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C APÍTULO 19

Teresa Villar San Pío


ALTERACIONES M.ª Pilar Mesa Lampré
DE LA MARCHA, INESTABILIDAD Y Ana Belén Esteban Gimeno
Ana Cristina Sanjoaquín Romero
CAÍDAS
Elena Fernández Arín

Introducción ceptivos, son de carácter voluntario, aunque someti-


das a ajustes inconscientes del sujeto.
Al analizar los resultados de encuestas sobre enveje-
La marcha normal consta de una fase estática que
cimiento saludable, hay un tema que preocupa a toda
constituye el 60% de la misma y ocurre cuando una
la población y que se repite constantemente: nadie pierna sufre carga y está en contacto con el suelo, y
desea ser una carga. Y es que el valerse por sí mismo una fase de balanceo o dinámica (40%) cuando
es lo que más se estima a la hora de envejecer. Poder avanza la otra pierna para dar el paso siguiente.
ser independiente para realizar las actividades de la vida Mientras tanto, los brazos se desplazan hacia delan-
diaria, ser capaz de desplazarse, tanto por la casa te y hacia atrás en dirección opuesta a la de las pier-
como por la calle, es algo que no se suele apreciar nas (por ej., el brazo izquierdo se desplaza con la
hasta que se pierde. Hay pérdidas pasajeras de movili- pierna derecha hacia delante, mientras el brazo dere-
dad que en algún momento de nuestra vida hemos cho lo hace hacia atrás).
experimentado todos y que dificultan el desplazamien- Los componentes básicos de la marcha son: flexión
to de forma muy importante, como pueden ser las con- de cadera, flexión de rodilla, interacción de rodilla y
secutivas a caídas con lesiones, que requieran inmovili- tobillo, rotación de la pelvis alrededor de un eje verti-
zación con escayola o reposo, o situaciones de cal y báscula lateral de la pelvis.
desequilibrio por enfermedades agudas. Todas ellas En términos generales, se puede dividir el mecanis-
producen en el individuo una sensación de inseguridad mo de la marcha en tres fases: despegue, avance y
que le hace más dependiente durante una temporada y apoyo (1):
precisan de una recuperación posterior, tanto de la mar-
cha como del equilibrio. — Despegue. Mientras la rodilla se encuentra blo-
Con el envejecimiento, el deterioro de la marcha va a queada en extensión, el sóleo y los gemelos
ser progresivo y definitivo, agravado en la mayoría de las impulsan la extremidad, levantando el talón del
ocasiones por la presencia de diferentes enfermedades suelo, al mismo tiempo que la musculatura
que van haciendo acto de presencia conforme el indivi- abductora y el cuádriceps del miembro contra-
duo se hace mayor. Si nos fijamos en las personas que lateral evitan que bascule la pelvis mantenién-
nos rodean, es muy diferente la forma de caminar de una dola fija.
de 30 años a la de una de 50, y la de ésta con la de una — Avance. Con la extremidad contralateral sopor-
de 70, y es que según avanza la edad se modifican el tando toda la carga, la de referencia se eleva y
centro de gravedad, la coordinación, los reflejos, el equi- se desplaza hacia delante. Para ello se flexionan
librio, la fuerza, la flexibilidad, etc. Las alteraciones de la progresivamente la cadera y la rodilla, mientras
que el tobillo y el pie se van extendiendo paula-
marcha van a ocasionar aumento de morbilidad, riesgo
tinamente para evitar el roce con el suelo.
de caídas, limitación psicológica del anciano por miedo
— Apoyo en el suelo. Se inicia con el talón e inme-
a caer, y, en definitiva, son un factor de riesgo muy
diatamente implica a la totalidad de la planta del
importante de institucionalización.
pie, manteniendo la rodilla ligeramente flexiona-
da. En este momento comienza la fase de des-
La marcha normal pegue de la extremidad contralateral.
Para poder iniciar la marcha, es necesario partir de Al explorar la marcha de un individuo, deberemos
una situación de estabilidad mecánica en bipedesta- fijarnos tanto en sus componentes espaciales, como
ción. En ella se encuentran implicados todo el sistema temporales que van a sufrir cambios en función de la
musculoesquelético y diversos reflejos posturales. Las edad, sexo, hábito corporal, movilidad, fuerza y tipo
respuestas posturales, resultado de la integración de de calzado. Dentro de los temporales, tenemos los
los estímulos aferentes visuales, vestibulares y propio- siguientes:

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TRATADO
de GERIATRÍA para residentes

— Apoyo unipodal: tiempo consumido por la pier-


na en la fase de apoyo. Tabla 1. Efectos de la edad sobre la
— Apoyo bipodal: tiempo con ambos pies sobre el marcha
suelo durante un ciclo de marcha.
— Cadencia: número de pasos por unidad de Disminución de la velocidad.
tiempo. Disminución de la longitud de la zancada y aumento
— Velocidad: distancia recorrida en la unidad de de su anchura.
tiempo. Disminución de la longitud del paso.
Las variables de distancia son: Disminución de la cadencia.

