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PENAL ||
por Orly Argudo
2
UNIDAD 1
UNIDADI
Referencias 7
DERECHO PENAL ll
Subtemas:
1. Concepto y características.
Objetivo
Introducción
El Derecho Penal Il, tiene como principal objetivo el estudio de lo que, tradicionalmente, se conoce
como Parte Especial del Derecho Penal. La materia permite reconocery aplicar la estructura de los
delitos en particular que están señalados en el Código Orgánico Integral Penal, es un estudio
pormenorizado de la pena donde constan los tipos penales del referido COIP.
La presente unidad nos va a permitir conocer la definición del poder punitivoy su relación con el
Derecho Penal, iniciando nuestro estudio y análisis con el concepto y características. También
analizaremos en esta unidad las transformaciones actuales del poder punitivo, relacionado con la
normativa ecuatoriana en el Código Orgánico Integral Penal. Finalmente, podremos comparar las
diferentes posturas y criterios de autores que han dejado grandes aportes teóricos sobre el tema
que nos acontece.
Desarrollo de subtemas:
1.1Concepto:
El Poder Punitivo del Estado o lus Puniendi consiste en la facultad sancionatoria de que dispone
para imponer una pena a quien ha infringido una norma jurídica. Ello representa una emanación
de su soberanía, y no un mero derecho subjetivo de punir. (enciclopedia jurídica online,
Argentina).
La característica del poder punitivo es, pues, la confiscación de la víctima, o sea, que es un modelo
que no resuelve el conflicto, porque una de las partes (el lesionado) está por definición excluida
de la decisión. (Megalex.ec).
A) Principio de Legalidad:
El principio de legalidad se encuentra regulado tanto en la norma constitucional como en la norma
penal sustantiva, en consecuencia, resulta ser un principio constitucional y un derecho
fundamental, en nuestro ordenamiento jurídico. El principio de legalidad penal trata de asegurar
los postulados al someter toda intervención penal a la Ley.
- En primer lugar, sólo la ley crea delitos y sólo podrá considerarse delito, aquel hecho que la ley
declare delito expresamente.
- Y en segundo, la ley penal debe expresar la conducta prohibida para que los ciudadanos se
motiven frente a ella, constituyendo el límite más importante del poder punitivo del Estado. A fin
de que nadie pueda ser castigado penalmente sin que previamente se defina su conducta como
delito, se establezca la pena correspondiente, el proceso dentro del cual se impondrá la sanción;
y, estén definidas las reglas de ejecución de la misma.
C) Principio de Lesividad:
También conocido como Principio de Exclusiva Protección de bienes jurídicos, exige que el
derecho penal sólo regule aquellas conductas humanas que sean socialmente relevantes. Esto
significa que de todos los bienes jurídicos objetos de protección por parte del Derecho, serán
bienes jurídico-penales, mismos que deberán cumplir con tres requisitos fundamentales: ser
merecedor de protección, ser necesitado de protección; y, ser capaz de protección.
"La tesis de la protección de bienes jurídicos implica que existen bienes previos al Derecho Penal,
o constituidos por éste como la vida, el cuerpo, la propiedad, pero también el funcionamiento de
los órganos estatales y otros de cuya integridad el Derecho Penal debería ocuparse"[4].
ba
D) Principio de Culpabilidad:
Este Principio supone la determinación de la imputación subjetiva sobre la base de que el hecho
le corresponde al autor del mismo, que no hay imputación por meros resultados, distinguiendo
culpabilidad de azar o casos fortuitos y diferenciando, además, los grados de participación en el
delito; congruente con ello, hacer proporcionales las consecuencias jurídicas con esos grados de
participación. "El principio de culpabilidad garantiza dos cosas: en primer lugar, que el hecho no
debe interpretarse como casualidad o como capricho del destino, sino como obra, artefacto de
una persona; y en segundo lugar, que esta persona es competente para intervenir en asuntos
públicos"[5]. Se incluyen, así como partes competentes de este principio a:
3) La Exigencia de Dolo o Culpa supone la necesidad de que todo delito, por lo menos sea una
conducta evitable. Sólo las conductas dolosas o culposas pueden dar lugar a una imputación de
responsabilidad penal. Los resultados imprevisibles e inevitables quedan fuera del ámbito penal.
4) La Imputabilidad del Autor del Hecho, dice de las características físicas y psíquicas que debe
tener una persona para que se le pueda imputar responsabilidad penal.
