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TRABAJO DE COMPAÑERO

A L∴ G∴ D∴ G∴ A∴ D∴ U∴

D∴ L∴ y B∴ R∴ L∴ S∴ PROMETEO No. 5

O∴ de Mexicali, B. C. miércoles 21 de julio del 2021 E∴ V∴

M∴ V∴ M∴
RR∴ PP∴ MM∴
QQ∴ HH∴ TODOS

S∴F∴U∴

LOS ESCALONES, SU SIGNIFICADO, SUS COLORES Y SU INTERPRETACIÓN

Con el permiso de todos ustedes, he trascrito lo que interpreté de esta lección a través de un
cuento breve que he denominado LA HORMIGA Y EL MAESTRO. Espero lograr transmitir lo que
observé.

Una joven hormiga, de esas denominadas obreras, deseaba acceder a la más privilegiada
información que, según había escuchado, solo accedían algunos osados que alcanzaban,
literalmente, escalar los peldaños más altos del Hormiguero.

Armándose de valor, se acerca a un Maestro Vigilante del hormiguero, para interrogarle sobre el
camino para adquirir los conocimientos necesarios y así construir imponentes túneles, cámaras,
salas y antesalas. Además, solo los Maestros constructores podían conocer a la Reina, la cual, por
cierto, él nunca había visto.

“¿Así que deseáis conocer los secretos de la construcción de hormigueros, jovencito”? le preguntó
el Maestro Hormiga.

“Si, estoy cansado de solo minar y cargar, cargar y minar, y al caer la noche, cerrar las entradas del
hormiguero. Es aburrido y no lo entiendo, debe de haber algo más”

El Maestro le observa atento y responde:


“Muy bien, si queréis aprender los secretos de la construcción de hormigueros, deberás de
construir tú mismo 5 escalones antes de que acabe el día. En cada uno se te cuestionará y pondrá
a prueba tu carácter joven obrero.

¿Estáis listo?, le pregunta el maestro subiendo el tono de voz y fijando su mirada.

“Por supuesto” contesta la hormiga, tratando de esconder el verdadero miedo que le infundió el
Maestro.

Muy bien… ¿Que esperáis? Andad, a minar y cargar que debes de mostrarme tu primer escalón de
un tamaño igual a 23 hormigas, y solo tienes medio día para mostrármelo.

¿Medio día para tal altura de escalón?, es imposible, Maestro, algo así me llevaría por lo menos 2
lunas.

“¿Piensas solo con lo ves a tu alrededor verdad joven amigo?, ¿No veis que cuentas con más
herramientas que solo tus extremidades?”

Continua el Maestro, “Cuando escuchaste la tarea dictada, tu mente se nubló, la preocupación te


cegó y ni siquiera intentaste analizar con racionalidad e inteligencia lo que se te pedía”

“Es cierto Maestro, puedo utilizar otros recursos, por ejemplo, trabajar sobre un escalón que yo
haya iniciado antes”, responde el joven obrero.

“Así es, la lección del primer escalón, conocido como Tsedaka, habla sobre LA INTELIGENCIA, es la
facultad que nos obliga a no caer víctimas de nuestras preocupaciones, nuestras pasiones, ni
malos hábitos, es el factor que impide que vivamos dominados por la apatía y la holganza,
convertidos en seres inferiores y despreciables; por eso debemos hacer uso de la Inteligencia,
porque nos sublima y distingue de los demás seres creados por la Naturaleza”.

“Entiendo Maestro”, agregó el obrero y pudo concretar la primera tarea.

“Ahora es tiempo de construir el segundo peldaño, señala el Maestro, mira, ¿ves aquella vieja
hormiga que apenas puede levantar un pedacito de arena? Ve y despójale de su lugar y ese será tu
segundo peldaño. ¡Demuéstrame tu fuerza!

La hormiga obrera avanza sobre el piso escarpado se acerca al lugar indicado por el Maestro, se
enfila para, de un golpe, azotar al viejo obrero… Sin embargo, se detiene.

