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Dirección de Educación y Capacitación en Salud.

Departamento de Pregrado.

ENFERMEDAD POR REFLUJO GASTROESOFÁGICO

Cirugía General

Noviembre 2020

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INDICE
Página

Introducción 3
Antecedentes 4
Definicion 5
Epidemiología 5
Etiología 5
Medidas de prevención 8
Complicaciones 9
Cuadro clínico 10
Tratamiento 14
Conclusiones 17
Bibliografía 18

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INTRODUCCIÓN.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico es una entidad frecuente en nuestro país, se
define como la exposición anormal de reflujo del contenido gástrico en el esófago que
causa sintomatología de importancia clínica en el paciente, también se ha demostrado
relación con algunos tipos de cánceres como adenocarcinoma esofágico. La población
mexicana tiene factores predisponentes como obesidad y sobrepeso así como hábitos que
desencadenan la patología como comidas copiosas, hábito tabáquico, ingesta frecuente de
irritantes, consumo de alcohol, etc. la importancia del correcto abordaje del paciente con
ERGE es establecer una causa y descartar que los síntomas provengan de otra patología o
disfunción anatómica, esto especialmente en niños ya que causa retraso en crecimiento y
alteraciones del desarrollo, en adultos hace mas propenso a sangrados e infecciones
recurrentes que merman su salud. Por eso es importante realizar un correcto diagnóstico y
referencia oportuna para reducir la frecuencia de complicaciones así como ofrecer el mejor
tratamiento disponible.

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ANTECEDENTES.
El reflujo gastroesofágico es una condición que se desarrolla cuando el reflujo del
contenido estomacal produce problemas a la salud o tiene complicaciones, los síntomas
relacionados son comúnmente sensación de ardor retroesternal, regurgitación (percepción
de flujo del contenido gástrico a la boca o laringe. Los sintomas comumente ocurren dos o
mas veces a la semana de intensidad moderada a severa e interfieren con las actividades del
paciente. Las complicaciones del reflujo gastroesofágico son sangrado de tudo digestivo
alto, esófago de Barret (metaplasia epitelial) ligado a cáncer esogágico. La prevalencia de
esta enfermedad es mayor en Europa, medio oriente y norte y sur América llegando del 9 al
33% en comparación con Asia oriental donde la prevalencia es del 3% al 8%. La incidencia
es de 5 por cada 1000 personas al año. Algunos factores demográficos son embarazo, edad
avanzada, obesidad, otros factores conductuales como hábito tabáquico, uso de AINEs,
consumo excesivo de alcohol, esteroides orales, comorbilidades como síndrome de
intestino irritable, litiasis vesicular, asma, EPOC, angina. Otros factores asociados son
consumo de cafe, tratamiento con anticonceptivos orales.

El paso del contenido gástrico al esófago es prevenido por el esfínter esofágico inferior,
este se relaja transitoriamente resultando en reflujo gastroesofagico incluso en individuos
sanos, el aumento de este reflujo es lo que causa la enfermedad. La hernia hiatal disminuye
la competencia y presión del esfínter, altera la apertura de la conjunción gastroesofágica y
resulta en una exposición prolongada del acido gástrico en el esófago, por esto se asocia a
ERGE grave y mayores complicaciones. De acuerdo al consenso internacional puede ser
diagnosticada solo con la presencia de los síntomas típicos con o sin estudios adicionales.
Los estudios de gabinete se usan para confirmar el diagnóstico.

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DEFINICION

Recientemente se ha propuesto una nueva definición de la enfermedad por reflujo


gastroesofágico considerándose como la condición que aparece cuando el reflujo del
contenido del estómago produce síntomas molestos y/o complicaciones

EPIDEMIOLOGIA
En el mundo occidental se estima que entre el 10% y el 30% de la población presenta
síntomas típicos de ERGE al menos una vez por semana aunque la ERGE afecta ambos
sexos, la esofagitis es dos veces más frecuente en el varón. A su vez, el esófago de Barrett y
el adenocarcinoma son 2 y 7 veces más frecuentes en el hombre que en la mujer,
respectivamente. Se han observado igualmente diferencias raciales, hasta el punto de que en
los EE.UU., los individuos de raza blanca poseen un riesgo de esófago de Barrett y de
adenocarcinoma 7 y 9 veces superior que los individuos de raza negra.