E) Principio de Resocialización:
Principio íntimamente unido al de resocialización, mediante el cual entendemos que una pena
que no resocializa es inhumana, cuyos fundamentos principales se basan en la lucha contra las
penas cortas, las penas demasiado largas y la humanización de la cárcel.
Debido a que las penas cortas privativas de libertad, al igual que las demasiado largas, no cumplen
efectos preventivo generales ni especiales, por lo que no se legitiman ni por su necesidad, ni por
3
su humanidad, sino más bien afectan al principio de proporcionalidad y de ultima ratio del
Derecho Penal.
Durante siglos la víctima ha sido la gran olvidada por el carácter público de la acción penal,
centrando el conflicto penal entre autory Estado, es por ello que este principio revaloriza el papel
de la víctima que ha sufrido la pérdida o menoscabo de sus bienes jurídicos como consecuencia
del delito. En definitiva, la reparación a la víctima no puede ser considerada una tercera vía, pero
sí puede y deber tener un lugar en la determinación de la pena.
La Sistemática Jurídica tiene por objeto la exposición ordenada y coherente de los preceptos
jurídicos que se hallan en vigor en una época y un lugar determinados, Por tanto, la Sistemática
Jurídica es la que nos permite agrupar las normas jurídicas ordenadamente, primero, en una gran
división de Derecho Público y de Derecho Privado y, posteriormente, formar las diversas ramas
del Derecho. Si no fuera por esa sistematización sería un caos la multiplicidad de las normas
jurídicas.
De manera histórica el Derecho Penal ha sido visto como un poder restrictivo, represivo, es por
ello que hoy en día existe un amplio consenso en delimitar los fines punitivos del Estado a través
de la Constitución, ya que este Poder se realiza mediante normas y decisiones jurídicas que tanto
el Legislador que las elabora, como el Juez que las aplica están vinculados por las prescripciones
de la Constitución, siendo esta vinculación garantizada por la atribución de un control sobre el
legislativo y los jueces a un órgano supremo que es la Corte Constitucional. Por lo que los
principios rectores del sistema penal no deben ser considerados como límites superficiales del
“lus Puniendi"[1] sino más bien como principios constituyentes del Derecho Penal.
La Constitución contiene preceptos que directa o indirectamente afectan y son parte del sistema
punitivo, es por ello que debe estudiarse de forma detenida la Constitución para así entender al
4
tenor su espíritu y los principios generales que en ella se consagran, lo que diferentes estudiosos
denominan "el Programa Penal de la Constitución, que es entendido como el conjunto de
postulados político-jurídicos y político-criminales que constituye el marco normativo en el seno
del cual el Legislador puede y toma sus decisiones, y en el que el Juez ha de inspirarse para
interpretar las leyes que le correspondan aplicar"[2].
Así como también, son parte integrante del Derecho Penal Constitucional aquellos preceptos que
de manera expresa regulan los conceptos del sistema penal como por ejemplo la inmunidad
parlamentaria, unidad jurisdiccional, publicidad del proceso penal, motivación de las sentencias y
lo referente a la Policía Nacional.
El Poder Punitivo del Estado es un conjunto de normas que tienen la categoría de ser jurídicas,
por medio de las cuales se impone deberes, derechos y sanciones, siempre y cuando sea para
garantizar el bien común de la sociedad.