— Amplitud de la base: distancia lineal entre dos Disminución del ángulo del pie con el suelo.
pies (puntos medios de los talones). Prolongación de la fase bipodal.
— Longitud del paso: distancia entre puntos suce- Reducción de tiempo de balanceo/tiempo de
sivos de contacto de pies opuestos (desde el apoyo.
apoyo del talón de una pierna hasta el apoyo Aumento de la anchura del paso y disminución de la
del talón de la opuesta). altura.
— Longitud de la zancada: distancia lineal entre Pérdida del balanceo de los brazos.
dos fases sucesivas acabadas por la misma Reducción de las rotaciones pélvicas.
pierna (distancia desde el punto en el que Menor rotación de cadera y rodilla.
apoya el talón de una pierna hasta el siguiente
apoyo del talón de la misma pierna).
— Grado de salida de la punta del pie: ángulo de
localización del pie durante la marcha. Disminu- Tipos de marcha
ye conforme aumenta la velocidad.
La etiología de los trastornos de la marcha es mul-
tifactorial y, por ello, va a ser fundamental aprender a
explorarla lo mejor posible. No obstante, la mera
Efectos de la edad sobre la marcha observación nos va a orientar hacia el origen del tras-
torno predominante. A continuación enumeramos las
Aunque no todos los ancianos experimentan cam-
marchas más características.
bios en su mecánica de marcha, el deterioro físico
inherente al envejecimiento o incluso la prudencia que
el temor a caer despierta en las personas mayores Por problemas neurológicos
hace que éstos sean frecuentes y de muy diversa
Afectan al 20-50% de las personas mayores y son
índole; no obstante, el más común a todos ellos es la
una de las causas más comunes de caídas.
disminución de la velocidad, en general, como conse-
cuencia de alteraciones en los distintos componentes — Marcha hemipléjica o de segador (también lla-
de la marcha. mada helicópoda). Está causada por hemiplejia
Parece ser que también hay diferencias ligadas al o paresia de extremidad inferior como conse-
sexo. Así, en la mujer anciana, la velocidad todavía es cuencia de un ictus u otra lesión cerebral. La
menor que en el varón y la longitud de los pasos suele extremidad inferior está flexionada a la cadera y
ser más pequeña. Las mujeres ancianas suelen tener extendida a la rodilla y el pie en flexión plantar.
una base de sustentación más pequeña y deambula- La persona tiene que balancear la pierna en un
ción a pasos pequeños que ocasiona una marcha arco hacia fuera para asegurar el despegue (cir-
pélvica llamada «marcha de pato». El menor control cunducción). A la vez hay flexión lateral del tron-
muscular que hay a estas edades hace que el impac- co hacia el lado sano. Mantienen una base de
to del pie sobre el suelo sea más enérgico. Existe sustentación pequeña y, por lo tanto, riesgo alto
también una tendencia al valgo que coloca el cuello de caídas.
del fémur en una posición mucho más favorable para — Marcha en «tijeras». Es un tipo de circunduc-
la fractura. ción bilateral. Las piernas se cruzan al caminar.
La base de sustentación de los hombres ancianos, Los dorsiflexores del tobillo están débiles y los
por el contrario, suele ser mayor, tanto en bipedesta- pies rascan el suelo. Pasos cortos y mucho
ción como caminando. Por lo general, su postura esfuerzo. Las causas más comunes son la
suele ser más inclinada y arrastran los pies con impor- espondilosis cervical y el infarto lacunar
tante flexión de los codos y las rodillas y disminución (demencia multiinfarto).
de las oscilaciones de los brazos. Tanto la fase de — Marcha parkinsoniana o festinante. La marcha
apoyo como la de separación del pie se prolongan y la típica de la enfermedad de Parkinson es bradi-
anchura de la zancada es mayor. cinética, con pasos cortos y muy lentos y mal

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Síndromes geriátricos. Alteraciones de la marcha, inestabilidad y caídas

despegamiento del suelo. La persona camina mante- será izquierda o derecha en dependencia de la
niendo flexión de caderas, rodillas y codos, inclinación localización de la lesión. Suele aparecer en pro-
del tronco hacia delante y ausencia de oscilaciones de blemas de laberinto.
los brazos. Suele haber pérdida de equilibrio hacia — Marcha en estepaje o «equina». La persona
delante, puesto que el cuerpo comienza a moverse levanta los pies del suelo exageradamente para
antes que los pies. Con la progresión del movimiento, no rozarlo con las puntas. Suelen formar un
los pasos se suelen hacer más rápidos y, a veces, tie- ángulo recto con el muslo y la pierna con el pie
nen dificultades para parar, pudiendo perder el equili- péndulo y los dedos dirigidos hacia abajo. Suele
brio con mucha facilidad. aparecer en lesiones de asta anterior y polineu-
— Marcha de «danzante». Movimientos de piernas ritis (diabetes, déficit de B12, alcoholismo).
y brazos sin compás. Típica de la corea. — Marchas anormales asociadas con déficit multi-
— Marcha apráxica. Suele aparecer en alteracio- sensoriales. Estas personas suelen tener altera-
nes del lóbulo frontal. Se caracteriza por base ciones visuales y propioceptivas, por lo que
de sustentación ancha, postura ligeramente fle- deben confiar únicamente en el sistema vestibu-
xionada y pasos pequeños, vacilantes y arras- lar para conocer la posición de sus pies. Son
trados. Son enfermos que, aunque se mueven corrientes las quejas de discinesias, inestabilidad
bien en la cama, la iniciación de la marcha suele y mareo ligero al caminar y al dar la vuelta. Es fre-
ser muy difícil, quedando pegados al suelo, cuente que usen bastones o que toquen las
pudiendo oscilar y caer al realizar el esfuerzo de paredes al caminar. Suele verse en diabéticos.
levantar el pie. Después de unos pocos pasos, — Marcha prudente. Es la típica de la persona
la marcha mejora, aunque en cualquier momen- anciana con miedo a caer. Adoptan una postu-
to pueden parar bruscamente y, tras unos ra de flexión hacia delante y piernas algo flexio-
segundos, continuar caminando. Puede apare- nadas para mantener el centro de gravedad
cer en enfermos de Alzheimer, demencia de ori- bajo; marcha a pasos cortos con los pies sepa-
gen vascular o hidrocefalia normotensiva. Las rados y vuelta en bloque. Puede ser la marcha
personas con apraxia de la marcha no pueden que con más frecuencia se sigue de caída.
procesar los impulsos nerviosos para realizar
actividades de forma correcta, incluso aunque
la fuerza y sensibilidad sean adecuadas. La Por problemas circulatorios
alteración de la marcha en la vejez es una forma — Marcha claudicante. Tras un número mayor o
moderada de apraxia frontal. menor de pasos, el paciente presenta adorme-
— Marcha atáxica (taloneante).. Típica de lesiones cimiento, hormigueos, calambres o dolor que le
cordonales posteriores. Base amplia y pisadas obligan a detenerse durante un tiempo antes de
fuertes. Suele haber una pérdida del sentido de emprender la marcha.
la posición, por lo que estas personas no saben
dónde están sus pies y los lanzan hacia delan-
te y al exterior. Los talones tocan primero el Por problemas musculoesqueléticos
suelo y se oye la patada. Miran continuamente
Además de los problemas generados por la inmovi-
la posición de sus piernas. Suelen tener Rom-
lidad y el desuso, hay multitud de patologías que pro-
berg positivo y problemas de equilibrio, tamba-
ducen debilidad muscular y alteración de la marcha:
leándose de lado a lado. En personas ancianas
hipo e hipertiroidismo, polimialgia reumática, polimiosi-
suele aparecer en déficit importantes de B12,
tis, osteomalacia y neuropatías; también el uso prolon-
degeneración espinocerebelar y espondilosis
gado de medicamentos como diuréticos y corticoides.
cervical.
Cualquier pérdida de fuerza muscular proximal condu-
— Marcha atáxica cerebelar. Base ancha con
ce a marchas inestables y patosas. Por ejemplo:
pasos pequeños, irregulares e inseguros. Se
acompaña de titubeos y tambaleos a un lado, — Marcha de pingüino. Inclinación del tronco por
hacia delante o hacia atrás. Suele aparecer en fuera del pie que se eleva por debilidad del glú-
alcoholismo crónico, atrofia espinocerebelar y teo medio e incapacidad para estabilizar el
parálisis supranuclear progresiva, pero también peso de la cadera. Tendrán problemas para
en hipotiroidismo y toxicidad por hipnóticos y levantarse de sitios bajos y al subir escaleras.
sedantes. — Marcha antiálgica. En problemas artríticos con
— Marcha vestibular, en «estrella» o «brújula». Los entumecimiento y dolor. El pie se coloca plano
pacientes que presentan esta alteración de la sobre el suelo para reducir el choque del impac-
marcha, cuando se les pide que caminen unos to. Se evita la fase de despegue para disminuir
pasos hacia delante y los mismos hacia atrás, la transmisión de fuerzas a través de la cadera
van produciendo una desviación angular que alterada. Suele haber disminución de la fase

