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BRITO, FIGUEROA, Federico: Tiempo de Ezequiel Zamora.

Caracas: Universidad
Central de Venezuela, Ediciones de la Biblioteca. 1981.
 Carácter militante de la obra: “Para que se despejen dudas, deseo subrayar
una vez más, que soy un historiador militante en la interpretación teórica y en el
trabajo práctico de la investigación concreta. Esto significa que soy un
historiador comprometido y de ninguna manera neutro frente a los conflictos
económico-sociales y políticos que en nuestro tiempo tienen como escenario
Venezuela y los países del mundo. Como venezolano soy patriota “convicto y
confeso”, como intelectual estoy firmemente identificado con las realizaciones
de las revoluciones nacional-liberadoras y socialistas del siglo XX”. p. 90.
o Buscar la obra del mismo autor: Ezequiel Zamora Un Capítulo de la
Historia Nacional.
 Mito de la prolepsis: “En el caso de Ezequiel Zamora, la neutralidad
proclamada por los representantes de la “historia oficial” es mucho más difícil
que en el estudio de otras figuras del pasado venezolano. El Programa del Jefe
del Pueblo Soberano y de la Insurrección campesina de 1859-1863, con su
antecedente inmediato de 1846-1847, se proyecta hasta nuestro tiempo, aunque
en condiciones históricas nacionales e internacionales totalmente diferentes. Ese
Programa: “…horror a la oligarquía, tierras y hombres libres, igualación social,
oligarcas temblad”, todavía llena de pavor a los más sutiles ideólogos de las
clases dominantes nativas. esto es explicable, ellos si comprenden el mensaje
social reivindicativo implícito y se preocupan por sus posibles repercusiones
entre los explotados de hoy, y debido a esto, interpretan la Guerra Federal en
función de los intereses y motivaciones ideales de esas clases dominantes.” pp.
9-10.
 Zamora y la Independencia: “El origen familiar y social, y el contacto de
Ezequiel Zamora durante los primeros años de su vida con una población
oprimida y de acusada rebeldía y sentido igualitario son elementos claves en el
desarrollo de su formación humana, condicionando, que, a pesar de ser blanco y
vivir en una sociedad donde la explotación económica se escudaba en lo hondo
del prejuicio racial, comprendiera, cuando advino la madurez, que en tan
enconada lucha la razón estaba de parte de los hambrientos esclavos y peones, y
no de los terratenientes y opulentos, los antiguos hombres de la “diablocracia”;
condicionando, en síntesis, su definitiva identificación con los sentimientos y
aspiraciones de las masas populares venezolanas y el desarrollo del apasionado
ideal igualitario que fue signo permanente de su vida” p. 17.
 Revaloración de los positivistas de la figura de Ezequiel Zamora: “La
revalorización de Ezequiel Zamora comienza con los positivistas Lisandro
Alvardo, José Gil Fortoul, Laureano Vallenilla Lanza y hasta con José Santiago
Rodríguez, a pesar se su fobia antirrevolución federal. Pero es Laureano
Villanueva, independientemente de sus limitaciones, quien logra recopilar las
fuentes y testimonios más importantes e idispensables para conocer la vida y las
luchas de Zamora, salvando para la historia, conjuntamente con las acciones
militares y políticas, las relaciones familiares, ascendientes y descendientes, del
apasionado e impetuoso caudillo popular” p. 27.
o Buscar: Laureano Villanueva: Ezequiel Zamora (Vida del Valiente
Ciudadano Ezequiel Zamora). – León Ramón David: Hombres y Sucesos
de Venezuela.
 Las influencias que ayudan a crear las influecias que intervinieron en la
conformación del “héroe”. Figuras arquetípicas: la experiencia y pasión
materna: “Pero si escasa es la educación sistemática recibida por Zamora, la
vida le brinda desde los más tiernos años un campo de fecundo aprendizaje,
propicio para el desarrollo de sus cualidades de futuro combatiente por la
democracia u la igualdad social. Más que el maestro Vicente Méndez los
verdaderos formadores del carácter de Ezequiel Zamora son Paula Correa, su
madre, y Juan Gáspers, un emigrante alsaciano casado con su hermana Carlota.
