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I, LOS MOVIMJENTOS SOCIALES 'y LOS GRUPOS DE PRESION ‘No ¢s posible estudiar Jas élites sin situarlas en el contexto de Jos movinientos sociales y de Jos grupos de_presién que las sostienen ‘0 sobre los que se apoyan, como tampocc cs estudiar las ideologias y los valores sin referizse a las élites y a Jos movimientos sociales. Las Jdeologlas y los yalores no operan por s{ mismos: son expressdos, ppropagedos, simbolizadss por lies, y étas, a su vez, sgpsssentan © intentan sepresentar a los movimientos sociales y_ los, grupos de presign, a ‘Por otra parte, no deben identificarse las lites con los movi. rmientos sociales, $on.dos.agentes.rlarunense distingos. de aecisn his: t6rica, Existen, en efecto, relaciones complejas ‘entre las élites y los novimientos sociales. Y tales relaciones formar esimismo parte del cial, Constituyen un elemento del mismo, im g,. importante y ciertamente | no despreciable. Més adelante trataremos mds extensamente este tema. Los MOvINELEWTOS SOCIALES Definicién de movimiento social Digamos primero que por movimiento social entendcmos aqui “ana organivacion netemente estructurada e idenificable, que tene ‘por “bjetivo explicito agrupar a unos miembros con mirar a la de: versa 0 a la promocion de certos objetivos precisos, de connotacion soca generlmiencé. Lo Que mds Gixaceriza « un movimiento social es el hecho de ser te reivindicativo: intenta dar 2 cono- cer y hacer tiunfar 3, unos inieré36s, unos valores, etc. Un movimiento social no es pues un cfirculo de estudios platdnicos ni tn grupo de ermitafos, sino que es forzosamente activo y selta a la 532 palestra publica. Procura genarse adeptos, llamar Ta atencién de Ja gente o de un cierto piblico y de las élites rectoras Tos objetivos perseguides por los movimientor socsles pueden atiar Hasta To infinito. Puede tratarse de In destruccién del orden ‘stablecido, tanto como de In prohibicién de bebidas alcoblicas, el Seconocimiento de la igualdad juridiéa y politica de Ja mujer, 1a abo- Ticién de la pena de muerte, el desarme nuclear, etc. Los medios pueden varias también desde Ja mera publicidad a la presién moral, Tleyando incluso hasta Ja violencia fisice, Pero, cuslesquiera que sean los objetivos propuestos y los medios elegidos, <1 movimiento so cial se caracteriza siempre por su proselitismo. Ea tomo a ests_accidn reivindicariva sc structure cién de cada, miovimiento social, La organizaciin,esté al servicio de ja prosecucién de los fines.y. de Ja utlizacién de los medlos. Noes la realidad primordial, sino que viene condicionada por las funciones ‘del movimiento, En esta perspectiva debe estudiarse In orgenizacién ‘del movimiento social. Ja organiaa- PA) Los arms prmvcirtosy DE LOS MOVIMIENTOS, SoctALES seo ToURAINE ‘Alnin Touraine, uno de los sociélogos que més ha profundizado recientemente en los movimientos sociales, propone un esquemate6- n ellandliss de Te acti y dela esttuctara de tales movimien Pasa existir en cuanto “ofganizacién relvindicativa, todo movi- “Atzato social debe resolver ciertos problemas de autodelinicisn; debe, segin expresién del propio Touaine, reunic detetminados cipios de existencia, La respuesta que aporta a estos problemas, es decir, su modo de resolver los principios de cxistencis, es lo que tonfiere a un movimiento social su cardcter especifico y oricata su sect. 'A juicio de Touraine, tres principios debe seunic todo movimmien: to socal ce te te cin, Ae, Bucracs 963. La conilence cuwrite, Rion se Seu, Pat 1966 333 "EL principio de idemtided ‘Un movimiento social debe primero derse una identided, dicien- do a quiés representa, en nombre de quién habla, qué inteteses pro- tege 0 defiende. El problema a xesolver aqui es el de la definicién del grupo retvindicador, de una maneta que sea socialmente iden- tificable y significativa Un movimiento social puede identificarse presenténdose como el portayoz dé un grupo particular: Ja clase obrers, los estudiantes, las mujeres, los ex combatientes, los campesinos, etc. O bien puede biesentarse como el portavoz de los intereses de una sociedad global; tal es el caso,'en particular, de un movimiento patribtico, nacional, © nacionalista. También puede