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TRATADO
de GERIATRÍA para residentes

estática de la pierna afecta y disminución de la fase de sufren una caída una vez al año. Este porcentaje,
oscilación de la otra, por lo que la longitud del paso es asciende hasta el 35% en los mayores de 75 años y el
más corta en el lado bueno y hay disminución en la 50% en los mayores de 80 años. La tasa de falleci-
velocidad de la marcha. Cualquier problema en los miento por caídas aumenta de forma exponencial con
pies, como callosidades, deformidades, juanetes y el aumento de edad en ambos sexos, y en todos los
uñas deformes, comprometen la marcha y el equili- grupos raciales por encima de los 75 años.
brio. Las caídas son más frecuentes en las mujeres, aun-
— Dismetrías. Producidas como consecuencia de que conforme avanzan los años, la tendencia es a
artrosis de cadera o intervención quirúrgica igualarse. Es interesante conocer, además, que dos
de fractura en la misma localización, alteran la terceras partes de los ancianos que se caen sufrirán
postura del cuerpo, ya que al girar la persona una nueva caída en los siguientes seis meses. Es
cambia la mecánica articular de la extremidad decir, la caída es un factor de riesgo per se de sufrir
inferior y columna y aumenta la posibilidad de nuevas caídas. El registro en la historia clínica de ante-
pérdida de equilibrio. Cuando, como conse- cedente de caída se considera un factor predictor de
cuencia de una intervención quirúrgica, queda fractura de cadera en el futuro (2).
una extremidad más corta que otra, cambia el La mayoría de las caídas se producen en lugares
ciclo de la marcha, ya que en el lado de la pier- cerrados, sin encontrar relación con algún momento
na más corta, cuando el pie va a contactar con concreto del día ni época del año. Los lugares más fre-
el suelo la pelvis se inclina hacia ese lado para cuentes de caída son el baño, el dormitorio y la coci-
poder contactar con más facilidad. El resultado na. La actividad que más favorece la caída es caminar.
es la aparición de cojera y flexión exagerada del Aproximadamente el 10% de las caídas se producen
lado contralateral como compensación. en las escaleras, siendo más peligroso el descenso
que el ascenso; los primeros y últimos escalones son
los más peligrosos.
Caídas, trastornos de la marcha
e inestabilidad
Actitud ante un paciente que se cae
Importancia de la caída en el paciente anciano
La actitud del médico ante un paciente que se ha
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define caído, más si las caídas son múltiples, no debe ser de
caída como la consecuencia de cualquier aconteci- indiferencia. La caída en muchas ocasiones debe con-
miento que precipita al paciente al suelo, contra su siderarse una señal de alerta que traduce una situa-
voluntad. Junto con la inestabilidad, constituye uno de ción de fragilidad y, por tanto, debemos tratar de cono-
los grandes síndromes geriátricos. Es una patología cer las causas, las consecuencias y las circunstancias
muy frecuente en la población anciana, con conse- en que se ha producido. Puede ser la primera mani-
cuencias muy importantes y, sin embargo, a menudo festación de una enfermedad aguda en el anciano.
se trata de una entidad que pasa inadvertida a los pro- Ante una caída debemos: 1, valorar de forma global
fesionales de la salud. Las razones por las que a al anciano; 2, identificar los factores de riesgo intrínse-
menudo no se estudian son: el paciente no suele men- cos-extrínsecos y circunstancias de la caída; 3, esti-
cionar que se ha caído, no se pregunta acerca de caí- mar precozmente las consecuencias a corto y largo
das en la historia clínica, no se producen lesiones plazo, y 4, prevenir nuevas caídas.
directas tras la caída y por qué se atribuye la caída al
proceso normal de envejecimiento. Son una de las
Evaluación de las causas de una caída
principales causas de lesiones, incapacidad, institu-
cionalización e incluso de muerte en este grupo de La caída es el resultado de la interacción de facto-
población, y por este motivo se consideran un factor res intrínsecos (trastornos individuales), factores
de fragilidad en el anciano. extrínsecos (riesgos medioambientales) y factores
circunstanciales (relacionados con la actividad que
se está realizando). Por ejemplo, una anciana con
Epidemiología
artrosis y neuropatía diabética (factores intrínsecos)
Las caídas en la población anciana son un proble- va caminando descalza por el pasillo (factor extrínse-
ma importante de salud pública, con consecuencias co) mientras se dirige al cuarto de baño por la noche
médicas y económicas notables. Se calcula que en el (factor circunstancial). El riesgo de caída se incre-
año 2020 el costo que generarán será de unos 30.000 menta conforme aumentan los factores de riesgo,
millones de euros. aunque debemos saber que son los factores intrín-
El riesgo de caer y hacerlo más veces aumenta con secos los más importantes en la génesis de una
la edad. Aproximadamente el 30% de las personas caída (3).
mayores de 65 años, independientes y autónomas,

