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DIPLOMADO INTERNACIONAL EN DERECHOS DEL NIÑO

PROSTITUCIÓN INFANTIL

Aún cuando se asegure un nivel socioeconómico adecuado a la sociedad,


acompañado de garantías básicas en servicios básicos aún faltará mucho por
hacer en la tarea de edificar un frente de lucha contra la problemática de la
prostitución infantil y la explotación sexual de niños, nñas y adolescentes, pues los
abusos físicos, psicológicos y sexuales acontecen contra niños, niñas y
adolescentes de cualquier nivel socio económico, en familias que pueden
garantizar a sus hijos altos niveles educativos. Es evidente que lo que expone a
niños, niñas y adolescentes a cualquier forma de abuso son las condiciones que
aumentan su vulnerabilidad.

Propuestas para la Acción

En 1990 entró en vigencia la Convención sobre los Derechos del Niño, que se ha
establecido desde entonces como el instrumento jurídico de validez internacional
mayormente aceptado en relación con la defensa de los derechos de la población
por debajo de los dieciocho años. La ratificación prácticamente universal de la
CDN -sólo dos países no han ratificado la CDN a la fecha, EE.UU. y Somalia-
parece indicar que la humanidad continúa multiplicando sus esfuerzos por asimilar
un proceso de desarrollo basado en la conciencia de atender y proteger los
derechos económicos, sociales, culturales, además de los derechos civiles y
políticos de la niñez y la adolescencia. Con la ratificación de la CDN, los Estados
Parte han asumido el compromiso de construir un proyecto de sociedad sobre
bases sólidas, especialmente, en función de los niños que poseen, en sí mismos,
un potencial definitivo e innegable de desarrollo.

Es así como la CDN insta a que se establezca un régimen de garantías a la niñez


para lograr unos estándares mínimos de vida, superar las situaciones de miseria y
cualquier otro tipo de debilidades que representen un obstáculo para el pleno
progreso individual y social de los niños, niñas y adolescentes.

Ello aparece concebido, entre otros, en los Artículos 19, 34 y 35 de la Convención


que consagran el derecho de los niños a ser protegidos contra todo tipo de
explotación y abuso sexual. Establece la Convención que los Estados Partes
deben adoptar las medidas alcanzables a todo nivel para impedir que los niños,
niñas y adolescentes participen en prostitución y actividades sexuales ilegales
como las que incitan a esta población a participar en la elaboración de materiales
pornográficos. La CDN estimula a los Estados Partes a que se cristalice una
nueva visión de la realidad en las generaciones más jóvenes. Una visión que
elimine todo concepto de sometimiento del ser humano.

El Congreso Mundial contra la Explotación Sexual y Comercial de los Niños,


(Estocolmo, 1996) puso en marcha agenda de acción para las regiones según la
necesidad de cada país en materia investigativa, vocacional, institucional,
presupuestaria y legislativa. La explotación sexual ha sido entendida como una
clara expresión del sistema dominante del "más fuerte sobre el más débil", en el
marco de situaciones familiares, individuales y estructuras sociales que favorecen
toda manifestación de explotación y abuso físico, emocional y psicológico contra la
población infantil.

Cuando se habla del poder de los más fuertes sobre los más débiles, nos
referimos también al de los más grandes sobre los más pequeños, en un mundo
en el que la grandeza sigue siendo medida con base en criterios de fortaleza
física, capacidad intelectual, económica y política y no e relación con los derechos
fundamentales de la persona o los valores humaños, consistentes con los ideales
proclamados por los Estados en la Carta de las Naciones Unidas como
inalienables, en el propósito de construir un progreso social que esté sustentado
en un espíritu de paz, dignidad, tolerancia, libertad, igualdad y solidaridad.

En la actualidad, la explotación sexual contra la infancia se asocia a una serie de


factores específicos:

 Inadecuada cobertura y calidad de los servicios sociales básicos.


