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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS OCCIDENTALES

“EZEQUIEL ZAMORA”
VICERRECTORADO DE PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO REGIONAL ESTADO APURE

PROGRAMA DE CIENCIAS SOCIALES


SUB-PROGRAMA DERECHO
SUBPROYECTO: MEDICINA LEGAL Y PRACTICA FORENSE

Accidentes de Trabajo y Enfermedades


Profesionales u Ocupacionales
Módulo III

FACILITADOR: PARTICIPANTES:
DR. Rubén Fontaines Fernández, Vivian C.I. 20.233.337
Hernández S. Ana C.I. 12.325.109
Hidalgo, Carlos C.I. 12.252.697
Morales M. Odalis C.I. 18.908.114
Orozco B. Monica C.I. 22.577.383

San Fernando de Apure, diciembre 2021


INTRODUCCION

Este trabajo fue realizado mediante la colaboración del equipo de manera


argumentativa utilizando varias fuentes de las cuales fueron analizadas de forma
crítica usando como tema central, Accidentes de Trabajo y Enfermedades
Profesionales u Ocupacionales del módulo IV y en consenso coincidimos. Se
considera enfermedad ocupacional aquella enfermedad derivada del trabajo, o el
agravamiento/complicación o crisis de una enfermedad común pre-existente
producida o exacerbada por la exposición crónica a situaciones adversas, sean
estas producidas por el ambiente en que se desarrolla el trabajo o por la forma en
que este se encuentra organizado, con deterioro lento y paulatino de la salud del
trabajador.

Por lo tanto, si la enfermedad Ocupacional conlleva a menoscabo gradual y


paulatino de la salud, generalmente aparece después de varios años de
exposición al factor(es) de riesgo, en consecuencia se tiene que adelantar a
indagar antes de esperar a que aparezcan los síntomas y se presente la
enfermedad para actuar, ya que generalmente los efectos de estas enfermedades
son irreversibles. Su base legal se encuentra en el Artículo 70 deLa Ley
Orgánicade Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo, el cual
establece:

«Se entiende por enfermedad ocupacional, los estados patológicos


contraídos o agravados con ocasión del trabajo o exposición al medio en el que el
trabajador o la trabajadora se encuentra obligado a trabajar, tales como los
imputables a la acción de agentes físicos y mecánicos, condiciones
disergonómicas, meteorológicas, agentes químicos, biológicos, factores
psicosociales y emocionales, que se manifiesten por una lesión orgánica,
trastornos enzimáticos o bioquímicos, trastornos funcionales o desequilibrio
mental, temporales o permanentes. Se presumirá el carácter ocupacional de
aquellos estados patológicos incluidos en la lista de enfermedades ocupacionales
establecidas en las normas técnicas de la presente Ley, y las que en lo sucesivo
se añadieren en revisiones periódicas realizadas por el Ministerio con competencia
en materia de seguridad y salud en el trabajo conjuntamente con el Ministerio con
competencia en materia de salud.»

El accidente del trabajo.

Es todo suceso repentino que sobrevenga por causa o con ocasión del
trabajo, y que produzca en el trabajador sin que sufrieran lesiones o se
presentaran daños a la propiedad y/o pérdida en los procesos. Una lesión
orgánica, una perturbación funcional o psiquiátrica, una invalidez o la muerte;
producida esta, durante la ejecución de órdenes del empleador o contratante
durante el cumplimiento de una labor bajo su autoridad, incluso fuera del lugar y
horas de trabajo. Incluso, son considerados accidentes de trabajo aquellos que se
produzcan durante el traslado de los trabajadores o contratistas desde su
residencia a los lugares de trabajo o viceversa, cuando el transporte lo suministre
el empleador.

También se considerará como accidente de trabajo el ocurrido durante


el ejercicio de la función sindical, aunque el trabajador se encuentre en
permiso sindical siempre que el accidente se produzca en cumplimiento de
dicha función. De igual forma, son considerados cuando se produzca por la
ejecución de actividades recreativas, deportivas o culturales, cuando se actúe
por cuenta o en representación del empleador.

A diferencia de este, un incidente de trabajo sucede en el curso del trabajo


o en relación con este, que tuvo el potencial de ser un accidente, en el que hubo
personas involucradas Por consiguiente, los accidentes de trabajo no son más que
el resultado de la inobservancia de las normas legales; ante estos casos la
normativa nacional que rige en el país en materia de Seguridad Social a través del

Servicio de Seguridad y Salud en el Trabajo (Comité de Seguridad y Salud en


el Trabajo) bajo la rectoría del Instituto Nacional de Prevención Salud y
Seguridad Laborales (INPSASEL), el cual previa su verificación contempla
sanciones a través de la determinación de la llamada Responsabilidad del
Empleador o Empleadora y que en ciertos casos, previa la valoración
respectiva se hacen efectivos la concesión de ciertas prestaciones y el pago
de subsidios monetarios; situación que con tal propósito se debe realizar los
procedimientos obligatorio para todos los centros de trabajo y trabajadores en
cuanto al aviso de los accidentes de trabajo y de las enfermedades
ocupacionales o profesionales.

Por último, el artículo 69 de la LOPCYMAT define accidentes de trabajo


como aquel suceso que produzca en el trabajador una lesión funcional o
corporal, permanente o temporal, inmediata o posterior, o la muerte, resultante
de una acción que pueda ser determinada o sobrevenida en el curso del
trabajo, por el hecho o con ocasión del trabajo. Así mismo, estipula en igual
condición:

̅ Las lesiones internas determinadas por un esfuerzo violento o


producto de la exposición a agentes físicos, mecánicos, químicos, biológicos,
psicosociales, condiciones meteorológicas sobrevenidas en las mismas
circunstancias.

̅ Los accidentes acaecidos en actos de salvamento y en otros de


naturaleza análoga, cuando tengan relación con el trabajo.

̅ Los accidentes que sufra el trabajador o la trabajadora en el


trayecto hacia y desde su centro de trabajo, siempre que ocurra durante el
recorrido habitual, salvo que haya sido necesario realizar otro recorrido por
motivos que no le sean imputables al trabajador o la trabajadora, y exista
concordancia cronológica y topográfica en el recorrido.

̅ Los accidentes que sufra el trabajador o la trabajadora con


ocasión del desempeño de cargos electivos en organizaciones sindicales, así
como los ocurridos al ir o volver del lugar donde se ejerciten funciones propias
de dichos cargos, siempre que concurran los requisitos de concordancia
cronológica y topográfica exigidos en el numeral anterior
En correspondencia el artículo 72 de la LOTTT establece entre los
supuestos de suspensión laboral que incapacite al trabajador para la
prestación de servicio en caso de accidente laboral, ocupacional o del trabajo,
el patrono deberá cancelar la diferencia entre su salario y lo que paga la
seguridad social; así como, los demás beneficios sociales y económicos
convenidos por ley y/o contratación colectiva. Igualmente, el tiempo de
suspensión se computará para la antigüedad del trabajador.

Las enfermedades profesionales. Enfermedades endémicas.

Son aquellas patologías causadas de manera directa por el ejercicio del


trabajo que realiza una persona. Es decir, es causada de manera directa por
el ejercicio de la labor realizada, el cual puede producirle al trabajador
incapacidad, invalidez e incluso la muerte en casos extremos.
Por ejemplo, de acuerdo a esto pudiera producir en los trabajadores
neumoconiosis, alveolitis alérgica, lumbago, síndrome del túnel carpiano, trastorno
musculo esqueléticos, esquinces, hernias, pérdida de audición o
visión, exposición profesional a gérmenes patógenos, infecciones o parásitos,
diversos tipos de cáncer, etc.

Que a efecto legal, son reconocidas por las normativas y garantizan su


indemnización calificada en primera instancia por el Comité de Seguridad y Salud
en el Trabajo y el INPSASEL, el cual evalúan y van a determinar el grado de
afectación o incapacidad para el desempeño del trabajo o profesión. Por ello, es
importante que las empresas o patronos en los lugares de trabajo trabajen en
sinergia con el comité de trabajo y elaboren, apliquen programas de control para
erradicar accidentes o enfermedades ocupacionales; además, de controlar el
cumplimiento de las normas de seguridad y plan preventivo que promuevan
prácticas seguras y métodos correctos de trabajo.

segun, el artículo 70 de la LOPCYMAT establece que la


enfermedad ocupacional son aquellos estados patológicos contraídos o
agravados con ocasión del trabajo o exposición al medio en el que el trabajador
o la trabajadora se encuentra bien sea a voluntad propia u obligado a trabajar,
tales como los imputables a la acción de agentes físicos y mecánicos,
condiciones disergonómicas, meteorológicas, agentes químicos, biológicos,
factores psicosociales y emocionales, que se manifiesten por una lesión
orgánica, trastornos enzimáticos o bioquímicos, trastornos funcionales o
desequilibrio mental, temporales o permanentes.

En fin, se presumirá el carácter ocupacional de aquellos estados


patológicos incluidos en la lista de enfermedades ocupacionales establecidas
en las normas técnicas de la LOPCYMAT, y las que en lo sucesivo se
añadieren en revisiones periódicas realizadas por el Ministerio con
competencia en materia de seguridad y salud en el trabajo conjuntamente con
el Ministerio con competencia en materia de salud.

Por último, en esta materia el artículo 72 de la LOTTT incorpora en los


supuestos de suspensión laboral la incapacitación del trabajador por enfermedad
ocupacional por un lapso de un año, el cual en ese tiempo el
patrono está obligado a cancelar la diferencia del salario percibido y lo
cancelado por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales; además, de
los beneficios sociales y económicos establecidos en la ley y/o contratación
colectiva si se rigiere por estas.

Declaración de los accidentes o enfermedades.