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Síndromes geriátricos. Alteraciones de la marcha, inestabilidad y caídas

La situación funcional del anciano hace que preva- — Alteraciones de la propiocepción. La sensibilidad
lezcan unos factores u otros. En ancianos vigorosos, propioceptiva es la que permite al cuerpo orientar-
los factores ambientales son los que fundamental- se en bipedestación y en movimiento con respec-
mente determinan el riesgo de caída, mientras que en to al suelo y a las partes del cuerpo. Se produce
el anciano frágil prevalecen los intrínsecos, como las un deterioro progresivo de los mecanorreceptores
alteraciones de la marcha y el equilibrio. El estudio de las articulaciones. Éste es mayor en las extre-
ICARE (4) demostró que las caídas en los ancianos midades inferiores que en las superiores.
con buen estado de salud y que envejecen con éxito — Alteraciones musculoesqueléticas. Con la
son mucho más violentas en comparación con las edad, disminuye progresiva la masa magra
sufridas por los ancianos frágiles. muscular (sarcopenia). Ésta a su vez se traduce
en una disminución progresiva de la fuerza
muscular que se centra, sobre todo, en los
Factores intrínsecos músculos antigravitatorios (cuádriceps, exten-
sores de la cadera, dorsiflexores del tobillo y trí-
Son los cambios y trastornos relacionados con el
ceps). Se calcula que a los 70 años la fuerza ha
envejecimiento que afectan a las funciones necesarias
disminuido entre un 25 y un 30% respecto al
para mantener el equilibrio. Estas funciones son: la
sujeto joven. El anciano tiene un patrón de acti-
propioceptiva, la vestibular y la visual que se integran
vidad muscular proximal (antes el cuádriceps
a nivel del cerebelo. También son importantes en este
que los tibiales anteriores) ante un intento de
sentido la función musculoesquelética y la cognitiva.
aumento de la base de sustentación. Esta res-
Existen dos factores de riesgo directamente relacio-
puesta es menos eficaz en el mantenimiento de
nados con la posibilidad de sufrir una caída: la dismi-
la estabilidad postural ante cualquier desequili-
nución del diámetro de la pantorrilla y la imposibilidad
brio. La presencia de un IMC (índice de masa
para mantenerse sobre una pierna durante cinco
corporal) menor de 20 y la sarcopenia suponen
segundos. Estas dos circunstancias, habitualmente
mayor riesgo de padecer una caída.
relacionadas entre sí, traducen dos mecanismos fisio-
Se produce, además, una degeneración de los
patológicos relacionados en una caída. Por un lado,
cartílagos articulares de la cadera y rodilla que
una disminución en la capacidad de respuesta y/o
afecta principalmente a las transferencias. Con-
velocidad del arco reflejo responsable del manteni-
forme envejecemos, nuestro cuerpo tiende a
miento del equilibrio, y, por otro, la atrofia muscular y
adoptar una postura encorvada con cifosis y
la deficiente mecánica articular que dificultan la ejecu-
genu varo.
ción de una respuesta rápida.
Ambos procesos nos llevan al concepto de caída Hemos valorado hasta ahora las alteraciones fisioló-
en dos tiempos en la que el trastorno del equilibrio gicas propias del envejecimiento, pero existen,
actúa como desencadenante y los trastornos muscu- además, otros procesos patológicos que contribuyen
loesqueléticos condicionan una ausencia o deficiencia a la presencia de caídas.
de mecanismo compensador.
Analizamos a continuación algunos factores que — Cambios cardiovasculares: Ante un anciano
pueden predisponer a las caídas: que sufre caídas de repetición, es obligado des-
cartar patología cardiaca. Con el envejecimien-
— Alteraciones oculares: La deprivación visual
to se produce una disminución de la sensibili-
contribuye en un 50% a la inestabilidad. Los
dad de los barorreceptores por rigidez de las
problemas visuales se relacionan con el 25-
arterias que se traduce en una mala adaptación
50% de las caídas (5). El envejecimiento habi-
a los cambios de tensión arterial. Los trastornos
tualmente supone la aparición de cataratas, dis-
del ritmo, la patología valvular o la cardiopatía
minución de la percepción y agudeza visual,
isquémica pueden provocar un bajo gasto car-
disminución de la capacidad para discriminar
diaco y favorecer así la caída.
colores, trastornos en la tolerancia a la luz y
adaptación a la oscuridad. Se calcula que un • La hipotensión ortostática tiene una preva-
anciano de 80 años ha perdido un 80% de su lencia en ancianos del 5 al 25%. Se explora
agudeza visual. mediante el test de Schellong (6), consi-
— Alteraciones vestibulares: Con la edad se pro- derándose positivo si hay una disminución de
duce una pérdida de cilios en el oído interno, 20 mm de Hg o más de TAS (tensiones arte-
angioesclerosis y alteraciones bioeléctricas que riales) al pasar de decúbito a bipedestación
se traducen en una respuesta deficiente del transcurridos dos minutos.
reflejo vestíbulo-ocular (ayuda a mantener el • La hipersensibilidad del seno carotídeo
equilibrio durante el movimiento) y del reflejo de puede ser en ocasiones la causa de caídas
enderezamiento. de repetición sin explicación. Una buena