 Falta de programas específicos preventivos en apoyo a la familia y las
comunidades.
 Inadecuada legislación para la protección integral de la niñez, también en
materia penal, sometimiento a la justicia de los perpetradores del abuso
sexual, además del habitual incumplimiento de las leyes existentes
 Políticas inadecuadas de crecimiento urbano que favorecen el
hacinamiento.
 Desarrollo turístico desprovisto de regulaciones en materia de protección a
la infancia y la juventud.
 Situaciones de conflicto armado o violencia generalizada..
 Pobreza material y espiritual, deficiente educación a nivel familiar y
comunitario sobre valores humanos.
 Problemas familiares, particularmente en cuanto a la ruptura de la familia y
su posterior recomposición basada en necesidades materiales.

Adicionalmente, persisten el América Latina y el Caribe patrones culturales que


favorecen ciertas prácticas abusivas contra la niñez, como el machismo, la
externalidad y el autoritarismo.

Aún cuando se asegure un nivel socioeconómico adecuado a la sociedad,


acompañado de garantías básicas en servicios básicos aún faltará mucho por
hacer en la tarea de edificar un frente de lucha contra la problemática de la
prostitución infantil y la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes, pues
los abusos físicos, psicológicos y sexuales acontecen contra niños, niñas y
adolescentes de cualquier nivel socio económico, en familias que pueden
garantizar a sus hijos altos niveles educativos. Es evidente que lo que expone a
niños, niñas y adolescentes a cualquier forma de abuso son las condiciones que
aumentan su vulnerabilidad.

Propuestas para la Acción

 Resulta prioritario dotar a la población de garantías e instrumentos de


protección contra las diversas manifestaciones de abuso sexual y
explotación comercial de la niñez. El acceso a sistemas escolares gratuitos
y obligatorios, servicios de salud, y el apoyo sociofamiliar aparecen como
fórmulas importantes de acción en este sentido, siempre y cuando la
atención integral se entienda como aquella que considere al individuo en
todas sus áreas de desarrollo.
 La educación debe estar orientada a movilizar a la comunidad en favor de
la protección de los niños contra el maltrato y la explotación. Debe
involucrarse en este frente, de manera decidida, a los medios de
comunicación en la elaboración de campanas educativas de consumo
masivo en que se vean identificados y comprometidos distintos sectores de
la sociedad.
 El poder que otorgan el conocimiento, la educación y las informaciones
claves a la comunidades es la herramienta básica para hacer oposición al
poder abusivo que ejercen los explotadores.
 Es prioritario adecuar líneas de atención y auxilio al servicio de la
ciudadanía para facilitar el incremento de los reprimidos niveles de
denuncia ante las autoridades y el mantenimiento de un registro de datos
que permita orientar políticas y programas contra la explotación y el abuso
sexual.
 Este servicio deberá verse complementado con el montaje de redes de
prevención y asistencia conformadas por agentes de la sociedad
debidamente capacitados. Educadores, líderes comunitarios, trabajadores
sociales, profesionales de la salud y la Iglesia, entre otros, constituyen
pilares de atención, prevención y configuración de estrategias de
comunicación y movilización de la sociedad que, de manera encubierta y
protegida, pueden actuar en favor de la denuncia.
 El trabajo de prevención será entonces efectivo si se ve sustentado en la
investigación sobre los factores asociados al problema en cada comunidad.
Debe implementarse un sistema de información básico que permita el
análisis de las informaciones resultantes.
 Es preciso favorecer al interior de la comunidad y de las redes locales de
apoyo la producción de materiales de capacitación, información y
comunicación que debe estar validada en cualquier caso por las
poblaciones objetivo de los programas. Logrado lo anterior, será importante
iniciar un ejercicio permanente de identificación de indicadores de abuso y
encomendar a los equipos especializados la canalización de las diversas
respuestas posibles.
 La acción en favor de la prevención y atención contra el abuso sexual
contra niños, niñas y adolescentes debe concentrarse de manera especial
en zonas fronterizas, superpobladas y turísticas, donde es preciso
identificar aliados claves. Debe concederse suficiente importancia a la
concientización sobre leyes y normas locales en materia de protección a la
niñez con agentes de viajes, operadores turísticos, personal de hoteles,
asociaciones de taxistas, todos, involucrados en ámbitos en que se
favorece ampliamente el comercio sexual. Aún así, es claro que cualquier
propuesta de acción en estos espacios resulta insuficiente si no se
implementan los mecanismos básicos de cobertura en educación y salud.
 La lucha multilateral contra los perpetradores del abuso sexual a niños,
niñas y adolescentes puede encontrar respuestas en estrategias también
multilaterales que se concentren en dar forma continuada y expansiva a
programas de recreación y fomento del arte, el deporte y la cultura, además
de la configuración de espacios de formación técnico vocacional de
adolescentes por encima de 14 años.
 Al momento de definir una política adecuada en materia de regulación
turística, debe dirigirse el más efectivo mensaje de protección a la niñez en
moteles, hoteles, bares, restaurantes, discotecas y centros de diversión,
entre otros. En este sentido es necesario establecer acuerdos de trabajo
entre autoridades de turismo y sociedades hoteleras para la capacitación
básica de personal en estos temas.
 Una adecuada política de descentralización debería poder permitir que las
poblaciones de las localidades turísticas fueran las primeras beneficiarias
de los recursos provenientes del turismo.
 De igual manera, los servicios judiciales deben prever la necesidad de
contar con personal capacitado en las manifestaciones del abuso contra la
niñez, conocer sobre los servicios existentes de apoyo sociofamiliar y
psicológico a donde deban ser remitidos los afectados. La Policía debe
apoyar esta labor a nivel comunitario y en el ejercicio de su autoridad en
busca de una plena identificación y sanción penal de los perpetradores del
abuso y la explotación sexual de los niños con fines lucrativos. De otro lado,
el Ministerio Público y la Policía deben formar parte del sistema comunitario
de prevención, asegurando la legalidad y transparencia de los procesos
sociales y familiares en cada distrito judicial.