identificarse con un grupo casi global, cs decir, ca un grupo que abarce « exsi toda la sociedad: un ejem- plo, serfa el de un’ movimiento de consumidores, Para comprender la naturaleza y la accién de un movimiento s0- cial, cs necesario formularse interrogantes como éstos: ¢a quién re- presenta o dice representar el movimiento?, gen nombre de qué gru- ‘pO 0 grupos habla o pretende heblar?, ede qué intereses se constitu: ye en defensor 0 promotor? EL principio dé ‘oposicién Un movimiento social existe porque ciertas ideas no son admiti- das, © porque ciectos inteteses particulares son reprimidos. Comba te pues siempre contra una refistencia, contra un bloguco © contta tuna fuerza de inetcia. Intenta romper una oposicién, quebrantar una apatia o una indiferencia. Tiene necesatiamente unos adversatios El principio de oposicién es el segundo principio de existencia de Jos movimientos sociales. Sin oposicién, no puede existir un movi- micnto social; ©, més exactamente, no puede existir ya en cuanto movimiento social. En este caso, cambia su naturaleza. Puede con. vertitse entonces en un partido instalada en el poder, en una insti- tucidn establecida. Peto no es ya un movimiento social, porgue ha perdido el elemento esencial que Io caractetiza como tal: su pro- selitismo, oo En el anélisis del movimiento social es, pues, absolutamente esen: cial taiibién identficar a los oponentes contra Jos que se levanta el movinijento en defensa de unos intereses. De otro lado, el grupo cuyos intereses son representados pot ¢l movimiento y el grupo de los opghentes suelen ser complementaios por vatias razones Enlfl curso de su accién, un movimiento social puede cambiar de adversifio, Un mosimiento obrerd, por ejemplo, puede finalmente atacer al Estado, en vex de habérselas con los empresarios; un mo. vimienip religioso puede orientar su accién contra’ atra iglesia, en ve de,tnfrentarse con el amundov. El cambio de adversario puede indicar ja veces una importante modificacién en la orientacién de un movimiento social: puede traturse, en determinados 230s, de! primer signo de una trensformacién en su principio de identidad, dejando entrevet que el movimiento en cuestién esté en trance de cambiar de epiiblico». Bn otras ciccunstancias, quieé se resuelva todo en un mero cambio «téctico», de-indole provisional. Como quicra que sea, cen el aililisis de los movimientos sociales, un cambio de adversario nunca ¢ on hecho banal: su aleance debe medizse en cada caso concret EL prindipio de totalided Un fhovimients soci, actin en nombre de ciertos valoes supe riores, df grandes ideaes, de una determinada flosflao de una to logfa. Sif accién’ «se inspire en un pensamientos que pretende ser ‘el més welevado» posible, Aun en el caso de representar 0 defender Jos interdéses de un grupo particular, el movimiento social afitima siem- pre hacerlo en nombre de valores y tealidades universales que son Admitidet, 0 debieran serio, por todos los Hombres y por la colecti: vided effera. Asi, por ejemplo, Jas razones que un movimiento so- cial aduée para motivar su accién pueden ser: el interés nacionsl, el bien comin, la libertad humana, el biénestar colectivo, los derechos del hombre, la salud de todos, el orden quetido por Dios, la bis- tora, ee ‘A. estp denomina Touraine el principio de totalided. Un movie iiento sdcial no puede reivindicar como no sea en nombre de alguna ‘verdad bisica, admitida por todos los miembros de Ja colectivided. 335; ‘Al igual que los dos precedentes, el principio de totalidad es im- portante para Ja explicaciéa de In.naturaleza y crientecién de un movimiento social, Un cambio de ofientacién en un movimiento so- cial suele ir acompafiado, por lo demas, de un cambio en su princi pio de totalidad: asf, por ejemplo, un movimiento patristico, de ins- piracidn religiosa, que se lnciza, deja de invocar el orden quetido por Dios y empieza.a hablar del sentido de le historia;"y, por esto mismo, se hace a menudo més radical, y hasta revolucionario, Accionalismo y movimientor sociales En realidad, él andizis que Toursine hace de los movimientos s0- ciales es més amhicioso ain, Toursine, en efecto, pretende claborar tun método de anélisis de la accién histética, amsdo por él andlizis