Esto se debe a la evolución que tuvieron las ideas penales desde la etapa de la venganza hasta
nuestros días, en el que los gobernados dimos este derecho al Estado para imponery aplicar penas
en contra de los miembros de la sociedad que cometían un acto en contra de la paz social. Esta
potestad es un poder limitado por los principios constitucionales del derecho penal, por la
Constitución, y por los derechos humanos internacionales, los mismos que una vez positivizados
en las normas, se tornan en garantizas controladoras del abuso autoritario de los Estados,
cuidando la mala interpretación o uso del mismo por el ámbito político, o de intereses ajenos a la
sociedad, es así que se limita el autoritarismo, y las sanciones fuera de ley. CONTRERAS, López
Rebeca Elizabeth, Derecho Penal y Globalización, un cambio de paradigma, volumen V, México,
Editores Arana 2007, Pág. 69
El poder punitivo que controla los Estados es un atributo operativo dispensable, puesto que
controla las relaciones sociales e incluso individuales de sus miembros; es la medida con la cual el
Estado subordina el comportamiento de sus habitantes y mantiene una armonía colectiva, estima
respetar los derechos individuales, y de una forma amenazadora, controla las conductas
delictivas, pues reprime el cometimiento de actos indebidos con la imposición de penas que van
más allá de las meras penas pecuniarias, estas sanciones dirigidas a los infractores, involucra
sanciones directamente en sus derechos fundamentales, como lo es el derecho de libertad y en
el caso de normas aún más punitivas, atacan el derecho de la vida. En el actual Código Orgánico
Integral Penal, se puede apreciar la imposición de los principios Constitucionales como de
aplicación directa; pues estos regulan las conductas dentro de la colectividad ecuatoriana, a más,
los derechos humanos y los derechos constitucionalizados, tal y como lo estipula el artículo 2 del
Código Orgánico Integral Penal; “Artículo 2.- Principios generales.- En materia penal se aplican
todos los principios que emanan de la Constitución de la República, de los instrumentos
internacionales de derechos humanos y los desarrollados en este Código. Se aplica todos los
principios de que enmarcan en la Constitución e Instrumentos Internacionales de los Derechos
Humanos, en materia penal. Constitución de la República del Ecuador, Editora Ediciones Legales,
Quito Ecuador 2008, publicada el 20 de octubre del 2008, Pág. 107, art.201.
El Poder Punitivo del Estado o lus Puniendi “consiste en la facultad sancionatoria de que dispone
para imponer una pena a quien ha infringido una norma jurídica. Ello representa una emanación
de su soberanía, y no un mero derecho subjetivo de punir”. (Gonzalez, 2014). Esta potestad que
tiene un Estado para imponer las sanciones que le corresponde a cada uno de los delitos, le
permite primeramente realizar un estudio minucioso de la ley para establecer penas acordes a la
gravedad de cada delito, es por esta razón que las personas encargadas de hacer las leyes, debe
ser gente con la suficiente preparación, con el conocimiento necesario, para tratar de no cometer
errores. La proporcionalidad de la pena, no es otra cosa que esperar que tanto de las autoridades
como quienes elaboran la Constitución y las diferentes leyes de un Estado, lo hagan teniendo en
cuenta esto, precisamente para no sancionar con penas drásticas delitos menores y en cambio a
delitos mayores imponer sanciones bajas. El tratadista argentino Eugeni Zaffaroni, manifiesta
sobre la proporcionalidad: “El principio de racionalidad puede asimilárselo al de proporcionalidad
punitiva puesto que, éste se considera menoscabado al momento de imputar penas que no
resultan ser acordes al injusto ocasionado con la comisión de un delito, lo cual debe ser
inexorablemente considerado a fin de no lesionar además el principio de humanidad mediante la
imputación de penas irracionales”. (Zaffaroni E., Derecho Penal, Parte General, 2005, pág. 325).
Es necesario que en el Ecuador el delito de peculado tenga una sanción de acuerdo a la gravedad
del delito, porque el perjuicio que se causa es nacional, que afecta a todos los ecuatorianos.
Debiendo a las personas sentenciadas por el delito de peculado aplicarse penas ejemplares, para
que a nadie más se le ocurra cometer este delito, que como se ha visto en los últimos años los
escándalos han sido a nivel de los países de América del Sur y América Central, afectando a sus
economías gravemente, porque de acuerdo a las investigaciones realizadas son por altas
cantidades económicas el perjuicio ocasionado. El Estado ecuatoriano tiene la obligación de
blindarse para prevenir el delito de peculado, o por lo menos que las personas piensen dos veces
antes de hacerlo, porque van a saber que las penas que se les va a imponer son severas, para
resguardar la economía del Estado y de esta manera establecer penas proporcionales para cada
delito que afecta a la eficiente administración pública. Los doctrinarios Gúnther Jakobs y Manuel
Cancio Meliá, en su libro Derecho penal del enemigo, sostienen que: ”...también existen procesos
de criminalización “a la antigua usanza”, es decir, la introducción de normas penales nuevas con
la intención de promover su efectiva aplicación con toda decisión, es decir, procesos que
conducen a normas penales nuevas que sí son aplicadas, o al endurecimiento de las penas para
normas ya existentes”. (Jakobs €: Cancio Melía, 2003)
Subtema 4: TRANSFORMACIONES ACTUALES DEL
PODER PUNITIVO.
