******CARLOS ACUÑA

LA INCIDENCIA POLITICA DE LA SOCIEDAD Civil: La importancia de la sociedad civil en la tarea de

fortalecer las políticas públicas y la calidad de las instituciones democráticas es algo que suele
darse por sentado. Lo que no resulta tan claro, sin embargo, es la definición misma de sociedad
civil: ¿cuál es su función en relación con el Estado y con las agrupaciones políticas?, ¿qué rasgos
presentan las denominadas organizaciones de la sociedad civil y en qué se diferencian, por
ejemplo, de las fundaciones o de cualquier otra asociación? ¿Cuáles son sus recursos y cómo
difunden sus actividades? Y, acaso lo más relevante, ¿de qué modo estas organizaciones pueden
incidir en las políticas públicas? Lejos de idealizar a la sociedad civil concibiéndola como una suma
de virtudes, opuesta por naturaleza a las reglas del ámbito político, este texto sostiene que ambos
integran un campo de tensiones y cruces, cuyo análisis pone en evidencia las fortalezas y
debilidades de la incidencia social. Para dar cuenta de esta complejidad, los autores han optado
por una perspectiva crítica y un enfoque plural: la primera parte del libro expone el debate teórico
y el marco conceptual sobre el tema, la segunda incluye el relato de experiencias de incidencia
política en torno a la pobreza, los derechos humanos, el medio ambiente y la salud sexual y
reproductiva, y la tercera pasa revista a los claroscuros de la incidencia política de la sociedad.
Repensando los claroscuros de la incidencia política de la sociedad civil: obstáculos y

Debilidades:

Son claras las ventajas de la incidencia de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) para el
mejoramiento de las políticas públicas. Estas organizaciones opinan, demandan, denuncian o
asesoran con información propia sobre los más diversos temas, a los poderes gubernamentales.
Muchas cumplen papeles de gestión de planes sociales y control público autónomo del poder
estatal, fundamentalmente para una mayor transparencia y eficacia de las políticas públicas.

En la actualidad. Las OSC no son indiferentes a los gobiernos ni en los procesos políticos.
Constituyen, un valioso capital socio – político que es necesario cuidar y reproducir. De la mano de
estos reconocimientos, la sociedad civil termina siendo idealizada como bella, democrática,
honestas, justas, y sus organizaciones como capaces y eficientes, innovadora; valores usualmente
contrapuestos a la ineficiencia y corrupción burocrática que se sospecha del Estado y las
organizaciones “políticas”. Es necesario encarar con mayor objetividad el análisis de las
características y determinantes del accionar de las OSC, con un foco prioritario en los obstáculos y
debilidades que lo caracterizan.

I. Falta mayor claridad sobre el significado de “sociedad civil” y su relación con los intereses y
actores que la componen

La sociedad civil está atravesada por intereses e ideologías en pugna y, en este sentido, es más una
estructura que se nos presenta como espacio de acción que un actor colectivo. Los conflictos y
divisiones, son frecuentes entre y dentro de los actores que allí se mueven.

¿Cuáles son los intereses, actores y propiedades que la caracterizan?

INTERESES: Diferencia entre intereses organizados como actores y los que no lo están. La
condición de actor requiere de la capacidad de elaborar e implementar estrategias colectivas.
Existen “grados de representación” efectiva de los intereses de la sociedad civil que ejercen los
actores de la misma, y también es clave como una primera aproximación al reconocimiento de la
importancia de la distribución asimétrica de poder y exclusiones dentro de la propia sociedad civil.

Son parte tanto los actores visibles en el escenario público como aquellos grupos sociales que,por
su debilidad, se ven imposibilitados organizarse, resultando espectadores sin capacidad de incidir
en la política.

CONTENIDOS: Sociedad civil no es lo mismo que movimientos sociales ni pueblo, pues hace
referencia a atributos y a una funcionalidad distinta en su papel en el equilibrio con el Estado y los
mercados, así como también a un ámbito de comunicación y tejido de relaciones sociales e
identidades colectivas.

La noción de sociedad civil en la Argentina tiende a ser reducida a las OSC, excluyendo otros
actores y organizaciones, tanto en la forma de entender la sociedad civil como en la forma de
operar políticamente por parte de las propias OSC. Por ejemplo, los sindicatos y movimientos
sociales con clara identidad político – partidaria son dejados de lado sistemáticamente.

LIMITES: Que una organización y su comportamiento no revistan fines de lucro, y, que no Persigan
como objetivo organizacional dominante la ocupación de espacios de gobierno.