esp e c i a l
LA DAMA INQUIETA
Número 31 - Especial Almussafes 2008
Editorial
Los engranajes de la
Dama se ponen una vez
más en marcha para
presentaros un resumen
de la ultima Trobada de
Magos de Almussafes fruto
de la pluma de Pinky,
nuestro cronista más
ilustre y con la ayuda de
Letang, uno de los
Dameros más populares
de la Dama
La magia española pudo
disfrutar de un fin de
semana repleto de eventos
destacables. Los
incentivos de este
encuentro, no son ni el
concurso con sus
apetecibles premios en
metálico, ni los
conferenciantes de calidad
que suelen contratar, ni la
fantástica feria mágica, ni
tan siquiera las galas con
artistas internacionales. El
éxito de las jornadas de
Almussafes viene de la
mano de Luis Lafont y su
equipo que saben tratar a
los asistentes como
La Dama Inquieta. Número 31 - Especial Almussafes 2008 - Página 1
ÍNDICE
Crónica del festival
familia. Todo ello unido a la
gran oferta de opciones Crónica “nocturna”
hacen que el encuentro de
i al
Almussafes sea uno de los
que más renombre tienen
en el calendario mágico
nacional. esp ec
Si te perdiste el encuentro,
encuentro de magos
esta es tu oportunidad de
enterarte de todo lo que
almussafes 2008
paso. Si estuviste allí,
seguro que rememoras
momentos dignos para la
posteridad.
Gracias a toda la
organización de
Almussafes por invitar a la
Dama y gracias a los
cronistas por el gran
trabajo.
Carlos Hampton
Abril 2008
Crónica
por Pinky
1) Cambio de planes
Sábado, 23 de febrero; correo de Carlos
Hampton, diciendo algo así como: "¿Vas a
Almussafes? Me gustaría que hicieses una
crónica para la Dama. Yo hablaría con la
organización para solucionarte la
inscripción, y tú tendrías que apañarte con el
hotel."
Mi ego -ese manipulador tan sensible al
halago que me trastoca los planes más
sensatos- se hincha y toma el mando. Yo no
pensaba ir a Almussafes (me suelen venir
mal las fechas), pero la oferta era
prometedora. ¿Un congreso estaba
dispuesto a “acreditar cronistas” para que
escribieran sobre el evento? Era una
oportunidad que no podía dejar pasar, más
por el concepto que por el dinero que
aparentemente me iba a ahorrar; en
realidad, si asistía ese fin de semana iba a
gastar más de lo previsto...
mucha gente delante nuestro (apenas unas
treinta personas); lo sorprendente era que lo
único que hacían cuando llegabas al
mostrador era... ¡comprobar que tu nombre
estaba en una lista, para darte un sobre!
Empecé a percatarme de que, en
Almussafes, hay cosas que llevan su
tiempo...
Pero –como dice el lema del buen cronista-
hasta en lo malo hay algo bueno: la espera
sirvió para saludar a tres dameros a quienes
tenía muchas ganas de conocer: Sarbatxo,
Ignoto y Juandi. Del primero –qué bien me
cayó- siento no tener foto, pero de quien sí
tenemos imagen es de nuestros particulares
Astérix y Obélix dameros...

Así que hubo acuerdo, y Luis La Font no

sólo aceptó acreditar a un "damero", sino
que al final... ¡fuimos dos! Letang sería mi
compañero de fatigas, lo que me alegró
mucho porque así se podría encargar de
escribir sobre las "juergas nocturnas"...

Reserva en el Tryp, libreta y cámara

preparadas, bañador por si las moscas, y al
salir del trabajo el viernes... ¡rumbo a
Valencia! Tres horas y pico después, me
encuentro en el hall del hotel con un Nano
(Letang) lleno de ganas y de ideas, deseoso
de “entrar en faena”. Duchita rápida y
salimos para Almussafes. ¡No queremos
llegar tarde a la inauguración, tenemos que
ser responsables con nuestra misión!
Lo que no sabíamos es que nos esperaba
hacer una hora de cola. No es que hubiese
Irían llegando los encuentros, saludos y
buenos ratos con muchos otros: Ricardo
Rodríguez, Carlos Muro, Kiko del Show,
David Redondo, Nacho Mesa, Iván Manso y
María Bella (no he insinuado nada, ¿eh?),
Carlos Serrate, Kayto, Carlos Adriano,
Miguel Eiffel, Xavier Tapias, Perete... y, por
supuesto, el pimpollo Ángel Valera, flamante
organizador de un evento que dará mucho
que contar, y que se encargó de