ETIOLOGIA

La esofagitis erosiva por reflujo es la consecuencia de un desequilibrio entre factores


agresivos y defensivos de la mucosa. Entre los primeros debe citarse la secreción
clorhidropéptica y la presencia de sales biliares y enzimas pancreáticos. Se ha postulado
que éstos últimos podrían desempeñar un papel importante en la patogenia del esófago de
Barrett y del adenocarcinoma. Debe aclararse que el ácido, por sí solo, no es el responsable
de la lesión mucosa, sino un factor permisivo necesario para la activación de la pepsina. La
acción proteolítica de esta última explica la solución de continuidad que aparece en la
mucosa. Aunque no se ha demostrado una buena correlación entre la magnitud de la
secreción gástrica de ácido y la severidad de las lesiones, es obvio que en algunas
condiciones (por ej.: síndrome de Zollinguer-Ellison), la hipersecreción ácida juega un

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papel determinante. Los elementos defensivos incluyen la barrera antirreflujo, el
aclaramiento esofágico y los factores defensivos intrínsecos del epitelio. Se detalla a
continuación cada uno de ellos, así como los diferentes mecanismos que pueden
desbordarlos y dar lugar a la ERGE .

❱ La barrera antirreflujo está constituida por una zona de alta presión (10-30 mmHg)
localizada en la unión esófago-gástrica que opone una resistencia natural al RGE. En
algunas entidades como la esclerodermia existe una hipotonía del EEI que justifica la
presencia de un reflujo significativo. Sin embargo, en la mayoría de los pacientes con
ERGE la patogenia de la enfermedad se relaciona más con un incremento en el número de
relajaciones transitorias espontáneas del EEI (RTEEI) que con una hipotonía propiamente
dicha. Aunque la presencia de una hernia hiatal por deslizamiento no es una condición
necesaria para el RGE, la disrupción anatómica del anclaje del EEI constituye un factor
coadyuvante en algunos casos, habiéndose relacionado con un aumento de RTEEI y de
relajaciones prolongadas tras la deglución, con hipotonía esfinteriana y con formas
complicadas de ERGE. Finalmente, el retraso en el vaciamiento gástrico podría favorecer el
RGE en algunos pacientes, especialmente si el vaciamiento está seriamente comprometido
como ocurre en la estenosis pilórica o en la diabetes con disautonomía avanzada.

❱  El aclaramiento esofágico del ácido es la capacidad del órgano para eliminar el
volumen refluido y restaurar el pH esofágico normal tras un episodio de reflujo. Depende
de una adecuada peristalsis, del efecto de la gravedad y de una adecuada secreción salivar.
El aclaramiento esofágico es importante porque condiciona la duración de los episodios de
reflujo. De hecho, el tiempo que la mucosa permanece expuesta a los efectos de la
secreción ácido-péptica es más importante que la frecuencia de los episodios de RGE en la
patogenia de la esofagitis.

❱  Los factores defensivos epiteliales incluyen una serie de elementos morfológicos y


fisio- lógicos que impiden la retrodifusión de hidrogeniones. Todo ello depende de un
adecuado flujo sanguíneo, de una correcta salivación, de la integridad de las “tight
junctions” (uniones estrechas intercelulares) y de la producción de moco y bicarbonato por
las células epiteliales. Los AINE deterioran estos mecanismos al inhibir la producción local
de prostaglandinas con efecto mucoprotector.

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Factores predisponentes

La obesidad central, propia de los varones, se ha asociado a mayor frecuencia y severidad


del reflujo, lo que podría explicar que complicaciones como el esófago de Barrett y el
adenocarcinoma sean más prevalentes en el sexo masculino. Algunos alimentos, ciertos
hábitos y determinados fármacos contribuyen a disminuir la presión del EEI favoreciendo
el RGE

Algunos alimentos como :

• Grasas

• Dulces

• Chocolate

• Cebolla

• Especias

• Menta

• Bebidas carbonatadas

• Cítricos

• Cafeína

• Alcohol

Hábitos

• Tabaquismo

• Ingesta voluminosa

• Comer deprisa

• Ejercicio fisico intenso

• Decúbito lateral derecho

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Fármacos:

• Benzodiazepines

• Anticolinérgicos

• Calcio antagonistas

• Dopamina

• Nitratos

• Morfina

• Progesterona

MEDIDAS DE PREVENCIÓN.

