreso para entrar en el periodo dos. Por ejemplo, New-
ve1 ~ o d r i arazonar como sigue: 'Si Microhard fija un precio alto durante el primer perio-
do, ha de ser porque es una compañía ineficiente de costo alto y me conviene entrar. Sin
embargo, si Microhard fija un precio bajo, debe ser una compaiiia eficiente en costos y
es mejor que no entre al mercado." En este marco existe un incentivo considerable Dara
que una empresa ya colocada de costos altos juegue al principio contra su propio tipo, y
Capftulo 13 Conducta depredatona. Desarrollosrecientes
fije el precio bajo de monopolio en el periodo uno. Cierto, esto significará que ganará
utilidades sólo de $40 millones en lugar de $60 millones durante el primer periodo. pe-
ro dado el razonamiento de la empresa de nuevo ingreso, este sacrificio se compensa en
el segundo penodo porque desalienta el acceso de nuevas empresas y permite que Micro-
hard gane entonces utilidades de $60 millones, en lugar de los $20 millones que habha
obtenido si hubiera fijado al principio el precio alto, que habría estimulado el ingreso de
nuevos jugadores.
Este mismo razonamiento ayuda a explicar nuestra aseveración a n t ~ r de i ~que
~ una
empresa ya colocada de bajo costo nunca fijará al principio el precio de monopo~~o de
alto costo. Esta opción no maximiza las utilidades a corto plazo y, además, sirve para
atraer nuevos participantes.
Hasta ahora, nuestro análisis aclara que el resultado de este juego es muy sensible a la
naturaleza de las creencias de Newvel respecto de la conducta de Microhard observada
en el primer periodo. Lo que acabamos de decir es que si Newvel cree que "un precio
bajo significa costo bajo, un precio alto significará costo alto", su decisión de ingresar
puede ser manipulada fácilmente por Microhard. Por consiguiente, ésta puede no ser una
creencia razonable para Newvel. De allí que debemos esperar que ésta se dé cuenta del
problema y, por ende, que adopte algún otro medio para interpretar la evidencia que ob-
servó en el primer periodo.
La cuestión importante aquí es definir cuáles ideas son creíbles. Supongamos que
Newvel, reconociendo el argumento anterior, piensa en forma diferente. Puesto que en-
tiende que es posible que, tanto una compañía de costo alto como otra de costo bajo,
utilicen una estrategia de precio bajo, razona que observar un precio bajo en el primer
periodo no le brinda en realidad información útil acerca del tipo de empresa ya colocada
a la que se está enfi-entando. Más bien, cuando Newvel observa un precio inicial bajo, re-
curre simplemente a su conocimiento de las probabilidades asociadas con diferentes tipos
de costos. En otras palabras, cuando la nueva empresa observa un precio bajo, simple-
mente llega a la conclusión de que Microhard es una companía de costo bajo con una
probabilidad p, o bien de costo alto con una probabilidad (1- p). Sin embargo, puesto
que la empresa de bajo costo nunca tiene un incentivo para cobrar un precio alto, New-
ve1 sigue creyendo que un precio alto en el primer periodo significa que Microhard es de
costo alto. En otras palabras, las deducciones condicionadas de Newvel son como sigue:
Si Microhard establece un precio bajo en el periodo uno, tiene un bajo costo unitario
con una probabilidad p, y un alto costo unitario con una probabilidad 1 - p. De acuer-
do con ello, la entrada en el segundo periodo generará la expectativa de una utilidad
de [(l - p ) $ 2 0 - ~ $ 2 0 1millones.
Si Microhard estableceun precio alto en el periodo uno, tiene Un alto costo unitario.
~1 ingreso en el segundo periodo generará una utilidad cierta de $20 millones.
Como hemos visto, estas ideas son razonables. NO obstante, advierta que esto impli-
ca que si Newvel observa un precio bajo en el primer periodo y luego ingresa, las utilida-
des que espera cuando ingrese son de -$20p + $20(1 - p) = 20 - 40p (en
millones). Si ocurre que la probabilidad de que Micr0h-d sea una empresa de costo ba-
jo es suficientemente alta, en nuestro ejemplo, si P entonces la utilidad que New-
vel espera derivada de su será negativa. En consecuencia, no entrará si observa un
precio bajo. Pero mcrohard puede resolver también esto. Por 10 tanto, reconocerá que
si la probabilidad de ser una empresa de costo bajo es P > 1/2, obtendrá mejores resul-
tados si pretende ser una empresa de costo bajo y establece un precio bajo en el pfimer
penodo, incluso sí, en realidad, es una empresa de costo alto. De nueva cuenta, esto k-
vará a m a de $40 millones al principio y luego, en el segundo periodo, cuando
la empresa es un monopolio seguro, obtendrá una udidad de $60 millones para alcanzar
una uulidad total de $100 mülones. Esto es mejor que la estrategia alterna de fijar al P R ~ -
cipio un precio alto, lo que revelaría SU tipo a la empresa que desee entrar, indicaría 10s
314 Parte Cuatro Estrategias anticompeti6vas
ingresos y Uevda a la utilidad total más reducida de $80 millones ($60 millones en el Pe-
riodo uno y $20 millones en el periodo dos). Es decir, cuando p > 1/2, una ~ i c r o h a r d
de costo alto fijará un precio límite, que es menor que su precio real de maxirnización de
con el Ci de impedir que entre al mercado una nueva empresa im~erfectamen-
te informada. Ésta es, desde' luego, una conducta depredatona.12
En suma, tanto el modelo de Bolton y Scharfstein (1990) como el de Milgrom y Ro-
berts (1982), demuestran la forma en que la fijación de precios depredatorios puede ser
racional o, para expresarlo con más formalidad, parte de una estrategia de subjuego per-
fecto en un juego dinámico. Cuando nuevos jugadores deben resolver asuntos de infor-
mación, ya sea fiente a sus inversionistas o a sus competidores que ya operan en el mercado,
las empresas ya establecidas pueden encontrar que la depredación puede ser un instrumen-
to efectivo para elininar a las que desean ingresar. Este incentivo para fijar precios bajos en
forma estratégica y mejorar los términos de una adquisición se explora en Saloner (1987),
en un juego previo a las fusiones un poco similar al modelo de Bolton y Scharfstein.
U n estudio realizado por Burns (1986) sobre las prácticas de negocios de American To-
bacco de 1891 a 1906 apoya esta idea de que la fijación de precios depredatonos puede
ser utilizada para mejorar los términos de una adquisición. Durante el periodo de estudio
Amencan Tobacco adquirió unas 43 empresas rivales. American Tobacco identificaba a la
rival que deseaba comprar y ofiecía una marca nueva de precio bajo en el mercado meta de
esta empresa. La reducción en las utilidades del competidor la llevaba entonces a vender-
se por menos dinero. Burns estima que esta práctica redujo los costos de adquisición en
alrededor de 25 por ciento.13 Advierta que este autor sugiere, a diferencia de McGee
(1958), que las fusiones y la depredación no son tácticas sustitutivas sino complementarias.
12 podemos complicar el relato introduciendo la incertidumbre en ambos lados del juego. Supongamos que,
por ejemplo, ~ e w v eno l sabe cuál será el resultado que obtenga Microhard al combatir a una nueva empre-
sa, y ~ i c r o h a r dno sabe con exactitud cuál es el resultado que representa para una nueva empresa el hecho
de ingresar. En especial, desde el punto de vista de la nueva empresa, Microhard puede pertenecer a uno de
dos tipos:con una ~robabilidadPO, se cree que Microhard es "dura" (esto es, de bajo costo), loque signifi-
ca que sus pagos son tales que peleará siempre en t ~ d o s10s mercados; con una probabilidad 1 - se cree
que Microhard es "débil" (alto costo) Y que tal vez está más dispuesta a acomodarse al nuevo ingreso. De
manera ,similar, ~ i c r o h a r dcree que cada posible empresa de nuevo ingreso es "durav, con una probabilidad
9°, en cuyo caso los resultados de la nueva empresa son tales que siempre ingresará, sin importar loque ha-
ga ~ i c r o h a r dy, será débil con probabil!dad de 1 - 9' en cuyo caso sus resultados son los que ya expusimos.
~a versión "dura" de Microhard l u ~ h a siempre, Por lo que no es de inter6s para nosotros. Lo que S( nos inte-
resa es que una Microhard que sabe que es "débil" todavla tendrá, como antes, un incentivo para luchar con-
tra el ingreso con el fin de construirse una reputación en la mente de las posibles nuevas empresas de que
podrfa, de hecho, ser "dura". La disposición a pelear de una empresa "d6biln ya colocada, es una función cre-
ciente de PO y una función decreciente de 9'. Lo que es de mayor importancia es que, cuanto mayor sea el
número de mercados que hay, digamos, m65 de 20,menores la pr~babilidadpo de que sea necesario impe-
dir el ingreso. Dicho en palabras simples, es más probable que una compañia "d6bil" ya colocada se oponga
al ingreso si todavca le restan "muchos" mercados donde no ha sido atacada por el ingreso de nuevasem.
presas, que si le restan "pocos" mercados.
13 En 1911, inmediatamente después de la sentencia sobre la Standard Oil, la Suprema Corte encontr6 a
rican Tobacco culpable de monopolizar e\ mercado de cigarnflos y productos de tabaco, y laactitud
depredatoria de inducir a los competidores a venderse a precios de liquidación como evidencia del propósito
ilegal de convertirse en monopolio. Un tribunal de distrito ordenó que American Tobacco se disolviera y
reorganizara como empresas separadas, el resultado de esta división son las tres grandes: ~~~~i~~~ Tobac-
co, Ligget y Myers y Lorillard.
Ca~ftulo13 . Conducta depredatoria. Desarrollos recientes
Tal vez no sea de sorprender que la escuela de Chicago haya sido tradicionalmente es-
céptica en cuanto al uso de los contratos como dispositivo depredatorio. La lógica sim-
ple de su argumento en contra estaría expresado por los destacados estudiosos Bork
(1978) y Posner (1976). Su posición es que los compradores no tienen incentivos para
firmar contratos que los pongan en desventaja frente a la empresa monopolista. Cualquier
contrato firmado debe conceder, no sólo al proveedor sino también al comprador, algún
beneficio, digamos en forma de un mejor servicio o reparaciones, por lo cual es un paso
hacia una mayor eficiencia. Estos partidarios de la escuela de Chicago recalcan así el as-
pecto de eficiencia en los contratos observados en lugar del motivo depredatorio. Sin em-
bargo, de nueva cuenta teorías más recientes han aportado argumentos consistentes que
apoyan el punto de vista de que la depredación puede ser racional.
plazo
13.3.1 Pos eomtratos exelaasüwun8 ai !;agfl
goinai instriiintis depsidatoriis
Se han planteado dos análisis básicos para demostrar que 10s compradores pueden firmar
voluntariamente contratos con proveedores que son, de hecho, depredatorios e ineficien-
tes. El primero lo ofrecieron Aghion y Bolton (1987). El segundo es de Rasmusen, Ras-
meyer y Wiley (1991). A continuación presentaremos brevemente cada modelo.
A&on y Bolton suponen un entorno de mercado para algunos bienes intermedios
esenciales que se extiende en dos periodos. En el primer periodo hay una empresa mo-
nopolista ya instalada que vende un bien cuyo costo unitario es de $50. En el
penodo, cada comprador de este bien usa exactamente una unidad como insumo y
&puesto a pagar hasta $100 por el producto. El segundo periodo incluye tambien a una
empresa recién legada. Esto lo reconocen todas las Partes al prúicipio del primer peno-
do. Sin embargo, cliente, ni el monoploista vendedor que ya está en el mercado
conoce el costo unitario c de este posible nuevo competidor en el segundo periodo.
Todo lo que estos participantes iniciales saben es que C se disuibu~eal azar, pero de mo-
do uniforme, en el intervalo entre $0 Y $100.
Comencemos el asunto desde el Punto de vista de un comprador que se
anticipa al segundo periodo. Supongamos si la nueva empresa entra realmente en el
mercado en ese tiempo, surgirá la competencia de B e r m d O en precios entre el mono-
polista proveedor inicial y el nuevo competidor. Sin embargo, si el costo unitario c de la
nueva empresa excede a $50, perderá la competencia. Con c > $50, la empresa ya COIO-
cada aplicará siempre precios menores que 10s de la nueva empresa. Es evidente que la
nueva empresa sabe esto. Por ende, no habrá ingreso si C > $50. En este caso, que por
nuestra hipótesis sucede con una probabilidad de 1/2, el vendedor ya establecido conti-
núa como monopolistay puede fijar al comprador su precio total de reserva de $100 por
su producto.
parte Cuatro Estrategias ainticomp@titivas
sin embargo, si $50, entonces sí habrá ingreso. En este caso la cof-npetencia entre
la nueva empresa y la ya existente reducirá el precio hasta $50, en cuyo momento el ven-
dedor ya establecido se retirará. Pero una Vez que esto sucede, la nueva empresa ya no se
encuentra bajo una presión adicional para seguir reduciendo su precio, así que un com-
prador pagando $50 por el bien en cualquier caso en que c < $50. Esto también
sucede con probabilidad 1/2. Otra vez, advierta que hay un elemento de incertidumbre
así como cierta asimetría. En el caso en que O S c S 50, sólo la nueva empresa sabrá cuál
es su verdadero costo, ya que el comprador pagará siempre $50 cualquiera que sea ese costo.
Ahora, uno de los dos escenarios que acabamos de bosquejar tiene que suceder. Por
lo tanto, en ausencia de un contrato que obligue a un comprador a comprarle a la em-
presa inicial, el precio que el comprador debe esperar por el bien intermedio en el si-
guiente periodo es
1/2 X $50 + 1/2 X $100 = $75.
Observemos que la ecuación (13.1) también significa que, puesto que un comprador
valora el en $100, puede esperar un excedente de $25 en ausencia de
un contrato con el monopolista proveedor inicial. Para decirlo de otra manera, cualquier
contrato que la empresa ya instalada ofrezca al comprador, le debe prometer a éste un
excedente esperado por lo menos de $25, O el comprador no lo firmará. Entonces la cues-
tión es definir si la empresa monopolista puede ofiecer y ofrece de hecho, un contrato de
esta clase. Si lo hace, también nos gustaría saber los aspectos de eficiencia de un arreglo
de esta clase.
Un contrato a largo plazo que un comprador puede encontrar atractivo es el siguien-
te. En el primer periodo, el comprador acuerda adquirir en el segundo periodo el pro-
ducto de la empresa ya colocada, al precio de $75 con una sola posible excepción. Ésta
es que el comprador puede, más bien, comprar el producto en el segundo periodo de ma-
nos de la nueva empresa, siempre que Pague $50 a la empresa inicial ya colocada por la
cancelación del contrato.
Hay varios rasgos en este contrato que merecen destacarse. Primero, observemos que
ahora la nueva empresa entrará mercado sólo si su costo c S $25. La razón es que en
el segundo periodo un comprador puede comprar de la empresa ya existente en $75 o de
la nueva empresa a un precio P más 10s $50 por cancelación del contrato. Por consiguien-
te, un ~ o m ~ r a d preferirá
or cumplir con el contrato en lugar de cambiar al otro provee-
dor, a menos que éste fije un precio de $25 o menos. Sin embargo, la única forma en que
la nueva. empresa puede hacerlo es si su costo es c < $25. En consecuencia, la nueva em-
presa sólo entrará al mercado cuando c S $25. Observemos, empero, que el contrato li-
mita el ingreso. Sin el contrato, el ingreso ocurre con una probabilidad de 1/2. Con el
contrato, la entrada ocurrirá exclus~vamentecuando c < $25,lo que sucede sólo con una
probabilidad de 1/4+
¿Firmará redmente el comprador el contrato propuesto? Es a q d donde adquiere im-
portancia el segundo rasgo digno de mención del acuerdo. El contrato es de tales carac-
terísticas que, sin importar 10 que suceda, el comprador pagará $75 por el producto.
tres cuartas partes del tiempo el competidor potencial no entrará y el comprador pagará
10s $75 estipulados al proveedor inicial ya colocado. Una cuarta parte del tiempo el
sible competidor tendrá un costo de C i $25. En este caso, entrará y cobraid al comprador
el precio más alto que pueda mientras pueda seguir vendiendo, es decir, $25 apenas
un centavo menos). Un comprador entonces cambiará y adquirirá el producto de la nue-
va empresa en $25, pero, además, pagará $50 por la cancelación del convato a la empre-
sa inicial ya establecida. De nueva cuenta, el pago total del comprador es de $75, que le
deja un excedente de $25. Así, el excedente esperado (de hecho, garantizado) del com-
~ r a d o rcon este contrato es de $25. puesto que esta cantidad es también la ganancia o
excedente que espera sin el contrato, el comprador estará dispuesto a firmarlo.
Capltulo 13 Conducta depredatoria Desamollos recientes
Verificación de la realidad
Dangerfield, Texas, se pone terriblemente jadas por los embotellador-; de esta, si,no
caliente. En verano, la temperatura por lo lo haclan. Así, un contrato?5'ofreció un bono
regular asciende a 100 "F y es difícil encon- de $2 millones a Brookshire's, una cadena
trar sombra. Ésta es probablemente una ra- regional de supermercados, s610 por com-
z6n por la que los residentes y sus vecinos prometerse a vender únicamente los productos
consumen gran cantidad de bebidas refres- de Coca-Cola. Otro contrato exigla que "los
cantes al año. De hecho, se estima que hasta productos de Coca-Cola ocupen un mínimo
la mitad de las ventas de las tiendas del área de ciento por ciento del espacio totaldesti-
proceden de estas bebidas. En los años an- nado a las bebidas refrescantes" en la tienda.
teriores a 1992 las tiendas recibian el sumi- El caso se llevó a juicio ante un tribunal
nistro de bebidas refrescantes de diversos de Texas en 2003. La defensa arguyó que las
embotelladores y empresas pequeñas, asi tiendas deseaban los contratos que Coca-
como de Coca-Cola y Pepsi. Sin embargo, to- Cola les ofrecía. Sostenian que las tiendas
do esto comenzó a cambiar después de 1992. creían que tenían poco que ofrecer en la ca-
Bruce Hackett, empleado de Coca-Cola y tegoría de bebidas refrescantes, a menos que
dueño de Hackett Beverages, entregaba barri- ofrecieran la marca nacional de Coca-Cola en
les rellenos de hielo a numerosas tiendas a las los mejores tCrminos posibles. Coca-Cola
que surtía sus bebidas. Por lo general, los ba- argumentó que 10s contratos que ofrecia
rriles se colocaban en la linea que llevaba a la permitirían a las tiendas lograr exactamente
caja registradora, de tal suerte que los clien- eso. Sin embargo, era innegable que confor-
tes podrían fácilmente tomar una bebida fría me las empresas más pequeñas eran saca-
y pagarla cuando iban de salida. Pero a prin- das del mercado, los precios de Coca-cola
cipios de 1992 Hackett comenzó a encontrar fueron aumentando. En Nu-Way, una popu-
rn6s y más de sus barriles boca abajo y a los lar tienda de Dangerfield que todada ofrece
lados de la entrada de las tiendas. En cuatro Roya1 Crown Cola, un envase de 20 onzas
años pasó de tener barriles en 52 tiendas a te- del producto Royal Crown se vende en 69
nerlos sólo en dos tiendas. Otros embotella- centavos, mientras que un envase del mismo
dores independientes y pequeñas tamaño de Coca-Cola se vende en 92 centa-
de bebidas refrescantes tuvieron experiencias vos. Sin embargo, en E Z Mart, otra tienda 111
similares. Encontraban que las tiendas aban- similar que está a Poca - C'jistancia, no se ven-
de Royal CrOw 'n y coca-Cola se vende en
donaban los refrigeradores que les habian da-
do para mostrar sus productos, se deshacian $1.09. Si este caso tiene que ver con depre-
de los surtidores y máquinas e daci6n 0 no, corresponde al criterio de cada
incluso se negaban a concederles espacio en quien. Sin un comentario hecho
los anaqueles. por Polly Howe, la vocera de Coca-Cola, tal
Fue fácil encontrar la causa de estos cam- vez no haya ayudado a la causa de esta em-
bias. Coca-Cola habia comenzado una en&- presa. En una declaración ampliamente di-
gica campaña d e comercialización en fundida, la señora Howes dijo que lejosde
que pagaba a losdueños de las tiendas que hubiera '(falta de competencia, habia
para que exhibieran exclusivamentesus pro- demasiada com~etencia".El jurado de Te-
ductos, e incluso se rehusaba a proveerles XaS determin6 que Coca-Cola era culpable
lasbebidas que no fueran ~ ~ ~ ~mane- de violar la legislación antimonopolios.
- C ~ l a
-
j l e New York Times, 6 de agosto de 2003, sección 3, p. 1.
Fuente: C. Hays, "How Coke Pushed Rivals Off the Shelf",
pare Cuamo Estrategias anticompetitivas
No obstante, la idea inniitiva detrás del resultado anterior es sutil. Desde la perspect--
va del comprador, el problema es que sin el contrato, la nueva empresa nunca venderá a
un precio inferior a $50, aunque tenga un costo de $0,porque esa es la siguiente mejor
alternativa de precio que tiene el comprador. Desde un punto de vista ideal, al compra-
dor le gustaría beneficiarse más en 10s casos en que la nueva empresa tiene un es-
pecialmente bajo. Pero si no existe el contrato, nada obliga a la empresa recien Llegada a
13
C~ftulo . Conducta depredatoria. Desarrollos recientes
compartir sus beneficios con el comprador. Una vez que cae el precio a $50, el vendedor
Ya establecido sale del mercado y la nueva empresa ya no enfrenta ninguna presión
adicional para reducir su precio. Al ofrecer el contrato, el m&opolista ya colocado habi-
lita efectivamente al comprador para que obligue al vendedor a no fijar nunca un precio
por arriba de $25. Como acabamos de señalar, el comprador está dispuesto a pagar por
este servicio.
El punto es que, aunque un contrato puede acarrear beneficios a un nionopolista ven-
dedor y a sus clientes, el contrato de todas formas es ineficiente si logra estas ganancias
sólo con la reducción del excedente de la nueva empresa por una cantidad todavía ma-
yor. La ineficiencia refleja el hecho de que bajo el régimen de contratos se evitan algunos
ingresos deseables. En particular, no ocurre el ingreso cuando el nuevo rival tiene un
costo c que satisface $25 < c 5 $50, a pesar del hecho de que, dentro de estos Iímites, la
empresa de nuevo ingreso es más eficiente que el vendedor monopolista inicial. Por
la existencia de un conuato a largo plazo que incluye la cláusula de sanciones por
cancelación, la nueva empresa encuentra dificil ingresar al mercado.
El modelo de Rasmusen, Rarnseyer y Wiley (1991) difiere del que acabamos de des-
cribir, en tanto que se centra en una externalidad del contrato en lugar de la incertidum-
bre. Supongamos de nuevo que hay un solo proveedor y, digamos, tres compradores. Como
antes, cada comprador paga $100 por una unidad del insumo y la empresa ya existente
tiene un costo unitario de $60. También hay una nueva empresa con un costo unitario
de $40 que desea entrar al mercado en el siguiente periodo. Sin embargo, la nueva em-
presa tiene también un costo hundido, digamos de actividades de investigación de mer-
cados o de promoción, de $60. En consecuencia, para ofrecer precios más bajos que la
empresa ya colocada y cubrir su costo hundido, la nueva empresa tiene que atender por
lo menos a dos clientes. Por ejemplo, si la nueva empresa atiende tres clientes, puede fijar
a cada uno un precio tan bajo como $60. Los $20 en utilidades de operación que obtiene
de los tres clientes combinados le darán suficiente dinero extra para cubrir sus costos in-
directos. Si atiende a dos clientes, la nueva empresa todavía puede ofi-ecerprecios más bajos
a la empresa ya establecida, pero ahora debe fijar un precio no menor a $70. Si atiende
sólo a un cliente, la nueva empresa debe fijar un precio de $100 para adquirir los $60 que
necesita para cubrir su costo hundido. Desde luego, en este caso la nueva empresa no in-
gresará al mercado.
Desde luego, la empresa ya establecida puede ajustarse a cualquier precio que la nue-
va empresa ofrezca en el segundo periodo. De todos modos, la empresa ya colocada
tiene que reconocer que si la nueva empresa entra con un precio de $70 y ella tiene que
sujetarse a ese precio, la de la empresa ya existente caerá de $120 a $30, incluso si
conserva sus tres clientes. Por ende, la empresa ya establecida tiene algún incentivo para
impedir que la nueva empresa se haga de dos O más de sus clientes con un contrato a lar-
go plazo. Para vender este contrato la empresa ya colocada aplica la siguiente táctica, ~ , e
dice a dos de sus clientes que podrá comprar el insumo en $70 si, y sólo si, firman un
contrato exclusivo que los comprometa a no comprarle a ningún Otro proveedor. ¿Por
qué funcionaría este truco?
Cada comprador al que se ofrece un contrato exclusivo con un precio de compra de
$70 tiene que preocuparse por lo que harán 10s otros clientes. Una vez que dos firman
el conuato, no necesita hacerse ninguna oferta al tercero, Porque una vez que ya dos es-
tán comprometidos con la empresa ya establecida, la nueva empresa no puede ofrecer un
precio que sea bajo que el precio de la empresa Ya existente y todavía obtener
dades. Por lo tanto, el tercer comprador bien puede enfrentar un precio de $100 una vez
que los otros dos hayan firmado. Con el fin de evitar este resultado, cada comprador co-
rrerá a firmar el contrato, De hecho, al contraponer a 10s compradores entre sí en esta
forma, la empresa ya existente puede frmar contratos exclusivos incluso si ofrece una pe-
queña reducción de precios a sólo $90.
Pare Cuatro Estrategias anticompetitivas
ción del monopolio de Rowling de una iínea de producto a otra puede ser un medio pa-
ra proteger su monopolio central.
Es por esta razón que siempre que una empresa posea poder de mercado sustancial e n
un producto atado, y obligue al comprador a adquirir el p;oducto atado como condición
para obtener el producto deseado, el acuerdo conducirá casi siempre a que dichoarreglo
se considere una violación a las leyes antimonopolios. (Véase e l recuadro de Verificación
de la realidad: Atados a la roca.)
@ ~erificaciónde la realidad
desde 1934 hasta 1963. Se consideraba que tan difícil como solía serlo la fuga. El Natio-
la prisión, creada en la época de la Gran nal Park Service emite 4 200 boletos diarios
Depresión, era una respuesta necesaria a la para visitar la isla, y se suelen agotar. En un
violencia que acarrearon a Estados Unidos, contrato exclusivo se otorgan estos boletos
primero, la prohibición, y luego, la fuerte dis- a la línea de cruceros Blue and Gold Fleet,
locación económica. Los funcionarios que que es el único operador de barcos turlsticos
tenían que hacer cumplir la ley, incluido J. Ed- con permiso para transportar visitantes a la
gar Hoover, trataron de construir una institu- isla. El contrato también permite a Blue and
ción especial, en donde se encerrara con toda Gold, si así lo desea, vender 1 800 de los bo-
seguridad a los criminales más violentos y letos de Alcatraz a agentes de viajes y otros
endurecidos, como George (c~metralladoraJ' que ofrecen paquetes de vacaciones y excur-
Kelly. La del reclusorio en una isla siones. Gracias a la fuerte demanda de estos
en medio de la bahía de San Francisco, tam- boletos, los operadores que los reciben en-
bién la hacia un lugar ideal para mantener cuentran que son muy populares con los va-
en a líderes de pandillas, como Al cacionistas. A su vez, esto concede a Blue
Capone, de forma que se les dificultara and Gold un fuerte poder de negociacidn
mantener el controlde sus organizaciones con los operadores de viajes turlsticos. En
criminales todavía activas. La realidad de la realidad, POCO después de haber recibido los
prisión poblada por presos tan endurecidos derechos exclusivos por primera vez, la em-
en un lugartan aisladollevó a muchos reclu- presa de cruceros aprovechó este ~ o d e de r
sos, si no es que a todos, a soñar con fugar- negociación para exigir que cualquier opera-
se. En realidadJ muchos vida y dor de giras turísticas que recibiera boletos
cuerpo en estos intentos. Sin embargo, no para Alcatraz, tambiin debía usar los servi-
existen pruebas de que alguno de esos inten- cios de Blue and Gold para sus viajes alrede-
Parte Cuatro Estrategias anticompetitivas
dar de la bahfa y otras excursiones que ne- and Gold se disgustaron. Se presentaron va-
cesitaran barcos. En otras palabras, Blue rias quejas ante la oficina del ~rocurador
and ~ ~ataba l dla venta de ,boletos para vi- general de California. En u n arreglo con es-
sitar Alcatraz a¡ uso obligatorio de sus otros tos funcionarios, Blue and Ciold aceptó SUS-
servicios. Desde luego, las otras compañias pender estas prácticas de atado.
navieras que perdieron clientes ante Blue
Fuente: A. Chiu, "San Francisco Tourboat Antitrust Case is Settled", San ]os6 Mercury News, 13 de septiembre de
2000, p. A l .
1 4 Utah Pie Co. v. Continental Baking Co. et al., 386 U.S. 685 (1967).
15 Matsushita Electmnic industrial Co., Ltd., v. Zenith Radio Corporation et al., 475 U.S. S74 (19 8 6 ) .
16 Brooke Croup v. Brown & Williamson Tobacco, 509 U.S. 209 (1 993). Es interesante ver que Brooke realmentega-
nó el juicio inicial por jurado, pero perdió en las apelaciones posteriores en los tribunales federales.
l Capftulo 13 Conducta depredatoria. Desarrollos recientes 323
de que la fijación de precios depredatorios era irracional. Luego la Corte estableció dos
requerimientos para poder someter a juicio con éxito un caso de fijación de precios depre-
datorios. El primero era la evidencia de vender por debajo de alguna medida de costo. El
segundo, que era realmente un nuevo elemento introducid^ por la Corte, era la existencia
de pruebas de que el depredador tenía una expectativa razonable de recuperar las pérdidas
sufidas durante el periodo depredatorio. El rigor de los nuevos requerimientos se puede
ver con exactitud en el hecho de que ninguno de los primeros 40 casos en que se acusaba a
empresas de practicar la depredación posteriores al juicio de Brooke tuvo éxito. No fue si-
no hasta el importante juicio de Microsoft que se llegó a una conclusión de culpabilidad.
Debe quedar claro que nuestra visión es que el consenso al que aludía la Suprema Cor-
te en el juicio de Matsusbita ya no existe, si es que existió alguna vez. El compromiso vía
la ampliación de capacidad, la información asirnétrica y las exclusiones contractuales, son
todos rasgos que se pueden combinar para presentar un argumento coherente de la ra-
cionalidad de las acciones depredatorias. Aún más, respecto a resarcirse, es importante re-
conocer que la depredación exitosa tiene efectos importantes en la reputación. Una vez
que una empresa consigue eliminar a un competidor, envía un mensaje a todos los demás
posibles competidores. Por lo tanto, al medir la capacidad de una empresa para resarcir
sus pérdidas, se tiene que incluir en los cálculos todas las utilidades aseguradas por el efec-
to disuasivo que tiene la reputación de la empresa en otros posibles competidores.
sin embargo, la exigencia de la Corte de demandar suficiente evidencia nos conduce
a un asunto importante. Porque el reconocimiento de que la depredación puede ser ra-
cional y sí sucede, no lleva a una consecuencia clara de política, a menos que se disponga
de una norma clara por la cual se pueda identiñcar y distinguir las acciones depredatorias, de
una conducta que en realidad favorece la competencia. Por lo general, cualquier ingreso
provocará alguna reacción de las empresas ya existentes. Es común que esto se presente
en forma de reducciones de precios U otros beneficios mayores para el consumidor. Pero
no todas, o ni siquiera la mayoría de estas respuestas, son de naturaleza de~redatoria.Por
el convano, son exactamente la conducta que esperaríamos y deseamos que los merca-
dos promuevan. En forma similar, cuando cualquier empresa, grande o pequeña, lega a
un mercado como nueva empresa, puede establecer un precio bajo inicial, más bajo, de
hecho, que e] precio a corto plazo que mavimiza utilidades, como medio para conseguir
que los consumidores abandonen la marca que acostumbran y prueben el producto re-
lativamente desconocido de la nueva empresa. Una vez establecida, la empresa puede en-
tonces aumentar sus precios. Es claro que la aplicación de esta clase de fijación de recios
promociondes no retirará a un competidor del mercado. Pero puede ser dificil distinguir
en forma esta estrategia de fijación de precios, de la fijación de precios depreda-
torios.
En otras palabras, a medida que la legislación antimonopolios busca evitar las prácticas
depredatorias, quienes formulan las políticas públicas deben crear normas jurídicas funcio-
nales que permitan diferenciar entre la conducta a favor de la competencia y la conducta
anticompetitiva. Sería ideal que esta ~ofiticafuera regulada por una regla simple que per-
mitiera detectar la presencia de la depredación. Esto permitiría que todas las partes en-
tendieran de manera precisa lo que es Y 10 que no es legal. Pero lo que uno encuentra en
el área de la depredación es que las reglas simples rara vez funcionan.
De las diversas reglas que se han ProPuesto, la más famosa es la de Areeda y Turner
(1975), que señala esencialmente que cualquier precio es depredatorio si se ubica por de-
bajo del costo variable promedio a corto plazo de la empresa, que se estima que repre-
senta aí costo marginal, Por desgracia, no lo representa muy bien. En la práctica, el tos-
to variable promedio puede ser mucho menor que el costo marginal a corto plazo, por
lo que una empresa podría fijar un precio por debajo de SU actual costo marginal, pero
todavía por arriba de su costo promedio. Con ello, la empresa estaría actuando dentro
del ámbito legal permitido por la regla de Areeda y Turner, aun cuando es probable que
muchos economistas consideraran depredatono un precio que estuviera por debajo del
Parte cuatro Estrategias anticompetitivas
costo marginal a corto plazo. Por consiguiente, como señaló rápidamente Scherer
(1976), el uso de la norma del costo promedio todavía podría permitir una depredación
importmte.17 Más aún, sí hay .efectos importantes en la curva de aprendizaje, de tal mo-
do que el costo promedio cae con la producción acumulativa de una empresa al paso del
tiempo (en contraste con las economías de escala en que el costo promedio cae con el vo-
lumen de producción por unidad de tiempo), la depredación puede ocurrir por medio de
un aumento importante de la producción sin que los precios caigan jamás por debajo del
17 Véase el análisis de Scherer (1976) con Areeda y Turner (1976) sobre este punto y otros.
18 Véase Cabra1 y Riordan (1997) para más detaiies sobre este punto.
19 véase, por ejemplo, su sentencia en Barry Wrght Corporation v. ITT Gnnncll Corporation, et 724F.
2d 227 (1st. Cir. 1983).
Capitulo 13 Conducta depredatoria. Desarrollos recientes
d verificación de ía reaiidard
tres aerolíneas son pequeños transportistas rican estaba preocupada por la entrada de
principiantes, cuyos costos de operación empresas principiantes de bajo costo, en
son, según se reconoce ampliamente, bas- particular después de observar cómo le ha-
tante menores que los de las grandes llneas b(an quitado una gran parte del mercado a
aéreas ya establecidas. En verdad, era esta otros grandes transportistas en sus aero-
ventaja en costos lo que ofrecla a estas pe- Puertos centrales.
queñas nuevas empresas principiantes su Arnerican reaccionó energicamente a es-
única esperanza de sobrevivir en el mercado tas tres nuevas empresas. Amplió sus ofertas
Dalias-Fort Worth. Esto se explica por el he- de vuelo en 10s mercados ahora competidos
de que el aeropuerto de Dallas-Fort y redujo sus tarifas. En cada uno de los tres
Wonh es uno de los principales ejes de mercados que se muestran, esta estrategia
vuelos de American Airlines, Arnerican trans- hizo que al final la principiante saliera del
porta 70 por ciento de todos los pasajeros mercado. Inmediatamente despues, Ameri-
q u e viajan s i n escalas desde cualquier ciu- can redujo el número de vuelos y aumentó
dad a Dalias, y 77 por ciento de todos los de nuevo sus tarifas a su nivel anterior o más
pasajeros que vuelan sin escalas comenzan- alto. Esto se muestra en el caso de tres mer-
do en Dallas. Tiene concesiones de negocios cados en la siguiente tabla.
locales y ya ha hundido los costos necesarios
Kansas City
Long Beach
Parte Cuatro Estrategias anticompetitivas
¿Fue éste u n caso de asignación de pre- desviaron aviones de rutas rentables a éstas
cios depredatorios? El Departamento de que no lo eran. American ganó el Juicio en
Justicia lo cree. Afirma que durante la primera instancia. U n tribunal de a~elacio-
batalla con los principiantes, American per- nes ratificó la sentencia tiempo después.
di6 dinero en cada vuelo. Se dice que las [UnitedStates ofAmerica v. AMR Corp., 335 F.
pérdidas reales son todavía mayores, por- 3d 1109 (100. Cir. 2003)l.
que para ofrecer los vuelos adicionales se
glo de atadura). En el caso Berkey, Berkey era una empresa fabricante de cámaras y aca-
bados de fotograña que reclamaba que Kodak debía haberle avisado con anticipación que
introducin'a una nueva cámara 110, de modo que ella pudiera rediseñar sus cámaras
para seguir siendo viable en el mercado. En ambos casos los tribunales sentenciaron en
contra de los quejosos y en favor de IBM y Kodak, respectivamente. Tal vez hay buenas
razones para creer que el motivo para realizar las modificaciones tecnológicas en estos dos
casos realmente era la depredación. Sin embargo, también hay un temor legítimo de que
sancionar estas prácticas pudiera tener el efecto de congelar todas las irmo~aciones.~0
Las acusaciones de que fijar precios depredatorios o precios por debajo del costo, así co-
mo de emplear otras prácticas similares para sacar del mercado a un competidor por lo
común han sido recibidas con bastante escepticismo por los tribunales. Esto refleja la vi-
sión de la escuela de Chicago de que la depredación es irracional; es decir, en el lengua-
je de la teoría de juegos, la depredación no es ni una estrategia de subjuego perfecto ni
una estrategia dominante. Por lo anterior, pocas acusaciones de actividad depredatona
han tenido éxito en los tribunales en los Últimos 20 años. El juicio contra Microsofr es una
excepción notable a este respecto.
No obstante, la teoría contemporánea de la organización industrial sugiere que las ac-
ciones depredatorias sí pueden ser racionales. Se han desarrollado numerosos modelos eco-
nómicos que revierten la lógica de la paradoja de la cadena de tiendas. Un rasgo impar-
tante que comparten estos modelos es la información asimétrica. Las asimeuías entre un
acreedor y una empresa respecto de la rentabilidad real de la empresa, o entre una em-
presa establecida y otra que apenas comienza respecto del costo de la empresa ya existen-
te en el mercado, pueden convertir la depredación en una estrategia factible y atractiva.
En la historia parece haber muchos casos de depredación. Los contratos que comprome-
ten a 10s compradores a largo plazo se pueden entender mejor ahora también como una
estrategia para impedir que lleguen nuevas empresas al mercado.
Pero aunque la viabilidad de la depredación tanto en la teona como en la práctica pa-
rece clara, sigue sin definirse cuál es el papel que la política pública debe desempeñar. El
problema es el de distinguir una política de fijación de precios y otras tácticas
enérgicas, de aquellas que son realmente depredatonas, rentables sólo si logran retirar a
un competidor del negocio. La aplicación de algunas leyes antimonopolios, especialmen-
te en aquellos casos juzgados conforme a la ley Robinson-Patman en los primeros 35
d o s después de su aprobación, parece haber sido un error, ya que protegía a los compe-
tidores y no a la competencia. Los economistas y 10s tribunales siguen luchando por que
se cree una definición funcional de depredación.
Brandeis, Louis. 1913. "Cutthroat Prices-The Competition that Kills", Harpers Weekjy,
15 de noviembre): 10-12.
Burns, M. R. 1986. "Predatory Pricing and the Acquisition Cost of Competitors", Jour-
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Easterbroook, F. H. 1984. "The Limits of Antitrust", 7he Texas Law Reaim 63 (enero):
I.
i
1 "Fixing for a Fight", The Economist, 20 de abril de 2002, p. 63.
Capitulo 14 Ejijacibn de precios y juegos repetidos 331
Multa Alcance
Acusado Producto Año (en millones de $) geográfico
11
F. Hoffman-LaRoche Ltd.
BASF AC (1999)
Vitaminas
Vitaminas
1999
1999
$500
$225
Internacional
Internacional
~1
111
SGL Carbon AG Electrodos de grafito 1999 $135 Internacional
UCAR lnternational Inc. Electrodos de grafito
i1
1998 $1 10 Internacional 'i
Archer Daniels Midland Co. Lisina y ácido ckrico 1997 $100 Internacional :i
Haarman & Reimer Corp. Ácido citrico 1997 $50 Internacional l
HeereMac v. o. f. Construcción marina 1998 . $49 Internacional ;i:
I
Hoechst AG Sorbatos 1998 $36 Internacional
Showa Denko Carbon Inc. Electrodos de grafito 1998 $32.5 Internacional
Fujisawa Pharmaceuticals Co. Gluconato de sodio 1998 $20 Internacional
~óckwiseN. V. Transporte marino lnternacional
Dyno Nobel Explosivos Local
F. Hoffman-LaRoche Ltd. Ácido cltrico lnternacional
Eastman Chemical Co. Sorbatos lnternacional
Jungblunzlauer lnternational Ácido citrico lnternacional
Lonza AG Vitaminas lnternacional
Akzo Nobel Chemicals BV & Cluconato de sodio lnternacional
Glucona BV
ICI Explosives Explosivos Local
Mrs. Bairds' Bakeries Pan Local
Ajinomoto Lisina lnternacional
Kvnwa - Hakko
-
Kowo CO. Lisina lnternacional
I / - 0 1
estas conspiraciones en generd Son ilegdes. Tanto las leyes antimonopolios de Estados
Unidos como el marco legal establecido en 10s artículos 85 y 86 del Tratado de Roma
te, las dependencias gubernamentales pueden atrapar y someter a juicio a los culpables, y
en ocasiones castigarlos.
Debe haber alguna razón para que las empresas decidan violar la ley y coludirse para
fiiar
--1-r
recios
- -
s. arriesgándose a las multas Y, en algunos casos, incluso a penas de prisión. Es
claro que el'incentivo son las udidades. Las empresas competidoras reconocen que si se
I
estas conspiraciones. ¿Qué argumentos podrían Presentarse que jusoficaran pensar que las
empresas se estaban coludiendo? {Hay razones p a a sospechar de que a pesar del incentivo
de utilidadespara colUdirse, el mercado también ofrece un incentivo contrario que blo-
2 ~1 art,culo85 tamblen hace que la colusión irnplicita O Ucifa sea ilegal, ya que prohlbe "prácticas concer-
tadas" con baseen la"concordanc,a de voluntades" A este respecto, la legislación europea parece ir más
allá que lade E iLduus- 1vL.
~ - A-- A-.
lliuvv a , .y-,
o.n --...- veremos
rnmn - cuando conaderemos los problemas de detección de
cárteles, esta drlLs ,.
L r a n r ; = nrnhahl~rnente
----.- - es más aparente que real.
p- Cuatro . Estrategias anticompetitivas
MULTAS
POR DELITOS IMPUESTAS POR LB DIVISIÓN
ESTADOUNIDENSEANTI~\BONOPOLIOS*
queará esta colusión y mantendrá la competencia? La respuesta es, por lo menos en par-
de las escuelas de la ciudad de Nueva York que cualquier otro consumidor estadoun¡-
fueron acusadas de manipular las licitacio- dense, después del Departamento de
nes correspondientes, lo que redundó en Defensa. Se arguye que los confabulados se
que la ciudad pagara por lo menos $21 ponían de acuerdo en el precio de las coti-
millones adicionales por alimentos congela- zaciones de alimentos comunes como papas
dos y vegetales frescos. Doce funcionarios y fritas, carne y barritas de pescado. Se desig-
seis de las compañias acusadas se declara- naria a una empresa especifica como la que
ron culpables de inmediato. Algunos de cotizaba el precio más bajo, y las demás se
ellos también fueron acusados de manipular abstendrian de licitar o presentarian delibe-
las licitaciones en las escuelas de Newark. radamente cotizaciones altas o complernen-
Se reporta que los acusados designaban a tarias. Se afirma que el cártel pagó a posi-
las compañias que ganarían en diversos con- bles proveedores para que no presentaran
tratos con la Junta de Educación de Nueva cotizaciones competitivas, y que en los
York. El sistema de escuelas supervisadas pagos se incluía uno de $100 000 a una
por la Junta atiende a una población estu- compañla proveedora.
diantil de casi 1 100 millones y sirve unos
Fuente: A. Smith, "N. Y. Schools' Food Suppliers Accused o f Bid-Rigging", The Washinpn Post, 2 de junio
de 2000, p. A8.
3 "base en el cap~tulo 1, pp.7-14, una breve historia de anteriores juicios antimonopolios y una exposición de
la forma en que lostribunales han considerado los acuerdos de fijación de precios como violaciones perse a
la sección1 de la L~~Sherman y, por ende, han sido condenados de manera uniforme.
4 Posner (1 9 7 0 ) encontró que losc-rteles eran m& activos cuando las autoridades reguladoras eran relativa-
mente en s" vigilancia del cumplimiento de la legislación antimonopolios.
334 Parte Cuatro Estrategias anticompetihas
más oportunidades para que las empresas traicionen el acuerdo y vendan más producción
sin ser atrapadas. Esto, desde luego, socava el cártel aún más.
Algunos cárteles internacionales son abiertos, como la OPEC. En este caso los miem-
bros proceden de diferentes países, algunos de los cuales tienen gobiernos que apoyan el
cártel. El cártel de diamantes De Beers es otro ejemplo a este respecto. Aunque estos cár-
teles violan las leyes antimonopolios de Estados Unidos y otros países, es dificil llevar a
juicio a estos ckteles internacionales porque el país que lo hiciera tendría que intervenir
en asuntos de soberanía de otros países. Sin embargo, incluso los cárteles internacionales
abiertos tienen que preocuparse de que los miembros hagan trampa o violen el acuerdo.
Esto es porque no hay una autoridad supranacional que haga cumplir el compromiso,
Aquí también el cártel enfrenta el problema de cómo imponer en la práctica sus restric-
ciones de producción. De hecho, los relatos sobre engaños
- y violaciones de acuerdos han
acompañado prácticamente a todos los grandes cárteles, por ejemplo la conspiración eléc-
vica de la década de los cincuenta, la OPEC y el acuerdo de precios de NASDAQ (véase
el recuadro Verificación de la realidad. Los diamantes son para siempre, pero {qué pasa
con un cártel de diamantes?).Para entender cómo podría funcionar un cártel necesitamos
también entender por qué podría no hacerlo. Es decir, necesitamos conocer la fuente de
cualquier posible conflicto entre los miembros del ~ á r t e l . ~
Un buen lugar para comenzar es con el modelo simple de duopolio de Cournot, que
presentamos en el capítulo 9. Allí teníamos dos empresas idénticas, cada una producien-
do el mismo artículo y enfrentando los mismos costos de producción. Para concretar las
cosas, supongamos que la curva inversa de demanda del mercado de este duopolio está
descrita por la función lineal específica P = 150 - donde Q e s la producción total de
la industria y Q = q, + q,, es la suma de producciones obtenidas por las empresas 1 y 2 ,
respectivamente. Supondremos también que el costo marginal de producción es el mismo
para cada empresa y se mantiene constante en $30.
Cuando las empresas actúan en forma no cooperativa, cada empresa maximiza su uti-
lidad eligiendo una producción que se ubique en su función de mejor respuesta. Dada
esta función de demanda, sabemos que la función de mejor respuesta de la empresa 1 es
'
41 60 - q2/2, y la de la empresa 2 es q," = 60 - q1/2. A partir de estas funciones de
mejor respuesta es fácil confirmar que en un equilibrio de Nash, cada empresa elige pro-
ducir un nivel de producción q; = q,*= 40, lo que lleva a una producción agregada de
mercado de Qc = 80 y a un precio de liquidación del mercado de PC= $70. En este equi-
librio de Cournot-Nash cada empresa obtiene una utilidad de nc= $1 600.
¿Cómo cambiarían las cosas si las empresas cooperaran entre sí y formaran un cártel?
Desde un punto de vista ideal, el cf te1 actuaría como un monopolista puro. En este caso,
esto significa que el cártel produciría en conjunto QM= 60, en donde cada empresa pro-
duce una parte qy= 30. En estas condiciones el precio de liquidación del mercado
aumentaría a PM = $90, de lo que se deduce que la utilidad agregada del cártel o la indus-
tria es nM= $3,600. Dividir esto por igual entre las dos empresas deja a cada una la uti-
lidad de .rr? $1,800, que es mayor que la utilidad que se obtiene en un resultado de
Cournot-Nash no cooperativo.
La cooperación evidentemente rinde buenos resultados. Sin embargo, la solución coo-
perativa o de cártel tiene un problema: el riesgo del engaño. Sabemos esto por una razón
muy simple. Los niveles de producción cooperativa de ql = q2 = 30 no constituyen un par
de mejores respuestas. En otras palabras, 30 110 es la mejor respuesta de la empresa 1 a la
producción de 30 de la empresa 2, y 30 no es la mejor respuesta de la empresa 2 a la deci-
sión de la empresa 1de producir esta misma cantidad. Si la empresa 1, por ejemplo, cree
que la empresa 2 va a cumplir este acuerdo, entonces la mejor acción de la empresa 1 es ob-
tener una producción qf (donde el exponente d significa abandonar el acuerdo) que es
5 Una muy buena guia para el razonamiento que subyace en el problema de los cárteles y, de hecho, en toda
la teorla de juegos, es el texto de Schelling (1'960).
Capítulo 14 Fijación de precios y juegos repetidos
Ó Verificación de la realidad
Fuente: R. Ratnesar y P. Hawthorne, "A Gem of a New Strategy." Time Magozine, 25 de septiembre de 2000,
una mejor respuesta a qp= 30. Desde la función de mejor respuesta de la empresa 1,
podemos ver que y;'= 60 - qy/2 = 45. Con la empresa 1 fabricando 45 y la empresa 2
fabricando 30, la producción total será entonces de Qd= 75, lo que ileva a un precio de
p d = $75. Como resultado, la utihiad para la empresa 1 es ahora nl = $2 025, percepti-
blemente mayor que los $1 800 que gana si coopera. Así, la empresa 1 tiene un incentivo
real para romper el acuerdo. Desde luego, cuando lo hace, reduce la utilidad de la empre-
sa 2 a n, = $1 350. Pero la empresa 1 no entró al mercado para enriquecer a la empresa 2 .
La de la empresa 1se preocupa sólo por las utilidades de su propia empre-
sa y, si la empresa 2 realmente va a producir 30 unidades, entonces la utilidad de la
empresa 1 se maximiza si produce 45.
Advierta que nuestra solución inicial no cooperativa de Cournot-Nash q; = q,' = 40 es
un par de mejores respuestas. Ciertamente, así es como determinamos ese equilibrio en
pimer lugar. De hecho, para este caso el úiúco equilibrio de Nash es el resultado de
Cournot. Esto queda claro en la matriz de pagos de la tabla 14-2. El desafortunado
hecho cotidiano para las empresas que entrarían en contubernio es que el resultado de la
colusión q, = q, = 30 no se puede apoyar en ninguna estrategia de equilibrio disponible
para estas empresas. Cada empresa tiene más incentivos para abandonar o violar el acuer-
do cooperativo que para cumplir con éstes6
6 E-,todo este capitulo y los siguientes limitamos nUeStr0 análisis a estrategias puras. Sin embargo, el lector
debe estar conscientede que el análisis se puede ampliar, con algunas reservas, para incluir estrategias mix-
tas. Vease, por ejemplo, Harsanyi (1973).
Parte cuatro e Estrategias anticompetitivas
Como la introducción a este capítulo deja abundantemente claro, los cárteles existen.
La evidencia es convincente de que los acuerdos de colusión no son raros y las empresas
sí persiguen estrategias cooperativas. Esto significa que el argumento del dilema del ~ r i -
sionero no debe ser toda la historia. Debe haber alguna forma en que las empresas pue-
dan escapar a esa lógica y crear incentivos que sostengan los acuerdos del cártel entre
En los pasados 20 años los economistas han llegado a entender que hay una forma de
resolver la lógica del dilema del prisionero. Sin embargo, superar ese :conflicto requiere
que las empresas observen su interacción estratégica ,desde una perspectiva algo diferen-
te a la que postula el modelo estático de tipo Cournot. En particular, lo que necesitamos
hacer es movernos de un marco de un solo periodo en el que las empresas coludidas in-
teractúan sólo una vez, a un marco dinámico en que la interacción estratégica se repite en
el curso del tiempo. Éste es, desde luego, un cambio bastante razonable. Es muy proba-
ble que las empresas que consideran la formación de un cártel hayan estado compitiendo
entre sí durante algún tiempo si no fuera así, <cómo,en primer lugar, terminaron por reu-
nirse? Lo que es más importante, es probable que crean que sus interacciones en el mer-
cado seguirán o se repetirán por algún tiempo en el futuro. Sin embargo, el cambio de
un periodo de interacción a muchos es algo más que una situación sólo factible. Altera
fundamentalmente los incentivos que tienen las empresas para abandonar los acuerdos de
colusión. Como veremos, cuando la interacción del mercado se repite una y otra vez, es
posible que las empresas que intervienen en un acuerdo de colusión premien la "buena"
conducta de cumplir con el acuerdo y castiguen la "mala" conducta garantizando el rom-
pimiento del cártel.
Con el propósito de trabajar una estrategia para los juegos que se desarrollan en el
tiempo, debemos analizar lo que 10s economistas llaman un juego repetido. Los juegos
repetidos son juegos dinámicos en que se repite una interacción simultánea de mercado
en cada etapa del juego dinámico. Al cambiar de un periodo a muchos, estamos cam-
biando las reglas del juego. Así que las estrategias apropiadas también cambian. Cómo y
por qué cambian las decisiones estratégicas de las empresas en el ambiente dinámico de
los juegos repetidos es materia de la siguiente sección.
Éste es s61o el ejemplo de la tabla 14-2, Pero hora con la posibilidad de que la interacción
entre ambas empresas se pueda repetir. La matriz de pagos se repite por conveniencia como
se muestra en la tabla 14-3.
PAGOS EN LA C O O P E R A ~(M)
~ ~ YN ABANDONO (D)
EN EL JUEGO DE DUOPOLIO (MILES DE S)
TABLA 1
Capitulo 9 4 a fijación de precios y juegos repetidos
,-
($8.25, $7.25) ($9.375, $5.525)
?-y.- --
, i$8.5,) $&SIC1 ($10 $ 7.1 5)
-
para la
Impresa
$7 30
$1 60 ' ($7.25, 88-25)
($5.525, $9.375) ($7.15, $10) ($9.1, $9.1 )
Las tablas 14-3 y 14-4 son todo 10 que necesitamos para encontrar el equilibrio de
Nash en cada juego, si éste se juega sólo una vez. En cada matriz de pagos un recuadro
sombreado indica un resultado de equilibrio. Éste se conoce a menudo como el equili-
brio de "un movimiento". El ejemplo 1 tiene un solo equilibrio de un movimiento, El
ejemplo 2 , en contraste, tiene dos equilibrios de Nash de un movimiento. El lector que-
rrá verificar el ejemplo 2 para comprobar que las acciones de cada empresa que corres-
ponden al recuadro sombreado sí constituyen en realidad un par de mejores respuestas
para el juego de un solo movimiento.
~o que nos interesa es ver 10 que sucede en cada uno de estos ejemplos cuando las
empresas interactúan entre sí una y otra vez. Mostraremos que el número de veces que
interactúan es de importancia fundamental. De hecho, el factor clave es si el factor se repi-
te en un número finito de periodos (aunque tal vez grande) o si sigue así por siempre, en
otras palabras, si se repite un número infinito de veces. Llamaremos a este úitimo un
juego repetido hasta el infinito. Por consiguiente, separaremos los juegos repetidos en
dos tipos: 1) aquellos en que el número de repeticiones es finito y conocido para las
empresas potencialmente coludidas y 2 ) aquellos juegos en que el número de repeticio-
nes es infinito. En la siguiente sección nos enfocaremos en el análisis de los juegos que se
repiten un número infinito de veces. Aquí examinaremos los juegos con un horizonte
finito conocido. When is it reasonable to assume that the number of times that the firms
interact is finite and known to both firms? At least three situations come to mind. First,
it may be that the firms exploit an exhaustible and nonrenewable resource such as oil or
natural gas. Clearly, this interaction will end (and be foreseen to end) as the reserves
dwindle. Secondly, the firms might operate in a market with proprietary knowledge pro-
tected by patents, such as the pharmaceutical market. MI patents are awarded for a fini-
te period-in the United States, the duration is twenty years dated from the
filing of the application. Once the patent expires the product or process to which it
applies can be copied without penalty. As a result, a market protected from envy sud-
denly becomes competitive. For example, as the patents on serotonh-based antidepres-
sants Prozac, Zolofi, and Paxil have expired, the manufacturers of thex drugs have fore-
seen a potentially large increase in the number of competitors in this markt.
Parte Cuatro Estrategias anticompetitivas
7 Aun cuando el juego dure dos periodos de mercado. mamm-dremos las cosas simples y supondremos que
lasutilidades en el segundo periodo no se descuentan. En otras palabras, supondremos que el factor des-
cuento R = 1 o, lo que es equivalente, la tasa de interés r = O por ciento. Véase la exposición del descuento
en el capltulo 2 .
Capftulo 14 . Fijación de precios y juegos repetidos
de que podemos aislar parte de un juego completo y enfocarnos en esa parte como una
versión más pequeña, o subjuego, del juego completo. En el caso a la mano, el segundo
o último periodo del juego de dos periodos es el subjuego y, como acabamos de ver, una
estrategia que requiera que la empresa 1 coopere en este último periodo no puede ser
parte de un equilibrio de Nash en ese periodo. Por consiguiente, la cooperación en la
segunda ronda no es un subjuego perfecto. Sin embargo, la terminología es menos impor-
tante que la idea. Lo que el lector debe entender en este punto es que, aesde el punto de
vista de la empresa 2, ninguna promesa de cooperación de la empresa 1 en la ronda final
es creíble. No importa todo lo que haya sucedido en la primera ronda, se puede contar
con que la empresa 1 adoptará una conducta no cooperativa en el periodo final del juego.
Desde luego, lo mismo es cierto visto desde la perspectiva de la empresa 1. La estrategia
dominante de la empresa 2 en la Última ronda es, de igual modo, no cooperar. En resu-
men, ambas empresas entienden que el único resultado racional en la segunda ronda es
el equilibrio no cooperativo en que cada una obtiene una utilidad de $1 600.
El hecho de que hayamos identificado el equilibrio en la ronda final puede parecer sólo
como una pequeña parte de la solución que estábamos buscando al principio, especial-
mente si el juego tiene 10 o 100 rondas en lugar de sólo dos. Sin embargo, si el lector
recuerda nuestro ejemplo de la paradoja de la cadena de tiendas del capítulo 11, debe
entender que nuestra solución para la ronda final puede conducir directamente a una
solución para el juego completo. Veamos de nueva cuenta nuestro juego repetido de dos
periodos. Si pasamos por alto momentá=mente la segunda ronda, la empresa 1 razona
que la estrategia dominante en la primera ronda de la empresa 2 es no cooperar. La única
esperanza que la empresa 1 tiene de disuadir a la empresa 2 de esta acción antisocial es
prometerle colaboración en el futuro si la empresa 2 coopera hoy. Pero acabamos de ver
que tal promesa no es creíble. No importa con qué apasionamiento la empresa 1prome-
ta cooperar mañana a cambio de la cooperación de hoy, la empresa 2 reconocerá que
cuando el mañana llegue la empresa 1 no cooperará. Se deduce que desaparece la única
esperanza que la empresa 1 tenía de impedir que la empresa 2 no cooperara en la prime-
Como siempre, la simetría significa que 10 mismo es cierto para cualquier esperanza
que la empresa 2 tuviera de inducir la cooperación de la empresa 1. Por lo tanto, hemos
identificado el completo para todo el juego. Ambas empresas adoptan estrate-
gias que requieren conductas no cooperativas tanto en el periodo 1 como en el periodo
2. En otras palabras, jugar el juego en dos periodos produce resultados idénticos a los
que se observan si se juega éste como un juego de un solo periodo, pero jugado dos
veces.
Teorema de Selten: si un juego con un equilibrio Único se juega muchas pero finitas
veces, su solución es ese equilibrio jugado en todas y cada una de las veces. El movi-
miento repetido un número finito de veces de un único equilibrio de Nash es el equi-
librio de Nash del juego repetid^.^
tantes. Primero, hay dos equilibrios en el juego de un movimiento ($105, $105) y ($130,
$130). Segundo, ambas empresas concuerdan en que el segundo equilibrio es "buenom
y el primero es "malo", o por lo menos no tan bueno. Tcrcero, las empresas ten&an
muchos mejores resultados que los que obtienen en cualquier equilibrio si pudieran
ponerse de acuerdo en establecer un precio de $160. El problema es, desde luego, que
es probable que este acuerdo se rompa puesto que ($160, $160) no es un equilibrio de
Nash si este juego se juega sólo una vez.
Supongamos, empero, que nuevamente una empresa espera interaeniw dos veces.9
Podemos demostrar que el juego repetido durante dos periodos permihá, en este caso,
un nuevo equilibrio como resultado que no se encuentra en la versión del juego de un
solo movimiento. En el nuevo equilibrio cada compañía acuerda cobrar un precio de
$160 en el primer periodo y $130 en el segundo. En otras palabras, las empresas coope-
ran en el primer periodo y luego pasan al equilibrio superior de los dos equilibrios de
Nash de un solo movimiento en el periodo segundo o final. Una estrategia que apoya este
resultado va de la siguiente manera:
Primer periodo: Fijar precio igual a $160.
Segundo periodo: Si la historia del primer periodo es ($160, $160); entonces se
fija el precio en $130; de otra manera, se fija en $105.
Advierta que estas estrategias sí reflejan una dependencia histórica. La elección de pre-
cio del segundo periodo de una empresa depende directamente de la historia del juego
hasta ese momento. Con cada empresa jugando esta estrategia, la ruta de equilibrio es
($160, $160), luego ($130, $130).
Para mostrar que éste es ciertamente un equilibrio perfecto de subjuego de Nash,
necesitamos mostrar que la estrategia ilustrada para cada empresa es la mejor respuesta a
la estrategia de la otra empresa. Esto es fácil para el periodo final, que es un subjuego que
es sólo un juego de un solo movimiento. Cada empresa establece un precio de $130 y
sabemos que éste es un equilibrio de Nash en un juego de un solo movimiento. Por lo
tanto, ninguna empresa dispone de una acción que mejore su fortuna en el último periodo.
¿Pero qué sucede con las acciones de las empresas en el primer periodo? {Por qué no trata
*a empresa, digamos la empresa 2, de establecer un precio de $130 en el periodo uno
y aumentar sus utilidades de $9.1 millones a $10 millones? Después de todo, la empresa
2 prevé que la empresa 1 va a establecer un precio de $160 en ese periodo, y que $130
es la mejor respuesta de la empresa 2 a un precio de $160 fijado por la empresa 1.
~a respuesta a esta pregunta se halla en el hecho de que la empresa 2 sabe que la estra-
te@a adoptada por la empresa 1es la que y señalamos, es decir, la que incluye un castigo
en el segundo periodo por una n~alaconducta en el periodo anterior. Si la empre-
sa 2 establece un precio de $130 en el periodo uno, la historia que pasa al periodo 2 será
($160, $130), y esto llevará a la empresa 1 a fijar un precio de $105 en el periodo dos.
Si ello sucede, la mejor respuesta de la empresa 2 en el Último periodo será también fijar
un precio de $105. Aún más, es creíble la promesa de la empresa 1 de fijar un recio de
$1 05 porque ($105, $105) es un equilibrio de Nash para el juego del ~ e r i o d ofinal.
En síntesis, si la empresa 2 reduce el precio acordado por el cártel en el ~ e r i o d ouno,
puede anticipar que perderá utiíidades en el periodo 2, porque su engaño Ueva a un "mal"
equilibrio de Nash en el final. El incremento en las utilidades que se obtuvieron
en el 1por haber traicionado el acuerdo es de $0.9 millones, que resulta menor
que la reducción en utilidades igual a $1.1875 millones, que la empresa 2 sufre en la
esuategia de castigo. En otras palabras, las utilidades totales derivadas del engaño son
De nueva cuenta, las cosas simples y supondremos que las utilidades en el segundo periodo
no se descuentan,o que elfactor descuento es R = 1, o, 10 que es equivalente, que la tasa de interés es =
O por ciento.
Parte Cuatro Estrategias ant..com @tivas
iguales a $10 + $7.3125 = $17.3125, que resultan menores que las utilidades totales
provenientes de la cooperación, $9.1 + $8.5 = $17.6." En otras palabras, reducir el pre-
cio acordado por el cártel en el periodo 1 no le deja buenos resultados. De nueva cuen-
ta, podemos usar el argumento de la simetría para demostrar que, en la misma forma, la
empresa 1tiene un incentivo para cooperar en la primera ronda. Por ende, las estrategias
bosquejadas sí constituyen un par de mejores respuestas. Aún más, como se basan en
amenazas o promesas que son equilibrios de Nash del juego de un solo movimiento, tales
estrategias constituyen también un equilibrio de subjuego perfecto.
Podemos ampliar este análisis en dos formas. Primero, podemos pensar en lo que pasa
cuando el número de repeticiones no se limita a dos. El juego o interacción de mercado
se puede repetir tres o cuatro, o incluso Tveces, de nuevo supondremos que no hay des-
cuento. En el periodo ñnai ambas empresas desempeñarán el "buen" equilibrio de Nash,
siempre que el cártel haya sido capaz de sostenerse hasta ese momento. Sabemos que el
buen resultado de Nash en el Úitimo periodo puede apoyar la cooperación en el segun-
do y último Por lo tanto, cuando agregamos un tercer periodo de juego, o un
cuarto, o hasta un T-ésirno periodo, siempre habrá un incentivo para cooperar y alcanzar
el resultado ($160, $160) en todos 10s periodos, excepto en el último. La amenaza vero-
símil de que el cártel se colapse hasta el "mal" equilibrio de Nash en cualquiera de estos
y cada periodo posterior si alguien se atreve a traicionar lo acordado por el cártel,
funciona para conservar este resultado. Cualquiera que sea el número finito de repeticiones,
la cooperación se podrá sostener en cada periodo hasta que lleguemos al periodo final del
juego, y en ese momento ambas empresas regresarán al "buen" equilibrio de Nash.
10 No olvide que estamos suponiendo aqul que las utilidades del segundo periodo no se descuentan,
Capfmlo 14 Fijación de precios y juegos repetidos
en tanto que el valor presente de las utilidades de la empresa 2 que resultan de reducir el
precio acordado en el primer periodo son
Para que el acuerdo del cártel se mantenga en el periodo 1 es necesario que Pp (n2) >
PQd(n2), lo que requiere que el factor de descuento R sea mayor que ~ 7 5 6equivalen-
,
te a una tasa de interés r menor de 32 por ciento. En otras palabras, con una tasa de inte-
rés r suficientemente alta (o, por otra parte, un factor de descuento suficientemente bajo
R) abandonar el cártel en el periodo uno podría ser atractivo.
De hecho, lo anterior es un punto general. En la medida en que la tasa de interés
aumenta por arriba de cero (conforme el factor de descuento cae por debajo de 1 ) sur-
gen límites a la capacidad de mantener una conducta cooperativa. Sin embargo, en el
juego anterior de Bertrand estos límites se debilitan conforme alargamos el número de
repeticiones. Supongamos, a guisa de ejemplo, que las empresas descuentan el futuro lo
bastante como para que R < 0.756. Además, supongamos también que la interacción tiene
lugar en tres periodos en lugar de sólo dos. Ahora veamos la estrategia siguiente para cada
en tanto que el valor presente de las utilidades de la empresa 2 por violar el acuerdo del
cártel en el periodo 1 es1'
PQd(n,) = $10 + $7.3125R + $7.3125R2.
Ahora es sencillo demostrar que P v (n2) > P v ( n 2 ) , siempre que el factor de descuen-
to R sea mayor de 0.398, es decir, para cualquier tasa de interés menor de 150 por ciento.
~~i que ésta es una estrategia de equilibrio sostenible.
Alejémonos por un momento de las matemáticas y aclaremos la lección principal de
todos nuestros recientes ejemplos. Ésta es que cuando el equilibrio de Nash de un solo
movimiento no es único, la repetición del juego puede permitir a las empresas formular
una estrategia creíble que conduzca a un cártel estable por lo menos parte del tiempo,
aun el número de repeticiones sea finito. De hecho, Benoit y Krishna (1985) han
demostrado que este resultado se convierte en una certeza siempre que el número de
veces Tque se juega el juego sea "suficientemente grande'' y el factor de descuento R
esté "suficientemente cerca de la unidad". La multiplicidad de los equilibrios de Nash
abre la de premiar la ~00peraciÓny castigar la lXliciÓn, en una forma que no
es posible cuando el equilibrio de Nash es único. Esto es porque ahora 10s premios Y cas-
tigos son Es la presencia de una amenaza verosímil 10 que es esencial Para el
mantenimiento exitoso de un cártel. Sin una amenaza creíble de venganza, no hay forma
de impedir el engano. Este elemento será fundamental en el análisis de juegos de repeti-
ción s n i t a , tema de la sección siguiente.
PV(r,) = n , R3p3n3 +
a, + Rpn, + R 2 p 2 ~ + . . . + ~ ~ +p . . .+ ~
Capftulo 14 fijación de precios y juegos repetidos
El lector debe advertir que esta ecuación es muy s i d a r a las que presentamos en el capí-
tulo 2 cuando estudiamos el concepto del descuento. El factor R se sustimye ahora sim-
plemente por el factor pR elevado a la potencia apropiada. Podríamos considerar éste
como una "probabilidad ajustada" del factor de descuento b ~Advierta . que se trata del
producto del factor de descuento que refleja la tasa de interés y la creencia de la empresa
respecto de la probabilidad de que el mercado seguirá operando de periodo en penodo.
A primera vista el análisis de los juegos que se repiten de manera e t a o inde&ida
(frecuentemente conocidos como supejuegos) puede parecer sin e ~ p e r & ~La . repetición
permite que la historia figure en la formulación de estrategias, y con un juego repetido
hasta el infinito, el número de posibles historias también se convierte en infinito. obs-
tante, de nueva cuenta contamos con un atajo, Resulta que las estrategias reales en que las
empresas se apoyan para asegurar el cumplimiento de la política del cártel se pueden hacer
notablemente sencillas. El tipo de estrategia que es una que se conoce como cstyategia de
disparo. La idea es similar al enfoque usado en el juego de Bertrand de la sección anterior.
Un participante jugará en forma cooperativa en cumplimiento del acuerdo mientras los
jugadores restantes se hayan sujetado a éste. Sin embargo, si otro jugador viola el acuer-
do, entonces el jugador mencionado aplicará la acción punitiva.
Para ver cómo podría funcionar este mecanismo vayamos otra vez al ejemplo 1 y
supongamos que ambas empresas esperan en cada periodo que haya una probabilidad p
de que su interacción siga en el periodo siguiente. Entonces la estrategia de disparo para
la empresa 1 podría ser la siguiente:
pérdida es una caída retrasada, pero permanente, de las uBLidades de $1 800 a $1 600
durante cada en que el juego c0nthÚe a partir de entonces.
La única forma de comparar las ganancias con las pérdidas es en términos de sus valo-
res presentes. ~1 valor presente de las utilidades de cumplir con el acuerdo es12
1.6pR
= 2.025 +
(1 - PR) '
Cumplir con el acuerdo del cártel deja buenos resultados si PVf > PV3 Por las últimas
dos ecuaciones esto requiere
12 Estamos utilizando la ecuacibn para la suma de una serie infinita: 1 + pR + p2112 + p3R3 + , , , = ,,(,- ,,R],
Capftulo 14 Fijaci6n de precios y juegos repetidos
nido, mayor será la probabilidad de que las empresas sigan juntas en el mercado y menor
la tasa de interés.
De hecho, el ejemplo que acabamos de mencionar es un caso particular de un resul-
tado todavía más general, que va como sigue. Supongamos que tenemos un grupo de
empresas que están estudiando convertirse en cártel. Si cada empresa coopera y produce
en un periodo de mercado la parte de producción del cártel, entonces cada empresa, Z,
obtiene la utilidad 7 ~ 7 Si
. en un periodo sólo la empresa i traiciona el acuerdo, entonces
la utilidad más alta que puede ganar es n C Por último, denotemos lar*Ütüidadque cada
empresa i gana en el equilibrio de Nash no cooperativo como .rrFAl reflexionar un poco
nos queda claro que I T ~> 7 ~ > 7TT? (En el ejemplo 1 tenemos que a: = $2 025, nM =
$1 800 y 7 ~ 7 =$1 600.) El resultado general es que engañar al cártel no ofrece un buen
resultado, siempre que el factor de descuento pR ajustado por la probabilidad sea tal que
Desde luego, hasta ahora hemos manejado nuestra exposición de los juegos de repeticíón
iníinita en el contexto del ejemplo 1,en que hay un único equilibrio de Nash en el juego de
un solo movimiento. Usted se puede estar preguntando qué sucede en un juego repetido un
número infinito de veces como en el ejemplo 2, en que hay más de un equilibrio de Nash
en el juego de un solo movimiento. La respuesta es que se aplica el mismo principio básico,
pero ahora podemos describir por lo menos dos posibles estrategias de disparo. La empresa
2, por ejemplo, podría adoptar la estrategia:
La diferencia entre estas dos estrategias de disparo es que la segunda impone una sanción
mucho más alta por la traición que la primera. <Hayalguna guía que nos ayude a determi-
nar si las empresas querrán adoptar esta postura más estricta? La respuesta es sí, por 10 menos
en parte. cuando el factor de descuento pR ajustado por la probabilidad es 10 bastante
pequeño (ya sea porque la probabilidad p de interacción continua es pequeña o la tasa de
interés es suficientemente grande) sólo la estrategia esmcta funcionará para sostener el cár-
tel. En general, cuanto m& severo sea el castigo que impone el regreso al equilibrio de Nash,
probable es que el &tel sea sostenible. De nueva cuenta, cuuido el cártel es sostenible
no observamos que se jda el p d o . Ambas empresas aplican el precio de monopolio de
$160 hoy y mañana, y así sucesivamente.
p m cuatro Estrategias anticompetitivas
13 Dos visiones diferentes de una conducta de oligopolio ante una demanda incierta que hace dificil su detec-
ción se puede encontrar en Green y Porter (1984), y en Rotemberg y Saloner ( 1 986).
C a ~ f u l o4 4 Fijaci6n de precios y juegos repetidos
casi demasiados equilibrios de dónde escoger. Se aclara este punto mediante lo que se
conoce como teorema yafkupara los juegos de repetición infinita (Friedman, 1971):14
Teorema "faik": supongamos que un juego que se repite infinitas veces tiene una
serie de resultados que exceden los resultados de equilibrio de Nash de un solo movi-
miento para todas y cada una de las empresas. Entonces se puede sustentar cualquier
serie de resultados factibles que prefieren todas las compañías a los resultados del equi-
librio de Nash, como equilibrios perfectos de subjuego para el juego repetido, para
alguna tasa de descuento suficientementecercana a la unidad.
Podemos ilustrar el teorema "falk" con nuestro ejemplo 1. Si las dos empresas se confa-
bulan para maximizar las utilidades conjuntas, compartirán las utilidades totales de
$3 600. Si n o cooperan, cada una ganará $1 600. El teorema "fW indica que cualquier
acuerdo del cártel en que cada empresa gane más de $1600 y donde el total de utilida-
des n o exceda a $ 3 600, se puede sostener, por 10 menos en principio, como un equili-
brio perfecto de subjuego del juego repetido infinitas veces. En la región sombreada de
la figura 14-3 se muestra la gama de udidades para el ejemplo 1 que puede obtener cada
compañía en un cártel sostenible.
Aquí debemos agregar un comentario. El teorema "f&" n o dice que las empresas
alcanzan siempre un total de utilidades de la industria igual al que gana un monopolio.
14 El término "teorema falk" se deriva del hecho de que este teorema era parte del "folclor" o tradición oral en
lateoria de juegos durante anos antes de que Friedman O ninguna otra persona redactara una prueba for-
mal. Aunque aqui presentamos la cooperacidn como si cada empresa fijara el mismo pncio, en un juego de
pujas repetidasen que, por las empresas concursan para obtener contratos del gobierno ~0r'fletien-
do la cotización m6s baja, la cooperaci6n puede adoptar la forma de un acuerdo para que una empresa
ofruca el precio cooperativo m6s bajo y todas l i s otras empresas presenten cotizaciones un poco más altas.
EIprivilegio de presentar la cotizaci6n m6s baja podria entonces mtarse entre 10s miembros del csrtel.
Vease Comanor y Schankerman (1976).
p- Cuatro Estrategias anticornpetitivas
EL TEOREMA"FALK"
Cualquier dishbuci6n de utilidades en el área sombreada puede ser apoyada por una estrategia de disparo
para algún factor de descuento suficientemente cercano a la unidad.
Simplemente dice que las compañías pueden obtener mejores resultados que el equilibrio
no de Cournot-Nash ( O Bertrand-Nash). La razón por la que puede no ser
posible una duplicación exacta del monopolio es que el resultado de monopolio resulta
siempre en el precio más alto posible en relación con el costo marginal. A un precio tan
cualquier miembro del cártel puede obtener utilidades sustanciales a corto plazo
con sólo una pequeña desviación del acuerdo del cártel. En consecuencia, la duplicación
del resultado de monopolio da a los miembros un tremendo incentivo para hacer tram-
pa, a menos que el factor de descuento ajustado por la probabilidad sea bastante grande.
Pero esto no significa que el cártel no se pueda sostener. Las empresas pueden obtener
de todos modos utilidades mayores que las del equilibrio no cooperativo si mantienen el
acuerdo, aunque no ganen las mayores utilidades que la industria pueda rendir. Éste es el
meollo del teorema "f&".
En resumen, una vez que consideramos un marco de interacción repetida &ta o inde-
finidamente entre empresas, hay una posibilidad real de una conducta colusiva sostenible
entre estas empresas, mientras la tasa de descuento no sea demasiado alta y la probabili-
dad de su interacción continua no sea demasiado baja. En realidad, los casos señalados al
comienzo de este capítulo ofrecen amplia evidencia de que éste es el caso. De este modo,
Capftulo 14 Fijación de precios y juegos repetidos 353
8 1
d verificación cie la reaUidad
,
1
i
I
1
, Las empresas que se reúnen fi-ecuentemente a ciudades. Evans y Kessides tratan de cons-
1
I lo largo del tiempo pueden resolver el dilema truir una medida de lo gr&de que es este con-
1
, del prisionero y establecer un equilibrio más tacto eMerno para cada mercado. Por ejem-
cooperativo porque las múltiples rondas pos- plo, supongamos que American, Delta, United
I
teriores permiten que se sancione la conducta y Northwest sirven una ruta. Supongamos
l no cooperativa hoy. De manera hasta cierto además que compiten en 31 2 rutas en total,
I
I
I punto similar, las compañías que se reúnen que American y United compiten en 340
1
1 una y otra vez, no a lo largo del tiempo sino en rutas en total, y que American y Northwest
diferentes mercados, también podrán encon- compiten en 180 rutas. Imaginemos tam-
trar más fácil mantener la colusión. Un equi- bién que Delta y United aparecían conjunta-
valente aproximado de la estrategia de disparo mente en 240 rutas, Delta y Northwest están
es regresar al equilibrio de Nash en todos los juntas en 190 rutas, y que United y Northwest
mercados en que las empresas compiten, en están juntas en 220 rutas. Evans y Kessides
cualquier momento que un rival traiciona el (1 994) dirían entonces que el contacto múl-
acuerdo de colusión en un mercado. Este tiple en los mercados entre las Iíneas aéreas
razonamiento, planteado por Edwards (1955) en estas rutas está dado por el contacto pro-
por primera vez, fue refinado posteriormente medio de ruta, igual a (312 + 340 + 180 +
por Bernheim y Whinston (1990), quienes de- 240 + 190 + 220)/6 = 247. Miden esta varia-
mostraron que en verdad hay condiciones en ble para todos los 100 mercados principales
que el contacto en mercados múltiples puede de pares de ciudades de las líneas aéreas, y
llevar a una colusión en todos los mercados la utilizan en un análisis estadístico diseña-
en que se encuentran los rivales, aunque do para explicar los precios del boletaje en
parezca que no se satisfacen las condiciones las aerolíneas de cada mercado. Si el con-
que se requieren para tal efecto en ninguno de tacto en mercados múltiples funciona para
ellos. hacer más sostenible la colusión, entonces
La evidencia empírica en apoyo del punto los precios de los boletos deberían ser más
de vista de que el contacto en mercados caros en mercados con un promedio más alto
múltiples ayuda a sostener la colusión la de contacto de ruta. Esto es exactamente lo
proporcionan Evans y Kessides (1994) en sus que encontraron Evans y Kessides. Mientras
investigaciones de precios de las líneas aéreas. que el valor promedio del contacto de la ruta
Por ejemplo, en el transporte aéreo se consi- es 180, encontraron que, conforme aumen-
dera a cada par de ciudades, digamos de ta de, digamos, 115 a 250 y más, los precios
NuevaYork a San Francisco, como un merca- de los boletos aumentan aproximadamente de
do. En cualquier mercado de esta clase suele 5 a 7 por ciento, aun después de tomar en
haber cuatro aerolíneas compitiendo. Sin cuenta todos los otros aspectos que influ-
embargo, estas líneas aéreas también sirven yen en el precio de los boletos.
y compiten en otros mercados de pares de
tanto la teoría como la experiencia aportan buenas razones para que el Departamento de
Justicia y otras autoridades antimonopolios se preocupen por la colusión. Muy a su pesar,
estas dependencias cuentan con recursos limitados. Puesto que no pueden patrullar todas
paste cuatro Estrategias anticornpetithas
las industrias y todos 10s mercados, deben enfocarse en aquellos ambientes en que es más
probable que ocurra la colusión. Además, deben desarrollar métodos para detectar tal
colusión es que la hay, y cuándo ocurre. Éste es el tema que estudiaremos en el siguien-
Por lo menos desde la época de Adarn Srnith ha existido el temor de que las empresas de
la misma hdusuia puedan tratar de coludirse y fijar un precio cercano al precio del mono-
polio, en lugar de competir vigorosamente entre sí. La buena noticia en la Úitima doce-
na de &os es que un gran número de estos acuerdos de colusión han sido detectados y
denunciados legalmente en tribunales tanto de Europa como de Estados Unidos. La mala
noticia es que esta misma evidencia revela también que esta colusión es una posibilidad
real. En forma las empresas ocasionalmente pueden trabajar y aplicar estrategias
cooperativas, en lugar de otras que no son cooperativas. De tal modo, aunque las auto-
ridades que vigilan la competencia pueden sentirse bien por los cárteles que han destrui-
do, también deben preocuparse de que haya muchos otros acuerdos para la fijación de
precios que todavía no han sido descubiertos.