El trabajo para la protección y recuperación de los niños, niñas y adolescentes


involucrados en la explotación sexual y comercial

El establecimiento de mecanismos que hagan efectiva la protección de quienes


sean identificados como sujetos en riesgo o afectados consiste en la creación de
equipos especializados y multidisciplinarios que puedan proporcionar una atención
integral, de preferencia ambulatoria -y no residencial- a las víctimas y sus familias,
garantizando un seguimiento a través de las redes comunitarias de apoyo. En este
sentido, lo fundamental es ubicar estos equipos como parte de los servicios
existentes, más que crear unidades de servicios especializados al márgen de
éstos.

Estos equipos multidisciplinarios, apoyados en salud por pediatras, gineco-


obstetras, sexólogos, forenses, psicólogos, y personal de enfermería de los
niveles de emergencia, deben tener firme apoyo en los servicios legales
correspondientes. En términos generales, el concepto de atención integral debe
apuntar hacia la integridad y recuperación a todo nivel de la población afectada,
dedicando especial atención al mejoramiento de la imagen personal y la
autoestima, el restablecimiento de vínculos familiares saños y una adecuada
convivencia familiar y comunitaria. Es importante la formación técnico-vocacional
de los niños, niñas y jóvenes en proceso de rehabilitación para garantizar su
rápida inserción a un trabajo digno y remunerado.
La articulación de las acciones resulta compleja y de difícil aplicación, ya que
combina leyes y procedimientos judiciales con programas sociales, que, sólo
actuando en forma coordinada garantizan una adecuada protección.

UNICEF ha definido su misión en el marco de la Convención, y en consecuencia,


ha revisado su política en materia de protección. Se enfatiza la necesidad de que
los Estados formulen y ejecuten políticas, leyes y programas orientados a prevenir
el problema. De igual forma, impulsa la existencia de programas para la atención y
recuperación de quienes hayan sido afectados por el abuso y la explotación.

Es evidente que una propuesta de esta naturaleza, que es la que sostiene la


Convención Sobre los Derechos del Niño, trasciende la mera asignación de
recursos financieros y humaños por parte de los Estados al área social. Busca la
definición de mecanismos que hagan viable el acceso directo de la población a los
servicios básicos, como forma de hacer efectivos los derechos económicos,
sociales y culturales de la población.