La Dama Inquieta. Número 31 - Especial Almussafes 2008 - Página 2

promocionar en Almussafes: el I Congreso
de Magia de Cerca Alicante Mágico !08.
¿Cómo? ¿Qué todavía no te has apuntado?
¡Mira que te vas a quedar sin hotel...!
2) ¡Bienvenido, Mr. Magic!
Salvo el ratito de aislamiento que pasé
disfrutando en solitario de las heladas aguas
de la piscina del Tryp (sólo para poder
presumir después), durante los dos días que
pasé en Almussafes tuve la impresión de
hallarme inmerso en una película de
Berlanga (Calabuch, Bienvenido, Mr.
Marshall...). El pueblo –con perdón- estaba
literalmente tomado por la “tropa mágica”,
que ponía todo patas arriba y desbordaba
restaurantes, pubs... Y allá por donde
hubiera jaleo te encontrabas con el Pepe
Isbert responsable de tamaño follón: Luis La
Font, con su ronca voz y su infatigable
humor, y sin que se le pusiera nada por
delante.
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Ver tanto mago por allí, y de tan variadas
procedencias, era como si finalmente la
montaña se hubiese acercado a Mahoma.
¡Ya quisiera yo retirarme a mi pueblito
favorito -en el que los abueletes hacen la
compra en bicicleta, con una cesta de
esparto sujeta en el manillar- y que una vez
al año las calles y escenarios locales se
llenasen de tantos magos! Y así durante
dieciséis años seguidos, que se dice pronto.
Quiero decir que, problemas de
organización aparte, la Trobada de
Almussafes es un evento muy peculiar. En el
fondo, se complementan simbióticamente la
ilusión de ver magia de los locales con la
oferta de un “caramelo” suficientemente
apetitoso -concursos, conferencias, galas,
feria mágica, ambientillo en general- para
los magos foráneos. Y la idea es buena,
porque en el fondo todos consiguen lo que
buscan... ¿Todos? Bueno, más bien casi
todos. Pero de los concursos y los premios
hablaremos después.
Por volver al relato, hay que comentar que
una parte importante del “Almussafes para
los almussafeños” (¿se dirá así?) la
constituyen las actuaciones de malabares y
magia infantil en la calle, así como el taller
de circo que se desarrolló el sábado por la
tarde en el Parque Central. Este año los
malabares corrieron a cargo de Parsi Parla y
la magia fue protagonizada por Joana
(efecto: “Estoy inmensa, pero no estoy
gorda”; explicación: Joana está a punto de
hacer abuelo al Andreu). Por otra parte, el
Circo Fabigan organizó el taller de
acrobacias, malabares y equilibrismos
varios.
Apenas pude asomarme un rato a estas
magias, malabares y juegos, pero sí lo
suficiente para poder decir que bastaba
observar las caras de niños y mayores para
comprobar que los actuantes cubrieron bien
su objetivo (a pesar del fuerte viento de la
tarde del viernes). Y no puedo dejar de
comentar una graciosa frase de Joana. Tras
presentarse como catalana, saca a una niña
para que le ayude durante un buen rato; y, al
mandarla de vuelta a su sitio, dice: “vamos a
darle a Alexia sólo medio aplauso, porque
para lo poco que ha hecho...”
Digna también de mención la actuación de
un jovencísimo mago, Picaresky, en la tarde
del viernes. Demostrando mucho ensayo y
versatilidad para su edad (ver su foto)
realizó una pequeña sesión muy completa:
bastones, tubo Massal con plumeros,
predicción de calcetines de color... ¡incluso
se atrevió con los aros chinos! Desde aquí le
mando mi enhorabuena, está claro que está
trabajando mucho y que tiene buenos
maestros.
3) La serie de tres... conferencias
Las tres conferencias de esta edición de
“Almussafes Mágico” fueron, a mi entender,
La Dama Inquieta. Número 31 - Especial Almussafes 2008 - Página 4
bien diferentes. Lo único que tuvieron en
común fue la inadecuación de la sala
habilitada para su impartición: muy pequeña
en relación al número de magos asistentes
(muchos se tenían que apelotonar, de pie,
donde podían) y con muy mala visibilidad.
Pero, a pesar de las incomodidades, todas
las charlas tuvieron una gran afluencia de
público. Procedo a reseñarlas por separado,
intentando ser breve para no cansar al
lector.
- Juan Mayoral empezó pidiendo disculpas
por los problemas de la sala: “Me siento muy
incómodo porque muchos de vosotros estáis
incómodos; os agradezco mucho vuestro
interés hacia mí”. Su charla siguió un
esquema muy sencillo y muy personal a la
vez. Alternaba la presentación de sus
efectos electro-mecánico-pirotécnicos (y sus
posteriores explicaciones) con reflexiones
sobre las desventajas de las actuales
facilidades de acceso a la magia –
reduciendo la capacidad de soñar que
producía antaño la larga espera de un efecto
o libro mágico encargado por correo-, sobre
la diferencia entre haberte pasado la
infancia fabricando tus propios enseres
mágicos y pasar el día jugando con la play o
el ordenador, o sobre cómo la ausencia de
críticos en nuestra afición/profesión hace
que el público no haya aprendido a distinguir
lo bueno de lo mediocre (aplaudiendo a
menudo más al truco que al mago que lo ha
presentado).
De Juan me llegó su humildad, tan escasa
en el mundo de la magia. Si sus
cachivaches le emparentan con Robocop o
McGyver, sus formas le acercan más a un
entrañable Eduardo Manostijeras. Me quedo
con su frase sobre la necesidad de rodear
con un aislante térmico una bombona de
gas que lleva fijada al tobillo: “Sin esto, la
bombona quema: y la primera vez me
resultó muy difícil sonreír mientras me
quemaba la pierna...”

- La segunda charla que anunciaba el
programa corría a cargo del humorista Sr.
Corrales, que no pudo impartirla por
“motivos familiares”. Muchos nos quedamos
con gran intriga en relación a cuál sería el
contenido previsto para su charla, sobre
todo en relación a su conexión con la magia.
La baja fue cubierta con mucha dignidad por
el argentino Pablo Cavaleiro, que expuso un
popurrí de “consejos de presentación para
profesionales”.
A mi modesto entender, Pablo cubrió el
expediente. El contenido de su charla me
pareció simplemente correcto, y me
“chirriaron” alguno de sus consejos, su
obsesión numerológica (digna del Dr. Matrix
de Gardner) por el número tres y su empeño
en dar la razón al público ante cualquier
intervención de éste. Pero he de reconocer
que muchas personas parecían obtener
provecho de las ideas que iban siendo
expuestas. Hasta aprendimos algo sobre los
sólidos platónicos, quién lo iba a decir...
Recojo un consejo de un espectador
(“olerte el puño antes de actuar te ayuda a
respirar por el diafragma”) y con un
momento gracioso. Uno de los asistentes
levantó la mano y, refiriéndose al dúo
Estopa, preguntó a Cavaleiro: “¿Conoce Ud.
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Estopa?” A lo que éste respondió: “Lo sentí
nombrar, pero no fui nunca allí”.
- Hay que reconocer que para cada mago el
interés de una conferencia depende mucho
de la rama de la magia hacia la que se
siente más atraído. Esto hace que, en mi
caso, la conferencia que más interesante
resultó fue la de Dani DaOrtiz. Incluso diría
que, dejando aparte los aspectos humanos,
fue el momento del certamen en el que más
aprendí, con diferencia.
El propio Dani empezó señalando la
dificultad que para él suponía el disponer
solamente de una hora –que sobrepasó en
quince minutos- para su charla, limitándose
así a ofrecernos algunos “trozos de
conferencias” en vez de una exposición con
estructura y entidad propia.
Tras presentar -con esa velocidad y ese
“morro” que me ponen de los nervios- tres
de sus rutinas con barajas prestadas
(pobres incautos), explicó detenidamente
dos de ellas: la doble carta al número y las
adivinaciones al corte. Ambas me parecieron
un prodigio de construcción, con
interesantes ideas sobre cómo gestionar las
expectativas de los espectadores frente a un
efecto mágico.
Con la charla aparentemente finalizada,
DaOrtiz consiguió hábilmente “estirar el
tiempo” para explicar varias inteligentes
aportaciones al efecto de “carta rota que
aparece entera”, transformándose así el final
de su charla en un “dealer show” y
ofreciendo muchos productos que casi todos
nos lanzamos a comprar.