En el análisis de las transformaciones del poder punitivo en la actualidad, hay algo que
persiste, y es la “presunción generalizada de inequidad y ofuscación en la operación del
sistema penal. La verificación reciente de esta crisis, a pesar de que en algunos casos se
involucra con los problemas propios de la administración de justicia penal.
A pesar de que setenga por objeto desarrollar un registro de las transformaciones del poder
punitivo en la época actual, hay algo que persiste, y es la "presunción generalizada de
inequidad y prejuicio en la operación del sistema penal" (Gabaldón, 2010, p. 264). La
constatación reciente de esta crisis, a pesar de que en algunos casos se confunde con las
dificultades propias de la administración de la justicia penal, se pueden encontrar en
múltiples artículos de investigación, e.g.: En México, Barba (2008); en España, Serrano
(2009); en Venezuela, Baíz (2008); en Cuba, González (2008); en Argentina, Cesano
(2009); en Colombia, Vallejo (2011) y Zuluaga (2008), que han resaltado como principales
factores críticos el constante aumento de tareas o funciones (Bergalli, 2003, pp. 25-82)
asignadas al sistema penal que, en muchas ocasiones, no son el producto de una visión
coherente y empíricamente respaldada de política criminal, lo que tiene por resultado, en
palabras de Zaffaroni (2009, p. 4) la persistencia de "una altísima selectividad
criminalizante y victimizante, pero también politizante”.
En la actualidad existe una creciente influencia del poder punitivo en la vida de las
sociedades, dado que la huida hacia el derecho penal, la reducción de los márgenes de
negociación de los conflictos y las crecientes demandas de seguridad, hacen que este se
muestre como el mecanismo aparentemente más rentable y eficaz para administrar los
problemas sociales y disminuir las presiones sobre los sistemas políticos y económicos. En
esta ocasión se identificó cómo los cambios en el plano político, económico y estatal
generan nuevas dinámicas en el control punitivo, abriendo paso para la inserción de nuevas
categorías de análisis y la discusión de las hasta hoy existentes. Revista Criminalidad Print
version ISSN 1794-3108.
Referencias
[1] Expresión latina utilizada para referirse a la facultad sancionadora del Estado.
[2] BERDUGO GOMEZ DE LA TORRE Ignacio, "MANUAL DE DERECHO PENAL", Ediciones Experiencia,
Barcelona, Primera Edición, 2004, pp. 45-80
[3] El poder punitivo es centra en el proceso selectivo de criminalización, éste se desarrolla en dos
etapas, denominadas respectivamente, primaria y secundaria. ZAFFARONI, Eugenio Raúl.
DERECHO PENAL, Buenos Aires, Ediar. 2002, pág.
7.
repositorio.uta.edu.ec
https://repositorio.uta.edu.ec/
[6] Asamblea General de las Naciones Unidas. (1948). Declaración Universal de los
Derechos Humanos. París.
[7] Asamblea Nacional. (2014). Código Orgánico Integral Penal. Quito: Registro Oficial. Asamblea
[9] Beristain, A. (1994). Nueva Criminología desde el Derecho Penal y la Victimología (1era. ed.).
Valencia, España: Tirant lo Blanch.
https: //www.derechoecuador.com/-
https: //repositorio.uta.edu.ec/
[11] Nino, C. (2013). Ocho lecciones sobre ética y derecho para pensar la democracia. Buenos
Aires: Siglo Veintiuno.
[12] Pasquel, D. A. (2014). Estudio Introductorio al COIP Parte General Tomo |. Quito:
Corporación de estudios y publicaciones - CEP.
[13] Real Academia Española. (09 de 02 de 2020). Diccionario de la lengua española, 23. ed..
Obtenido de https://www.dle.rae.es
O.,
INDICE DE SIMILITUD
Dv,
FUENTES DE
O,
PUBLICACIONES
Dv,
TRABAJOS DEL
INTERNET ESTUDIANTE
FUENTES PRIMARIAS
FRO018/vl. O /18-11-2019
FP
UNIDAD 1
TEMA 2: DELITO DE
HOMICIDIO.COIP.
UNIDAD 1
Referencias. 10 y 11
DERECHO PENAL Il
Subtemas:
Objetivo
El homicidio es un delito contra la vida humana, el mismo que tal y como lo define Juan
Sáinz Guerra en su obra la evolución del derecho penal en España, “es el másrelevante de
los delitos corporales, porque la vida es el bien más preciado de los hombres.”[ 1] Delito
que desde una perspectiva histórica nos lleva necesariamente a estudiarlo en distintos
momentos históricos como son:
Derecho Romano
En donde los pueblos que habitaban la Península Ibérica antes de la llegada de los
colonizadores romanos no tenían un derecho común, sino que, por el contrario, cada pueblo
contaba con un derecho y unas costumbres diferentes, así como unas lenguas y una cultura
distinta.