accionelista, Dicho sndlisis se propone explicar odmo se crean los va- loves, por qué légica y por qué proceso hacen su aparicidn, se ex: presan ¢ impulsan Ia accién de las colectividades. Touraine advierte sin embargo que 1 accionalismo no se opone a los anélisis funcio- nalistas y estractutalistes. A eu juicio, éstor parten de los valores fexistentes como de un dato, mientras que el accionalismo se pro- pone remontarse su origen y a su fuente. ‘Ahora bien, en este andlisis accionalista, Touraine stribuye un lugar privilegiado a los movimientos sociales. Los movimientos soc es, en efecto, son para él el lugar estratégico en donde se erean y ex- plicitan los valores nuevos. Tal es Jz raz6n de que los movimientos sociales sean un objeto de estudio singularmente impottente en el and lisis de Ia accién bistérica y del cambio social. En ellos y por ellos sobre todo, los actores innovedores, al igual que sus oponentes, or ganizan su accién y procuran infiuir sobre la historia de su sociedad. Vamos a considerer con faayor detalle 1o que puede significar todo esto. Multiplicacién de los movimientos sociales Partamos, primero, dg una observacién factual. Se advierte una multiplicacién de los movimientos sociales en les sociedades mo- 536 demnas, cuando las comparamos con Its sociedades tradicionales. La snultiplicecidn de los movimienos sociales es, por lo demés, correla tive a la mulviplicacién de las Altes, como se ha indicido ya en pé ginas anteriores, Constituye asimismo un fenémeno vincolado, como musa y como efecto a Ja vez, ala aceleracin de In historia, tema del que hemos hablado también antesiormente. En les sociedades atcaicas apenas existen los movimientos so- ciales. Cabe ye encontrar algunos en las sociedades campesinas: su origen debe buscarse casi siempre en las revveltes y en las iras cémn- pesings, Pero suelen set de escasa duracién, ¥, sobre todo, no alean- zan a formiar parte de la organizacién social de las sociedades cam. pesinas hasta un punto comparable a] de los medios urbanos y al de Ie sociedad moderna En esta sltima, la opinién pibliea y los gobiernos son incesante- mente solicitados pot un considerable mimero de movimientos s0- ciales, dispuestos a promover las crusas y los intereses més diversos De otto Jado, el primer gesto de un régimen totalitatio es el de liqui- dar los movimientos sociales contestatatios 0 con perspectivas de serlo en el futuro, Peso tales movimientos amenszan siempre con renacer secretamente y derrocar el xéqimen, "El némerc y la vatiedad de los movisiientos sociales en Ja socie- dad moderne constituyen ya un indicio de su importancia, Aunque sdlo fuera a este titulo, merecesian ya Ia atencién del éocidlogo que se interesa por el cambio social ‘TRES FUNCIONES DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES El hecho es més evidente ain cuando se pasa « consideror das tres junciones de los mavimientos sociales: funcién de mediacién, foncién de clarificién de Ja conciencia colectiva, funciéa de pre- sién, Exeminatenios sucesivamente estas tres funciones. Funcién de niediacion i Los movimientos socisles son, en primer Inger, agentes activos de mediacién enize las personas, de un lado, y, de otro, Jas estructu- 337 ‘ei y las realidades sociales. Esta mediacién se opera de vatios mo- dos, Indicsremos dos Por una parte, los movimientos sociales dan a conocer a sus ‘miembros, y a menudo a Jos demas también, la sociedad y las estruc- turas’ sociales; Les explican deverminades realidades sociales, ya sea ‘pita defenderlas, ya sea para triticarlas o para preconizar su trans- formacién, Aleste titulo, los movimientos sociales desempetian ol papel de agentes socializedores, por cuanto ponen la realidad social al alcance del mayo niimero posible de actores. Por otra paite, lor movimientos sociales constituyen un poderoso medio de patticipacién. Dadas sus dimensiones y su diferenciaci6n, la sociedad urbana e industrial exige modalidades més complejas de par- ticipacién en la vide colectiva que Ia sociédad tradicional, Este hecho fue ya vigorosamente subrayado por Emile Durkheim en su famoso prefacio a la seginda'edicién de su obte, De la division du travail so- cial. Durkheim emaba la atencién sobre Ie importancia de