Lo que no me quedó claro es si devolvió
alguna baraja...
4) La magia, ¿a concurso?
Puede ser interesante entrar ya en uno de
los aspectos que más diferencian a
Almussafes de otros certámenes de ámbito
local: los concursos, con las características
adicionales de ofrecer un premio en metálico
y de combinar magos y profanos –desde el
punto de vista mágico- en los jurados.
Durante estos días no puedo quitarme de la
cabeza dos frases de mi admirado Juan
Tamariz (del Tamariz de la primavera de
1980, cuando entré por primera vez en la
SEI de Madrid y allí estaba, dando una
conferencia... ¡completamente afónico!). Dos
frases aparentemente contradictorias: por un
lado, la jocosa de “Me gustan los concursos
cuando me dan premio”; por otro, aquella en
la que se lamentaba del tremendo daño que
pueden hacer los premios (no he buscado
las citas literales).
Y es que las dos frases son verdad,
muestran las dos caras de un concurso
mágico. La del subidón en la autoestima de
los que han obtenido el premio (dinero o
reconocimiento) que buscaban, junto con la
decepción –a veces mezclada con un
enfado no necesariamente justificado- de
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quienes esperaban más de lo que han
recibido.
En ese sentido, la existencia de premios en
metálico añade una componente “sucia” (en
cierto sentido) a un concurso. Porque quien
se presenta a una competición en la que
sólo puede ganar un reconocimiento a su
buen hacer puede optar por acercar mucho
su número a su propio concepto de la
magia, mientras que quien aspira a un
dinero es más probable que confunda su
participación con una apuesta económica.
Aunque admito que el debate no es tan
simple, pues todo concurso obliga a un
encorsetamiento del número y porque el
mismo prestigio de ganar un concurso sin
dinero también tiene un efecto directo en el
“caché” y las contrataciones de un mago.
Pero de alguna forma, un tipo de concurso
pone precio a la magia y el otro no mezcla el
arte con el dinero. Y esto deben valorarlo
tanto quienes organizan un concurso como
quienes se inscriben en él.
5) Concurso de Magia de Cerca
Con media hora de retraso sobre el horario
anunciado, y con ciertas “dificultades” por
parte de la organización -simple
descoordinación, sin mala voluntad por parte
de nadie- para ubicar a los cronistas (tras
veintinueve minutos en primera fila, en el
último momento me mandaron a un asiento
desde el que tomar fotos decentes era casi
imposible), comenzó el primer concurso. Los
participantes ocupaban una mesa en el patio
de butacas, delante del escenario, y una
pantalla vertical proyectaba las imágenes
tomadas desde una única cámara (frontal).
Dentro de lo que cabe yo veía bien, aunque
supongo que para los de las últimas filas del
teatro una segunda cámara cenital era
imprescindible.
Presentó el concurso Dani DaOrtiz, con la
paradójica –aunque justificada-
circunstancia de no poder desempeñar las
dos funciones principales de un mago-
presentador de magia: ¡hacer magia y
presentar a los actuantes! Difícil papel pues
–por su excesiva simplicidad, al limitarse su
trabajo a nombrar a cada actuante junto con
su lugar de procedencia y, en algún caso, la
edad- para Dani. Por otro lado, al final de la
Gala estaba previsto que Iván Santacruz y
DaOrtiz actuasen en un “especial close-up”,
pero las prisas asociadas al retraso del
comienzo y a la necesidad de preparar el
salón para la posterior Gala de Escena
hicieron que dicho “especial” se quedase en
un breve y acelerado atisbo de lo que podría
haber sido.
Sobre el concurso en sí, no voy a entrar en
demasiados detalles enumerativos acerca
de lo que hizo cada artista. Lo que haré será
exponer mis impresiones sobre las
actuaciones, que como siempre debe
entenderse como una opinión más de todas
las que cualquiera de los asistentes a la
Gala podría expresar. ¡Incluso menos válida
que las de otras personas que no tuvieran
que ocuparse en escribir o hacer fotos
mientras veían el concurso!
Empezaré diciendo que los premios me
parecieron justos, especialmente el más
importante: el joven bilbaíno Imanol,
desconocido para muchos hasta el sábado 5
de abril de 2008, supo conectar con el
público desde el primer momento,
aprovechando la paradójica ventaja que
suponía el no venir con el cartel de “favorito”
colgado en la espalda. Como muy bien
explicaría Dani en su charla –que no
homilía- dominical, una expectativa alta
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empequeñece el impacto, mientras que una
expectativa baja lo engrandece.
Y eso es, desde mi punto de vista, lo que
ocurrió: algunos de los favoritos no tuvieron
su mejor día, mientras que Imanol alcanzó
un alto nivel. Su rutina comenzó a un nivel
medio (falso fallo al localizar las tres cartas
del valor de la elegida), mejoró un poquito
en la fase media (viajes de ocho cartas
firmadas), y acabó con un final explosivo y
muy bien encadenado con el resto de la
rutina (ordenaciones de palos con sorpresas
y viajes al estuche de dificultad creciente).
La ovación final fue similar a la que se
produjo horas después, cuando Luis La Font
hizo público el nombre del ganador. Justo
premio, pues, sin duda, para Imanol, a quien
tuve ocasión de felicitar el domingo, y que
se prestó amablemente a posar para los
lectores de la Dama.
El segundo premio fue para el coruñés
Román García, uno de los favoritos en las
quinielas. Debo reconocer –uno es preso de
sus palabras, pero prefiere ser honrado a
engañarse a sí mismo- que suelo ser crítico
cuando valoro la magia de Román, en el
sentido de distinguir sus ideas (muy buenas,
rozando en ocasiones la genialidad) de sus
dificultades para conectar bien con el
público y comunicar emociones.
No obstante, el sábado Román estuvo
mejor que otras veces que le he visto, y sin
duda mereció el premio logrado. Incluso,
intentando ser objetivo, habría sido
igualmente justo un primer premio si
tuviéramos más en cuenta la cabeza que las
emociones más inmediatas. Su rutina, con
elementos de mentalismo (mensajes con
ceniza), de numismagia (conversión de
cuatro monedas de plata en oro, con ayuda
de una tacita) y de cartomagia (dibujos que
deslizan, reunión de firmas), resultó toda
una exhibición de ingenio y técnica, con una
charla bien hilada. Quizá la eliminación de
uno de los efectos (el cuarto fue el más flojo,
para mi gusto) y el realce emocional de las
presentaciones habrían hecho de su
actuación un auténtico “bombazo”. Pero –
insisto- todo es opinable...
Si afirmo que el tercer premio de Cyrille
Sinclair también me pareció justo me baso
en que supo diferenciarse claramente de los
demás. Presentó -sentado y con fondo
musical- un número en el que las bebidas y
el tabaco abrían y cerraban, quedando los
juegos con cartas (aparición y
transformación del mazo, cortes por ases,
pintajes, viajes) como si fuesen un
justificado paréntesis dentro de la rutina.
Los puntos flojos que en mi opinión tuvo el
número de Cyrille fueron el abuso del
regazo, algunos fallos en la técnica y la
renuncia a la voz como herramienta de
comunicación (que en magia de cerca es
prácticamente imprescindible).
No obstante, insisto en que mereció su
premio. Pero si he escrito –y argumentado-
que los tres premios me parecieron justos,
de ahí no debe interpretarse que me
hubieran parecido injustos otros posibles
premiados; especialmente dos, Ricardo y
David. Aunque puede que cuando hablo de
ellos no sea del todo objetivo...
Ricardo Rodríguez es uno de los mejores
cartomagos (y magos de cerca) que
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tenemos en España; y –como ya he escrito
otras veces- quien en cartomagia dice
“mejores de España” está diciendo “mejores
del mundo”. Su Reunión de ases (mi favorito
en el repertorio de Ricardo) encandila por su
total limpieza y claridad hasta a quienes
odian las reuniones de ases: el propio
espectador extrae los ases de la baraja,
comprueba la normalidad de todos ellos y la
no existencia de duplicados en el mazo. Y a
partir de ahí, sin una sola maniobra
sospechosa, los ases empiezan a
desaparecer y a viajar haciendo cierta la
máxima de “si pestañeas, te lo vas a perder”
que ha hecho tan popular la Fórmula uno.
Ricardo presentó su Reunión de ases en
Almussafes, aunque los nervios (la
expectativa de partir como favorito no le
benefició) le hicieron estar menos suelto de
lo habitual. Aún así, la rutina apenas perdió
fuerza. Lo que a mi juicio privó a Ricardo de
un premio más cercano a la calidad de su
magia fue la elección de los otros dos
juegos que presentó en el concurso, muy
buenos pero más propios de magia de salón
que de cerca: su surrealista rutina de
pañuelos 1 – 3 + 2 = 0 y su Desaparición de
jaula, con la que tuvo también un pequeño
problema. En definitiva, que Ricardo no tuvo
su mejor día, pero que tengo muy claro que
sería mi primera opción si tuviese que
contratar a uno de los ocho concursantes
para obsequiar con magia a mis invitados.
David Redondo es uno de los magos más
entregados y esforzados que conozco; su
labor de años con los aspirantes a socios en
la SEI de Madrid ha sido magnífica, su
esfuerzo por estudiar y presentar diferentes
tipos de magia está fuera de lo común, y
cada vez que se ha presentado a concursos
ha mostrado un nivel digno de premio; y por
si fuera poco, me he dejado sin mencionar
su gran manejo de las cartas.
En Almussafes David también alcanzó un
nivel similar al de los premiados, con una
entrada muy buena (baraja “espachurrada”
que recupera sus dimensiones, rutina -muy
visual- con ases y copa de cristal). Pero la
continuación, con la “copa sabia” que
localizaba la carta elegida no tiene un buen
final, lo que hace olvidar al público el nivel
con el que comenzó la rutina. Con lo que la
limpia –pero emocionalmente débil- reunión
de firmas con la que terminaba el número no
llegaba a recuperar el terreno perdido.
David tiene mucha buena magia dentro, y
me preocuparía que su mala suerte con los
premios le hiciera perder la ilusión y la fe en
sí mismo que necesita para llegar muy
arriba. No corras, amigo, no tengas prisa y
disfruta con lo que haces; porque sólo
disfrutando terminarás de encontrar tu sitio
entre los mejores.
No se me enfaden los tres concursantes