Derecho Visigodo
En la Alta Edad Media, misma que se desarrolla desde principios del siglo VIII hasta
mediados del siglo X1l, podría decirse que esta comienza con la caída del Reino Visigodo
a raíz de la derrota de Guadalete a manos de los musulmanes en el 711, pero también hay
que destacar la precaria situación política en la que se encontraba la monarquía visigoda,
con una marcada desintegración interna, provocando una gran debilidad en el reino lo que
facilitó la conquista de los musulmanes.
Recalcando que durante esta época lo más destacado es que los familiares de la víctima
deben mediante querella o rancura iniciar la reclamación del delito de homicidio, además
en ocasiones pasa a castigarse únicamente con sanciones, y en la mayoría de los fueros se
recoge solo el tipo simple, si incluir las posibles atenuantes O agravantes,[3]debido a la
influencia del Líber ludiciorum, el cual ya contenía una extensa regulación del homicidio
y sus diversas formas, por lo que en los fueros en los que no se recoge el homicidio se
puede presuponer que se acudía a la normativa establecida en el Líber ludiciorum o al
derecho consuetudinario.
A este periodo histórico se le denominó también recepción de derecho común, y abarcó los
siglos del XI! al XVII En donde el derecho común o jus commune aparece en el
Renacimiento, basándose en el derecho romano justiniano, con la finalidad de implantar
un derecho universal que superará las diferencias entre los derechos locales existentes, en
donde se parte de la distinción entre si el homicidio acontece con voluntad o sin voluntad,
lo cual refleja lo establecido en el derecho romano. De esta manera, Graciano, en su Decreto
distingue entre el homicidio que se comete con dolo o voluntad y el que tiene lugar por
negligencia o por caso fortuito, además, se recoge el homicidio necessitate, englobado en
el ámbito de la legítima defensa, en el cual no existiría esa voluntad. Las Decretales de
Gregorio IX por su parte, aportan nuevas situaciones a las causas de homicidio
involuntario, entre las que destaca la decretal llamada Sicut Dignum de Alejandro I, en la
que se recoge el aumento o disminución de pena según la participación en el delito de
homicidio, distinguiendo entre acompañante, instigador y cómplice .[4]
Etapa Codificadora
Una vez observado brevemente el recuento histórico del tipo penal de homicidio, es
pertinente indicar que el bien jurídico protegido desde una opinión casi unánime lo define
como la vida humana independiente. Una minoría lo identifica con la capacidad de
autodeterminación del sujeto, de modo que no se protege sólo la realidad biológica de la
vida, sino también las facultades de decisión y disposición que conlleva dicha realidad
como un todo. Esta distinta concepción tiene que ver con la disponibilidad de la bien
jurídica vida.
Acción típica
El homicidio consiste en matar a otro y ese otro debe ser una persona nacida con vida del
vientre de una mujer. Son sus elementos una acción u omisión causales, un resultado
material (la muerte de la persona) y un elemento subjetivo (dolo) que supone la voluntad
de suprimir un ser humano. La acción en el delito de homicidio consiste en “matar a otro”,
lo cual implica la destrucción de una vida humana. El delito es de comisión, es decir, que
la acción de matar es siempre activa, pero, en ciertos supuestos, también puede cometerse
por omisión (omisión impropia).
Art. 144.- Homicidio. - La persona que mate a otra será sancionada con pena privativa de
libertad de diez a trece años. COIP.
Art. 145.- Homicidio culposo. - La persona que, por culpa mate a otra, será sancionada
con pena privativa de libertad de tres a cinco años.
Con la misma pena será sancionado el funcionario público que, inobservando el deber
objetivo de cuidado, haya otorgado permisos, licencias o autorizaciones para la
4
construcción de obras civiles que hubieren perecido, y que como consecuencia de ello se
haya ocasionado la muerte de una o más personas. COIP,
Art. 146.- Homicidio culposo por mala práctica profesional. - La persona que, al infringir
un deber objetivo de cuidado, en el ejercicio o práctica de su profesión, ocasione la muerte
de otra, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años.