El artículo 73 de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio


Ambiente de Trabajo publicada en Gaceta Oficial N° 38.236, del 26 de julio de
2005 y el artículo 84 del Reglamento Parcial de la Ley Orgánica de Prevención,
Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo publicado en Gaceta Oficial N°
38.596 del 02 de Enero de 2007, establecen que las enfermedades
ocupacionales son de información y declaración obligatoria ante el INPSASEL.
Ésta se deberá efectuar en las Direcciones Estadales de Salud de los
Trabajadores (DIRESAT), con competencia en la localidad donde se encuentre
el centro de trabajo, debido a sus efectos en la salud pública. En consecuencia,
las autoridades del INPSASEL en el ejercicio de sus funciones, tendrán acceso
a esta información y a los datos personales de salud de las trabajadoras y los
trabajadores.

En consecuencia, toda lesión corporal que el trabajador sufra con


ocasión o por efecto del trabajo que realiza debe el patrono informar su
incidente al Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales
(INPSASEL); por cuanto, debe ser objeto de investigación, por parte de los
técnicos correspondientes, de cara al descubrimiento de los factores de riesgo
y de las medidas preventivas que se deban aplicar para evitar que en la
siguiente ocasión, si se repite, pueda ser ya un accidente con lesiones o
enfermedad en el trabajador y, por tanto, de mayor gravedad.

Específicamente el artículo 73, estipula que en la declaración es el


empleador o empleadora quien debe informar de la ocurrencia del accidente de
trabajo de forma inmediata ante el INPSASEL, el Comité de Seguridad y
Salud Laboral y el Sindicato. La declaración formal de los accidentes de trabajo
y de las enfermedades ocupacionales deberá realizarse dentro de las
veinticuatro (24) horas siguientes a la ocurrencia del accidente o del
diagnóstico de la enfermedad. El deber de informar y declarar los accidentes
de trabajo o las enfermedades ocupacionales será regulado mediante las
normas técnicas de la presente Ley.

Igualmente, el artículo 74 estipula que otros Sujetos podrán notificar sin


perjuicio de la responsabilidad establecida en el artículo 73, podrán notificar al
INPSASEL la ocurrencia de un accidente de trabajo o una enfermedad
ocupacional, el propio trabajador o trabajadora, sus familiares, el Comité de
Seguridad y Salud Laboral, otro trabajador o trabajadora, o el sindicato.

El Instituto también podrá iniciar de oficio la investigación de los mismos.


Seguidamente, el artículo 75 consagra lo referente a la participación de los
Cuerpos Policiales u otros Organismos en caso de accidente de trabajo que
amerite la intervención de los cuerpos policiales u otros organismos
competentes, éstos informarán de sus actuaciones al Instituto Nacional de
Prevención, Salud y Seguridad Laborales.

Sin embargo, no todas las circunstancias que ocasionan lesiones en el


trabajador durante su jornada laboral se consideran accidentes de trabajo. Por
ejemplo, los accidentes que se produzcan en las gestiones personales que el
trabajador realice en su horario laboral, aunque cuente con la autorización de
sus mandos, no serán considerados accidentes de trabajo, como tampoco lo
serán las enfermedades que, aunque se produzcan en la jornada laboral, no
estén relacionadas en su origen con el trabajo, como en general sucede con
un cólico nefrítico o una reacción alérgica primaveral intensa.

Las enfermedades relacionadas con el trabajo, son aquellas


enfermedades que por sus características no pueden ser incluidas en los
conceptos que definen el accidente de trabajo o la enfermedad profesional.
Situaciones como el mobbing, el burnout, el estrés laboral, el síndrome del
edificio enfermo, etc., pueden ser extraordinariamente lesivas para el
trabajador y, sin embargo, en la mayor parte de los casos, tienen la
consideración y cobertura de una enfermedad común.

En algunas ocasiones, cuando el trabajador consigue demostrar la relación


con el trabajo, generalmente por vía judicial, se le otorga la categoría de accidente
de trabajo. Igualmente, la enfermedad ocupacional son los estados patológicos
contraídos o agravados con ocasión del trabajo o exposición al medio en el
que la trabajadora o el trabajador se encuentra obligado a trabajar, tales como
los imputables a la acción de agentes físicos y mecánicos, condiciones
disergonómicas, meteorológicas, agentes químicos, biológicos, factores
psicosociales y emocionales, que se manifiesten por una lesión orgánica,
trastornos enzimáticos o bioquímicos, trastornos funcionales o desequilibrio
mental, temporales o permanente.

De acuerdo con lo consagrado en La ley Orgánica de Prevención,


Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo Gaceta Oficial N° 38.236, del 26 de
julio de 2005, en su artículo 70. En fin, el incidente es un suceso acaecido en el
curso del trabajo o en relación con el trabajo que no implica daños a la salud, que
interrumpe el curso normal de las actividades que pudiera implicar daños
materiales o ambientales. Por último, en los Estados de la República Bolivariana
de Venezuela, donde no se encuentren ubicadas las unidades técnico
administrativas del INPSASEL, las declaraciones formales de las enfermedades
ocupacionales, así como los demás informes y reportes que deban suministrar las
empleadoras o empleadores, las Delegadas o Delegados de Prevención y los
Servicios de Seguridad y Salud en el Trabajo, serán presentados ante las
Unidades de Supervisión adscritas a las Inspectorías del Trabajo del Ministerio del
Poder Popular para el Trabajo y Seguridad Social, tal como establece la
disposición transitoria primera del Reglamento Parcial de la Ley Orgánica de
Prevención Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo publicado en Gaceta Oficial
N° 38.596 del 02 de Enero de 2007.

Relación causalidad. Teorías jurídicas sobre los riesgos del trabajo.

En los delitos de resultado siempre existe una relación de causalidad entre


acción y resultado, Es decir, una relación que permite, dentro del ámbito objetivo,
la imputación del resultado producido, al autor de la conducta que lo genera. Para
el Derecho, constituye como una relación que debe existir entre una acción u
omisión y un resultado delictivo, elaborándose distintas teorías acerca de esta
relación de causalidad, tales como la Teoría de la Equivalencia o de la condictio
sine qua non que exige una relación plena entre causas y resultado. No obstante,
esta exigencia de relación entre causa y efecto, es compleja, puesto que pueden
ser muy numerosos los factores que pueden influir de forma causal en la
producción de un determinado resultado, esta influencia puede ser tanto directa
como indirecta, existiendo igualmente factores intermedios que den lugar a una
pluralidad de resultados.

Para el Derecho Laboral, la causalidad como relación entre acción y


daño, hace responsable al supuesto negligente (empleador o empleadora,
patrono o patrona) de todos los daños de que su acción u omisión hayan sido
causa de daño al trabajador o riesgo profesional, desde la doctrina o teoría
objetiva para que este pueda reclamar debe relacionarse entre el hecho del
trabajo y el daño, de modo que la empresa o dueño de la cosa responda por
los perjuicios producidos. Por consiguiente, es prioritaria respecto de cualquier
factor de atribución, sea el objetivo del riesgo creado, sea el dolo o la culpa
por acción u omisión.

La teoría denominada indiferencia de la concausa hace responsable al


empleador de los infortunios que les ocurran a los empleados u obreros
durante el tiempo de la prestación de los servicios, ya sea por el hecho o en
ocasión del trabajo, impidiendo discriminar entre las incapacidades producidas
por el trabajo y las previas. En consecuencia, la responsabilidad del empleador
se presume, salvo que se invoque y acredite la existencia de dolo o culpa grave
de la víctima o fuerza mayor extraña al trabajo, en la producción del accidente
o enfermedad. En síntesis, no concierne el mayor o menor grado en que haya
influido el trabajo para la agravación del mal en las condiciones personales en
que se encontraba el trabajador, para que nazca el deber reparador a cargo
del empleador(a). Y aún en el supuesto de duda, debe presumirse la relación
entre el daño y las tareas desempeñadas o por las condiciones en que estas
se realizaron.

Así mismo, otra de las teorías sobre seguridad y salud en el trabajo en


Venezuela es la de la responsabilidad extracontractual, el cual se presenta
bajo el fundamento de que todo el que ejecute un hecho que (por su culpa o
negligencia) ocasione un daño a otro, tiene la obligación de repararlo. Esto
constituye una norma inserta en el título de las obligaciones, derivada de los
hechos ilícitos que no son delitos, extendiendo la obligación de reparar los
daños que causaran también los que están bajo su dependencia o por las
cosas de que se sirve o tiene a su cuidado.

Según esta teoría, los trabajadores que sufran un daño con ocasión del
trabajo no pueden reclamar una indemnización por parte del patrono, a menos
que logren probar que el accidente sobrevino o fue producto de su culpa. Esto
conlleva la imposición de excesivas cargas procesales para el trabajador, lo
que hace que el tratamiento de la seguridad y salud en el trabajo, por parte del
patrono, resulte poco trascendente, causándose ante tal situación daños y
perjuicios irreparables para la masa trabajadora, producto de la excesiva
rigidez del contenido formal que la enmarca.

En consecuencia, la obligación del patrono es velar por la seguridad de


sus trabajadores y cuando produzca daño o peligro a los mismos debe velar
por restituirlos sanos y salvos a la salida del trabajo. De esta manera, en caso
público, da la cobertura no sólo de los riesgos profesionales sino, de todas las
contingencias que amenazan a cada uno de los miembros de la sociedad. Por
otra parte, con una visión amplia de los problemas que puede conducir la
organización corresponde a la vejez, invalidez, maternidad, accidentes de
trabajo, enfermedades profesionales, tuberculosis; así como, la indemnización
por paro forzoso por un tiempo determinado mientras el trabajador obtenga
nueva labor.

En otras palabras, funciona como una relación de causa efecto entre el


riesgo que genera la actividad del patrono y el objeto generado por tal actividad,
independientemente de que haya habido, o no, culpa, negligencia o imprudencia
del dueño o empleador. Por otro lado, se encuentra la Teoría del caso fortuito el
cual, se fundamenta en la tesis de que es justo que quien consigue una utilidad de
una persona o de una cosa asuma los riesgos originados por el empleo o uso de
esa persona o de la cosa. En relación con ello, la doctrina afirma que se debe
asimilar al contrato de trabajo la responsabilidad derivada del mandato que
obliga al pago por el mandante, al mandatario, de los daños y perjuicios que
le sean causados. De manera que el empleador deberá correr con las
consecuencias derivadas del caso fortuito en materia de trabajo, puesto que
estos no son un accesorio inevitable en la industria, que pudiesen presentarse
regularmente. Entonces, el empleador será responsable del accidente ocurrido
al trabajador mientras esté dentro del establecimiento en el que ejecuta su
actividad, sin que importasen las razones que habían determinado el
infortunio.