~l rasgo principal de la interacción corporativa que hace posible la existencia de los cár-
teles es la repetición. Las empresas rara vez se enfrentan una sola vez en el campo de bata-
Ha ~orporativo.Más bien, pueden anticipar reunirse muchas veces (y tal vez también en
muchos otros mercados). Cuando un juego se juega sólo una vez, cada empresa tiene un
incentivo muy fuerte para violar el acuerdo de colusión. Puesto que el acuerdo no se
puede hacer cumplir desde el punto de vista legal, es poco lo que una empresa puede
hacer para evitar que otras empresas violen 10s acuerdos de precios. Sin embargo, cum-
do el juego se realiza repetidas veces chrante varios periodos, el alcance de la coopera-
ción se amplía considerablemente. Esto es porque una empresa puede amenazar con "cas-
tigar" cualquier violación del acuerdo de colusión en un periodo, siendo más agresivo en
los periodos siguientes.
Aunque la repetición del juego en el curso del tiempo es necesaria para que las empre-
sas se ~ u e d a ncoludir con éxito, no es suficiente en sí misma. Además de que el juego se
repita más de un periodo, por 10 menos se debe cumplir con una de dos condiciones.
Bien sea que la versión de un sol0 periodo del juego tenga más de un equilibrio de Nash,
o que el juego tenga un final indefinido, es decir, en cualquier periodo dado, hay
pre una ~robabilidadpositiva de que el juego se juegue una vez más. Si n o se
estas condiciones, el teorema de Selten deja claro que un juego de repetición finita con
un único equilibrio de Nash nxultará simplemente en que el equilibrio de Nash será el
resultado en cada periodo. Sin embargo, en el caso de juegos repetidos que siguen
indefinidamente, el teorema ''falk" deja claro que es posible la colusión en que ambas
empresas ganen en relación con un equilibrio de Nash de un solo movimiento. Como se
señaló, esta coiusión también es posible si el equilibrio de Nash de un n o es
único. De acuerdo con la reciente experiencia histórica, parece que estas condiciones para
que exista la colusión se cumplen frecuentemente. Por consiguiente, la preocupación en
contra de los monopolios que acuerdan fijar precios se halla justificada,
l
Parte Cuatro Estrategias anticornpetitivas
Rotemberg, J. y G. Saloner. 1986. "A Supergame Theoretic Model of Price Wars During
Booms", American Economic Review 76: 390-407.
w:
Schelling, T. 1960. The Strategy of Conflict. Carnbridge, Harvard University Press.
Selten, R 1975. "A Simple Model of Irnperfect Competition".
Where 4 Are Few and 6 Are Many". International Journal of Game Theory 2: 141-
201. Reimpreso en R Selten, Models of Strategic Rationality, Arnsterdam: Kluwer
Academic Publishers (1988).
Las preocupaciones políticas sobre una posible colusión tienen un largo historial en la legisla-
ción antimonopolios que comienza con la sección 2 de la ley Sherman. Pero aunque la fijación
explícita de precios es ilegal en Estados Unidos, en el capítulo anterior vimos que mediante
interacciones repetidas se puede lograr una colusión tácita para mantener altos los precios en
un ambiente no cooperativo. En el mundo real a menudo observamos que una empresa de
una industria anuncia un incremento de precios que luego es seguido rápidamente por las
compañías rivales. Uno de los mejores ejemplos de esta conducta se encuentra en la industria
tabacalera en la primera parte del siglo XX, en la que varios incrementos de precios que fueron
anunciados por Reynolds, un día después fueron seguidos por incrementos tanto de Liggett
y Meyer como de Arnerican Tobacco. <Setrató de una colusión tácita, o más bien de que to-
das las empresas estaban aumentando sus precios para cubrir costos crecientes o satisfacer una
mayor demanda?
No responderemos aquí directamente a esta pregunta. El punto es que la colusión abierta
y la cooperación tácita de precios son dificiles de detectar. Si no se cuenta con información
detallada sobre los costos que enfrenta cada empresa y sobre la demanda de la industria, todo
lo que se puede hacer es tratar de entender dónde es más probable que ocurra la conducta ilegal,
y luego vigilar estrictamente estas áreas. En este sentido, ser un buen economista industrial es
como ser un buen detective. Uno tiene que buscar pistas respecto de qué empresas tienen la
motivación, los medios y la oportunidad para delinquir.
más que puede obtener dado que la empresa 1 gana TT La suma de estos dos niveles de
utilidad es exactamente IT,.
Como tiene una pendiente de -1, todos los puntos en la Enea .rrmwmson tales que suma-
dos permiten llegar al mismo nivel de utilidades totales I T ~Advierta
. que ninguna de las
empresas puede obtener este nivel de utílidades por sí sola. En otras palabras, tanto 7T; cO-
mo ;TI son menores que IT,. Esto es así por nuestra hipótesis de costos marginales crecien-
tes. Para que la empresa 1 realice toda la producción por sí misma, el costo marginal debe
elevarse a un nivel suficientemente alto como para que no pueda obtener Tm.Lo mismo
es cierto para la empresa 2. Ambas c o m p d a s se necesitan mutuamente si desean lograr
el máximo conjunto en M.
El punto C da la utilidad para cada empresa en el equilibrio de Cournot-Nash. Obser-
vemos que este punto no se ubica en la curva El lector debe recordar que el resui-
tado de Cournot es no cooperativo. Cada empresa trata de maximizar su propia utilidad, no
la utilidad combinada de la industria. ~ o m resultado,
o cada una pasa por alto el hecho de
que los incrementos en su propia producción reducen la utilidad de los competidores y dan
lugar a un exceso de producción.
Supongamos, como se ilustra, que C está arriba y a la izquierda de M. Esto significa
que la empresa 2 obtiene más utilidades en el equilibrio de Cournot-Nash que la que
obtendría elaborando la producción en M Yganando las utilidades asociadas con esa pro-
ducción, 71.2". Esto crea un verdadero conflicto para alcanzar la meta de M. Sin embargo,
este conflicto se puede superar en principio. Pero hacerlo requiere que la empresa 2 se
convenza de que debe actuar de manera cooperativa y producir el volumen asociado con M.
Ea forma más obvia es hacerlo por medio de pagos colaterales de la empresa 1 a la 2. De
acuerdo con este arreglo, ambas compañías fabrican el volumen de producción necesario
para alcanzar el máximo de la industria en M. Entonces, con el fin de que sea aceptable pa-
ra la empresa 2, la empresa 1 sacrifica un POCO de las fuertes utilidades que obtiene en
Parte C u a ~ o Estrategias anticornpetitivas
Fuente: R. Cibson, "Cereal Prices Are Cut by Post" y "Kellog Cutting Prices ofSorne Cereals in Bid to Check Loss
o f Market Share". The Wall Streetjournal, 16 de abril y 1 de junio de 1996.
Un cártel también puede usar una asociación industrialpara controlar el acceso al mer-
cado. Las asociaciones industriales participan frecuentemente en actividades para convencer
a los consumidores de lo riesgoso que es comprarle a empresas que no son miembros. l
Son comunes las asociaciones regionales de pi
nio de lo anterior son las campañas de publicidad destinadas a convencer a los consumi-
dores a comprar sólo jugo extraído de "naran
pasas de California". Los médicos, contadores y abogados también limitan el acceso a su
mercado por medio de exámenes diseñados y aplicados por sus asociaciones profesiona-
les. Aunque el pretexto para hacer estos exámenes es proteger la calidad, dichas prácticas
también facilitan la colusióil.
2. Costos de danzar un acuerdo cooperativo
Aun cuando se pueden obtener utilidades importantes de monopolio en una industria,
n o se obtendrán estas udidades si se lleva demasiado tiempo y es muy costoso lograr un
acuerdo de cooperación entre las empresas miembros. Se puede incurrir ,. . en fucrtes . . costos
de transacción al buscar posibles socios, al negociar un al
éste se cumpla. Éste es especialmente el caso cuando .el acuerdo
,- 1 . ..- -es- - rlegd y furuvo,
- - - - - - - - - - - - 1 - m -i
debe ser cuando se trata de un cártel. En conse
362 Parte Cuatro Estrategias anticornpetitivas
tengan mayor éxito en aquellas industrias en las que los costos de transacción de la coope-
ración son bajos. Esto es más probable cuando existe 1) un pequeño número de compañías;
2) una alta concentración en la industria; 3) una similitud en los costos de producción de
las empresas y 4) falta una diferenciación significativa en los productos.
El razonamiento intuitivo detrás de los primeros dos factores debe quedar claro a partir
de la lógica de la figura 15-1. Alcanzar un acuerdo cuando hay sólo dos empresas puede
ser dificil, pero será mucho más dificil alcanzarlo cuando el número de éstas aumente a
tres o más. En forma parecida, uno sólo tiene que negociar con unas cuantas empresas
en lugar de con muchas si un pequeño número de estas compañías representa la mayor
parte de la producción de la industria. Recuerde también que un acuerdo de cártel es ile-
gal. Como sucede con cualquier actividad que es inherentemente ilegal, cuanto menor sea
el número de partes que intervienen, menos probable es que sea descubierta. Por último,
para que las estrategias de disparo que describimos en el capítulo anterior sean efectivas,
los miembros del cártel tienen que ser capaces de detectar y castigar las violaciones con
cierta rapidez. Cuanto mayor sea el número de empresas participantes, más se les dificultará
detectar las traiciones e identificar correctamente a la empresa que rompió el acuerdo.
El tercer factor, costos similares de producción, también se puede ilustrar en la figura
15-1. Cuando las empresas tienen costos idénticos la frontera de utilidades se vuelve si-
métrica. Como resultado, la producción y utilidades de cada empresa es la misma en el
punto M, que es el de maxirnización conjunta de utilidades. Aún más, la utilidad de cada
empresa en ese punto excede la utilidad que alcanza en el equilibrio de Cournot-Nash.
De acuerdo con esto, es fácil acordar que M debe ser la meta común. En contraste, cuando
las empresas del cártel tienen diferenies costos marginales, como se muestra en la figura
15-1, el acuerdo de maximización de utilidades del cártel haría, como vimos, que los
miembros obtuvieran diferentes niveles de producción y diferentes niveles de utilidades
posiblemente menos de la utilidad de Cournot para algunos de ellos. Esto, desde luego, di-
ficulta la cooperación. De hecho, la cooperación puede alcanzarse sólo mediante el uso
de pagos colaterales.
Hay por lo menos dos factores que dificultan la implantación de dichos pagos colatera-
les. Primero, los pagos exigirán negociaciones detalladas entre las empresas. Sin embargo,
las empresas tienen un fuerte incentivo para no revelar sus costos reales de producción y
para reclamar que les sea asignada una cuota grande de producción, de modo que se di-
ficultan estas negociaciones. En segundo lugar, los pagos colaterales tienen la desventaja
adicional de que son dificiles de ocultar en la contabilidad de la empresa y, por lo tanto,
aumentan considerablemente el riesgo de que el cártel sea detectado por las autoridades
antimonop~lios.~
El cuarto factor, la heterogeneidad del producto, hace más dificil lograr la colusión por
razones similares a la heterogeneidad de costos. Cuando los productos del cártel son he-
terogéneo~,o muy diferenciados, el cártel tiene que hacer algo más que sólo limitarse a
acordar un precio o participación del mercado. Cualquier acuerdo, para que sea completo,
debe establecer una gama completa de precios y producciones para. cada uno de los dife-
rentes productos. Esto aumenta 10s costos de las negociaciones y las posibles fuentes de
desacuerdo entre las empresa^.^
3. Costos de mantenimiento de ara acuerdo cooperativo
La vigilancia del acuerdo de colusión para detectar violaciones en los casos en que éstas
adoptan la forma de reducciones de precios, también se vuelve mucho más compleja
cuando los productos están altamente diferenciados. En algunos mercados un cártel pue-
3 Vease en Cramton y Palfrey (1990) una exposición de las dificultades que surgen cuando los costos no s610
son diferentes sino inciertos, y conocidos s6lo por cada empresa, asf como la forma en que se pueden resolver
tales dificultades.
4 En efecto, el argumento de fusi6n de McGee (1958), analizado en el capitulo 12, equivale a sugerir que una
empresa ya en el mercado hace un pago colateral a la nueva empresa para que se quede fuera de la industria.
crecientes. Los mercaderes de una misma talleres de la misma manufactura y pagar
ciudad que viajaban a mercados distantes se salarios uniformes a los artesanos del
protegian agrupándose en caravanas, llama- mo oficio. De manera similar, elnúmero de
das Cilde o Hansa en los países germánicos y personas contratadas por taller, lasherra-
caritas o Faternitus en los de lenguaje latino. mientas usadas y los precios que se debian
Los miembros de las caravanas tenian deberes fijar estaban todos regulados y supervisados
especificos de defensa si la caravana era ata- estrictamente. No se permitía la publicidad
cada, y se les exigía también que se prestaran y se prohibían las mejoras en las técnicasde
apoyo mutuo en cualquier disputa legal. producción que podrían darle a un artesano
Puesto que los miembros de una hansa o fiakr- una ventaja en costos. Advierta que las guildas
nitas seguCan en contacto con los demás de mercaderes y las de artesanos estaban
cuando regresaban a su ciudad de origen, basadas en las ciudades de su época. Éstas
también comenzaron a asumir derechos y eran pequeñas en comparación con las de
privilegios de comercio en sus comunidades hoy. Su tamaño, además del aspecto de "to-
locales -derechos frecuentemente apoyados do mundo conoce el negocio de todos los
por las autoridades-. Con el tiempo esto demás" de la vida medieval, significaba que
llevó a las guildas de mercaderes a monopo- el ambiente era de encuentros frecuentes,
lizar toda la industria y comercio de la ciu- repetidos, que se extendian hacia un futuro
dad; los que no eran miembros de la guilda indefinido.
sólo tenían permiso de vender al mayoreo. De hecho, la declinación de las guildas de
Las guildas basadas en oficios especializa- artesanos llegó en el siglo N, con el surgi-
dos reemplararon a las guildas comerciales miento de los métodos capitalistas de pro-
en el siglo xiv. Los miembros de las guildas ducción. Ellos hicieron posible la manufactura
de artesanos eran todos aquellos que realiza- de bienes en una escala muygrande en un so-
ban un oficio particular. Monopolizaban lo lugar, y su embarque desde alli a muchos
la manufactura y venta de una mercancía otros. Por consiguiente, la competencia no
determinada en las ciudades en que se orga- provino de los compañeros artesanos locales,
sino de lejanas fuentes anónimas. La vigilan-
Las guildas lograron esto por dos vias: 1) cia y el cumplimiento se hicieron imposibles,
evitando la importación de bienes de otras y 10s nuevos métodos de producción, más
ciudadesy 2) el ingreso a la eficientes, gradualmente eliminaron a las guil-
rnembresfalocalde la guilda. A quienes eran das de artesanos.
de usar un producto como norma de comparación y vincular todos 10s precios de 10s
0 ~ 0 sproductosa dicha norma. Esto facilita la tarea de vigilar los precios y detectar
cuando hayreducciones. D e hecho, éste es el motivo que frecuentemente Se cita para la
asignaciónde pr&or punto base, un método un poco raro para asignar precios a los
productosque van a ser transportados con algún costo para 10s consumidores. L a for-
ma mas común de incorporar el costo de la entrega es que la empresa fije un precio mi-
3 64 Parte Cuatm . Estrategias anticornpetitivas
forme en la planta, llamado precio en planta, y luego modifique el precio pagado Por ca-
da consumidor de acuerdo con lo que cueste entregar ese producto a las puertas del clien-
te. Este esquema se conoce normalmente como asignación de precios libre a bordo o LAB.
La alternativa es utilizar asignación de precios de punto base. Aquí, una, o cuando más
unas cuantas plantas, se eligen como punto base. Luego todos los precios se cotizan como
precio en planta o en fábrica más el costo de entrega desde el punto base. Por ejemplo,
o menos durante los primeros 20 años del siglo pasado, Pittsburgh era el punto ba-
se usado para establecer los precios del acero nacional. U n consumidor en Colurnbus, por
ejemplo, el mismo precio por acero entregado (el precio de fabricarlo más los cos-
tos de transporte desde Pittsburg) ya fuera que la entrega proviniera realmente de Pitts-
burgh o de Birrningham, Alabama.
Las ventajas de la asignación de precios con punto base para mantener la colusión son
dobles. Primero, aseguran que todos los fabricantes, independientemente de en dónde
estén ubicados, les coticen a todos los clientes de cualquier ubicación el mismo precio de
entrega. N o sucede así con la asignación de precios LAB, donde el precio de entrega a
un sitio determinado depende de la ubicación del fabricante. Así, la asignación de precios
de punto base simplifica la colusión en forma considerable al simplificar la estructura de
precios, lo que facilita también la vigilancia para detectar a los infractores,
~l sistema de punto base también goza de una ventaja en términos de sus consecuen-
cias en el incentivo para defraudar. Para apegarnos a nuestro ejemplo anterior suponga-
mas que sólo hay dos plantas siderúrgicas (una en Pittsburgh y la otra en Birmingham)
y que las dos compañías tratan de fijar un precio cooperativo de monopolio. Con la asig-
nación de precios LAB, los precios se establecen en la planta. Si una compañía hace tram-
pa, la represalia de la otra empresa requiere una reducción en el precio de planta de esta
empresa. Esto reduce su excedente de ventas a todos los consumidores, por lo que im-
pone un costo considerable al hacer menos creíble la amenaza de represalias. Sin embar-
go, con La asignación de precios de punto base, se puede reducir un precio sólo en el área
o áreas en que la empresa no cooperativa violó el acuerdo. Como resultado, las represa-
lias ~ u e d e ntener una precisión quirúrgica y, 10 que es más importante, ser menos costo-
sas, ~ s t aumenta
o considerablemente la credibilidad de la amenaza de aplicar represalias,
en lugar desalentando las traiciones. No es de sorprender que los esquemas de
asignación de precios de punto base hayan sido declarados ilegales en Estados Unidos.
También vale la pena mencionar algunos otros factores que facilitan a los cárteles la ta-
rea de vigilancia para responder a las violaciones con mayor rapidez. Es mucho más fácil
detectar la conducta no cooperativa cuando se pueden observar fácilmente todos los
precios Y/O participaciones de ~ ~ r c a dLoso . ckteles que tratan de manipular de manera
fraudulenta las licitaciones reciben una fuerte ayuda, por ejemplo, cuando la legislación re-
quiere que las dependencias gubernamentales publiquen las licitaciones que han recibido.
Si, por otra parte, las licitaciones se Presentan a compañías del sector pivado, una asocia-
ción industrial entre las empresas podna facilitar el contubernio en la licitación de contratos,
En muchos mercados de productos de consumo se han utilizado cláusulas de cliente
más favorecido y ajustes a 10s precios de la competencia para ayudar a mantener un acuer-
d o de fijación de precios entre las Las cláusulas de cliente más favovecido
que si el vendedor ofrece el mismo producto a o u o comprador a un precio
menor, el primer comprador recibirá una rebaja igual a La diferencia en los dos precios,
mientras que las cláusulas de ajustarse a 20sprecios de la competencia garantizanque una
empresa se ajustará a cualquier precio más bajo ofrecido por otro vendedor. podha pare-
cer sorprendente pensar que estas cláus~lasson anticomPetitivas en lugar de procompe-
titivas. Pero si pensamos un momento, veremos que estas funcionan
mantener los acuerdos de fijación de precios. La cláusula de cliente favorecido res-
tringe severamente la tentación de cualquier vendedor de reducir sus precios, puesto que
-
d ~erificacibnde la realidad
I -
-- " -- -
Fuente: Fiona Scott Morton, "The Strategic Response by Pharmaceutical Firms to the Medicaid Most Favored
Customer Rules", RandJournal of Economio 28 (verano de 1997), pp. 269-290.
la reducción de precios se tiene que ofrecer también a todos los compradores anteriores.
De manera similar, las cláusulas de igualar los precios de la competencia hacen especial-
mente efectivo el proceso de detección de violaciones, puesto que en este caso las empre-
sas que ofiecen estas garantías tienen una enorme cantidad de vigilantes gratuitos del
mercado en cada consumidor que ha comprado el producto. Al mismo tiempo, dichas
cláusulas atan efectivamente las manos de las empresas que las ofrccen.
366 Parte Cuatro Estrategias ancicornpetitivas
Dado que cumplir con las cláusulas de ajustarse a los precios de la competencia tiene
efectos anticompetitivos, sería de sorprender que los consumidores pudieran dejarse en-
gañar por tales garantías. Advierta, sin embargo, que una cláusula de ajuste de precios po-
dría ser valiosa para un comprador individual que tiene la certeza de obtener el mejor tra-
to posible. Sin embargo, puesto que ese comprador entonces se vuelve implícitamente un
vigilante de precios en favor de las empresas coludidas, en la compra de esta persona exis-
te una externalidad de la cual no está consciente. Tal vigilancia llevará a una fijación de
precios más altps (aunque idénticos) para todos los consumidores. Así que el equilibrio
consistirá en que todos los compradores, como grupo, estarán peor.
Tales estipulaciones también fortalecen las estrategias de disparo que apoyan el contu-
bernio entre empresas. Para tener una idea de cuán poderosas pueden ser, consideremos
un juego simple de asignación de precios de un solo movimiento entre dos empresas. La
matriz de resultados de la tabla 15-1 describe un juego de dilema del prisionero. La na-
turaleza de un solo movimiento del juego lleva inevitablemente a las compañías al equi-
librio único de Nash, en que ambas empresas fijan precios bajos. Pero veamos ahora lo
que sucede cuando continuamos con la hipótesis de un juego de un solo movimiento, pe-
ro permitirnos que ambos jugadores publiquen garantías de ajustarse a los precios de la
competencia, que son legal e instantáneamente obligatoria^.^ Estas garantías vuelven inal-
canzable~los pares de precios fuera de la diagonal en la tabla 15-1. No hay oportunidad
de reducir el precio del socio del cártel cuando cada empresa ha anunciado una política
de igualar a la competencia de inmediato. Como la combinación de una empresa que fi-
ja precios bajos y la otra que fija precios altos queda eliminada por esta cláusula, ningu-
na de las empresas tiene un incentivo para desviarse de la política de precios altos. La fi-
jación de precios funciona incluso en este entorno sencillo de un periodo.
- -
MATRIZ
DE RESULTADOS EN UN JUEGO DE ASIGNACI~N DE PRECIOS 2 x 2
l
TABLA 1
~~~.~~~i~ para Precio alto ( U ) (12,12) (5,14)
la empresa 1 Precio bajo (L) (14, 5) (66)
Por último, un cártel está en mejores condiciones de hacer cumplir un acuerdo cuan-
do hay una interacción de mercado frecuente entre sus miembros. La frecuencia se pue-
de relacionar con el tiempo, las interacciones entre las empresas ocurren sobre una base
diaria, semanal o tal vez mensual, o bien, puede estar relacionada con el espacio en casos
en que las empresas interactúan en muchos mercados de productos al mismo tiempo. Un
ejemplo podría ser el caso de dos aerolíneas, cada una de las cuales ofrece vuelos entre
muchos de los mismos pares de ciudades mercado. Cada mercado de par de ciudades
puede considerarse como un movimiento del juego competitivo entre estas empresas.
La razón por La que una interacción frecuente en el mercado facilita la colusión, par-
te directamente del anáiisis de juegos repetidos que realizamos en capítulos anteriores. Pa-
ra verlo con más claridad, consideremos un escenario alterno en donde las interacciones
6 Esto es perfectamente legal, puesto que las garantías de igualar el precio se ofrecen a los compradores en tu-
gar de comunicArselo a otros vendedores.
Capltulo 15 La colusi6n en la práctica
P -
7 En Connor (2001) se puede encontrar un análisis detallado y fácil de leer sobre estos cárceles.
8 Diversos cárteles en la ciudad de Nueva York han usado la violencia para imponer su p d e r de mercado. Vea-
FIGURA
15-2
Uno ~ o d r í apreguntarse que importancia tiene esto. Después de todo, ;qué es un oc-
tavo de dólar entre amigos? Sin embargo, dado un volumen de acciones negociadas de
alrededor de mil millones por día, un diferencial adicional de 1/8 equivale a utilidades
adicionales de $125 d o n e s diarios, un regalo que la mayoría de nuestros amigos estaría
encantado de recibir. Christie y ~ c h u l t zsugirieron que la colusión entre los distribuido-
res de NASDAQ podía explicar la proporción más alta de octavos pares. Su argumenta-
ción es como sigue: en el fondo, los distribuidores de NASDAQ están participando en
un juego de repetición infinita. Las cotizaciones actuales y pasadas de todos 10s &suibui-
dores están disponibles para todos 10s otros distribuidores, lo que convierte esto en un
En alguna ocasión dos economistas de nom- lizada por la división antimonopolios del
bre ~ a u~l c h u l t z(de Ohio State) y William Departamento de ~ ~ ~ ~ i ~ i ~ ~ ~ ~ ~ d
Christíe (de Vanderbilt) hablaban de los pre- Algún tiempo después el Departamento de
cios de las acciones negociadas en el mercado Justicia demandó en tribunales a dos doce-
secundario cotizados por el sistema National nas de distribuidores de valores. La deman-
Association o f Securities Dealers Automated da respaldó las conclusiones tempranas de
Quotation (NASDAQ, un sistema de cotiza- Schultz y Christie. También evidenció que el
ción automática de la asociación nacional abandono del acuerdo era un problema po-
de distribuidores de valores). Como se des- tencial al que los distribuidores se enfrenta-
cribe en el texto, &te es un mercado compu- ban mediante acosos y ataques verbales al
tarizado en que los distribuidores listan los culpable. Por ejemplo, consideremosesta con-
precios a que están dispuestos a comprar (el versación grabada de un distribuidor que re-
"precio de compra" solicitado) y a vender clamaba a otro por emplear a un corredor
("precio de venta" solicitado) diversos valo- que no estaba manteniendo un diferencial
res bursátiles. La diferencia entre ambos divisible entre 25:
precios es el diferencial, y es una de las gran- (Primer distribuidor): "Él está negocian-
des fuentes de utilidades para los distribui- do en un octavo y está avergonzando a tu
dores. Con el tiempo ambos economistas cornpañla."
notaron algo raro. El diferencial rara vez era (Segundo distribuidor): "Ya veo."
menor de 75 centavos y siempre se expresa- (Primer distribuidor): "Tú sabes, yo t e di-
ba como un múltiplo de 25 centavos, aun ría que resolvieras esto, ¡que deje de ser
cuando las acciones mismas tenían precios un idiota (se eliminan calificativos)!')
en octavos impares (por ejemplo, 20 y 318 o El acuerdo no requeda que las dos doce-
24 y 5/8).Posteriormente ambos economis- nas de distribuidores involucrados admitie-
tas publicaron un documento de investiga- ran su culpabilidad o pagaran una multa.
ción sugiriendo que los precios de NASDAQ Pero sí requirió una orden para que "cesaran
podrian darse sólo como resultado de una y desistieran" de esta práctica y que se gra-
colusión para fijar precios. bara al azar 3.5 por ciento de todas las con-
Su ensayo causó turbulencia inmediata y, versaciones de negocios de los distribuido-
al final, desembocó en una investigación rea- res para vigilar su cumplimiento.
Fuente: D. Lohsey A. Raghavan,"Will NASDAQ Accord Lead to Better Prices". Wall StreetJournal, 18
de julio de 1996, p. C1.
11 puede verse un completo pero más complejo, en Dhutta y Madhaven (1997), Y también en
Dhutta (1999).
Parte Cuatro Estrategias ~santicompetitk=
na se define como b = m&, bl, el precio de compra más alto. Desde luego, el diferencial
interno es a - b. A la demanda por esta acción que el público desea comprar al recio a se
le llama D(a), y a la oferta de acciones del público que desea vender al precio b se le de-
nota como S(b). Para ser específicos supongamos que
D ( a ) = 200 - loa y
S(b) = -120 + 10b,
donde, de nuevo por costumbre, las cantidades se miden en bloques de 10 000 acciones.
Haremos ouas dos hipótesis con propósitos de simplificación. Primero, supongamos
que los disuibuidores fijan sus precios de oferta y demanda para ajustar la demanda espe-
rada con la oferta esperada. Es decir, no compran para mantener un inventario. Lo que
esto significa es que el distribuidor i cotiza el precio de venta a,, y un precio de deman-
da bl, de tal manera que 200 - loa, = -120 + lob,, lo que implica que 6, = 32 - a,. Co-
mo se muesua en la figura 15-3, esto significa que las únicas combinaciones de precios
de oferta y demanda que necesitamos considerar son [(20,12), (19,13), (18,14), (17,15),
(16,16)]. En segundo lugar, supongamos que cualquier distribuidor que no cotice el di-
ferencial interno no obtiene ningún negocio, mientras que todos los distribuidores que
cotizan el diferencial interno comparten las operaciones por igual.
Definimos el valor de esta acción, u, como el precio que iguala la demanda del públi-
DEMANDA
Y OFERTA DE UNA ACCIÓN
25
.... ....................
+ ....................~ . ~ ~ ~ ~ ..........,..,
~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ m ~ ~ ~ - ~
co con la oferta al público. El lector puede confirmar fácilmente que, dadas nuestras fun-
ciones de demanda y oferta, v = 16. En otras palabras el valor de este papel es de 16 (o
$2.00) y a ese precio Se negocian'iUl400 000 acciones. La utilidad agregada de negociar
este valor se compone de dos elementos: ingresos por vender a precios mayores de t.e in-
gresos de comprar a menos de v. En otras palabras,
~ ( a6), = (a - v)D(a) + ( u - b)S(b).
Capftulo a 5 La colusi6n en la pfica
UTILIDADES
E N EL EJEMPLO D E MASDAQ
20 12 o o
19 13 10 75
18 14 2O 1O0
17 15 3O 75
16 16 40 O
12 Nos podemos Ilmitar a las tres serles de precios (18, 14),(17,15)y (16,16), puesto que ningún negociador
quen;á cobrar (19, 13), dado un acuerdo de cobrar (18,14)
Parte Cuatro Estrategias aneicompetitivas
MATRIZ
DE RESULTADOS PARA EL JUEGO DEL CARTEL NASDAQ ($000)
TABLA
15-3
I I l I I
Si, por otra parte, Miüennial recorta el diferencial acordado, puede esperar una reac-
ción rápida. Después de todo, como observaron Christie y Schultz, todas las ventas y
compras son del conocimiento público por las operaciones en pantalla. Así que suponga-
mos que los otros distribuidores reaccionan al engaño de Millennial en un periodo dado,
y que el acuerdo de colusión se derrumba para siempre. Entonces, las utilidades espera-
das de Millennial Securities d violar el acuerdo son
75
75 + -pR 75
+ -p2R2 + -75P 3 ~ 3 + ,.. = 75 + 75pR
pvmD
N N N
. (15.6)
N ( 1 - PR)
La violación al acuerdo de colusión no resulta provechoso si P K M > PKD Una sencilla
manipulación muestra que, para que se dé este caso, el factor de descuento ajustado por
la probabilidad debe satisfacer
3N - 4
pR>
3N-3. (15.7)
el tiempo en que escribían Cfistie Y Schultz, NASDAQ decía que había unos 11
distribuidores para cada acción (en la acndidad se reporta un promedio de unos 13 dis-
tribuidores para cada acción). Si N = 11, el valor necesario de pR entonces es pR > 0.966.
Si N = 13, entoiices pR debe ser tan alto corno 0.972. Puesto que p~ = -, el valor
l + r
necesario de pR parece exigir tanto una probabilidad muy alta p de juego continuo, como una
tasa de interés muy baja. Sin embargo, observemos que el periodo de tiempo pertinente
enve operaciones tal vez no sea mucho más de una hora en cudquicr dia de uabajo, y
que los recuerdos de los distribuidores pasan de un d a a otro (jsi es que algunavez ue-
gan a dormir y dejan de comerciar!). Así que la probabilidad en cualquier dado
de que un distribuidor particular siga operando con esta acción específica una hora des-
pués, se acerca a la unidad, es decir, P = 1.Aún más, puesto que el periodo pertinente
dura sólo una hora, la tasa de interés que usamos debe también medirse por hora. Por
ejemplo, una tasa de 1 0 por ciento anual significa un vdor muy pequeño para por ho-
Capítulo S La colusión en la práctica
ra, menos de 0.01 por ciento, de hecho. Por lo tanto, los valores para pR en el orden de
0.99 n o son de ninguna manera irrazonables.
En resumen, la sugerencia de Christie y Schultz de que había colusión entre los distri-
buidores de NASDAQ coincide con las condiciones que la teoría económica dice que son
necesarias para que surja esta conducta. De hecho, la Preference Trade Rule (regla de
comercio preferente) de NASDAQ actúa en forma muy parecida a una de re-
ducción de precios". Dicha regla especifica que un distribuidor que no .publica el diferen-
cial interno de todas maneras puede recibir órdenes preferentes, siempre que se ajuste a los
mejores precios existentes entre mercados. Así, no sólo cumple NASDAQ con las
ciones básicas para una colusión exitosa, sino que 10s distribuidores también parecen haber
puesto en práctica un dispositivo eficaz para hacerlo cumplir. Una empresa como m e n i a l
Securities sabe que violar el precio del cártel(18,14) para asignar el precio de (17, 15) no
le permitirá ganar el mercado ni siquiera un solo periodo, puesto que todos los demás dis-
tribuidores están comprometidos a igualarlo.
Desde luego, la prueba de cualquier pastel es comérselo. El documento de Cfistie y
Schultz sirvió como catalizador para que el Departamento de Justicia y la Securiaes rnd
Exchange Comrnission (comisión de valores) investigaran la asignación de precios de
NASDAQ. La conclusión sugiere que ésta es una de las pocas veces en que la investiga-
ción académica ha llevado directamente a la detección de un cártel.13 Como dijimos en
el recuadro en la página 369, la investigación sacó a la luz evidencia convincente de la co-
lusión. Al h a l se solucionó el caso una vez que NASDAQ acordara cambiar sus prácticas.
Se exigió que los distribuidores registraran por 10 menos 3.5 por ciento de las conversa-
ciones telefónicas de sus corredores con otros corredores, y que reportaran cualquier vio-
lación. Además, NASDAQ introdujo un despliegue de límite de drdenes. Esto permite que
los inversionistas compitan directamente con 10s distribuidores al especificar un precio y
una cantidad en la que están dispuestos a comprar O vender una acción. Si el precio
7
interno de compra actual de una acción específica es de $20 - y un inversionista privado
8
precisa un límite de orden, digamos, de comprar 10 000 acciones de este tipo en $21,
entonces los distribuidores deben aumentar su precio de compra a $21. El resultado pa-
rece ser una reducción considerable de los diferenciales. Por ejemplo, el diferencial inter-
no promedio ponderado por acción cotizada en NASDAQ en junio de 2000 era de 15
centavos, o justo por encima de 1/8.
Finalmente, por diversas razones, incluyendo el análisis anterior, la SEC exigió a NAS-
DAQ y a otras bolsas de valores que cambiaran sus prácticas de asignación de precios Va-
duciendo sus cotizaciones a decimales en dólares (orden de SEC de junio de 2000) a par-
tir de 5 de septiembre de 2000 o antes"." Es interesante observar que NASDAQ
este con un boletín de prensa en SU página Web en el cual decla-
que "los inversionistas pueden ahorrar más si 10s precios en decimales conducen a
menores aumentos en el precio y a reducir 10s diferenciales de compra y ventaw.
1 l 5 . j O E T E C C ~ ~DEL
N GONTUBERNJO ENTRE EMPRESAS
Cuando las condiciones son las empresas de una industria tendrán incentivos
para organizar y mantener una conducta de colusión. La meta de la política antimonopo-
bos es limitar el abuso de tal poder de monopolio. En las secciones anteriores ofrecimos
algunos pfincipios que sugieren dónde podrían vidlar las autoridades más estrictamente
para detectar esta colusión. Sin embargo, limitarse a vigilar nunca podrá ser suficiente. In-
cluso si las autoridades observan en el sitio correcto, pueden no detectar conductas de fi-
jación de precios. (Qué tácticas pueden usar los Euncionarios si realmente desean descu-
brir y llevar a juicio a los cárteles?
El hecho de que la mayona de los cárteles se haya descubierto por "denuncias", por
lo menos hasta fechas recientes, da alguna idea de lo dificil que es para el gobierno de-
tectar y llevar a juicio un contubernio de esta clase. En ocasiones las denunciantes son las
empresas descontentas, ya sea porque no están de acuerdo con la participación que se les
ha asignado en el cártel o porque han sido totalmente excluidas. Otras veces han sido
ex empleados de empresas miembros del cártel quienes los han delatado después de per-
der el empleo.15
A pesar de las denuncias, en muchos de estos casos no ha sido fácil probar legalmente
la existencia del cártel de manera convincente para los tribunales. Cuando se ha tenido
éxito tales juicios casi siempre han sido consecuencia del descuido de los miembros de
cártel. Por ejemplo, al hablar por teléfonos interceptados, o al guardar registros perma-
nentes de sus acuerdos, en documentos, "discos duros" de computadoras y, en un caso
espectacular, jal enviar sin querer una copia del acuerdo a un comprador junto con los
documentos de la licitación!
Sin esta evidencia es muy diñcil que las autoridades comprueben legalmente la existencia
de wi cártel. Si las empresas coludidas son muy refinadas, también pueden crear la ilusión
de que existe competencia con el fin de engañar a las autoridades reguladoras. Veamos
como ejemplo el caso de empresas que concursan para obtener contratos del gobierno.
LaCasse (1995) demuestra que una estrategia de colusión en equilibrio para estas empre-
sas s i m c a que en algunos casos las empresas no se coluden. Es decir, con el 6n de ocultar
el cártel, las empresas actuarán en ocasiones en forma competitiva. Esto mitiga el daño
causado por el cártel. Sin embargo, como este autor también demuestra, hace casi impo-
sible que una dependencia gubernamental detecte el acuerdo cooperativo subyacente, in-
cluso cuando las empresas presentan de modo rutinario cotizaciones idénticas.16
Más aún, incluso si es posible descubrir un cártel, hay una gran diferencia entre detec-
tarlo y llevarlo a juicio y ganar. Las empresas conspiradoras tienen derecho a defenderse
en el tribunal, y tienen tanto el incentivo como la capacidad para montar una fuerte de-
fensa. Esto se debe principalmente a que los miembros del cártel tienen una ventaja en
información sobre cualquier dependencia gubernamental, es decir, al hecho de que son
ellos quienes conocen la naturaleza de la demanda del mercado, así como los costos de
producción y transporte. Lo mejor que las autoridades pueden hacer es deducir esta in-
formación de datos proporcionados por las mismas empresas que están sujetas a investi-
gación. En estas circunstancias la asesoría legal de la defensa puede complicar en extremo
la prueba de la colusión y hacer que un resultado de esta naturaleza parezca derivarse de
la competencia. Harstad y Phlips (1991) denominaron a este problema como teorema de
la indistinguibilidad.17
Para ver cómo funciona el teorema de la indistinguibilidad analicemos un caso recien-
te en que la Comisión Europea finalmente sentenció en contra de ICI y Solvay, las dos
15 El negocio de transporte de basura en Nueva York estaba controlado por una asociación comercial entre va-
rias empresas. Si una empresa del cdrtel le quitaba negocios a otro miembro, entonces la asociación obligaba a
la empresa culpable a pagar una compensación "hasta de 40 veces el cobro mensual por llevarse la basura".
Si una nueva companla trataba de ingresar a esta industria era amenazada con incendios premeditados y
violencia ilrica. Los ex miembros que hablan sido vlctimas de castigos financieros y de violencia proporciona-
ron algo de la evidencia necesaria para destruir este cbrtel. (S. Raab, '70Prosecutors, Breakthrougn Afier 5
Years of Scrutiny", The New York Times, 23 de junio de 1995, p. 3.)
16 El análisis de LaCasse tambikn se aplica al de Comanor y Schankerman (1976) de empresas que hablan sido
enjuiciadas con éxito por colusión, el cual encontró que la estrategia de licitaciones rotatorias engorrosa
cuando el cdrtel estd formado por muchas compañlas. Es mucho mAs fdcil llevarlo al efecto cuando hay po-
cos conspiradores, ya que entonces es mds fAcil coordinar la licitación.
17 Puede verse en una exposición más detallada del teorema de la indistinguibilidad en Phlips (1995a).
Capft~lo15 La colusi6n en la práctica
Pero aunque el criterio de la Comisión puede parecer bien fundado, existe un argu-
mento contrario. Si cada empresa tiene los mismos costos marginales, y si cada una fija
su precio igual al costo marginal más el costo de transporte a través del Canal de la Mari-
cha, nunca habrá un ingreso al otro mercado. Sin embargo, esa conducta de asignación
de precios reflejaría una rivalidad red y nos llevaría a precios muy por debajo del nivel de
colusión, y aún así ninguna de las empresas invadiría el mercado de la otra. A menos que
la dependencia reguladora tenga datos independientes sobre los costos de transporte, la
naturaleza de la demanda en cada lado del Canal, y también sobre los costos de produc-
ción, no podrá aportar pruebas definitivas de que la continua segmentación del mercado
es resultado de un contubernio.
Pues bien, Solvay e ICI trataron de evitar el cargo de colusión argumentando que el
costo marginal de Solvay era más alto. Tal vez la Comisión tenía razón al rechazar este
argumento. Sin embargo, si no se tiene información detallada sobre el costo marginal
(que sólo puede ser proporcionada por Solvay e ICI), es dificil saberlo.
Se pueden formular consideraciones similares cuando se defiende a compañías que es-
tán siendo acusadas de colusión porque hay evidencia de que rnodi6caron sus precios en
pardelo. MacLeod (1985) demuestra que cuando las funciones de ganancias de las cm-
presas no son conocidas por las otras, entonces no hay diferencia sistematica en la forma
en que los precios de equilibrio coludidos y no c o l ~ d i d ocambian
~ en respuesta a cho-
ques externos. Esto es pertinente en relación con un juicio de 1984 de la Comisión l3.1-
ropea conva diversas compañías estadounidenses, fidandesas y suecas que exportaban
pulpa de madera destinada a fabricantes europeos de papel. La Comisión determinó que
estas tenían que pagar mdtas de entre 50 000 y 500 000 ECU porque habían
anunciado y cumplido en pardelo con la modificación de cambios estacionales de precios.
El juicio se sobreseyó en 1993 en la Corte Europea de Justicia por falta de pmebas.
La siniación que e&entan las autoridades gubernamentales no es desesperada. Algu-
nas veces un poco de trabajo detectivesco puede aportar las pniebas necesarias,
esnidios de Porter y Zona (1993) y Hendncks Y Porter (1988) son buen ejemplo de la
clase de duro y trabajo que se requiere.
Porter y Zona revisaron las licitaciones de 10s ProyectOS de paWnentau6n de carrete-
ras en Long rsland a de la dkcada de 10s ochenta. Estos especialistas advirtie-
ron que como el Departamento de Transportes especificó exactamente lo que se iba a
consuuir, el de cada empresa era efectivamente idéntico. También señalaron
que aunque no todas las empresas concursaban en un contrato dado, cada empresa que
participaba en el concurso sabía exactamente quiénes eran las otras concursantes. Ade-
más, la empresa ganadora y su cotización se daban a conocer en forma pública. Por con-
siguiente, era tarea fácil detectar cualquier violación a un acuerdo de cártel. El mercado
estaba concentrado. De los 76 contratos más grandes, la mitad iba a sólo una de cuatro
empresas. Por dtimo, la empresa podía ~0XTll.lnicarsemediante asociaciones empreska-
les y grupos y efectivamente 10 hacía. En resumen, la industria de cons-
trucción de caeteras en b n g Island mostraba muchas de las características que se
que para el 3 de marzo aumentarla en 20 industrializado habla estado subiendo meses
por ciento el de una lata de Folgers de antes del anuncio de Procter & Camble,
130 onzas. después de una helada que habla destruido
~1 anunciode Procter & Camble provocó la cosecha cafetalera en Brasil. Pero ya sea que
una respuesta inmediata de la unidad de ali- hubiera o no una conspiración, es claro
mentas Kraft de Philip Morris. Esta que esa frla mañana de febrero los consumi-
fabricante rival de café anunció que el incre- dores de café recibieron una descarga de di-
mento de precios de sus marcas m6s impor- ferente clase de la que recibian al consumir
tantes, Maxwell House y Yuban, se ajustarfa su bebida favorita.
Fue"*. "procter & Cambie, Rival to lncrease Coffee Prices", Boston Globe, 22 de febrero de 1997, p. El.
requieren para que la colusión tenga éxito. Entonces tal vez no sea de sorprender que en
1984 se haya condenado a una de las más grandes empresas de esta industria por fijación
de precios, junto con otros cuatro conspiradores que no fueron condenados. (Los otros
cuatro después tuvieron que defenderse en sus otros juicios.) La condena llegó como re-
sultado de la "confesión" de un ejecutivo.
Porter y Zona examinaron luego 10s antecedentes para detectar cualquier evidencia
clara que pudiera haberse usado en f ~ r m aindependiente para verificar la existencia del
cártei. Concluyeron que los miembros del presentaban de tiempo en tiempo coti-
zaciones contra ellos mismos y que éstas no eran, en apariencia, evidentemente distintas
de las cotizaciones presentadas por las empresas que no pertenecían al cártel. Sin embar-
go, análisis más profundos revelaron que había diferencias importantes entre las cotiza-
ciones entregadas por ambos grupos. phmero, las cotizaciones del cártel se distribuían en
un ámbito mucho más limitado que el de las empresas que no formaban parte de éste.
Esto tiene sentido. En cualquier contrato, 10s mien~brosdel cártel ya han identificado
cuál de ellos entregará la cotización más baja Y a cuánto ascenderá dicha cotización. Por
lo tanto, los otros simplemente necesitan entregar cotizaciones fantasmas que son sólo
un poquito más altas de lo que ellos saben será la de menor precio. Sin embargo, los
miembros que no son del cártel no saben 10 que 10s otros están presentando. De acuerdo
con esto, tienen una gama más amplia de Posibilidades y las cotizaciones que presentan
son, correspondientemente, más variadas.
La misma lógica básica llevó después a Porter y Zona a dar un segundo paso. Clasifi-
caron por separado, para cada contrato, a las empresas que eran miembros del c-tel y a
las que no lo eran, por orden de costos unitarios. Luego compararon esta clasificación i
I(
con la clasificacibn de las cotizaciones presentadas. Encontraron que la clasificación de
cotizaciones y costos de las empresas que no eran miembros del cártel era similar. Cuan-
to más bajo era el costo de una empresa, más baja era su cotización. Pero esto no suce-
día con las empresas del cártel. En el caso de estas compañías había poca relación entre
ij
i
i;
Capftulo 15 La colusi6n en la práctica
sus clasificaciones de Costos y de cotización. De nueva cuenta, esto tiene una buena
ca inniitiva. La elección de las empresas del cártel respecto de cuál de ellas seda la que
Presentara la cotización más baja tenía poco que ver con d costo, y la cotización se dise-
fiaba Para generar utilidades. Una vez que se había designado a la empresa y su cotiza-
ción, todo lo que las otras necesitaban hacer era presentar una cotización un poco más
alta, sin importar si sus costos eran o no un poco más altos.
El trabajo de Porter y Zona nos deja valiosos elementos de juicio. Además, tiene la
ventaja de trabajar hacia atrás. Como se señaló, los miembros del c&tel ya habían sido
condenados para la época en que Porter y Zona comenzaron a trabajar. Es decir, ellos sa-
bían que había un cártel y lo único que quedaba en duda era qué clase de evidencia po-
dría descubrir la economía forense para verificar con mayor certidumbre la existencia de
la colusión. Aunque estos anáiisis ayudan a encausar a presuntos conspiradores por fija-
ción de precios, la cuestión, desde el punto de vista de la política gubernamental, es si esta
clase de trabajo ayudaría también en primer lugar a descubrir la colusión. El estudio de
Hendricks y Porter (1988) muestra que la aplicación cuidadosa del anáiisis económico
también puede ser productivo en este aspecto.
Hendricks y Porter analizaron la colusión en las licitaciones para extracción de petró-
leo y gas mar adentro. En una venta el gobierno subasta tierras que colindan con otras
zonas en que ya se han descubierto depósitos de petróleo y gas. Por lo general, un terre-
no vendido en una subasta colinda con muchas zonas diferentes ya exploradas. Aún más,
estas zonas colindantes suelen ser propiedad de más de una empresa. Como estas empre-
sas son dueñas de terrenos contiguos d que se está subastando, uno esperaría que estas
empresas vecinas tuvieran más información relacionada con la prospección del terreno en
cuestión, que las empresas que poseen tierras distantes. Una licitación competitiva de las
empresas vecinas debería llevarlas a hacer propuestas más cercanas al valor real de la tie-
rra. Por no estar tan bien informadas, las empresas que no son vecinas serían más caute-
losas y ofrecerían cotizaciones más bajas. En otras palabras, las cotizaciones presentadas
por las empresas vecinas resultarían en la venta de menos terrenos a empresas no vecinas,
y en que, cuando éstas ganaran la subasta, ganaran una baja utilidad, ya que el precio de
la subasta se acercaría al valor red de la tierra. Sin embargo, Hendricks y Porter encon-
traron que las empresas no vecinas a menudo ganaban las licitaciones y obtenían sus ma-
yores ganancias en terrenos por los que también competían las empresas colindantes. La
conclusión obvia es que las empresas vecinas (a las que se permite unirse para bombear el
petróleo y el gas de sus terrenos mediante instalaciones comunes) estaban coordinando
sus cotizaciones para mantenerlas bastante bajas.
Una prueba más general de la colusión procede de Osborne y Pitchik (1987). Recor-
demos nuestro examen de los modelos de Spence (1977) y Dixit (1980) en que una gran
empresa invierte en capacidad extra como medio de disciplinar a un nuevo competidor
(capímlo 12). Osborne y Pitchik demuestran que la capacidad extra puede desempeñar
un papel disciplinano similar en los cárte1es.l8 Para entender esto recordemos del capitu-
lo 9 que la competencia de precios de Bertrand no puede llevar al resultado competitivo
a menos que cada empresa tenga la capacidad de atender a todo el mercado. Sin embar-
go, en el caso de un cártel, esto significa también que al adquirir esta gran capacidad, ca-
da empresa obtiene los medios para amenazar a la otra con el resultado competitivo si al-
guna llega a traicionar el acuerdo de colusión. Así, Osborne y Pitchik sostienen que los
miembros del Cártel tienen un incentivo para adquirir una gran capacidad.
No obstante, es probable que las empresas tengan que elegir la capacidad que desean
antes de que el acuerdo de colusión se Ueve al cabo, con el resultado de que el acuerdo
cubre su conducta de precios. Como la elección de capacidad se hace en forma no
cooperativa, cada una adquifirá más capacidad extra que la que puede necesitar realmen-
, te para disciplinar a las empresas rivales. A pesar de eiio, es poco probable que cada una
escoja exactamente la misma capacidad. De acuerdo con esto, cuando más adelante co-
mienza la colusión, la distinuón entre costo marginal y precio puede ser la misma para
cada empresa, pero la utilidad por unidad de capacidad necesariamente será mayor para la
empresa que tiene la capacidad más pequeña. De hecho, no sólo será la empresa más
pequeña la que obtenga una mayor utilidad por unidad de capacidad, sino que osborne
y Pitchik también demuestran que esta diferencia se incrementará a medida que aumente
el exceso total de capacidad, como sucederá, por ejemplo, en una recesión general de los
negocios. En contraste, si no hubiera colusión, las utilidades unitarias serían idénticas en-
tre todas las empresas.
Phlips (1995b) ilustra la forma en que se puede aplicar este análisis para examinar la
conducta de British Salt e ICI Weston Point, dos fabricantes ingleses de sal refinada. Mu-
chos analistas han sospechado que estas empresas están coludidas, incluso después de que
abandonaron un acuerdo previo explícito de precios cuando el Reino Unido adoptó su
Restrictive Practices Act (ley de prácticas restrictivas) en 1956. La investigación de Phlips
En todo el periodo investigado, tanto British Salt (BS) como ICI Weston Point (WP)
tenían demasiada capacidad de producción. BS tenía una capacidad de 824 000 tonela-
das, WP tenía una capacidad de 1 095 000 toneladas. Todo lo que yo tenía que hacer
era dividir las utilidades anuales entre las capacidades y dividir la suma de las capacidades
entre las ventas totales, para encontrar.. . (las cifras que se muestran en la tabla 15-4).
La utilidad por unidad de capacidad de BS respecto de WP no sólo era mayor, sino que
se incrementó en relación con la de WP a medida que su capacidad conjunta aumentó
en relación con la demanda del mercado. Ninguna de estas cifias es cuestionable ... Esto
vence el teorema de la indistinguibilidad: Me gustaría poder disponer de más pruebas.
(Phlips, 1995b, p. 15)
El tema común a todos los estudios anteriores es que un cuidadoso razonamiento eco-
nómico y un trabajo esforzado pueden ayudar a detectar y llevar a juicio las conspiracio-
nes de fijación de precios. Pero el trabajo que se requiere para hacerlo no es fácl y se ne-
cesitan muchos recursos. A la fecha, la suerte y las disensiones entre los miembros de las
conspiraciones probablemente hayan desempeñado un papel más importante en la bata-
lla contra los cárteles que el puro análisis económico.
Sin embargo, hay un elemento de la teoría económica que ha acaado como una
derosa arma en el arsenal antimonop~lios.Este aspecto se refleja en el importante cam-
bio procesal que el Departamento de Justicia estadounidense instituyó en 1993. En esa
época el departamento revisó su política de clemencia (también conocida como progra-
ma de amnistía), de modo que ahora ofrece arnnistia totd a la primera compañía que pro-
porcione información sobre un cártel, siempre que no haya investigación en proceso en
ese momento. Aun si una investigación está en curso, todada podda ofrecer la amistia
Capitulo 1S La colusi6n en la prA.&ca
total a la p h e r a empresa que aportara evidencia, si ésta resultara central para el enjuicia-
miento exitoso del cártel.19 Como deja claro la evidencia que revisamos al comienzo del
capítulo anterior, este nuevo programa ha tenido un éxito morme. Como la misma divi-
sión antimonopolios ha dicho:
Si alguna persona de su compañía ha estado conspirando con los competidores para fi-
jar precios, aquí tiene un buen consejo. Vaya al Departamento de Justicia antes
de que
sus compañeros confabulados 10 hagan. Confiese y el Departamento de Justicia 10 sa-
cará del hoyo. ¡Pero apresurese! Sólo un conspirador por cártel. (Janet Novack, "Fk
and tell", Forbes, 4 de mayo de 1998.)
La colusión, tanto explícita como tácita, es un tema de gran interés tanto para los econo-
mistas industriales como para las autoridades antimonopolios. De hecho, descubrir y Ile-
var a juicio a los cárteles es una de las grandes metas de la política para estas autoridades.
Para alcanzar con eficiencia esta meta las autoridades necesitan usar la teoría económica
con el finde enfocarse en aquellos mercados en que la colusión es la mayor amenaza.
~a teoría sugiere que los mercados en que es probable que existan acuerdos de colu-
sión son aquellos en los que hay unas cuantas empresas, o por lo menos en los que unas
cuantas empresas representan la mayor parte de la producción. Estos mercados también
suelen mostrar baja elasticidad de la demanda, obstáculos sustanciales a ingresos de nue-
vas empresas, productos relativamente homogéneos, funciones de costos similares entre las
distintas c o m p d a s y condiciones de mercado hasta cierto punto estables. Casi todos los
cárteles que se han descubierto han ocurrido en industrias que cumplen estas condiciones.
NO obstante, no es suficiente concretarse a saber dónde buscar la posible existencia de
un cártel. Las deben tener la habilidad adicional de identificar correcta y pre-
cisamente la colusión y llevarla a juicio con éxito. Sin embargo, es dXcii obtener eviden-
cia convincente de la fijación de precios, sobre todo porque las autoridades a menudo
tienen que apoyarse en las mismas empresas que están investigando para obtener la infor-
mación que las incrimina. Ésta es, sin duda, la razón por la que tantos cárteles han sido
descubiertos corno resultado de denuncias de competidores, proveedores, empleados
o clientes de las empresas involucradas. Desde esta perspectiva, la exhortacibn de Phlips
para que se desarrollen mas pruebas que discriminen entre la colusión y la no colusión es
digna de ser mencionada. Queda por verse si 10s economistas pueden responder a esa
7-
19 para consultar
decallesadicionales de las condiciones precisas en que se puede otorgar la amnistla vease el
d;scurro del Depuw AsSistantAttomey General (subprocurador general auxiliar) en http:/~w*w.usdoj.gov/
atr/public/speeches/2247.htm.
Parte cuatro Estrategias anticornpetitivas
2. Suponga que las compañ'as fabricantes de cercas entregan cotizaciones selladas con el
fin de participar en el concurso mediante el cual obtendrían el contrato del gobierno
para instalar guardavías en las carreteras. Diseñe un método para presentar esas cotiza-
ciones que divida el trabajo de modo uniforme entre las compañ'as.
3. cuando los departamentos de carreteras reciben cotizaciones de estas compañías que
construyen guardavías y otras instalaciones, por lo general abren las cotizaciones sella-
das en los concursos y anuncian la identidad y la cotización de la empresa ganadora.
¿Cree usted que esta práctica facilita o dificulta la colusión entre las constructoras?
4. Liste las características del mercado de NASDAQ que facilitan la colusión. ¿Qué carac-
terísticas dificultarían que hubiera colusión en este mercado? ¿Cómo afectaría esto la
política gubernamental?
5. ~a &c, cártel de petróleo patrocinado por gobiernos, controla airededor de dos
terceras partes de las reservas petroleras mundiales y apenas un poco menos de la pro-
ducción mundial de petróleo. En contraste, otro cártel patrocinado por los gobiernos,
el Consejo Internacional de Países Exportadores de Cobre, CIPEC, controla un poco
más de un tercio de las reservas y producción mundiales de cobre. Aunque hay pocos
sustitutos del petróleo para la gasolina y el diesel, hay sustitutos de aluminio para el
cobre en diversos productos, ~ o m cables
o de energía eléctrica, equipo eléctrico, radia-
dores de autos y tubería de c l ~ r u r ode polivinilo (pvc) y para enfriamiento. Un país,
Arabia Saudita, controla más de 70 por ciento de toda la producción de la OPEC. El
miembro más grande de CIPEC, Chile, controla alrededor de 40 por ciento de la pro-
ducción de. CIPEC. Use estos hechos para predecir el éxito relativo de ambos cárte-
les. Explique brevemente su respuesta.
6 . Suponga que se acaba de crear un cártel que incluye empresas grandes y pequeñas, cada
una de las cuales tiene diferentes curvas de costo marginal y promedio. El acuerdo del
cártel es que cada miembro ~ ~ d u z su c aproducción en 20 por ciento a partir de su
nivel actual. Supongamos que el nivel actual de producción de la indusma se aproxima
al nivel de producción competitivo. ¿M*izará esta regla de reducción de 20 por
ciento las utilidades del cártel? Explique su respuesta.
7. Se ha señalado que las empresas que forman parte de un cártel frecuentemente man-
tienen una capacidad de producción excesiva. Esto es cierto, por ejemplo, en el caso
de la OPEC (especialmente de Arabia Saudita). También fue cierto en el caso de la
conspiración de turbinas eléctricas de la decada de los cincuenta y, más recientemente,
en el de la conspiración internacional de la lisina de la década de los noventa, eiiue
otros. Una explicación de esto es que el éxito del cártel inevitablemente conduce a
que 10s miembros reinviertan sus utilidades en aumentar su capacidad. este
punto de vista, el cártel siembra las semillas de su propia desmcción. A parnr del análi-
sis de este capitulo, (puede usted ofrecer una explicación alterna? i ~ u éconsecuencias
tiene su explicación para la viabilidad a largo plazo del c&tel?
Capitulo 3 S La colusi6n en la p f i a
,'.
La manía de las fusiones que transformó gran parte del entorno de las.corporaciones esta-
dounidenses en la década de 1990 ha desaparecido como resultado principalmente del
ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001; de los escándalos corporativos en compa-
ñías como Enron, Tyco, HealthSouth y WorldCom y de la recesión general en el mercado
como resultado de la explosión de la burbuja de las compañías punto.com. No obstante, esto
no significa que las fusiones hayan quedado en el pasado. En el verano de 2003 se anuncia-
ron alrededor de 20 transacciones importantes que incluían la oferta de adquisición hostil
con valor de $6 200 millones presentada por Oracle para hacerse de PeopleSofi Inc.; la ofer-
ta por $3 900 millones de Aican Inc. para adquirir Pechinet SA, una operación que ha sido
autorizada por la Comisión Europea; la compra de QVC Inc. por parte de Liberty Media
Corp. en $7 900 millones y la propuesta de fusión de Air France y KLM. Octubre de 2003
fue testigo de aún más resurgirnientos, con actividades de fusiones en Estados Unidos que
sólo en ese mes representaron $1 031 millones.
Desde luego, esta última miniola podría revertirse si hubiera más malas noticias en la eco-
nomía o en las direcciones corporativas. Sin embargo, algunos arialistas comparten la visión de
que estos últimos tres años de disminución en el número de fusiones ha creado una deman-
da reprimida que está esperando liberarse, en particular porque los altos ejecutivos conside-
ran que las adquisiciones impulsan el crecimiento. Además, existe la idea de que las fusiones
crean más fusiones, y los altos ejecutivos vigilan estrechamente la forma en que se compor-
tan SUS competidores y tratan de emularlos.
La organización y reorganización de empresas implicadas en las fusiones y adquisiciones
generan varias preguntas. Entre ellas la más importante podría ser la que cuestiona cuál es
la motivación para que dos (o más) empresas se unan. Una posible causa es que la fusión
produce ahorros en costos, tal vez d eliminar una duplicación que desperdicia recursos o al
mejorar 10s flujos de información dentro de la organización fusionada. De modo similar, la
fusión puede conducir a asignaciones de precios más eficientes o a mejores servicios para los
consumidores porque se produce entre dos empresas que producen bienes complementa-
rios, como mercas y tornillos, como ya se expuso en el capítulo 8.
En la en que la reducción de costos o la racionalización en la manufactura de pro-
ductos complementarios sea la razón principal para la mayoría de las fusiones, es probable
que éstas beneficien tanto a la sociedad como a las empresas fusionadas y no debe ser desa-
lentada, Sin embargo, las fusiones también pueden ser un intento para crear cárteles legales.
as empresas fusionadas quedan bajo una propiedad y control comunes. Por consiguiente, la
nueva entidad corporativa coordinará 10 que antes eran acciones separadas con el propósito
de alcanza el resultado conjunto de maximización de utilidades. Esta coordinación es legal
precisamente porque tiene lugar dentro de 10s limites de la empresa, en vez de entre dife-
rentes empresas. Desde esta perspectiva, se considera que el verdadero propósito de las
fusiones es el de crear y explotar el poder de monopolio de un mercado. Esto nos lleva a
una segunda cuestión estrechamente relacionada con el análisis de las fusiones, es decir, las
consecuencias que para la política gubernamental implica el que dos o más empresas se fu-
sionen. La división timon no poli os del Departamento de Justicia estadounidense ha emitido
conjuntamente con la Comisión Federal de Comercio un conjunto de lineamientos para las
fusiones, Estas dependencias precisan que se centran sobre todo en ''la única fuente potencial
de ganancia que preocupa a la legislación antimonopolios: el poder de mercado". En otras
palabras, el peligro siempre presente que sirve como tema unificador para estos heamien-
Parte Cinco Relaciones contractuales entre empresas
tos es la posibilidad de que una fusión aumente el poder de mercado o la capacidad para 8-
cilim su ejercicio, en cuyo caso la fusión podría no convenir interés público.'
Una cuestión importante e's si se justifica este temor al poder de mercado vía las fusio-
nes. ¿Esposible distinguir entre las fusiones que aumentan el poder de monopolio y las que
no lo hacen? En alguna medida el propósito principal de estas directrices es poder hacer
esta distinción. La tensión inherente a distinguir entre las fusiones que dañan a la competen-
cia y las que no lo hacen se acepta abiertamente en la Overview to the Merger Guidelines
(Panorama de los linearnientos para las fusiones). "Aunque la dependencia cuestiona las
fusiones que daiian a la competencia, trata de no interferir cuando no es necesario en el
gran universo de fusiones que benefician o que son neutrales a la competencia."
Nuestro propósito en este capítulo y el siguiente es explorar estas cuestiones. Exami-
naremos lo que la teoría económica plantea acerca de la justiticación para las fusiones. En
particular, investigaremos la amenaza de poder monopólico que las fusiones pueden crear,
y la política gubernamental hacia las fusiones que implican esto. Éstos temas han sido ma-
te& de debate entre los economistas y otros especialistas durante mucho tiempo. La ola
de fusiones de la década de los noventa en Estados Unidos ocurrió en un ambiente de
regulaciones un poco más liberal que el de décadas anteriores. Esto ha llevado a la preocu-
pación por parte de algunos respecto a que la obligación de respetar la política antirno-
nopolios en cuanto a las fusiones se haya relajado demasiado. Nuestra meta en este capítulo
es usar las herramientas que hemos desarrollado en capítulos anteriores para examinar los
motivos que subyacen en las fusiones y las consecuencias que éstas tienen para las empre-
sas y consumidores. Luego usaremos los resultados de este análisis para examinar la polí-
tica gubernamental respecto de las fusiones.
Antes de seguir adelante quizá convenga señalar que el material de este capínilo, espe-
cialmente el de la sección 16.3, es de 10s más dificiles de todo el libro. Los modelos básicos
no son nuevos pero son más complicados. Creemos que esta complejidad es necesaria si
queremos acercarnos un poco a captar las verdaderas razones que provocan las fusiones.
Así que recomendamos al lector que sea paciente y trabaje con cuidado el material. Tenga
en mente que el análisis que usamos sólo es una extensión del presentado en el capítulo
9. Si usted ~ u d seguir
o los modelos que allí explicamos, entonces seguramente puede en-
tender el análisis que presentaremos aquí.
Comenzaremos nuestro estudio clasificando 10s tipos de fusiones. No todas las fusiones
son iguales. Una diferencia importante radica en la naturaleza de la relación que existía
entre las empresas antes de que se fusionaran. Esto da origen a tres diferentes clases de
fusiones.
El primer tipo son las fusiones horizontales. Éstas ocurren cuando las empresas que se
fusionan antes competían por comercializar su producto en el mismo mercado. Es decir,
una fusión horizontal incluye a dos o más empresas que, por lo que se refiere a sus com-
pradores, venden productos sustitutos. La fusión de Alcan y Pechinet es un ejemplo de
una fusión horizontal.
El segundo tipo son las fusiones verticales. Estas fusiones suelen ocurrir entre empresas
que se encuentran en diferentes etapas en la cadena de producción vertical. Un ejemplo
común es la propiedad de instalaciones de refinación de petróleo por parte de empresas
dedicadas a su extracción. Un ejemplo más reciente es la adquisición de Capital Cities/
ABC por parte de Disney Company. Aquí, un productor importante de películas y progra-
mas de televisión adquirió un gran distribuidor y una red que transmite este material. ~1
enfoque en estos vínculos jerárquicos es, no obstante, un poco resuictivo. ~1 de
las fusiones verticales puede aplicarse a cualquier combinación de empresas que producen
1 Se pueden leer las Justice Department y Federal Trade Commission Horizontal Merger Guidelines (lineamientos
sobre fusiones horizontales del Departamento de Justicia y de la Comisión Federal de Comercio) en
http://www.ftc.gov/bc/docs/horizmer.htm. Es de especial importancia la sección 2 sobre los posibles efectos
adversos de las fusiones. Regresaremos a algunos de estos asuntos de politica más directamente en el siguiente
capitulo.
'"
III
Capitulo 16 Fusiones horizontales
ofrecen servicios que pueden ser complementarios a cualquier usuari~que origine una
llamada telefónica en el Reino Unido y la termine en Estados Unidos, o viceversa. La fu-
UI I
sión de CSX y Conrail, dos grandes compañías de transporte de carga por ferrocarril en
el este de Estados Unidos, constituye otro ejemplo. Una justificación importante para esta
fusión era que ambas empresas proporcionaban servicios complementarios a clientes que
desean transportar bienes del sureste al noreste de Estados Unidos.
Por idtimo, las fusiones de conglomerados se refieren a la combinación de empresas que
no tienen una relación clara de sustitución o complementación. Entre otros ejemplos po-
demos mencionar 1) la compra de Duracell Batteries por parte de Giiiette, 2) la compra
de Snapple (té helado) y Gatorade (una bebida para deportistas) por parte de Quaker
Oats y 3) la serie de adquisiciones realizada en 1986 por Dairnler-Benz, un fabricante de
autos de lujo y camiones, que la convirtieron en el conglomerado industrial manufactu-
rero m& grande de Alemania, que fabrica desde productos aeroespaciales hasta productos
para el hogar.
En este capítulo estudiaremos las fusiones horizontales. Como éstas reflejan combina-
ciones de dos o más empresas de la misma industria, es evidente que son las que más
preocupan en cuanto a la formación de monopolios. Las fusiones verticales y de conglo-
1
merados se examinarán en el capítulo 17.
3
monopolio productor.
~a paradoja se formalizó por p.mera vez de una manera ligeramente dikre
-' m ' "- --IJ- l q n o 2 '
nte por balan[, bwiner y neynoius \ 1 7 0 ~ ) .
Ik'l
Parte Cinco Relaciones contractuales entre empresas
de la producción competitiva, o sea 40, de modo que la producción total cae ahora a 80.
Entonces el precio aumentará a $70 y cada una de las dos empresas restantes obtendrá
una utilidad de $1600.
Ahora podemos evaluar el efecto de la fusión. Primero, advirtamos que la fusión perju-
dica a los consumidores. La producción disminuye y el precio aumenta. Segundo, obser-
vemos que la fusión es una buena noticia para la empresa que no se fusionó. Ahora amplía
su producción a 40 unidades y las vende a un precio más alto que antes, de modo que dis-
fruta un incremento en utilidades de $1 600 - $900 = $700. Por último, llegamos al ele-
mento central de la paradoja de la fusión. Para las dos empresas que se fusionaron, la fusión
no dio buen resultado. Antes, cada una producía 30 unidades y tenía una utilidad de $900
para una producción y utilidades combinadas previas a la fusión de 60 unidades y $1 800,
respectivamente. Sin embargo, después de la fusión estas dos empresas tienen una producción
combinada sólo de 40 y una utilidad total de $1 600. La fusión lesionó a las empresas que
se hsionaron y benefició a su competidor. La conclusión es que si este ejemplo refleja un
resultado más general, no sena de esperar que ocurrieran muchas fusiones. Desde luego, la
paradoja consiste en que todo el tiempo observamos que las empresas sí se fusionan.
El meollo del asunto es que el ejemplo anterior no es un caso especial. De hecho, es fácil
demostrar que es casi seguro que una fusión no producirá utilidades en el modelo básico de
Cournot, se realice entre dos empresas o incluso más, a menos que conduzca a un mono-
POLO. Para ver este resultado más general comencemos suponiendo un mercado de N > 2
empresas, cada una de las cuales fabrica un producto homogéneo y actúa como un competi-
dor de Cournot. Las empresas tienen costos idénticos dados por la función de costos totales
C(qi) = cqi para i = 1, ..., N, (11 6.11 )
donde qi es la producción de la empresa i. La demanda del mercado es lineal y, de manera
inversa, está dada por la ecuación
Supongamos ahora que una cantidad M r 2 de estas empresas decide fusionarse. Para ex-
cluir el caso de la hsión tendiente al monopolio suponemos que M < N. Tal fusión lleva a
una industria en que ahora compiten N - M + 1 empresas. Puesto que todas las empresas son
iguales, podemos concluir que la empresa fusionada está integrada por las empresas 1 hasta M.
La empresa fusionada elige su nivel de producción qm para maxirnizar sus utilidades,
que están dadas por
Capitulo 16 Fusiones horizontales
t
Parte Cinco Relaciones contractuales entre empresas
desigualdad (16.9).El lado izquierdo es 16 mientras que el lado derecho es 18. Es decir, he-
mos demostrado para el caso general lo que nuestro ejemplo especial ya sugería: en un
mercado de tres empresas que satisface nuestras hipótesis de demanda y costos, ninguna
fusión de dos empresas es rentable.
De hecho, la condición (16.9) resulta muy difícil de satisfacer, incluso cuando se
fusionan más de dos empresas, si dicha fusión no da como resultado un monopolio. Para
tener alguna idea de esto supongamos que sustituimos M = aN en la ecuación (16.9),
donde O < a < 1. Es decir, a es la fracción de empresas que se fusionan. Luego podemos
precisar qué tan grande tiene que ser a para que la fusión sea rentable. U n poco de ma-
nipulación de la condición (16.9) muestra que para que suceda esto debemos tener a z
a( N ) donde4
TABLA
16-1
4 El lector puede verificar esta ecuación por sustitución directa de a(N) en la ecuación ( 16.9).
"um - 0 ;o
t - g w
gm C De;, -2- 3
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Parte Cinco - Relaciones contractuales entre empresa
La tercera es una empresa que puede ser de altos costos con costos totales dados por
C3(!?3) = f + 30bq3,
donde b 2 1 es una medida de la desventaja en costos de la empresa 3. En estas funciones
de costos f representa los costos fijos relacionados con los costos indirectos, como la
comercialización o el mantenimiento de las oficinas corporativas. Ahora veamos el efecto
de la fusión ck las empresas 2 y 3.
8 Observemos que el equilibrio existir6 sólo si hay un limite superior en ladesventajade costas 6 que sufre la em-
Presa 3. Para ser especificas, la producción anterior a la hsi6n de la empresa 3 será positiva
sólo si b < 210/90 a
7/3. De no ser éste el caso, entonces la compañia 3 no podria, en primer lugar, operar en este mercado,
Capltulo l 6 Fusiones horizontales
El primer término entre paréntesis en la ecuación (16.16) tiene que ser positivo para
que, en primer lugar, la empresa 3 haya podido estar en el mercado. (Véase la nota 8 al
pie de página.) Así que la fusión es rentable siempre que el segundo términoaenwe parén-
tesis sea también positivo, lo que requiere que b > 19/15. En otras palabras, una fusión
entre una empresa de alto costo y otra de bajo costo será rentable siempre que la desventajaen
costos de la segunda empresa antes de la fusión sea bastantegrande. En el caso en cuestión,
"bastante grande" significa que los costos unitarios de la empresa 3 son, más o menos, 27
por ciento más altos que los costos unitarios de la empresa 2. Sin embargo, como hemos
demostrado, sin importar si la fusión es o no rentable, los precios de todas formas aumen-
tan y 10s consumidores quedan en peor situación.
En conjunto, nuestro análisis de una fusión que genera ahorros en costos fijos y otra
que los genera en costos variables deja claro que las fusiones pueden ser rentables cuan-
d o los ahorros en costos son suficientemente grandes. No obstante, no hay garantía de
que los consumidores queden en mejor situación por tales fusiones. Es cierto que la fu-
sión elimina una empresa relativamente ineficiente, pero también reduce las presiones de
la competencia entre las empresas restantes. Farrell y Shapiro (1990) demuestran que en
el marco de Cournot que uulizamos aquí, 10s ahorros en costos necesarios para generar
una ganancia que beneficie a los consumidores son mucho más grandes de lo que se re-
quiere simplemente para que la fusión sea rentable. A su vez, esto sugiere que debemos
ser escépticos de los ahorros en costos como justificación de 10s beneficios que las &siones
horizontales enuañan para los consumidores. Más allá de todo esto, conviene señalar que
parte de nuestra paradoja inicial todavía existe, porque la mayor ganancia en las u&dades
provenientes de la fusión corresponde a las empresas que no se fusionaron.
La paradoja de las fusiones surge porque las empresas fusionadas no pueden contraer un
compromiso creíble que les permita aprovechar su aumento de tamaño después de la fusión.
Acabamos de ver que las sinergias de costos que surgen de la fusión pueden resolver esta
paradoja, pero s610 si son suficientemente grandes. Otra forma de resolver la paradoja sería
introducir un mecanismo que permita que las empresas que se han integrado contraigan
el compromiso necesario para operar en gran escala después de la fusión. Una posibilidad
es que las empresas fusionadas se conviertan en líderes de Stackelberg en el mercado pos-
terior a la fusión.9 Recordemos de nuestra exposición en el capítulo 11 que la fuente de
la ventaja de una empresa líder de Stackelberg es su capacidad para comprometerse con
un nivel de producción antes de que las empresas seguidoras decidan a su vez su propio
nivel de producción. Esto permite que un líder escoja un nivel de producción que tome
en cuenta las reacciones de sus seguidores.
Así, supongamos que una empresa fusionada sí adquiere un papel de iiderazgo y veamos
si esta hipótesis puede ayudar a resolver la paradoja de la fusión. De hecho, este papel pa-
rece factible. Después de todo, la nueva empresa tiene una capacidad combinada que es
el doble de la de sus competidoras no fusionadas, así que bien podría actuar como líder
de Stackelberg. Sin embargo, si éste es el caso, ¿qué pasa con la reacción de las empresas
no fusionadas ante las empresas que se fusionan para convertirse en líderes de la indus-
tria? (Adoptarán estas empresas una actitud pasiva y se limitarán a observar cómo pierden
utilidades? (0 responderían buscando socios para integrar otra fusión?
La idea de que una fusión en una industria pudiera generar otras fusiones postenores
no sólo es una posibilidad teórica que vale la pena explorar, sino también un fenómeno
común en el mundo real. A menudo una fusión genera un "efecto dominó", en el que
poco después de que dos empresas se fusionan, otras dos se fusionan y luego otras dos, etc.
Ciertamente, ésta es la esencia de una ola de fusiones. Nos gustaría que nuestro modelo de
fusiones horizontales fuera congruente con esta observación empírica.
Si la fusión para convertirse en una empresa líder es redituable para más de un par de
empresas, debemos visualizar una serie de fusiones de pares de empresas que conduzca a la
formación de algún grupo L de líderes de la industria. (Pero qué significa tener más de un
líder? (Cómo compiten estas empresas iíderes? ¿Qué impide que todas las empresas se inte-
gren para convertirse en parte del grupo líder?
9 ~ s t aparte de nuestro andlisis se basa en Daughety ( 1 990),quien fue el primero en sugerir este tipo de
para las empresas fusionadas.
Capitulo 16 Fusiones horizontales
-
4- B(N- L + 1) ( N - L + 1).
Parte Cinco Relaciones contractuales entre empresas
B(N - L + 1) (N - L + 1)
Sabemos que, por definición, QL= QL-,+ q,. Al sustituir esta expresión en la ecuación
(16.23) y reagrupar términos, obtenemos la función de demanda inversa residual pa-
ra la empresa líder I:
A + ( N - L)c - BQ,,
Igualar este ingreso marginal con el costo marginal da la mejor respuesta de produc-
ción de la empresa líder 1 a la producción obtenida por todas las otras empresas líderes,
A + (N-L)c - BQL-,
De nueva cuenta, podemos aprovechar el hecho de que, puesto que todas las empre-
sas líderes tienen los mismos costos, cada una obtendrá el mismo nivel de producción en
equilibrio. Como hay L - l líderes distintos a la empresa l, esto nos da la condición de si-
m e d a %,= ( L - l)$, que luego, cuando se sustituye en la ecuación (16.26), nos per-
mite solve ver la producción elegida en la etapa 1 por cada empresa fisionada en el gmpo
A - c (L-1)
Capltulo 16 . Fusiones horizontales
Advierta que sihubiera sólo una empresa fusionada, de tal suerte que L = 1,habj-ja un
solo iíder de Stackelberg, y 1a.ecuación (16.27), con L = 1, sena idéntica a la ecuación
(11.6) para la producción de un líder de Stackelberg. Más en general, a medida que se
incrementa el número de empresas fusionadas o líderes, disininuye la producción de ca-
da empresa fusionada.
Puesto que hay L líderes, la producción agregada del iíder es, a partir de la ecuación
(16.27), QL= L(A- c)/B(L + 1). Al sustituir esto en las ecuaciones (16.20) y (16.21),
podemos encontrar luego la producción individual para cada seguidora.? la producción
agregada de todas las seguidoras. Éstas son, respectivamente,
Nos ha requerido un poco de trabajo, pero ahora podemos investigar el incentivo para
la fusión que existe en este modelo. Comencemos comparando la producción de una se@-
dora y un líder promedios según la indican las ecuaciones (16.27) y (16.28). Es evidente
que las empresas líderes son más grandes que las seguidoras. Esto significa que una fusión
que confiere un papel de liderazgo sí crea, ciertamente, un compromiso creíble con un
tamaño más grande de la empresa fusionada. No obstante, el incentivo de la fusión no
depende del tamaño, sino de que las dos empresas que se fusionan para convertirse en Ede-
res aumenten sus utilidades.
Para resolver el asunto de la rentabilidad de una fusión es necesario calcular la utilidad
de un líder promedio y la utilidad de un seguidor promedio. Advierta que la rentabilidad
de cualquier empresa no es otra cosa que el margen precio-costo de la industria, P - 6,
multiplicado por la producción total de esa empresa. Para obtener la producción total
agregamos simplemente la producción total del líder y la producción total de las segui-
doras, y así determinamos la producción agregada de la industria. Ésta es
( N + NL - L2)(A - C)
QT = QL + Qp =
B(L + 1 ) ( N - L + 1)
Para que haya un incentivo de fusión, esta utiiidad debe exceder la utilidad combinada
que obtienen las dos empresas seguidoras antes de la fusión. Esta utilidad posterior es, a
partir de la ecuación (16.22), 21~f(N, L). Así, la hinción será rentable si se satisface la si-
miiente condición:
' 1
1
11
Este resultado es alentador. Nos revela que nuestro modelo ofkece una forma de resol-
ver la paradoja de la fusión. Una hsión incrementa la utilidad de las dos empresas fusiona-
Capitulo 16 Fusiones horizontales
das al permitirles constituirse como una, o tal vez varias, de las líderes de la industria. Aún
más, el hecho de que tal fusión sea siempre rentable también nos ayuda a entender mejor el
efecto dominó tan frecuentemente observado en una industria. Una vez que una empresa
se fusiona y se convierte en líder, las empresas restantes querrán hacer lo mismo, en lu-
gar de quedarse observando cómo se agotan su producción y sus utilidades.
Lo que esto expresa es que una fisión dicional de dos empresas beneficia a 10s consumi-
dores sólo si N > 3(L + l ) ,o 10 que es equivalente, L < N / 3 - 1 . En otras palabras, una&-
&% de dos empe.ras qfie iincremente el ~ Ú N wde~l a e ~ bencfína
s a los c o n ~ ~ i d o ~ esis e,?
actfialdrupo de kderes ticne menos de tercio del número total de empresas de la industria.
