Cita Bíblica: Levítico 25:10 Y santificaréis el año cincuenta, y
pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia. Introducción: Rescatando a nuestros familiares de la esclavitud Recordemos, tú y yo estuvimos presos, el enemigo nos tenía esclavos, no precisamente en una cárcel, pero si en el pecado. Cristo es nuestro libertador del alma y del espíritu; pero ahora que el Señor nos ha rescatado, Él quiere que cada uno de nosotros sea un libertador de nuestros familiares. Cada uno de nosotros tiene familia, familiares en aprietos, en problemas, que están sometidos a vicios, mal carácter, abandonos, falta de sensibilidad, duros con la esposa y los hijos, problemas de ocultismo, religiosidad, ceguera espiritual, etc. debemos ser intercesores y hablarles la Palabra que liberta. 1. SACARLOS DEL CAMPO ENEMIGO rescatando a nuestros familiares que están prisioneros en los campos de concentración del enemigo. Génesis 14:14 Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan. 15 Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco. 16 Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente. Salir al rescate Abraham supo que su pariente estaba prisionero y salió a rescatarlo: ¿Usted quiere a su familia, a sus familiares? ¿Qué haría usted al saber que están en una grave situación? ¿Ayudaría? O se quedaría con sus brazos cruzados. ¿Qué haría si su hijo o su hija está en un problema, o si sabe que andan lobos rapaces rondándolos? De seguro pondría atención en el asunto y si fuere posible hacer algo para ahuyentar a esos lobos. ¿Usted saldría a su defensa? Pudiera ser que sus abuelos, sus papás, sus hermanos, sus tíos, sus sobrinos, sus nietos, yernos, nueras, estuviera en problemas. ¿Usted haría lo mismo que Abraham? 1 Samuel 30:3 Vino, pues, David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, y sus mujeres y sus hijos e hijas habían sido llevados cautivos. 4 Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar. 5 Las dos mujeres de David, Ahinoam jezreelita y Abigail la que fue mujer de Nabal el de Carmel, también eran cautivas. 6 Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios. 1 Samuel 30:8 Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos. 1 Samuel 30:18 Y libró David todo lo que los amalecitas habían tomado, y asimismo libertó David a sus dos mujeres. 19 Y no les faltó cosa alguna, chica ni grande, así de hijos como de hijas, del robo, y de todas las cosas que les habían tomado; todo lo recuperó David. 20 Tomó también David todas las ovejas y el ganado mayor; y trayéndolo todo delante, decían: Este es el botín de David.
2. DIOS TE DA LAS ARMAS PARA EL RESCATE
¿Cómo saldría usted para rescatarlos? ¿con qué armas? Nuestros familiares son atados por el enemigo; nuestra defensa será con la ayuda de Dios. El enemigo ha robado mucho de nuestras familias, de hecho, ha matado a algunos y a otros los tiene encadenados. Debemos armarnos de valor, de fe, de oración de intersección. Debemos ponernos la armadura de Dios. Efesios 6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del Evangelio de la paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios; 18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos. ¿Cómo fuiste tú rescatado? Alguien supo en la situación que estabas y se interesó en apoyarte, en orar por ti, buscar a Dios por ti, y ahora has llegado al refugio, a la sombra del altísimo. Colosenses 1:13 El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de Su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por Su Sangre, el perdón de pecados.
Tú tienes buenos sentimientos, buenos propósitos, tú eres
de buen corazón. El Señor está para ayudarnos, para respondernos; pidamos misericordia para nuestros familiares. Tal vez tengas parientes, familiares que estén disgustados unos con otros, puede ser que hasta tú mismo tengas problemas con algún familiar cercano, eso no debe impedir que tú no ores e intercedas por él, o ellos, antes bien, tú puedes ser un pacificador. Primeramente, pide a Dios que te ayude a encontrar alguna reconciliación con tu familiar, luego de una manera sabia búscalos y reconcíliate con ellos, así te dará oportunidad de alcanzarlos para Cristo. Mateo 7:8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10 O si le pide un pescado, ¿le dará una serpiente? 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? 3. PELEAR POR NUESTROS FAMILIARES Isaías 49:25 Pero así dice Jehová: Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos. Nosotros que ya conocemos al señor debemos ser fuertes para pelear contra el opresor que tiene esclavos a nuestros familiares. Nuestras mejores armas son: La oración de intercesión, la Palabra de Dios, el ayuno, la llenura del Espíritu Santo, la alabanza y la adoración a nuestro Dios. Con estas armas nosotros podemos pelear la buena batalla de la fe. Nehemías 4:14 Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas. Las promesas de Dios son para la familia. Las promesas de Dios no son solo para nosotros sino también para nuestra casa o nuestra familia. La Biblia está llena de promesas, 3.565, una de ellas es la de creer en El Señor Jesucristo y luego vendrán nuestros familiares. La promesa vino a un carcelero cuando Pablo estuvo prisionero. El carcelero se iba a quitar la vida, cuando vio que Pablo y Silas no estaban en su celda. Pero Pablo y Silas impidieron que se matara. ¡Él recibió al Señor! Luego los llevó a su casa donde recibieron al Señor también sus familiares. Hechos 16:27 Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. 28 Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. 29 El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; 30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32 Y le hablaron la Palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33 Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios. Hoy es el día de ver por nuestros familiares para que el enemigo los suelte y vengan a nuestro señor Jesucristo. Ore por ellos cada día hasta ver la respuesta. Usted los verá interesados por el señor y los verá llegando a la iglesia. Ofrendas: Génesis 28:20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, 21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. 22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti. El pago del diezmo nos ayuda a controlar nuestros deseos por cosas materiales y a ser honrados con nuestro prójimo. Aprendemos a confiar que lo que se nos ha dado, mediante las bendiciones del Señor y nuestros propios esfuerzos diligentes, es suficiente para nuestras necesidades. Diezmar y ofrendar son actos de adoración a Dios, en los que ocurren grandes cosas. Al cumplir con estos principios, revelas tu corazón, y te pones en posición para recibir las bendiciones correspondientes a tu obediencia en estas áreas. Cuando diezmas y ofrendas entras en el ciclo de libertad financiera que Dios intencionó para ti. Diezmas de lo que recibes de parte de Dios. Pero si recibes, y no diezmas, te sales de ese ciclo. La razón principal de que tú diezmes y ofrendes es que participes activamente del ciclo de bendiciones divinas que Dios ha establecido para la vida de un creyente. Y cuando adoptas esta consciencia, tu vida cambia. el diezmo es una muestra de agradecimiento a Dios. Es un acto voluntario provocado por el agradecimiento de victorias pasadas. tiene la certeza de que Dios le va a bendecir en el futuro. Tu acto de diezmar dice que aceptas lo que Dios está haciendo por ti, aunque no lo merezcas.