Dificultades específicas para la puesta en ejecución de las medidas,


propuestas y recomendaciones

- Prevalecen en la Región y a nivel general los sistemas clásicos de aprendizaje


que excluyen al sujeto de informaciones en todas las dimensiones del desarrollo
de la niñez y la juventud, incluido lo relativo al proceso de crecimiento y las
manifestaciones psicosexuales. Debe fomentarse un modelo de educación
liberadora que considere la posibilidad de dar forma a sujetos que sean capaces
de desempenarse en todos los aspectos de su vida, protegiéndolos de
comportamientos que puedan resultar nocivos para su persona.

- La falta de información confiable sobre el problema: Los sistemas regulares de


información -historias clínicas, centros de salud, escuelas no incluyen indicadores
y no hacen el seguimiento requerido a los casos de abuso y explotación sexual
contra la infancia. Además, esta clase de información es difícil de obtener debido,
por un lado, a la resistencia de la ciudadanía a reportar los casos y, por otro, a la
lentitud de las autoridades al momento de intervenir. Debe, por ello, darse forma a
servicios ágiles de información y prevención a la ciudadanía --- líneas telefónicas,
centros de investigación, campanas y educación ---.

- La estigmatización que genera la explotación sexual y comercial, como todos los


abusos, dificulta tanto la detección de los casos como su atención y la demanda
de los servicios por parte del afectado. Las personas que se han convertido de
alguna manera en víctimas directas o indirectas del abuso sexual temen ser
involucradas al interior de procesos mal manejados. Los servicios de información,
tal como se ha planteado, deben que motivar a la comunidad a incrementar los
niveles de denuncia sobre esta problemática a nivel local, sectorial, regional y
nacional.

- De igual manera como las redes explotadoras se extienden con rapidez a todos
los niveles comunitarios, institucionales y de poder, debe involucrarse a las
familias en los mismos ámbitos de influencia, de manera que se configure una
verdadera estrategia de confrontación social alrededor de la concientización sobre
normatividad en contra del maltrato infantil, la violencia intrafamiliar y toda una
suerte de circunstancias que favorecen la continuidad del abuso sexual contra la
infancia.

- Las Organizaciones No Gubernamentales, asociaciones comunitarias, equipos


interinstitucionales y los aliados internacionales deben hallar un punto de
consenso alrededor de la definición de fuentes presupuestarias de apoyo a las
redes y equipos especializados y motivar la voluntad política para integrar los
sistemas de prevención y atención a la infraestructura de los servicios básicos.

- Se ha reconcido la rápida movilidad de las poblaciones en situación de riesgo y


de la infancia víctima del abuso sexual. Tanto la población explotada como los
perpetradores del abuso y la explotación sexual contra niños, niñas y adolescentes
se mueven velozmente ante la lentitud de las autoridades. Deben, pues, diseñarse
especiales mecanismos de cooperación con la Interpol, aún cuando resulte difícil
la persecución de delincuentes por fuera de cada país.

- Es claro que los jóvenes perciben en las actividades de comercio sexual la


facilidad de obtener recursos económicos muchas veces superiores al ingreso que
podrían recibir en el desempeño de un trabajo digno. En desarrollo de estas
actividades, los adolescentes desencadenan sus necesidades de amor, afecto y
desarrollo sexual y terminan por ver en su explotador a quien puede transformar
sus vidas con promesas.

- No existe una legislación adecuada para emprender las acciones necesarias en


la lucha penal a los perpetradores del abuso sexual contra la infancia.
Adicionalmente, la Región ha registrado una constante de irrespeto tradicional -
mas no general- a las leyes transmitido de generación en generación, por lo que
resulta indispensable que los operadores de la justicia y la comunidad
experimenten un contacto frecuente y comprometido con la legislación en esta
materia. Deben celebrarse acuerdos multilaterales, binacionales e internacionales
para atacar de manera efectiva la expansión transfronteriza de las redes de
prostitución infantil y disenar mecanismos de cooperación con la Interpol, aún
cuando resulte difícil la persecución de delincuentes por fuera del territorio
nacional.