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TRATADO
de GERIATRÍA para residentes

anamnesis y la realización de doppler puede identificar Existen además factores iatrógenos que aumentan
sujetos de alto riesgo, facilitando el diagnóstico (7). el riesgo de sufrir una caída. Entre éstos, el más
importante es el producido por fármacos. Se trata, sin
— Patología degenerativa articular: Facilitan la
embargo, de uno de los factores de riesgo más modi-
aparición de caídas el dolor, la inestabilidad
ficables. Existe una relación directa entre el número de
articular y la aparición de posiciones articulares
medicamentos y el mayor riesgo de sufrir una caída,
viciosas. Patología del pie: artrosis, procesos
considerándose una cifra claramente peligrosa la de
inflamatorios, hallux valgus, dedos en garra,
cuatro o más (9).
deformidades de las uñas, problemas isquémi-
En prácticamente todos los estudios realizados
cos o neurológicos, etc. Como consecuencia,
sobre este tema, concluyen que los fármacos psico-
es frecuente que el anciano tenga un pie dolo-
tropos son los más relacionados con el riesgo de caí-
roso y una marcha insegura. También es impor-
das. En primer lugar, las benzodiacepinas, y dentro
tante evaluar el tipo de calzado, ya que en
de éstas, las de vida media larga, que incrementan el
muchas ocasiones es inapropiado, aumentan-
riesgo de fractura de cadera, mientras que las de
do la inestabilidad y, por tanto, el riesgo de caída.
vida media corta no lo hacen. En unos casos se debe
— Deterioro cognitivo. La demencia puede acre-
a la elevada vida media, pero en otros es conse-
centar el número de caídas por tener alterada la
cuencia de una dosificación elevada sin tener en
capacidad de percepción visuoespacial, com-
cuenta los ajustes necesarios, bien por disminución
prensión y orientación geográfica. En general,
de la masa magra corporal total o bien de la función
toda la patología del SNC (sistema nervioso
renal del anciano.
central) y periférico condiciona un mayor riesgo
También aumentan el riesgo los antidepresivos
de caída.
ISRS (inhibidores de la captación de serotonina) y tricí-
— En general, todas las patologías agudas (infec-
clicos, la digital, algunos antiarrítmicos y diuréticos.
ciones, incontinencia...) pueden favorecer la
Los cambios recientes en la dosis de cualquier fárma-
aparición de caídas en el anciano.
co y la polifarmacia se asocian con riesgo de caídas.

Factores extrínsecos
Consecuencias de las caídas
Nos referimos en este apartado a los factores
ambientales que acompañan a la caída. En general, Físicas
actúan como factor coadyuvante o agravante de los
Aunque la mayoría de las caídas no tienen conse-
factores intrínsecos anteriormente descritos. Pode-
cuencias, pueden ocasionar contusiones, heridas,
mos decir que un anciano frágil está en riesgo de
desgarros, fracturas, traumatismos craneoencefálicos,
padecer una caída incluso en un ambiente seguro.
torácicos y abdominales. También tenemos que tener
Enumeramos a continuación los principales facto-
en cuenta las consecuencias de la estancia prolonga-
res de riesgo extrínsecos:
da en el suelo tras una caída. Puede aparecer hipoter-
— En el domicilio. Suelos irregulares, deslizantes, mia, deshidratación, rabdomiolisis, úlceras por pre-
muy pulidos, con desniveles, presencia de sión, trombosis venosa profunda, infecciones y otras
alfombras, cables u otros elementos no fijos. secuelas de la inmovilidad. La contusión o lesión
Calzado inadecuado no cerrado y sin sujeción menor de partes blandas ocurre en el 50% de las caí-
firme al pie (8). Iluminación insuficiente o excesi- das, y es causa de dolor y disfunción para las activida-
vamente brillante. Escaleras sin pasamanos, des de vida diaria. Con la edad, la piel pierde su elas-
peldaños altos o de altura irregular y ausencia ticidad, lo que se traduce en una menor resistencia a
de descansillos. Lavabos y retretes muy bajos, las fuerzas de cizallamiento. La herida, a menudo, se
ausencia de barras de ducha y aseo. Camas acompaña de desgarros y desvitalización por necrosis
altas y estrechas, objetos en el suelo, muebles de los bordes, lo que se traduce en un retraso en la
con ruedas o mesillas de noche que obstruyen curación y cicatrización de los tejidos. Las extremida-
el paso. Asientos sin reposabrazos. des inferiores son la localización más frecuente de
— En la calle. Aceras estrechas, con desniveles y este tipo de procesos.
obstáculos; pavimento defectuoso, mal conser- Se estima que sólo el 1% de las caídas producen
vado o deslizante; semáforos de breve dura- fractura; sin embargo, en el 90% de las fracturas
ción, bancos a una altura excesivamente alta o encontramos el antecedente de caída previa. El 90%
baja, etc. de las fracturas de cadera, pelvis y muñeca en ancia-
— En los medios de transporte. Escaleras de acce- nos se asocia a caídas de bajo impacto.
so excesivamente altas, movimientos bruscos La incidencia de fracturas aumenta de forma expo-
del vehículo, tiempos cortos para entrar o salir. nencial con la edad a partir de los 50 años, siempre de
forma más acentuada en la mujer. Hasta los 75 años