La medida mas eficiente de prevención de la ERGE es la modificación en el estilo de vida y


el monitoreo constante de síntomas en niños y adultos jóvenes

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COMPLICACIONES

Esófago de Barrett (EB) es una condición adquirida en la cual el epitelio escamoso


estratificado que normalmente recubre el esófago es reemplazado por un epitelio
columnar con células caliciformes o metaplasia intestinal especializada. Este tipo
específico de metaplasia intestinal tiene potencial oncogénico que predispone al
desarrollo de adenocarcinoma de esófago.

Se desarrolla como consecuencia de la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico.

La media de edad al diagnóstico es de aproximadamente 55 años. Entre los pacientes


adultos que se realizan exámenes endoscópicos debido a los síntomas de ERGE, se
encuentra EB largo en 3% a 5%, mientras que 10% a 20% tienen EB corto. El EB largo
es especialmente infrecuente en pacientes sin historia de reflujo. En la
población adulta de occidente, la prevalencia de EB (predominantemente de
segmento corto) es entre el 1,6% y el 6,8%. Puede presentarse en niños, aunque
rara vez ocurre antes de los cinco años.

La metaplasia intestinal típica de EB no causa síntomas. La mayoría de los


pacientes son evaluados inicialmente por síntomas de reflujo gastroesofágico como
pirosis, regurgitación y disfagia. El EB largo asociado a ERGE con frecuencia
variable, puede complicarse con úlcera esofágica, estenosis y hemorragia. En
pacientes con ERGE sintomática, la esofagitis erosiva es un factor de riesgo
independiente para EB, que confiere un riesgo cinco veces mayor en el seguimiento a
cinco años.

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CUADRO CLÍNICO.

La clasificación de la ERGE más utilizada es la de Montreal. En ella la ERGE se divide en


2 grandes grupos: los síndromes esofágicos y los extraesofágicos.

Los síndromes esofágicos se subdividen a su vez en aquellos que se caracterizan por ser
solamente sintomáticos, como la ERGE no erosiva (ERNE) y dolor torácico no cardiaco, y
aquellos en los que además de los síntomas se presentan lesiones visibles
macroscópicamente en una endoscopia convencional. Tradicionalmente, y desde un punto
de vista práctico, se reconocen 3 variedades fenotípicas de ERGE que pueden ser
diagnosticadas con el solo uso de la endoscopia: ERNE, ERGE erosiva y esófago de Barrett
(EB). Sin embargo, en los pacientes con ERNE se debe tener cuidado en descartar la
presencia de pirosis funcional. El común denominador en todas estas variantes son los
síntomas y se establece que cada una tiene un comportamiento clínico diferente.

En cuanto a los síndromes extraesofágicos, estos se subdividen en aquellos con evidencia


clínica suficiente para relacionar el síntoma con la ERGE, como tos crónica, laringitis
posterior, asma de difícil control y erosiones dentales, y en aquellos en los que no se ha
logrado apoyar la relación entre la ERGE y el síntoma, como faringitis, sinusitis, otitis
media recurrente y fibrosis pulmonar.

Los síntomas típicos de la ERGE son pirosis y regurgitaciones. La presencia de síntomas


típicos 2 o más veces por semana en un paciente joven (menos de 50 años), sin datos de
alarma, establecen el diagnóstico presuntivo de ERGE. En estos pacientes se recomienda
prueba terapéutica.

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MEDIDAS DIAGNÓSTICAS.

En la ERGE no existe una exploración considerada como patrón de referencia (“gold


standard”) para el diagnóstico de certeza. La principal herramienta disponible es la
realización de una historia clínica completa. Hoy en día se considera que la presencia de
síntomas típicos (pirosis y/o regurgitación) es suficiente para establecer el diagnóstico
clínico de la enfermedad y, por lo general, no es preciso recurrir a exploraciones
complementarias antes de iniciar el tratamiento. Cuando el paciente presenta síntomas de
alarma es obligado recurrir al examen endoscópico para excluir la presencia de una
complicación. En caso de que el paciente sea valorado por síntomas atípicos y/o
manifestaciones extraesofágicas es recomendable llevar a cabo algunas pruebas
diagnósticas para certificar que los síntomas guardan una relación inequívoca con el reflujo.
A continuación se detallan las principales pruebas disponibles, así como sus indicaciones.

