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DERECHO DE MINERÍA 2022

Profesor Mario Maturana Claro

LECCION 5.

QUINTA UNIDAD:

LA BUSQUEDA DE SUSTANCIAS MINERALES.

Introducción.

Como ya hemos señalado, la búsqueda de yacimientos minerales es una cuestión crucial en


el desarrollo de la actividad minera. Una de las características de las minas es que
generalmente se hayan ocultas y sin su descubrimiento no hay actividad minera posible.

Por esa razón, el Derecho de Minería ha dedicado una parte de su regulación a promover el
descubrimiento de los yacimientos de diversos modos, y para ello ha establecido distintas
formas e instituciones, a través de su historia.

Una de ellas es la preferencia del descubridor, que consiste en que el primer descubridor
tiene derecho preferente para constituir una concesión minera sobre el yacimiento
descubierto. Veremos más adelante la regulación de este derecho preferente.

Otra institución que promueve la búsqueda y descubrimiento es la concesión minera para


explorar, que permite a su titular, de manera exclusiva, iniciar procedimientos de
constitución de concesiones, respecto de los yacimientos descubierto en la extensión
territorial de la concesión minera de la que es titular.

Ahora nos corresponde estudiar una institución de derecho minero muy antigua, cuyo
objetivo de promover el descubrimiento de minas y el desarrollo más amplio posible de la
actividad minera, me refiero a la facultad de catar y cavar.

1.- Facultad de catar y cavar, definición.

Es una mera facultad que le corresponde a cualquier persona y, por lo tanto, no otorga
derechos exclusivos a ninguna persona respecto de determinado terreno. Por ello, el terreno
puede ser objeto de investigación simultanea por diferentes interesados. (Lira. 2007)

Se entiende por catar ver y examinar una cosa, también se usa la expresión catear; y por
cavar, el hecho de remover y abrir la tierra para examinarla.

Se establece y regula esta facultad en el Párrafo 2° del Título I del Código de Minería.
El artículo 14 expresa: “Toda persona tiene la facultad de catar y cavar en tierras de
cualquier dominio, salvo en aquellas comprendidas en los límites de una concesión minera
ajena, con el objeto de buscar sustancias minerales”
Para Ossa Bulnes, el origen remoto de esta facultad se encontraría en la propia Constitución
Política, cuando esta, además de separar la propiedad de las minas de la propiedad de los
terrenos en que se hallan, dispone que los predios superficiales están sujetos a las
obligaciones y limitaciones que la ley señale para facilitar la exploración, explotación y
beneficio de los minerales, dando a entender que entre las limitaciones está soportar el
ejercicio de la facultad de catar por cualquier persona. (art. 19 N° 24, inciso 6°) (Ossa Bulnes
2012).

Sin embargo, esta facultad ha formado parte de todos los cuerpos legales relativos a la
minería que ha tenido Chile, desde las Ordenanzas de Nueva España hasta el actual Código,
más o menos en los mismos términos.

Definición:

Una definición más amplia de esta facultad, se establece en el artículo 19 del Código de
Minería, cuando expresa: La facultad de catar y cavar comprende no sólo la de examinar la
tierra y la de abrirla para investigar, sino también la de imponer transitoriamente sobre los
predios superficiales las servidumbres que sean necesarias para la búsqueda de sustancia
minerales.”

Queda completa esta definición, si agregamos lo dispuesto en el inciso segundo del artículo
14 del mismo Código: “Los perjuicios que se causen con motivo del ejercicio de esta facultad
deberán indemnizarse. El juicio respectivo se tramitará conforme a lo dispuesto en el
artículo 233.”

Por último, los tratadistas asimilan esta facultad a las que establecen los artículos 609,
respecto de la caza, y 627, que establece el permiso que cualquier persona puede pedir al
dueño de una heredad para cavar en el suelo, para sacar dinero o alhajas que asegurare
pertenecerle, ambos del Código Civil.

2.- Clasificación de los terrenos en relación con la facultad de catar y cavar.

La regulación de la facultad de catar y cavar determina una clasificación de los terrenos en


tres clases, como se indica a continuación:

2.1.- Terrenos de cateo libre.

