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En la relación que se establece entre trabajador y el entorno físico que le rodea, cabe distinguir
dos situaciones diferentes: por un lado, podemos encontrar factores, que por su intensidad,
suponen un riesgo potencial para la salud del trabajador, con unos efectos previsibles y
concretos, y, por otro lado, factores cuya intensidad es limitada, pero que también pueden
afectar negativamente al trabajador, principalmente a través de alteraciones psicológicas o
psicosomáticas.
EFECTOS PSICOSIFIOLÓGICOS
EFECTOS SUBJETIVOS
- Reacciones ante los factores ambientales como molestias, irritación ocular etc.
- Satisfacción laboral.
Estos datos se pueden recoger de forma más o menos sistemática a través de técnicas o
instrumentos que van desde entrevistas informales, cuestionarios y escalas de valoración.
La influencia del ambiente físico de trabajo va a verse reflejada también en una serie de
efectos sobre el comportamiento de los trabajadores como el rendimiento.
Teoría del “arousal”: Los distintos factores del ambiente físico pueden afectar al nivel de
activación del trabajador, de modo que si lo sitúan por encima o por debajo del rango óptimo
incidirán sobre su rendimiento. Por ejemplo, la exposición prolongada a niveles bajos y
monótonos de ruido y vibraciones o temperaturas elevadas bajan el nivel del arousal de la
persona lo que puede verse reflejado en un descenso del rendimiento fundamentalmente en
aquellas tareas que requieren un estado de activación mayor (tareas simples, monótonas, con
fuertes demandan de atención sostenida). Por el contrario, una estimulación ambiental
intensa y/ o variable tendrá el efecto opuesto, es decir, puede elevar el nivel de arousal. Las
tareas más sensibles a estas situaciones son las tareas más complejas que requieren un nivel
menor de activación.
Estrés ambiental: Podemos definir el “estrés “como una respuesta psicológica y/o fisiológica
ante una percepción de adversidad, demanda, contrariedad o amenaza. La percepción
subjetiva del ambiente es importante para la capacidad del mismo de producir estrés, es decir,
un factor ambiental producirá estrés en el individuo sólo si es percibido por éste como
amenazante. El estrés ambiental produce una restricción de las capacidades cognitivas en
condiciones ambientales adversas. Las personas inmersas en situaciones de estrés tienden a
focalizar su atención en la fuente de estrés, excluyendo otros factores que pueden ser
relevantes para la realización de la tarea.
TEMA EL RUIDO
A. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS.
El ruido se considera como un sonido no deseado, es decir, estamos teniendo en cuenta el
aspecto subjetivo del mismo. Por tanto, un estímulo sonoro se puede considerar o no
como ruido según la reacción del que escucha.
La consecuencia más obvia e importante de la exposición a ruido intenso es el daño
auditivo, pero pensar que el ruido en el entorno laboral sólo puede producir sordera
profesional es una visión simplista y alejada de la realidad.
B. ANÁLISIS O EFECTOS DEL RUIDO
1. EFECTOS PSICOFISIOLÓGICOS
Además de la pérdida de audición permanente como consecuencia del daño fisiológico en
el aparato auditivo, existen otros efectos de la misma naturaleza:
EFECTOS A CORTO PLAZO:
Reflejo de orientación: Implica la redirección de los órganos sensitivos hacia la
fuente de ruido.
Reflejo de sobresalto.
EFECTOS A LARGO PLAZO:
Cardiovasculares: Aumento de la frecuencia cardíaca.
Efectos hormonales: Secreción de determinadas hormonas, especialmente las
denominadas hormonas de estrés (adrenalina y noradrenalina).
Efectos sobre el sueño: Existen consecuencias sobre la calidad del sueño. Existe
una reducción del número y duración de los ciclos del sueño. En caso de ruidos de
baja frecuencia y monótonos se puede producir somnolencia.
2. EFECTOS SUBJETIVOS DEL RUIDO:
El ruido lo hemos definido como un sonido no deseado, molesto o desagradable que
depende de la percepción subjetiva de la persona, provocando una sensación de
disconfort.
EFECTOS SOBRE EL COMPORTAMIENTO
El ruido altera el nivel de rendimiento del trabajador por las siguientes causas:
o Distracción.
o Enmascaramiento de otras señales auditivas para realizar la tarea.
o Arousal: Niveles bajos y monótonos disminuyen el estado de activación lo que
es perjudicial para tareas simples y niveles altos o inesperados aumentan al
arousal lo que desfavorece las tareas complejas.
o Sobrecarga de información.
Efectos psicosociales: Las personas expuestas crónicamente a ruido se vuelven, por
norma general, más irritables.
Efectos sobre la comunicación: Se dificulta la comunicación hablada en el puesto de
trabajo, la comprensión de mensajes verbales con la importancia que puede tener
para la seguridad de las personas y para las relaciones personales y profesionales.
Efectos sobre la seguridad: Existe mayor probabilidad de accidentes ya que el ruido
favorece el error humano.