las agru- paciones intermediss, destinadas integtar a Jos individuos en las sociedades complejas. Se trataba, a su juicio, de una exigencia corre- Jativa « la, solideridad vegénica. Mas recientemente, Daniel Lerner hha puesto de relieve el-hecho de que, en el paso de la sociedad tradi- cicnal a la sociedad, moderna, los micinbros de una sociedad deben adquitic unas aptitudes nuevas que ies permitan adaptatse « las mo- dalidades més complejat de paiticipacién, En Je sociedad de mises, el movimiento social Ha pasado a con- vertirse en una de Jes principales agrupaciones' intermedias por las uc los actores pueden proteger sts intereses o hacer valer sus ideas, y patticipar asi, en grados diversos, en le accién histérica, Funcién de clarificacién de la conciencia eolectiva En segundo lugar, el movimiento vocal es de indole propia para. desarrollar y alimentar una conciencia colectiva clatificada y comba- ‘iva eh una sociedid 0 en un sectot particular de la misina, Desde cl anilisis de la conciencia de clase’ efectuado pt Matx, s¢ admite la importencia de una conciencia colectiva politizada en el cambio social. Estanmios sin embargo ante una expresién un tanto ambigua: es fécil ccargat en Ja cuenta de la conciericia colectiva todo género de cosas 538 y convettirla en una especie de deus ex machina de la accién histériea Dicho esto, reconocemos Ia utilidad de esa nocién, por cuanto puede ayudarnos a percibir una realidad a menudo diffcil de descri- bir, redlided que podslamos amar el estado colectivo de conciencia clara. Bs el caso de una colectividad que descubte su interés, 0 lo que juzga como tal, asi como las acciones 0 los cambios que lz si- tuacién requicte Evidentemente, esta segunda funciés de los movimientos sociales directamente vinculeda 1 Ja accidn histérica, Un ciezto gra- do de ebnciencia calectiva, en efecto, constituye. un elemento esen- cial a Oda accién histética, Ahora bien, precisamente e3 propio de Ja natuifieza de los movimientos sociales, debido a su orgenizacién, a su prdtelitismo, y 2 consecuencia también de Jos tres principios for muladoil|por Touraine, intentar siempre «clarificar>, desde su espe- cifico panto de vista, la conciencia de una colectividad. Contribuyen de este todo, a mantener o suscitar un cierto estado de alerta petma- nente ef Ja conciencia colectiva. Sobre todo « causa de la influencia es la que los movimientos sociales ejercen sobre los estedos de conciencia de las cblectividades, les atribuye Touraine un papel privilegiado en En ‘i rcer lugar, los movimientos socisles ejercen una influencia sobre elllieserrollo histérico de las sociedades, por las presiones que pucden Hecer sobre las pessoas costituides en utoridad, sobre las élites!del podet. Tales presiones pueden ejercerse de vatias ma. eras: ci{npafias de publicidad 0 de propaganda entre Ia opinién pi blica, ampnazas, lobbying, etc... ‘Las bresiones sobre Jas autoridades no’ son més que una de lag formas dé sccién que pueden adoptat los movimientos sociales. Pero se trata de una forma de accién tan difundida y tan comén que a me- nudo se fa considera como Je funcién principal de los movimientos sociales. Se ha ctesdo, por lo demas, una exptesién especial para de- signatla: se habla entonces de Jos movimientos sociales como de arupos db presidn. Dadojel uso que se hace de esta iltima expresiéa, y babida cuenta # 538 eter Seco 36 también de los estudios de que han sido objeto los grupos de presién, vale la pens examinar ahora detallademente esta forma particular de Jos movimientos sociales Los GRUPOS DE PRESION Digamos ante todo que. «movimientos sociales» y «grupos de ppresiéno no son expresiones sindnimas, aun cuando a menudo sean vusadas indistintamente. Lo que entrafia frecuentemente une cierts confusién es el hecho de que ambas expresiones hagan referencia a tuna misma realidad; Jos movimientos sociales se conducea con harta frecuencia coro grupos de presién, y la mayoria de los grupos de presién son movimientos sociales {Qué debemos entender pues por «grupos de presién»? Definicién de los grupos de presién En clencia politica nis que en sociologia, ha sido eetudiado el fendmeno de los grupos de presién, Nos referiremos aquf de un mo- do particular a Jos