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PRINCIPIO DE ACCIÓN: “Colaborar con las iglesias cristianas en la tarea

común de la extensión del


mensaje de Jesucristo” Pr. José 9 Ya no vemos ondear nuestras banderas;
Prado.     ya no hay ningún profeta,
y ni siquiera sabemos hasta cuándo durará todo esto.
10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, se burlará el adversario?
    ¿Por siempre insultará tu nombre el enemigo?
Salmo 74:9-10

Vivimos en un contexto en el cual ver la labor profética del Cuerpo de Cristo es


profundamente compleja. La iglesia sigue buscando su espacio como mensajera en una nación
dividida. No vemos el flamear de los estandartes por medio del soplo del Espíritu, no vemos
profetas que se levanten y griten con voz en cuello ¿hasta cuándo Señor durará todo esto en
medio de nuestra crisis social, política y espiritual de nuestra nación? Y al igual que Habacuc
muchas voces silenciadas se levantan para decir “…hasta cuándo Señor”, en un contexto en
donde la única respuesta que se escucha es la voz de Marcianeke buscando una “criminal que le
guste flotar y fumar”.
Cuando estaba en mi primer año de universidad escuché de numerosos líderes y algunos
pastores que el grupo bíblico universitario “tenía una bandera diferente de la iglesia”, pues era un
espacio para robar líderes de las iglesias locales. Yo me preguntaba cómo era esto posible si lo
que hacíamos en los pasillos, y en los reductos más pequeños de la universidad, no era rivalidad,
ni individualismo, ni muchos menos apartarnos del mensaje central de Jesús.
¿Cómo enarbolar la bandera de la competitividad y el individualismo después que
nuestros corazones fueron rasgados por la exposición de profetas del A.T. para levantar la voz
como Habacuc o Isaías? ¿Cómo rivalizar con la iglesia después de ser seducidos del liderazgo
de Nehemías?¿Cómo dejar de ser comunidad después de escuchar las exposiciones de
Apocalipsis a no tener miedo? ¿Cómo apartarnos del mensaje de Jesús después de escuchar
los estudios bíblicos de Felicity? Que nos guiaban a confrontar las idolatrías y las ideologías
políticas con el evangelio de Jesús.
Cada historia de la biblia presupone la existencia de una comunidad de fe, y estas
historias fueron leídas, escuchadas, valorizadas y repetidas por numerosas generaciones, en cada
una de estas historias está el mensaje de Jesucristo, el Señor de la Historia. Esto es lo que
estamos haciendo con los principios de acción, estamos leyendo la biblia, estamos escuchando
las historias, las valorizamos y las repetimos porque creemos que en ellas está la sabiduría y el
mensaje de Jesús.
Colaborar con las iglesias de la manera correcta en la tarea común de la extensión del
mensaje de Jesucristo, tiene su fuente en la Escritura. No somos una iglesia local visible, ni
queremos serlo, pero sí somos parte de la iglesia invisible.
La Iglesia está en la universidad predicando el mensaje de Jesucristo, pues tenemos la
absoluta conciencia de que somos un brazo, una parte importante del Cuerpo, y como tal
sabemos que nuestra bandera hondeará al soplo del Espíritu, que levantaremos la voz cuando
haya silencio profético, y gritaremos “hasta cuando” en medio del dolor y el sufrimiento por las
injusticias de nuestro Tiempo.
Preguntas:
- Al igual que el Salmista, pareciera ser que estamos en un contexto complejo como el que
estamos viviendo en donde la voz del pueblo de Dios se ha opacado ¿Estás dispuesto a ser
parte de este desafío y levantar la bandera de Cristo en la universidad, como la iglesia lo debe
hacer en el mundo?
- ¿Estás dispuesto a ser una voz profética para denunciar las injusticias, en medio del silencio
religioso de nuestra época, y ser parte del Shalom de Dios?
- ¿Estás dispuesto a seguir clamando hasta cuando Señor, siendo un mensajero en medio de una
nación dividida?

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