Será sancionada con pena privativa de libertad de tres a cinco años si la muerte se produce
por acciones innecesarias, peligrosas e ilegítimas. Para la determinación de la infracción al
deber objetivo de cuidado deberá concurrir lo siguiente:
El tipo penal está compuesto de dos elementos: objetivo y subjetivo. El elemento objetivo
abarca el lado externo de la conducta, y está integrado por un elemento normativo, sujeto
activo, sujeto pasivo, bien jurídico lesionado y nexo causal entre acción y resultado.
(derechoecuador.com)
El tipo penal está compuesto de dos elementos: objetivo y subjetivo. El elemento objetivo
abarca el lado externo de la conducta, y está integrado por un elemento normativo, sujeto
activo, sujeto pasivo, bien jurídico lesionado y nexo causal entre acción y resultado. El
elemento subjetivo pertenece a la parte psíquica del sujeto activo que realiza la acción, o
de un tercero, y está conformado por el dolo y la culpa.
Hablar de sujeto pasivo, es hablar de la víctima: la persona sobre quien recae la acción
dañosa y a quien se le ha afectado el bien jurídico protegido.
Y finalmente, el nexo causal, que es la relación que existe entre la acción y el resultado.
Esto quiere decir que entre la conducta y el resultado que resulte de esta, debe existir una
relación de causalidad.
Si la acción fue realizada con voluntad y conciencia de aquello que se quiso lograr, estamos
frente a los elementos del dolo, que son el elemento intelectual y el elemento volitivo. El
dolo es la conciencia y decisión del hecho.
Elementos objetivos
Entre el acto del sujeto activo y el resultado debe mediar una conexión de manera que el
resultado, la muerte, sea consecuencia del obrar del sujeto. Las diversas teorías existentes
en torno a la base de la relación de causalidad o nexo entre la acción y el resultado se
concretan en: la teoría de la equivalencia de condiciones, de la causa próxima, de la causa
adecuada, de la relevancia típica, etc. Todas ellas eran criticables y necesitaban correctivos
que impidieran sus excesos. Actualmente la teoría de mayor acomodo en nuestro
Ordenamiento Jurídico se centra en la imputación objetiva que tiene en consideración los
criterios de creación o incremento del riesgo, exigiendo que el resultado sea producto del
riesgo creado o incrementado por la acción realizada por el sujeto. Esta teoría ha dado lugar
a la aparición de una serie de reglas que determinan cuando un resultado es imputable
objetivamente a la acción del sujeto. Actualmente se utiliza la doctrina de la imputación
objetiva, en ocasiones como versión renovada de la teoría de la causalidad adecuada.
Elementos subjetivos
La muerte de una persona puede producirse mediante una acción dolosa (homicidio doloso)
o una imprudente (homicidio imprudente). Junto a estas dos modalidades ha de examinarse,
aunque separadamente, la hipótesis del llamado «homicidio preterintencional».
TIPO SUBJETIVO
El dolo del autor debe abarcar tanto sobre la conducta típica (matar a otro) como sobre las
circunstancias específicas. No cabe la comisión imprudente.
6
¿Es posible el dolo eventual? La gran mayoría de la doctrina entiende que no es posible
dado que las circunstancias del asesinato exigen dolo directo. Aunque algunos autores
defienden que el autor puede actuar con dolo directo respecto a la circunstancia constitutiva
del asesinato, y en cambio con dolo eventual frente al propio resultado de matar.
El homicidio doloso
El dolo supone conocimiento y voluntad de realizar el tipo penal, es decir, el sujeto activo
realiza una acción dolosa cuando conoce y quiere la realización del tipo penal, en este caso,
del homicidio, o bien, conforme a las teorías más modernas, es suficiente con afirmar que
el sujeto conocía que realizaba una acción que generaba un peligro jurídicamente
desaprobado que afecta al objeto protegido (en este caso la vida humana o bien que conoce
los elementos del tipo objetivo), para concluir que el sujeto obra dolosamente.