estudios de Jean Meynaud, autor que he cons- grado varias obras al estadio de este fendmeno’. Meynaud da una definicién muy clara de lo que son los grupos de ppresién; «Los grupos de interés no se transforman en orgenismos de presién hasta cl momento en que los responsables utilizan Ia ac- cién sobre el aperato gubemamental para hacer triunfar sus sspics ciones 6 reivindicaciofies. Un sindicato de*productores se comporta como un grupo de interés si instituye y supervisa por sus propios medios 1a distribucién de la clientela entre sus miembros. Pero se convierte en grupo de prssién uando intenta obtener de los pode res piiblicos un texio que regule el ingreso de nuevos elementos en su dominio. En definitiva, la categoria “grapos de presién” engloba solamente a un sector de actividad de los grupos de interés: més SooJeen Mevun, Les wonper de preition, lelén sQae sete, PUF, Peis 185 evtba tana Lor pupor te prin, Bab, Buenos Aes, Let rouper de presion wanes Cll Aeend, Clie Poe 1958; Nowell Ende vor tet roues de pre lon ov Frawe, Litniie Aemand ain, Paris 1962 340 exactemente, se trata de analizar a estos ‘times bajo un aspecco determinado> * Esta definicién nos explica por qué Jos movimientos sociales pue- den ser simulténesmente grupos de presién: hablar de grupos de presién equivale 2 subrayar «un aspecto determiinadon de los mo ientos sociales o de los gripos de interés. Tal vez ditiamos, por nuestra parte, que equivale « evidenciar una de las funcidnes princips- Jes de los movimientos sociales: su fiincid de presién sobre las auto~ ridades gubernamentales, Clasificacién de tos grupos de presion Meynaud divide, luego.los' grupos de presién en dos grandes cla. ses, a tenor de los objetivos perseguidos Las organizaciones profesionales comprenden a los grupos de presién que tienen como objetivo esencial Ja conguista de ventajas materiales para sus adeptos o Ia proteccién de situaciones ya adqui- rides, tendiendo asi a acrecentar el bienestar de la categoria repre- sentada» Se trata casi siempre de grupos de presién reuinidos s0- be Ie base de la ocupacién o de la profesidn, En esta categoria cebe rmeneidnar las uniones obreras, los sindicatos patronales, les corpote ciones profesionales, las cooperativas de produccién, etc. Pero tam- biga debiéremos incluir, pese a la expresién wtilizada por Meynaud para designer esta, clase, @ otras agrupacionés, como Tas asociaciones de consumidores, de inquilines, las cémaras de comercio y todas las sociedades que persiguen objetivos similares. Las egrupaciones de vocacién ideolégice eencucntran su razén de set'en la defensa desinteresada de posiciones espitituales o morales, en Ie promocién de causas 0 en la afirmacién de tesis> ", Pertenecen a esta categoria los grupos religiosos, antircligiosos, pstristicos, in temacionalistas, morales, libértarios, Glantrépicos, naturistas, etc. To- das las causts encuentran defensores: la proteccién de los péjatos, de los elefantes, de Ia fauna, los derechos del hombre, los de, la mujer, la Jucha contra lé polucién del agua y contra Ia polucin jatmosfética 10. J. Mepuoo, Ler grouper de preven, pe a id, 9b. SAL i Psmas dos grandes clases abarcan a casi todos los grupos de pre- siés, Meynaud advierte, sin embargo, que no se trata de dos clases incompatibles: las, organizadiones profesionales pueden promaver sinjulténeamente. ideas, valores, y atribuirse esi una vocacién ideo- légica. I Condiciones de eficacia Pero, mds iniportantes para nosotros son las condiciones de efi- cacia de Jos grupos. de presin enumeradas pr Meynand. A su ji cio, cuatro sn las principales. EL mismero de miembros, Las poabiidedes de un grupo de pre- sién en orden a ejercer’ guna influencia sobte los podezes péblicos dependen, en buena media; del sémeto de mitmbros con que pue- de contar, Sin embargo, se advierte.agut una cuestidn de apreciacién muy dificil de zanjar, ya que no todos los miembros de un movi- miento on igualiente actives Ai estén en igual medida comprometi- dos en las causas que el movimiento. defiende. De ditto lado, Jos hom- ‘bres polfticos tienen @ veces en cuenta, los «adeptus potenciles» de 11a movimiento mucho més que'el sithero de sus miembros efectivos, La éapacidad, financier. Un gtupo de