- Pese a que han ratificado la CDN y con base en la idea equivocada de que los
niños, niñas y adolescentes afectados por el abuso sexual son "una causa
perdida", los Estados han evadido sistemáticamente la responsabilidad de asignar
recursos financieros y humaños para enfrentar este problema.

Preguntas y Respuestas

¿Por qué se prostituyen las niñas?

Existen variables plenamente identificadas que deben hacer parte


del análisis: La población adolescente es la que se vé principalmente
afectada con el problema de la prostitución. De cualquier forma, el
sexo femenino es el más afectado con esta problemática, pero no
son sólo mujeres adolescentes o niñas las que se vinculan a la
prostitución. Aunque en menor magnitud, también se ha evidenciado
de manera creciente el abuso contra niños desde edades tan
tempranas como los siete u ocho años. El término prostitución coloca
la responsabilidad del problema sólo en los sujetos afectados,
además de estigmatizarlos. En el caso de la ninez y la adolescencia,
la explotación sexual y comercial es definida como una violación
flagrante a sus derechos, en que se ven comprometidos abusos
físicos, psicológicos y sexuales dentro o fuera de las familias. La
ruptura familiar, al lado de una evidente carencia de políticas y
legislación adecuada para prevenir y atender el problema, facilitan
que, cada vez más, los niños, niñas y adolescentes encuentren en la
prostitución una salida a sus vacíos afectivos, productivos y
económicos.

¿ Es la pobreza lo que lleva a la prostitución?

La pobreza no es un factor determinante para la expansión de las


actividades sexuales ilegfales que involucran a niños, niñas y
adolescentes, pues, bien se ha visto hay muchos niños y
adolescentes de clase social media y alta que participan activamente
en escenarios de prostitución. Sin embargo, la pobreza contribuye
significativamente a generar situaciones de riesgo, entendida la
pobreza como falta de políticas sociales y económicas de atención,
educación y prevención. No existe una conciencia claramente
definidas a nivel comunitario sobre el problema de la prostitución de
niños y adolescentes y, por lo tanto, la movilización social es escasa,
si no insignificante.
¿ Cómo actuar frente a los adultos que se dedican a "reclutar" menores de edad
en la prostitución?

La mejor estrategia institucional y social contra los explotadores


sexuales consiste en crear y multiplicar programas de apoyo y de
educación a las familias, garantizando el acceso a los servicios de
salud, educación y desarrollo integral de los niños, niñas y
adolescentes.

Mientras que algunos padres ignoran que sus hijos están involucrados en
actividades de comercio sexual, otros apoyan que sus hijos se prostituyan. ¿Qué
debe hacerse en estos casos?

Debe iniciarse una labor intensa de concientización y movilización


social en favor de los Derechos del Niño, especialmente en lo
referido a las consideraciones de la CDN sobre el abuso y la
explotación sexual. Adicionalmente, la comunidad debe ser
adecuadamente informada sobre los signos y síntomas que
aparecen en los niños abusados y explotados comercialmente, de
manera que pueda darse comienzo a su rehabilitación y a la
denuncia de los casos ante las autoridades pertinentes.

La sociedad y el Estado tienden a darle al niño y/o adolescente abusado


sexualmente un tratamiento de "Casos Perdidos". ¿Cómo evitar que los niños,
niñas y adolescentes afectados reincidan en esta clase de actividades?

Por lo general, los niños y adolescentes víctimas de la explotación


sexual están dispuestos a recibir tratamiento profesional de
rehabilitación. A ellos deben ofrecerse las oportunidades que nunca
han tenido en cuanto a la Educación formal y la formación técnico-
vocacional que sirven como herramientas fundamentales para
apoyar su recuperación física y psicológica
En muchos casos las redes nacionales e internacionales de turismo sexual y
prostitución infantil impiden la rehabilitación de los más jóvenes en atención a lo
lucrativo del "negocio". ¿Cómo actuar?

Mediante la movilización social en todos los niveles. Es preciso que


la sociedad civil ejerza la presión requerida para que se cumplan las
leyes y se respeten los derechos de la infancia. Debe buscarse la
voluntad política interinstitucional y gubernamental para enfrentar
esas redes.

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