Son aquellos en cualquier persona puede ejercitar la facultad de buscar minas, sin necesidad
de ningún permiso.

Según el inciso primero del artículo 15: “Se podrá catar y cavar, libremente, en terrenos
abiertos e incultos.”

Es decir, en terrenos no cerrado y no cultivados.


2.2.- Terrenos de cateo reglamentado.

Según el inciso segundo del artículo 15, en los demás terrenos, es decir, en los cerrados o
cultivados, será necesario el permiso escrito del dueño del suelo o de su poseedor o de su
tenedor.

Cuando el dueño sea la Nación o la Municipalidad, el permiso deberá solicitarse al


gobernador o alcalde que corresponda.

En caso de negativa de la persona o la autoridad a quien corresponda otorgar el permiso, o


de que se ponga obstáculo al ejercicio de la facultad de catar y cavar, podrá ocurrirse al juez
para que resuelva.

El permiso del juez.

Es juez competente el que tiene jurisdicción en el territorio en que se pretende buscar minas

El permiso debe fijar el número de personas que podrán emplearse en la investigación y


comprenderá siempre las siguientes obligaciones:

a) Que las labores se ejecuten cuando no haya frutos pendientes;


b) Que el tiempo de realización de ellas no exceda se seis meses, contados desde la fecha
en que se otorgue el permiso, y
c) Que el solicitante indemnice el daño que cause en las labores o con ocasión de ellas,
debiendo rendir previamente caución calificada por el juez para asegurar esta
obligación, si el afectado los exigiere
.
La solicitud de permiso al juez se tramitará conforme al procedimiento sumarísimo, que
establece el artículo 235 del Código de Minería.

2.3.- Terrenos de cateo prohibido.

a) El inciso tercero del artículo 15, establece los terrenos de cateo prohibido, en los
siguientes términos: “Con todo, tratándose de casas o sus dependencias o de terrenos
plantados de vides o árboles frutales, sólo el dueño podrá otorgar el permiso.”

Es natural esta prohibición y la facultad que se da exclusivamente al dueño, pues se trata de


casas y terrenos plantados de vides o árboles frutales, dada la grave afectación que se podría
causar con el ejercicio de la facultad de catar y cavar en esas situaciones.

El permiso debe darse por escrito, lo que se deduce de la relación de este inciso con el inciso
segundo anterior, del mismo artículo.

b) Tampoco se pude catar y cavar en los terrenos comprendidos en una concesión minera
ajena, sea de exploración o explotación, pues en dichos terrenos tiene facultad
exclusiva su titular para explorar la existencia de minerales.
3.- Permisos especiales.

Sin perjuicio de los permisos tratados antes, para ejecutar labores mineras en ciertos lugares
de interés público, el artículo 17 del Código de Minería, exige permiso de ciertas autoridades:

a) Del Gobernador.
b) Del Intendente.
c) De la Dirección de Fronteras y Límites.
d) Del Ministerio de Defensa Nacional.
e) Del Presidente de la República.

La contravención a estas obligaciones de permisos se sanciona con multa de una a cincuenta


unidades tributarias mensuales, sin perjuicio de la indemnización por los daños causados.

En caso de reincidencia, la multa será, a lo menos el doble de la anteriormente aplicada, pero


no podrá exceder de cien UTM. (Art. 18 Código de Minería).

4.- Búsqueda de sustancias minerales desde fuera del terreno.

El artículo 20 del Código, sin perjuicio de las obligaciones anteriores, establece que toda
persona tiene la facultad de buscar sustancias minerales en terrenos de cualquier dominio,
salvo los comprendidos en los límites de una concesión minera ajena, empleando desde fuera
de los terrenos, equipos, máquinas o instrumentos, con ese objeto.

INTERROGANTES:

1.- Defina la facultad de catar y cavar.

2.- Defina los terrenos de cateo libre.

3.- Defina los terrenos de cateo reglamentado.

4.- Defina los terrenos de cateo prohibido.

5.- Permiso del juez: juez competente, condiciones del permiso y procedimiento en que se
tramita.

6.- Permisos especiales.

7.- Cateo desde fuera del terreno.

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