Con el ejemplo de su abnegación hacia el esposo y los patriotas perseguidos,
Paula Correa brinda a sus hijos lecciones que difícilmente se aprenden en los
libros o estudiando catecismo. Esta actitud, manera de ser consustancializada
con la sangre, los nervios y la propia existencia, es posición definitiva y
permanente en Paula Correa. En 1847, cuando para calmar su sed de sangre la
oligarquía venezolana reclama el patíbulo para Ezequiel Zamora, la voz de Paula
Correa se alza firme y resuelta defendiendo públicamente la vida de su hijo,
protestando contra los crímenes del Secretario del Interior Cobos Fuertes, quien
actúa azuzado por la jauría que desde el Congreso dirige Angel Quintero y desde
las páginas de El Diario de la Tarde alienta Juan Vicente Gonzales”. p. 31.
 Figura arquetípica del ilustre extranjero, Revolución francesa: “Juan
Gáspers es un francés aventado a América por la represión antidemocrática que
se generaliza en Europa, especialmente en Francia, después de la restauración.
Como otros tantos revolucionarios europeos, Juan Gáspers emigra a América,
huyendo a la reacción feudal-absolutista y atraído por la lucha que libran las
naciones hispanoamericanas contra la dominación colonial. En Venezuela,
Gáspers es un venezolano más y confundido con nuestra igualitaria población
participa en sus luchas, comparte la inquietudes y anhelos del pueblo. El
alsaciano introduce a Zamora en un mundo desconocido, labor para la que está
suficientemente dotado, se trata de un hombre de ideas democráticas que ha
participado en las luchas revolucionarias del pueblo francés Juan Gaspers, a
quien le parece nuestra guerra de independencia simple juego de niños en
comparación con la revolución y las guerras en las que ha participado,
contribuye poderosamente a despertar la sensibilidad democrática de Ezequiel
Zamora. Através de sus relatos y conversaciones conoce Zamora la revolución
democrático-burguesa de Francia; de labios de alsaciano escucha la letra y la
música de la Marsellesa y la Carmagnole, se informa de las heroicas acciones de
los sans-culottes y de la insurrección de la masa rural que impulsa la abolición
de los bienes de manos muertas y la distribución de los latifundios de la Iglesia y
la nobleza entre los descendientes de los siervos. Napoleón Bonaparte que
consagra jurídicamente el derecho de los campesinos franceses a la tierra,
adquiere en la mente de Zamora los contornos de un “Robespierre a caballo””
pp. 32-31.
 Mito de la prolepsis: “Si dura fue la niñez de Ezequiel Zamora, velada por las
persecuciones, el terror y la lucha, si duros los años de la adolescencia, más
duros todavía fueron los años de hacerse definitivamente hombre. Todos
constituyen una preparación para el papel que habría de desempeñar como
tribuno y organizador popular, primero, eficaz jefe de guerrillas, luego,
indiscutible caudillo de las masas populares, posteriormente. Hombre del
pueblo, Ezequiel Zamora es en suma, elaboración y hechura del pueblo
venezolano. Este hecho determina que en las luchas sociales en las que participa
como figura de primer orden exprese con absoluta fidelidad los sentimientos
democráticos y las reivindicaciones económico-sociales de la masa popular
venezolana” p. 34
o Buscar: “William Z. Foster, Outline Political History of the Amercas.”
Yaroslasky – Ramón Díaz Sánchez: Guzmán Elipse de poder – Gracus
Babeuf
o Malo periculosam libertatem quam quietum sevitium.
o Mahatra. Anatocismo.
 Transfundo económico, social y político presente en la siguiente proclama
de Zamora: “No habrá pobres ni ricos, ni esclavos ni dueños, ni poderosos ni
desdeñados, sino hermanos que sin descender la frente se tratan bis a bis, de
quien a quien” p. 471.
o Mito de la prolepsis: ” pp. 472-473.
 “Sobre la presencia de la teoría democrático-burguesa y el
papel desempeñado por ella en la guerra federal, no hay la menor
duda, sólo que radicalizada por la acción combativa de las masas
campesinas, y sin esta consideración es imposible comprender su
significación a través del contenido de los Programas, escritos no
por los peones, ni por intelectuales como Francisco J Iriarte sino
por políticos o demagogos como Guzmán, padre e hijo. Además,
los verdaderos revolucionarios, tienen necesidad, en el momento
de discutir esos Programas, de hacer concesiones a las tendencias
conciliadoras para mantener la unidad en el seno del movimiento
federal, y no incluir en los textos las consignas tierras y hombres
libres, o las “promesas de reparto de tierras y supresión de
contribuciones” que sí están presentes en las proclamas de
Ezequiel Zamora y de sus más inmediatos colaboradores” p. 472.
o Referencias de primeras influencias de socialismo en Venezuela.
