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1963-2004
1978-1982
1982-1986
Vida en el exilio
Bosch fue encarcelado por sus ideas políticas, siendo liberado después de varios meses.
En 1938, a sabiendas de que el tirano lo quería comprar con un puesto en el Congreso,
Bosch logró salir del país, estableciéndose en Puerto Rico.
Cuando Fulgencio Batista dirigió un golpe de Estado contra Prío Socarrás y asumió la
presidencia en 1952, Bosch fue encarcelado por las fuerzas de Batista. Después de ser
liberado, se fue de Cuba y se dirigió a Costa Rica, donde dedicó su tiempo a tareas
pedagógicas y a sus actividades como líder del PRD.
En 1959, se llevó a cabo la Revolución Cubana, dirigida por Fidel Castro que motorizó
un reordenamiento político, económico, y social en los países del Caribe. Bosch, con
instinto certero, percibió el proceso histórico que se había iniciado, y escribió una carta
a Trujillo, el 27 de febrero 1961. Le dijo a Trujillo que su papel político, en términos
históricos, había concluido en la República Dominicana.
Presidencia
Después de 23 años en el exilio, Juan Bosch regresó a su país cuando Trujillo fue
asesinado el 30 de mayo de 1961. Su presencia en la vida política nacional, como el
candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, fue un nuevo cambio
para los dominicanos. Su manera de hablar, directa y sencilla, sobre todo al dirigirse a
las capas más bajas de la población, tanto rurales como urbanas, le permitió desarrollar
una profunda influencia y simpatías populares. Inmediatamente fue acusado por la
Iglesia y los conservadores de ser comunista, pero en las elecciones del 20 de diciembre
de 1962, Bosch obtuvo un triunfo total sobre su principal opositor Viriato Fiallo de la
Unión Cívica Nacional, lo que se conoce como las primeras elecciones libres en la
historia del país.
Suma que figuraba como ingreso a los fondos del Estado, proveniente de los
beneficios de las empresas estatales, retirada después por ley promulgada por el
Consejo de Estado, según la cual esos fondos no debían ingresas en los del
Estado sino ser devueltos a las
empresas ...................................................................................................
RD$18,000,000.00
La Regalía Pascual, que debe ser pagada y que no figuraba como gasto en el
presupuesto .........................................................................RD$8,000,000.00
A ese déficit hay que agregar las diferencias entre los ingresos estimados por el
gobierno pasado y los ingresos reales recibidos por Bosch, el cual fue
de ............................................................................... RD$10,000,000.00.
Total..................... RD$53,500,000.00 1
El gobierno del Consejo de Estado promulgó una ley llamada Ley de Emergencia
prohibiendo las actividades comunistas; en cambio, el gobierno de Bosch fue
transigente con los adeptos a este dogma, lo cual sirvió para que se acusara de
comunista al régimen.
Entre las medidas económicas de Bosch en su gobierno, podemos destacar algunas que
fueron para el beneficio de nuestro país pero que, sin embargo, resultaron perjudicables
para el sector empresarial principalmente, y podemos mencionar algunas como:
- Intentó recuperar algunos de los bienes del estado que se encontraban en manos de
los Trujillo
- Dio inicio a una reforma agraria
- Solicitó a los empresarios el pago de impuesto
- Aplicó el plan de austeridad en el gasto público
- Aplicó la restricción del gasto público a la instituciones autónomas del Estado
- Revocó el contrato del estado dominicano con la compañía ESSO STANDARD OIL
- Promulgó la ley sobre el precio tope del azúcar y la miel
- Creó el departamento de control de precios
A decir verdad, es casi seguro que el pueblo dominicano no estaba preparado para vivir
en la democracia y libertad. Las medidas de Bosch boicotearon la política económica de
la burguesía a favor de la clase pobre, lo cual entre otras causas provocan que a sólo 7
meses de gobierno, sea víctima de un Golpe de Estado con falsas acusaciones, poniendo
fin a la nueva gestión económica, que incluía la Reforma Agraria.
Golpe de Estado
Presidencia
En 1977, el PRD lo escogió como candidato a la Presidencia, resultando victorioso en
las elecciones de mayo de 1978.
