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- IDEOLOGIA.
- OBJETO DE INTERVENCIÓN
- ENFOQUE TEORICO.
- CUESTIONES METODOLOGICAS
- TÉCNICAS.
- CAMPOS DE ESTUDIO Y DE EXPERIENCIA
• Debe quedar claro que ciertos modelos se dirigen al conjunto de los
problemas o a la situación global de una persona, es el caso del
enfoque clínico-normativo; otros modelos son más específicos en sus
objetivos: “modificación de conducta”, “centrado en la tarea”,
“intervención en situación de crisis”. El modelo sistémico se interesa
por los sistemas e interacciones perturbadas en el seno de una
familia, el de socialización también se dirige a la familia, y cómo en el
modelo de redes y los modelos de intervención en grupos se dirigen
al grupo en general y en particular a la persona-familia.
• A partir de los 60 se tienen en cuenta, dentro del mismo modelo las dos perspectivas: lo
intrapsíquico y las dificultades respecto al funcionamiento adecuado en la sociedad.
• Respecto a las causas del problema se reconocen tanto en la propia personalidad del cliente
como en el medio exterior.
Tener varios modelos nos pone en la tesitura
de seleccionar, elegir, cuál se adecuará a cada
situación planteada, estos mismos autores
dilucidan este problema, teniendo en cuenta
los siguientes factores:
- El contexto en el que está inserto el
trabajador social.
- La formación básica y permanente que haya
recibido.
Esta manera de trabajar mediante la
incorporación de modelos de intervención,
supone que el diseño de toda experiencia tiene
que explicar tanto el modelo teórico de
referencia como las técnicas e instrumentos
metodológicos a utilizar (Campanini, A. y Luppi,
F., 1991: 28-33).
Lo que diferencia a un modelo respecto de un paradigma teórico es que
conlleva un elemento práctico, una praxis profesional, una aplicación, que se
concreta en unos objetivos teóricos y de acción y en los procedimientos y
métodos empleados para conseguir dichos objetivos.
Modelo psicodinámico.
Modelo de intervención en crisis.
Modelo centrado en la tarea.
Modelo conductual-cognitivo.
Modelo humanista y existenciaL
Modelo crítico/radical.
Modelo de gestión de casos.
Modelo sistémico.
Modelo Psicodinámico
• Acentuó la tendencia a perder de vista los aspectos institucional y
social, tan importantes para Mary Richmond, «y a apoyarse más en
los problemas y recursos de la persona que en los problemas y
recursos de la situación» (Du Ranquet)
• Los descubrimientos realizados por Sigmund Freud, el psicoanálisis y
la psicología dinámica, y el trabajo realizado por los seguidores de
Freud: Otto Rank, Carl Gustav Jung, Alfred Adler y otros, que
fundaron sus propias escuelas
Modelo Psicodinámico
La teoría psicoanalítica propone un modelo de desarrollo de la personalidad
basado en la existencia de fuerzas opuestas que procuran conseguir un
equilibrio dinámico.
Enfoque psicosocial
El elemento central es la solución de
problemas y centra su atención en el
presente (no en el estudio de experiencias
del pasado, ni en la organización de la
personalidad).
Es un Modelo fundamentado en la teoría y
Resolución de en la práctica desarrolladas por la escuela
problemas diagnóstica (modelo psicosocial), pero
integrando las aportaciones de la psicología
del yo y de la escuela funcional
(importancia de la relación).
Se basa en el axioma de que la principal
fuente de hecho referente al problema reside
en el propio cliente. El cliente es el que
conoce, por dentro y por fuera, el problema.
• El paciente (usuario) posee en este modelo (salvo excepciones, como
es el enfoque de resolución de problemas), un rol de pasividad, de
receptividad y de ausencia de influencia directa en la intervención.
El trabajador social mantiene una cierta distancia personal con el
cliente, con el fin de garantizar que éste sea un espejo o pantalla en
blanco que reneja lo que el analizado proyecta, evitando mostrar sus
propias proyecciones o conflictos y la neutralidad necesaria. Al
mismo tiempo debe mostrar una actitud receptiva ante los datos que
aporte la persona.
• Escucha cálida pero al mismo tiempo distante.
• Fija el objeto de su interés en comprender e interpretar el comportamiento
observable (externo) de las personas y no tanto en analizar e interpretar la
conciencia (interno), como venía siéndolo hasta aquel momento.
hay dos estrategias de tratamiento,
• Dos estrategias de tratamiento que pueden ser utilizadas de forma aislada o
conjunta: una de ellas consiste en modificar las respuestas del cliente ante
los factores que gobiernan su medio ambiente, sin cambiar de forma
deliberada este último, y la otra, en cambiar los factores que imperan en el
ambiente, como una manera de modificar la «conducta problema». El éxito
de este modelo en Trabajo Social radicó en su capacidad para obtener
resultados tangibles, medibles y evaluables. (mediados de los 80)
La Intervención en Crisis
Conceptos básicos por quienes practican la intervención en
crisis
l. Las crisis son experiencias normales en la vida. Reflejan una lucha en la que la persona intenta mantener un
estado de equilibrio entre sí mismo y su entorno.