Por ejemplo, regresemos al problema práctico 16.3, en el que teníamos cinco empresas
líderes y 10 seguidoras lavando alfombras en Villasucia. En este escenario sabemos que el
precio de equilibrio por lavar una alfombra es de $31 5 5 . Supongamos ahora que otras
tipos y tamaños, s i hay unos cuantos patrones den ampliarse, a menos que teman represa-
clave comunes al fenómeno de las fusiones. lias de una empresa fuerte que ya esté en el
Uno de éstos es la distribución de las ganan- mercado. Con la fusión, dos empresas pue-
cias de la fusión. Los accionistas de las den crear una compañia fuerte. No obstante,
empresas que son adquiridas obtienen mucho s61o las dos empresas que se fusionan cono-
mejores resultados que los que obtienen los cen realmente los detalles internos de sus
de las empresas compradoras. Andrade, Mit- compañias, y por ello saben si nacerá una
y Stafford (2001), por ejemplo, apor- empresa fuerte o débil. Pagar una alta prima
tan apenas uno de muchos estudios que de adquisición puede ser un medio de indi-
confirman que las empresas compradoras car a posibles nuevas empresas o a competi-
suelen pagar un precio extra o prima por las dores que desean ampliarse, que la nueva
acciones de las empresas adquiridas, que re- compañía es ciertamente fuerte y responderá
basa con mucho el precio de esas acciones en con severidad a cualquier agresión. Aunque
el mercado en el momento en que se anuncia pagar un alto precio por las acciones le cuesta
la fusión, en alrededor de 20 por ciento o más caro a la empresa compradora, puede ser una
alto. Como resultado, los accionistas en estas medida valiosa si funciona para desalentar
empresas obtienen ganancias sustanciales. la ampliación de las competidoras antes de
Sin embargo, los rendimientos para los ac- que comiencen a expandirse. Así, incluso fu-
cionistas de las empresas compradoras son, siones que producen compañias muy débi-
en promedio, poco diferentes de cero y con les y que no serían rentables si sus competi-
frecuencia negativos. doras fueran agresivas, pueden convertirse
Una segunda observación es que las fu- en compañias rentables si pueden inducir a
siones son especialmente comunes después sus oponentes a creer erróneamente que la
de alguna clase de choque técnico O regulato- fusión dará como resultado una empresa
rio. Asf, Mitchell y Mulherin (1 996) aporta- fuerte al pagar un alto precio de adquisición
ron ~ruebasde que grandes cambios en la por las acciones de la empresa comprada.
tecnologia de una industria suelen verse se- Richards demuestra cómo esta prisa pa-
guidos por una ola de fusiones. De modo si- ra indicar fortaleza desembocará en un sesgo
milar, Winston (1 998) resume las pruebas hacia arriba en los precios de adquisición. To-
como una indicación de que "en general ha davía más, como ahora ocurren fusiones fuer-
ocurrido una actividad sustancial de fusiones tes y débiles, este manejo esmtégico del pre-
en un ~ e r i o d omáximo de 10 años después cio de adquisiciónilevaráaque hayamuchas
de la desregulación". más fusiones de las que se podría esperar. Por
Richards (2003) agrupa estos fenómenos consiguiente, este argumento también ayu-
en una visión estrategica del proceso de fu- da a resolver la paradoja de la fusión.
sión. Su argumento es que, como conse-
Fuentes: G. Andrade, M. Mitchell y E. Stafford, "New Evidence and Perspectives on Mergersn,Journalof Economic
Perspectives 15, primavera de 2001, pp. 103-120; M . L. Mitchell y J. H. Mulherin, "The Impact o f lndustry Shocks
on Takeover and Restructuring Activity", Journal offinannal Economia 41, junio de 1996, PP. 193-229; C. Winston,
'<U.S. lndustry Adjustment to Economic Deregulation", JournaIofEconomic Perspectives 12, verano de 1998, pp. 89-
/I
I 110, y D ~ ~ c h a r d"Mergers
s, and Dererrence", B. E. Journals in EconomicAnalysis and Poli~y,http://www.bepress.
com/bejeap.
l
Capítulo 16 . Fusiones horizontales
En otras palabras, algunas fusiones son pejudiciales, por lo menos para los consumido-
res. Una vez que el número de líderes es igual o excede un tercio del número de empresas
de una industria, las fusiones adicionales incrementan los precios y reducen la
ción. Pero nuestros resultados también muestran que las empresas encontrarán
tuable fusionarse incluso cuando se hayan alc'anzado tales niveles de concentración. Esto
sugiere que la política de las autoridades antimonopoiios de restringir las fusiones en una
industria con una concentración significativa ciertamente está justificada.
El modelo que acabamos de desarrollar sólo es sugerente. En el mundo real es bastan-
te improbable que encontremos industrias divididas tan nítidamente en grupos de segui-
doras y Iíderes, cada uno compuesto por empresas de igual tamaño. Aún más, todavía no
está plenamente especificado cuál es el mecanismo de precios por el que una empresa ad-
quiere el cetro del iiderazgo. NO obstante, recuerde que comenzamos esta sección mas-
trando que no es fácil detectar la motivación y los efectos dañinos de las fusiones en un
modelo simple de oiigopoiio. Pero las fusiones reales ocurren en gran número, y las au-
toridades antimonopolios, entre otras, se preocupan de que tales fusiones pudieran tener
efectos anticompetitivos. Desde esta perspectiva, el modelo que acabamos de analizar sí
arroja respuestas cualitativamente útiles.
En estas demandas inversas el parámeuo S, que puede tomar valores entre cero y B, mide
qué tan similares son los tres productos entre sí. Si s = O, los productos son totalmente
diferentes. En este caso cada empresa es efectivamente una monopolista. En contraste,
conforme s se aproxima a B, los tres productos serán cada vez más parecidos, lo que nos
acerca cada vez más a la situación de producto homogéneo. También supondremos que
las tres compañías tienen costos marginales idénticos de c por unidad. Por último, supon-
dremos que las tres empresas son competidoras de Bertrand, esto es, que compiten en
precios y establecen sus precios al mismo tiempo.
Demostramos en el apéndice A de este capítulo que cuando estas empresas compiten, cada
* A(B-s)+c(B+s) * - ( A -c)(B+s)
una establece un precio de Pnm = 2B yvendelacantidaci 9.m- 2B(B+2$) .
La utilidad total de cada empresa es entonces
(A- c)~(-
B s)(B + S)
Supongamos ahora que 1% empresas 1 y 2 se integran, pero que las empresas fusionadas
y no fusionadas siguen estableciendo sus precios en forma simultánea. Esto es, las empresas
ya fusionadas no se convierten en líderes del mercado. Más bien, las dos empresas antes
independientes, que fabrican un solo producto, se convierten ahora en divisiones de una
compañía fusionada de dos productos, que coordinan sus precios para m e z a r las utilidades
conjuntas de ambas divisiones. El resultado de la fusión es que cada división de esta nueva
empresa fija el precio de su producto en py = p; = A ( 2 B + 3s)(B - S ) + c(2B + s ) ( B+ S )
mientras que la empresa restante no fusionada, la 3 , fija el precio de su producto en
A ( B + s)(B - S) + cB(B + 2 s )
Es sencillo confirmar que la fusión incrementa los precios de los tres productos,
como podríamos haber esperado, puesto que la fusión reduce las presiones competitivas
10 El modelo espacial fue formulado por primera vez por Hotelling (1929)y despues ampliado por Schmalensee
(1978)y Salop (1979).En los capltulos 4,7 y 10 vimos que esta clase de modelo espacial ha arrojado valiosos
elementos de juicio en el análisis de diversos temas de la organización industrial, incluyendo la de
marcas en la industria de cereales listos para el desayuno, Schmalensee (1978);y los efectos de la desregulación
de los servicios de transportes, como las Iheas abreas O los autobuses de pasajeros, Greenhut, Norman y
Greenhut (1991). No es de sorprender que el modelo espacial tambikn sea útil en el andlisis de fusiones de
empresas que venden productos diferenciados.
1 1 Se puede encontrar un ejemplo excelente del análisis completo en Deneckere y Davidson (1 985).
Capitulo 7 6 Fusiones hor¡zont.Jes
12 se puede enconnar
una versión mbs pero mucho m61 complicada de este anblisis, en Brito (2003).
Parte Cinco Relaciones contractuales entre empresas
13 vale la pena repetir que la interpretación geogrhfica o espacial de este modelo es únicamente la más obvia.
Vea la exposición de los capitulas 4 v 10.
I --
*
14 Si el lectoi está interesado el; llegar al resultado del caso en que c O, entonces señalaremos aqui para dejar cons-
tancia, que en cada caso que examinamos el precio de equilibrio m' que derivamos debe ser reemplazado por c + m'.
15 Suponemos que no hay precios de empresas tan bajos que atraigan a compradores que vivan más allá de los
dos vecinos inmediatos. Véase el apéndice B al final de este capitulo.
Parte Cinco Relaciones contractraales entre empresas
que se están fusionando tengan una frontera común. La razón es simple. Las empresas que
se fusionan esperan ganar al elimuiar la competencia de precios entre ellas. Esto sucederá
sólo si, antes de la fusión, competían realmente por algunos de los mismos consumidores.
La fusión de las dos empresas de inversión Dean Witter y Morgan Stanley, por ejemplo,
no se consideró en general como anticompetitiva, porque las dos empresas venden sus
servicios a clientes de familias y negocios muy diferentes, o sea, no vecinos.
En contraste, las fusiones entre empre& vecinas si modifican los resultados del mercado.
Consideremos, por ejemplo, una fusión entre las empresas 2 y 3. Suponemos que, después
de la fusión, las empresas no cambian la ubicación de sus productos existentes ni el nú-
mero de productos que ofiecen. Si actúa ahora como una sola entidad corporativa con
tiendas en dos sitios, la empresa fusionada tiene el incentivo de establecer precios que maxi-
micen las utilidades conjuntas de ambos productos 2 y 3, mientras que las empresas restan-
tes siguen fijando precios no cooperativos. Desde luego, las empresas 1 , 4 y 5 también toman
en cuenta el hecho de que las otras dos se han integrado en una sola. Pero el cambio real se
refiere al mercado que comparten las empresas 2 y 3, es decir, a los consumidores que están
ubicados en el círculo entre estas dos empresas. Puesto que las dos empresas cooperan aho-
ra como divisiones de una empresa fusionada, ya no compiten por estos consumidores, así
que tienen el incentivo de elevar los precios de los productos 2 y 3.16 Es evidente que esto
resulta en la pérdida de unos cuantos consumidores, es decir, aquellos que están exactamen-
te en las fronteras idenacadas por los puntos rl, y r34.Pero siempre y cuando la empresa
fusionada no incremente demasiado los precios, la pérdida de participación de mercado que-
dará más que compensada por los mayores márgenes de utilidad que le dejan sus consu-
midores "cautivos", es decir, los que se hallan entre las dos empresas fusionadas. Aún más,
los precios más altos establecidos por la empresa fusionada inducirán un incremento similar
en los precios de las empresas 1 , 4 y 5. (Recuerde que los precios son complementos estra-
tégicos.) Tal respuesta reduce la pérdida de participación de mercado que la empresa fusio-
nada sdie en realidad y hace que el incremento de precios sea todavía más rentable.
En el apéndice B de este capítulo demostramos que la fusión ileva a un nuevo equilibrio
con los siguientes precios:
Este equilibrio se ilustra en la figura 16-3. La comparación con la ecuación (16.37) con-
firma que la fusión es ciertamente rentable para las empresas que se fusionan.
El equilibrio que hemos identificado hasta ahora supone que las empresas fusionadas
no n ~ ~ d i f i c asus
n líneas de productos después de la fusión. Sin ser demasiado formales,
veamos si podemos obtener alguna idea intuitiva sobre lo que es probable que suceda si
eliminamos este requisito. Consideremos la decisión de ubicación de producto que en-
fienta la nueva empresa fusionada 2 y 3. Esta empresa tiene un claro incentivo para reu-
bicar 10s ~roductos2 Y 3 más cerca de 10s productos 1 y 4, respectivamente. Hacerlo le
1
ofrece dos ventalas. Pimero, suaviza la competencia entre las dos líneas de productos
!
propiedad de la empresa combinada. Esto significa que puede reducir precios para llegar
a consumidores que están cerca de la fiontera con un precio un poco más bajo, sin temor de
simplemente "robar a Pedro para pagar a Pablo". Segundo, esta acción también hcilita que
la empresa se robe algunos clientes de sus verdaderos competidores, las empresas 1 y 4-17
Como sucede en el caso de la demanda lineal de la sección anterior, una fusión entre
dos compañías vecinas en nuestro mercado espacial es evidentemente ventajosa para las
empresas que se fusionan, pero es desventajosa para los consumidores porque una fusión
tiende a incrementar los precios en toda la industria. Tanto las empresas fusionadas como
las no fusionadas obtienen mayores utilidades y los consumidores menos excedente de un
producto dado. No obstante, hay un rayo de esperanza para los ~ ~ n s u r nque i d toda-
~ ~ ~ ~
vía no hemos considerado. Éste es que la fusión pueda llevar a ahorros en costos que per-
mitan precios más bajos. Recuerde que 10s dos productos, aunque no son idénticos, son
sustitutos cercanos. Podría tratarse, por ejemplo, de versiones de bebidas con azúcar y
con sustitutos de azúcar. Podríamos esperar que hubiera algunas complementíu-iedades
de costos en la manufactura de estos productos. Si es así, entonces la producción de ambos
bienes por una empresa será más barata que la producción de ambos bienes por dos com-
pd'as separadas. En resumen, no debemos sorprendernos si en un mercado de productos
difiirenciad0.s la producción de muchas h e a s de productos estrechamente relacionados en-
tre sí, muestra economías de alcance del tipo que examinamos en el capitulo 4.
Cuando existen, las economías de alcance constituyen un fuerte incentivo para las fusio-
nes. La fusión permite que fa nueva empresa opere como una compañía de productos
tiples, con 10 que puede aprovechar las oporrunidades de ahorro en costos que se generan.
~ s t o ahorros
s podrían reflejarse en una reducción en costos fijos. Por ejemplo, las empresas
pueden combinar sus oficinas principales, su investigación y desarrollo, su comercialización,
17 Hay una complicación que hemos pasado por alto en este análisis. Judd (1985)afirma que una fusión que crea
una empresa de múltiples, por ejemplo la fusión de las emPosas 2 y 3, puede no ser sostenible. El
razonamiento es elsiguiente: Supongamos que una empresa de nuevo !ngreso entra exactamente en el sitio de la
compañ[a 3, despuesde la hsión de las emprew 2 y 3. La competencia en precios bajará el precio de este ~roduc-
to hasm elcostomarginal, en cuyo caso la recién llegada Y la compañfa 3 ganarán cero utilidades en esta ubicacibn
(haciendocaso omix> de loscostos fijos). Pero la empresa fusionada tambien pierde dinero en la ubicación cerca-
na 2, puestoque laguerra de precios con la empresa de nuevo Ingreso la obliga a bajar el precio allf tambien. si la
empresa fusionada llegaa cenar la ubicación de SU produao 3, la recien llegada subir5 SU precio ~ o r a m b a
del cos-
to marginal,y as( $ compafi~a fusionada tambikn puede elevar su peclo en la ubicación 2. En otras palabras, hay
fuerte para que lacompafi(a fusionada salga de la ubicación 3, que para que lo haga la empresa
un ;ncenrivo
clase defusión de productos m~ltlplespuede no ser sostenible, puesto que no es
de nuevo ingreso, hrende,
&cansa en dos htpót.es1~importantes: que 10s costos de ingreso no se recu-
creble. obstante, esteargumento
=lida, y que laorganiracidn fusionada no tiene incentivo para tratar de establecer una reputacidn de
peran en la
se hunden parte de los costos de ingreso (costos no recuperables), o si es importante la reputación,
dureza. si
laempresa fusionada puede sostener la configuración de ~ r o d u a o smdlti~les.
parte Cinco Relaciones contractuales entre empresz
presentada en 1997 porstaples, la compañía mentar sus precios a los clientes locales. La
más grande de venta minorista de suminis- traducción natural de este fenómeno al caso
tras de oficina, para adquirir a uno de SUS de la propuesta de fusión de Staples y Offi-
competidores, Office Depot, en $3 400 mi- ce Depot significa que la nueva empresa,
llenes de dólares. Esta fusión hubiera creado combinada, cerraría puntos de venta de una
un coloso en los suministros de oficina con de las dos compañlas antes separadas en áreas
1 110 tiendas y ventas anuales por $10 700 donde ambas solían operar. Entonces se po-
millones La única cadena de supermercados drían incrementar los precios en la tienda
de suministros de oficina que hubiera que- que quedara en estos sitios. Un estudio rea-
dado, habria sido OfficeMax, con unas 500 lizado por un grupo afiliado a la organiza-
tiendas y ventas anuales por $3 300 millo- ción del defensor de los consumidores Ralph
nes. Estas cifras eran suficientemente gran- Nader, el Consumer Project on Technology,
des corno para ameritar una investigación concluyó que los precios eran mucho más
de la FTC, que al final no permitió la fu- bajos en sitios donde Staples y OfFice Depot
sión. StapIes y Office Depot defendieron la tenían tiendas vecinas, que en los mercados
propuesta arguyendo que realmente no re- en que sólo funcionaba uno de ellos. Por
duda la competencia, puesto que gran par- ejemplo, el grupo encontró que el precio
te de la demanda de suministros de oficina promedio del papel para telefacsímil era de
también se satisface con ventas de catálogo, $13.99, cuando las dos compañías compe-
clubes de almacén, papelerias Y grandes mi- tían, pero de $26.99 cuando sólo existía una
noristas de descuento, como Wal-Mart, así tienda. La FTC detectó también discrepancias
que, en este mercado de productos similares de precios en su propia investiga-
está bastante fragmentado. ción Y, a principios de abril de 1997, decidió
Sin embargo, tambien había evidencias bloquear la fusión, a pesar de que Staples y
de que un motivo para realizar esta opera- Office Depot estuvieron de acuerdo en vender
ción era el deseo de coordinar las decisiones 63 tiendas al competidor restante, OfficeMax.
de asignación de precios y ubicaciones con La decisión de la RT se ratificó en tribunales
la idea de incrementar la utilidad total de las federales en junio de ese año.
compañías combinadas. Como nuestro análi-
Fuente: J. M. Broder, "Compromise May Be in Workson Acquisition by Staples" y "F.T.C. RejecuDeal to joinT~~
Giants o f Office Supplies". i l e New York 'Times, 1 de marzo de 1997,p. 29, y 5 de abril de 1997,p. 1,
contabilidad y las operaciones de distribución. Si, además, la fusión conduce a una reducción
en los costos variables de ~roducción,entonces esto se reflejará en precios más bajos. Aún
más, induso si no existen economías de alcance, todavía es posible que alguna de las ernpre-
sas fusionadas tenga una división de compras más efectiva o una tecnología superior de
producción que, después de la hsión, se extenderá a sus nuevos socios. Cuanto mayores sean
las sinergias de costos, es más probable que 10s consumidores se beneficien de la fusión.
Capltulo 16 Fusiones horizontales
Una característica interesante del conjunto de precios discriminatonos es que el precio más
alto antes de la entrega que ahora paga cualquier consumidor es c + tL/5. Éste es el precio
más bajo que paga cualquiera, cuando las empresas no discriminan en precios. En este mercado
oligopolista la discriminación de precios beneficia sin ninguna duda a los consumidores. {Por
qué sucede esto?18Con fijación no discriminatoria de precios, si una compañía reduce el pre-
cio a un consumidor, tiene que reducirlo a todos sus consumidores, una perspectiva cara.
En contraste, con fijación discriminatona de precios, una compañía puede reducir sus precios
en un lugar sin tener que reducirlos en otros. Pero esto significa que la discriminación de
precios debilita la capacidad de cada empresa para comprometerse a aplicar un p p o de pre-
cios, haciendo que la competencia en este renglón se vuelva mucho más intensa entre las em-
presas, lo que conduce a los precios más bajos que acabamos de identiticar.
Consideremos ahora el efecto de una fusión de dos compañías sobre el equilibrio, di-
gamos las empresas 2 y 3, como antes. Dos puntos deben quedar claros. Primero, como en
el caso de la discriminación de precios, una fusión de compañías que no sean vecinas no
causa ningún efecto. Segundo,la capacidad de la compai& fusionada para coordinar las
estrategias de precios antes separadas es especialmente valiosa en este entorno discrimina-
tono. Esto se explica porque las compañías se enfrascan en lo que es casi una competencia
suicida de precios. Con la fusión, ambas empresas pueden evitar este costoso conflicto,
por lo menos entre sí.19 Hasta ahora, por lo que se refiere a la empresa fusionada, para
los consumidores ubicados en la región entre el sitio de la empresa 2 y Y:, el compebdor
más cercano es la empresa 1. De manera similar, para los consumidores ubicados en la re-
gión entre el sitio de la empresa 3 y rZ3,el competidor más cercano es la empresa 4. Como
resultado, la empresa fusionada puede aumentar los precios a todos los consumidores locali-
zados entre las empresas 2 y 3,-como lo indica la &ea abc en la figura 16-4. Así, la fusión
incrementa las utilidades de las empresas fusionadas por una cantidad dada por el área abcd.
Un efecto adicional de este tipo de fusión, que no es tan intuitivo, es que en este caso la fu-
sión beneficia sólo a las empresas fusionadas. Los precios y las utilidades se incrementan sólo
para los consumidores que fueron atendidos por la empresa fusionada antes de que este pro-
ceso tuviera lugar. Todos los demás precios permanecen iguales, por lo que las utilidades de
las empresas no fusionadas tampoco resultan afectadas por dicho proceso.
Podríamos, como antes, estudiar también los tekas adicion-des relacionados con las
estrategias de ubicación de productos de la empresa fusionada. Sin embargo, ya establecimos
la idea central. Nuestras conclusiones referentes al caso de no discriminación de precios son
todavía más sólidas cuando las empresas incurren en prácticas discriminatonas de fijación
de precios. Se incrementan los precios a los consumidores y las empresas fusionadas ga-
nan más. No hay absolutamente ninguna paradoja de fusión en este caso de discrimina-
ción de precios. Desde el punto de vista de las empresas asociadas, si bien no desde el pun-
to de vista de la política gubernamental, una fusión es ciertamente algo muy bueno.
Hay un señalamiento final que debemos hacer al concluir esta sección. ¿Por qué es que las
fusiones con competencia de precios en un mercado de productos diferenciados, ya sea con de-
manda lineal o con mercados espaciales, no caen en la paradoja de la fusión que tanto conde-
n6 nuestro análisis anterior con empresas de productos homogéneos y que fijan cantidades?
18 Esto se examina en Noman y Thisse (1996). Ellos demuestran que con un número dado de empresas, la fijación
dixriminatoria de precios beneficia siempre a los clientes. Sin embargo, también demuestran que el ambiente mu-
cho más competitivo de la fijación discriminatoria de precios puede hacer que suficientes compaAlas deseen salir
del mercado, con el efecto consiguiente de que se incrementen realmente los precios para algunos consumidores.
En nuestro ejemplo no existe un incentivo para salir del mercado. Véase tambien Reines y Ley (1 995).
19 Hay otra característica importante en este tipo de fusi6n. LOSposibles problemas que examinamos previamente
en la nota 15 al pie de página, no pueden surgir cuando las compaiiias fijan precios discriminatorios. Considere-
mos, por ejemplo, un recién llegado que entra en la ubicaci6n del producto 3. Esto conduciría al equilibrio original
en precios de la figura 16-4, ya sea o no que la empresa fusionada retire su producto de este lugar. En otras pa-
labras, la salida de este mercado no deja ningún beneficio a la compañia fusionada. Como una posible nueva
empresa puede anticipar correctamente este resultado, no entrará.
Capltuio 16 . Fusiones horizontales 41 1
La política del gobierno de Estados Unidos respecto de las fusiones horizontales ha carn-
biado en forma drástica en los pasados 40 años. En gran medida, este cambio se refleja en
las diferencias entre los primeros linearnientos de fusión emitidos por el Departamento de
Justicia en 1968 y los lineamientos vigentes. Aunque es tentador resumir estas diferen-
cias como un movimiento de un régimen muy estricto a otro régimen más permisivo,
creemos que es más correcto describir la evolución de la politica de fusiones como una
evolución que se ha ido afinando cada vez más, y que concede un mayor reconocimiento a
la complejidad de las combinaciones corporativas del mundo real.
Como señalamos en el capítulo 1, los lineamientos de fusiones de 1968 se apoyaron
fuertemente en la estructura del mercado, en particular en datos de razones de concen-
tración, para determinar la legalidad de una propuesta de fusión. A su vez, esto reflejaba
muchos años de análisis académico dentro del marco de estudio de la estructura-conduc-
ta-desempeño. La figidez de este enfoque Uevó a decisiones cada vez más cuestionables que
culminaron en lo que es tal vez uno de 10s casos más controvertidos de fusiones de la histo-
da, v.s. a. %B)F ~~ (1966). En ese juicio la Suprema Corte ratificó la prohibición del
gobierno de una fusión entre dos cadenas de tiendas de abarrotes en Los Angeles que,
combinadas, tenían menos de PO por ciento del mercado. Fue este mismo profundo sen-
timiento conuafio a las fusiones el que se reflejó en los lineamientos al respecto que se
emitieron dos años después.
irónico que los vibunales comenzaran a apartarse de estos lineamientos rígidos ba-
sados en la esuucmra, de 1968, casi tan pronto como 10s adoptaron. Un caso pionero de
esta índole fue la por parte de General Dynamics de las acciones en circula-
ción de United Electric, un gran productor de carbón. Aunque esta fusión casi segura-
mente violara los lineamientos de 1968, la verdad es que General Dynarnics ya poseía una
participación importante en United Electric, ya que General Dynamics era dueña de Ma-
terial Services, una empresa que a su vez ya era propierana de Un gran nÚnXr0 de las ac-
ciones de United ElectriceAl final la fusión fue autorizada por la Suprema Corte en 1974.
,I 1 41 2 Parte Cinco . Relaciones contractuales entre empresas
,i
I
'
11
!;
Después los tribunales permitieron muchas otras fusiones similares que también parecían
violar los mencionados lineamientos de 1968 y pronto quedó claro que éstos ya n o eran
obligatorios. Al final en 1982, esto condujo a que se emitiera un nuevo grupo de direc-
trices para las fusiones (véase el recuadro Verificación de la realidad: Madurar con la
1/
'
1 edad.. . La evolución de los lineamientos para las fusiones).
\
j
,
I @ ~erificaciónde la rea0idd
I - -
M u u con
~ !lad a d ... La evolución de los lineamientos para las fúsiones
l
En 1968 el Departamento de Justicia emitió las fusiones en industrias menos concentra-
su primera serie formal de lineamiento.~, das, a menos que aumentaran el HHI en
detallando las normas para aprobar las fu- mucho más de 100 puntos, y aun entonces,
siones. Sin embargo, a lo largo de los años normalmente no se verificaba si la industria
estos lineamientos han evolucionado bastante. tenía un HHI de menos de 1 000. En 1984
El documento de 1968 usó como guía para hubo más modificaciones, y se atenuaron
las estructuras de la industria la razón de las restricciones sobre las fusiones, cuando
concentración de cuatro empresas (véase el se enmendaron los lineamientos para permi-
capítulo 3). Se investigarían las fusiones hori- tir fusiones de empresas, que de otra manera
zontales en cualquier industria en que esa no serían aprobadas, si éstas conducían a
razón excediera de 75 por ciento, si tanto la "eficiencias netas significativas" que no se
compañía compradora como la adquirida tu- podian lograr de otra manera.
vieran, cada una, una participación mínima de En abril de 1992 se enmendaron otra vez
cuatro por ciento del mercado. En industrias los lineamientos sobre fusiones. Las revisio-
con una razón de concentración de cuatro nes que se efectuaron en ese tiempo tenían
empresas de menos de 75 por ciento, las fu- la intención de recoger las lecciones y expe-
siones serían investigadas si ambas empresas riencias aprendidas con las normas de 1982-
tuvieran, cada una, participaciones de mercado 1984. Se enfocaron en dos puntos centrales.
desde, cuando menos, cinco por ciento. Así, Primero, el gobierno redactó con cuidado
una participación combinada de 10 por ciento una lista de los efectos dañinos que podría
sería suficiente en la mayoría de los casos para tener una fusión, así como la forma en que se
investigar la legitimidad de una fusión. evaluaría este potencial de daño. Segundo,
En 1982 las violaciones acumuladas, tan- el gobierno expuso en forma mucho más
to legales como económicas, a las normas amplia la manera en que consideraría las con-
anteriores, condujeron a grandes cambios diciones de ingreso como otro factor para
en los lineamientos. Se abandonó el apoyo determinar el efecto de una fusión.
de la razón de la concentración de las cuatro La enmienda más reciente a los linea-
empresas en favor del índice de Herfindahl- mientos de fusión se hizo en abril de 1997.
Hirschman (HHI) (de nuevo, vea la defini- Ese cambio se enfocó en la sección 4 de los
ción en el capltulo 3). Además, se suavizaron lineamientos. La meta de esta revisión fue
tanto las condiciones estructurales como el precisar que los ahorros en costos podrían
lenguaje acerca de la intervención. El umbral ser una justificación importante en los casos
de intervención consistía ahora de un HHI de fusión y precisar la clase de documenta-
de 1 800 (un poco más concentrado que ción que era necesaria para sostener este
una industria de seis negocios de igual ta- argumento.
maño). Era probable que no se investigaran
Fuenee: U.S. Department ofJustice, Merger Guidelines, Washington, D.C.: 30 de mayo de 1968; 14 de julio de
1984; 2 de abril de 1992, y 12 de abril de 1997.
Capltulo 16 Fusiones horizontales
advierta que estas conclusiones también causan dudas sobre cualquier ahorro en que se
20 No
supone generan las fusiones.
Parte Cinco . Relaciones contractuales entre empresas
@ Verificación de la realidad
con Heinz. Además sostenian que la fusión difieren en la cantidad que están dispuestos
permitiria que ambas empresas ofrecieran un a pagar por la calidad. Asi, Cerber seria la
solo producto con la calidad más alta de más alta calidad, Beech-Nut seria la siguien-
Beech-Nut, pero al precio más bajo de t e calidad más alta y Heinz (bien conocida
Heinz. Como resultado, este producto per- como la marca de descuento) seria la de
mitiria que la empresa fusionada realmente más baja calidad. Advierta que en esta con-
pudiera presionar a Gerber, el gigante de la figuración es la calidad de Beech-Nut Lake
industria. Dado el gran tamaño y participa- la que compite directamente con la marca
ción de mercado de Cerber, una reducción de primera de Cerber. Si ésta es la situación,
en sus precios beneficiarla mucho a los con- entonces Heinz y Beech-Nut tienen un fuerte
sumidores. incentivo para descontinuar la marca de
Heinz y Beech-Nut respaldaron sus afir- Beech-Nut después de la fusión. Esto les
maciones con estadlsticas. Con un modelo permitiría suavizar la competencia de pre-
de la industria de alimentos para bebés que cios en el mercado, al producir la marca que
es similar en esencia al modelo espacial circu- tiene la máxima diferenciación (la m& aleja-
lar que utilizamos aquí, ofrecieron simula- da) respecto de Cerber. En este caso los con-
ciones del mercado posterior a la fusión que sumidores podrian resultar dañados en dos
implicaban una reducción en los precios de formas. No sólo aumentarían los precios, si-
este tipo de alimentos. Estas simulaciones to- no que los consumidores también perderlan
maron la hipótesis de un ahorro de costos de una opción, ya que una marca se retirarla
15 por ciento como algo dado, y sugirieron del mercado. Aún más, la desaparición de
que entre 50 y 100 por ciento de estos aho- una marca en el mercado después de la fu-
rros se trasladarlan a los consumidores en sión implica que las estimaciones de deman-
forma de precios más bajos. da hechas para el mercado anterior a la fu-
La afirmación de que gran parte de los sión (las estimaciones que utilizaron Heinz y
ahorros de costos se trasladarla a los consu- Beech-Nut en sus simulaciones) ya no ten-
midores depende sobre todo de la naturaleza drlan importancia.
de lacompetencia en el mercado posterior a Norman, Pepa11y Richards (2002) demues-
la fusión. Como se señaló, Heinzy Beech-Nut tran que la preocupación anterior es muy
suponian que el mercado podrla describirse real. De hecho, demuestran que no importa
como un mercado espacial del tipo que a cuánto asciendan los ahorros en costos, la
vimos en este capítulo. No obstante, recor- fusión de dos marcas de menor calidad Ile-
demos del capftulo 7 que esta clase de dife- vará siempre a la desaparición de la marca
renciaci6n horizontal no es el único tipo de de mayor calidad y a un aumento de los pre-
diferenciación del producto que es posible cios al consumidor en las marcas restantes.
observar. Un enfoque alterno es visualizar al Estos autores demuestran que esto es cier-
mercado como de diferenciación vertical, en to aunque una empresa que ingrese después
que cada marca representa un diferente se convierta en una posible competidora.
nivel de calidad, y donde 10s consumidores
las fusiones horizontales generan preocupación en quienes están en contra de los monopo-
lios. Las fusiones pueden, de hecho, ser un medio para crear un cártel legal. Sin embargo,
la teoha económica no apoya del todo este punto de vista. Ciertamente, uno de los grandes
acertijos en el análisis económico es la paradoja de la fusión. Esta paradoja consiste en el
hecho de que muchos modelos económicos de uso común sugieren que las fusiones no
son redituables para las empresas que se fusionan, y que las que realmente se benefician
son las que no lo hacen.
La clave para resolver la paradoja deia fusión es encontrar algún medio para compro-
meter en forma creíble a la empresa recién fusionada con una estrategia que mejore su
rentabilidad. Una forma de hacerlo en los modelos que fijan cantidades es permitir que
la compañía recién fusionada adopte el papel de líder de Stackelberg, cuyos anuncios de
producción son tomados como compromisos fidedignos. Esto incrementa mucho la ren-
tabilidad de las fusiones y, por lo tanto, ofrece un fuerte motivo para que se produzcan.
También ayuda a explicar el "efecto dominó" que se observa a menudo, según el cual
la fusión de dos empresas es seguida rápidamente por matrimonios similares entre
otras compañías de la misma industria, mando las compañías tratan de unirse al grupo de
Para los problemas 1 , 2 , 3 y 4 considere un mercado que contiene cuatro empresas idén-
ticas, cada una de las cuales fabrica un producto idéntico. La demanda inversa para este
~roductoes P = 100 - Q, donde P es el precio y Q e s la producción agregada. Los costos
de producción de las compañías 1 , 2 y 3 son idénticos y están dados por C(q,) = 209,; ( i
= 1, 2, 3), donde qi es la producción de la empresa i. Esto significa que, para cada una
de estas empresas, los costos variables son constantes a $20 por unidad. Los costos de
producción para la empresa 4 son C(q4)= (20 + y)q,, donde y es alguna constante. Ad-
vierta que si y > O , entonces la empresa 4 es de altos costos, mientras que si y e O, la
compañía 4 tiene bajos costos, (171 e 20). Observe también que Q = gi .
i-1
1. Suponga que cada una de las empresas elige su producción para maximizar utilidades,
dado que cada una de ellas actúa como competidor de Cournot.
a) Identifique la producción de equilibrio de Cournot para cada empresa, el precio del
producto y las utilidades de las cuatro compañías. Para que esto sea un
"real", todas 1% empresas deben cubrir por lo menos sus costos variables, Identifi-
que la restricción que y debe satisfacer para que éste sea el caso.
Capltulo 16 . Fusiones horizontales 417
b) Imagine que las empresas 1 y 2 se fusionan y que todas las empresas continúan ac-
tuando como competidores de Cournot después de la fusión. C o e m e que esta fu-
sión no es rentable.
c) Suponga que ahora se fusionan las compañ'as 1 y 4. {Puede ser rentable esta fusión
si y es positiva, de modo que la empresa 4 sea de altos costos? ¿Qué pasa con las
utilidades de la empresa 2 como resultado de esta fusión?
2. Ahora suponga que cada empresa incurre en costos fijos de F, además de los costos
variables que ya se señalaron. Cuando se fusionan dos compañías, la empresa fusionada
tiene costos fijos de bF, donde1 5 b 2.
a) Suponga que se fusionan las empresas 1 y 2, y que y 2 O. Derive una condición so-
bre b, F y y para que esta fusión pueda ser rentable. Ofrezca una interpretación in-
tuitiva de esta condición.
b) Imagine que ahora se fusionan las empresas 1 y 4. Repita el análisis que realizó en
el inciso a.
c) Compare las condiciones que obtuvo en los incisos a y b. ¿Qué le indican sobre las
fusiones que crean ahorros en costos?
3. Suponga que si se fusionan dos compañ'as, la empresa fusionada podrá actuar como
líder de la industria y decidir su producción antes de que las empresas no fusionadas
tomen sus propias decisiones. Además, suponga que y = O de modo que las empresas
tienen igual eficiencia.
a) Coníirme que una fusión entre las compañías 1y 2 ahora será rentable. {Qué ha su-
cedido con las utilidades de las empresas que no se fusionaron y con el precio del
producto como resultado de esta fusión?
b) Coníirme que las dos empresas restantes también desearán fusionarse y unirse al
grupo iíder, dado que las líderes actúan mutuamente como competidoras de Cour-
not. (Pista:Esta fusión creará un grupo iíder que abarca dos empresas y un grupo
seguidor con ninguna empresa.) ¿Qué causa esta segunda fusión en el precio de
mercado?
4. Continúe con las condiciones de la pregunta 3, pero ahora suponga que para ~ o d e r
emprender una fusión, cada una de las compan'as que se fusionan tienen que incurrir
en un costo fijo f (que podría incluir los costos de identificar a un socio, negociar los
términos de la fusión, el pago de honorarios legales, etc.).
a) ¿Qué tan alto tiene que ser f para que la fusión entre las empresas 1 y 2 no sea ren-
table?
b) i ~ u tané alto tiene que ser f para que la fusión entre las compañías 3 y 4 no sea ren-
table?
5. En este capítulo se demostró que para que una fusión de dos empresas sea rentable se
debe satisfacer la siguiente condición:
b) Suponga ahora que hay ocho empresas en el mercado, es decir, que N =8. Repita los
cálculos que realizó en el inciso a para demostrar que la función f(L) aumenta a me-
dida que disminuye @ Interprete este resultado.
6. Viilanorman consta de una sola calle central, que tiene una longitud de un kilómetro y
100 residentes distribuidos de manera uniforme a lo largo de elia. Hay tres tiendas que
rentan videos, independientes entre sí, ubicadas en el pueblo a distancias de 1/6,1/2,
y 5/6 de un kilómetro desde la orilla,,hquierda de Vianorman. Cada residente renta
un video al día, siempre que el precio que se le cobre no sea mayor de $5. Si un con-
sumidor está ubicado a s kilómetros de una tienda, los costos de transporte para obte-
ner un video de esa tienda son $0.50~.Suponga primero que ninguna de las tres tien-
das discriminan en precios.
a) {Qué renta fijarán las tres tiendas, dado que actúan como competidoras en precios?
b) ¿Cuálesserán sus utilidades?
Ahora suponga que se fusionan dos tiendas vecinas.
c) ¿Qué efecto tiene esto sobre los precios y las utilidades?
7. Vuelva a calcular sus respuestas a los incisos 6a-6c, suponiendo que las tiendas pueden
discriminar perfectamente en precios.
n, = ( p , - 491 -
= ( ~ i C)
Hay funciones similares de mejor respuesta para las empresas 2 y 3. En lugar de usar
estas funciones para identificar el equilibrio, aprovechamos el conocimiento de que este
equilibrio será simétrico, es decir, en equilibrio p; = p; = p; = pi,,,. Al sustituir esto en la
A ( B - S ) - ~BP;,,+ c(B+ S )
función de mejor respuesta (16A.4) obtenemos =O.
( B - s)(B+ 2s)
Al resolver para el precio de equilibrio obtenemos
Al sustiniir estos precios en las funciones de demanda directa (16.A.2) se obtiene la pro-
ducción de equilibrio para cada empresa,
( A- c)(B+ ' ) ,
qim
= y a l sustituir en la función
2B(B + 2s)
de utilidad (16a. 3 ) se obtiene la utilidad que obtiene cada empresa al no fusionarse de
Supongamos ahora que se fusionan las empresas 1 y 2. Después de la fusión la nueva em-
presa elige sus precios p, y p2 para maximizar su utilidad agregada IT, + IT,, mientras que
la empresa no fusionada elige p3 para maximizar SU utilidad I T ~ Esto
. nos da las condicio-
nes de primer orden
a ( ~ 1
+ 7 % )- A(B - S) - 2 ( B + s)P, + 2sp2 + sp3 + cB
= O,
a& ( B - s)(B + 2s)
A primera vista parece dificil realizar una comparación de las utilidades anteriores y posterio-
res a la fusión. Sin embargo, si deñnimos u = s/B, donde u se ubica en el intervalo (O, 1 )
porque tenemos O 5 S < B, entonces podemos expresar la utilidad no fusionada como
--
- \" I LF 1U
'34 - 2t ' 10
u WA.. .....------
npriv-imnc p c t n -r-e-s ~ e c t ode
r ----
m, 'para obtener la condición de primer orden para la
3
compañía 3:
m2+m4 2mj
2t t 5 (1 6B.4)
Puesto que las cinco empresas son idknticas, en el equilibrio necesitarnos que m3 = m2 =
m,. Al sustituir en la ecuación (16B.4), obtenemos el precio de equilibrio de Bertrand-Nash:
que desea fijar un precio a ambos bienes individuales de modo que las utihdades
que obtienen de cada uno se maximicen en forma conjunta. Así, siempre que las empre-
sas con poder de monopolio'fabriquen productos complementarios, tendrán un fuerte in-
centivo para fusionarse o para crear algún otro método que asegure una producción y
precios cooperativos de los productos complementarios.
Precisamente las mismas cuestiones de cooperación están presentes cuando surgen las
relaciones complementarias que menciofihnos como resultado de que las empresas ocu-
pen diferentes niveles en la cadena vertical de producción. Esto es importante porque pone
en evidencia la forma en que las fusiones verticales afectan a la competencia, y con elio al
bienestar del consumidor. De hecho, en la década de los ochenta la creencia en esta mo-
tivación llevó a algo que parecía una revolución en la política antirnonopolios relacionada
con las fusiones verticales. En las décadas anteriores a la de los ochenta, solía considerar-
se que las fusiones verticales facilitaban la creación de barreras a la competencia y, por lo
tanto, eran anticompetitivas. Es decir, el socio corriente arriba podría rehusarse, después
de la fusión, a ofiecer sus productos a sus rivales corriente abajo, con lo que los sacaría
del mercado o crearía barreras al ingreso que facilitarían la colusión.
Economistas relacionados principalmente con la escuela de Chicago cuestionaron esta
visión negativa de las fusiones verticales. Estos especialistas argumentaron que las combi-
naciones verticales eran, en el fondo, intentos de alcanzar eficiencias complementarias, y
que "la integración vertical probablemente era más pro competitiva o neutral respecto de
la competencia" (Riordan, 1998, p. 1232). Para la década de los ochenta el enfoque de
la escuela de Chicago había comenzado a ganar popularidad en los tribunales, y las auto-
ridades antimonopoiios trataron cada vez más favorablemente a las fusiones verticales. Sin
embargo, a mediados de la década de los noventa el péndulo había comenzado a incii-
narse otra vez en el otro sentido. Así, surgió un nuevo enfoque posterior a la escuela de
Chicago, el cual emplea nuevas herramientas teóricas de juegos para construir modelos
nuevos, realistas y con congruencia lógica, de fusiones verticales en las que de nueva
cuenta es real el riesgo de daños al consumidor. Esta contrarrevolución ha llevado a un
escrutinio detallado de diversas combinaciones verticales, más en particular, de las del sec-
tor de telecomunicaciones.
Comenzamos este capítulo analizando las fusiones verticales con base en la propuesta
de que éstas son favorables a la competencia, porque corrigen ineficiencias del mercado.
En la sección 2 analizamos algunos de los análisis más recientes que sugieren que estas
fusiones podrían afectar negativamente la competencia en los mercados de productos fi-
nales. En la sección 3 se presenta un modelo formal simple que destaca este aspecto,
En la sección 4 se estudia el tercero y último tipo de fusiones. Éstas son las fusiones
de conglomerado, que se refieren a la combinación de empresas que no tienen una rela-
ción clara de su~tinicibnO complementaria. Los ejemplos incluyen la compra de Duraceu
Batteries por GiUette, la compra de Snapple (té helado) y de Gatorade (bebida para de-
portistas) por Quaker Oats y la serie de adquisiciones realizadas en 1986 por Daimler-
Benz, fabricante de autos de lujo y camiones, que la convirtió en el conglomerado indus-
trial más grande de Alemania, que fibrica desde productos domésticos hasta aeroespaciales.
Por Último, en la sección 5 se presenta una breve extensión de nuestro análisis para in-
cluir las cuestiones fundamentales que surgen por las fusiones respecto de la teoría de la
empresa.
como corriente arriba, y a las que se haiian más cerca de éste, corno corriente abajo. Las
compañi'as que producen películas y los cines son un ejemplo. En este caso las empresas que
producen son corriente arriba, y los cines que exhiben las películas son empresas corriente
abajo. Los fabricantes y minoristas tienen una relación similar corriente arriba-corrien-
te abajo. Como ya señalarnos antes, todas estas relaciones se piteden ver a través de la lente
de la complementariedad. Cada empresa de la cadena vertical proporciona un servicio
esencial a otras empresas de la cadena. La consecuencia es que las relaciones verticales entre
dos empresas, cada una con poder de monopolio, lleva a una pérdida de eficiencia eco-
nómica cuando no existe un mecanismo que djordine sus decisiones. En el caso de com-
pañías con relación vertical, este asunto se conoce como el problema de la doble mar@-
nalización. Ahora presentaremos una ilustración formal de este problema.
La situación es como sigue. Tenemos un solo proveedor corriente arriba, el fabrican-
te, que vende un producto único a una sola empresa corriente abajo, el minorista, EI fa-
bricante manufactura el bien a un costo unitario constante, c, y lo vende al minorista a
un precio de mayoreo, r. El minorista vende el producto a los consumidores al precio de
liquidación del mercado, P. Por simplicidad supondremos que el minorista no tiene tos-
tos de reventa. La demanda del consumidor está dada por nuestra ya conocida función li-.
neal de demanda inversa P = A - B Q y suponemos que c A.
Puesto que el minorista compra &unidades del fabricante a un precio de mayoreo Y y
vende estas unidades a los consumidores a un precio P = A - B Q la utilidad del mino-
rista corriente abajo es
nD(Q, Y ) = (P - Y)Q = ( A - BQQ - rQ.
Como siempre, el minorista maximiza su utilidad igualando su ingreso marginal con
su costo marginal. Por nuestras hipótesis sabemos que el ingreso marginal es M R = A -
2BQy que el costo marginal es Y.Al igualar 10s dos términos obtenemos la producción
óptima corriente abajo
QD = ( A - r)/2B.
Este análisis se ilustra en la figura 17-2. Cuando el fabricante corriente arriba fija el
precio rU = ( A+ c)/2, el minorista corriente abajo fija el precio P = ( A + rU)/2 = ( 3 A
+ c)/4. El minorista vende = ( A - c)/4B unidades, que es, por cierto, precisamente
la cantidad que el fabricante corriente arriba anticipaba, en primer lugar, que vendería al fi-
jar su precio rU= ( A + c ) / 2 corriente arriba. La utilidad del fabricante, que se muestra en
la figura 17-2 con el área de sombreado claro wrgv, I'IU= ( A- c)~/SB.La utilidad del mi-
norista, mostrada con el área de sombreado oscuro re&, es nD = ( A- ~ ) ~ / 1 6 BLa. utilidad
combinada de ambas empresas es, desde luego, simplemente la suma de estas dos áreas,
3(A - ~ ) ~ / 1 6 B .
Supongamos ahora que ambas empresas se fusionan, de modo que el fabricante se
convierte en la división corriente arriba de una empresa integrada, que vende su produ-
cción por medio de la división de ventas al menudeo corriente abajo de la misma empre-
sa matriz. El bien se produce todavía al costo marginal constante, c. Esto transforma
efectivamente la empresa integrada en un monopolio simple, cuya meta es maximizar las
Capitulo 17 Fusiones verticales y de conglomerados
MAXIMIZACION
DE UTILIDADES CORRIENTE ARRIBA
Y CORRIENTE ABAJO SIN FUSION VERTICAL
..
La curva de ingreso marginal del minorista, MRD, es la curva de demanda del fabricante, DU.Hay
doble marginalización cuando el fabricante fija su precio óptimo mayorista de r = ( A + c)/2 por
arriba de su costo marginal y unitario c, y luego el minorista agrega un margen adicional por arri-
ba de este precio, estableciendo un precio minorista que maxirniza sus propias utilidades en P =
(3A + c)/4. El minorista obtendrá la utilidad mostrada con el área sombreada oscura re&. El f i -
bricante o mayorista ganará la utilidad mostrada con el área sombreada clara w r p .
ción. El fabricante independiente fija s u margen de ganancia ante el minorista, que lue-
go a la distorsión de precio-costo agregando s u margen adicional cuando fija
e l precio al consumidor. &te es el origen de esa vieja fase, ''iQué es peor que un mono-
polio? Una cadena de monopolios". Desde esta perspectiva, no es de sorprender q u e las
autoridades antirnonopolios por 10 general se preocupen menos por las fusiones vertica-
les que por las horizontales.
~erificaciónde Un realidad
de ello, Pepsi se ha rezagado detrás de Coca- ginalización del jarabe de Pepsi y, en conclu-
Cola en el mercado de jarabes para bebidas sión, en precios un poco más altos para es-
refrescantes. Como resultado, la participa- t e producto y una menor participación de
ción global de mercado de Pepsi en Estados mercado para Pepsi.
Unidos es de 32 por ciento, comparada con Pepsi decidió cambiar la naturaleza de sus
la participación de 44 por ciento de Coca- contratos con los embotelladores. En parti-
cular, se esforzó en eliminar las restricciones
Estosjarabes no se venden para consumo en los contratos que impiden la venta direc-
doméstico, sino a restaurantes que luego los ta del jarabe a los restaurantes locales por
mezclan con agua carbonatada para venta a conducto de las compañlas de distribución
sus clientes. ~ s t o
se conoce como e l merca- de alimentos de Pepsi, como Sysco. ES evi-
do de fuentes de sodas. Una razón por la que dente que Pepsi tiene la esperanza de que al
Pepsi no ha igualado a Coca-Cola en el mer- eliminar a los intermediarios y ofrecer sus ja-
cado de fuentes de sodas parece ser el pro- rabes a los restaurantes locales mediante su
blema de la doble rnarginalizaci6n. Durante propia subsidiaria integrada, logrará que crez-
muchos años Pepsivendi6 sus jarabes a em- ca su negocio de las fuentes de sodas.
Resumiremos esta parte de nuestra exposición como sigue. ES probable que la integra-
ción vertical de una cadena de productores, cada uno de los cuales tiene precio de mo-
nopobo, beneficie tanto a las empresas como a los consumidores al corregir la f d a de
mercado relacionada con la doble marginalización. Es más probable que estos beneficios
cuando la tecnología operada por las empresas ubicadas corriente abajo ofrece
opormnidades limitadas para la sustitución por otros insumos.
O ~2.1 1s lunb~raeó~on
vart!c~Ipara ffaeolltar UP Ii?~~rirn!m~~iÓIun
de preciuns
Por lo expresado en los capítulos 5 y 6, sabemos que aunque es agradable ser un mono-
polista, es todavía más agradable ser un monopolista que discrimina en precios. Esto es
igualmente cierto para un monopolista ubicado corriente arriba que vende a diversas em-
presas corriente abajo. Aún más, hay muchos casos en que las empresas corriente abajo
tienen una diferente disposición a pagar por el producto de la empresa corriente arriba.
Los ejemplos incluyen mayoristas que surten a minoristas en diferentes ciudades, un fa-
bricante de partes de motor que surte a fabricantes de autos en diferentes países, un consul-
tor que asesora empresas de diferentes industrias, etc. En estas condiciones, a la empresa
corriente arriba le gustaría fijar un precio alto por su producto a las empresas cuya deman-
da es inelástica, y un precio bajo a aquéllas cuya demanda es elástica.
No obstante, como demostró nuestro examen de la discriminación de precios, para
que la discriminación de precios tenga éxito, se deben cumplir dos requisitos. Primero, la
empresa debe poder identificar qué compradores tienen una demanda elástica y cuáles
tienen una demanda inelástica. Segundo, la empresa debe poder evitar en alguna forma
la reventa de su producto entre SUS clientes. Este arbitraje evidentemente destruiría cual-
quier esfuerzo de discriminación de precios. Supongamos que la empresa ha resuelto de
algún modo el ~roblemade la identificación. Entonces el asunto se convierte en, iqué
mecanismos puede usar para superar el problema del arbitraje?
Desde luego, el enfoque más simple sería que la empresa corriente arriba formalizara
un contrato de no reventa con SUS clientes. Sin embargo, en muchas circunstancias es im-
posible hacer cumplir tales contratos, por ejemplo cuando las empresas cliente están en
otra jurisdicción, en cuyo caso se requiere otro método. Uno de estos métodos es que la
empresa corriente arriba se fusione con alguno o todos sus clientes corriente abajo.
Supongamos que la empresa corriente arriba surte a una serie de empresas corriente
abajo y que, por Iúnitaciones financieras, esta empresa se puede integrar hacia delante sólo
con algunas de las empresas corriente abajo. Entonces, como se muestra en el problema
práctico 17.3, debe fusionarse primero en los mercados que tienen la mayor elarticidadde la
dewanda. Como las fusiones permiten que una empresa evite la reventa, también permi-
ten que la empresa fije precios altos que maximicen sus utilidades en los otros mercados
de baja elasticidad de la demanda. <Unafusión de este tipo es pro o anticompetiriva? ya
señalamos en el capítulo 6 que la discriminación de precios &tosa a menudo mejora la
eficiencia económica. No obstante, cuando ese éxito se logra mediante uila fusión verti-
Cap;tulo 17 ' Fusiones vePticales y de conglomerados
cal, el efecto sobre la eficiencia económica es ambiguo. La razón es que aunque el pro-
ceso de fusión incrementa las utilidades y elimina la doble margina]ización en un gmpo
de mercados, también lleva d aumento de precios en los mercados restantes. En otras pa-
labras, algunos consumidores ganan y otros pierden como efecto de la fusión El
efecto global es incierto y se puede resolver sólo cuando se cuenta con más información
sobre la naturaleza precisa de la demanda en los diversos mercados.
Desde luego, alegarse que suponer una competencia perfecta en lugar de un mo-
nopolio en cualquiera de los mercados corriente arriba o corriente abajo, simplemente
reemplaza una hipótesis extrema con otra igual. Por lo tanto, ahora pasamos al caso más
en donde tanto el mercado corriente arriba como el corriente abajo son oligopo-
lios. Esto hace surgir otro tema importante que necesita una consideración explícita. Más
del deseo de reducir o eliminar la doble marginalización; hay otro motivo para la in-
tegración vertical que es más evidentemente anticompetitivo. Aquí es donde la fusión crea
la posibilidad de una exclusión del mercado. Es decir, la fusión de empresas que tienen re-
laciones verticales podría dar como resultado una compañía que está al mismo tiempo co-
rriente arriba y corriente abajo, que puede negar a sus competidores corriente abajo una
fuente de insumos, o a los competidores corriente arriba un mercado para sus productos.
Un ejemplo podría ser una armadora de autos que se fusiona con un fabricante de ca-
jas de velocidades. Es probable que la operación tenga dos efectos. Primero, ya no podrán
competir otros fabricantes de cajas de velocidades para vender su producto a la armadora.
Segundo, es ~osibleque la empresa fusionada prefiera no vender sus cajas de velocidades
a ninguna otra compañía. Pero también la empresa fusionada puede tratar de "exprimir el
preciov ofreciendo sus cajas de velocidades a otras empresas a precios exorbitantes.'
Tales efectos de exclusión del mercado causados por las fusiones verticales pueden re-
ducir las fuerzas competitivas tanto en el mercado corriente arriba como en el mercado co-
rriente abajo y, como resultado, cancelar l o ~beneficios de eliminar el problema de la
doble marginalización. De hecho, ésta es una de las principales razones por las que 1% au-
toridades reguladoras investigan las propuestas de fusiones verticales. El caso pionero de
Alcoa ilustra esta afirmación. Se acusó a Alcoa de mantener una poderosa posición de mer-
cado al obligar mediante una promesa a l a ~compañías de electricidad a no surtir energía,
vital para la refinación del aluminio, a sus competidores. Además, se le acusó de exp-
el precio al fijar precios muy altos por sus lingotes de aluminio, que compañías competi-
doras usaban en ciertos mercados ~ ~ u i e nabajo,
t e como el de láminas de aluminio,
En 1% telecomunicaciones las autoridades reguladoras han tenido preocupaciones
similares en Estados Unidos y Europa. En esta industria por lo común la red local ha es-
tado monopolizada, en tanto que el mercado de larga distancia ha sido más competitivo.
Sin embargo, cualquier proveedor de larga distancia, como Spfint o MCI, tiene que
conseguir el acceso a sus posibles clientes conectándose a la red local. ~ s t ofrece
o 4 pro-
veedor del servicio local la opormnidad de fijar un precio que saque del mercado a sus
competidores de larga distancia, ~ ~ b r á n d o l un
e s precio muy alto por el acceso a su red o,
en caso extremo, negándoles todo acceso. Una causa importante de p r e o ~ u p a c i 6para ~
las autoridades reguladoras han sido 10s precios que se debeda permitu cobru a los pro-
veedores de telefonía local por el acceso a las redes locales.
En resumen, necesitamos considerar las posibilidades de exclusión que genera la inte-
graci6n vertical. En el resto de esta sección describiremos brevemente dos de los rnode-
los más importantes de exclusión por medio de la integración vertic-, Uno se debe a
1 Hay, de hecho, todo un arsenal de métodos mediante 10s cuales las empresas fusionadas pueden excluir
efectivamente a sus competidores del mercado. Se puede ver una ilustración de algunos de estos metodos en
Krattenmaker y Salop (1986).
Capltulo l ? Fusiones verticdes y de conalomerados 43 5
La posibilidad de exclusión mediante una in- las acciones de Coca-Cola alcanzabansu pi-
tegración vertical es bastante real en la mente co más alto en 52 semanas.
de muchos ejecutivos y analistas de la indus- Pepsi no tornó el anuncio con tranquili-
tria. Como ejemplo, veamos nuevamente la dad. Reclamó rápidamenteque Cisneroses-
lucha entre Pepsi y Coca-Cola. Por nuestra taba rompiendo un contrato que lo obliga-
narración anterior, sabemos que las embo- ba hasta 2003. Denunció que Coca-cola
telladoras son un elemento importante en habla pagado un precio por la embotellado-
este conflicto. La importancia de las embo- ra que sólo se p o d h justificar s¡ Coca-Cola
telladoras quedó clara como el cristal en visualizaba la compra como medio para ob-
agosto de 1996, cuando la embotelladora tener poder de monopolio en Venezuela
venezolana manejada por el Grupo Cisne- minando cualquier posibilidad de que Pepsi
ros, el embotellador más grande de Vene- vendiera su producto. Inició acciones legales
zuela, y también propietario de supermerca- para impedir la compra según la legislación
dos y estaciones de televisión y radio en venezolana sobre monopolios, y amenazó
América Latina, Europa y Estados Unidos, con hacerlo en Estados Unidos.
vendió la participación mayoritaria de su Sin embargo, éste no fue e l final de la
embotelladora a Coca-Cola. La embotella- compra de embotelladoras por parte de
dora de Cisneros habla estado trabajando Coca-Cola. Unos meses despues de la ad-
bajo contrato con Pepsi durante más de una quisición venezolana, Coca-Cola anunció un
década. Había llevado la participación de acuerdo para hacerse, mediante una subsi-
Pepsi en el mercado de Venezuela a más de 40 diaria, de la ~ r o ~ i e d total
a d de una embote-
por ciento, mientras la de Coca-Cola lan- lladora inglesa antes propiedad conjunta de
guidecfa a 10 por ciento. Ahora, Coca-Cola Cadbury Schweppes. De nueva cuenta, Pep-
habCa adquirido de la noche a la mañana una si (por medio de su filial, BritVic Soft Drinks)
capacidad suficiente para incrementar en 40 emprendió acciones legales para bloquear el
puntos su participación en el mercado. acuerdo acudiendo a la legislación sobre
Mientras tanto, sin embotelladoras y sin dis- competencia de la Unión Europea. Se le
tribuidores, la participación de Pepsi es ce- unió otra compañia inglesa del conglomera-
ro. Un analista de valores describió la com- do Virgin Group. El temor a la exclusión se
pra de laembotelladoravenerolana por parte hallaba en el centro de las acusaciones de
de Coca-Cola como "una daga clavada hasta estas empresas, que alegaban que Coca-Co-
elcorazón de Pepsi". Otros analistas e inver- la estaba adquiriendo suficiente poder como
sionistas parecen estar de acuerdo. Una ca(- para presionar a los minoristas para que de-
da de cinco por ciento en elprecio de las ac- jaran de ofrecer otras marcas.
ciones de P e ~ ssiguió
i al anuncio, mientras
El argumento de Salinger (1988) se puede entender como sigue. Sea un mercado co-
rriente abajo en que N D empresas compiten en cantidades. Cada una de estas empresas
compra exactamente un insumo corriente arriba a un precio P u por cada unidad que pro-
duce corriente abajo. El costo unitario para cada empresa corriente abajo es P U+ cD,
donde cD es el costo marginal constante en que se incurre corriente abajo, que refleja el
costo de otros insumos. Así, el mercado corriente abajo está descrito por un modelo de
Cournot en que cada empresa corriente abajo tiene un costo marginal constante de PU + cD.
Dado el número de empresas, ND, y el costo de otros factores, cD, sabemos a partir del
capínilo 9 que la cantidad corriente abajo QDaumentará y el precio corriente abajo P
disminuirá, conforme disminuye el precio corriente arriba PU.En otras palabras, el equi-
librio corriente abajo determina la demanda que enfrentan las empresas corriente arriba.
Lo que es más importante, como la competencia no es perfecta, sabemos que PD> P U+
cD. Advierta que esto impone una restricción implícita al precio corriente arriba. El pre-
cio PUno puede ser demasiado grande, ya que de otra manera las empresas que están co-
rriente abajo no podrán llegar al equilibrio.
Consideremos ahora el mercado corriente arriba. Supongamos que contiene NUempre-
sas y que éstas tienen un costo marginal constante de cU.Dada la demanda corriente abajo
que acabamos de describir, podemos trabajar el equilibrio de Cournot corriente arriba. De
nueva cuenta, como la competencia corriente arriba no es perfecta, debe suceder que
P U> c u. En resumen, tenemos una versión de Cournot del problema de la doble mar-
ginalización. El precio corriente arriba excede el costo y ese margen se incrementa en el
mercado corriente abajo.
{Qué sucede cuando se fusionan una empresa corriente arriba y otra corriente abajo?
.De inmediato, esta empresa integrada tiene una ventaja en el mercado corriente abajo,
porque puede comprar los insumos que proceden de la corriente arriba a un costo c en
lugar de Pu. La empresa integrada nunca pagará PU ni comprará de una empresa corriente
arriba cuando puede pagar cU y comprar de su propia división corriente arriba. Es preci-
samente en esta forma como evita el problema de la doble marginalización. Así, la em-
presa integrada verticalmente se convierte en una competidora de bajo costo en el mer-
cado corriente abajo. Todas las empresas en ese mercado ganarán una utilidad positiva
por unidad, pero la empresa de bajo costo ganará P - c U - c D por unidad de pro-
ducto, mientras que sus rivales de alto costo ganarán la utilidad más pequeiía, pero toda-
vía positiva PD- c U - P U >0.
(Venderá alguna vez la empresa integrada el insumo producido corriente arriba a un
competidor no integrado corriente abajo? La respuesta es no. Para entender esto haga-
mos el siguiente experimento. Supongamos que la empresa integrada toma una M d a d del
insumo corriente arriba y lo vende a una empresa independiente corriente abajo. Esta pe-
queña redistribución de la producción dejará sin cambios tanto los precios corriente arriba
como los precios corriente abajo. Como el precio corriente arriba es Pv, la empresa in-
tegrada ganará P - c U en esta transacción. Sin embargo, perderá la utilidad que hubie-
ra ganado PD- c U - cD si hubiera usado ese insumo para producir su propia producción
corriente abajo. Es fácil ver que esta pérdida excede la ganancia, es decir, que
Todo esto requiere que PD- P v - cD > O, lo que sabemos que debe ser cierto si hay al-
guna empresa independiente corriente abajo.
Acabamos de demostrar que la exclusión podna tener lugar como resultado de una fu-
sión vertical. La empresa integrada no comprará de empresas independientes corriente
arriba, y tampoco venderá a otras empresas independientes corriente abajo. No obstante,
aunque la exclusión pudiera tener lugar y la empresa verticalmente integrada tenga ventaja
sobre sus competidores, esto no es lo mismo que decir que esta exclusión daiía a los con-
Ca~ftul'J17 ' Fusiones verticales y de conglomerados
sumidores. Ese asunto dependerá del equilibrio de dos fuerzas. P-ero, la integración
vertical y la exclusión del mercado reducirán el número de proveedores independientes,
con 10 que reducirán la presión competitiva en el precio. Sin embargo, la integración ver-
tical también eliminará la doble marginaiización entre' dos empresas antes independientes
y, como sabemos, esto la hará más efectiva en costos. La empresa de integración
será una competidora más feroz en el mercado corriente abajo y este efecto tenderá a re-
ducir los precios a los consumidores corriente abajo. Es MCilsaber cómo funcionará esto.
Pero el caso es que el efecto anticompetibivo será relativamente débil si el de com-
petidores independientes corriente arriba sigue siendo grande. Si éste es el caso, las auto-
ridades reguladoras pueden estar hasta cierto punto seguras de que una fusión vertical y
sus posibles efectos de exclusión del mercado no dañará a los consumidores.
Aún más, el análisis de Salinger no considera las posibles reacciones estratégicas de
las empresas corriente arriba (y corriente abajo) cuyos mercados se ven amenazados por las
fusiones verticales. (Es probable que se queden observando pasivamente cómo son des-
tmidos sus mercados? Una reacción obvia de una empresa corriente abajo a la amenaza de
exclusión por un rival verticalmente integrado es buscar una fusión con un proveedor co-
rriente arriba. Esto tendrá el efecto de incrementar en forma importante las presiones
competitivas en el mercado corriente abajo, puesto que todos los costos de las empresas
corriente abajo serán entonces más bajos. Volveremos a este punto en la siguiente sección.
Un modelo alterno que plantea cuestiones similares es el de Ordover, Saloner y Salop
(1990). Estos autores analizan el tema de la exclusión al mismo tiempo que se enfocan
en forma explícita en el hecho de que una fusión vertical puede conducir a una segunda,
con el resultado de que la competencia en precios corriente abajo se intensifica. Sin em-
bargo, este modelo difiere del de Salinger (1988) en que supone competencia de precios
más que de cantidades.
Para tomarle el sabor al modelo de Ordover, Saloner y Salop, consideremos una indus-
tria en que hay dos empresas corriente abajo y otras dos corriente arriba. Las empresas
corriente abajo fabrican productos diferenciados, mientras que las empresas corriente
arriba fabrican un producto homogéneo que es usado como insumo por las empresas co-
rriente abajo. Ambos grupos de empresas compiten en precios en sus mercados. Supon-
gamos que la empresa corriente arriba U, y la empresa corriente abajo Dl se fusionan.
Supongamos también que la empresa recientemente fusionada puede rehusar (en forma
creíble) vender a las empresas restantes corriente abajo D,. Entonces la empresa corrien-
te arriba U, se convertiría en un proveedor monopólico de D2, y estas dos empresas fija-
r h precios que finalmente reflejen el conocido problema de la doble marginalización. Sin
embargo, al entender esto las empresas D2 y U, encontrarán que vale la pena fusionarse.
En otras la fusión inicial de las empresas DI y U, inducirá una fusión posterior
de las empresas D2 y U,. El resultado seria dos empresas integradas verticalmente que,
por sus bajos costos, compiten en forma vigorosa en el mercado corriente abajo, redu-
ciendo las de todas las empresas. Desde luego, Dl y U, pueden anticipar esto,
por 10 que pueden decidir, en primer lugar, no fusionarse.2
Observemos ¶u,=,para que funcione el argumento, debe suceder que no haya insumos
alternos que pueda utilizar la empresa independiente corriente abajo D2. Si Uegara a exis-
tir un proveedor sustimto, entonces limita el precio que puede fijar la c o m p d a corrien-
te arriba U,, ya que
hacer que D, estuviera menos interesada en una fusión vertical.
pepaii y Norman (, 997) muestran en una versi6n mbs complicada de un modelo similar que Jaexclusibn ver-
caso la exclu~i6n vertical obliga a la salida de las empresas excluidas co-
tical nunca es un equilibrio. En
de llevar a las empresas verticalmente integradas a una comPetencia
abajo, y tiene
,.,.iente el
muy heme, entre Ellas preferirlan seguir surtiendo a empresas no integradas 'On el de suavizar la'Orn-
manteniendo un mayor grado de variedades en el producto corriente abajo Debe
petencia corriente
destacarse su andlisissupone rendimientos constantes a escala Whinsto", (lggO) demuestra la en
que las relacionescontractuales entre una empresa corriente arriba y otra conlente abajo le puedenpermitir
a una monopolista ampliar su poder en un segundo mercado mediante 10s contratos de exclusi6n.
Parte Cinco Relaciones contractuales entre empresas
Una lección importante de la sección anterior es que las fusiones verticdes en los merca-
dos oligopólicos no se deben considerar en forma aislada. Existen importantes temas es-
tratégicos, especialmente si debe haber más de una fusión, que es necesario tomar en
cuenta al evaluar los efectos de tales fusiones en la competencia. Es probable que éstos a
su vez sean afectados por la forma en que compiten las empresas relevantes, por ejemplo,
si son competidoras según Bervand 0 C ~ u r n o tInvestigamos
. estos temas en esta sección
utilizando un modelo inspirado por el análisis de Salinger.
Supongamos que hay dos compañías corriente arriba y otras dos corriente abajo. Las
empresas corriente arriba son competidoras de Cournot que fabrican un bien homogé-
neo intermedio utilizado por las compañías corriente abajo para elaborar un bien de con-
sumo final. Una unidad del producto corriente abajo requiere exactamente una unidad
del producto intermedio. Cada empresa corriente arriba tiene costos marginales constan-
tes de cU por unidad y cada compañia corriente abajo tiene costos marginales constantes,
excluyendo el costo del bien intermedio, de &' por unidad. Las empresas corriente abajo
son competidoras de Cournot que fabrican un bien de consumo final, idéntico, para el
que la demanda inversa es
Capltulo 17 Fusiones verticales y de conglomerados 439
La competencia tiene lugar en tres etapas. En la primera las compañías corriente arri-
ba y corriente abajo deciden al mismo tiempo si se integran verticalmente. Si tiene lugar
una fusión vertical, suponemos que la empresa corriente abajo 1 ( 2 ) se fusiona con la
compañía corriente arriba 1 ( 2 ) .En la segunda etapa las empresas corriente arriba no fu-
sionadas compiten en cantidades generando un precio PU para el producto intermedio.
Una división corriente arriba de una empresa verticalmente integrada suministra el pro-
ducto intermedio a la división corriente abajo a un costo marginal de cu. Por último, en
la tercera etapa las compañías corriente abajo compiten en cantidades. Como hemos he-
cho antes, resolveremos este juego "hacia atrás" comenzando con la competencia en el
mercado corriente abajo. Hay tres casos que debemos considerar: ninguna fusión verti-
cal, una fusión vertical por ambos grupos de empresas y una fusión vertical por un solo
grupo de compañías. Las estudiaremos por separado. En toda la exposición continuare-
mos trabajando con el caso general; sin embargo, también convendrá tener en mente un
ejemplo específico. Con este propósito usaremos los valores A = 100, B = 1 y cU = cD =
23.
Ahora podemos usar la ecuación (17.6)para identificar la demanda derivada que en-
frentan las empresas corriente arriba. La producción agregada corriente abajo es QD =
2 ( A - P U - cD)/3B. Puesto que cada unidad de la producción hal requiere una unidad
del producto intermedio, ésta es también la demanda agregada, Qv = QD, para el pro-
ducto intermedio, que podemos expresar en la forma inversa más conocida como
Por último, al sustituir el precio corriente arriba en las ecuaciones (17.6)y (17.9)ob-
tenemos la producción y utilidades de equilibrio para cada empresa corriente abajo:
fácil verificar que, como podríamos esperar, la demanda agregada corriente abajo es
igual a la producción agregada corriente arriba. Al usar los números de nuestro ejemplo
la producción total es ahora de 24 unidades. El precio corriente arriba es de $41 y el pre-
cio al menudeo para los consumidores es de $76.
ii) Dos fusiones verticales
Éste es un caso simple. Ambas divisiones corriente abajo obtienen sus suministros del
producto intermedio al costo marginal cU, lo que significa que cada división corriente
abajo tiene un costo marginal de c + c D. Conforme a d o , cada división corriente abajo
establece su producción de Cournot (véase el capítulo 9 ) igual a
Así, en nuestro ejemplo, dos fusiones verticales resultarían en que cada empresa pro-
duce 18 unidades y obtiene una utilidad de $324. Advierta que las eficiencias relaciona-
das con la eliminación de la doble marginalización son benéficas para los consumidores.
En nuestro ejemplo la producción total de la industria ha aumentado 24 unidades en el
caso de la no fusión, a un nuevo total de 36 unidades. De modo correspondiente, el pre-
cio al consumidor final ha caído de $76 a $64.
iii) Una fusión vertical
Supongamos ahora que sólo hay una fusión vertical, entre la empresa corriente arriba 1 y
la empresa corriente abajo 1. Por el ~ ~ ~de sSalinger
i s sabemos que la empresa fusionada
no venderá insumos a la empresa corriente abajo 2, con el resultado de que la empresa
corriente arriba 2 es efectivamente un proveedor monopólico de la empresa comente
abajo 2. Sin embargo, esto no concede poder total a la empresa corriente arriba, puesto
que debe tomar en cuenta el efecto que Su asignación de precios del producto interme-
dio tiene sobre la capacidad de SU cliente, la empresa corriente abajo 2, para competir en
el mercado corriente abajo con su competidor que está verticalmente integrado.
Supongamos que la empresa corriente arriba 2 establece un precio pupara su produc-
to intermedio. Entonces sabemos que la empresa corriente abajo 2 tiene un costo
marginal F u + cD, en tanto que la empresa corriente abajo 1 tiene un costo marginal c u
+ cD. En otras palabras, la empresa corriente abajo 1 es una empresa de bajo costo y la
,. \!
I .o
Capítulo 4 7 - Fusiones vertícales y de conglomerados 441
La empresa independiente corriente arriba tiene poder de monopolio, así que sabemos
que P U >cu. Luego la ecuación (17.16) conhma, como anticipamos, que la división co-
N1 rriente abajo de la empresa integrada tiene una mayor producción que su competidora
no integrada.
b
8
1 Como en el caso de nuestro análisis en que ambas empresas se fusionan, podemos em-
plear la ecuación 17.16 para identificar la demanda derivada q,U= q2q para la empresa inde-
1
11
pendiente corriente arriba. De nueva cuenta, al escribir esto en forma inversa tenemos
I
Esto a d o ~ t ala forma P = a - ba v sabemos aue con esta función de demanda la produc- IlI
Al sustituir a = ( A- cD+ c 9 / 2 y b = 3B/2 obtenemos la producción de equilibrio pa-
ra la empresa corriente arriba 2:
1L
6B
Ya señalamos antes que esta fusión ver,ticd convierte a la empresa corriente arriba 2 en
un proveedor monopólico para una empresa corriente abajo 2 más que en una competi-
dora de Cournot. Sin embargo, la comparación de las ecuaciones (17.21) y (17.11) in-
dica que la fusión reduce la utilidad de la empresa corriente arriba 2. Tiene un monopo-
lio, pero surte a una empresa corriente abajo de alto costo. De nueva cuenta, mediante
nuestro ejemplo numérico específico, encontramos que sin ninguna fusión vertical, la
empresa corriente arriba 2 obtiene una utilidad de $216. Con integración vertical entre
la empresa corriente arriba 1y la empresa corriente abajo 1, sin embargo, la empresa co-
rriente arriba l obtiene una utilidad de sólo $121.50. Su cliente corriente abajo obtiene
una utilidad de $8 1. Así que las empresas independientes tienen una utilidad combinada
de $202.50. No obstante, su competidora integrada obtiene una utilidad total de $506.25.
A SU vez, como la empresa corriente abajo 2 incurre en costos altos, reduce su produc-
ción respecto al caso de la no fusión. Sin embargo, debido a que se fusionó verticalmente,
la empresa 1 ha obtenido una reducción de costos que, a su vez, le permite ampliar su pro-
ducción relativa en comparación con la que habría producido si no se hubiera fusionado.
Con nuestro ejemplo, es fácil ilustrar el resultado general de que el aumento de la pro-
ducción de la empresa 1 compensa con creces la contracción en la empresa 2, así que la
producción total se incrementa y el precio para 10s consumidores disminuye respecto al
caso de la no fusión. La producción seda ahora de 31.5 unidades y el precio al consumi-
dor sería de $68.50.
I iv) Reevaluación y aplicación. El caso de la fusión GE-HoneyweU
Revisemos brevemente nuestros cálculos para considerar la fusión entre GE y Honeywell
descrita al principio de este capido. En la tabla 17-1 se muestra la utilidad combinada pa-
ra cada grupo de empresas como resultado de que sus competidores decidan o no fusio-
narse. Advierta que el resultado es un juego usual del dilema del prisionero. Ambos pa-
res de empresas corriente arriba y corriente abajo preferirían que no hubiera integración
vertical. Pero la estrategia "integrarse" es una estrategia dominante para cada par. Esto
significa que deberiamos espera que cada Par finalmente llegue a integrarse. Aún más,
puesto que "integrarse" es una estrategia dominante, el momento de la decisión de inte-
gración no tiene efecto en el resultado- Ambos gmpos de empresas decidirán integrarse
verticalmente, ya sea que esta decisión se torne en forma simultánea o secuencial.
Luego, la integración vertical tiene tres efectos. Primero, elimina la ineficiencia de la
doble marginalización. Segundo, Puesto que reduce el Costo para una empresa integrada
MATRIZ
DE RESULTADOS EN EL JUEGO DE FUSIÓN VERTICAL DE COURNOT
/i1
,I TABLA / 1
Capltulo 1 Y Fusiones verticales y de conglomerados
corriente abajo, hace que el mercado corriente abajo sea más competitivo. Tercero, reduce
las presiones de la competencia en las empresas no fusionadas en el mercado corriente
arriba. En nuestro ejemplo los primeros dos efectos dominan al tercero. Como resultado,
incluso si es una sola empresa la que se integra, el precio .final para los consumidores
bajará.
Advierta que cuando una empresa se integra, obtiene una ventaja competitiva sobre
sus competidores no integrados. Como se señaló antes, esto lleva a la empresa integrada
a ampliarse mientras sus competidoras se contraen. Ésta es la ventaja competitiva y sus
consecuencias para las empresas rivales, lo que parece haber guiado a la Comisión Europea
en el juicio contra la fusión GE-Honeywell. El temor es que esta fusión hubiera permitido
que GE-Honeywell agrupara, es decir, integrara sus productos en una forma que pusiera
en desventaja a sus competidores. Ahora el lector debe entender también por qué muchos
economistas se mostraron un tanto sorprendidos por esta decisión. Aunque es seguro que
los competidores no integrados pagarían las consecuencias, los consumidores probable-
mente se beneficiarían. Aún más, como hemos visto, 10s competidores tienen una clara
respuesta estratégica, integrarse ellos mismos. Si lo hicieran, los consumidores gan&an
todavía más.
Para llegar a su decisibn parece que la Comisión Europea se convenció de que la inte-
gración de los competidores de GE-Honeywell no era posible, y que evitar que 10s pro-
ductos de Honeywell llegaran a las empresas las dañaría tanto que se verían obligadas a
salir del mercado, lo que resultaría en un monopolio. Por lo tanto, expresó:
Por su falta de capacidad para contrarrestar la oferta del agrupamiento, . . . los pro-
veedores independientes perderían SU participación en el mercado para provecho de la
entidad fusionada, y sufnnan una inmediata y perjudicial reducción en sus utilidades.
Como es ~robableque la fusión Heve cierre del mercado de las plataformas
de aviaci6n existentes, y posteriormente a la eliminación de la competencia en estas áreas.
Para que este argumento fuera válido se tendría que demostrar que la integración de
los competidores GE y Honeyell no ~610no es posible, sino que nunca lo seria. Aún m&,
incluso si ésa fuera la situación y surgiera un monopolio GE-Honeyweii, se tendría que
demostrar además que el precio de monopolio sería superior al precio que prevalece en
ausencia de cualquier fusión vertical. Para nuestro ejemplo específico, éste no es el caso.
El monopolista integrado vendería 27 unidades a un precio al consumidor final de $73,
que es $3 más bajo que el precio que éste obtiene en el caso de que no ocurra la fusión.
Desde luego, es necesario estar consciente de que no podemos afirmar que nuestro aná-
lisis es definitivo. Sin embargo, la decisión de la Comisión Europea, por lo menos en es-
te caso, parece cuestionable.'
( 1 M FUSIONES DE CONGLOMERADO
El tipo final de fusión que consideraremos es la fusión de conglomerado. Estas fusiones
atrapan bajo un control común a empresas cuyos productos no son sustitutos directos ni
complementarios. El resultado es un grupo de empresas que producen una gama diver-
sificada de productos que tienen POCO O nada en común.
Aunque los conglomerados de empresas nos han acompañado por algún tiempo, la ola
de fusiones que comenzó en Estados Unidos en la década de los sesenta y continuó hasta
principios de la de los ochenta se percibe en general, particularmente en los primeros
años, como el periodo en que se formaron muchos de los conglomerados que vemos hoy
3 Se puede ver un andlisis similar del caso de GE-Honeywell, pero que estd planteado en el marco de produc-
tos diferenciados en ~ a l e b u f(2004).
f
Parte Cinco Relaciones contractuales empresas
día, ~1 asunto que tratamos de dilucidar aquí es si podemos formular una justificación
económica convincente para este hecho. Si no, entonces tal vez debemos pensar en los
conglomerados como un accidente de la historia, que se está corrigiendo gradualmente
la reducción de tamaño de las corporaciones y el enfoque en los "negocios cen-
@desm, que parecen caracterizar el cambio corporativo a medida que avanzamos en el
nuevo rnilenio. Se han señalado diversas razones que apoyan el surgimiento de los con-
glomerados. Las examinaremos una por una.
contramos una forma en que esto puede suceder. Sin embargo, como Teece (1982) y
otros han afirmado, la conglomeración no es estrictamente necesaria. El propietario de la il 1,
máquina ~ u e d emás bien simplemente rentar la capacidad ociosa a los fabricantes de B. ;il
Pero hay un problema con 10s arrendamieiitos. Como el número de productores de B j
h.'
es pequeño, cada uno tendrá algún poder monopóiico para nego«ar los términos del
arrendamiento. Como resultado, el dueño de la máquina puede concluir que los costos 11
l!:,
y riesgos relacionados con las negociaciones entre las partes interesadas son grandes, ya !ll
que cada parte trata de conseguir el mejor trato posible. La conglomeración puede ser un ;o\
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N,, .
