X programas escolares al precio que sea. Reflexión sobre tu respuesta (estoy en desacuerdo por ….o estoy … ): Estoy en desacuerdo porque el programa escolar está establecido de forma teórica con anterioridad al inicio del curso y, por lo tanto, no tiene en cuenta las dificultades o incidencias que puedan surgir durante su desarrollo, como problemas con el aprendizaje o bajas inesperadas del profesor. Para mí, lo fundamental es adaptarse al alumnado y al contexto particular de la enseñanza durante ese curso en concreto, respetando los ritmos de aprendizaje del alumnado y modificando objetivos y metas en función de estos. Más que aprender una gran cantidad de contenidos complejos de forma superficial, la enseñanza debería centrarse en promover un aprendizaje significativo de un menor número de contenidos, con el objetivo de generar un conocimiento verdadero a partir de una comprensión que permita al alumno manejar y aplicar lo aprendido e, incluso, modificar o diseñar nuevas ideas a partir de ello.
2. Se deben impartir las clases teniendo
en cuenta un nivel medio y olvidando, X a los que sobresalen por arriba y a los que no alcanzan ese nivel por abajo. Reflexión sobre tu respuesta (estoy en desacuerdo por ….o estoy … ): Estoy de acuerdo en que las clases deberían enseñarse para un nivel medio, como pasa con la gran mayoría de aspectos en el mundo, puesto que es imposible adaptarse a cada caso en concreto (al menos de momento). Pero nunca debemos olvidar a los que sobresalen por arriba o por abajo. Una opción podría ser la de agrupar a los alumnos según su rendimiento académico, pero resultaría completamente inviable, puesto que esto aumenta la brecha en la enseñanza y fomenta la segregación entre el alumnado, creando grupos claramente distinguidos y, en ocasiones, hasta enfrentados. Para mí, impartir la clase a un nivel medio supone que siempre habrá gente que sobresalga y gente que no llegue al nivel, pero eso puede convertirse en una ventaja para fomentar el espíritu cooperativo y hacer la enseñanza más accesible a todos. Los alumnos más aventajados podrían ser útiles para facilitar el aprendizaje a sus otros compañeros uniéndose con ellos en trabajos y/o prácticas grupales, por ejemplo. De esta forma, nadie quedaría olvidado, pues la intención de didáctica para con sus compañeros reforzaría aún más los conocimientos de los alumnos sobresalientes y, a su vez, los alumnos que sobresalen por abajo tendrían la posibilidad de aprender de forma más individualizada y dinámica (motivadora) gracias a la interacción con sus pares.
3. La familia generalmente se inhibe del
X proceso educativo. Reflexión sobre tu respuesta (estoy en desacuerdo por ….o estoy … ): En mi opinión, esta pregunta no tiene una sola respuesta, pues depende de cada caso. He tenido amigos que no iban a clase durante semanas y sus familias jamás se preocuparon por sus malas notas; y también he tenido amigos cuyos padres consideraban que un notable era un fracaso a nivel académico. Sin embargo, si nos referimos al proceso en sí, es cierto que las familias no suelen informarse acerca de los detalles concretos de la enseñanza de sus hijos y únicamente valoran los resultados, sin interesarse por cómo ha sido el desarrollo de las clases o el curso. Aun así, la familia siempre es una parte muy importante del proceso educativo, quiera inhibirse o no.
4. El estudiante actúa de mala fe, con
claros deseos de molestar, perjudicar, fastidiar y sin que realmente existan X unos motivos que le conduzcan a adoptar esa actitud. Reflexión sobre tu respuesta (estoy en desacuerdo por ….o estoy … ): El estudiante de Secundaria actúa como el adolescente que es. No actúan de mala fe, pero tampoco creo que todos tengan buenas intenciones, pues coexisten diversas personalidades en una misma aula, al igual que pasa en la sociedad. En cuanto a la existencia de motivos, siempre los hay. Nuestro objetivo como docentes es tratar de conocer, en la medida de lo posible, los motivos que llevan a un alumno a comportarse de forma disruptiva para analizarlos e intentar revertir la situación. Nunca debemos suponer que alguien es así porque es así. Los factores ambientales y sociales dictan en gran medida la personalidad del individuo y, por tanto, modificar estos factores y tratar que el alumno disruptivo se sienta cómodo con ellos puede hacer que mejore su actitud en clase y su rendimiento académico.
5. Lo más importante para el futuro del
estudiante es que domine lo mejor posible las técnicas instrumentales y X los contenidos fundamentales de cada una de las materias. Reflexión sobre tu respuesta (estoy en desacuerdo por ….o estoy … ): Estoy de acuerdo en que lo más importante en el ámbito académico es adquirir una base teórica que permita adquirir conocimiento y una buena técnica instrumental que permita ponerlo en práctica. La base teórica facilitará una futura profundización en el conocimiento y habilitará al alumno para organizar sus futuros aprendizajes sabiendo que todos parten de un núcleo común que permite establecer nexos entre ellos. El conocimiento de la técnica instrumental permitirá que el alumno perciba que lo aprendido tiene una utilidad práctica y no es un sinsentido impuesto por la escuela. El problema ahora estaría en definir qué significa exactamente o cuáles son los “contenidos fundamentales” y las “técnicas instrumentales”. Sin embargo, fuera del ámbito académico, creo que lo más importante para el alumnado es la formación en valores éticos y morales de convivencia, puesto que somos seres que habitan una sociedad conjunta y dependemos en gran medida de la interacción y el conocimiento social para lograr el éxito a nivel tanto personal como profesional.
6. Nuestro esfuerzo debe verse
recompensado con los buenos resultados de todos los estudiantes y X con el reconocimiento de nuestra dedicación por parte de la sociedad. Reflexión sobre tu respuesta (estoy en desacuerdo por ….o estoy … ): Estoy de acuerdo en que nuestro esfuerzo debe reflejarse en los resultados de los estudiantes y en el reconocimiento de nuestra dedicación. Es decir, si mi objetivo es lograr un buen método educativo y me esfuerzo en desarrollar o poner en práctica una metodología cuyo objetivo sea motivar y mejorar el aprendizaje del alumnado, esto debería verse reflejado. Al fin y al cabo, el éxito de los procesos se mide en gran parte en función de los resultados que proporcionan, y si no hay resultados deberíamos plantearnos la cuestión de qué ha podido fallar o, incluso, la posibilidad de cambiar de método. Sin embargo, que no haya correspondencia entre el esfuerzo y los resultados no debe llevarnos a la frustración, ya que en la enseñanza influyen multitud de variables y muchas escapan a nuestro control. Debemos asumir el fracaso, pero no tiraremos la toalla. Nuestro deber es estar motivados para poder reorientar y reinterpretar continuamente nuestro sistema de enseñanza, de manera que se adapte lo mejor posible a cada promoción de alumnos y contexto escolar diferentes. En cuanto al reconocimiento externo de la profesión de docente, debe ser el aspecto que menos nos preocupe. Si ocurre, genial, pero no debe ser un objetivo primordial. Debemos sentirnos siempre orgullosos de nuestra dedicación para amortiguar tanto las críticas como las alabanzas y estar convencidos de lo que hacemos y qué conseguimos con ello.