2. El estrés desencadena la crisis que puede ser un acontecimiento externo o interno. Puede ser un hecho
catastrófico o el producto de una acumulación de acontecimientos menos graves.
3. La gravedad de la crisis no se relaciona con la gravedad del estresor sino con la de su percepción por la persona.
4. Puede existir un nexo (experimentado emocionalmente y no necesariamente consciente) entre la situación
actual y conflictos del pasado.
5. Las crisis son acontecimientos autolimitados (4-6 semanas) que se resuelven adaptativa o desadaptativamente.
6. En las crisis, las defensas están debilitadas, por lo que la persona está más receptiva al apoyo y los esfuerzos
mínimos conllevan resultados máximos.
7. La resolución adaptativa de la crisis ofrece una triple oportunidad: a) dominar la situación actual, b) elaborar
conflictos pasados, y c) aprender estrategias para el futuro.
8. La resolución no está tan determinada por las experiencias pasadas o la estructura de la personalidad como por
procesos presentes.
9. Con la resolución adaptativa emergen nuevas fuerzas y nuevas habilidades de resolución de problemas para el
futuro.
La intervención en crisis desde el Trabajo Social supone una intervención activa y directiva en la vida de
la persona, una especie de primera ayuda social, cuyo objetivo es apoyar a la persona a conseguir un
estado tolerable de confort emocional y que desarrolle capacidades para afrontar la situación de forma
efectiva.
El «focus» de la intervención se centra en el presente, en el aquí y ahora.
Propone la necesidad de dar una respuesta rápida y breve.
Es una intervención especialmente centrada y estructurada.
El TS deberá mostrarse receptivo, acogedor. Comprensivo y plantear a su vez un plan de acción
inmediato.
Otra característica fundamental es la total disponibilidad del trabajador social durante la fase de crisis
Es un método de intervención que utiliza el contrato.
Se trata de una situación límite en el tiempo.
• El trabajador social está dotado de mayor poder y autoridad en este modelo
de intervención, ya que posee una mayor capacidad de directividad que la
que le atribuyen otros modelos. Este mayor poder lo otorga la propia
situación de crisis, que pone al individuo en una situación de confusión y de
desequilibrio que a menudo le incapacita para tomar decisiones correctas.
• La misión de los trabajadores sociales ante aquellos que se encuentran en un
estado de crisis y angustiados es facilitar el descubrimiento de dichas
capacidades y el desarrollo de habilidades que les permitan hacer frente a
los desafíos y problemas que les plantea la vida.
Este modelo de intervención no toma concepciones teóricas ni metodológicas
prestadas de otras disciplinas científicas, sino que ha sido desarrollado por
completo desde el Trabajo Social y para el Trabajo Social, aunque recibe ligeras
influencias de la teoría de la comunicación, de la teoría del aprendizaje, de la
teoría de los roles y del conductismo.
Es un modelo orientado a proporcionar una respuesta práctica, breve y eficaz,
centrándose en la consecución de unos objetivos específicos y en la ejecución de
unas tareas, con el fin de solucionar un determinado problema.
• Para el modelo sistémico, toda situación tiene una causación circular, pudiendo ser punto de
partida o de llegada; y la explicación de cualquier hecho es la explicación del círculo como totalidad,
y no de un aspecto cualquiera.
El problema no se entiende como propiedad o atributo de un solo usuario (sea una persona, grupo o comunidad), y no se podrá prescindir
de la consideración del contexto como elemento significativo, tanto para facilitar la comprensión como para adoptar las posibles estrategias
de intervención.
El diagnóstico pone su atención en el sistema total, en el contexto donde éste se desarrolla y actúa, y en la estructura y las interrelaciones
que mantienen a la familia (Escartín, M.J. 1992).
La evaluación relacional, orientada en sentido sistémico, permite no tener que optar entre un planteamiento centrado preferentemente en el
individuo y otro preferentemente en la acción social, y ésto, por el hecho de que, en la práctica, se ve una complementariedad entre estos
dos objetivos.
En el proceso de ayuda el trabajador social tiene que actuar en situaciones que estructuran diferentes contextos relaciónales (informativo,
asistencial, de asesoramiento, de control, evaluativo) y también este aspecto se deberá tener presente en el proyecto.