4 se puede ver una excelente exposición de 10s costos de transacci6n en Besanko, Dranove, Shanley y Schaefer
(2004).
negocio muy competitivo por la relativa fa- Madison, Barclays Bank ySrnith Barney. Para
cilidad de ingresar al negocio de las latas fines de la década de los ochenta habia ven-
metálicas y como efecto de la competencia dido su negocio de latas y muchos de sus
creciente de otros tipos de envases, por otros negocios para concentrarse en los ser-
ejemplo los de plástico. Como resultado, vicios financieros. En el proceso cambió su
American Can comenzó u n proceso de diver- nombre de American Can a Primerica, u n
sificación en la década de los cincuenta, y verdadero conglomerado . . . por cualquier
para 1980 ya participaba también en la pro- nombre que se le quiera dar.
ducción de papel, impresión, distribución de
Fuente: M . Best, The New Competition: Institutíons ofcorporate Restructurhg, Cambridge, MA: Harvard University
medio para evitar estos costos. Al utilizar la máquina para fabricar tanto A como B den-
tro de la misma empresa, el dueño de la máquina evita todas las molestias de la negocia-
ción. Ya no hay ningún conflicto sobre cómo dividirse las ganancias derivadas del uso de
la máquina, porque todas las ganancias van a la misma persona.
Los problemas de los costos de transacción son particularmente importantes cuando
el activo de referencia es intensivo en conocimiento o información. El conocimiento de
asuntos como las rutinas organizacionales o necesidades especializadas de los clientes se
suelen incorporar en individuos o equipos específicos empleados por la compañía. Es di-
ficil ver contratos para "arrendar" a este personal.
En resumen, el esfuerzo para reducir al mínimo 10s costos de transacción relacionados
con la contratación entre empresas puede explicar en cierta medida la fusión en conglo-
merados. De todas formas, no parece probable que esta motivación sea el principal fac-
tor detrás de tales fusiones. La razón es que estamos hablando de algún activo que es co-
mún a todas las líneas de producción operadas por el conglomerado. Como ya señalarnos
en nuestra exploración de las economías de alcance, estos elementos comunes en los ac-
tivos producidos no parecen ser un rasgo característico de las empresas conglomeradas.
1%4.2 WflmiUBwmisadmimiii3Uo~ii1ffi~mi8
El escepticismo que rodea a las explicaciones basadas en las economías de alcance, aho-
rros en los costos de transacción y otros argumentos de que las fusiones en conglomera-
dos mejoran la eficiencia ha llevado a muchos a posnilar una motivación diferente,
menos benigna. Ésta es que la conglomeración es en beneficio de la administración, h-
cluso si n o es en beneficio de los accionistas. Como la administración es la que manda, es
el interés de los administradores el que domina.
En rndquier de propiedad púbiica razonablemente grande, que en esencia ra-
dica en los accionistas, la propiedad puede estar separada del control, que en esencia radica
Parte Cinco Relaciones contractuales entre ernpwsas
te del pro~ietano,mientras que si nadie posee más de 10 por ciento de las acciones, la
tratan como una empresa que se encuentra bajo control de la administración. ~u~~ con-
cluyen que la evidencia favorece este modelo: "Se encontró que las empresas controladas
Por la administración intervenían en más adquisiciones de conglomerados que las empre-
sas controladas por 10s propietarios. Segundo, independientemente de los medios por los
cuales una empresa logra su diversificación, se encontró que las operaciones de las em-
presas controladas por los administradores estaban más diversificadas que las empresas
controladas por los propietarios" (p. 615).
Una fusión significa la adquisición de una empresa por otra. Como resultado de esa com-
pra, la empresa adquiere u obtiene el capital (edificios, equipo y tierra) y tal vez ciertos
activos intangibles, como buena fama, que antes correspondían a la empresa adquirida.
La Última cuestión generada por una fusión es, {qué permite esta propiedad que hagan
las empresas fusionadas, que no podían hacer antes?
En el caso de una fusión horizontal la posibilidad de un mayor poder de mercado es
claramente parte de la motivación. Pero a menudo vemos fusiones horizontales en que
no es probable tal incremento en poder del mercado. De hecho, la paradoja de la fusión
analizada en el capítulo 16 demuestra que es raro que una fusión dé como resultado au-
mento del poder de mercado. En el caso de una fusión vertical, la investigacibn del po-
der de mercado es todavía más sospechosa. Si la empresa corriente arriba y corriente abajo
tuviera cada una cinco por ciento de SUS mercados respectivos antes de la fusión, parece
que las cosas cambiarían poco si se eliminara la propiedad de esas participaciones del mer-
cado de dos empresas diferentes, a dos divisiones diferentes de la misma empresa.
De modo s i d a r , consideremos el problema de la doble marginalización. Hemos su-
gerido que la fusión es una respuesta a ese problema. Pero no es la única respuesta. Se
pueden redactar diversos contratos entre dos empresas verticalmente relacionadas para
superar el problema de la doble marginalización, y estos contratos se quedan a poca dis-
tancia de integrar estas dos empresas en una. Examinaremos a fondo estos contratos en
el capíniIo siguiente. Aquí queremos entender por qué las empresas se fusionan, en lugar
de utilizar estos contratos. Para expresarlo en otras palabras, {por qué no se fusionan más
empresas? ¿Qué hecho limita el tamaño de una empresa? ¿Qué impide que las empresas
se fusionen en compaí3as más Y más grandes?
Esta cuestión nos lleva de vuelta a algunos de 10s asuntos que plantearnos en el capí-
tulo 4 relacionados con la determinación de 10s límites de una empresa. ¿Cuál es la dife-
rencia entre la organización de la producción de una mercancía mediante muchas compa-
aashdepen&entes, y organizar esa producción mediante muchas unidades de la misma
concebir el asunto de esta forma, se hace evidente el hecho de que este asun-
to es correctamente considerado como algo importante para la teoría de la organización
la teoría de la empresa tampoco ofrecen una respuesta completa. Tomemos, Por ejemplo, la
visión de agencia de la empresa. De acuerdo con este punto de vista, una compañía es
un mecanismo diseñado para generar incentivos adecuados cuando las diversas partes que
intervienen en el proceso de producción tienen información distinta y ~ n v a d a .u n pro-
veedor de, digamos, vidrio, puede contratar con un fabricante de automóviles la entrega
de parabrisas en una cantidad y calidad particulares de acuerdo con un calendario especí-
fico. Es evidente que la calidad real de estos parabrisas está más dá del control comple-
to de la empresa vidriera, pero el fabricde de vidrio sabe si realizó su esfuerzo completo
para surtir la calidad especificada. Pero el fabricante de autos no está tan bien informado.
No puede estar seguro de si un lote de vidrio resultó de baja calidad por mala suerte
o, más bien, por mala fe del proveedor. La teoría de agencia ha generado elementos de
juicio extremadamente útiles sobre los tipos de contrato que se podrían utilizar para su-
perar estos problemas, y ofrecer incentivos adecuados a ambas partes para que cumplan
con sus obligaciones contractuales. Pero no nos dice si estos contratos deben hacerse
entre dos empresas separadas, como en el caso del fabricante de autos y del proveedor de
vidrio de nuestro relato, o si e¡ contrato pudiera simplemente ser el esquema de incenti-
vos que se ofrece a la división de parabrisas de una gigantesca compañía de autos.
Surgen problemas similares con el enfoque de costos de transacción de la empresa. En
este caso la empresa se visualiza como un mecanismo para minimizar los costos de nego-
ciar, interpretar, hacer cumplir y renegociar contratos. Sin embargo, el mecanismo preci-
so por el cual se logra esta reducción de costos no suele expresarse en forma explícita. No
hay razón, a prior;, para suponer que el regateo es menos un problema entre dos divisio-
nes de una empresa, que entre dos empresas.
En pocas palabras, el asunto de las fusiones corporativas revela una debilidad en la teo-
ha económica relacionada con los Límites o fronteras de las actividades de una compañía.
¿Por qué es que observamos que General Motors se surte internamente de carrocerías en
lugar de comprarlas a un proveedor independiente? ¿En qué sentido difiere esto de un es-
tado de cosas en que estas divisiones son independientes?
Una respuesta la ofrece el trabajo de Hart (1995), que se centra en la cuestión de la
propiedad. Una fusión cambia la propiedad de los activos, y la propiedad concede el con-
trol. El fabricante de autos que posee su propia unidad de suministro de parabrisas está
en posición de resolver por sí mismo cualquier conflicto entre su línea de montaje y la
unidad de parabrisas. Como señalamos, esto necesariamente no minimiza el costo del re-
gateo. Sin embargo, puede permitir i~versionesque incrementen la eficiencia. Supongamos,
verbigracia, que hay una maquinka específica que se puede usar para producir a bajo costo
parabrisas de una calidad y estilo que son únicos del fabricante en cuestión. Una empre-
sa vidriera independiente podría no invertir en este equipo, porque amarra al fabricante
de vidrio demasiado cerca de esa empresa de autos en particular. Si hiciera la inversión,
su poder de negociación sería débil en casos de conflicto con el fabricante, porque no tiene
otro comprador para el Único producto que esta maquinaria permite hacer. Desde la pers-
pectiva del fabricante de vidrio, es menos riesgoso usar equipo más general que permita
fabricar productos de vidrio también para otras empresas. Esto es cierto aunque el uso de
estos procesos genéricos requiere que la €Xnpresa incurra en un costo extra para moldear
el parabrisas a las dimensiones específicas deseadas por el fabricante de autos.
Una fusión o adquisición de la compafiía de vidrio por el fabricante de autos ofrece
una salida. Al operar la producción de parabrisas como una unidad dentro de su propia
compañia, el fabricante de autos elimina este posible conflicto. Ahora puede comprar la
maquinaria especializada y puede fabricar los parabrisas a un costo bajo porque ya no
hay ninguna ficción sobre la manera en que se dividirán las ganancias de esta
inversión. Todas van al único propietario comí~nde los activos.
En otras palabras, la propiedad común es deseable, ya sea que haya complementarie-
dades o sinergias entre diferentes activos. Como resultado, debemos esperar que las em-
Presas se combinen siempre que estas colnplementariedades estén presentes, y que se se-
Ca~ftulo17 Fusiones ve~ticalesy de conglomerados
Hemos analizado dos amplios tipos de fusiones en este capítulo: verticdes y de conglo-
merado. Una fusión vertical se refiere a la unión de compañías que operan en diferentes
escenaríos de producción en la misma línea de productos. Una fusión de conglomerado
ocurre cuando se unen dos empresas que tienen poco o ningún mercado o producto co-
munes.
Las fusiones verticales generan temas complicados. Por una parte, pueden beneficiar a
las empresas y consumidores al eliminar la práctica de la doble marginalización. Por otra,
pueden constituir un medio para excluir a sus competidores de los mercados corriente
arriba o corriente abajo y facilitar la discriminación en precios. No hay una forma sencilla
de determinar cuál de estas fuerzas probablemente sea la más fuerte. Sin embargo, hay
por lo menos alguna razón para creer que el efecto negativo de la posible exclusión vertical
en sí misma establece una fuerza equilibradora. Es probable que las compañías que resd-
tan perjudicadas por la exclusión reaccionen tratando de buscar una integración vertical
por sí mismas. Si lo hacen, esto endurecerá la competencia en los mercados del producto
final, lo que hará que las fusiones verticales favorezcan la competencia. Desde un punto
de vista más general, es más probable que los problemas que pudieran surgir con las fu-
siones verticales constituyan una preocupación relativamente menor si el mercado co-
rriente arriba sigue siendo un poco competitivo después de la fusión.
Es probable que las fusiones en conglomerados provoquen problemas menos graves
desde una perspectiva antimonopolios. Sin embargo, por esta misma razón es dificil ver
cuál es la motivación para que se produzcan dichas fusiones. Pueden reflejar un intento
de minimizar el riesgo, ya sea para los accionistas o los administradores. Sin embargo, al
parecer puede haber otros medios para lograr estos mismos fines.
c) Suponga ahora que estas dos empresas se fusionan para formar NPR ~nternational.
Formule la función de utilidades de NPR, dado que fija un precio p, para los artícu-
los. Luego calcule el precio que maximiza las ualidades de los artículos después de la
fusión, las ventas de &tos y las utilidades de NPR
d) Conhme que esta fusión ha incrementado las utilidades conjuntas de ambas compa-
ñías, al mismo tiempo que reduce el precio que se cobraba a los consumidores. {En
cuánto ha aumentado el excedente del consumidor en el mercado de los artículos co-
mo efecto de la fusión?
e ) En el supuesto de que ambas empresas esperan durar para siempre y que el fac-
tor de descuento R es 0.9. ¿Cuál es la mayor cantidad que PepRich estaría dispues-
ta a pagar a los dueños de Norman International para adquirir esta última empre-
sa? ¿Cuál es la menor suma que los dueños de Norman International estarían dis-
puestos a aceptar? (Pista:Calcule el valor presente de la corriente de utilidades de
las dos compañías antes y después de la fusión, y observe que ninguna de las em-
presas querrá quedar peor con la adquisición que sin ella.)
2. Suponga ahora que PepRich tiene la oportunidad de vender articulos en un mercado
de ultramar, controlado por una monopolista, FC Hu, Inc., que tiene los mismos cos-
tos de operación en la manufactura de artículos que Norman International. PepRich
sabe que tendrá que pagar costos de transporte de $2 por artefacto para surtir al mer-
cado de ultramar. La demanda inversa de artículos en este mercado es P = 40 - qJ2.
a) Repita sus cálculos para el problema 1.
b) Las autoridades en el mercado extranjero están pensando en emprender una acción
contra el dumping acusando a PepRich de inundar su mercado con artefactos.
Calculan que con eilo inducirán a PepRich a ofrecerse a comprar FC HU. Supon-
gamos que PepRich tiene acceso a fondos h i t a d o s , de manera que sólo puede ad-
quirir una de las dos compañías, Norman International o FC Hu.
{Son correctos los cálculos de las autoridades extranjeras? (Pista:Compare las can-
tidades máximas que PepRich estaría dispuesta a pagar por Norman International
y por FC Hu.)
3. Regrese a las condiciones del problema 1, de modo que PepRich vende insumos sólo
a Norman ~nternational.Pero ahora suponga que la fabricación de cada articulo re-
quiere exactamente un artefacto y un aparatito. Los aparatitos son fabricados por Zab- ,
1
,.
il
Cor, otra monopolista, cuyos costos variables son de $2.50 por aparatito. j
l
a) Suponga que las tres empresas actúan en forma independiente para maximizar sus
utilidades. Calcule los precios resultantes de artefactos, aparatitos y articulos, y las
utilidades de las tres empresas.
b) Suponga una duración infinita para las tres compañías y un factor de descuento R =
0.9. pepRich y ZabCor estudian, cada una por su cuenta, la adquisición de Norman
International. ¿Cuál de las dos empresas ganaría la licitación para comprar Normm
International? ¿Cuál será el efecto de la adquisición sobre el excedente del consumi-
dor en el mercado de articulos?
4. Como alternativa a la compra de Norman International, los propietarios de PepRich
y ZabCor piensan fusionarse para establecer PRZ, que controlará la fabricación tanto
de los artefactos como de los aparatitos.
a) Calcule el efecto de esta hisión sobre: 1 ) los precios de los artefactos, los aparatitos
y los articulos, 2 ) las utilidades de estos negocios, y 3) el excedente del consumi-
dor en el mercado de articulos.
b) ¿Cuál será la fusión preferida
Capitulo 17 ' Fusiones verticales y de conglomerados
Para preparar sus bebidas ambas compañías necesitan un jarabe que les es suministra-
do por dos empresas competidoras, NorSyr y BenRup. Estos negocios incurren en
costos de $5 por unidad en la preparación del jarabe. Tanto GinW como Sipep pue-
den usar el jarabe de cualquiera de los proveedores.
a) Confirme que la competencia entre NorSyr y BenRup conduce a que el jarabe ten-
ga un precio de $5 por unidad.
b) ¿Cuáles son los precios resultantes de equilibrio para GinW y Sipep, y cuáles son
sus utilidades?
c) Suponga ahora que GinW y NorSyr se fusionan y que al hacerlo NorSyr ya no com-
pite por el negocio de Sipep.
1) ¿Cuál será el precio que BenRup cobrará ahora a Sipep por e] jarabe?
2) ¿Cuálesson las utilidades resultantes para las tres empresas después de la fusión?
3) iBenRup y Sipep también tienen incentivos para fusionarse?
nario de festividades navideñas con que abrimos el capítulo, entonces es probable que
usted encuentre que un auto nuevo tiene una etiqueta que indique el precio de venta
minorista sugerido por el fabricante. Éste es el precio al que el fabricante le ha "sugeri-
do" al distribuidor que se lo venda a usted. Es un precio requerido, no obligatorio, pero
sí sirve como punto de referencia para la asignación de precios del distribuidor, por lo que
probablemente limita la conducta del distribuidor en alguna forma. Desde un punto de
vista más amplio, indica la naturaleza general de las restricciones verticales verdadera-
mente obligatorias al precio. Si sustituimos la palabra "sugerido" por la palabra "reque-
rido", tendríamos lo que se llama mantenimiento de precios de reventa (RPM, por sus
siglas en inglés). Por la gran atención que tradicionalmente se ha puesto a los acuerdos
verticales de precios, éstos son el tema central de este capítulo.
Otros aspectos de los acuerdos contractuales entre fabricantes y minoristas pueden res-
tringir las opciones, como a quién le puede vender el fabricante, o a quién le puede com-
prar el minorista, o establecer el nivel de servicios promocionales y de apoyo que se espera
que cada parte provea, etc. Esto se conoce como restricciones verticales, no de precios, y
será el tema del siguiente capítulo.
1 Dr. Miles Medical Co. v. John D. Parkand Sons, Co., 220 U.S. 373 (1911).
2 United States v. Colgate & Co., 250 U.S. 300 (191 9).
como una historia legal variable. Pero como el periódico al precio m6s bajo. Después
una forma de resolver el problema de la contrató un segundo servicio de entrega
doble marginalización, el lector debe recono- para que "invadiera" el territorio de Albrecht
cer que los fabricantes prefieren tales contra- y entregara el periódico al precio más bajo.
l
tos porque les permiten asegurarse que el La respuesta de Albrecht fue tipicamente
I distribuidor corriente abajo no f i j e un precio estadounidense. Demandó en tribunales a
1 demasiado alto para e l producto. En resu- The Herald Co. acusándola de tratar de fijar
men, un fabricante que confia en un acuerdo precios que violaban la ley ~herman.
Cste fije un precio por debajo del que encon- zos de The Herald Co. significaban fijación
traria óptimo en otras condiciones. de precios y eran, por consiguiente, ilegales
Como ejemplo, consideremos e l impor- per se. Sin embargo, el 4 de noviembre de
tante caso legal de Albrecht v. The Herald Co., 1997 el mismo tribunal invalidó este criterio
resuelto en 1968. The Herald Co. era una en el juicio de State Oil Co. v. Khan. Estejuicio
empresa editora de periódicos que publicaba, se refería a un conflicto entre una compañía
entre otros, e l Clobe Democrat, de St. Louis. A gasolinera y un distribuidor de gasolinas,
su vez, la compañía contaba con varios servi- Barkat Khan. State Oil Co. había requerido
cios de entrega que llevaban el periódico que todos sus distribuidores que tuvieran un
matutino a 10s suscriptores. Cada servicio de margen de mís de 3.25 centavos por galán
entrega tenia un territorio exclusivo, del cual redujeran el exceso de margen hasta el nivel
se excluía a otros servicios. En el periódico establecido por la compañía. En forma muy
mismo, The Herald Co. imprimia el precio parecida a la de Albrecht, Khan, que opera-
sugerido de venta minorista del Clobe De- ba una estación Unocal, entabló una deman-
mocrat. da. En una sentencia histórica y unánime, la
1 k! 1 Albrecht era uno de los servicios de entre- Suprema Corte Sostuvo que los acuerdos de
ga contratados por elperiódico, que servía a RPM que se refedan a un Ilmite superior en los
MII1 linnc 1 200 clientes. En 1961 ~ l b r e c hcomen-
t precios minoristas, como el
>brar a sus clientes un precio por el Albrechty Khan, Ya no eran ilegales en sí, pero
5", "--,.--.
1
.,O.".&, - ~
presión enorme sobre las empresas que participaban en acuerdos de RPM. En 1975, tras
la importante inflación inducida por la cuadruplicación del precio del petróleo crudo
inducida por la OPEPC, se derogaron ambas leyes, Miller-Tydings y McGuire. Esto res-
tableció la presunta ilegalidad de los acuerdos de RPM, pero no canceló la capacidad de
los fabricantes para deshacerse de los distribuidores de descuento establecida por la sen-
tencia de Colgate.
De hecho, dos juicios posteriores han ampliado la capacidad de los fabricantes para
imponer resuicciones en el precio minonsra. En el caso de Shavp Elec~onicr'la Suprema
Corte amplió la excepción de Colgate al permitir que el fabricante cancelara sus opera-
ciones con un distribuidor de descuento, sin inferir que dicha cancelación fuera ilegal,
incluso si ésta llegaba como resultado de las quejas de otros distribuidores. Entonces, en
el caso de 1997 de State Oil v. Khan, la Corte dejó de considerar ilegal per se cualquier
acuerdo de RPM que estableciera un precio máximo, es decir, un techo en los precios.
En resumen, a pesar de la sentencia inicial de 1911, los fabricantes tienen ahora mucha
libertad para aplicar acuerdos de RPM que establecen precios máximos o mínimos.
Queremos entender los incentivos de fabricantes y minoristas para limitar el precio, y
el efecto de estas restricciones sobre el bienestar del consumidor. Desde esta perspectiva el
antecedente histórico también nos puede servir. Vale la pena considerar que la mayor
parte del apoyo político para leyes como las Miller-Tydings y McGuire no proceden de
los fabricantes corriente arriba, sino más bien de los minoristas corriente abajo. Los gru-
pos de cabildeo minoristas dirigieron constantemente la lucha para legalizar y hacer cum-
plir los acuerdos de RPM tanto a nivel federal como estatal. Además, como lo prueban
Overstreet (1983) y Steiner (1985), la gran mayona de juicios por RPM ha sido de casos
en que el motivo del litigio era el establecimiento de un precio mínimo de venta a l menu-
deo, no un precio máximo. Evidencias similares para el Reino Unido han sido presentadas
por Pickering (1966). Este historial establece otro requerimiento para nuestro análisis.
Cualquier explicación teórica de 10s acuerdos de RPM debe ser congruente con esta
evidencia.
Una razón por la que un fabricante puede desear Limitar la discrecionalidad en la asigna-
ción de precios de un minorista corriente abajo es para remediar el problema de la doble
marginahzación. Revisemos ahora este argumento. Para este propósito supongamos el
caso simple de un monopolio fabricante que vende a un solo mbionsta o monopolio
minorista. El fabricante produce el bien a un costo unitario constante de c, y lo vende
al minorista al precio al mayoreo v. El minorista luego revende el producto a los consu-
midores a un precio P. Para simplificar la presentación supondremos que el minorista no
tiene costo de ventas. La demanda del consumidor por este bien está descrita por la fun-
ción de demanda lineal P = A - BQ Por 10 tanto, el ingreso marginal en el mercado
corriente abajo es MR = A - 2BQ Al igualar el ingreso marginal con el costo rnar+al comen-
te abajo se obtiene la producción Óptima corriente abajo, QD ,(A - r)/2B. Sustiniir esto
en la función de demanda significa que el precio Óptimo corriente abajo asociado o mino-
Qu=(A - c)/4B y
r U = (A + c)/2
Como sabemos, una empresa integrada que resulte de la fusión de las compdas corrien-
te arriba y corriente abajo obtendrá mayores utilidades y establecerá un precio más bajo
de venta minorista, porque la fusión elimina la doble marginalización inherente al análi-
sis anterior. Tal fusión transforma las dos empresas en un monopolio simple, cuya meta
es maximizar las utilidades totales de la manufactura y la venta minorista. El precio h a l
a los consumidores en condiciones de integración es p' = ( A + c)/2, en el cual la pro-
ducción es Q1= ( A- c)/2B.
Por ejemplo, si la demanda final está dada (en forma inversa) por P = 100 - 2 Q enton-
ces el ingreso marginal del monopolio de ventas minorista es MRD = 100 - 4Q. La maxi-
mización de utilidades al nivel minorista requiere que esto se iguale para cualquier precio
al mayoreo, r, que establezca el fabricante. A su vez, esto requiere que la curva de deman-
da del fabricante sea r = 100 - 4 Q Por lo tanto, su curva de ingreso marginal es MRU=
100 - 8Q. Así, si el fabricante incurre en un costo constante de producción de $12 por
unidad, producirá 11 unidades. Éstas se venderán al minorista a un precio al mayoreo de
r = $56. Los bienes se venderán luego a un precio minorista de $78. La utilidad total del
fabricante es de $242 para el minorista y de $484 para el fabricante. En contraste, una
empresa integrada con la misma curva específica de demanda establecerá el precio mino-
rista en pl = $56, al cual venderá 22 unidades. Obtendrá una utilidad total de $968, que
evidentemente excede la utilidad combinada total de las empresas separadas de manufac-
tura y venta minorista ($968 > $242 + $484). El excedente del consumidor también
aumenta en una integracibn, ya que los consumidores ahora compran más producto a un
precio más bajo.
Este simple ejemplo sugiere que hay ganancias si se logra que el fabricante limite la
decisión de precios minorista. Para ser específicos el fabricante puede imponer un acuer-
do de precios minorista que requiera que el minorista nunca fije un precio superíor a $56.
Con esta restricción, e1 fabricante venderá a un precio al mayoreo también igual a $56.
~1 minorista entonces tendría que fijar también ese precio. Por 10s términos del contra-
to, el minorista no puede establecer un precio más alto y no tendrá interés en establecer
uno bajo. En resumen, al imponer un precio máximo al cual el minorista puede ven-
der, el fabricante puede lograr un resultado en que el precio total minorista sea un recio
que rnaumiza la utilidad combinada total y que, todavía más, transfiera toda esa utilidad
al fabricante mismo.
costo es el precio al mayoreo que paga por cada uno de ellos. ~ i ~ e r -incurre
el en costos de
producción de $40 por trenecito.
a) ¿Cuál es el precio al mayoreo que Tiger-el debe cobrar por sus trenecitos? ¿A qué precio
minorista se venderán? ¿Cuántos se venderán?
b) ¿A cuánto ascenderán las utilidades de la tienda de juguetes y del minorista, de acuerdo
con las asignaciones de precios que se encontró en el inciso a?
c) ¿Cómo cambiarfa la cantidad de trenecitos vendidos y el precio minorista si Tiger-el los
vendiera al costo a The Great Toy Store, pero también recibiera regallas de venta por
66.67 por ciento en cada unidad que se vendiera? ¿Cómo cambiarán sus cálculos de uti-
lidades en el inciso b?
Hemos demostrado que una motivación para que el fabricante restrinja la asignación
de precio del minorista es el problema de la doble marginaiización. En estas condiciones
un acuerdo de RPM actúa como un techo sobre el precio que pagan los consumidores.
Como ilustran los juicios de Albrecht y Khan (véase Verificación de la realidad: Noticias
del ayer), este motivo es evidentemente una de las fuerzas que impulsan a las empresas a
buscar estas restricciones. Sin embargo, la doble marginaiización no puede ser la única
explicación de las restricciones verticales al precio. El asunto en la doble marginaiización
es que, en ausencia de un acuerdo de RPM, el precio minorista será demasiado alto. A
pesar de lo anterior, como ya se señaló, gran parte del apoyo para las restricciones verti-
cales al precio refleja la visión de que sin ellos los precios minoristas serían demasiado
De nueva cuenta, usando 10s valores numéricos de nuestro ejemplo anterior, en el que
la curva de demanda inversa del mercado estaba dada por P= 100 - 2 e y = $12, encon-
CapltuOo 18 Restricciones verticales al precio 459
tramos que la utilidad del minorista será de $968 - T.Ahora queda claro el papel de la
cuota fija T.Esta cuota es la que permite que el fabricante reclame un poco de la utilidad
total generada por su producto. Se supone que el fabricante determinaría que Tno fuera
menor que $484, puesto que ésta es la cantidad que puede ganar sin el acuerdo. Con base
en la misma lógica, T n o podría ser mayor que $726, puesto que los valores por arriba
de esta cantidad dejarían al minorista con menos de los $242 que podría ganar si no exis-
tiera el acuerdo. Conforme a ello, esperaríamos que Testuviera en alguna cantidad entre
$484 y $726, lo que depende del resultado de las negociaciones entre ambas partes.
Cualquiera que sea el valor que se elija para el punto es que este arreglo vertical un
poco más complicado resuelve de nueva cuenta el problema de la doble marginalización,
sin tener que recurrir a un acuerdo de RPM.
Nos apresuramos a agregar que el acuerdo de asignacien de precios en dos partes que
acabamos de describir no es sólo una curiosidad teórica. Este es precisamente el acuerdo
especificado en muchos contratos de fianquicias. La fkanquicia es una relación vertical
según la cual la companía corriente arriba concede a una empresa corriente abajo, o fian-
queada, el derecho exclusivo de comercializar y vender su producto. Los contratos de
franquicia suelen requerir que el franqueado pague de inmediato una suma global al Can-
queador por el derecho de vender su producto. En nuestra exposición T corresponde a
esta cuota de fianq~icia.~
En resumen, la doble marginalización puede ser un problema real que reduce la utilidad
tanto al nivel de manufactura como al de venta minorista, cuando ambos segmentos
poseen poder de mercado. Los acuerdos de RPM que establecen un techo en el precio
de venta minorista pueden resolver este asunto. Pero hay tres razones por las cuales el
problema de la doble rnarginalización no puede ser la Única explicación de que observe-
mos estos acuerdos, Primero, muchos contratos de RPM son motivados por el deseo de
establecer un piso y no un techo al precio minorista. Segundo, el problema de la doble
margin&zación no surge cuando alguno de los segmentos es competitivo. Por úItimo,
incluso cuando la doble marginalización es una preocupación legítima, las empresas pue-
den usar y usan acuerdos alternos para remediar este problema. Ahora consideraremos
otras posibles explicaciones para el uso de 10s acuerdos de RPM.
--
en el segmento competitivo y, en virtud del techo de precios del RPM también venderá en
$56 en el segmento monopolizado. En el segundo caso el minorista le agregará al precio
al mayoreo un margen para venderlo al menudeo de $56. Éste será también el precio en
el mercado competitivo gracias al piso de precios de RPM. En cualquier caso el fabrican-
te tratará de extraer algo o toda la utilidad corriente abajo mediante una cuota de fian-
Desde luego, hay muchas razones por las que el minorista puede tener éxito al discri-
minar en precios. Por lo tanto, aunque el relazo de los dos mercados que mencionamos
es algo artificioso, de cualquier manera sirve como ilustración de un principio general.
Cualquiera que sea la fuente de la capacidad de un minorista para discriminar en precios,
esta discriminación dificulta al fabricante corriente arriba establecer un contrato de ventas
al mayoreo que maxímice las utilidades totales de manufactura y de ventas minorista, a
menos que ese acuerdo incluya una cláusula de RPM. Sin un acuerdo de esta naturaleza,
habrá una tendencia a que el precio minorista sea demasiado bajo para los consumidores
con una demanda más elástica, y demasiado alto para aquellos cuya demanda es menos
Ya mencionamos el juicio State Oil v. I ' a n , en que la Suprema Corte eliminó la pre-
sunción per se en contra de los acuerdos de RPM que especifican un precio máximo. En
este caso State Oil Co. había impuesto un precio máximo minorista a sus distribuidores,
uno de los cuales, Barkat Khan, trató de exceder ese precio. Sin embargo, la estrategia
real de asignación de precios de Khan era más compleja. Él quería incrementar el precio
a sus compradores de combustible de primera, pero quería reducir el precio a los consu-
midores de combustible normal. Es decir, Khan quería discriminar en precios. Así, el
acuerdo de RPM posteriormente legalizado por la Suprema Corte parece haber sido
motivado en parte por la necesidad de State Oil de evitar esta discriminación en precios.
A su vez, esto sugiere que este motivo puede ser importante para promover con mayor
generalidad los contratos de RPM.
La demanda está dada por P = A - a/sN Esto significa que conforme aumenta el nivel de seficios de
S, a S,, la curva de demanda gira hacia arriba. Al nivel de servicio S,, el costo marginal = + +(S,), Si
el precio iguala el costo marginal, la demanda total es [ A - ( C + $(s,))]Ns,, y el excedente
es igual a las áreas C + D. Al nivel de servicio S,, el costo marginal = c + +(S,).Si el precio es igual al
costo marginal, entonces, en este caso, la producción total será { A- [c + +(s,)])Ns,, y el exceden-
te social serán las áreas D + E.
lidades que se deriva de un mejor servicio fluye, por 10 menos en parte, al fabricante, el
costo de proveer los servicios recae totalmente en el minorista. De acuerdo con ello, se
reduce el incentivo del minorista para ofiecer tales servicios. Las restricciones verticales,
como un acuerdo para mantener un precio de reventa, pueden ser una forma de vencer
esta dificultad, por lo menos parcialmente.
Para maximizar la utilidad la empresa debe elegir tanto el precio correcto p como el
nivel de servicios correcto s. Por ende, tomamos la derivada de la función de utilidad res-
pecto de cada una de estas variables y la fijamos igual a cero, lo que da como resultado
9= [ A+ c + +(s)]/2. (18.9)
Aquí, d es el precio óptimo de la empresa condicionado a un nivel dado de servicios
s. La ecuación (18.9)significa que, como siempre, la empresa monopolista integrada fija-
rá el precio de obtener una unidad del bien junto con un nivel dado de servicios, de
modo que exceda el costo marginal de ofrecer el bien y el servicio asociado c + + ( S ) . Esto
se muestra en la figura 18.2.
FIGURA
18-2
cay>ihl~
18 . Restricciones verticales al precio
Una comparación de las ecuaciones (18.6) y (18.10) revela que son las mismas.
Aunque el monopolio integrado establece un precio demasiado alto, el nivel de servicio
S' que prefiere es el mismo que el socialmente óptimo .'S Al h a l , este resultado específico
refleja las relaciones particulares de demanda y costo que supusimos y no es totalmente
general. De todos modos, es útii porque revela el hecho de que el interés de] fabricante en
que se proporcionen servicios al menudeo con frecuencia también favorece el interés
público. Como veremos dentro de poco, ésta es la razón por la que las restricciones ver-
ticales pueden desempeñar un papel de mejoramiento del bienestar.
Como en el caso de la empresa integrada, el minorista debe elegir las dos variables
estratégicas, precio, p, y el nivel de servicios, s. De hecho, el minorista tiene en este caso
exactamente el mismo problema de maxirnización de utilidades que la empresa integrada
de la exposición anterior, sólo que el minorista enfrenta un costo marsinal r que puede
diferir del costo real de producción, c, lo que depende de la decisión de asignación de
precios de la empresa corriente arriba. Así, podemos uabajar las opciones del monopolio
minorista simplemente sustituyendo c con Y en las ecuaciones (18.9) y (18.10). Esto da
como resultado las opciones y fl que satisfacen
De nueva cuenta, nuestro análisis demuestra cómo la f d a en coordinar las acciones del
fabricante y el minorista conduce a un resultado menos que deseable, tanto para las com-
pañías como para los consumidores. Es claro que el fabricante no quedará contento con
esta situación. Desde su perspectiva, la empresa minorista está cobrando demasiado por el
producto y ofreciendo muy pocos servicios al menudeo. Ambos hechos reducen la demanda
del consumidor final y, por extensión, la capacidad del fabricante para obtener utilidades.
Una plena armonización de las operaciones corriente arriba y corriente abajo dará como
resultado precios más bajos y mejores servicios, 10 que incrementan'a las uddades conjuntas
de ambas empresas y haría que 10s consumidores quedaran en mejor condición. En ausen-
cia de una integración vertical, iqué se puede hacer para mejorar las cosas?
Como sucede con el problema de la doble marginalización, estudiaremos dos posibles
soluciones. La primera es un acuerdo de RPM. La segunda es una estrategia de asignación
de precios en dos partes compuesta por una cuota de franquicia, S,y un precio constante
al mayoreo, r, cobrado al monopolio minorista.
En general, el mantenimiento del precio de reventa no resolverá el problema del fabi-
cante corriente arriba. Es verdad que con un acuerdo de RPM el fabricante requeirá que
el minorista venda el producto al precio P*,con 10 que se resuelve el problema de la doble
marginalización. Sin embargo, puesto que no hay cuota de franquicia, el fabricante
obtendrá una utilidad sólo si cobra un precio al mayoreo, r, al minorista que sea mayor
que su costo marginal, c. Ad, para referirnos a nuestro ejemplo anterior, el acuerdo RPM
podría especificar que el precio minorista fwra de $8, exactamente el precio que esco-
gería una empresa integrada. Pero con el fin de ganar algo, el fabricante debe elegir un
precio al mayoreo r > c, es decir, por arriba del precio al mayoreo de $5 asignado en el
esquema de dos partes. Con el precio mborista establecido en $8, esto significa que
el minorista tiene ahora un margen de precio más pequeño sobre el costo al mayoreo que en
la situación anterior. Como el contrato todavía deja al minorista en Libertad de ele& el
nivel de servicios, S, la empresa corriente abajo reaccionará a este apretón de utilidades
recortando su oferta de servicios por debajo de i.Desde luego, esto es precisamente lo
que el fabricante quiere evitar.
iQué pasa si el fabricante adopta un mecanismo de asignación de precios en dos par-
tes? Para comenzar sabemos que el fabricante establecerá r igual al costo marginal de pro-
ducción, o sea r = c. Sólo cuando r es igual a c el precio final minorista y el nivel de
P Q.
~ W ~ 18 Restricciones verticales al precio
servicios del mhorista pueden ser exactamente iguales que aquellos elegidos por la
empresa integrada. De acuerdo con ello, para que el fabricante induzca al minorista a
seguir la estrategia preferida por éste, es absolutamente esencial que el fabricante fije un
precio al mayoreo igual a c.
E d e n t a d o con un precio al mayoreo de r = c, el minorista se halla exactamente en la
n-~hmaposición en que estaba antes nuestra empresa integrada. Por lo tanto, el minorista
tiene opciones idénticas respecto del precio a los consumidores, p I y el nivel de servicio
: La utiiidad del minorista, nR,antes de cubrir alguna cuota de franquicia, T, será, en
S
consecuencia,
-
dades de la empresa integrada, el fabricante puede reclamar toda esa
misma. Por ejemplo, en nuestro ejemplo anterior en que c $5 y la demanda está des-
para sí
supone, de nueva cuenta, que el mercado corriente abajo al menudeo está monopoliza-
do. Corno veremos más adelante, la situación cambia mucho si hay competencia en la
venta minorista.
marginal. En otras palabras, el precio a los consumidores hales tendrá que ser p = r + $(S).
Segundo, esa misma presión competitiva obligará a cada minorista a ofrecer a ese precio
el nivel de servicios preferido por los consumidores. Cualquier minorista que ofrezca un
nivel más bajo de servicios perderá rápidamente a todos sus clientes. De acuerdo con ello,
la presión competitiva llevará a todos y cada uno de los minoristas a ofrecer el mismo pre-
cio minorista y el mismo paquete de servicios. El precio competitivo minorista será pC =
r + +(sC) y el nivel competitivo de servicbs sCserá ese nivel que maximiza el excedente del
consumidor dado el precio pC. Como mostramos en nuestra derivación del nivel de servicios
óptimo descrito en la ecuación (18.8), el excedente del consumidor cuando el
precio es exacta-mente igual a su costo marginal red, es decir, cuando p = c + +(S), es exac-
tamente { A - [c + +(~)]]~(Ns)/2. Se deduce que el excedente del consumidor cuando el
precio satisface ahora p = r + +(S), es entonces exactamente ( A - [r + +(~)])~(Ns)/2. La
rna&zación de esto respecto de s nos ofrece el nivel de servicios en condiciones de venta
minorista competitiva, sC:
La comparación del valor fi que satisface la ecuación (18.15) con el resultado preferi-
do por la sociedad y el fabricante [S' en la ecuación (18.5) o r' en (18.l o ) ] revela que el
equilibrio competitivo de nuevo proporcionará un nivel de servicios demasiado bajo
mientras el precio al mayoreo r exceda el costo de producción c. Puesto que el fabrican-
te sólo obtiene utilidades si r 7 c, tendremos de nueva cuenta el problema de que, desde
el punto de vista del fabricante, el sector de la venta minorista, ahora organizado en forma
competitiva, proveerá un nivel de servicios demasiado bajo a los consumidores. Como
siempre, la fuente del problema es que la utilidad generada por los mayores flujos de ser-
vicios va hacia el fabricante corriente arriba. Como resultado, cada minorista competitivo
se enfoca sólo en el costo de 10s servicios, y pasa por alto la utilidad extra que éstos aca-
rrean para el fabricante corriente arriba.
$ay una solución a este problema de suministro subóptimo de servicios en el caso de
un sector competitivo de venta minorista? Si 10 hay, no será por medio de la estrategia
de cuota en dos partes que funcionó antes. La razón para esto es simple. La competencia
entre los minoristas impulsa el margen precio-costo a cero. En consecuencia, no hay mar-
gen de utilidades en el sector minorista del cual el fabricante pueda extraer la cuota global
T. ~a única forma en que el fabricante puede obtener alguna utilidad es establecer r > c.
Sin embargo, a menos que dé algunos pasos adicionales, esto aumentará el costo de la
venra minorista, y con ello creará un incentivo para reducir todavía más los servicios.
La solución es imponer un acuerdo de RPM cuidadosamente diseñado, trabajando
hacia atrás a partir de los resultados deseados. El fabricante quiere un precio minorista
igual al precio integrado de p'. Por 10 tanto, debe imponer un acuerdo de RPM que esti-
pule p1 d nivel de la venta minorista. El fabricante también desea un nivel de servicios igual
a] nivel integrado de S'. Dado que el precio de servicios al menudeo es p$ esto requiere
cio minorista de $8 y la venta a un precio al mayoreo de $7. Esto dará a los minoristas un
ingreso exactamente $1 por arriba del costo, con el cual los minoristas competirán tratan-
do de proporcionar el nivel óptimo de servicios de sr = 1.
C;8gfml~18 Restricciones verticales al precio
1 a , I ,
En enero de 1995 llegaron a su fin casi 100 La evidencia de Alem
áños,de mantenimiento del precio de reven- conflicto ha surgido
ta en la industria británica de libros. Eso recientes, sugiere que la asociación bien puede
sucedió cuando la editorial Hodder Headline tener razón en lo que dice. Con el manteni-
lnternational (HHI) se retiró del Net Book miento del precio de reventa, Alemania publica
Agreement [acuerdo de editoriales]. Con- regularmente entre dos y tres veces más
forme a ese acuerdo, establecido por prime- libros per cápita al año que Estados Unidos.
,
ra vez en 1899, las editoriales británicas Los minoristas y algunos grupos de consu-
acordaron establecer un precio fijo para sus midores arguyen que esto se debe a que el
libros, y prohibir a las librerias reducir ese mantenimiento de los precios de reventa
precio mediante baratas o descuentos durante estimula a los detallistas alemanes a satisfa-
un mlnimo de seis meses. El precio impreso cer los gustos individuales de un público diver-
en el forro o portada del libro era siempre la sificado. Sea válido o no este argumento,
cantidad que se pagaba en la caja. Varios un simple vistazo a los resultados financieros
años antes, Reed Internation3l fue la prime- pone en evidencia por qué las editoriales
ra editorial grande que se retiró del acuerdo y británicas creyeron que ya no podlan pasar
permitió que las librerlas vendieran sus libros por alto la ventaja de vender por medio de
con descuento. Pero fue el retiro de HHI, a tiendas de descuento. En Estados Unidos las
lo que se opuso vigorosamente la Publishers ventas de libros suman $50 000 millones cada
Association, un grupo industrial, lo que señaló año, más que cualquier otra clase de diver-
el colapso del sistema. En septiembre de 1995 sión. Aún más, en el momento de la decisión
otras tres grandes editoriales, Random de HHI, las ventas de libros en Estados
House, Harper Collins y Penguin, anuncia- Unidos estaban creciendo a una tasa anual
ron su retiro del acuerdo. El minorista W. H. de siete por ciento, mientras que el mercado
Smith, que vende 20 por ciento de los libros británico de libros estaba estancado. Dillons,
de Gran Bretaña, también se separó del una gran cadena británica, quebró. Para las
acuerdo. editoriales británicas estos datos parecian
La Publishers Association alegaba que el indicar claramente que su mejor opción era
acuerdo ayudaba a los consumidores. Inducla permitir que las tiendas de descuento
a las librerias 1) a tener en existencia libros movieran sus publicaciones, aunque eso sig-
poco comunes que satisfaclan las necesida- nificara vender menos libros eruditos para
des de gustos especializados y 2) a ofrecer favorecer a los éxitos de librería y eliminar
sus libros en tiendas atractivas, en que se muchos servicios al cliente.
proporcionaban servicios personalizados.
Fuente: "Dusting Off the Bookshelves", The Economist, 30 de septiembre de 1995, pp. 77-78 y S. Lyall, "Cracks
Appear in British Book-Pricing System", The New York Times, 9 de enero de 1995, p. D I .
En las dos secciones anteriores analizamos la forma en que las presiones competitivas en
el mercado de venta minorista pueden reducir la utilidad del fabricante y el bienestar de
los al desincentivar la oferta de servicios al cliente. Sin embargo, la com-
petencia minorista o también puede ser destructiva en otros sentidos. Veamos el caso de
Nintendo, la empresa dominante en el mercado de juegos de video. Cuando Nintendo
introdujo por primera vez sus juegos y cartuchos de video a h e s de la década de los
ochenta, enfrentaba un obstáculo muy serio. Ésta era la historia reciente del mercado de
juegos de video. Dirigido por Atari, este mercado creció de $200 millones en 1978 a más
de $3 000 millones en 1982. Sin embargo, el mercado se desplomó luego todavía con
mayor rapidez, con ventas que cayeron a apenas $100 millones en 1983. En ese año los
minoristas se encontraron con inventarios demasiado grandes y redujeron los precios
drásticamente con el fin de liquidar el inventario. Atari mismo quebró.
Este ciclo de explosión y desplome del mercado de juegos de video a principios de la
década de los ochenta, y especialmente las grandes pérdidas en que incurrieron en 1983,
hicieron que las empresas de venta minorista fueran muy escépticas acerca de las posi-
bilidades de cualquier producto nuevo en juegos de video. Los representantes de
Nintendo encontraron que las tiendas departamentales y las jugueterías estaban casi total-
mente cerradas a hablar con ellos sobre su producto. Nadie quería comprar los juegos de
Nintendo y arriesgarse a quedar atrapado con un inventario que se podría vender sólo a
precios muy castigados, como en el ciclo anterior de la industria. Al final, desde luego,
Nintendo prevaleció. Hasta el día de hoy continúa siendo líder en el mercado de juegos
de video. Sin embargo, esa victoria no estaba garantizada. El producto de Nintendo,
evidentemente tan apreciado por los consumidores, podría no haber sobrevivido nunca,
de no ser por la estrategia de asignación de precios que siguió la empresa.
La historia de Nintendo ha sido utilizada recientemente por Deneckere e t al. (1997)
para ofrecer otra explicación sobre los acuerdos de RPM cuando la venta minorista es com-
petitiva. Su argumento se basa en el simple hecho de que la demanda minorista de cualquier
producto es incierta. Como muchos de los análisis de restricciones verticales ofrecidos
antes, este anáiisis también genera la posibilidad de que ambas partes, productores y con-
sumidores, se beneficien de la imposición de un acuerdo de W M .
Cuando la demanda es incierta, una empresa minorista enfienta el dilema de determi-
nar cuánto producto debe poner a la venta a los consumidores finales, Por una parte,
deseará tener a la mano la cantidad necesaria para maximizar sus utilidades en periodos
en que la demanda es fuerte. Por otra, si la demanda es débil, los minoristas con dema-
siado inventario tendrán que hacer una de dos cosas. O se deshacen de ese inventario
extra para mantener el precio alto, o lo venden, con lo que reducen su precio y tal vez,
incluso, lo disminuyen hasta cero.1° Es en esta situación en que la conducta de la empresa
9 ~atthewsony Perry (1998) presentan un argumento similar de que el mantenimiento de precios de reventa
puede beneficiar a 10s consumidores al reducir los costos de búsqueda de estos, puesto que ya no necesitan
gastar tiempo tratando de encontrar cu61 es el minorista que vende al precio más bajo. No obstante, este
argumento supone que no hay otros medios disponibles para informar a los consumidores sobre los precios
al menudeo.
10 A lo largo de esta secci6n supondremos que los inventarios no se pueden almacenar más allá del periodo actual.
O se destruyen Rsicamente o llegan nuevos productos que les quitan todo valor a las unidades originales.
Caplmio 4 8 Restricciones verticales al precio
un problema de dos etapas. En la etapa uno la empresa debe decidir cuánto ~roducir,Q.
Una vez que ha producido esta cantidad, la empresa habrá incurrido en un costo hundi-
do igual a cQ. Después, la demanda será fuerte o débil, DH o D,. En ese punto la empre-
sa no tendrá costos adicionales y simplemente tendrá que decidir cuánta de la ~roducción
que mantiene en su inventario quiere vender. Desde luego, la empresa integrada no
puede vender más de lo que produjo en un principio. Sin embargo, sujeta a esta restric-
ción, simplemente venderá la cantidad que maxirnice su ingreso condicionado a la
demanda. Puesto que todos sus costos 9 están hundidos, la maximización de ingresos y
la rnaximización de utilidades vienen a ser la misma cosa en esta segunda etapa.
La empresa integrada nunca producirá al principio más que la cantidad que maximice
sus utilidades si tiene la seguridad de que la demanda será alta. Ésta es una cantidad en la
que el ingreso marginal, cuando la demanda es Dw iguala el costo marginal de produc-
ción, c. Esto se muestra como @SALTA en la figura 18-3. Producir por arriba de este
nivel garantizaría que la empresa obtiene un ingreso marginal por debajo de su costo de
producción, incluso en las mejores condiciones de demanda. En forma similar, la empre-
sa nunca producirá para inventario una cantidad menor que ps BAJA, la cantidad que
produciría si tuviera la certeza de que la demanda va a ser baja. Hacerlo sería garantizar
muy poco inventario, incluso en el más débil de los mercados. La empresa debe produ-
cir en alguna parte entre pAS BAJA Y PAS ALTA. En este intervalo la optimización
requiere que elija una cantidad por la cual su costo marginal, c, iguala a su ingreso
marginal esperado, o sea, un medio multiplicado por el ingreso marginal en un estado de
alta demanda, más un medio multiplicado por el ingreso marginal en un estado de baja
demanda.
Corno ya representamos en la figura 18-3, la cantidad óptima de producción inicial es
Q'. Advierta que en esta cifia la dananda es muy variable. Como resultado, con el fin de
acercarnos al nivel real de maximización de ~td.idadesen un estado de alta demanda, la
cantidad producida para el inventario Q*es suficiente para reducir el precio hasta cero, si
se ha vendido todo en un estado de baja demanda.
Si la demanda es fuerte, la empresa venderá toda la cantidad Q*al precio p u . Si 1,
demanda es débil, un inventario Q* será excesivo. Puesto que la empresa ya ha Hmcurrido
en sus costos de producción, todo 10 que puede hacer es maximizar su ingreso.
Hará esto al vender la cantidad Q l al precio P LMfN Éste es un nivel de producción para
el cual el ingreso marginal es cero. Advierta, no obstante, que la débil demanda no lleva
a la empresa a tratar de liquidar todo su inventano. Como se señaló antes, eso empujda
hacia abajo su precio hasta cero. Más bien, la empresa se deshace de la cantidad Q' - Q,'
Cuando la demanda es débil, la empresa reduce SU ingreso mar&al a cero. Sin embargo,
como esto ocurre cuando el precio todada es positivo, el ingreso total de la empresa sigue
siendo mayor que cero, incluso en situaciones de baja demanda. Su ingreso marginal
cuando la demanda es fuerte es el ingreso marginal en Q', que se muesua como
MRX. El ingreso marginal esperado es, Por 10 tanto, MR;/2, que es una cantidad exac-
tamente igual a c.
La empresa monopolista integrada esperará obtener una utilidad positiva en esta bis-
toria. Su costo total es CQSU ingreso en un periodo de baja demanda es p F ~ N Q ; . Éste
es el rectángulo sombreado oscuro en la figura 18-3. Su ingreso en un periodo de alta
demanda es pHWe'. Ésta es la suma del rectángulo de sombreado oscuro y la región de
sombreado claro de la figura. La utilidad esperada para la empresa integrada n; es, por
consiguiente,
RPM es:
Parte Cinco Relaciones contractuaies entre empresas
Una comparación de las ecuaciones (18.16) y (18.20) revela rápidamente que este
acuerdo de RPM permite que el fabricante obtenga la misma utilidad que hubiera gana-
do una empresa integrada.
De hecho, algo así como un arreglo de RPM parece haber sido la fuente de la victoria
Tial de Nintendo. Vigiló estrictamente los inventarias y eliminó a los distribuidores que
vendían los productos de Nintendo por debajo de los precios minoristas sugeridos. Tanto
así que Nintendo tuvo que íirmar un decreto de consentimiento con la FTC en 1991,
se* el cual prometió no incurrir en ninguna conducta implícita de RPM. Para ese tiem-
po, sin embargo, Nintendo estaba bien establecida en el mercado de juegos de video.
Como ilustra el ejemplo de Nintendo, no es sólo el fabricante el que se puede benefi-
ciar de un acuerdo de RPM. En ausencia de un acuerdo de éstos, los minoristas pueden
no estar dispuestos a oíi-ecer 10s productos a los consumidores en ninguna forma. Desde
un punto de vista más formal, u n acuerdo puede beneficiar a los consumidores en el sen-
tido de que anticipa un mayor excedente del consumidor. El razonamiento detrás de este
resultado es que, de acuerdo con la naturaleza de las fluctuaciones de la demanda, el equi-
librio sin un acuerdo de RPM resultará en que los minoristas compren menos de lo que
comprarían para su inventario, si hubiera tal acuerdo. Como resultado, el precio durante
un periodo de fuerte demanda será mayor sin un contrato de RPM, que con un contra-
t o de este tipo. Este incremento de precios daña a los consumidores y puede cancelar más
que las ganancias que 10s consumidores obtienen al dejar que los precios
caigan bastante cuando la demanda es débil. Así que tanto productores como consumido-
res se benefician de un acuerdo de RPM."
11 El fabricante gana siempre en 10s acuerdos de RPM especificados. El resultado para los consumidores
depende de qué tan variable es la demanda. Si ésta es muy variable, el acuerdo daña a los consumidores.
Por el contrario, si la demanda es sólo moderadamente variable, los consumidores se beneficiarán del acuerdo.
capfml~
18 . Restricciones v@rticaIaal preQo
' .
Puesto que un fabricante c o d a en los minoristas para que sus bienes lleguen mer-
cado, debe esperar que los minoristas compartan sus puntos de vista acerca del precio
apropiado al consumidor y la cantidad adecuada de servicios promocionales y de otra
índole que deben ofiecer. Por desgracia, éste rara vez es el caso. La doble rnaraaliza-
ción y otros problemas conducen a una divergencia de intereses entre el fabricante y su
agente, es decir, el minorista. Sin embargo, los acuerdos contractiiales que esta
relación vertical pueden resolver algunas de estas diferencias. Empero estos acuerdos tam-
bién tienen la apariencia, y tal vez el efecto sustantivo, de limitar 1a competencia. Como
resultado, la política gubernamental relacionada con las restricciones verticdes es com-
=) Suponga ahora que Volvo distribuye y vende directamente a sus clientes. ¿Cuál será
el precio p que maximice las utilidades de Volvo? ¿Acuánto ascenderán las utilida-
des de Volvo? Compare su respuesta al inciso c con la que obtuvo en el inciso b. Dé
una explicación razonable de la diferencia a ambas respuestas.
2. ABC, Inc. es un monopolista que vende a minoristas competitivos. Tiene un costo
marginal constante de 10. Se describe la demanda a nivel minorista por P = 50 - Q.
a) ¿Cuál es el precio al mayoreo que maximizará las utilidades de ABC? {Cuál es el pre-
cio minorista que implicará el precio anterior?
b) ¿Cuál será el valor del excedente del consumidor si ABC fija un precio al mayoreo
que maximice sus utilidades?
c) ¿Cuál será el valor de las utilidades máximas de ABC?
3. ABC sigue siendo una empresa monopolista que vende a minoristas competitivos,
pero ahora descubre que si los minoristas proporcionan servicios al cliente, la deman-
da cambia a P = 90 - Q Cada minorista puede brindar los servicios requeridos a un
costo total de $400.
a) ABC decide implantar un acuerdo de RPM con los minoristas. Conforme a este
acuerdo, {cuál es el precio minorista que ABC debe especificar?{Cuántas unidades
se venderán a este precio?
b) será el excedente del consumidor con el acuerdo de RPM?
c) Con el acuerdo de RPM y el precio especificado en el inciso a del problema 3, <cuál
es el precio máximo al mayoreo que ABC puede fijar? (Cuáles serán sus utilidades
a este precio al mayoreo?
4. Un número considerable de 10s casos de mantenimiento de precios de reventa que han
sido objeto de una política antirnonopolios se refieren a la asignación de precios de
productos de consumo tan simples como 10s dulces Russeli Stover, jeans Levi's, cami-
sas Arrow y artículos de tocador Colgate. ¿Quién tiene incentivos para mantener el
precio de reventa de estos productos? Explique por qué.
5. En el juicio anumonopolios A l b r d t V. Herald Co., el problema subsiguiente de
monopolio fue creado por la editorial que concedió un territono exclusivo al &stri-
buidor. ¿Podría haberse resuelto el problema con la apertura de la entrega a domicilio
a la competencia entre varios distribuidores?
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480 Parte Cinco Relaciones contractuales entre empresas
En este apéndice derivamos el precio óptimo al mayoreo r y la cuota fija T que un fabri-
cante debe elegir para maxirnizar su utilidad total, cuando el minorista vende en dos mer-
cados idénticos. Uno de éstos es un monopolio, pero el otro está coartado por posibles
ingresos para vender a un precio igual al precio de mayoreo.
La demanda en cada mercado está dada por P = A - BQ. El costo de manufactura es
c. No se incurre en costos en la venta minorista. En el mercado monopolizado la maxi-
mización de utilidad por el minorista Uevará a una producción de
y un precio de
Ante la fdta de una cuota de hanquicia T, la utdidad del fabricante IIsderivada de las
ventas en el mercado del monopolio minorista será
La utilidad del fabricante IIz a partir de las ventas del minorista en este mercado com-
petitivo será, por consiguiente,
Para un r dado, al cual el minorista compra bienes para venderlos en ambos mercados,
la utilidad total para el fabricante y el minorista combinados es
Sin embargo, la distribución exclusiva puede al mismo tiempo servir para limitar la
competencia entre minoristas y fabricantes. Por ejemplo, supongamos que hay dos fabri-
cantes que venden a dos minoristas que, aunque están separados espacialmente, de todas
formas están dentro de un mismo territorio. Si no existe la distribución exclusiva, cada
minorista puede vender ambos productos. Como resultado, la competencia de precios
entre ambos productos, es decir, la competencia intermarcas, será feroz en cada punto de
venta. Sin embargo, si cada fabricante firma a uno de los minoristas para que venda su
producto por medio de un contrato exclusivo, la competencia intermarcas se suavizará.
De hecho, el equilibrio de la distribución exclusiva inyecta un elemento de diferenciación
espacial entre ambos bienes que antes no e x i ~ t í a . ~
deo. Por ende, todos los minoristas corriente abajo no obtendrán ninguna utilidad. Lo
que es más importante, el hecho de que pC = wCsignifica que cada incremento en el pre-
cio al mayoreo w se convertirá en un incremento equivalente en el precio minorista p.
Ahora, conforme a Rey y Stightz (1995) imaginemos que el mercado de estos produc-
tos se puede dividir en regiones o territorios. Supongamos además que cada productor
garantiza un territorio exclusivo a un qinorista de cada territorio, y con eilo concede a
ese minorista el derecho exclusivo de vender su producto en esa región. Como resultado,
en cualquier territorio dado el producto de cada fabricante será vendido por un mono-
polio minorista.
Al no existir un esquema de asignación de precios en dos partes, sabemos que la venta
a un monopolio minorista causará el problema de la doble marginaiización. {Por qué, en-
tonces, ambos productores deciden tomar esta medida? La respuesta es, en parte, porque
suaviza la intensidad de la competencia entre las dos marcas. Lo hace así porque debilita el
Wiculo entre el precio al mayoreo w y el precio minorista p. Desde la perspectiva de cada rni-
norista, ta es un costo. Supongamos que un productor incrementa w. Para el distribuidor
que vende este producto sus costos han aumentado. Hasta cierto punto, el distribuidor ne-
cesitará transmitir este incremento por medio de un precio minorista, p, más alto. La com-
petencia con el otro minorista limitará la cantidad en que se puede incrementar el precio.
Sin embargo, los precios son complementos estratégicos. Cuando el minorista competidor
ve que el primer distribuidor aumenta sus precios, aprovecha la oportunidad para también
aumentar los suyos sin perder dientes, aunque sus costos al mayoreo no hayan aumentado.
Como resultado, cuando un fabricante aumenta sus precios al mayoreo, ya no perderá
tantos clientes como sucedía en las condiciones de competencia que prevalecían cuando
no había territorios exclusivos. Aun cuando el productor rival no incremente sus precios
al mayoreo, el minorista rival sí incrementará sus precios minoristas.
Desde luego, ambos productores entienden la lógica descrita. Al garantizar cada uno
un territorio exclusivo, debilitan la competencia minorista, lo que se retroaiimenta en for-
ma de una competencia más débil al mayoreo. El efecto es que la garantía de territorios
exclusivos iíevará a precios más altos tanto en el nivel de la venta minorista como en el de
ventas al mayoreo. Si este acuerdo incrementar6 o no las utilidades para el productor, es
otra cuestión. Podría no suceder así, porque aunque los precios al mayoreo son más altos,
el problema de la doble marginalización significa que se vende menos cantidad de la que
se vendería si la venta minorista hubieran seguido siendo competitivas. Sin embargo, si el
problema de la doble marginaiización no es demasiado grande (como sucede si ambos
bienes son sustitutos muy cercanos), el arreglo de exclusividad territorial llevará a mayo-
res utilidades corriente arriba. De hecho, si las empresas pueden adoptar también un es-
quema de asignación de precios en dos partes, el problema de la doble marginali~ació~
puede ser totalmente resuelto.'
Ciertamente, incluso tal vez sea posible utilizar los arreglos de ventas exclusivas para
lograr utilidades de monopolio en lo que de otra manera sería una industria competitiva.
Para entender la lógica de esta afirmación supongamos que los productos de ambos fa-
bricantes son sustitutos perfectos. Con un sector completamente competitivo de venta
minorista, ni fabricantes ni minoristas obtendrán utilidades. Sin embargo, supongamos
que ambos productores se coordinan en el sentido de que, en cualquier territorio dado, I
conceden derechos exclusivos a vender sus productos al mismo mlliorista, y cada uno de
estos minoristas acepta no venderlo a otros distribuidores de la región. El afortunado mi-
norista en esa región se transformará, por lo tanto, en un monopolista que puede estable-
cer el precio de monopolio minorista. Toda vez que los monopolios obtienen utilidades
extra, el afortunado minorista corriente abajo estará contento con este esquema.
7 El mecanismo por el cual 10s territorios exc~ustvossuavizan la competencia intermarcas en precios descrita
en R ~ yY~ t i ~ l i(1
t z995) es similar desde el punto de vista conceptual al argumento en Bonanno y Vickers
(1988).
c ~ f h1 9l ~ Restricciones verticales que no tienen que ver con losprecios
a
¿Qué pasa con 10s fabricantes?En cierta medida su situación permanece sin cambios.
Cada uno todavía produce un bien para el cual hay un sustituto muy cercano, así que se
puede anticipar que la competencia entre ambas empresas será feroz. Si esto sucede, todas
las utilidades de monopolio fluirán hacia el minorista. A pesar de ello hay algunos contra-
tos que los fabricantes pueden utilizar, incluso en ausencia de un esquema de asipación
de precios en dos partes, para extraer algo de las utilidades para sí mismos. Una de estas
técnicas es ofkecer el contrato de venta exclusiva sólo si el minorista también está de acuer-
do en comprarle una cantidad mínima al productor, incluso si ese productor fija un pre-
cio más alto que su competidor. Esta técnica,'conocida como requerimiento de cantidad
forzosa, tiene un efecto s i d a r al que se describió antes. Suaviza la competencia de pre-
cios corriente arriba. (En este caso extremo cae desde infinito hasta cero.) Cuando cada
productor hace esto, cada uno puede aumentar su precio por arriba del costo sin temor
a perder ventas ante su competidor. El efecto es que los productores ganan ahora alwa
~ t i l i d a dDesde
.~ luego, los precios al mayoreo más altos se traducirán en precios más al-
tos al menudeo. Es decir, este arreglo no impulsa la eficiencia. La ganancia de utilidades
de los productores se ve más que compensada por una reducción en las utilidades al me-
nudeo y una caída en el excedente del consumidor. De nueva cuenta, aunque los contra-
tos verticales pueden ser socialmente benéficos, existe un riesgo. De hecho, el tipo de
coordinación corriente arriba orquestada por el minorista que acabamos de describir pa-
rece haber sido un elemento importante en el caso reciente de Toys "R" Us (véase el re-
cuadro Vedcación de la realidad. Dificultades en Juguedandia).
acuerdos pueden dañar de manera considerable a las fuerzas competitivas. Por esta razón
nos sentimos renuentes a apoyar un dx~ndonototal de los esfuerzos de vigilancia y curn-
plirniento de la legislación en esta área.
Por ejemplo, la FTC encontró ambos efectos, la disuasión al ingreso y la coordinación
de precios en un reciente caso relacionado con 10s dos principales fabricantes de bombas
de agua utiiizadas para combatir incendios. Hale Producu, Inc. y Waterous Company, Inc.
eran los fabricantes en cuestión. Cada uno fabrica las bombas de agua que se instalan en
Capftulo 19 RestP.icciones vereicai8es que no tienen que ver con los precios
los camiones de bomberos en Estados Unidos. Cada empresa vendía sus bombas dírecta-
mente a las compañías que fabrican estos camiones mediante contratos exdusivos de dis-
tribución. Así, los fabricantes de camiones de bomberos que le compraban a Hale acorda-
ban no comprarle a ningún otro fabricante, y de igual manera se comprometian aquellos
que le compraban las bombas a Waterous. Al determinar el efecto de estos acuerdos la
FTC señaló que ambas empresas representaban 90 por ciento del mercado estadouniden-
se de bombas de agua y que se habían manejado así por casi 50 años, con el resto repre-
sentado por una pequeña empresa, W. S.. Darley & Company. Durante todo ese tiempo
ninguna nueva empresa había ingresado al mercado. Esto fue tomado como prueba por la
FTC de que los acuerdos de distribución exclusiva efectivamente habían bloqueado tal in-
greso. Además, la FTC argumentaba que los acuerdos también funcionaban para reducir
la competencia entre Hale y Waterous. Se presentaron documentos indicando que cada
empresa entendía que mientras tuviera que servir sólo a su mitad de fabricantes de camio-
nes, no necesitaba temer la competencia de la otra. Aún más, la FTC señaló que ningún
fabricante de bombas desearía violar este acuerdo tácito porque tal violación sería detecta-
da rápidamente. Tanto Waterous como Hale sabrían de inmediato si uno de sus clientes
dejaba alguna vez de comprarles sus bombas. Ai &al se impuso la FTC y ambas empresas
acordaron detener sus arreglos de distribución excl~siva.~
Las conclusiones de la FTC en el caso de las bombas de agua coinciden ampliamente
con el tratamiento actual de los acuerdos de distribución exclusiva por los tribunales. El
umbral en casos recientes ha sido la fracción del mercado que tales acuerdos abarcan. A
menos que esa fiacción sea grande, se presume que 10s acuerdos no debilitan la compe-
tencia en ninguna forma significativa, por lo que se consideran legales. Sin embargo, si el
acuerdo de distribución exclusiva se extiende a gran parte del mercado, entonces se con-
sidera como potencialmente dañino para la competencia. Para determinar si la amenaza a
la competencia es real se examinan otros factores, como el histórico de ingresos y la con-
ducta de los precios. Ésta es la regia de la razón en la práctica.
9 VCase Federal Trade Cornmíssion, Decision and Order, In the Matter of Hale Products, Inc., Docket No.
- - - . 2 2 de noviembre de 1996 y Decision and Order, In the Maner of Waterous Compan~,Inc., Doc-
C-3694.7 -
Con todo, e l rápido crecimiento de las fianquicias deja algunos aspectos s i n resolver. Por
ejemplo, parece claro que la expansión de varios franquiciantes dominantes, como Mc-
Donald's, Burger King y wendy's, es l o suficientemente rápida como para que algunas
de estas nuevas fianquicias compitan con franquicias ya existentes de estas cadenas, a
pesar de la promesa implícita de integridad territorial (véase el recuadro Verificación de
,
la realidad: Big Mac Ataca). U n acertijo,parecido surge cuando consideramos la industria
automotriz. Aunque e l crecimiento allí"ha sido menos rápido, el caso es que, por l o me-
nos e n Estados Unidos, cada uno de los fabricantes estadounidenses de autos ha estable-
cido divisiones independientes que compiten entre sí. Esta competencia intramarcas se
amplía más para abarcar e l nivel minorista, en el que un distribuidor de Chevrolet com-
petirá con distribuidores de Buick y Pontiac, a pesar de que los tres modelos son fabnca-
dos e n última instancia por General Motors. De manera similar, observamos distribuido-
res de Lincoln-Mercury y Ford compitiendo entre sí, aunque Ford Motor Company es
el padre de cada u n a de esas divisiones.
d verificación de la aea0idad
3 000 hnquicias del gigante de comida rápí- (con fkecuencia cerca de fianquicias ya 'exis-
da McDonald's ha sido una leyenda duran- tentes), de los que en parte es propietario, por
t e 40 años. Estos franquiciatarios operan lo que tiene derecho a reclamar parte de las
más de tres cuartas partes de los 11 368 res- utilidades. McDonald's también implantó
taurantes de McDonald's y tuvieron ventas un nuevo plan, Franchising2000, que ejerce un
de casi $3 000 millones en 1995. A lo largo de control más detallado sobre cuestiones de
los años estas franquicias han ganado gran- franquicias, como la limpieza y servicio al
des utilidades. También el mismo McDonald's cliente. Se califica a los franquiciatarios sobre
ha prosperado. El resultado es que las relacio- estos puntos y sólo los que reciben A y B (las
nes entre los franquiciatarios y la compañla calificaciones más altas) pueden comprar
de comida rápida han sido tradicionalmente más restaurantes. Además, McDonald's usó
amistosas y esto, de hecho, ha sido una Franchising 2000 para poner en vigor una
norma a la que han aspirado otras empresas. estrategia de una sola asignación de precios,
Sin embargo, el crecimiento de McDonald's de manera que una Big Mac, por ejemplo,
bajó 2.5 por ciento en 1995-1996 fi-entea una cueste lo mismo en todas partes. En todos
competencia que cada vez era más intensa. La estos casos la motivación de McDonald's
empresa reaccionó reduciendo precios y cam- parece clara. McDonald's temla que sus fran-
biando sus procedimientos respecto a las fran- quiciatarios proporcionaran muy pocos servi-
quicias. Estos cambios condujeron rápida- cios y fijaran precios muy altos, y que esto
mente a una especie de crisis en las relaciones fuera lo que estaba reduciendo las utilidades
entre McDonald's y sus franquiciatarios. de la cadena. Estas acciones estaban enfoca-
Uno de los puntos de contención se cen- das a revertir el entonces aletargado creci-
traba en el intento de McDonald's de apro- miento de McDonald's y a apoderarse de una
piarse de algunas de las utilidades de los mayor participación de las utilidades.
Fuente: R. Gibson, "Some Franchisees Say Moves by McDonald's Hurt Their Operation", The Wall Streetjournal,
17 de abril de 1996, p. A l .
C W m l o 19 o
Restricciones verticdes que no tienen que ver con losprecios
Hay muchas ventajas en que la empresa corriente arriba tenga un número de dis-
tribuidores o fkanquicias minoristas. Una de estas ventajas surge del ahora ya muy cono-
cido problema de la doble marginalización. Como vimos antes, este problema se mitiga
cuando el sector de venta minorista es competitivo, porque.la competencia reduce el mar-
gen al nivel de la venta minorista. Por consiguiente, operar con muchos distribuidores
puede reflejar un esfuerzo de las empresas corriente arriba para reducir el precio mino-
rista de su producto, de modo que entre al mercado con más eficacia.
Desde una perspectiva espacial, la existencia de muchos distribuidores puede reflejar
también un intento por operar en muchos sitios, definidos ya sea con una base geográfi-
ca o en términos de atributos del producto. Al tener un gran número de distribuidores,
cada uno de los cuales vende un producto un,poco diferenciado por ubicación u otras di-
versas características, el fabricante puede satisfacer mejor las preferencias específicas de cada
cliente individual. Como hemos visto, esto permite que el fabricante extraiga más exce-
dente al cobrar a cada cliente una cantidad que se acerca mucho más a su disposición a
pagar por la variedad que prefiere. En resumen, la existencia de muchos distribuidores
puede aumentar la capacidad del fabricante para discriminar en precios.
Por Último, la operación de un gran número de distribuidores puede ser un medio para
que una empresa corriente arriba resuelva los problemas de la información asimétrica y el
riesgo moral que frecuentemente caracterizan a las relaciones verticales entre un fabrican-
te y un distribuidor. Con un solo distribuidor el fabricante no puede decir si una baja uti-
lidad fue resultado de mala suerte, lo que le podría suceder a cualquiera, o de una mala
administración del distribuidor. Con muchos distribuidores es menos probable que todos
tengan mala suerte al mismo tiempo. Por lo tanto, el desempeño promedio de un gran
número de minoristas puede servir como una norma de comparación contra la cual me-
dir el desempeño individual de cada franquicia.
Todas las anteriores son explicaciones perfectamente viables de por qué las empresas
deben operar muchas divisiones o contratar a muchos franqueados. Es posible, sin em-
bargo, que el extenso uso de la divisionalización y las franquicias que observamos refleje
más bien un equilibrio no cooperativo en que cada fabricante trata de comprometerse
con una alta producción, sólo para encontrar que sus competidores han hecho lo mismo,
con el resultado de que el precio y las utilidades de la industria disminuyen. Éste es el en-
foque adoptado por Baye, Crocker y Ju (1996), que ilustran este resultado con un mo-
delo de dos etapas. En la primera etapa cada oligopolio elige el número de sus divisiones
que entrarán en competencia. Luego, en la segunda etapa, todas las divisiones de ambas
empresas compiten en un juego de fijación de cantidades según Cournot.
La divisionalización es atractiva porque las divisiones independientes, actuando como
empresas de Cournot, pasarán por alto el efecto negativo de la reducción de precios que
su producción tiene sobre otras divisiones de la misma compañía. Aunque esto puede pa-
recer paradójico, la ventaja que ofrece es que, al pasar por alto este efecto, la empresa com-
pleta puede comprometerse a un mayor volumen de producción en total, del que podna
comprometerse si operara como una sola división. Al comprometerse a una producción
tan grande, la empresa espera alcanzar la misma clase de ventaja que obtiene un líder de
Stackelberg. Sin embargo, como veremos, esto no es posible en esta situación. Más bien,
cada empresa se encontrará operando demasiadas divisiones, pero no PO&& reducir ese nú-
mero a menos que los otros fabricantes también lo hagan.
Presentaremos el análisis de Baye, Crocker y Ju en el marco de un modelo simple de
duopolio. Interpretaremos a Las empresas matrices como fabricantes corriente arriba o
proveedores que venden a los consumidores por medio de divisiones (0 franquicias) a su
mercado abajo. En aras de una mayor sencillez, pasaremos por alto el as-
pecto de los servicios de dicha venta minorista, para poder enfocarnos en las consecuen-
cias del modelo para las divisiones. Por 10 tanto, imagfflemos dos c o m p d a s matrices
idénticas arriba, cada una de las cuales produce un producto homogéneo a un
costo marginal constante, c. Las divisiones de estas organizaciones, por ende, fabrican
Parte Cinco Relaciones contractuales entre empresas
también a este costo marginal. La demanda inversa para el producto en el mercado co-
rriente abajo se describe con nuestra función lineal acostumbrada, P = A - BQ, donde Q
es el total de la producción en el mercado.
En la etapa uno del juego cada una de las dos empresas escoge el número de divisio-
nes que operará en el mercado corriente abajo. Denotemos como nl y n2 el número de
divisiones que escogieron las compañías 1 y 2, respectivamente. Una empresa incurre en
un costo hundido, K, en la primera etapa, cuando establece una división. En la etapa dos
todas las divisiones actúan como jugadores independientes en un juego de Cournot de
movimientos simultáneos. Con esto queremos decir que cada franquicia actúa como ma-
xirnizadora independiente de utilidades.
Para resolver este juego comenzamos con la competencia de la etapa dos. Sea q, la can-
tidad de producción elegida por la i-ésima división de la empresa j, donde i va de 1 a nJ.
y j es igual a 1 o 2, y Q, describe la producción total de todas las divisiones excepto la
iésima división de la empresa j. Entonces, las utilidades de esta división, T$.1' se pueden
expresar como
T,(qq, Q+) = [ A - (BQ+ + qG)Iq, - cq-,
Y (1 9.1 )
j-1 i-1
.
La idsima división de la empresa j escoge la producción q..para maximizar sus utili-
dades. Esto, desde luego, requiere que fije sus ingresos marbales a su costo marginal.
~ s t oa, su vez, significa que la producción óptima de cualquier división djsatisface
cosas. Puesto que hay n, + n, divisiones en total, Q+ debe ser igual a (n, + n2 - 1)q'.
La sustitución en la ecuación (19.2) rinde entonces
A + (n, + n2)c
Q = [ nl
n1 +
+ n2 + 1
n2
)[y) y P = nl + n 2 + 1 (1 9 4
A este precio cada división ganará las utilidades de la etapa dos, lIv dadas por
Las dos empresas que anticipan la competencia entre las divisiones en la etapa dos a lo
largo de las líneas que se acaban de describir deben decidir en la etapa uno cuántas divi-
siones van a establecer.
Las utilidades de la empresa 1 pueden escribirse como H, = 2
H,, - Kn, ,donde i,
i=l
son las utilidades en la etapa dos de la i-ésima división de la compañía 1. Puesto que la
ecuación (19.5) muestra las utiiidades ganadas por cada una de las divisiones nl de la em-
presa 1 en la etapa dos, podemos volver a expresar las utilidades globales de la empresa 1
como
Capftialo 19 . Westn'cciomes verticaQes que no tienen que ver con los precios
493
<
La compañía 1 elige su número totai de divisiones, para rnaximizar sus utiiidades,
n,(nl, n,), cuando la empresa 2 tiene n, divisiones propias. En otras palabras. la ern-
(A- c ) ~
B ( l + n; + n212
2n;
( 1 + n; + n,) 1 -K=O.
Los elementos que aporta el modelo se revelan por la ecuación (19.8). Esto muesca
que cuanto mayor es ( A- c) y/o menor es K, mayor es el número de divisiones escogi-
das por la empresa 1y la compañía 2 en la etapa uno del juego. Recordemos que la dife-
rencia entre el precio y el costo P - c, en condiciones de monopolio, es ( A- c ) / 2 . Una
consecuencia del modelo es, entonces, que se crearán más divisiones entre mayor sea el
diferencial precio-costo potencial máximo. Sin embargo, tener más divisiones equivale a
tener más unidades de tipo Cournot. Sabemos, a partir del capítulo 9, que esto nos acer-
1 11/11 ca al equilibrio de competencia. Por ende, cuanto mayor sea el margen posible en con&-
cienes d e monopolio, mayor será la creación de divisiones o fianquicii que tiene lugar
en condiciones de duopolio, y cuanto más se acerquen los dos miembros de éste, más se
acercarán al equilibrio de competencia. Es evidente que ésta no es su meta. Sin embargo,
el problema es el conocido "dilema del prisionero", en el que la mejor respuesta de cada
comp&a por separado no es óptima desde el punto de vista conjunto de am-
bas Un análisis así puede ayudar a explicar la ola de divisiones y Fanquicias
que hemos visto recientemente en los mercados estadounidenses. También sugiere que la I
proliferación de tales arreglos verticdes puede no ser tan dañina para los intereses del
consumidor como pudieran sugerir a primera vista las restricciones incorporadas en los con-
tratos correspondientes.
9
Problema práctlo 19.1 i1
Supongamos que dos empresas se enfrentan en una industria en la que la demanda inver-
sa es p = 100 - Q. Sea el costo marginal constante c = 25, y el costo hundido de estable-
cer una división K = 45.
a) De acuerdo con la ecuación (1 9.8), (cuántas divisiones operará cada compañia?
b) Según la ecuación (19.6), (cuáles serán las utilidades que obtendrd cada empresa ca-
da una de ellas opera el número de divisiones derivado en el inciso a?
c) De acuerdo con las ecuaciones (1 9.4) y (1 9.5), (cuál será el precio de la industria, P, y
la producción, Q?
lI d) Calcule la producción que elige u n monopolista y el precio al que la venderla. Compare
l sus resultados con sus respuestas al inciso b.
,, IIfuncian de respuesta
(196)
en laecuacidn (19.7) re obtiene tomando la derivada de la funci6n de utilidades
de n , y fijijbndola en cero. Esta t6cnica Supone que podemos pasar por alt0larestriccibn de
que n, sea un entero.
494 Parte Cinco Relaciones contractuales entre empresas
,
Parte Cinco WePaciones conwamales entre empresas
ésta sólo podrá vender sus máquinas si las vende a precios inás bajos que 10s de sus com-
petidores, para cuyas máquinas hay servicios más baratos disponibles. Con base en esto
Kod& y otras compañías hah argüido desde entonces que no tienen incentivos para incre-
mentar los precios en el mercado secundario, porque esto se traduciría en que tuvieran que
reducir sus precios en el mercado principal por un monto correspondiente.