 “Con respecto al papel desempeñado por principios políticos
más revolucionarios y avanzados que la teoría democrático-
burguesa, algunas consideraciones previas son indispensables. Es
cierto que el socialismo científico hacía apenas una década que
había surgido en los países más industrializados de Europa
Occidental, en el contexto de la primera revolución obrera, la
revolución de 1848, y como consecuencia de la fusión dialéctica
del socialismo francés, la filosofía clásica alemana y la economía
política inglesa. Es cierto que en Venezuela no existían las
condiciones materiales para que las ideas socialistas prendieran
en el cerebro de las clases explotadas y devinieran en una fuerza
ideológica consciente, capaz de transformar la insurrección de los
campesinos y de la pobrecía de los centros urbanos en combates
armados que tuvieran como objetivo la supresión de la
explotación del hombre por el hombre. Esto no estaba planteado
entonces en Venezuela como una necesidad histórica, y no
existía el proletariado, interesado como clase explotada, se
entiende, en la abolición de la esclavitud asalariada; como
tampoco existía la capa de la burguesía benefactora, en el propio
proceso de la producción, de esa última forma histórica de
esclavitud.” p. 472.
 Mito de la Prolepsis“Pero en Venezuela, en contra de lo que
sostiene la historia escrita¸ sí se hacían sentir, por vía de la
difusión, las ideas del socialismo utópico y de los grandes
utopistas anteriores al socialismo crítico científico, previos al
pensamiento de Carlos Marx y Federico Engels. Los
revolucionarios venezolanos, especialmente el grupo de
colaboradores de Ezequiel Zamora, conocían, revistas,
periódicos, “y otros papeles”, inspirados en las ideas de Babeuf,
Saint-Simon, Proudhom, Blanqui, Fourier, Leroux y Owen. Pero
los propios principios de la democracia burguesa (difundidos en
Venezuela desde antes de la lucha por la emancipación nacional)
fueron reinterpretados por las masas campesinas y la pobrecía de
los centros urbanos y utilizados en términos equivalentes a las
ideas del socialismo utópico: p. 473
 Es digno de notarse –escribe un descendiente del Licenciado
José Santiago Rodríguez—que este odio contra los que eran
denominados logreros, fue traduciéndose en un sentimiento
hostil hacia el capitalista y hacia la propiedad, y en definitiva
contribuyó a imprimirle a la lucha un tinte de comunismo. Nada
de extraño tenía en realidad, porque analizadas en su fondo las
doctrinas de la Revolución Francesa, de las que estaban
empapados los directores de aquella empresa, reflejan ellas las
doctrinas de los iluminados, en cuyo fondo estaban aquellas
ideas de comunismo (En Rodríguez José Santiago, Contribución
al estudio de la Guerra Federal) p.473
 “Las observaciones del historiador antes mencionado,
descendiente del terrible Auditor de Guerra y Fiscal que solicitó
la pena de muerte contra Ezequiel Zamora, coinciden con las que
en su tiempo sostenían Juan Vicente González, Angel Quintero o
Hilarión Nadal, quienes consideraban que el movimiento
reivindicativo y democrático de las masas campesinas y de la
pobrecía de los centros urbanos se inspiraba en las doctrinas
comunista y anarquista. Con sobre abolición de la esclavitud, sin
la correspondiente indemnización a los amos de la propiedad
esclava. Ni siquiera el demagogo Antonio Leocadio Guzmán
escapó a la acusación de promover una revolución social
destinada a quitar las tierras a sus legítimos propietarios y
repartirlas entre los proletarios. Acusación que atemorizaba al
antiguo redactor de El Venezolano y lo que conducía a defender
las tímidas reformas que había propugnado”
o “Pero al parecer, y en contra de lo que sostenía el veleidoso periodista
(transformado en hombre de gobierno por la voluntad de José Tadeo
Monagas) sí como que había más de un venezolano que tenía noticias de
lo que el tal socialismo significaba, por lo menos con respecto a las
tendencias utópicas, que eran las que predominaban y habían adquierido
mayor difusión antes de la definitiva configuración del marxismo, como
teoría coherente y como instrumento para la tranformación
revolucionaria de la sociedad. Cuando Antonio Leocadio Guzmán
escribía en los términos antes mencionados, hacia años que en Venezuela
circulaban, en francés, inglés o castellano, fragmentos de las obras,
artículos, folletos, y en muchos casos libros completos, de los más
importantes socialistas utópicos de la época” p. 474.