presién vive, siquiera en. parte, de las cuotas pagadas por sus miembros. Por tratarse de con- tsibuciones generalmente poco elevadas, el niimero de los miembros constituye un’ elemento importante. Esto es lo que explica que la situacién financiera de un movimiento social sea un indicio del mi mero de sus miembros Un movimiento de sélidas bases financieras cesté mejor situado que otro para ejetéer presiones sobre el Estado, La orgenizacién, Puede afiemarse que, por regle general, un mo- vimiento fuértemente estricturado constituye un grupo de presién mucho més poderoso que un miotimiento no, tan bien orgenizado. ‘Meynaud subraya dos factotes de orgaitzacién que, a este fin, juzga muy importantes: Ia calidad dé los ditigebtes y «la amplitud de 1a red de relaciones que logran establecer (en él,seno de Jos medios parlamentatios, de les oficinas ministeriales, de los Srganos de for- ‘maciéa de Ia opinién piblica)» *, Sin embargo, conviene amar la 1. id, p. 2. 542 atenciéa sobre el hecho de que movimientos deficientemente orga nizadospueden, por otras tazones, preocupar a los hombres piblicos. Eligstatuto social, Los’ grupos de ptesién poseen, como las per- sonas | algunos ouos grupos, un estatuto social: benefician de una in més o menos buena, de un prestigio’ mayor o menor en- inién piblica. Por sezones a menudo dificiles de delimftar, algunoy| propos de presién no logran ganarse el respeto de Ia gente, en tantQ que otros gozan de une reputacién apenas merecida. El esta jal es a menudo un factor primordial de influencia de los gru- poe sobre los miembros del gobierno. le accién ‘Transcribamos, en fin, las principales modalidades que puede re- vestir If accién de los grupos de presién sobre las autotidades gu. bernamhtales. Meynaud enumera ‘cinco. EL fsfuerzo de persuasién puede tomar la forma de redaccién de idles documentos, confecciéa de peticiones, etc., ditigidos a dca ‘miembros del gobierno. En este caso, por la objetividad (siquierd) aparente) y la indole de 1a informacién puede esperar el grupo de presin Ja adhesién del gobierno a sus puntos de vista. Las imenazas al gobierno pueden cvidentemente sex de muchas clases: Amenazas. de boicot, de huelge, de chantaje, de sanciones fi- sicas a ec. El dinero puede servir también para ganarse los favores de los hombred politicos, ya sea mediante suscripciones a los partidos po- Iticos, JA sea mediante 1a cotrupcién de miembros del gobierno o de funcionatios El sabotoje de te accidn gubernamental puede revestir la forma de une fegativa a cooperar con Jos poderes piiblicos o a pagar los Jnmpustés, puede contetate en el boicot « determinades proyectos gubeinailentales, etc La abciéw directe, en fin, consiste en el recurso a la fuerza, ale violencia) por medio de huelges, manifestaciones masivas, desorgani- racién df los servicios, et. 43 Accién de los grupos de presién Pese 4 todo Jo que pueda decisse sobre Ias posibilidades de ac- cin de los grupos de presién y sobre los medios a su disposicin, no existe unanimidad tcerca del poder real de los grupos de presién Meynaud lo subraya en repetidas ocasiones: «Unos ven ea ellos un poderoso instumento de anulacién de lg democracia: legen incluso « reclamar una estricta regulacin de sus actividades. Otros estimen excesivos tales ataques y los consideran como une: tentativa encami- nada’a impresioner a Ia opiniéa. Se trata de una cantroversia que parece estar muy Iejos de estar zanjada, habida cuenta de los es- casos datos indiscotibles que se poseen sobre el ‘papel de los srupos» Sin embargo, preciso es admitic que, en sus diferéntes invest ciones, el propio Meynaud ha confeccionado un informe impresio- rnante sobre las actividades y el papel de los grupos de presién. Ha evidencinde de un medo concreto sus diversas intervenciones ante los hombres polfticas y los altos funcionatios. Ha demostrado la exis- tencia de numerosos lobbys en Francia, Inglaterra, Estados Unidos. Hu revelado los medics a que recurren para convencer y para forzar a weces a los poderes piblicos a-satisfacer sus inteteses Es va imposible no creet en la accién eficaz de los grupos de presién y en su influencia sobre Ia historia de las sociededes. Es un hecho bien comprobedo, tanto cientifica como pricticamente. Pero, de otro lado, gno tiende a veces a concederles una impor- tancia_y nn peso que no responde a Ia realidad? Es probable. Fracaso de tos grupos de presi6n Un estudio reciente pone precisamente en guardia contra una intexpretacién abusive de la infuencia real de los grupos de presi6n Léon Dion ha examinado los acontecimientos que ‘se sucedieton cuando elgobierno de Quebec remitié a la cdmats, en 1963, un proyecto de ley para Ia creaciGn de un ministétio de Ja educacién, Ha 14), MERAY, 0. 