Creemos que hay por lo menos dos razones para sospechar que los candados se ~ u e d e n '
traducir en la capacidad de incrementar {os precios por arriba del costo en el mercado se-
c u n d a n ~La
. primera es que los consumidores no pueden anticipar tanto como para con-
siderar el pago de la máquina y sus servicios posteriores como una compra en paquete. Para
hacerlo tendrían que disponer de información respecto de los servicios que necesitarán en
el futuro y el costo de éstos con muchos años de anticipación, y no sólo para una marca
de máquinas sino para todas las marcas. Esto es dificil y caro, y lo más probable es que no
valga la pena. Pero si los consumidores no consideran esto, 'entonces la empresa que po-
sea una tecnología a la que puede aplicar candados puede aumentar sus precios en el mer-
cado secundario sin reducir sus precios en el mercado principal.
La segunda razón es más sutil. Ésta consiste en que las empresas como Kodak pueden no
tener una forma creíble que las comprometa a mantener los servicios para su máquina a un
precio bajo en el f u m o , porque siempre hay algunos clientes bajo candados que han com-
prado recientemente la máquina, los cuales se pueden explotar. Hay muchas formas de cons-
truir este argumento. Para verlo en un contexto sencillo pensemos en el siguiente escenario.
Imaginemos que hay dos fabricantes de máquinas copiadoras. Cada máquina puede
durar dos periodos. Una máquina opera sin problemas en el primer periodo, pero hay 50
por ciento de probabilidad de que se descomponga en el segundo periodo. Cuando se
descompone, la empresa puede mandarla reparar, pero sólo utilizando el servicio de re-
paraciones de la compañía que la fabricó. EII aras de una mayor sencillez, supondremos
que los costos de fabricar la máquina y también de repararla son de cero cada uno.
Se supone que los consumidores derivan un valor de $50 de la máquina por cada perio-
do en que ésta funciona. Sin embargo, una vez que un cliente compra una marca particu-
lar y la integra en su produccióii, el costo de cambiar a otra marca, instalarla y reintegrarla
a las operaciones de la compañía a la mitad de la vida esperada de la máquina, también es
de $50. En cualquier periodo dado hay igual número de consumidores que buscan adqui-
rir nuevas máquinas en el mercado y consumidores que ya han tenido una máquina por un
Si los consumidores son sagaces, estarán dispuestos a pagar $75 por una nueva máq~ii-
na. Éste es el valor esperado que recibirían en los dos periodos de \ida de la máquina. Con i
una probabilidad de 50 por ciento, la máquina funcionará bien 10s dos periodos y genera-
rá un valor de $100. Con igual probabilidad se descompondrá en el segundo periodo, mo-
~
mento en que el cambio a otra máquina no vale la pena dado el costo de cambiarla.
Desde luego, el precio de una nueva máquina será mucho menor a $75. De hecho, la
competencia entre las dos empresas probablemente reduzca este precio hasta que se acerque
bastante al costo. Sin embargo, el precio de las reparaciones es otra listoria. Los consumi-
dores que han comprado una máquina que se ha descompuesto después de un periodo
tienen que pasársela sin la máquina y perder un valor de $50, o arreglarla. Mientras el costo
de arreglar la máquina sea menor a $50, estos consumidores estaráil dispuestos a pagar la re-
paración.
En otras palabras, hay una inconsistencia en el tiempo en la relación ya
que la conducta del consumidor cambia una vez que adquiere la máquina. Para el segun-
d o periodo, cualquiera que haya sido el precio que los consumidores pagaron al prhcipio
por la máquina, éste es un costo hundido que ya no tiene importancia. El resultado es que
la empresa tiene siempre alguna motivación para aumentar el precio de las operaciones y
extraer algún excedente de estos coiisumidores. Advierta que aunque el precio de las
reparaciones se eleva a cerca de $50, los consumidores con una máquina descompuesta to-
davía estarán dispuestos a pagar su reparación, puesto que recibe11 un valor de $50 si la
CalJltulo 19 Restricciones verticales que n o denen que ver con losprecios
máquina funciona. Esto es, i~lclusocon un precio de reparación alto, el valor esperado
de una máquuia cuando se compra sigue siendo de $75. Es decir, la disposición a pagar de
10s consumidores sagaces no cambiará aunque entiendan que el precio de las repaaciones,
en caso de que las necesite, andará cerca de $50. Sin embargo, $50 es una cantidad muy
superior al costo de las reparaciones. Así, el equilibrio es un equilibrio en que el precio de
las reparaciones excede el costo marginal y todos, incluidos 10s consumidores, entienden
que ésta será la situación.
El modelo que acabamos de usar es simple. No obstante, su argumento básico se pue-
de generalizar hacia un modelo más rehado,,'como han demostrado Borenstein, Mackie-
Mason y Netz (2000). De hecho, el reciente trabajo de Gabaix y Laibson (2004) sugiere
que la presencia de algunos consumidores ingenuos puede interactuar con los efectosde
candado que acabamos de describir, en una forma que haga que las c o m p d a s no estén
dispuestas a anunciar precios bajos por las reparaciones en el mercado secundano, incluso
aunque puedan hacerlo, y aunque la competencia sea fberte.
Supondremos que aunque la mayoría de los consumidores es racional, hay unos cuan-
tos que, si necesitan reparaciones, no considerarán la alternativa de comprar e integrar
una nueva máquina, sino sólo comprarán las reparaciones mientras éstas cuesten $50 o
menos. Supongamos también que, a diferencia de nuestro caso anterior, el costo real de
cambiar a una nueva máquina e integrarla en las operaciones propias es de sólo $25. LOS
consumidores racionales anticiparán la posibilidad de que la máquina se descomponga y
la necesidad de cambiarla. La competencia puede k v a r a entradas al mercado hasta que
todas las utilidades se agoten, lo que significa que el precio de la máquina y las reparacio-
nes juntas tiene que estar cerca del costo. Sin embargo, esto no quiere decir que el precio
de equilibrio tanto de las máquinas como de las reparaciones tenga que ser igual a cero.
Más bien, es probable que el resultado sea que cada empresa venda su máquina por
debajo del costo, pero venda las reparaciones bastante arriba del costo, digamos a $50. Las
empresas perderán dinero con los consumidores racionales, porque estos consumidores
comprarán la máquina a un precio por debajo del costo y, si se descompone, pagarán $25
por el costo de cambiarla. La empresa recuperará estas pérdidas del consumidor ingenuo
que paga $50 por las reparaciones, en lugar de cambiar de máquina. Advierta que cada
empresa tiene muy poco incentivo para anunciar o comprometerse con precios bajos en
las reparaciones. Si lo hace, esto afectará sólo la dananda de la gente sagaz que conside-
ra el precio de las reparaciones al decidir comprar una máquina, los consumidores
avezados, Pero para estos clientes el arreglo actual en que reciben un subsidio sobre la
compra de la máquina inicial es benéfico. Si una empresa anunciara bajos precios de
perdeda a 10s consumidores más avezados, que ahora entienden que el precio
bajo de reparación obligará a la empresa a elevar el precio de la máquina. Entretan-
to, ese precio bajo r e d u c s la utifidad que Se obtiene de 10s consumidores ingenuos.
Piense en frecuente que 10s hoteles cobren un precio muy bajo por el cuarto, pe-
ro no dicen nada de lo que cobran por hacer una h n a d a telefónica. Las compañías que
rentan autos cobran un bajo precio por el auto en si, Pero cobran tasas por arriba de la
competencia por el seguro y la gasolina. En cualquier caso las empresas tratan de compe-
tir anunciando precios bajos para SUS productos en el mercado secundario. NO tienen
incentivos para hacerlo. Por consiguiente, el precio de 10s productos en el mercado
secundaño sipe ineficientemente alto y, en este ejemplo, el precio del producto para el
mercado secundario es ineficientemente bajo,
Los conuatos enve los fabricantes y 10s diversos minoristas que venden esos productos
incluyen Una diversidad de restricciones que
fabricados directamente a los
Éstas pueden incluir una restricción de distribución ex-
no tienen que ver con los
Parte Cinco Relaciones contractwales entre empresas
clusiva para que el minorista no venda los productos de ningún otro fabricante, o arre-
glos de ventas y territorios exclusivos que limitan al fabricante al impedirle vender su pro-
ducto a cualquier otro minorista que podría venderlo. Como estas restricciones dan una
impresión muy clara de que limitan al comercio, no es de sorprender que hagan sospe-
char que son contrarias a la competencia.
Sin embargo, en realidad puede haber muchas explicaciones benignas de estas restric-
ciones. A menudo pueden servir para.asegurar actividades adecuadas de promoción y
otros servicios al consumidor. También pueden ser útiles para crear un ambiente en que
los minoristas puedan manejar mejor los choques en la demanda.
A pesar de lo anterior, puede haber poca duda de que muchas restricciones verticales
que no tienen que ver con los precios están motivadas por el deseo de suavizar la com-
petencia intermarcas, la competencia intramarcas, o ambas. Ciertamente, esto puede ocu-
rrir incluso cuando éste no sea el objetivo principal de las partes al establecer el acuerdo.
De hecho, los acuerdos de distribución y ventas exclusivas son una concesión del poder
de monopolio, y la posibilidad de dañar a los consumidores siempre estará presente. Por
esta razón, parece haber pocas alternativas a la de considerar estas restricciones siguiendo
un método casuístico, aplicando algún criterio de lo que es razonable en cuanto a que los
beneficios del acuerdo compensen sus costos.
Una relación vertical especialmente complicada surge en el contexto de los llamados
mercados secundarios. Para diversos bienes tecnológicos las empresas que suministran el
equipo inicial también compiten en un mercado secundario para proporcionar servicios
de reparación a estas máquinas. Es frecuente que estas empresas impongan restricciones
verticales que exigen que los dueños de las máquinas le compren sus servicios de repara-
ción a la misma empresa que les vendió la máquina. El efecto de estos candados en cos-
tos es dificil de determinar. Sin embargo, es factible que estas restricciones concedan a las
empresas la capacidad de fijar precios por arriba de la competencia en el mercado secun-
dario, incluso cuando el mercado principal tenga mucha competencia. Esta cuestión to-
davía tiene que resolverse a plenitud.
Antes de concluir haremos otros dos señalamientos. El primero es que en muchos as-
pectos el minorista actúa como agente en nombre del fabricante. Aprende sobre los gus-
tos del consumidor; toma decisiones de exhibición, de promoción y otros servicios; y
establece el precio final al consumidor. En consecuencia, la relación vertical entre el pro-
ductor y el distribuidor es una relación principal-agente similar a la relación entre un clien-
te y un abogado, o entre los accionistas y la administración. Las cuestiones contractuales
que surgen entre un fabricante y un minorista son parte de un conjunto más amplio de
cuestiones que surgen ligadas con los contratos que regulan todas las relaciones entre el
y el agente. A su vez, esto genera cuestiones importantes en la teoda de la em-
presa. Por ejemplo, <cuáles la diferencia entre un productor ligado con su muioista por
medio de un contrato formal, y un productor que se limita a estar totalmente integrado
en el mercado de la venta minorista, o un productor que cuenta con una división propia
de venta minorista? ¿Por qué las empresas eligen una forma de organización y no otra? No
responderemos aquí a estas preguntas. l'~r0sí queremos reconocer que el asunto de las re-
laciones verticales es parte de un asunto mayor relacionado con los límites y fionteras de
la empresa.
Nuestro segundo señalamiento es que un simple análisis de las relaciones verticales
puede ayudar a explicar muchas de las características observadas del mercado minorista,
como aquellas señaladas en nuestra parábola de las compras navideñas al principio del ca-
pitulo 18. Es probable que la comida, como 10s cereales listos para el desayuno, sea uno
de esos productos que muchos consumidores se consideran perfectamente capaces de
analizar por si mismos. Para estos productos el minorista ofrece poca información que in-
fluye directamente en la decisión de compra del consumidor. Por ende, debemos esperar
que estos productos estén ampliamente disponibles en muchos puntos de venta. Éste no
es el caso de los automóviles y la gasolina (es decir, los servicios automovilísticos). Puede
Capfmlo 19 fZesb-icciones vedcales que no tienen que ver con lospncios
ser que siquiera sea el caso de 10s juguetes. Para estos productos los consumidores
den cons~demnebastante bien úiformados, de modo qiie el minorista adopta el papel
de un médico que receta el producto elegido. En estas circ,~stancias,un fabricante querrá
asegurarse de que 10s esfuerzos del minorista se dirigen sólo a una h e a de productos.
Desde el punto de vista de Chevrolet, U distribuidor que vende automóviles chevi y Ford
presenta problemas reales." El fabricante de trenes eléctricos Lego o Lionel puede s e n ~ -
se igualmente preocupado por una tienda que vende ambos productos, así como algunos
.
de los muchos modelos rivales HO a escala.
Desde luego, los arreglos verticales que observamos también se pueden explicar como es-
fuerzos de las armadoras de autos, empresas gasolineras y fabricantes de trenecitos
y otras, para limitar la competencia intermarcas o la competencia intramarcas. De nueva cuen-
ta, sólo un examen detallado de cada uno de estos casos puede revelar quién gana y quién
pierde por la restricción en cuestión. Independientemente de que las restricciones verticales
que no tienen que ver con los precios que vemos en la práctica reflejen preocupauones por
los servicios al consumidor o esfuerzos por suavizar la competencia en precios, un si-
gue pendiente. Cuando aplicamos los elementos de juicio del enfoque neocl&ico relaciona-
dos con las estructuras de costos y la interacción estratégica podemos explicar bastante de lo
que observarnos en los mercados reales. Todo lo que se requiere es que estemos dispuestos a
explorar plenamente todas las consecuencias lógicas de dicho análisis.
Las empresas compiten en muchas dimensiones. Hasta ahora, hemos examinado la inter-
acción estratégica prinapalrnente en aquellos casos en que las empresas compiten en precio
o en cantidades. Ahora estudiaremos otras dos posibles áreas de competencia, la publicidad
(capítulos 20 y 21) y la investigación y desarrollo (capítulos 22 y 23).
función económica de la publicidad ha sido tema de interés durante mucho tiempo.
Al principio los economistas se enfocaban en el papel contrario a la competencia que la
publicidad podría desempeñar, principalmente al construir una lealtad de marca que sua-
vizaría la competencia en precios entre las marcas y evitar el ingreso de otras nuevas. La
evidencia empírica inicial pareció apoyar precisamente esta interpretación del papel central
Sin embargo, análisis más modernos han demostrado que los efectos de la publicidad
son sutiles y complejos. Por ejemplo, es posible que sea el poder de mercado el que más
influya en que las empresas hagan publicidad, y no al revés, que sea la publicidad la que
genere el ~ o d e de
r mercado. Aún más, la publicidad puede desempeñar diversas funcio-
nes que benefician a los consumidores. Puede indicar la calidad de los bienes promovidos
u otra información útil para el consumidor. Además, al informar a los consumidores qué
empresa vende qué bienes y a qué precios, la publicidad puede intensificar la competen-
cia en precios, como sugiere la reciente experiencia del comercio electrónico. Examina-
remos cada uno de estos temas en 10s capítulos 20 y 21. Como la forma de trabajo de la
publicidad es complicada, esto requiere uiia modelación y evaluación cuidadosas de la evi-
dencia. El análisis de la publicidad como fenómeno requiere entender plenamente la forma
en que funciona la publicidad.
Luego pasaremos al análisis de la investigación Y desarrollo (IyD). Aquí comenzamos
con la bien conocida proposición a la que se suele llamar hipótesis schurnpeteriana, por
Joseph Schumpeter, el gran economista de ~ ~ ~ e d idel ~ s xx.En pocas palabras, esta
a d siglo
hipótesis afirma que las grandes empresas y las industrias concentradas favorecen más el
progreso tecnológico que el mercado competitivo idealizado, compuesto de numerosas
empresas pequeñas con muy poca concentración. En el capítulo 22 se desarrolla expuci-
tamente el tema de la naturaleza de la competencia de IyD, y precisamente la clase de
estructura de mercado que más estb-nula el avance técnico. Aquí exploraremos también
la posibilidad de la cooperación entre empresas en proyectos de investigación. Luego, en
el capitulo 23 estudiaremos el diseño de la política de patentes. Esta política debe moverse
en una h e a fina entre permitir un amplio acceso a 1% tecnologías disponibles, y al mismo
tiempo estimular el desarrollo de nuevas ideas y nuevos bienes al conferir derechos de
monopolio a los creadores de estos nuevos productos. Esta tensión se halla en el centro
de nuestro análisis de la política óptima de Patentes, precisamente cuarido se encuentra
en el centro del debate real sobre e s t a políticas.
Los grandes minoristas que venden diferentes clases de bienes y muchas marcas diferentes
de cada bien son un fenómeno relativamente reciente. La expeiencia de una persona que
compró un par de zapatos a principios del siglo debió ser muy diferente a la de alguien
que los compra en la actualidad. El cliente del siglo mencionado debe haber estado
limitado a hacer esta compra en una zapatería especializada que trabajaba sólo una o cuan-
do más dos marcas, o tal vez con un zapatero que hacía él mismo los zapatos que vendía.
Todavía más, el consumidor de hace 100 años hubiera tenido que tratar directamente con
el dueño de la tienda y no hubiera podido examinar y comparar directamente la mercancía.
i Q ~ diferente
é es la moderna experiencia de compra de las prácticas de un pasado no
tan distante! El consumidor actual puede ir a una zapatería o a una tienda depUtamen-
tal, y ver máS de una docena de marcas distintas. Una vez allí, el cliente puede e
inspeccionar personalmente cada estilo sin necesidad de que lo ayude un empleado de la
tienda. Sólo cuando se pruebe un par específico de zapatos el cliente podría en ocasio-
nes requerir el auxilio del empleado. De hecho, ahora los consumidores pueden escoger
directamente de entre tal vez unas 100 marcas diferentes sin tener nunca que vérselas
con un vendedor, sólo porque eligieron comprar sus zapatos en la web.
{Qué ha hecho posible este cambio tan radical en la naturaleza de la venta minorista?
Nuestra referencia a la web nos da una pista. La revolución de la venta minorista del siglo xx
le debe mucho al advenimiento de los medios de comunicación, específicamente, la radio
y la televisión. Este cambio tecnológico hizo posible que los fabricantes llegaran en ma-
sa hasta sus consumidores y promovieran sus productos directamente al público. Con una
publicidad a gran escala los mismos fabricantes pudieron difundir las características impor-
tantes de sus productos entre un amplio público objetivo. Como resultado, la tarea de ven-
der bienes al menudeo requirió mucho menos conocimientos especializados, y esto a su vez
facilitó en gran parte la institución de establecimientosminoristas a gran escala, como tien-
das departamentales y de descuento que venden diversas variedades de cientos de distintas
clases de bienes. A medida que las tecnologías de comunicación masiva siguieron evolucio-
nando, a estos minorístas se unieron los grandes negocios de pedidos por correo y, en épo-
cas más recientes, el comercio electrónico. El hecho es que la llegada de la publicidad a gran
escala, paaocinada por los fabricantes, ha sido la fuente de una gran revolución en la for-
ma en que los consumidores se enteran de 10s productos que están esperando ser compra-
sin embargo, aunque está claro que el surgimiento de la publicidad a gran escala ha
desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de la venta minorista, el papel pre-
ciso que desempeña la publicidad es menos claro. No sabemos exactamente cuánto afecta
la publicidad la decisión de compra del consumidor, y si compra, a la marca que adquie-
re. Consideremos, por ejemplo, los anuncios de televisión de 10s zapatos deportivos Nike.
~~t~~anuncios frecuentemente nos dicen poco sobre la naturaleza de los zapatos y más
bien presentan un mosaico de imágenes acompañado por el famoso 10g0 "swoosh" de la
compfiía. iCómo afecta esto la decisión de compra de un consumidor? (0es el hecho
de que en 2004 Nike fue la empresa patrocinadora y la que proveyó de vesniario al equi-
po o~mpicoestadounidense 10 que influye en la decisión del consumidor de comprar es-
ta marca de zapatos?
1 se puede ver una buena exposici6n de este efecto revolucionario de la publicidad moderna Y otros aSPectos
pub/icitarias y pr0mociona¡es en Pope (1983)- una obra c'bica el papel de los pre-
de las
en la que no intervienen 10s precios (Publicidad) es Stigler ('968).
,jos en comparaci6n con la
Parte Seis Competencia en la que no intervienen 10s precios
La cuestión en cuanto a cómo funcionan los anuncios, como los de Nike, es impor-
tante por muchas razones. Para comenzar, Nike no está sola. Sus esfuerzos de promoción
son comunes a muchas empresas que venden productos de consumo. Y estos esfuerzos son
costosos. La publicidad en las redes de televisión puede costar millones de dólares por
minuto de exhibición. Para el Super Bowl de 2004, el precio promedio de un anuncio
de 30 segundos fue un monto récord de $2.25 millones de dólares. Y a pesar de ello, An-
heuser-Busch, Frito-Lay, Pepsi-Cola, Pi-octer & Gamble, y otros, compraron espacio
para ese juego. Necesitamos tener alguna idea de la forma en que funciona
la si queremos entender los incentivos que tienen estas empresas para incurrir
en tales costos. Sólo entonces podremos examinar las decisiones de las empresas de incu-
rrir en los costos de publicidad para promover sus productos, y por qué las empresas de
algunas industrias gastan más en publicidad que las empresas de otras. Entender cómo
funciona la publicidad nos permite avanzar y luego investigar la forma en que ésta afecta
la interacción estratégica entre las empresas, y lo que todo esto significa para el consu-
Nuestra meta en los siguientes dos capítulos es comprender el papel que desempeña la
publicidad y las consecuencias que esto acarrea para la interacción estratégica en el lugar
de mercado y el bienestar del consumidor. Enfocaremos nuestra atención principalmen-
te en la publicidad que realizan las empresas que fabrican los productos que se anuncian,
más que en las actividades de promoción que realizan los minoristas que los venden. Los
esfuerzos promocionales de grandes fabricantes, nacionales o internacionales, difieren no-
tablemente de la publicidad de 10s minoristas locales. Los esfuerzos promocionales de estos
minoristas están dirigidos a un mercado local, y SU publicidad a menudo es informativa,
ya que 10 que dice a los consumidores es el precio, la disponibilidad o el inventario de ar-
ticulos específicos, la ubicación de la tienda etc. En contraste, las campañas de publicidad
a gran escala de los fabricantes suelen pasar al aire o circular a millones de clientes poten-
ciales en una extensa área geográfica. Exploraremos estos esfuerzos publicitarios porque
tienen un peso muy grande en el cuadro global.
El ejemplo de Nike sugiere que gran parte de la publicidad hecha por los fabricantes
contiene poca información explícita. Esto no es, sin embargo, una crítica a estos esfuer-
zos. Es posible que los consumidores no vean la publicidad que realizan los fabricantes
en la misma forma que ven, por ejemplo, a la que encuentran en las guías para el consu-
midor o en Consumer Reports. Los consumidores están conscientes de que la empresa que
fabrica el bien también está pagando la publicidad de ese bien. Por ende, pueden esperar
encontrar una clase diferente de información (información que es menos objetiva o me-
nos factual) cuando ven un comercial de un fabricante, que cuando leen un artículo
informativo de Consumer RePort~.Además, la publicidad está disponible para los consu-
midores en forma gratuita. Nadie tiene que Pagar por ver un comercial de Nike o por leer
un gran anuncio espectacular de la misma empresa, a pesar de lo caro que es producirlos.
En contraste, los consumidores acostunbran pagar por fuentes informativas, por ejemplo
guías, revistas como Consumer RePorts Y otras publicaciones, que sólo están disponibles
para quienes las compran. No esperamos que las empresas regalen artículos costosos a
menos que obtengan alguna ventaja que las compense. El hecho de que las empresas de-
diquen montos considerables a la publicidad sugiere que ésta les aporta beneficios, incluso
si la publicidad no les genera ingresos directos por sí misma. ¿cuál es esta ganancia, y
en cuáles son las con~e~uencias económicas de la publicidad)
Una forma de ver la publicidad es como un elemento esencial de ]a competencia en-
tre empresas que venden diferentes marcas del mismo articulo. En este caso una herte
publicidad en una industria sería un signo de buena salud, una forma de incrementar la
conciencia del consumidor de la existencia de diferentes marcas, que intensifica la com-
~etenciade precios para su beneficio. Por otra parte, la publicidad también puede visua-
iizarse como una forma de diferenciar la marca de un fabricaiite de la de otro fabricante,
con lo que se debilita la ~ompeteiiciaal hacer más dificil que un consumidor cambie de
C V ~ ~ I20
Q Publicidad, poder de mercado e infamación
una arca a otra. Una fuerte publicidad en este caso sería un signo de poder de mono-
polio. E s p e r a o s que nuestro análisis nos ayude a determinar cuál de ambos casos es
probable, si es que hay algvn0 que 10 sea. No obstante, debemos señalar también que hay
una preocupación de política pública que data de largo tiefipo, en el sentido de que los
gastos publicitarios globales podrían ser un derroche desde el punto de vista socid, esto
es, que las empresas gastan demasiado en actividades de promoción que dejan poca ga-
nancia neta para todos, y muy poca en cuestiones más importantes, como el desarrollo de
productos. Nuestro análisis también nos debe 'ayudar a profundizar en este asunto. ~~d~~
estos temas son importantes. Sin embargo, obtener una perspectiva de estas cuestiones
requiere que aprendamos la lógica económica subyacente a la publicidad. ¿Por qué las
empresas la realizan y cómo funciona?
* Se han obtenido losdatos sobre losgastos por publicidad a nivel agregado Y de empresas del sitio en la
web, AdAge.com.
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
3 Este es uno de los nueve datos estilizados sobre la rentabilidad industrial en Estados Unidos reponados en
Schmalensee (1989), y está basado en los estudios de Comanor y Wilson (1967, 1974), entre otros. Sus
conclusiones han sido corroboradas por otros estudios efectuados sobre datos de Estados Unidos, as[ como
con datos de otros paises. La obra inicial de Schmalensee (1972) tambien permanece vigente.
c a ~ f t u l o20 Publicidad, poder de mercado e información
20 tiene éxito, con algunos consumidores por lo menos, la empresa disfrutará algún poder
de monopolio porque no perderá sus clientes ante un competidor, en caso de que de,-ida
incrementar sus precios. Sin embargo, aunque provechosos para la empresa, estos esfuerzos
de ~~Iwencimiento Son md0s para los consumidores, no sólo por el poder de monopo-
lio Y la pérdida resultante de peso muerto, sino también porque estos esfuerzos pubbu-
tarios son costosos en sí mismos. Puesto que la diferenciación lograda por la publicidad no
fue considerada "real" sino, más bien, una distinción artificial creada en la mente del con-
sumidor, los recursos gastados para crear esa diferenciación eran considerados como un
derroche. De acuerdo con ello, sería mejor usa'rlos para producir bienes y senicios reales.4
Recuerde que el advenimiento de la publicidad a gran escala siguió muy de cerca a la
llegada de las tecnologías de producción masiva o la de las economías de escala en la pro-
ducción. Si el papel persuasivo de la publicidad masiva fuera sustancial, permiMa entonces
que las empresas de manufactura ampliaran su mercado y vendieran más,y con explo-
taran las economías de escala en la producción. El temor es que ese resultado condujera
a una estructura industrial más concentrada. Todavía más, la publicidad persuasiva
evitar la competencia potencid y que nuevas empresas llegaran al mercado. De hecho, Joe
Bain, el gran economista pionero de la organización industrial, consideró explícitamente
la razón publicidad a ventas de una indusuia como un sustituto de barreras al ingreso.
Muchos otros economistas, en particular 10s que trabajaron en el marco estructura-con-
ducta-desempeño inicial, en el fondo compartían esta visión. Lo que temían era que las
empresas establecidas crearan un historial de publicidad, y con ello, adquirieran una iden-
tidad de mercado para sus productos que cualquier nueva empresa encontrara dificil de
superar. Como resultado, la empresa que ya está en el mercado sería más inmune ante
posibles competidores. (Vea la exposición del caso Reakmon en el capítulo 2 1 .)
Cabe señalar que el temor de que la publicidad confiriera poder de monopolio no ca-
recía de apoyo en el mundo real. De hecho, hay evidencias anecdóticas y formales que
apoyan la hipótesis de que la publicidad a gran escala aumenta el poder de mercado de
una empresa y su capacidad para incrementar el precio por arriba del costo. Se puede ~ b -
tener fácilmente evidencia casual con un viaje a la farmacia o al supermercado locales.
Cualquiera que compare el precio de una marca de analgésicos a la que se haga publici-
dad nacional con la de un sustituto genérico encontrará que la marca nacional se vende
a un costo perceptiblemente más alto. Lo mismo es cierto para las bebidas, los champúes,
los blanqueadores de lavandería Y muchos otros productos. En éstos y otros casos existen
sustitutos que son qdmicamente idénticos o casi idénticos a las marcas a las que se hace
publicidad a nivel nacional. Por 10 tanto, 10s costos de producción deben ser aproximada-
mente iguales. A su vez, esto significa que el precio más alto exigido por la marca nacio-
nal refleja un incremento en el margen de utilidad sobre el costo que hace posible el
poder de monopofio.
L~ evidencia formal a 10 largo de estas mismas líneas ha sido proporcionada por los
muchos estudios estadísticos que encuentran una correlación positiva importante entre la
y la rentabilidad de las industrias entre las que se incluye una amplia gama de
indusvias de bienes de consumo. El trabajo pionero a este respecto fue el de Comanor y
wilson (1967).sin embargo, su conclusión básica de que las industrias con alta rentabi-
lidad se asocian con una razón alta de publicidad a ventas ha sido obtenida muchas otras
veces desde entonces, tanto para diferentes periodos como para diferentes p a í ~ e s Un .~
más específico es el por Nichols (1951). Este investigador analizó el
mercado estadounidense de c i g d o s y aportó pruebas estadísticas de que las grandes rnar-
cas se apoyaban fuertemente en la publicidad para diferenciar sus productos, con 10 que
quedaban aislados de la competencia en precios, en especial de 10s "cigarrillos baratos".
No obstante, hay razones para desconfiar del punto de vista de que la publicidad for-
talece el poder de mercado y reduce la competencia. En primer lugar, hay una h e a fina
entre persuasión e información. Después de todo, la persuasión requiere algo más que pa-
labras vacías. Por lo general se debe dar alguna información al consumidor para conven-
cerlo. En la medida en que la publicidad aporte información desempeñará un papel útil,
que podría promover la competencia. Telser (1964) realizó uno de los primeros estudios
para cuestionar la idea de que la publicidad alentaba el monopolio. El objetivo de éste era
'
analizar la relación entre los gastos publicitarios de las empresas y su participación de mer-
cado en tres industrias de bienes de consumo, alimentos, jabones y cosméticos. Telser
concluyó que la participación de mercado es menos estable, es decir, es más probable que
cambie a medida que aumente la publicidad en esa industria. Esta conclusión contradice
el punto de vista de la persuasión. La publicidad persuasiva haría que los consumidores
estuvieran menos dispuestos a cambiar entre marcas, con lo que promoverían la estabili-
dad en la participación del mercado. Las conclusiones de Telser sugieren, más bien, que
la publicidad disminuye la lealtad de los consumidores o intensifica la competencia.
En segundo lugar, cualquier evidencia de un vínculo positivo entre el poder de mer-
cado y el aumento de la publicidad debe ser examinada cuidadosamente. Puede reflejar
el hecho de que el poder de monopolio en sí conduce a una empresa a anunciarse más y
no el de que la publicidad conduzca a la empresa a tener poder de monopolio. Por últi-
mo, si la publicidad sí cambia los gustos del consumidor, luego de calcular sus efectos, se
requiere que pensemos cuidadosamente sobre la manera en que lo hace y lo que esto sig-
nifica para los beneficios que los consumidores obtienen de esos productos. A continua-
ción examinaremos todos estos temas.
6 Este supuesto puede no ser válido. Con frecuencia hay descuentos considerables cuando una compañía
siempre compra tiempo aire, tiempo en redes o espacio en revistas para fines de publicidad.
C ~ f m l 20
o Publicidad, poder de mercado e información
MWQ, u) = P(Q, 4+
La maxirnización de utilidades s i g d c a elegir una Q' tal que el ingreso marginal es igual
al costo marginal o
MR(Q*, a ) = P(Q*, a ) +
a, la empresa elige vender la cantidad que maximiza utilidades Q*a un precio P*,el
índice de Lerner satisfará
p*-c
-=-
1
podemos expresar de nuevo la ecuación (20.4) multiplicando cada lado por a y dividiendo
cada lado entre P Q de modo que tenemos
8 real;,jad, ,,,
7 Para una derivación del índice de Lerner vease la Sección 3.3 del
es
valor negativo.
negativo de la elaaicidad de la demanda
capítulo 3.
cuando laelasticidad
es un
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los pecios
Advierta que el lado derecho de la ecuación (20.5) es el óptimo o razón de gasto publi-
citario a ventas que maximiza utilidades para la empresa. A continuación, volvemos a
expresar el lado izquierdo de la ecuación (20.5) definiendo una nueva medida de elasti-
(20.5). Ahora tenemos un resultado clave. El monopolio maxirniza sus utilidades al elegir
un nivel de producto ( o precio) y un nivel de publicidad tal que la razón de gasto pu-
blicitario a ventas es exactamente igual a la razón de la elasticidad de la demanda a la publi-
cidad respecto de la elasticidad de la demanda al precio. Esto es, las utilidades se maximizan
TABLA
28- 1
~ Ó DENPUBLICIDAD A VENTAS
SELECCIONADAS
( ) EN INDUSTRIAS
aT aT
-
Industria SIC - Industria SIC
PQ PQ
empresa? La magnitud de esta elasticidad refleja sólo la manera en que responde la de-
manda del consumidor a un incremento en la publicidad. Esto trae al escenario la cues-
tión más importante que ahora veremos. ¿Por qué responden los consumidores a la pu-
blicidad?
desean saber cosas como qué es lo que hace el producto (@Id Spice es un desodorante o un
sazonador de alimentos?)y en dónde se puede comprar. La publicidad puede dar esta infor-
mación en forma rápida y barata. Por lo tanto, esperaríamos que la elasticidad de la deman-
da a la publicidad fuera más grande en el caso de los productos de conveniencia que en
el de 10s bienes cotizables. Advierta que en la medida en que la publicidad desempeña es-
te papel informativo, desempeña un papel económicamente útil para el consumidor.
Podemos también dar otro paso y distinguir dentro de las categorías de bienes cotiza-
bles y de conveniencia aquellos productos cuya calidad o desempeño no pueden ser co-
nocidos por los consumidores antes de comprarlos. En ciertos productos, como suéteres,
platillos 0 productos aíirnenticios, como el azúcar y la sal, 10s consumidores pueden de-
terminar más o menos la calidad antes de decidir su compra. Estos productos reciben el
nombre de producto^ buscados, 10 que indica que el problema principal que enfrenta el
consumidor es el de buscar dónde se encuentran las mejores ofertas de tales bienes. Sin
embargo, en el caso de otros productos, como autos, aparatos electrodomésticos, cremas
para la piel, vinos y servicios de cuidado de la salud, los consumidores pueden aprender
sólo de la calidad real o desempeño del producto después de comprarlos y probarlos en
la realidad. Debido a esto a esta clase de productos se les llama productos vivenciales.
Algunos productos cotizables también serán productos buscados, cuya calidad o de-
sempeño puede idenllficarse más O menos antes de su compra, por ejemplo, una mesa de
comedor. En contraste, otros productos cotizables serán vivenciales (por ejemplo, una
Palrn Pdot), cuya calidad no se entiende bien sino hasta que se prueba o consume. Se
puede imponer una división similar sobre los productos de conveniencia donde, por
ejemplo, la sal es un bien de búsqueda y las cremas para manos un producto vivencid.
Podríamos esperar que los consumidores respondieran más a la publicidad para los produc-
tos de conveniencia que son también productos vivenciales. El anuncio es una forma barata
de hacer que el consumidor se dé cuenta de si es probable que le guste el bien vivencid
relativamente barato. En otras palabras, podn'amos esperar que la elasticidad de la demanda
a la publicidad fuera mayor en aquellos productos que son tanto de conveniencia como
vivenciales. Si seguimos la Iógica de la condición de Dorhan-Steiner, y por el momen-
to mantenemos todo lo demás igual, la lógica anterior significa que debemos esperar una
mayor razón de publicidad a ventas para 10s productos de conveniencia que son también
productos vivenciales.
En la tabla 20-2 se clasifica la muestra de industrias y sus razones de publicidad a ven-
tas que se describieron en la tabla 20-1, de acuerdo con las cuatro categorías de ~ r o d u c -
tos que de identificar. Estos datos tienden a apoyar nuestras conjeturas de que
los productos que son tanto vivenciales como de conveniencia deben encontrarse entre 10s
intensamente anunciados. Las industrias de productos vivenciales en nuestra muestra
tienden a tener mayores razones de publicidad a ventas, y estas razones son las más altas
para la de productos de conveniencia. Desde luego, otros factores como el gra-
do de competencia en el mercado (porque afectan la elasticidad de la demanda el recio)
también son importantes. No obstante, en 10 general estos datos apoyan el punto de vista
de que la publicidad desempeña, por 10 menos en parte, Un papel Útil al informar a los
consumidores sobre la función y la disponibilidad de diversos productos.
D~ hecho, en la en que la publicidad aporta información a los consumidores
sobre precios, calidades y ubicación de puntos de venta múlorista, la publicidad fortalece
la competencia que debilitarla. Los anuncios impiden que un vendedor venda un
producto a un precio &o, al informar a 10s consumidores que existe un sustimto ~erfec-
to de este producto, o por lo menos bueno, en un sitio cercano a un precio más bajo.
vista desde esta la publicidad O conciencia de marca es una fuerza muy Ú d
que favorece la competencia, que funciona p a a reducir el tipo de diferenciación del pro-
ducto que resulta de que cada consumidor conoce sólo las ofertas de una tienda local pero
no tiene información sobre qué productos y precios están disponibles en otra parte.
Paite Seis Competencia en la que no intervienen los precios
Productos de panaderfa 1.7 Parques de diversiones 10.7 Llantas 2.0 Video y audio para el hogar 6.9
Fruta, vegetales, jamón enlatados 1.S Jabones y detergentes 1 1.3 Casas rodantes 1.4 Hoteles y moteles 2.3
Tarjetas de felicitación 2.0 Bebidas 9.2 Muebles de madera 3.0 Vehlculos de motor 2.4
Lácteos 1.2 Perfumes, cosméticos 7.4
-
Además, hay sólida evidencia empírica para apoyar el punto de vista de que anunciar
10s precios y la ubicación de los puntos de venta intensifica la competencia en precios. El
estudio clásico es el de Benham (1972),que demostró que el precio promedio de los an-
teojos era significativamente más alto en los estados en donde estaba prohibida la publi-
cidad del precio y de la ubicación de los servicios Ópticos. Cady (1976) encontró efectos
similares en el precio de los medicamentos cuando la publicidad en el mercado de éstos
está restringida. La visión de que la publicidad promueve la competencia de precios tam-
bién puede explicar por qué muchas asociaciones profesionales, como las de abogados,
médicos y dentistas, han solicitado desde hace mucho que se legisle para limitar la publi-
cidad en precios en sus profesiones.
Sin embargo, de nueva cuenta es importante destacar que suelen ser los minoristas lo-
cales y, cada vez más las empresas de correo directo, las que proporcionan los anuncios
que informan a los consumidores del precio y la ubicación de puntos de venta y las que
desempeñan una función que favorece la competencia. Aunque esta clase de publicidad
es importante, su significado cuantitativo en términos de dinero es limitado en compara-
ción con la publicidad de imagen lanzada por 10s grandes fabricantes. La verdadera man-
1 I
zana de la discordia en el debate sobre la publicidad es el papel que desempeñan los cos-
tosos gastos de promoción que redizan 10s fabricantes de autos, de bienes de consumo I! 1
I
doméstico y otros fabricantes de productos de consumo. A diferencia de la publicidad in- 11
sertada por un minorista en un periódico local, o la publicidad realizada por una empre- \
sa en una revista especializada, como Field and Stream, la publicidad de imagen de estos 111! I
grandes fabricantes llevará poca o ninguna información h e c t a sobre el producto. De he- ! I
muestra un auto. Lo único que muestra es un gigantesco pato de hule amarillo cuyas pupi- b1
las brillan para revelar el familiar lago de Mercedes-Benz. Entonces la cuestión se "F
11
convierte en, (qué papel desempeña esta clase de publicidad y cuáles son sus efectos eco-
'1
nómicos? 11
importantes quedan sin resolver. En particular, necesitamos examinar con más cuidado lo
que significa decir que la publicidad convence a algunos consumidores de que la marca
X es superior y merece un precio más alto.
Si los mensajes publicitarios desprovistos de cualquier información real pueden persua-
dir a los consumidores a favorecer una marca, entonces lo que uno realmente está dicien-
do es que la publicidad en efecto puede cambiar las preferencias del consumidor. Esto
presenta un nuevo e importante giro respecto de la forma en que modelamos la conduc-
ta del consumidor. Por lo general suponemos que las preferencias del consumidor que
subyacen en la demanda de éste están dadas o' son exógenas. La función de utilidades un
medio formal de representar el conjunto de gustos del consumidor. El modelo conven-
cional del libro de texto entonces se enfoca en la forma en que el consumidor escoge bienes
que reflejan sus gustos, esto es, que maximiza su utilidad dadas las resmcciones impuestas
por el ingreso y el conjunto de precios del producto.
Si la publicidad cambia los gustos del consumidor y, por lo tanto, su utilidad, enton-
ces debemos considerarla cuando evaluamos si hay demasiada publicidad. Por ejemplo,
supongamos que sin ninguna publicidad 10s consumidores creen que una caja de la marca x
vale unos $8 en el margen, y sin publicidad la empresa X encuentra que maximiza su
utilidad a un precio de $10 por caja. Supongamos ahora que si la empresa se anuncia ele-
va la valuación de los consumidores de la marca X de $8 a $20 por caja, y que la empre-
sa encuentra redituable aumentar SU precio de $10 a $15 por caja. En este escenario la
publicidad es puramente persuasiva, pero no dañina. El excedente del consumidor en ca-
da caja vendida se incrementará de $2 a $5, incluso si la empresa obtiene más utilidades.10
Además, los gustos de los consumidores cambian con el tiempo. En cierto sentido
cada gusto es adquirido y desarrollado en respuesta a lo que uno podna llamar esfuerzos
persuasivos. Por ejemplo, el entrenamiento y experiencia para apreciar plenamente una
sinfonía clásica, una pintura abstracta o, en esa misma línea de pensamiento, un juego de
beisbol, también se puede considerar como esfuerzos persuasivos. En forma similar, los
fios tienen que ser informados (convencidos) del valor de una dieta saludable y los adul-
tos frecuentemente tienen que aprender el valor del ejercicio regular. En general no nos
quejamos de que se realicen esfuerzos para persuadir o alentar a los individuos para que
disfruten estas incluso cuando estos esfuerzos intentan cambiar los gustos in-
dividuales. (Por qué, entonces, nos deberían molestar los esfuerzos publicitarios por cam-
biar las preferencias del consumidor en cuanto a marcas competidoras? Pero tal vez la
cuestión aquí es cómo cambia el anuncio de Mercedes-Benz los gustos de los con-
sumidores. ~ ~ es,t ¿cómo o la imagen de un gigantesco pato amarillo, con los ojos de
Mercedes Benz, puede convencer a un consumidor de que los productos de esta marca
son superiores?
10 Dixit y Norman (1978) propusieron una forma de evaluar los efectos en el bienestar usando la demanda pre-
via a la y las preferencias del consumidor despues de la publicidad. Si de ambas series de d re fe-
rencias uno obtiene los mismos efectos de bienestar, entonces se pueden formular conclusiones sobre e l
efecto de lapublicidad persuasiva sobre el bienestar. Este enfoque fue criticado posteriormente en Fisher y
McGowan (1979)) porque Dkit y Norman comparan el bienestar antes y despuls de la publicidad usando
una u otra de las series de preferencias para ambos resultados de equilibrio. La comparación que se debe
hacer es una comparación del equilibrio previo a la publicidad usando las preferencias previas a la publici-
dad, con el equilibrio posterior a h publicidad usando las preferencias posteriores a la publicidad. Pero esto
da pie al conocido problema de la comparación inter~ersonalde niveles de utilidad.
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
deben comprar. No es de sorprender que haya sido la escuela de Chicago, con su amplia
herencia intelectual de defender los mercados libres, la que asumió este reto a la mano
invisible." La importante contribución de estos economistas fue reconocer que la publici-
dad de imagen puede ser más informativa de lo que parece a primera vista. Pero, ¿qué clase
de información se puede inferir de los comerciales que pasan en televisión que parecen casi
totalmente destinados a construir una imagen de marca? Ésta h e la pregunta que planteó
Philip Nelson, el economista de la escuela de Chicago, en dos artículos fundamentales es-
critos en la década de los setenta (1970 y 1974). Nelson comenzó respondiendo la pre-
gunta con otra pregunta más: ''¿Qué saben los consumidores sobre un producto antes de
comprarlo?" Específicamente, < los consumidores pueden identificar la calidad u otras
características del producto antes de probarlo?
Para ciertos productos, por ejemplo suéteres, platos, o alimentos como el azúcar y la
sal, Nelson sostiene que la respuesta es sí. Nelson considera que estos son bienes de bús-
queda en el sentido definido antes. Los consumidores pueden determinar más o menos
la calidad de estos bienes antes de decidir comprarlos, y la cuestión principal que eníi-entan
es buscar cuáles son las mejores ofertas en tales productos y dónde los puede encontrar.
Sin embargo, Nelson identificó también algunos bienes, como autos, aparatos electrodo-
mésticos, vinos y productos de cuidado de la salud a los cuales al principio nos referimos
como productos vivenciales. En el caso de estos Últimos, los consumidores sólo pueden co-
nocer la calidad real después de haberlos comprado y probado realmente. Nelson ilamó a
estos productos vivenciales.
Fue en la segunda categoría de productos vivenciales en donde Nelson vio que la pu-
blicidad basada en imágenes podía desempeñar un papel, pues de otra manera parecería
no aportar ninguna información. Su argumento es muy sencillo. El fabricante de un pro-
ducto vivencial sabe si es un producto de alta o de baja calidad. Es decir, el productor a
menudo sabe si el consumidor estará satisfecho o no con el producto después de com-
prarlo. El problema es que el consumidor no tiene esta información y la única manera en
que puede adquirirla es mediante la experiencia, que puede ser dificil. ¿Cómo puede el l
productor, particularmente uno que sabe que está vendiendo un producto de alta cali-
dad, hacer llegar esta información a sus posibles clientes? La clave, sugirió Nelson, es la
publicidad.
Por ejemplo, el fabricante de un analgésico no desea que el cliente compre su produc-
to sólo una vez, sino que espera ganar su preferencia repetidas veces. Si el bien es de al- .
ta calidad y funciona bien, entonces es probable que el consumidor lo vuelva a comprar.
Mientras la experiencia con el analgésico sea satisfactoria, es probable que el consumidor
~ r o m e d i olo siga comprando repetidas veces, en lugar de comenzar de nuevo a buscar
otra marca. No obstante, éste no es el caso de un analgésico que no funciona. Si un con-
sumidor compra un producto de baja calidad, lo más probable es que cambie a otra marca
la siguiente vez que lo necesite. De acuerdo con lo anterior, sólo los fabricantes de anal-
gésicos de alta calidad tienen alguna esperanza de ganar la compra repetida.
El modelo de Nelson combina 10s razonamientos antes mencionados con los análisis
de descuento y valor presente descritos en el capítulo 2. Su argumento es que en los gastos
publicitarios de una empresa se incurre por adelantado. Y estos gastos se pueden justificar
sólo si el valor descontado de la corriente futura de ingresos generados por la publicidad
es suficiente para cubrir este costo hundido. La idea de Nelson es que si un consumi-
dor prueba un producto vivencial y encuentra que es bueno, eiitonces es probable que
lo siga comprando. De hecho, cuanto mejor sea la prueba que oeece el productor, mayor
es la probabilidad de que haya compra repetida, con lo que es mayor el valor presente
de las utilidades que la empresa puede esperar de un anuncio que induce o convence 4
11 También es importante señalar la idea de la escuela de Chicago en la estabilidad de las preferencias del con-
sumidor. Puesto que esta hipótesis es el punto de partida de la mayoría de los modelos económicos, hay
mucho en juego al aceptar este desafío.
c ~ l m20l ~ Publicidad, poder de mercado e información
de calidad. Puesto que tanto la publicidad como la asignación de precios pueden indicar
la calidad del producto, es complicado definir en qué medida usar cada uno de esos indi-
cadores. Como resultado, aunque el estudio de Milgrom y Roberts puede tomarse como
confirmación del punto fundamental de Nelson, también tiende a debilitar el fuerte vínculo
teórico entre la publicidad y la calidad del producto. El modelo de señales de Milgrom y
Roberts es un modelo de monopolio o una sola compañía. Fluet y Gareila (2001) de-
muestran, en cambio, que cuando una empresa compite en precio con otras, puede ser
necesario usar la publicidad para señalar la calidad.13
La gran cantidad de investigaciones teóricas sobre la teoría de las señales de la publi-
cidad y los precios generó también investigaciones empíricas. En general, estas investiga-
ciones han tratado de aportar pruebas del grado en que la calidad de un bien está ligada
con la razón publicidad a ventas del fabricante. Desde luego, un comentario obvio sobre
todo este trabajo académico es que la tarea de medir la calidad está lejos de ser fácil. La
verdad es que la calidad tiene muchas dimensiones, y no es obvio cómo combinar las mu-
chas dimensiones en un solo índice. Sin embargo, en Estados Unidos la Consumers Union
publica regularmente amplias clasificaciones de calidad de productos. U n primer estudio
importante fue el que realizó Reisz (1978) usando estos datos en más de 1 0 000 marcas
de 685 productos. Sin embargo, encontró sólo una débil correlación entre el precio y la
calidad.
Si los altos precios no indican necesariamente una alta calidad, ¿qué pasa con la publi-
cidad! Kotowitz y Matthewson (1986) examinaron esta relación tanto para autos como
para seguros de vida integral. No obstante, no encontraron evidencias de que cuanta más
publicidad se hiciera, mejor sería el trato. En forma similar, Archibald, Haulman y Moody
(1983) examinaron los zapatos para correr y de nuevo encontraron que ni los niveles de
publicidad ni los de precios de 187 marcas tenían una fuerte correlación con las clasifica-
ciones de calidad que se publicaban en la revista RunnerJsWorld. Sin embargo, sí encon-
traron que las clasificaciones de calidad de la revista, una vez publicadas y en circulación, se
correlacionaban muy positivamente con la intensidad de la publicidad realizada después
de que se publicaban tales clasificaciones. Las empresas con alta calificación estaban an-
siosas de dar a conocer este hecho a 10s consumidores, mientras que aquéllas con una baja
calificación estaban menos interesadas en señalar las deficiencias de su producto.14
Un estudio más reciente de 196 industrias, realizado por Caves y Green (1996), en-
contró pocas tendencias discernibles en la relación entre publicidad y calidad de la marca.
Para muchas industrias estos autores encontraron que la correlación de gasto publicita-
rio-calidad es de hecho negativa, exactamente lo opuesto de lo que Nelson predecía. N o
obstante, encontraron una relación positiva entre la publicidad y la calidad en el caso de
nuevos bienes, innovadores.15 También encontraron una débil pero todavía positiva
correlación entre la publicidad y la calidad de 10s bienes de su muestra que se podrían
Uamar "bienes vivenciales". La evidencia de Caves y Green basada en la hipótesis de Nelson
se puede describir mejor como mixta.
Como Úitima prueba, aunque un poco menos formal, al respecto, en la tabla 20-3
ofiecemos un análisis reciente de atún enlatado que se publicó en The New York Times.lb
Cinco "expertos" participaron en una muestra ciega de 1 4 diferentes marcas de atún en-
latado, que luego evaluaron en una escala del 1 al 10 (del peor al mejor) en términos de
13 Debemos tener en mente el hecho de que aqul estamos suponiendo de nueva cuenta que las compañías se
preocupan por los negocios repetidos. Si no es as[, y si 10s consumidores concluyeron siempre que una alta
calidad significaba un alto precio, todo productor encontraria ventajoso aumentar su precio, independiente-
mente de que fabrique un producto de alta o de baja calidad.
14 Vale la pena señalar que la revista Runner's World permite a los fabricantes mencionar su clasificación en la
publicidad, mientras que la revista Consumer Reports no lo hace.
15 Vease en Judd y Riordan ( 1 994) un análisis te6rico de la capacidad de una compañia para señalar la calidad
de su nuevo producto.
16 S. Gugino, "Canned Tuna: In Search o f Flavor and Texture", The New York Times, 6 d e agosto de 1997, p. C1.
~ ~ I F I C A C I Ó ND E UNA MUESTRA D E PRODUCTOS
D E N Ú N ENLATADO POR CALIDAD. EL MEJOR PRODUCTO
SE LISTA PRIMERO, EL PEOR SE LISTA AL FINAL
calidad global. LOSresultados fueron muy interesantes. Aunque hubo una tendencia
general para que los atunes más caros tuvieran mejores evaluaciones, éste no fue de núi-
guna manera un resultado uniforme. Por ejemplo, Dave's Alderwood Smoked Albacore
fue el producto más caro, pero no el de más alta calidad. Más bien, los honores del pri-
mer lugar le correspondieron al atún Progresso, que ocupó el séptimo lugar en una lista
de 14 precios. Además, los productos de atún más intensamente anunciados, vendidos
por Bumble Bee y Star Kist, fueron calificados casi como de la más baja calidad.
En resumen, aunque el punto de vista de Nelson de que la publicidad podría servir como
medio para que los productores indicaran la calidad de sus productos sigue siendo valioso,
la teoría no se ha sostenido en las pruebas empíricas tan bien como se podría haber
deseado. Aún más, hay otros problemas con la teoría de señales de la publicidad. Prime-
ro, la idea básica de que cuanto más alcance tiene la publicidad mayor es la calidad del
producto sugiere que una empresa que gasta mucho en publicidad tiene incentivos para
que los consumidores sepan exactamente qué tan costosa es esa campaña. Pero las em-
presas no informan a los consumidores cuánto gastan en publicidad.
Se derivan otras dificultades del punto de vista de que la publicidad indica la calidad
del hecho de que este análisis se aplica específicamente a los bienes vivenciales. Algunos
productos vivenciales se venden a los consumidores, mientras que otros (productos vi-
venciales del productor) se venden a negocios. El enfoque de señales sugenna que el ti-
po de comprador no debe importar y, en consecuencia, que la extensión de la publicidad
no debe difek entre estos dos tipos de productos vivenciales. Sin embargo, las razones
de gastos de publicidad a ventas son marcadamente más altos en el caso de los productos
vivenciales que se venden a los consumidores, que para 10s que Se venden a otras ComPa-
ñias, es decir, bienes para los productores. De hecho, incluso dentro de la categoría de
productos de consumo 10s gastos publicitarios son tambiCn relativamente altos tanto Para
los productos buscados como para los productos vivenciales, por ejemplo, una camisa Po-
lo de m p h Laurcn 0 unos jeans de Caívin Klein se pueden probar e inspeccionar antes
de su compra. Así que estos son productos buscados. Pero Lamen, Calvb Klein Y
Parte Seis Competencia en la que no inteevienen los precios
los fabricantes de ropa en general hacen mucha publicidad. De nueva cuenta, aquí no es-
tá claro cómo es que el enfoque de señales puede explicar esta observación.
Por último, debe mencionarse que la teoría de señales sólo es pertinente en el caso de
productos no probados. Por lo tanto, después de que muchos o la mayoría de los consu-
midores ha probado el bien y experimentado su calidad, la lógica subyacente de este
enfoque sugiere que la publicidad ya no tendría mucho que hacer. Pero si éste fuera el
caso, ese enfoque no nos puede explicar.-porqué empresas que venden marcas estableci-
das y bien conocidas en el mercado, como Coca-Cola, Miller Lite, Chevrolet y Rice
Krispies, siguen lanzando costosas campañas publicitarias.17
En síntesis, aunque el enfoque de señales en la publicidad iniciado por Nelson (1970
y 1974) deja valiosas enseñanzas, no puede ofrecer una explicación completa de toda la
publicidad que observamos. En el siguiente capítulo exploraremos algunos enfoques
alternos respecto de cómo influye la publicidad en la conducta de los consumidores.
También avanzaremos más aiiá del modelo de una sola empresa e investigaremos cómo
la competencia afecta el incentivo para usar la publicidad. No obstante, antes de concluir
este capítulo conviene revisar una vieja, pero venerable, preocupación de política guber-
namental relacionada con la publicidad. Esta preocupación es que la publicidad persuasiva
puede ser eficaz porque es deshonesta, es decir, fraudulenta.
17 Un modelo de contenido publicitario por Anderson Y Renault (2004) puede ilustrarse como sigue. Hay tres
tipos de consumidores, el 1, el 2 y e l 3, y tres tipos de artefactos, los rojos, los azules y los amarillos. El con-
sumidor tipo 1 valúa los artefactos rojos en $40, 10s azules en $20 y los amarillos en $15. El tipo 2 valúa los
artefactos rojos en $15, los azules en $40 y los amarillos en $20. Para el tipo 3 los valores respectivos son de
$20, $15 y $40. Cada consumidor incurre en un costo de $5.01 por visitar la tienda. Una vez alli, se hunde
este costo. La tienda incurre en cero costos por artefacto, pero ~610tiene artefactos rojos. Si anunciara los
artefactos rojos, nadie irla a la tienda. Puesto que se hunde el costo del transporte, la empresa nunca cobra-
rá menos de $15 a cualquier persona que la visite. Si esto se supiera, s61o los consumidores del tipo 1 res-
ponderian a un anuncio de artefactos rojos, pero entonces la tienda cobrarla $40 a cualquier visitante des-
pués de un comercial de esta naturaleza. Empero, si la tienda declara simplemente que tiene artefactos sin
especificar su color, entonces la visitarán todos los tipos de consumidores. Al no saber quién es quién, la
tienda reducirá su precio a $15 para vender a todos los que la visiten. Con simetrfa, cada consumidor espe-
rarla ganar un excedente de $5 y la compañ(a gana $45. No miente, pero sí limita la información que pro-
porciona en sus anuncios.
CW~OQ
20 Publicidad, poder de mercado e infamación
más, estas afirmaciones deben haber afectado la decisión de compra del producto de un
número sustancial de consumidores, antes de que la FTC hiciera cumplir la ley. omitir
información sobre un producto no constituye publicidad falsa, a menos que el producto
tenga una publicidad regulada por la Food and Drug Ad@nistration. fimaciones sub-
jetivas, como "este producto puede cambiar su vida", no son verificables por defición
y tampoco se consideran publicidad falsa según la legislación vigente. De nueva cuenta,
la conclusión de ilegalidad requiere tanto que el anuncio sea evidentemente falso, como
que haya llevado a muchos consumidores a,adquirir el bien. Las empresas encontradas
culpables de esta conducta a menudo deben pagar a los clientes que fueron engañados
por la publicidad falsa.
La cultura popular está llena de imágenes de promotores deshonestos. El vendedor de
autos usados que promueve incansablemente autos que sabe que están llenos de sorpre-
sas desagradables, el agente de bienes raíces que vende el Puente de Brooklyn o alpa
otra afirmación de esta naturaleza, y el experto médico "charlatán77que promueve la ú1-
tima cura milagrosa, son imágenes todas comunes, incluso estereotipos. La amplia circu-
lación de estas imágenes, acoplada con una sospecha general de que Madison Avenue,
la avenida donde se ubican las principales agencias publicitarias de Nueva puede
manipular a voluntad el gusto de los consumidores, ha enfocado la atención tanto del pú-
blico como de las dependencias reguladoras sobre las afimaciones fraudulentas o enga-
ñosas, tal vez como la principal cuestión relacionada con la publicidad.
Cuando, en Estados Unidos, revisamos los archivos de juicios de la FTC relacionados
con cargos de publicidad ilegal en 10s Úitimos años, <quéencontramos? En general detec-
tamos que la mayoría de los juicios se refiere a situaciones en que los consumidores te-
nían poca capacidad para buscar alguna compensación de la empresa que patrocinó tal
publicidad. Puede haber dos razones para esta dificultad. Una es que la sustancia de la in-
formación publicitada, aunque verificable en un laboratorio o por individuos con cono-
cimientos especializados, es una afirmación para cuya vigilancia y verificación la mayoría
de los está mal equipada. Así, por ejemplo, se pidió a Pizzena Uno que sus-
pendiera la publicidad en que afirmaba que su línea de pizzas Thinzetta era baja en gra-
sas, no porque fuera engañosa, sino porque es virtualmente imposible que el consumidor
pueda determinar si es verdad. En forma similar, la FTC prohibió que se siguiera trans-
mitiendo e] anuncio de Jenny Craig, la compañía de pérdida de peso, que afirmaba que
nueve de cada diez clientes recomendarían Jenny Craig a un amigo. Este anuncio repetía
una afirmación cuya exactitud sólo puede ser juzgada mediante una encuesta estadística
formal, y no por la mayoría de los posibles clientes de Jemy Craig.
La sePnda razón, y quizás la más importante, por la que las víctimas de publicidad
fraudulenta puedan tener dificultades para entablar una demanda es que a menudo las
compfias culpables realizan operaciones "efímeras", es decir, se desvanecen en el aire
siempre que un diente iracundo trata de dar con ellas. A las empresas efímeras no les
preocupa mucho poder realizar negocios repetitivos. Estas empresas saben que el produc-
to o servicio que venden decepcionará a cualquier consumidor, pero sólo después de que
ha entregado su dinero. Los médicos "charlatanes" del Viejo Oeste estadounidense aban-
donaban el p e b l o después de vender su mercadería. Un ejemplo más mo-
derno de una c o m p d a efímera que usaba publicidad fraudulenta podría ser Student Aid
Incorporated, la organización con sede en Nueva York que garantizaba a cada uno de sus
clientes que, a cambio de un pago de $97, la empresa obtendría para ellos un mínimo de
$1 000 en fondos para becas universitarias. Advierta que estos ejemplos efectivamente
comparten la advertencia planteada primero por Schmalensee (1978) respecto del enfo-
que de sehales en la publicidad. Las empresas que venden productos o servicios de baja
calidad sólo se anunciar& si la utilidad que pueden obtener en una venta de única vez es
suficientemente dta.
A la luz de lo anterior, esperaríamos que la publicidad fraudulenta fuera más común
en mercados en que se dos condiciones. La primera es que la empresa esté ven-
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los
b:
ii
que diversas ocupaciones profesionales y tiendas se anuncien, ha llevado a que bajen los
precios y aumente el bienestar del consumidor.
Al continuar con el trabajo de Philip Nelson (1974) muchos economistas han explo-
rado la posibilidad de que la publicidad pueda comunicar información incluso cuando no
mencione explícitamente el precio o la función. Esta literatura se enfoca en el hecho de
que un consumidor puede aprender el valor real de muchos bienes sólo mediante un pro-
ceso de prueba y error, de modo que cuando encuentra satisfactoria una marca particu-
lar de un bien, es probable que siga comprándola en el futuro. Si los buenos productos
tienen una alta probabilidad de compra repetida, entonces las empresas que comerciali-
zan buenos productos tienen un fuerte incentivo para anunciarse y lograr que los consu-
midores hagan una compra inicial. Los consumidores racionales reconocerán esto, por lo
que deducirán que un producto es de alta calidad sólo porque es ampliamente anuncia-
do, sin importar el contenido del mensaje publicitario. No obstante, aunque la base teó-
rica del modelo de señales de la publicidad es sólida, su validez empírica sigue siendo
cuestionable. No parece haber una conexión cercana entre la calidad del producto y el
gasto publicitario. La predicción de que los productos vivenciales se anunciarán más que
los bienes de búsqueda tampoco parece sostenerse.
En resumen, la publicidad es un fenómeno complejo. La forma precisa en que funcio-
na para influir en la demanda de la clientela se explica sólo en parte por las señales o por
un contenido informativo más explícito. Aún más, hasta ahora nuestro análisis ha puesto
poca atención explícita al papel que desempeña la publicidad como parte de la interac-
ción estratégica entre empresas. En el siguiente capítulo examinaremos las teorías econó-
micas de la publicidad que exploran estas dos cuestiones.
1. Usted ha sido contratado para vender un nuevo disco de música que se espera alcance
una meta de ventas de $20 millones para el año próximo. El departamento de mar-
keting ha calculado que un aumento de uno por ciento en la publicidad del disco
aumentaría la cantidad vendida en aproximadamente un 0.5 por ciento, y que un in-
cremento de uno por ciento en el precio del disco reduciría el número vendido en al-
rededor de dos por ciento. <Cuántodinero comprometería usted para anunciar el disco
el año próximo?
2. Supongamos que la demanda de una nueva crema contra las arrugas se describe por
una función de demanda no lineal Q(P, A) = P-1/2A1/4, y así aQ(P, A)/aP =
- ~ - ~ / 2 A l / ~ /y2aQ(P, A)/aA = P-1/2A-3/4/4. Demuestre que la elasticidad de la de-
manda al precio es q, = 1/2, y que la elasticidad de la publicidad es 1 , = 1/4.
a) ;Cuál es la razón de publicidad a ventas que usted anticipa que habrá en esta in-
dustria?
b) <Depende de lo caro que es anunciar este producto?
3.Una empresa ha desarrollado un nuevo producto para el que tiene la marca registra-
da. El departamento de investigación de mercados ha calculado que la demanda para
este producto será de Q(P, A) = 11 600 - 1 O O O P + 20A1i2,donde Q e s la produc-
ción anual, P es el precio y A los gastos a ~ ~ u a l por
e s publicidad. El costo total de fa-
bricar el nuevo producto es C(Q) = .0Q1Q2 + 4Q Esto significa que el costo marginal
de producción es MC(Q) = .002Q+ 4. El costo unitario de la publicidad es constan-
te e igual a uno, o T = 1.
a) Determine la función inversa de demanda P ( Q , A), demuestre que los ingresos
marginales de un dólar adicional de publicidad es MR, = QA-1/2/100.
b) Calcule el nivel óptimo de producción e', precio P*y el nivel de publicidad A'
para la empresa.
Ca~fml*
20 Publicidad, poder de mercado e información
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Muchas de las más memorables campañas publicitarias han promovido una marca en que se
destaca el hecho de que es diferente en alguna forma de otras marcas líderes del mercado. Por
ejemplo, el 7-Up fue durante mucho tiempo elogiada como la bebida que no era de cola. En
forma similar, las Zucaritas de Kellog's se identifican específicamente con el tigre ~ ~y su f i ~
testimonio de que este cereal es Grrrande. Tal vez el más famoso de todos es la &rnación de
Coca-Cola de que "Coca es lo real". Éstas y otras campañas para incontables productos dicen
a los consumidores que la marca anunciada es especial y diferente de todas las demás. Desde
luego, algunas veces las diferencias que destacan los anuncios son reales. Apple Computer
ofiece un producto único. De igual manera, el auxiliar digital personal de Palm es distinto de
los demás. Cuando las diferencias de productos entre las marcas son importantes para 10s consu-
midores, la publicidad puede desempeñar un papel importante y útil para acoplar a 10s con-
sumidores con la marca que prefieren.
Sin embargo, cuando las diferentes marcas de productos no parecen ser muy distintos, la
publicidad se convierte en un juego de "captura del consumidor". Como tal, tiene el poten-
cial de convertirse en una forma de competencia antieconómica. El gasto ublicitano para
promover el ~ r o d u c t ogenera poca información Útil para 10s consumidores. l! ste puede ser el
caso cuando parece que es la publicidad misma la que genera las diferencias entre las marcas.
En este capítulo estudiaremos el papel que puede desempeñar la publicidad cuando, en
contraste con el capítulo anterior, hay muchas empresas que compiten por captar a 10s con-
sumidores. La publicidad y la creación de nombres de marca son estrategias importantes para
una c o m p d a . Como los ~árrafosanteriores dejan claro, de nueva cuenta tenemos alguna ten-
sión en el papel que la publicidad puede desempeñar. Cuando los consumidores tienen una
preferencia por la y la diferenciación de productos, a las empresas les interesa crear
nombres de marca que pueden desempeñar una función importante de acoplamiento, la de
din* a los consumidores hacia los productos que prefieren. La publicidad es un elemento
,-lave del desarrollo y promoción de las marcas. Por el contrano, la publicidad puede generar
poca información y ser mismo tiempo antiec0nÓmica y perjudicial para los con-
sumidores. cuál sea el que se presente, dependerá de la forma en que uno conside-
ra que funciona la publicidad cuando los competidores la emplean como herramienta. Este
tema es el punto central que desarrollaremos en este capítulo.
Una preocupación respecto de la publicidad es que permite que las empresas tengan un modo
de diferenciar su producto en la mente de 10s consumidores, con lo cual suavizan la compe-
tencia en precios. En otras palabras, existe el temor de que la publicidad confiera o fortalezca el
poder de monopolio. Sin embargo, existe la preocupación adicional respecto de por qué la
publicidad podría ser socialmente ineficiente en mercados con inteacción estratégica.
En condiciones de competencia, 10s gastos publicitarios pueden ser simplemente una forma
de competencia antieconómica que no incrementa la rentabilidad de la empresa.
Esta afirmación se puede ilustrar mediante un simple juego. Supongamos que tanto ZIP
smdios como Gamma Studios están en la industria del entretenimiento y compiten por atra-
er clientes la publicidad. Por consiguiente, la utilidad de cada compaili'a depende
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
tanto de su propio gasto en publicidad, como del de su competidor. Para ser específicos,
sea la utilidad de cada estudio
Utilidad de ZIP = (60 - AG)A, - &2 y
Utilidad de Gamma = (60 - A,)AG - A&
donde A, y A, son los gastos publicitariss de ZIP y Gamma, respectivamente. Cada estu-
dio maximiza su utiiidad eligiendo el gasto publicitario que maximiza su utilidad y con-
duce a las funciones de mejor respuesta
de 1999, p. A l .
de la marca preferidaes V - tx, donde el parámeeo res, como antes, el costo en que incu-
rre el consumidor p o r unidad de distancia recorrida desde la marca preferida. Conforme
se incrementa, los gustos del consumidor en este mercado se vuelven más especializa-
dos. Un alto vajor de t significada que un consumidor hcurre en un gran costo cuando
consumidor es qué marca comprar dado que su marca preferida se ubica a una distancia
d de la marca x y a una distancia 1 - d de la marca y. Ese consumidor comprará la marca
que le dé el mayor excedente al consumidor, siempre que el excedente de comprarla sea
positivo. En otras palabras, este consumidor comprará la marca x si esta adquisición le
deja un excedente positivo,
V - td -, px 2 O , (21.3)
y si ese excedente es mayor que el excedente que obtiene en la compra del bien alter-
no, Y,
V - td - p, > V - t(1 - d) - py. (21 .4)
Supongamos que Ves lo bastante grande y que los precios de las marcas p, y py son lo
bastante bajos como para que todos los consumidores encuentren que vale la pena com-
prar alguna de las dos marcas, y que ambas marcas tienen una participación de mercado
positiva a estos precios. Esto significa que hay un consumidor, cuya marca preferida está
ubicada a una distancia d de la marca x, al que le es indiferente comprar la marca x al pre-
cio p, o comprar la marca y al precio py. Sin embargo, para que un consumidor sea indi-
ferente a las dos marcas, debe suceder que el consumidor obtenga el mismo excedente al
comprar una u otra, es decir,
p; = p; = c +' t.
Vale la pena destacar que los precios de equilibrio de la ecuación (21.9)y las funcio-
nes subyacentes de demanda sobre las que se basan dependen en gran medida del supuesto
de que todos los consumidores están perfectamente informados sobre la disponibilidad de
ambas marcas. Sin embargo, al no existir un medio hermético para distribuir esa infor-
mación a todos y cada uno de los posibles consumidores, es más probable que éstos no
estén bien informados acerca de las marcas. ES evidente que la publicidad puede desempe-
fiar aquí un papel informativo. Pero está lejos de ser una técnica a prueba de errores para
"correr la voz" sobre el producto de uno mismo. Como señalamos antes, algunos con-
sumidores pueden seguir desinformados sobre el número de marcas disponibles en el
mercado y las características específicas de cada una, incluso después de una intensa cam-
paña publicitaria. .
Con el fin de asignar un papel realista a la publicidad en el contexto de este modelo,
adoptaremos el siguiente enfoque basado en Grossman y Shapiro (1984).' Supondremos
que un consumidor conoce la información importante de una marca (es decir, su ubica-
ción y precio) cuando recibe un anuncio de la empresa que vende esa marca.
Supondremos r n b i é n que la pobabilidad de que cada cliente reciba realmente ese mensaje
es menor a uno. En otras palabras, cuando una empresa difunde SU comercial, es bas-
tante probable que algunos consumidores no 10 escuchen.
Formalmente, supondremos que 10s consumidores ubicados a 10 largo del segmento
tienen la misma oporninidad de recibir un anuncio sobre una marca. En
supondremos que una proporción, 0 , de la población total de Nconsumidores reci-
3 Esto significa que las empresas no enfocan su publicidad en quienes es más probable que adquieran su pro-
ducto. Se supone que la empresa X, por ejemplo, no concentra su publicidad en la parte izquierda o el
oeste del pueblo cerca de su propia ubicación, sino que se anuncia de manera uniforme en todo el mercado.
Es ~ r o b a b l eque los comerciales de televisión que pasan al aire a todo el auditorio probablemente se
acerquen a esta descripción, aunque incluso aqui se suele observar algún enfoque. Piense en la publicidad
de cereales y juguetes infantiles que se concentra en el horario matutino de los sábados, durante la "hora de
las caricaturas".
Capitulo 21 Publicidad, competencia y nombres de marca
1 ~ m i r e sX
a
1
Empresa Y
FIGURA
Los Nclientes se distribuyen de manera uniforme entre las dos empresas. Los señala- 21-1
dos con x sólo han escuchado comerciales sobre la marca x. Los señalados con * han
escuchado comerciales sobre la marca x y la marca y.
----r-VY
Los consumidores que han escuchado sólo comerciales de la marca x también se &S-
-
tribuven de modo uniforme (pero con menor densidad que en el mercado cornnletn
-~ -
r----
de Nconsumidores) entre la empresa X y la empresa Y. Se supone que estos con-
sumidores compran una unidad de la marca x.
1 EmPresa X
I I I I
111 que podemos hablar otra vez de un consumidor crítico o significativo en una dirección
tpy
2 = + t - px)/2t. La única diferencia es que este consumidor define ahora la línea divi-
soria entre las dos partes del mercado más pequeño comprendido sólo de los O,O,Ncon-
sumidores que recibieron los anuncios de ambas companías, en lugar de todo el mercado
de Nconsurnidores como en el caso de la informacióri perfecta.
El anáíisis anterior significa que la demanda para la marca x está compuesta de dos par-
tes. La primera es la de los consumidores 8,(1 - 0,)Nque escucharon sólo el anuncio de
la empresa X, y que suponemos que adquieren el producto de la empresa X. La segunda
parte proviene de los OxOyNconsumidores que escucharon 10s anuncios de ambos pro-
ductos, y para cuyo patrocinio las empresas compiten en precios. Con nuestro análisis
anterior, podemos indicar que la cantidad demandada de ]a marca x, representada por I ,
depende de los esfuerzos publicitarios de cada empresa, 0, Y 0, 10s precios que cada una
cobra, px y py como los dados por la ecuación
1
donde, como antes, d = - ( p y + t - p.s).
2t
La ecuación (21.10) deja claro que la empresa X tiene un incentivo para incrementar
0, y aumentar la demanda de los clientes para la marca x. Sin embargo, para incrementar 0,
o la probabilidad de que los consumidores se enteren de la marca x, se requiere que la
empresa X incremente sus gastos publicitarios. En otras palabras, los gastos relacionados con
la publicidad de la marca x serán más altos a medida que aumente la fracción de consu-
midores 0%que la empresa quiere alcanzar.
Podemos expresar esto de manera formal diciendo que los costos publicitarios de una
empresa son una función, T(Ox)N, del número total de consumidores al que la empresa
trata de informar. La función muestra una relación positiva. Conforme la empresa trate de
llegar a una fracción mayor, ux, de consumidores, aumentarán sus gastos publicitarios.
Aún más, supondremos que esto sucede a una tasa creciente, por lo que supondremos
que la publicidad está sujeta a rendimientos decrecientes.
Una forma de obtener esta característica es suponer que el costo adicional en que se
incurre para incrementar O,, es decir, el costo marginal de incrementar la fracción de con-
sumidores que escuchan de la marca x, que denotaremos como T', está dado por la ecua-
ción TI = a0,N. Esta función se ilustra en la figura 21-2. Ésta es, por supuesto, una sim-
ple relación lineal que surge del origen y aumenta con la pendiente a.Advierta que el
costo total de la publicidad para cualquier valor dado de ux, como ex,
es T( 6 % )y ~es
exactamente la suma del costo marginal de cada incremento en 0%hasta el valor 0%.Ésta
o! ^2
es el área del triángulo bajo la curva, que es iguala - 0 % N .Por lo tanto, nuestra hipótesis
2
hemos supuesto implícitamente que los costos publicitarios aumentan con el cuadrado de
la fracción del mercado a la que la empresa trata de i n f ~ r m a r . ~
Dada su curva de demanda, la empresa X desea escoger un precio, p , y una estrategia
publicitaria, O,, para maximizar la utilidad de vender la marca x. Esta utilidad es igual
al ingreso de la empresa menos sus costos. Su ingreso es igual al precio que establece
multiplicado por la cantidad demandada a ese precio. Su costo es la suma de su costo de pro-
ducción, el costo unitario c, multiplicado por la cantidad que vende, y sus costos de publi-
cidad, T(Bx). Expresado formalmente, la empresa desea inaximizar su utilidad nx:
Resulta que la maximización de esta función de utilidad requiere que las decisiones de
precio JJ ~ublicidadde la empresa satisfagan conjuntamente dos condiciones. La primera
de estas condiciones es la ya muy conocida de que, dado su nivel de publicidad y dado
tanto el nivel de precios como de publicidad de su competidor, la empresa fija u11 precio
que equilibra la ganancia en ingresos, ya netos, del costo de una reducción adicional de
precios, contra la pérdida de ingresos en las ventas existentes. Esta condición se puede
resolver para determinar la función de mejor respuesta en precio para la empresa X:
4 Recuerde que el área de un triángulo está dada por M/2, donde 6 es la longitud de la base del triángulo y a
es la altura del triángulo. En la figura 21-2, la base O 6 es ex y la altura es aBxN. Por ende, el área del triángu-
lo, o costo total de llegar hasta la fracción ex de todos los N consumidores es a q N / 2 .
EL COSTO MaRGlhJaL Y COSTOS TOTALES DE PUBLICIDAD FIGURA
S U ~ U E S T O SPARA EL MODELO DE COMPETENClAL ESPACIAL
. . 21,2
publicidad de X.
Usted puedecanfirmar
ficilmenteloanterior. Puesto que ambas empresas son idtnticas, el equilibrio
requiereque P;. ~~~d~ se omite el segundo ttrmino en la ecuaci6n (2112), imponer esta condicibn
nos lleva
a nuestro
equilibrio inicial, de iflformaci6n perfecta, P: 6 + t.
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
tomar un atajo porque, desde el punto de vista de los costos y la simetría de la demanda, las
dos empresas son idénticas. Así, sabemos que en equilibrio se mantienen p; = p; y 0: = 0; ,
Cuando sustituimos estas dos relaciones de equilibrio en las dos ecuaciones (21.12) y
(21.13), obtenemos el de equilibrio p* y el nivel de publicidad 0' para cada empre- ,
sa. (Vea el recuadro Verificación de la derivación: La publicidad y la asignación óptimas
de precios en el modelo espacial.) Éstos son
\
N o obstante, hay que recordar que supusimos que algunos de los consumidores ini-
ciales Nseguían sin estar i n f ~ r m a d o sPara
. ~ que éste sea el caso, debe haber algunos con-
sumidores que no reciben un anuncio de ninguna empresa. Por lo tanto, debe suceder
que el valor de equilibrio del esfuerzo publicitario de cada empresa, 0' sea menor que
uno. Para garantizar que O* c 1,suponemos que el costo de la publicidad, cuando se mide
por el parámetro a , no es demasiado bajo en relación con la preferencia por la variedad
de los clientes, cuando se mide por t. En particular, queremos que a > t/2, así que es
demasiado costoso para una empresa encontrar redituable informar de su marca a toda la
población c o n s ~ m i d o r aPor
. ~ lo tanto, cuando O* < 1, tenemos en equilibrio una fracción
20*(1- O*) de consumidores que conocen sólo una marca, una fracción que conocen
ambas marcas y una fracción ( 1 - que n o conocen ninguna de las marcas.
Para hacer lo anterior un poco más concreto, consideremos un simple ejemplo en el
que hay N = 1 000 consumidores, cada uno con precios de reserva de V = 1 0 y un pará-
metro de preferencias t = 2. El costo unitario de producción es c = 2, y el costo de la
publicidad es tal que a = 4. El caso de equilibrio por información perfecta o caso de re-
ferencia para este ejemplo es un caso en que ambas empresas se dividen el mercado, y
cada una fija un precio de c + t = 4 según la ecuación (21.9). ¿Cómo se compara esto con
el equilibrio de información imperfecta con publicidad?
Según la ecuación (21.14), el precio en el equilibrio con información perfecta será p'
= 6. A partir de la ecuación (21.15) el esfuerzo publicitario realizado por cada empresa
será O* = 2/3 = 0.67. Advierta que el precio de equilibrio se ha incrementado de $ 4 a $6,
o sea un factor de 50 por ciento sobre su valor en el caso de referencia de información
perfecta. Dados los esfuerzos publicitarios de ambas empresas, 2 2 por ciento [0*(1- e')],
o sea 222 de los 1 000 consumidores, conocen sólo la marca x. De modo similar, otro
22 por ciento conoce sólo la marca Y. Además, 44 por ciento (0'0') o sea 444, conoce
ambas marcas. El 12 por ciento restante [ ( l - 0')(1 - e')] no conoce ninguna de las dos
marcas.
6 De hecho, esta hipótesis, formulada de manera algo impl(cita, es la que explica por que el precio de equili-
brio mostrado en la ecuación (21.1 1) no converge al equilibrio cuando dejamos que a asuma el valor t/2
necesario para que 0 sea igual a 1. Despues de derivar el equilibrio en el supuesto de que 0 < 1 y el mercado
está imperfectamente informado, ahora ya no podemos imponer en ese resultado de equilibrio la hipótesis
contaría de que 0 = 1 y que el mercado cuenta con información perfecta.
7 Sin embargo, no deseamos que el costo de la publicidad sea tan alto que las empresas emitan tan pocos
anuncios que haya muy pocos consumidores que conozcan ambas marcas. En estas circunstancias las
empresas encuentran que no vale la pena competir en precios para atraer a tales consumidores.
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
Estos datos significan que cada empresa vende 444 unidades. Cada una vende 222
unidades al consumidor que conoce sólo su marca. Además, ambas compañías se dividen
el mercado de los 444 consumidores que conocen ambas marcas. A un precio de $6, cada
empresa gana, por consiguiente, un ingreso de $2 664. A un costo unitario de $2, el
costo total de producción en cada compañía es de $888. Además, cada empresa incurre
también en un costo total de publicidad de 4 000(2/3)2/2 = $888. El costo total, costo
de producción más costo de publicidad, es, en consecuencia, de $1 776. Restar esta suma
del ingreso total de cada compañía lleva a que cada empresa quede con una utilidad neta
de $888. Advierta que con una base unitaria, cada empresa incurre en un costo publici-
tario de $2, que en este caso es tan alto como su costo de producción unitario. Estos cos-
tos son necesarios para que cada empresa dé a conocer su producción.