Con el apoyo decidido de la embajada de los Estados Unidos, de los empresarios (sector
que aunque beneficiario de las políticas de Balaguer había visto como insostenible su
prolongación en el tiempo) y con el voto mayoritario del pueblo dominicano, Guzmán
tomó posesión el 16 de agosto de 1978. De inmediato realizó cambios en el
ordenamiento burocrático-militar, tomó medidas contra la corrupción que había
caracterizado al gobierno anterior y se encaminó hacia un nuevo ordenamiento del
estado dominicano, eliminando el fantasma de asonadas militares y de la interrupción
del orden democrático.
Inició un proceso de "despolitización" de las fuerzas armadas y la Policía Nacional, las
cuales habían sido convertidas por Balaguer, en instrumentos de represión, de luchas
internas y de intimidación criminal y política, basadas en un apego al presidente de
turno y a su partido, el Partido Reformista.
Estos factores en vez de favorecer al desarrollo del país, lo que provocaron fue una
crisis económica, el déficit presupuestal, hubo descontento con los miembros del PRD y
paralización del proyecto de obras publicas, por falta de fondo. Lo que tuvo como
consecuencia: emisión de dinero sin respaldo, aumento de la deuda externa, el alza de
los precios en los combustibles, energía eléctrica y la restricción de las importaciones.
Al cabo de tres años de gobierno, Don Antonio Guzman había perdido gran parte de la
enorme popularidad que disfruto al llegar al poder . Personal mente , estaba ante el
dilema de cumplir su promesa de no aspirar a una reelección o aceptar las presiones de
una parte de su partido para repostularse.
Aparte de las denuncias de corrupción , el gobierno de Guzman fue desarticulando con
el ejercicio del poder. Muchas de las divisiones tenían que ver con el enorme poder
atribuido a la hija del Presidente. Sonia Guzman. Pese que los Sanchez Baret de la
Provincia Sanchez Ramirez eran de los mayores aliados de Guzman a lo interno del
PRD .
Salvador Omar Jorge Blanco
Esto trajo como consecuencias el aumento de la inflación, devaluación del peso, alto
nivel de desempleo y deterioro de las condiciones de vida. El endeudamiento nacional
crece nuevamente con la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional,
pero que con sus medidas sugeridas la situación empeoró. La inflación se disparó al
700% y se produjo un aumento de los precios de los productos básicos en un 200%.
Tiempo después, Jorge Blanco fue sometido a la justicia por el jurista y político, Marino
Vinicio Castillo, quien instrumentó una denominada denunciaquerella en la que se
acusaba al ex mandatario de malversar fondos del Estado y otros delitos. El Fiscal del
Distrito Nacional, Prim Pujals, acogió la pieza acusatoria remitiéndola al Juez de
Instrucción de la Segunda. Circunscripción del Distrito Nacional, doctora. Francia
Martínez D.
Al final del interrogatorio, que duró cerca de diez horas, ordenó la prisión Jorge Blanco,
quien instrumentó un expediente con la recusación de la juez y su apresurado retiro del
despacho. Se recluyó en su hogar, donde esa misma noche enfermó. Sus médicos
informaron que padecía de problemas cardíacos.
EL GOBIERNO DE HIPOLITO MEJIA
También, se pusieron sobre la mesa sendos megaproyectos para tender el primer tren de
pasajeros del país, entre Santo Domingo y la ciudad portuaria de Haina (la línea de
ferrocarril en servicio se destinaba exclusivamente al transporte de caña de azúcar desde
las plantaciones a las procesadoras), y un tranvía capitalino. El Gobierno aseguró que la
tesorería pública no pondría un peso para financiar estas construcciones y que las
adjudicatarias privadas invertirían los 450 millones de dólares necesarios para hacer
realidad dos vías de comunicación consideradas fundamental. Sin embargo, nada de
todo esto se llevó a cabo.
Mejía aseguró por activa y por pasiva que esta reforma no se hacía pensando en sí
mismo, y que él no iba a ser candidato en 2004. Pero éso era precisamente lo que pedían
los miembros de un llamado Proyecto Presidencial Hipólito (PPH), que presentaba toda
la traza de una plataforma organizada por el perredeísmo más fiel a Mejía para impulsar
la que sería la ambición secreta del presidente.