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Síndromes geriátricos. Alteraciones de la marcha, inestabilidad y caídas

las fracturas más frecuentes se producen en las extre- dadores familiares o externos y aumento del consumo
midades superiores (al colocar la mano). Por encima de recursos sociosanitarios (institucionalización) debido
de esta edad, son más frecuentes en los miembros a las secuelas de la inmovilidad. Un 40% de los ingre-
inferiores por pérdida del reflejo de apoyo (1%, de sos en residencias asistidas se deben a caídas.
cadera; este porcentaje aumenta al 3,2% si hablamos
de mujeres mayores de 85 años). Al igual que en el
Aumento de la mortalidad
resto de fracturas, la incidencia de fractura de cadera
aumenta con la edad y en el sexo femenino. La frac- Los accidentes constituyen la sexta causa de muer-
tura de cadera es la principal causa de mortalidad te en los mayores de 75 años. La causa más común
relacionada con caídas. Dicha mortalidad se debe a la entre los mayores de 65 años son las caídas. La mor-
comorbilidad y a las complicaciones derivadas de la talidad de una caída se relaciona con la edad avanza-
inmovilidad. da, sexo femenino, tiempo prolongado de estancia en
Los factores de riesgo asociados a fractura de cade- el suelo tras la caída, pluripatología, polimedicación y
ra son: osteoporosis, caídas de repetición, vida seden- deterioro cognitivo. La posibilidad de fallecer por cual-
taria, tabaco, IMC bajo o pérdida de peso importante quier causa en los dos años siguientes a una caída se
por encima de los 50 años, consumo de psicofárma- duplica con respecto a los ancianos que no se caen,
cos, enfermedades neuropsiquiátricas, disminución de sobre todo si se trata de mujeres.
la agudeza visual e institucionalización.
Evaluación de la caída en un paciente anciano
Psicológicas (figura 1)
La más importante es el síndrome postcaída, que Dentro de las recomendaciones que la guía de pre-
se caracteriza por miedo a volver a caer. Esto supone vención de caídas realizada por diversas sociedades
una serie de cambios de comportamiento que se tra- científicas (10) hace con respecto a la evaluación del
ducen en una disminución de las actividades físicas anciano que no ha sufrido caídas previas, se incluye lo
habituales y sociales. Entre el 9 y el 26% de las per- siguiente:
sonas que han sufrido una caída reconocen que ésta
— Toda anamnesis debería incluir preguntas acer-
ha cambiado su vida.
ca de antecedentes de caídas al menos una vez
Inicialmente, el dolor por las contusiones actúa de
al año.
factor limitante de la movilidad. El segundo elemento
— En todo paciente anciano con antecedente de
que interviene es la ansiedad y el miedo a presentar
caída sin lesiones se recomienda realizar el test
una nueva caída. A su vez, la familia puede ejercer un
Get Up and Go (observar cómo se levanta de
papel de sobreprotección negativa, aceptando la limi-
una silla sin brazos, caminar unos pocos pasos
tación de la movilidad como algo inherente al propio
y volver a sentarse).
envejecimiento. Todo ello se traduce en una disminu-
ción de la marcha, limitación para realizar las activida- Resulta de vital importancia realizar una adecuada
des básicas e instrumentadas de la vida diaria, pérdida valoración del anciano que sufre caídas, incluyendo
de autonomía y, por tanto, aumenta la probabilidad de los siguientes aspectos:
institucionalización. La reducción de la movilidad favo-
1. Anamnesis detallada. Debemos preguntar acer-
rece la rigidez de las articulaciones y la debilidad, lo
ca de síntomas prodrómicos o acompañantes,
que, a su vez, compromete aún más la movilidad. La
circunstancias de la caída, la actividad que
ruptura de este círculo vicioso se basa en la moviliza-
estaba realizando, las consecuencias, si perma-
ción y rehabilitación precoz tras la caída.
neció en el suelo y cuánto tiempo.
2. Valoración geriátrica integral:
Socioeconómicas
— Esfera biomédica. Recogeremos los ante-
Las caídas generan unos costes directos e indirec- cedentes médicos y patológicos, hábitos
tos. Los ancianos que han sufrido una o más caídas tóxicos, historia farmacológica detallada y
visitan con mayor frecuencia a su médico, acuden más estado nutricional.
a los servicios de urgencias, ingresan más frecuente- — Esfera funcional. Conocimiento del nivel de
mente en hospitales y residencias geriátricas indepen- dependencia para las actividades básicas e
dientemente de la edad y sexo. El hecho de requerir instrumentadas de vida diaria, ya que éste
hospitalización tras una caída también se asocia a ins- se asocia a un mayor riesgo de caídas. Pre-
titucionalización. El 50% de las camas de los servicios guntaremos también sobre el grado de
de traumatología están ocupadas por ancianos, y la movilidad, pues existe una fuerte correlación
mitad de ellos, con fractura de cadera. Los costes indi- entre la pérdida de movilidad y el riesgo de
rectos derivan de un aumento de la necesidad de cui- caída directamente proporcional.