El resultado del mercado que acabamos de derivar genera varias lecciones relacionadas
con la ~ublicidaden los mercados de productos diferenciados, en los que las empresas
compiten en precios para ganarse a los consumidores. Primero, señalemos que nuestra
hipótesis de que cx > t / 2 significa que el precio de equilibrio será ahora mayor que c + t,
el precio que prevalecía en condiciones de equilibrio con información completa. [Véase
la ecuación (21.9)]. El precio más alto es necesario, en parte, para financiar la publicidad
que aporte a los consumidores la información que requieren para ir de compras.
Lo anterior no equivale a decir que ahora el precio más alto que prevalece, cubre sólo
el costo de la publicidad que se hace. Ese precio alto refleja también la ventaja que cada
empresa tiene respecto de una fracción importante de su clientela. Esta ventaja es que
algunos de sus clientes no conocen los productos de la marca rival. Como resultado, esta
clientela está dispuesta a pagar un precio por, digamos, la marca x que le deje algún exce-
dente positivo. Sin embargo, si hubiera sabido de la existencia de la marca y, sólo hubie-
ra estado dispuesta a pagar un precio por la marca x que les dejara un excedente no menor
al que podrían obtener si compraran el otro bien. Un ejemplo real puede ser el de los
consumidores que compran una marca nacional de analgésicos de alto precio, porque no
saben que existe un sustituto genérico.
Otra lección adicional de nuestro análisis es que un incremento en el grado de espe-
cialización en el gusto de los consumidores, un incremento en t, hace que aumenten
tanto el precio como la publicidad. Es decir, los precios son más altos y los gastos publi-
citarios son más grandes cuanto más importen a los consumidores las diferencias en las
marcas de productos. Aquí nos encontramos con otro caso más en que es importante
entender que la publicidad no desempeña un papel causal en estos resultados. La publi-
cidad no es la fuerza que hace que los consumidores tengan gustos especializados, ni es
el factor que permite que las empresas*jen precios altos. Más bien, es el hecho de que,
para comenzar, los consumidores tienen gustos especializados, lo que estimula a las
empresas a anunciarse profusamente y permite que se fijen precios bastante arriba de los
costos.
El comentario final en este análisis es la conexión implícita entre la rentabilidad y el costo
de la publicidad. Al sustituir nuestros resultados en las ecuaciones (21.14) y (21.15) por
los esfuerzos óptimos de precio y publicidad en la función de utilidades de la ecuación
(21.11), concluimos que, en equilibrio, cada empresa obtendrá una utilidad, a', igual a
Un rápido vistazo a la ecuación (21.16)revela que la utilidad de cada empresa está cre-
ciendo en el parámetro a, que es una medida del costo de la publicidad. ?Cómo es que
hacer más dificil que las empresas informen a los consumidores de sus marcas puede
mejorar la rentabilidad de la empresa? El razonamiento es el siguiente: cuando cx se incre-
C ~ P I 21
~ ~ Q Publicidad, competencia y nombres de marca
menta, se vuelve más costoso para los consumidores anunciarse, así que las empresas
reducen sus niveles de publicidad. Como resultado, los consumidores del mercado
ahora menos informados de las alternativas existentes, por lo que cada empresa puede
aumentar los precios de sus marcas con menos temor de perder clientes ante su compe-
tidor. El incremento en el margen precio-costo compensa el incremento en el costo glo-
bal de la publicidad.
Hay un hecho estilizado bien documentado de que en una amplia muesm transversal de
industrias de bienes de consumo, los gastos publicitarios más altos se correlacionan con
una mayor rentabilidad. El trabajo pionero aeste respecto es el de Commor y Wilson
(1967 y 1974). Su conclusión básica es que las industrias con una alta rentabilidad están
relacionadas con altas razones de publicidad a ventas, y la relación entre la publicidad y
la rentabilidad se ha encontrado una y otra vez tanto para diferentes periodos, como para
diferentes países. Este modelo es congruente con la evidencia empírica. A medida que
se incrementa, tanto la rentabilidad de la industria como los gastos publicitarios también se
incrementan.
Otra lección es que la política gubernamental que trata de limitar los esfuerzos pu-
blicitarios, y con ello hacer más caro alcanzar a un número dado de posibles clientes, de
hecho incrementará las utilidades de las empresas de la industria. Tal vez esto ayude
a explicar e] reciente acuerdo de las grandes tabacaleras estadounidenses para sujetarse a
una propuesta con el fin de resolver demandas existentes, entre las que se incluye una res-
uicción sobre la publicidad de productos de tabaco de las empresas. Podría ocurrir un
similar para limitar la publicidad en la industria de las bebidas alcohólicas.
bien, sino por su marca. El reconocimiento de que existe una cualidad de "presión de los
compañeros" en los nombres de marcas y su publicidad nos lleva de regreso al punto de
vista de la pubiicidad como un mensaje persuasivo. Sin embargo, tales mensajes no tienen
que cambiar los gustos de los consumidores para tener un efecto sobre la utilidad de éstos.
Becker y Murphy (1993) aclaran especialmente este punto sutil. Estos autores tienen
un punto de vista diferente del papel persuasivo de la publicidad. Argumentan que sí,
estos anuncios de imagen sí estimulan los deseos, pero que no, que dichos anuncios no
necesariamente cambian las preferencias de los consumidores. La razón por la que la pu-
blicidad de imagen puede afectar la demanda de bienes sin que necesariamente cambien
las preferencias subyacentes de los consumidores es que esta clase de publicidad puede ser
un bien complementario del producto. Es decir, en la misma forma en que los consumi-
dores dan un mayor valor a su alojamiento cuanto más bonito es el paisaje que pueden
ver desde la ventana, o a los lápices cuanto más disponibilidad hay de gomas, también
pueden conceder un mayor valor a una bebida, a un automóvil o a un par de pantalones
a medida que la compañía refresquera, automotriz o de ropa, respectivamente, hagan más
publicidad.
Hay varias formas en que se puede pensar que la publicidad es un complemento de los
bienes que se están promoviendo. Una de ellas es que algunos consumidores pueden dis-
frutar saber que las marcas de productos que compran suelen ser vistas y reconocidas
ampliamente por muchos consumidores en la televisión, en el cine y en tableros especta-
culares. En este caso la ~ublicidadaumenta el valor de consumo del producto al aumen-
tar su prestigio y hacerlo más deseable porque es visto por los amigos y conocidos del
consumidor.8 Esta visión de la publicidad es cercana en espíritu al punto de vista uadi-
cional de la persuasión. Aquí la diferencia es que los consumidores no son engañados para
hacerles creer que los bienes anunciados son mejores. Más bien, la extensa publicidad
sirve realmente para que esos bienes se conozcan mejor y con ello valgan más para los
consumidores que disfrutan usar marcas ampliamente conocidas. Esta clase de campañas
publicitarias se encamina a construir el valor de las marcas. Su meta es hacer que el pro-
ducto sea más deseable y aumentar la disposición a pagar de los consumidores.
Al mismo tiempo, parece claro que la publicidad de marcas también puede comunicar
información, como puede ser un uso más eficaz del bien o servicio. Por ejemplo, General
Mills, el gigante de los alimentos, tiene un sitio web para su marca Betty Crocker. Entre
otras ofertas, este sitio incluye un enlace con "Betty's Recipes. What's on Hand?" (Las
recetas de Betty. ;Qué tiene a la mano?). Aquí, se pide a la persona interesada que liste
los ingredientes que tiene disponibles para la cena de esa tarde. Entonces el sitio ofrece
diversas recetas favoritas de Betty que utilizan estos ingredientes. Las recetas incluyen
tanto los pasos para prepararlas como información nutricional. Sin embargo, cuando lista
los ingredientes necesarios para cada platillo, el sitio siempre hace publicidad de productos
de la marca General Mills, por ejemplo de la harina de trigo Gold Medal para todo uso.
Es evidente que esta clase de publicidad desempeña un papel informativo. Pero la
información proporcionada no es sobre precio, calidad o ubicación de los puntos de venta
minorista del producto. Más bien, la información es de la clase que permite al consumi-
dor usar el producto anunciado con más eficacia y, con ello, poder aprovecharlo mejor.
El propósito de este tipo de campaña es extender el alcance de la marca y ampliar el mer-
cado atrayendo nuevos consumidores. Para expresarlo de otra forma, los consu-
midores estarían dispuestos a pagar por tal información, un libro de cocina, una guía del
usuario de software, un manual de propietario de coches, si tal información no estuviera
8 Si los consumidores se preocupan por vestir las ropas "correctas" O comer los alimentos "correctos",
entonces Clark y Horstmann (2001) demuestran cómo las empresas pueden utilizar la publicidad para coor-
dinar las compras de los consumidores mediante las creencias de estos. Los consumidores creen que una
empresa que se anuncia más venderá más, por lo que tendrán un producto más apreciado. Este concepto se
construye sobre la idea de que la publicidad es un mecanismo de coordinación, una idea introducida por
primera vez por Bagwell y Ramey (1 994).
C ~ P ~21~ I Q Publicidad, competencia y nombres de marca
dis~O,ponible-
Sin embargo, con más frecuencia la información se vende empaquetada con
10s bienes a un solo precio. La publicidad del nombre de marca que dexmpeña un papel
de ''cómo hacer las cosas"puede ser visualizado de manera similar. ~1 consumidor que
compra el producto paga tanto por el producto como por la información incluida en la
publicidad. Esto no es muy diferente del consumidor un software que
bién incluye una guía para el usuario.
Ya sea que la publicidad proporcione atractivo social o información complementana,
o un poco de ambas cosas, el resultado ñnal es que los consumidores valoran el cons-o
conjunto del producto y su publicidad. Este enfoque de la publicidad es muy diferente
del enfoque que está en el centro de la teoría de señales de la publicidad que se analizó en
el capítulo anterior. La teoría de señales de la publicidad se basa en la premisa de que ésta
no proporciona utilidad por sí misma a los consumidores, sino que más bien es una señal
para indicarles lo que les da utilidad. El distinto punto de vista de que la publicidad es un
complemento del bien que se anuncia, se basa en el supuesto de que la publicidad en
es deseada por los consumidores.
Una ventaja importante del enfoque de la complementariedad de la publicidad es que
puede explicar por qué los consumidores que ya han probado un producto vivencid
siguen respondiendo a la publicidad, y por qué hay una publicidad considerable de bie-
nes que no se ajustan a Ia categoría de producto vivencial. Además, el deseo de utilizar
un producto que es ampliamente conocido'y reconocido es algo que les preocupa más a
los consumidores que las empresas. Visualizar la publicidad como una forma de hacer que
el producto se conozca mejor, también puede explicar la observación, la cual no explica el
enfoque de señales, de que se hace mucha más publicidad para los productos vivenciales
que se venden a los consumidores, que para los que se venden a los productores. Para
simplificar el análisis, exploraremos primero este enfoque en el contexto de la publicidad
de un monopolio. Luego bosquejaremos brevemente su aplicación a un entorno de com-
Cuando se visualiza la publicidad como un complemento del bien que se está comer-
cializando, las empresas pueden incrementar la demanda por su bien sí incrementan su
publicidad. De acuerdo con nuestra descripción anterior, estudiaremos dos formas en que
la publicidad, cuando se visualiza como bien complementario, puede afectar la demanda
del consumidor. Una forma es incrementando el valor social del atractivo de la marca.
o más cerca en espíritu de la visión del papel persuasivo de la publicidad. La
~ s t está
segunda forma es comunicar información sobre cómo usar mejor el producto, y esto está
más cerca del papel puramente informativo de la publicidad.
~ ~ . P pub0isYafl
0 ~ gi la ~iflst~ie~ififl
di1 MJlflr la
Consideremos una empresa que vende producto como un auto, un nuevo libro, una
peficula o un saco de pimavera, del que cada consumidor por 10 común desea comprar
sólo una unidad. Hay N potenciales del producto. Supongamos, además,
que cada consumidor difiere en cuánta utiíidad obtiene de consumir el producto. Para ser
especificas, suponemos que los se pueden clasificar por la utilidad que cada
uno recibe del consumo del bien en cuestión. La utilidad del consumidor va desde un
valor de O hasta un valor máximo denotado por V.9En ausencia de publicidad,
el consumidor menos interesado en e] producto recibe una utilidad derivada del consu-
mo del producto igual a 0.Este consumidor no adquirirá el producto a menos que se 10
consumidor más interesado, que obtiene una utilidad igual a (x)v = Y en consumir el
producto. Así que podemos pensar que cada consumidor está ubicado a lo largo de un
segmento de recta con las direcciones en esa recta variando de O a N - 1. Si nos referi-
mos a los consumidores por su dirección, el consumidor n podrá obtener, en ausencia de
consumidores con direcciones más bajas o valores menores que n comprará el producto.
No lo valoran lo suficiente. Todos los consumidores con direcciones más altas, o valores
mayores de n, adquirirán el producto. Si usamos la igualdad que acabamos de presentar
para resolver el caso de la dirección del consumidor marginal, 6 , encontramos que
10 Limitamos n para que no rebase la altura de N - 1 en el análisis, porque comenzamos en O como la evaluación
más baja del producto. Para que tengamos N consumidores con N utilidades separadas y la primera sea 0,
debemos permitir que las direcciones vayan desde n = O hasta n = N - 1.
c ~ b b j 29
o Publicidad,.competenciay nombres de
La demanda total para el producto de la empresa tiene una correlacibn negativa con
$/Unidad
5
I corno
lo muesua la en la curva de demanda de la f i w a 21-3, cuando se
incrementa la en este modelo, aumenta la disposición a pagar de los consu-
midores, esto es, se incrementa el valor de la marca. NO se hcrementa el tarnailo del mer-
'1 cado. El aumento de valor es especiahente @ande para
relativamente fuertes
a los que en fXdidad les
0 sea 10 que 10s eco-
gusta el bien. Éstos son los
nomistas llaman consumidores hfiamarginales. Cuando aumenta la publicidad, la dispo-
ío sición de los consumi~ores~ i f r ~ ~ a r g i n aa ipagar
e s por el bien crece ~ro~orcionalmente
v más que la disposición a pagar de 10s consumidores mar@aies.
Cuando los nombres de las marcas tienen un vaior o atractivo socid, el supuesto i m ~ f i -
i' cito es que a los consumidores realmente les gusta ver O leer 10s anuncios. ~ i e n sentido
e
4
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
que escuchen todos los anuncios y escuchen toda la publicidad emitida por la empresa."
En consecuencia, cuando la empresa decide emitir a anuncios, lo hace a sabiendas de que
a será escuchado. Esta hipótesis puede ser demasiado rigurosa para ciertas clases de bie-
nes que se anuncian fuertemente. Todos conocemos individuos que, tan pronto como
hay una pausa comercial en un programa de televisión, corren a hacer alguna otra cosa.
No todos consumen o atienden la publicidad enviada por una empresa. Esto significa que
hay un problema para alcanzar a los consumidores con la publicidad, y esta característica
no es bien captada con este enfoque de marcas y publicidad.
Supongamos entonces que, a menos que los clientes potenciales de una empresa escu-
chen o miren un mensaje comercial, es posible que no se enteren de que el producto está
disponible o no sepan cómo usarlo. Sin embargo, el problema es que algunos consumi-
dores pueden no poner atención al mensaje cuando pasa al aire. Los teléfonos celulares
son un buen ejemplo. Parece claro que muchos consumidores simplemente no están
conscientes de la amplia disponibilidad de esta tecnología o, tal vez, de cómo usar uno
de estos aparatos. Aunque esto es bastante malo para el consumidor no informado, es
especialmente perturbador para la compafiía, que sólo puede vender sus productos a con-
sumidores que saben que tales productos existen y que también entienden la forma en
que funcionan. Ahora pasaremos a otra perspectiva de la publicidad y de construcción de
un nombre de marca que capta este aspecto del problema de la empresa.
11 En este punto es interesante observar que Becker y Murphy (1993) citan un estudio realizado por varios
psicólogos, en el cual encontraron que era más probable que la gente que habia comprado recientemente
un auto nuevo leyera anuncios del mismo tipo de auto que de otros tipos.
12 Esta especificación de publicidad se basa en el modelo de Butters (1977).
C~ftulo
21 Publicidad, comvetencia v nombres de marra e,, '¡/lll!ll1
,cada consumidor tiene una probabilidad de recibido. Por otra parte, cada consumi- ..
N
i N)
dor tiene una probabilidad de 1- - de no recibir ese único anunúo. Sin embargo, la
monopolista puede emitir más de un solo anuncio. Supongamos que la monopolista envía
dos anuncios. La probabilidad de que algún consumidor no reciba nin&n mensaje.
is, entonces, (1 - +) . 2
Por extensi6n, Y k monopolsta envía a mensajes, entonces la
probabilidad de que un consumidor no reciba ninguno de estos (Y anuncios es de
de todos los posibles hechos deben sumar uno, esto significa a su vez que la probab*-
dad de que cualquier consumidor si' reciba por lo menos un anuncio de la monopolista es
--0.
1-e N .
Por lo tanto, de los 37 clientes potenciales, el número de consumidores del que la
empresa monopolista redmente que escuche del producto cuando se
esté informado, tendrá una demanda del producto igual a q(P), la demanda esperada de
la empresa monopolista es
(21.1 9 )
Si suponemos que la función de demanda del consumidor individual, q(P), es lineal res-
pecto del precio, entonces la hinción de demanda del mercado también es h e a l en pre-
cio y se puede representar de modo más sencillo Por
QD(P, a) .
~ ( u ) ( -a bP), donde ~ ( a= )
corno
en el caso anterior, 10s incrementos en la publicidad 0 a nuevamente mueven
Le-ia fuera la curva de la demanda. Sin embargo, en este caso extender el alcance de la
uac
2144
Curva de la demanda
con alta publicidad, o l ~
Curva de la demanda
con baja publicidad, CYL
Cantidad
[i - e - $ ] i V q ( ~ ) [I - e-$]Nq(P)
13 Esta hipótesis puede no siempre ser válida. A menudo hay una cantidad considerable de descuentos cuan-
do una compaiila compra tiempo aire en redes o espacio en las revistas para su publicidad.
Capfblo 21 Publicidad, competencia y nombres de marca 547
'A - c)&(a) y p* = A + c
Q* =
2B 2 (2%,201
Advierta que en el caso de lograr el reconocimiento de la marca, los incrementos en pu-
blicidad, a, llevan a un incremento en la cantidad vendida, pero no a un aumento de precio.
Por otra parte, para el caso de construcción de valor social o nombre de marca, te-
nemos la función de demanda siguiente eD
(P, a ) =a
b
-- P ,que lleva a la función de
demanda inversa P(Q, a ) = v(a)[A - BIQ. Aquí, la maxirnización de utilidades significa
una respuesta muy diferente de la producción y el precio a la publicidad. La cantidad de
producción que maximíza utilidades a producir a un nivel dado de servicios publicitanos,
a, se encuentra al igualar el ingreso n-iarginal con el costo marginal. Esto es, MR p(a)[A
.3
- 2B]Q= c ocasiona la cantidad óptima e*, y el precio óptimo correspondiente P'. En este
caso, éstos son
EN LA EFICIENCIA Y LA CIMPBTENGIIA
Una queja frecuente sobre la televisión estadounidense es el exceso de anuncios. Sin
embargo, esta caractenstica frecuentemente es la que se utiliza como factor clave en la
demanda de los videocassettes y de los c&ales de cable de primera categoría, que permi-
ten ver un espectáculo sin interrupciones. De modo similar, todo mundo ha escuchado
ahora de la estrategia común de grabar un espectáculo y verlo después mientras se ade-
lantan con rapidez los cortes de propaganda comercial. Estas anécdotas sugieren que el
mercado de alguna forma desemboca en demasiada publicidad. Desde luego, necesitamos
ser precisos. En economía, "demasiada" o "muy poca" publicidad se puede interpretar
sólo como una cantidad de publicidad que es mayor o menor que la cantidad eficiente,
donde por efZciente queremos decir esa cantidad de publicidad que maxirniza las sumas
de excedentes para el consumidor y el productor.
Corno argüimos en general que esta eficiencia requiere que el precio sea igual al costo
marginal, a primera vista parece que hay alguna lógica en la acusación de que hay una
publicidad ineficientemente excesiva. Esto se origina en el hecho de que la publicidad está
disponible para los consumidores a un precio cero, que probablemente sea menos que el
costo marginal de la publicidad. <Quésucede si se considera que la publicidad es uno de
dos bienes que los consumidores desean consumir juntos? En este caso el precio perti-
nente es el precio combinado tanto del producto como de la publicidad comercial que lo
anuncia. Puesto que el bien en sí es vendido por una empresa con poder mo~iopólico,y
puesto que la compaí%a maximizará sus utilidades restringiendo la producción y aumen-
tando el precio, el precio combinado del producto y el comercial juntos pueden no estar
por debajo de su costo marginal.14
Cuando la publicidad es un complemento del bien que se está anunciando, es posible
demostrar que podría darse el resultado de demasiada o muy poca publicidad. Por lo ge-
neral, puesto que la empresa elige el nivel publicitario para maximizar sus utilidades, la
compañía no toma en cuenta ninguna ganancia adicional en el excedente del consumidor
que resulte de un cambio en la publicidad, por lo que no se verá inducida a producir la
cantidad eficiente de publicidad. Pero no está claro a priori si la decisión de la compañía
será hacer demasiada o muy poca publicidad. Un examen adicional de las figuras 21-3 y
21-4 sugiere la explicación de esto. La decisión de la compañía depende de cómo afecta-
rá la publicidad la disposición a pagar de 10s consumidores marginales, Consideremos el
caso en que el efecto de la publicidad es aumentar la disposición de los consumidores
marginales a pagar proporcionalmente más que el consumidor infiamarginal. Esto sería
similar al caso de la figura 21-4. Otra posibilidad es que el efecto de la publicidad pudie-
ra ser proporcionalmente mayor para 10s consumidores infrarnarginales que para los mar-
ginales, como en el caso de la figura 21-3. Estas cifras prueban que la publicidad funcio-
na para afectar la demanda de 10s ~ ~ n s u m i d o r eens una forma similar a la forma en que
los cambios en la calidad del producto afectan la demanda de los consumidores, como
se mostró en el capítulo 7. Allí vimos que cuando la calidad afecta la demanda, como se
señala en la figura 21-3, la compañía optará por una calidad demasiado baja. De manera
similar, si la publicidad afccta la demanda en esta forma, la compañia optará igualmente
por un nivel de publicidad demasiado bajo. Sin embargo, si la publicidad afecta la demanda
como se muestra en la figura 21-4, entonces es posible que haya demasiada publicidad.
El precio aumenta conforme la empresa se anuncia más, y esto reduce el excedente de los
14 Este resultado se muestra formalmente en Becker y Murphy (1993), pp. 957-958, donde se puede ver un
modelo m6s general de la publicidad como bien complementario. De hecho, el mercado de la publicidad no
se liquida por precio, sino, más bien, es racionado por la empresa monopolista. Por ende, un verdadero be-
neficio marginal para los consumidores puede estar por arriba O por abajo del "precio" de la publicidad que
realmente observamos.
~ ~ P ~ Q I 21Q1 PubPicidad, competencia y nombres de marca
clientes que habrían comprado el bien de todas maneras. Esto puede hacer que.eleace-
dente neto diSrIinuya aunque aumenten las utilidades de la c o m p d a , 1 5
Hasta ahora hemos trabajado en un marco de monopolio. (Qué sucede si hay compe-
tencia? Hay vanos aspectos que se deben tomar en cuenta. Cuando las empresas venden
un producto homogéneo, entonces la publicidad de cualquiera de ellas incrementa
la dananda global del mercado por el producto, y esto beneficia a todas las compañfas.
En este caso, una empresa que incurre en el costo de la publicidad no se apropiaría el
beneficio total de sus acciones. Éstas causarian un efecto del polizonte o wajegratis,,
al beneficiar a las compañías que no se anunciaron con el incremento de la demanda
sada por la publicidad de una empresa. En consecuencia, la motivación de una c o m p d a
para anunciarse se vería considerablemente debilitada, a medida que aumentara el n-e-
ro de empresas. A su vez, esto nos llevan's a anticipar que cuando hay muchas compañías
y la industria parece más o menos competitiva se haría muy poca publicidad. De hecho,
es precisamente este problema el que conduce a esfuerzos de colaboración en publicidad
como el de-la campaña de "Got Milk",(consigue leche) de la industria lechera. Si cual-
quier empresa por sí sola pagara dicha publicidad, obtendría muy poco.rendimiento de la
misma..^ negociar que muchas empresas patrocinen estos comerciales en formafconjun-
ta, la industria lechera espera superar las dificultades del polizonte o "viaje gratisfl.16
Cuando las empresas en el mercado venden productos diferenciados, en contraste con
productos idénticos, las cosas ~ambianun poco. Si la complementariedad del anuncio se
aplica sólo al producto de la empresa que 10 emite, entonces desaparece el problema del
viaje gratis y cada compañía se apropia del beneficio de su propia publicidad. S& embar-
go, corno es dificil "destacarse en la multitud", esperamos que estos incentivos sean más
fuertes en mercados con relativamente menos empresas. Ambos casos, el de productos
diferenciados y el de productos homogéneos, sugieren que deberíamos encontrar una
relación negativa entre el gasto publicitario de una industria y el número de empresas que
participan en ella. Cuanto menor sea el número de empresas, o más concentrada esté la
indusuia, mayor debe ser la razón publicidad a ventas de la industria.
rohn Sutton (1991) ha ofiecido análisis adicionales que apoyan todavía más esta pre-
dicción. s u obra se construye sobre el hecho estilizado de que, cuanto mayor sea la mag-
nimd de 10s costos hundidos en la indusha, mayor tiende a ser la concentración de equi-
libfio.17 Se puede visualizar la publicidad como costo hundido. Una vez que se monta y
realiza la campaña ~ublicitaria,nunca se recuperan 10s gastos correspondientes. Por ello,
Surton sostiene que en industrias en que es posible la diferenciación de productos
Ja publicidad, los gastos publicitarios serán más altos. En consecuencia, estas
industrias se caracte&arán tanto por incurrir en considerables costos hundidos como por
un alto grado de concentración.
~ ~ dewnueva , cuenta, es importante observar la raíz del vínculo entre la concentra-
ción y la estrucmra del mercado. Si Sutton tiene razón, este vínculo podrá observarse s6l0
en aquellos mercados en que es verdaderamente posible diferenciar el producto propio
ante los ojos de los ES todavia de mayor importancia señalar que no es la
la que genera la concentraciÓn. Es la capacidad de la publicidad de diferenciar
los productos la quelleva conjuntamente tanto al fuerte gasto publicitario como a la con-
centración de la estructura indusuid.
H~~un considcrablc de estudios empíricos que Wiculan la intensidad de la
publicidad con la rentabilidad o con la concenrración, y la evidencia de la relación entre
la y la concenuación esta un poco mezclada. El trabajo de Telser (1964) fue uno
15 para que baje eleKedente, la curva de demanda tiene que Ser lineal.
de Estados Unidos establecid que es inconstitucional obligar
A principios de 2004 el tribunal de
de ldcteos a pagar los programas de publicidad que promueven la leche. da ir^
a los
$44 milbnes de los anuncios 'Got Milk'' Por conducto del Programa
Management, que recauda
apelar esta sentencia Li decisidn del tribunal sigue un criterio de la
Checl<oe
Suprema Corte de 2001, que determin6 que obligar a los granjeros a pagar 10s Programas de
lizac;ón era,, ~djscursocoercitivo" y, por 10 tanto, anticonstitucional.
17
la ra6n m/njmd de concentracidn tiende a ser mayor. Esta relacidn Se desarrolla en el
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
de los primeros estudios transversales que buscó pruebas de la existencia de un vínculo pu-
blicidad-concentración, el cual encontró que sí había relación, la publicidad intensa esta-
ba relacionada con una baja concentración industrial. Su estudio muy pronto fue seguido
por muchos otros. Las conclusiones de todos estos estudios se pueden resumir en forma
burda diciendo que aproximadamente la mitad apoya la conclusión original de Telser, y
la otra mitad apoya la visión contraria de que la publicidad tiene una relación positiva con la
concenuación. Además, como acabamos de destacar, la interpretación de cualquiera de
dichas conclusiones empíricas está lejos de ser obvia. Bien puede ser que el poder
de monopolio, relacionado con las industrias de alta concentración sea el que genera los
fuertes gastos publicitarios, y no los altos gastos publicitarios los que aumentan la con-
centración.
A la luz de estos resultados empíricos mixtos sobre la publicidad y la concentración, la
evidencia de los casos de estudio que Sutton (1991) proporciona en apoyo de su propio
análisis, parece tal vez la más convincente. Sutton sí encuentra que en aquellas industrias
en que se pudiera esperar que la publicidad desempeñe un papel determinante para dis-
tinguir una marca de otra, como en los cereales para el desayuno, alimentos preparados
y comida congelada, tanto los gastos publicitarios como el grado de concentración son
altos. De hecho, tal vez el aspecto más interesante del argumento de Sutton es que, si
todo lo demás permanece igual, es probable que el vínculo alta publicidad-alta concen-
tración sea más fuerte precisamente cuando la competencia en precios es más intensa.
Esto es porque, más d á de los grandes costos hundidos que refleja una intensa publici-
dad, esta feroz competencia en precios limita todavía más el número de empresas que
pueden ingresar con esperanzas de ganar dinero.18
El famoso juicio de ReaLemon (1978) se puede considerar un buen ejemplo en apoyo
de las conclusiones de Sutton.19 La marca ReaLemon de Borden dominó el mercado
durante muchos años. Cuando Golden Crown, un competidor, ingresó al mercado con
su propia marca de jugo de limón, se encontró en desventaja real frente a ReaLemon, que
se había anunciado mucho durante los 10 años anteriores, aun cuando desde el punto de
vista químico el producto de Golden Crown era idéntico. No sólo tuvo que venderse con
un descuento de 15 a 25 por ciento respecto del precio de ReaLemon, sino que se desen-
cadenó una fuerte competencia en precio entre ambas compañías. Como resultado,
ReaLemon redujo su precio y esto a su vez obligó a Golden Crown a hacer lo mismo.
Empero, por el diferencial de precios impuesto sobre Golden Crown, la compm'a encontró
que apenas estaba en equilibrio. <Porqué? Porque ésta vendía su producto en un mercado
en que los consumidores parecían responder especialmente a la publicidad, aunque las
diferencias entre marcas fueran mínimas. Como resultado, la intensa publicidad que rea-
lizó el fabricante de ReaLemon dio lugar a una concentración muy alta. Dada la intensa
competencia en precios que acompaña a cualquier competencia activa, había un límite al
número de empresas que podía sostener los costos hundidos de una intensa publicidad
en este mercado.
El caso del blanqueador Clorox (1967) puede ser otro ejemplo en esta línea de argu-
m e n t a ~ i ó nEste
. ~ ~ caso se refería a la propuesta de adquisición de la empresa de limpiado-
res Clorox por Procter & Gamble. Clorox era la marca dominante de blanqueadores
domésticos, representaba casi la mitad de las ventas de la industria y se vendía con un mar-
gen sustancial sobre las marcas competidoras, a pesar de que todos los blanqueadores
domésticos son químicamente indistinguibles. De nueva cuenta aquí, los vibunales con-
cluyeron que la posición dominante de C~oroxestaba generada por su publicidad masiva.
De hecho, la Suprema Corte consideró que tal publicidad era parte \iral del mercado de
18 Robinson y Chiang (1996) también aportan evidencias en apoyo del análisis b b i c o de Sutton.
19 RT V. Borden, Inc., 92 FTC 669, 1978. La FTC encontró que Borden, la empresa fabricante de la marca
ReaLemon, era culpable de monopolizar el mercado del jugo reconstituido de limón, y que la diferenciación
exitosa de su producto era la fuente de este poder de monopolio. El veredicto fue ratificado posteriormente
por un Tribunal de Apelación de Estados Unidos.
20 Federal Trade Commission v. Procter e3 Camble Co., 386 U.S. 568, 1967.
e ~ f m21j ~ PuMicidad, competencia y nombres de marca
jabones, detergentes Y limpiadores domésticos. Esta visión sugiere que se trataba vez
de un mercado en que la diferenciación mediante la publicidad era factible y, por ende,
que se trataría de un mercado en que el nivel de concentración de equilibrio has-
tante alto, exactamente corno lo era en realidad. Aún más, parece ser otra vez que esta
concentración se exacerbaba como resultado de la intens%competencia de precios en la
industria. De hecho, era el temor a esta competencia de precios tan intensa la que llevó
a Procter & Gamble a tratar de entrar al mercado comprando a Clorox, en lugar de ven-
der su propia marca.
que el competidor puede pagar son $4 millones, la empresa ya colocada tiene una defini-
da capacidad de sacar al competidor y, por lo tanto, evitar su ingreso.
La amenaza de exclusión parece estar en el centro de la demanda de la Federal Trade
Commission contra McCofmick & Company, la compañía especiera más grande del
mundo. McCorrnick vende una línea completa de especias preparadas y productos rela-
cionados, como mezclas secas de sazonadores, a los supermercados con su propia marca
y, a otros mercados locales, con el nombre de marcas subsidiarias. Aunque hay otras com-
pañías especieras, todas son mucho más pequeñas que McCormick. De hecho, sólo una
de éstas, Burns Philp Food, vende a nivel nacional y ofiece realmente una línea comple-
ta de especias. A principios de la década de los noventa, Burns Philp comenzó a compe-
tir enérgicamente en precios, y surgió una guerra entre ambas empresas.
Las tácticas de McCormick en la guerra de precios incluyeron la oferta de pagos
generosos por adelantado, que en esencia eran el equivalente del pago de cuotas por espa-
cio en anaqueles. A su vez, McCorrnick demandó que la tienda receptora ocupara la ma-
yoría de sus anaqueles dedicados a las especias, algunas veces 90 por ciento o más, sólo
a los productos de McCormick. Como no todas las tiendas se ajustaron a las exigencias
de McCormick ni tampoco recibieron exactamente los mismos pagos, el pago neto que
McCorrnick realmente hacía por la exhibición de sus productos a una tienda difería del
que pagaba a los supermercados. Por esta razón, la acusación inicial de la FTC se plante-
aba en términos de una discriminación ilegal de precios. Sin embargo, puede haber poca
duda de que el efecto depredatorio de exclusión derivado de la compra de espacio en ana-
queles desempeñó un papel central en la decisión de la FTC. La FTC señaló que a Burns
PMp le fue muy mal en la guerra de precios, y que la pérdida de acceso al espacio en ana-
queles desempeñó un papel importante en este resultado. También señaló que otros com-
petidores estaban conscientes ahora del riesgo de atacar a McCormick. Al final,
McCormick estuvo de acuerdo en dejar de pagar montos diferentes y pagar a todas las
tiendas de abarrotes el mismo precio neto. Aunque esta solución enfrenta el problema de
la discriminación de precios, todavía queda sin resolver la cuestión de la exclusión y cómo
sol~cionarla.~~
Sin embargo, como se mencionó, la demanda de la FTC contra McCormick se plan-
teó principalmente en términos de una discriminación ilegal de precios, que le concedía
a unas tiendas de abarrotes mejores condiciones que a otras. Ésta es, de hecho, la segun-
da forma en que los acuerdos de publicidad cooperativa pueden ir en contra de la com-
petencia. Esta preocupación ha sido particularmente fuerte en el mercado de la venta
de libros, que es un negocio dificil. Cada año se publican más de 150 000 libros. Aun si
el tiraje de cada libro es de sólo unos cuantos miles de ejemplares, estas cifias significan
un enorme volumen y una grave escasez de espacio de anaquel en las Librerías que ven-
den minoristas. Esta escasez es evidentemente más grave en el caso de los exhibidores
ubicados a la entrada de la tienda, en las ventanas y al h a l de los pasillos. Como esta esca-
sez se ha intensificado, el espacio en anaqueles y l o exhibidores
~ de aparador se han con-
vertido en objetos codiciados, y 10s editores pagan cuotas que van de $5 000 a $20 000
para que sus libros se exhiban en 10s aparadores o en los anaqueles más concurridos a la
altura de los ojos del c o n ~ u m i d o r . ~ ~
En principio, el pago de cuotas para obtener escaso espacio en anaquel no es en si
mismo anticompetitivo. Sin embargo, estos pagos pueden ser perjudiciales cuando no se
ofrecen los mismos términos a todos 10s minoristas. Ésta ha sido una reclamación
constante de las librerías independientes. Estas librerías tienden a ser mucho más peque-
ñas que las grandes cadenas de descuento. Por ende, la "renta" que un editor está dis-
puesto a pagar a estos distribuidores por sus sitios de exhibición más destacados es con-
22 Véase "World's Largest Manufacturer of Spice and Seasoning Products Agrees to Settle Price Discrimination
Charges", boletln de prensa de FTC, 8 de marzo de 2000.
23 De J. Hitt, "The Theory o f Supermarkets", The New York k e s Magazine, 10 de marzo de 1996, p. 61.
CapCtulo 21 Publicidad, competencia y nombres de marca 553
sideKtb~e~ente ITlenor que la que ofrecen a las cadenas grandes de tiendas, De hecho,
muchas pequeñas librerías independientes se quejan de no recibir pago por
blicidad cooperativa y de que cuando los reciben, no sólo son pagos más bajos, sino que
para ellas es mucho más molesto el proceso de reembolso. El resultado predecible, sos-
tienen los libreros independientes, es que los mayores subsidios de los costos de promo-
ción a las grandes cadenas permite que éstas vendan sus libros a precios más bajos, con
10 que obtienen una ventaja injusta sobre elos. Si esta discriminación de precios ocurne-
ra, y si debilitara la competencia en forma ,sustancial, sería una violación de la ley
Robinson-Patman. La dificultad, como es usual en los casos sujetos a esta legslación
específica, radica en d i s t i n m el daño a la competencia del daño a 10s competidores indi-
viduales, es decir, el daño al mercado de ventas minorista del .daño a los pequeños libreros.
Las acusaciones de los libreros fberon objeto de una larga investigación de la FTC y
de diversas demandas legales presentadas por la American Booksellers Association (que
representa más de 4 500 librerías independientes) contra las grandes casas editoriales. ~1
final, la FTC decidió sobreseer las demandas sin aludir a la legalidad de las prácticas, seña-
lando que la venta de libros minorista estaba cambiando con rapidez con el surgimiento
de gigantes del comercio electrónico, como Amazon.com. Las demandas también se
resolvieron, normalmente con un acuerdo que establece que cada editorial hace un
pequeño pago en conjunto a los libreros independientes, y da algunos pasos modestos
para garantizar que todas las librerías tengan el mismo acceso a la publicidad cooperati-
va. Estos resultados reflejan el hecho de que, aunque el temor a la discriminación en pre-
cios en principio puede ser legítima, la mayoría de los analistas ve los casos presentados
al amparo de la ley Robinson-Pa~nancon un poco de escepticismo. Además, como seña-
ló la FTC, se volvió cada vez más a c i l argumentar que la competencia entre libreros
había sido seriamente amenazada por las acciones de las editoriales ante la evidencia de la
feroz competencia que significaban los minoristas electrónico^.^^
Pero otra forma en que la publicidad cooperativa puede causar preocupaciones en rela-
ción con impedir los monopolios es cuando se usa como medio para levar al efecto lo
que es en realidad un acuerdo de mantenimiento de precio de reventa. Esta preocupa-
ción la ilusua un caso reciente en la industria de la música grabada. En Estados Uni-
dos esta industria está actualmente dominada por cinco grandes compañías: Sony,
TimeWarner, EMI, Bertelsman y Universal. Juntas, estas empresas representan alrededor
de 85 por ciento de las ventas de música grabada en Estados Unidos. Estas compañías
distribuyen sus discos compactos y casetes tanto por conducto de minoristas especializa-
dos, como Musicland, Tower Records y Sam Goody, como por conducto de minoristas
generales, como las tiendas departamentales. A principios de la década de los noventa,
grandes vendedores de descuento, como Best B ~ Corp., Y CircUit City y Wd-Mart, ingre-
saron al mercado.
Para ganar participación y establecer una presencia sigdcativa en el mercado, las tien-
das de descuento entraron con precios de promoción muy bajos por sus discos compac-
tos. Para algunos discos compactos populares, las reducciones legaron a ser de 50 por
ciento, lo que resultaba en precios minoristas de menos de $10. Cada uno de los cinco
productores respondió a esta falla en los precios minoristas adoptando acuerdos de pu-
blicidad cooperativa con todos 10s minoristas. Estos acuerdos incluían una
cláusula de precio ~ j Promedio
~ i (m, ~ en inglés). El acuerdo usual
por ~sus siglas
requería que el fabricante a financiar 10s illluncios del minorista que no menao-
naran precios por debajo de 10s sugeridos por el fabricante. Sin embargo, Por lo menos
al principio, la empresa -onsta teha la libertad para difundir anuncios que menciona-
ran precios bajos, 10s pagara de sus propios recursos. Est0 es exactamente
24 Véase "FTC Disrnisses Case Against Six Book Publishers", boletin de prensa d e FTC, 21 de septiembre de
1996. h t t p : / / w - f t c - g o v y M . Tabour, "ln Boobtore Chains, Display Space is for Sale." The New York Times,
15 de enero de 1996, p. A l .
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
pios fondos para anunciar sus rebajas de precios. El resultado fue que la guerra de pre-
cios continuó,
Como el tiempo pasaba y los precios de venta minorista de los discos compactos seguí-
an bajos, los productores de música comenzaron a recibir peticiones de los pun-
tos de venta tradicionales, como Sam Goody, de que se fijaran precios al mayoreo más
bajos. Estos minoristas justificaban sus.peticiones con el argumento de que los precios
más bajos al mayoreo les permitirían enfrentarse mejor a la competencia de las tiendas de
descuento. Así, desde la perspectiva de los fabricantes de discos compactos, la intensa
competencia al nivel minorista se estaba derramando hacia el nivel de mayoreo. Por lo
tanto, los cinco productores revisaron sus contratos de publicidad cooperativa. Desde
1995 y en 1996, los acuerdos exigieron que el minorista no mencionara un precio más
bajo al sugerido en n i n ~ u nanuncio, ni siquiera en los que pagaba totalmente de sus pro-
pios recursos. La violación de esta cláusula llevaba a la suspensión del financiamiento de
toda publicidad cooperativa durante 60 a 90 días. La evidencia sugiere que la rápida difu-
sión de estos contratos levó a suspender los descuentos y a incrementar los precios de los
discos compactos al menudeo y al mayoreo.
A la luz de lo anterior, es dificil escapar a la conclusión de que los acuerdos de MAJ?
eran principalmente un medio de llevar a la práctica un acuerdo de precio mínimo de
reventa. Aún más, el motivo subyacente no parece ser el deseo de garantizar el suminis-
u o de los servicios al menudeo. Lo que parece más probable, con base en la conducta
observada de asignación de precios y en documentos de las compañías, es que el propó-
sito principal de los contratos M A P era eliminar la competencia minorista con el jin de evi-
tar que dicha competencia se extendiera al nivel de los cinco grandes productores de
discos compactos. En otras palabras, la publicidad cooperativa parece haber sido un
acuerdo vertical diseñado para alimentar la colusión horizontal. Esto fue, de hecho, exac-
tamente el criterio de la FTC, que concluyó que los cinco productores de música viola-
ban las leyes antimonopolio y ordenó que se suspendieran los acuerdos de M . Las
cinco compañías cumplieron rápidamente con esta orden, pero parece claro que existe
potencial para que esta dificultad vuelva a surgir en algún otro contexto.25
Antes de terminar esta sección deberíamos señalar también que el pago de sumas glo-
bales, como las cuotas por espacio en anaqueles, desempeña un papel similar al de los
acuerdos MAP al debilitar la competencia de precios al mayoreo. Aquí, el argumento
básico es el de Shaffer (1991). Para pagar estas cuotas el fabricante tiene que fijar un pre-
cio al mayoreo por arriba del costo marginal. Por lo tanto, al nivel corriente abajo, cada
minorista que firma el acuerdo está indicando en realidad su propósito de ser menos agre-
sivo en su asignación de precios porque está aceptando el precio más alto al mayoreo.
Incluso si otros minoristas siguen una estrategia enérgica de asignación de precios, la
empresa que cobra la cuota se compensa con este pago. Como resultado, cada minorista
tiene un incentivo para adoptar el arreglo de pago de cuota por espacio en anaqueles.
Esto es, de hecho, lo que sucede en el equilibrio de Nash. A su vez, la más débil compe-
tencia minorista y los más altos precios minoristas se derraman para convertirse en pre-
cios más altos al nivel de ventas al mayoreo.
En suma, la publicidad cooperativa y 10s k u ~ ~ a d pagos
os por espacio en anaqueles son
prácticas extendidas, y en muchos casos resultan neutrales o favorecen la competencia.
Sin embargo, como sugieren los casos que aquí describimos, hay posibilidades de que
estos acuerdos tengan efectos anticompetitivos. Éstos son en esencia acuerdos verticales
y, como ya vimos en el capítulo 19, SUS consecuencias pueden entenderse cabalmente sólo
después de cuidadosos análisis.
25 Véase J. R. Wilke y P. M. Reilly, "FTC lnvestigates Retail Pricing of CDs, Seeks Data From Recording
Companies", The WallStreetJournal, 7 de mayo de 1997, p. 01. Véase también "Record Companies Settle FTC
Charges o f Restraining Competition in CD Music Market", boletln de prensa de FTC, 10 de mayo de 2000,
c ~ f m23l ~ Publicidad, competencia y nombres de marca
o
1 Si a usted le interesa, todo el genoma humano completo está disponible y se puede descargar gratis de
http://www.gdb.org/.
2 "Scientists, Companies Look to the Next Step After Cenes", The New York Times, 13 de febrero de 2001.
3 Éste es virtualmente el mantra en el libro de gran éxito de Peters y Waterman, In Search of Excellence: Lessons fiom
America's Best-Run Companies (1982). Sin embargo, el argumento se repite fi-ecuentementeen otros libros de nego-
cios, incluyendo, como se sefiala en el presente, el volumen enciclopédico de Porter (1990).
~~~~~Q 22 Investigaci6n y d e s a d l o
La cita de Porter casi podría haberse tomado al pie de la letra del trabajo clásico de
J o s e ~ hSchum~eter,Capitalism, Sociabsm, and Democracy, escrito hace unos 50 años.
Schumpeter era al mismo tiempo economista e historiador. Así que era n a d que apor-
tara una perspectiva histórica a su estudio de la competencia y al swgimiento y c&a de
los imperios corporativos. El siguiente pasaje dramático está tomado de su libro, que se
publicó por primera vez en 1942.
Advierta que la introducción de un nuevo producto por una empresa socava las posi-
bilidades de comercializar los productos existentes. De modo similar, el desarrollo de
nuevos procesos de producción que requieren nuevos equipos reduce el valor de la capa-
cidad productiva existente. Como el proceso de introducción de nuevos productos o pro-
cesos s i g d c a inevitablemente la destrucción de 10s anteriores, Schumpeter designó a
Week, ,,
ejemplo, la historia en C . J. Whalen, "Today's Hottest Economist 0i.d 50 Years Ago''. en Bwinm
de diciembre de 2000. Incluso desde la obra clásica de 5 0 1 0 ~
estudian el crecimiento
(l956),10s ~ ~ ~ ~ o e c o n o mque
tambibn se han enfocado intensamente en el progreso tecnológico e innovación Como
istas
fuente principai de en las condiciones de vida a travks del tiempo. Vkase, Por ejem~loi10s libros de
Barro y sala-i-Martin ( 1 995))y Romer ('gg6).
560 Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
esta competencia por la innovación como procesos de "destrucción creativa". Puesto que
algunos de los productos y procesos que se vuelven obsoletos bien pueden ser los de
la empresa innovadora misma, podemos plantear nuestra pregunta central en una forma
algo diferente. En particular, podemos preguntar por qué las empresas socavan las activi-
dades existentes (incluidas las propias) de esta forma. De manera más general, ¿cuáles son
los incentivos para realizar actividades innovadoras, y cómo varían éstas con el tamaño de
la empresa y la estructura del mercado?
Tanto la literatura profesional como la popular de negocios han tenido mucho que
decir sobre la hipótesis schumpeteriana en años recientes. En este capítulo enfocamos este
tema utilizando las herramientas del análisis económico y de la interacción estratégica
que hemos venido construyendo a lo largo de todo este libro. Sin embargo, antes de que
comencemos un análisis más formal, necesitamos establecer algunas definiciones o clasi-
ficaciones a las cuales podamos referirnos con facilidad.
Al considerar la ~roducciónde IyD es común distinguir dos clases distintas. Las inno-
vaciones de proceso son descubrimientos de métodos nuevos, usualmente más baratos, de
producir bienes existentes. Las innovaciones de productos son innovaciones que llevan a la
creación de nuevos bienes. Nos concentraremos principalmente en las innovaciones de
procesos, pero también presentaremos ejemplos que muestran cómo se puede ampliar el
análisis a las innovaciones de productos.
Por último, se puede hacer una distinción más respecto de las innovaciones de proce-
sos. Ésta es la división de innovaciones en innovaciones radicales o importantes, e inno-
vaciones no radicales o menores. En términos aproximados, las innovaciones radicales son
aquellas que reducen los costos por unidad a las empresas, en tal medida que incluso si
fijan el precio de monopolio maximizador de utilidades asociado con el costo bajo, toda-
vía harán que todos los competidores reduzcan sus precios. Por consiguiente, una inno-
vación drástica crea una empresa monopolista que no es limitada por el temor de nuevos
ingresos o competencia de precios por un competidor, al menos por algún tiempo. En
contraste, una empresa que hace una innovación no radical puede ganar alguna ventaja
en costos sobre sus competidores, pero dicha ventaja no es tan grande como para que la
empresa pueda fijar precios como un monopolista que no teme a la competencia.
La distinción formal entre innovaciones radicales y no radicales se ilustra en la figura
22-1. Supongamos que la demanda de un producto particular está dada por P = 120 - Q
,y que antes de la innovación todas las empresas podían fabricar el producto a un costo
marginal constante de $80. Supongamos también que las empresas existentes son todas
competidoras de Bertrand, de tal suerte que el precio es de $80 y la producción total es
de 40 unidades.
Supongamos ahora que una empresa desarrolla un proceso innovador que reduce sus
costos marginales a $20, como en la figura 2 2 - l ( a ) y que, tal vez por una patente, esta
empresa es la única que puede utilizar la nueva tecnología de bajo costo. Si esta empresa
innovadora estuviera sola en el mercado, aplicaría el precio de monopolio que correspon-
de a sus nuevos costos marginales más bajos de $20. Dada nuestra fi~nciónde demanda,
C ~ f a l 22
o lnvestigacidn y desarrollo
sabemos que el ingreso marginal es MR = 120 - 2Q. Al igualar esto con el costo rnargi-
nal de $20 se obtiene un nivel de producción de 50 unidades y un preúo de monopo~~o
de $70. Establecer este precio de monopolio obliga a todas 1% otras empresas a salir del
mercado. En otras palabras, la innovación es radical si la reducción de costos es tan gran-
de que la empresa innovadora puede fijar todo el precio de monopolio asociado con el
nuevo bajo costo, y aun así puede reducir 10s costos marginales de todas las otras empre-
Ahora podemos comenzar nuestro análisis de algunas de las cuestiones básicas que los
economistas se han preguntado respecto a cómo influye la estructura del mercado en
los incentivos para invertir en hacer I Y D .Para
~ facilitar un poco las cosas, supondremos,
como en la sección anterior, que la demanda de un bien particular es lineal. Para ser espe-
cíficos, de nuevo se supone que la curva inversa de la demanda está dada por la ecuación
p , 120 - &. También supondremos que cada productor del bien tiene un costo margi-
nal de $80.En estas condiciones, si el mercado es competitivo y hay muchos de estos pro-
ductores, el precio actual será también de $80.
ledebe mucho al revolucionario trabajo del ganador del premio Nobe1 Kenneth Arrow (1962).
Este análisis
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
Veamos primero las posibles ganancias para la sociedad como un todo que surgen de
esta innovación. Para este efecto imaginemos un planeador social cuya meta es maximizar
el excedente social total (el excedente del consumidor más el excedente del productor) y, i 1
aún más, que tiene el poder de ordenar que los precios se establezcan en cualquier nivel
que él solicite. Como un dictador benévolo, razonaría como sigue: "Con la innovación
o sin ella, la optimalidad requiere que el precio se establezca al costo marginal". Por ende,
el valor por periodo que el planeador social asigna a la innovación es el incremento que
genera en el excedente del consumidor, puesto que, cuando el precio es igual al costo
marginal (constante), n o hay excedente para el productor. Antes de la innovación el exce-
dente del consumidor a un precio de $80 es, como se ilustró en la figura 22-2(a),
de $800. Después de la innoGación las empresas en la industria tendrán que establecer
el precio al nuevo costo marginal más bajo de $60, lo que significa que el excedente
del consumidor aumenta a $1800. El incremento en el excedente del consumidor es de
$1 000, el cual corresponde al área de sombreado ligero de la figura 22-2(a). Este exce-
dente adicional se alcanzará n o sólo en un periodo, sino en todos los periodos presentes
y futuros que sigan a la innovación. Por lo tanto, mediante las técnicas de descuento exa-
minadas en el capítulo 2, el valor presente total del excedente adicional creado por la
innovación es VP = 1 000/(1 - R), donde R = ( 1 + Y)-' y r es la tasa de interés. Cuanto
más rebase este valor el costo IC, es decir, cuanto más exceda el valor presente de los gas-
tos relacionados con el descubrimiento del proceso, más deseable es la innovación.
Desde luego, normalmente n o tenemos un dictador, y cuando lo tenemos la meta rara
vez es la maximización del bienestar social. Lo que tenemos son mercados. El asunto
ahora es precisar si la estructura del mercado importa al determinar el valor asignado a
esta innovación. Para este propósito consideremos primero el incentivo que tiene la
empresa investigadora para realizar la innovación, si puede subastar los derechos del pro-
ceso a una industria competitiva compuesta por muchas empresas. Antes de la innovación
todas las empresas manejan un precio a costo marginal de $80 y obtienen cero utilidades.
La producción total de cada periodo antes de la innovación es la demanda por periodo al
precio de $80, que es exactamente de 4 0 unidades. ¿Qué hará la empresa que obtuvo la
innovación? Es evidente que su mejor estrategia será reducir el precio ante sus competi-
dores sólo hasta donde sea necesario para sacarlos del mercado y convertirse en un mono-
polio efectivo. En otras palabras, la empresa que gana la subasta establecerá un precio que
sea un centavo menos que el precio competitivo anterior de $80. A este precio la pro-
ducción total de la industria permanece igual que antes de que se adoptara la innovación.
En consecuencia, la empresa ganará una utilidad por periodo de $(80 - 60) X 4 0 = $800.
Esto se ilustra con el rectángulo sombreado en la figura 22-2(b). En otras palabras, el
valor presente que una empresa competitiva asigna a la innovación, y también la cantidad
máxima por la que está dispuesta a esforzarse es Vc = 800/(1 - R). Esto es menos que el
valor social de la innovación. La razón es simple. La empresa competitiva considera sólo
la utilidad que puede obtener como resultado de la innovación. Pasa por alto el beneficio
adicional de un mayor excedente del consumidor que la innovación pudiera acarrear.
Consideremos ahora la ganancia potencial de poseer la innovación que corresponde-
ría a un monopolio que n o enfrenta la amenaza de nuevos ingresos. Para esta empresa la
ganancia de introducir la innovación es la utilidad adicional que obtiene como resultado
de poder producir a un costo marginal más bajo. Puesto que la empresa monopolista
maximiza su utilidad estableciendo un ingreso marginal igual al costo marginal, podemos
medir esta ganancia comparando la utilidad por periodo de la monopolista a su costo
marginal actual, contra su utilidad por periodo al costo marginal más bajo que permite la
innovación. Esto se ilustra en la figura 22-2(c).
Dada nuestra función de demanda, sabemos que el ingreso marginal es MR = 1 2 0 -
2 Q . Así que antes de la innovación la monopolista maneja una producció~ide 2 0 unida-
des, fija un precio de $100 y gana una utilidad por periodo de $400. Después de la inno-
Parte Seis Competencia en l a que no intervienen los precios 1(11
l'ii
La razón por la que el valor asignado a la innovación por la empresa monopolista es
menor que el asignado por una empresa competitiva de nuevo es fácil de explicar. Una
empresa competitiva está llegando apenas al equilibrio antes de adoptar la innovación,
por lo que la vaiúa por el valor de todas las utilidades adicionales que le generará. En con-
traste, la empresa monopolista ya está obteniendo una utilidad de monopolio con su tec-
nología actual. La introducción del nuevo proceso desplaza y, por lo tanto, mina esa
inversión. Esto se conoce a menudo como efecto de reemplazo.
Aunque la comparación que acabamos de hacer es entre una empresa monopolista y
una empresa en un mercado completamente competitivo, los resultados serían los mis-
mos si comparamos, más bien, un monopolio con una empresa en un mercado oligopo-
lista caracterizado por la competencia de Bertrand. (¿Por qué?) Aún más, se obtendrá el
mismo resultado cualitativo en una comparación de una empresa monopolista con
empresas que intervienen en una competencia de Cournot. La razón básica sigue siendo
la misma. Aunque la empresa de Cournot sí disfruta algunas utilidades positivas previas a
la innovación, éstas son mucho más pequeñas que las de una empresa monopolista. Por
lo tanto, el competidor de Cournot tiene mucho menos qué perder que la monopolista
si adopta la innovación. Asimismo, aunque el caso que acabamos de describir consideró
una innovación de procesos no radical, el mismo ordenamiento VP > VcTC Vm se sostiene
para un caso drástico. En otras palabras, la ganancia social de una innovación radical exce-
de las ganancias de una empresa que interviene en una competencia de Bertrand ( o de
Cournot), lo que a su vez excede la ganancia de una monopolista. Por último, aunque
nuestro anáiisis supone una demanda lineal específica, se pueden obtener los mismos
resultados para cualquier función de demanda, incluso si ésta no es lineal.
El anáiisis anterior supuso que había sólo un innovador, es decir, un laboratorio fuera de
la industria. Si ese laboratorio no innovara, nadie 10 haría. Sin embargo, esta visión no
capta realmente el espíritu del argumento de Schumpeter. Más bien, el punto de
Schumpeter es que las empresas suelen competir por medio de la innovación. Esto signi-
fica no sólo que las empresas tienen sus propios laboratorios, sino que cada empresa es
una innovadora potencial. El resultado de ello es que, incluso si una empresa no innova-
=@&lo 22 Investigación y desarrollo
ra, otra po&a hacerlo. Como vamos a ver, el análisis de este punto puede revertir nues-
tra conclusión a n t e r i ~ r . ~
Supongamos otra vez que la demanda es descrita por P = 120 - y que antes de la
innovación hay una empresa monopolista ya en el mercado, con un alto costo marginal
de producción de $80 y que obtiene utilidades de monopolio por periodo de $400 a un
precio de P = $100. El nuevo elemento que introducimos es una posible nueva empresa
junto con el supuesto de que si ese ingreso ocurre, la competencia será de Cournot, Para
una mayor simplicidad, supondremos también que el ingreso sólo es posible si la nueva
empresa tiene un costo marginal más bajo,que la monopolista que ya está en el mercado,
tal vez porque por ser la monopolista tiene una muy fuerte lealtad de marca como resul-
tado del tiempo que Ueva en el mercado. Entonces el ingreso puede suceder si la nueva
empresa hace IyD e innova mientras la monopolista no lo hace, en cuyo caso el costo
marginal de la nueva empresa cae como antes a $60. Desde luego, como no se trata de
una innovación drástica, este ingreso no sacará a la monopolista del mercado. Más bien,
el monopolio original competirá ahora como la empresa de alto costo en un duopolio.
Con las técnicas vistas en el capítd0 9, es fácil verificar que esto produce un equilibrio en
que la nueva empresa produce 80/3 mientras la producción inicial de la monopolista
cae a 20/3. El precio disminuye a $86.67, lo que sigmfica una utilidad por periodo para
la nueva empresa de $71 1.11. Conforme a ello, el valor presente de la innovación para la
nueva empresa es P = $71 1.11/(1 - R).
(Cuánto vale la innovación para la monopolista? Advierta que ahora hay dos incenti-
vos para que la monopolista inicial emprenda la innovación. Una fuerza es el hecho de
que esta innovación le permite reducir su costo y obtener utilidades más altas, como
antes. Sin embargo, ahora hay una segunda fuerza que impulsa a la monopolista a inno-
var. Ésta es el hecho de que si no lo hace, la nueva empresa sí lo hará y la monopolista
perderá su posición dominante. Como 10 acabamos de ver, este ingreso reduce la pro-
ducción de la monopolista a 20/3 y reduce el precio a $86.67. En este caso la monopo-
lista obtiene una utilidad posterior al ingreso por periodo sólo de $44.44. Podemos usar
este valor como la utilidad por penodo de la monopolista si lzo innova. Pero si la empre-
sa monopolista sí innova, y reduce su costo a $60, evita el ingreso puesto que, por hipó-
tesis, la nueva empresa puede ingresar sólo si tiene un costo más bajo. Así, si la mono-
polista innova, estará sola en el mercado y operwá con un costo unitario de $60. Por
ende, producirá 30 unidades y cobrará un precio de $90 en cada unidad, el cual le per-
mite obtener una utilidad por periodo de $900.
puesto que la monopolista gana sólo $44.44 por penodo si no innova, pero $900 por
si lo hace, el valor presente de emprender la innovación para esta empresa es Vm
($900 - $44.44)/(1 - R) = ($855.56)/(1 - R). Es claro que esto excede el valor asig-
.
nado a la innovación por la nueva empresa. Por 10 tanto, la que tiene el mayor incentivo
para innovar es la monopolista.
~1 resultado anterior no es particular de las cifras que hemos supuesto. De hecho, es
bastante general. Lo mejor que la nueva empresa puede esperar es cambiar su utilidad
achial de cero a la en un d~opoliocon un bajo costo & que se enfrenta a
un competidor de alto costo Z', es decir, $ ( T , r). En contraste, la ganancia que la mono-
polista puede esperar es seguir siendo una monopolista de bajo costo & en contraste con
ser una duoPolista de alto costo & un cambio de utiiidades de nm(d- e(7, r). Por lo
tanto, la empresa monopolista adoptará siempre la innovación con más facilidad que la
posible nueva empresa si vW(_c)- f ( F , _c) > <(F, _c) En otras palabras, la monopolista que
ya está en el mercado apreciará más la innovación que la posible nueva empresa si
v"(C) > v;(G, g) + <(G, g).
Puesto que una monopolista con el bajo costo _c debe ser siempre capaz de ganar por lo
menos tanta utilidad total como la que ganarían dos empresas no cooperativas, especial-
mente cuando una de estas empresas tiene el alto costo G, la desigualdad de la ecuación
(22.1) debe mantenerse siempre. Este efecto se conoce como efecto de eficiencia.
Supongamos que cada empresa gasta una cantidad específica, x*, en investigación.
Entonces cada empresa tiene un costo unitario de c(x*). De acuerdo con esto, si conoce-
mos el valor de x*, sabremos el costo unitario de cada empresa, y podremos determinar
la producción de equilibrio para cada empresa individual y para la industria en su totali-
dad.' En particular, sabemos que el resultado en este modelo simétrico de n empresas de
Cournot genera un margen precio-costo de equilibrio, o índice de Lerner, dado por
7 Si fijamos la derivada de la ecuación (22.2) respecto de q, igual a cero, tomamos la producción de todas las
empresas excepto de la i-ksima, Q-,, como dadas, y luego despejamos para q,, obtenemos la función de
mejor respuesta de cada compaíiía.
capfmlo 22 Investigación y desarrollo
'1
La ecuación (22.4) no expresa por sí misma la cantidad de gastos en IyD, x*, que cada
(I empresa encontrará óptima en el equilibrio final. Para determinar ese valor debemos agre-
1
,
gar una segunda condición de equilibrio que indique cuando una empresa sepa que ha
gastado la cantidad correcta en actividades de investigación. Esto se obtiene derivando la
li;
11'
Ij' ecuación (22.2) respecto de los gastos de IyD, xi ,para darnos la condición
1:
(Qué significa esto? Recordemos que un incremento en los gastos de IyD, c(xi),redu-
ce el costo marginal de tal suerte que dc(x,)/dx,, la cantidad por la cual el costo marginal
cambia como resultado de gastar un dólar más en IyD, es negativa. El lado izquierdo de
la ecuación (22.6) es, por lo tanto, positivo e igual al beneficio marginal total de un dólar
extra de gastos en IyD. El costo marginal de un dólar extra gastado en IYD es simple-
mente de $1. Al nivel de equilíbrio de gastos en IyD, x*, debe suceder que el bene-
ficio marginal de un dólar extra gastado en IyD iguda su costo marginal.
<Cuálesson las consecuencias de las condiciones de equilibrio de las ecuaciones (22.4)
y (22.6)) La conclusión más obvia a que llegamos es que un aumento en el número de
empresas en la industria reducirá la cantidad que cada empresa está dispuesta a gastar en
IyD. Sabemos por nuestra exposición del modelo de Cournot que, para un nivel dado de
costos marginales de cada empresa, un aumento en el número de éstas en la hdusuia
reduce la que cada empresa decidirá producir. (Ésta es, de hecho, una conse-
cuencia directa de la ecuación (22.4).) Pero la ecuación (22.6) deja claro que el benefi-
cio de un gasto extra en IyD es directamente proporcional al volumen de pro-
ducción de una empresa. Por lo tanto, la reducción en esa producción que resulta de
aumentar el número de empresas reduce también el beneficio marginal que el gasto en
I y genera
~ a una empresa individual De ahí se infiere que el nivel de equilibrio de este
gasto por empresa, x*, bajará a medida que aumente el número de empresas.
obstante, esto no significa necesariamente que el gasto totd de la industria
en I ~ Dque
, es nX*, también disminuya. ESperfectamente posible que cada empresa gaste
menos en I~J-J, pero que el gasto totd Se incremente. DasIP~taY Stiglitz demuestran que
el gasto agregado en puede incrementarse 0 reducirse en realidad a medida que
aumenta el número de empresas en la indusma. El punto clave es que, para que aumen-
te el gasto agregado en I ~ J - la
J , elasticidad de la demanda del mercado debe ser bastante
grande. cuando la demanda es relativamente elástica, la ampliación de la producción de
570 Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
A partir del anáiisis anterior, parecería que el debate sobre la hipótesis schumpeteriana no
se puede resolver sólo acudiendo a la teoría económica. Diferentes modelos llevan a dife-
rentes conclusiones. Más bien, debemos acogernos a la evidencia empírica para que
favorezcamos un lado u otro del debate. A la fecha se han realizado diversos estudios
estadísticos relacionados con los esfuerzos en IyD, el tamaño de la empresa y la estruc-
tura de la industria. Aunque estos estudios están lejos de llegar a resultados uniformes, sí
Capitulo 22 Investigación y desarrollo
Aunque la evidencia 'forma! -no da una dos por pequefios empresarios indepem-
respuesta definiriva a la' cuestión kle si es dientes y no por las ,casas. d'e s ' u l b a y~ ~ ~ 1~
una industria de grandes compañías con vendedoras de libros ya existentes. De
poder de mercado, o una industria com- modo similar, Cenentech era apenas una
puesta por muchos pequeños competido- minúscula compañla de capital de riesgo
res la que más propicia la innovación, exis- compartido cuando lanzó el reto biotec-
t e una buena cantidad de evidencia anec- nológico de recombinar el ADN. De hecho,
dótica respecto de las proezas de pequeñas Apple arribó con el primer auxiliar personal
organizaciones e inventores individuales digital (PDA, por sus siglas en inglés) con
que han aportado grandes adelantos. Por su producto Newton. Pero fue una pequeña
ejemplo, la computadora personal fue compañla llamada Palm la que resolvió el
introducida en gran parte por Apple. El problema de hacer una simple conexión
foco de luz y la telegrafla inalámbrica fueron entre la PDA y la computadora personal de
desarrollados por individuos, Edison en el escritorio, y eso también hizo accesible el
primer caso, y Marconi en el segundo. Xerox PDA, justo antes de que fuera adquirida
era la diminuta empresa Haloid cuando por U.S. Robotics.
desarrolló el método ierográfico de copiado. Una innovación un poco más reciente es
Intel, que ahora controla cerca de 90 por la idea relacionada con la refrigeración que
ciento del mercado de microprocesadores, actualmente persiguen K. Gschneider, un
comenzó como una empresa minúscula físico de la universidad estatal de lowa, y
que empacaba transistores en trocitos de Carl Zimm, un ingeniero de Wisconsin. Su
silicio. Lo que tal vez provoque más refle- proyecto usa gadolinio, un elemento raro
xiones es el hecho de que estas innova- que tiene la característica poco común
ciones, que tuvieron tanto éxito con el paso de que se calienta cuando se le coloca en
del tiempo, al principio fueron desechadas un campo magnético y se enfrla cuando se
por muchas grandes corporaciones. Por desmagnetiza. Los dos empresarios han uti-
ejemplo, IBM no detectó que habla merca- lizado esta caracterlstica para construir un
do para las PC en sus inicios. El mismo prototipo que es 50 por ciento más efi-
Edison, bastante tiempo después de que su ciente en el uso de energla que el mejor
compañía se habla establecido como la refrigerador convencional, y que, a diferen-
principal empresa técnica de su tiempo, cia de los refrigeradores convencionales, no
seguía considerando que su invento de las utiliza materiales peligrosos para el am-
~ellculas
1
con movimiento era poco más biente como los fluoroclorocarbonos.
que un juguete útil. Todavia faltan algunos años para eldesa-
En la actualidad pequeñas empresas y rrollo de un producto que sea viable en el
empresarios siguen siendo una fuente acti- terreno comercial. Sin embargo, si llega, ila
va de innovación e invenciones. Por ejem- máquina con gadolinio puede ser el refri-
plo, los dos sitios en la Web con tráfico gerador más fresco de la ciudad!
más pesado, e-Bay y Amzon, fueron crea-
Fuente: "The Ultimate Fridge Magnet", Economist, 19-25 de abril de 1997, p. 81.
surge una conclusión general. Esta conclusión es que la intensidad en IyD parece incre-
mentarse cuando se eleva la concenuación i n d u s t d , pero ~610hasta un valor bastante
modesto, después del cual los esfuerzos en IyD parecen nivelarse o incluso declinar como
una fracción del ingreso de una empresa.
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
Uno de los primeros estudios que exploraron el vínculo entre la estructura de la industria
y la IyD fue el de Scherer (1965). Su conclusión básica h e que aunque el tamaño de la
empresa y la concentración son factores positivamente relacionados con la intensidad del
gasto en IyD, estas correlaciones disminuyen más allá de un umbral relativamente bajo.
En otras palabras, una vez que las empresas alcanzan un tamaño relativamente pequeño
o los mercados alcanzan un nivel de concentración relativamente bajo, o ambas cosas,
tiende a desvanecerse cualquier efecto positivo que el tamaño de las empresas o la con-
centración del mercado pudieran tener sobre la actividad innovadora. Estudios posteriores,
incluidos los de Levin y Reiss (1984); Levin e t al (1985); LUM (1986); Scott (1990);
Geroski (1990) y Blundell, Griffith y Van Reem (1995) han tendido a confirmar la con-
clusión inicial de S ~ h e r e r . ~
Al examinar la influencia del tamaño de la empresa y la estructura del mercado sobre
las actividades de innovación se deben resolver varias cuestiones importantes. El primero
de éstos es que al comparar los esfuerzos de IyD entre mercados se debe controlar el
carácter "basado en la ciencia" de cada industria. Los mercados en que las empresas pro-
ducen bienes como productos químicos o hardware de computación tienen una base téc-
nica tan fuerte que los avances generales en el conocimiento científico se pueden tradu-
cir rápidamente en innovaciones de producto o de procesos. En contraste, otros merca-
dos, como el de cortes de pelo o peinados, tendrán más dificultades para utilizar las inno-
vaciones científicas y, por lo tanto, tienen un contacto menos directo con universidades y
laboratorios de investigación. Así, resulta que las medidas de estas oportunidades tecno-
lógicas tienden a estar fuertemente correlacionadas con el grado de concentración de la
industria. En otras palabras, aunque la simple correlación entre la concentración y la
innovación puede ser positiva, esta correlación refleja realmente los efectos positivos
sobre la innovación que llegan con el incremento en las oportunidades de una industria
para lograr avances técnicos. Los estudios más recientes antes citados demuestran que es
muy importante controlar este factor.
U n segundo factor que se debe considerar es la distinción entre los gastos en IyD y las
innovaciones reales. Aunque el esfuerzo innovador se puede medir por la razón del gasto
en IyD a ventas, como lo sugirió explícitamente el trabajo de Dasgupta y Stiglitz (1980),
este enfoque mide realmente los insumos en el proceso innovador. No obstante, pode-
mos pensar que lo que en realidad nos interesa es la producción de ese proceso, el núme-
ro real de innovaciones que tal vez se podría medir por el número de patentes que
adquiere una empresa. Aun cuando diferentes empresas gasten lo mismo en IyD, la hipó-
tesis schumpeteriana podría validarse si el tamaño o la concentración lleva a ese gasto a
ser más productivo. Los estudios antes citados se observan en la producción de patentes
de las empresas. Sin embargo, otra vez se encuentra poca evidencia que apoye las afirma-
ciones schumpeterianas. De hecho, como señalan Cohen y Klepper (1996), la conclusión
general es que las grandes empresas realizan proporcionalmente algo más de IyD que las
más pequeñas, pero obtienen menos innovaciones de estos esfuerzos. Sin embargo, una
excepción notable a este respecto es Gayle (2002), que concluye que las empresas en
industrias concentradas generan muchas más patentes cuando éstas no simplemente se
cuentan, sino que, más bien, se miden sobre una base ponderada de m e n ~ i o n e s . ~
Por último, un tercer tema con el que deben lidiar los investigadores es la endogéne-
sis de la estructura del mercado. Algunas empresas, por ejemplo Alcoa o Microsoft, lle-
garon a dominar sus industrias apoyándose en una innovación radical. En el caso de Alcoa
fue su proceso exclusivo de refinación de aluminio. En el caso de Microsoft fue su exclu-
sivo sistema operativo para computadoras personales. En éstos y otros casos la tecnología
clave que desembocó en la posición dominante de la compañía estaba relacionada con
diversas patentes. Si esta experiencia es extensa, un investigador ingenuo puede encontrar
que las empresas grandes, dominantes, son también empresas con muchas patentes, y
concluir erróneamente que la hipótesis de Schumpeter es válida. En estos casos es la acti-
vidad innovadora la que lleva al poder de mercado, y no a la inversa. De hecho, si las
empresas que llegan a dominar SUS mercados comienzan como pequeñas empresas y
luego crecen con base en su sentido empresarial e innovaciones tecnológicas, la conse-
cuencia sería bastante contraria a lo que sostiene el modelo de Schumpeter.l0
general, la estructura del mercado y la actividad innovadora evolucionan juntas. Por ejemplo, si la upe-
1,
,.ienciaelevala productividad de la lyD, entonces las empresas más antiguas tenderán a innovar m&, porque
y ser mds productivos, de modo que 10s que ingresaron al principio
pueden obtener mayores
a dominar una industria al paso del tiempo. Vease en Klepper (2002) un análisis que sigue este
argumento.
se desarrolla en dlAspremont y Jacquernin (1 988). Se puede encontrar una versi6n más general de
11 El
este tipode investigaciónen Kamien (1992).
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
Para comenzar el análisis supondremos que estamos analizando una industria en que
la demanda de un bien homogéneo es lineal y está dada por P = A - BQ. Dos empresas,
cada una de las cuales tiene costos marginales constantes de c por unidad, fabrican el bien.
Estos costos se pueden reducir como resultado de la actividad de investigación y desa-
rrollo, pero existe la posibilidad de que el conocimiento desarroliado por una empresa
pueda canalizarse hacia sus competidores. Esto puede suceder, por ejemplo, porque las
empresas financian fuentes comunes de investigación básica, como universidades o labo-
ratorios de investigación, porque la dirección que toma la investigación de una empresa
es descubierta por sus rivales, debido a que se filtran algunos de los resultados prelimi-
nares de la investigación o por el espionaje industrial.
Para ser específicos, si la empresa 1 emprende la investigación y desarrollo a una inten-
sidad xl, y.la empresa dos emprende lo mismo a una intensidad x2, los costos de produc-
ción marginales de ambas empresas se convierten en
Aquí, O S P S 1 mide el grado en que las actividades de IyD de una empresa se cana-
lizan hacia la oua.12 Si p = O, no hay derrames, el esfuerzo de investigación de la empresa
1, xl, rinde beneficios sólo para la empresa 1 en sí. Si P = 1, los derrames son perfectos,
cada centavo en reducción de costos que xl aporte a la empresa 1también llega a la empre-
sa 2 . Para el caso intermedio de O e p < 1 los derrames son sólo parciales, si la investiga-
ción de la empresa 1 reduce su propio costo en un dólar por unidad, reducirá el costo de
la empresa 2 en alguna fracción de un dólar por unidad.
Desde luego, la investigación cuesta. De hecho, no solamente cuesta, sino que supo-
nemos que la actividad de IyD muestra deseconomías de escala, esto es, se vuelve más cos-
tosa a medida que la empresa realiza más investigación. Específicamente, suponemos que
los costos de investigación son iguales para ambas empresas y están dados por la
función de costos de investigación
Veamos lo que sucede cuando las empresas no cooperan en la investigación. Para este
propósito imaginemos un juego en dos etapas. En la primera, cada empresa decide su
intensidad de investigación, xi. En la segunda etapa cada empresa actúa como un com-
petidor de Cournot al elegir su nivel de producción. Como siempre, este juego se resuel-
ve trabajando hacia atrás. A partir del capítulo 9 conocemos el equilibrio de Cournot para
valores dados de cl y c2, así que podemos comenzar expresando esta solución. La pro-
ducción para las dos empresas es
12 Limitamos nuestra atención al caso en que los derrames son positivos. Es posible que haya derrames nega-
tivos. Por ejemplo, las empresas podrlan difundir información falsa sobre sus investigaciones o declarar que
han hecho avances importantes con el fin de desalentar a sus rivales de continuar con
una linea particular de investigacibn.
c ~ r m l o22 Investigaci6n y desarrollo
La ecuación (22.14) indica que la producción de cada empresa es una función creciente
de sus propios gastos en IyD, xj. Estos gastos reducen 10s costos de una empresa y por
ello hacen más rentable una mayor producción. En contraste, el efecto de los esfuerzos
de la rival en IyD sobre la producción de una empresa pueden irse en cualquier direc-
ción. Tomemos el caso de la empresa 1. Por una parte, la actividad de IyD de la empre-
sa 2 se derrama y reduce 10s costos de la empresa 1,lo que tiene un efecto de ampliación
sobre la producción propia de la empresa 1. Por otra Parte, la IyD de la empresa 2 redu-
ce los costos de la empresa 2. Esto hace que la empresa 2 sea más competitiva y le per-
mite ampliar su producción, con lo que deja menos mercado para la empresa 1. ~1 resul-
tado neto de estas dos fuerzas contrarias es ambiguo. Esta ambigüedad se refleja en el
coeficiente de x, en la ecuación ql (Ye1 coeficiente de xl en la ecuación q2. En ambos
casos, este coeficiente, 2P - 1, es positivo sólo cuando el grado de derrame es grande,
esto es, cuando p > 0.5. Cuando los derrames son pequenos, es deck cuando P < 0.5,la
producción y utilidad de una empresa son funciones decrecientes de los gastos en IyD de
su rival. misma ambigüedad aparece en la ecuación de utiiidades (22.15).
Sabemos que cada empresa elegirá el nivel de actividad de hvestigación que maximi-
ce su utilidad, dado el esfuerzo de investigación de SU rival. Por cada decisión de esfuer-
zo que haga la empresa 2 , por ejemplo, fa empresa 1 su propia respuesta de maxi-
mización de A la inversa, lo mismo es cierto para la empresa 2. Así que pode-
mos identificar, en phcipio, la mejor respuesta o función de reacción de intensidad de la
invesrigacián de cada c o m p d a .
se expresa en forma en el siguiente recuadro de prueba de la deriva-
da para confimar un resultado intuitivo que se s e r e de nuestro ~ ~ anterior.
s ~ S
cuando los derrmes de investigación son bajos, las funciones de reacción a la intensidad
de la investigación de ambas empresas tienen una pendiente negativa, 10 que indica que
los gastos de investigación de ambas empresas Son ~ i S t i t ~ estrctt&i~~S,
t0~ más investiga-
ción de una empresa reduce la cantidad realizada por otra. En otras palabras, las activi-
dades de investigación de una empresa sustituyen las actividades de investigación de la
oua. El razonamiento es que en este caso el mayor esfuerzo de investigación digamos, de
la empresa 1, reduce principalmente los costos de la empresa 1 y eso le concede una ven-
576 Parte Seis . Competencia en la que no intervienen los precios
d Verificación de la derivada
..
Esheno óptimo no cooperativo en lyD en presencia de denamk
La derivada de la ecuación de utilidades (22.1 5) respecto del esfuerzo de investigaci6n de
la empresa i y al fijar la derivada igual a cero genera
,
Este resultado implica curvas de mejor respuesta, R,y R,, para las compañias 1 y 2 de
El equilibrio debe ser simétrico, puesto que las dos compañias tienen costos idénticos en
ausencia de lyD y enfrentan la misma función de demanda. Así, en equilibrio, x, = x., Por
eiem~lo.al sustituir en R..1 ' v des~eiarDara x.I , obtenemos la intensidad de investi~acióndel
/ I J 1
e'quihbr;o de Nash:
Esto es decreciente en p, lo que significa que los derrames de una investigación más inten-
sa disminuyen la intensidad de investigación elegida por cada empresa. La solución del
esfuerzo de investigación,x,, implica niveles de producción y utilidades para cada compañía
de
Sin embargo, determinar si las funciones de reacción tienen una pendiente positiva o
negativa, ya sea que los esfuerzos en IyD de las dos empresas sean sustitutos estratégicos o
complementos, no nos dice cuál es el nivel de equilibrio de gasto en IyD. En particular,
no se puede presumir que la presencia de grandes derrames en IyD y, por ende, el caso
de complementos estratégicos resultará en un mayor nivel de equilibrio de gasto en I ~ D
que en la situación en que estos derrames son bajos. El equilibrio de Nash ocurre en la
intersección de las dos funciones de respuesta, y el caso en que este punto sea el más ale-
jado del origen está lejos de ser evidente.
Con el fin de ilustrar este Último punto nos enfocaremos en el resto de nuestra expo-
sición en un ejemplo simplificado. Los recuadros de ésta y la sección siguiente nos ofrecen
un análisis matemático más general. Nuestro ejemplo tiene las características siguientes.