El director del Baninter, Ramón Báez Figueroa, amigo íntimo de Mejía y padrino de una
red de financiación a cambio de favores corporativos en la que estaban metidos todos
los partidos (amén de mandos militares y policiales, jerarcas de la Iglesia y figuras de la
prensa, todos los cuales habrían dado alas durante años a este entramado delictivo o,
como mínimo, dudosamente legal, por medio de la colaboración, la complicidad o el
silencio), fue arrestado y encarcelado por orden del 7º Juzgado de Instrucción de Santo
Domingo a petición de la Fiscalía del Distrito Nacional, que le formuló acusaciones por
los presuntos delitos de lavado de activos, estafa, abuso de confianza y emisión de
cheques sin fondos. Igual suerte corrieron los dos vicepresidentes de la entidad.
El 11 de noviembre el país quedó paralizado por una huelga general de 24 horas contra
la política económica del Gobierno. Los paros fueron convocados por la llamada
Coordinadora Nacional de Unidad y Lucha (CNUL), colectivo formado en diciembre de
2002 por diversas organizaciones populares y sindicales, y sus principales exigencias a
Mejía eran la concesión de incrementos salariales del 100%, la desgravación de las
gasolinas, una solución definitiva para la crisis de la electricidad y la suspensión de las
negociaciones con el FMI. Los choques con las fuerzas antidisturbios de la Policía
fueron muy violentos y a su término se contaron ocho muertos, 40 heridos y medio
millar de detenidos
El barullo se instaló de tal manera en el PRD que tuvieron lugar, no una, sino dos
elecciones primarias. En la primera, celebrada el 7 de diciembre, participaron Decamps,
el senador Ramón Alburquerque Ramírez y José Rafael Abinader Wasaf, llevándose la
victoria el primero. En la segunda, prevista inicialmente para el 14 de diciembre y luego
postergada al día 21 antes de sufrir un nuevo retraso, Mejía debía medirse con Ortiz,
Suberví y el ex presidente del partido Emmanuel Esquea, pero los tres decidieron
retirarse alegando que los “pepehachistas” habían alterado el padrón en su contra y que
el proceso estaba viciado de raíz.
Así las cosas, cuando el 18 de enero de 2004 pudo celebrarse esta singular primaria,
Mejía sólo tuvo que enfrentarse con una persona, Frank Joseph Thomén, que no era sino
un partidario y amigo personal. Su candidatura fue registrada a toda prisa para dar una
imagen de competición interna y únicamente cosechó un 5% de votos. El tortuoso
camino de las presidenciales de mayo estuvo completamente despejado para Mejía
desde el momento en que la Junta Central Electoral (JCE) dictaminó que la primaria
ganada por Decamps no había sido válida por no reunir el quórum de participación
necesario que establecen los estatutos generales del PRD.
En enero de 2004 el Gobierno, presionado por el FMI, dispuso toda una batería de
medidas de austeridad, tanto impositivas como relacionadas con el gasto. El primer
grupo abarcaba una serie de aumentos significativos en los precios de los combustibles
y la electricidad, y de las tasas al consumo de alcohol, tabaco y otros productos, así
como la eliminación de las exenciones del impuesto sobre la renta a los intereses
devengados a las empresas por los certificados del Banco Central.
Ahora mismo, la inflación interanual marcaba el 43% -la tasa más elevada del
continente-, el paro era del 17% y la deuda externa alcanzaba los 7.600 millones de
dólares, el doble que en 2000. En estas circunstancias, no dejó de causar sorpresa, y de
invitar a la esperanza, conocer que en 2003 la economía había experimentado un
crecimiento negativo del 1,3% cuando un semestre atrás se había vaticinado el -3%. Sin
duda, el turismo, los servicios de comunicaciones y la minería del níquel habían salvado
al país de lo peor. De hecho, ya estaba en marcha una tímida recuperación.