o Carta de Rafael Urdaneta hijo que expresan problemas que
formaban parte del contexto teorico socialista: “Se ll ama crisis
industrial el desarreglo serio y profundo que transforma de repente las
relaciones comerciales, hace bajar el precio de las cosas y arruina los
negocios. Un desarreglo entre las proporciones naturales de la oferta y
la demanda; esto es la causa, lo que prepara o lo que constituye la crisis
[…] En Inglaterra hubo una crisis terrible en 1825 ó 1826. […] En Lyon
hay hoy una crisis a causa de la falta de demanda de los Estados Unidos
que se experimentaba; allí se enviaba todos los años por valor de
ochenta millones de francos […] En 1831 hubo en París un a crisis muy
grande a causa de las disputas entre empresarios y obreros son muy
corrientes. Las coaliciones de dueños son más peligrosas para los
obreros porque son secretas, no hacen ruido. Para las coaliciones de
obreros la ley dispone de penas, y ciertos castigos porque se hacen
siempre con ruido, con alboroto, mientras que las de los dueños no son
conocidas de la policía” pp. 474-475
o Datos sobre los orígenes del socialismo en Venezuela: “En la misma
época Urdaneta, hijo, reflexionaba y escribía a sus familiares sobre los
conflictos inherentes a la estructura económico-social capitalista, en
Venezuela, José Brandford y otros emigrados blanquistas difundían el
Manifiesto de los Iguales de Gracus Babeuf, comentaban las obras de los
socialistas utópicos, traducían y extractaban artículos de periódicos como
La Reforme, New York Daily Tribune o de la revista L‘Atelier. Los
miembros de ese grupo se consideraban republicanos rojos (Jose
Brandford, en 1850, escribía coónicas para The Red Republican (El
Republicano Rojo), semanario cartista que se editaba en Londres). Las
relaciones de Zamora con este grupo permanecieron inalterables hasta la
muerte de aquél, y es posible que de allí haya nacido la idea de sustituir
la bandera amarilla por otra de color rojo, adornada en el ángulo superio
izquierdo con una estrella amarilla de cinco puntas. Esto a pesar de que
en Venezuela entonces colorado era sinónimo de reaccionario.” p. 475.
o El cómo fue posible que llegaran las ideas socialistas a Venezuela:
“Después del fracaso de la revolución obrera de 1848, decenas de
emigrados que habían participado en las jornadas de febrero-junio de
aquel año se refugiaron en Venezuela; algunos venían directamente del
continente europeo y tros habían escapado de Guayana. Se trataba de un
grupo heterogéneo había gente de los más diversos oficios y profesiones
y de todas las tendencias políticasque en Francia habían combatido por la
República Social y la emancipación del trabajo. Un grupo políticamente
heterogéneo pero que representaba en su conjunto, un pensamiento más
avanzado, verdaderamente revolucionario, con respecto al Programa
“Nuevos hombres, Alternabilidad Republicana”, sustentado por Antonio
Leocadio Guzmán y sus adherentes. Con apoyo documental un
historiador contemporáneo ha demostrado que en 1852 en la prensa se
anunciaba la venta de un importante libro, síntesis de las doctrinas
socialistas utópicas de la época (Carrera Damas). En este mismo año,
George Corser editaba obras traducidas del francés al castellano, algunas
con pie de imprenta como Historia de la restauración, por M. A.
Lamartine, y otras sin pie de imprenta (Algunos de los Cuadernos
Suplementarios de la hoja Credo Igualitario fueron editados en la
Imprenta de George Corser= Buscar imprentas en historia de Rafael
Maria Baralt). Se trataba, en este último caso, de modestos folletos
traducidos o escritos por los refugiados europeos” pp. 475-476.
o “Desde 1852 hasta 1858, Pierre Certeau y sus amigos editaron en La
Victoria y otros pueblos del interior del país una hoja ocasional con el
nombre de Credo Igualitario, que tenía como lema un pensamiento
tomado del Manifiesto de los Iguales, escrito por Gracus Babeuf. Ese
pensamiento era “libertad o muerte”, y tuvo gran difusión en los llanos
occidentales, hasta el punto, según hemos informado anteriormente que
Napoleón Avril, Carlos Henrique Morton y Antolino Alvarez, lo
utilizaron en sus proclamas como sonsigna” p 476.