205
TRATADO
de GERIATRÍA para residentes

— Esfera mental y psicoafectiva. Tanto el dete- minución concéntrica del campo visual. El exa-
rioro cognitivo como los estados depresivos men de fondo de ojo permite detectar la pre-
son situaciones que se asocian a caídas. sencia de retinopatía diabética o hipertensiva.
— Esfera social. Apoyo familiar presente, con- Debemos también recoger en la anamnesis el
vivencia y recursos sociales de que dispone antecedente de cirugía o traumatismo ocular.
el paciente, así como las características de Para la valoración auditiva, debemos realizar
la vivienda. siempre una otoscopia. Ésta nos permite des-
cartar la presencia de cuerpos extraños o tapo-
3. Exploración cardiovascular. Pulso arterial perifé- nes de cerumen en el conducto auditivo exter-
rico y carotídeo, detección de soplos, tercero y no, muy frecuentes en la población anciana.
cuarto tono, arritmias y toma de TA (tensión 7. Trastornos del equilibrio y de la marcha. El
arterial). Es importante en este apartado des- interés de evaluar un trastorno de la marcha
cartar la presencia de hipotensión ortostática está en poder llegar a conocer el mecanismo
mediante el test de Schellong: consiste en la por el que se ha producido y la entidad respon-
toma de TA en decúbito supino y posteriormen- sable del mismo, todo ello encaminado a ins-
te en bipedestación, considerando un resultado taurar un tratamiento. Un interés mayor si cabe
positivo la disminución de 20 mmHg en la TAS. y, por supuesto derivado de lo anterior, radica
4. Exploración neurológica. Con ella podemos en conocer el riesgo de caídas del individuo
detectar los déficit focales neurológicos, altera- examinado o, en su defecto, poder evitar al
ciones cerebelosas, parkinsonismo y otros máximo la reincidencia de las mismas. Los tras-
eventos que favorecen las caídas en el anciano. tornos del equilibrio y de la marcha se conside-
Debemos explorar la función cognitiva, pares ran los factores más determinantes para el ries-
craneales, sistema motor, reflejos osteotendino- go de caídas. Dependen de estructuras
sos, sistema sensitivo, signos de extrapiramida- interrelacionadas: sistema visual, vestibular y
lismo y síntomas cerebelosos. propioceptivo. El control postural básico y los
5. Exploración del sistema locomotor. Valorare- sistemas propioceptivo y vestibular se evalúan
mos la deformidad, presencia de dolor y por medio del test de Romberg (valoraremos las
amplitud de movimiento de las articulaciones, oscilaciones del paciente de pie con los pies
alteraciones de los pies, atrofia y pérdida de juntos y los ojos cerrados). Otras pruebas para
fuerza muscular. Para la evaluación de la fuer- la valoración del equilibrio son la estación uni-
za muscular en extremidades inferiores, pode- podal y la marcha en tándem. Podemos decir
mos realizar: que el control postural intrínseco es bueno, si el
— Valoración de flexores plantares. Paciente paciente puede mantenerse sobre un pie
en apoyo unipodal, poniéndose de puntillas durante 30 segundos con los ojos abiertos y
entre cinco y diez veces; se repite el ejerci- caminar en tándem durante 3-4 metros. La per-
cio con las dos piernas. manencia durante menos de 5 segundos en
— Valoración de extensores de la cadera. estación unipodal se considera un signo de fra-
Paciente en decúbito prono levantando una gilidad en el anciano. Es un factor de riesgo de
pierna hacia el techo entre tres y cinco caída con traumatismo en los ancianos con
veces, repitiendo el ejercicio con la pierna buen estado de salud. El riesgo de caída grave
contraria. que requiera asistencia se multiplica por tres.
— Valoración de abductores de la cadera. Estos ancianos no pueden recuperar el equili-
Paciente de pie frente al respaldo de una brio cuando resbalan.
silla, utilizando sus dedos para apoyarse en Otras pruebas sencillas de realizar son las
la misma. Lentamente levanta una pierna siguientes:
durante cinco segundos y repitiéndolo con
la pierna contraria. La caída de la pelvis — Escala de Tinetti. Consta de dos subescalas
hacia el lado que no carga el peso indica para la marcha y para el equilibrio. Identifica
debilidad muscular. individuos con alto riesgo de caídas, pero
no detecta pequeños cambios. Puntuacio-
6. Exploración de los órganos de los sentidos. nes entre 19 y 24 representan riesgo de caí-
Podemos valorar la agudeza visual de un modo das, siendo éste elevado por debajo de 19.
sencillo mediante un optotipo en forma de car- Según datos del estudio ICARE (4), los suje-
tel con letras. Si no disponemos de este siste- tos con trastornos del equilibrio o de la mar-
ma, podemos emplear la campimetría por con- cha que presentan un número mayor de caí-
frontación que nos permite detectar de forma das son con mayor frecuencia mujeres. De
grosera cuadrantapnosias, hemianopsias y dis- aquellas mujeres que presentaron en dicho

206
Síndromes geriátricos. Alteraciones de la marcha, inestabilidad y caídas

Figura 1. Evolución del anciano con caídas o alteraciones de la marcha o el


equilibrio

VALORACIÓN DE LAS CAÍDAS

Circunstancias de la caída Valoración de fc. riesgo ambientales

Valoración visual y auditiva Función articular EEII

Exploración de marcha y equilibrio Valoración movilidad

Valoración de comorbilidad Historia farmacológica


y problemas médicos agudos
Valoración mental.
Nervios periféricos.
Reflejos.
Exploración básica cardiovascular Examen neurológico básico Fuerza muscular.
Propiocepción.

Tomado de Clerencia Sierra M y López Forniés A. Osteoporosis. Medidas no farmacológicas. En: Guía de buena práctica clínica
en Geriatría: osteoporosis. Sociedad Española de Geriatría y Gerontología; 2004.

estudio al menos dos anomalías en el test de Tinetti, quiátricos depresivos y ansiosos, entre otros. El
un 78% cayeron en un momento u otro del estudio. empleo de determinados fármacos antidepresi-
— Timed up and go. Se mide en segundos el vos y anticolinérgicos también puede estar
tiempo que el paciente tarda en levantarse de implicado en su etiología. Habitualmente, la
una silla con brazos, caminar tres metros y etiología en el anciano es multifactorial. El enfer-
volver a la silla. La mayoría lo hacen en menos mo lo describe como sensación de mareo, atur-
de 10 segundos, entre 10 y 20 segundos; dimiento o inestabilidad. Es preciso, en estos
emplean los individuos frágiles, y más de 20 casos, realizar una anamnesis y exploración
aquellos que tienen alto riesgo de caídas. muy detalladas.
— Alcance funcional. Manteniendo la base de
8. Evaluación del entorno. Debemos preguntar acer-
sustentación fija, el individuo debe extender
ca de las características de la vivienda, escale-
el brazo hacia delante. Se mide la distancia
ras, suelos, mobiliario, etc.
alcanzada. Si ésta es menor de 10 cm, se le
9. Pruebas complementarias. No existe un proto-
considera muy frágil y con riesgo aumenta-
colo general de pruebas diagnósticas para el
do de caídas. Esta prueba se ha validado
paciente que ha sufrido una caída. Debemos
como factor predictivo de caídas de repeti-
individualizar cada caso en función de la eva-
ción (11) y, sobre todo, se utiliza para pacien-
luación clínica y exploración física que hayamos
tes con dependencia funcional severa que
realizado previamente.
no pueden realizar otros test.
Los trastornos de la marcha y el equilibrio son
Prevención y tratamiento de las caídas
muy frecuentes en la práctica clínica diaria, pero
de difícil diagnóstico en el anciano, ya que exis- Una de las grandes metas de la geriatría es conse-
te una amplia lista de enfermedades que predis- guir un envejecimiento saludable con el tiempo más
ponen a dicho trastorno: déficit sensoriales corto posible de morbilidad, incapacidad y dependen-
múltiples, enfermedad de Parkinson, ictus, arrit- cia: esperanza de vida libre de enfermedad. Posible-
mias, hipotensión ortostática, enfermedades mente sea el síndrome geriátrico del que más se cono-
que producen debilidad muscular y cuadros psi-