Por último, la Teoría del riesgo de autoridad para Longa, supone que la
responsabilidad patronal no proviene del peligro o riesgo derivado de
determinada profesión, sino como una consecuencia de la subordinación; es
decir, como uno de los elementos de la relación jurídica laboral. De esta
manera, donde existe autoridad necesariamente debe existir responsabilidad.
Por último, según Camba, esta teoría prescinde de toda idea de culpa, pues la
autoridad que ejerce el empleador (o el dador de trabajo, o la autoridad que
determinó la prestación del servicio) es la fuente del riesgo.

Responsabilidad patronal: Teoría objetiva y teoría subjetiva.


Eximentes de la misma.

La empleadora o el empleador debe declarar formalmente las


enfermedades ocupacionales dentro de las veinticuatro 24 horas siguientes al
diagnóstico la patología de presunto origen ocupacional, así como consignar
el informe de investigación de origen de enfermedad realizado por el Servicio
de Seguridad y Salud en el Trabajo, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 73 de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente
de Trabajo publicada en Gaceta Oficial N° 38.236, del 26 de julio de 2005.
Sin perjuicio de la responsabilidad de la empleadora o empleador
mencionada anteriormente, podrán notificar al INPSASEL la enfermedad
ocupacional bien sea, la propia trabajadora o el trabajador, y deberán dirigirse
a la DIRESAT correspondiente a su ubicación geográfica, según se establece
en el artículo 74 de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio
Ambiente de Trabajo publicada en Gaceta Oficial N° 38.236, del 26 de julio de
2005. Así mismo, en el caso de tratarse de una asociada o un asociado de una
cooperativa, ésta o éste notificaran la enfermedad ocupacional al INPSASEL,
a través del formato de notificación, a las 24 horas siguientes al diagnóstico de
la enfermedad de presunto origen ocupacional.

La teoría de la responsabilidad objetiva del empleador o del riesgo


profesional, dispone la obligación de indemnizar exista o no culpa o
negligencia por parte de la empresa o por parte de los trabajadores o
aprendices. No obstante, para declarar la responsabilidad objetiva del patrono
en la ocurrencia de un accidente de trabajo, con base a la Ley Orgánica de
Prevención, Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo; es necesario que el
reclamante demuestre, sin lugar a dudas, al igual que en materia civil, la
existencia del daño, la causa de dicho daño, y la relación de causalidad que
existe entre estos dos.

Por consiguiente, la procedencia de la indemnización por daño moral es


del patrono de la empresa quien está obligado a pagar una indemnización, a
cualquier obrero víctima de un accidente de trabajo o a sus representantes,
sin que haya que investigar, en principio, si este accidente proviene, ya de
culpa del patrono, ya de caso fortuito, ya inclusive de un hecho culpable del
obrero. El accidente de trabajo es un riesgo de la profesión, entonces amenaza
a todos los que trabajan. Igualmente, es bien sabido que no hay hombre
prudente, por atento que sea, que pueda jactarse de escapar a él. No hay que
buscar la causa que lo produce porque, en virtud de la costumbre profesional,
los actos de negligencia de un patrono, y, sobre todo, los de un obrero, son
inevitables y hasta excusables.
Se considera, por lo tanto, el accidente como algo aleatorio unido al
oficio. Este algo aleatorio pesará sobre la empresa misma; es ella la que
produce el riesgo y es ella la que debe repararlo. El que hace trabajar por su
cuenta, mediante salario debe sufrir las consecuencias de los riesgos
inherentes a dicho trabajo, porque es él quien los origina, y, además, porque
es él quien obtiene el principal beneficio del trabajo’. (Colin y Capitant; Curso
Elemental de Derecho Civil, Tomo 3º, Editorial Reus, Madrid, 1960, pp. 873 y
838). Así mismo, independientemente de la culpa o negligencia del patrono,
pero siempre condicionado a la presencia de un ineludible requisito de
procedencia o presupuesto de hecho, como lo es la circunstancia de que el
accidente o enfermedad a indemnizar, provengan del servicio mismo o con
ocasión directa de él; y este es responsable así exista o no culpa de su parte
en el accidente de que resulta víctima su trabajador; por lo tanto, se trata
simplemente del riesgo profesional que la legislación laboral pone a cargo del
patrono y a favor del trabajador.

Sin embargo, las indemnizaciones previstas por responsabilidad


subjetiva del patrono en la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio
Ambiente de Trabajo específicamente en los articulos129 y 130, debe quedar
demostrado en una demanda procesal (en autos) la relación de causalidad
entre la acción imputada al patrono y el consecuente daño, toda vez que éste
se produzca como consecuencia por ejemplo de un incendio en un local
aledaño al sitio en que el trabajador se encontraba cumpliendo con sus
funciones; por lo cual, para la empresa, pudiera considerarse como una causa
de fuerza mayor que extraña al trabajo y que pudiera o no tener nexo causal.
Por lo tanto, los patronos, estarán obligados a pagar a los trabajadores
y aprendices ocupados por ellos, las indemnizaciones previstas en este Título
por los accidentes laborales y por las enfermedades profesionales, ya
provengan del servicio mismo o con ocasión directa de él, independientemente
que exista o no culpa o negligencia por parte de la empresa o por parte de los
trabajadores o aprendices. Indemnizaciones estas, pagadera al trabajador
para reparar integralmente el daño material producido en la medida de la
incapacidad producida por el accidente o enfermedad profesional.

Responsabilidades Civiles y Penales.

Las responsabilidades civiles o penales del empleador o empleadora,


estipuladas cuando ocurriere una lesión del trabajador (Discapacidad) que
haya ocasionado el empleador o su representante actuando en las mismas
circunstancias el artículo 131 Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y
Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT primer aparte y números siguientes
establece penas que van desde los 2 a los 9 años de prisión. Igual, por omisión
de Información inmediata al INPSASEL de la ocurrencia de un accidente de
trabajo en el cual haya fallecido un trabajador (Disposición Transitoria Novena
Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo
(LOPCYMAT) la Pena de 1 a 2 años de prisión. Pero, cuando ocurre en el
suministro de datos, informaciones o medios de prueba falsos en la declaración
formal de los accidentes de trabajo y enfermedades ocupacionales
establece una pena de 1 a 2 años de prisión.

En relación, a las personas jurídicas y la responsabilidad penal, al


señalar en el aparte in fine del artículo 129 de la Ley Orgánica de Prevención,
Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT), que con
independencia de las sanciones que puedan imponerse a las personas
jurídicas de acuerdo a lo dispuesto en los artículos precedentes, “quienes
ejerzan como representantes del empleador o de la empleadora, en caso de
culpa, podrán ser imputados penalmente de conformidad con lo dispuesto en
la presente Ley” Seguidamente, es necesario aclarar que la Ley Orgánica de
Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT)
reconoce expresamente el principio de responsabilidad exclusiva por dolo o
culpa, al restringir la responsabilidad penal del empleador, por accidente de
trabajo o enfermedad ocupacional, a los casos en los exista dolo o negligencia
de su parte, en ese mismo sentido el artículo 55 ítems 15 de la Ley Orgánica
de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT),
sobre los Derechos de los Empleadores y Empleadoras Los empleadores y
empleadoras dispone que: 15.

Lograr que el Régimen Prestacional de Seguridad y Salud en el Trabajo se


subrogue a las obligaciones derivadas de la responsabilidad objetiva del
empleador o de la empleadora ante la ocurrencia de un accidente o enfermedad
ocupacional cuando no hubiese negligencia o dolo por parte del empleador o de la
empleadora. Por último, el artículo 72 estipula lo concerniente a la
Responsabilidad del Empleador o de la Empleadora en las Enfermedades
Ocupacionales de Carácter Progresivo, en aquellas enfermedades ocupacionales
de especial carácter progresivo, en las cuales el proceso patológico no se detiene,
aun cuando al trabajador o trabajadora se le separe de su ambiente de trabajo, la
responsabilidad del empleador o de la empleadora continúa vigente, hasta que
pudiere establecerse su carácter estacionario y se practicase una evaluación
definitiva. No se extiende dicha responsabilidad en el caso de que el estado
patológico sea complicado o agravado por afecciones intercurrentes, sin
relación con el mismo, o sobreviniere el deceso por circunstancias igualmente
ajenas a tal condición.

Finalmente, en concordancia con el artículo 61 de la Ley Contra la


Corrupción ese cuerpo legal prevé una proposición que remite la sanción “del
funcionario del INPSASEL que perciba dinero, obsequios, dádivas o
recompensas con ocasión a los servicios que presta”, Por lo tanto, aquel
funcionario público que por algún acto de sus funciones reciba para sí mismo
o para otro, retribuciones u otra utilidad que no se le deban o cuya promesa
acepte, será penado con prisión de uno (1) a cuatro (4) años y multa de hasta
el cincuenta por ciento (50%) de lo recibido o prometido; y, con la misma pena
será castigado quien diere o prometiere el dinero, retribuciones u otra utilidad
indicados en dicho articulado.
Indemnizaciones y sanciones de acuerdo con la Ley Orgánica del
Trabajo y la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente del
Trabajo.

Todo trabajador que sufra daño o perjuicio a consecuencia de la


prestación de sus servicios tiene derecho a ser resarcido según lo contempla
el artículo 53 de la LOPCYMAT, 2005 sobre Derechos de los Trabajadores y
las Trabajadoras, específicamente en su numeral 17 el cual estipula que el
trabajador tiene derecho a recibir oportunamente las prestaciones e
indemnizaciones contempladas en esta Ley. No obstante, el artículo 9 de la
misma ley estipula sobre la Prescripción de las Acciones para Reclamar las
Indemnizaciones por Accidente de Trabajo o Enfermedad Ocupacional,
describe que las acciones para reclamar las indemnizaciones a empleadores
o empleadoras por accidentes de trabajo o enfermedades ocupacionales
prescriben a los cinco (5) años, contados a partir de la fecha de la terminación
de la relación laboral, o de la certificación del origen ocupacional del accidente
o de la enfermedad por parte de la unidad técnico administrativa del Instituto
Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales correspondiente, lo que
ocurra de último.