 “En la edición del Credo Igualitario, correspondiente a junio de
1853, Pierre Certeau transcribía, casi textualmente, algunos
pensamientos de Gracus Babeuf: “No es nada, es poco derribar a
los tiranos, eso no es todavía la igualdad. Bienestar para todos,
instrucción para todos ese es nuestro objeto. […] No se hace la
revolución con un recuento de votos, sino por la sabiduría, el
valor cívico y el desinterés”. En esa misma edición figuraban
fragmentos de textos de Proudhom. He aquí algunos: “La
propiedad es un robo, es imposible porque con ella la sociedad se
devora a sí misma, vende al obrero el producto más caro de lo
que ha pagado, […] La igualdad domina todos nuestros actos
pero no sabemos realizarla”.” p. 476
 “El Cuaderno Suplementario editado en 1858, con ocasión de la
primera década conmemorativa de la Revolución de Febrero de
1848, incluye una síntesis biográfica de Luis Augusto Blanqui,
notas sobre la situación de “las clases proletarias”, afectadas por
la crisis de 1857, y textos de Leroux, Owen y Saint-Simon. De
este pensador es el siguiente: “Si la explotación del hombre por
el hombre debe desaparecer, también debe desaparecer la
propiedad por la cual se perpetúa aquel hecho”. Este texto es
sumamente importante, sobre todo en el momento que se difunde,
es decir en vísperas de la insurrección campesina de 1859-1863…
Esto no es accidenta, en razón del contexto histórico universal de
la época, y su significación nos compromete a tratar el problema
con la amplitud necesaria” pp. 476-477.
o Concluciones a las que llega Brito Figueroa: “Las masas campesinas y
la pobrecía de los centros urbanos, en el proceso de la guerra federal,
fusionan en un todo único los principios políticos democrático-
burgueses, a secas, con las ideas de socialismo utópico. En la práctica y
en la consciencia, para los explotados no hay diferencia, en aquel
momento concreto, se entiende, y para ellos la guerra es de pobres
contra ricos, por la igualación de las clases sociales, reparto de tierras,
supresión de contribuciones, echar de la Casa de Gobierno a los
opresores y terminar con la federación … Esto, desde luego, no aparece
en los Programas redactados por los leguleyos, pero es lo que siente el
pueblo bajo, y es lo que glosan y comentan los revolucionarios en cartas,
proclamas, alocuciones y órdenes generales” p. 477.
o “La voluntad de las masas campesinas y de lapobrecía de los centros
urbanos, voluntad colectiva expresada en cinco años de lucha armada, es
hacer la revolución, como proclamaba Ezequiel Zamora y para
proporcionar a los pobres una situación feliz… Sin embargo en las
revoluciones la sola voluntad no lo es todo… Cierto, la historia la hacen
los hombres, pero en condiciones históricas concretas, y en Venezuela,
en 1859-1863, el desarrollo econónomico-social, la estructura de clase de
la sociedad, conspira contra la voluntad revolucionari de las masas
campesinas y facilita las sociones conciliatorias y capituladores como las
que presiden el honroso Tratado de Coche” pp. 477-478.
 Nota al pie: “La importancia de este hecho obliga a una
elaboración especial y al efecto trabajamos en un opúsculo que
pensamos denominar Sobre los Antecedentes Históricos del
Marxismo en Venezuela. Conviente señalar que la difusión de
ideas socialistas utópicas continuó en las décadas posteriores,
fortalecida, por los emigrados que llegaron al país después de la
derrota de la comuna de Paris. Fueron esos que todavía en 1893
existía. Esta Sección envió un informe manuscrito sobre la
situación de los trabajadores venezolanos al Congreso de la II
Internacional que se reunió en Zurich; ese Informe esta fechado el
1 de agosto de 1893 y firmado por los obreros Bruno Rosner, H
Willhoft y Ad Pichel y esta escrito en francés. Haupt, Georges,
Le Deuxième Internationale, 1889-1914, p. 148, París, 1964.” p.