que aún no han sido comentados. Aunque
he dado a entender que estuvieron más
lejos de recibir premio que los cinco magos
anteriores, todos fueron dignos
contrincantes y cada uno de ellos exhibió
cualidades importantes. Y, en cualquier
caso, los tres merecen mi más alta
admiración por haber sido capaces de
presentarse a un concurso de nivel similar a
un Nacional.
Dálux (16 añitos, el chaval) recibió el
domingo -¿por qué no el sábado?- una
mención de honor por parte de la
organización del certamen. Y ciertamente
mostró un gran nivel en relación a su edad.
Sus monedas en la Okito me recordaron mi
examen de la SEI, cuando tenía su edad...
¡sólo que yo era un chapucero improvisador,
y Dálux se lo había preparado bien!
Traje oscuro, peinado formal, rostro serio,
un velador alto con tapete, música de fondo
(Blue bayou, Forrest Gump), cortes por los
ases, las cuatro cartas azules, aparición de
monedas, rutina con caja Okito que al final
vuela como una bola zombie... Lo dicho,
Dálux estuvo sobresaliente en relación a su
edad. Pero para llegar al nivel de los
mejores tiene todavía que progresar un poco
en técnica, en soltura, en originalidad, y
sobre todo en comunicación. Como he dicho
al comentar el número de Sinclair, la magia
de cerca sin palabras pierde la mejor de sus
armas... ¡y es más difícil vencer desarmado!
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Por otro lado, la ubicación de la cámara
perjudicó mucho la visibilidad del número de
esta joven promesa.
Mago J fue el único concursante que se
atrevió con las dos modalidades: ¡el sábado
por la tarde competía en Magia de Cerca, y
el domingo por la mañana en Magia Infantil!
Él mismo reconocía que en el primer
concurso sus probabilidades de premio eran
pequeñas, mientras que a mis oídos llegó
que en Infantil se quedó a un solo punto de
obtener premio. En cualquier caso, el mérito
de la doble competición es evidente.
Centrándonos en la Magia de Cerca, he de
decir que la rutina de J era, sobre el papel,
muy completa; centrada en las cartas, tenía
efectos de disminución de tamaño, de viajes
con carta firmada, efectos de cubiletes con
un vaso de vidrio y una lata de cacahuetes
que retrocedía en el tiempo... Los ladrillos
que construían su número eran adecuados,
quizá fallaron la argamasa –la justificación
de los efectos- y una cierta inseguridad en el
artista.
Pensando en la rutina de Mago J y en
tantas otras, me pregunto si no sería
preferible presentar pocos efectos, con una
charla bien cuidada, que una sucesión de
sorpresas insuficientemente justificadas.
Siempre he pensado que lo difícil es
presentar otro milagro si realmente acabas
de mostrar uno... ¿no debería el público
quedar “fuera de combate” tras un único -
pero verdadero- milagro de un mago?
Por último, terminamos este –finalmente
largo- repaso al concurso de Cerca
comentando la que precisamente fue la
actuación del último concursante: nuestro
apreciado Xavier Tapias, a quien me
encantó volver a saludar en su stand de la
Feria Mágica.
La actuación de Xavier (que también hacía
doblete, ya que participaría horas después
en la gala de escena) era difícil de clasificar,
salvo que recurramos a hablar de un nuevo
tipo de magia... ¡la de Tapias! A modo de un
moderno Gepetto, Tapias se ha
especializado en los seres que cobran vida
gracias a motores, engranajes secretos y
mandos a distancia. Lo difícil es distinguir en
qué medida se trata de una especie de “arte
afín” a la magia (al ser obvia una explicación
tecnológica), o si el camino correcto está en
añadir un efecto mágico al núcleo robótico o
en renunciar totalmente al misterio para
centrarse en una presentación divertida o
poética de cada criatura.
En su número de concurso, Tapias optó por
el misterio añadido; un muñeco animado
(Antonio) dibujaba en un cuaderno el
símbolo ESP escogido por una espectadora;
seguidamente, la vibración del móvil de
Xavier se detenía junto a la carta escogida
por la misma mujer, lo que provocaba que
Antonio se pusiera a bailar breakdance.
Ideas distintas, originales, incluso
misteriosas, pero cuya presentación quizá
Xavier debería trabajarse un poco más (o
cederla generosamente a otros magos ,
centrándose él en el diseño, la creación y la
implementación -¡que no es poco!- de sus
fantásticos inventos).
6) Concurso de Magia Infantil
Aunque procuré apresurarme haciendo mis
compras a Dani DaOrtiz, al finalizar su
conferencia, cuando llegué a Parque Central
de Almussafes ya estaba Kiko del Show
haciendo de las suyas sobre el escenario.
Traje negro, gafas de sol, decoración MIB…
¡un tipo duro, en definitiva, muy diferente al
que suele llevar camisas con florecillas!
No estoy en condiciones de hacer una
crítica justa del Concurso de Magia Infantil;
cada vez estoy más convencido de que uno
sólo debe opinar sobre aquello que conoce
mejor, o al menos sobre aquello que ama. Y
mi única aproximación seria a la magia
infantil, aparte de la asistencia a algunos
“bolos” de mi hijo, ha sido la lectura de
“Serio de remate”, el –a mi entender-
fantástico libro de Silly Billy. Así que mis
criterios son bastante similares a los de
David Kaye, y desde esa forma de entender
la magia infantil (además de mi criterio como
La Dama Inquieta. Número 31 - Especial Almussafes 2008 - Página 10
simple espectador) puedo expresar mis
modestas opiniones sobre este concurso.
Si al terminar la última de las ocho
actuaciones alguien me hubiese pedido mi
opinión sobre cuál había sido la mejor, sin
duda habría dicho que la de Carlos Adriano,
a quien el jurado relegó a la segunda
posición en beneficio de Andrély. Admitiendo
que ambos magos fueron los que más se
acercaron a mi forma de entender la magia
infantil, y que Andrély demostró conocer el
terreno que pisaba, creo que Carlos manejó
menos recursos externos y obtuvo mejores
resultados (en cuanto al disfrute del público).
Mediante su ropa, su voz, sus frases
propias –“¡oye, tron!”- y sus gestos, Carlos
se transformó en un divertido personaje de
dibujos animados. Desde el punto de vista
mágico, optó por realizar pocos efectos,
pero llenando a cambio el escenario de
diversión, dramatismo y color. Los niños
disfrutaron y participaron desde el primer
momento, y era curioso comprobar que se
podía disparar la cámara en cualquier
momento porque siempre se obtendría una
imagen de un espectáculo vivo y alegre.
Andrély, como he dicho antes, tuvo una
buena actuación. Lo digo porque los niños
del público lo pasaron muy bien con su
espectáculo, a pesar del posible cansancio
que suponían casi dos horas seguidas de
magia (se trataba del último concursante).
Realizó muchos juegos, con un ritmo muy
rápido, como si tuviera prisa, y presentó sus
últimos juegos mientras cantaba una
canción.
El tercer premio recayó en Jula, de
Castellón. Tras una breves palabras para
presentarnos al “bebé Carolina”, el resto de
la actuación se desarrolló con música de
fondo. Me pareció muy divertida la idea del
bebé y la temática general de los juegos
(globos comunicantes, leche que se
multiplica, biberón flotante...), pero me
sorprendió enormemente que se plantee
una actuación infantil sin hablar ni hacer
participar a los niños. En cualquier caso,
vaya para Jula (y para Carolina) mi
felicitación por su premio.
Hubo dos magos –Mago J y Mago Marín-
que optaron por un estilo diferente,
perfectamente válido pero que en mi criterio
se aleja bastante de lo que yo entiendo por
“Magia Infantil” (aunque recuerdo al lector
que mi opinión sólo tiene el valor de ser una
más). Me parece más bien una magia para
ver por televisión, en la que el único papel
que se adjudica a los niños es el de
acompañar al mago mientras éste presenta
sus efectos, generalmente de temática
poética. Es un estilo utilizado con mucho
éxito por Jorge Blass, por ejemplo, con
juegos muy similares a los que presentaron
J (aparición de un pez, transformación de
una rosa de papel) y Marín (cuerdas,
monedas y cartas, pompas de jabón). Hay
que reconocer que Marín tuvo muy mala
suerte al sufrir diferentes problemas con el
sonido, llevándole los nervios a descontrolar
un poco el tiempo y ser descalificado por
ello.
Por lo demás, ambos números fueron
agradables de ver y estaban bien
preparados (con especial mención a la
escenografía y sistema de proyección de
Mago Marín, que no resultó eficaz al actuar
a plena luz del día); mi discrepancia está en
que pienso que en la magia infantil el
público en su conjunto debe tomar parte
activa en la representación, como si fuera un
personaje colectivo con tanto protagonismo
La Dama Inquieta. Número 31 - Especial Almussafes 2008 - Página 11
como el mago o como los niños-ayudantes
que suben al escenario.
Y me quedan por comentar –más
brevemente- los números de otros tres
dameros: Rochester, Ignoto (& Olga), y
Mago Jose. Espero que no se me enfade el
primero de ellos si digo que su número me
pareció flojo en cuanto a la fuerza mágica
que los niños exigen a quien pretenda
bregar con ellos (la verdad es que se
necesita un valor especial... o disfrutar
haciéndolo); lo que me pareció interesante
es la idea del juego (un maniquí para
pruebas de accidentes adivina una señal de
tráfico escogida por un espectador), a la que
quizá se pueda sacar mejor partido.
El Mago Jose empezó con la predicción de
la lata de refresco -con la que tuvo un
problemilla al intentar producir el azúcar- y
cerró con la levitación del velador. Creo que
el público disfrutó más con el velador que
con el juego hablado, lo que está bien como
magia pero no es exactamente un efecto
“infantil”.
Aunque el número de Ignoto y Olga no me
pareció digno de premio, bastante tuvieron
con ser capaces de dar la cara y entretener
a niños y adultos durante un rato. La
semana había sido muy accidentada para
ellos, con problemas diversos que se
multiplicaban según se acercaba el
momento de actuar (ya los ha contado
Ignoto en el foro). Además, tuve la impresión
de que su magia es más intimista y más
poética que la que las condiciones del
estrado proporcionaba. Me encantaría verles
actuar en un salón, con treinta niños, porque
creo que habrían podido conectar mucho veces, eran las barajas Bycicle a precios
mejor. bastante por debajo de los dos euros.