“No puedo Maestro, algún día aspiro a tener todos los años que una hormiga pueda cumplir y no
quisiera ser tratado así, como vos me lo habéis pedido, lo siento, le he fallado.”

Al contrario, responde el Maestro, el segundo peldaño se denomina "Schor Sahau" Bos Albur, LA
RECTITUD Y EQUIDAD, cuya interpretación se refiere a que, lo que no quieras para ti, no lo desees
para nadie, o lo que es lo mismo, no hagas a otro, lo que no quieras que hagan contigo.

“Pasemos ahora al tercer escalón”, comenta el Maestro mientras indica con su cuerpo que le siga
a través de las paredes del hormiguero.

El Maestro se detiene y agrega: “Te voy a dar tres intentos para que construyas el tercer peldaño,
aquí sobre esta pared”.
“Maestro, esa pared es totalmente de arena, de arena muy fina”

“Lo sé” responde el Maestro.

“Usted sabe que no resiste el peso y que el escalón colapsará fácilmente”.

“Es muy probable, así que inténtalo”

Los tres intentos del joven obrero fueron en vano, la fina arena no compactaba, por lo que era
imposible completar la tarea.

“Me doy por vencido” grita desconsolado el joven obrero, “cada que intento formar el escalón
este colapsa”.

“Asi es, por eso el tercer escalón, EL VALOR, o "Mathoh", Dulciis, indica que los golpes de la
adversidad deben soportarse con resignación; que hay que aceptar los fracasos, porque el Destino
depara o señala una vida azarosa o llena de escollos”.

“Cada vez estáis más cerca”, comenta el Maestro, “ahora deberás construir el cuarto escalón el
cual tendrá el tamaño suficiente para alcanzar aquel acceso que veis hacia oriente”, comenta el
Maestro mientras señala hacia arriba con una de sus extremidades.

“Maestro, ¿Qué no es ahí el trono de la Reina?”

“Exacto, ahí se encuentra. Quisiera explicarte más pero como sabéis, ha sido una jornada
agotadora, necesito descansar antes de continuar, pero el puesto de vigilante no puede quedar
vacío, así que os entrego por un momento mi insignia, con ella tendrás el poder de dirigir a las
hormigas obreras y acceso ilimitado a todas las salas y cámaras del hormiguero”.

Una vez que le entregó la insignia de vigilante, el Maestro se retiró a descansar, mientras la
hormiga obrera se coloca la insignia sobre su cuello, piensa:

“¡Con esto podría ordenarle a cualquier obrero que construya el cuarto escalón para mí, además
podría subir y conocer a la Reina!”

“Eey ustedes, obreros”, dice agravando su voz, “diga usted Maestro Vigilante” le responden al
unísono tres hormigas que transitaban cerca y que, al reconocer la insignia supusieron que era un
maestro vigilante.

“¿Podéis construir una escalinata hacia aquella sala?”

“Si esa es su indicación, lo haremos Maestro” respondieron de nueva cuenta a una sola voz.

El silencio hizo acto de presencia, una vocecita en la cabeza de nuestro obrero con insignia de
vigilante le pide que piense bien y actúe mejor.

“Continuad, continuad con sus labores”, les dice a los tres obreros mientras quita de su cuello la
insignia de vigilante.

“¿Qué pasa joven obrero” pregunta el Maestro que se encontraba observando centímetros atrás”
“Maestro, estuve a punto de cometer una barbaridad, iba a aprovechar el poder conferido para
mis planes personales”.

“Pero os contuvisteis, eso es lo que importa. La PRUDENCIA, el cuarto escalón, es la facultad que
nos hace obrar bien y atinadamente durante los trances difíciles, comprometidos o peligrosos,
salvándonos del fracaso, por eso no hay que olvidar que el SER prudente, educado y virtuoso es
bueno por naturaleza, haciéndose apreciar de sus semejantes.