En caso se discapacidad temporal, el artículo 79 establece que el


trabajador puede permanecer en la misma hasta doce (12) meses continuos,
agotado este lapso, el trabajador o trabajadora deberá ser evaluado por el
Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales, con el fin de
determinar si existe criterio favorable de recuperación para la reinserción
laboral, en este caso podrá permanecer en esta condición hasta por doce (12)
meses adicionales. Agotado este último período, y no habiéndose producido
la restitución integral de la salud, el trabajador o trabajadora pasará a una de
las siguientes categorías de discapacidad:

1. Discapacidad Parcial Permanente.

2. Discapacidad Total Permanente para el trabajo habitual.


3. Discapacidad Absoluta Permanente para cualquier tipo de actividad
laboral.

4. Gran Discapacidad. El Instituto Nacional de Prevención, Salud y


Seguridad Laborales podrá evaluar de oficio o a solicitud de parte interesada, la
condición de discapacidad temporal del trabajador o trabajadora.
Por otro lado, si la discapacidad amerita que el trabajador reciba la
atención constante de otra persona, las indemnizaciones diarias se
incrementan hasta cincuenta por ciento (50%) adicional por gran discapacidad
temporal. El derecho del trabajador o trabajadora afiliado a la prestación por
discapacidad temporal nace con el diagnóstico del médico. Dicho diagnóstico
deberá ser validado por el Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad
Laborales, o en la institución pública en la cual éste delegare, sin perjuicio de
la revisión de dicho diagnóstico de conformidad con la ley.

No obstante, en caso de gran discapacidad asociada a la discapacidad


absoluta permanente la indemnización será equiparable a la muerte del
trabajador o trabajadora. Igualmente, cuando la discapacidad esté asociada a
la discapacidad temporal, la indemnización será una indemnización
equivalente al triple del salario correspondiente a los días que hubiere durado
la incapacidad. Así mismo, en cuanto a la secuela o deformaciones
permanentes, provenientes de enfermedades profesionales o accidentes del
trabajo, hayan vulnerado la facultad humana del trabajador, más allá de la
simple pérdida de su capacidad de ganancias, en las condiciones y
circunstancias contempladas en el artículo 71 de esta Ley, el empleador queda
obligado a pagar al trabajador, por concepto de indemnización, una cantidad
de dinero equivalente al salario de cinco (5) años contando los días continuos.
A los efectos de estas indemnizaciones, el salario base para el cálculo
de las mismas será el salario integral devengado en el mes de labores
inmediatamente anterior.

En lo que respecta a las sanciones, el objeto y ámbito de aplicación de


la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo en
el artículo 1 numeral 4 es establecer las sanciones por el incumplimiento de la
normativa. Es decir, que le tiene fundamento legal. El artículo 18 numeral 7 le
da competencias al Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad
Laborales de aplicar las sanciones establecidas en la presente Ley.
Igualmente, se contempla el título VIII sobre las responsabilidades y las
sanciones.

Seguidamente, el artículo 124 ut supra establece las Sanciones en


Materia de la Normativa de Seguridad y Salud en el Trabajo; así como, las
infracciones en materia de la normativa de seguridad y salud laborales, el cual
se sancionarán de acuerdo a los siguientes ítems:

1. Las infracciones leves, con multa de hasta veinticinco unidades


tributarias (25 U.T.) por cada trabajador o trabajadora expuesta.

2. Las infracciones graves, con multa desde veintiséis (26) hasta setenta y
cinco (75) unidades tributarias (U.T.) por cada trabajador o trabajadora expuesto.

3. Las infracciones muy graves, con multa desde setenta y seis (76)
hasta cien (100) unidades tributarias (U.T.) por cada trabajador o trabajadora
expuesto. El número de trabajadores o trabajadoras expuestos será
determinado por decisión debidamente fundada de la unidad técnica
administrativa competente del Instituto Nacional de Prevención, Salud y
Seguridad Laborales.

El artículo 125 de la referida ley establece los criterios de gradación de


las sanciones; por las infracciones establecidas en los artículos anteriores se
impondrán atendiendo a los siguientes criterios:

1. La peligrosidad de las actividades desarrolladas en la empresa o en


el centro de trabajo.

2. La gravedad de los daños producidos o que hubieran podido


producirse por la ausencia o deficiencia de las medidas preventivas
necesarias.

3. Las medidas de protección colectiva o personal adoptadas por el


empleador, y las instrucciones impartidas por éste, en orden a la prevención
de accidentes de trabajo y enfermedades ocupacionales.

4. El incumplimiento de las advertencias u ordenamientos realizados por


el funcionario de inspección y supervisión competente en la materia.

5. La inobservancia de las propuestas realizadas por los Servicios de


Seguridad y Salud en el Trabajo, los delegados o delegadas de prevención,
en ejercicio de sus funciones específicas; o el Comité de Seguridad y Salud
Laboral de la empresa, para la corrección de las deficiencias legales
existentes.

6. La conducta general seguida por el empleador o empleadora, en


orden a la estricta observancia de las normas en materia de seguridad y salud
en el trabajo.

En concordancia, el artículo 126 establece que por la reincidencia en la


cometida de la infracción en un período comprendido en los doce (12) meses
subsiguientes a la infracción cometida, la cuantía de las sanciones
establecidas en los artículos 118, 119, 120, 121, 124 y 128 podrá
incrementarse hasta dos (2) veces el monto de la sanción correspondiente a
la infracción cometida.

En otro orden de ideas, el Capítulo III estipula sobre las Infracciones en


Materia de Cotizaciones y Afiliación específicamente el artículo 128 contempla
las sanciones administrativas impuestas por la Tesorería de la Seguridad
Social. En este aspecto, el empleador o la empleadora que haya infringido las
disposiciones contenidas en esta Ley y su Reglamento, en los aspectos
relativos a las cotizaciones, afiliación, registro y todas aquéllas vinculadas a
las prestaciones establecidas por el Régimen Prestacional de Seguridad y
Salud en el Trabajo, será sancionado con multas de hasta cien unidades
tributarias (100 U.T.) por cada trabajador o trabajadora no afiliado, afiliado a
destiempo, o declaración inexacta de la información, de acuerdo a la gravedad
de la infracción, sin perjuicio de la responsabilidad civil, administrativa y penal
que le corresponda por los daños y perjuicios causados a sus trabajadores o
trabajadoras.

Igualmente, el empleador incurso en los supuestos anteriores, deberá


cancelar las cotizaciones no efectuadas y los intereses moratorios que
correspondan, calculados éstos según el promedio de la tasa activa de los seis
(6) principales bancos universales del país, sin perjuicio de las sanciones a las
que haya lugar. Corresponde a la Tesorería de Seguridad Social aplicar la
sanción establecida en este artículo. Por último, el empleador que no afilie a sus
trabajadores y trabajadoras

al Régimen Prestacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, o que no


cumpla con la obligación de cotización continua establecida en esta Ley,
reintegrará en su totalidad el pago de las prestaciones y gastos generados en
caso de ocurrencia de enfermedades ocupacionales, accidentes de trabajo o
muerte de sus trabajadores o trabajadoras, a la Tesorería de Seguridad Social.
Finalmente, con independencia de las sanciones que puedan
imponerse a las personas jurídicas de acuerdo a lo dispuesto en los artículos
precedentes, quienes ejerzan como representantes del empleador o de la
empleadora, en caso de culpa, podrán ser imputados penalmente de
conformidad con lo dispuesto en la presente Ley.

Daño Moral.

Desde los orígenes en la doctrina francesa se destaca que Daño es aquel


mal o perjuicio producido a una persona o bien; y, Moral es la suma de
elementos psíquicos y espirituales, que inciden en el normal desenvolvimiento
emotivo del ser humano. Por daño moral, se entiende la afectación que una
persona sufre en sus sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor,
reputación, vida privada, configuración y aspecto físico, o bien en la
consideración que de sí misma tienen los demás. Lo peculiar, es que este
daño no afecta al patrimonio de la persona pero sí a su salud psicológica.
Por ejemplo, el daño moral causado por la enfermedad profesional o el
despido injustificado, que vulnera el derecho al honor influye en el daño moral;
en ese sentido se estima en dinero la indemnización por el sufrimiento moral
de la persona (nivel económico y cultural de la persona afectada). Por ende,
se configura con la violación de los derechos que protegen, la seguridad
personal, social, la paz, la tranquilidad del espíritu, la privacidad, la libertad
individual, la integridad física y las afecciones legítimas como: el honor, la
honra, los sagrados afectos etc.

Hoy día, en Venezuela surgen decenas de demandas por parte de


trabajadores hacia sus patronos, exigiendo el pago de las prestaciones
sociales o el pago de indemnizaciones derivadas de enfermedades
ocupacionales. Muchos coinciden, que las condiciones en las que prestan sus
servicios en determinadas empresas no cumplen con los requisitos de
seguridad mínimos exigidos en la Ley, la cual genera como consecuencia un
alto riesgo en el ambiente de trabajo, causando en la mayoría de los casos
accidentes de trabajo y/o enfermedades derivadas del trabajo diario prestado
en determinada empresa.