Y no puedo dejar sin mencionar las muchas Aunque mi balance global de la Feria es
tablas de Kiko del Show, quien tuvo que muy bueno –excepto por la de dinero que
improvisar sobre la marcha juegos que allí me dejé, concretamente en los stands de
entretuviesen al respetable mientras se Rochester y de Perete-, creo justo señalar
recogían y preparaban los diversos enseres un par de detalles mejorables: el control de
de los actuantes. Para éstos las condiciones acceso (se llegaron a colar profanos) y la
de trabajo tampoco fueron nada fáciles, al hora de cierre del sábado, creando una hora
no disponer apenas de un minúsculo de tiempo muerto en el horario oficial.
espacio para ellos y para sus materiales
(¡hablamos de 9 actuaciones!). La verdad, el
cómo superaron las circunstancias a las que
tuvieron que enfrentarse da un mérito
mucho mayor a su esfuerzo. Y creo que el
público disfrutó, gratuitamente, de dos horas
de magia variada, de calidad y muy
entretenida.

7) La Feria Mágica

Creo coincidir aquí con la inmensa mayoría

de los asistentes a esta edición de la
Trobada, si digo que el local destinado para
la Feria Mágica en esta ocasión fue
inmejorable. Muy amplio y bien distribuido,
permitía tanto acercarse a los puestos como
retirarte de ellos para charlar un rato con los
amiguetes.