Cuestionarios de valoración sintomática: se han validado cuestionarios para el


diagnóstico de la ERGE y su gravedad, en atención primaria y especializada. Su utilidad
diagnóstica es moderada, con valores predictivos similares o inferiores a los que
proporciona la mera opinión clínica del médico de familia o del gastroenterólogo.
Tratamiento de prueba con IBP: consiste en la administración durante 2 a 4 semanas
(hasta 12 semanas para algunas manifestaciones extraesofágica) de un IBP a dosis estándar
o superior, para valorar la respuesta clínica al mismo. Con la pHmetría como patrón de
referencia su sensibilidad es del 75-80%, y su especificidad del 55-85%, si bien el mayor
valor diagnóstico del test se alcanza con dosis altas de IBP y en ensayos sobre pirosis o
dolor torácico. La prueba terapéutica con IBP puede usarse para el diagnóstico de ERGE en
pacientes con síntomas típicos sin datos de alarma. No hay consenso acerca del tipo de IBP,
dosis, duración y evaluación de resultados. En general, se recomienda usar dosis doble de
IBP por un mínimo de 2 semanas y se considera positiva cuando la mejoría de los síntomas,
es superior al 50%. En todo caso, se considera de primera elección en los pacientes sin
clínica de alarma que presenten tanto sintomatología típica como atípica.

Endoscopia digestiva alta (EDA): se debe realizar una endoscopia para confirmar o
descartar esofagitis aun cuando los síntomas típicos de pirosis y regurgitación sean
predominantes, ante la sospecha de estenosis de esófago, esófago de Barret,

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adenocarcinoma de esófago, ante la presencia de complicaciones de ERGE como disfasia,
vómito persistente, hemorragia, anemia feroz,enica, perdida de peso no intencionada,
posee una baja sensibilidad en el diagnóstico de ERGE, aunque resulta de elección para
determinar la presencia de esofagitis. Sus hallazgos no se correlacionan con la intensidad de
la clínica percibida por el paciente. Su indicación es incuestionable cuando existen
síntomas o signos de alarma y recomendable si se interpreta que el paciente va a requerir un
tratamiento prolongado o cuando éste fracasa, pero no debe recomendarse de forma
sistemática a todos los pacientes con síntomas de ERGE. Las lesiones endoscópicas se
estratifican según su gravedad mediante el empleo de diversas clasificaciones. Las más
empleadas son la de Savary-Miller y la de Los Ángeles, que posee menor variabilidad
interobservador

Savary- Miller 1977

• Eritema o erosión única o múltiple no confluente

• Erosiones confluentes, no circunferenciales

• Lesión circunferencial

• Lesiones crónicas: úlceras, estenosis, metaplasia cilíndrica y braquiesófago

Los Ángeles (1999)

• Una o más erosiones mucosas < 5 mm que no se extienden entre dos pliegues
mucosos

• Ídem con tamaño > 5 mm

• La lesión supera el espacio entre dos pliegues, pero no el 75% de la circunferencia

• La lesión afecta a más del 75% de la circunferencia

pH-metría de 24 horas: no es una exploración suficientemente sensible para obtener el


calificativo de “patrón oro” en el diagnóstico de la ERGE, aunque resulta muy útil para
conocer si los síntomas se correlacionan con los episodios de reflujo ácido. El registro
puede realizarse mediante un catéter habitualmente introducido a través de una fosa nasal, o
bien mediante un sistema de cápsula con electrodo anclada endoscópicamente en el

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esófago, que transmite mediante ondas de radiofrecuencia los datos de pH a un receptor
externo (sistema Bravo). Está indicada en los casos refractarios al tratamiento y con EDA
negativa, y como paso previo a la realización de cirugía antirreflujo, o si reaparece la
clínica tras la misma. También se recomienda en los pacientes con síntomas o atípicos,
aunque en este caso debiera ir precedida de una endoscopia. Los casos con laringitis péptica
a menudo requieren una pHmetría con catéter de dos electrodos, uno de ellos en la
hipofaringe, para demostrar la presencia de reflujo a este nivel. La combinación del registro
de pH con la medición de la impedancia esofágica intraluminal aporta teóricas ventajas
sobre la pHmetría aislada convencional ya que es capaz de diagnosticar además de los
episodios de reflujo ácido (pH <4), otros de reflujo débilmente ácido (pH entre 4 y 7) e
incluso alcalino (pH >7), diferenciando además entre contenidos líquido y gaseoso. A su
vez los eventos pueden correlacionarse con la presencia de síntomas. Estas prestaciones
convierten a la prueba en el método más sensible para el diagnóstico del reflujo
gastroesofágico tanto con síntomas típicos como atípicos; sin embargo su verdadera
utilidad clínica aún no ha sido bien definida.