Por tanto, comete un homicidio doloso quien quiere matar a otra persona y a ese fin ordena
su acción. El elemento esencial del delito de homicidio doloso es "el animus necandi" o
intención de matar, que sirve para distinguir la acción cometida del delito de lesiones, en
las que el sujeto activo quiere causar daño en la salud física o mental de otro sujeto, pero
no causarle la muerte. Naturalmente que la intención real del sujeto activo: matar o
simplemente lesionar, pertenece a su fuero interno. Si este niega la intención de matar, ello
no significa que no pueda condenarse por delito de homicidio, pues el órgano jurisdiccional
podrá deducir el "animus necandi" con criterios objetivos externos de la acción (la
existencia de amenazas o simples resentimientos entre el autor y la victima) coetáneos a la
acción (medios empleados para realizar la agresión, región del cuerpo afectada por la
agresión) y posteriores a la acción misma (palabras o actitud del sujeto ante el resultado
producido.
El homicidio imprudente
La muerte de otra persona puede cometerse por imprudencia, al haber el sujeto infringido
el deber objetivo y subjetivo de cuidado que era exigible.
Subtema 5: Modalidad preterintencional del Delito de Homicidio.
En nuestro Código Orgánico Integral Penal no existe ninguna figura delictiva con este
nombre. La denominación de homicidio preterintencional ha sido acuñada por la
jurisprudencia al delimitar supuestos donde la culpabilidad del agente no encuadra en
ninguno de los supuestos de dolo o imprudencia, como en los casos en que el sujeto activo,
queriendo lesionar a otra, sin embargo, produce su muerte, esto es, la acusación de lesiones
dolosas que conducen a la muerte no querida del lesionado. El sujeto activo no tiene pues,
intención de matar sino de lesionar.
Sentencias destacadas.
Referencias
[1] Alvarado Planas, Javier y Montes Salguero, Jorge, Manual de historia del Derecho y de
las Instituciones, Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid, 2004.
[2] Cobo del Rosal, Manuel, Derecho Penal español: parte especial, Editorial Dikinson,
Madrid, 2005, págs. 2 - 61.
[3] Roldán Verdejo, Roberto, Los delitos contra la vida en los Fueros de Castilla y León,
La Laguna, 1978, pág. 8.
[4] Mommsen, Teodoro, Derecho Penal Romano, Editorial Temis, Bogotá (Colombia),
1991.
[5] Montanos Ferrín, Emma y Sánchez-Arcilla, José, Estudios de historia del derecho
criminal, Madrid, 1990.
16] Cobo del Rosal Manuel y Del Rosal Blasco Bernardo, Código penal comentado,
Ediciones Akal S.A., pág. 763, Madrid, 1990.
[7] Guía práctica sobre responsabilidad penal de empresas y planes de prevención
(Compliance)
[8] Apuntes sobre el asesinato (GÓMEZ MARTÍN, VÍCTOR)
|9]La Ley Penal, N.* 50, Sección Estudios, Junio 2008, LA LEY
| 10]Sobre los delitos de homicidio y asesinato (LAMARCA PEREZ, CARMEN)
[12] Desarrollo de un Juicio por Jurado por homicidio o asesinato (MAGRO SERVET,
VICENTE)
[13] La Ley Penal, c 47, Sección Práctica penal, Marzo 2008, LA LEY
[14] Detención ilegal, agresión sexual y asesinato cometido por menores (ALONSO DE
ESCAMILLA, AVELINA)
[15] La Ley Penal, N.* 1, Sección Jurisprudencia aplicada a la práctica, Enero 2004, LA
LEY
116] WELZEL, Hans; El nuevo sistema del Derecho Penal; Madrid; 2004; p. 41
117] JESCHECK Hans-Heinrick; Weigend Thomas; Tratado de Derecho Penal Parte
General; Editorial Comares; Granada; 2002; p. 292
[18] MAGGIORE, Giuseppe; Derecho Penal; trad. José Ortega Torres; Bogotá; 1989; p.
350
11
[19] Art. 23 del COIP. La conducta punible puede tener como modalidades la acción y la
omisión. No impedir un acontecimiento, cuando se tiene la obligación jurídica de
impedirlo, equivale a ocasionarlo.
120] Véase WENZEL, Hans; Derecho Penal, parte general; Buenos Aires; 1956
[21] Asamblea Gener al de las Naci one s Uni das. (1948). Declaración
Universal de los Derechos Humanos. París.
[22] Asamblea Nacional. (2014). Código Orgánico Integral Penal. Quito: Registro
[24 ]|Constitución de la República del Ecuador. Quito, Ecuador: Registro Oficial 449,
[27] Real Academia Española. (09 de 02 de 2020). Diccionario de la lengua española, 23.
ed. Obtenido de https: //www.dle.rae.e
COMPENDIO DERECHO PENAL ll TEMA 2
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O.,
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O,
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