La Feria también disponía de una amplia

zona central, con un pequeño escenario,
donde se celebró (en la madrugada sábado,
¡menudas horas!) la Gala de Feriantes. En
mi opinión la mayoría de los vendedores se
limitó a hacer el paripé, presentando algún
juego o aparato para cumplir el expediente.
No obstante hubo diversión (con las “cosas”
8) Las Galas de Escena
de Andreu), hubo bromas (el cubo de Rubik
que los “amigos” de Rochester habían
Como mago, no acabo de ver justificada la
manipulado para que no se pudiera
realización de dos Galas de Escena
recomponer “ni con magia”) y hubo una
diferentes en un mismo evento mágico -
bonita exhibición de malabares (a cargo de
máxime cuando entre las dos galas se
Fabigan, si no me equivoco).
dieron muchos paralelismos-; de todas
formas, supongo que a los amantes de esa
Me decía Encarnita (de Magia Estudio, que
especialidad de la Magia les parecería
no tenía stand en la Feria) que había visto
estupendo el plan.
precios muy bajos en muchos artículos, lo
que achacaba a una competencia feroz por
Me parecería injusto dejar sin señalar un
captar clientes. El cebo principal, como otras
incidente ocurrido en el comienzo de la

La Dama Inquieta. Número 31 - Especial Almussafes 2008 - Página 12

primera gala. La inadecuada capacidad de
los restaurantes locales para atender a
tantos magos a la vez hizo que a muchos
nos resultara totalmente imposible llegar a
tiempo al teatro; en concreto, en mi mesa
tuvimos que esperar una hora y cuarto para
que nos trajeran algo tan sofisticado como...
¡unas pizzas! Al intentar acceder a la Gala,
se nos prohibió el acceso con el argumento
de que ya había comenzado. En principio
parece una razón de peso, que se aplica en
muchos espectáculos. Pero la propia
incapacidad de la organización para cumplir
los horarios de los diferentes eventos quizá
aconsejasen un poco de flexibilidad, al
menos para permitir el acceso a la sala en la
pausa entre las dos primeras actuaciones. Al
negarse también esa posibilidad, fueron
tales las protestas de alguno de los
afectados que tuvo que salir Luis La Font a
apaciguar los ánimos, permitiendo
finalmente la entrada (“eso sí, no os
garantizamos que no os hayan quitado los
asientos”) al finalizar la primera actuación.
Así que del primer actuante, Alex Martball,
no podré decir ni una palabra; de hecho, me
ha costado saber qué aspecto tiene, porque
por más que busco su foto en el programa
oficial, no acabo de dar con él... al final, lo
encontré –por eliminación- en las fotos
finales de la gala.
Ya que he hablado de paralelismos entre
las galas, comentaré ambas a la vez.
Fueron similares en muchos aspectos, pero
en mi criterio resultó algo mejor la del
sábado; la razón quizá estuvo en que varios
de los mejores artistas de la gala del viernes
cometieron algunos fallos, como luego
veremos.
La Dama Inquieta. Número 31 - Especial Almussafes 2008 - Página 13
Empecemos por los presentadores, cortados
por un mismo patrón: varón, traje oscuro,
contador de chistes... Por compartir, Félix el
Gato y el Sr. Corrales llegaron incluso a
contar los mismos chistes sobre cabos que
izan banderas o cubanos que “no se pueden
quejar”. No obstante, para mi gusto el estilo
de Félix el Gato es mucho más agradable y
medido, no en vano la experiencia es un
grado; ¡con el Sr Corrales, solamente
seguirle con la mirada mientras correteaba
de aquí para allá por el escenario estuvo a
punto de provocarme una tortícolis
irreversible! A pesar de todo, me resultó
entretenido y realizó una buena labor.
Continuando con los paralelismos, he de
decir que los triunfadores de ambas galas
tenían también muchos puntos en común:
magos maduritos, varones, de vuelta de
todo en la magia, capaces de reírse con su
humor cínico del propio Satán si hiciera
falta... me refiero, obviamente, al Màgic
Andreu y a Otto Wessley. El primero, con su
look de Albano (sin Romina), sedujo sin
despeinarse a la pastelera más guapa de
Almussafes en la primera gala. Wessley y su
partenaire, por su parte, pusieron patas
arriba al patio de butacas de la gala del
sábado con sus “irreverencias mágicas”,
demostrando que la parodia de la magia
también tiene su punto mágico. Cuando tras
pedir que le recogieran los objetos caídos -
durante un gag anterior- a la derecha del
escenario, se desplazó con ellos a la
izquierda del mismo y los dejó caer de
nuevo al patio de butacas, la carcajada fue
universal.
Otro aspecto común de las dos galas fue la
inclusión de guapas bellezas orientales
presentando números de cambio
instantáneo de vestuario. Me gustó un poco
más Sharon que las Bad Ladies, aunque las
tres compitieron en vistosidad y en la
preciosidad de sus sonrisas. Pero tuve la
impresión de que las Ladies descuidaron un
tanto los juegos que servían de coartada
mágica a sus números de vestuario, no
dando demasiada importancia a que en las
manipulaciones se pudieran detectar en
ocasiones las técnicas empleadas.
Algo parecido le ocurrió a Sebastien en la
gala del viernes. Su combinación de
malabares y magia está muy bien diseñada,
y la escenografía de su número es a la vez
elegante y escueta. Pero, en mi opinión,
Sebastien no se esforzó en lograr que sus
técnicas mágicas fueran lo suficientemente
invisibles para el público, dejando asomar
algunas bolas cuando no deberían verse. Yo
que él me tomaría un poco más en serio ese
aspecto, para no dar la impresión de ser un
buen malabarista... disfrazado de mago.
aún debe ser pulida especialmente en lo que
a la interpretación se refiere.
Supongo que un simple despiste es la
causa de que la actuación de Char Berty (y
su elegante partenaire) no figurase
anunciada en el programa oficial, porque su
foto sí aparecía en él. Su cuidada actuación
fue una especie de viaje al pasado, a una
época, una estética y una manera de
comunicar muy diferentes a las actuales.
Conocí a Pedro Aragonés el sábado por la
noche, en una de esas “cenas rápidas” tan
típicas del lugar. Me cayó muy bien,
especialmente por su sentido del humor. Un
humor similar al que utilizó al presentar su
número de mentalismo en la gala del
viernes. Mentalismo y humor, una difícil
combinación que requiere un punto de
equilibrio muy especial.
Si algo tuvieron en común las actuaciones
de Dany y de Carlos y Ana, con sus
respectivas compañías, fue el entusiasmo.
Dany y su chica llenaron de energía,
juventud y buenas vibraciones el escenario
a pesar de sufrir unos cuantos fallos en sus
números de magia (básicamente palomas y
cambios de vestuario). Lo mejor, el clímax
del final de su actuación.

Eduardo Galeano me gusta, y tiene un

número de manipulación con detalles muy
mágicos. Pero el viernes un pequeño
problema al poco de empezar su actuación
pareció contrariarle hasta el punto de torcer
su sonrisa y hacerle perder un tanto la
concentración. Por lo menos, me quedé con
la impresión de que eso es lo que había
ocurrido. Fue una lástima, porque lo sabe
hacer mucho mejor.