El sistema inalámbrico (cápsula Bravo) de medición de pH esofágico, en comparación con


los equipos de pH con catéter, es mejor tolerado por el paciente y tiene mayor sensibilidad
para detectar el reflujo ácido y establecer la asociación de los síntomas con los episodios de
reflujo. Sus limitantes son el costo y la disponibilidad, dolor torácico y no detecta reflujo no
ácido.

Radiología con contraste: posee muy baja sensibilidad y especificidad, salvo para la
detección de una estenosis péptica. La sensibilidad 26% y especificidad 50%

Manometría esofágica: no está indicada en la evaluación de la ERGE no complicada, pero


suele recomendarse para documentar la adecuada peristalsis esofágica antes de realizar una
cirugía antirreflujo. Para este fin puede ser de utilidad añadir la determinación de la
impedancia para evaluar el tránsito del bolo alimenticio por el esófago. Cuando la disfasia
no se diagnostica por endoscopia .Otros posibles usos de la manometría en el estudio de la
ERGE son la localización del EEI previa a una pH-metría y descartar en algunos casos de
pirosis funcional la presencia de anomalías motoras que pudieran invalidar el diagnóstico.

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TRATAMIENTO.

El tratamiento de la ERGE debe individualizarse y debe orientarse a la presentación clínica


de la enfermedad y a la intensidad de los síntomas.

En la variante no erosiva con síntomas típicos el objetivo será el control de los síntomas. En
la variante erosiva, el objetivo será la cicatrización de las erosiones y evitar el desarrollo de
complicaciones.

En los pacientes con EB, el objetivo será evitar la progresión a displasia y adenocarcinoma.

En los pacientes con ERGE atípico (tos, asma, laringitis, etc.) el objetivo será el control de
los síntomas y evitar el desarrollo de complicaciones, siempre y cuando exista evidencia
que asocie los síntomas laríngeos con ERGE

El cambio en el estilo de vida y la dieta es parte importante del tratamiento y debe seguirse
independientemente del tratamiento medico elegido.

• Disminución de peso

• Dejar de fumar

• Elevar la cabecera de la cama

• Dormir en decúbito lateral izquierdo

• Evitar la ingesta abundante de alimentos al menos 2 horas antes de acostarse.

La funduplicatura por vía laparoscópica es el estándar de oro actual en el tratamiento por


ERGE, el mas mas efectivo a corto, mediano y largo plazo. La cirugía se considera ante los
siguientes casos:

• Fracaso de tratamiento médico

• Paciente joven 25 a 30 años

• Deseo expreso e informado del paciente

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La presencia de esófago de Barret es indicación de funduplicatura por alta incidencia de
hernia hiatal, disfunción del esfínter, reflujo duodeno-pancreático y requiere altas dosis de
IBP.

La funduplicatura comprime el esófago inferior aumento la presión del esfínter esofágico


superior y disminuyendo las relajaciones intermitentes así disminuye la cantidad de ácido
gástrico que alcanza el esófago.

Las complicaciones relacionadas a la funduplicatura se desarrollan entre 1% al 14% de los


pacientes y son lesión a estructuras como hígado, bazo, o esófago así como disfasia,
migración y complicaciones torácicas.

Funduplicatura de Nissen: Funduplicatura total (360°) sin cortar vasos gástricos cortos,
disecando los pilares del diafragma, ligamento frenoesofágico y gastrofrénico, cerrando el
hiato con uno o dos puntos de sutura no absorbible 2-0’ ya sea con puntos intra o
extracorpóreos, sin cabalgar el esófago, realización de una adecuada ventana retroesofágica
liberando bien el esófago del tejido retroesofágico, tracción del esófago intraabdominal de
3 cm por lo menos mediante el paso de una cintilla umbilical o Penrose de 1/8 pulgadas. La
funduplicatura se realiza con tres puntos de sutura no absorbible de una longitud de 2 cm
tomando la cara posterior y la anterior del fundus gástrico y el propio esófago. La longitud
de la funduplicatura es la modificación de la técnica clásica descrita por Nissen donde él
refiere ser de 4 a 6 cm de longitud.

