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Su primera exposición personal fue efectuada en la ESBU José Ramón León Acosta en
1993 cuando solo contaba con 22 años y cursaba estudios en el Instituto Superior
Pedagógico. Posteriormente continuó consolidando su quehacer artístico que se vio
reflejado en múltiples exposiciones personales que darían una visión de continuidad a
su devenir en la escena del arte cubano actual entre las que vale destacar la realizada en
1994 en la Casa del Joven Creador de la Asociación Hermanos Saíz de la ciudad.
En 1999 inaugura una exposición personal en la sala transitoria del Museo de Artes
Decorativas de la ciudad donde cristaliza toda una etapa de trabajo que anuncia sus
tímidos y seguros pasos hacia la búsqueda de un lenguaje pictórico propio y un tanto
cercano a la contemporaneidad. Si bien toda su obra anterior muestra una fuerte
tendencia académica y su temática se ciñe principalmente a la representación de la
figura humana del modo más natural posible. Esta muestra conformada por un conjunto
de obras de profundo lirismo expresó la intensa relación del hombre con la naturaleza,
los sentimientos humanos hacia si mismo y su entorno natural con una visión idealista
en la que se evidencia una preocupación por la búsqueda de la belleza que provoque un
sentimiento de agrado en el espectador.
Por esta época su pintura académica comienza mostrar ligeras influencias de algunas
corrientes vanguardistas de la primera mitad del siglo XX, tales como el Art Noveau y
neoclasicismo, a lo que podría añadírsele el avisoramiento de alguna influencia del
impresionismo a través del uso de una pincelada mas suelta y gestual. En ellas se
observa un justo equilibrio entre la ternura, la técnica y la intimidad poética.2 Diría el
especialista a cargo de las palabras de apertura de dicha exposición.
3
Revilla Rondón, W. (2009)
Antecendentes e incidencias
Viaje al futuro
Su proyección futura apunta hacia un arte cada vez mas comprometido con la realidad,
a la búsqueda de un lenguaje que desde el punto de vista formal sirva como un
poderoso medio de afirmación del concepto sin abandonar por completo las fuentes
clásicas y académicas que le han acompañado durante su vida artística pues la artista
defiende el criterio de que nos encontramos en un mundo de ¨valores¨ superfluos,
regido por el materialismo despiadado, donde solo se vive por la pulsión de vida y son
pocos los seres humanos que dan sentido a su existencia. El emergente en las artes es la
“cultura Light”; cultura enlatada, arte no comunicador, vacío en cuanto a conceptos,
veloz en cuanto a su elaboración, no sostenido en cuanto a conocimientos académicos,
en fin... “la nada” hecha obra.6 Consecuentemente con ello la artista piensa mantener su
base académica afirmando su propuesta sobre una profunda base conceptual.
6
Narosky, M. (2005)
Bibliografía