Como consecuencia, de esto nace para los trabajadores el derecho a


exigir una indemnización derivada del Daño Moral, porque la enfermedad
acarreada del trabajo realizado puede afectarlos de manera física y psicológica
por los problemas y traumas. En este sentido, el daño moral es un aspecto
complejo debido a que para ser cuantificado económicamente se presentan
en la práctica del derecho situaciones de contrariedad; es decir, que resulta
seriamente complicado determinar económicamente el monto en dinero del
daño ocasionado por tal o cual enfermedad.
Por cuanto, para determinar el daño moral de una persona cuando ésta
ha sido víctima de una enfermedad profesional es preciso valorar el perjuicio
sufrido a la psiquis de la persona, es decir la trasgresión a los derechos
personalísimos de la misma a través de un agravio a la dignidad,
honorabilidad, sosiego, integridad física, privacidad, o cualquier otro elemento
que altere la normalidad facultativa mental o espiritual de esta. A tal fin, según la
doctrina le corresponde al juez apreciar y estimar el daño moral debiendo tomar en
consideración ciertas circunstancias al momento de hacerlo, por lo tanto, deberá
tomar en cuenta el grado de cultura de la persona afectada, su posición social y
económica, esto, obviamente porque una persona a la cual se le causó un daño
moral derivado de una enfermedad profesional debe reparase el daño causado
con una suma pecuniaria generosa porque en la mayoría de las circunstancias
estos daños son irreparables y mal podría reparársele el daño causado con un
monto de dinero bajo.

Por último, el artículo 129 de la LOPCYMAT establece la


responsabilidad del empleador con independencia de las prestaciones a cargo
de la Seguridad Social, en caso de ocurrencia de un accidente o enfermedad
ocupacional como consecuencia de la violación de la normativa legal en
materia de seguridad y salud en el trabajo por parte de este, deberá pagar al
trabajador o trabajadora, o a sus derechohabientes una indemnización en los
términos establecidos en esta Ley, y por daño material y daño moral de
conformidad con lo establecido en el Código Civil. Todo ello, sin perjuicio de
las responsabilidades establecidas en el Código Penal.

Finalmente, en concordancia, el artículo 1196 del CCV establece que la


obligación de reparación se extiende a todo daño material o moral causado
por el acto ilícito. Para ello, el Juez, debe acordar una indemnización a la
víctima en caso de lesión corporal, de atentado a su honor, a su reputación, o
a los de su familia, a su libertad personal, como también en el caso de violación
de su domicilio o de un secreto concerniente a la parte lesionada; igual
concede una indemnización a los parientes, afines, o cónyuge, como
reparación del dolor sufrido en caso de muerte de la víctima.

Reparación de los accidentes de trabajo en el caso de trabajadores


sujetos al Seguro Social Obligatorio.

Supletoriedad de la aplicación de la normativa laboral. Prestaciones en dinero.


Maternidad. Paternidad. Orfandad. Invalidez. Vejez. Muerte. Sobrevivientes.
Nupcias. Paro forzoso.

Reparación de los accidentes de trabajo en el caso de trabajadores


sujetos al Seguro Social Obligatorio.

Supletoriedad de la aplicación de la normativa laboral. En referencia, a la


reparación de los accidentes de trabajo en el caso de trabajadores sujetos al
Seguro Social Obligatorio, están protegidos por este instituto social, los
trabajadores y trabajadoras permanentes bajo relación de dependencia de un
empleador o empleadora, sea que presten sus servicios en el medio urbano o en
el rural y sea cual fuere el monto de su salario percibido. Por consiguiente, el
artículo 1 de la LOPCYMAT establece que el objeto de esta ley entre mucha otras
“la reparación integral del daño sufrido”; es decir, salvaguarda los derechos de los
trabajadores e impone responsabilidades u obligaciones a los empleadores por el
daño causado objetiva o subjetivamente, directa o indirectamente. El
incumplimiento de esto, conlleva a sanciones a través de indemnizaciones
pecuniarias para resarcir el daño acaecido.

En cuanto, a la supletoriedad de la aplicación de la normativa laboral


concurre en un determinado supuesto de hecho que puede que no choquen
entre sí, y que sean susceptibles de armonización o coordinación. Es decir,
pueden estar conectadas por relaciones de supletoriedad una de ellas (la
supletoria) sólo se aplica a falta o en defecto de otra, o en caso de que la
norma llamada en primer lugar haya creado un vacío de regulación para un
determinado supuesto de hecho.

El derecho del trabajo, como todo Derecho, tiene razón de existencia


en primer lugar, la de configurar una realidad social determinada que consiste
en aplicar el Derecho. La aplicación de la norma laboral se rige, en términos
generales, por las reglas que conducen la aplicación del Derecho en general. La
determinación de la norma vigente y la elección de la norma aplicable en el
ordenamiento laboral revisten, en especial, una pluralidad de normas o
disposiciones que coinciden en la regulación de los mismos aspectos de las
relaciones de trabajo.

En segundo lugar, el Derecho del trabajo la jurisprudencia y la doctrina


asumen un importantísimo papel interpretativo y aplicativo que asumen jueces
y doctores respecto de las normas. Así como, en la resolución o análisis del
caso concreto creando una doctrina jurisprudencial o científica, mediante la
fijación del sentido que debe darse a la norma y aplicando los principios
generales del derecho. En concreto, la Constitución de la Republica
Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica del Trabajo, Trabajadoras y
Trabajadores, las jurisprudencias de las Sentencias del Tribunal Constitucional
como intérprete supremo de la Constitución y las disposiciones de los
Tribunales y organismos Internacionales y supranacionales, en materia laboral
y de los Derechos Humanos. En fin, La supletoriedad deriva de una pluralidad
de normas o de una pluralidad de disposiciones o una pluralidad de
enunciados normativos.

El artículo 1 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Reforma


Parcial de la Ley del Seguro Social estipula que regirá las
situaciones y relaciones jurídicas con ocasión de la protección de la Seguridad
Social a sus beneficiarios y beneficiarias en las contingencias de maternidad,
vejez, sobrevivencia, enfermedad, accidentes, invalidez, muerte, retiro y
cesantía o paro forzoso.
Su artículo 2, contempla que bajo esta normativa legal están protegidos por
el Seguro Social Obligatorio, los trabajadores y trabajadoras permanentes bajo la
dependencia de un empleador o empleadora, sea que presten sus servicios en el
medio urbano o en el rural y sea cual fuere el monto de su salario.
Finalmente, el parágrafo primero indica que el Ejecutivo Nacional
aplicará el régimen del Seguro Social Obligatorio a los trabajadores y
prestaciones en dinero por incapacidad temporal, cuando el Ejecutivo lo
considere conveniente. Igualmente, para los efectos de esta Ley, las entidades
y personas morales de carácter público se consideran empleadores; salvo los
miembros de las Fuerzas Armadas Nacionales, continuará que se regirán por
leyes especiales.

Igualmente, la misma ley ut supra señala que los trabajadores inscritos


en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) en caso de
enfermedad o accidente, tiene derecho a una incapacidad temporal; así como,
a una indemnización pecuniaria diaria asumida un porcentaje por el patrono y
otra por el instituto. Sin embargo, esta incapacidad no podrá exceder de
cincuenta y dos (52) semanas para un mismo diagnóstico, luego de ese lapso
será evaluado su grado de incapacidad. En caso tal, que el asegurado sea
sometido a tratamiento médico por una larga enfermedad que agotare el lapso
de prestaciones médicas y de prestaciones en dinero por incapacidad
temporal, el artículo 10 de la LSS establece que tendrá derecho a continuar
recibiendo esas prestaciones siempre que haya dictamen médico favorable a
su recuperación.

Por otro lado, referente a la Maternidad el articulo 11 contempla que las


aseguradas tienen derecho a la prestación médica que se requiera con
ocasión de su maternidad y a una indemnización diaria, durante los permisos
de maternidad y por adopción establecidos legalmente; por lo cual, no podrá
ser inferior al salario normal devengado por la beneficiaria en el mes
inmediatamente anterior a la iniciación de los permisos o a la fecha en que
éstos debieron otorgarse de conformidad con esta Ley. Respecto a la solicitud
de Prestaciones Dinerarias por concepto de Vejez, el asegurado o asegurado
después de haber cumplido 60 años de edad si es varón o 55 años si es mujer,
tiene derecho a una pensión de vejez siempre y cuando cumpla con los
siguientes requisitos: 1) mínimo 750 cotizaciones. 2) Presentar cédula de
Identidad.3) Solicitud de Prestaciones en Dinero, forma 14-04, dos (02) Originales;
y, 4) Constancia de trabajo, forma 14-100 de los últimos 6 años
trabajados.

Sin embargo, en caso de empresa desaparecida, debe llenar la


declaración jurada Forma (14-205), dichas cotizaciones serán analizadas con
el histórico de cotizaciones del asegurado evaluando la procedencia de las
mismas. Por otro lado, en caso de ser nacionalizado, debe anexar copia legible
de la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela. Por
consiguiente, la asegurada o el asegurado mayor de 60 años si es varón y de
55 si es mujer, que no tenga acreditadas el mínimo de 750 cotizaciones
semanales para tener derecho a pensión por vejez, puede a su elección,
esperar hasta el cumplimiento de este requisito o bien recibir de inmediato una
indemnización única equivalente al diez por ciento (10%) de la suma de los
salarios correspondientes a las cotizaciones que tenga acreditadas. Es de
acotar, que esta solicitud puede realizarla el asegurado por cualquier de las
oficinas de la sede administrativa del IVSS sin necesidad de ser exclusivo el
lugar de residencia.

En caso de muerte del asegurado en caso de su muerte, el cónyuge,


sobreviviente, la pareja estable de hecho, ascendientes y descendientes en
orden de suceder, están legitimados para ejercer la demanda civil para la
reparación de los daños y la indemnización por perjuicios causados, según el
artículo 132 de la LSS. En caso, de sobreviviente tendrá derecho a la pensión,
el cual es una prestación dinerarias causadas por el fallecimiento de una
beneficiaria o un beneficiario de pensión de invalidez o vejez en todo caso y
por el fallecimiento de una asegurada o un asegurado, siempre que tenga
acreditadas no menos de setecientas cincuenta (750) cotizaciones semanales;
o bien cumpla con los requisitos para tener derecho a una pensión de invalidez
al momento de fallecer; o bien haya fallecido a causa de un accidente del
trabajo o enfermedad profesional; o por un accidente común, siempre que la
trabajadora o el trabajador para el día del accidente esté sujeto a la obligación
del Seguro Social.

