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MUERMO

1. Concepto

El muermo equino es una patología bacteriana infecto-contagiosa, zoonótica, grave


que afecta principalmente a caballos, mulas y asnos causada por Burkholderia malleri.
Estos pueden transmitirla a humanos y otros animales (gatos, perros y ovejas, entre
otros). Aunque no es frecuente en humanos, tiene una alta mortalidad que puede
alcanzar el 95% sin tratamiento adecuado.

Se encuentran reportes que datan del año 425 AC. Hipócrates reporto la enfermedad
aproximadamente en el año 350 AC fue nombrada como “malleus” por Aristóteles,
pero fue hasta 1882 cuando el agente etiológico pudo ser aislado del hígado de un
caballo enfermo. Esta enfermedad fue utilizada por los alemanes y japoneses en la
primera y segunda guerra mundial, la armada soviética también fue acusada de haber
usado la bacteria en la guerra afgana para matar los caballos de sus enemigos.
Debido a su alto riesgo biológico es una de las enfermedades de notificación
obligatoria ante la Organización Mundial para la Salud Animal (OIE) (6,7).

Sinonimia

Equinia,

2. Etiología

El muermo es el resultado de la infección con Burkholderia mallei, un bacilo Gram


negativo de la familia Burkholderiaceae. Este microorganismo anteriormente se
conocía como Pseudomonas mallei. Está íntimamente relacionado y parece haber
evolucionado del agente de la melioidosis, Burkholderia pseudomallei aparentemente
mediante una reducción de la información genética y se considera como un clon, es
decir, una variedad patógena de esta última.

Burkholderia pseudomallei es el agente causal de la melioidosis y se origina en el


sudeste de Asia (Limmathurotsakul et al., 2016). Es una bacteria importante del suelo
y de materiales orgánicos desnitrificantes, y es omnipresente en esas áreas. Por lo
tanto, B. pseudomallei es estable en el medio ambiente. (Currie, 2015; O'Connell et al.,
2009; Sprague & Neubauer, 2004,).

B. mallei son bacilos gramnegativos, aerobios y anaerobios facultativos de extremos


redondeados, de 2–5 µm de largo y 0,3–0,8 µm de ancho y con inclusiones granulares
de varios tamaños. Estas bacterias en general se encuentran extracelularmente y a
menudo se tiñen de forma irregular y escasa cuando se emplea la tinción de Gram. No
tienen cápsulas fácilmente visibles por microscopía de fondo claro ni forman esporas.
Mediante microscopía electrónica se ha verificado la presencia de una cubierta similar
a una cápsula. Esta cápsula está compuesta por carbohidratos neutros y sirve para
proteger a la célula frente a factores ambientales desfavorables. no tiene flagelos y por
tanto no es móvil (Sprague & Neubauer, 2004). Estudios recientes indican que la
bacteria puede tener cápsula, que es un factor que contribuye a su persistencia en
macrófagos del hígado, bazo y pulmón (Popov et al., 2000).

3. Epidemiología

El muermo es transmisible a los humanos por contacto directo con animales enfermos
u objetos infectados/contaminados. En la enfermedad aguda sin tratar puede
producirse un 95% de mortalidad en tres semanas (Neubauer et al., 1997). Sin
embargo, es posible la supervivencia si la persona infectada se trata pronto y de
manera agresiva con una terapia antibiótica múltiple y sistémica. También tiene lugar
una forma crónica de la enfermedad con abscesos (Neubauer et al., 1997).

El muermo ha sido erradicado de muchos países aplicando las pruebas


reglamentarias, mediante el desvieje de los animales infectados y con restricciones a
la importación. Persiste en muchos países asiáticos, africanos y de América del Sur.
Se puede considerar una enfermedad re-emergente. El muermo puede introducirse a
áreas libres de este debido a los desplazamientos de équidos (Neubauer et al., 2005).

En la actualidad, el muermo ha sido erradicados de muchos países del mundo, pero


continúan siendo prevalentes en muchos países de medio oriente y Asia, como
Turquía (Arun et al., 1999), Irak (Alani et al., 1998), Pakistán (Muhammad et al., 1998),
Mongolia, Myanmar, Indonesia y China (FAO, 1997; OIE, 1996). El muermo ha sido
reportado además en Brasil en 1968 (FAO, 1997); en 1999 fue nuevamente reportada
en équidos de trabajo en los Estados Brasileños de Alagoas y Pernambuco (OIE,
1999), y según el último reporte de la FAO, hasta la fecha, el muermo se ha detectado
en el noreste del Brasil, que comprende los Estados de Alagaos, Ceara, Sergipe,
Maranhao, Pernambuco y Piauí (OIE, 2000).