Se supone que la demanda del bien en cuestión es P = 100 - 2Q, y el costo marginal de
producción de cada empresa es actualmente de $60. Las empresas pueden elegir dos niveles
de intensidad de investigación xi = 10 o xi = 7.5. Además, suponemos que el grado de derra-
me de la investigación (que está fuera del control de ambas empresas) asume uno de 10s
dos valores: un bajo valor de p = 1/4 o un alto valor de P = 3/4.
Consideremos primero el caso de bajo derrame y supongamos que la empresa 2 elige
la alta intensidad de invesugaci6n de X2 = 10. Si la empresa 1 elige también la alta inten-
sidad de investigación, su Y utilidades seán, a partir de las ecuaciones (22.14)y
(40 + 17.5 - s ) -~ -
100
= $103.13.
-= $100.54.
MATRICES
DE PAGOS CON BAJOS DERRAMES DE IYD, P = 0.25
TABLA
22-2(a)
MATRICES
DE PAGOS CON ALTOS DERRAMES DE IYD, P = 0.75
TABLA
zz-z(b)
Baja intensidad
$128.67, $1 28.67 $136.1 3, $1 25.78
de investigación
Empresa 2
Alta intensidad
$1 25.78, $136.13 $133.68, $133.68
de investigación
C a ~ f m l o22 . Investigación y desarrollo
Un i n c ~ ~ ~en n el
t ogrado de derrame en IyD hace que ambas empresas reduzcm la
intensidad de sus investigaciones. {Porqué?Analicemos pninero el caso en que los derrames
en IyD son e ~ ~ a s oSabemos
s. que en estas condiciones cuanto m& gaste la empresa 1 en
IYD,n~enosgastará la empresa 2 porque las dos actividades son sustitutos amtégicos. pero,
en forma algo paradójica, esto le da a cada compañía un incentivo para gastar ac-jvmen-
te en IyD, y evitar ser el perdedor de esta guerra. Si la empresa 1 gasta mucho en I ~ D
y la
empresa 2 no gasta nada, prácticamente todos los beneficios del gasto de la empresa 1 se
quedan en la misma empresa 1.En este caso la empresa 2 se encontrda perdiendo una par-
ticipación simcativa del mercado y de 1% utilidades ante un competid@ de rnuho menor
costo. Cuando cada empresa nata de evitar rezagarse de esta forma, el neto puede
ser una cantidad sustancial de esfuerzos en IyD, tanto por cada empresa como en total.
Exactamente lo opuesto se sostiene en el caso de los grandes derrames. sí, cuanto
gaste la empresa 1 en IyD, más inducirá a la empresa 2 a gastar en virtud de la
de complementación estratégica, pero esta relación es una espada de dos filos. Incluso
la empresa 1 gasta sólo un poco en IyD, sabe que con esto de todos modos inducirá a la
empresa 2 a emprender bastante actividad de investigación. Todavía más, esta actividad
en la empresa 2 acarreará beneficios sustanciales a la empresa 1 en virtud de los grandes
derrames de conocimientos. En esta situación, el incentivo para que cualquiera de las
empresas gaste mucho en IyD puede disminuir a medida que cada empresa busca apro-
vechar un viaje gratis sobre los esfuerzos de la otra.
A menudo el áigebra puede salvar el día ando las gráficas no nos pueden ofrecer
resultados claros. Que esto es cierto, se demuestra en la verificación de la derivada. ~~d
simplemente afirmamos ese resultado. La cantidad de investigación realizada por cada
empresa disminuye a medida que aumenta B, el grado de derrames en IyD, el efecto de
viaje gratis al que acabamos de referirnos.
22.8.2 Ui eoopsrrasibn t s ~ a o ! b g ~ ~ f l
Ahora consideraremos a dos arreglos alternos entre las empresas de un duopolio que pue-
den alterar el resultado descrito en el análisis anterior. La primera posibilidad es
que ambas empresas concuerden en que, aunque cada una siga haciendo su propia I ~ D ,
coordinarán la extensión de dichos esfuerzos de investigación. Así, ambas empresas eligen
ahora xl y x2 p m maxirnizar sus utiiidades conjuntas. Al hacerlo reconocen que seguirán
compitiendo en el mercado según Cournot. La otra alternativa es que ambas empresas
compartan explícitamente sus actividades de IyD estableciendo una alianza estratégica de
investigación. Una forma en que este escenario podna funcionar en la práctica sería que
ambas empresas se unieran para formar un laboratorio de experimentación y análisis en
que todos los descubrimientos se hacen del conocimiento pleno de ambas compañías.
Introducimos esta alianza estratégica de investigación en el modelo dejando que las
dos empresas xl y x2 en forma cooperativa, pero agregamos la hipótesis adicional
de que el grado de derrame es completo, es decir, P = 1. Cualquier cosa que se aprenda
en el laboratofio, independientemente de que sea de un científico de la empresa 1 o de
la empresa 2, reducirá 10s costos de ambas compfi'as por esa misma cantidad.
Comenzamos con el caso simple de coordinación. Lo que queremos hacer es elegir los
valores de xl y x2 que rnaximicen la suma de las expresiones de utilidad individual mas-
vadas en la (22.15). La solución matemática, como en la sección anterior, se
muestra en el recuadro de prueba de la denvada.
NOS concentraremos de nueva cuenta en nuestro ejemplo simphficado, según está
dado por las rnatnces de pagos de las tablas 22-2(a)Y (b). Cuando las empresas coordi-
nan sus esfuerzos de investigación eligen la combinación de intensidades de IyD que
en las celdas de ia matriz de pagos perhente. Cuando
mo.timiza la suma de las
lDIhwames en l yron~ bajos, coordinaciónlleva a cada empresa a la baja inten-
sidad en IyD. Luego la cooperaci~nincrementa las utilidades de cada empresa de S 103.13
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
d verificación de la derivada
Con cooperación, la intensidad de investigación de cada empresa es el esfuerzo en lyD que .
maximizará la suma de las utilidades de las dos compañlas, dado que la producción se
determina en forma no cooperativa en el &ego de producción de la segunda etapa. Con
base en la ecuación (22.1 5) sabemos que las utilidades sumadas son
Una condición similar se aplica a la segunda empresa, pero no la necesitamos. Más bien,
podemos aprovechar el hecho de que el equilibrio para estas dos empresas será simétrico.
Al sustituirx, = x, = kRC (donde el exponente RC indica "cartel de lyD") y al despejar tenemos'
Esto es creciente en p.
Las producciones y utilidades en equilibrio de Nash de las dos empresas cuando coope-
ran en lyD se pueden identificar sustituyendo en las ecuaciones (22.1 4) y (22.1 5). Después
de despejar esto obtenemos
&a~fwlo
22 lnvestigacidn y desarrollo
Lo que nuestro ejemplo y el análisis más detallado del recuadro muestran es lo siguien-
te: P h e r o , sucede ahora que cuanto más alto sea el nivel de derrame en I ~ Des , decir,
Cuanto más grande sea P, más gastará cada empresa en investigación. ~~t~ se explica por-
que el acuerdo de establecer esfuerzos conjuntos en IyD obliga explícitamente a cada
empresa a internalizar los beneficios externos que dicho gasto tiene sobre su rival. A su
vez, esto elimina el problema de viajes gratis que ya hemos visto que caracteiza la com-
petencia en IyD cuando hay derrames. La capacidad de evitar este problema --
bién que ambas empresas obtendrán una utilidad por lo menos tan @ande como la que
hubieran obtenido sin la cooperación.13
Segundo, el resultado con el plan de coordinación simple puede no neceshmente ser
bueno para el consumidor. En particular, la cooperación tecnológica perjudica a los con-
sumidores cuando 8 < 0.5, y los derrames son pequeños. La razón es senciua. Cuando P
es pequeña, entonces las empresas sin cooperación tenderán a hacer un poro de investi-
gación por su cuenta. Esto se debe a que un bajo valor de P significa que Ia mayor parte
del beneficio de los esfberzos de innovación le corresponderá a ella sola, y porque sabe
que su rival está avanzando también a 10 largo de esa iínea de ataque. Desde el punto
de vista de los consumidores esto es muy bueno, porque hay una considerable reducción de
costos y, con ello, una drástica reducción en el precio que pagan. Si ahora introducimos
un acuerdo cooperativo de IyD, las dos empresas entienden que su mejor apuesta es
reducir la intensidad en IyD, lo que de otra manera simplemente han'a que la competen-
cia en el mercado fuera más ruda. Al reducir la intensidad en IyD las empresas incre-
mentan sus utilidades. Por desgracia, la tasa más baja de innovación significa también un
precio más alto para los consumidores.
En contraste, cuando el grado de derrames en IyD es alto (P > 0.5), tanto empresas
como consumidores se benefician de un acuerdo cooperativo de IyD. Esto sucede por-
que ahora el efecto principal de la cooperación en IyD es corregir una falla del mercado.
En auSenúa de coop~ración,un alto grado de derrames Ueva a cada empresa a viajar gratis
sobre los esfuerzos de investigación de sus competidores, y a no tomar en cuenta los efec-
tos benéficos que sus gastos en investigación tienen sobre los costos y utilidades
de las otras c o m p ~ a sLa . cooperación en IyD internaliza estos efectos, porque fuerza a
las empresas que cooperan a precisar el impacto que SUS gastos en IyD tienen sobre las
utilidades agregadas, más que simplemente sobre Sus ganancias individuales.
( ~ pasa ~ en6el caso de una alianza estratkgica de investigación?Como ya señalamos,
se piiede considerar que una RJV es un caso en que las empresas emprenden acciones, no
sólo para coordinar sus gastos de investigación, sino también para asegurarse de que el
derrame de los éxitos de la investigación se convierta en una ganancia completa para la
otra empresa, es deCk,
p = 1. Un POCO de reflexión debe convencer al lector de que
es probable que una RJV los máximos beneficios tanto para las empresas como
para los c o n s u ~ d o r e s .Como acabamos de ver, la coordinación de niveles de IyD bene-
ficia a productores y consumidores Siempre que 8 > os5. Lo que es más, las utilhhdes que
resultan en la tabla 22-2 indican que si las empresas pudieran encontrar alguna forma de
incrementar el derrame de la tecnología de 8 = 0-25 a 8 = se benefi~idan
a intensidad de investigación. Podemos hacer un planteamiento al respecto
todada más general. EI recuadrode verificación sobre la cooperación en IYDmuestra que
el parheuo de derrames P incrementa la intensidad de la investiga-
un incremento
los
.
1 3 cuando p 0.5, cada empresa
de l y ~que
,
exactamente las mismas utilidades cuando no hay coordinacibn en
loscoordinan mediante un cártel de IyD. Para todos 10s otros valores de f3, las
utilidades de cada compañia son mayores con el cartel de 'yD.
582 Parte Seis Competencia en la que no intewienen los precios
Una alianza estratégica de investigación en que las empresas coordinan sus esfuerzos de
investigación para maximizar sus utilidades conjuntas y compartir los resultados de sus acti-
vidades en lyD domina los otros casos que hemos considerado, ya que rinde las mayores
utilidades por empresa y los precios más bajos al consumidor.
ción y las utilidades de cada empresa, e incrementa la producción que cada compañía lleva
al mercado. En otras palabras, tanto empresas como consumidores se benefician de un incre-
mento en p. La alianza estratégica de investigación lleva esto a su conclusión lógica al ase-
gurarse de que B = 1, su valor más alto posible.
En nuestro ejemplo se pueden confirmar fácilmente los beneficios de una alianza estraté-
gica de investigación. Veamos el caso en que ambas empresas optan por un grado alto de
intensidad de la investigación. Así, con un derrame perfecto de IyD, las utilidades para cada
empresa son (40 + 1 0 + 10)'/18 - 50 = $150, mientras que si eligen la baja intensidad de
investigación, las utilidades para cada empresa serán (40 + 7.5 + 7.5)2/18 - 56.25/2 =
$139.93. Es evidente que la alianza estratégica de investigación se dedicará a la alta intensi-
dad de investigación para desembocar en los costos más bajos. A su vez, esto se traducirá en
los precios más bajos para el consumidor que estas empresas de Cournot pueden ofrecer.
El razonamiento detrás del análisis anterior es el siguiente. Primero, al maximizar la
extensión de los derrames, la alianza estratégica de investigación maximiza también los
beneficios de la IyD. Cada descubrimiento se difunde instantáneamente a todas las
empresas de la industria. Segundo, a pesar de este derrame intensivo, se evita ahora el
problema de los viajes gratis. Como ambas empresas han acordado coordinar sus esfuer-
zos de investigación, internalizan totalmente los efectos de la investigación que de otra
manera serían externos. Así, las empresas emprenderán una investigación amplia, que, en
parte por el efecto de derrame extenso por la participación en los resultados, llevarán a
una perceptible reducción de costos en cada empresa. A su vez, esta sustancial reducción
de costos se traduce en una reducción igualmente notable en el precio para los consu-
midores." La consecuencia de esta conclusión es evidente e importante para la política
14 Aunque hemos derivado este resultado para un duopolio, Kamien et al. ( 1 992) demuestran que se
extiende a un oligopolio de n-empresas.
C~ftulo
22 Investigación y desarrollo
La investigación y el desarrollo son la fuente del adelanto técnico. A su vez, dicho ade-
lanto es la verdadera fuente de la ganancia en el ingreso per cápita y en los niveles de vida
que han caracterizado las economías desarrolladas a lo largo de casi los dos dtimos siglos.
Sin embargo, también debe quedar claro que las empresas estarán dispuestas a incurrir en
fuertes gastos y en riesgos considerables relacionados con la IyD si pueden estar razonable-
mente seguras de que sus esfuerzos se verán premiados. La imitación por los competidores
tiene el beneficio de intensificar la competencia en precios después de que se presenta la
innovación. Sin embargo, lo que hace en primer lugar es disminuir la probabilidad de que
ocurra la innovación.
Es inevitable la tensión entre las ganancias que se obtienen de la competencia y las que
se obtienen de la innovación, es decir, la tensión entre el efecto de reemplazo y el efecto
de eficiencia. Esto ha llevado a los economistas a estudiar cuál ambiente de mercado,
de competencia o el de monopolio, será el más propicio para impulsar la investigación
y el desarrollo. La hipótesis schumpeteriana es, en un sentido amplio, que las esmcmras
oligopofistas de mercado son mejores en este aspecto.
Tanto la teoría como los datos empíricos ofrecen evidencias ambiguas respecto de cuál
es la estructura de mercado que favorece más 10s esfuerzos en IyD. Los mercados com-
petitivos pueden fallar algunas veces en ser tan innovadores como sus contrapartes menos
competitivas, pero un número sorprendente de invenciones clave ha surgido en empre-
sas pequeñas. sin embargo, la política gubernamental tiene un papel que desempeñar
aqui también. Un papel de la política es eStilllLllar la cooperación en 10s esfuerzos de
investigación. De manera especifica, tanto la política antimonopofios Como de patentes
pueden influir en el h o v a d o r , así como en la intensidad de la competencia de las
innovadores. Las patentes y las cuestiones poüticas relaciona-
empresas uialos
das serán motivo de nuestro estudio en el siguiente ca~ínilo.
1 s~~~~~~~~~
que la demanda inversa está dada por la lineal = A - BQy que
'On
10s costos marginales actuales de
que reducir su costo marginal Una innovación para convertirse
a) (En
en una innovación radical?
b)use su respuesta para derivar una condición sobre los ~ u h e ~ A, o sB y c que
determine si es factible una innovación radical. (Sup'encia: Los costos no pueden
ser negativos.)
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
Para los problemas 2 al 5 supongamos la siguiente demanda inversa, que está dada por P =
240 - Q El factor de descuento es 0.9. Los costos marginales de producción son inicial-
mente de $120.
2. Calcule el precio de equilibrio en el mercado, producción y utilidades (si las hay), en
el supuesto de que el mercado es actualmente
a) un monopolio.
b) un duopolio de Bertrand.
c) un duopolio de Cournot.
3. Suponga que un instituto de investigación desarrolla una nueva tecnología que redu-
ce los costos marginales a $60.
a) Confirme que no es una innovación radical, ni en el caso de Bertrand ni en el de
Cournot.
b) Calcule el nuevo precio de equilibrio en el mercado, producción y utilidades para
el monopolista y para cada duopolista, dado que en el caso del duopolio la innova-
ción está disponible para una sola empresa.
c ) ¿Cuánto estarán dispuestos a pagar por separado el monopolista y el duopolista por
la innovación?
4. Suponga ahora que hay una empresa de nuevo ingreso en el caso del monopolio y que
el instituto de investigación está pensando ofrecer la innovación a esta compañía así
como a la monopolista. ¿Cómo afecta esto a la cantidad que la monopolista que ya está
en el mercado estará dispuesta a pagar por la innovación?
5. Regresemos ahora al caso del duopolio, pero supongamos que el instituto de investi-
gación está estudiando si realmente debe vender la innovación a ambas empresas.
4Deseará hacerlo
a) jen el duopolio de Bertrand?
b) jen el duopolio de Cournot?
6 . Suponga que la demanda inversa anual de un producto particular es P = 150 - Q. U n
par de competidores según Bertrand lo ofrecen, cada uno con costos marginales de
$75. El factor de descuento es de 0.9.
a) ¿Cuál es el precio actual de equilibrio y el excedente total?
Suponga ahora que si se realiza IyD a una tasa x, incurre en costos por una sola vez
de Y(%) = 1 0 2 y reduce sus costos marginales a (75 - x). Suponga que una empresa
decide desarrollar IyD a razón de x = 10. Esta investigación estará protegida por una
patente de Taños.
6) 2A cuánto ascienden las utilidades que obtiene la compañía innovadora cada año
durante la vigencia de protección de la patente, pasando por alto los costos de
investigación y desarrollo en que incurre una sola vez?
c ) ¿Cuál es el nuevo precio de equilibrio Y el excedente total una vez que caduca la
protección de la patente?
d) Use sus respuestas a los incisos b) y c) para determinar el excedente neto total de la
innovación como función del periodo de protección de la patente. Derive (en forma
numérica) una aproximación al penodo socialmente óptimo de protección de la
patente.
e ) ¿Cómo se ven afectadas sus respuestas a 10s incisos b) y d ) si la organización inno-
vadora realiza la investigación a razón de x = 152
f) (Qué intensidad de investigacióii escogerán las empresas, dado que el periodo de
protección de la patente se fija óptimamente en cada caso?
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La legislación actual de patentes establece una duración que varía de país a otro. En el
Reino Unido la protección de patentes generalmente se ofrece durante 14 años, pero es
frecuente que se pueda extender otros siete para llegar a un total de 21 años. ;Por qué?
La razón que se maneja más a menudo es que 14 años es el doble del tiempo que dura
el periodo tradicional de aprendizaje de un oficio. En Estados Unidos la protección de
patentes se garantizaba por 17 años hasta fechas recientes. De nueva cuenta podríamos
preguntarnos cuál es la razón para elegir este periodo de duración. Una sugerencia, que
no es totalmente frívola, es que cuando el sistema de patentes se adoptó de los ingleses,
17 era la obvia referencia intermedia entre los 14 y 21 años. De hecho, la ley estadouni-
dense sobre patentes ha cambiado recientemente para ofrecer una protección por 20 años
que se cuentan desde la fecha de presentación de la solicitud respectiva.
La teona económica puede ofiecer algunos elementos de juicio respecto de si estos lapsos
son adecuados. La clave es encontrar el equilibrio entre la capacidad del innovador para
obtener un rendimiento en su inversión en investigación y desarrollo, y los beneficios que
corresponderán a los consumidores una vez que la patente expire y surja la competencia.
A continuación presentamos el modelo básico, que se debe a Nordhaus (1969).
Imaginemos una industria competitiva en que cada empresa persigue una innovación
realmente drástica. Estos esfuerzos de innovación significan incurrir en costos. En la actua-
lidad el costo unitario de operación de cada empresa es c. Si una empresa invierte en IyD
con alguna intensidad x, esperará reducir sus costos unitarios de operación de c a c - x.
El costo de emprender la IyD a una intensidad x es i x ) . Suponemos que estos costos
aumentan a medida que aumenta el nivel de intensidad de la investigación, y que esto
sucede a una tasa creciente. Desde un punto de vista formal esto significa que d i x ) / d x
> O y &r(x)/dd > O. Así, emprender la actividad de IyD es costoso, y los rendimientos
que se obtienen son decrecientes, por consiguiente, el hecho de que se duplique la inten-
sidad de la investigación, dará menos que si se duplican los costos de operación.
Nuestra hipótesis de un mercado competitivo significa que el precio es igual al costo
marginal, lo que quiere decir que el precio inicial de mercado es c y que el nivel de pro-
ducción es Qz.Esto se muestra en la figura 23-1. Una empresa innovadora exitosa podrá
producir al menor costo unitario de c - x y sacar a sus competidores del mercado esta-
e ~ a m l o23 Patentes y polftica de patentes
bleciendo un precio que sea apenas un centavo menos que el precio actual, o conceder
licencias para el uso de su descubrimiento a sus competidores mediante el pago de una
cuota c - x por unidad producida. De cualquier manera, el precio actual de mercado y
el volumen de producción siguen sin cambios. No obstante, el innovador obtendrá una
utilidad igual al área A que se muestra en la figura 23-1. Si suponemos que la vida de la
patente del innovador es de Taños, esta utilidad durará también T años.
cuando la patente expire, todas las empresas tendrán acceso a la tecnología en firma
graniita. La competencia reducirá el precio a c - x, y la producción se ampliará a Q$ ~a
que el innovador ganaba se convierte en excedente del consumidor. Ésta es sim-
plemente una transferencia de un productor a 10s consumidores, por lo que no represen-
ta una ganancia neta. Sin embargo, la ampliación de la producción de la industria a un
nivel alto Q$ si acarrea un beneficio neto, en v h d del excedente adicional del con-
sumidor que se genera. Este excedente adicional se muestra en la figura 23-1 como e]
Cuanto mayor sea la duración de la patente (mayor sea T), mayor es el tiempo duran-
te el cualel innovador ganará la utilidad A, y mayor será el incentivo que tenga el inno-
vador para emprender esfuerzos costosos de IyD. Denotemos el flujo de urilidades por
penodo para el innovador (área A en la figura 23-1) como n'" (x; T ) y el factor de des-
cuento como R.E] valor presente de la utilidad del innovador que obtiene de la IyD es1
m
R=
CS(x; T ) = Rtcs(x; T ) = -CS(X; T ) .
t-T 1-R
y el objetivo de la oficina de patentes es elegir una duración de patente T' que maximi-
ce este excedente neto. Ésta es una expresión complicada, pero podemos desarrollar un
argumento razonable para apoyar una proposición muy importante, es decir, que la dura-
ción dptima de la patente esfinita.
Para ver por qué notemos que cuando la oficina de patentes incrementa inicialmente
la duración de las patentes, induce mayores esfuerzos de IyD y, al principio, un mayor
excedente neto descontado para productores y consumidores. Si la duración de la paten-
te es cero, el rendimiento para su innovador también es cero, puesto que los resultados
de la innovación serán imitados de inmediato. De acuerdo con esto, no habrá IyD y no
habrá cambio en el excedente social. Si ahora incrementarnos la duración de la patente a
un valor T > O, induciremos alguna innovación, y con ello algún incremento en el exce-
dente total. No obstante, más allá de cierto punto, incrementos continuos en Treduci-
rán el excedente social neto aun cuando lleven a más IyD y, por lo tanto, a una mayor
reducción en los costos de producción. Dos fuerzas intervienen para limitar el valor ópti-
mo de T. La primera es nuestra hipótesis de rendimientos decrecientes en la actividad de
IyD. Como reducir los costos de producción se vuelve cada vez más caro, se requerirán
incrementos cada vez más grandes en T para lograr un ahorro adicional de costos. La
segunda fuerza que limita la duración óptima de la patente es el hecho del descuento. Los
beneficios al consumidor se muestran como el área B en la figura 23-1, pero no se alcan-
zarán sino hasta después de que la patente expire. Si la oficina de patentes concede una
duración muy larga, T, el valor presente de estos beneficios será muy pequeño.
Esto es particularmente importante, puesto que algunas veces se ha argüido que la
innovación debería recibir una protección permanente. Una protección tan larga en las
@ verificación de lar realidad
estar blindada. Las empresas que creen Maxus a Canadá, Whirlpool presentó una
haber sido víctimas de violación de paten- demanda, reclamando violación de patente.
tes pueden presentar una demanda y fre- En septiembre de 1997 un juezsentencióa
cuentemente lo hacen. favor de Whirlpool.
Un caso reciente de violación de patente 0tt-o caso reciente de interés es el de Digi-
se relaciona con General Electric y Whirlpool. tal Equipment, la fabricante de computado-
Hace unos cuantos años General Electric ras, e Intel, la fabricante de chips. Digital
reunió a cientos de distribuidores de apa- acusó a lntel de desarrollar su famoso chip
ratos electrodoméstico^ de todo Estados Pentium para computadoras con base en
Unidos en Disney World, en Florida, para 10s diseños de su chip, Alfa, que Digital ha-
anunciar lo que llamó un "Gran adelanto bla patentado y el cual, varios años antes,
en lavanderfa". Éste resultó ser la pre- habla ofrecido cederle a Intel mediante
sentación de la nueva lavadora de ropa licencia. Muchos analistas creyeron que el
~ a x u sde GE, que usa un agitador de caso de Digital debía tener una sustentación
doble acción con aletas flexibles. Mientras muy Fuerte, puesto que la empresa tenla
que un agitador de una sola acción hace mucho que perder si no ganaba el juicio. De
girar simplemente a la ropa en una direc- hecho, Digital es uno de los grandes clientes
c;ón, uno de doble acción la empuja hacia de Intel. Esta especulaci6n cobrd mayor cre-
abajo y luego la obliga a voltearse, lo que dibilidad cuando, cinco meses despues de
permite un lavado más Las ale- haber entablado el juicio, InteI Ileg6 a un
i, ras evitan que la ropa se enrede en el pro- arreglo extrajudicial en el que aceptd com-
1
j:
ceso, lo que nuevamente promueve la acción prar todas las operaciones de semiconduc-
111 limpiadora y también es m& benigna con tores de Digital y, además, pagarle regalfas
4
jj la ropa. sólo habla un problema durante 10s siguientes 10 años.
5:
II:: con la lavadora MWUSde GE. Era casi un
1%
t!l
l',
#
(ii
,,:t
II
~ i ~Whirlpool
d : Beats Foe in Washer Action", The wU//~treet~oum~/, 15 de
1, Car,ey, ',A ‘oad
zuCkeman, t l S ~ i by
t Digital SayS lntel Stole Pentium Design", The New York fimes,
1 de 997, ,;
j 14 de de 997, ;e
<.lnteland Digira[ Settle h v s u i t and Make Deal", New York fimes, 28 de
I1 octubre de 1997, p. D I
patentes da demasiado valor a las utiíidades de monopolio que la protección de las pa-
tentes genera, y muy poca consideracibn al excedente adicional p a a el consumidor que
surgirá después de que caduque la protección de l a patente.2
2 argumento en favor de la vigencia infinita de una patente Se vuelve mbs dFutible si hay una innovacidn
cononua que limita efectivamente la vida econdm~cade una patente determinada.
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
en precios vista en la economía neoclásica básica. Salta a la vista que la visión de Schumpeter
es una visión en que las empresas luchan entre sí corriendo para desarrollar nuevas tec-
nologías o nuevos bienes, y en la que esta clase de rivalidad puede ser mortal para quie-
nes no logren ese objetivo. Esto es cierto en particular cuando las innovaciones tienen
derecho a la proteccibn de patentes. Con las patentes, llegar primero es todo lo que
importa, ya sea que uno gane por varios cuerpos o apenas por una nariz. La primera
empresa que logre descubrir un tratamiento contra la impotencia masculina o diseñar un
sistema que produzca fotografías "que hablen" está muy adelante de sus competidores y
se quedará allí algún tiempo en virtud de la protección de patentes o de derechos de
autor. En otras palabras, la concesión de patentes se caracteriza por que "el ganador toma
todo", así que terminar en segundo lugar no es mejor que terminar en tercero o cuarto,
o, a fin de cuentas, en décimo.
En esta situación, se puede considerar a la competencia innovadora como una carrera
en que el éxito de un jugador es una derrota grave para el otro jugador. El perdedor de
una carrera de patentes puede ver años de inversión y trabajo duro barridos de la noche
a la mañana cuando su competidor anuncia su propia innovación radical. Ahora estudia-
remos algunos de los aspectos que surgen cuando consideramos las consecuencias de un
sistema de patentes en el marco de una carrera de patentes en que llegar primero es lo
que importa. ¿Cuáles son las consecuencias de estas carreras? ¿Llevan a una inversión ine-
ficiente en I y D <La actividad innovadora generada por las carreras influye en la estruc-
tura del mercado? Ésta es la clase de preguntas a las que enseguida atenderemos.
Consideremos una carrera de patentes entre dos o más empresas que pueden invertir
en actividades de investigación con la meta de desarrollar un nuevo producto. Como aca-
bamos de mencionar, el primero en realizar este avance innovador es el que gana la carre-
ra y obtiene una patente que le concede derechos exclusivos a su invento. Esto es lo que
le da a la carrera el aspecto de que el ganador toma todo. El perdedor se queda con las
manos vacías.
Como deseamos destacar sólo unos cuantos aspectos clave, trabajaremos con un
modelo de duopolio simple de Cournot. Imaginemos que hay dos empresas, BMI
y ECN, que estudian la posibilidad de emprender la IyD que necesitan para crear un
nuevo producto. Cada una estima que si la innovación es exitosa, podrán fabricar
este nuevo producto a un costo marginal de c, y esa demanda por el nuevo bien será P =
A - BQ. Ellos también confian en que el nuevo producto será una innovación suficien-
temente radical, de modo que no tendrá mucha repercusión en sus negocios existentes,
de esta manera no afectará sus utilidades actuales, es decir, no tendrá efecto de reemplazo.
El esfuerzo de IyD de una empresa requiere que ésta cree una división de investiga-
ción que costará una suma fija, K. Esta suma cubre los costos de investigación y de desa-
rrollo si la investigación tiene éxito, y una vez hundidos, nunca se podrán recuperar.
Dado que establece la división, la probabilidad de una innovación exitosa es p. Si sólo una
empresa tiene éxito en sus esfuerzos de IyD, supondremos que la innovación queda pro-
tegida contra la imitación, tal vez por una patente o por algún otro medio. Si ambas cul-
minan su proyecto al mismo tiempo, supondremos que ambas empresas pueden fabricar
el nuevo producto, en cuyo caso competirán según Cournot al comercializarlo. Para
mantener las cosas más o menos simples, supondremos que ambas empresas descuentan
fuertemente el futuro, es decir, la tasa de interés r es tan grande que el factor de des-
cuento R -- 0.
Con el fin de identificar los incentivos que tiene cada empresa para establecer la divi-
sión de investigación necesitamos precisar sus utilidades con una innovación exitosa y
también sin ella. Si ninguna empresa trata de desarrollar el nuevo producto, n o habrá nin-
guna que ingrese al mercado de dicho nuevo producto. Como resultado, cada una obten-
drá allí una utilidad cero. A la inversa, si ambas empresas emprenden IyD y logran hacer
la innovación, sabemos que sus utilidades, pasando por alto el costo de establecer la divi-
sión de IyD, serán las utilidades de duopolio de Cournot a costos marginales c:
Si una empresa, digamos BMI, tiene éxito en sus esfuerzos de I ~ Dy, no la empre-
sa ECN, entonces BMI será una monopolista en el mercado del nuevo producto que
obtiene utilidades de monopolio, mientras que ECN no ganará nada en ese mercado. En
otras palabras, las utilidades de las dos empresas en este caso, de nueva cuenta pasando
por alto los costos de establecer la división de IyD, se convierten en
Desde luego, si ECN tiene éxito, pero BMI no, estas utilidades se revertirh.
Ahora podemos calcular la utilidad esperada para cada empresa, lo que depende de que
establezcan o no una división de investigación. Si ninguna de las dos empresas establece
tal división, ninguna innovará y ambas obtendrán cero utilidades en este nuevo mercado.
Consideremos ahora las utilidades esperadas si una sola empresa, digamos BMI, estable-
ce una división de IyD. Para BMI estas utilidades están integradas por dos componentes:
1. Utilidades si la división de IyD no es exitosa, que son cero y ocurren con una proba-
bilidad de (1- p);
2. Utilidades si la división de IyD es exitosa, que son las utilidades de monopolio ( A-
~ ) 2 / 4 B y, ocurren con la probabilidad p.
Como resultado, la utilidad esperada de BMI si es la única empresa que establece una
división de IyD es
Desde luego, la utilidad anticipada por ECN es cero, dado que sólo BMI ha estable-
cido una división de IyD. Por simetría, revertimos estos pagos para obtener las utikíades
esperadas si ECN es la única empresa que establece una división de investigación.
Si ambas empresas establecen divisiones de IyD, las utilidades esperadas para cual-
quiera de las empresas estarán dadas Por
1. La utilidad si la división de IyD de la empresa es exitosa y la de la empresa rival no lo
es, que es ( A- c)2/4B y ocurre con probabilidad p ( l - P);
si Nnguna empresa es exitosa, entonces ninguna obtiene nada del nuevo mercado.
significa que la ufilidad esperada de cada empresa, dado que ambas operan divisio-
nes de IyD, es
A~~~~de que pongamos estos resultados en una matriz de pagos podemos hacer &u-
na simplificacióii. Las ecuaciones de utilidad comparten una expresión común, la utilidad
de monopo~o,que denotamos como M = ( A- c)'/4B. Podemos utilizar esta ecuación
para definir un parámetro, S = K/M, que es la parte de utilidades del monopolio que se
596 Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
necesita para establecer la división de IyD. Con la sustitución de Sy M, las utilidades espe-
radas se resumen en la matriz de resultados de la tabla 23-1. Esta matriz nos permite
identificar los posibles equilibrios de Nash para este juego de IyD. Como veremos, esto
dependerá de las magnitudes' relativas de ambos parámetros, S y p.
MATRIZ
DE PAGOS PARA UNA CARRERA DE PATENTES DE UN DUOPOLIO
TABLA
23-1
. .
Esta relación se ihstra con la curva OB en la figura 23-2. Todas las combinaciones de
parámetros que están entre OA y OB son tales que Sólo una de las empresas establece-
rá una división de IyD.
3) Ambas empresas desean establecer una división de IyD. Para que esto sea un equilibro
de Nash, el resultado para BMI, Por ejemplo, de tener una división de IyD, dado que
ECN también tiene una división similar, debe ser mayor que la utilidad esperada de no
invertir en IyD, de nueva cuenta en el supuesto de que ECN sí lo hace. En otras pa-
labras, BMI espera obtener más utilidades de la combinación de estrategias ( I ~ D ,
IyD), que de la combinación de esuategias (IyD, NO IyD). Para que &te sea el caso
debemos tener que
9
M ( P ( ~ 5p) - S ) > O, se requiere que S c
~ ( -9 5P)
9
Desde luego, exactamente la misma condición garantiza que ECN prefiera la com-
binación de estrategias (IyD, IyD) a la combinación de estrategias (No IyD, IyD). Así,
todas las combinaciones de parhemos Por debajo de OB son tales que ambas empre-
sas establecer& una división de IyD.
unacuestión que surge a partir de nuestra investigación de las carreras de patentes es
si la característica de que el ganador de IYDse lleva todo, Puede conducir a ambas empre-
sas a invertir de más en IyD. A este respecto, el lector debe notar de inmediato que nin-
. . .,
guna de las empresas establecerá una d i ~ s l o nde IYD a menos que espere que esta divi-
sión sea rentable. Para que las estrategias (IyD, No IyD), (No IyD, IyD) e (IyD, IyD)
sean de equilibfio, cada una debe ofrecer la expectativa de rendir utilidades positivas a las
dos empresas. ~ ~ nost dice o que no hay equilibfio en que sólo una empresa invierta en
IyD que se caracterice por gastos "excesivos" en IYD, en el sentido de que las empresas
mejor sin gastar en IyD. La cuestión que queda, Por 10 tanto, es precisar si exis-
te algo como "demasiadav IyD, cuando ambas empresas establecen sus divisiones de IyD.
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
Esto se ilustra con la curva OB en la figura 23-2. Todas las combinaciones de paráme-
tros entre OD y OB conducen a un gasto excesivo en IyD, conforme las dos empresas co-
rren para ser las primeras en descubrir e introducir el nuevo producto.
Nuestro ejemplo delinea tres distintas posibilidades. Primera, ninguna empresa invertirá
en IyD a menos que espere que la inversión sea rentable. Por eilo, la IyD debe tener un costo
razonablemente bajo en relación con las utilidades de monopolio que podía generar (bajo
S) o una probabilidad razonablemente alta de éxito. Segundo, para cualquier probabilidad
dada de éxito, un mayor número de empresas establecerá instalaciones de IyD cuando haya
un menor costo de IyD, en relación con las utilidades que se espera que genere la innova-
ción. Así, para cualquier probabilidad de éxito, p, conforme S se reduce, el número de equi-
librio de empresas con divisiones de IyD se incrementa de cero a uno y finalmente a dos.
Tercero, hay un grupo intermedio de valores en que hay gastos excesivos de IyD, en el sen-
tido de que ambas empresas establecen divisiones para este propósito, aunque esto reduce
sus utilidades agregadas. En este ámbito, el atractivo de las utilidades de la innovación
hace que las empresas compitan en una carrera de IyD que sería mejor evitar.
Hasta ahora sólo hemos considerado la ganancia que la investigación aporta en térmi-
nos de la utilidad que esperan obtener ambas empresas. Sin embargo, desde una perspec-
tiva de política pública, la mayor utilidad no es el único beneficio que se puede obtener
de la innovación. Debemos considerar también la ganancia en el excedente del consu-
midor generada por el desarrollo de este nuevo producto. Por ejemplo, aunque hemos
demostrado que el nivel de actividad de IyD puede ser excesivo desde el punto de vista
de las utilidades combinadas de las empresas, no hemos demostrado que éste es el caso
cuando se visualiza con la idea de maximizar las ganancias totales derivadas de
la suma de la utilidad más el excedente del consumidor. En otras palabras, la IyD que
parece excesiva a nivel de las empresas, de todos modos puede ser valiosa para la socie-
dad global si el excedente adicional generado para el consumidor compensa más que pro-
porcionalmente la reducción en la utilidad agregada. Sin embargo, como vemos en el
problema práctico 23.2, la IyD puede ser excesiva incluso cuando se evalúa con este cri-
terio más amplio. El aspecto de la carrera de patentes de "el ganador toma todo" puede
empujar a ambas empresas a establecer divisiones de investigación, aun cuando el costo
total de estas divisiones no se justifique por la suma de excedentes esperados para el pro-
ductor y el consumidor.
Todavía más interesante es que podemos demostrar fácilmente que la posibilidad de
hacer muy poca IyD, considerada desde un criterio de bienestar social, es bastante real.
Veamos el caso en que ninguna empresa hace IyD. Como sabemos, esto sucede cuando
S > p. Supongamos que aunque esta desigualdad se mantiene, S está tan cerca de p que
una empresa casi podría esperar llegar al equilibrio si emprendiera la innovación (y sus
competidores no). En este caso es evidente que si la venta del producto genera algún
excedente significativo para el consumidor, es socialmente deseable que la investigación
tenga lugar. El valor del excedente esperado para el consumidor proporciona más que los
fondos extras necesarios para asegurar que el innovador llegue al equilibrio. Sin embar-
go, en ausencia de alguna clase de intervención gubernamental, S r p significa que no
tendrá lugar ningún esfuerzo de I Y D . ~
3 Vease en Reinganum (1989) una encuesta magistral de carreras de patentes y el tiempo oportuno de la
innovación, incluyendo las consecuencias para el bienestar social.
C ~ f m l 23
o Patentes y política de patentes
Hemos puesto nuestra atención e? el riesgo de que las carreras de patentes puedan U e v ~
a demasiadainversibn o a muy Poca inversión en IyD. Sin embargo, hay un riesgo adicional
que las carreras de patelltes pueden genera, este es el riesgo en cuanto a las decisiones de
innovación de procesos o productos,que tomarán las empresas que participan en la carrera
de patentes. Aqd, el riesgo es la posibilidad ?=a de que las carreras de patentes limen a las
empresasa emprender innovaciones mas arriesgadas. El razonamiento detrás de este ~ g u -
mento se puede ilustrar en forma basfante simple. Supongamos que las empresas pueden ele-
hve, en una mta de IyD relauvamente segura, con un horizonte de descubrimiento
esperado &hibuido de manera ~ ~ o r entre m e uno y tres años, o en una ruta más amaga-
da con un tiempo de descubrimiento distribuido de manera uniforme entre cero y
cuaDo dos. Ambos descubrimientos cuestan 10 mismo, y se espera que ambos sean redun-
dantes o pierdansu en cinco años. Thmbién supondremos que cada d-b-ento
generuh la misma utilidad de $1d l ó n Por penodo durante el tiempo que se utilice, y que
de la hnita&Ón por una patente.
Puesto que la fecha esperada de descubrimiento es la misma, es decu, dos años en
ambas rutas, sisuponemos que ninguna empresa tiene competencia, entonces a una
empresa neuval al riesgo le daría 10 mismo escoger cualquiera de las dos opciones, y
una
adversa al nesgo se iría por la ruta n~enospeligrosa. Sin embargo, cuando
las empresas estanen una carrera de patentes, la competencia puede llevarlas a escoger la
ruta más peligrosa o v&able, en que el éxito puede Uegar en cualquier momento entre
es que, de nueva cuenta, cuando l a innovación está prote-
cero y cuaVo aíios.4 L~
gida contra la imitación, todo lo que importa es ganar la carrera. La empresa que llegue
en segundo lugar pierde la misma cantidad, sin importar qué tan cerca llegue detrás del
ganador. En nuestro ejemplo, si mi competidor elige la ruta menos peligrosa de IyD, yo
tengo el incentivo para escoger la ruta más riesgosa, puesto que ésta ofrece la posibilidad
de éxito y una rápida victoria. De manera similar, si mi competidor adopta la estrategia
riesgosa, yo puedo ver que a menos que yo haga lo mismo, hay una posibilidad real de
que me quede atrás en la carrera. Desde luego, mi competidor también puede imaginar-
se todo esto. El resultado es que ambos vamos a escoger la ruta más peligrosa.
ingreso, por 10 que la empresa ya en el mercado es libre para imponer el precio de mono-
polio y ganar la utilidad correspondiente en cada periodo de ~ m ( ?= 20). Para ser exac-
tos, la empresa monopolista venderá 40 unidades a un precio de $60 y obtendrá una uti-
lidad de $1 600.
Supongamos ahora que hay también una alternativa tecnológica descubierta por la
empresa monopolista que permite la producción a un costo marginal constante alto
de 6, = $30. Es claro que la empresa m ~ n ~ p ~ l ino s t tiene
a incentivos para cambiarse a
esta tecnología. Sin embargo, supongamos que $30 es un costo unitario suficientemen-
te bajo, de modo que si cualquier otra empresa puede adquirir esta tecnología,
entrar a la industria y erosionar el monopolio actual de la empresa que ya está en el mer-
cado. La nueva empresa seda el miembro de alto costo de un duopolio de Cournot o, si
prevaleciera la competencia de Bertrand, el costo de la nueva empresa por usar esta alter-
nativa tecnológica sería establecer, por 10 menos, un claro limite superior de $30 en el
precio de la empresa ya existente en el mercado, un precio que está por debajo del pre-
cio de actual de esta ídtima.
En estas condiciones es fácil ver que la empresa ya en el mercado tiene un incentivo
para patentar tanto la tecnolo@a de costo más alto como la de costo más bajo, aun cuan-
do nunca use la alternativa de la tecnología de mayor costo. Al adquuir esta patente
y dejarla durmiendo, la empresa en el mercado fortalece su posición de moiiopolio. L~
que debemos preguntarnos es si el incentivo de esta primera empresa para adquirir la tec-
nología de mayor costo es tan fuerte que redmente rebase al incentivo de la semda
empresa para adquirir la tecnología e ingresar al mercado.
La sorprendente respuesta es que sí. IIesarrolar O adquirir la tecnologia de alto costo vale
para la empresa monopolista Ya en el mercado que para su competidor potencial. Esto
es obvio en el caso de la competencia de B e r ~ a dEn . esta situación, el ingreso del compe-
tidor con un alto costo Unitario de $30 ~rovocahauna guerra de precios en la que la empre-
sa monopolista tendría que reducir su precio de su nivel actual de monopolio a un nivel con-
sistente con el costo marginal de la nueva empresa, es decir, $30. Desde luego, cuando esto
suceda, la empresa de nuevo ingreso no ganará nada. Sin embargo, la empresa ya existente,
a causa de costo más bajo, todavía ganará $30 - $20 = $10 por unidad. A este precio la
empresa actual venderá ahora 70 unidades Y obten& una utiiidad de $700. Esto es menos
que lo que ganó antes, pero t ~ d a d a mejor que nada. Desde este punto de vista, debe que-
dar claro por qué la empresa monopolista le da un mayor valor al descubrimiento del pro-
ceso alterno que la nueva empresa. En competencia de Bertrand, la nueva empresa nunca
ganará ó n .10 tanto, para esta nueva empresa, descubrir
dinero con esta ~ ~ ~ o v a c iPor
el proceso carece de vaior. No obstante, aun cuando la nueva empresa no pueda ganar dine-
ro con este proceso de mayor costo, puede presionar a la empresa ya existente. Para ser espe-
cíficos, el descubrimiento del proceso Por la ~ ~ u e vempresa
a impone un techo de $30 al
precio de la empresa en el mercado. Por 10 tanto, para la empresa monopolista vale algo
adqui,jr primero el proceso, Y luego evitar la imposición de este techo de precios a toda
Fuentes: T. Riordan, "Patents: TWO lnventors Hope They Will Finally Win Compensation for a Device That Was
Squelched.,neNew York fimes, 21 de julio de 1997 Y A. Salpukas, "Award to Lighting Inventor i~pheldon
Appea,.., ne y& Times, 1 de septiembre de 1997, P. D2.
pregunta es: <tieneuna empresa imovadora un incentivo de utilidades para conceder licen-
cias sobre s u descubrimiento?
~1 caso evidente en que una empresa prefeda conceder una licencia sobre una inno-
vación es cuando la empresa que la recibe opera en un r~~ercado
totalmente diferente del que
la concede.Por una empresa es~adounidenseque tiene una patente sobre una inno-
vación deproceso o un p d c u l u puede prefek concederle la licencia a una empre-
sa exnanjera7d h d o l e el derecho a utilizar esta Patente (pagando, desde luego), en lugar de
,
, de
diaia extranjerao da
misma la patente en el PAexm1ero7Ya sea estableciendo una subsi-
exportaciones. Tal vez las únicas razones para no conceder licencias en
estas c~cunstmcias son, en primer lugar, que l a empresa que concede la Licencia puede
no estar en condiciones de asegurar un pago satisfactofio por ésta, excepto después de una
Si esm negociaciones son prolongadas, ambas o alguna de las partes
Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
puede decidir simplemente que no vale la pena. En segundo lugar, que la empresa que con-
cede la licencia puede temer que, en última instancia, la receptora de la licencia en el exterior
produzca en algún otro mercado en que compita directamente con la dueña original. La últi-
ma razón es que existe el temor de que la concesionada pueda, al adquirir derechos de uso
del nuevo proceso o producto, mejorar por sí misma su capacidad de desarrollar la siguiente
generación de esta tecnología, con lo que aumentaría su capacidad futura para competir.
Aunque no cabe duda de que estos temores son reales, hay considerables beneficios
que compensan la concesión de Licencias. É'stas significan ganancias para el innovador hoy
día. Como el costo de compartir la información es bajo, cualquiera de estos ingresos se
traduce en utilidades.
?Qué pasa cuando el cesionario y el concesionado no están separados por grandes dis-
tancias geográficas, sino más bien son competidores en el mismo mercado? ¿Licenciará
una empresa innovadora su descubrimiento patentado para uso por parte de algunos o
todos sus rivales? La respuesta depende de la estructura del mercado y la fuerza de la com-
petencia de ese mercado.
5 Para el tenedor de una patente que vende en un mercado de productos diferenciados el análisis es un poco
más complicado. Aqui, cada licencia adicional tiene tres efectos. Primero, agrega ingresos por la conce-
sión de licencias. Segundo, sin embargo, vuelve más competitivo el mercado y daña al tenedor de la
patente en el mercado del producto. Tercero, y como resultado del segundo efecto, cada licencia adi-
cional que se vende reduce el valor en el mercado de las licencias en general. En otras palabras, la curva
de demanda de las licencias tendrá una pendiente hacia abajo porque cuando más se vendan, más
competitivo se vuelve el mercado y, por lo tanto, menos puede pagar cualquiera que adquiera una licen-
cia. Puesto que el tenedor de la patente es la empresa monopolista proveedora de dichas licencias, la
curva de ingreso marginal de las ventas estará por debajo de la curva de demanda de las licencias.
23
CalpfaI~ Patentes y polltica de patentes
Supongamos ahora que una empresa hace una innovación de proceso no radica[ que
reduce su costo a $40 por unidad, mientras que las otras dos compdas siguen producien-
do al mayor costo de $60 por unidad. Si la empresa innovadora no licencia la *ovación,
entonces el precio de equilibrio de Co~rnot-Nashcae a $70. La empresa innovadora
incrementa su producción a 30 unidades, mientras que las otras empresas, de mayor costo,
reducen su producción a 10 unidades. La utilidad para la empresa innovadora se incremen-
ta a $900 mientras que la utilidad de cada una de las otras empresas cae a $100.6
Supongamos ahora que la empresa innovadora acuerda licenciar la innovación a sus com-
~etidoresmediante el pago de una cuota de 610 por unidad que cada competidor
ca. Esto significa que los costos del innovador son de $40 por unidad, y que el costo de las
otras empresas es de $50 por unidad. En el equilibrio posterior a la hcenda, la producción
de la empresa innovadora es de 25 unidades, mientas que las otras empresas producen 15
unidades cada una, así que el precio es de $65. La utilidad de la empresa innovadora es &ora
de $25 por unidad sobre Sus propias ventas más $10 por unidad sobre las ventas de sus dos
competidores, lo que le deja una utilidad total de $925. Para cada empresa no irnovadora
la utiLdad es de $15 por Unidad, 10 que concede a cada empresa una utilidad de $225.
De hecho, parece que c~ncederficencias es redituable. Es más, ]a cuota de $10 que
hemos elegido no es ni siquiera la mejor que la empresa innovadora puede elegir.7 En el
siguiente recuadro de verificación de la derivada mostramos que el innovador puede, en res-
Edad, empujar el recio de 1% ficencias tan cerca como sea posible a la diferencia en costos
que la innovación genera, en nuestro ejemplo, tan cerca como sea posible a $20. Supon-
gamos que el innovador cobra una cuota de regalías de $20 por unidad (más exactamente,
$19.99). ~ ~restaura
t o el equilibrio con la innovación pero sin licencias. El innovador pro-
duce 30 unidades y cada empresa no innovadora 10 unidades, lo que genera un precio de
$70 para el ~roducto.La utadad de cada empresa no innovadora es, otra vez, $100, pues-
to que sus costos son de $60 por uidad. El1 contraste, la utilidad de la empresa que con-
cede las ficencias es de $30 por unidad sobre su propia producción y $20 por unidad sobre
la de sus rivales, lo que le concede a la empresa dueña de la licencia una
de $1 300. El mensaje entonces es claro. En el caso de una empresa de Cournot con
innovación no drástica es muy atractivo liceiiciar SU descubrimiento.
El primer en esta ecuación son las utilidades de ventas del innovador. El segun-
do término son los ingresos que se obtienen gracias al contrato de regallas. Es claro que
son crecientes en el precio r de las regallas. En consecuencia, el innovador
ambos
precio a sus regalfas tan alto como sea posible, consistente con el hecho de
debe un
, llarnos en el cap(tul0 9.
pueden verse los detalles en Kau Y Shapiro (Igg5).
j
~
l
606 Parte Seis Competencia en la que no intervienen los precios
Un riesgo más e n esta cuestión es que puede ser ditícil redactar contratos que se puedan
cumplir, que limiten las formas en que los concesionarios puedan usar las licencias. Por l o
general, e l dueño de la patente querrá limitar los mercados en los cuales puede vender e l con-
cesionario, por ejemplo, para evitar una competencia directa con e l tenedor o con otros
concesionarios. Esto puede ser posible dentro de una jurisdicción particular como Estados
Unidos, aunque haya leyes antimonopolios que puedan evitar tales acuerdos de Limitación
de mercados. Pero es casi imposible redactar contratos obligatorios que limiten los merca-
dos internacionales e n que los concesionarios puedan operar. Además, e l acceso a u n a tec-
nología de proceso o producto particulares puede aumentar l a capacidad de u n concesiona-
rio pero desarrollar tecnologías relacionadas que no estén cubiertas con la patente que se les
está concediendo. De nueva cuenta, es casi imposible preparar contratos que se puedan hacer
cumplir que protejan al dueño de la patente de esta imitación, o por l o menos que le con-
cedan algún rendimiento de las nuevas tecnologías que desarrollan los concesionarios.
Las patentes referidas a metodos de nego- que haya progreso tecnico. Sin embargo,
cios se han popularizado desde que un tribu- cuando las innovaciones son más bien de
nal estadounidense de apelaciones sentenció naturaleza incrementaly se constmyen sobre
en favor de la patente de un algoritmo para una multitud de otros avances de modo que
el manejo de inversiones en fondos mutualis- es dificil ,identificar la innovación realen
tas, de Signature Financia1Group [State Street cualquier otra aplicación, el sistema de
Bank and Trust CO., lnc. V. Signature Financia1 patentes puede entorpecer elavance de las
Group, Inc., 149 F.3d 1368, Fed. Cir. (1998)l. innovaciones. Muchos economistas, como
Desde esa sentencia, las demandas comr? Gallina (2002) y Hall (2003), sospechanque
motivo de tales patentes se han casi triplica- las patentes de negocios puedan correspon-
do a entre 1000 y 2000 al año. Estas paten- der a este segundo grupo. La ironfa es que en
tes plantean una interesante calificación a el momento en que la lnternet y otras inno-
una polftica óptima de patentes. Cuando las vaciones que se relacionan con ella están
innovaciones requieren muchos gastos y abaratando la informaci6n, la carrera por
tiempo de desarrollo que se puedan identifi- patentar las prácticas de negocios pueden
car con claridad, y necesitan protección con- hacer que el aprovechamiento de esta infor-
tra la imitación, probablemente se necesite mación sea más costoso.
que se conceda algún tipo de patente para
Fuente: S. Hansell, "~arnesandnoblelnjunction Lifted", nie New York Times, 15 de febrero de 1991, p. ~1 y J .
Angwin, "Business Method" Patents, Key to Pnceline, Draw Growing Protest", 7he wa//Street/ourna/, 3 de
octubre de 2000, p. B1.
También hay temas de política pública que surgen con las licencias y que sugieren
tener cuidado al favorecer y promover cualquier acuerdo de este tipo. Como ya hemos
señalado,un es que 10s conuatos respectivos incluyan restricciones sobre precios
o terntono que creen monopolios con territorios exclusivos, que de otra ma-
nera serían ilegales según las leyes antimonopofios. Las cosas se hacen particularmente
cuando, como sucede con tanta frecuencia, una patente lleva a otra innova-
ción complement&a. La empresa 1 crea, digamos, un nuevo antibiótico que tiene algu-
nos efectos colaterales graves. Luego la empresa 2 desarrolla un medio para impedir los
efectos del medicamento de la empresa 1. Ambas empresas pueden llegar a un
acuerdoque le conceda a cada una el derecho a fabricar el producto de la otra. Pero es
fácil que este puede incluir a r r ~ a ~ u d o que excluyen a otras empre-
t~rmi1-10~
sas. E~~~~ peligros estAn reconocidos por la politica estadounidense, que tiende a imitar
severamente la capacidad de 10s acuerdos de licencias recíprocas para que incluyan
sulas de exclusión.D e todas formas, el ejemplo sirve Para dejar claro que la tensión entre
promover la concesión de licencias y obtener sus beneficios respectivos, por una parte, y
el riesgo potencialde colusiÓn que la concesión de licencias puede alimentar, por la otra,
2. ¿Cuáles serán las utilidades del innovador si concede una licencia de su tecnologla a
su competidor con una cuota de regalías de $ l o ?
3. Supongamos ahora que, el innovador concede la licencia por u n pago fijo. ¿Cuál será
el pago más alto que el no innovador estará dispuesto a pagar? ¿Cuáles serán las uti-
lidades del innovador si puede fijar el pago más alto posible?
Al conceder a los innovadores medios legales para obtener ingresos por sus descubri-
mientos, las patentes y los derechos de autor fomentan las actividades innovadoras que de
otra manera podría no emprenderse. Pero las patentes también confieren poder
de monopolio a su tenedor, con todas las distorsiones de precios que este poder involu-
cra. Además, las reglas de las patentes pueden mejorar la capacidad de los monopolios exis-
tentes para mantener su posición dominante actual contra competidores potenciales. U n
mecanismo mediante el cual esto puede ocurrir es el uso de las "patentes dormidas", dise-
ñadas para proteger la inversión contra cualquier ataque de innovaciones competidoras
que pudieran permitir a una nueva empresa "inventar en torno" de la patente original.
Los acuerdos de licencias por los cuales las empresas permiten el uso de su conoci-
miento patentado a cambio de un pago pueden ayudar a disminuir la tensión de las patentes.
Esto es porque estos acuerdos permiten un uso más amplio de la innovación y también
permiten que el innovador obtenga un mayor rendimiento de sus inversiones en IyD del
que obtendría en otras condiciones. Sin embargo, los contratos de licencias pueden ser
dificiles de hacer cumplir, excepto si se imponen restricciones que dañan a la competen-
cia. N o hay forma de eliminar la tensión entre la eficiencia de asignación y
la actividad innovadora generada por un sistema de patente^.^
8 No obstante, en Moser (2003) se encuentra el punto de vista de que conferir poder de monopolio via una
patente puede no ser terriblemente necesario para generar actividades innovadoras.
C ~ 6 m l23
o Patentes y politica de patentes
fijar un pago de licencia por unidad o una cantidad fija por la licencia? ¿Qué clase
de arreglo preferirán los consumidores?
4. Considere el mismo duopolio de Cournot que en el problema 3, pero suponga ahora
que una empresa externa'es la que se ha encargado de la investigación. Suponga que
esta empresa está de acuerdo en conceder una licencia para usar la tecnología me-
diante un pago r por unidad. ¿A cuánto ascenderán los honorarios por la licencia que
cobre la empresa investigadora
a) {Si concede la licencia sólo a una de las duopolistas?
b) ¿Si concede la licencia a ambos?
c) <Cómose ven afectadas sus respuestas a los incisos a) y b) si la empresa investiga- 1
dora decide más bien cobrar una cuota fija de L por la licencia?
-
I
.____ lI
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NI En esta uarte final presentamos dos temas que no se acomodan fácilmente en nuestras ante-
( 2$.8 g ~ ~ l ~ l l lMONO
A O POLI^^ DE UN SERVICIO Ut
un pionero, pero valioso, de 10s temas de las redes es el de RDhlfs (1974). ~1 enfo-
que de ~ ~ hesl directo
f ~ y se concenua en una cuestión principal, es decir, el potencial de
1 puede una inrrodvcci6n formal pero muy amena a las enernalidades de red en Economides (1996).
Parte Siete Nuevos desarrollos en la organización industrial
equilibrios múltiples en el mercado. Para este propósito Rohlfs supone que no hay com-
petencia, y se concentra en el caso en que hay un proveedor monopólico de un servicio
de red, como sería un monopolio proveedor de servicios de comunicaciones. Aquí pre-
sentamos una versión simplificada del modelo de Rohlfs.
Supongamos que la empresa monopolista cobra una cuota de acceso, pero no impone
un cargo por uso. Es decir, se cobra al consumidor un solo precio p por conectarse a la
red, pero cada llamada individual es gratis, tal vez porque el costo marginal de una ilama-
da es cero.2 Supongamos también que existe un tamaño máximo del mercado, digamos
un millón de personas, que refleja el número máximo de usuarios que estaría dispuesto a
comprar el producto en algún momento, incluso si la cuota de acceso fuera cero. Al fijar
la cantidad total de posibles clientes, podemos hablar en forma equivalente del número
real atendido y de la fracción f del mercado que se atiende. En otras palabras, si el tamaño
máximo del mercado es un millón, podemos caracterizar un resultado de mercado en que
100 000 compran el servicio, ya sea en términos de la producción total de 100 000
unidades o de la fracción f = 0.10 que se atiende. Para nuestros propósitos es más fácil
trabajar con f:
Todos los consumidores concuerdan en que el valor del servicio aumenta a medi-
da que aumenta la fracción f del mercado que lo contrata. Sin embargo, incluso si
todos adquieren el servicio Cf= l ) ,los consumidores todavía diferirían en sus valua-
ciones o disposición a pagar por el servicio. Para ser precisos, denotamos la valuación
del i-ésimo consumidor cuando f = 1 como v,. Se supone que estas valuaciones, o vis,
se distribuyen de modo uniforme entre O y 100. Por ejemplo, el uno por ciento de
consumidores que valoran más el servicio (aproximadamente unos 10 000 individuos
en nuestro caso) estaría dispuesto a pagar unos $100 por él, si todos los demás indi-
viduos también lo adquieren. Sin embargo, conforme baja la fracción d e consumi-
dores que lo contrata, también se reduce la disposición a pagar de cada consumidor.
La forma más fácil de reflejar esta hipótesis es que la valuación del servicio por parte
del i-ésimo consumidor para cualquier valor de f está dado por fv,. La demanda del
consumidor i por el servicio de comunicaciones está dada, en consecuencia, por
De nueva cuenta vale la pena señalar que la influencia del tamaño de la red fun-
ciona aquí mediante f. Para el consumidor i, la ecuación (24.1) dice que la disposi-
ción final a pagar por el servicio fv, se va incrementando conforme se incrementa la
fracción de compradores potenciales, f, que contrata el servicio. Esta interdependen-
cia entre las disposiciones a pagar de los compradores y la fracción de mercado que
se atiende es la que conduce a la idea de las externalidades de red. Además, cada
usuario potencial de la red considera sólo el valor de unirse a la red. Lo que los usua-
rios no toman en cuenta son los beneficios externos que se derivan al unirse a la red,
ya que mejora la utilidad de la red para todos los demás, puesto que ahora la red es
más grande.
Podemos usar la ecuación (24.1) para calcular la fracción del mercado que con-
tratará el servicio a cualquier precio dado P. Como siempre, comenzamos enfocán-
donos en el consumidor marginal, denotado por el valor de reserva F . Éste es el
consumidor que es indiferente entre adquirir el servicio de la red y no adquirirla, de
modo que Ti= p / ' Ningún consumidor con una valuación menor de T, se suscribirá
al servicio. El resto sí se suscribirá. Puesto que v, está distribuida de manera uniforme
entre O y 100, la fracción de consumidores con una valuación por debajo de 7, es sim-
Capitulo 24 . Temas de redes
plemente F i / l O O . Por 10 tanto, la fracción de consumidores f con vaiuaciones ma-
yores a Fj y que, por ende, adquieren el servicio es
FIGURA
24-1
T--a demanda de un producto con externalidades de red. A um precio p, si es menor que f,,10s con-
sumidores compran el servicio y el equilibrio caerá a f = O. Si es mayor que &, los consumidores
o m p r a r h el servicio y el equilibrio aumentar&af,
a . -
La curva que se muestra en la figura 24-1 es interesante
. desde varios ángulos. Advierta
primero que ninguno de los precios mayores que S25 existe algún equilibrio con un
positivo de f: Si por alguna razón la monopolista debe fijar un precio mayor que
925, vez para recuperar costos fijos, entonces la red simplemente facasará. ~ s t es o
cierto aunque esta pudiera ser socialmente eficiente. Por ejemplo, cuando se atiende a la
mitad del mercado (f= 0.5), O sea 500 000 consumidores,- - sabemos
- - - -que -quienes obtienen
A A
el Droducto son los que tienen valores de vi entre $50 Y $100. Por lo tanto, el valor IIli I
promedio vi = (k)& 100
,.para
, este grupo es de $75. Cuando f
. < . .
= 0.5, la disposición
1/2 x $75 =
ae esa canuaau, ius cunsu~nidorescomo
Parte Siete Nuevos desarrollos en la organización industrial
grupo ganan al tener los servicios de la red a su disposición. Supongamos que la empre-
sa monopolista pudiera atender a los 500 000 consumidores, pero hacerlo le requeriría
hundir costos de desarrollo de $15 millones o sea $30 por cliente. Entonces la empresa
tendría que fijar un precio de $30 sólo para llegar al punto de equilibrio.
Ahora, $30 es ciertamente menos que $37.50, de modo que un resultado así sería
deseable, ya que generaría ganancias netas positivas para el consumidor y ninguna pér-
dida para el productor. Aún más, con una disposición promedio a pagar de $37.50,
cobrar una cuota de $30 puede parecer.'también un precio que el mercado podría
soportar. Pero como acabamos de afirmar, y como se muestra en la figura 24.1, la red
no será viable a este precio. ¿Por qué? Porque aunque la valuación promedio del con-
sumidor cuando f = 0.5 es $37.50, hay algunos consumidores actuales (aquellos para
los que $50 vi c $60) que están dispuestos a pagar cuando más $30. Conforme los
precios aumentan a $30, estos consumidores abandonan el servicio. Algunos (para
los que $50 5 vi < $52) lo abandonan tan pronto como el precio aumenta a $26, otros
más lo abandonan cuando llega a $27, y así sucesivamente. No obstante, la pérdida de
estos consumidores reduce el valor de la red para todos los que siguen en ella. Los que
antes estaban dispuestos a pagar $30 cuando el servicio tenía 500 000 suscriptores, ya
no están dispuestos a hacerlo cuando hay menos suscripciones contratadas. Estos con-
sumidores dejarán de comprar el producto, lo que reduce todavía más el valor de la red
para los que ahora son todavía menos consumidores. Este proceso seguirá hasta que
todo el mercado se destruye y la red se cae. Aquí se puede ver la externalidad de modo
bastante explícito. Un consumidor que abandona la red no considera el efecto que
tiene su decisión sobre el valor de la red para otros.
A continuación advierta que para los precios más bajos o iguales a $25, hay en rea-
lidad más de un valor de equilibrio de J: Por ejemplo, cuando p = $22.22, tanto f,(p)
= 1/3 como fJp) = 2/3 son posibles valores de f: ¿Cuál de estos valores podríamos
esperar que ocurriera? Rohlfs señala que el equilibrio de la fracción baja es realmente
inestable. Consideremos, por ejemplo, el efecto de un pequeño incremento en el pre-
cio o una pérdida pequeña de clientes. Si comenzamos desde un equilibrio con tan
pocos suscriptores, esto repetiría el resultado descrito antes. Cuando salen unos cuan-
tos consumidores, se reduce el valor de ser parte del sistema para los que siguen en él.
De nueva cuenta, el resultado final es que todos los suscriptores se van y la red se cae.
Consideremos ahora el efecto de una pequeña reducción en el precio o la suma de un
nuevo suscriptor, otra vez comenzando desde el equilibrio de la fracción baja. Esto
incrementaría el valor del servicio por arriba del precio de reservación de todos los con-
sumidores en el intervalo [O, f,]. Ello llevaría, por lo tanto, al establecimiento del equi-
librio fdp), o de la fiacción alta. Estos experimentos mentales sugieren que una vez
que la fracción f,(p) de consumidores se suscribe a la red, es virtualmente cierto que se
alcanzará el equilibrio de la fracción alta, puesto que se necesita sólo una reducción tri-
vial de precio para lograrlo. Por esta razón, Rohlfs se refiere a esta fracción inferior
como "masa crítica" de la red. Mientras se pueda establecer una fracción de suscripto-
res apenas ligeramente mayor que esta masa crítica, f,(p), la red crecerá para contener
la fracción alta fH(p) de la población.
En consecuencia, una cuestión importante es definir si la empresa monopolista
puede alcanzar esta masa crítica y cómo puede lograrlo porque, como acabamos de ver,
los valores de f por debajo de la masa critica tienden a destruirla. Es decir, un equili-
brio alterno que surge al precio de $22.22, es un equilibrio en que ningún consumi-
dor contrata el servicio en definitiva. La razón de esto es bastante simple. A ese precio
ningún consumidor individual deseará contratar el servicio a menos que otros lo hagan.
De acuerdo con ello, cada consumidor se abstiene de sumarse a la red mientras no vea
que otros lo hacen. Por lo tanto, un resultado en que nadie se une a la red puede ser
autosustentable.
24
C~ftulo Temas de redes
La cuestión de cómo hacer que la red comience y crezca hasta llegar a masa dti-
ca es interesante. Una posibilidad es ofiecer gratis el servicio durante un tiempo limita--
do. Una forma de lograr esta venta por debajo del costo es a w p u el servicio con
al& otro producto. Por ejemplo, el acceso a una red ATM se empaqueta con seMcios
bancaríos. Otra opción es arrendar el equipo a usuaios potenciales con la garantia de
que, si el servicio no alcanza la masa crítica, se puede cancelar el contrato de
damiento sin penalizaciones. Una posibilidad adicional, que se empleó cuando se comer-
cializaron por primera vez los telefacsímiles, sería enfocarse primero en los gnipos de
grandes usuarios. A este respecto las compañías nacionales o mdtinacionales, o las depen-
dencias gubernamentales, son obvios ejemplos de instituciones que poddan desear ope-
rar sus propias redes internas. La idea es que una vez que la red se convierte en dispositivo
de uso común en las comunicaciones internas de la compañía, la demanda de ella se
ampliará a las entidades con las que la compafda hace negocios. En poco tiempo esta
demanda puede crecer y convertirse en una demanda del servicio por parte de los usua-
rios de la compañía que lo quieren tener disponible en casa.
Por el momento pensemos que la empresa monopolista sí alcanza la masa crítica.
<Cuántocobrará por sus servicios, y cómo se compara este cobro con el óptimo
Para responder a esta pregunta supondremos de nuevo que todos los costos de la mono-
polista son fijos y dados por F, de modo que el costo marginal de agregar un suscriptor
adicional a la red es cero. Asimismo, supongamos que el número máximo de individuos
que se suscribiría incluso a un precio cero es N. (En nuestro ejemplo anterior, N = un
millón.) Entonces, la utilidad total para la monopolista es
d Verificación de la derivada
-
La utilidad es ~ ( f ) p/N = 1OONf(1 - f ) - F. Al derivar respecto de f; obtenemos la condi-
ción de piimer orden
-dn(f)
- - lOON(2f - 3f2) = 0,
df
que significa que f = O o f = 213. La opción de f = O genera utilidades negativas mientras F >
O. La opción de f = 213 genera utilidades positivas de operación (esperamos que suficientes
para cubrir F), asi que p = 213 es la opción óptima de f. A partir de la función inversa de
2
demanda, p = 100f(l - f ) ,u n valor de f d e 213 significa u n precio de 100 X - = $22.22.
9
el valor total de este servicio es de $50 d o n e s . El excedente social total sena entonces
de $50 millones - F. Es claro que esto rebasa el excedente total que se obtiene en condi-
ciones de monopolio. Desde luego, no es claro cómo se alcanzan's el resultado óptimo
en la práctica. Una forma sería mediante subsidios gubernamentales. Por otra parte, este
óptimo se podría alcanzar si se crea un monopolio legal y se permite la discriminación de
precios. También es posible una combinación de estas dos estrategias. De hecho,
se puede considerar al sistema postal como una red gigantesca servida por un monopolio
gubernamental, que está subsidiada y que también discrimina en precios (por ejemplo el
correo express en comparación con el correo de primera clase).
llevaría a la pérdida de clientela y a hacer que su red fuera todavía menos para los
consumidores. Tampoco tiene ninguna de ellas incentivos para reducir el precio.
que esta medida puede atraerle ciientes, la atención a cada uno una p&dida,
ya que la compañia estaría vendiendo por debajo del costo. Por 10 tmto, p, =p, = $11-11
y servir a dos tercios del mercado es un posible equilibrio.
Sin embargo, hay otros dos posibles resultados. hstos tienen lugar cuando la empresa A
O la empresa B monopoliza a todos 10s consumidores que están suscritos a su red al precio
de monopolio, mientras que SU competidor tiene cero ciientes a un precio igual o mayor al
costo marginal. Es fácil demostrar, por ejemplo, que con un costo marginal de $11 1 el
precio de monopolio sena de $23.89, y que a este precio la monopolista atendeh a alrede-
dor de 60.5 por ciento del mercado y obtendría una utilidad de $12.78 en cada
Supongamos que la empresa A está haciendo precisamente esto. Supongamos que la em-
presa B cobra un precio menor pero tiene cero consumidores. Es claro que la empresa A no
tiene incentivos para aumentar ni reducir SU precio, puesto que ya tiene un precio que ma-
ximiza su utilidad. La empresa B tampoco tiene incentivos para cambiar su precio.
Aumentarlo no le ayudará a atraer más dientes. Pero reducirlos tampoco, porque nadie
escogerá un servicio de red que no tiene iiingún otro consumidor, independientementedel
precio.
Una consecuencia adicional del análisis de Rohlts es que la competencia entre dos o
empresas para establecer la red puede ser particularmente intensa, en especial si es posible
que sólo una de ellas sobreviva. Esto es, el mercado tiene una característica de "el ganador
toma todo7'. La red ganadora se apodera (atiende a) de toda la población y la perdedora no
obtiene nada. El mercado es "inestable", y una vez que una compañía comienza perder
clientes, reduce el vaior de su producto para la clientela restante, haciendo que pierda todavía
m& &entela, que su valor caiga todavía más y así sucesivamente. En este ambiente está en
riesgo algo más que Ia participación del mercado. La supervivencia misma está en riesgo.
Además, aunque esta característica de "el ganador toma todo" intensifica mucho la compe-
tencia, acoplarla con un entorno en que puede ser mcesano fijarprecios por debajo del costo
~610para que cualquier red pueda comenzar, hace la competencia verdaderamente terrible.
Algunos economistas han argumentado que ésta era precisamente la dinámica que tuvo lugar
en el caso de MiGrosoft versus Netscape, y que 10 que puede parecer conducta depredatoia
cuando se aplica a otros mercados es en realidad apenas parte del juego de la compe-
tencia cuando se aplica en un entorno de bienes de red3
problemas del mercado se vuelven particularmente complejos cuando la red es un
sistema formado por ccxnponentes complemenwos y c ~ m d hcluki~os o lo que sucede al
paso del tiempo. pensemos, por ejemplo, en el n~ercadode peuculas para DVD (discos
vers.des digitales). b s dos componentes de la red son el reproductor de discos de las
peüculas y los discos en sí. Esta relación de complementariedad complica el efecto de red.
~~~d~ el principio el socialmente deseable es que el uso de los discos y del
reproductor de discos se lo suficiente para explotar las hportantes economías
de que caracterizan la producción, especialmente la fabricación de los discos. El
posible problema es que ninguna empresa 0 grupo de empresas estará dispuesta a hundir
los grandes costos por en 10s que se tiene que ir~curirpain producir los
DVD, a menos que segura de que existe un número importante de reproductores
de DVD. Pero los pueden estar renuentes a comprar un reproductor de
esta clase mientras no haya un buen número de peficdas en DVD. En este caso una posi-
bilidad totdmente factible es que el mercado de D M se caiga Por completo por esas
de autocumplimiento. POCOSO ningún consumidor hubiera anticipado que
se vendieran peüculas en DVD. A su vez, este resultado no sólo hubiera deprimido el
mercado de los reproductores de DVD sino que también hubiera hecho improbable que
--
veare en Schmalenwe
(2000)una declaracidn clara del punto de vista de que es probable que la competen-
en que .el ganador se lleva la mayor pana'' sea muy intensa, y que se
ciaen las
reder o en los
fdi;l y err6neamente como conducta predaroria cuando la practica una empresa ya dominante
en el mercado.
622 Parte Siete . Nuevos desarrollos en la organizaci6n industrial
V ~erificaciónde la realidad
Fuentes: D. Frantz y J. Nordheirner, "Giant of Exarn Business Keeps Quiet on Cheating", y "As Acadernic Mold is
Broken by Testing Ciants, Rivals Rail", The New York Times, 29 de septiembre de 1997, p. A l y 30 de septiembre de
1997, p. A l .
las empresas hubieran pasado sus películas al formato DVD, con lo que se confirmarían las
expectativas iniciales de los consumidores. Por otra parte, un resultado alterno es que
cada consumidor espere que otros compren los reproductores y con ello anticipe que las
Capftulo 24 Temas de r e d e
empresas d e t e r b a r & que vale la pena poner peiícuias en DVD. En este caso la expec-
tativa volveda a autocumplirse en la medida en que la existencia de suficientes consumi-
dores que compran reproductores indujeran a las empresas a producir más discos de
peficulas, 10 que confirmaría esta expectativa optimista. EI efecto es que este resultado
más positivo Si se mat~rklhrn'a.HOY&a, el mercado de DVD está bien establecido,
aunque haya t~davíamás hogares que tienen grabadoras de videocasetes (VCR)que
reproductores de DVD. El punto es simplemente que este buen equilibrio no garan-
tizado. Es posible otra alternativa de equilibrio, que es peor.
El ejemplo de los DVD subraya tambirfo otro aspecto del problema de los equilibrios
múltiples, es decir, la posibilidad de que el equilibrio particular alcanzado sea un equi-
librio en que el mercado se "encadena" a una tecnología errónea o infeior. Desde el
punto de vista de la durabilidad y volumen de información que maneja, no hay duda de
que en el negocio de las películas rentadas, la tecnología del DVD es superior y cuesta
menos que la tecnología del VHS, que se apoya en videocasetes y VCR Sin embargo,
como ambos sistemas son sustinitos, y como el VHS se estableció pfiero, el sistema
DVD debe atraer consumidores sustrayéndolos de VHS. Fácilmente podría haber suce-
dido que el número de clientes así atraídos no fuera suficientemente grande para que los
fabricantes de DVD aprovecharan las economías de escala disponibles y evitaran pérdi-
das. Para alcanzar este volumen cada cliente potencial de DVD tendría no sólo que estar
convencido de la superioridad de este nuevo sistema, sino también seguro de que o+,-os
comparten esa convicción y estarían dispuestos a actuar. De nueva cuenta, sabemos que
esto sucedió. Pero si esto no hubiera Sucedido entonces, simplemente por el accidente
histórico de que el sistema de videocasetes se desarrolló primero, los consumidores
hubieran quedado atrapados en el sistema inferior de VHS.4
Para expresarlo en una forma un Poco diferente, las externalidades de redes se
cionan con la "dependencia de la ruta", de modo que cualquier sistema que halmente
se apodere del mercado será resultado de un proceso arbitrario, proceso que puede
dejarlo atrapado en un mal equilibrio durante un tiempo considerable. En lugar del
ejemplo del DVD, en contraste con el VHS que acabamos de dar, consideremos otro
caso estrechamente relacionado de 10s primeros días de 10s videos domésticos, es decir,
las versiones VHS y Betamax de las grabadoras de videocasetes (VCR). Imagine el lec-
tor que 40 por ciento de la población tiene una ligera preferencia por las máquinas ws
si el precio y la participación de mercado de estas máquinas son idénticos al precio y par-
ticipación de mercado de los productos basados en Betamax. De modo sindar, que e]
restante 60 por ciento tiene una ligera preferencia por Iktamax. Sin embargo, se pueden
superar estas ligeras preferencias si una empresa tiene una participación de mercado
mucho mayor porque, de nueva cuenta, nadie quiere realmente adquirir un producto
que no tenga una extensa red de usuarios. Por último, supondremos que al principio no
todos los consumidores están enterados del mercado general de videos domésticos. Más
bien, se van enterando con el tiempo. Cada semana unos cuantos consumidores más
encuentran por estos videos y deciden comprar una VCR de tipo VHS o
Betamax.
En promedio, que cada nueva ola de nuevos consumidores estuviera
compuesta por 60 por ciento de favorecedores de Betamax y 40 por ciento de consu-
midores que prefieren m. Sin embargo, es bastante posible que, al hacer una selec-
ción aleatoda,uno pudiera encontrme que en un lote de ~~Uevos consumidores, 90 o
incluso 00 por ciento VHS. Si comenzamos desde un punto en que cada sis-
David (1985) ha argumentado que el teclado QWERTY que inicialmente en las miquinas de escribir y
los teclados de computadoras es un ejemplo de una trampa de dependencia de ruta a
ahora se usa en
una tecnologla inferior, en que latecnologfa superior era en real1d.d el teclado de Dvorak. Aunque ~ e b o w i ~
y Margolir (,990)tienen muchas dudas sobre este argumento, Sin duda este caso permite visualizar que tal
falla de mercado es una posibilidad real'
Parte Siete Nuevos desarrollos en la organización industrial
tema tiene igual penetración de mercado, esta selección aleatoria podría fácilmente incli-
nar la balanza fuertemente en favor de VHS. Una vez que ello sucede, entonces inclu-
so quienes tienen una ligera preferencia por Betamax elegirán, en rondas subsecuentes,
comprar una máquina VHS, pQrque esa red es tan grande que se producirán muchas más
películas para eila. Por lo tanto, esa pequeña muestra aleatoria que favorecía VHS puede
inclinar permanentemente todo el mercado en favor de esta tecnología, aunque al prin-
cipio Betamax sea la tecnología superior que la mayona de los consumidores prefieren
sobre VHS, si todo lo demás es igual. ,
De modo similar, el predominio de Microsoft puede reflejar tanto buena suerte como
una tecnología superior. Un hecho clave en este aspecto ilegó en 1980, cuando IBM de-
cidió entrar al mercado de computadoras personales dando un paso fundamental. IBM
concedió el contrato para su sistema operativo a Microsoft, con lo que nació MS-DOS.
Muchos analistas creen que Microsoft no tenía el mejor producto en ese tiempo. No
obstante, tener el apoyo de IBM fue evidentemente una gran ventaja para establecer una
red de usuarios de MS-DOS. Advierta que el efecto de red otorga a Microsoft una fuerte
defensa contra Linux o Apple o algún otro producto, incluso si se trata de un mejor sis-
tema operativo que Windows. De nueva cuenta el efecto de trampa genera la posibilidad
de que el mercado pueda adoptar la tecnología inferior.
TABLA
24-1
Antigua tecnologla 544
Empresa 2 3,2
Nueva tecnologfa 3,3 6 7
(a) La n w v a tecn0log.h es superior a la antigua, segun Pareto
Antigua tecnologla 6 7 3, 2
Empresa 2
Nueva tecnoíogfa 3, 3 5, 4
en las matrices de pagos por el hecho de que el pago para cualquier empresa, cuando
ambas empresas optan por la misma tecnología, sin importar cuál sea, es mayor que el
pago para cualquier empresa cuando eligen tecnologías diferentes (Uic~rnpatible~).