Todo esto llenaba de pesadumbre a la opinión pública. Pero, marginadas del candelero
informativo, otras tragedias se abatían sobre el país, y éstas eran cotidianas. Por un lado
estaba el éxodo de balseros que intentaban llegar por mar a las costas de Puerto Rico,
cuyo número crecía de manera exponencial, con el consiguiente aumento de los
naufragios por la precariedad de las embarcaciones. En 2003 los guardacostas de la
Marina de Estados Unidos apresaron a casi 2.000 inmigrantes indocumentados de
origen dominicano, el doble que el año anterior, y en las primeras semanas de 2004 se
estaba produciendo un alud sin precedentes. Por otra parte, el drama silencioso de las
redadas y expulsiones masivas de haitianos ilegales, desarrolladas con regularidad desde
hacía muchos años independientemente de quien gobernase en Santo Domingo, y que
tantísimas veces habían ocultado deportaciones forzosas de ciudadanos dominicanos por
el mero hecho de ser de raza negra.
Antes de las elecciones, el 21 de abril, Mejía tomó una decisión trascendente de política
exterior, la orden de retirada inmediata de los 300 soldados que servían en el Irak
ocupado dentro de la Brigada Plus Ultra, integrada por contingentes hispanos de cinco
nacionalidades y componente de la llamada División Multinacional Centro-Sur (MND-
CS), con campo de operaciones en las provincias sureñas de Najaf y Qadisiyah. Las
tropas dominicanas habían sido despachadas en agosto de 2003 por un motivo
exclusivamente político, complacer al Gobierno de George W. Bush, y venían estando
supeditadas a una cadena de mando militar que empezaba con España, seguía con
Polonia y terminaba, en la cúspide, con Estados Unidos.
El anuncio de Mejía fue inmediatamente posterior a las órdenes de retirada de sus tropas
impartidas por los gobiernos de España, cuyo contingente era la columna vertebral de la
Plus Ultra, y Honduras. Por lo demás, la postura proestadounidense de Mejía en
vísperas del inicio de las hostilidades contra el régimen de Saddam Hussein el 20 de
marzo de 2003 acarreó la dimisión, el día 26 de ese mes, del secretario de Relaciones
Exteriores, Hugo Tolentino Dipp, que consideraba inapropiado este alineamiento.
Mejía aceptó sin rechistar, con gesto de buen perder, el veredicto de las urnas y felicitó
a Fernández Reyna por su triunfo. Hasta la transferencia del poder, el 16 de agosto, el
antiguo ingeniero agrícola tuvo que hacer frente, a finales de mayo, al desastre
provocado por la brutal crecida del río Silié en la zona fronteriza con Haití. La tromba
de agua arrasó la localidad de Jimaní, en la provincia sureña de Independencia, donde se
contabilizaron más de 800 muertos y unos 320 desaparecidos.
A lo largo de su periodo presidencial, Mejía tuvo muchas diferencias con los periodistas
dominicanos. En un momento de su gobierno utilizó la represión debido su falta de
tolerancia a las críticas. En julio de 2003 dos periodistas realizaron una encuesta radial
donde ponían a votar por Hipólito Mejía o por El Diablo,y ganó el Dialo dicha encuesta
redial, mientras que la reacción de Mejía no se hizo esperar y mando a apresar a los
periodistas, más tarde lo mandó a liberar alegando ignorancia.También durante su
gobierno mandó a apresar a otros periodistas como Marino Zapete y Julio Martínez
Pozo.
Mediante una entrevista realizada a Mejía por el periodista Jorge Ramos en noviembre
de 2003, Mejía se defendió diciendo que las personas no comprendían su manera de ser,
que él era claro y no se andaba con rodeos. Ramos le hizo varias preguntas con respecto
a la relación de éste (Mejía) con sus opositores políticos y con los periodistas, donde le
preguntó: Usted dice que sus opositores son babosos y dinosaurios. Y que los
periodistas son talibanes?, a lo que Mejía respondió: A los que hablan baba hay que
decirles baboso, yo creo que esa es la palabra gramatical que se ajusta en ese caso.
Mejía popularizó en su campaña electoral de 2004 entre otras muchas, las frases "El
Perro de mamá belica" y "Lo voy agarra por el pichirri". Sus frases son conocidas a
nivel popular como "Hipolitadas".
Sus seguidores se refieren a él como "Papá", y en sus últimas campañas políticas es muy
común la exclamación "Llegó papá.