Hemos llegado al final de la prueba, solo resta el quinto peldaño”, suspira el Maestro.

Quedan pocos minutos de luz, y cuando la noche llega hay tareas especiales para los obreros ¿lo
recordáis?, pregunta el Maestro, “Por supuesto” contesta el obrero, “toda mi vida se me ha
encargado la tarea de cerrar los accesos del hormiguero, claro que sé lo que significa la llegada de
la obscuridad”.

Tenéis dos opciones, terminar el quinto escalón, concluir con esta prueba y dejar de ser un obrero
más, o cumplir con tu diaria tarea de cerrar los accesos del hormiguero.

La joven hormiga piensa: “Un día que no cumpla con cerrar los accesos que me tocan, no pasará
nada, seguramente habrá alguien que lo haga por mí, ¿Qué puede pasar? En cambio, si construyo
el quinto escalón antes de que anochezca, por fin dejaré de ser lo que he sido toda mi vida, creo
que vale la pena”.

Pero… por otro lado, me enseñaron que el éxito de nuestra supervivencia está en el trabajo en
equipo, ¿cómo abandonar a mis compañeros? ¿Qué dilema? ¿Qué dilema? Se preguntaba
angustiada la hormiga.

“Lo siento Maestro, subiré y cumpliré con mi trabajo, mis compañeros obreros no alcanzarán a
tapar los accesos antes de que oscurezca y esa es mi responsabilidad”.

La hormiga obrera se aleja sin voltear a ver al Maestro.

Ya junto con sus compañeros, apresuran el paso para cumplir la diaria tarea, y justo cuando
estaban por cerrar el último de los accesos entra uno de los vigilantes exteriores, diciendo:

“Gracias compañeros, ¡estuvo cerca!”- ¿Qué sucedió? Le preguntan – “Antes de entrar alcancé a
divisar a nuestros acérrimos enemigos, las termitas, quienes estaban acechando nuestro
hormiguero, de no ser por ustedes seguramente esta hubiera sido nuestra última noche vivos”,
exclamó.

A la mañana siguiente, nuestro joven obrero inicia sus labores, minar y cargar, cargar y minar;
parecería un día más, sin embargo, a los minutos de haber iniciado siente que le observan.

“Maestro, buen día”, dice la hormiga.

“Joven amigo, supe lo que sucedió ayer, gracias por salvar nuestras vidas, la Reina me pidió que os
agradeciera personalmente”.

“Gracias Maestro, pero fallé con la prueba, no pude construir el quinto escalón”.
“De nuevo se equivoca, el quinto escalón habla de LA FILANTROPÍA, es una de las perfecciones
humanas, que se alcanzan por medio de la abnegación; cualidad muy difícil de practicar en el
sentido de la palabra. Este Escalón es el verde, emblemático de la Naturaleza, la realidad, la
esperanza, la inmortalidad, la victoria, el nacimiento.

Entregarnos al esfuerzo colectivo y no solo a los deseos individuales es una de las virtudes que
hacen de cada ser, un ser especial, nuestro trabajo diario bajo los principios mencionados en los 5
escalones, harán que toda actividad encierre en sí, un objetivo trascendental en nuestra vida, del
cual debemos sentirnos orgullosos.

Como se ve, la senda que recorre el compañero para llegar a la Meta de sus estudios, contiene un
simbolismo moral tan profundo y contiene una filosofía social tan pura, que manifiesta
palpablemente el objeto a que está destinada o sea a la práctica de las virtudes establecidas en el
trívium masónico, tolerancia, unión y fraternidad, que comprenden el resumen de las enseñanzas
de la Escala de las Ciencias del Compañero.

Es cuánto.

C∴ M∴

CARLOS LÓPEZ BARRERA

Bibliografía:

LOS 21 TEMAS DEL COMPAÑERO MASÒN, Adolfo Terrones Benítez Y Alfonso León García

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