Así mismo, en caso de invalidez tiene derecho a una pensión dineraria


que es otorgada al asegurado por la pérdida de más de dos tercio (2/3) de su
capacidad para trabajar a causa de una enfermedad o accidente, en forma
presumible permanente o de larga duración. Este beneficio, se solicita cuando
es considerado inválido o inválida, al asegurado o asegurada que quede con
una pérdida de más de dos tercios de su capacidad para trabajar, a causa de
una enfermedad o accidente, en forma presumiblemente permanente o de
larga duración.

El pago de la indemnización de incapacidad por motivo de


enfermedad o accidente está a cargo del Instituto Venezolano de los Seguros
Sociales (IVSS) a partir del cuarto día. Ninguna disposición legal dispone la
obligación del patrono de pagar el salario por estos 3 primeros días.
Otro aspecto, es el paro forzoso que no es más que la capacitación
laboral que tiene todo ciudadano, es un derecho que tiene el trabajador
cesante de recibir por cinco meses una manutención correspondiente al 60%
del monto que resulte del promedio del salario de los últimos 12 meses de
trabajo, antes de la cesantía. Respecto, al cálculo del aporte mensual, el
patrono aporta un 2% del salario mensual y el trabajador se le retiene un 0.5%
de su salario.

Para este beneficio, es obligatoriamente necesario estar


registrado en el seguro social. Así mismo, puede ser solicitado dentro de los
sesenta (60) días continuos siguientes a la terminación de la relación laboral,
inclusive si se encuentra dentro de un proceso de demanda, amparo laboral,
procedimiento de reenganche o pago de salarios caídos.
Para finalizar, tiene derecho a recibir el Paro Forzoso los trabajadores
que sufran despidos injustificados o retiro justificado de conformidad con la Ley
Orgánica del Trabajo; cuando ocurra la terminación del contrato de trabajo a
tiempo determinado o para una obra determinada, esto quiere decir que
tendrán derecho quienes hayan cotizado un mínimo de 12 meses dentro de los 3
años anteriores a la ocurrencia de la contingencia. También, quienes
presenten el caso de muerte, jubilación, invalidez o sustitución del patrono,
siempre que cause la finalización del trabajo. Igualmente, cuando haya
reducción del personal, por quiebra, reconversión industrial y otros procesos.
Por último, la reducción de funcionarios o empleados. Por consiguiente, es un
apoyo limitado y temporal que se da a un trabajador que ha sido despedido de
la empresa, con el fin de atenuar el impacto negativo de esa situación de
desempleo.

Es importante destacar, que cuando el trabajador queda cesante debe


acudir a la agencia de empleo más cercana a su domicilio, a fin de tramitar un
nuevo puesto de trabajo. Adicionalmente, debe tramitar en los treinta (30) días
siguientes a su despido el beneficio del seguro de Paro Forzoso, en la Oficina
del Seguro de Paro Forzoso de su localidad, presentando la documentación
requerida. Para concluir, la Dirección de Prestaciones es la encargada de velar
por el oportuno trámite y cancelación de las prestaciones dinerarias a corto
(indemnizaciones diarias por incapacidad temporal para el trabajo, nupcias y
funerarias) y largo plazo (pensiones por vejez, invalidez y sobreviviente)
solicitadas a nivel nacional, así como los convenios de seguridad social
suscritos entre la República Bolivariana de Venezuela y otros países en
materia de pensiones.

Para finalizar, en concordancia dentro de su misión tiene brindar


protección de la Seguridad Social a todos los beneficiarios en las
contingencias de maternidad, vejez, sobrevivencia, enfermedad, accidentes,
incapacidad, invalidez, nupcias, muerte, retiro y cesantía o paro forzoso, de
manera oportuna y con calidad de excelencia en el servicio prestado, dentro
del marco legal que lo regula. Actualmente, el Instituto Venezolano de los
Seguros Sociales es un institución recuperada por el proceso revolucionario,
bajo los postulados de justicia y equidad social establecidos en el legado del
Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana y en armonía con los
derechos consagrados en el preámbulo de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, con el fin de seguir avanzando en la plena
satisfacción de las necesidades básicas para la vida de nuestro pueblo.

Seguridad Social.

1) De la Noción de Riesgo a la Idea de Seguridad Social.


La seguridad social está claramente definida en los Convenios de la OIT
y en los instrumentos de la ONU como un derecho fundamental, aunque en
realidad sólo una pequeña proporción de la gente en nuestro planeta disfrute
del mismo. En términos generales es definida como un sistema basado en
cotizaciones que garantiza la protección de la salud, las pensiones y el
desempleo; así como, las prestaciones sociales financiadas mediante
impuestos, la seguridad social se ha convertido en un reto universal en un
mundo globalizado.

No obstante, ha sido considerada como un derecho humano básico en


la Declaración de Filadelfia de la OIT (1944), y en su Recomendación sobre la
Seguridad de los medios de vida, 1944 (Núm. 67). Este derecho está
confirmado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948, y en
el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
1966. Aunque cada país adoptó la Seguridad Social en una fecha concreta, en
términos generales la creación de la Seguridad Social corresponde a Otto von
Bismarck. Otto von Bismarck fue el canciller que a finales del siglo XIX,
concretamente en 1889, puso en funcionamiento el sistema de Seguridad
Social.
A pesar de lo anterior, y en honor a la verdad, es justo y necesario
mencionar el papel que tuvo Guillermo I de Alemania. Quien en 1881 propuso
una medida de este tipo al parlamento alemán afirmando que “aquellos que
están discapacitados del trabajo por edad e invalidez tienen un bien
fundamentado derecho a recibir atención del estado”. En tal sentido, protege a los
miembros más vulnerables de la sociedad, asegurando los bienes y
servicios necesarios para vivir dignamente. El fin último, es garantizar el
derecho a la salud, la asistencia médica, la protección de los medios de
subsistencia y los servicios sociales necesarios para el bienestar individual y
colectivo; así como, el otorgamiento de una pensión que, en su caso y previo
cumplimiento de los requisitos legales, será garantizada por el Estado. En
resumen, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales,
indispensables a su dignidad, reto que tiene cada país para con sus
ciudadanos.

Es de destacar, que tras la Primera Guerra Mundial el desarrollo de este


tipo de sistemas de cobertura social creció y hubo muchos países los que la
fueron desarrollando y creando de forma de beneficiar al colectivo de manera
progresiva. Y es que, si en el año 1900 solo 17 países contaban con Seguridad
Social, en 1946 ya eran 104; hoy, son más de 200 países los que tenían en
funcionamiento su propio sistema de Seguridad Social, según la OIT, 2015.
Siguientemente, después de la Segunda Guerra Mundial, es cuando la
Organización de Naciones Unidas (ONU) incluyó en la Declaración Universal
de los Derechos Humanos el artículo 22 que dicta que toda persona, como
miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener,
mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta
de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los
derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al
libre desarrollo de su personalidad.

Por consiguiente, la seguridad social tiene efecto en todos los sectores


de la sociedad. El reto es hacer que los trabajadores y sus familias tengan
acceso a la asistencia médica y cuenten con protección contra la pérdida de
ingresos, sea durante cortos períodos en caso de desempleo, maternidad o
enfermedad, sea durante períodos largos debido a la invalidez o a un
accidente del trabajo. Además, de proporcionar ingresos a las personas durante
sus años de vejez. Respecto a los niños, lograr que se benefician de
los programas de seguridad social destinados a ayudar a sus familias para
cubrir los gastos de educación.

Finalmente, para los empleadores y las empresas, tratar que la


seguridad social ayude a mantener unas relaciones laborales estables y una
fuerza de trabajo productiva. Así mismo, la seguridad social puede también
contribuir a la cohesión social y al crecimiento y desarrollo general del país
mediante la mejora de las condiciones de vida, amortiguando los efectos de
las transformaciones estructurales y tecnológicas en las personas y, por tanto,
sentando las bases para un enfoque más positivo sobre la globalización. Para
finalizar, la seguridad social es la protección que una sociedad proporciona a
los individuos y los hogares para asegurar el acceso a la asistencia médica y
garantizar la seguridad del ingreso, en particular en caso de vejez, desempleo,
enfermedad, invalidez, accidentes del trabajo, maternidad o pérdida del sostén
de familia.

Definición de Seguridad Social.

La Seguridad Social, es la protección que una sociedad proporciona a


los individuos y los hogares para asegurar el acceso a la asistencia médica y
garantizar la seguridad del ingreso, en particular en caso de vejez, desempleo,
enfermedad, invalidez, accidentes del trabajo, maternidad o pérdida del sostén
de familia. La Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social (LOSSS), 2012
en su artículo 4 estipula que es un derecho humano y social fundamental e
irrenunciable, garantizado por el Estado a todos los venezolanos residentes
en el territorio de la República, y a los extranjeros residenciados legalmente
en él, independientemente de su capacidad contributiva, condición social,
actividad laboral, medio de desenvolvimiento, salarios, ingresos y renta,
conforme al principio de progresividad y a los términos establecidos en la

Constitución de la República y en las diferentes leyes nacionales, tratados,


pactos y convenciones suscritos y ratificados por Venezuela. Es decir, cubre
riesgos y los ciudadanos pagan una prima de seguro
por ello, para intentar compensar el riesgo de que ocurran determinadas
situaciones. Dentro de sus fines el artículo 2 de la ley ut supra contempla que
el Estado, por medio del Sistema de Seguridad Social, garantiza a las
personas comprendidas en el campo de aplicación de esta Ley, la protección
adecuada frente a las contingencias y en las situaciones que se contemplan
en la misma. Consiguientemente, dentro de los objetivos de este sistema es
dar protección a los ciudadanos. Para ello, realiza un conjunto de actividades
financiadas con los presupuestos del Estado y que tienen objetivos sociales y
redistributivos, protegiendo a las personas para que no se produzcan
desequilibrios sociales.