477
o Presente y pasado, Zamora como figura arquetípica, vinculación con
Tiberio Graco: “…están presentes los intereses y aspiraciones políticas
de los explotados del campo, especialmente de los peones y los libertos ,
históricamente descendientes de los antiguos esclavos, que constituyen el
torrente de masas de la Guerra Federal, conjuntamente con las capas
sociales oprimidas de los centros urbanos y los intelectuales (brillantes o
no; esto no es lo más importante en este caso) que propugnaban reformas
más substanciales que las expresadas en el Programa Federal. El
verdadero Programa de esta vertiente de la revolución; lo expresa el
postulado Igualación Social anhelo colectivo de los pobres de Venezuela
de la sexta década del siglo XIX. El Jefe, en sentido político positivo, de
esa vertiente y por extensión de la Guerra Federal, desde febrero de 1859
hasta enero de 1860, fue Ezequiel Zamora cuya “… ambición constante
consistía en servir al pueblo, a la manera de Tiberio Graco, con ciertas
ideas utópicas de socialismo y de igualdad de bienes…” según la
información suficientemente conocida, pero silenciada, suministrada a
Laureano Villanueva por quienes combatieron al lado del Jefe del Pueblo
Soberano. Una vez más la memoria colectiva del pueblo venezolanos es
fuente histórica más veraz que quienes escriben desde las perspectiva de
las clases dominantes.” p. 495.
 Introducción a la valoración historiográfica de Brito Figueroa
con respecto a lo escrito de Zamora: “Este postulado teórico
funciona cuando se estudia la Guerra Federal, especialmente
porque se trata de la expresión violenta y armada de la lucha de
clases de la época, y quienes escribimos sobre ella en nuestro
tiempo, estamos inmersos en las pugnas sociales, ideológicas y
políticas, objetiva o subjetivamente, que conmueven la actual
sociedad venezolana desde el substrato económico hasta los
niveles donde rigen los instituciones de poder, la vida espiritual,
moral e intelectual. Debido a esta realidad no hay, no puede
haber, interpretaciones neutras de la Guerra Federal; hay sí
interpretaciones comprometidas, en el sentido que en cada una de
ellas subyace una motivación de clase, implícita en la pluma del
guía de la investigación, sino en la compresión de las fuerzas
motrices del cambio social, en la selección de momentos
significativos en el proceso estudiado, sean éstos estructurales,
coyunturales o individuales, y hasta en la simple recolección de
datos para descubrir con criterio de totalidad lo típico y peculiar
de los fenómenos y hechos históricos estudiados” p. 495.
o Significación histórica de la figura de Zamora según las dos
vertientes historiográficas (conservadora y revolucionaria):
 1“Las clases dominantes, al tener conciencia para si, (y pienso
que las de nuestro país siempre han tenido este grado de
desarrollo, en situaciones históricas concretas) tratan de escribir
la historia en función de su condición estructuralmente rectora de
la sociedad y proyectan hacía la comprensión del pasado sus
intereses y motivaciones de grupo social explotador del trabajo
humano. Buscan en ese pasado argumentos que justifiquen
históricamente esa condición en el espíritu público, especialmente
en la mente colectiva del pueblo. En razón de estas
consideraciones, para la historia oficial la Guerra Federal es,
para los reaccionarios, un movimiento armado, sangriento y sin
significación social, y, para los demo-liberales, un momento más,
significativo desde luego, de la lucha por la democracia política,
formal, en nuestro país. En los primeros textos Ezequiel Zamora
es descrito como un bandolero sin principios, ignorante y zafio, y
en los segundo, como un guerrillero, a lo sumo como un caudillo
militar afortunado, instrumento de los intelectuales políticamente
adversarios de la oligarquía.” p. 496.
 2 “es para nosotrosy para calificados autores europeos la guerra
campesina, que se desarrroll en el contexto de la Guerra Federal.
