CODIFICADORA DEL DERECHO MINERO

1. CODIGO DE 1900

nace en un contexto en el que se reforzaba la necesidad de incentivar y dar seguridad a la

inversión de los capitales en la producción minera, lo que conllevó a que se multiplicaran por
diez las pertenencias mineras, Este Código unificó las dispersas regulaciones que existían y
ostentó un estilo simple y ordenado, además de un carácter individualista y liberal.

el artículo 5º del Código reforzó el dominio minero de los particulares al instituirlo con las
características de irrevocabilidad y perpetuidad y asimilarlo a la característica de una propiedad
civil.

La propiedad minera seguía siendo otorgada en concesión por el Estado mediante el proceso
administrativo de denuncio, y solo caducaba por la falta de pago del impuesto anual de treinta
soles oro por pertenencia, o por el abandono voluntario (arts. 68 y 73).

 Sobre los minerales no metálicos: el único sistema de Accesión ocurrido en el Perú.

La tendencia liberal de este Código llega a su punto más destacado y extraordinario con
la distinción que su artículo 2 realizó sobre los minerales no metálicos: permitiendo
sobre aquellos la aplicación de un sistema de accesión a favor del propietario del suelo.
Solo si estos minerales no metálicos yacían en terrenos pertenecientes al Estado o a las
Municipalidades, dicho artículo establecía que aquellos se entregaban mediante
concesiones especiales.
 Sobre los minerales metálicos.
Sobre los minerales metálicos la propiedad de las minas seguía siendo separada y
distinta del terreno superficial (artículo 4º), es decir, era concedida por el Estado. Por su
parte, su dominio, posesión uso y goce era transferible de acuerdo a la legislación
común, dio preferencia al concesionario minero. frente a los derechos del propietario
superficial, puesto que en el artículo 97 y 99 otorgó a aquél el derecho a expropiar tanto
terrenos eriazos como cultivados de propiedad de los particulares a falta de acuerdo con
el dueño. La aparición de este derecho de expropiación se mantendrá en las posteriores
legislaciones mineras.

2. CÓDIGO DE 1950

Promulgado durante el gobierno de Manuel A. Odría, conocido como un código de carácter

restaurador donde se apertura la minería a fin de que las clases sociales que no pudieron hacerlo
también puedan invertir en la minería y rige los derechos, obligaciones y procedimientos
referentes a la adquisición, explotación y aprovechamiento de las sustancias minerales

Con el Código de Minería de 1950, no se cambia el procedimiento minero establecido, siendo el

principal cambio, con respecto a la diferencia del dominio sobre el terreno superficial del
subsuelo.

el Código de Minería de 1950, creó un sobre canon territorial que el concesionario debería
abonar desde el quinto año del otorga- miento de la concesión, cuando ésta quedaba
inmovilizada al margen de la actividad económica. se trataba de obligar a trabajar la mina o
devolverla al estado.
3. DECRETO LEY N. 18880

En el Decreto Ley N° 18880, se definía a la Concesión Minera como un inmueble distinto y

separado del terreno superficial donde se encontraba ubicada, dicha institución a su vez
otorgaba un derecho real al titular de la misma. En ese entonces se permitía otorgar concesiones
de desmonte, relaves, escoriales, lavaderos de oro, lavaderos de tungsteno y yacimientos
análogos.

4. DECRETO LEGISLATIVO N. 109

Con la promulgación del Decreto Legislativo N° 109, se separa e individualiza la Concesión de

Exploración y la Concesión de Explotación. La primera, tenía como finalidad otorgar un derecho
real que permitiera demostrar las dimensiones, posición, características mineralógicas y valores
de yacimientos minerales, lo cual en términos comunes se refiere a tener que remover
extensiones de terreno para poder conocer la conveniencia o no de iniciar una posterior
explotación minera.

establecía que el concesionario de la actividad de exploración tenía un derecho que se extendía

sobre todos los sistemas concesionables posibles, como lo son los recursos metálicos,
carboníferos, geotérmicos y no metálicos, llegando inclusive a poder disponer del cincuenta (50)
% longitudinalmente de cada tramo de testigos que pueda obtener de sus perforaciones.
Asimismo, el propietario de la superficie terrestre podía soportar la intromisión de los trabajos
preliminares de exploración por la categoría de utilidad pública de a que estaba investida la
minería.