Seguidamente, estas actividades sociales se desarrollan en cuatro


ámbitos: 1) transferencias de dinero, como las prestaciones de desempleo, la
jubilación o las pensiones por discapacidad. 2) el seguro médico, que debe
ser universal y gratuito. 3) servicios de educación gratuita y universal; y, 4) la
supervisión de vivienda, alimento y otras necesidades básicas. La financiación
de la Seguridad Social procede mayormente por la contribución de los
trabajadores del país; además, de una parte del Estado venezolano.

La Oficina Internacional del Trabajo (OIT), en la Conferencia


Internacional del Trabajo, LXXXIX reunión, 2001, en su segundo apartado
sobre las conclusiones relativas a la Seguridad Social destaca la importancia
de esta como un elemento fundamental de las políticas de los Estados de la
siguiente manera: “La Seguridad Social es muy importante para el bienestar
de los trabajadores, de sus familias y de toda la sociedad. Es un derecho
humano fundamental, y un instrumento esencial para crear cohesión social, y
de ese modo contribuye a garantizar la paz y la integración social. Forma parte
indispensable de la política social de los gobiernos y es una herramienta

Principios. Contingencias. Instituciones. La Seguridad Social en


Venezuela. La Seguridad Social, es un concepto complejo y más hoy por la crisis
económica mundial ha obligado revaluar la viabilidad fiscal de la seguridad
social como una política de Estado; ya que, toca las áreas de la Economía y
la Ciencia Política de manera especial. Se asume como un concepto de
esencia plenamente económica, en tanto se refiere, a la gestión de unos
recursos de naturaleza escasa y que requieren ser administrados bajo los
principios de eficiencia, eficacia y celeridad. Al mismo tiempo, es una temática
que asume un rol eminentemente político, toda vez, que se asume como una
característica sustantiva del ejercicio político del Estado Moderno. Aunque
esta visión de asumir al Estado como un instrumento de redistribución
igualitaria de los recursos producto del trabajo.

En el caso venezolano, la seguridad social entra en vigencia por la


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999; el cual, ha sido
asumido como un elemento ligado a instituciones sociales, políticas y
económicas existentes que ante los cambios constitucionales se adecuan para
garantizar la concepción de dignidad humana tratado en la Carta Magna.
Seguidamente, el Proyecto de Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social
fue introducido para la discusión en la Asamblea Nacional en el mes de
noviembre de 2002. El documento fue elaborado por la Comisión Técnica
Asesora de la Comisión de Desarrollo Social Integral, en su primera parte hace
una revisión de la situación de la Seguridad Social en Venezuela y su impacto
en la situación económica y social, tomando como referencia los cambios
ocurridos en América Latina en las últimas décadas.

Así mismo, en la segunda parte analiza el marco constitucional que


sirve de soporte a la propuesta que sustenta el Proyecto de Ley. Una tercera
parte desarrolla los contenidos prestacionales y la visión sistémica de la
propuesta de seguridad social y en la última parte se desarrolla el impacto
económico del Sistema de Seguridad Social tanto desde la perspectiva del
Estado como de la de los diferentes componentes.

Es bien sabido, que la sociedad mundial vive un proceso de cambio y


transformación con características inéditas. Las modificaciones en los últimos
treinta años abarcan todas las áreas y afectan, de una u otra manera, a todas las
naciones y dentro de ellas a todos sus grupos sociales. Los últimos decenios del
siglo XX y los primeros años del XXI son testigos de un cambio societario, sin
precedentes, por su extensión y profundidad, en la evolución reciente de la
humanidad.

Respecto, a los principios de la seguridad social, el servicio público


esencial de seguridad social se prestará con sujeción a los principios de
eficiencia, universalidad, solidaridad, integralidad, unidad, justicia social,
equidad, participación y contribución, de acuerdo a lo contemplado en el
artículo 14 de la LOSSS donde se garantizara en todos sus niveles, la
participación protagónica de los ciudadanos y ciudadanas, en particular de los
afiliados y las afiliadas, trabajadores, trabajadoras, empleadores, empleadoras,
pensionados, pensionadas, jubilados, jubiladas y organizaciones de la sociedad
civil, en la formulación de la gestión, de las políticas, planes y programas de los
distintos regímenes prestacionales del Sistema de Seguridad Social. La gestión,
será eficaz, oportuna, equilibrada financiera y actuarialmente.

Conviene hacer notar que la Constitución de la República Bolivariana


de Venezuela en su artículo 86, cambia el tradicional modelo laborista de la
seguridad social, basado en las cotizaciones de patrones y trabajadores por
un nuevo sistema de seguridad social que tendrá como norte la universalidad,
es decir formarán parte del mismo todos los grupos etarios con o sin capacidad
contributiva. Por lo tanto, la seguridad social refiere al régimen de salud y
pensión, pero como se indicó anteriormente va más allá, por cuanto involucra
derechos fundamentales de los ciudadanos comunes; así como, de
comunidades vulnerables tales como los de los niños, personas en discapacidad o
de la tercera edad que no pueden valerse por sí mismos, para
quienes el Estado tiene la obligación de proveer dicha seguridad y bienestar.
Así mismo, el articulo ut supra indica la protección y/o derecho ante la
serie de contingencias como: maternidad, paternidad, enfermedad,
accidentes, invalidez, enfermedades catastróficas, discapacidad, necesidades
especiales, riesgos laborales, pérdida involuntaria de empleo, desempleo,
vejez, viudedad, orfandad, vivienda y hábitat, recreación, cargas derivadas de
la vida familiar y cualquier otra circunstancia de previsión social. Igualmente,
el mismo articulado de la CRBV establece un conjunto de instituciones y
preceptos, dirigidos, en primer término, al legislador ordinario, quien deberá
desarrollarlas mediante una Ley Orgánica Especial; y, en segundo término, a
la población en general, por cuanto, aún sin normas especiales que las
desarrollen, ellas, en sí mismas, tienen la fuerza imperativa necesaria para
exigir su cabal cumplimiento, razón ésta que hace del artículo 86 una norma
operativa, lo cual marca la diferencia respecto a la forma programática como
en las Constituciones anteriores (1947 y 1961) se había consagrado este
derecho fundamental de los seres humanos.

Finalmente, entre las instituciones y preceptos del artículo 86, tenemos


las siguientes:

- La seguridad social es un derecho humano fundamental.


- Toda persona tiene derecho a la seguridad social, independientemente
de su capacidad económica para contribuir a su financiamiento.
- El Estado tiene la obligación de garantizar la efectividad del derecho a
la seguridad social, mediante la creación de un Sistema de Seguridad Social,
regulado por una Ley Orgánica Especial.
- La seguridad social es un servicio público de carácter no lucrativo.
- Los recursos de la seguridad social, así como sus rendimientos y
excedentes, no podrán ser aplicados a fines distintos a los de su cometido original,
es decir, protección social de la población afiliada y fines sociales del
Estado.
- El Sistema de Seguridad Social debe amparar a las personas sujetas
a su campo de aplicación ante las contingencias de enfermedad o accidente
cualquiera sea su origen, magnitud y costo; maternidad; paternidad; invalidez;
incapacidad parcial; desempleo; vejez; muerte; riesgos laborales; viudedad;
orfandad; vivienda; cargas familiares; necesidades especiales; y, cualquier otra
circunstancia de previsión social.

- El Sistema de Seguridad Social debe ser universal, integral, de financiamiento


solidario, unitario, eficiente, participativo y de contribuciones directas o indirectas.

- Las prestaciones que cubra que se correspondan a las contingencias.

- Creación de un sistema público nacional de salud integrado al sistema de


seguridad social.

- Las pensiones y jubilaciones otorgadas mediante el sistema de seguridad social


no podrán ser inferiores al salario mínimo urbano.

- Las amas de casa tienen derecho a la seguridad social de conformidad


con la Ley.

- El Estado garantizará a las trabajadoras y trabajadores culturales su


incorporación al sistema de seguridad social.

- La Ley proveerá la incorporación a la seguridad social a los empleados públicos.


- La Ley nacional establecerá el régimen de las jubilaciones de los funcionarios
públicos.
- La Fuerza Armada Nacional poseerá un régimen de seguridad social integral
propio según lo establezca su respectiva Ley Orgánica.

- El financiamiento del sistema público de salud es obligación del Estado, que


integrará los recursos fiscales y las cotizaciones obligatorias de la seguridad
social.

- Los remanentes netos de capital serán utilizados como parte de la


financiación de la seguridad social.
Por último, el Sistema de Seguridad Social, a través de sus instituciones
oferentes de prestaciones, tiene el carácter de servicio público de carácter no
lucrativo, es decir, de libre acceso, regulado y administrado por el Estado con
el significado de máximo garante; por tanto, no pensado como acto de
comercio con interés lucrativo para terceros, sino de máximo rendimiento para
los propietarios-beneficiarios de unos recursos que, administrados sanamente,
deben multiplicarse con el expreso fin de cumplir obligaciones, lograr objetivos
y garantizar el equilibrio financiero y actuarial del Sistema. Además, la
comunidad organizada y los particulares, con pleno ejercicio de las libertades
económicas, tienen un importante espacio en la prestación de servicios y en
la gestión previsional, creando regímenes complementarios de afiliación
voluntaria o facultativa.

En resumen, la rectoría del Sistema de Seguridad Social estará a cargo


del Ejecutivo Nacional y se contará con el apoyo de dos unidades técnicas 1)
la Oficina de Estudios Económicos y Actuariales y, 2) la Oficina de Asuntos
Educativos y Comunicacionales. Igualmente, la inspección, regulación,
vigilancia, supervisión, control y fiscalización de la administración de los
recursos financieros quedan a cargo de la Superintendencia del Sistema de
Seguridad Social. La parte operativa en lo atinente al pago las prestaciones en
dinero corresponde a la Tesorería de Seguridad Social, a través del Sistema
Financiero y a los institutos de gestión para garantizar una sana administración
de los recursos y la prestación de servicios. En síntesis, la administración de
la seguridad social está a cargo de órganos públicos y la garantía plena del
Estado.

Los Distintos Regímenes Prestacionales.