Los habitantes de la ciudad solemos pasar entre el 80% y 90% de nuestro tiempo en espacios
interiores realizando actividades de tipo sedentario. Frente a este hecho, se ha tendido a crear,
en los espacios interiores, unas condiciones ambientales más confortables y homogéneas que
las cambiantes condiciones climáticas que se dan en el exterior. Para conseguirlo, se climatizó
el aire de estos espacios, calentándolo en la estación fría y refrigerándolo durante la cálida.
Ahora bien, para que esta climatización resultara eficaz y rentable, hubo que regular la entrada
de aire del exterior que presentaba características térmicas contrarias a las que se deseaba
obtener. Ello condujo a una creciente hermeticidad de los edificios y a un mayor control de la
cantidad del aire de ventilación (aire exterior utilizado como renovador de las atmósferas
interiores más viciadas). En un intento de ahorrar energía, se redujo y en algunos casos, se
anuló la entrada de aire de ventilación o renovación, recirculando una y otra vez el aire
interior. Ello supuso una reducción del coste de climatización, pero a su vez implicó un
aumento de la concentración de los contaminantes que se podían generar en el interior de los
edificios, contaminación que en muchas ocasiones se produce por propios materiales
empleados para lograr la estanqueidad del edificio (aislantes térmicos).
Los síntomas que aparecen con más frecuencia son irritación de mucosas (ojos, nariz,
garganta), dolores de cabeza, sensación de ahogo, resfriados, alergias , dolres de cabeza,
irregularidades cardíacas, aturdimiento, irritaciones de la piel, enfermedades respiratorias,
olores molestos, cáncer.
La calidad del aire en el interior de un edificio es función de una serie de parámetros que
incluyen la calidad del aire en el exterior, el diseño del sistema de ventilación/climatización del
aire, las condiciones en que ese sistema trabaja y se mantiene, y la presencia de fuentes de
contaminación interior.
Los contaminantes emitidos en los interiores de un edificio tienen menos oportunidades de ser
diluidos en la atmósfera que los que se generan en el exterior, los cuales disponen de un gran
volumen de aire en el que pueden ser dispersados.
Cuando se habla de ventilación la primera imagen que acude a nuestra mente es la de una
ventana abierta que permite la entrada de aire fresco. La finalidad de un sistema de
ventilación es la misma, es decir, permitir la entrada de aire fresco a un espacio cerrado, pero
de una forma controlada, para poder así regular las condiciones climáticas. Lo primero que se
produce en todo sistema de ventilación es la entrada de aire fresco. Normalmente éste se
mezcla en un pleno, con una porción del aire del interior (aire recirculado). Esta mezcla pasa a
través de una serie de dispositivos que la preparan para ser distribuida a todo el edificio. Un
sistema típico suele tener una unidad de limpieza y una unidad de climatización donde el aire
se enfría o calienta. El aire así acondicionado es distribuido a través de una red de
conducciones por todos los locales del edificio y, mediante una red diferente, es extraído de
los mismos para volver al sistema principal, desde donde una parte de ese aire será expulsado
al exterior y otra parte será recirculado. Normalmente la cantidad de aire que recircula es
variable y puede oscilar entre el 0%, es decir, todo el aire que utiliza el sistema es fresco, al
100%, por lo que no hay entrada de aire fresco y siempre se utiliza el mismo.
MEDIDAS DE CONTROL
A. INTRODUCCIÓN. CONCEPTOS
La adaptación de la persona al ambiente físico que le rodea durante su trabajo tiene dos
aspectos diferenciados: por una parte, cuando los factores de agresión ambiental son de
tal calibre que existe un riesgo potencial para la salud. Por otra parte, cuando la
intensidad de los factores es limitada y afecta o puede afectar, no tano físicamente sino a
través de alteraciones psíquicas o psicosomáticas que influyen de forma negativa en el
individuo.
El número de puestos de trabajo que conllevan riesgo de estrés térmico por calor o frío es
relativamente pequeño, frente a la cantidad de situaciones laborales inconfortables desde
el punto de vista térmico. Está aceptado el hecho, de que frente a cualquier situación
laboral y por óptimas que resulten sus condiciones térmicas, puede existir un 5% de
individuos que mostrarán insatisfacción por calor o frío.
Cuando afrontamos es estudio de las condiciones adecuadas desde la óptica de la
confortabilidad térmica, debemos clasificar éstas en dos grupos:
1. Las condiciones ambientales:
o Temperatura del aire
o Temperatura radiante media.
o Humedad relativa
o Corrientes de aire
2. Las condiciones individuales:
o Consumo metabólico durante el trabajo
o Atuendo o vestimenta.