Independientemente de si ambas empresas pudieran obtener los mejores resultados si
cambian a la nueva tecnología [tabla 24-l(a)], o si ambas quedan mejor si evitan el costo de
instalar el nuevo equipo y se quedan con la tecnoloda existente [tabla 24-l(b)], se puede
ver que hay dos de Nash: un equiúbrio en que ambas empresas se quedan con
la vieja tecnología, y el otro en que ambas cambian a la nueva tecnologia. No hay una
forma simple de escoger entre estos dos resultados de equilibrio. Si los pagos son como
se muestran en la tabla 24-l(a) en que ambas empresas cambian, entonces cambiar es efi-
ciente para ambas empresas, pero pueden optar por no cambiar por el temor de moverse
solas a una tecnología incompatible. Farrell y Saloner (1985) se refieren a esto como un
caso de inercia excesiva. Por el contrario, con los pagos de la tabla 24-l(b) podríamos
encontrar un impulso excesivo en que ambas empresas hacen un cambio costoso a 1.
nueva tecnología por temor a quedarse solas con la tecnología anterior.
Desde luego, hay medios por los cuales las empresas pueden tratar de evitar cualquiera
de estos resultados iiisatisf~cto~O~, PO' ejemplo, las empresas p o d h comunicar las
opciones de tecnología que proponen. y tienen el incentivo para hacerlo honestamente
Parte Siete Nuevos desarrollos en la organización industrial
porque mentir perjudicana a ambas empresas. También puede ser más probable que haya
coordinación si extendemos este juego para que abarque muchos periodos, puesto que
entonces una empresa tiene la posibilidad de corregir una decisión "errónea", es decir,
una que es diferente de la opción elegida por su competidor. Sin embargo, incluso en
estas condiciones más generales, Farrell y Saloner demuestran que las empresas pueden
retrasar, en particular, los cambios de tecnología más de lo que deben. Es decir, más que
cambiar rápidamente para introducir pronto la nueva tecnología, pueden esperar dema-
siado hasta que se haya construido un efecto de "vagón de los triunfadores". Así, algunos
propietarios de cines y productores de películas de la década de los veinte no invirtieron
en el equipo para exhibir o hacer "películas habladas" sino hasta que tuvieron la certeza
de que el nuevo fenómeno llegaba para quedarse.* Como resultado, la llegada de las
"películas habladas" puede haberse retrasado de manera subóptima.
Es evidente que la compatibilidad es un factor importante en la elección de tec-
nología. Sin embargo, ésta es una desventaja para la compatibilidad. Cuando cada
empresa adopta la misma norma técnica, sus productos se vuelven sustitutos muy cer-
canos, así que es probable que la competencia en precios se intensifique. Por lo tanto,
aunque la diferenciación de productos por medio de diferentes tecnologías incurre en el
costo de dejar pasar posibles efectos de red, tiene el beneficio de suavizar la competen-
cia de precios. Por consiguiente, las empresas deben tomar una decisión ejerciendo su
criterio en este aspecto. Elegir la misma tecnología llevará a las empresas a una compe-
tencia directa intratecnológica del tipo examinado a lo largo de los primeros capítulos
del libro, es decir, la competencia en precios, calidad y servicios. En contraste, la elec-
ción de diferentes tecnologías llevará a las empresas a la competencia intertecnológica.
Desde luego, si una empresa puede establecer su tecnología como la norma de la
industria, es probable que la recompensa sea muy grande. Cuando las empresas deciden
competir en diferentes tecnologías, cada una espera que su propia tecnología algún día
llegue a dominar el mercado y se convierta en la norma de la industria. Pensemos en el
producto Playstation 2 de Sony y su rival GameCube de Nintendo. Estas dos empresas
aparentemente consideran que las ventajas de la compatibilidad quedan más que cance-
ladas por las desventajas que traería la compatibilidad en términos de una más intensa
competencia de precios. Como resultado, los dos sistemas son totalmente incompati-
bles. Pero cada uno espera ganar el mercado y establecer su tecnología como la norma
para la cual se redactan todas las aplicaciones, es decir, los juegos.
No hay un medio a priori de determinar si los premios serán más altos en una com-
petencia intratecnológica "dentro del mercado" o en una competencia intertecnológica
"por el mercado". N o obstante, hay tres posibilidades principales que debemos consi-
derar. Ilustraremos éstas con tres juegos simples: 1)Patatin y Patatán, 2) La batalla de
los sexos y 3 ) El hermanito m~lesto.~
Pata& y Patatán
Supongamos que los pagos para esta elección de tecnología de juego son los que se
muestran en la tabla 24-2. Hay dos equilibrios de Nash, en cada uno de los cuales las
empresas prefieren adoptar tecnologías incompatibles. Esto significa que las empresas
creen que las externalidades de red no son particularmente fuertes, y que cualquier
ganancia de adoptar una tecnología común quedará más que cancelada ya que esto lleva
a una competencia de precios intratecnológica particularmente intensa. También creen
que una batalla por establecer la norma de la industria no retrasará en forma significati-
va su adopción por los posibles clientes, así que ofrece grandes premios.
5 Besen y Farrell ( 1 994,O) profundizaron en este análisis. El texto que sigue se ha tomado prestado directa-
mente de su exposición.
Capltulo 24 Temas de redes
Con estos resultados, las empresas entrarán en una batalla para lograr que su
de tecnología se establezca como el estándar. La empresa 2 luchará para que se establez-
ca su tecnología 2, Y la empresa 1Porque se establezca la tecnología 1. Besen y FareU
(1994) sugiere que esta batalla puede adoptar cuatro formas:
1. construir Mna ventaja temprana. Si existe alguna externalidad en la red relacionada
con una tecnoloda particular del tipo que hemos analizado, habrá un beneficio con-
siderable para la empresa que tenga éxito en establecer una gran base de usuarios
reales. Estos usuarios estarán renuentes a cambiarse a una tecnología diferente. Al
mismo tiempo, la existencia de una base tan grande de usuarios hace que la tecnología
Sea atractiva Para nuevos clientes. (Piense sólo en la opción que tiene un nuevo usuario
de computadora una máquina compatible con IBM que maneja el
sistema operativo Wmdows una máquina similar que maneja OS/2, o una com-
putadora A P P con d
~ ~ sistema operativo Apple.) En este escenario habrá una intensa
de PreCclosen las primeras etapas de las nuevas tecnologías, conforme
cada c o m ~ dtrata' ~ de tantos clientes como le es posible. Las empresas tam-
bién revelarán Y tal Vez exagerarán sus cifras de ventas, con el fin de convencer a posi-
bles compradores de que ya existe Una gran base de usuarios.
2. Awaer proveedoyesde productor complementario^. Como ya hemos señalado muchas
veces, el a u a c e de muchos productos se ve afectado por el número de productos
complementanos que están disponibles. Una computadora es de poca utili-
dad, excepto para los usuarios más avanzados, a menos que haya una amplia gama de
d~ que Pueda correr en ella. Una máquina de juegos Nintendo
es mucho mas atractiva cuando Nintendo u otras empresas amplían el número de jue-
gos que se pueden jugar en ella. Tiene poco sentido comprar un reproductor de
discos cOmPactoS si las compañías grabadoras n o ofrecen una amplia variedad
de grabaciones en ese formato.
Los pro^^^^^^^ de una tecnología primaria, como IBM o Microsoft, probable-
mente alienten a los desarrolladores de software a producir una amplia gama de pro-
gramas que puedan. .'Orrer
. en SU plataforma. De hecho, una razón por la que A p ~ l e
erdió ventaja bien puede haber sido su renuencia a dejar que SU sistema
operativo Se instalara en clones. Esta restricción Limitó la del sistema de
~ ~ p enl e1 e mercado y, en C O n ~ e c u e ~redujo
~ i ~ , los incentivos de 10s desarrolladores
de s o m a r e para producir Programas compatibles con esta máquina.
628 Parte Siete Nuevos desarrollos en la organización industrial
6 Este titulo proviene de un juego bien conocido en que dos individuos, tal vez marido y mujer, al elegir su
diversión para esa noche, concuerdan en que prefieren estar juntos que separados, pero dan evaluaciones
muy diferentes a la diversión que pueden compartir. Ésta podria ser, por ejemplo, ir a un juego de beisbol
o a la ópera.
Capltulo 24 Temas de redes
Tecnologla 1 8, 12 5,4
Empresa 2
Tecnologla 2 6,s 10,7
comprometerse irrevocablemente con esta tecnología. Podría, por ejemplo, consuuir una
base instalada arraigada en la tecnoloda 1 Por otra parte, podría invertir en capacidad de
producción para Construir más unidades que incorporen esta tecnología, O establecer Un
gran Programa de IyD dedicado a mejorarla. ~1 común de cada una de estas
tácticas es transmitir el mensaje claro de que la empresa 1 nunca cederá en SU demanda
de que la tecnolo&<a1 sea la norma, porque hacerlo le costarla demasiado.
Otros posibles compromisos adoptan la forma de concesiones más que de amenazas.
Así, la empresa 1 podría ofrecer la concesión de licencias sobre su tecnolo& 1 a la empre-
sa 2, a una cuota baja, a cambio de que la empresa 2 estuviera de acuerdo en que la
tecnologia 1 fmra la norma. por otra parte, la empresa 1 puede prometer desarrollar
la tecnologia en forma conjunta, o puede sugerir que las dos empresas desarrollen una
tecnología híbrida que combine las mejores de cada uno.
El h ~ ~molesto
~ t o
En el caso de " P a t a h y patatánw las dos empresas una competencia intertec-
noló@ca, en lugar de adoptar una tecnología com<uiy enfkentarse en el mercado con pro-
ductos indiferenciados desde el punto de vista En "la batalla de los sexos"
cada empresa prefiere la competenda entre productos técnicamente idénticos, pero sigue
sin definirse la cuestión de cuatecnoloda es la norma adecuada. Lo que estos dos casos
tienen en común es que hay al&ngrado de consenso, s i bien sólo en 10s terminos en que
se dd la competencia entre las empresas, Sin si hay asimevias entre e h s , es
P~~~~~~que ni siquiera lleguen a esta limitada clase de consenso.
Parte Siete Nuevos desarrollos en la organización industrial
Supongamos, por ejemplo, que una de las empresas, la 2, ha establecido una posición
dominante con una gran base instalada y una poderosa reputación. Eila preferirá la
incompatibilidad con un pequeño competidor con el fin de mantener sus clientes. Sin
embargo, la empresa más pequeña, la empresa 1, preferirá la compatibilidad para obtener
beneficios de la red que la empresa mayor ya ha establecido. Como Besen y Farrell indi-
can: "El problema de las empresas es como el juego entre un hermano grande, que quie-
re quedarse solo, y un hermanito molesto, que quiere estar con su hermano mayor."
La matriz de pagos es similar un poco ahora a la tabla 24-4. No hay equilibrio de Nash
(en estrategias puras) en este juego, si las empresas toman decisiones simultáneas, las
decisiones estratégicas de las dos empresas son inconsistente^.^ La solución del juego
entonces se reduce a una cuestión de tiempo y compromiso.
EL HERMANITO MOLESTO
TABLA
24-4
No hay equilibrio de Nash en una jugada simultánea. La empresa 2, que es la dominante (o her-
mano grande), prefiere que las tecnologías sean incompatibles, y la empresa 1 (el hermanito menor)
prefiere que sean compatibles. (Todos los pagos son en millones de dólares.)
7 En un juego de este tipo con un número finito de estrategias tambikn hay un equilibrio de Nash en estrate-
gias mixtas, donde las empresas escogen al azar sus tecnologlas, pero no tomaremos en cuenta este equili-
brio.
Capltulo 24 . Temas de redes 6%' l l:I
1 dverificación de la realidad
l.
les de pago por evento, llamados DIVX, que Ids'consumidores por ver la misma peI(cula
requerían u n reproductor especial de DVD. s61o una o dos veces. Crela que esta prefe-
El reproductor de DlVX costaba alrededor rencia era lo suficientemente fuerte como
de $300 más que u n reproductor normal de para que los consumidores estuvieran dis- I
DVD. Sin embargo, los discos DlVX estaban puestos a pagar más por la máquina DlVX a
programados de modo que uno podfa ver- cambio de precios más bajos en los discos.
1
los por $4 durante un periodo inicial de 48 De acuerdo con los resultados, perdió esta
horas. Periodos subsecuentes de tiempo batalla. En junio de 1999 anunció que daba
costaban una cantidad adicional que iba por concluido el proyecto DIVX. Es dificil
desde $1.50 hasta $4, hasta que se alcan- decir si esto refleja una superioridad real de
zaba un total aproximado de $25. En ese la tecnologla convencional de los DVD, o
momento se podfa ver el disco DlVX ya sin s61o exceso de inercia.
limite de tiempo. Un disco estándar DVD
ltll
Fuente: E. Raymond, "Circuit City Pulls the Plug On DlVX Videodisk Venture", The Wall StreetJournal, 17 de
junio de 1999, p. C1.
Por otra parte, la empresa 2 puede tratar de limitar los esfuerzos de unitaci6n de la
compañía 1 cambiando su tecnología con frecuencia. Desde luego, esto puede ser costoso
y corre d riesgo de enajenar a los usuarios existentes a menos que puedan ser protegidos,
l por ejemplo, dándoles un acceso favorable a la nueva generación de productos. La ven-
¡ taja de este método es que la meta a la cual la empresa m& pequeña está apuntando, cambia
constantemente en formas que no puede predecir con facilidad. Si usted realmente quiere
evitar a su hermaníto molesto, jno le diga a dónde va!
En resumen, la competencia sobre la tecnología tiene áiversas consecuencias. A
menudo puede haber grandes ganancias sociales si todas las empresas adoptan un enfoque
técnico común. Pero el incentivo para que las empresas diferencien sus productos, así
como la rivalidad sobre cuál tecnología debe convertirse en norma de la industria, puede
impedir frecuentemente la realización de estas ganancias. Aunque las ganancias de la
competencia en precios son claras en general, 10s efectos de externalidad de las redes
hacen un poco ambiguas las ganancias de la competencia en tecnolo@a. w
Nuestro anPisis de los servicios de red sugiere muchas formas en que el mecanismo del
mercado puede fallar y no producir un resultado eficiente. En algunos casos puede no
ofrecerse un servicio socialmente deseable. En otros casos, posibles resultados matiples
generan la posibilidad de que el mercado pueda terminar en un equilibrio erróneo y que-
dar atrapado en una tecnología inferior. La competencia puede no ser factible como una
estructura de mercado funcional Incluso cuando es factible, la competencia puede no ser
un remedio para estas fallas. Por el contrano, puede intensificar la carrera por un están-
Parte Siete Nuevos desarrollos en la organización industrial
8 Vease en Schmalensee (1982) un análisis de tales asignaciones de precios de penetración por nuevas
empresas.
9 Este punto es formulado por Schmalensee (2000). En Fisher (2000) se puede ver un punto de vista
opuesto. Advierta que el argumento de Schmalensee de que en algunas industrias, por ejemplo la de
navegadores para la web, s61o puede sobrevivir una empresa es realmente una afirmación de que el
mercado es un monopolio natural del tipo descrito en el capitulo 2. La única diferencia aauí es aue la
.- ~
I I .. .
i Capfmlo 24 Temas de redes
RESUMEN
este c a p i d o nos hemos en 10s mercados de productos que m u e s m impor-
tantes aexternalidades de redes". En estos mercados el valor del bien O Servicio para cual-
quier consumidor aumenta conforme aumenta el número total de consumidores que usa
el producto. L-,~servicios con importantes efectos de redes, como las telecomunicacio-
nes y los productos electrodomésti~~s, desempefian una hinción cada vez más importan-
te en las economías modernas.
L~~mercados con fuertes efectos de redes plantean problemas especiales. La compe-
tencia para establecer un servicio de red puede ser muy intensa Y dificil de dishguir de
la depredación, A menudo esta competencia dará como resultado que S610 sobreviva una
empresa, de modo que la estructura final del mercado es de monopolio. También existe
el riesgo no despreciable de que el servicio se desarrolle por debajo de lo deseable o no
se desarrolle en ninguna forma. De modo similar, el curso del desarrollo técnico muestra
una ruta de dependencia en q i e el mercado finalmente puede quedar atrapado en una
tecnología inferior.
No hay soluciones fáciles a los problemas que generan los bienes de redes. Por una
parte, las posibilidades de que haya resultados anticompetitivos parecen muy claras, de
modo que estos mercados necesariamente invitan al examen de las autoridades antirnono-
polios. Pero también se debe reconocer que no es fácil identificar estas acciones con clari-
dad o diseñar remedios funcionales para las fallas de mercado a que son proclives los
servicios de red. Estas tensiones han dominado el debate sobre las políticas públicas rela-
cionadas con la industria de las telecomunicaciones y otros mercados de la "nueva econo-
mía." No hay duda de que estos temas seguirán dominando el debate por algún tiempo.
a) Identifique las restricciones en los pagos a-h, de tal forma que las decisiones de las
empresas reflejen las externalidades de la red.
b) Suponga que se satisfacen las resuicciones del inciso a). Identifique otras resuiccio-
nes que se tienen que satisfacer para que el juego entre ambas compañías asuma la
forma de
( 1 ) Patatin y Patatán
( 2 ) La batalla de los sexos
(3) El hermanito molesto
Liebowitz, S. y S. Margolis. 1990. "The Fable of the Keys", Journal of Law and
Economics 33 (abril): 1-26.
Rohlfs, J. 1974. "A Theory of Interdependent Demand for a Communications Service",
Bell Journal of Economics 5 (primavera): 16-37.
Schrnalensee, R 2000. "Antitrust Issues in Schurnpeterian Indusuies", American
Economic Review, Papers and Proceedings 90 (mayo): 192-196.
. 1982. "Producr Differentiation Advantages of Pioneering Brands", American
Economic Review 72 (junio): 349-365.
Capítulo
tiene un valor real, pero este valor no es conocido por los compradores potenciales. Aún
más, también es diferente la información con que cuenta cada posible comprador para
estimar el valor real. Un buen ejemplo de una subasta de valor común es la subasta de
derechos de exploración y perforación en busca de petróleo. En este caso, los participan-
tes son compañías petroleras que han realizado pruebas sobre el terreno y han hecho
algunas estimaciones de la cantidad de petróleo presente, y luego determinado lo que
valen los derechos de ese depósito de petróleo. Sin embargo, como las empresas realizan las
pruebas en sitios, es probable que tengan diferentes estimaciones y valuaciones respecto
de cuánto valen esos derechos. Pero sólo hay un monto verdadero de petróleo presente
y, así, un único valor real de los derechos de exploración y perforación de ese pozo. La
diferencia en las cotizaciones reflejan las diferencias en la información. Las cotizaciones
semanales sobre los mercados financieros o los valores de la tesorería estadounidense
ofiecen otros ejemplos de subastas de valor común.
En este capítulo consideraremos principalmente subastas de una sola unidad, o sea
aquellas subastas en las que lo que se remata es una sola unidad de un bien. Sin embar-
go, en muchos mercados, como el de electricidad o el de comunicaciones, se subastan
múltiples unidades del bien. Estas se llaman subastas de unidades múltiples.
Antes del advenimiento de las subastas en Internet, las subastas frecuentemente se reali-
zaban en un cuarto abarrotado de gente. Los que querían un artículo que se remataba le-
vantaban la mano en respuesta a las expresiones del subastador escucho $5, escucho
$10.. .?" Cuando el subastador gritaba finalmente: "Se va, se va, se fue" terminaba la su-
basta y la última persona en levantar la mano ganaba el articulo al último precio solicitado
por el subastador. Esta clase de subasta se l i m a subasta ascendente o subasta inglesa. Para
la mayoría de las personas esta clase de ofertas es tal vez la que la palabra subasta trae pri-
mero a la mente. Sin embargo, la subasta inglesa es sólo una de diferentes tipos de subas-
tas y no necesariamente la más común. Por ejemplo, en lugar de comenzar bajo y dejar que
el precio del artículo suba con cada oferta sucesiva, el subastador puede comenzar la subas-
ta con un precio muy alto, un precio que exceda la valuación razonable de cualquier per-
sona. El subastador va reduciendo luego el precio y se mantiene reduciéndolo hasta que
alguien en el salón levanta la mano. En este caso, el primero en ofertar gana el articulo. De
hecho, así es como las flores se han subastado durante mucho tiempo en Holanda, y por
esa razón se le llama subasta holandesa.
Los participantes en una subasta ascendente pueden observar las ofertas y tienen múl-
tiples oportunidades para presentar sus posturas. En una subasta holandesa los participan-
tes no ven ninguna otra postura más que la ganadora. Una vez que se alcanza un precio
en el que alguien compra el artículo, se acaba la subasta. En este respecto, la subasta holan-
desa es idéntica estratégicamente a la que se conoce como subasta de cotización sellada.
Esta es una subasta en la que el vendedor o rematador solicita una sola postura en un sobre
sellado de cada comprador interesado. Los sobres se abren luego y el que ofrece la coti-
zación más alta gana la subasta. La similitud con la subasta holandesa es que ningún par-
ticipante puede observar las otras posturas.
Sin embargo, no todas las subastas de cotización sellada son iguales. Pueden ser de dos
tipos, conocidos como subasta de primer precio o subasta de segundo precio. En una subas-
ta de primerprecio el que presenta la oferta más alta paga la cantidad ofrecida, mientras que
en una subasta de segundo precio el que presenta la oferta más alta paga la cantidad ofreci-
da en la skuiente postura más alta.
c ~ f a i c25 subastas y 10s mercados de subas-
Por consiguiente, Vickrey (1961) estableció que si los postores aplican estrategias ópti-
mas, entonces una subasta inglesa y una subasta de segundo precio de sobre seilado lleva-
rán al mismo resultado. Esto es importante. Para los vendedores que desean maxirnizar su
ingreso de la subasta, este hecho'significa que la elección entre los dos tipos de subastas no
tiene importancia. El vendedor de todos modos recibirá el mismo ingreso. Sin embargo, al
diseñar una subasta al vendedor le puede interesar, de todas formas, investigar los otros dos
tipos de subastas, la holandesa y la subasta de primer precio de sobre sellado. ¿Qué pasa en
estos dos casos y cómo se comparan con el rekultado del proceso de la subasta inglesa? De
nueva cuenta Vickrey aporta el elemento de juicio clave.
Ya hemos señalado que las subastas holandesa y de primer precio de sobre sellado son
estratégicamente idénticas. Esto es porque ambas comparten dos características funda-
mentales. Una es que en cada caso el postor no tiene información adicional sobre las va-
luaciones de los demás postores antes de presentar su oferta. Más bien, el postor debe
ofertar simplemente con base en su propia vaiuación. La segunda característica común a
estos dos tipos de subastas es que una oferta afecta tanto la posibilidad de ganar como lo
que se paga. Tanto en la subasta holandesa como en la subasta de primer precio de sobre
sellado el ganador paga el precio que ofertó para ganar la acción. Esto significa que en
estas situaciones los postores necesitan pensar estratégicamente en cuánto es lo que deben
ofertar.
Consideremos primero la estrategia óptima de un postor en una subasta de cotización
sellada de primer precio. Supongamos que hay Npostores en la subasta. Desde luego, cada
uno conoce su propia valuación privada del articulo que entra a remate. Supongamos tam-
bién que cada participante conoce la distribución general de la que se obtienen las valua-
ciones reales de los demás. Con base en estas suposiciones es fácil ver que ningún postor
tiene incentivos para presentar una postura por arriba del valor real del articulo. Si alguien
lo hiciera y luego ganara la subasta, acabaría pagando un precio superior a su verdadero
valor, lo que significa que en realidad pierde. También podemos entender que el postor
que tiene la valuación más alta del artículo debe ganar la subasta si usa una estrategia ópti-
ma. Si el participante con la valuación más alta no gana porque entregó una postura que
perdió ante, digamos, la segunda cotización más alta, entonces podría tener mejores resul-
tados si aumenta ligeramente su oferta por arriba de la cotización ganadora, pero por
debajo de la suya.
Lo anterior sugiere una posible estrategia ganadora para el postor con la valuación más
alta. Ésta es que este participante presente una oferta que sea por lo menos igual a la valua-
ción del postor con la siguiente valuación más alta. Esto asegura que nunca pierda ante
alguien que tiene una valuación más baja de ese artículo. La única dificultad es que, por h p ó -
tesis, ningún participante conoce la siguiente valuación más alta. Cada uno conoce sólo su
propia máxima disposición a pagar. Así que, ?cómo debe proceder un postor?
Es evidente que un postor necesita estimar la siguiente disposición a pagar más alta y
compararla con la suya. Veamos cómo se debe hacer esto. Supongamos que una postora
sabe que todas las Nvaluaciones se obtuvieron de una distribución uniforme, y denota
su propia vaiuación por v. Como la participante está particularmente interesada en la
siguiente valuación más alta en comparación con la suya, se enfocará en la distribución de
valuaciones entre O y v. Esto significa que la postora actúa como si los restantes N - 1
participantes tuvieran valuaciones que se hubieran obtenido de una distribución unifor-
me sobre el intervalo [O, a ] . Entonces, el asunto se convierte en {cuál es la mejor conje-
tura de la siguiente valuación más alta entre las restantes valuaciones N- l ?Es decir, <cuál
es el valor esperado de la siguiente valuación más alta, dado que la suya es la más alta de
la Mposturas? Para resolverlo, la postora puede suponer también que los valores obteni-
dos por los demás participantes están espaciados de manera uniforme en el intervalo. Esta
hipótesis significa que si fuéramos a obtener muchas muestras de N- 1 valores de la dis-
tribución uniforme en [O, v], entonces el valor promedio de la mano más alta en estas
N-1
muestras sería -Y , mientras que el promedio de la segunda mano más alta sería
N
& a ~ i m25
l~ subactas y 10s mercados de subastar
N-3
V, y el valor promedio de la tercera más alta seda - U, y así sucesivamente. El
de los cuatro tipos básicos de subasta se utilice. Una expresión formal de este teorema es
la siguiente:
señaló, el gran éxito de eBay sugiere fuertemente que estas tácticas han funcionado bien y
convencido a los postores de que pueden confiar en las subastas de esa empresa. Con un
diseño adecuado, la subasta de Vickrey debe ser equivalente en ingreso a las ovas subastas.
Vayamos de nuevo a nuestro ejemplo del café. Después de estimar el ingreso esperado y el
costo de operación del café, cada empresa interesada en concursar tendrá una idea o esti-
mación de lo que vale la franquicia, Y puede usar esta estimación para preparar su postura.
Desde luego, no es probable que haya dos empresas que lleguen exactamente a la misma
del valor del cdd. Es probable que cada compañía encueste a diferentes esni-
diantes, hable con ~roveedores,0 de alguna otra manera base su estimacibn en
información específica Para esa empresa. De hecho, esta diferencia en la información que
cada empresa usa es una de las fi~entesprincipales de las diferencias en sus estimaciones del
del café, y en las diferencias posteriores en las posturas presentadas.
D ~ de recibir
~ todas ~ las ~cotizaciones,
~ s universidad asignará la franquicia al soli-
la
citante que presente la POsmra más alta. El ganador será, por supuesto, el que haya pre-
sentado la cotización superior. a la luz de la forma en que las empresas determina-
ron 10s montos de sus cotizaciones, la victoria podría traer, de hecho, malas noticias.
Como ganar significa Ve demás empresas ofertaron menos por el contrato, es
posible que la ganadora pagado de Por la franquicia. Esta desventaja de la vic-
tona es un rasgo central de una subasta de valor común, y se denomina la maldición del
ganador. La maldición es que ganador de una subasta de valor común a menudo puede
perdedor cuando hcrementa demasiado su postura. Este pago excesivo puede darse
como del proceso que generan las subastas. Como los participantes han recopi-
lado &ferente información sobre e? real de la franquicia, es posible que el gana-
dor haya la informadón mas Por 10 que formuló la estimación mbs
alta del valor de la fianqucia. Por lo tanto, 10 más probable es que la información del
Parte Siete Nuevos desarrollos en la organización industrial
ganador sea la que esté más sesgada hacia arriba. En consecuencia, es posible que una
oferta basada en esa información sea demasiado alta.
Se requiere cierto refinamiento para evitar la maldición del ganador en una subasta de
valor común. Continuaremos silponiendo que la subasta es del tipo de primer precio en
sobre seliado. Debe quedar claro que un participante no debe basar su cotización sólo
en la información recopilada sobre el valor de lo que se somete a remate. Tiene que pensar
de dónde vino esa información, o, por otra parte, qué clase de información es probable que
recopilen los otros participantes. Sólo si reflexiona al respecto puede un participante estimar
un valor del bien que evite la maldición del ganador. Supongamos, por ejemplo, que un pos-
tor en la subasta de la franquicia del café supiera que había Nparticipantes, incluido él, y que
la estimación de cada uno procediera de una distribución uniforme, cuyo mínimo es cero y
cuyo valor máximo o superior Ues de $50 000. El postor podría determinar entonces que
el valor promedio de esta distribución es de $25 000, y que ese valor, de hecho, sena la mejor
conjetura o la más imparcial respecto del verdadero valor de la fianquicia.
Desde luego, la dificultad es que no es probable que un participante conozca el límite
superior o estimación más optimista del valor de la franquicia. El participante sólo conoce la
estimación que le prepararon, y que el valor real está uniformemente dismbuido en el inter-
valo (O, U). 2Cóm0 debe manejarse este postor?
Pensemos en un participante cuya investigación lo conduce a estimar en $40 000 el valor
real de los derechos del café. Sin embargo, sabe que esto lo podría conducir a una sobrees-
timación, y desea evitar la maldición del ganador. Una posibilidad es que nuestro partici-
pante suponga que la estimación que le reveló su investigación es, de hecho, la estimación
más alta obtenida por cualquiera de los participantes. Si es así, entonces nuestro individuo
puede usar esta información para determinar una postura sensiblemente menor, que le evi-
taría la maldición del ganador.
Lo que el participante necesita es conseguir una medida de la distribución global de los
valores posibles estimados. El valor promedio o media de esa distribución debe ser una buena
conjetura del valor real de los derechos del café. Él sabe que la distribución va de O a U. Lo
que necesita ahora es tener alguna idea del valor de U. Si comienza con la hipótesis de que
$40 000 es el monto más alto de todas las estimaciones, el participante puede de nuevo
suponer que las estimaciones obtenidas por los otros N - 1 postores están, en promedio,
espaciadas de modo uniforme en ese intervalo. De nueva cuenta, esta hipótesis s i d c a que
si hérarnos a obtener muchas muestras de Nvalores de la distribución uniforme, entonces
N-1
el valor promedio de la mano más alta en estas muestras sería -U, donde U es el
N
lúnite superior de la distribución uniforme. Puesto que nuestro participante supone que su
postura de $40 000 es la más alta, puede determinar Ude la ecuación U = - N $40 000.
N-1
Así que si el número de participantes Nfuera de 200 en total, entonces la estimación de U
sena U = $40 201.
¿Por qué supone el participante que su propia estimación es la mayor? Puesto que U n o
es conocida, el postor reconoce que hay una probabilidad positiva de que otros puedan
haber llegado a estimaciones superiores. Sin embargo, al determinar su postura, el postor
está interesado en precisar el valor real de los derechos del café en caso de que gane. Si esto
sucede, entontes es razonable suponer que su estimación fue la más alta. Conforme a eilo,
el postor tratará de trabajar la mejor postura que minimice la maldición del ganador,
dado que él es en realidad el ganador.
Una vez que nuestro participante ha asignado algún valor al límite superior U de la dis-
tribución, puede trabajar su mejor conjetura respecto del valor promedio de tal distribu-
ción. Si seguimos con nuestra hipótesis de que la distribución de las estimaciones es uni-
forme en el intervalo (O, U) con U = $40 201, el promedio implícito sena de $20 100.50.
De acuerdo con ello, ésta es la mejor estimación del valor real de la fianquicia por parte de
nuestro participante. Advierta lo baja que es esta cotización comparada con la valuación ori-
caipfma~25 &as subastas y los mercados de subastas
ginal de $40 000 basada en Su propia información. Esta reducción en el valor estimado de
los derechos del café debe ser, por 10 tanto, bastante eficaz para eliminar el'problema de la
maldición del ganador. Si todos 10s participantes en la subasta de "alor sus
posturas de este modo, cada uno mod%cará su estimación inicial en la misma forma. Como
resultado, todavía sucederá que el postor que presentó inicialmente la estimación. m& dtlta
gane la subasta. Sin embargo, la maldición del ganador no le afectará tanto.^ :
. Para resumir, la perspectiva de la maldición del ganador induce a los c~mpradoresSn
una subasta de valor común a proteger sus posturas fijándolas por debajo de la estima-
cióndel valor real de un artículo. Cuanto m a h r sea la maldición del ganador, mayor será
esta ~rotección.Ésta es 'la exp6cación intuitiva de por qué, en un sentido formal, el teo-
rema de equivalencia dé ingresos no es válido en general en las subastas de valor común.a
La razón es que diferentes diseños de subastas tienen diferentes consecuencias respecto
de la información disponible para 10s postores. Por ejemplo, en una subasta inglesa, cada
. . , ,
por ejemplo, que eBay use una subasta inglesa o baja y luego uno o dos más presentan posturas
ascendente? Pensemos que eBay &tiene su i n ~ altas para alejar a otros compradom, s61o
muy
so de las aansaccionesque se realizan. Cuanto más para retirar despuéssus otertasy cjue el.c6mplicede
mnsacciones se realicen, m& gana. Como una la posaira baja pueda ganar el ardculo en remate.
subasta inglesa tiende a reducir la maldición del EBay emplea m& de 800 monitores para de-
ganador, tiende a alentar la padcipacidn de 10s f3@~ @W'npas y tiene reglas em¡cQs para el &tu
compradores. Esto mrnbibn es una buena noticia de las posturas que dificultan usar ena &maña.
para los vendedores,especialmente para muchos De modo similar, eBay permite que 10s postores
que venden en &ay, porque vendedores a fijen una cotización máxima para pmtqedos de
menudo tienen a r t ( c u l ~para
~ 10s cual6 es dikil verseampados en una guena artificial de ofertas.
enconmr posibler compradores. Por supuesto, ¿Funcionan ertas politiw? Si juzgamos por el
los también se interesan por el precio volumen de transacciones e inms que genera
al que venden. que esay a d a tambien para eBay, se tendría que decir que ha raueIm bastan-
ayudarlos en este aspmo. La empresa pemiite te bien SUS problemas de diseño de subastas.
F~~~~~, J. ~ ~ b ~'me
~ Bidding ~ k A Special
~ ~ Game, i , Repoe: In Onllne Auction World, Hoaxes Aren't Easy to Seo",
york ~i,,,~~,2 de junio de 2000, p. A l ; y R. Kowad, "Ebay N e a r l ~Doubles Quarterly Earnings",
The
Washington Post, 2 2 de abril de 2004, p. Es.
3 sentido no es tanto el aspecto de valor común el que causa la ruptura de la equivalencia del
ingreso,como el hecho de que lasubasta ascendente revela al ganador final inforrnaci6n relacionada con las
o estimaciones de lospostores que la abandonan, en una forma que les permite usarla Para fijar sus
propias mientras que es dificil usar esa información en un proceso de sobre sellado. Advierta tam-
bikn que ~i y ~il (1999)
~ demuestran
~ que la diferencia en ingresos entre 10s tipos de subastas puede ser bas-
tante pequeha en la prktica, en si el vendedor establece sensatamente un precio de reservaPor
debajo del cual no venderá.
646 Parte Siete Nuevos desarrollos en la organización industrial
ronda de ofertas sucesivamente más altas indica un menor valor para la maldición del
máximo ganador. En particular, tienen cada vez mayor información sobre el límite infe-
rior de las estimaciones del valor del café. A su vez, esto los hace sentirse más confiados
en que el valor es ciertamente alto, por lo que se reducen las dimensiones de la maldición
del ganador. De modo similar, una subasta de segundo precio de sobre sellado también
puede llevar a mayores ofertas porque el ganador paga sólo la segunda oferta más alta.
Desde luego, cuanto más débil es el efecto de la maldición del ganador, más enérgica será
la oferta y mayor el ingreso para el vendedor. La clasificación convencional es que el
ingreso es mayor en una subasta inglesa, el siguiente más alto es para una subasta de
Vickrey o de segundo precio en sobre sellado, y el menor es para una subasta de primer
precio en sobre sellado, que es equivalente a una subasta holandesa o de precio descen-
dente. Sin embargo, incluso esta convención puede no sostenerse cuando uno considera
ligeras variaciones del costo estándar de valor común.4
4 Esta clasificación se origina en el famoso estudio de Milgrom y Weber (1982) sobre las subastas con valores
de postores afiliados.
Capleialo 25 Las subastas y los mercados de subastas 647
que no es Starbuck's, que ha participado con una oferta superior a la de esta ,última
empresa. Como resultado de la maldición exagerada del vencedor, las empresas que no
son Starbuck's presentarán posturas todavía más conservadoras. Pero ello, permite a
Starbuck's ofertar con más energía, porque ahora enfrenta una maldición del ganador
menos grave. Pero esto hace que todos los demás presenten posturas más conservadoras,
y así sucesivamente. El resultado final es que Starbuck's siempre ganará la subasta, pero
lo hará a un precio mucho más reducido respecto al que pagaría en una subasta pura de
valor común, por las posturas extraconservadoras de sus competidores. Por ende, otra
razón por la que la equivalencia de ingresos puede desdibujarse es porque los diferentes
diseños de subasta pueden mejorar o empeorar la capacidad de los compradores domi-
nantes o más aventajados, como Starbuck's, que pueden aprovechar ese benefi~io.~
Otra desventaja de las subastas ascendentes es que pueden facilitar la colusión. Las ron-
das repetidas de oferta hacen más que simplemente revelar información el valor esti-
mado de otros compradores. También permiten que éstos se comuniquen entre sí y, por lo
tanto, que coordinen Sus posturas. Cramton y Schwartz (2000) demuestran este punto en
el contexto de las subastas del espectro de 1997 reaiizadas por la Comisión Federal de
Comunicaciones estadounidense (FCC). Estas son subastas ascendentes de unidadesrndti-
ples. Diversas licencias se subastaron al mismo tiempo en una subasta inglesa. Cramton y
Schwartz argumentan que distintas empresas parecían señalar en s y pos- los números
que identificaban las áreas de licencia en que estaba más interesadden adquirir; igualando
los tres últimos dígitos de s u oferta con el código de área prefeida, por ejemplo, cotizando
$313 378 por la licencia del área 378. esta posnira indica a 10s demás que el postor real-
H ~ e r i f i c a c i ó nde la realidad
los servicios existentes de telefonfa conven- PCS sostenidas en 1996, se desc'ubrió una
cional y celular. Por lo tanto, las licencias posible falla en el formato de rondas múlti-
para una región especffica eran especial- ples. Tres empresas (Omnipoint, 21s t Century
mente valiosas para las compañfas telefóni- Bidding y Mercury) parecen haber usado los
cas que ya operaban en esas mimas regio- tres últimos dlgitos para indicarse mutuamen-
nes. La Comisión Federal de Comunicaciones te las regiones que más deseaban. Despues
estadounidense (FCC) entendió esto. Para de leer las cotizaciones en una ronda, las
alentara un gran número de participantes empresas podlan abandonar el concurso en
en cada región y lograr que éstos reacciona- las áreas preferidas por las otras, según lo
ran a nueva información, usó un método de indicaban las cotizaciones codificadas. Esto
rondas múltiples. Los participantes presen- equivale a dividir el mercado de PCS entre
taban cotizaciones por las licencias que les las tres compañlas sin caer en una compe-
interesaban. Al finalde cada ronda, se repor- tencia de cotizaciones. Cuando el Departa-
taban la cotización y la compañia que la mento de Justicia las demandó, las tres
habla presentado para cada licencia que empresas firmaron un decreto de consenti-
se habfa Segulan rondas y coti- miento para no volver a ¡rIc~rriren estas
zaciones adicionales hasta que ya no se pre- prácticas en el futuro, y permitir que sus
sentaba ninguna nueva postura. En antici- acciones futuras de oferta fueran supervisa-
pación de este proceso y las complejidades das. Sin embargo, no admitieron haber
correspondientes, se supo que prdcticamen- cometido ninguna falta en las subastas de
te todas las empresas participantes hablan 1996.
contratado expertos en juegos para diseñar Recientemente se ha descubierto otro pro-
estrategias de oferta. blema. Para alentar el ingreso de empresas
Las primeras subastas tuvieron lugar en pequeñas, la FCC separó algunos derechos
1994 y ,995, momento en que se aclaró de ondas inalbmbricas, en los que permitió
parte de laestrategia de Pacific Telesis. En que concursaran ~610empresas pequeñas.
una entrevista ampliamente citada, el presi- Para asegurarse de que muchas empresas
Parte-Siete Nuevos desarrollos en la organización industrial
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The WallStreetJournul, 31 de octubre de 1994, p. A4; J. Simons, "Three Wireless Communications Firms Settle Suit
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"F.C.C. Auction Hit With Claim o f Unfair Bids", The New York %es, 12 de febrero de 2001, p. A l .
mente desea esta área y que se abstendrá de ofertar activamente en otras regiones, mientras
los otros postores no traten de ganarle el área 378.
Una historia similar nos la relata Klemperer (2002), relacionada con una subasta del
espectro inalámbrico en Alemania en 1999. En ese caso había 10 licencias por subastar y
las posturas tenían que incrementarse en un mínimo de 10 por ciento. Un participante,
Mannesmann, presentó una postura por 18.18 millones de DM por MHz en las licencias
1 a 5, y una postura de 20 d o n e s de DM por MHz en las licencias 6 a 10. Observemos
ahora que si uno incrementa a 18.18 por 10 por ciento, el resultado es 20. T-Mobil, el
otro participante importante, admitió después que había hecho este mismo cálculo y con-
cluido que la oferta de Mannesmann era algo así como una oferta. T-Mobil interpretó la
oferta como sigue: podía tener las licencias 1 a 5 por 20 d o n e s de DM por MHz (el
monto mínimo por el que tendría que superar la postura de Mannesmann) si no presen-
taba ninguna postura adicional por las licencias 6 a 10, el otro grupo en remate. Eso es
exactamente lo que sucedió. La subasta terminó después de sólo dos rondas en que las
10 licencias se vendieron en 20 millones de DM por MHz, bastante por debajo de lo que
cualquiera hubiera estimado como la disposición real a pagar de T-Mobil o Mannesmann.
Los ejemplos anteriores sugieren que cualquier ventaja que esté relacionada con las
subastas ascendentes mediante la iirnitación de la maldición del ganador, estas quedan
más que canceladas por las desventajas que tales subastas tienen en ambientes de postu-
ras asimétricas y por facilitar la colusión. De acuerdo con lo anterior, alguna clase de
subasta de sobre sellado puede ser la mejor, por lo menos en el sentido de aumentar el
ingreso de la entidad que realiza el remate. En una subasta de sobre sellado, las empre-
sas no pueden ver el proceso de oferta en sí mismo, como una forma de comunicación
con el fin de coordinar las posturas, o de modo similar, una empresa aventajada no puede
usarlo para asegurarse de que supera siempre a sus competidores. De hecho, una subasta
de sobre sellado tiende a alentar la participación de postores menos aventajados. Como
cada postor presenta sólo una oferta y la entrega sin saber lo que otros postores podrían
presentar, la postura del competidor más débil podría de hecho ganar la subasta. Si el pos-
tor más fuerte o aventajado trata de "jugar por lo bajo", podría perder y, a diferencia de
lo que sucede en una subasta ascendente, no tiene recurso para superar a sus competido-
res en una ronda posterior. Por lo tanto, como un postor más débil tiene por lo menos
alguna oportunidad de ganar, una subasta de sobre sellado estimula más la participación
que una subasta ascendente, y puede forzar incluso a las empresas más aventajadas a pre-
C;bpfmi~
25 Las subastas y los mercados de subastas
sentar posturas muy altas para tener la seguridad de no perder. En una forma algo más
general, aunque un gran número de postores puede intensificar la maldición del ganador
y llevar a posturas muy reducidas, es deseable alguna competencia. Una subasta con un
solo postor es seguro que deje pocos ingresos al vendedor.
La importancia de atraer la participación vía un proceso de sobre sellado fue poderosa-
mente ilustrada por las subastas europeas de telefonía móvil de 2000 y 2001. En esa época
muchos gobiernos empleaban las subastas para asignar licencias que ofiecierm la así ua-
mada tercera generación (3G) de telefonia móvil con un nuevo estándar de trasmisión
(Universal Mobile Telecommunications Senkce o UMTS). En Holanda había exactamen-
te cinco empresas de telefonía móvil ya en el mercado, cuando el gobierno decidió vender
exactamente cinco licencias usando una subasta ascendente. Es fácil ver la asimetn'a entre
las cinco empresas ya existentes y cualquier nuevo postor. Era evidente que las chco
empresas ya en el mercado apreciaban más las nuevas licencias que una empresa de nuevo
ingreso. Así, las cinco empresas tenían la ventaja. De hecho, sin participaciones adiciona-
les, el hecho de que salieran a remate exactamente cinco licencias -una para cada empresa
ya en el mercado, reducía la subasta a algo que se parecía mucho a vender una sola licen-
cia a un solo postor en cinco casos separados. Pero el uso de una subasta ascendente desa-
lentó esta participación adicional (y puede haber permitido la coordinación entre las cinco
empresas mencionadas), con el resultado de que sólo se agregó un nuevo postor, y no muy
serio. Al final, la subasta produjo ingresos de s610 170 euros per cápita. Esto era menos de
la cuarta parte de los 650 euros per cápita que se obtuvieron en una subasta similar en el
Reino Unido sostenida apenas un poco de tiempo antes, y menos de un tercio de las pro-
yecciones del gobierno holandés. En contraste, un año después (tras la terminación del
boom de los sectores de telecomunicaciones y punto.com), el gobierno danés usó un pro-
ceso de sobre sellado para entregar cuatro licencias a cuatro empresas ya en el mercado, y
obtuvo el doble de ingresos de lo esperado.
En honor a la verdad, los procedimientos de sobre sellado no carecen de desventajas.
Aunque aumentar el ingreso es una de sus metas, colocar las licencias en manos de aquellas
empresas que tengan el mejor plan de negocios es otra. Puesto que, en principio, las empre-
sas con los mejores planes de negocios deben ser las que aprecian más las licencias, éstas
deberían entregarse a los postores que les concedieran el mayor valor. Pero un proceso de
sobre sellado no cumple con este criterio de eficiencia. En realidad, su habilidad para esti-
mular la participación de otros postores y generar ingresos se arraiga en el hecho de que una
subasta de sobre sellado puede concluir con un postor de bajo valor como ganador.
En suma, el diseño es importante en las subastas de valor común. Diferentes tipos de
subasta llevarán a diferentes resultados principalmente, según pensamos, porque, a pesar
de su apariencia como la manifestación más pura de los mercados idealizados por Adam
Smith, los mercados de subastas no son inmunes a los problemas de obstaculización del
ingreso y de colusión que surgen en cualquier parte de la economía. Algunos procesos de
subasta exacerban estos problemas. Algunos pueden dentar la entrada y reducir la pro-
babilidad de colusión, pero sólo si agregan otras complicaciones. El diseño adecuado de
una subasta equilibrará estas ganancias y pérdidas en el margen. Es probable que el tema
de los diseños siga siendo un importante asunto en la política gubernamental, en tanto
que las subastas se utilizan cada vez más por empresas y gobiernos. Una aplicación cui-
dadosa de las herramientas de la organización industrial, tanto en la teoría como en la
práctica, puede contribuir a alcanzar esta meta.
inglesa, holandesa, de primer precio de sobre sellado y de segundo precio de sobre sellado
son equivalentes en ingresos. Esto es, cada una arroja la misma postura ganadora y entrega el
bien al mismo postor ganador. En las subastas de valor común y de valor casi común, en ge-
neral esta equivalencia de ingreso no es válida. En particular, en estos casos, diferentes dise-
ños de subastas pueden tener resultados muy distintos, tanto en términos del ingreso que
generan como respecto del postor que gana la subasta.
Las subastas han sido usadas cada vez más por los gobiernos para asignar recursos esca-
sos y derechos de licencias. Como en estos casos se trata de subastas de valor común y casi
común, el vínculo entre el diseño y los resultados de la subasta es particularmente impor-
tante. En gran parte, las diferencias en resultados entre los distintos tipos de subastas se
origina en diferencias en la forma en que diseños alternos funcionan para estimular la par-
ticipación de nuevos postores y limitar la colusión. Aquí, tanto la investigación académica
como la experiencia histórica sugieren que es más probable que las subastas de sobre se-
liado arrojen resultados competitivos.
1. Considere de nueva cuenta el problema práctico 25.2 en que usted oferta por un som-
brero original de John Lennon, en una subasta de cotización sellada de primer precio.
Sin embargo, en este caso hay otros 20 participantes en la subasta. Al igual que antes,
supongamos que lo más que usted está dispuesto a pagar por este sombrero es $200.
Demuestre que su estrategia óptima es ofi-ecer $190.
2. Usted está vendiendo su casa y desea obtener el mejor precio posible por ella. ¿Qué
clase de subasta preferiría usted:
a) ¿si espera que haya 25 ofertas?
b) jsi espera que haya menos de cuatro ofertas?
c) Si más de un comprador entrega una cotización por la misma casa, la mayoría de
los estados tiene leyes estrictas que prohíben que los corredores de bienes raíces re-
velen a cualquier comprador la oferta de cualquier otro posible cliente. Con base
en sus respuestas a los incisos a) y b), jcuál cree usted que sea.la razón que justifi-
que tales restricciones?
3. En la época en que el Reino Unido subastó licencias de telecomunicaciones de 3G en
2000, había cuatro operadores de telefonía móvil ya en el mercado. Al principio, tam-
bién se planeaba rematar sólo cuatro licencias. (Al final se vendieron cinco.) Si se
hubieran vendido cuatro licencias, los ingleses planeaban usar un enfoque mixto
anglo-holandés. En este diseño, la subasta sería ascendente hasta que quedaran sólo
cinco postores. En ese momento la subasta cambiaría a otra de cuarto precio de sobre
sellado, en que las cuatro licencias se asignarían a los cuatro máximos postores, cada
uno pagando del precio ofrecido por la postura exitosa más baja. Comente brevemen-
te este modelo. ¿Qué consideraciones económicas cree usted que pesaron en este dise-
ño de subasta?
Bulow, J. y P. Klemperer. 2002. "Prices and the Winner's Curse." Rand lournal of
Economics 33: 1-21.
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l
1
I
1
l
I
Capítulo 2 el costo fijo d@,productor.Total =
2.1 a. La maximización de utilidades $27 500.
s -i d c a que MC = 2q + 10 = P. Por b. El excedente totalcae en el áre;
tanto, g ( P- 10)/i peso muerto del triángulo. .
b. Con 50 empresas. la suma horizontal La altura del triángulo la da la reduc-
1
de las curvas de costos marginales indi- ción en la producción, que es 500 -
1
1 1
I I
viduales da Q = 50(P- 10)/2 =
25P- 250.
-
c. Equilibrio: P = $30 v. O = 500.
275 = 225.El costo marginal en Q=
275 es $21.La base del t r i á "
n d o la da
el precio menos él cos;to marginal =
I
d. q = (P- 10)/2 = 10.Ingresos = Pq = $70.50- $21 = $49.50.Así, el peso
..
$300.Costo total = 100 + ri3 + 104 .' =
muerto del triángulo tiene un área igual
a (1/2)($49.50)225, o $5 568.75.
$300.Utilidades = 0.
2.2 a. La curva inversa de demanda es En esta forma, el excedente total es
1
i
I
1
1
lidades en cada planta son $202.50.Las
utilidades totales = $10 125.
2.3 a. El valor presente de los flujos de efecti-
vo incrementados de expulsar a
3.1 a. CR4* = 70%;CR4B= 76%.
HHIA= 2 698;HHIB= 1 660.La
industria A tiene una empresa dominan-
te. La industria B tiene: cinco empresas
que controlan 90 por (:iento de la pro-
I
l Loew = -$lo0 000 + -$10000= ducción. Pero estas cinco empresas pue-
- -
1
1-R
-$16 667.Sacar a Loew no es una den competir con fiereza. El índice de
l
buena inversión. Herfindahl-Hirschman parece captar
I b. El valor presente de los flujos de efecti- mejor el mayor potencial de poder
vo incrementados por comprar a monopólico en la industria A.
R b. Con la fusión de las tres principales
Loew = -$80 000 + -
1-R
$10 O00 = empresas en la industria A, los nuevos
$3 333. Ésta es una buena inversión. valores son CR4* = 80%;HHI = 2 992.
2.4 a. El excedente del consumidor es el área Ambas medidas aumentan. 111
del triángulo ubicado arriba del precio 3.2 El fndice de Lcrner se define como LI =
de eauilibrio. pero debajo de la curva ( P- c)/P.Éste aumenta conforme disrni-
de demanda :(1/2)($120 - $30)50( 1 nuye el costo marginal c. El menor valor
= $22 500.El excedente del productor posible de c es c = O, lo que proporciona 111
es el área del triángulo debajo del pre- un valor máximc al fndice de Lerner de
I
cio de equilibrio pero arriba de la curva LI = P/P = 1. Puesto que el fndice de
de oferta = (1/2)($30 - $10)500= Lerner también es el inverso de la elastici-
$5 000.Mota:El excedente es un con- dad de la demanda de la empresa, esto es
1 cepto marginal. ido se toma en cuenta LI = 1 / ~ esto
, significa que la empresa
Respuestas a los problemas prácticos
nunca producirá en un punto en que esa colonia esté concentrado aunque los
elasticidad sea inferior a 1. fabricantes de colonia no obtengan
directamente ninguna economía de
escala significativa.
4.1 E n q = 11,elcostopromedio=$128yel
costo marginal = $15 1. S = AC/MC =
$128/$151= 0.848 = 0.85.
4.2 a. AC = TC/q = 50/q + 2 + 0.5q. AC(q = 5.1 a. El precio que maximiza utilidades eii
4 ) = 16.5; A C ( q = 8 ) = 12.25; AC(q = precios comunes de día/tarde es P =
10) = 12: A C ( q = 12) = 12.167; AC(q $7.50. La asistencia diurna = 25; la asis-
= 15) = 12.833. tencia vespertina = 65. La utilidad total
b. MC = ATC por cambio unitario. Para diaria es ($7.50 - $3.00) X 90 = $405.
las reducciones: ATC = 50 + 2q + 0.5$ b. Precio diurno = $6.50; asistencia diurna
- [50 + 2 ( q - 1) + 0.5(q - 1 ) 2 ]= 2 + q = 35. Precio vespertino = $8.50; asis-
- 0.5. Para los incrementos: ATC = tencia vespertina = 55. El total de asis-
50 + 2 ( q + 1 ) + 0.5(q + 1)2- [50 + 2q tencia diaria es el mismo. Las utilidades
+ 0.581 = 2 + q + 0.5. El promedio de totales diarias suben a ($6.50 = $3.00)
estos dos valores es 2 + q. X 35 + ($8.50 - $3.00) X 55 = $425.
c. S > l p a r a q < l O ; S = l p a r a q = l O ;
S < 1 para q > 10.
a
5.2 a. P,= $5.5, = 4 500 pintas,
P, = $6.00, Q,= 8 000 pintas; P, =
4.3 a. Para una empresa que fabrica sólo carni-
sas (q,), el costo promedio es
$6.50, a= 5 250 pintas.
b. Utilidades en Boston = ($5.50 - $1.00)
(2 + Jg;)/r], = 2/91 + 1/&. X 4 500 = $20 250; utilidades en
Nueva York = ($6.00 - $2.00) x 8 000
Esto obviamente disminuye conforme
= $32 000; utilidades en Washington =
q, se incrementa. Para una empresa que
produce sólo colonia (q,), el costo pro- ($6.50 - $3.00) X 5 250 = $18 375.
medio es 2 + q,2)/q2.Esto se minimiza 5.3 Sin precios discriminatorios, el excedente
J-
en q2 = 2 . Para todo q2 mayor que
1.41, el costo promedio se incrementa.
del consumidor para los clientes diurnos es
($10.00 - $7.50) X 25/2 = $31.25. Para
Así que, a menos que la empresa vaya a los clientes vespertinos, es ($14.00 -
producir una cantidad muy pequeña, no $7.50) X 6 5 / 2 = $211.25. El excedente
obtendrá ninguna economía de escala. del productor es $405. El excedente total
Por si solo, este hecho sugiere que no sin precios discriminatorios es $647.50.
hay necesidad de operar en gran escala Con precios discriminatorios, el excedente
para ser eficiente y, por tanto, la indus- del consumidor para los clientes diurnos es
tria puede sostener muchas empresas ($10.00 - $6.50) X 35/2 = $61.25. Para
pequeñas, pero- eficientes a pesar de ello. los clientes vespertinos, es ($14.00 -
$8.50) X 55/2 = $151.25. El excedente
b. S, = 1 / ( 3 + ,/q, + &) > O para todas del productor es $425. El excedente total
las combinaciones de producción. Las con precios discriminatorios es $637.50.
economías de escala sólo en camisas Los precios discriminatorios han reducido
sugieren que cualquier empresa que el excedente total en $10.
fabrique camisas, deseará fabricar
muchas. Sin embargo, por las fuertes
economías de alcance entre las camisas
y la colonia, cualquier empresa que 6.1 a. Si P = $40, entonces Q= 5. Si P = $25,
fabrique muchas camisas querrá fabricar entonces Q= 10. Por tanto, la pendien-
también mucha colonia. .Así, las fabri- te = AP / A Q = - 15/5 = -3. La ecua-
cantes de colonia tenderán a ser gran- ción debe satisfacer P = intersección -
des, de modo que el mercado pueda 3Qy pasar por ( 5 , $40). Por ende,
acomodar sólo a unas cuantas. En otras P = 5 5 - 3 Q e s una aproximación.
palabras, es probable que el mercado de MR=55-6Q
Respuestas a los problemas prácticos
los hoteles pagan el servicio Basic. Los b. Por lo anterior, ofrecer ambos tipos
estudiantes, escuelas y jóvenes adultos genera utilidades de $48 000 + $66N,.
compran Disney. Las familias podrían De otra manera, se obtiene $94N,al
comprar el paquete. ofrecer sólo la cámara de 14 fotos: Esto
8.2 Sea Q l a medida en miles. La suma de significa que para NI,2 1 7 1 4 , se ofiece-
ambas curvas de demanda genera una rá sólo el paquete de 14 fotos.
demanda combinada de Q = 28 - 2P para
P I 12, y Q= 16 - Ppara 12 < P s 16.
Supongamos que la empresa trabaja donde 9.1 Hay un equilibrio de Nash. Es Suspenso,
se atiende a ambos consumidores, de Suspenso. En cada uno de los otros tres
manera que Q= 28 - 2P es la demanda resultados, por lo menos una empresa
importante. (Esto es fácil de demostrar.) tiene un incentivo para cambiar su estrate-
Las utilidades son ( P - 2 ) Q + 2SLdonde gia. Por ende, en estos casos, el resultado
SLes el excedente de los consumidores de no es un par de mejores respuestas.
baja demanda. A su vez, este excedente se 9 . 2 La mejor respuesta: q, = 22.5 - q 2 / 2 , y
da por ( 1 2 - P ) 2 / 2 .Así que las utilidades viceversa para q2. Por tanto, q, = q2 = 15.
son ( P - 2) (28 - 2P) + (12 - P)2. La Q = 3 0 ; P = $ 4 0 ; =~n2~= $450.
~
maxirnización respecto de P produce 9.3 Q = qc+ qu= 1 + 2 = 3 ; P = $ 6 0 ; n C =
entonces P = $4. Si se ofrecen dos paque- $20; T~ = $80. Si c1 = c2 = $20, entonces
tes de 8 y 14 fotos, observe primero que q, = q, = 1.67; P = $53.33.
los consumidores de baja demanda valoran
las 8 fotos en un total de ($8 X 8 ) / 2 +
$32 = $64. Así que se debe fijar el precio
10.1 a. Equilibrio de Cournot: q, = q2 = 30;
de $64 para la cámara con un rollo de 8
Q= 60; P = $8; y T , = T , = $180.
fotos. Los consumidores de alta demanda
ganarán un excedente de $32 en el roilo
b. Equilibrio de Bertrand: q, = q2 = 45;
P=$2;yn,=~~=O.
de 8 fotos. Ellos valoran una cámara con
10.2 P,, = P,, = $110.
14 rollos en $126, así que el precio de la
10.3 a. Supongamos que se atiende a todo el
cámara con 14 rollos es $126 - $32 =
$94. Si el costo marginal es todavía $2 por mercado. La función de mejor respuesta
foto, las utilidades son ($64 - $ 1 6 ) = $48 para Cheap Cuts es:
PR + ccc + t
en la cámara con rollo de 8 fotos y de Pcc = L
. Asimismo, las íün-
($94 - $ 2 8 ) = $66 en la cámara con 14
ciones de mejor respuesta para la Ritz es
fotos. Las utilidades totales si hay mil de
cada una, son $114 000. Pcc + C R + t
PR= 2 . Por cada $1 en el
a. Si Rowling vende sólo el paquete de 14
fotos, puede cobrar $126 a cada uno de costo unitario de una empresa, el precio
los tipos N , de alta demanda y ganar óptimo del competidor aumenta 50
$94N'como utilidad. La oferta de un centavos.
paquete de 10 fotos le permite ganar b. Precios de equilibrio:
$70 - $20 = $50 de cada consumidor
de baja demanda, pero lo obliga a redu-
1
cir el precio del paquete de 14 fotos a P, = t + ? ccc +2S C , = $21.67. El precio
$86, con lo que gana $86 - $28 = $58
como utilidad. Por tanto, la utilidad promedio ahora es mayor, para reflejar
total de esta estrategia es $50 000 + el costo más alto en la Ritz, y esto
$58Nb.Las utilidades son idénticas para suaviza la competencia en precios entre
cada estrategia cuando $50 000 + las dos peluquerías.
$58Nb = $94Nb, o cuando Nb= 1 389.
Una vez que hay tantos consumidores
de gran demanda como éstos, ya no es 11.1 a. q2 = 7 0 - q 1 / 2 .
rentable buscar a los de poca demanda, b. q, = 7 0 ; q2 = 35; P = $95; las utilidades
que son relativamente pocos. para la empresa 1 (líder) = $2 450; las
Respuestas a los problemas prácticos
206.25R r 56.25.
17.1 La curva de ingreso marginal del minorista
es MR = 3 000 - Q. Esta es la curva de
demanda del fabricante.
17.2a. La maximización de utilidades de WR
significa 100 - 2 Q = 5 + W w + W w=
95 - 2 Q = WW's curva de demanda de
WW. La maximización de utilidades de
B6.B a. De la ecuación (16.4) a , = $(A - WW significa 95 - 4 Q = 5 + W M=S W M
c ) ~ / B ( N +1)2,donde A = $130, c = = 90 - 4 Q = curva de demanda de
$30, B = 1, y N = 20 a, = $22.67. WM. La maximización de utilidades de
b. M = 6 . Por ende, por la ecuación WM significa 90 - 8 Q = 10 + Q= 10;
(16.7), .ir;= <7,,$1002/(20 - 6 + 2)2
= $39.06 < 6 X $22.67.
c. M = 17. nC,= e,,= $10Q2/(20 - 1 7 +
2)2 = $400 > 17 X $22.67. Una fusión b. Si se fusionan WM y WW, entonces la
de 1 7 empresas es (apenas) redituable. curva de demanda es el costo de las
Puesto que la utilidad se incrementa de operaciones combinadas, $15. La curva
manera monótona en M, ninguna de demanda que enfrenta la empresa
fusión con menos empresas generará fusionada es W w= 95 - 2Q. La maxi-
utilidades. rnización de utilidades s i d c a 95 -
16.2 a. ql = q2 = (120 + 3Ob)/4; qJ = (240 - 4 Q = 15 =a Q=20. El precio al menu-
906)/4; Q= 120 - 7.56, P = 60 + 7.56; deo para los consumidores disminuye a
a, = a2= (120 + 306)2/16 - 900, $80, mientras que el precio al mayoreo
positivo para todos los valores de b r P. para el minorista disminuye a $55. El
a, = (240 - 90b)2/16 - 900. Por ende, excedente total del productor es nWR +
662 Respuestas a los problemas prácticos
--
la innovación en W ( 2 5 ) = $1 500. $138.89.
c. Si T = 20, x 9.37 y las utilidades por e. El excedente social esperado con sólo
-
periodo $281 . l , W ( 2 0 ) =
$2 633.91 - $1 316.95 $1 316.96.
d. La ganancia en el bienestar social iguala
un laboratorio es 0.8($312.50 +
$156.25) = $375. Con dos laborato-
rios, es 2(0.8 X 0.2[$312.50 +
el valor de la innovación para el inno- $156.251) + 0.g2(2 X $138.89 +
vador más el incremento en el exce- $277.78) = $505.56. Es óptimo contar
dente del consumidor. En P = c = $70, con dos laboratorios si $505.56 - 2 K >
el excedente del consumidor es $(lo0 - $375 - K, o K < $130.56.
70)2/2 = $450. Si Pdisrninuye a $60, 23.3 a. P = $(lo0 + 120)/3 = $73.33. g, = q2
el excedente del consumidor es $800. = 6.67; Q= 13.333. n, = .rr2 = $88.89.
En P = c = $60.43, el excedente del b. 1. Las utilidades del innovador por
consumidor es $775. El valor del exce- periodo son nx= $( 100 - 100 +
dente del consumidor que se obtiene 60)2/18 = $200. La empresa rival
cuando T = 25 es gana $50. El precio disminuye a
$70. El innovador fabrica 10
unidades; el rival produce 5
El valor del excedente del consumidor unidades.
que se obtiene cuando T = 20 es 2. Este arreglo restablece el equilibrio
original. Así que el innovador
obtiene utilidades por periodo de
$88.89 más $10 por cada unidad
La reducción en T de 25 a 20 reduce vendida o $10(13.33) = $133.33.
apenas el valor de la innovación para los El total de las utilidades es $222.22;
consumidores y el productor en mayor que la que se obtendría sin
$1 855.46 - $1 848.52, una pérdida licencia.
como de $7. 3. Cuota = $88.89 = utilidad de la
23-2 a. PM = $(lo0 + 50)/2 = $75. Q= (100 -
empresa rival ($138.89) cuando c, =
75)/2 = 12.5. v M = $(75 - 50)12.5 =
c2= $50 menos la utilidad de la rival
$3 12.50. El excedente del consumidor
($50) cuando cl = 60 y c2 = 50. La
es = $ ( l o 0 - 75)2/4 = $156.25. empresa innovadora gana $88.89 +
b. q, = q2 = (100 - 50)/6 = 8.33. Q=
$138.89 = $227.78.
16.67. P = 100 - 2 Q = $66.67. n, = n2
= 138.89. El excedente del consumidor
es = $ ( l o 0 - 66.67)2/4
. . = $277.78.
c. Si sólo una empresa hace investigación,
las utilidades esperadas son No hay problemas prácticos en este capítulo.
50(= 2/8 X 200), el siguiente 75, el
25.1 Una estrategia dominante es aquella siguiente 100, el siguiente 125, el siguien-
estrategia que otorga un pago mayor que te 150 y por último el postor más alto de
cualquiera otra, independientemente de lo ,todos los otros, será 175 (= 7/8 X 200).
que los otros jugadores elijan. La otra Usted debe presentar una oferta por
estrategia que podría elegirse es dejar de $175 para ganar la subasta.
ofertar cuando el precio es todavía menor 25.3 Usted y su socio obtuvieron un valor de
a su valuación real. Supongamos que ef) 2 000. Otros participantes obtienen otros
precio de subasta es p, y que su valuación valores, y usted supone que los obtienen
real es p + E e Vy usted abandona su pos- de la misma dismbución uniforme en el
tura, su pago será 0, mientras que si usted intervalo [O, U]. Desea 'coqocer el valor
ofiece p + o e V entonces su pago es esperado de la fianquicia, o sea U/2, y
V- (p + E ) > O. Desde luego, si p = presentar una postura por ese valor. Al
entonces debe dejar de ofertar, porque p + ofertar por el valor esperado y no en el
E > Vresulta en un pago menor que cero, valor que obtuvo, usted evitará la
maldición del ganador. Para calcular el
que es el mismo pago que obtiene si no
valor medio de la fianquicia, debe deter-
minar el valor superior de la distribución,
U. Dado que hay 8 grupos participando y
que usted y .su socio obtuvieron 2 000, su
mejor estimación es que U = (80/79) X
$2 000 = $2 025.31. Por tanto, usted
debe ofertar por la cantidad que es la
el intervalo [O, 2001. Si suponemos que
media estimada de la disuibución, o sea
estas posturas están uniformemente espa-
$1 012.66. '
ciadas en el intervalo, entonces la más baja
sería 25(= 1/8 X 200), el siguiente
Conducta depredatoria: Acciones de una sola empresa
encaminadas específicamente a impedir que empresas
Acuerdo de fijación de precios: Colusión de empresas competidoras ingresen o permanezcan en un mercado.
en un meriado específico para fijar el precio qÜe se Costo hundido: Costo de ingreso que no se puede
manejará en ese mercado.- recuperar al salir de un mercado.
Agrupamiento miuto: Práctica de vender dos o más Costo marginal: Cambio en el costo total que surge al
productos como paquete, además de venderlos de fabricar una unidad adicional de producto.
manera individual. Costo promedio: Relación del costo total contra el
Agrupamiento puro: Práctica de vender dos o más total de la producción.
mercancías como paquete, compuesto de cantidades Curva de demanda: Relación entre el precio y
específicas de cada una, pero sin venderlas de manera la cantidad de un artículo que los consumidores
individual. están dispuestos a comprar.
Arbitraje: Aprovechamiento de cualquier diferencia en Curva de oferta: Relaciones entre el precio de un ar-
los precios cargados a diferentes compradores por el ticulo y la cantidad de éste que las empresas están
mismo artículo, al comprar donde el precio es bajo y dispuestas a vender.
revendiéndolo donde el precio es alto. En mercados
en que las empresas intentan discriminar por precios,
esto significan'a la compra y venta entre consumidores
para impedir estos esfuerzos de establecer precios Diferenciación de producto: Elaboración de diferentes
diferenciales. variedades de un producto especifico, cuando se dis-
Asignación de precios en dos partes: Política de pre- tinguen las variedades por características como color,
cios que consiste en honorarios fijos, independientes ubicación, calidad, estilo, etcétera.
de la cantidad comprada, y un precio unitario o pago Diferenciación horizontal del producto: Diferencia-
por uso de cada unidad que en realidad compra un ción por medio de características como color o lugar,
consumidor. pero n o calidad.
Asignación de precios uniforme: Política de precios en Diferenciación vertical del producto: Oferta de varie-
que se venden todas las unidades al mismo precio. dades de un producto diferenciadas por la calidad.
Discriminación de precios: Venta de dos variedades de
un producto a dos compradores diferentes a precios
netos diferentes, en que el precio neto es el precio
Barreras al ingreso: Acciones por las que una empresa pagado por el comprador, ajustado por el costo de la
trata de impedir el ingreso de competidores a su mer- diferenciación del producto.
cado. Discriminación de precios de primer grado: Política
Bienes complementarios: Artículos que los consumido- de precios que permite a una empresa cobrar a los
res o las empresas prefieren consumir conjuntamente. consumidores lo máximo que están dispuestos a pagar
por cada unidad vendida.
Discriminación de precios de segundo grado: Política
de precios utilizada cuando una empresa sabe que
está dando servicio a diferentes tipos de consumido-
Cártel: Grupo nacional o internacional de productores res, pero n o puede distinguir el tipo real de cada uno.
vinculados por un acuerdo para coordinar sus accio- Suele incluir la oferta de descuentos por grandes
nes, usualmente con la intención de limitar la pro- volúmenes a consumidores de alta demanda.
ducción y con eilo incrementar las utilidades de los Discriminación de precios de tercer grado: Política de
participantes. precios por la que se fijan diferentes precios unifor-
Colusión: Acuerdos entre empresas para coordinar sus mes a consumidores de diferentes tipos.
acciones (véase Cártel). Duopolio: Mercado que contiene dos empresas.
Competencia monopoiística: Mercado en que hay
muchas empresas vendiendo productos diferenciados.
Competencia perfecta: Estructura de mercado en que
todos los agentes son tomadores de precios y no rie-
nen poder estratégico. Economías de alcance: Situación en que es más econó-
Complementos estratégicos: Situación en que las fun- mico fabricar una serie de artículos en una empresa
ciones de mejor respuesta de los competidores tienen de productos múltiples, que producirla en dos o más
una pendiente ascendente. empresas especializadas.
Compromiso creíble: Una promesa o amenaza de Economías de escala: Situación en que el costo prome-
emprender una acción que es racional, es decir, Ópti- dio disminuye conforme aumenta la producción, a
ma en las condiciones en que se tomará la acción menudo medldo como la razón de la elasticidad del
amenazada. costo total respecto de la producción total.
Glosario
verticales de 1985,487
Loblaw's, 292 concentración y rentabilidad, NASDAQ, 334
221-223 Nash, John, 199
cuota óptima de licencia, 605 National Food Markets, 413
y política gubernamental, 222 Nelson, Phillip, 516
Modelo de duopolio de
Stackelberg, 248-251
Maldición del ganador, 543-646 comparación de resultados con
Mannesmann, 650 Cownot, 250 539-547
Mansfield, Edwin, 600 Modelo de producción límite, 275 Normas industriales, competencia
Mantenimiento de precio de Modelo espacial de Hotelling, de sistemas y batallas al res-
reventa: 134-135 pecto, 624-631
antecedentes, 454-456 costo marginal y total de publi- North Arnerican Industry
y discriminación de precios al cidad, 535 Classiíication System
menudeo, 480-481 publicidad, 533 (NAICS), 50,51
Northeastern Telephone Company Pet, 304 como competencia derrocha-
v. American Telephone and Pfizer, Inc., 505; 506, 561 dora, 527-528
Telegraph c o m k y et al., Philip Morris, Inc., 376 como información al consurni-
324 Pizzería Uno, 521 dor, 512-514
Northwest Airlines, 100-101 Poder de mercado, medición, 54- complementaria, 548-551
57 cooperativa, 55 1-554
Poder de monopolio, publicidkd, diferenciación de productos y
diferenciación del producto, poder monopólico, 506-
506-508 508
Política antimonopolios y el atado e información en mercados con
de productos, 188-190 productos diferenciados,
Office Depot, 408 Política gubernamental, papel, 528-539
Oficina del Censo, y clasificación como determinante de la en el modelo espacial de
de mercado, 50-51 estructura de la industria, Hotelling, 553
Oligopolio: 78-80 extensión de su alcance, 544-
fusiones vertical es.^ la exclu- Política gubernamental: 545
sión del mercado, 433- bienes de red, 631-633 fraude al consumidor, 520-
438 conducta depredatoria, 320- 523
modelo estático de Bertrand, 322 la verdad en, 520-523
228-232 hacia las fusiones horizontales, medida, 505-506
modelo estático de Cournot, 411-415 monopolista, 508-5 12
208-215 hacia las restricciones verticales, nivel de maximización de utili-
Oligopolista: incentivo para que 487-489 dades en empresa óptima
licencie una innovación no licencias de patentes, bienestar 537
radical, 604-605 social y, 607-610 persuasiva, 5 14-515
Ómnibus Budget Reconciliation modelo de duopolio de precios, 545-547
Act 1990 (OBRA 90), 365 Cournot, 222 y construcción de valor en la
OPEP, 334 Porter, Michael, 558 marca, 541-544
Optiva, 529 Posner, Richard, 558 y el dilema del prisionero, 610,
Oracle, 385 Precio completo, 135 528,529
Organización industrial: Precio de mercado, óptimo par- y señales, 515-520
definición, 3-5 cial, 142 Precios:
estudio, 5-6 Precio neto, 100 conducta depredatoria y lími-
mercados de subastas, 647-652 Precio: tes, 273-289
nueva, 1 3 completo, 135 de bloque, 120-122
IyD no cooperativa, 574-579 de dos partes, 114-120
y elección de calidad con un de entrega uniforme, 147
producto, 149-154 discriminatorios y no discrimi-
y publicidad de marca, 545- natorios, 9 7
547; grupo, 89-91
Precios de dos partes, 114-120 información asimétrica y Iími-
Pacific Telesis, 648, 649 Precios de entrega uniforme, 147
Paquetes de mercancías, y discri- tes, 310-314
Precios de equilibrio, en el mode- libre a bordo (LAB), 364
minación de precios, 167- lo espacial, 423-424
175 lineales, 8 9
Precios de grupo, 89-91 menú, 122-128
Paradoja de la cadena de tiendas, aplicación, 9 1-98
260-262 personalizados, 112-122
bienestar social, 105-108 puntos de la base, 363
Paradoja de las fusiones, fusiones diversidad de productos, 99- restricciones financieras y
horizontales, 387-39 1 105
Patatin y Patatán, juego, 626-628 depredatorios, 307-31 0
Precios de monopolio, bienes Primerica, 445
Patentes dormidas, carreras de complementarios, externali-
patentes, poder monopóli- Procter & Gamble, 133, 376,
dades de red, 178-183 505, 550-551
CO, 600-602
Precios de puntos base, 363 Productos de conveniencia, 5 13
Patentes, amplitud óptima, 592-
Precios depredatorios, 300-306 Productos vivenciales, 513, 5 16
593
restricciones financieras, 307-310 Productos:
dormidas, 600-602
Precios internos, 368 mercados diferenciados, publi-
duración óptima, 588-592
Precios LAB, 364 cidad e información,
Pechiney, SA, 385
Precios libres a bordo, 365 528-539
Peltzman, Sam, 1 2
Penguin, 470 Precios límites: Publicidad como información al
información asimétrica, 310- consumidor, 5 12-51 4
PeopleSoft, Inc., 385 314
Pepsico, 4 5 , 4 3 1 , 4 3 5 Publicidad complementaria, 548-
conducta depredatoria, 273- 551
Pérdida de peso muerto del
289 Publicidad cooperativa, 55 1-554
monopolio, 39 Precios lineales, 8 9 Publicidad persuasiva, 5 14-515
Publicidad y construcción del Servicios de red: Teorema de Selten, 342
valor de la marca, 541-544 competencia, servicios comple- Teorema tradicional, 351
Publicidad: mentarios, 620-624 Teoría de juegos:
nombre de marca, 539-547 oferta monopblica, 615-620 estrategias dominantes y domi-
SGL Carbon AG, 330 nadas, 200-204
Signatura Financial Group, 609 equilibrio de Nash como concep-
Singer Corporation, 603 to de soluaón, 204-208
Srnith, Adam, 6-7 introducción, 198-200
Solvay, 375 Teoría de la organización indus-
Satheby's, 269, 330 trial, y la lutha antimonopo-
Quaker Oats, 89 Southwest Airlines, 5 lios, 6-14
QVC Inc., 385 Spreckels, Claus, Senior, 299 T-Mobile, 650.
Standard Industrial Classifications Tom Boy, 292
(SIC), códigos, 50 Toyota, 75,298
Standard Oil Co., of New Jersey v. Toys "R" Us, 488
United States, 7 Trans-Missouri Freight
Standard Oil, 298.300 Association. 7
Staples, 408 Tyco ~nternationk,29-30
Ralph Lauren, 133 State Oil v. Khan, 455,456
Random House, 470 State Street Bank and Trust Co.,
Razón de concentración, 47 Inc., v. Signature Financial
Reed International, 470 Group, Inc., 609
Regla de Areeda y Turner, 323-324 Stevens, Carlile, 603
Renault Company, 100 Stigler, George, 167
Restricciones verticales: Subasta ascendente, 638 U.S. Department of Justice, políti-
como respuesta a la doble mar- Subasta de primer precio, 638 ca de amnistía, 378-379
ginalización, 456-459 Subasta de segundo precio, 638 U.S. Sugar Trust, 298,299
no de precios, 482-497 Subasta de sobre sellado, 638 U.S. v. Aluminum Co. of America,
política pública, 487-489 Subasta descendente, 638 291
Resultado de combinación estraté- Subasta holandesa, 638 U.S. v. Von's Grocery, 411
gica, 198 Subasta inglesa, 638 UCAR International, 330
Resultados de equilibrio, 198 Subastas de valor casi común, United Electric, 41 1
RJVs. Véase Alianza estratégica de 646-647 United States v. Addyston Pipe &
investigación Subastas de valor común, 643-647 Steel Co., 7
Rockefeller, John, 300 casi común, 646-647 United States v. Aluminum Co. of
Royal Crown Cola, 317 Subastas: America (ALCOA), 11
ascendentes, 638 United States v. American Can
de cotización sellada, 638 Company, 166
de primer precio, 38 United States v. American
de segundo precio, 638 Tobacco Co., 7,11
de valor casi común, 646-647 United States v. Colgate & Co.,
de valor común, 643-647 454
Safeway, 292 United States v. General Dynarnics
Schelling, Thomas, 13 descendentes, 638
holandesa, 638 Corp., 13
Schnucks Markets, 41 3 United States v. Loew's, Inc., 167
Schumpeter, Joseph, 559 inglesa, 638
Subway, 143 United States v. Trans-Missouri
Selten, Reinheld, 257, 342 Freight Association, 7
Selten, Richard, 13 Sun Jet Airlines, 325
Sun Microsystems, 633 United States v. United Status
Señales, y publicidad, 5 15-520 Steel Corporation, 8
Servicios al menudeo: Sustitutos estratégicos, 243, 575
Sutton, John, 549 Universal Manufacturing
en comparación con monopo- Corporation, 603
lio, y desempeño en el Utah Pie, 304, 306
mercado, 20-30 Utah Pie Co. v. Continental
perfecta, 21 -25 Baking Co., et al., 11, 322
servicios complementarios, Utilidad:
620-624 definición, 22
suministro óptimo, 461-472 Tamaño de mercado, como deter- diferida, 30-34
suministro y el viaje gratis, minante de la estructura de e IyD no cooperativa, 574-579
469-472 la industria, 76-77 Utilidades de monopolio:
vía innovaciones, 568-570 Telex v. IBM, 326 conservación y efecto de efi-
y efecto de reemplazo, 563- Teorema de equivalencia del ciencia, 566-568
566 ingreso, 639-643 potencial y colusión, 360-361
Servicios complementarios, redes, Teorema de la indistinguibilidad,
y competencia, 620-624 374
Ventas atadas, 175-178 Waterous Company, Inc., 487-489
agrupamiento, antimonopolios, Whirlpool Corp., 591
184-190 Woifram Research, 103-104
Verdad en la publicidad, el fraude Wyeth, 506
Valor presente, 32-34 al consumidor, 520-523
Valor presente descontado, 32 Viaje gratis y el suministro de ser-
Vanguard Airlines, 325 vicios ai menudeo, 469-472
Variedad. Véase Variedad de pro-
ductos
Vickrey, William, 639
Vidbn posterior a Chicago, 13
I ZI
Variedad de productos: Volkswagen, 506
grado, 143-146 Zenith Corporation, 13
y discriminación de precios de
tercer grado, 99-105
Venta minorista competitiva, 467-
468
Ventaja del que se mueve primero,
en el mercado de TV, 255- W.H. Srnith, 470
256 Walker Digitai, 608
Ventas ai menudeo, competitivas, Waker, Jay, 608
467 Wal-Mart, 298