56, 15. Léon Dion, Le bl 60 et te reclté qubéste, Batons HIME, Nonveal 26) one analizado Jas presiones que ejercieron por aquel entonces quienes se coponian al proyecto y quienes lo defendian. ‘Dion examina los diferentes gropos de presién que expresaron su opinidn, su modo de hacerlo y el sentido en que lo hicieron, De- limita cuidadosamente las fuerzas que actuaron y hace un recueuto preciso de las intervenciones favorables o desfavorables a lo ley. El cenfrentamiento éra importante, y tanto los grupos que se oponian @ ln ley en cuestién, como aquellos que la defendian, otorgabsn gran importancia al resultado del debate. ‘Sin embargo, al término de este minucioso andlisis, Dion demues tra gue toda esa actividad febril y ostentosa de los grupos de presién no influy6, en la peictice, sobre la decisién guberamental. Esta re vvestla més bien la forma de un entendimiento entre ados poderes» iguales: el Estado y Ia Iglesia catélice. Tras la fachada de Ia agita- cisn de Jos grupos de presién, les converseciones entre representantes del episcopado catélico y del gobierno constituyeron el micleo esen- cisl del debate y determinaron el: sentido del resultado final del Cabria, 2 la postre, considerar que el episcopado fue el grupo de presién que.mas influy6 sobre el gobierno, Pero no ¢s ésta la opi- nién de Léon Dion: se daria asf un significado demasiado amplio a Ja nocién de grupo dé presién, La verdad es que, en este debate, la Tplesia catélice representaba un poder a idéntico titulo que el Estado, y ambos suftian el acoso’ de los grupos de presién. A Jo més, podria decirse que Is actividad de Jos grupos de presién obligé « ambos poderes a reunirse y ponerse de acuerdo. Pero, incluso en este caso, el entendimiento a que llegaron se habria alcanzado de todos modos. De hecho, una vez coneluido y conocido el entendimiento a que se habfa egado, call6 Ja vox de los grupos de presién. No hemos aducido este ejemplo para minimizar el poder de los ‘grupos de presién, sino més bien” para ilustrar el hecho de que la influencia real de los grupos de presi6n no debe medirse inicamente por el mido que arman. Para dar con une medida exacta de su se- ciGn, cs pieciso remontarse, como ha hecho el propio Dion, all pro- ceso. de sdopcién de decisones y anolzar Inego sas fomponentes clectivos. 345 Rexictones gyms Surres, Movinrentos ¥ GRUPOS Relaciones de interaccién Las dlites, Jos movimientos y los grupos, cuya accién hemos ana- lizado por sepatado, estén de hecho intimamente asociados. Las lites crean, activan, simbolizan a los movimientos sociales y 2 los grupos de presién, Los movimicntos y los grupos, 2 su vez, sostic- snea a descalifcan a sus jefes, a quienes frenen o superan, 0 4 quienes, Iegedo el caso, deponen y cambian. La accién histérica de Jas Alites, movimientos y grupos estd pues condicionada en parte por las rela clones existentes entre Ids mistnos, La interaccién de las élites y de sus movimientos constituye también un importante elemento de la seeién histétice: Ie accién hist6rice de una élite viene influida a me nado por sus relaciones con sii,movimiento, y la de este tltimo pue de quedar determinade por sus relaciones con su elite. Las relaciones entre las lites y sus movimientos son comple- jts y combiantes. Tntentaremos indicar por lo menos sus Iineas prin- ‘pales, La distancia éntre tos dirigentes y los miembros Debemos partir de la comprobacién de que jamés hay un acuer- do 0 concordancis perfecta entre los dirigentes y los miembros de un movimiento. Si, ‘por ejemplo, interrogamos a los lideres de un mo- vimiento y luego a un determinado mimero de miembros del mismo, advertivemos casi siempre una neta diferencia entre sus respectivos puntos de vista. Los