207
TRATADO
de GERIATRÍA para residentes

cen los factores de riesgo y, por tanto, donde más ren- Prevención secundaria
table resultan las distintas estrategias preventivas.
Destinada a prevenir nuevas caídas en aquellos
Los objetivos de la prevención de caídas son con-
ancianos que previamente ya han sufrido alguna. Su
seguir la máxima movilidad del anciano, reducir el ries-
finalidad es actuar a nivel de las causas que la han
go de caídas y su morbimortalidad. Como en otros
generado. Se trata de un punto muy importante de la
aspectos de la geriatría, el abordaje debe ser interdis-
prevención, pues recordemos que el haber presenta-
ciplinar, coexistiendo actuaciones médicas, rehabilita-
do una caída es el principal factor de riesgo para que
doras, psicosociales y del entorno ambiental.
se produzca otra. Incluye:
— Valoración de factores intrínsecos y extrínsecos
Prevención primaria
relacionados.
— Educación para la salud. Son todas aquellas — Corrección de las causas.
actuaciones que tienen como objetivo promo-
ver un estado físico, mental y social óptimo de
la población, así como la prevención de enfer- Prevención terciaria
medades. La promoción de la salud en la per- Son todas aquellas actuaciones que tratan de dis-
sona mayor tiene como objetivo último prolon- minuir la incapacidad desencadenada por una caída.
gar el período de vida independiente, potenciar Podemos actuar a distintos niveles:
la calidad y mantener al individuo en su entorno
el mayor tiempo posible. Para ello, el médico — Adecuado tratamiento de las complicaciones
debe recomendar e informar sobre los benefi- físicas y psicológicas de la caída. Dentro de las
cios de la realización de ejercicio físico. Se ha complicaciones físicas, tiene especial importan-
comprobado que éste mejora la composición cia por su elevada incidencia, el tratamiento de
corporal, disminuye las caídas, incrementa la la fractura de cadera. El tratamiento inicial es
fuerza, reduce la depresión, mejora el dolor quirúrgico, debiendo iniciar el tratamiento reha-
artrósico, aumenta la longevidad, reduce el ries- bilitador lo más precozmente posible. Podemos
go de diabetes y enfermedad coronaria. Se iniciar la sedestación al segundo o tercer día
recomienda realizar ejercicios de intensidad tras la intervención, durante períodos no supe-
leve-moderada, en función de las circunstan- riores a tres horas. La bipedestación, si la frac-
cias de cada individuo, durante dos o tres tura es estable, se inicia en la primera semana.
veces por semana. Se ha demostrado que la En este tiempo también debemos enseñar al
realización de taichi durante largo tiempo tiene paciente a realizar transferencias (cama-sillón,
efectos favorables sobre el control del equilibrio, sillón-bipedestación...). La reeducación de la
flexibilidad y estado físico cardiovascular. No marcha ha de ser progresiva, empleando ayu-
obstante, aunque hay buena evidencia sobre das técnicas si es necesario (paralelas, andado-
los beneficios del ejercicio físico en la preven- res, bastón...). El empleo de protectores de
ción de caídas, los expertos no han conseguido cadera resulta en la actualidad controvertido.
determinar qué tipo de ejercicio es el más ade- Consiste en la colocación de un almohadillado
cuado (10). También estaremos realizando pre- en la zona de ambos trocánteres que absorben
vención primaria al recomendar la revisión la energía del impacto y amortiguan la caída. Se
periódica de gafas y audífonos, uso correcto de han realizado numerosos estudios sobre este
bastones, andadores y sillas de ruedas, ase- tema, mostrando resultados contradictorios.
gurándonos que se adaptan a las necesidades Están indicados en un grupo concreto de
de cada paciente. pacientes donde han demostrado mayor utili-
— Aumento de la seguridad ambiental. Consiste dad: pacientes institucionalizados, con osteo-
en la corrección de los factores de riesgo extrín- porosis y alto riesgo de caer (marcha y equilibrio
secos enumerados en el apartado de etiología alterado y debilidad muscular) y dentro de un
de las caídas. programa de intervención completo. Como
— Detección precoz de determinadas patologías. inconvenientes encontramos la alta tasa de
La comorbilidad de un anciano es el factor más abandonos, favorecen la incontinencia de
determinante en la génesis de una caída. Las urgencia y los ancianos necesitan más ayuda
alteraciones de la marcha y el equilibrio pueden para vestirse.
ser un factor predictor de futuras caídas. Nos — Rehabilitación de la marcha y el equilibrio. El
ayuda al diagnóstico el test de apoyo unipodal, principal objetivo de la rehabilitación en el ancia-
timed get up and go, alcance funcional y test de no es la restauración del estado funcional y
Tinetti de equilibrio y de la marcha que ya fue- social óptimo, es decir, independencia para la
ron explicados en el apartado correspondiente. deambulación y realización de las actividades

208
Síndromes geriátricos. Alteraciones de la marcha, inestabilidad y caídas

básicas de vida diaria. Debe realizarse por un equipo 6. Schellong F, Lüderitz B. Regulationsprüfung des Kreis-
multidisciplinar, de forma precoz para evitar complica- lauüfs. Steinkopf, Darmstadt; 1954.
ciones (rigideces, úlceras...) y con un abordaje inte- 7. Richardson DA, Shaw FE, Bexton R, Steen N, Kenny RA.
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bipedestación.

Bibliografía Lectura recomendada


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