En el Perú no existen reportes de la ocurrencia clínica ni serológica del muermo en la


población de équidos. Los resultados de un estudio serológico de durina y muermo
realizado por asociación de caballos de paso en el Perú podrían confirmar la ausencia
de esta infección en la población de caballos muestreados. Sin embargo, del total de
muestras de suero estudiadas, 17 (3.37%) presentaron actividad anticomplementaria,
por lo que no es posible indicar que se obtuvo un 100% de resultados negativos (H.
Rivera et al, 2002).

4. Transmisión:

El Muermo se puede transmitir de dos formas diferentes: una forma directa y una
forma indirecta. En ambas la fuente o material infectante son las secreciones
eliminada por los animales enfermos. La primera de ellas se realiza por el contacto
directo con los animales enfermos. La forma indirecta de transmisión se realiza a
través de vectores inanimados, como es el caso de alimentos (pasturas o agua)
vehículos, cepillos, arneses, frenos, desechos, basura contaminada con la bacteria
presente en los corrimientos eliminados por los animales enfermos (Pereyra, 2016).

Las secreciones del tracto respiratorio y la piel son infectivas, y, la transmisión entre
animales es frecuente, viéndose facilitada por el contacto estrecho (Wittig et al., 2006).

Aunque este microorganismo se inactiva con calor y luz solar, su supervivencia se


prolonga en ambientes mojados o húmedos. B. mallei permanece viable en agua a
temperatura ambiente hasta por un mes. Algunas fuentes sugieren que puede
sobrevivir durante más de un año en el medioambiente, en algunas circunstancias.
Otros afirman que podría sobrevivir por unos meses en ambientes favorables, pero es
probable que se inactive en 2 semanas bajo condiciones desfavorables.

a. Vía de entrada

El ingreso puede ocurrir a través de lesiones cutáneas o membranas mucosas en los


animales sensibles expuestos (Cajes, 2016). Tiene lugar mediante inhalación,
ingestión de material contaminado, siendo esta la más extendida (p. ej. a partir de
comederos con alimentos y agua contaminados), o mediante inoculación (p. ej. por
medio de un arnés). El periodo de incubación puede variar desde unos pocos días
hasta muchos meses (Wittig et al., 2006).

La B. mallei es transmitida por vía digestiva, pero probablemente también por


inhalación y heridas. Los animales mal nutridos y mantenidos en condiciones
deficientes de higiene son más susceptibles (Radostitis et al., 1994).

b. Vía de salida
Esta bacteria se encuentra en la secreción purulenta de la nariz de los animales
infectado, y también en los nódulos muérmicos que son inflamaciones proliferativas de
tejido de granulación, parecidos a los tubérculos que contienen masas de bacilos y
mas tarde se colicuan en pus. Estas lesiones son las contagiosas.

Este microorganismo también se puede propagar por aerosoles, y/o fómites tales
como, arneses, cepillos, recipiente de agua y alimentos.

c. Factores de riesgo

La enfermedad se ha presentado ocasionalmente en leones, tigres y leopardos de


zoológicos como resultado del consumo de carcasas de caballos infectados con B.
mallei. El hombre es también susceptible y la infección es casi siempre mortal. Esta
enfermedad ocurre en personas que trabajan con el microorganismo en el laboratorio
o que manipulan animales enfermos (OIE, 1996; Radostitis et al., 1994).

5. Patogenia
6. Signos clínicos
7. Diagnostico
8. Dx diferencial
9. Tratamiento
10. Prevención

La B. mallei es transmitida por vía digestiva, pero probablemente también por


inhalación y heridas. Los animales mal nutridos y mantenidos en condiciones
deficientes de higiene son más susceptibles (Radostitis et al., 1994).

PATOGENIA

El periodo de incubación varía desde pocos días hasta varios meses. Los caballos
suelen padecer la forma crónica de la infección, mientras que burros y mulas
desarrollan la forma aguda. La infección humana puede darse a través de aerosoles
de animales infectados y suele ser fatal si no se trata.

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