Xavier Tapias, si no me enteré mal, estrenó

nuevo número en Almussafes. En una línea
similar al de su robot, el montaje de los
materiales contenidos en una caja de cartón
-de sospechoso parecido con las de Ikea- va
deparando varias sorpresas mágicas que
finalizan con Xavier tripulando una especie
de “perro gigante” sobre el que abandona el Carlos y Ana tenían la oportunidad de
escenario... Una idea bonita, que creo que “cumplir el expediente” presentando una o

La Dama Inquieta. Número 31 - Especial Almussafes 2008 - Página 14

dos de sus grandes ilusiones, pero
decidieron elevar la apuesta y ofrecer al
público tantos efectos como el tamaño del
escenario y su capacidad de cambiarse de
ropa les permitían. Desde mi punto de vista
cometieron un error, al forzar demasiado la
situación. Creo que quitando la mitad de los
efectos (la Origamientre ellos), revisando un
poco la presentación y mejorando la calidad
coreográfica de las esforzadas bailarinas su
número dejaría mejor sabor de boca. Lo que
en cualquier caso me parece admirable es el
entusiasmo y la alegría con la que Ana se
entregó a su número, en contraste quizá con
el aparente cansancio de Carlos.
[Abro un paréntesis para decir que he
escrito el párrafo anterior, como intento
hacer siempre que valoro el trabajo de otra
persona, desde el máximo cariño y respeto
al trabajo de Carlos y Ana. Tuve la suerte de
dar un largo paseo con Magojuandi tras la
cena del sábado, y tanto durante la cena
como durante el paseo habíamos
comentado la actuación de su antiguo amigo
Carlos, que en un tiempo derrochaba ganas
y fuerza mágica, pero de quien hacía mucho
que no tenía noticias. Y quiso el azar que,
sobre las dos y media de la madrugada, una
furgoneta se detuviese junto a nosotros y su
conductor dijese: “¡Juandi!” Era, caprichos
del destino, su antaño amigo Carlos, que
terminada su segunda gala de la noche nos
invitó a ambos a beber algo y a charlar con
él.
Creo que no desvelo ningún secreto si digo
que la alegría de Juandi fue inmensa y
sincera. Y yo tuve la oportunidad de conocer
a una persona herida, que ha vivido y
amado mucho, y que pide –con parte de
razón- un respeto hacia su trayectoria y
hacia su trabajo. A veces los humanos
hacemos en grupo o bajo el anonimato
cosas que no haríamos en solitario o dando
la cara, como en el chiste de Gila en el que
un transeúnte veía a cuatro malhechores
dando una paliza a un pobre hombre y, tras
preguntarse “¿Me meto o no me meto?”,
decía: “Al final me metí, y le dimos una
paliza entre los cinco...”
La Dama Inquieta. Número 31 - Especial Almussafes 2008 - Página 15
Cierro este paréntesis desvelando un
detalle sin importancia, que el propio Carlos
no sabe. Y es que si no me falla la memoria
él fue uno de los primeros magos que tuve
la oportunidad de ver en directo, cuando era
muy niño. Y me ilusionó como a un ídem,
contribuyendo a que yo quisiera avanzar en
mi afición. Desde entonces ha llovido
mucho, y seguramente todos hemos
cometido errores por el camino. Pero me
encantaría que cuando dentro de un tiempo
me vuelva a encontrar a Carlos haciendo el
papel de mago me logre ilusionar tanto
como la primera vez que lo vi]
Para terminar mi repaso de las Galas de
Escena me queda por comentar la actuación
que cerró la del sábado, nada menos que la
de Jorge Blass, a quien no vi en ningún otro
momento del fin de semana. Jorge apostó
por sus efectos más conocidos, al menos los
que yo le he visto hacer más veces sobre un
escenario: manipulaciones de cartas, aros
chinos (esta vez en la versión “flotante”), hilo
roto y recompuesto, la nieve.. Y los presentó
como siempre lo hace: con esa perfección
que, de tan perfecta... me resulta un tanto
fría.
Y creo que nosotros, los magos que aquel
sábado llenábamos mayoritariamente el
teatro, también fuimos un poco fríos con
Jorge. La respuesta lógica a sus palabras,
que rememoraban sus comienzos mágicos
en Almussafes -doce años atrás, siendo un
adolescente- y a su insinuación recordando
cómo aquella vez “el público se puso en pie,
como quizá ninguna otra vez me ha pasado
hasta hoy” habría sido regalarle lo que nos
pedía al llegar el momento de la “gran
apoteosis de los papelitos”. Pero nos
quedamos sentados. Yo al menos fui
consciente de que no me levantaba porque
me sentía un poco manipulado por Jorge,
pero la verdad es que luego me dio un poco
de tristeza no haber sido un poco menos
cicatero con una persona generosa, que
ama tanto la magia y que con su esfuerzo y
su sonrisa tanto está haciendo por la magia
de nuestro país.
9) De vuelta a casa
 Y vamos a dejar aquí mi colaboración en el
estreno de ese nuevo formato de la Dama
que con tanta ilusión están preparando
Carlos Hampton y sus colaboradores. Nunca
he escrito tanto sobre dos días de magia, y
me temo que a lo largo de estas noches de
escribir me he dejado llevar demasiado por
los duendes del ego, del excesivo juicio o de
la moralina.
El balance de mi primer Almussafes es,
cómo no, positivo y agradecido. Es la
primera vez que, sin condiciones de ningún
tipo sobre lo que escriba, se me acredita
para un congreso sólo porque se confía en
mi criterio. Y no puedo hacer otra cosa que
agradecer a Carlos y a Luis La Font esa
confianza. En lo humano me quedo con
media docena de nombres propios a los que
he conocido por primera vez y otra media de
personas a quienes ya conocía pero cuya
compañía he podido disfrutar más que otras
veces.
La Dama Inquieta. Número 31 - Especial Almussafes 2008 - Página 16
No he aprendido muchas técnicas ni
muchos trucos en esta ocasión, aunque a
partir de hoy podré empezar a revisar el
material (vídeos y libros) que compré. Pero
he visto mucho más de cerca que otras
veces la grandeza y el dolor que forman
parte indisoluble de nuestra afición o
profesión común, que tanto nos llena sin que
probablemente entendamos por qué. Se me
ocurre que a lo mejor una parte de nuestra
pasión por la magia venga de la necesidad
del reconocimiento, del cariño, de la
atención, del afecto de los demás. Y que
cuando ese elogio no nos llega en la medida
en que lo esperábamos, o lo interpretamos
como una crítica, nos sentimos dolidos. Por
eso pueden ser tan malos una crítica injusta
o sin afecto como un elogio excesivo, como
ya advertía hace muchos años el Padre
Ciuró.
Sólo quisiera no haber caído ni en lo uno ni
en lo otro, en definitiva no haber herido con
mis torpes palabras a nadie. Y si así hubiera
sido, le ruego que me perdone y me acepte
una cervecita cuando nos veamos. Al
menos, mis errores me habrán servido para
acercarme a una persona más.
Crónica nocturna
MAGIA EXTRA
OFICIAL
Terminadas las galas nocturnas llegaba la
difícil tarea de buscar un sitio para cenar.
La primera noche me fui con David, Iván,
María... a un bar de la zona donde pedimos
unos bocadillos para salir del paso.
La segunda noche, escarmentados de la
experiencia, reservamos durante el
almuerzo sitio para la cena.
Intentamos reservar para mucha gente e
intentar organizar una cena en grupo, pero
la cosa era difícil de coordinar. Al final en
aquella cena nos reunimos unos cuantos
dameros: Leyre, Pinky, Juandi, Pedro
Aragonés y yo, pero nos faltaron muchos
que, por motivos de espacio y por no
encontrarlos para comunicárselo no
pudieron venir.
Las cenas generalmente se alargaban
muchísimo por la espera, no sé qué pasa en
Almussafes pero sabiendo la cantidad de
gente que ronda por ahí durante esos días
no están muy preparados para la gran
avalancha.
La Dama Inquieta. Número 31 - Especial Almussafes 2008 - Página 17
por Létang
Vamos, que si abre un restaurante chino en
Almussafes se forra, al menos durante la
“Trobada de Mags”, ya que suelen tener
locales enormes y te sirven la comida en un
santiamén.
En fin, dejando estas ideas y utopías de lado
pasemos al grano. En la cena, como diría
Sabina, nos dieron las diez y las once, las
doce y la una (las dos y las tres no, por
suerte) y estábamos todos ya ansiosos por
tirar hacia el pub, que sabiendo que cerraba
alrededor de las cinco había que llegar
pronto para aprovechar la noche.
La mayor parte de la movida mágica
nocturna durante el encuentro de
Almussafes se desarrollaba en el pub
Magenta, justo al lado del Centro Cívico.
Nada más llegar pudimos comprobar la gran
afluencia, aunque estimaría que la
muchedumbre se componía de un 90% de
magos y el resto algunos vecinos del pueblo
que estaban alucinando con la cantidad de
barajas por metro cuadrado que allí había.
Subimos a la planta de arriba, que tiene
unos sofás muy cómodos y es más
tranquila, y allí nos quedamos junto a la
ventana.
A medida que iba pasando la noche los
grupos de gente se iban transformando,
ampliando, moviendo, dándole dinamismo a
la sala.
Al otro lado del salón, cerca de los baños se
encontraba el genio Dani DaOrtiz.
Había tanta gente alrededor que si no
habías llegado con tiempo era difícil ver
algo. Pero en definitiva todo aquel que haya
visto trabajar a este genio sabe la diarrea
mágica que le espera en sus sesiones.
Cartas rotas y recompuestas, firmas que se
reúnen, cartas que viajan a la cartera o a
otros sitios insospechados, todo
acompañado de su humor tan peculiar. Que
raro!
Por nuestra zona nadie se lanzaba a
empezar con las magias, hasta que Rochy
acabo pidiendo una baraja prestada.
Parece ser que la única que había por allí
era la mía que, aún estando un poco
perjudicada, no sabía cuál iba a ser su final.
La Dama Inquieta. Número 31 - Especial Almussafes 2008 - Página 18
Mi baraja sufrió primero las hostilidades de
MiniRochy (Pili, la hija de Rochy) que
intentando hacer algunos juegos y
manipulaciones dejó la baraja peor de lo que
estaba.
Cuando Rochy pidió la baraja le avisé: No
está para muchos trotes, jejeje.
El corrillo alrededor de Rochy hizo que unas
chicas se acercaran a mirar y, al haberse
perdido el principio de la rutina y no
entender cómo terminaba, nos pidieron a
Röbert y a mi algún juego.
Como mi baraja estaba ocupada no
podíamos hacerles nada, pero Röbert sacó
su baraja y pudimos mostrarle algo.
Es genial ese sentimiento de bloqueo
cuando te piden un juego y no se te ocurre
ninguno. Después de hacer el primero juego
que se te ocurre, que normalmente suele ser
mediocre, y cuando el publico se marcha, es
cuando te vienen a la cabeza varios juegos
maravillosos que podrías haber hecho y no
hiciste a causa del bloqueo mental inicial.
Por suerte las chicas se quedaron allí
jugando al billar y volvieron luego a pedir
más magia y ya pudimos sacar el repertorio
que antes no quiso aflorar.
Pedro Aragonés probó un par de
predicciones que había adquirido en la feria
mágica.
Rochy cambió de grupo e hizo algunos
juegos más.
En algún momento apareció por allí alguien
con monedas y lo cierto es que en
ocasiones se agradece la variedad.
Por la zona cercana a la barra aparecieron
unos cuantos globos que empezaron a
convertirse en figuras y sombreros. Cabe
destacar el enorme sombrero de arcoíris
que se puso Pedro Aragones en la cabeza.