El contrato debe ser el fruto de una relación equilibrada dentro de la tríada institución-asistente social-usuario.
Una técnica importante en este modelo es la entrevista sistémica. La información es oída por todos y manejada por el profesional, que la
introduce en el sistema familiar de forma que se produzcan cambios de percepciones, y que se dé, por medio de ella, otro tipo de
comunicación entre los miembros de la familia. Debe reunir las siguientes características: neutralidad, hipotetización y circularidad.
MODELO DE REDES
• Uno de los desarrollos más importantes de todas las teorías de sistemas lo constituye el análisis de las redes en los sistemas de apoyo
social, (Payne, M. 1995:192) Este autor lo llama modelo de sistemas ecológicos o modelo de vida.
• Whittaker y Garbarino (1983), entre otros representantes de esta tendencia, refieren que hay que afianzar la idea de que la ayuda
informal y la ayuda profesional debe ser desarrollada para colaborar en una mejor atención social.
• El modelo se centra en los grupos formales de apoyo planificados y en la capacitación de cuidadores “informales” o “naturales” para
que ayuden a amigos, vecinos y miembros de la familia que lo necesiten (Garbarino, 1983).
• En este sentido las redes están relacionadas con el entrenamiento de las habilidades sociales y con los enfoques de fortalecimiento
(modelos conductista, de potenciación y defensa). La ayuda social utiliza la alimentación y la realimentación para estimular los sistemas
de apoyo de los clientes.
• Tanto en la ayuda personal como en la social, les interesa emplear clientes que puedan llegar a integrarse en una red y puedan así
ofrecer recursos a otros a la par que ellos mismos se ayudan.
• En el Trabajo Social convencional, los clientes son ayudados para luego salirse del sistema asistencial; en este enfoque permanecen
dentro del sistema para ayudar a otros.
• El papel del trabajador social es, el de actuar de intermediario entre la gente y no el de centrarse en una relación con el cliente y
unos pocos de sus allegados. El objetivo es más bien la interdependencia del cliente con los demás, que la independencia del cliente.
• La ayuda mutua es un fenómeno ligado a los conceptos de red y apoyo social y tema central entre los procedimientos de cambio
social que plantea la perspectiva ecosistémica.
El modelo se apoya en la Teoría de Sistemas, y la Teoría Ecológica del desarrollo humano de Bronfenbrenner(1979).
La perspectiva ecológica se propone estudiar los medios donde viven y se reproducen los seres vivos, y las relaciones
complejas que mantienen esos seres entre ellos y con su medio. El medio de esos seres vivos se sitúa en un marco espacial y
temporal
A la persona se la ve en permanente desarrollo y se entiende éste como un cambio perdurable en el modo en que una
persona percibe su ambiente y se relaciona con él.
Conceptos claves en este modelo son:
• Las transiciones ecológicas: cambios de roles o de entornos que ocurren a lo largo de la vida.
• La presión ambiental: o la influencia de las fuerzas que trabajan en un ambiente para configurar la conducta y el
desarrollo de los individuos en ese contexto. La presión ambiental surge de las condiciones que rodean y confrontan a una
persona y que tienden a guiar a ésta en una dirección particular.
Para la mayor parte de profesionales, estas prácticas se han quedado en empíricas, constituyen un patrimonio profesional
poco transmisible salvo por contacto o “contagio”. Otros han desembocado en una metodología de Trabajo Social que
presenta formas distintas y articulaciones particulares.
En la intervención a nivel individual, Maguire (citado por Villaba, 1993), identifica tres fases distintas:
1. Identificación de la red con la que deberá trabajar (dimensión, relaciones, recursos, capacidad de
los miembros, disponibilidad para el apoyo, etc);
2. Análisis de los lazos con el fin de unir al demandante con las personas más apropiadas (idóneas)
de su red o de reforzar el lazo ya existente.
3. Con los grupo de autoapoyo, el trabajador social puede escoger entre dos modos de intervención,
uno fundado sobre la coordinación, otro sobre el estímulo, los dos desarrollándose según un proceso
dado. El trabajador tendrá cuidado de coordinar las instituciones y los servicios para evitar una
confusión en las intervenciones. Para la organización usa prácticas de red y desarrolla su acción en
dos niveles:
• “micro”, en favor de las personas solas y haciendo funcionar una “gestión integrada” del caso;
• “macro”, para una red de servicios coordinados sobre el territorio, a través de un conjunto de
instrumentos y de técnicas de gestión.
El objetivo de la intervención, a nivel de las redes personales, consiste en proporcionar una consulta,
en mantener las ayudas eventuales ya iniciadas por la misma red, en promover y dirigir reuniones
entre sus miembros, en ensanchar la esfera social del individuo.