Es lo que no hemos vacilado en considerar como un movimiento
revolucionario y democrático-popular, por su contenido de clase
y Programa económico-social y político: un programa intuitivo y
no elaborado, pero presente en la aspiración general y en las
acciones prácticas de los pobres y hambrientos que tanto en 1846
como en 1859 luchan con las armas en la mano comandados or
Ezequiel Zamora, el Jefe del Pueblo Soberano. Es un movimiento
realmente de masas, de clases explotadas y oprimidas contra
clases explotadoras, y esto es lo que aterra a Juan Vicente
Gonzáles…” p. 496.
o Dato: Carrera Damas, German, Crítica Histórica, pp. 113-138, Caracas,
Ediciones de la Dirección de Cultura, UCV, 1960; Mercado M, Elis S,
“Antecedentes del Movimiento Obrero Venezolano” Semestre Histórico,
pp. 115-142, y últimamente, Godio, Julio, El Movimiento Obrero
Venezolanos 1850-1944, pp. 13-30 (  HD4853 G63 Biblioteca de
Humanidades)
o “En las postrimerías del siglo XIX, efectivamente, la difusión de la
literatura socialista es significativa: se divulgan textos del marxismo
en inglés y francés o se traducen fragmentos de la misma índole, se
discute en teatros y centros culturales en pro y en contra del socialismo,
anarquismo y comunismo, se multiplica la publicación de periódicos
gremialistas y artesanales y las asociaciones de igual carácter se
vertebran nacionalmente. Los trabajadores, peones urbanos y los
desempleados organizan acciones de calle contra el hambre y la misera:
simplemente piden pan y trabajo, porque, según sus propias palabras: “el
hambre no espera”. Funcionan grupos socialistas que informan de su
actividades a la Internacional Socialista y mantienen relaciones con el
marxita venezolano Daniel De León, residente en Estados Unidos de
Norteamérica desde 1872 hasta su muerte ocurrida en mayo de 1914, en
víspera de la Primera Guerra Mundial” pp.505-506.
o • Daniel de León: “En los textos de literatura social se menciona a
Daniel De León como nativo de Curazao;, por ejemplo, Camporesi
Cristiano, “Marxismo y Sindicalismo en Daniel De León, Historia del
Marxismo Contemporaneo” y Cole, G.D. H Historia dell Pensamiento
Socialista TII, pp. 350; Rama Carlos Las Ideas Socialistas en el Siglo
XIX, presenta a Daniel De León, como un “profesor portorriqueño de la
Universidad de Nueva Yorik”. En cambio, Quintero, Rodolfo, p.17” en
El Padre del Sindicalismo Norteamericano, p. 9 sostiene que es
venezolano. Compartimos esta última información con base de
sustentación, porque en la actualidad trabajamos sobre la investigación
Daniel De León, historia del primer marxista venezolano (1852-1914)
Para conocimiento del lector venezolano es conveniente informar que
Daniel De León fue considerado como el más grande socialista científico
después de la muerte de Carlos Marx, por V. I Lenin. Hay dificultades,
porque las fuentes esenciales están en inglés, en Estados Unidos de
Norteamérica y es casi imposible que podamos viajar a ese país. Enuestra
hay un ejemplar del libro de Daniel De León titulado Revolutionary
Socialism in U.S Congress Parliamentary Idiocy vs Marxian Socialism”
p. 506
 Cotas:   F2325 Z3B75e   Ezequiel Zamora : un capítulo
de la historia nacional / Federico Brito Figueroa
o Dato. Leopoldo Torres: “la celebración del Congreso Obrero de 1896,
en el que se destacan especialmente las intervenciones del sastre poeta
Leopoldo Torres Avandero, quien es partidario de transformar los
gremios en sindicatos, de organizar el Partido Popular –con
características semejantes al Partido Socialista Obrero fundado en
España por Pablo Iglesias–, y quien finalmente evoluciona de liberal-
demócrata a socialista militante” pp. 506-507.
 “La presencia de las ideas democrático-burguesas y socialista utópicas—al nivel
incipiente que ellas son conocidas en la sexta década del siglo XIX en
Venezuela–, no modifica el carácter de insurrección o guerra en este aspecto
en las formas de lucha y, hasta en las vaguedades programáticas, de las guerras
campesinas ocurridas en el pasado y posteriormente, de modo significativo las
más recientes, las que se desarrollan en el contexto de la Revolución
Democrática Burguesa en México, simbolizadas en diferentes regiones de ese
país por Emiliano Zapata Francisco Villa y Felipe Carrillo Puerto. No varía el
contenido, a pesar de que en ellas se siente la influencia del ideario anarco-
sindicalista y de algunas motivaciones del socialismo científico. No siempre las
comparaciones son negativas, a veces ayudan a la compresión histórica de los
fenómenos concretos:” p. 507.