1. Las condiciones ambientales:
La temperatura del aire: Es la temperatura a la que se encuentra el aire que rodea al
individuo. Es la que nos indica un termómetro. La diferencia entre esta temperatura y la
de la piel del individuo determina el intercambio de calor entre el individuo y el aire. Si la
temperatura de la piel es mayor que la del aire, el hombre cede calor a éste y el cuerpo se
refresca. Si es al revés, el individuo recibe calor del aire. En ambos casos, se denomina
intercambio de calor por convección. Éste también depende de la velocidad con la que el
aire se mueve; cuanto mayor es, mayor flujo de calor intercambiado se produce.
La temperatura radiante media: Aparte del intercambio de calor por convección, todos los
cuerpos absorben y emiten calor a través de radiaciones electromagnéticas. El
intercambio entre unos y otros (hombre-máquinas, ventanas , paredes…) depende de la
temperatura de los mismos.
La humedad relativa: La humedad relativa nos da una idea sobre la concentración de
vapor de agua en el aire. El sudor se compone en gran parte de agua. La evaporación del
agua que constituye el sudor es el sistema más efectivo de los que el cuerpo humano
dispone, para eliminar el calor del organismo. Para que esto suceda, el sudor, en estado
líquido, debe pasar a vapor y formar parte del aire que rodea al individuo, esto exige que
la concentración de vapor de agua en las inmediaciones de la piel sea mayor que la
concentración de vapor de agua en el aire. Por eso, cuando la concentración de vapor de
agua en el aire es elevada, es difícil que el individuo s e desprenda del calor evaporando
sudor. La humedad relativa se mide mediante un aparato denominado psicrómetro.
Las corrientes de aire: el intercambio de calor por convección del individuo al medio, o al
revés, es tanto mayor cuanto mayor es la velocidad del aire. Lo mismo ocurre con la
evaporación del sudor que, si las demás condiciones la favorecen, aumenta al aumentar la
velocidad del aire. Se mide con un aparato llamado anemómetro.
La combinación entre temperatura del aire, temperatura radiante media, humedad y
corriente del aire constituyen la base del estudio del confort térmico.
2. Las condiciones individuales:
El consumo metabólico durante el trabajo: el cuerpo humano necesita energía para
desarrollar sus funciones. Esta energía la obtiene de muchas sustancias que se incorporan
a través de la alimentación. Se producen, de esta forma, una serie de reacciones químicas
de las que se desprende gran cantidad de energía, de la que sólo una parte se aprovecha
como tal y el resto es calor. Este calor que se genera debe, mayoritariamente, ser cedido
al ambiente para que no se acumule en el organismo, ya que provocaría un aumento de la
temperatura interna del mismo.
El vestido: La capacidad de aislar térmicamente que poseen las prendas de vestir se
denomina “resistencia térmica del vestido” y se mide en unidades llamadas clo. Cuanto
mayor es la resistencia térmica más difícil es para el organismo deshacerse del calor
generado y cederlo al ambiente.
Desde el punto de vista de las condiciones de trabajo, la problemática de la calidad del aire
está adquiriendo una cierta relevancia. La sintomatología de los afectados no es muy severa y
al no ocasionar un exceso de bajas se tiende a menudo a minimizar los efectos que, sin
embargo, se traducen en una sensación general de disconfort.
Cuando los síntomas llegan a afectar a más del 20% de los ocupantes de un edificio se habla
del “Síndrome del Edificio Enfermo”.
La OMS diferencia entre dos tipos de edificios enfermos. Los temporalmente enfermos, entre
los que se incluyen edificios nuevos o de reciente remodelación, donde los síntomas
disminuyen y desaparecen con el tiempo. Los edificios permanentemente enfermos donde los
síntomas persisten, a menudo durante años, a pesar de haberse tomado medidas para
solucionar las deficiencias halladas.
Tienen casi siempre un sistema de ventilación forzada de aire a todo el edificio y existe
recirculación, como mínimo parcial, del aire.
Las superficies interiores están en gran parte recubiertas con material textil, incluyendo
paredes, suelos y otros elementos.
Son edificios herméticos en los que las ventanas no suelen ser practicables.
Los síntomas son más frecuentes por la tarde que por la mañana.
Las quejas son más frecuentes cuanto menos control tiene la gente sobre su entorno.
El factor que debe llevar al diagnóstico del SEE, además de una prevalencia de los síntomas,
debe ser la relación temporal de los mismos con el edificio problema. Por un lado, el inicio de
los síntomas habrá de ser posterior al inicio del trabajo en el edificio, y por otro, los síntomas
tendrían que desaparecer o mejorar al final de la jornada laboral, durante los fines de semana
o las vacaciones.
FACTORES DE RIESGO
Olores
Iluminación
Ruido
Vibraciones
Ambiente térmico
Humedad relativa
Ventilación inadecuada.
Primera Fase. Investigación Inicial: Es la fase más importante. En ella se realiza una
investigación de los síntomas a través de cuestionarios sobre calidad de aire a partir de la
estructura del edificio, actividades desarrolladas y ocupantes. También se obtienen datos
del edificio y se pueden efectuar medidas sencillas sobre humedad, temperatura,
volumen de aire, concentración de CO2. Si hay evidencia de SEE se pasa a la 2º fase.