ditigentes, pongamos por caso, suelen poseer lun conocimiento més preciso que los imiembros de los objetivos que persigue el movimiento. Estén més capacitados para explicar las es- tructuras y el funcionamiento del movimiento en cuestidn. Conocen mejor sa historia y evolucién antetior. Identifican cop mayor exacti- tud a sus oponentes, a sus adversatios, etc. En resuimen, puede afi ‘marse que, por tegla general, los ditigentes de on movimiento po- seen un conocimiento més claro, preciso y detallido de su movi rmiento que los miembros, 346. AER, Por otra parte, se advierten diferencias similares entte los ‘miem- bros de un movimiento. Si examinamos la riguisima gama que va de los miembros activos a los simples simpatizantes, podremos tra ar unit serie de cfculos concéntticos que se distancian cada. ver més del cefitro. Los miembtos més actives y més préximos al centro suelen poseer un mejor conocimiento de su movimiento que los‘sim- patizanies situados en Ia periferia del mismo Estds diferencias entre los dirigentes y los miembros, y entre unos sfjembros y otros, tienen importantes consecuencias dinémicas sobre {i vida de un movimiento. Cabe descrbisles con Ia ayuda del anilisis|de dos situaciones extremas. Las difgenes eadlatadosn « 4 movinieno Lol aigeies pS echt arupo, es decic, pueden] inantener posiciones més extremas que los miembros, pero en el mistfo sentido: si el movimiento es reaccionatio, los dirigentes lo son méé que los miembros; si es revolucionatio, también Jo son més. En ina situacién de esta indole, muy frecuente, los Uderes de ben cofisagrar buena parte de sus enetgies a ela educacién de los siembigs», Su proteliiamo se dirige a éstos’ al mismo tiempo que 4 los iiflferentes o los oponentes, pero de acuerdo con formes y procedipientos diferentes. Por lo que respecta a los no miembros, “Ios Ifde}#s procurardn adespertatles», ehacerles conscientes», «inquie- tatlese, econverttless, ete. Pero, cuando se trata de los miembros, Jos Ideges puedén suponer que comparten ya con ellos ciertas con- vicciones bésicas. Su accién se apliceré pues preferentemente a [a tarea dé!anutriro a los miembros con la informacién necesaria, ¢ha- cetles egolucionary, shacer que progresen», etc. Pero} sitmulténcamente, los, lideres deben procurar no desgajarse de su gippo. Si asumen péblica u oficialmente pasiciones harto aven- zadas, cdtten el riesgo de perder Ia adhesin de sus miembros. De ouo ladb, puede set éste un medio para hacer evolucionar « los ‘micmbtos, por cuanto se les induce a apoyar y sostener actitudes tenidas tn un principio como extremas. Pero, en resumidas cuen- 15, los diigentes que se encuentran en esta situacién se ven frena- dos en su accién, por lo que los cambios que preconizan requieren a7 mis tiempo y energia, Deben acruar con mucho tiento cuando sus fadversarios estén capscitados para aprovecharse de la distancia que media entre los Iideres y los miembros, en-un esfuer2o por atruer ¢ estos sltimos y apartarles de sus jefes, para que se sitden del lado de movimientos més moderados. Una élite ereberadan por los mismbros La situacién es sbsolutamente diferente cuando los dirigentes de un movimiento se ven rebasedos por ua determinado mimero de miembros, que adoptan actitudes més extremas que ellos, La élite dirigente debe enftentarse entonces a nna oposicidn en el seno mit imo de su moviesiento, La lucha se establece entonces sobre dos fren- tes: contra los adversarios y contra le oposiciéa interna. Por regla general, Ia opositién esterd a st vex dirigida por una Aiite de oposicién,-una contradlite, Los miembros del movimiento se encuentran entonces divididos en dos grupos; respectivamente 2ds- Glitos a dos equipos dirigentes diferentes, empeiiados en ganar su ‘adhesién. Lo qué distingue a ambos equipos puede reducirse a: ve- es a une simple cuesti®. le marices, o a una estrategia diferente, © ando se trata de uns oposicién basada en cvéstiones i les, el movimiento cotre el riesgo de conocer una crisis y delittiwy seriamente sa influencia. Los div ggentes deben entonces ‘optar ¢\.+ in slefensa de su propio pints de vista y la salvaguardia de la efi, »£ movimiento Cuando el debate versa stu «

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