 La Guerra Federal como guerra campesina: “Si, la guerra campesina, el
carácter democrático revolucionario y popular de la Guerra Federal en general,
la fuerza de igualitarismo social y la lucha por la igualación social, es lo que
hemos considerado como raíz histórica del socialismo en Venezuela, debido a
que representa lo mejor de las tradiciones revolucionarias de nuestro pueblo en
el pasado, simbolizadas individualmente por Ezequiel Zamora. Pero de este
planteamiento no puede deducirse que asignemos un contenido comunista a la
insurrección campesina, ni que presentemos al Jefe del Pueblo Soberano como
un “… hombre de inspiración leninista”. Quienes utilizan calificativos
equivalentes, son los reaccionarios de la época, que consideran que Ezequiel
Zamora es la espada feroz del comunismo, que a Venezuela jura exterminar
(Fragmento de un poema anónimo publicado en El Heraldo, Caracas, 15 de abril
de 1859, periódico redactado por Juan Vicente González.)” pp. 509-510.
 Zamora en la contemporaneidad (Mito de la prolepsis en la política);
obsérvese la metáfora utilizada: “Después…(cuando ya hubo pasado. “el olor
a pólvora de e insurreción”, la insurgencia “de los de abajo contra los de arriba”,
pero no sabiendo los primeros qué hacer, , razonando estas decisiones de
gobierno en los términos siguientes: p. 512.
o “De la Guerra Federal quedó afirmada para siempre la igualdad social
de los venezolanos y Ezequiel Zamora es el fundador de la democracia
social de Venezuela […] Es el legado de Ezequiel Zamora[…] el
patrimonio de la igualdad. […] me atrevería a afirmar que en la historia
de América no hay otro episodio de pueblo que tenga la grandeza, que
haya definido la significación social de las luchas de Ezequiel Zamora y
de estos logros de la Guerra Federal venezolana. […]Ezequiel Zamora,
primer líder de la democracia venezolana, forjador de la democracia
social de Venezuela. Ezequiel Zamora, punto de partida de una nueva
historia nacional” pp. 512-513.
 Una de las declaraciones de un (Sulbaran Sixto) obrero tapicero con
referente a la imagen de Zamora, entre las pp. 517-521 contienen una
referencia de testimonios de similar características que pueden expresar el
imaginario de Zamora: “Hoy me he convensido que sólo un escritor de nuestro
pueblo puede hablar de la realidad de un caudillo venezolano, revolucionarioy
conductor de las murtitudes pobres como lo fue ÇEzequiel Zamora. Con mi
cáracter de origen campesino le doy mi más sincero aplauso a la pequeña, pero
grande obra de nuestro compañero de cárcel Federico Brito Figueroa. Adelante
Profesor: no desmayes en tu obra de orientación revolucionaria al pueblo. En
tu libro aprendí que algún día los pobres de Venezuela llegaremos a la tierra
prometida de la igualdad social, nos acompaña el ánima de Ezequiel Zamora:
no habrá ricos ni pobres, como él decía” p. 517.
 Bolívar y el antiimperialismo: “En este contexto fácil es comprender por qué
el estudio de la Historia de Venezuela ha sido reducido a mínima expresión en
los Programas Escolares, por qué se tergiversan las enseñanzas del Libertador
Simón Bolívar, precursoras del antiimperialismo,(ver Acosta Saignes, Miguel.
Acción y Utoía del hombre de las dificultades, Pividal, Francisco Bolivar:
Pensamiento Precursor del Antiimperialismo y Martínez Ricardo El
panamericanismo, Doctrina y Práctica Imperialista)sustituyéndolas por el
llamado panamericanismo, y por qué, finalmente, se hace befa y se ridiculiza a
héroes nacionales como Ezequiel Zamora, el Jefe del Pueblo Soberano. […]Ahí
estará el espíritu del Jefe del Pueblo Soberano, el genial estratega de la Batalla
de Santa Inés. ¿Historia, leyendea, mito? Sí y no, Simplemente, más correcto, el
sueño de los explotados hecho realidad en las condiciones económicas sociales y
políticas de Venezuela, país neocolonial. 521.

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