Con la creación de los Regímenes Prestacionales, en la LOSSS se


incorpora la protección al desempleo y la satisfacción de la necesidad de vivienda,
agrupando, técnicamente el sistema prestacional de previsión social; el cual,
tendrá a su cargo los regímenes prestacionales como: servicios sociales al adulto
mayor y otras categorías de personas; empleo, pensiones y otras asignaciones
económicas; y seguridad y salud en el trabajo.

Por otro lado, el financiamiento del Sistema se fundamenta en el principio


de la solidaridad; por tanto, se contempla diversidad de fuentes financieras por
ejemplo, cotizaciones de las personas con capacidad contributiva; aportaciones
indirectas, vía recursos fiscales; aportaciones voluntarias; remanentes netos de
capital; y, otras. Cada uno de los regímenes prestacionales generará sus propios
fondos que recibirán los recursos del ente recaudador y establecerán la
intransferibilidad entre ellos.

En este sentido, el artículo 86 de la Constitución no es el único que se


refiere a la seguridad social. Lo hacen, también, los artículos 75 que refiere la
protección a la familia; el 76 indica la protección a la maternidad y paternidad;
77 a la protección al matrimonio y las uniones estables, el articulo 78
corresponde a la protección a los niños y niñas y adolescentes, el articulado
79 a la protección a los jóvenes y a las jóvenes, el articulo 80 a la protección a
los ancianos ancianas, seguidamente el 81 a la protección a los discapacitados
o a las personas con necesidades especiales, y el articulado 82 refiere al
derecho a una vivienda adecuada. Muy importante, refiere los artículos 83, 84
y 85 al derecho a la salud, el artículo 87 dispone el derecho al trabajo, el 88 al
derecho a la seguridad social de las amas de casa.

Seguidamente, el articulo 90 comprende lo atinente a la jornada de trabajo,


tiempo libre; el 91 el derecho a un salario suficiente; el articulo 92 el derecho a
prestaciones sociales; el 96 refiere al derecho a la convención colectiva; el articulo
100 a la protección de los trabajadores y trabajadoras culturales; el 102 el derecho
a la educación; el 104 a la protección al personal docente; el 111 a la protección
integral de los y las deportistas; el 118 la protección a las cooperativas, cajas de
ahorros, mutuales, etc.; Así mismo, el artículo 122 dispone la protección a los
pueblos indígenas.
Por último, los artículos 144, 147 y 148 contemplan lo referente a la
seguridad social de los funcionarios y funcionarias públicos; el 156 dispone sobre
la competencia del poder público nacional; el 306 a la protección a la población
campesina; el 308 a la protección a las asociaciones comunitarias, el ahorro y el
consumo bajo régimen de propiedad colectiva; y, el articulo 328 contempla los
referente al régimen especial de seguridad social de los miembros de la Fuerza
Armada Nacional.

Campo de Aplicación. Financiamiento.

El artículo 7 de la LOSSS, define el Régimen Prestacional, como el


conjunto de normas que regulan las prestaciones con las cuales se atenderán las
contingencias, carácter, cuantía, duración y requisitos de acceso; las instituciones
que las otorgarán y gestionarán, así como su financiamiento y funcionamiento, en
2001 la Conferencia Internacional del Trabajo adoptó la Resolución y
Conclusiones Relativas a la Seguridad Social.

A groso modo, se enuncia el campo de aplicación de este derecho


fundamental; referente, al seguro de riesgos de trabajo, este cubre los accidentes
de trabajo y enfermedades profesionales, otorgando al trabajador asistencia
médica, quirúrgica y farmacéutica, servicio de hospitalización, aparatos de prótesis
y ortopedia, y rehabilitación; así como, el pago de incapacidades (incapacidad
temporal, incapacidad permanente parcial, incapacidad permanente total y la
muerte). Igualmente, en caso de fallecimiento del trabajador se otorga una ayuda
para gastos de funeral, además de las pensiones de viudez, orfandad o
ascendientes que correspondan.

Respecto, al seguro de enfermedades y maternidad, se otorga al


trabajador, al pensionado y sus beneficiarios, asistencia médica, quirúrgica y
farmacéutica, servicio de hospitalización, por enfermedades no profesionales,
así como, el pago de incapacidades al trabajador por dichas enfermedades.
Cuando se trata de maternidad, se otorga asistencia obstétrica para la
asegurada, cónyuge o la concubina, una ayuda en especie por seis meses
para lactancia; así como, el pago de incapacidades para la asegurada; a través
de programas sociales del carnet de la patria por ejemplo.

Seguidamente, relativo al seguro de invalidez y vida los riesgos protegidos


por este seguro son la invalidez y la muerte. Este, otorga las prestaciones cuando
el trabajador sufre un accidente o enfermedad no profesional que le impide
trabajar de manera ordinaria y obtener un porcentaje del salario que percibía
durante su último año laboral, o en caso de muerte del trabajador. Cuando el
trabajador se retira o cesa de su trabajo por edad avanzada o vejez, se le otorga
una pensión para los trabajadores que hayan cumplido los períodos de cotización
de 750 semanas y la edad que exige la Ley del Seguro Social, de cesantía para
hombre 60 años y mujeres 55 años de edad.

A estos se le es llamado adulto mayor o de tercera edad. No obstante,


si el asegurado no cuenta con las suficientes semanas de cotización puede
retirar el saldo de su cuenta individual en una sola exhibición o seguir cotizando
hasta que cubra las semanas necesarias para obtener la pensión o incluso
puede gozar del beneficio de pensión indiferentemente de la cantidad de
cotizaciones que posea.

Por último, el beneficio de seguro de guarderías y prestaciones sociales,


se proporcionan los cuidados de salud, educación y recreación, incluyendo el aseo
y la alimentación de los hijos de la mujer trabajadora y del trabajador viudo o
divorciado que conserve la custodia de los hijos. Igualmente, en las prestaciones
de previsión social, se proporcionan mediante programas de promoción de salud,
cultura y deporte, educación higiénica, sanitaria, prevención de accidentes
enfermedades, impulso y desarrollo de actividades culturales, cursos de
adiestramiento técnico y capacitación para el trabajo, centros vacacionales,
establecimiento y administración de velatorios.

Para concluir, puede mencionarse que la prestación de servicios de salud


está orientada al paciente; él es la razón de ser del sistema, y por tanto, los
servicios que se prestan deben estar enmarcados dentro de parámetros de calidad
humana y profesional, contemplados en la norma constitucional, leyes y los
decretos regidos de acuerdo al Estado y las empresas, que son el intermediario
entre trabajadores y patronos.

Conclusiones

La protección a la salud y la vida, en cualquier terreno del actuar humano,


tiene, como en todos los países, rango constitucional. En Venezuela, la
Constitución dela República Bolivariana de Venezuela denota una clara
preocupación en este campo y contiene cinco importantes normas que evidencian
del Constituyente de lograr la materialización de esta protección, desarrollando la
seguridad social con normas de orden público que, además de requerir la
apropiada atención del sector patronal, comprende considerables esfuerzos y
cargas asumidas en este campo por el Estado.

Las responsabilidades indemnizatorias implican una obligación de dar, es


decir el pago de indemnizaciones al operario infortunado o sus causahabientes. La
responsabilidad contractual deriva del incumplimiento de normas contractuales
(contrato de trabajo), que aunque no se haga por escrito existe desde el momento
que la persona humana presta un servicio personal remunerado bajo relación de
dependencia. Las normas contractuales laborales son suplidas por la legislación
del trabajo, las cuales establecen las obligaciones patronales, dentro de las cuales
existen un gran número de ellas dedicadas a la materia de la seguridad y la salud
en el trabajo.

La responsabilidad contractual se divide en Objetiva y Subjetiva.

a. Responsabilidad Objetiva

La Responsabilidad Objetiva deriva de las disposiciones dela Ley Orgánica del


Trabajo, según la cual el patrono responde objetivamente ante el daño causado a
un trabajador infortunado independientemente de la culpa en la ocurrencia del
infortunio, entendiendo a la relación de trabajo como nexo causal.
En tal sentido el patrono responde por responsabilidad objetiva
independientemente de las circunstancias que hayan rodeado al infortunio,
siempre y cuando no medien en la ocurrencia del mismo las eximentes de
responsabilidad previstas en el artículo 563 de la Ley Orgánica del Trabajo.

b. Responsabilidad Subjetiva

La responsabilidad subjetiva deriva de las normas previstas en la Ley


Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo
(LOPCYMAT), en la que el patrono sólo responde si media en la ocurrencia del
infortunio el hecho ilícito civil, es decir, si por la negligencia, impericia o
inobservancia del empleador se produjere el infortunio. Esta responsabilidad tiene
una carga subjetiva en la persona del patrono, pues requiere su intervención, sea
por acción o por omisión.

Se dice por acción o por omisión, ya que el patrono responde


subjetivamente por hacer y por no hacer. Responde por hacer cuando por
imprudencia, impericia o negligencia induce a la ocurrencia del infortunio y
responde por no hacer cuando no cumple con las normas de higiene, seguridad y
salud.

Referencias Bibliográficas.

 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), 1999.


Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 5.453 del 24 de
marzo de 2000. Caracas.
 Declaración Universal de los Derechos Humanos. (1948). Artículos 22, 23 y
25.
 Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Reforma Parcial de la Ley del
Seguro Social. Decreto Nº 6266. Fecha 31 de julio de 2008.
González, B. (2003).

Ley del Estatuto de la Función Pública. 2002. Gaceta Oficial de la República

Bolivariana de Venezuela, 37.522, Septiembre, 6, 2002.


 Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo
(LOPCYMAT). 2005. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela, 38.236, Julio 26, 2005.
 Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social. 2015. Gaceta Oficial N°
40.773
del 23/10/2015. Caracas.
 Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT),
2012.
publicada en Gaceta Oficial N° 6.076 (Extraordinario) del 07/05/2012.
Caracas.
 Ley Contra la Corrupción, 2003. Gaceta Oficial Nº 5.637 Extraordinario.
Caracas-Venezuela.
 Reglamento Parcial de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y
Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT). Gaceta Oficial No. 38.596 de
fecha 2 de enero de 2007.

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