Funduplicatura de Toupet: Previa disección retroesofágica, y de pilares diafragmáticos, se


desliza fundus gástrico por cara posterior del esófago rodeándolo en 270° y fijándolo a los
lados del esófago con la cara posterior del fundus del lado derecho y cara anterior del
fundus del lado izquierdo, con una hilera de tres puntos de sutura no absorbible de una
longitud de 2 cm; la funduplicatura se fija a su vez a los pilares del diafragma. La tracción
del estómago y esófago se realiza de la misma manera que en la funduplicatura tipo Nissen.

El tratamiento médico esta dirigido a disminuir la acidez gástrica del estómago, la


medicación oral predominante son los inhibidos de la bomba de protones como
omeprazole, lansoprazole, pantoprazole. Generalmente son bien tolerados y sus efectos
adversos son relativamente infrecuentes (<2%), los efectos mas frecuentemente reportados

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son; cefalea, trastornos gastrointestinales, reacciones alérgicas, debilidad muscular, daño
renal, falla hepática y angina.

Estos medicamentos pueden ser suplementados son inhibidos de receptores H2 como


ranitidine, antiácidos como hidróxido de magnesio, procinéticos metoclopramida,
domperidona. Estos disminuyen la secreción gástrica de ácido, neutralizan la secreción o
mejoran el vaciamiento gástrico y aclaramiento esofágico. Las reacciones adversas de los
bloqueadores de H2 son infrecuentes e incluyen mareo, trastornos gastrointestinales, dolor
articular, rash, los fármacos procinéticos están relacionados a efectos adversos como
síndrome extrapiramidal, parkinsonismo, discinesia, son reportados cuando el tratamiento
es prolongado. Los antagonistas del receptor de histamina H2 no deben usarse de primera
linea y son auxiliares, son útiles en ERGE de síntomas típicos y esporádicos, se
recomiendan por periodos cortos ya que después de 7 días producen taquifilaxia al
medicamento. Los procinéticos no deben usarse como tratamiento único.

Los inhibidos de la bomba de protones son el medicamento de primera elección para el


tratamiento de la ERGE en todas sus formas clínicas, ya que proporcionan un mayor alivio
sintomático y más rápido, así como mayores porcentajes de cicatrización. Es importante
que el paciente ingiera el medicamento al menos 30 minutos antes del desayuno por ser el
momento con mayor cantidad de bombas activas. Como recomendaciones:

• El uso crónico de inhibidos de bomba de protones en mayores de 65 años es factor


de riesgo para desarrollar infección por C. Difficile, Salmonella y Campylobacter.

Tratamiento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico erosiva refractaria

Se deben revaluar otras causas que expliquen los síntomas, si persisten es necesario hacer
una endoscopia para descartar esofagitis eosinofílica, dispepsia organice, etc. si la
endoscopia es negativa realizar manometria y posteriormente monitorización esofágica de
ph con impudencia mientras se sigue tratamiento com IBP. En caso de exposición anormal
a ácido aumentar la dosis de iba o agregar auxiliar (ARH2), en caso de exposición a reflujo
no ácido uno de baclofeno, tx quirúrgico, en caso de estudio negativo se usan analgésicos
viscerales y neuromoduladores.

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CONCLUSIONES.

Aunque el reglujo gastroesofágico es normal cuando comienza a causar sintomas molestos


para el paciente que repercuten en sus actividades diarias se considera una enfermedad, esta
puede traer problemas de salud mas graves como neumonías, sangrado, predisposicion a
cánceres, anorexia o hiporexias con la consecuente pérdida de peso y si es prolongado
desnutrición. En el paciente adulto la enfermedad es multifactorial y puede ser
circunstancial como en el embarazo o la obesidad, relacionada hábitos comidas copiosas,
alcoholismo o tabaquismo o por disfunciones anatómicas hernias o disfuncion del esfinter
esofágico inferior, cualquiera que sea su casusa es importante identificarla para dar el mejor
tratamiento disponible. En aquellos pacientes donde el tratamiento farmacológico de
primera eleccion no es viable, ha fracasado se recomiendan estudios exhaustivos sobre la
etiología de la enfermedad y si asi lo requiere realizar la funduplicatura (gold standard en
tratamiento de la ERGE).

La labor del médico general recide en saber identificar el problema y elaborar un plan
inicial de manejo que incluye tratamiento farmacológico adecuado al paciente,
modificacion de dieta y estilo de vida y un plan de seguimiento, si esto fracasa significa que
la causa no es clara y será necesrio derivar al paciente para llevar a cabo un protocolo de
estudio de su enfermedad.

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