Asomándome al hueco de la escalera vi que
por debajo también se cocía algo así que
bajé a dar una pequeña vuelta. Desde arriba
veíamos cómo en una mesa estaban
haciendo algún juego con cartas Zenner, y
cerca de la puerta Sarbatxo y un grupo de
gente jugueteaban con las cartas en una
esquinita del bar.
Me acerqué por allí y les pregunté que qué
hacían. Sarbatxo me comentó que estaban
hablando de mezclas falsas, o sea que su
noche era más didáctica que exhibicionista.
Por allí estaba también Imanol a quien
aproveché para felicitar por su merecidísimo
primer premio y de paso le pedí que me
hiciera algún juego.
También aproveché para probar mis
extrañas ideas entre las cartas y la cámara
del móvil. Las primeras veces que lo
practicaba la cosa iba bien, pero a medida
que un par de copas hacían efecto iba
perdiendo capacidad locomotriz y no
conseguía pillarle la cadencia al juego. Ya
explicaré este juego en algún mensaje del
foro o en un artículo de la revista. Es un
efecto simple pero curioso.
Estaba por allí también Galeano y apareció
otro chico que también se dedicaba a la
manipulación. Tras conversar con ellos fue
la primera vez en la que me pareció que
tenía sentido el pase de hacer desaparecer
un paquete.
Es un pase clásico que se ve en todas las
rutinas de manipulación en el que el mago
sujeta un paquete de cartas en una mano y
este desaparece al abanicarlo con un
abanico de cartas que se sujeta en la otra
mano.
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Siempre esta pase me parecía un poco
descarado, pero el chico que iba con
Galeano lo realizaba con otros movimientos
más grandes que me hicieron ver el pase de
una manera muy distinta.
En algún momento inesperado la música se
cortaba y las luces empezaban a brillar más
de lo normal, como si amaneciese, pero no
era asi…desgraciadamente nos echaban del
local.
Las pobres camareras afrontaban la difícil
tarea de empezar a recoger miles de cartas
desparramadas por todo el suelo del local,
especialmente por la zona donde había
estado magueando nuestro amigo Dani
DaOrtiz. Presto me puse ayudarlas en la
difícil tarea en una mezcla de amabilidad e
interés ya que tener duplicadas nunca viene
mal para realizar fechorías cartomagicas.
En definitiva y sin ánimo de alargar mi
comentario. Las noches mágicas de
Almussafes son un marco incomparable
para compartir magias, pero sobre todo una
gran ocasión de reencuentro con los amigos
Dameros y la oportunidad de entablar
nuevas amistades. Agradecimientos
especiales a Luis LaFont por estos
encuentros y por la invitación de prensa a La
Dama inQuieta.